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EXPOSICIÓN DE HISTORIA DE AMÉRICA II

DANIELA LLANO
LA HISTORIA DE TUPAC KATARI
". . . A mí solo me mataréis, pero mañana volveré y seré millones"

Tupac Katari, uno de los máximos íconos de la lucha de los pueblos indígenas frente la
opresión colonialista en Bolivia.
Les empezaré contando un poco sobre su vida. El líder aymara Julián Apaza nació el 9 de
enero de 1750, huérfano de padres desde los 7 años de edad y quien desde muy niño se dio
cuenta de los maltratos y abusos que sufría el pueblo indígena por parte de los españoles.
Éstos obligaban a los indios a trabajar sin pago y sin horario en sus fincas o minas. Muchos
murieron lejos de sus familias, sin alimento, ni esperanza. También las mujeres y los niños
estaban obligados a la mita.
Además estaban obligados a entregar la mayoría de sus productos como un tributo a los
españoles y a la Iglesia Católica. En 1697 los españoles decidieron que además de la mita y
del tributo en productos, iban a cobrar dinero a los indios, como éstos no tenían dinero se
vieron obligados a dejar a sus familias para ir a las minas y haciendas, pero los patrones les
pagaban muy poco y no alcanzaba para pagar el tributo. Entonces eran apresados y
maltratados y les quitaban sus tierras.
El niño Julián se dio cuenta con espanto que la vida de un Indígena no valía nada para el
español, y comparó la cultura europea española de odio y crimen con su cultura indígena
aymara que era solidaria y armónica.
Julián Apaza se dedicó al comercio de la bayeta (tejido de lana) y de la coca. Durante su
adolescencia viajó por diferentes comunidades y haciendas, fue testigo de cómo eran
maltratados y asesinados los indígenas por los españoles.
En uno de sus viajes a su pueblo natal SicaSica (La Paz), conoció a Bartolina Sisa, una
joven quien pronto se convertiría en su compañera de vida y lucha, juntos no solo
recorrieron las comunidades sino que fueron portadores de la semilla de rebelión.
Fue sacristán y panadero antes de iniciar su rebelión. Adoptó el nombre Túpac Katari
tomando partes de los nombres de dos líderes originarios contemporáneos: por un lado, a
Túpac Amaru II; y por otro, a Tomás Catari, cacique de Chayanta. Tras reiterados abusos
hacia las comunidades hubo un alzamiento por parte de Tupac Katari, en compañía de
Bartolina Sisa, quien demostró su valentía y destreza como lugarteniente de su marido,
sabiendo conducir los batallones indígenas y logrando derrotar a los españoles en varios
combates.
Como ella, muchas mujeres indígenas tuvieron un rol activo en las luchas libertarias,
aunque pocas lograron superar el anonimato de la historia oficial. Podemos nombrar a su
cuñada Gregoria Apaza, también a Kurusa Yawri (esposa de Tomás Katari) como por
supuesto Micaela Bastidas, esposa de José Gabriel Condorcanqui o Tupac Amaru.
Volviendo a los hechos, como parte del levantamiento, Túpac Katari formó un ejército de
cuarenta mil hombres y cercó a la ciudad de Chuquiago (actualmente La Paz), dos veces en
1781. Los nativos no permitieron el ingreso de alimentos, ni la salida de los habitantes, a su
vez continuamente hostigaban a la población. Dentro de las murallas de la ciudad el hambre
y las epidemias provocaron una gran mortandad, mientras que las tensiones entre criollos y
españoles se acrecentaron. Todos los días el ejército katarista atacaba la ciudad, utilizando
grandes pelotas hechas con lana de oveja, empapadas con aceite o impregnadas con
pólvora, que arrojaban a la ciudad para causar incendios, cansar al enemigo y desgastarlos
para la lucha.
A lo que La Real Audiencia de Charcas envía 1700 hombres -encabezados por su
Presidente, Ignacio Flores de Vergara- para sofocar la rebelión. Estas tropas consiguieron
romper el primer cerco. Los españoles instigan a la traición y ofrecen indulto a los que
entregaran o delataran a los cabecillas, fruto de este proceder, Bartolina Sisa un 4 de julio
fue entregada como prisionera de guerra al sanguinario brigadier Sebastián Segurola y en la
prisión fue torturada física y moralmente, con vejámenes espeluznantes, pero nunca
sucumbió al dolor ni reveló ningún dato a los verdugos. Su esposo Túpac Katari intentó
liberar a Bartolina a través de varios intentos, tanto bélicos como pacíficos, ofreciendo
intercambiarla con el cura Vicente Rojas o incluso con él mismo, pero no resultó.
Como les vengo contando, esta epopeya se frustró por la traición. El enemigo colonialista,
valiéndose del engaño, logró capturar al lider de esa rebelión, a nuestro querido Tupac
Katari. No hubo odio colonial más grande que el vertido en estas tierras. Tupac Katari
capturado, fue sentenciado a morir descuartizado por cuatro caballos. En la plaza del
pueblo de Peñas (Q'arq'a Marka) el martir indio estaba rodeado de los representantes del
poder colonial:
El cura, representante de la rigidez moralista que procura eliminar la libre conciencia
cósmica del cerebro y corazón indio.
El delegado militar, zafio que busca imponer por las armas el poder colonial de su "madre
patria".
El corregidor, autoridad encargada de dar la forma civil ("civilizada") a la explotación y
opresión del indio.
Los notables criollos y chapetones, mediocridad del despreciable aporte europeo,
destinado a destruir la armonia de nuestras instituciones de vida social y trabajo.
La orden fue dada y los caballos partieron a los cuatro puntos cardinales. El 15 de
noviembre de 1781 Tupac Katari fue descuartizado, su cuerpo lo expusieron por todo el
territorio de Kollasuyu, como escarmiento a los indios rebeldes
Su cabeza fue expuesta en el cerro de K’iliK’ili (La Paz), su brazo derecho en AyoAyo, el
izquierdo en Achacachi; su pierna derecha en Chulumani, y la izquierda en Caquiaviri. Más
tarde su esposa Bartolina Sisa, moriría estrangulada por los mismos verdugos.
Este levantamiento indígena fue el más extenso geográficamente y además contó con el
más grande apoyo, tanto así que los virreinatos afectados tardaron dos años en sofocarlos.
La actual "tradición oral" le atribuye haber dicho a sus captores la frase: A mí solo me
matarán… pero mañana volveré y seré millones". La lucha de Túpac Katari no fue en vano,
ya que su pérdida sirvió de inspiración a muchos indígenas para rebelarse ante las
vejaciones a las que eran sometidos por el imperio español.
PARA PONER EN CONTEXTO
Contexto histórico
Situaciones favorables a las luchas anticoloniales (S. XVIII):

✍ Sociales: Recuperación demográfica de la población indígena “mestiza” y criolla, en


contraste con la minoría peninsular privilegiada.

✍ Políticas: Resquebrajamiento del sustento teórico del absolutismo, que generó el


desprestigio gradual del antiguo régimen, que coincidió con el desastroso gobierno de
Carlos IV.

✍ Intelectuales: Renovación del movimiento intelectual colonial y decadencia de la


escolástica por irrupción de la ilustración (Francia).

✍ Económicos: Introducción del libre comercio (1778) y robustecimiento de las burguesías


portuarias americanas y algunos núcleos del interior peruano, lo cual afectara al tribunal del
consulado limeño.
PARA PONER EN CONTEXTO #2
En efecto, entre 1780 y 1781 las sublevaciones indígenas hacían temblar la estructura
colonial del Alto Perú. Un ejército de alrededor 100.000 hombres y mujeres quechuas y
aymaras vertebraron un movimiento para enfrentar a los opresores y sus variadas
expresiones, abarcando desde el Norte Argentino, las tierras de Chayanta y Chuquisaca,
pasando por el Altiplano aymara hasta llegar a los Valles del Cuzco. Quedan en la memoria
colectiva las batallas libradas, pero sobre todo los cercos a Sorata y a la ciudad de La Paz
durante prolongados meses y donde se destacaron los liderazgos y habilidades bélicas en
contra de la tiranía de la opresión colonial.
PARA PONER EN CONTEXTO o COMO INTRODUCCIÓN, no c.
Basándonos en el el libro Un siglo de rebeliones anticoloniales: Perú y Bolivia 1700-1783
de Scarlett O'Phelan Godoy (Autor) podemos identificar tres coyunturas rebeldes o nudos
de intranquilidad social donde se aglutinaron los movimientos sociales. La primera
coyuntura ocurre durante el gobierno del virrey marqués de Castelfuerte (1724-1736)
como resultado de su incisiva política fiscal de revisitas y ajustes del tributo y la mita luego
de la epidemia que azotó el sur andino en 1720. La segunda coyuntura tuvo lugar luego
de la legalización del reparto de mercancías del corregidor (1751-1756), que desembocó en
una álgida competencia entre las autoridades locales (corregidor, doctrinero, cacique,
hacendados, obrajeros) sin llegar a cuajar en una rebelión de envergadura. La tercera y
última coyuntura se produjo durante la puesta en vigor de las reformas fiscales
borbónicas, llevada a cabo por el visitador José Antonio de Areche, a partir de 1777. Esta
coyuntura culminó con la gran rebelión o rebelión de José Gabriel Túpac Amaru II que
tuvo un carácter regional delimitando el circuito comercial Cuzco-Potosí que cubría el
amplio territorio del sur andino peruano y llegando a articularse con la insurrección
liderada por el líder aymara Julián Apasa Túpac Catari en Charcas. De esta manera la
rebelión de Túpac Amaru aparece como la culminación de un proceso de revueltas
menores, por un lado, y de una acumulación de presiones económicas y fiscales, de otro.
Sin duda, la gran rebelión fue un movimiento de masas sin precedentes en Hispanoamérica
durante el período colonial y sus alcances políticos a través de la prensa tuvieron
connotaciones continentales y, posteriormente, un fuerte impacto a nivel europeo.
PARA PONER COMO CONCLUSIÓN
Cabe enumerar algunas consecuencias inmediatas de estos hechos contra el régimen
colonial español: se proscribió y persiguió para su exterminio a los apellidos de los
caudillos y jefes indígenas: Katari, Willka, Condorcanqui, Apaza, Noguera, Amaru,
Bastidas, Katari, Cruz, Condori y otros. Ahí una de las razones por la cual muchos se han
visto obligados a cambiarse o deformar sus apellidos.
Por su parte la jerarquía de la Iglesia –colaborando estrechamente con la opresión– instaló
cárceles-internados, en los que se encerró a los jóvenes originarios que se perfilaban como
líderes, adoctrinándolos en un proceso de aculturación y eurocentrismo. También realizó
una cuidadosa investigación inquisitorial para saber por qué no fue detectada y delatada la
rebelión por sus sacerdotes.
Los idiomas originarios quechua y aymara fueron prohibidos y perseguidos. Se
construyeron nuevas redes de destacamentos militares más cerca de las comunidades. Se
intensificó el servicio en la mita y en los obrajes, como forma de amedrentamiento.
La persecución y masacre continuaron por muchos años, sin embargo con nada los
españoles lograron sofocar la rebelión.
Finalmente 10 años después, en 1791, la mita tuvo que ser abolido. Otros cambios se
dieron también en el sistema político y administrativo, traduciéndose en la supresión de los
corregidores, instaurándose el régimen de las intendencias. Además, empezaron a ventilarse
casos de abusos en contra de los indígenas en diferentes Audiencias.
La semilla de la libertad no pudo ser aplastada y la memoria histórica colectiva recordará
para siempre estos sacrificios.
De algo estamos seguros: toda la generación de mártires, no murieron en vano, porque la
fuerza de sus corazones valientes los hizo inmortales.

Gg, falta más, espero sus otros aportes para sacar


el contexto, introducción y conclusión adelante,
feas.

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