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Demócrito (460 a.C.), filósofo y matemático griego, es a quien se le atribuye la aportación de deducir la
existencia del átomo. Él pensó que cualquier porción de sustancia se podría dividir hasta un punto en que ya
no fuera posible, a esta porción de materia le llamó átomo, término que en griego significa “que no se puede
dividir”; sin embargo, fue hasta 1800 que el químico inglés John Dalton realizó experimentos con diferentes
productos químicos que mostraron que la materia, en efecto, parecía consistir en partículas grumosas
fundamentales (átomos). Posteriormente J.J. Thomson, Max Planck, Albert Einstein, Ernest Rutherford, entre
otros, realizaron diferentes experimentos y finalmente en 1912 el físico danés, Niels Bohr, desarrolló lo que
hoy conocemos como el modelo atómico de Bohr. Este modelo se toma como base para desarrollar los
fundamentos de la estructura de la materia y la mecánica cuántica.
Para conocer sobre distintos modelos atómicos, haz clic en el siguiente video:
Socrática Español (2014, 11 de abril). Química y Física: Primeros modelos de átomo (Dalton,Thomson,Rutherford, y Bohr). [Archivo de video].
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=qzXvNh-mwys
Explicación
El concepto de átomo ha estado en constante evolución, cada modelo explicó en su momento todos los datos
experimentales de que se disponía, pero con el tiempo fue necesario modificar cada modelo para adaptarlo a
los nuevos datos. Cada modelo se apoya en los anteriores, conservando determinados aspectos y
modificando otros.
La primera idea sobre el átomo procede de un razonamiento filosófico, propuesto por dos filósofos griegos:
Demócrito y Leucipo, quienes pensaron que toda la materia estaba formada por pequeñas estructuras
indivisibles a las cuales les llamaron átomos, esta idea fue rechazada principalmente por Aristóteles.
Este modelo fue propuesto en 1808 por John Dalton, el modelo de Dalton es el primero que se apoya en
evidencia científica. Propone que la materia está formada por átomos, además establece el primer postulado
de la teoría atómica, dicho postulado, de acuerdo a Chang, R. (2010), considera los siguientes puntos:
• Todos los elementos están formados por partículas pequeñas llamadas átomos, los cuales son
indivisibles.
• Todos los átomos de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen igual tamaño, masa y
propiedades químicas, pero son diferentes a los átomos de otros elementos.
• Los compuestos están formados por la unión de dos o más átomos de elementos diferentes.
• Una reacción química se debe a la unión, separación o reordenamiento de los átomos, nunca
supone la creación o destrucción de los mismos.
J.J. Thompson al descubrir los electrones, explicó que el átomo sí se puede dividir en partículas
fundamentales:
Thompson describe al átomo como una esfera con carga eléctrica positiva, en la cual se distribuyen los
electrones como si fueran las pasas en un pastel. Este modelo, llamado “modelo del pudín de pasas”, se
aceptó como una teoría durante algunos años (Chang, R. 2010).
En 1910, Ernest Rutherford, experimentó con una delgada lámina de oro, la cual bombardeó con rayos alfa,
durante el experimento observó que algunas partículas eran desviadas hasta con un ángulo de 90 grados e
incluso algunas rebotaban en la lámina y volvían hacia atrás. (Chang, R. 2010)
El número atómico (Z) especifica el número de protones presentes en el núcleo del átomo de un elemento.
Los átomos son eléctricamente neutros, lo cual indica que el número de protones es igual al número de
electrones, de manera que el número atómico también indica el número de electrones presentes en un
átomo. Por ejemplo, el número atómico del átomo de oxígeno es 8, los que significa que tiene 8 protones y 8
electrones. El número de masa (A) es la suma del número de neutrones (N) mas el número de protones (Z).
(Chang, R. 2010).
A=Z+N
La forma aceptada para representar el número atómico y el número de masa de un elemento es:
Elemento Símbolo A Z N p e
Cobre Cu 64 29 25 29 29
secundario o sodio Na 23 11 12 11 11
Catión y anión
Cuando un átomo pierde electrones se convierte en un ion positivo llamado catión, pero si gana electrones se
convierte en un ion negativo llamado anión.
Isótopos: Son átomos del mismo elemento que presentan las mismas propiedades, pero diferente número
de neutrones, y como consecuencia, diferente número de masa.
En 1926, el físico austriaco Erwin Schrödinger, formuló una ecuación que describe el comportamiento y la
energía de las partículas subatómicas. La ecuación de Schrödinger dio inicio a la mecánica cuántica. El modelo
atómico de la mecánica cuántica fue establecido por Schrödinger (1927), este modelo engloba la hipótesis de
Louis de Broglie y el principio de indeterminación de Heisenberg. En la mecánica cuántica se requieren
tres números cuánticos para describir la distribución de los electrones en el hidrógeno y otros átomos. Estos
números se derivan de la solución matemática de la ecuación de Schrödinger para el átomo de hidrógeno. En
este modelo atómico, se utilizan los mismos números cuánticos que en el modelo de Bohr y con los mismos
valores permitidos, pero cambia su significado físico, puesto que ahora hay que utilizar el concepto de orbital.
(Chang 2010).
Imagen obtenida de http://elfisicoloco.blogspot.mx/2013_12_01_archive.html. solo para fines educativos
Números
Significado físico Valores permitidos
cuánticos
• Define la energía total del electrón (nivel energético en el que
Números enteros del 1,
principal (n) se encuentra el electrón).
2, 3...7
• Distancia del electrón al núcleo.
Para entender el comportamiento de los átomos, necesitamos conocer la configuración electrónica, la cual
explica con detalle la distribución de los electrones dentro del átomo y su ordenamiento en los niveles de
energía y para comprender adecuadamente la configuración electrónica es importante conocer los siguientes
principios:
• Principio de Exclusión de Pauli: “Dos electrones del mismo átomo no pueden tener los mismos
números cuánticos idénticos, y por lo tanto un orbital no puede tener más de dos electrones”.
• Regla de máxima multiplicidad de Hund. Este principio establece que para orbitales de igual
energía, la distribución más estable de los electrones, es aquella que tenga mayor número de
espines paralelos, es decir los electrones se colocan con el mismo espín hasta que todos tengan
uno y después se completan con espín opuesto.
Los orbitales se van llenando en el orden en que aparecen, siguiendo esas diagonales, empezando siempre
por el 1s. Empleando la regla de las diagonales, la configuración electrónica estándar para cualquier átomo, es
la siguiente:
1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2 4f14 5d10 6p6 7s2 5f14 6d10 7p6
La distribución de niveles, subniveles, orbitales y número de electrones posibles en ellos se resume, para las 4
primeras capas, en la siguiente tabla:
Niveles de energía o capa
1 (K) 2 (L) 3 (M) 4 (N)
(n)
Tipo de subniveles s sp spd spdf
Número de orbitales en
1 13 135 1357
cada subnivel
Denominación de los
1s 2s 2p 3s 3p 3d 4s 4p 4d 4f
orbitales
Número máximo de
2 2-6 2 - 6 - 10 2 - 6 - 10 - 14
electrones en los orbitales
Número máximo de
electrones por nivel de 2 8 18 32
energía o capa
Sodio:
Plata:
47 Ag 1s2 , 2s2 , 2p6, 3s2 , 3p6, 4s2 , 3d10, 4p6, 5s2 , 4d9
Cloro:
Manganeso:
Cuando se conoce la configuración electrónica de un elemento se puede predecir el número atómico, el grupo
y el período en que se encuentra dicho elemento en la tabla periódica.
La suma de los electrones es su número atómico, en este caso es 17, el nivel más grande representa el
período en el que se encuentra el elemento, en este ejemplo el nivel más grande es 3, lo cual quiere decir que
el elemento se encuentra en el tercer período de la tabla periódica. La suma de los electrones de valencia
(electrones del último nivel de energía), representa el grupo al que pertenece, la suma de los electrones de
valencia es 7, el elemento por tanto se ubica por lo tanto en el grupo 7.
Estados de la materia
Se pueden obtener distintos estados (fases) de cualquier sustancia o elemento modificando sus condiciones
de temperatura o presión; a estos cambios se les denomina estados de agregación de la materia, en relación
con las fuerzas de unión de las partículas (moléculas, átomos o iones) que la constituyen. Todos los estados
de agregación poseen propiedades y características diferentes; las fases más conocidas y observables
cotidianamente son: sólida, líquida, gaseosa y plasmática.
1. fase sólida.
2. fase líquida
3. fase gaseosa
4. fase de fluido supercrítico.
A: punto triple.
B: punto crítico
Estado sólido
Los objetos se presentan como cuerpos de forma definida; sus átomos se entrelazan formando estructuras
estrechas y definidas, lo que les da la capacidad de soportar fuerzas sin producir alguna deformación
aparente. Generalmente son duros y resistentes y en ellos las fuerzas de atracción son mayores que las de
repulsión.
Estado gaseoso
Si se incrementa más la temperatura se alcanza el estado gaseoso. Las moléculas del gas se encuentran
prácticamente libres, de modo que son capaces de distribuirse por todo el espacio en el cual son contenidos.
El estado gaseoso posee cohesión nula, no tiene forma definida y su volumen es variable.
Estado de plasma
Para cada elemento o compuesto químico existen determinadas condiciones de presión y temperatura en las
que se producen los cambios de estado, de tal forma que en condiciones normales hay compuestos en
estado sólido, líquido y gaseoso (S, L y G). Los procesos en los que una sustancia cambia de estado son:
Cierre
El átomo, como la esencia propia de la materia, ofrece la oportunidad de comprender y explicar la estructura
de las moléculas, y los estados de agregación; gracias a este conocimiento, se han llevado a cabo una gran
cantidad de estudios que tienen como objetivo buscar múltiples aplicaciones industriales para brindar una
mejor calidad de vida.
Tema 7. Estructura electrónica de los átomos
Introducción
El hombre siempre ha buscado una explicación a todo lo que le rodea, en un principio lo hacía de forma
empírica, con el desarrollo de la ciencia las explicaciones se han basado en evidencia científica. Respecto al
conocimiento sobre la estructura de la materia, inicialmente se creyó que los elementos de toda materia eran
el agua, la tierra, el fuego y el aire, pero con el desarrollo de las técnicas de experimentación, los científicos
observaron que la materia es en realidad más compleja de lo que se pensaba.
Debido al descubrimiento de nuevos elementos, los químicos del siglo XIX vieron la necesidad de ordenarlos,
para lograrlo se basaron en las masas atómicas conocidas y las tendencias periódicas en las propiedades
físicas y químicas de los elementos. Cabe mencionar que sus esfuerzos para sistematizar la química de los
elementos resultaron notablemente acertados, pues en ese tiempo no había aun conocimientos sobre las
partículas atómicas, ni de la teoría cuántica y la configuración electrónica, la cual, como ahora sabemos,
explica la mayoría de las propiedades de los elementos.
La necesidad de organizar la información disponible hasta ese momento sobre la estructura y propiedades de
las sustancias elementales, condujo al desarrollo de la tabla periódica, en la que se encuentran agrupados los
elementos que tienen propiedades químicas y físicas semejantes.
Explicación
De acuerdo a Chang, R (2010). En 1817 Döbereiner explicó la existencia de similitudes entre elementos
agrupados en tríos que él denominó “tríadas”. La tríada del cloro, del bromo y del yodo es un ejemplo. Este
científico puso en evidencia que la masa de uno de los tres elementos de la triada es intermedia entre la de
los otros dos. En 1850 se logró una primera clasificación coherente de los elementos químicos (Lenntech,
2015).
En 1864, el químico inglés John Newlands observó que cuando los elementos se ordenaban según sus masas
atómicas, cada octavo elemento mostraba propiedades semejantes. Newlands se refirió a esta peculiar
relación como la ley de las octavas. Sin embargo, tal “ley” resultó inadecuada para elementos de mayor masa
que el calcio, por lo cual el trabajo de Newlands fue rechazado por la comunidad científica (Chang, R. 2010).
En 1869, el químico ruso Dimitri Mendeleev y el químico alemán Lothar Meyer propusieron de manera
independiente un ordenamiento para los elementos, basado en la repetición periódica y regular de sus
propiedades. En el sistema de clasificación, Mendeleev agrupó los elementos en forma más exacta, de
acuerdo con sus propiedades, además predijo las propiedades de varios elementos que aún no se descubrían.
Por ejemplo, M planteó la existencia de un elemento desconocido que llamó ekaaluminio y predijo algunas de
sus propiedades. Con el descubrimiento del galio, notó que sus propiedades coincidían significativamente con
las propiedades que pronosticó para el eka-aluminio. La tabla periódica de Mendeleev incluyó los 66
elementos que se conocían hasta entonces. En 1900 ya se habían incorporado en la lista alrededor de 30
elementos más, con lo que se completaron algunos de los espacios vacíos.
El trabajo de Mendeleev presentaba algunas incongruencias. Por ejemplo, la masa atómica del argón (39.95
uma) es mayor que la del potasio (39.10 uma). Si los elementos se hubieran ordenado solo de acuerdo con su
masa atómica creciente, el argón debería aparecer en la posición que ocupa el potasio y el potasio debería
ocupar la del argón, estas incongruencias hicieron pensar que otra propiedad diferente a la masa atómica
debería ser la base de la periodicidad observada.
En 1913, el físico inglés, Henry Moseley, encontró que el número atómico aumenta en el mismo orden que la
masa atómica. Con esta observación cobraban sentido las discrepancias que presentaba la explicación de
Mendeleev. Por ejemplo el número atómico del argón es 18, y el del potasio, 19, por lo que este último debe
colocarse después del argón en la tabla periódica. Moseley reordenó los elementos en orden creciente de
número atómico.
El conocer las propiedades y tendencias dentro de un grupo o periodo de la tabla periódica, permite predecir
con mucha exactitud sus propiedades.
En la tabla periódica moderna los elementos están acomodados de acuerdo con su número atómico (que
aparece sobre el símbolo del elemento) en filas, llamadas periodos, y en columnas, conocidas
como grupos o familias, de acuerdo con sus semejanzas en las propiedades químicas.
Sin embargo, por conveniencia, algunos grupos de elementos tienen nombres especiales.
• Los elementos del grupo 1A (Li, Na, K, Rb, Cs y Fr) se llaman metales alcalinos.
• Los elementos del grupo 2A (Be, Mg, Ca, Sr, Ba y Ra) reciben el nombre de metales alcalinotérreos.
• Los elementos del grupo 7A (F, Cl, Br, I y At) se conocen como halógenos.
• Los elementos del grupo 8A (He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn) son los gases nobles o gases raros.
Bloque I: Elementos representativos son los elementos de los grupos A, todos los cuales tienen incompletos
los subniveles s o p, de tal forma que su configuración electrónica termina en s o p. Con excepción del helio,
los gases nobles (los elementos del grupo 8A), tienen el subnivel p completamente lleno.
Bloque II: Elementos de transición son los elementos de los grupos B, los cuales tienen incompleto el
subnivel d, o forman fácilmente cationes con el subnivel d incompleto. Su característica es que la
configuración electrónica de estos elementos termina en d.
Bloque III: Elementos de transición interna son lantánidos y actínidos, algunas veces se denominan
elementos de transición del bloque f porque su subnivel f está incompleto.
La tabla periódica es una herramienta útil que correlaciona las propiedades de los elementos en forma
sistemática y ayuda a hacer predicciones respecto al comportamiento químico.
Para conocer más sobre la tabla periódica, haz clic en el siguiente video:
Quimitube Tu libro de Química (2012, 15 de agosto). QUIMICA Tabla periódica actual - Clasificación de los elementos químicos. [Archivo de
video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=65dDwvVHAv0
El desarrollo de la tabla periódica y el inicio de la mecánica cuántica sirvieron como base para conocer la
configuración electrónica, lo cual fue el punto de partida para entender cómo se unen los elementos para
formar compuestos. En la formación de los enlaces químicos entre dos o más elementos, solo participan los
electrones de valencia. Lewis explicó una forma sencilla para representar los enlaces químicos, a dicha
representación se le denomina símbolos de puntos de Lewis.
Para conocer el número de electrones de valencia de un elemento, se describe la configuración electrónica del
elemento. (Fernández, G. 2010).
Ejemplo:
Fuente imagen obtenida de http://www.monografias.com/trabajos104/electrones-atomos/electrones-atomos.shtml.
Solo para fines educativos.
Los enlaces químicos son las fuerzas que mantienen unidos a los átomos. Cuando los átomos se enlazan
entre sí, ceden, aceptan o comparten electrones. Son los electrones de valencia los que determinan de qué
forma se unirá un átomo con otro y las características del enlace. Todos los enlaces químicos son el resultado
de la atracción de dos o más electrones. El enlace químico les confiere estabilidad a los compuestos químicos
diatómicos y poliatómicos.
Concepto de electronegatividad
La electronegatividad es la fuerza con la cual los elementos atraen electrones, cuando forman parte de un
enlace químico.
Generalmente, los átomos aceptan o donan electrones alcanzando el número de electrones de un gas noble,
los cuales son poco reactivos y estables electrónicamente. Por este motivo los elementos cercanos a ellos
pueden alcanzar esta misma estabilidad ya sea aceptando o donando electrones.
En el enlace iónico un elemento gana electrones y otro los pierde, dando como resultado la formación de
iones con carga eléctrica diferente que se atraen para formar una molécula eléctricamente neutra; esta
interacción ocurre entre dos átomos que tengan una diferencia de electronegatividad superior a 2.0.
Los compuestos formados por enlaces iónicos forman redes cristalinas cúbicas, como lo muestra la imagen.
En este tipo de enlace los electrones se comparten de forma equitativa, cada elemento aporta un electrón, se
forma entre átomos iguales y la diferencia de electronegatividad es cero. Este tipo de enlace también se
presenta cuando se unen elementos entre los cuales existe muy poca diferencia de electronegatividad, por
ejemplo, la diferencia de electronegatividad entre dos átomos de nitrógeno es cero; un ejemplo de dos
átomos diferentes es el metano (CH4), el carbono tiene una electronegatividad de 2.5 mientras que el
hidrógeno de 2.1, la diferencia de electronegatividad entre ambos es 0.4, la cual es menor a 0.5; por lo que
este enlace se considera no polar.
En este tipo de enlace los electrones se comparten de forma no equitativa, esto se debe a la
electronegatividad, los elementos más electronegativos, atraen más los electrones, alejándolos del elemento
menos electronegativo, lo cual origina una densidad de carga positiva y una negativa a lo cual se le llama
dipolo. La diferencia de electronegatividad entre los elementos que están unidos por un enlace covalente
polar es entre 0.5 y 2.0, la diferencia no es lo suficientemente grande para que exista una transferencia
completa de electrones.
Imagen obtenida de http://www.genomasur.com/BCH/BCH_libro/capitulo_01.htm.
solo para fines educativos.
En este tipo de enlace los electrones se comparten, pero un solo elemento aporta los dos electrones, un
enlace covalente coordinado en nada se puede distinguir de un covalente no polar ya que las características
del enlace no se modifican.
Características de los compuestos que están unidos por enlaces covalentes (UAG, 2015):
Para conocer más sobre los tipos de enlace, haz clic en el siguiente video:
El siguiente enlace es externo a la Universidad Tecmilenio, al acceder a éste considera que debes apegarte a
sus términos y condiciones.
Enlace metálico
Un enlace metálico es un enlace químico que mantiene unidos los átomos (unión entre cationes y los
electrones de valencia) de los metales entre sí. La cercanía que hay entre los átomos da lugar a estructuras
muy compactas. Son redes tridimensionales que forman la estructura típica de empaquetamiento compacto
de esferas. En este tipo de estructura cada átomo metálico está rodeado por otros doce átomos (seis en el
mismo plano, tres por encima y tres por debajo). Además, debido a la baja electronegatividad que poseen los
metales, los electrones de valencia son extraídos de sus orbitales y tienen la capacidad de moverse libremente
a través del compuesto metálico, lo que otorga a éste las propiedades eléctricas y térmicas.
Las características de los elementos metálicos son producidas por la naturaleza del enlace metálico.
• Suelen ser sólidos a temperatura ambiente, excepto el mercurio, y sus puntos de fusión y
ebullición varían notablemente.
• Las conductividades térmicas y eléctricas son muy elevadas (esto se explica por la enorme
movilidad de sus electrones de valencia).
• Presentan brillo metálico, por lo que son menos electronegativos.
• Son dúctiles y maleables (la enorme movilidad de los electrones de valencia hace que los cationes
metálicos puedan moverse sin producir una situación distinta, es decir, una rotura).
• Pueden emitir electrones cuando reciben energía en forma de calor.
• Tienden a perder electrones de sus últimas capas cuando reciben cuantos de luz (fotones),
fenómeno conocido como efecto fotoeléctrico.
Cierre
La tabla periódica actualizada clasifica, organiza y distribuye la información necesaria de los elementos
químicos de acuerdo a su estructura atómica y a sus propiedades fisicoquímicas. Su conocimiento nos
permite manipularlos con fines industriales, para desarrollar nuevos materiales que permitan mejorar
nuestra calidad de vida.
Una reacción química es un proceso en el cual las sustancias denominadas reactivos se transforman en
productos de la reacción. En las reacciones químicas se producen cambios en la estructura electrónica
debidos a la rotura de enlaces químicos de los reactivos y la formación de nuevos enlaces químicos para
formar nuevas sustancias. Los cambios químicos están asociados a cambios energéticos, estudiados por una
subdivisión de la rama de la química denominada termodinámica química (Pérez, J. 2013).
Fe+2 + O2 → 2FeO
• Reacción química inducida: ejemplo al colocar una cinta de magnesio en presencia de oxígeno, la
reacción no se realiza, es necesario una llama para inducir la reacción obteniéndose óxido de
magnesio.
Imagen obtenida de
http://www.portalhuarpe.com.ar/medhime20/Talleres/TALLERES%20SECUNDARIOS%20UNSJ/CENTRAL/07Reacciones%20Quimicas/imag
es/foto2.png
Solo para fines educativos.
Para conocer más sobre los tipos de reacciones químicas, haz clic en el siguiente video:
López, M. (2011, 18 de mayo) Física y Química - Tipos de reacciones químicas. [Archivo de video]. Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=VZ8SWIRs2Bg
Explicación
Desde un punto de vista de la química inorgánica, se pueden postular dos grandes modelos para las
reacciones químicas de los compuestos inorgánicos:
Sin embargo, también se pueden clasificar de acuerdo al mecanismo de reacción y al tipo de productos que
resultan de la reacción.
La electroquímica es la rama de la química que estudia la transformación entre la energía eléctrica y la energía
química. Los procesos electroquímicos son reacciones redox (oxidación-reducción) en donde la energía
liberada por una reacción espontánea se convierte en electricidad o donde la energía eléctrica se aprovecha
para inducir una reacción química no espontánea.
Las reacciones redox forman parte importante del mundo que nos rodea, por ejemplo las combustiones, la
acción de los blanqueadores, la respiración la metalurgia y la corrosión, son algunas de las diferentes
reacciones tipo redox. El conocimiento de estas reacciones permite control su control en la vida diaria o en las
industrias, por ejemplo, la corrosión de diversas estructuras genera pérdidas económicas y contaminación
ambiental, por tal razón su control permite que sean más amigables con el ambiente.
Reducción: Un elemento químico se reduce cuando el elemento gana electrones y como consecuencia su
número de oxidación (valencia) disminuye.
Los números que aparecen en la parte superior derecha de los símbolos, indican su número de oxidación. En
la reacción se observa como el magnesio aumenta su número de oxidación al pasar de 0 a +2, lo cual indica
que se oxidó en dos valores, por otro lado el hidrógeno disminuyó su número de oxidación al pasar de +1 a
cero, lo cual indica que se redujo en un valor.
4. Escribir la diferencia de números de oxidación de un mismo elemento, por ejemplo el cobre que
estaba en cero y pasó a +2, la diferencia es 2, y el nitrógeno que estaba en +5 y pasó a +2, la
diferencia es 3.
Una celda galvánica o voltaica es un dispositivo experimental para generar electricidad mediante una reacción
redox espontánea. Los componentes fundamentales de las celdas galvánicas se muestran en la imagen
(UNPSJB, 2015):
Imagen obtenida de http://es.slideshare.net/darkgen/electroqumica. Solo para fines educativos.
Una barra de zinc metálico se sumerge en una disolución de ZnSO4 y una barra de cobre se sumerge en una
disolución de CuSO4. El funcionamiento de la celda se basa en el principio de que la oxidación de Zn+2 a Zn y la
reducción de Cu+2 a Cu se pueden llevar a cabo simultáneamente, pero en recipientes separados, se observa la
transferencia de electrones, a través del alambre conductor. La distribución de electrodos (Zn y Cu) y de
disoluciones (ZnSO4 y CuSO4) se conoce como celda de Daniell. En una celda galvánica, la oxidación se lleva a
cabo en el ánodo y el cátodo se realiza la reducción (Valladares, s.f.).
Electrodo de Zn (ánodo):
Electrodo de Cu (cátodo):
El voltaje a través de los electrodos de una celda galvánica se llama voltaje de la celda o potencial de la celda.
Éste depende de la naturaleza de los electrodos, de los iones, de las concentraciones iónicas y la temperatura
de la celda. (Apuntes científicos, 2012)
La más común es la celda de Leclanché, que se utiliza en las lámparas portátiles y en los radios de
transistores. El ánodo es un contenedor de zinc en contacto con dióxido de manganeso y un electrolito. El
electrolito es una disolución de cloruro de amonio y cloruro de zinc en agua mezclada con almidón para que
adquiera una consistencia pastosa espesa y no haya fugas.
La batería de mercurio
La batería de mercurio tiene muchas aplicaciones en medicina y en la industria electrónica. Está contenida en
un cilindro de acero inoxidable y consta de un ánodo de zinc (amalgamado con mercurio), que está en
contacto con un electrolito fuertemente alcalino de óxido de zinc y óxido de mercurio (II).
Acumulador de plomo
La batería, o acumulador de plomo, que se usa comúnmente en los automóviles, está compuesta por seis
celdas idénticas ensambladas en serie. Cada una tiene un ánodo de plomo y un cátodo hecho de dióxido de
plomo (PbO2) empacado en una placa metálica. Tanto el cátodo como el ánodo están sumergidos en una
disolución acuosa de ácido sulfúrico, que actúa como electrolito (Chang, 2010).
Cabe agregar, que las reacciones redox se utilizan en la metalurgia, por ejemplo, en la refinación del fierro,
oro y plata, En la refinación del fierro este metal se reduce y el carbono se oxida, lo cual permite la obtención
de fierro purificado lo cual se muestra en la ecuación:
También en el proceso de obtención de oro y plata, se oxida el zinc y se reduce el oro y la plata, obteniéndose
tanto el oro como la plata purificados, como se muestra en las ecuaciones:
La galvanotecnia, otra aplicación industrial electrolítica, se usa para depositar películas de metales preciosos
en metales base .Un ejemplo de esta técnica es el niquelado, en el cátodo, que es la superficie a recubrir, se
realiza la reducción del níquel.
Reacción del cátodo (Electrodo de fierro se recubre con níquel)
Ni+2 + 2 e− Ni0
Ni0 Ni+2+ 2 e−
En todas las aplicaciones industriales de las reacciones redox se generan productos secundarios, como son
los residuos o gases que impactan el ambiente, por ejemplo las pilas de mercurio al desecharse impactan
fuertemente la salud, son bioacumulables, el mercurio daña el sistema nervioso, los riñones; el plomo
también daña el sistema nervioso, produce anemia y saturnismo. Por otra parte, los procesos metalúrgicos
generan cianuro, lodos ácidos y alcalinos, mercurio, cianuro, y sustancias altamente tóxicas. Algunas
alternativas que marca la química sostenible para prevenir la contaminación en el sector industrial son la
optimización de los procesos para una producción más limpia y eficiente, en la industria metalúrgica, se
puede aplicar la química sostenible principalmente en el proceso de fundición en el cual es recomendable el
uso de nuevas tecnologías como son los hornos de alta eficiencia o los de inducción magnética.
Cierre
La química no sólo estudia las propiedades y composiciones de las sustancias, sino también las interacciones
entre dichas sustancias.
Gracias a estas reacciones es posible la vida, mejorar nuestro entorno y lograr avances tecnológicos con base
en la investigación de los procesos químicos.
Tema 9. Termodinámica química
Introducción
La termodinámica es una rama de la física que estudia la interconversión del calor y otras formas de energía
en procesos físicos y en procesos químicos. Permite utilizar la información obtenida en los experimentos de
un sistema para llegar a conclusiones sobre otros aspectos del mismo sistema, sin tener que recurrir a la
experimentación. Uno de los principales objetivos de la termodinámica es predecir si ocurrirá alguna reacción
cuando se mezclen los reactivos en condiciones especiales (por ejemplo, a cierta temperatura, presión y
concentración). También resulta útil para entender los complicados procesos biológicos de una célula, si una
reacción ocurre en determinadas condiciones se llama reacción espontánea. Si no aparece en esas
condiciones se dice que es no espontánea. (Chang, R. 2010).
La energía potencial es la energía disponible en función de la posición de un objeto; por ejemplo debido a su
altitud, una piedra en la cima de una colina tiene mayor energía potencial y al caer salpicará más agua que
una piedra semejante que se encuentre en la parte baja de la colina.
Cuando desaparece una forma de energía debe aparecer otra (de la misma magnitud) y viceversa; este
principio se resume en la ley de la conservación de la energía: la energía total del universo permanece
constante.(Chang, R. 2010).
Explicación
En general, las reacciones químicas absorben o liberan energía, generalmente en forma de calor; “el calor
(Q) es la transferencia de energía térmica entre dos cuerpos que están a diferentes temperaturas” (Chang,
2010).
Es común que se hable de calor absorbido o calor liberado para describir los cambios energéticos que
ocurren durante un proceso y es la termoquímica la que estudia los cambios de calor en las reacciones
químicas.
Para analizar los cambios de energía asociados a las reacciones químicas, primero necesitamos definir el
sistema.
Un sistema es una parte específica del universo que nos interesa para su estudio. Existen tres tipos de
sistema:
Sistema abierto Sistema cerrado Sistema aislado
Debido a que la energía no se puede crear ni destruir, cualquier pérdida de energía por el sistema la deben
ganar los alrededores; así el calor generado por el proceso de combustión se transfiere del sistema a sus
alrededores.
La siguiente reacción es un ejemplo de un proceso exotérmico; “es cualquier proceso que cede calor, es
decir, que transfiere energía térmica hacia los alrededores”(Chang, 2010).
A su vez, la reacción de descomposición del óxido de mercurio (II) (HgO) a altas temperaturas es una reacción
de un proceso endotérmico, en el cual los alrededores deben suministrar calor al sistema.
Para medir el calor absorbido o liberado por un sistema durante un proceso a presión constante, se utiliza
una propiedad denominada entalpía y se representa con el símbolo ∆H; se define como E + PV. La entalpía es
una propiedad extensiva y su magnitud depende de la cantidad de materia presente. Es imposible determinar
la entalpía de una sustancia, por lo tanto lo que se mide realmente es el cambio de entalpía, ∆H (entalpía de
reacción), que es la diferencia entre las entalpías de los productos y las entalpías de los reactivos.
∆H = H (productos) – H (reactivos)
En otras palabras, ∆H representa el calor absorbido o liberado durante una reacción. Esta entalpía puede ser
positiva o negativa, según el proceso.
El sistema está delimitado por una pared llamada frontera y es la que divide a dicho sistema del entorno y del
universo. La transferencia de calor al sistema está en función del tipo de frontera; existen cuatro tipos:
o Isotérmica
Una gráfica de presión (P) y volumen (V) a temperatura constante toma la forma de una curva llamada
isoterma.
Si se agrega calor al sistema manteniendo el volumen constante, todo el calor se utiliza para aumentar la
energía interna del sistema.
Un ejemplo es el vapor en una olla a presión; la presión aumenta a medida que se calienta.
o Isobárica
Un ejemplo es cuando se mete un globo en una nevera y observamos que se encoge; o el agua que hierve en
un recipiente abierto a la atmósfera.
o Adiabática
Ejemplos: la compresión del pistón en una bomba de inflado de ruedas de bicicleta, o la descompresión
rápida del émbolo de una jeringa (previamente comprimido con el agujero de salida taponado).
Los procesos adiabáticos son muy importantes en la ingeniería. Algunos ejemplos comunes incluyen la
expansión de gases calientes en máquinas de combustión interna, la licuefacción de los gases en sistemas de
enfriamiento y la fase de compresión en un motor de diesel.
Los cambios de calor de los procesos físicos y químicos se miden en un calorímetro, que es un recipiente
cerrado diseñado específicamente para este propósito. El estudio de la calorimetría, la medición de los
cambios de calor, depende de la comprensión de los conceptos de calor específico y capacidad calorífica.
Es la cantidad de calor necesario para elevar un grado Celsius la temperatura de un gramo de una sustancia.
Es la cantidad de calor necesario para elevar un grado Celsius la temperatura de una determinada cantidad de
una sustancia.
El calor específico es una propiedad intensiva, en tanto que la capacidad calorífica es una propiedad extensiva,
y la relación entre ellas es:
C = ms
Ejemplo:
El calor específico del agua es 4.184 J/g•°C y la capacidad calorífica en 60 g de agua es:
La mayoría de las reacciones termoquímicas industriales son procesos de combustión en los que se emiten
óxidos de carbono, óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre. A través del conocimiento de la química verde, se
tienen varias alternativas para que se reduzcan las emisiones, principalmente las de efecto invernadero;
además de esto, existen normatividades y acuerdos internacionales, que orientan a las industrias, basándose
en el conocimiento de los doce principios de la química verde. Cuando una industria toma la decisión de
conservar el ambiente, desde ese momento se convierte en una industria sustentable. La termoquímica
también permite calcular la cantidad de calor que puede adsorber cualquier molécula presente en el
ambiente, ya sea porque dicha molécula sufra una transformación química o simplemente por estar presente
en el ambiente, de esta forma la termoquímica, permite predecir la forma en la que se irá dando el
calentamiento global, si es que no se reduce la emisión de gases efecto invernadero, también puede
pronosticar qué porcentaje de estos gases son los ideales para mantener el equilibrio térmico sin llegar al
sobrecalentamiento, permitiendo la sostenibilidad del planeta.
En una reacción química, cuando se especifica su calor de intercambio, se dice que es una reacción
termoquímica
El ∆H va a depender de la cantidad de sustancia que se está formando colocando coeficientes dobles; es decir,
habrá que multiplicar el ∆H por 2, ya que reacciona el doble de sustancia y por lo tanto se incrementa el doble
de energía.
La variación de la entalpía depende de la presión a la que se realiza el proceso y varía ligeramente con la
temperatura; los valores tabulados se dan a la presión estándar de 1 atm y a 25º C. ∆Hº es el valor de la
entalpía estándar.
• Si una ecuación termoquímica se multiplica por un factor, el valor de ∆H habrá que multiplicarlo
por el mismo factor.
• La variación de entalpía para una reacción tiene el mismo valor pero de signo opuesto que la
reacción inversa.
• La variación de entalpía para una reacción depende del estado de los reactivos y productos (estado
de agregación), por eso en las ecuaciones termoquímicas hay que especificar el estado de los
mismos.
El método directo
Este método para medir ΔHf ° se utiliza para compuestos que se sintetizan con facilidad a partir de sus
elementos. Por ejemplo, si queremos conocer la entalpía de formación del dióxido de carbono, es necesario
medir la entalpía de la reacción en la que el carbono (grafito) y el oxígeno molecular, en sus estados estándar,
se convierten en dióxido de carbono; también en su estado estándar la ecuación permite realizar el cálculo,
sin tener que experimentar. Las entalpías estándar, se consultan en tablas ya establecidas. (Chang, R. 2010).
ΔH° reacción = ΣΔH°f(productos) – ΣΔH°f(reactivos)
ΔH°reacción = ΔHf ° (CO2, g) – [ΔH°f (C, grafito) + ΔH°f (O2, g)] = –393.5 kJ/mol
Debido a que tanto el grafito como el O2 son formas alotrópicas estables de los elementos, se determina que
ΔH°f (C, grafito) y ΔH°f (O2, g) tienen un valor de cero. Por tanto:
En ocasiones la reacción se lleva a cabo con demasiada lentitud o suceden reacciones laterales que producen
otras sustancias además del compuesto de interés; en estos casos los valores de ∆H°f se pueden determinar
por un procedimiento indirecto, que se basa en la ley de Hess. Esta ley establece que el cambio de entalpía es
el mismo, independientemente de que la reacción se efectúe en un paso o en una serie de pasos. La reacción
de interés se separa en una serie de reacciones para las cuales se puede medir el valor de ∆H°reacción y de esta
manera, calcular el ∆H°reacción para la reacción total (Chang, 2010).
Suponga que queremos conocer la entalpía estándar de formación del monóxido de carbono (CO). La
reacción se representaría como:
Debido a que las ecuaciones químicas se pueden sumar y restar tal como las ecuaciones algebraicas,
realizamos la operación (a) + (c) y obtenemos
_________________________________________________________________________
(d) C(grafito) + ½ O2(g) → CO(g) ΔH°reac = –110.5 kJ/mol
Cierre
La termoquímica es una herramienta de gran importancia que nos ayuda a comprender el cálculo de los
calores absorbidos o desprendidos (intercambios de energía) en las reacciones químicas; es imprescindible
para el estudio de las energías de enlace en diferentes moléculas, así como su estabilidad y reactividad.
También suministra el material necesario para el estudio termodinámico de los equilibrios químicos.
Es por ello que la termodinámica química proporciona criterios para manipular las reacciones a través de la
temperatura y la presión a nuestro favor, para así poder influir sobre el equilibrio químico.
Tema 10. Equilibrio químico
Introducción
El equilibrio químico es el estado en el que las actividades químicas o las concentraciones de los reactivos y
los productos no tienen ningún cambio neto en el tiempo. Se dice que una reacción química está en equilibrio,
cuando las concentraciones de reactivos y productos son constantes, sin cambios aparentes en el sistema.
Pero es importante puntualizar que existe una gran actividad debido a que las moléculas de reactivos siguen
formando moléculas de productos y de reactivos, por lo que el equilibrio químico en realidad es dinámico.
Explicación
La mayoría de las reacciones químicas son reversibles en cierto grado. El inicio de un proceso de este tipo,
lleva a la formación de productos. Tan pronto como se forman algunas moléculas de producto, comienza el
proceso inverso: estas moléculas reaccionan y forman moléculas de reactivo. El equilibrio químico se logra
cuando la velocidad de la reacción es igual en ambos sentidos.
En una reacción química, cuando los reactivos se mezclan en un recipiente de reacción, no todos los reactivos
se convierten en los productos; después de un tiempo, las reacciones opuestas pueden alcanzar iguales
velocidades de reacción, creando un equilibrio dinámico en el que la relación entre los reactivos y productos
será fija.
Una reacción en equilibrio es un proceso dinámico en el que continuamente los reactivos se están
convirtiendo en productos y los productos se convierten en reactivos; cuando lo hacen a la misma
velocidad nos da la sensación de que la reacción se ha paralizado. Es decir:
El equilibrio químico se establece cuando existen dos reacciones opuestas que tienen lugar
simultáneamente a la misma velocidad y las concentraciones de los reactivos y productos permanecen
constantes.
En 1864 los químicos noruegos Cato Guldberg y Peter Waage propusieron una ecuación como la expresión
matemática de la ley de acción de masas (Chang, 2010). Esta ley establece que para una reacción reversible
en equilibrio y a una temperatura constante, una relación determinada de concentraciones de reactivos y
productos tiene un valor constante K (la constante de equilibrio).
Ecuación 2
Es importante señalar que aunque las concentraciones pueden variar, el valor de K para una reacción dada
permanece constante, siempre y cuando la reacción esté en equilibrio y la temperatura no cambie. La validez
de la ecuación (2) y de la ley de acción de masas quedó establecida al estudiar muchas reacciones reversibles.
Por lo tanto, la constante de equilibrio se define mediante un cociente, cuyo numerador se obtiene
multiplicando las concentraciones de equilibrio de los productos, cada una de las cuales está elevada a una
potencia igual a su coeficiente estequiométrico en la ecuación balanceada. El denominador se obtiene
aplicando este mismo procedimiento para las concentraciones de equilibrio de los reactivos.
La magnitud de la constante de equilibrio indica si una reacción en equilibrio es favorable a los productos o a
los reactivos. (Chang, 2010)
• Si K es mucho mayor que 1 (es decir, K » 1), el equilibrio se desplazará hacia la derecha y
favorecerá a los productos, 10 es mucho mayor que 1.
• Por el contrario, si la constante de equilibrio es mucho menor que 1 (es decir, K « 1), el equilibrio se
desplazará a la izquierda y favorecerá a los reactivos, 0.1 es mucho menor que 1.
El concepto de constantes de equilibrio es fundamental en química, las constantes de equilibrio son la clave
para resolver y tomar decisiones acertadas en problemas de estequiometría de sistemas en equilibrio. Por
ejemplo, un químico industrial que desea obtener el máximo rendimiento de ácido sulfúrico, debe tener un
conocimiento claro de las constantes de equilibrio de todas las etapas del proceso, desde la oxidación del
azufre hasta la formación del producto final. Un médico especialista en casos clínicos de alteraciones en el
balance ácido-base necesita conocer las constantes de equilibrio de ácidos y bases débiles. Asimismo, un
conocimiento de las constantes de equilibrio de ciertas reacciones en fase gaseosa ayudará a los químicos
especialistas en la atmósfera a entender mejor el proceso de destrucción del ozono en la estratosfera. (Chang,
R. 2010)
En términos de equilibrio homogéneo las especies reactivas se deben encontrar en la misma fase. La
disociación del N2O4 es un ejemplo de equilibrio homogéneo en fase gaseosa. La constante de equilibrio, como
se presenta en la ecuación (2), es:
Observe que el subíndice en Kc indica que las concentraciones de las especies reactivas se expresan en
molaridad o moles por litro. Las concentraciones de reactivos y productos en las reacciones de gases también
se pueden expresar en términos de sus presiones parciales.
De la ecuación del gas ideal se deduce que, a una temperatura constante, la presión P de un gas está en
relación directa con la concentración en mol/L del gas; es decir, P = (n/V) RT. Así, la constante para el proceso
en equilibrio,
Ejemplo 1
Ejemplo 2:
De acuerdo a Chang (2010) el principio de Le Chatelier (1884) es un útil principio que da una idea cualitativa
de la respuesta de un sistema de equilibrio ante cambios en las condiciones de reacción. Si un equilibrio
dinámico es perturbado por cambiar las condiciones, la posición de equilibrio se traslada para contrarrestar el
cambio. Por ejemplo, si se agrega un ácido mineral a la mezcla de ácido acético, el aumento de la
concentración del ion hidronio, la disociación debe disminuir a medida que la reacción se desplaza hacia a la
izquierda, de conformidad con este principio. Esto también se puede deducir de la expresión de la constante
de equilibrio para la reacción:
Es necesario comprender los fundamentos del equilibrio químico aplicados a los procesos de sustentabilidad,
pues así se puede entender mejor cómo, de manera natural o espontánea, las especies que intervienen en
una reacción química tienden a reaccionar de manera opuesta a un estímulo presente para mantener el
equilibrio químico; esto resulta de gran importancia aplicada a los cambios climáticos tan fuertes que
actualmente estamos viviendo (calentamiento global). En la siguiente ecuación se describe el equilibrio
químico entre el metano y sus subproductos bajo diferentes condiciones de temperatura:
Para conocer más sobre equilibrio químico, haz clic en el siguiente video:
Quimitube Tulibro de química. (2015, 10 de marzo). Equilibrio Químico Teoría 7.1: Modificación de la concentración. Principio de Le
Châtelier. [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=pkgD07QZcOg
Cierre
Las reacciones químicas tienden hacia un equilibrio dinámico, sin embargo la cantidad de los productos
respecto a los reactivos es de suma importancia a nivel industrial, ya que sería inoperable tener un tipo de
reacción total con tendencia a desplazarse en sentido incorrecto para nuestros objetivos.
Es por ello que la termodinámica química proporciona criterios para manipular las reacciones a través de la
temperatura y la presión a nuestro favor y poder influir sobre el equilibrio químico.