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Monición única para todas las lecturas: La primera mujer, Eva, de cuyo pecado nos habla el
libro del Génesis, le falló a Dios; pero otra mujer, María, la llena de gracia, sin pecado, según nos
narra el evangelio, acepta gustosamente el plan de Dios para salvar a la humanidad. Por ese hijo,
concebido de sus entrañas, nosotros también hemos recibido toda clase de bienes espirituales y
celestiales, y el llamado a vivir en santidad. Escuchemos la Palabra de Dios.
1. Por la Iglesia que peregrina en este mundo, con la esperanza de la gloria que un día se
nos descubrirá, para que nos ayude a nosotros, sus hijos, a dejarnos revestir de la gracia
de la salvación. Oremos.
2. Por el papa, los obispos y los sacerdotes a los que ha sido confiado el pueblo de Dios:
que a través de su enseñanza resuene la voz de Dios Padre, que nunca deja de buscar al
hombre cuando este se esconde y se aleja de la verdad. Oremos.
3. Por los que gobiernan las naciones, especialmente por los de nuestro país, para que
persigan con rectitud el bien común, garanticen la justicia social y busquen la paz.
Oremos
4. Por los enfermos, los moribundos y por todos los que se encuentran en cualquier
necesidad, para que se sientan reconfortados por la presencia materna de la Virgen María
y se entreguen con todo el corazón a Dios, para quien nada es imposible. Oremos.
Padre omnipotente, que, en María, Virgen Madre Inmaculada, nos concedes contemplar nuestra
humanidad liberada de la contradicción del pecado, escucha nuestra oración sencilla y
transparente. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración para la comunión espiritual: Así como estamos sentados, los que no pudieron
comulgar sacramentalmente, hacemos esta oración para la comunión espiritual:
Creo, Jesús mío, que está real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del
Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma. Pero no
pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como
si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte
de Ti. Amén.