RESUMEN

La robótica se ha convertido en un campo multidisciplinario que redefine la

interacción entre la tecnología y la sociedad. La combinación de sistemas
mecánicos, eléctricos, de control, software e inteligencia artificial ha permitido la
creación de robots autónomos capaces de desempeñar diversas funciones en
entornos industriales, de servicios y más allá. Su capacidad para adaptarse y
aprender, respaldada por algoritmos avanzados, los posiciona como herramientas
versátiles con un potencial ilimitado en campos como la medicina, la exploración
espacial y la agricultura.

A pesar de los emocionantes avances, la creciente presencia de robots plantea

desafíos éticos y sociales. La interacción entre humanos y robots plantea preguntas
sobre seguridad, privacidad y el impacto en el empleo. Abordar estos problemas de
manera responsable es esencial para garantizar que la integración de la robótica en
la sociedad tenga un impacto positivo y sostenible. En última instancia, la robótica no
solo representa una revolución tecnológica, sino también un cambio en la forma en
que concebimos la colaboración entre humanos y máquinas, destacando la
importancia de mantener un enfoque ético y reflexivo a medida que continuamos
explorando las posibilidades transformadoras de esta disciplina.

La versatilidad de los robots se destaca por su capacidad para desempeñar diversas

funciones en entornos variados, como la medicina, la exploración espacial y la
agricultura. Además, su influencia se extiende más allá de la eficiencia y la
productividad, alcanzando la esfera educativa, donde proporcionan experiencias
prácticas para estudiantes y estimulan el interés en áreas clave como ciencia y
tecnología. No obstante, el crecimiento de la robótica plantea desafíos éticos y
sociales, enfocándose en la seguridad, privacidad y el impacto en el empleo. En
última instancia, estas características destacan la necesidad de abordar de manera
responsable el papel cada vez más relevante de la robótica en nuestra sociedad.