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Universidad Alberto Hurtado

Facultad de Ciencias Sociales


Carrera de Antropología

Ejercicio Etnográfico 1

Pasado, presente y futuro: una mirada antropológica a los eventos violentos de nuestra
América Latina

Amanda Rossel
Introducción

“Ni perdón ni olvido, para eso los archivos”. Es una frase que personalmente me marcó
mucho en mi proceso de práctica profesional, realizada en el Archivo Nacional de Chile,
durante el primer semestre del presente año. En aquella instancia, fui participe de la
planificación y realización de talleres participativos con integrantes de sitios y agrupaciones
de memoria. Estos talleres, enmarcados en un proyecto de la Coordinación de Vinculación
con el Medio, en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado en
Chile, fueron llevaron a cabo entre los meses de junio y julio.

Expongo este contexto, debido a que personalmente, fue mediante esta experiencia que
aprendí a observar desde otra mirada los propósitos de la conservación de archivos,
específicamente en cuanto a aquellos archivos relativos a la represión y las violaciones a los
derechos humanos ejecutadas por agentes militares y de orden durante la dictadura. La
conservación y categorización de documentos, objetos, decretos, fotografías, entre otros,
relativos a la dictadura. En países como Argentina o Paraguay, se han levantado
instituciones dedicadas específicamente a esta tarea, conocidos como Archivos de la
memoria. En Chile, durante la Cuenta Pública 2023, el presidente Gabriel Boric anunció la
creación de un Archivo de la memoria en el país.

Creo relevante destacar la importancia que poseen los archivos y su relación con los
Derechos Humanos, debido a que mediante estos se puede dar evidencia de hechos
ocurridos, y es que los Archivos y los Derechos Humanos tienen una íntima relación,
pueden dar cuenta de lo ocurrido, representan pruebas de lo ocurrido frente a
posicionamientos negacionistas, y además son una prueba fehaciente para el desarrollo de
juicios, desde 1990 hasta la actualidad.
Relato Etnográfico

El día 23 de septiembre, asistí a un recorrido guiado en las instalaciones de la Fundación de


Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC). Fundada en 1975, la Fundación tuvo un
rol fundamental en la defensa de los Derechos Humanos durante la dictadura cívico militar
en Chile, y en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado, FASIC
realiza durante los sábados del mes de septiembre, recorridos guiados por sus instalaciones
y Archivo.

La casona, ubicada en Manuel Rodríguez con Alameda, fue declarada Monumento


Nacional el año 2018, en calidad de Monumento Histórico, debido a la importancia de la
incansable tarea que realizó la Fundación por la defensa de los DDHH, tanto durante el
régimen militar, como en la actualidad. La casona es bastante amplia, de dos plantas y una
planta baja donde se encuentra el Archivo de FASIC. Al recorrer sus instalaciones, y salas
de archivo, tuve la sensación de viajar en el tiempo, tanto por la arquitectura del lugar,
como por el piso y los antiguos muebles de madera, como también el característico olor a
libro o papel viejo, presente en la mayoría de los Archivos que he podido visitar en el
último tiempo.

Al iniciar la actividad, se realizó una pequeña charla por parte de un funcionario de FASIC,
quien nos contaba a los participantes una breve historia de la institución y de su labor como
organización defensora de DDHH durante la dictadura, en este sentido, se destacó la labor
de FASIC para ayudar a ciudadanos perseguidos a migrar al exilio junto a sus familias. Se
presentaron testimonios realizados por personas que viajaron al extranjero gracias a FASIC,
y se repetía en los testimonios el agradecimiento hacia el equipo, que, en muchos casos, y
de acuerdo a los propios testimonios, salvó muchas vidas. Siguiendo con el recorrido, se
nos enseñó la habitación museo que FASIC tiene dentro de la casona, donde se entrega
información sobre la historia de la organización y se exponían piezas de archivo, como
artículos de prensa alternativa de la época, calugas -cartas que presos podían enviar a sus
familias, en pequeños papeles que doblaban y ocultaban entre sus ropas, los abogados que
podían visitarlos-, o pasaportes falsificados que desarrollaban para poder ayudar a salir del
país a personas que eran perseguidas. A continuación, se presentan fotografías de creación
propia del museo.
La visita continuó con un recorrido por distintas salas de la casona, donde nos comentaban
que se articulaban otras organizaciones durante la dictadura, tales como la Agrupación de
Familiares de Detenidos Desaparecidos, o la Casa de la Memoria, la cual potenció el Museo
de la Memoria. De estas salas, las que más me llamaron la atención fueron la oficina
principal, que tenía una puerta de metal, instalada en dictadura, con la finalidad de que
fuera a prueba de balas, ante la eventual posibilidad de necesitar refugio en caso de un
allanamiento. Esto me llevó a reflexionar y materializar el riesgo que corrían las personas
pertenecientes al equipo de FASIC, en su labor por la defensa de los derechos humanos.

Otra habitación, se nos presentó como el lugar donde se hicieron las primeras huelgas de
hambre por parte de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, una manera
de protestar pacífica, pero muy potente, que refleja el compromiso de los huelguistas con
sus seres queridos. Personalmente, esta parte de la visita fue lo que más me impacto, junto
con la visita al patio central de la casona de FASIC, donde nos explicaron que se realizaron
los primeros funerales de detenidos desaparecidos en el año 1990, cuando fueron
identificados restos de personas víctimas de desaparición forzada.
Ambos espacios se me hicieron profundamente significativos, debido a que representa la
relación de las personas, tanto en el protestar pacíficamente como en el proceso de duelo y
despedida que representa un funeral, y sin embargo, para los y las familiares de las víctimas
este duelo y despedida es siempre doloroso y marcado por el factor de la violencia política,
se vive con esa perdida, y en muchos casos, se mantiene viva la lucha y búsqueda por
verdad y justicia.

Continuamos la visita recorriendo las salas de Archivo que posee FASIC, nos relataban que
el rescate y categorización de estos documentos, se ha realizado de manera paulatina y
autogestionada por el propio equipo, quienes mediante la revisión y organización de
documentos, han logrado crear un espacio de Archivo abierto al público, esto es sumamente
relevante debido a que la documentación de la época, tales como testimonios, decretos, o
fotografías, puede llegar a estar estrechamente ligada con las vivencias experimentadas por
quienes eran perseguidos políticamente y fueron víctimas de tortura, desaparición forzada o
ejecución política. Esta documentación y su conservación ha de servir tanto como una
prueba empírica de lo sucedido, como evidencia para la realización de juicios y para la
continua labor de la defensa de los derechos humanos.

Reflexión y discusión teórica

Diversos teóricos y académicos del ámbito del estudio de la memoria, acuerdan que las
memorias colectivas son subjetivas, por lo que sucede que diferentes grupos sociales tienen
memorias diversas respecto a un mismo hecho. En muchos casos de América Latina, y
específicamente en el Cono Sur, se utilizan premisas como “Recordar para no olvidar”,
como una manera de rescatar lo acontecido en la defensa de que dichos hechos no se
vuelvan a repetir. Elizabeth Jelin apunta a que

El espacio de la memoria es entonces un espacio de lucha política, y no pocas veces


esta lucha es concebida en términos de la lucha <<contra el olvido>>: recordar para
no repetir. La memoria contra el olvido o contra el silencio esconde lo que en
realidad es una oposición entre distintas memorias rivales (…) Es en verdad
<<memoria contra memoria>>. (Jelin, 2001, p.6)
Con esto, queda en claro que la memoria en contextos sociales actuales llega a ser diversa y
no existe una sola versión. Muchas veces, se intenta establecer una memoria institucional al
respecto, como en el caso peruano analizado por Ulfe y Sastre, quienes analizan el caso de
dos museos con exposiciones referentes al rescate de la memoria. “Museos como el de
ANFASEP y el YalpanaWasi presentan una museografía incómoda a través de historias
personales, historias familiares que contribuyen a relatos regionales y se insertan en
narrativas nacionales, discutiendo las memorias dominantes.” (Ulfe y Sastre, 2020, p.82).

Cuando existen memorias dominantes respecto a una temática, o incluso memorias


institucionalizadas como en el caso peruano, o en el caso chileno una contra memoria que
ha crecido durante los últimos años, tratándose de una memoria negacionista, y que en
muchos casos justifica el golpe de estado, creo que es de suma importancia la labor que
hace FASIC hasta la actualidad como un organismo que defiende los derechos humanos y
que establece un espacio de memoria que nos ayuda a recordar y hacerle frente al
negacionismo que existe en la sociedad, de la misma manera que el museo ANFASEP y
YalpanaWasi, hacen frente al negacionismo, mediante ejercicios de memoria y
exposiciones permanentes que nos acercan a los hechos del pasado reciente de las sociedad,
y que reproducen memorias, que nos ayudan a entender lo ocurrido y a la búsqueda de que
esto no se vuelva a repetir.
Bibliografía

Jelin, E. (2002) Trabajos de Memoria. ED. Siglo XXI, España.

Sastre, C & Ulfe, M (2022) “Debates museográficos en la era del negacionismo y la


posverdad: dos casos peruanos”. En CROLAR Critical Review on Latin American
Research, Vol 10(1): 72-84.

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