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Materia:
Derecho De Familia
Docente:
Abg. Claudia Cedeño Machuca
Integrantes:
Andrea Párraga
Jonathan Ramos
Ainoha Ruilova
Jorge Narváez
Mirko Perugachi
Angie Ruiz
Mediación
Etimológicamente las palabras mediación y mediador se derivan de mediar, la cual viene del
latín mediare, de medius: medio (siglo XV) que significa "interceder", "terciar". Interceder
viene del latín intercere: colocarse en medio, intervenir (siglo XV) y significa "intervenir a
favor de una persona". Así, desde la etimología de la palabra, la mediación guarda el sentido
de ser una acción, en tanto es una intervención de un medio, que busca interponerse entre dos
que riñen para componer alguna disputa o discordia. En las entrañas de la palabra habitan,
pues, el conflicto y la composición, en tanto acuerdo.
Las mediaciones son un método de resolución de conflictos que cada vez se va implantando
más en las legislaciones para intentar así descongestionar a los órganos judiciales y conseguir
que las partes se pongan de acuerdo sin que les sea impuesto a través de una sentencia
judicial una solución. De hecho, en algunos procesos es necesario hacer el trámite de
mediación previo antes de poder acudir a juicio.
Por ello, cualquier proceso de mediación familiar debe respetar nueve principios básicos para
llegar a buen término.
1. Voluntad.
Las dos personas que formaban la pareja desean resolver de forma constructiva la situación
de conflicto que están viviendo y quieren llegar a soluciones que den respuesta a sus
necesidades.
2. Voluntariedad.
Conlleva la capacidad de decisión que los participantes en una mediación tienen con respecto
a iniciar, seguir o abandonar un proceso de mediación en el momento que lo deseen sin que
ello les suponga ningún perjuicio.
3. Confidencialidad.
El contenido de las sesiones de mediación siempre está bajo secreto profesional, salvo en
situaciones de violencia en que los mediadores deberán comunicarlo a las autoridades, tal y
como regula la legislación española vigente. Esto garantiza que las personas puedan
expresarse con total libertad, lo que servirá para construir una relación de confianza hacia el
mediador o mediadora. Los contenidos no podrán ser divulgados excepto en los casos en que
esto constituya un ilícito penal.
4. Flexibilidad.
El procedimiento de la mediación debe adaptarse a las necesidades de las personas mediadas.
5. Neutralidad.
La persona que media en el proceso debe mantener una postura y una mentalidad neutras, sin
ceder a sus propias inclinaciones o preferencias, y respetando las preferencias de las personas
sujetas a la mediación.
6. Imparcialidad.
El mediador o la mediadora debe actuar libre de favoritismos y prejuicios, tratando a las
personas mediadas con objetividad y sin hacer diferencias que puedan perjudicarles o
desequilibrar el proceso. Es fundamental recordar que son las partes las que deben llegar a
acuerdos entre ellas, el mediador solo se encargará de facilitar que encuentren las soluciones
o los posibles pactos.
7. Inmediatez.
Por su carácter preventivo y de tratamiento de crisis en el menor tiempo posible, el servicio
de mediación familiar debe prestarse con la mayor celeridad posible, simplificando los
trámites y procedimientos.
9. Buena fe y transparencia.
Durante todo el proceso de mediación debe prevalecer la transparencia y la buena fe por parte
de todas las personas que participan.
Para saber más, puedes leer aquí el estudio “Logros y enseñanzas de los 25 años del
Programa de mediación Familiar de UNAF”.
Solicitud Directa: Es aquella presentada por los usuarios de forma individual, colectiva o en
representación de un tercero. Deben presentar los documentos habilitantes ante cualquier
oficina de mediación de la Función Judicial, siempre y cuando el caso verse sobre materia
transigible, conforme lo establecido en la referida guía.
Derivación Judicial: Es el acto procesal a través del cual el Juez, de oficio o a petición de
una de las partes, remite al Centro de Mediación de la Función Judicial la causa, siempre que
esté relacionada con materias transigibles, conforme lo establece el Instructivo para la
Derivación
de Causas Judiciales a Centros de Mediación y Ejecución de Actas de Mediación, publicado
en el segundo suplemento del Registro Oficial No. 885, de 05 de octubre de 2016.
Remisión Fiscal: Es el acto procesal a través del cual un fiscal dispone el inicio de la
conciliación en materia de tránsito, el que deberá ser ejecutado por un mediador que asume
el rol de facilitador, a efectos de articular el proceso de conciliación, según lo previsto en la
Resolución No. 327-2014 del Consejo de la Judicatura.
Las actas de acuerdo son los documentos que se dan al momento de que se completa la
respectiva mediación o en caso de que no se asista a la misma. Existiendo tres de ellas
-Acta de acuerdo total
-Acta de acuerdo Imparcial
-Imposibilidad de Acuerdo
En general, para ser un mediador en Ecuador, se deben cumplir ciertos requisitos, que
pueden variar según la jurisdicción encargada de la mediación. Algunos de los principales
requisitos incluyen:
1. Formación en mediación: Haber aprobado al menos 6to semestre de Derecho,
Psicología, Administración De Empresas, Economía y Educación.
Completar una formación o capacitación específica en mediación, es decir, haber realizado
un curso de mediador de 80 horas teórico y 40 horas prácticas en un Centro con aval
Académico, que puede ser ofrecida por instituciones autorizadas y reconocidas por el
Consejo de la Judicatura u otras autoridades competentes.
2. Acreditación o registro: Obtener una acreditación o inscripción en un registro de
mediadores autorizados por el Consejo de la Judicatura o el organismo correspondiente en
cada región.
3. Cumplir con requisitos específicos: Pueden existir otros requisitos específicos
relacionados con la experiencia, educación, y ética profesional. Tales como Observar 5
audiencias de casos reales y aprobar una prueba del Consejo de la Judicatura.
4. No tener impedimentos legales: Cumplir con ciertos requisitos legales, como no tener
antecedentes penales que inhabiliten ejercer la mediación.
5. Mantener la capacitación continua: En algunas ocasiones, los mediadores deben
mantenerse actualizados y completar formación continua para mantener su acreditación.
Para ejercer en la mediación se requiere ser habilitado por un Centro de Mediación aprobado
por el Consejo de la Judicatura. Y En el Centro de Mediación de la Función Judicial:
requiere ser abogado y tener 4 años de experiencia.
Además, en base al reglamento de centro de mediación de defensoría pública como se
expresa en el artículo 10 para ser mediador del Centro de Mediación, se requiere:
a) Ser ecuatoriano por nacimiento,
b) Solicitar al director general del Centro de Mediación, por escrito, ser designado e inscrito
en la lista de mediadores. Acompañado de su hoja de vida y acreditará documentalmente su
experiencia en el área del derecho, si la tiene; adicionalmente deberá acreditar conocimientos
teórico-prácticos de, al menos, 80 horas en materia de mediación, con el aval académico de
una institución universitaria legalmente reconocida.
c) Presentar una declaración, por la cual el solicitante contrae el compromiso formal de
cumplir con sus funciones de manera diligente y eficaz, sujetándose al principio de
confidencialidad y a los reglamentos del Centro de Mediación y Código de Ética.
Según el Art. 53. De la Ley de Arbitraje y Mediación los centros de mediación que se
establezcan deberán contar con una sede dotada de elementos administrativos y técnicos
necesarios para servir de apoyo para las audiencias. Los centros que desarrollen actividades
de capacitación para mediadores deberán contar con el aval académico de una institución
universitaria.
En base a la resolución 026-2018 publicada en el registro oficial el 27 de marzo de 2018 los
requisitos para el registro de nuevos centros de mediación, estipulado en el artículo 5, se
debe incluir en la solitud de registro del centro de mediación lo siguiente: solicitud dirigida a
la Secretaría General conforme con el anexo 1, adjuntando los siguientes documentos:
1. Copia certificada ante notario público del reglamento del centro de mediación, el cual
deberá cumplir con lo que dispone el artículo 54 de la Ley de Arbitraje y Mediación;
2. Copia certificada ante notario público del acto jurídico de creación de la entidad solicitante;
3. Lista actualizada de los mediadores, acompañada de los documentos de respaldo que
acrediten su formación en mediación debidamente certificados por notario público, solicitud
de habilitación y certificado de observación de casos reales, conforme con los anexos 6 y 9,
respectivamente. Asimismo, se incluirá los respectivos respaldos de formación en mediación
del Director del Centro;
4. Plan de desarrollo conforme al anexo 2;
5. En el caso de centros de mediación que desarrollen procesos de formación de mediadores;
y,
6. Copia certificada ante notario público de la factura de pago por gastos administrativos de
registro o renovación de registro del centro, canjeada en las correspondientes Unidades
Financieras de cada Dirección Provincial del Consejo de la Judicatura correspondiente, con
las excepciones previstas en este instructivo.
Abogado o asesores: Las partes pueden estar representadas por abogados o asesores legales
durante el proceso de mediación, las cuales brindan asesoramiento legal a su cliente, para
que tome la mejor decisión y colabore en solucionar el conflicto.
Solicitante o requirente: Persona natural o jurídica, tiene un conflicto, y acude a un centro de
mediación a solicitar un proceso de dialogo, es decir, la persona que reclama el conflicto.
Requerido: Persona natural o jurídica, tiene un conflicto, es llamado a un centro de
mediación para solucionar un conflicto, es decir, la persona que es convocada por el
solicitante.
Observadores: En algunos casos, las partes pueden acordar la presencia de observadores o
testigos imparciales durante la mediación. Estos no participan activamente en la negociación,
pero pueden estar presentes para garantizar la transparencia y el cumplimiento del proceso.
Es importante destacar que la mediación es un proceso voluntario, por lo que todas las partes
involucradas deben consentir en participar en el procedimiento de mediación. Además, la
mediación se rige por principios de confidencialidad, imparcialidad y neutralidad para
garantizar un ambiente propicio para la resolución del conflicto mediante el diálogo y la
búsqueda de acuerdos mutuamente beneficiosos.
Las partes tienen la obligación de asistir personalmente y no pueden ser representadas por
otra persona. En caso que una de las partes, o ambas no pudieran acudir al proceso de
mediación, podrá otorgar un apoderado especial con cláusula especial para transigir o a su
procurador judicial con poder amplio y suficiente con cláusula para transigir.
■ Art. 47.- El procedimiento de mediación concluye con la firma de un acta en la que conste
el acuerdo total o parcial, o en su defecto, la imposibilidad de lograrlo.
■ En caso de lograrse el acuerdo, el acta respectiva contendrá por lo menos una relación de
los hechos que originaron el conflicto, una descripción clara de las obligaciones a cargo de
cada una de las partes y contendrán las firmas o huellas digitales de las partes y la firma del
mediador.
■ Por la sola firma del mediador se presume que el documento y las firmas contenidas en
éste son auténticas.
MARCO JURÍDICO NORMATIVO DE LA MEDIACIÓN
8. Acuerdo y redacción del acta: Si las partes llegan a un acuerdo, el mediador redacta
un acta de acuerdo que detalla los términos y condiciones acordados. Esto puede
incluir detalles sobre la custodia, visitas, pensiones alimenticias y otros aspectos
relevantes.
9. Firma del acuerdo: Las partes revisan el acta de acuerdo y, si están de acuerdo con
su contenido, proceden a firmarla. La firma indica su compromiso con el
cumplimiento de los términos acordados.
10. Cierre de la mediación: Con la firma del acuerdo, el mediador da por concluido el
proceso de mediación en el ámbito del derecho de familia. El acuerdo puede ser
presentado ante un juez para su aprobación y posterior cumplimiento.