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DESCRIPCIÓN RUTA ISABEL LA CATÓLICA

La ruta discurre entre las poblaciones de Cañamero y Guadalupe atravesando diferentes y


variados ecosistemas que la confieren un atractivo especial.

El sendero parte justo en frente del Hotel Ruiz de Cañamero y comienza a bajar hacia el río
Ruecas, donde en el margen derecho del río y si nos desviamos un poquito de nuestro ca-
mino, podremos tener el placer de observar un abrigo con pinturas rupestres.

Volviendo al sendero y tras cruzar el río, este asciende hacia la parte superior de la Presa
del Cancho del Fresno, pantano al que la ruta bordea durante un tramo y donde, en prima-
vera se pueden observar en ocasiones parejas de somormujos en su espectacular ritual nup-
cial, así como otras aves acuáticas que se han establecido en la zona.

El sendero asciende de nuevo abandonando la orilla del pantano hacia el Collado de la


Ventosilla, pasando por la Cruz de Andrade (recaudador de impuestos asesinado en este
punto por asaltadores de caminos) y ya más arriba por la zona de pedreras conocida popu-
larmente como el Melonar de los Frailes. Desde lo alto observamos impresionantes vistas
hacia el Valle del Ruecas, las Villuercas, Silvadillo etc… y durante toda la ruta podremos
disfrutar con el vuelo de diferentes especies rapaces (buitres leonados y negros, ratoneros,
alimoches…).
Desde aquí nos dirigimos al Castaño Abuelo, espectacular árbol centenario del que se
habla ya en crónicas del s. XIV.
El sendero desciende a continuación por uno de los tramos más hermosos, se trata de un
frondoso y espeso bosque de castaños y robles, donde la variedad de flores que podemos
encontrarnos alcanza su máxima representación en primavera (orquídeas, torojiles, gladio-
los silvestres, retamas, aulagas, malvas…) y la variedad de colorido representa un espectá-
culo increíble en otoño (castaños, robles, mostajos, arces de Montpelier, madroños, corni-
cabras…), aunque el disfrute en este tramo de la ruta está asegurado casi en cualquier épo-
ca del año.

Durante algunos puntos de este tramo del sendero y cuando los árboles no tienen hojas, po-
demos observar el Monumento Histórico Artístico de la Granja-Palacio de Mirabel
(“Mirada Bella” aludiendo a las vistas que se observan desde su enclave), construido en el
s. XV por los monjes Jerónimos y palacete de recreo en varias ocasiones de los Reyes
Católicos.

Una vez salimos del bosque, llegamos a la ermita de Santa Catalina, desde donde se obser-
va una bonita panorámica de Guadalupe y su Monasterio y continuamos descendiendo por
el camino de tierra hacia el río Guadalupe, cuyo curso ha sido declarado Corredor Ecológi-
co y de Biodiversidad por la Junta de Extremadura.
Cruzamos el río y comenzamos a ascender hacia Guadalupe por la antigua calleja
(actualmente asfaltada) del arrojo Pellejeros, pasando por la fuente del Piojo (donde anti-
guamente se despiojaban se despiojaban los peregrinos antes de entrar en La Puebla) en-
trando primero por la calle Ventilla y después por la calle Cruz hasta llegar a la Plaza de
Santa María de Guadalupe.

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