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PENSAMIENTOS DE LOS ÓRGANOS

Silvio Lang

I. Microscopias de las sensaciones


¿Con qué fuerzas cuento hoy?
Quiero desfasar las fuerzas que traigo.
Deponerlas como armas sobre el terreno.
Vulnerabilizar mis órganos.
Decido una posición con el cuerpo.
Una posición para sentir más.
Una posición descentrada de la verticalidad.
Un poco torcida, rota, inclinada.
Una posición que me haga entrar en otra perspectiva sintiente.
¿Qué informaciones se agolpan en esa posición?
¿Qué informaciones diferencio?
Informaciones sensibles.
Diferencias del tono muscular.
Diferencias de temperatura, de peso.
Si hay molestias….
Diferencias de volumen, de rango de movilidad.
Diferencias de lo que toca.
Diferencias en la respiración.
Pulsaciones.
Desequilibrios.
Vibraciones.
Olores.
Velocidades de la carne.
¿Cómo se pasa de una información a otra?
De una diferencia a otra.
La propiocepción es un radar de informaciones.
Informaciones sensibles.
Diferencias percibidas.
Diferencias en las que participo.
Las informaciones se interceptan, se cruzan.
Al cruzarse, ¿friccionan?
¿Se encabalgan? ¿Se rechazan?
Las formas aparecen como efecto de esa intersección.
Formas materiales por la intersección de informaciones sensibles.
Organizaciones de la materia que envuelven y desenvuelven un ritmo.
El ritmo no es la rítmica.
El ritmo trata de cómo las cosas y los seres aparecen.
Se materializan. Punto por punto.
El ritmo es juntura de seres, cosas, imaginaciones.
El ritmo es la manera de toda aparición material.
Impulsa la espacialización y la temporalización.
Cada ritmo es una lógica.
Una fuerza de aparición materialista.
El ritmo envuelve la fuerza del mundo que aparece.
Un fenómeno, un acontecimiento, un proceso.
Lo que aparece y podría llegar a la existencia.

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Por eso hay una política del ritmo.
Un pluralismo de ritmos por un multiverso de existencias.
Las existencias materiales hacen mundos.
Cada ritmo intuye el sentido de un mundo.
Entrenamos ritmos porque propulsan mundos.
Entonces.
Pruebo una variación de dimensión.
Cómo esa microscopia sentida del comienzo se propaga.
Se concatena con otras informaciones sensibles.
Fuerzas que se propagan por asociación.
Al irradiarse se amplifica.
Por el hecho de amplificarse se desplaza.
Una microscopia de sensaciones se desplaza.
Es un bloque de sensación que se hace su espacio.
Una materialidad en formación.
Hago durar ese tiempo de materialización.
Siento el tiempo de una duración material.
Tiempo sensible.
Insisto en esa duración.
Se entra al tiempo por insistencias, me repito.
Hacer existir una materialidad por insistencias.
La insistencia contornea una intensificación.
Intensificación no es estridencia ni estallido.
Intensificación es cómo lo que aparece se siente más.
Es un plus de realidad.
Ese plus se genera por propagación del movimiento.
Asociación de informaciones sensibles.
Incorporación de otras superficies.
Intensificar es la capacidad de hacer alianzas.
Hacer parentescos.
Hacer potencia.
La potencia de un movimiento se sustenta por sus relaciones.
Todo movimiento implica una e-moción.
Un movimiento hacia.
En cada pensamiento que se suscita.
En cada gesto que se instaura.
En cada soplo que se filtra.
En cada imagen que se ofrece.
Algo pasa. Es la e-moción.
La e-moción es lo que pasa.
Lo que mueve, moldea y hace hacer.
La emoción no es mía, no es tuya.
La e-moción es movimiento hacia.
Toda e-moción es una zona de contacto.
Atracción o repulsión.
Una fuerza que nos vincula o nos desvincula.
La e-moción se impregna a las superficies que toca.
Se pegotea a nuestros órganos.
Nos deja marcas, signos, ideas, sentimientos.
Sentimientos que sentimos por sensaciones.

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Sensaciones de las e-mociones.
Las e-mociones son fuerzas que moldean a los cuerpos.
Nos orientamos por sensaciones.
Las sensaciones recientes re-mueven otras sensaciones impregnadas.
Impregnaciones de emociones pasadas adjuntas al presente.
El archivo adjunto de e-mociones se re-abre en cada nuevo contacto.
Emociones inconscientes, olvidadas, inmortales.
Constelaciones de e-mociones.
No hay e-moción individual ni personal.
Toda e-moción es e-moción de grupo.
Sólo existen e-mociones sociales.
Cada e-moción es una historia de contacto.
Contacto social.
Contacto ambiental.
Somos efectos de afectos sociales.
Somos superficies de la historia de las e-mociones de un mundo.
Somos superficies de la historia de las e-mociones de un mundo.
Las superficies son los órganos del mundo.
Soportes materiales.
Formaciones corporales.
Ideas somáticas.
Organismos ideológicos.
¿Qué relaciones mantenemos con nuestros órganos?
¿Qué usos legitimamos?
¿Qué ideas nos hacemos de ellos?
¿Qué imaginarios los sustentan?
¿Qué fantasmática los anima?
¿Cómo les inoculamos experiencia?
¿Qué informaciones hacemos pasar por ellos?
¿Cuáles se bloquean?
¿Cuáles relanzamos?
Necesitamos una ensoñación de los órganos.
Encontrarnos con e-mociones que desanden sus organismos.
Prácticas que imanten otros usos.
Re-hacernos un cuerpo en cada contienda.
En cada erotismo.
En cada fiesta.
En cada cuidado.
En cada vínculo.
¡Re-sensibilización del campo social ya!
Empezamos por las sensaciones.
Las sensaciones son huellas.
Huellas materiales de lo que toca.
De las e-mociones que nos afectaron.
Las sensaciones se sintetizan en la mente.
La mente es el sintetizador de sensaciones.
El cráneo, el cerebro, la cara actúan de modulación física.
Modulan el caos existencial que movilizan las e-mociones.
Las sensaciones son los operadores existenciales de las e-mociones.
Pero, hay un sin fin de sensaciones a la vez.

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Un cúmulo de sensaciones.
¿Con cuál sensación devengo?
Me decido por una.
Es esta. Es un presentimiento.
Me incorporo a una sensación.
No importa cuál. Si no su grado de pregnancia.
Puede ser la sensación más empática.
O la sensación más discordante.
O una sensación entre otras.
Pero es una que rescato, en su gradualidad.
Me implico en esa sensación.
Participo de su información.
La despliego.
Es decir, la concateno con otras sensaciones
Sensaciones más pregnantes.
O más leves.
Voy por conglomerados de sensaciones.
Las sensaciones se acoplan. Se remixan.
Hay cesuras, cortes de sensación.
Sensaciones que encabalgan entre sí.
Como los versos de un poema.
Una sensación corta con otra sensación.
Otras sensaciones proliferan.
Desvarían, deliran.
Abren puestas en abismo.
A veces, sigo esas fugas de sensación.
Las sensaciones coexisten y se co-producen.
Estoy en un proceso de devenir.
Devenir con las sensaciones.
Devenir no es mutar.
Devenir es conectar diferencias.
Ser unx con lo otro.
El devenir es un montaje de alteridades.
El devenir son mis transacciones con el cosmos.
Un devenir puede ser una política.
Una microscopía de las sensaciones.

II. Repertorio de los órganos


A partir de una resonancia intensiva de las sensaciones podríamos elaborar un
repertorio crítico y procesual de los órganos corporales.
¿Qué usos efectuamos de nuestros órganos?
¿Qué usos son tabú?
¿O nos repugnan?
¿O han sido impensados?
¿Cómo las instituciones –la escuela, la medicina,
el psicoanálisis, la familia, el matrimonio,
la sexualidad, el deporte, la pareja,
el trabajo, la danza, el género,
es decir, todos los espacios y saberes de gestión de la vida han
identificado, atenuado y normalizado a nuestros órganos?

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¿Qué imaginaciones sostienen a los órganos?
¿Qué historias de contacto moldean y activan nuestros órganos?
¿Cómo localizamos o mapeamos nuestros órganos?
Cuando un órgano se deslocaliza
- por un accidente, por una escena sexual,
por una danza, por un esfuerzo, por una droga,
por un golpe, por una práctica ecosomática-
¿es posible pensar otras relaciones?
Relaciones somáticas.
Relaciones eróticas.
Relaciones laborales.
Relaciones afectivas.
Relaciones económicas.
Relaciones creadoreas.
¿Cómo sindicalizamos,
politizamos
y militamos
nuestros órganos?
Ante un fracaso, una emergencia,
un peligro, un ataque:
¿con qué órganos contamos?
¿Qué órganos se han contraído,
traumado, tensionado, lastimado
en las experiencias de abuso,
explotación, maltrato,
estigmatización y patologización?
¿Qué órganos hemos preparado para defendernos?
¿Qué órganos medicamos, reprimimos, negamos, sacrificamos?
¿Con qué órganos aprendemos goces anti-norma?
¿Con cuáles nos re-hacemos una nueva suavidad?
¿Qué órganos instauran gestos desobedientes?
¿Qué experiencias introyectamos a nuestros órganos?
¿Cómo los relacionamos con el entorno?
¿Qué afinidades trazan?
Si empezáramos por la atención a un órgano -
el estómago, la piel, los pulmones,
los ovarios, la lengua, los ojos…
Si activáramos en esa zona somática
una resonancia interna de sensaciones:
¿Qué rango de movilidad encuentro?
¿Cómo se contraen o se dilatan los tejidos?
¿Qué vibraciones se sienten?
Si percibiéramos esa movilidad profunda del órgano:
¿Qué movimiento ya hay ahí?
¿Cuánto dura?
Sentir la duración de su movimiento.
Su e-moción.
Nos movemos porque nos e-mocionamos.
Si esa e-moción se amplifica por propagación -
crece su espacio de irradiación

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o crece su velocidad de concatenación
o sube la potencia del tono-;
¿cómo dispone a otros órganos en el movimiento?
Otros órganos participan en la amplificación.
Una fisicalidad aparece por el trenzado de los órganos.
Un trenzado somático.
Eso se desplaza por el lugar.
Se hace espacio.
Hace visible una forma del espacio.
Surca el aire.
Se espacializa.
¿Qué hace?
¿Cómo se aufo-afecta?
¿Cómo positiviza el espacio?
¿Cómo desenrolla una espacialidad en el espacio negativo?
¿Cómo ocupa el territorio?
Instaura un uso.
Una dimensión.
Una densidad.
Una visibilidad.
Una forma de contornear.
Descubrimos la capacidad de auto-afectar nuestros órganos.
La capacidad de que los órganos se afecten por una e-moción.
La capacidad de intuir la duración de un movimiento.
Podemos espacializar los órganos.
Podemos afectar el espacio con nuestros órganos.
Podemos crear temporalidades.
Si probáramos, ahora, un uso de ese órgano u otro órgano.
Un uso, tal vez, impropio o improbable para ese órgano.
Nos imaginamos una actividad que hace ese órgano.
Hacemos eso con ese órgano.
Ejecutamos una imaginación material.
Por ejemplo, los ojos intentan agarrar los caños de la luz.
Los huesos de las caderas se proponen cortar el aire.
El estómago se lanza a digerir las superficies de la sala.
¿Cómo empieza a compartarse ese órgano?
¿Cómo los tejidos se implican en esa imaginación material?
¿Cómo los otros órganos se disponen para ese cometido?
¿Qué pasa en la insistencia de una acción improbable?
¿Qué capacidades de forjan?
¿Qué fisicalidad se va configurando?
¿Qué relaciones inesperadas entre los órganos se promueven?
¿Qué relaciones con las materias?
¿Qué ritmo?
¿Qué imágenes mueve?
¿Cómo se re-materializa nuestra corporalidad?
El proceso se actualiza.
Actualizamos el presente de la prueba y sus virtuales.
Actualizar es reconocer diferencias sensibles y conectarlas.
Condensar, re-orientarse y re-lanzar el proceso.

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Hay momentos en que la potencia de un proceso declina.
Se presiente la declinación de su potencia.
Ya sea que se satura la mente.
Se agota la energía.
Se limitan las conexiones disponibles.
Sin embargo, cada proceso coexiste con intensidades menores.
Hay tercermundos en los cuerpos.
Negritudes que afectan la intensidad mayor.
Desde esa baja intensidad puede desplegarse un nuevo proceso.
Ya sea que se actualice, ya sea que prolifere.
A veces, esas intensidades minoritarias desvían el proceso activado.
Proliferan el proceso inicial, lo desvían, lo deliran.
Siempre es posible yuxtaponer.
Parar y recomenzar.
Condensar y relanzar.

III. El porvenir de los cuerpos.


Así como hay constelaciones de e-emociones que movilizan cada proceso hay,
también, una memoria del porvenir de los cuerpos.
En los devenires que me muevo algo está viniendo.
Hay algo que se presiente, se intuye, se entrevé.
Es tan real como lo sentido pero aún no ha sido realizado.
Es un comienzo que se interrumpe.
Una fulguración estelar de seres.
Se escapan antes de su captación.
Estoy en un horizonte en fuga.
Una barda, le decimos en la Patagonia.
El vistaje del borde de una meseta.
Estoy a punto de atravesar el borde del presente.
Entrar al escenario de una utopía.
Me muevo en una nebulosa de virtuales.
Parecen partículas de polvillo.
Se agitan mientras me muevo.
¿Son bacterias? ¿Parásitos que viven de mi e-moción?
¿Visiones que relampaguean como colibríes?
¿Un punto de vista al que no accedo?
¿Pensamientos que se me van?
Son las potencialidades del movimiento.
No son posibilidades, ni variaciones.
Sino movimientos improbables.
Incertidumbres.
Futuridades.
E-mociones utópicas.
Este presente esta aureolado de utopías.
Estoy envuelta en un conjunto de potencialidades.
Proposiciones de existencia.
Me decido.
Hago un gesto.
Me paso a una futuridad.
La hago existir como propia.

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Instauro un derecho a lo cualquiera.
Derecho a una existencia que no sé.

Buenos Aires, viernes 29 de mayo, 2020.


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