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Campus Tláhuac.
En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales y sociales que
enfrentamos, el concepto de desarrollo sostenible se ha vuelto esencial en la agenda global. El
desarrollo sostenible se refiere a la búsqueda de un equilibrio entre el crecimiento económico,
la equidad social y la preservación del medio ambiente a lo largo del tiempo. En este
contexto, dos elementos cruciales emergen como pilares fundamentales para alcanzar este
objetivo: el estilo de vida sostenible y el consumo sostenible.
El estilo de vida sostenible se trata de la manera en que las personas viven y se comportan en
su vida cotidiana, considerando cuidadosamente el impacto de sus acciones en el entorno
natural y en la sociedad. Esto implica tomar decisiones conscientes que promuevan la
preservación de recursos, la mitigación del cambio climático y la justicia social. Por otro
lado, el consumo sostenible se centra en las elecciones y hábitos relacionados con la
adquisición y uso de bienes y servicios, con un enfoque en la responsabilidad y la ética.
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ESTILO DE VIDA:
El estilo de vida es una parte integral de la identidad de una persona y puede variar
significativamente de una persona a otra, influenciado por factores culturales, sociales,
económicos y personales. Algunas personas pueden tener estilos de vida activos y saludables,
mientras que otras pueden optar por un enfoque más relajado o indulgente. También, el estilo
de vida puede cambiar a lo largo del tiempo a medida que las circunstancias y las
preferencias personales evolucionan.
En el contexto del desarrollo sostenible, un estilo de vida sostenible se caracteriza por tomar
decisiones conscientes que minimicen el impacto negativo en el medio ambiente y
promuevan la equidad social. Esto incluye acciones como reducir el consumo de recursos
naturales, disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, adoptar hábitos de
consumo responsable y apoyar prácticas éticas y sostenibles en todos los aspectos de la vida
diaria.
CONSUMO:
El consumo se refiere al acto de adquirir y utilizar bienes y servicios para satisfacer las
necesidades y deseos de las personas. Es un aspecto fundamental de la vida cotidiana y de la
economía en general, ya que implica la compra y utilización de productos y servicios para
satisfacer una variedad de propósitos, como alimentación, vivienda, transporte,
entretenimiento, educación, salud y más.
En el contexto del desarrollo sostenible, se promueve el concepto de "consumo sostenible",
que implica tomar decisiones de consumo de manera consciente y responsable, considerando
el impacto ambiental y social de las elecciones de compra y optando por productos y
servicios que sean respetuosos con el medio ambiente y socialmente responsables. El
consumo sostenible busca equilibrar las necesidades presentes con la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
CONSUMO SOSTENIBLE:
Productos Eco amigables: Buscar productos que sean respetuosos con el medio
ambiente, con etiquetas como "orgánico", "reciclado" o "hecho con energía
renovable", puede fomentar un consumo más sostenible.
Reducción de Residuos: Adoptar un enfoque de "cero desperdicios" implica reducir al
máximo la generación de residuos. Esto se logra mediante la compra a granel, la
reutilización de envases y la reducción de productos desechables.
Economía Circular: La economía circular busca minimizar el desperdicio y maximizar
la reutilización de recursos. Esto implica reciclar materiales, reparar productos en
lugar de desecharlos y promover la reutilización.
Consumo Responsable de Energía: Elegir fuentes de energía renovable y utilizar
dispositivos de alta eficiencia energética en el hogar y en la empresa puede reducir la
huella de carbono relacionada con la energía.
Referencias:
de Vida, E. (2015). ESTILOS DE VIDA Y CONSUMO. Tecnm.mx.
https://hopelchen.tecnm.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r88508.PDF
http://ronaldotdiaz.blogspot.com/2017/12/35-estilos-de-vida-y-
consumo.html