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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS


COORDINACIÓN DE POSTGRADO
MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL PENAL
EXTENSIÓN NÚCLEO UNIVERSITARIO
“DR. PEDRO RINCÓN GUTIÉRREZ”
TÁCHIRA - VENEZUELA

ANALISIS DE LA JURISPRUDENCIA N° 013 DEL 22 DE ENERO DE 2010


SALA DE CASACION PENAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

(ACTO CONCLUSIVO)

Autores:
Duarte Pérez, Kenny Alfonso V-17.812.506
García Becerra, Ingrid Maygred V-18.989.172
García Becerra, Juan Eduardo V-14.776.940
Silva Castro, Alix Yoselyn V-15.990.359

San Cristóbal, Agosto 2021


A juicio de la Sala, es oportuno hacer referencia a las incidencias de
este proceso, de la manera siguiente

Existen importantes irregularidades, fundamentadas en la


incongruencia entre la imputación de delitos (en el marco de la audiencia para
oír a los imputados y la acusación fiscal), como también, una grave omisión del
Ministerio Público, ya que se abstuvo de presentar los respectivos actos
conclusivos, con relación a delitos que previamente había imputado, aunado a
esto las graves anomalías en la que incurrió este órgano jurisdiccional, no
fueron advertidas por el Juzgado competente en la presente causa lo que
evidentemente hacía improcedente la acusación presentada por el mismo.

Por lo antes expuesto se ordenó retrotraer la causa a su estado inicial


para asegurar a los imputados el ejercicio de una tutela judicial efectiva, un
debido proceso, y el derecho a la defensa principios constitucionales
consagrados en nuestra Carta Magna, dicha actuación se debe llevar a cabo
por parte del Ministerio Público, en un lapso de treinta (30) días contados a
partir de la notificación de esta decisión.

Es necesario colegir la contundente inobservancia de las normas sobre


el archivo fiscal y los actos conclusivos ejecutadas por el Ministerio Público,
pues en el proceso penal acusatorio vigente, no existen las averiguaciones
abiertas que es lo que pretende dicho organismo con esta actuación.

Se evidencia además que la representación fiscal relaciono las pruebas


de forma global para sustentar los hechos delictivos, sin discriminar por
separado de manera razonada, su vinculación y nexo específico con cada
delito acusado y sin establecer su relación con cada procesado, violando con
ello de igual manera el derecho a la defensa.

La sala observó además diferimiento de las audiencias suscritas por las


partes en litigio y por la titular del Juzgado competente, en cuyo texto se omitió
precisar el fundamento que amerita el diferimiento de estos actos.

De igual forma, el Juzgado, incurrió en otra serie de dislates y errores,


dignos de ser resaltados pues generan confusión dentro de los cuales es
pertinente resaltar que en el acta de la audiencia preliminar se constató que
faltan líneas del texto de esta acta, es decir, parte del contenido de la misma,
específicamente de los pronunciamientos emitidos por la ciudadana Jueza de
Control, por lo que dicha omisión, constituye una carencia ostensible.

A su vez, en el texto de dicha acta de audiencia preliminar, la titular del


Juzgado de Control respectivo ordenó mantener la medida de privación judicial
preventiva de libertad en contra de un ciudadano totalmente ajeno a la causa.

En el mismo orden la utilización de términos incorrectos entre ellos


“OCULTACIÓN DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS”,
cuando el término exacto es “OCULTAMIENTO”

Por otra parte, la Sala apreció, que el Auto de Apertura a Juicio fue
emitido cuatro (4) días después de acaecida la audiencia preliminar sin
explicación alguna el cual debía ser emitido al finalizar la referida audiencia
cuando el respectivo juez de control admitió la acusación presentada por el
fiscal del Ministerio Publico.

Como se ha acotado anteriormente, tales irregularidades no son


subsanables, por haber infringido con ello en perjuicio de todas las partes,
inclusive de los acusados, el principio de la tutela judicial efectiva, consagrado
en el artículo 26 del Texto Fundamental, debiendo acarrear la nulidad de la
audiencia preliminar y del posterior Auto de Apertura a Juicio, desdiciendo con
esta conducta, la función judicial ejercida por la profesional del derecho
responsable de esas actuaciones y omisiones, colocándola en un nivel
imposible de eludir, para la Sala de Casación Penal, por su descuido, escaso
interés y negligencia, en atropello a la majestad del Poder Judicial, pues la Sala
no desea que este tipos de casos sean ejemplo para el resto de los operadores
de justicia del país. .

Los actos conclusivos, son aquellos posibles pronunciamientos del


Fiscal del Ministerio Público, a los efectos de concluir con la investigación,
paralizándola, concluyendo el proceso o más bien dando paso a nuevas etapas
del mismo. Al respecto señala el profesor José Ignacio Cafferata Nores “Se
trata de un momento del proceso en que, tras el agotamiento de las vías de
conocimiento formales (o sea, las pruebas) obtenidas durante la investigación
preparatoria, se abre un espacio para la reflexión crítica sobre la investigación,
tendiendo a obtener un mérito conclusivo de la misma, que se formalizará en
un requerimiento concreto sobre la solución desincriminatoria o acusatoria que
se estima corresponde al caso”.

Esa reflexión crítica que señala el precitado doctrinario, podrá concluir


la fase preparatoria de tres formas a saber, como son el archivo fiscal, el
sobreseimiento de la causa y la acusación que puede presentar el Ministerio
Publico ante el juez de instrucción competente al concluir la investigación.

El archivo de las actuaciones, es uno de los actos que concluyen la fase


preparatoria, fundamentado en que el resultado obtenido en el desarrollo de la
investigación preliminar, resulta insuficiente como para poder sustentar una
acusación formal en contra del imputado. A consecuencia de esto último, el
Fiscal del Ministerio Público se ve tentado a hacer descansar el expediente en
uno de los tantos archivadores que se encuentran en su despacho. Si bien,
contempla la norma la posibilidad de la reapertura de la investigación en el
momento en que surjan nuevos elementos de convicción, en la realidad
procesal diaria, vemos como es prácticamente imposible que se logre la
reapertura de un archivo fiscal, lo que viabiliza que se mantenga en zozobra
sempiterna al imputado, por cuanto permanecerá como tal sin esperanza
alguna de que cambie la situación.

Ha sido doctrina del Ministerio Público, que: “…el Archivo Fiscal debe ser
decretado por el representante del Ministerio Público una vez que hayan sido
realizadas todas las diligencias necesarias y pertinentes tendientes a la
búsqueda de elementos que permitan alcanzar una convicción acerca de la
perpetración de un hecho punible y sus circunstancias, así como respecto a la
individualización de su autor y –de ser el caso- de los partícipes.”. Nuestro
Código Adjetivo Penal, al contemplarlo dentro de su normativa, permite que se
pueda practicar el mencionado acto conclusivo, el cual debe estar muy bien
fundamentado, en razón de que el deber ser de la investigación criminal, es
que se inculpe o se exculpe, pero no puede existir un inter.

Respecto del sobreseimiento de la causa constituye una de las formas


de concluir con la investigación y es además el único acto conclusivo que de
forma extraordinaria concluye el proceso, Se presenta como un remedio
procesal, como un instrumento capaz de economizar los gastos excesivos
dentro del proceso, terminando total o parcialmente el mismo, con carácter
definitivo.

El Representante del Ministerio Publico, es quien está facultado para


ejercer acciones cuando existen delitos de acción pública y es el Director en la
investigación penal, quien además tiene una serie de atribuciones a lo largo
del proceso penal venezolano, pero especialmente en la fase preparatoria o
investigativa, la cual se inicia luego que él mismo, tenga conocimiento por
cualquier medio, de la perpetración de un hecho punible, ordenando así, la
apertura de la respectiva averiguación penal, estableciendo una serie de
diligencias, con el fin de buscar la verdad y recabar todos los elementos de
convicción que sirvan para demostrar el delito cometido y la responsabilidad de
quienes han intervenido en su comisión

En el presente caso se observó que el representante fiscal, incurrió en


una serie de irregularidades, como la omisión de los respectivos actos
conclusivos en su debida oportunidad, incongruencia entre la imputación de
los delitos, diferimiento de las audiencias sin razón expresa y una serie de
arbitrariedades que conllevan al quebrantamiento de los principios de la tutela
judicial efectiva, el honesto proceso, y el derecho a la defensa, contenidos en
los artículos de nuestra Constitucion, de igual forma se infringen las garantías
jurídicas, pues todo ciudadano tiene derecho a ser informado de los cargos
por los cuales se investiga y una apropiada consistencia en el deber ser y el
ser de la norma, donde el juez debe ser garante de la constitución y aplicar el
derecho; La no imputación vulnera derechos constitucionales; y también las
normas internacionales; por lo que podría dar origen a la nulidad absoluta los
actos procesales establecidos, de conformidad con nuestra norma adjetiva.

Es necesario resaltar que el representante de la Fiscalía no debe


conformarse con la escueta enunciación de los elementos de convicción, que
según su discernimiento, lo llevaron a constituir la convicción en requisitos de
probabilidad, de que un sujeto es el autor o partícipe de un hecho punible. El
Fiscal está en el deber según lo determina la ley adjetiva vigente, a referir
dichos motivos con los fundamentos fácticos que atribuyen a una persona en
determinada causa penal, y es preciso destacar que corresponde al Juez
verificar no solo una vigilancia seria sobre la acusación, y el control que se
refiere a la comprobación del acatamiento de las exigencias de admisibilidad,
esto es, identificación del sujeto el cual desplego la acción y de la descripción y
apreciación del hecho imputado, sino también una revisión material que
consiste en el examen de las exigencias de fondo en que se fundamenta lo
solicitado por el Ministerio Público, es decir la acusación deber ser cierta; Por
ende el acto conclusivo como la acusación habrá de tener una relación clara,
exacta y sucinta del hecho delictivo que se atribuye al imputado, debe
distinguirse que de igual manera cuando se trate de varios imputados; el fiscal
del Ministerio Público procurará determinar de manera individual, la
responsabilidad de cada uno; es decir indicar los elementos de convicción que
sirvan para establecer la acción de forma particular, razones que permitieron a
la sala explanar su manifestación pertinente, procurando así subsanar las
irregularidades cometidas tanto como por la representación fiscal como por el
órgano jurisdiccional competente en la presente causa.

Evidentemente se apoya el criterio de esta sala pues es menester


subsanar en la medida de lo posible los errores cometidos tanto por
funcionarios públicos pertenecientes a los respectivos órganos jurisdiccionales,
como por cualquier profesional del Derecho en el ejercicio de su profesión, y
procurar de esta manera garantizar el ejercicio de una tutela judicial efectiva
que beneficie a los justiciables y que además les permita un mejor acceso a
la justicia, al debido proceso, derecho a la defensa y a la asistencia jurídica en
todas las fases del proceso los cuales representan principios fundamentales
consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

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