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APROPIACIONES DE LA CIUDAD Seleccion
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A LA CIUDAD
María Gabriela Navas Perrone
Observatorio de Antropología del Conflicto Urbano,
Universidad de Barcelona
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Espacio público: control social, conflicto y transformación
75. Pese a que esta autora se refiere a la calle global, relacionada a acontecimientos
sucedidos a esa escala, es oportuno aplicarlo a la dimensión más cercana y
restringida de nuestro espacio público o calle.
En los últimos tiempos, observamos cómo diferentes
grupos ciudadanos, más o menos organizados, actúan en
el espacio público. Crean nuevas formas de intervención, o
reutilizan y modifican formas anteriores, redefiniendo lo que
se entiende por actuación ciudadana. Esto supone desafiar
las prohibiciones que el poder impone a la hora de utilizar
el espacio público de ciertas formas, demostrando cómo la
ciudadanía posee una creatividad con la que diseña nuevos
modos de movilización o actuación ante los diferentes
conflictos e incluso redefine el espacio donde se desarro-
llan. Sassen (2003) afirma que la ciudadanía es un concepto
dinámico que ha sufrido cambios a lo largo de la historia por
su vinculación con las características propias de cada época.
No se puede hablar de un único concepto de ciudadanía,
232 sino de diferentes tipos de éste: “comunitarios y asamblea-
rios, republicanos y liberales, feministas, postnacionales y
cosmopolitas” (p. 115), entre otros. Es la ciudadanía, desde
sus diferentes formas, quien intervendría en los cambios del
espacio público, creando nuevos modelos y readecuándolo
a sus necesidades desde planteamientos alejados de los del
poder, y dentro de los cuales aquellos que están vinculados a
las diferencias de género son un claro ejemplo.
76. Acrónimo de varones activos, sanos y con familia (Durán, 2008: 80).
y quién queda excluido” (p. 51). Los hombres poseen
un derecho prioritario sobre las ciudades, mientras que
las mujeres se ven excluidas o limitadas, relegadas a “un
uso marginal o parcial, en una gradación de horarios y
funciones” (Segura, 2006: 198). Así, la ocupación de la
ciudad y el reconocimiento del uso del espacio público son
diferentes entre las mujeres y los hombres, restringiendo
incluso el derecho a la ciudadanía.
La filósofa Celia Amorós (1987) escribe sobre la relación
entre el espacio público y el privado, y la creación del sujeto
político. Ella destaca que las mujeres estarían confinadas al
espacio privado, mientras que los hombres se mueven por
el espacio público, el espacio del poder. Esto no es casual
ya que viene condicionado por dos formas diferentes de
234 crear el sujeto político según el sexo. La autora habla de
dos categorías diferentes, una donde el hombre ocuparía el
espacio de los iguales, creado por un pacto entre individuos,
que se aceptan como diferentes y semejantes, formado “por
aquellos que ejercen el poder reconociéndose entre sí como
titulares legítimos del contrato social” (Amorós, 1987: 121).
Por otro lado, las mujeres estarían recluidas en el espacio
de las idénticas, es decir el lugar donde no se da la dife-
rencia y la individuación, lo que califica como el espacio
de las “indiscernibles” (Ibídem: 120). Sin individuación, sin
reconocimiento de los derechos del ciudadano y de la dife-
rencia, no se constituye un sujeto político individual, no se
puede optar al poder; así el espacio de idénticas resultaría
un espacio colectivo. Desde esta perspectiva, las mujeres,
expulsadas del ejercicio del poder y de la ciudadanía como
individuos, optarían al espacio manteniendo una relación
distinta que la de los hombres a la hora de usar, estar,
ocupar, territorializar y definirse (Egizabal, 2013).
Ana Falú (2009) nos habla de una propuesta diferente
de construir la territorialidad por parte de las mujeres: una
territorialidad corporeizada. Si el espacio destinado a las
mujeres es el espacio privado, desde el espacio más privado
de todos, que es el cuerpo, partirían hacia la reclamación
del espacio público. Así, para construir la territorialidad en
el espacio público primero deben conseguir la territorialidad
de su propio cuerpo. De este modo, Falú afirma que:
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Conclusiones
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