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Berkeley

Palacios González Diego

George Berkeley fue un filósofo conocido por ser uno de los más grandes rep-
resentantes del empirismo. Desarrolló lo que se conoce hoy en día como idealismo
subjetivo o inmaterialismo. Las ideas principales de Berkeley se centran en elim-
inar a toda costa la llamada ’materia’ o ’sustancia’ que los materialistas consid-
eraban necesario e intrínseco de la realidad. Para Berkeley, no hay más realidad
que las ideas y la mente que las percibe, así, a través de esos dos componentes
es posible, en esencia, conocer el mundo en su completitud y perfección, además,
plantea que si no hay mente que perciba una idea que si existe, entonces la mente
perceptiva debe ser la mente de dios.
John Locke teorizó que el conocimiento puede ser adquirido únicamente por
medio de sensaciones, y que los objetos exteriores actúan sobre nuestros sentidos
para percibirlos. Contrario a Locke, Berkeley afirmaba que las ideas no pueden
parecerse a nada más que a las ideas, es decir, que no existe tal cosa como los
’objetos exteriores’, ya que un color no puede parecerse a algo invisible y una sen-
sación no puede parecerse a algo intangible, es por eso que para Berkeley, pensar
en algo exterior que provoque a las sensaciones es un sinsentido.
Otra discrepancia entre las filosofías de Locke y Berkeley, es que Locke con-
sideraba que todo tenía cualidades primarias y secundarias, y que las últimas eran
subjetivas, es decir, experiencias que no tienen equivalente con la realidad. Berke-
ley veía en esta idea una gran contradicción, y es que si una cosa tenía cualidades
primarias y secundarias, para él, la cosa era el conjunto de las cualidades, ya fueran
primarias o secundarias (como las llamaba Locke) y como las cosas son conjuntos
de ideas, lo más fundamental es considerar que solo existen las ideas.
En cualquier caso, la filosofía de Berkeley plantea una idea revolucionaria y
Sección primera: Filosofía

relativamente actual, y es que si dejamos de lado el sentido teísta del empirismo


y planteamos que nada existe fuera de nuestras percepciones, ¿qué sentido tiene
pensar en la naturaleza probabilística de la mecánica cuántica, si lo que percibimos
debe ser, y lo que no es, no existe? Y en ese sentido, ¿qué interpretaciones surgen
de esta teoría tan consistente?

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