Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Este artículo tomará ciertos puntos de dicha investigación tratando de mostrar a grandes rasgos las
problemáticas principales de estos municipios en este espacio y mencionar algunas reflexiones que
se desprendieron a partir del caso trabajado.
Las Municipalidades de centro poblado son -según Ley Orgánica de Municipalidades 27972- son
instancias de desconcentración de servicios de los gobiernos locales por lo que no gozan de
autonomía política o económica. Sus funciones principales deberían ser: la prestación de servicios
tales como registros civil vigilancia y limpieza. Sin embargo, en la práctica, su funcionamiento casi
siempre acaba sobrepasando las funciones antes señaladas.
Hasta el año 2015 se habían contabilizado alrededor de 2,437 municipalidades de centro poblado a
nivel nacional, las cuales superan en número al total de municipalidades provinciales y distritales del
país. La mayoría de ellas se ubica en zonas rurales, concentradas principalmente en la zona andina y
en zonas con mayores índices de pobreza.
La existencia de un número tan alto de este tipo de municipalidades y el deseo expreso de muchos
por su autonomía y futura distritalización es un tema que ha preocupado a diversos municipalistas, lo
cual es totalmente válido por todo lo que ello implicaría.
Las funciones establecidas tampoco se ciñen a las descritas por la ley como ya se mencionó. La
prestación de servicios se convierte en algo secundario para situarse como función principal la
realización de proyectos y búsqueda de financiamiento para concretarlos. En la práctica las
municipalidades de centro poblados buscan tener funciones similares a las distritales o provinciales.
En el caso del municipio estudiado, tanto las autoridades de la municipalidad, es decir, alcaldes y
regidores, como la población en general, le atribuían funciones ligadas a gestiones, obras, pero
además se incluían una serie de funciones simbólicas al alcalde que coincidían con ciertas funciones
pedidas a otras autoridades tradicionales.
La constatación entonces fue que, sin duda, la función del municipio es percibida no solo como una
institución prestadora de servicios delegados sino que adquiere un papel que cubre varios campos.
Por otro lado, las expectativas del alcalde y regidores giran en torno a conseguir obras
específicas, conseguir “apoyos”, proyectos de desarrollo, urbanizar, contar con mayor presupuesto,
llegar a ser distrito, entre otros. Pero cabe aclarar que en realidad estas expectativas no
son exclusivas de las autoridades sino que son compartidas por toda la población por lo que el
desempeño de ellas se medirá de acuerdo al cumplimiento de tales expectativas. Al existir un
contacto directo entre autoridades y población, éstas afirman ser constantemente presionadas y
confrontadas, no solo por la población sino por otras autoridades importantes como los tenientes
gobernadores (10) o presidentes comunales. La cercanía e inmediatez aumenta las tensiones pero a la
vez asegura una supervisión constante que es parte del cargo.
Finalmente, las tensiones y conflictos (11) son constantes tanto al interior como al exterior de los
centros poblados generando negociaciones continuas entre los diferentes actores políticos. Pese a
estas tensiones y diferencias entre población-autoridades o entre las propias autoridades del ámbito
(12) de estos municipios, hay una idea común: ser centro poblado es central, es un paso “hacia”.
Pero ¿qué implica ser un municipio de centro poblado para estas autoridades o pobladores? ¿Qué
percepciones están implícitas en la existencia de éstas municipalidades?
La importancia de contar con el status de centro poblado debe abordarse no solo desde una
perspectiva económica, ya que si bien ésta es central, constituye solo una dimensión según mostró el
estudio de caso.
Llegar a contar con presupuesto supone mejoras materiales y de infraestructura pero además ser
MUNICIPALIDAD de centro poblado también adquiere una relevancia simbólica importante, la
cual está relacionada a demandas de inclusión y ciudadanía. En este sentido, ser municipio puede
también ser percibido como un reconocimiento que sitúa a un grupo de comunidades o sectores
dentro de la estructura formal y los hace “visibles”; lo cual es importante sobre todo en zonas donde
la presencia estatal ha sido débil y esquiva.
El llegar a ser centro poblado también está relacionado a un tema de prestigio frente a los otros;
llegar a contar con dicho status es visto como el resultado de un trabajo conjunto y paciente. Este
implica historias que evocan procesos de “lucha” y perseverancia donde finalmente se sale
victorioso gracias a la capacidad de sus líderes y a la organización del conjunto. Así, al parecer,
contar con esta categoría -a diferencia de una comunidad campesina u asociación- los sitúa en un
nivel superior de organización. Dicho nivel es visto como requisito para empezar a concretar varias
de las expectativas existentes, las cuales no han sido cumplidas a través de los años por los
gobiernos locales, y como el primer paso de una trayectoria mayor (distrito).
Por otro lado, llegar a contar con el status de municipio de centro poblado muestra la importancia de
la urbanización pues supone poder llegar a contar no solo con servicios sino con características
urbanas tales como plazas, calles, etc. En los discursos de la mayoría de las autoridades este tema era
reiterativo, lo cual sigue la tendencia de la búsqueda por lo urbano como lo muestran diversos
estudios realizados en zonas rurales donde el desarrollo se equipara a “lo urbano” y al concreto.
Contar con más características urbanas supone también una especie de mayor rango, lo cual no
parece tan descabellado si el mensaje y política estatal parecen demostrarlo así.
A modo de reflexión…
Los municipios de centro poblado son espacios políticos importantes que tienen información
relevante sobre la co existencia y adecuación de lógicas políticas diversas y que además muestran a
pequeña escala temas de fondo como el deseo de urbanización, la visión del funcionamiento
burocrático, la ineficacia de la gestión de los gobiernos locales y las diversas búsquedas por
concretar mejoras reales y directas de sectores muchas veces no incluidos ni atendidos. Además,
muestra la tendencia al deseo de continuar escalando en la estructura, ser parte de ella y en ningún
momento se busca negar al Estado como algunos podrían postular, todo lo contrario.
Finalmente, cabe recalcar que este artículo no ha buscado justificar o defender la proliferación de
las municipalidades de centro poblado sino más bien introducir en este breve espacio parte de la
problemática y percepciones de los centros poblados desde otra perspectiva. Ha sido una mirada
rápida que busca antes que nada fomentar el interés y debate en torno a estos municipios y su rol
político; además de poner en evidencia que a partir del estudio micro político pueden proponerse
reflexiones sobre los niveles superiores de gobierno que posteriormente devengan en propuestas
aterrizadas y coherentes antes que en planteamientos o soluciones apresuradas que aumenten el caos
y debiliten aún más los gobiernos locales.