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INTRODUCCIÓN

Fue a finales del siglo XIX cuando se crearon las primeras áreas naturales
protegidas a nivel mundial; sucedió en los Estados

Unidos de América, frente a la presión que generaba el nacimiento de nuevos


centros poblados y la demanda intensiva y creciente sobre los recursos
naturales y los ecosistemas para atender este proceso. Este mecanismo de
conservación se extendió por todo el continente americano antes de la mitad
del siglo

XX, en especial por la suscripción de un acuerdo internacional denominado


“Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas
Escénicas Naturales de los Países de América”, que dinamizó la creación de
las primeras áreas protegidas en el Perú.

Grandes debates se suscitaron a partir de ello, en especial en los años ochenta


del siglo XX, tanto en el ámbito nacional como internacional, sobre todo a partir
de dos dilemas que acompañaron a estos . El primero con relación a si las
áreas naturales protegidas debían ser “espacios sin gente”, o más bien debía
reconocerse la capacidad de las poblaciones locales en aportar a su manejo.

El segundo con relación a la contraposición de los conceptos de


“proteccionismo”, entendido como símil de intangibilidad absoluta y
“conservacionismo” asociado más a manejo.

Transcurrido el tiempo y confirmada la evidencia de la importancia de las áreas


naturales protegidas, hoy esos debates están agotados y existe consenso
absoluto sobre el rol de las acciones de conservación que estas áreas tienen
en estrategias de desarrollo; en la importancia de las áreas naturales
protegidas en el manejo de la infraestructura natural que sustenta el
crecimiento; en el reconocimiento de la participación de las poblaciones locales
en el manejo de los recursos naturales ubicadas al interior de estas ; en el
posible balance entre la conservación y las actividades económicas, bajo
lógicas de compatibilidad y mutuos beneficios y sin espíritu de exclusión.
ÁREAS PROTEGIDAS
1. ¿QUÉ ES UN ÁREA PROTEGIDA?

Tradicionalmente consideradas como parques nacionales, reservas naturales y


paisajes protegidos, en la actualidad el término ‘área protegida’ abarca
enfoques más recientes, como reservas de uso sostenible y áreas naturales
silvestres.

La UICN define un Área Natural Protegida como "una superficie de tierra y/o
mar especialmente consagrada a la protección y al mantenimiento de la
diversidad biológica, así como de los recursos naturales y los recursos
culturales asociados, y manejada a través de medios jurídicos u otros medios
eficaces".

La UICN divide las áreas protegidas en seis tipos, dependiendo de sus


objetivos:

Categoría I – Área protegida manejada principalmente con fines científicos o


para la protección de la naturaleza (Reserva Natural Estricta / Área Natural
Silvestre);

Categoría II – Área protegida manejada principalmente para la conservación


de ecosistemas y con fines de recreación (Parque Nacional);

Categoría III – Área protegida manejada principalmente para la conservación


de características naturales específicas (Monumento Natural);

Categoría IV – Área protegida manejada principalmente para la conservación,


con intervención a nivel de gestión (Área de Manejo de Hábitat / Especies);

Categoría V – Área protegida manejada especialmente para la conservación


de paisajes terrestres y marinos y con fines recreativos (Paisaje Terrestre y
Marino Protegido);

Categoría VI – Área protegida manejada principalmente para la utilización


sostenible de los ecosistemas naturales (Área Protegida con Recursos
Manejados).
Las categorías reflejan la escala de intervención del manejo. En las Categorías
I-III, la protección estricta es la regla y los procesos naturales son de
importancia fundamental, los sitios de las Categorías II y III combinan esto con
instalaciones para visitantes. En la Categoría IV, en realidad la reserva natural
manejada, el administrador interviene para conservar o de ser necesario
restaurar especies o hábitats. La Categoría V protege los paisajes culturales
habitados, con cultivos y otras formas de uso de la tierra. La nueva Categoría
VI, la reserva de uso sostenible, es un área protegida deliberadamente
establecida para permitir el uso de los recursos naturales, principalmente para
beneficio de las poblaciones locales.

2. ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS DEL PERÚ


El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado
(SERNANP) fue creado el 13 de mayo del año 2008,1 como organismo
público técnico especializado adscrito al Ministerio del Ambiente y ente
rector del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado
(SINANPE).
El SINANPE está conformado por las áreas naturales protegidas de
administración nacional (ANP), como patrimonio natural de la Nación,
que se complementa con las Áreas de Conservación Regional
(ACR) y las Áreas de Conservación Privada (ACP). Por la diversidad
biológica y los valores asociados de interés cultural, paisajístico y
científico que albergan, las ANP cuentan con un sistema normativo e
institucional dirigido a tutelar su conservación a perpetuidad.
Actualmente, existe un total de ciento ochenta y tres (183) áreas
protegidas, que comprenden 22 530 983,16 hectáreas distribuidas en
costa, sierra y selva, así como en el Mar de Grau; lo que representa el
17,22 % del territorio nacional.
El esfuerzo que requiere desplegarse para lograr su conservación
efectiva y el cumplimiento de sus objetivos conducen necesariamente a
promover mecanismos de cooperación con el sector público en sus tres
niveles de gobierno, el sector privado y las poblaciones locales, así
como con la cooperación internacional.
En consideración a ello, durante los últimos cinco años, el SERNANP ha
desarrollado una estrategia para integrar las áreas protegidas en las
agendas de desarrollo sostenible de los gobiernos locales y regionales,
mediante reuniones macro regionales.
Un componente clave para la gestión de las áreas protegidas es el
valioso trabajo que realizan los guarda parques, especialistas y jefes de
ANP a quienes reconocemos y agradecemos su vocación, esfuerzo y
dedicación como verdaderos artífices de la conservación. Ellos no solo
tienen a su cargo las labores de control y vigilancia de las áreas; sino
que, fundamentalmente, realizan acciones de sensibilización y
orientación a las poblaciones locales para que aprovechen
sosteniblemente los recursos naturales y se involucren como nuestros
aliados, bajo la siguiente premisa:

La conservación solo es sostenible si el poblador percibe que los


ecosistemas adecuadamente manejados en las áreas naturales
protegidas pueden brindar beneficios económicos tangibles para él
y su familia.

El aprovechamiento de los recursos naturales constituye una estrategia


que ha empoderado a las comunidades y las organizaciones de
productores locales, toda vez que les permite forjar su camino para
convertirse en pequeños empresarios y, fundamentalmente, incrementar
sus niveles de ingresos y su calidad de vida. Estas acciones de manejo
sostenible reducen amenazas de pérdida de biodiversidad y generan
una cultura de conservación y consumo de insumos provenientes de
cultivos sostenibles. Como resultado, las comunidades locales se
convierten en los mejores aliados para la conservación de las áreas
protegidas.
Como resultado de esta estrategia, se promueve la formalización para el
aprovechamiento de los recursos naturales, como un mecanismo eficaz
y motivador para brindar un mayor respaldo y generar nuevas ventajas
comparativas en un mercado justo.
En este punto destaca el aprovechamiento del recurso “paisaje”, que ha
generado el desarrollo de actividades de turismo sostenible y han
empoderado a las ANP como los principales destinos turísticos del Perú.
Esto solo es posible debido a su buen estado de conservación, pues
“lugares únicos regalan experiencias únicas”.
En ese sentido, es importante el avance realizado en busca de la
eficiencia del gasto público, insertando la gestión financiera en el marco
del presupuesto por resultados como, por ejemplo, al ser el ente rector
del Programa Presupuestal (PP: 057): “Mejora en la conservación de la
diversidad biológica y aprovechamiento sostenible de los recursos
naturales en ANP”. De igual manera, debe resaltarse la articulación de
nuestra misión institucional con el cumplimiento de instrumentos de
planificación como el Plan Estratégico Institucional (PEI) 2014-2018 y el
Plan Director de las Áreas Naturales Protegidas (PD); los mismos que se
articulan al Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) y a otros
instrumentos de mayor alcance, como el Plan Nacional de Acción
Ambiental (PLANAA) y el Plan Bicentenario.
En el Informe que el SERNANP presenta a continuación se exponen los
avances en la implementación del PD, como máximo instrumento de
planificación y orientación del SINANPE, los logros obtenidos por el
SERNANP en el periodo 2011-2016 y los, principales desafíos futuros en
la gestión de las ANP como eje fundamental del desarrollo sostenible del
Perú.
TABLA 1. NÚMERO Y EXTENSIÓN DE LAS ANP A JULIO DEL AÑO 2011
MAPA 1. MAPA DE REPRESENTATIVIDAD DEL SINANPE AL 2011
CONCLUSIONES

 El PNRA como información básica cuenta con dos estudios de manera


separada, uno en el sector oriental y otro en el sector occidental, cada
uno con enfoques diferentes que no ha sido suficiente para establecer
un plan integral de conservación y protección de los recursos naturales y
culturales.
 El PNRA es una de las ANP del Perú que tiene la categoría de
Patrimonio mixto Natural y Cultural de la humanidad.
 Existen ecosistemas frágiles en el PNRA, como los pajonales de puna
en peligro, que se necesita proteger y conservar ya que constituyen
refugio de flora y fauna importante.
 Las especies de fauna en peligro de extinción son el mono choro de cola
amarilla, el oso de anteojos y la taruca principalmente.
 Existe presencia de ganado vacuno al interior del Parque en el sector
occidental que pone en peligro la conservación de especies nativas
como la taruca.
 Es preocupante la existencia de concesiones mineras al interior del
PNRA.
 La presencia de especies exóticas como la trucha arco iris y el eucalipto,
afectan la fauna y flora propia del Parque.
 Existen 36 sitios arqueológicos registrados de alto valor cultural.
 Se propone la zonificación del Parque acorde a la normatividad vigente.
 Se han registrado 903 especies de fauna silvestre y 1 134 especies de
plantas en el PNRA.

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