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Ronny Peña Montes de Oca

100656460

Legislación y Ética Prof

Sección 150

Ética
La ética es una disciplina de la filosofía que estudia el comportamiento humano
y su relación con las nociones del bien y del mal, los preceptos morales, el deber,
la felicidad y el bienestar común.

La función de la ética como disciplina es analizar los preceptos de moral, deber


y virtud que guían el comportamiento humano hacia la libertad y la justicia.

Para cumplir con su función, la ética se subdivide en un conjunto de ramas


especializadas. Entre las ramas de la ética se reconocen las siguientes:

• Metaética La metaética se ocupa del estudio del origen, naturaleza y


significado de los conceptos éticos. Se pregunta qué es la ética, cuál es su
función y cómo se justifican los juicios morales. Algunos de los temas que se
estudian en la metaética son los siguientes:

1. El significado de los conceptos morales, como "bueno", "malo", "justo",


"injusto", etc.
2. El origen de los juicios morales, ¿son innatos o aprendidos?
3. La justificación de los juicios morales, ¿hay razones objetivas para creer
que algo es moralmente correcto o incorrecto?
• Ética normativa: La ética normativa se ocupa de establecer principios o
normas que guíen la conducta humana. Se pregunta qué acciones son
moralmente correctas o incorrectas. Algunos de los sistemas éticos
normativos más importantes son los siguientes:
1. El utilitarismo, que sostiene que una acción es moralmente correcta si
produce el mayor bien para la mayor cantidad de personas.
2. El deontologismo, que sostiene que una acción es moralmente correcta si
se realiza de acuerdo con un deber o principio moral.
3. El contractualismo, que sostiene que las acciones son moralmente
correctas si están de acuerdo con un contrato social.
• Ética aplicada: Se ocupa de aplicar los principios éticos a situaciones
concretas. Se pregunta cómo se deben aplicar los principios éticos a
problemas específicos, como la eutanasia, el aborto, la guerra, el medio
ambiente, etc. Algunas de las áreas de la ética aplicada son las siguientes:
1. La ética médica, que se ocupa de los problemas éticos relacionados con
la práctica de la medicina.
2. La ética empresarial, que se ocupa de los problemas éticos relacionados
con el mundo de los negocios.
3. La ética política, que se ocupa de los problemas éticos relacionados con
la política.

La ética se relaciona muy estrechamente con la moral, pero es diferente a esta.


Mientras la moral se refiere a normas adoptadas por tradición, la ética es una
disciplina que reflexiona sobre cuáles acciones serían correctas.

Por ello, en el lenguaje común, la ética también puede ser entendida como el
sistema de valores que guía y orienta el comportamiento humano hacia el bien.

Etimología
La palabra ética viene del griego ēthikós (ἠθικός) que significa “relativo al
carácter de uno” y tiene su raíz en la palabra êthos (ἦθος). Êthos tiene distintas
traducciones, entre las que encontramos “carácter” y también “costumbre”. De
esto se desprende la idea de que la ética es el estudio del carácter y las
costumbres.

A menudo se usa ética o moral como si fueran la misma cosa. Aunque la ética
es el estudio de la conducta moral, es cierto que la moral tiene su origen
etimológico en un préstamo del latín, moralis, que se usaba para hablar de lo
relativo a las costumbres. Moralis viene de mor y moris, que se traducen como
“uso o costumbre” y también “manera de vivir”.
Historia
Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración
sobre la ética. Platón afronta la temática ética en diversos lugares y desde
contextos diferentes. Así, por ejemplo, en el Gorgias busca superar
el hedonismo y la ley del más fuerte. En el Fedón evidencia la importancia de lo
que exista tras la muerte para regular el propio comportamiento. En La
República aborda juntamente la ética individual (desde la perspectiva de una
justicia dentro del alma) y la ética pública, con una compleja teoría del Estado,
que encuentra complementos y puntos de vista diferentes en otras dos obras,
el Político y las Leyes. En la segunda mitad de la obra Fedro, uno de los temas
principales es la ética.

La ética nicomáquea, seguramente el más importante tratado de ética


de Aristóteles, se basa en la premisa de que todo ser humano busca
la felicidad (ética eudemónica). Para Aristóteles todos los seres naturales
tienden a cumplir la función que les es propia y están orientados a realizar
completamente sus potencialidades. El bien, que es lo mismo que la perfección
de un ser o la realización de las capacidades es cumplir su función propia,
aquello a que solo él puede realizar. También los seres humanos están
orientados a la realización plena de la función que les es propia. El problema que
se suscita, entonces, es cuál es la función propia del hombre. Y si acaso hay
más de un bien propio del hombre, ¿cuál es el bien más alto y más perfecto de
los que puede alcanzar el ser humano?

Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus


contemporáneos al respecto y comprueba que todas parecen estar de acuerdo
en que el objetivo supremo del hombre es vivir bien y ser feliz, aunque hay
muchos desacuerdos respecto de en qué consiste la felicidad y el buen vivir.
Para Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite realizar la actividad
superior (contemplación), con una suficiente autonomía (bienes materiales,
salud), y en compañía de un número suficiente de amigos (cf. Ética
nicomáquea I).

Solo son morales las acciones en las que se puede elegir y decidir qué hacer.
En cambio, no son morales ni inmorales las acciones padecidas, compulsivas o
forzosas. Lo que es moral es la acción que depende de la voluntad, si se actúa
de modo correcto. ¿Cuándo se actúa correctamente? La forma correcta de
actuar depende del ámbito de acción (dianoético o intelectual, ético o moral) y
en parte está pautada por las costumbres de la comunidad a la que se pertenece
(si la comunidad es éticamente sana, algo que supone Aristóteles para el mundo
griego quizá de modo acrítico) y se aprende con la educación. Cuando se actúa
de acuerdo con estas pautas, se vive bien y se es virtuoso.

Principios de la ética
Los principios éticos son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su
necesidad de desarrollo, felicidad y responsabilidad. Se hace un principio ético
como consecuencia del descubrimiento humano para catalogar una acción
beneficiosa o perjudicial para sí mismo o su raza. Estas declaraciones guían
su conducta, su percepción de la realidad y su pensamiento.

Immanuel Kant fundamenta la ética en la actividad propia de la razón práctica.


Considera principios aquellas proposiciones que contienen la idea de una
determinación general de la voluntad que abraza muchas reglas prácticas. Los
clasifica como máximas si son subjetivos o leyes si son objetivos.

Algunos de los principios éticos más importantes incluyen:

• Beneficencia: Al igual que en la moral, la beneficencia ética destaca la


obligación de hacer el bien y promover el bienestar de los demás. Los
profesionales éticos a menudo se esfuerzan por maximizar el bienestar
general y minimizar el sufrimiento.
• No maleficencia: Este principio ético implica la obligación de no causar daño
intencionadamente. Los profesionales éticos se esfuerzan por evitar daños y
minimizar los riesgos asociados con sus acciones.
• Justicia: Similar al principio en la moral, la justicia ética se centra en la
equidad y la imparcialidad en la distribución de recursos y beneficios. Los
profesionales éticos buscan garantizar que todas las personas sean tratadas
con equidad y tengan igualdad de oportunidades.
• Integridad: La integridad ética implica la honestidad y la coherencia en el
pensamiento y la acción. Los profesionales éticos se esfuerzan por actuar de
manera consistente con sus valores y principios, evitando la duplicidad y la
falta de honestidad.
• Respeto a la dignidad: Al igual que en la moral, este principio ético reconoce
y valora la dignidad inherente de cada individuo. Implica tratar a las personas
con respeto, consideración y reconocimiento de sus derechos
fundamentales.
• Confidencialidad: Este principio ético destaca la importancia de mantener la
privacidad y la confidencialidad de la información confiada por otros. Los
profesionales éticos deben proteger la información confidencial y respetar la
privacidad de las personas.
• Responsabilidad: La responsabilidad ética implica asumir la responsabilidad
de las propias acciones y decisiones. Los profesionales éticos deben ser
conscientes de las consecuencias de sus elecciones y asumir la
responsabilidad de corregir errores.

Moral
La moral es el conjunto de costumbres y normas que se consideran «buenas»
para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad.
También es la diferenciación de intenciones, decisiones y acciones entre las que
se distinguen como propias (correctas) y las impropias (incorrectas). Se distingue
de la ética en que ésta es una moral transcultural o universal, aunque suelen
confundirse. La moral permite distinguir qué acciones son buenas y cuáles son
malas con criterios objetivos. Otra perspectiva la define como el conocimiento de
lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social.

El término «moral» tiene un sentido opuesto al de «inmoral» (contra la moral) y


«amoral» (sin moral). La existencia de acciones susceptibles de valoración moral
está fundamentada en el ser humano, como sujeto de actos voluntarios. Abarca
la acción de las personas en todas sus manifestaciones, además de que permite
la introducción y referencia de los valores.

Los conceptos y creencias sobre la moral llegan a ser considerados y codificados


de acuerdo a una cultura, religión, grupo, u otro esquema de ideas, que tienen
como función la regulación del comportamiento de sus miembros. La
conformidad con dichas codificaciones también puede ser conocida como moral
y se considera que la sociedad depende del uso generalizado de esta para su
existencia. En la práctica, suelen ser conductas morales basadas, no en
planteamientos religiosos, sino coherentes con una determinada antropología.
Pueden llegar a darse situaciones equívocas si se pretende negar valor ético a
comportamientos que tengan su origen en la religión.

Hay diversas definiciones y concepciones de lo que significa moral, lo que ha


sido tema de discusión y debate a través del tiempo. Múltiples opiniones
concuerdan en que el término representa aquello que permite distinguir entre el
bien y el mal de los actos, mientras que otros dicen que son solo las costumbres
las que se evalúan virtuosas o perniciosas.

Etimología
El término “moral” surge del latín mor, que significa “carácter” o
“costumbre”. Mor, a su vez, tiene su origen en moralis, que es el equivalente al
griego ethikós (“ética”). Por su origen común, moral y ética suelen usarse en el
mismo sentido, aun cuando no significan lo mismo: la ética es una disciplina
filosófica que, en todo caso, estudia los principios que regulan el comportamiento
moral.

Historia de la moral
Todas las sociedades tienen conductas que son el núcleo de una concepción
moral ampliamente compartida por los individuos del grupo. En Occidente han
sido importantes las concepciones morales de las religiones como el judaísmo,
y el cristianismo. En Oriente el confucianismo o el budismo también han ejercido
un fuerte influjo en el núcleo moral de sociedades asiáticas.

El mitólogo sueco M. P. Nilsson, a principios del siglo XX, expuso una teoría
según la cual los preceptos considerados tabú por las sociedades primitivas
estarían en el origen de la moral. El concepto de tabú, que en su origen suponía
una mera prohibición motivada por el «temor al daño», se habría refinado y
transformado con la aparición de religiones más elaboradas. Las disposiciones
resultantes de tal fusión prepararon el camino que condujo, en su etapa final, a
la aparición de la conciencia moral.6

Si bien es frecuente remontar la reflexión moral occidental a lo dicho por las


escuelas grecorromanas, donde la moral se enseñaba en forma de preceptos
prácticos, la reflexión moral fue muy importante en la antigüedad egipcia a juzgar
por la gran cantidad de textos de carácter moral que han sobrevivido. En
la antigüedad grecolatina, se elaboraron numerosos textos tales como
las Máximas de los siete sabios de Grecia, los Versos dorados de los poetas
de Grecia; o bien en forma de apólogos y alegorías hasta que después se revistió
de un carácter filosófico.

Los antiguos romanos concedían a las mores maiorum (‘costumbres de los


mayores’, las costumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de
precedentes judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, hasta tal punto
que durante más de dos siglos (hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre
las fuentes del derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos
precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas,
elaborado hacia el 450 a. C.

Ocupa importante lugar en las enseñanzas de Pitágoras, Sócrates, Platón


Aristóteles, Epicuro y, sobre todo, entre los estoicos (Cicerón, Seneca, Epicteto,
Marco Aurelio, etc.). Los neoplatónicos se inspiraron en Platón y los estoicos
cayeron en el misticismo. Los modernos han profundizado y completado las
teorías de los antiguos.

Principios de la moral
Lichtenberg señala que la moral consta de cuatro principios: el "filosófico", en el
que se pide hacer el bien por el bien mismo, por respeto a las leyes; el "religioso",
que indica hacer la voluntad de Dios; el "humano", que se hace porque el
bienestar propio lo requiere, es por amor propio; y finalmente, el "político", que
indica ciertas acciones porque se requiere la prosperidad de la sociedad de la
que formamos parte, se hace por consideración y amor tanto a la sociedad como
a uno mismo.
Desafortunadamente, se ha incrementado el uso del término "bueno" para
calificar a una persona obediente o dócil, que no está en contra de nada, pero
hay casos en que esta actitud no es buena en realidad. "Bueno" también es
calificativo para una persona que es original y no se acobarda ante la injusticia.
Sin embargo, sabemos que no existe un reglamento de conducta para
determinar si se es bueno o malo. Las opiniones que juzgan el comportamiento
suelen ser distintas. Para saber realmente si alguien es bueno o no, es necesario
incluso conocer las intenciones, mismas que no son suficientes, pues aun siendo
muy buenas, pueden cometerse grandes errores.

Existen varias teorías acerca de la naturaleza humana. Las humanistas


consideran que el ser humano es bueno por naturaleza; sin embargo, las teorías
autoritarias consideran que el hombre deber estar sometido o, en caso contrario,
sacará sus más perversos instintos.

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