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Casación 23-2016
Casación 23-2016
CASACIÓN N° 23-2016
1.2. El procesado Tony Oswaldo Hinojosa Vivanco- Gerente General del Gobierno
Regional de Ayacucho, emitido el Oficio N°0938-2022-GRA/PRES-GG de fecha 12 de
diciembre de 2011, solicitó al Consejero Delegado se determine una “situación de
emergencia” de atención del sistema vial de la Región Ayacucho.
1.6.- El Ministerio Publico imputa que este hecho resultaría ser una simulación de una
presunta situación de emergencia, para convocar irregularmente a un proceso de
Exoneración por la suma de S/ 20,000.000.00 soles. Se añade a la tesis incriminativa
del Ministerio Público que el Jefe de Abastecimiento habría realizado el proceso de
exoneración sin cumplir con lo establecido en el Ley y el Reglamento de
Contrataciones del Estado, aparentando una licitación pública, sin serlo, refiriendo que
esto se demostraría ante la exclusión de los postores Komatsu y Volvo, ya que se
habría direccionado la Buena Pro.
1.7. En primera instancia se absolvió a Jhoan Rojas, Alfonso Martinez, Eladio Huamani
y María del Carmen Cuadros, como complices primarios del delito de negociación
incompatible y se condenó como coautores a Wilfredo Oscorima, Tony Hinojosa y
Edwin Ayala. Finalmente se condenó como complices primarios a Victor de la Cruz,
Sixto Ibarra, Rosauro Gamboa y Walter Quintero. Extremos de la sentencia que fueron
confirmados en segunda instancia.
2.1.- Con respecto a la tesis del Ministerio Público de una presunta simulación de
situación de emergencia, emitida por el Gobierno Regional de Ayacucho, a fin de
generar una exoneración económica. La Sala Penal Permanente, en su fundamento
4.33, explica que si era real un grave peligro en la zona debido a intensas
precipitaciones, las cuales han sido jurídicamente reconocidas mediante decretos
supremos emitidos por el poder ejecutivo.
2.3. Se explica en el fundamento 4.38, entorno al tercero en el tipo penal bajo análisis
que su responsabilidad administrativa es asilada de la penal, por lo que no es
necesario comprobar la primera en un delito de negociación incompatible en provecho
de tercero, agrega que este tercero no necesariamente debe ser la persona con la que
esta realizando la contratación, sino que puede ser cualquier otro que resultase
beneficiado, con el acto administrativo que perjudicase a la administración pública. Asi
indica en su fundamento 4.40 que la existencia de un interés del funcionario público
debe traducirse en un resultado el provecho propio o de tercero.
2.5. En el fundamento 4.50, se tiene una relación con el fundamento 4.33, en el cual
se trata la situación de emergencia vial, que fue solicitada de Gerencia de
Infraestructura del Gobierno Regional, la cual fue aprobada por el Consejo Regional
que emitió el Acuerdo Regional N° 109-2011-GR,donde se acuerda declarar situación
de emergencia. Una vez que el acuerdo es adoptado, solo corresponde que el órgano
ejecutivo del Gobierno Regional cumpla el mismo, pues se encuentra vinculado a
dicho mandato, conforme las exigencias técnicas y jurídicas.
3.1. La conceptualización interpretativa del artículo 399° del Código Penal, que ha
efectuado a la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, exterioriza aspectos
doctrinales como fórmulas de solución a los hechos materia del proceso.
3.2. El fenómeno factico de la presenta Casación, incurre en los verbos rectores ello
son “acto simulado”, “interés en provecho propio o de tercero”, “contrato u operación”,
que reposa el primero, en “ la inexistencia de una situación de emergencia”, segundo “
en el beneficio de un tercero con una exoneración de 20 millones de soles”, tercero,
“proceso de adquisición en la situación de emergencia”.
3.3.Estas fórmulas típicas y los hechos facticos materia del proceso, pero los efectos
de interpretación que ejerció el Juzgador Supremo, desencadenan en los preceptos
típicos, efectos que no siempre están acordes con los nociones teleológicas de la
norma penal, por ejemplo el concepto de simulación que se ha esbozado, a resultado
restringido planos estrictamente normativos, puesto que se justifica la declaratoria de
situación de emergencia, porque mediante decretos el Poder Ejecutivo, reconoció el
contexto de padecimiento de desastres naturales, sin embargo no se clarifico cual era
la necesidad real de adquirir maquinaria para usos vial, puesto que la utilización de un
hecho que convenga a intereses subalternos pueden revestir, de manera deliberada la
creación de situaciones que no posean una identificación real ante una necesidad, y
es por ello se efectuaron observaciones por autoridades como la OSCE y el MEF.
3.6. Esta definición desentraña, que la búsqueda inusitada, acarrea una contrariedad
al deber de función exigible, puesto que existe un empeño individual que se encuentra
más allá de una conducta estándar, que conforme a la definición antes señalada exige
un resultado en un proceso o adquisición.
3.7.Discrepamos con esta postura que exista un resultado, toda vez que basta que se
haya facilitado en aras de la realización de su interés se efectué o no el mismo, puesto
que al hablar de resultado se da cuenta al precepto que exige concreción mediante
actos irregulares, pero es de observarse que la conducta en si misma de manifestar un
interés ajeno o propio conlleva no solo en un acto irregular, sino en un acto necesario
que puede estar revestido de legalidad, este se desenvuelve en cualquier estadio y no
solo en el acto de adquisición como hace referencia la Corte Suprema, puesto que
existe un involucramiento por parte de los funcionarios del Gobierno Regional de
Ayacucho, desde la declaración de estado de urgencia y primordialmente en un
proceso de exoneración que fue observado por una autoridad pertinente.
3.8.Por ello la tesis de que debe premunirse la conducta de irregularidades estas han
sido afirmadas tanto por la OSCE, como el MEF, por lo que las operaciones
ostentaban esas deficiencias, estos argumentos responderían al beneficio indebido
que puede ser propio o de tercero que no resulta del todo exacto el argumento de la
Suprema, cuando refiere en el fundamento 4.43, se habría disipado esta postura
porque se sobreseído el proceso contra los proveedores, sin embargo el beneficio a
tercero, no exige que se concrete en un resultado, por lo que el hecho que el posible
tercero se encuentra fuera de la esfera de persecución no confirma que haya existido
la conducta, puesto que el comportamiento se objetiviza con la exoneración de 20
millones de soles.
3.10. Por lo que considero que no resulta del todo exacto exigir elementos externos,
puesto que la configuración del tipo es de mera actividad y no de resultado, y el
estipular o formar un acto administrativo defectuoso, crea un riesgo destinado a
salvaguardar intereses ajenos a la función y perjudiciales a la administración pública.
3.13. Y ello no es del todo cierto, puesto que el principio de confianza, ostenta límites
entre estos “ (…), b)(…).si la misión de uno de los intervinientes consiste
precisamente en compensar los fallos que eventual otro cometa; c) la confianza
cesa también cuando resulta evidente la actuación irregular de uno de los otros
intervinientes en la actuación conjunta.(…)” 1
3.14.-Conforme ello, el primer precepto señalado puesto que quien debe controlar la
actuación o el trabajo de otro no puede alegar la confianza, es del caso que el Consejo
Regional, conforme el artículo 11 de la ley 27867, lo reconoce como órgano normativo
y fiscalizador, de esta manera conforme a lo acotado en el fundamento jurídico N° 4.50
de la sentencia debió evocar su potestad fiscalizadora cuando, cuando se le traslado
el pedido de la Gerencia de Infraestructura, entonces el principio de confianza cesa,
puesto que las relaciones de fiscalización implican un deber que no a merita actuar
conforme a confianza.
3.15. Por tanto si el Consejo Regional quien debió fiscalizar la solicitud de la Gerencia,
y de igual forma los rigores estrictos al momento que dispone la exoneración del
proceso de selección, en este supuesto, no se puede alegar principio de confianza, se
muestra por situaciones que objetivamente permitan poner en tela de juicio la
confianza sobre la conformidad de determinado comportamiento ello es el acuerdo del
Consejo Regional que exigía un cumplimiento de la labor de fiscalización que le
corresponde y poder evaluar si los informes técnicos y legales, cumplían con fórmulas
propicias, no resulta idóneo el argumento que no puede exigírsele que verifique estos,
pues no es su función y ello justifica el principio de confianza, lo cual no es del todo
acertado, pues las investiduras públicas demandan una obligación institucional, que
vincula una actividad con la función pública, que es un deber positivo, y del caso el
Presidente del Gobierno Regional, por ello no se puede justificar que se actúa dentro
de esferas restringidas alegar incumplimiento de una función o un deber de cuidado
propio, entonces no sería factible alegar un principio de confianza.
1
GARCIA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ed.Ideas. 3era Edición. 2019. Pag.433
requiere acreditar de manera indubitable el elemento externo al proceso de
contratación.