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Revista Paicoandlisis N° 7, Lima 2009 ACERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER' Helmut Dahmer Traduccién: Hilke Engelbrecht, Marga Stahr Agradezco la invitacién a su Jornada sobre “Poder ~ Placer” y les retribuyo hoy dia con una visita guiada por el laberinto dela metapsicologia freudiana. Alli nos vamos a encontrar, entre otros, con un presocratico de Agrigento y un discipulo de Sécrates, de Cirene, con un “no propiamente” fildsofo (y fisico) del siglo 19 admirado por Freud, en compaiiia de dos filésofos propiamente dichos. Se les uniran varios bidlogos y genetistas, asi como un economista britanico. Al final, un filésofo social del siglo 20 nos guiard para salir del laberinto de Freud. Espero que la multidud de personas conjuradas no los confunda. En todo caso, no dejaremos que se nos escape el hilo conductor de Ariadna. 1 La teoria freudiana fue tan escandalosa como ambigua. De ello resultaron la prosctipcién y el desconocimiento que fueron caracteristicas de la historia de su recepci6n. Su teoria era escandalosa, porque contradecia las concepciones de sentido comun del ser humano, la psique y la cultura; ambigua, porque se presenté de inc6gnito: como una critica de las instituciones disfrazada de ciencia. Al comienzo, Freud habia postergado los intereses filos6ficos de su juventud para adscribirse al positivismo de la “escuela de Helmholtz”, tal como larepresentaba su maestro, el fisidlogo Ernst Briicke”, Confrontado con histerias 1 Conferencia presentada en la Jornada Anual de Psicologia Individual de Berlin, el 19.10.2008. 2 Bernfeld, Siegfried (1944): “Freuds fritheste Theorien und die HelmholtzSchule”; del mismo autor (1949): “Freuds wissenschaftliche Anfiinge”. Bernfeld y Susanne Cassirer- Bernfeld (1944-1953): Bausteine der Freud-Biographik, (Ed. e introducci6n de Ilse Grubrich- Simitis). Frankfurt 1981, pags. 54-77 y pags. 112-147. 150 HELMUT DAHMER, y obsesiones, los prototipos de los trastornos psiquicos, para los cuales en la medicina contemporanea no existian ni explicacién ni terapia, el médico tteintafiero — bajo la impresién de las demostraciones de Charcot en la Salpétriére de Paris - desarrolld, en conjunto con su amigo mayor, Josef Breuer, en los Estudios sobre la histeria (1985), un nuevo paradigma del “sufrimiento social” (S, Ferenczi), mas alla de la fisiologia fisica de sus maestros, De ellos habia adoptado la aversion contra la filosofia del idealismo poskantiano aleman, sobre todo contra la “filosofia natural” de Schelling, cuya influencia, sin embargo, se hace notar, de manera mas fragmentada, en sus escritos psicoanaliticos y de critica cultural, como ha sefialado Odo Marquard?. Los sintomas neuréticos se percibian como “naturales”, es decir, como los resultados de enfermedades del cuerpo, aunque sin serlo. Estos “suftimientos somaticos sin hallazgo organico” no se podian abordar ni con bisturi ni con la ayuda de drogas (como la cocaina). Sus “causas” consistian en afrentas sociales, la mayoria de veces sexuales que, puesto que no fueron superadas, tenian efectos devastadores en la historia de vida de los pacientes. Y lo que, en todo caso, podia atenuar los sintomas que los atormentaban, era el desvelamiento de aquellos traumas infantiles (originarios) y de las secuelas de ellos, en el curso de una reconstruccién que porfiaba las “resistencias” del paciente. El descubrimiento y la reapropiacion a través de la revivencia de la biografia secreta de los pacientes neurdticos, devenida inaccesi- ble pata ellos mismos, sdlo fue posible en el matco de un didlogo en el que los derivados “libres* - es decir, libres de la censura social - de lo reprimido- inconciente eran enlazados entre si por las interpretaciones del terapeuta. Parala superacién de las “resistencias” del paciente se podia contar, por un lado, con la tendenciaa “flotar” delo reprimido, y por otro, con el “amor de transferencia”. Las neurosis no pertenecian a la esfera de la primera, sino de la “segunda naturaleza”, como se denomina desde Hegel el mundo del “espiritu objetivo”, es decir, de las instituciones sociales. Y a través del intento de arrancarles su secreto a las neurosis, Freud habia devenido de explorador de la naturaleza - es decir, cientifico monolégico del objeto - en cientifico social - es decir, cientifico dialégico del sujeto - cuyos informes de investigacién se asemajaban a novelas. El descubrimiento de la analogia estructural de las formaciones neuréticas y oniricas Ilevé a Freud (1900) a la construccién de una novedosa psicologia del inconciente’, y el develamiento del parentesco estructural entre los sintomas 3 Marquard, Odo ((1962] 1963): “Uber einige Berichungen awischen Asthetik und ‘Therapeutik in der Philosophie des neunzehnten Jahrhunderts”. En: Marquard (1973): Schwierigkeiten mit der Geschichtsphilosophie. Frankfurt, pags. 85-106. 4 Freud, S. (1900): Le interpretacién de los suefios. Cap. VII: “Sobre la psicologia de los procesos oniticos”, Obras completas, vol. 5, Buenos Aires: Amorrortu Editores (AE), 1979-1988, pigs. 504-608. CERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 151 neuréticos y las instituciones culturales (1912/13)° lo llevo a la explicacion de su teoria critica de la historia cultural. A través del “rodeo” por la fisiologia, neuro- logia y terapia de las neurosis, habia vuelto finalmente a su suefio de juventud de aportar algo a la solucion de los “enigmas del mundo”. No sdlo la naturaleza del cosmos, el origen de la vida y el curso de la evolucion pertenecian a los “enigmas del mundo”, sino también la naturaleza especifica del hombre que lo arrojé al camino de la historia, al establecimiento y la posible superacién de “culturas” que hasta ahora no pueden arreglirselas sin guerras ni masacres. Freud mismo remonta su coraje y su persistencia en el intento de terminar de resolver el enigma de la esfinge que quiere devorar al Edipo moderno, a su pertenencia ala minoria judia, perseguida en Europa (desde la antigtiedad y la edad media). Para sus discipilos y el publico en general, la conexién interna de sus doctri- nas, el nexo entre la terapia de las neurosis, la metapsicologia y la critica cultural, por cierto, no era plausible, menos atin porque Freud nunca declaré el cambio de paradigma que él habia introducido, sino que siempre consideraba su critica de las instituciones del alma y de la sociedad como una especie de “ciencia natural”, Este incégnito sélo fue descubierto poco a poco, sobre todo en los debates de los afios sesenta y setenta del siglo pasado, sobre la teoria de la ciencia, dedicados a la particularidad del psicoandlisis. Max Horkheimer, Odo Marquard, Jiirgen Habermas y Karl-Otto Apel reconocieron en la teoria freudia- na una forma de filosofia, el paradigma de un “tercer” tipo - dialégico - de ciencia que se diferencia tanto de las ciencias del espiritu como de las naturales - lahermenéuticay el cientificismo - y combina los procedimientos de ambos. Como fildésofo, Freud se guiaba sobre todo por sus “compaiieros de ateismo” Spinoza y Feuerbach, a quien denominé en su juventud como el mas querido de entre los filolésofos. Lo que adopté de ellos fue una “filosofia de la inmanencia”, sin Dios ni endiosamiento de la naturaleza, sin la creencia en la inmortalidad del alma o un mis alla. Sobre este trasfondo desarrollo su propia “metapsicologia” - conjeturas sobre la estructura y funcionamiento del “aparato” psiquicoy sobre la relacién entre lo conciente y lo inconciente. El nticleo de esta metapsicologia- metafisica lo constituye la doctrina de las pulsiones y sus representantes, los deseos. Como otras de sus concepciones, Freud también modificé su teoria de las pulsiones varias veces, mientras que las versiones anteriores no fueron simplemente abandonadas, sino que seguian viviendo en las posteriores. Mientras al comienzo se tematizaba la contradiccién entre la libido y el interés de autoconservacién, con la introduccién del narcisismo la relacién entre el amor propio (es decir, la autoconservacién) y el amor objetal se colocé en el centro de su atencion. Finalmente, la pregunta de por qué existe, en el fondo, 5 Freud,S. (1912/13): Tétem y Tabs. Algunas concordancias en la vida animica de los salvajesy delos neursticos. AE, vol. 13. 152 HELMUT DAHMER algo como las “pulsiones”, cémo nacié aquello que nos impulsa y a qué aspira, condujo a Freud a la concepcién de un conflicto pulsional oculto detras del hambre y el amor que constituye su fundamento, a la construccién “especulati- va” del antagonismo entre Eros y Tanatos. El ensayo Mas alld del principio de placer constituye la parte filoséfica central de la metapsicologia®, Freud redacté un primer borrador de este trabajo en los meses de marzo a julio de 1919. Entre mayo yjulio del afio siguiente se cred una segunda version, conteniendo el capitulo VI que es central’, Freud trabajé intermitentemente en Mds alld del principio de placer, cuyo titulo alude al escrito de Nietzsche Mds alld del Bien y del Mal® publica- do tres décadas y media antes, y en su critica de la psicologia de las masas. El tratado sobre la teoria de las pulsiones da comienzo a una serie de trabajos que vieron la luz a continuacion - en los afios viente y treinta - en los que Freud explicité su teoria de la historia de la cultura, trazando Mads alld del principio de placer el marco de estos escritos. Durante la redaccién de su tercera teoria de las pulsiones, Freud leia escritos de Schopenhauer que Otto Rank le habia enviadoa pedido suyo. El resultado de estas lecturas - y especificamente de la ”Especula- cién trascendente sobre la aparente intencionalidad en el destino del indivi- duo”? - es el comentario de Freud: “...n0 podemos disimular: inadvertidamente hemos arribado al puerto de la filosofia de Schopenhauer, para quien la muerte es'el genuino resultado' y, en esa medida, el fin dela vida, mientras que la pulsién sexual es la encarnacién de la voluntad de vivir”, En su “Presentacién autobio- grafica”, publicada cinco afios después, Freud se refiere retrospectivamente a su relacién con la filosofia: “Y atin donde me he distanciado de la observacién”, 6 Freud, S. (1920): Mas alla del principio de placer. AE, vol. 18, pags. 1-62. 7 Cf. GrubrichSimitis, Ilse (2003): Volver a los textos de Freud. Dando vox a documentos mudos. Cap. IL 7: “Primeras versiones”. Madrid: Biblioteca Nueva, pig. 242. 8 “La psicologia”, escribe Nietzsche, “es aqui, de nuevo, el camino a los problemas fundamentales.” “Una verdadera fisio-psicologia debe luchar contra resistencias inconcientes en el corazén del investigador, tiene el >coraz6n< en su contra: una doctrina de la interdependencia de las pulsiones >buenas< y >malas<, cual sutil inmoralidad, ya produce miseria y hastio a una conciencia todav:a fuerte y vigorosa - , mas atin una doctrina de la deductibilidad de todas las pulsiones buenas de las malas”. Nietzsche, Friedrich (1886): Jenseits von Gut und Bése. Vorspiel einer Philosophie der Zukunft. 1* parte principal: Von den Vorurteilen der Philosophen, aforismo 23. En: Nietesche (1980): Samtliche Werke, Kritische Studienausgabe. Munich; vol. 5, pags. 38 y 39. 9 Schopenhauer, Arthur (1850): Parergay paralipémena I, pags. 223-247. 10 Freud, S. (1920): Mads alld del principio de placer. AE, vol. 18, pags. 48-49. [La cita de Schopenhauer referida por Freud se encuentra en el mismo lugar (nota 9), pag. 236.] Cf. también Freud (1933): Nuevas conferencias de introduccién al psicoanilisis. Conferencia 32, AE, vol 22, pag. 99-100. Aqui Freud relativiza sus coincidencias con Schopenhauer: “... lo que decimos ni siquiera es en verdad lo que afitma Schopenhauer. No aseveramos que la muerte sea la meta tinica de la vida; no dejamos de ver, junto ala muerte, la vida, Admitimos dos pulsiones basicas, y dejamosa cada una su propia meta”. |ACERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 153 dice alli, “he evitado cuidadosamente aproximarme a la filosofia propiamente dicha”. De los filésofos “propiamente dichos” menciona primero a Schopenhauer, luego a Nietzsche. “Las vastas coincidencias del psicoanalisis con la filosofia de Schopenhauer [...]”, dice Freud, “no pueden atribuirse a una familiaridad que yo tuviera con su doctrina. He leido a Schopenhauer tarde en mi vida. En cuanto a Nietzsche, el otro fildsofo cuyas intuiciones e intelecciones coinciden a menudo de la manera mds asombrosa con los resultados que el psicoanilisis logré con trabajo, lo he rehuido durante mucho tiempo justamente por eso mismo; me importa mucho menos la prioridad que conservar mi posi- cién imparcial”"!, Como filésofo “no propiamente dicho” - probablemente Freud también se colocaba a si mismo en esta categoria - figura justamente en este lugar Gustav Theodor Fechner a quien ya en La interpretacién de los suefios habia calificado como el ”grande”!”, Freud escribe: “Siempre fui receptivo para las ideas de G. T. Fechner, y en puntos importantes me he apuntalado a este pensador”!, Los “no propiamente” filésofos quienes frenaban su “especulacién” por medio de la investigacién empirica (o tomando siempre en cuenta los resultados mas nuevos de los fisicos, bidlogos y fisidlogos), son los tnicos aceptables para Freud. Fechner (1801-1887) estudié medicina y biologia, estuvo fascinado con la filosofia de la naturaleza de Lorenz Okens, ensefié fisica en la universidad de Leipzig, y creyé, en 1846, haber encontrado la Ilave para la comprensién del césmos y de la vida con el principio de placer (asi denominado por él), inicial- mente llamandolo summum bonum:'4 “El placer me parece ser, después de todo, la piedra que fue solamente desechada por los constructores para que algtin dia sea la piedra angular.” “Resumiré ahora en un principio general supremo [...] lo que [...] se encuen- 11 Freud, S. (1925): Presentacién autobiografica. AE, vol. 20, pags. 55-56. - Peter Heller, quien investigé més de cetca la relacién de Freud con Nietzsche, escribe: “Es probable que leyera a Nietzsche en sus afios de juventud, y es cierto que escuché mucho sobre Nietzsche, mas atin porque su amigo de juventud, Joseph Paneth, cuyas cartas conforman un capitulo en la biografia de Nietzsche escrita por su hermana, le relataba sobre Nietzsche en sus cartas, ya que Paneth lo habia conocido en los afios 80 en Niza (0 en Engadina). |... Mas tarde, Freud escuché sobre Nietzsche a través de Lou Andreas Salomé, amiga intima y conocedora de Nietzsche, a quien més adelante una amistad cercana unié a Freud.” Heller, P. (1997): “Freud in seinem Verhiiltnis zu Nietzsche”. En: Golomb, Jacob (Ed.) (1997): Nietzsche und die jidische Kultur. Viena 1998, pags. 185-209; cita: pag. 191. 12 Freud, S. (1900): La interpretacién de los suefios. Cap. VII: “Sobre la psicologia de los procesos oniticos”. AE, vol. 5, pag. 529. 13 Freud (1925): Presentacién autobiogrdfica. AE, vol. 20, pag. 55. 14 Fechner, Gustav Theodor (1846): Uber das héchste Gut. Leipzig. Cf., ademas, Fechner (1848): “Uber das Lustprinzip des Handelns”. Zeitschrift fr Philosophie und philosophische Kritik, afio 19, Halle, pags. 1-30 163-194. 15 Fechner, G.T. (1846), pag. 4. 154 HELMUT DAHMER tra [...] en todas las maximas morales. El hombre debe, en cuanto esté en su poder, tratar de traer al mundo el maximo placer, la maxima felicidad [...]. Disminuir el displacer es, sin embargo, equivalente a incrementar el pla- cer.”!6 “El placer es, de por sf, para la raz6n algo no analizable, no explicable, Unico, ulterior [...]. [Pero] cuanto més cierta alguien siente su existencia, tanto mas distinguird también el placer y el displacer en el sentimiento de esta existencia [...].”!” “No existe una pulsién que no esté ditigida a crear o conservar placer y eliminar o evitar displacer”"*, Fechner relacioné el principio de placerdisplacer estrechamente con el “principio de constancia” (introducido por Robert von Mayer y Hermann von Helmholtz), o con la “tendenciaa la estabilidad”: “En todo sistema de elementos materiales, abandonado a si mismo o bajo condiciones externas constantes, y por tanto, también dentro del sistema material del mundo, con tal que lo consideremos como un [sistema] cerrado, excluyendo movimientos hacia el infinito, tiene lugar un progreso continuo de estados mas inestables a mas estables, hasta llegar a un estado final plena o aproximadamente estable.”!? “En tanto que los impulsos concientes siempre estan relacionados con placer y displacer, el placer y el displacer también se pueden concebir en relacién psicofisica con condiciones de estabilidad e inestabilidad; y se puede fundar en esto la [...] hipdtesis que todo movimiento psicofisico que sobrepase el umbral de la conciencia estd afectado de placer, en la medida en que se acerque, mas alla de cierto limite, a la estabilidad plena, y de displacer, en la medida en que se aparte, mas alla de cierto limite, de ella, mientras que entre los dos limites, que se pueden calificar como el umbral cualitativo del placer y del displacer, existe una cierta extension de indiferen- cia estética; con lo cual se recuerda que posiblemente toda clase de movimien- to en el mundo, quiz4s con excepcién del [movimiento] uniforme, se puede concebir como psicofisico, es decir, capaz de devenir conciente. [...]“2° Después de asumir una cétedra de filosofia, Fechner publicé, en 1855, las bases de la atomistica”!, en 1860 sus Elementos de la psicofisica, con los que cred los 16 _ Ibid, pag. 10. 17 Ibid, pag. 20. 18 Ibid, pag. 22. - Antes de Gossen (Cf. Nota 45), Fechner vio en su “principio maximo” (1846, pig. 45) también un “principio calculista” (pg. 32), ya que en el “trueque con medios de placer (pag. 31) siempre se trataria de comparaciones y calculabilidad (pag. 39). 19 Fechner, G.T. (1873): Einige Ideen zur Schépfungs- und Entwicklungsgeschichte der Organismen. Leipzig, pag. 30. 20. Tbid. (Apéndice al cap. X.) Freud cita de este pasaje en Mds alld del principio de placer (1920), vol. 18, pigs. 8ysig. 21 Fechner, G.T. (1855): Ober die pliysikalische und philosophische Atomenlehre, Leipzig. CERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 155 fundamentos de la fisiologia experimental de los sentidos, y en 1876 una Propedéutica de la estética (de orientacién psicoldgica). En sus extensos y cientificamente fundados escritos como Zend-Avesta o sobre las cosas del cielo y del mds alld - desde el punto de vista de la observacién de la naturaleza (1851) desarrollé una concepcién panpsicoldgica: La ciencia mecinico materialista sélo podria proporcionar una “vista nocturna” del mundo, el cual en verdad es un organismo vivo y animado ~ el asi llamado “reino cosmorginico”™. La tarea de la filosofia seria complemantarla con la “vista diurna” del mundo”. La coexistencia de la especulacién cosmolégica (la “creencia” en la “vida mas alla de la muerte” y en la “vida animica de las plantas”), por un lado, y el empirismo fisiolégico-fisico, por otro, tan caracteristica de la obra de Fechner”, fue lo que tanto fascino a Freud, y le hizo tolerar o pasar por alto las fantasias del “gran hombre”. En sus propios escritos metapsicolégicos adopts los dos principios postulados por Fechner, el de placery el de constancia. Ya en su Proyecto de psicologia (“Para neurdlogos”) dice: El contenido de la conciencia, “... ademas de la las series de las cualidades sensibles, muestra otra serie, muy diferente de aquellas: la de las sensaciones de placer y displacer, que ahora demanda interpretacion. En efecto, siendo consabida para nosotros una tendencia de la vida psiquica, la de evitar displacer, estamos tentados a identificarla con la tendencia primaria de la inercia. Entonces, displacer se coordinaria con [...] un acrecentamiento cuantitativo de presién [...]. Placer serfa la sensacién de descarga.” Enel capitulo VII de La interpretacin de los suefios se retoma y se desarrolla esta concepcién - con miras al proceso psiquico “primario” y “secundario”: “[...] la conciencia, que para nosotros tiene el significado de un érgano sensorial para la aprehensién de cualidades psiquicas, es excitable en la vigilia desde dos lugares. Primero, desde la periferia de todo el aparato, el sistema de percepcién; segundo, desde las excitaciones de placer y displacer que resultan, como casi la tinica cualidad psiquica, de las trasposiciones de energia ocurridas en el interior del aparato.””6 “Habiamos profundizado en 22. Fechner, G.T. (1873):loc. cit, (Nota 18), pag. 89. 23. Fechner, G.T. (1879): Die Tagesansicht gegenitber der Nachansicht. Leipzig 1879. Cf. también Fechner (1908): Ausgewathlte Schriften. (Ed, Richter.) Berlin. 24 “Fechner, ex disctpulo de Schelling, autor del mistico y mitico Zendavesta, Fechner, quien. es un ejemplo vivo de que incluso una filosofia mistica no siempre envenena el espiritu de la investigacién verdadera, usé justamente su Doctrina atom(stica para enviarle una carta de rechazo a la filosofia [...] Al hacerlo, por lo visto, confunde la filosofia en general con aquel tipo de filosofia por la que él mismo habia pasado.” Lange, Friedrich Albert (1866): Geschichte des Materialismus und Kritik seiner Bedeutung in der Gegenwart. Leipzig (sin fecha), libro II., pags. 249 ysigs. 25 Freud, S. (1895): Proyecto de psicologta. AE, vol. 1, pag. 356. 156 ‘HELMUT DAHMER la ficcién de un aparato psiquico primitivo, cuyo trabajo era regulado por el. affan de evitar la acumulacién de excitacién y de mantenerse en lo posible carente de excitacion. [...] la acumulacién de la excitaci6n [...] es percibida como displacer, y pone en actividad al aparato a fin de producir de nuevo el resultado de la satisfaccién; en esta, el aminoramiento de la excitacién es sentido como placer. A una corriente [Strmung] de esa indole producida dentro del aparato, que arranca del displacer y apunta al placer, la lamamos deseo,””" El primer sistema psiquico es “incapaz de incluir algo desagradable en el interior de la trama de pensamiento. El sistema no puede hacer otra cosa que desear.””8 “El pensar tiene que tender, pues, a emanciparse cada vez mas de su regulacién exclusiva por el pricipio de displacer [..).””? tl El placer (también denominado divertimiento, alegtia 0 deseo) se convirtid, por primera vez, como hedone (en latin: voluptas), en el tema dominante de la filosofia en la Ilustracién griega del cuarto siglo anterior a la era cristiana®®, y luego de nuevo, 2000 aitos después, en los sensualistas y materialistas ingleses y franceses del siglo 17 y 18°. Las dos épocas tenian en comtn la internacionaliza- cién del comercio, y la precondicién de ésta, la economia financiera, y las posibi- lidades de autonomia (es decir, de separaci6n 0 individualizacién) que ésta abria alos miembros de los estratos sociales privilegiados™*. En ambos momentos, el 32 Freud, S. (1900): La interpretacién de los suetios. Cap. VII: “Sobre la psicologia de los procesos oniticos”. AE, vol. 5, pag. 529. Ibid., pag. 588. Tbid., pag. 590. Tbid., pag. 592. Comparese Fustel de Coulange, Numa-Denis (1864): Der antike Staat. Studie tber Kultus, Recht und Einrichtungen Griechenlands und Roms. [La cité antique.] Berlin 1907, Graz 1961; libro 5, cap. 1. “La meta del hombre es conservarse y ser feliz.” “La felicidad siempre es la meta de las pasiones; por tanto, son legitimas y naturales, y solo pueden ser denominadas buenas 0 malas en consideracién a su influencia sobre la especie humana. Si el hombre ha de ser virtuoso, debe encontrar ventajas en el ejercicio de la virtud.” Helvétius, Claude Adrien [La autoria es incierta.] (1774): 29 Thesen des Materialismus nach dHolbachs “System der Natur”. [Levrai sens du Systéme de la Nature,] Leipzig 1960, pags. 12 ysig. (9* tess). Hegel dice de la Escuela Cirenaica (que se remonta a Aristipo): “Los cirenaicos proponen L..Jel placer como contenido. Aqui tiene lugar la inversién del espfritu griego. Si estan en vigencia la religi6n, la constitucién, las leyes de un pueblo, si los individuos de un pueblo estan ubicados y son idénticos con ellas |...]: entonces no se presenta la pregunta deloqueel indiciduo debe hacer por si mismo. [..] Si, por el contrario, esta satisfaccién ya no esta, si el individuo ya no est ubicado en la costumbre desu pueblo ...} entonces comienza a ver por sf mismo [...]. Esta es ahora la causa més cercana para que aparezca la pregunta: {Qué ¢s lo esencial para el individuo? ;Conformea qué se debe formar, a qué aspirar? [..]Enunestado CERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 157 placer se planteé como el principio que gobierna el mundo y la vida toda y como el bien supremo y apetecible, y la experiencia sensual y las pasiones humanas se consideraban la precondicién y el mévil del conocimiento. El interés por la autoconservacién> (“suum esse conservare”) se identificaba con la aspiraciona la ganancia de placer (“pursuit of happiness”), la buena vida con felicidad (eudaimonia). La problematica interna de esta filosofia del deseo - la relacion entre placer y displacer (es decir, el asi llamado “calculo hedonistico”), entre los goces “bajos” (fisicos) y mas sublimes (espirituales), es decir, entre voluptuosidad yveracidad®, entre pulsién y razbn - era conciente para los cirenaicos y Epicuro, la cabeza antigua de la Escuela Hedonistica, lo mismo que la relacién dificil entre aceptacion y control de la pasién, el conflicto entre inclinacién y virtud (o deber), egoismo y altruismo, vita activa y vita contemplativa. Los fildsofos estoicos ventila- ton posteriormente diversas posibilidades de solucion de estas contradicciones. El discfpulo de Sécrates, Aristipo de Cirene, quien vivid de 435 hasta aproximadamente 366, y de cuya vida® y doctrina solo sabemos indirectamente (sobre todo a través de Didgenes Laertios®’), fue el primero que representd el civilizado y religioso, el individuo encuentra el destino del hombre dado en lo existente. [..] Pero una vez que la disyuntiva se ha producido, el individuo debe ensimismarse, y debe buscar su destino alli.” Hegel, G. W. F. (1833-36): Vorlesungen iiber die Geschichte der Philosophie, Vol. 2, seccién 1, cap. C.2. Hegel (1965): Samtliche Werke. (Edicién de aniversario en 20 voltimenes). Stuttgart, pag. 153. 33 “La antiquisima definicién burguesa de la raz6n a través de la autoconservacién fue, al mismo tiempo, su limitacién. En las explicaciones de los filésofos idcalistas de que la razon distinguirfa al hombre de los animales, en las que el animal es degradado igual que el hombre en las de los médicos materialistas, est4 contenida la verdad que el hombre, con la raz6n, despierta de su inmersién en la naturaleza; por cierto no, como ellos creen, para dominarla, sino para aprehenderla.” Horkheimer, Max (1942): “Vernunft und Selbsterhaltung”. En: Horkheimer (1987): Gesammelte Schriften, vol. 5. Frankfurt, pags. 320- 351; cita: pags. 348 ysig. 34 “Toda cosa aspira, en cuanto de ella depende, a perseverar en su ser.” Baruch de Spinoza (1677): Die Ethik mit geometrischer Methode begriindet. Tercera parte, 6* tesis. En: Spinoza (1967): Opera - Werke, lateinisch und deutsch, (Ed.: Konrad Blumenstock). Vol. II, Darmstadt 2008, pag. 273. 35 Spinoza(1677), quinta parte, 33 tesis, pag. 543 (“Amor Dei intellectualis”). 36 Lange contrasta la “vida agitada” del hijo de un mercader de Ia ciudad norafricana de Cirene, cuyos viajes lo llevaron a Atenas y Siracusa, con la “vida bucélica” de Epicuro. Lange (1866), Geschichte des Materialismus und Kritik seiner Bedeutung in der Gegenwart, (Nota 24), libro I. pag. 117. “Aristipo ya era un cosopolita nato. Su estancia favorita eran las cortes de los tiranos, y en la de Dionisio de Siracusa se encontré més de una vez con su antipoda espiritual Platén. Dionisio lo estimé més que a todos los demis filésofos, porque era capaz de aprovechar cada momento; ciertamente también porque se sometia a todos los caprichos del tirano.” Ibid., pags. 66 y sigs. 37 Didgenes Laertius (1998): Leben und Lehre der Philosophen. (Traducido del griego y ed. por Fritz Jar), Stuttgart 2004, libro 2, pags. 118-132. 158 HELMUT DAHMER, hedonismo filos6fico en forma pura y sin compromisos*®, Al igual que Freud, siglos después, vio en el hombre un “buscador incansable de placer”??. No distinguié entre deseos “bajos” y ”elevados”. El desdén de los deleites fisicos y el ideal de la falta de necesidades (ataraxia) le eran ajenos. El anhelo de felicidad del hombre sdlo encontraria satisfaccién en una serie de sensaciones corporales aisladas, placenteras y fugaces“ (y su verdadera infelicidad seria el dolor fisico). Laraz6n (serenidad, sophrosyne), en cambio, servirfa para la eleccién inteligente entre los deleites diversos, del equilibrio de placer y displacer (es decir, del calculo hedonistico)"'. Mas alla de esto, se podria producir - 0 no ~ una “felici- dad” general (eudemonia), en todo caso no se podria aspirar a ella directamente. Fueron los filésofos de la Ilustracion burguesa los que recién redescubrieron el hedonismo. En la nueva doctrina del hombre que desarrollaron Hobbes y Spinoza en elsiglo 17, y Helvétius, Holbachy Dideroten el 18, el placery el dolor, “el amor por el divertimiento y el odio hacia el suftimiento”*”, eran de importan- cia decisiva. Jeremy Bentham, en 1789, convirtié el célculo hedonistico o de la felicidad en el fundamento de una ética (utilitarista)*, yal comienzo de los afios 38 “Ningun ético sensualista de la antigiedad o de la era moderna fue més consecuente que Aristipo, ysu vida constituye el mejor comentario de su doctrina.” Lange (1866), pag. 62; cf. también pigs. 116 ysigs. 39 Freud (1905): El chistey su relacién con lo inconciente. AE, vol. 8, pag. 121. 40 - Es decir, entre otras cosas en lo que denomina “ganancia de placer a partir de zonas del cuerpo”. Cf. Freud (1940): “Esquema del psicoandlisis”, AE, vol. 23, pag. 150. 41 “Elprincipio de Aristipo fue...}: Aquello que se sentia agradable, no se sabria directamente sino sdloa través dela reflexion, el filosofar.” Hegel (1833-36), Vorlesungen tiber die Geschichte der Philosophie, pag. 148. - Nietzsche quien equipara el principio de placer con la “voluntad de poder”, la sensacién de placer con la sensacidn de poder [Cf. Nietzsche (1980): Samtliche Werke, vol. 13, pags. 300 y 311], reconocié que placer y displacer son reacciones mediatas (esto es, consecuencias de jucios): “>Displacer< y >placer< son los medios de expresién de juicios mas estitpidos que se pueda imaginar: y eso no quiere decir que los juicios que se manifiestan aqui de este modo sean estiipidos. La omisin de todo razonamiento y légica, un Sioun Noen la reduccién a un apasionado querer tener o rechazar, un atajo imperativo cuya utilidad es evidente: esto es placer y displacer. Su origen est4 en la esfera central del intelecto; su precondicién es una percepcién, un ordenamiento, subordinacién, célculo, deduccién infinitamente acelerados: placer y displacer siempre son fendmenos finales, no Loc. Cit. pag. 33, cf. pg. 53. e, en una seccién de su libro sobre los racionalistas franceses, dedicada a la filosofia materialista de Helvétius: “Helvétius considera, al igual que Holbach, como principio vital esencial en el hombre, su sensibilidad fisica. [...] El afin de obtener placer y de evitar suftimiento constituye lo que Iamamos amor propio. El amor propio [...] es el comienzo y la fuerza impulsora de todas las ideas y acciones humanas. Placer ysuftimiento, el anhelo de felicidad real o imaginada, determinan toda la conducta del hombre.” Wolgin, G. W. (1940, 1958): Die Gesellschaftstheorien der franzésischen Aufklarung. Berlin 1965, pag. 139. 43 Anintroduction to the principles of morals and legislation. 2 ‘(ACERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 159 70 del siglo 19 éste se convirtié - en forma del célculo utilitarista - en punto de partida de la nueva economia de la utilidad marginal** o del valor subjetivo que fue desarrollada (recurriendo a trabajos preliminares de Gossen*) por Stanley Jevons, Carl Menger y Léon ‘Walras*®, Jevons esboza en el capitulo II de su economia, siguiendo a Bentham, una “teorfa de los sentimientos de placer y displacer”, para pasar en el tercer capitulo ala “teoria dela .utilidad”: “Alegria y sufrimiento son, sin duda, los asuntos mas importantes del calculo econémico. Satisfacer nuestras necesidades al maximo con el esfuerzo minimo - conseguir el monto maximo de lo deseable con el costo minimo no deseable - 0, en otras palabras, elevar la alegria a su maxima expresion, es la tarea dela economia. [...] Lo que sea que pueda causar alegria o evitar sufrimiento, puede traer utilidad. [...] Para comprender este concepto fundamental, necesariamente tenemos que examinar las necesidades y deseos de los hombres. Sobre todo requerimos una teoria del consumo de los bienes.”” Desde el punto de vista de la historia de las ideas, pareciera que una linea recta conduciera desde Aristipo y Epicuro, pasando por Helvétius y Bentham, hasta Fechner, Jevons, Nietzsche“ y Freud”. Las condiciones sociales de la coyuntura del cilculo hedonista - su implanta- cin en la ética, la economia y la psicologia del siglo 19 - necesitan, sin embargo, de una definicion mas precisa. Nos puede ayudar aqui un trabajo de Max Weber 44 La demanda solvente especifica de los consumidores que los hace preferir o equiparar determinadas mercancfas, corresponde a la utilidad relativa que estos bienes tienen para cellos. La “utilidad marginal” es el valor de la tiltima unidad de un bien que es adquirida y consumida antes de alcanzar la satisfaccién de la correspondiente necesidad. Esta teoria microeconémica se amplié mas adelante a una teoria mactoeconémica y se convirtid en una praxeologia. 45 Gossen, Hermann Heinrich (1845): Entwicklung der Gesetze des menschlichen Verkehrs und der daraus flieBenden Regeln fitr menschliches Handeln, 46 Cf. Bucharin, Nikolai ({1914] 1919): Die politische Okonomie des Rentners. (Die Wert- und Profittheorie der dsterteichischen Schule.) Viena 1926. - Stavenhagen, Gerhard (1964): Geschichte der Wirtschaftstheorie, cap. VII. Géttingen. 41 Jevons, W.S. (1871): Die Theorie der politischen Okonomie. Jena 1924, pags. 36y sigs. 48 Nietzsche hizo, “siguiendo a la escuela socratica de los Cirenaicos, de los conceptos de placer y displacer los dos polos de su pensamiento. [...] A lo largo de toda la obra aparece el placer, en lugar de la verdad y la moral, como principio fundamental del pensamiento.” Ebeling, Knut (2000): Articulo “Lust” en: Ottmann, Henning (2000); Nietxsche Handbuch. Leben - Werk - Wirkung, Stuttgart, Weimar, pig. 278. 49 La filosofia de Epicuro, refiere Schumpeter, fue una reaccién a una situacién historica determinada: la decadencia de las polis griegas. Sin embargo, tres elementos de su sistema Teaparecen una y otra vez: El materialismo atomistico, el hedonismo y la doctrina del pacto social. Y pese a que su hedonismo fue distinto al hedonismo de tiempos posteriores, “sin embargo, una linea recta conduce de Epicuro a Helvétius y Bentham”, Schumpeter, Joseph A. (1954): Geschichte der dkonomischen Anabse. Gottingen 1965, primer vol., pags. 107 ysigs. 160 HELMUT DAHMER, del afio 1908, en el cual - enlazando de manera critica con un trabajo de Lujo Brentano™ — aboga por una despsicologizacién de la teoria de la utilidad margi- nal*!, Weber muestra, ante todo, que los problemas econémicos de la “competen- cia por los medios de satisfaccion de necesidades” no tienen nada que ver con la psicofisica aplicada (por ejemplo la ley de Weber-Fechner) ni con ninguna psicolo- gia; en el comportamiento econdémico no se trataria de “sentimientos” sino de “reacciones” (es decir, adaptaciones a condiciones existenciales externas)”, “La doctrina de la utilidad marginal trata, para determinados fines de conocimiento, al accionar humano como si transcurriera de la A a la Z bajo el control de un calculo mercantil [...]. Trata las necesidades individuales y los bienes existentes, o los que tienen que producirse o adquirirse por trueque para la >satisfaccion< de aquellas, como >cuentas< y >cantidades< determinables numéricamente en una contabilidad continua, y al hombre como a un >gerente< continuo, y su vida como el objeto de esta su >empre- sas controlada segtin consta en los libros. [...] Para sus fines, la doctrina de la utilidad marginal trata la >psique< de todos los hombres como si fuera un alma de comerciante que pudiera evaluar la intensidad de sus necesidades, asi como los posibles medios para su satisfaccién, de manera numérica, y de esta manera obtiene sus construcciones tedricas.”»> En lo que sigue, dice que los economistas, para poder esbozar un modelo del suceder econémico que posibilitara predicciones especificas, partieron del supuesto (poco realista) de que cada individuo orientaria su comportamiento econémico exclusivamente hacia un continuo célculo de ganancias y pérdidas, “es decir, estructurandolo, en este sentido, >de manera racional<”. Y Weber cierra este pasaje con la proclama: “Todo esto es pues realmente lo contrario de cualquier >psicologias!“ El modelo de actuar racional (esto es: orientado a la ganancia) no es, por cierto, un mero producto de la fantasia, sino que se lee a partir del comporta- miento de sujetos econémicos (individuos 0 empresas) bajo condiciones de mercado. Se trata de una “imagen ideal de los procesos en el mercado de mercan- cias en una organizacién social de economfa de trueque, libre competencia y accionar estrictamente racional. [...] En cuanto al contenido, esta construccion implica el caracter de una utopia que se obtuvo por medio de un aumento 50 Brentano, L. (1908): “Die Entwicklung der Wertlehre.” Siteungsberichte der Kel. Bayt Akademie der Wissenschaft. Philosophisch-philologische und historische Klasse. Tratado 3, 15,2.1908, Munich. 51 Weber, M. (1908): “Die Grenznutalehre und das >psychophysische Grundgesetz<.” En: Weber (1968): Gesammelte Aufsttze zur Wissenschaftslehre, Tabingen, pigs. 384-399. 52. Ibid,, pags. 389393, 53. Ibid., pig. 394, ACERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 161 conceptual de determinados elementos de la realidad.”5 Mas de una época pasada podria calificarse como una de “falta de rentabilidad”. La “particularidad histérica” de nuestra “época capitalista” - “y con ello también la importancia de ladoctrina de la utilidad marginal (como de cualquier teoria econémica valorati- va) para la comprensién de esta época ~ descansaria, empero, sobre el hecho de que la practica econémica real corresponderia cada vez mas al modelo teérico (o “tipo ideal”)*> abstraido (es decir, obtenido “por el aumento unilateral de uno o varios puntos de vista”) del comportamiento econémico. La importancia heuristica de la doctrina de la utilidad marginal se basa en este hecho “histérico cultural”.*6 La creciente actitud calculadora del comportamiento econémico se anticipa en el modelo, y justamente por ello, el modelo sirve para comprender, con su ayuda, el acontecer econémico real en su totalidad.” Tres afios después de la publicacién dela critica de Weber ala “psicologia” de la utilidad marginal, Freud (quien no conocia los escritos de Weber) planted el “principio de realidad” al lado de, y en oposicién al, principio de placer como regulador dela vida animica. Ya que la alucinacién - la evocacién de experiencias de satisfaccién tempranas ~ no es suficiente para lidiar con el displacer, escribid Freud: “el aparato psiquico debié resolverse a representar las constelaciones reales del mundo exterior y a procurar la alteracién real. Asi se introdujo un nuevo principio en la actividad psiquica; ya no se represents lo que era agradable, sino lo que era real, aunque fuese desagradable”®®, De este modo se transformaba el “yo-placer” en el “yorealidad”, que coloca antes de la satisfaccion de deseos libidinosos y destructivos, una prueba (displacentera) de la realidad, con el fin de la evaluacion del riesgo. “Asi como el yo-placer no puede mas que desear, trabajar por la ganancia de placer y evitar el displacer, de igual modo el yorealidad no tiene mas que aspirar a beneficios y asegurarse contra perjuicios.”59 54 Weber, M, (1904); “Die Objektivitit sozialwissenschaftlicher und sozialpolitischer Erkenntnis.“ En: Weber (1968), pag. 190. - “Para comprender las relaciones causaefecto teales, construimos relaciones irreales.” Weber, M. (1906): “Kritische Studien auf dem. Gebiet der kulturwissenschaftlichen Logik. II. Objektive Méglichkeit und adiquate ‘Verursachung in der historischen Kausalbetrachtung.“ En: Weber (1968), loc. cit., pag. 287. 55 Weber (1904), pig. 191. 56 Weber(1908), pag. 395. 51 Aqui nuevamente la cita arriba explicada de Weber en su totalidad: “Sin embargo: la particularidad histérica de la época capitalista, y por consecuencia también la importancia de la doctrina de la utilidad marginal (como de cualquier teorfa econémica valorativa) para Ja comprensién de esta época, se basa en que ~ mientras que la historia econémica de mas de una época del pasado se ha calificado, no sin razén, como >historia de la falta de tentabilidad< ~ bajo las actuales condiciones de vida, este acercamiento de la realidad a las tesis tedricas ha sido siempre progresiva, envolviendo el destino de cada vez mas amplios estratos de la humanidad y, hasta donde se puede prever, lo seguird siendo." Loc. cit. 58 Freud (1911): “Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psiquico”. AE, vol. 12, pag. 224. 59. Ibid., pig. 228 162 HELMUT DAHMER El planteamiento de ambos principios como reguladores intrapsiquicos, resultando el segundo a lo largo de la ontogénesis (0 la socializacién) del primero, oculta su heterogeneidad. El “principio de placer” es el principio del placer (es decir, dirigido hacia la mayor ganancia de placer posible y a la evitacién de displacer). Esta en conflicto con el interés de autoconservacién. El “principio de realidad”, por el contrario, es el principio de la realidad. Por realidad entendia Freud el mundo externo extrapsiquico, en el que reina la Ananké, la inapelable necesidad. Al interior de este mundo externo no diferencié entre primera y segunda naturaleza, es decir, entre el mundo no humano y el mundo (pseudona- tural) de las instituciones, sujeto al cambio histérico. El concepto de realidad no diferenciado favorece la petrificacién de las condiciones de vida sociales y su inmunizacién contra la critica y el cambio. La reactualizacién del cilculo hedonistico en la antropologia de la época moderna europea, que Freud hizo suya, le fue tan poco problematica como el reemplazo caracteristico de las categorias psicolégico-morales de placer y displacer por las econémico- praxeoldgicas de “utilidad” y “daiio”. Por ello, Freud y la mayoria de los freudia- nos consideraban Ja doctrina del ser humano y de su alma como una doctrina general, y no histérico-especifica. Elyo, la unica, al menos parcialmente, conciente de las instancias psiquicas, es, segiin la teoria freudiana, un débil sirviente de tres amos: del ello - como el caldero “abierto hacia lo somatico” de ebullentes excitaciones, que se abren paso como deseos - ; el mundo externo natural-social, que [el yo] debe explorar en la bitisqueda de oportunidades de ganancia de placery de evitacin de displacer; y el superyo, la angustia social internalizada que pone limites a esta busqueda. Es un 6tgano de conocimiento y de censura, todo en uno, yle incumbe la empresa dela autoconservacién, la cual busca cumplir a través de cada vez nuevos compromi- sos precarios. El yo habita en el limite entre el mundo externo e interno y evaltta las “sefiales” de ambos, Como “capa cortical modificada” del ello, pertenece en cierto modo ya a la “realidad”, a la que representa en el interior del alma. El concepto freudiano de realidad cubre por igual la primera y la segunda naturale- za. El principio de nuestra segunda naturaleza, la sociedad burguesa, lo vio Max Weber en la “exclusiva orientacion [del modo de vivir y] de la cobertura de la demanda por las oportunidades de mercado y la rentabilidad”®, No hay que 60. Esel mérito de Wilhelm Reich y Herbert Marcuse, no haber malinterpretado la psicologia freudiana como una “ciencia natural del alma’, sino de haberla descifrado como una antropologia histérica. Ambos observaron que tanto lo que produce placer o displacer a los. hombres como el “principio” de su realidad, estin sujetos al cambio historico. Cf, Reich (1929): Dialektischer Materialismus und Psychoanalyse. Copenhague 1934. - Marcuse (1955): Triebstruktur und Gesellschaft. Ein philosophischer Beitrag zu Sigmund Freud. Frankfurt 1979. 61 Weber [1919/20]: Wirtschaftsgeschichte. Miinchen 1924, pags. 240 y 302. ‘AGERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER, 163 sorprenderse, entonces, que el “alma de comerciante” de los tedricos de la utilidad marginal se asemeje, como dos gotas de agua, al “yo” de Freud. i “Bl animal se remite a la meta segtin sea su apetito del momento, el hombre, ademés, se la imagina. Por ello puede el hombre desear y no solamente necesi- tar”. “Alo largo de la historia y de sus cambiantes y crecientes formas de cobertu- ta de la demanda, no queda casi ningtin modo pulsional tal cual, y ninguno aparece como concluido. Con los nuevos objetos se despiertan afanes y pasiones de orientaciones modificadas, de los cuales ayer nadie habia sentido nada. Por ejemplo, la recientemente adquirida pulsion de lucro ha aumentado en una escala totalmente desconocida en épocas precapitalistas; incluso la libido sexual estd reiteradamente atravesada por ella”, segtin Ernst Bloch. Una particularidad de nuestra especie consiste en que nuestras necesidades no estan ligadas de antemano a objetos de deseo ni acciones de satisfaccion determinados. Para los componentes de esta triada, la consecuencia es que nuestras energias pulsionales (Libido y Destrudo) crecen lujuriantes (y requieren de estructuracién), que los objetos pulsionales idéneos deben recién ser defini- dos y encontrados, y que para su apropiacién deben aprenderse técnicas perti- nentes. Aparte de los “residuos instintivos” que ofrecen un sustento al aprendiza- je, los seres humanos han perdido el acceso directo a los “objetos”. Sélo pueden indirectamente apoderarse y asegurarse de si mismos, de los otros y del “mundo” ~ por medio de simbolos y artefactos (instrumentos). En el abismo que se abre entre necesidad y satisfaccion, nos surge el lenguaje; la postergacién de la satisfac- cin posibilita un “pensar como accién tentativa” (Freud). “Fuerza” y “sentido” requieren siempre de un acoplamiento primero®, una ligazén, y esta es revisable yvariable™. Las pulsiones lujuriantes y los deseos desbordantes que las revisten, no se absorben en ninguna estructura social, ponen en duda cualquier sistema acostumbrado de satisfacciones, prohibiciones y compensaciones (socialmente distribuidas de modo desigual). Es por eso que tenemos una larga historia de autodominio y dominio de la naturaleza en nuestro haber y quizds todavia delante nuestro. Esta no es sélo una historia de modos de produccién y de formas de organizacion cambiantes, de desarrollo de nuevas técnicas y lenguajes, sino también una historia de interpretaciones variantes de nosotros mismos y del mundo. A la extensa transformacién de la naturaleza exterior, nuestro 62. Bloch, Ernst (1954): Das Prinzip Hoffnung. 2* parte (Das antizipierende Bewuftsein). Frankfurt 1959, pags. 50y 54. 63 Cf, Ricoeur, Paul (1965): Die Interpretation. Ein Versuch tiber Freud. Frankfurt 1969, pags. 159 ysigs, 64 De acuerdo a esto, Freud define la “pulsién” como “la agencia representante psiquica de una fuente de estimulos intrasomética en continuo fluir [...).“ Freud (1905): Tres ensayos de teoria sexual. AE, vol. 7, pag. 153 (Cursivas del autor). 164 HELMUT DAHMER habitat, por medio del trabajo de miles de generaciones, corresponde una modificacion historica de nuestra propia naturaleza, a la historia de la industria corresponde una historia del alma. Esta atrajo cada vez mas el interés del Freud, investigador de la naturaleza. La tradicién protege las peripecias de la autocivili- zacion de nuestra especie del olvido: el establecimiento de las prohibiciones fundacionales de la cultura y de los ideales ascéticos, los levantamientos de los hermanos, los ocasos de los idolos y los “crimenes liberadores”. Cada nueva generacién se apropia de estas tradiciones a través de identificaciones, las “suelda" con los propios deseos pulsionales, las repite y las modifica. El “pecu- liar” proceso cultural “que abarca a la humanidad toda”®, fue interpretado por Freud como un proyecto a largo plazo de autodomesticacién e intelectualizacion, lacual en el presente, poco antes de su consumacién, amenaza con fracasar, ano set que se critiquen y eliminen a tiempo aquellas instituciones que estén al servicio dela defensa de la desigualdad social y la supersticion. La pulsion recibe su destino a través de los objetos que le corresponden; ante ellos se traduce en deseo. Estos deseos aspiran a superar una carencia (como al comer o beber) 0 un exceso (como en la satisfaccién sexual). Vivir significa estar excitado y desasosegado, soportar tensiones y buscar posibilidades de aliviarlas o de librarse de ellas. El organismo se ve permanentemente impactado por excitaciones provenientes del interior y del exterior, y el “aparato psiquico de dominio del estimulo” sirve para volver a un estado (relativamente) libre de tension, por medio de la descarga conforme a la situacion. El placer y el displacer no solo se alternan con eso, sino que se mezclan constantemente y se transfor- manentresi.% En el marco de las antiguas teorias pulsionales freudianas ~ la doctrina de los impulsos libidinosos y los de autoconservacién o narcisisticos - permanecian. incomprendidos los fendmenos de la “aceptacion del displacer””, sobre todo el masoquismo (el placer de recibir dolor) y su contraparte, el sadismo. Para resolver el problema, Freud empezé a rastrear® pulsiones tras las pulsiones (ya 65 Freud (1930): Elmalestar en la cultura. AE, vol. 21, pag. 95 66 “Tal vez, el placer en general se podria definir como un ritmo de pequefios estimulos de displacer.“ Nietzsche (1980; vol. 13 (Nachgelassene Fragmente. Herbst 1885 bis Januar 1889, 2* parte), pag. 38. 67 Ferenczi, Sandor (1926): “Das Problem der Unlustbejahung. Fortschritte in der Erkenntnis des Witklichkeitssinnes.“ En: Ferenczi (1970): Schriften zur Psychoanalyse, Bd. Il (ed. por Michael Balint). GieSen 2004, pags. 200-211. 68 Freud buscaba un Movens mis alla del célculo placerdisplacer (y de sus modificaciones orientadas por la realidad) - como Nietzsche antes de él, Freud lo encontré en la “pulsién de muerte", Nietzsche en la “voluntad de poder“: “El hombre no busca el placer y no evita el displacer: se entiende a qué prejuicio famoso estoy contradiciendo con esto. Placer y displacer son mera consecuencia, mero fendmeno concomitant, - lo que quicre el hombre, lo que quiere cada parte minima de un organismo vivo, es un plus de poder. En el affin pot ello se originan tanto el placer como el displacer ...].“ Nietzsche, (1980), pag. 360-361. ‘ACERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 165 conocidasy aceptadas), es decir, a relativizar el significado del principio de placer yde realidad®. En esta revision partié Freud de la observacién y el reconocimien- to de la compulsion a la repeticién, que se hace valer en la vida organica, en la vida animica y en la historia de la humanidad, y que “tiene suficiente poder para doblegar al principio de placer””°. Desde que de la materia inorginica se origind vida excitable y excitada, ésta busca mantenerse a través de variadas técnicas de dominio de los estimulos. Las alteraciones impuestas se conservan como fuente interna de placer” y la “diferencia vital”, en cuanto que esté instalada, debe luego ser “devivida” [abgelebt]’. Asi se trata siempre de una disminucion del nivel de excitacion interno (en el sentido de la tendencia a la estabilidad de Fechner)”. Si fracasa, el organismo se disuelve y retorna otra vez a la materia inorganica. La “meta” de las pulsiones es, por lo tanto, el trabajo, a lo largo de toda la vida, de desgastar excitaciones vitales desbordantes, su disminucién que prolonga la vida, que le otorga una prorroga, hasta que finalmente termina apagandose.”* Tras Eros, la pulsin de vida, aparece Ténatos, la pulsién de muerte. Todas las pulsiones tienen en comin la tendencia restitutiva (conservadora, regresiva) de aspirar al retorno a un estado anterior més libre de tension. Barbara Low, una 69 Eldesarrollo de esta nueva teoria “especulativa” de las pulsiones se puede rastrear en los siguientes escritos de Freud: “Pegan a un nifio" (1919); “Lo ominoso* (1920); Mds alld del principio de placer (1920); El yo y el ello (1923); y luego “El problema econémico del ‘masoquismo" (1924). Freud recapitula y sigue reflexionando sobre la doctrina de Eros y Tanatos en la Presentacién autobiogrdfica (1925), en las Nuevas conferencias de introduccién al psicoandlisis" (1933), en “Andlisis terminable ¢ interminable“ (1937) y finalmente en “Bsquema del psicoanslisis (1940). 10 Freud (1919): “Lo ominoso." AE, vol. 17, pag. 238. Corresponde a Mas alld del principio de placer (1920), AE, vol. 18, pag. 22. TL Masallé del principio de placer, pag. 40. 72 Ibid., pag. 54. 73. Freud discute esto sobre todo en virtud de la coacci6n interna ala reelaboracién (teparativa- repetitiva) de traumas de inundacién de estimulos sufridos y reprimidos en el pasado, en. suefiosy en la transferencia. Mds alld del pricipio de placer (1920), pags. 19 y sigs. y pags. 27-33. 4 “Sila vida esta gobernada por el principio de constancia como lo entiende Fechner, si est entonces destinada a ser un deslizarse hacia la muerte, son las exigenias del Eros, de las pulsiones sexuales, las que, como necesidades pulsionales, detienen la caida del nivel ¢ introducen nuevas tensiones. El ello, guiado por el principio de placer, o sea por la percepcién del displacer, se defiende de esas necesidades por diversos caminos. En primer lugar, cediendo con la mayor rapidez posible a los reclamos de la libido no desexualizada, esto es, pugnando por la satisfaccién de las aspiraciones directamente sexuales. De manera mis vasta, en la medida en que a raiz de una de estas satisfacciones, en que se conjugan. todas las exigencias parciales, libra las sustancias sexuales, que son, por asi decir, portadores saturados de las tensiones eréticas. La repulsién [Abstossung - mejor traducido como “expulsion” - nota de las traductoras] de los materiales sexuales en el acto sexual se corresponde en cierta medida con la divisién entre soma y plasma germinal. De ahi la semejanza entre el estado que sobreviene tras la satisfaccién sexual plena y el morir [..}.* Freud (1923): Elyoyelello. AE, vol. 19, pags. 47-48. 166 HELMUT DAHMER discipula de Freud, hablé en este contexto del “principio de Nirvana”. Freud escribié “que el principio de Nirvana, subdito de la pulsién de muerte, ha experimentado en el ser vivo una modificacién por la cual devino principio de placer”. El principio de placer, no obstante, seria el “guardian de la vida*”. La “pulsién de muerte actuante en el interior del organismo - el sadismo primor- dial - es idéntica al masoquismo””. El organismo sdlo puede resistir ala pulsion de muerte aleandola con el “Eros” o poniéndola al servicio del mismo, al dirigir la Destrudo hacia afuera, contra los “objetos”.”” En el central capitulo VI de Mas Allds del Principio de Placer, Freud llama la atenci6n respecto a los paralelos a su propia especulacién acerca de “las cosas Ultimas”’®, Estos se encuentran, por un lado, en las publicaciones de bidlogos contemporaneos a él (en August Weismann y en el debate sobre sus tesis, y ademés, en Ewald Hering), por otto, en trabajos de psicoanalistas (Sabina Spielrein y August Stircke), y en tercer lugar en Schopenhauer y en el mito de Platén del “hombre esfera” bipartido andrégino (que se encuentra de modo similar en los Upanishad y en textos babilénicos). La tesis de la compulsién a la repeticién es reforzada sobre todo por “préstamos a la ciencia bioldgica*”, y Freud ve en la diferenciacion que hace Weismann del soma mortal y de las células germinativas “inmortales” de él derivada (asi como en el concepto de Weismann de “anfimixis“) una “inesperada analogia” (aunque solamente parcial) “con [su propia] concepcién’” de la pulsién de vida y de muerte®. No ha sido mencionado todavia otro filésofo en el que se apoya la filosofia de vida freudiana®!. Freud hablé de él recién 17 afios después cuando publicé su trabajo sobre “Anilisis terminable ¢ interminable“®. Empédocles de Acragas [Agrigento], quien vivid en el siglo 4 antes de nuestra era y cuyos escritos se conservaron slo parcialmente, fue médico, fisico, fisidlogo y mistico, todo en una persona ~ una suerte de 15 Cf. Freud (1924); “El problema econémico del masoquismo.“ AE, vol. 19, pags. 166 y sigs. 76. Ibid., pag. 170. 71 Freud (1933): Nuevas conferencias de introduccién al psicoanilisis, pags. 99-100. 78 Masala del principio de placer, pag. 58. 79 Ibid., pag. 59. 80 Ibid., pags. 45,ysigs. 81 Ibid., pags. 50y 52. 82 “Séperfectamente bien que la teorfa dualista que pretende poner una pulsién de muerte, de destruccién o de agresién como coparticipe con iguales derechos junto a Eros, que se daa conocer en la libido, ha hallado en general poco eco y en verdad no se ha abierto paso ni siquiera entre los psiconanlistas. Por ello mismo debia regocijarme el encontrar nuestra teorfa, no hace mucho tiempo, en uno de los grandes pensadores de la aurora griega. A esta corroboracién sacrifico de buena gana el prestigio de la originalidad, tanto mas cuanto que, dada la extensién de mis lecturas en afios tempranos, nunca puedo estar seguro de que mi supuesta creacién nueva no fuera una operacién de la criptomnesia.“ Freud (1937): “Anilisis terminablee interminable.“ AE, vol. 23, pag. 246. ACERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 167 Fechner de la antigiiedad. En una resefia de dos paginas impresas, sobre sus doctrinas ~ que se orienta en la exposicién de Capelle® - Freud sefiala sobre todo las fuerzas basicas antagénicas de amor y discordia postuladas por Empédocles (Eros y Destrudo), que luchan eternamente por su predominio al tiempo que originan una constante mezcla y desmezcla de los cuatro elementos. “Los dos principios basicos de Empédocles, philia y neikos, son, por su nombre y por su funcidn, lo mismo que nuestras dos pulsiones primordiales, Eros y destruccién, empefiada la una en reunir lo existente en unidades mas y més grandes, y la otra en disolver esas reuniones y en destruir los productos por ellas generados. Mas no ha de asombrarnos que esta teoria haya reaparecida alterada luego de dos mil quinientos afios. Aun si prescindimos de la limitacién a lo biofisico, que nos es impuesta, nuestras sustancias basicas ya no son los cuatro elementos de Empédocles; la vida se ha separado para nosotros tajantemente de lo inanimado, y ya no pensamos en una mezcla y un divorcio de particulas de sustancia, sino en una soldadura y una desmezcla de componentes pulsionales. Por otra parte, en cierta medida hemos dado infraestructura bioldgica al princi- pio de la 'discordia’, reconduciendo nuestra pulsién de destruccién a la pulsién de muerte, el esfuerzo de lo vivo por regresar a lo inerte.”® También la tercera teoria de las pulsiones de Freud es una filosoffa reformu- lada desde las ciencias naturales y “cimentada biolégicamente”. En los “fenéme- nos de la herencia y en los hechos de la embriologia” ve él “los maximos docu- mentos de la compulsion de repeticién en el mundo organico”®, Sin embargo, en sus estudios sobre Moisés de los afios treinta ya no le sirve la compulsién a la repeticién solamente para interpretar fenémenos de la “primera naturaleza”, sino para explicar la historia de la cultura. La cadena de la tradicion (en este caso aquella del monoteismo exclusivo) es, como resume Yerushalmi las ideas de Freud: “una cadena de repeticiones inconcientes.”*’ Y cuando ésta se quiebra, el “progreso en la espiritualidad” (inaugurado por Moises y Ekhnaton) es revocado, la revolucion del faraon hereje y sus himnos son olvidados e incluso su nombre es borrado de placas y anales, entonces vuelve en cualquier momento todo lo reprimido con una fuerza apremiante, y cautiva inclusive a las futuras generacio- nes. La compulsién a la repeticién genera la tradicién en la historia. El dominio del pasado sobre el presente, el “eterno retorno de lo mismo“ (Nietzsche®), impresiono profundamente a Freud como a todo innovador, Por eso recurrié a 83 Capelle, Wilhelm (1935): Die Vorsokratiker. Die Fragmente und Quellenberichte. (Ubersetzt und eingeleitet von W. C.) Stuttgart 1968, pags. 181-189. 84 Freud(1937), AE, vol. 23, pags. 247 ysigs. 85. Ibid., pags. 247-248. 86 Mas alld del principio de placer, pag. 37. 87 Yerushalmi, Yosef Hayim (1991): Freuds Moses. Endliches und unendliches Judentum. Berlin 1992, Frankfurt 1999, pig. 64. 88 Nietzsche (1980), vol. 9 (Nachgelassene Fragmente: Anfang 1880 bis Sommer 1882), pag. 494. 168 HELMUT DAHMER una teoria bioldgica (ya anticuada), la de Lamarcke, y postulé que “la herencia arcaica del ser humano no abarca slo predisposiciones, sino también conteni- dos, huellas mnémicas de lo vivenciado por generaciones anteriores”. Herbert Marcuse propuso” una solucién al conflicto histérico entre pulsién y realidad con los medios de la teoria freudiana, al llevar adelante la dialéctica entre Eros y Tanatos. Solucién que puede reformularse” como el retorno de lo reprimido mis alla del principio de la realidad reinante (es decir, del “principio de desempefio”®), La tardia teorfa de las pulsiones freudiana presenta, como vimos, las pulsiones de vida y las de muerte en fusién primaria. Ontogenéticamente recién se diferencia, por medio de privaciones, del inicial- mente universal “yo-placer” un mundo externo odioso de objetos ajenos que no se subordinan a la “omnipotencia de los pensamientos”™*. Alli donde deben. tetirarse investiduras libidinosas, se libera el componente agresivo de la aleacion pulsional, el que el organismo dirige ahora contra el mundo exterior enajenado ~ del mismo modo como, en un nivel de desarrollo posterior, la forzada renuncia alos objetos edipicos conduce a la desligazén de destructividad (“defusion de pulsiones”), que le sirve al superyo castigador como arma contra el yo demasia- do servil con las pulsiones®’. Comparada con la infancia temprana vivida por todos, tras la cual se halla la existencia intrauterina taldsica, y finalmente la quietud de lo inorganico, la vida de los hombres les parece un suftimiento, pese a todas las compensaciones. La “tendencia a la regresién talisica” (Ferenczi?) perderia su fuerza sise forzara un cambio de direccién del progreso mediante una 89 Freud ((1934-38] 1939): Moisés yla religion monoteista. AE, vol. 23, pag. 96. 90 Acerca desu procedimiento, cf. Marcuse (1955), pags. 37 ysig. 91 Lo siguiente segtin Dahmer, H. (1973): Libido und Gesellschaft. Studien tber Freud und die Freudsche Linke. Frankfurt 1982, pags. 146ysigs. 92. Marcuse (1955), loc.cit,, pag. 38. 93 Cf. ibid., cap. X (“Die Verwandlung der Sexualitat in den Eros"). - Norman O. Brown construy6 una salida parecida de la fatalidad de la dialéctica de la cultura sefialada por Freud ~ segun la cual el dominio creciente sobre la naturaleza es obtenido a precio del aumento de la represion de las pulsiones, que lleva a una defusién pulsional, lo cual libera grandes cantidades de destructividad, que debe ser domada por medio de medidas represivas atin més duras, 0 descargada periddicamente en actos destructivos socialmente legitimados. Cf. Brown (1959): Zukunftim Zeichen des Eros. Pfullingen 1962, cap. 16 (“Die Auferstehung des Leibes"). 94 “El odio es, como relacién con el objeto, més antiguo que el amor; brota de la repulsa primordial que el yo narcisista opone en el comienzo al mundo exterior prodigador de estimulos.“ Freud (1915): “Pulsiones y destinos de pulsién.“ AE, vol. 14, pag. 133. 95 “Loqueahora gobierna el en superyo es como un cultivo puro dela pulsién de muerte... Freud (1923), AE, vol. 19, pag. 54. 96 Cf. Ferenczi, S. (1924): Versuch einer Genitaltheorie. In: Ferenczi (1970), loc. cit., pags. 317-4005 cap. VILyX. CERCA DE LA DIALECTICA DEL PRINCIPIO DE PLACER 169 accion colectiva, usando el potencial técnico para la disminucién drastica del tiempo de trabajo y para la construccién de una economia de abundancia - si se hiciera realidad la “pacificacién de la lucha por la vida”, eso es, una vida exonera- da de economia. El paraiso pasado, que viste los rasgos de la muerte mientras que la vida es sufrimiento, y la tierra un valle de lagrimas, se desvaneceria frente al presente. Si las horas de trabajo en la vida de los individuos se convirtieran en. tiempo marginal, se romperia el taba que pesa sobre el narcisismo y sobre el placer del cuerpo. Una no reprimida “autosublimacién de la pulsién”’, adn desconocida, podria conducir a una “transformacién de la sexualidad”® en Eros”. El Eros satisfecho seria capaz de absorber grandes cantidades de destructi- vidad, y la agresividad de cada uno de los miembros de la sociedad - en la que Freud, en sus trabajos tardios, vid el verdadero riesgo de la cultura actual®? - se veria reducida a una medida que se podria ligar en el trabajo socialmente necesa- tio. La tesis de Freud de que el interés de la autoconservacién, la urgencia comin, no garantiza la cohesion social, resultaria relacionada a un contexto determinado y por ello, histéricamente relativa. El sistema colectivo de asegura- miento de la vida se ha convertido en un parasito de las “pulsiones primarias”, porque no se pudo sostener frente a la razn del individuo. En una sociedad liberada de carencias y de dominio resultaria obsoleto el vinculo libidinoso inhibido en su meta entre los individuos, que los mantiene unidos en contra de su interés racional y por el cual Freud justificé la limitacién de la vida sexual!®. Freud mismo vié esta posibilidad. Escribié que “muy bien podriamos imaginar una comunidad culta compuesta de [...] individuos dobles, que, libidinalmente saciados en si mismos, se enlazaran entre ellos a través de la comunidad de intereses y de trabajo. En tal caso, la cultura no necesitaria sustraer energias a la sexualidad.“!! Si la vida fuera alguna vez realmente para todos mejor que la muerte, ya no seria meramente el compulsivo “devivir [Ableben] de una diferen- cia vital”, sino una “existencia tranquilayalegre”!™, que estuviese mas alla de la prohibicion y quizds también mas alla del placer (en cuanto se pueda denominar placer solamente aquello que rompa una prohibicién). De este modo podria confirmarse finalmente la esperanza de Freud de que “el Eros eterno, haga un. esfuerzo para afianzarse en la lucha contra su enemigo igualmente inmortal”. 97 Marcuse (1955), Triebstruktur und Gesellschaft, pags. 169 y 176. 98. Ibid., pag. 170. 99 Freud (1930): El malestar en la cultura, AE, vol. 21, pags. 109, 117-118 y 140. 100 Ibid., pags. 105 ysig. 101 Ibid. 102 Ferenczi, S. (1908): “Psychoanalyse und Pidagogik." In Ferenczi (1978): Zur Erkenntnis des Unbewufsten, Schriften er Psychoanalyse, vol. Ill (ed. por H. Dahmer). Giefen 2005, pags. 63- 73; cita: pag. 70.

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