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Fruticultura

UN TEXTO CON 126 ILUSTRACIONES, 100 TABLAS y CUADROS

Dr. habil SIEGFRIED KRAMER


Hnmboldt-Uníversítát BerUn

Dr. habil ROLAND ACHURICHT


Akademie der Landwirtschahswissenschaften der DDR
en Dresde-Pillnitz

Profr. Dr. habil. Dr. h. c. GERHARD FRIEDRICH


Akademie der Landwirtschaftswissenschaften der DDR
en Dresde-Pillnitz

COMPAÑIA EDITORlAL CONTiNENTAL, S. A. DE C. V., MEXICO

D1STRmumoRES:
ESPARA-ARGENlTNA-CrnLE-VE~LA-COLON.UUA-PERU

Bolivia - .BrasU - COSla Rica - Dominicana - Ecuador - El Salvador - Estados Unldo5


Gu.ate.mala - Ifond.uras - Nicaragua - Panamá - PaJ'aguay - Portugal - Puerto RIco
Uruguay
Titulo orígínal en alemán:
OBSTBAU

Traducído por:
DIORKY

Edición autori.uda por:


VEB nEUTSCHER LANDWIRTSCHAFTSVERLAG

Copyright @ 1975 VEB Deutscher LandwirtscbaftsverJag,

FotolP'affa y diseño de la cubierta:


MANUEL COMPANY PARDO

Tercera Impresión
septiembre de 1984

ISBN 968-26-017$-4

Derechos Reservados © en Lengu.a Española-1982, PrimeTa Publicaci6n

Reservados lodos los derechos. Ni todo el libro ni parte de él pueden ser


reproducidos, archivados o transmitidos en forma alguna o mediante al-
gún sistema electrónico, mecánico de fororreproducción, memoria o
cualquier otro, sin permiso por escrito del editor.

COMPAÑIA EDITORIAL CONTINENTAL, S. A. DE C. V.


CALZo DE TLALPAN NÚM.4620, MÉxICO 22, D. F.

MIEMBRO DE LA CAMARA NACIONAL DE LA INDUSTRIA EDITORIAL


Registro Núm. 43

IMPRESO EN MEXICO PRINTED IN MEXICO


Prólogo a la primera edición

En la primera mitad del siglo xx, la fruticultura se desarrolla como disciplina


científica especial en los centros de enseñanza agrícola y hortícola; en 1926,y
bajo la dirección de Th. Roemer, es admitida con carácter de enseñanza e
investigación en la Universidad de Halle. La estrecha coLaboración con la prác-
tica hizo posible llevar a efecto una actividad experimental muy extensa y
eficaz. En 1928 se crea la primera cátedra de fruticultura en la Universidad
de Berlín; pronto se establecerían otras escuelas superiores de esta rama. La
fruticultura es hoy una asignatura independiente en todas las universidades
y escuelas superiores de agricultura. En todos los países, el consumo de fruta
se incrementa cada vez más en la nutrición del hombre. La necesidad económi-
ca y nacional de producir fruta se debe a su alto valor dietético para una
alimentación sana.
En la República-Democrática Alemana, las condiciones de la producción
socialista han impulsado, más que antes, el desarrollo de la fruticultura y la
han convertido en una rama de las explotaciones agrícolas. Por ello, el presente
manual debe servir principalmente de base a los estudiantes de agricultura
para iniciarse en esta ciencia agrícola especial. Por otra parte, contiene las
bases que pueden contribuir a una producción racional de fruta para todos
aquellos que se interesan en la fruticultura. Partiendo de este plan de trabajo,
se exponen no sólo los fundamentos biológicos, ecológicos y técnicos del culo
tivo, sino también los económicos de la explotación y de la mano de obra,
incluidos los métodos de producción y el volumen de gastos y desembolsos.
En todo ello ha presidido el esfuerzo de incluir los últimos conocimientos
científicos en el material de estudio. Pero esto ha requerido elaborar los cono-
cimientos que continúan siendo objeto de investigación, además de los ya afir-
mados en la práctica. Los problemas particulares de esta ciencia todavía joven
han sido revisados con un grado de intensidad vario; por ello, .muchas lagunas
dejadas en la teórica habrán de ser cubiertas con conocimientos prácticos,
exposiciones simplificadas y resultados aislados. La insistencia en los funda-
mentos y la carencia de fórmnías obran contra la versión esquemática de las
VI FRUTlCULTURA

más diversas manifestaciones que se presentan en la práctica y exigen a la vez


una idea propia y un juicio independiente.
Los autores de esta obra aceptarán gustosamente toda sugerencia que con-
tribuya a mejorarla.
Agradecen mucho la ayuda que en la confección de algunos capítulos les
han prestado el Dr. R. Busch (capítulo primero) y el Dr. W. Fehrmann (cultivo
a lo largo de caminos o calles). También agradecen a los colaboradores del
departamento de fruticultura del Instituto de Fruticultura de la n.A.L. (1) de
Dresde-Pillnitz ya los del departamento de fI{¡ticultura y horticultura del Insti-
tuto de Agricultura y Cultivos de la Universidad de Jena el haberles apoyado
reiteradamente. Agradecen igualmente a los profesores Dr. Blasse, Dr. Neu-
mann, Dr. Stol1ey otros especialistas las numerosas y valiosas sugerencias que
les han hecho. Y, por último, agradecen a la Editora Alemana de Agricultura
V.E.B. (2) de Berlín el haber atendido a sus deseos yel apoyo amistoso que les
han prestado.

Los AUTORES.

Jena, Dresde-Pillnitz, agosto de 1965.


Prólogo a la segunda edición

Desde que se publicó la primera edición. la experiencia ha enseñado que los


conocimientos fundamentales en la producción de fruta, expuestos en este ma-
nual, no sólo son apropiados para la enseñanza en las escuelas superiores y
especiales, sino que pueden servir de introducción compendiada a todos los
interesados en la fruticultura. Por ello, esta segunda edición ha sido refundida
conforme al estado actual de dichos conocimientos, y algunos capítulos, de
importancia creciente, sobre todo en orden a los métodos de recolección y dis-
tribución en el mercado, se exponen detalladamente. Este manual puede servir
de base para el estudio ulterior de la literatura que trata de esta materia; de
ahí que se diese la preferencia a las obras de fácil comprensión en la parte
bibliográfica de cada capítulo.
Tras los acuerdos tornados en el V1II Congreso del S.E.D. (1) y la coopera-
ción del Partido y del Gobierno, el cultivo de frutales se ha convertido en un
firme elemento de la producción agrícola y de la industria alimentaria. Con
ello, y bajo la dirección de la clase obrera. los trabajadores de las V.E.G.(2),
de las cooperativas de campesinos, de las de horticultores y de la industria
alimentaria asumen la responsabilidad de asegurar un abastecimiento, nece-
sario y suficiente, de fruta y sus derivados a la población. Las ventajas de la
producción socialista, unidas con el progreso científico y técnico, permiten
pasar gradualmente a los métodos de producción industrial reglamentada. Este
proceso implica la aplicación sistemática de las leyes de la economía del socia-
lismo; crea las condiciones favorables para la concentración y especialización
de la producción de fruta, y facilita la amplia intensificación y racionalización
socialista. Esto contribuirá igualmente a resolver de modo sistemático el come-
tido principal del VJTICongreso del Partido consistente en realizar una nueva
plantación de 15000 hectáreas de árboles frutales en regiones de cultivo con-
centradas.
Un manual debe transmitir sólo los principios generales de est-osamplios
problemas; principios que pueden verse constantemente expuestos en las publi-
caciones actuales sobre ternas especiales y en las disposiciones docentes. Expo-
VIII FRUTICULTURA

ner en forma sinóptica una materia tan extensa y hacerlo en un manual resu-
mido no puede encarnar el príncipio de la integridad. Y así, tampoco se. ha
hecho ninguna valoración fundamental de métodos a seguir rn de medidas que
tomar. Basadas en los principios de un manual; las múltiples condiciones de la
práctica requieren un conocimiento especial y un intercambio de experiencias
para hallar soluciones favorables.
Con eso, quisiéramos agradecer sinceramente a todos aquellos que nos han
ayudado con sus indicaciones y sugerencias.
A la Editora Alemana de Agricultura V.E.B. de Berlín le agradecemos el
amistoso apoyo que nos ha prestado en sacar a luz esta segunda edición.

Los AUTORES.

Berlín, Dresde-Pillnitz, marzo de 1973.

L
Indice de materias

PROLOGO A LA PRIMERA EDICION V


PROLOGO A LA SEGUNDA EDlCION , VII

FUNDAMENTOS BIOLOGICOS DE LA AGRICULTURA 1

1.1. Sistemática de las plantas frutales , , ,1


1.2. Estructura de las plantas frutales , 3
1.2.1. Eltallo ····3
1.2.1.l. Caracteres de los elemen tos de la ramificación. . . . . . . . . 5
1.2.1.2. Caracteres del sistema de ramificación 0
1.2.1.3. Importancia funcional de los elementos de ramificación 7
1.2.1.4. Las hojas 9
1.2.1.5. Las flores , .. 10
1.2.1.6. El fruto 10
1.2.2. La raíz 10
1.2.2.1. Caracteres de los elementos de ramificación 1.2
1.2.2.2. Caracteres del sistema radical. 12
1.2.2.3. Importancia funcional de las raíces 14
1.3. El injerto y el pªtrón 15
I .3. J. El injerto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
I .3.2. El patrón , , 16
1.3.3. Influencia recíproca del injerto y de) patrón 17
1.3.3.1. Influencia delpatrón en la variedad injertada , . ,17
1.3.3.2. Influencia de la.variedad injertada en el patrón 19
1.3.3.3. Compatibilidad entre los individuos injertos , 19
1.3.4. La reinjertación, . . . . _ 21
1.3.5. Independencia de las variedades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
x f" RUTICULTlffiA

1.4. El crecimiento de las plantas fru tales 23


1.4.1. Crecimiento del tallo 23
lA.I.1. Crecimiento del brote 24
lA .1.2. Leyes de la formación de yemas y brotes 26
1.4.1.3. Periodicidad del crecimiento 29
t A.2. Crecimiento de la raíz 30
1A.2.1. Condiciones para el crecimiento de la raíz 30
1 A.2.2. Periodicidad del crecimiento de la raíz 31
1.4.2.3. Relaciones entre el crecimiento del tallo y el de la raíz 31
1.5. Desarrollo de las plantas 32
1.5.1. Germinación de las semillas 32
1.5.2. Períodos del desarrollo de la planta frutal nacida de semilla 33
1.5.3. Desarrollo de los árboles injertados 35
1.5.4. Madurez y formación florales 35
1.6. Biología de las flores y les frutos 37
1.6.1. Diferenciación de las yemas de flor 37
1.6.2. Polinización 38
1.6.3. Condiciones necesarias para la fecundación 39
1.6.3.1. Comportamiento genético 39
1.6.3.2. Existencia de flores con capacidad funcional 40
1.6A. Desarrollo del frute 41
1.6.4.1. Períodos de caída del fruto 41
1.6.4.2. Evolución del fruto 43
1.6A.3. Maduración del fruto 46
1.6.5. Particularidades de la fructificación 47
1.7. Fisiología del metabolismo 48
1.7.1. El agua 49
1.7.2. Sustancias minerales 51
1.7.3. Hidratos de carbono 57
1.7.4. Grasas 59
1.7.5. Albúminas 60
1.7.6. Compuestos aromáticos sin nitrógeno 60
1.7.7. Sustancias de crecimiento y de inhibición 61
1.8. Resistencia fisi.ológica 63
1.9. Fructificaci6n y Productívidad 66
1.9.1. Capacidad de rendimiento 66
1.9.2. Capacidad de rendimiento y su estructura 68
1.9.3. Regularidad del rendimiento 69

2 FUNDAMENTOS ECOLOGICOS DE LA PRODUCCION DE FRUTA ..... 75

2.1. Idea y objeto de la ecología 75


2.2. Influencia del clima 76
2.2.1. Temperatura 77
2.2.1 .1. Temperaturas altas 78
2.2.1.2. Temperaturas bajas 78
2.2.1.3. Cambio de temperatura 81
2.2.1.4. Suma de temperaturas 81
INDrCE DE MATERIAS xt

2.2.2. Precipitación acuosa 82


2.2.2.1. Formas de precipitación 82
2.2.2.2. Cantidad y distribución de las precipitaciones 84
2.2.3. Radiación solar 8-5
2.2.4. Movimiento del aíre , 87
2.3. Influencia del terreno 88
2.3.1. Propiedades físicas 89
2.3.1.1. Clases de terreno 89
2.3.1.2. Espesor del terreno 90
2.3.1.3. Estructura del terreno 90
2.3.1.4. Volumen de los pOI<5S .••••..•••••..•.•..••.•.••.•...••• 90
2.3.1.5. Aire del terreno 91
2.3.1.6. Agua del terreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
2.3.2. Propiedades químicas 91
2.3.2.l. Contenido de sustancias nutritivas 91
2.3.3. Propiedades biológicas .92
2.3.4. Tipos de terreno 92
2.3.5. Agotamiento del terreno 94
2.4. Influencia del lugar 95
2.4.1. AJtura sobre el nivel del mar 96
2.4.2. Inclinación de Ia.ladera 97
2.4.3. Sentido de la pendiente 98
2.4.4. Situación del viento 99
2.4.5. Condiciones de la helada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
2.5. Influencia de la biocenosis 100
2.5.1. Fitocenosis ······ 100
2.5.2. Zoocenosis ·· .J02

3 FUNDAMENTOS TECNTCOS DE LA PRODUCCJON DE LA FRUTA .... 103

3.1. Conservación de la tierra 103


3.1.1. Labranza 103
3.1.2. Cobertura del suelo 106
3.1.2.1. Cobertura con láminas _ . 106
3.1.2.2. Acolchado , .. , .. 107
3.1.2.3. Método de acolchado parcial con trébol. 1-08
3.1.2.4. Hierba corta , .' , L09
3.1.2.5. Césped permanente 110
3.1.2.6. Abono verde .. _. _ ,, , 111
3.J .3. Abonado y administración de humus , 112
3.1.3.1. Administración de elementos nutritivos 112
3.J .3.2. Técnica del abonado , .. , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
3.1.3.3. Aplicación del humus 121
3.2. Riego , , . , , 122
3.2.l. Fundamentos del riego .. , ' .. , , 122
3.2.2. Influencia del riego sobre los árboles frutales t23
3.2.3. La técnica del riego 125
3.2.3.1. Métodos de-riego 12,5
XII FRUTICUL TURA

3.2.3.2. Momento del riego 125


3.2.3.3. Can tidad de agua. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
3.3. Protección contra el riego 126
3.4. Protección contra las heladas 128
3.4.1. Protección indirecta contra.las heladas 128
3.4.2. Medidas para remediar los daños producidos por la helada 129
3.4.3. Defensa contra las heladas tardías 129
3.4.3.1. Defensa contra las heladas tardías por circulación del aire 129
3.4.3 .2. Defensa contra las heladas tard (as mediante calentamiento del terreno. 130
3.4.3.3. Defensa contra las heladas tardías por medio de humo 130
3.4.3.4. Defensa contra las heladas tardías mediante riego antihelado
por aspersión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
3.4.4. Servicio de vigilancia de heladas 131
3.5. Fitosanidad 131
3.5.1. Importancia de las medidas preventivas 131
3.5.2. Medidas de lucha biológica 132
3.5.3. Medidas de lucha mecánica 132
3.5.4. Medidas de lucha química 132
3.5.4.l. Plagicídas 132
3.5.4.2. Miscibilidad de los plagicidas 133
3.5.4.3. Aparatos fitosanitarios 134
3.5.4.4. La técnica de pulverización 134
3.5.5. Ejemplos de planes para combatir plagas 136
3.5.6. Servicio de alerta fitosanitario 139
3.5.7. Lucha química contra las malas hierbas 139
3.6. Conformación de la copa 139
3.6.1. Conceptos previos necesarios 142
3.6.2. Sistemática de la conformación de la copa 143
3.6.2.1. Medidas temporales de conformación 143
3.6.2.2. Medidas técnicas de conformación 144
3.6.2.3. Características de la copa conformada 145
3.6.3. Reglas de la conformación de la copa 147
3.6.3.1. Efecto de la poda 147
3.6.4. Fundamentos de la conformación de la poda 150
3.6.4.). Jerarqu ía de las ramas 150
3.6.4.2. Imperativos 151
3.6.5. Realización práctica de la conformación de la copa ', . 152
3,6.5.1. La conformación de la copa al plantar, .. , , 153
3.6.5.2. Conformación de la copa en la crianza , 154
3.6.5.3. Mantenimiento de la copa , 161
3.6.5.4. Renovación de la copa , . 164
3.6.5.5. Momento adecuado para la conformación de la copa , 164
3,7. Regulación de la potencia generativa , , , , .. , 165
3.7.1. Aclarado de llores y primordios fructíferos ,, 166
3.7.2. Prevención de la caída temprana del fruto , , , 167
INDlCE DE MATERIAS XIII

4 FUNDAMENTOS DEL ALMACENAMIENTO DE FRUTA 169

4.1. Factores que influyen sobre la estabilidad del almacenaje 169


4.1.1- Influencia del biotopo y las condiciones de crecimiento 169
4.1.2. lníluencia del plazo de recogida 170
4.1.3. Influencia del almacenamiento después de la cosecha 171
4.2. Almacenes de fruta 171
4.2.1. Cálculo de la capacidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17)
4.2.2. Emplazamiento del almacén 172
4.2.3. Particularidades de tipo constructivo 172
4.3. Sistemas de almacenamiento 174
4.4. Condiciones de almacenamiento 175
4.4.1. Higiene en el almacenamlento 175
4.4.2. Climatización y renovación del aire 175
4.5. Almacenamiento en láminas de polietileno 180
4.6. Enfermedades producidas durante el almacenaje 180
4.6.1. Enfermedades de origen parasitario 180
4.6.2. Enfermedades de origen fisiológico 18)

s FUNDAMENTOS DE LA PLANIFICACION TECNICA y


ORGANIZACION DE LA PRODUCCION FRUTlCOLA 183

5.1. Supuestos previos 183


5.2. Sistemas de cultivo 185
5.2.1. Formas de cultivo 185
5.2.2. Sistemas de plantación, formas de árboles y conformación de la copa 187
5.3. Elección del biotopo - cuestiones comerciales 187
5.3.1. Efecto de los factores naturales del biotopo 187
5.3 .2. Efecto de los factores económicos del biotopo 188
5.3.2.1. Comunicaciones 188
5.3.2.2. Organización comercial 188
5.3.2.3. Mano de obra 188
5.3.2.4. Concentración territorial de la producción frutícola 189
5.4. Incorporación en la explotación agrícola 189
5.4.1. Fundamentos generales 189
5.4.2. Extensión mínima de las superficies de cultivo 190
5.4.3. Ordenamiento económico del trabajo 190
5.4.4. Organización del suministro de humus a las superficies cultivadas 193
S.S. Advertencias sobre el plan de producción de la brigada fruticultora 198
5.5.1. Elaboración del plan de la brigada 198
5.5.2. Control del plan 199
5.6. Las brigadas y su equipamiento con medios de trabajo 200
5.6.1. Advertencias sobre la formación de las brigadas 200
5.6.2. Equipamientos de las brigadas 204
5.6.3. Dirección de las brigadas 204
5.7. Planificación de una plantación 206
5.7.1. Elección del sistema del cultivo y del tamaño de los acantonamientos 206
XIV fRllDCUL TURA

S..7.2. Elección de las variedades y especies frutales 207


5.7.2.1. Elección de las especies frutales 207
5..7.2.2. Elección de las variedades fnrtales. .........•.............. 208
5.7.3. Elección de la parcela, tamaño parcela 210
5.7.4 . .Plano de la plantación ; 210
5.7.5. Organización previa de la plantación 211

6 METODOS DE TRABAJO Y DE PRODUCCION 213

6.1. Métodos de trabajo 213


6.1.1. Construcción de una cerca 213
6.1.2. Preparación del suelo y plantación 21 S
~.l.2.l. Preparación de la parcela 215
6.1.2.2. Tratamiento de los productos vegetales 215
6.1 :2.3. Plantación de árboles y arbustos fru tales . . . . . . . . • . . . . . . . . . .. 215
6.1.2.4. Plantación de fresas 216
6.1.3. Laboreo del suelo ; 218
6.1.4. Abonado 220
6.l.5. Fitosanidad . _ 2.21
6.1.6. Conformación de la copa (poda) 226
6.1. 7. Cosecha y comercialización 229
6.1 .7.1. Recolección a mano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 229
6.1.7.2. Recolección mecánica 231
6.1.7.3. Transporte ' ' ' 233
6.1.7.4. Comercialización 237
6.1 .8. Trabajos varios 245
6.L9, Peculiaridades del laboreo durante la época improductiva 246
6.2. Métodos de producción, ............................•...•.. 247
6.i.l. Producción de manzanas y peras en plantaciones cerradas 247
6.2.2. Producción de manzanas y peras en cultivos dispersos 251
6.2.3. Producción de fruta de hueso en cultivos cerrados ; 252
6~2.4. Producción de grosellas y uva espín 256
6.2.5. Producción de fresas 2.58

7 COSTES y PRODUCTIVIDAD DE LA PRODUCCION FRUTICOLA ..... 259

7.1. Fundamentos de la estructura de los costes 259


7:2. Costes y-rentabilidad de las distintas especies frutales '260
7.2.1. Fundamentos del cálculo 260
7.2:2. Costes de plantación y periodo improductivo - valor de producción 261
7.4.3. Gastos duran te el periodo productivo, costes de producción por dt,
rentabilidad 26.4
7.3. Costes y rentabilidad del almacenaje de fruta 267
7.4-. Valoración de los árboles frutales 269

INDlCE ALF ABETlCO 273


INDICE DE FOTOGRAFIAS 277
Fundamentos biológicos de la fruticultura

1.1. Sistemática de las plantas frutales

Se cuentan entre las plantas frutales todas aquéllas, fructíferas y natura-


les de la zona templada, que se cultivan para la producción de fruta. y se
denominan especies silvestres aquel1as fructíferas que no se cultivan; por ejem-
plo: el saúco [Sambucus nigra}, el escaramujo (Rosa rugosa, Rosa canina), el
arándano (Vaccinium myrtillus), la fresa de bosque (Fragaria vesca), ete .. Se
da el nombre de "frutos coloniales» a Jos producidos por las plantas de leño
frutales naturalizadas en las zonas tropicales y subtropicales.
Al contrario de las especies de frutales silvestres, las de cultivo se catalo-
gan en variedades (cultivadas, o mejoradas). En la formación de nuestras
especies intervino como material básico una serie de silvestres, muchas de las
cuales se utilizan actualmente para continuar mejorando la calidad de las va-
riedades.
El número de variedades es considerable en cada especie, y pasa de 5 000
en la principal de ellas, la manzana. La clasificación de las variedades de una
especie está presidida más por criterios económicos que botánicos. El valor
de una variedad está considerado como una categoría económica. En la selec-
ción de una planta, obtenida por reproducción monógena, la Z-entralstelle für
Sortenwesen (<<OrganizaciónCentral del Servicio de Variedades») investiga los
caracteres y calidades más importantes económicamente, y lo hace en un culti-
vo apropiado para este fin. Si el ensayo ha dado buenos resultados, la comisión
encargada de seleccionar las variedades puede proponer su admisión y decla-
rarla como variedad; las ya admitidas están reseñadas en el "Prontuario para
la elección de variedades», y especificadas en la obra maestra Deutsche
Obstsorten (<<Variedadesalemanas de fruta»), de KRüMMEL, GROH y FRIE-
DRlCH.
2 FRUTICULTURA

Por lo común, las variedades se clasifican conforme a la época de su ma-


duración; las tempranas y tardías suelen tener una importancia particular
en el cultivo. En todas las especies, la distribución frecuente de sus variedades
se hace de acuerdo con la época antedicha, y viene a ser más o menos como la
de la pera, representada en la figura 1.

Núm. de variedades
250r-----~r-------._------------~

Fig.l
50 Distribuciónde frecuenciasde
variedadesde perales,segúnel
gradodemaduración de los frutos
VII VIII IX X XI XII I 11 111Epocade (mes) (de Scaramuzzi, 1961)
maduración

Las manzanas se dividen en cuatro grupos de variedades, a saber: vera-


niegas, otoñales, invernales y de conserva.
Las cerezas se suelen clasificar con arreglo a las seis semanas que dura
el tiempo de su maduración; además, las cerezas propias, o dulces, se clasifican
en mollares (fruto temprano y de pulpa blanda) y duraznas (fruto tardío y de
pulpa consistente). Las cerezas guindas se dividen en guindas comunes propia-
mente dichas (fruto de piel encarnada oscura y jugo jugo coloreado) y guindas
ácidas (fruto de color rojo y jugo incoloro).
Las ciruelas no admiten una clasificación botánica en ciruelas y ciruelas
comunes o europeas, y, por ello, es impropio tratar de subclasiflcarlas en gru-
pos por la forma del fruto, como aovadas, redondas, etc. últimamente, y por
razones prácticas, se ha establecido una división entre el grupo de variedades
de la ciruela común y el de las restantes ciruelas.
El melocotón presenta bastantes variedades verdaderas (de piel tomento-
sa), reproducidas por semilla y denominadas de «hueso propio», las cuales se
distinguen de las reproducidas sólo por injerto. Los melocotones nueces (de
piel lisa) se llaman griñones.
La fresa se distingue por sus variedades de fruto pequeño (Fragaria vesca,
variedad de la Semperjlorens Duch.) y de fruto grande (Fragaria ananassa
Duch.), que se considera como una especie híbrida natural y tiene, lo mismo
que la frambuesa, variedades no reflorescentes o de un solo producto y reflo-
rescentes o bíferas; para la producción en grandes extensiones, se cultivan sólo
las no reflorescentes.
Los frutos en baya se clasifican en una variedad tipo y según el período
de su maduración contado por días.
También hay procedimientos para cultivar el arándano, procedente de
varias especies.
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 3

Tabla 1
Ordenación sistemática de las principales especies frutales (según Zander, año 1965)

Familia Género Especie Nombre vulgar

Betulaceae Corylus ave/lana L. Avellana


máxima MilI. Avellano napolitano
Juglandaceae Juglans regia L. Nogal
Rosaceae Cydonia oblonga Mili. Membrillero
Fragaria ananassa Duch. Fresa de huerta de
fru to grande
Ma/us domestica Borkh. Manzano
Pyrus domestica Medik. Peral
Prunus armeniaca L. Albaricoquero
avium L. Cereza
cerasifera Ehrh. Ciruelo mirabolano
cerasus L. Guindo
domestica L. Ciruelo, ciruelo europeo
pérsico L. Melocotonero
Rubus idaeus L. Frambueso
spec. Zarzamora
Sorbus aucuparia L.
varo edulis Dieck. Serbal silvestre
Saxifragaceae Ribes petraeum WulC.
spiatum Robs.
omend. Widmoth.
sy/vesire (Lam.)
Mert. el. W. O. J.
j Variedades de grosellero
rojo y blanco
nigrum L. Grosellero negro
uva-crispa L. Uva espina (grosellero
espinoso)

1.2. Estructura de las plantas frutales


Todas las plantas frutales pertenecen al grupo de las cormoñtas y, de con-
siguiente, pueden dividirse en tallo y raíz.

1.2.1. El tallo

El t<\110
representa un eje, que forma órganos laterales al modo de ramas,
hojas flores, característicos de la especie y variedad del fruto. Las plantas
frutales se pueden clasificar, por tanto, en cuatro grupos atendiendo a la confi-
guración del tallo:

1.° Muy bajo y no leñoso (mata): la fresa.


2... Alargado y leñoso sin completo desarrollo de un sistema de ramifica-
ción (arbustiUo): la frambuesa con tallo de un año y la zarzamora con tallo
de varios años.
4 .FRUTIClILTURA

3.° Alargado y leñoso con activa formación de brotes en la base y desarro-


llo de un sistema de ramificación (arbusto): el grosellero negro y el espinoso.
4.° Muy alargado y leñoso con activa formación de brotes en la cima y
desarrollo de un sistema de ramificación (árbol): planta de pipa y de hueso.

Las .ramas y brotes constituyen un sistema de ramificación, es decir, la


copa del árbol, cuya estructura morfológica presenta los siguientes elementos:

1) El tronco: eje central del tallo comprendido entre la superficie del


terreno y la inserción de las primeras ramas madre.
2) La prolongación del tronco: eje principal de la copa desde la primera
rama madre hasta la cima.
3) La rama madre: ejes laterales que parten del tronco, o sea, de la pro-
longación del mismo.
4) La rama lateral: eje subordinado a la rama madre y de orden vario,
según el número de ramificaciones.
5) Los ramos de fruto: ejes laterales, de formación débil y orden elevado,
de uno y más años, que se hallan en las ramas madre y laterales.
6) El brote: tallo de un año, provisto de hojas en verano.
7) El esqueleto de la copa: conjunto de ramas madre y la prolongación
del tronco.
8) Vegetacián llueva: todos los tallos que no pasan de un año (brotes y
ramos de fru to).
9) Vegetación vieja: todos los ejes de los tallos mayores de un año.

El tronco de. los árboles frutales puede presentar una altura diversa, la
cual está relacionada a la extensión de la copa. Cuanto más corto es el tronco,
tanto mayor será la actividad de los brotes. Al aumentar la altura del mismo,
las copas en árboles semejantes son más planas y sus volúmenes menores.
Tanto la formación de la copa como la clase y espesura del ramaje son en lo
fundamental independientes de la altura del tronco. (En la práctica se relacio-
na erróneamente la altura de los troncos con una diferente intensidad de la
formación de las copas, pues en troncos altos, mayores de 1,25m, se presupone
que la influencia en la ramificación es insignificante, mientras en los troncos
bajos, menores de J m, se estima que la formación de la copa es más intensa.)
Aunque la forma de un árbol depende de la altura de su tronco y de la
formación de la copa, es costumbre determinarla, en los árboles frutales, por
la aJtura del tronco. En el comercio de dichos árboles de la República Democrá-
tica Alemana se han establecido unas normas tipo para fijar la forma de cada
uno de ellos en las plantaciones de frutales, TGL 7790, según las cuales se
distinguen las siguientes:

Tronco alto (H) 180-200cm de altura


Tronco medio (h) 125·150 cm »
"
Tronco cuarterón (tc) 80-100 cm ,.
"
Arbusto (a) 60cm
" "
Arbusto celastríneo (ac) 40cm
" "
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 5

Es conveniente calificar de tronco bajo las formas de árboles en [as que


éste no alcanza los 100cm. Estas formas, además de sus particularidades fisio-
lógicas dependientes de la altura del tronco, tienen igualmente importancia
económica en el cultivo (véanse los capítulos V, 5.7.2,Yel VI, 62).
Si se contemplan las distintas partes de este sistema de ramificación, una
rama madre y sus divisiones por ejemplo, se observarán siempre paralelismos
en todo el sistema citado. Hay un paralelismo morfológico entre las partes. de
los sistemas de ramificación y entre éstas y toda la copa del frutal. La prolon-
gación del tronco, la rama madre o cualquier rama lateral se podrán consi-
derar, si es caso, como el eje principal de un sistema de ramificación, pues se
diferencian sólo en sus grados respectivos. Por tanto, es conveniente hablar
solamente de ejes de determinado orden en descripciones generales, y usar los
términos prolongación del tronco, rama madre, rama lateral, etc., únicamente
en casos concretos.

Brote central

Brote sub-
adyacente

Brote ter-
L
Prolongaci6n!
r-
minal del tronco ,

Fig.2
Elementos de ramificación
de la copa de un árbol
frutal
(SI. S2. etc. = '2es laterales
de ler orden, 2 orden, etc.)

1.2.1.1. Caracteres de los elementos de la ramificación


Los caracteres de estos elementos distinguen la copa natural.

Longitud de los ejes: la de las ramas madre y la de las laterales, respec-


tivamente.

Angula de los ejes: el formado por las ramas madre con la prolongacióa
del tronco, o una ramificación con el eje principal, es decir, con el perpendi-
cular.

Dirección de los ejes: la de las ramas madre y la de las laterales (rectas


o curvas), respectivamente.

Grosor de los ejes: el perímetro de la base de un eje.


6 FRUTICULTURA

La suma de estos elementos forma el sistema de ramificación, y está carac-


terizado por la relación mutua entre ellos.

1.2.1.2. Caracteres del sistema de ramificación

Estos caracteres se dividen en dos grupos:

1.° Clase y espesura de la ramificación.


2.° Extensión de la copa.

1.0 La clase y espesura de la ramificación de la copa de los frutales son


conmensurables. Midiendo los elementos del ramaje y formando los cocientes
oportunos, se puede expresar en cifras la estructura de la fertilidad de cada
combinación de variedades y patrones (véase el capítulo primero, 1.9.1). Esto
permite considerar, por ejemplo, la suma de las longitudes de todos los ejes
de una copa, la proporción del volumen de ella y la parte de los ejes latera-
les de cierto orden en la suma de todos ellos como la longitud. la espesura y el
grado de un sistema de ramificación, respectivamente. La cantidad y longitud
de los brotes de un año son las que corresponden a la vegetación nueva. Para
describir la clase y espesura de un sistema de ramificación se pueden tomar
diversos caracteres del mismo, según el objeto de las investigaciones. El perí-
metro de la base del eje principal o la superficie de la sección transversal de
ella son una magnitud proporcional útil para comparar los varios sistemas
de ramificación.

2.° La extensión de la copa del árbol frutal caracteriza la magnitud y


forma de la misma. Tanto dicha magnitud y su extensión hacia arriba como
su diámetro transversal y longitudinal dependen exclusivamente de la consti-
tución genética de la variedad. es decir, de la combinación de variedades y
patrones, y de los elementos ambientales modificadores, incluida la interven-
ción del hombre.
Las siguientes dimensiones caracterizan la extensión de la copa:

Altura: distancia comprendida entre el arranque de la primera rama ma-


dre y la base del brote terminal de la prolongación del tronco.

Diámetro (medio): semisuma del diámetro transversal y del longitudinal


al hilo del árbol sin nueva vegetación, según el caso.

Contorno: proyección de la copa en un plano horizontal.

Perfil: corte de una copa por un plano vertical.

Superficie: altura de la copa por su diámetro.

-v olumen: espacio ocupado por el ramaje sin nueva vegetación.

---------------------- -
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 7

Fig.3
Representación esquemática de Laamplitud de la copa del
árbol frutal
'---
I
d ----1 (h = altura, d = diámetro, e = planta)
I La amplitud de la copa puede determinarse exactamente
I
mediante medidas. Sin embargo, en la práctica son habi-
tuales las denominaciones estilísticas, dependientes de la
amplitud de la copa, tales como pirámide (tronco más lar-
go que las ramas madre), copa esférica (tronco no alargado
y pocas ramas madre), copa piramidal esférica (combina-
ción de las dos formas anteriores) y copa en seto (la pro-
longación del tronco se transforma al cabo de un cierto
tiempo en ramas, generalmente más largas que el tronco)

1.2.1.3. Importancia funcional de los elementos de la ramificación


Esta importancia se deduce de la tendencia vegetativa o generativa de tales
elementos. La copa de cada tallo está fundamentalmente constituida por ejes,
cuya longitud y orden son diferentes. En cada especie de frutal, la formación
vegetativa o generativa de los órganos laterales depende de la longitud del
brote (figs. 4 Y5).

Los brotes Jargos son característicos de la capacidad vegetativa y decisivos


en la estructura de la copa del árbol frutal. En la planta de pepitas suelen ser
brotes de leño, es decir, de sus yemas axilares nacen brotes largos y cortos;
también dan yemas floríferas de distintas formas, si las condiciones nutritivas
les son favorables. En la planta de hueso, los brotes largos producen regular-
mente yemas de flor cuando no están desarrollados excesivamente; a saber:
en la base de ellos en el ciruelo y el cerezo y a 10 largo de los mismos en el
guindo y melocotonero.
Los brotes cortos producen especialmente yemas Ilorlferas, o sea, órganos
generativos, y en fruticultura se les da también el nombre de ramos de fruto.
Conforme a su morfología, estos ramos pueden dividirse de la siguiente ma-
nera:

El dardo: brote corto con yema de flor terminal.

El brindillo: brote corto, de 10 a 30cm de longitud, CaD yema de flor ter-


minal.

El dardo arrugado, o infructífero: brote corto mayor de un año COD los


entrenudos muy reducidos y yema de flor terminal, de 0,1 a 1cm de longitud.
8 FRUTICULTURA

cm Peral Cerezo
60
52 52
44 44
36 36
28 28
20 20
12 12
4
4~~~~~~~~
75 60 Cirolero europeo
62
60
44
36
45 28
20
30
12

15 4~~~~~~~~~
60
I 1/ 11/ IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII 62
Clases de tallo 44
~ Yema de flor .( Yema de hojas 36
28
Fig.4 20
Topografía de las inflorescen- 12
cias en los frutales de pepita 4
(según Feucht, 1961)
--- = límite entre las fases Clases de tallo
vegetativa y generativa
Fig.5
----- = amplitud de variación Topografía de las inflorescen-
cias en los frutales de hueso
(según Feucht, 1961)

--- = límiLe entre las tases


vegetativa y generativa
----- = amplitud de variación

La lombarda: viejo brote corto, leñoso y ramificado, con dardos fructíferos


y arrugados, o infructíferos.

El tallo en ramillete: brote corto de la planta de hueso y de baya con yemas


de flor agrupadas en forma de copete.

Los brotes Jargos y cortos producen yemas, de las cuales nacen los órganos
laterales del tallo.
FUNDAMENTOS BIOLOGlCOS 9

1.2.1.4. las hojas

Las hojas nacen de las yemas, que en la planta de hueso y de pepita están
dispuestas en espiral y con una divergencia de 2/5 alrededor del tallo. La for-
mación del pecíolo, del limbo y del borde de la hoja es típica en cada especie
y variedad de plantas frutales, aunque considerablemente modificable por la
influencia de) ambiente. A menudo, el pecíolo presenta estípulas. En la planta
de hueso particularmente en el melocotonero y cerezo, se producen nectarios
extraflorales en el pecíolo, o rabillo, cuya importancia para la fruticultura aún

Fig.6
La flor en distintas especies frutales
1. Manzana K = sépalo
2. Ciruela B = pétalo
3. Fresa St = filamento
4. Grosella Sb = antera
5. Avellana G = pistilo
(flor femenina] N = estigma
6. Nuez S = óvulo
6
(flor femenina) F = ovario ínfero
10 FRUTICULTURA

no se ha investigado de modo general. Por ejemplo, el melocotonero corre peli-


gro de contraer el mildeu, si carece de tales nectarios.

1.2.1.5. Las flores


Las flores son tallos comprimidos, y constan de sépalos, pétalos, estam-
bres y carpelos. Aunque estén secos. el pistilo. los estambres y los sépalos per-
duran en la manzana y la pera cuando están 'maduras y constituyen las partes
típicas del cáliz, mientras que en Ja ciruela y la cereza caen durante el desarro-
llo del fruto.
Según la especie frutal, las flores se presentan solitarias (como en el mem-
brillero). de dos en dos (por lo común en la plant-ade hueso) o en inflorescen-
cias; aquí forman corimbo en el peral y cima en el manzano, en el que brota
primero la flor central y, luego, la cuarta, la quinta, la tercera (sexta) y la
segunda. -
Con respecto a la yema fructífera y al desarrollo del fruto- (tendencia repro-
ductora) dentro de una inflorescencia, la flor central es superior a las flores
laterales en el manzano, por cuanto la tendencia reproductora de éstas dismi-
nuye en orden y sucesión de su florescencia.
Excepto los frutos de cáscara, los demás tienen sus flores estructuradas
para recibir el polen transportado por los insectos.

1.2.1.6. "Elfruto
En las especies frutales, los frutos se diferencian unos de otros por las
partes de que se componen sus flores respectivas, y que, además del ovario,
participan en la formación del fruto. El manzano y el peral presentan un seudo-
fruto, pues el mesocarpo está formado del receptáculo, donde, en la manzana,
se alojan formando celdas los carpelos apergaminados.

La fresa es asimismo un seudofrnro, porque su cuerpo está formado de


un. receptáculo compacto, y los frutillos verdaderos son aquenios reunidos so-
bre el receptáculo. Los frutos verdaderos son los de hueso; también lo son los
de núcleo y en baya, así como la.frambuesa y la zarzamora por estar formados
de drupitas reunidas sobre receptáculo seco.

1.2.2. La raíz
La raíz se diferencia del tallo principalmente por carecer de hojas. no pre-
sentando por tanto ninguna estructura de nudos ni entrenudos. Sobre el punto
de vegetación lleva una cofia, que Je facilita el desarrollo hacia el interior del
terreno.
De acuerdo con su estructura morfológica, el sistema o cuerpo radical
consta de las siguientes partes:

El pie: parte sin raíces que se une al tronco.


FUNDAMENTOS BIOLOGICOS .11

Fig.7

Los frutos en distintas especies frutales


Las semillas, con excep. de las comestibles, se representan.
en negro
1= Manzana (fruto compuesto, receptáculo carnoso)
2 = Cereza (fruto de hueso). .
3 = Fresa (fruto compuesto, tálamo carnoso)
4 = Frambuesa (fruto de hueso compuesto)
5 = Uva espina (baya)
6 = Avellana(nuez)
7 = Nuez (fruto de
hueso)

El rizoma: el pie con inserciones radicales.

El esqueleto: conjunto de raíces principales (fijadoras y-tensoras).

El sistema absorbente: conjunto de raicillas y filamentos.

Al germinar las semillas, el punto de unión entre la raíz embrionaria (ra-


dícula) y el tallo del embrión (hipocotila) forma el segmento de lo que será
luego el pie de la raíz. La radícula de la planta se forma primero como «raíz
vertical primaria». A partir del segundo año y hasta el quinto se produce una
transformación arqueada de las raíces; esto es: la primaria se desmedra, y la
dirección de las otras se hace más horizontal. Dicha transformación se puede
12 FRUTICULTURA

Fig.8
Representación esque-
mática del sistema
radical
1 = pie
=
2 rizoma
3 = esqueleto de
la raíz
=
4 red radical

activar por escarda, poda corta o trasplante. En Lamultiplicación vegetativa


por esqueje o estaca se produce una formación de raíces adventicias de tejido
calloso o de ciertas células de la capa del cambium. Ya en su origen, estas
raíces presentan una posición horizontal.
Dentro del sistema radical se aprecia una diferenciación específica en cada
raíz, o elemento del sistema. Por otra parte, en las especies y variedades de
frutales influyen no sólo las partículas genéticas, sino también de forma deci-
siva los factores del medio ambiente.

1.2.2.1. Caracteres de los elementos de la ramificación

Los elementos de la ramificación de las raíces forman el sistema radical:

Longitud: la de una raíz sin ramificación.

Angulo: el formado por una raíz con su eje principal correspondiente (en
las ralees principales, el formado con la sobredicha prolongación vertical del
tronco).

Dirección: la de las raíces en el plano vertical y respecto a la superficie del


terreno.

Grosor: el perímetro de la base de una raíz.

1.2.2.2. Caracteres del sistema radical


Estos caracteres se dividen en dos grupos:

1.0 Clase y espesura de la ramificación de las raíces.


2." Extensión de las raíces.
fUNDAMENTOS BIOLOG1COS 13

Fig.9
Influencia del tipo de
multiplicación sobre la
formación del sistema
radical
a == sistema radical de
planta nacida de se-
milla (año 26)
b =recrfa de la misma
planta nacida de se-
milla (año 14)
(seg. Kemmer, 1964)

Fig.10
Formación del sistema
radical bajo Lainfluen-
cia de diversas varieda-
des mejoradas hasta el
año 16
a == 'Cox' Orangen'
sobre 'M XV'l'
(cosecha total
223 kg)
b= Boskoop
sobre 'M XVI'
(cosecha total
202 kg)
(seg. Kernmer, 1964)

La clase del sistema radical está determinada tanto por el conjunto de raí-
ces, de variada longitud y grosor, como por su dirección y distribución en
distintas profundidades del terreno.
La espesura del sistema radical depende de la intensidad de su ramifica-
ción, en la cual influyenvarias causas. Y la espesura de la ramificación de las
raíces es importantísima en la fruticultura. Como medida de ello puede servir
la relación entre la longitud de la raíz y el número de raíces dentro de un siste-
ma de ramificación parcial.
En el cuerpo de la raíz pueden aparecer formaciones especiales de raíces
aisladas y ramificaciones de ellas. de múltiple carácter morfológico. Estas
/

14 FRUTI<::ULTURA

anomalías se presentan acumuladas al modo de estructuras. adicionales: .son


desviacíones de la dirección normal del crecimiento (órganos errantes y retro.
activos, 'formaciones sinuosas y arrolladas), adherencias recíprocas (nódulos
y enlazamientos) o .ramífícacíones extrañas (.formaciones amacolladas) par.a
citar unos ejemplos.

1.2.2.3. lmportancia funcional de fas raíces-

La ímportancia funcional de la raíz estriba en que absorbe y conduce el


agua y las sustancias nutritivas, y fija la planta en el terreno. Por 19cual, pue-
den distinguirse cuatro partes:

l.a Zona absorbente, o activa: sus raíces están cubiertas de unos pelos
que constituyen la parte más ímportante de todo el sistema radical; son de
vida corta: poseen una micorriza, y absorben el agua y Ias sustancias -nutri-
tivas.

2.a Zona de crecimiento: sus raíces están provistas de meristémos para


conducir el agua y las sustancias nutritivas.

3.a Zona de transieián: esta zona ya ha perdid-o 10s pelos -y, por consi-
guiente, la capacidad para absorber intensamente las disoluciones acuosas;
muestra un tono más gris, a diferencia del color blanco que muestran 'las dos
primeras.

4.a Zona directriz: resulta del ulterior proceso metamórfico de la zona de


crecimiento y la de transición, y ya no es apta para absorber agua y sustancias
nutritivas.

-2
-4

r
Fig.ll
Zonas de la raíz
(seg. Kolesnikow.1962)

'-1
l. Raíces absorbentes
2. Zona de crecimiento
3. Zona de transición
4. Zona directriz

Aún no se han investigado a fondo las relaciones entre la formación del


cuerpo de la raíz, la importancia funcienal de las diversas raíces y las condi-
ciones del medio ambiente.
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS
15
Tabla2 Multiplicación vegetativa
I
autovegetativa -xenovegetativa
(sin intervención de (con ayuda de otra
otra planta) planta) .
I I
con unión a la . ló
smuru na la I
con ayuda per-
I
con ayuda tran-
planta madre planta madre manente de otra sitoria de otra
planta
I
Acodo de incisión
I
Estaca
I
Injerto
planta
I
Inierto-nodríza
Acodo de mugrón Barbado
Acodo de punta Ovalo I
Yema I
Nodriza
Brote
(rastrero o radican Sarmiento

1.3. El injerto y el patrón


La multiplicación de auténticas variedades de frutales es posible sólo por
conducto vegetativo, debido particularmente a su manifiesto carácter hetero-
cigote. Constituyen excepción únicamente algunas fresas de fruto pequeño que
se reproducen por semilla. En la multiplicación vegetativa se siguen varios
procedimien tos.

La fresa se multiplica por estolón; el frambueso, por brote radical, Las


especies de arbustos frutales se pueden multiplicar por acodo y mugrón, y por
estaca la mayor parte de las variedades de grosellero. En cambio, es general-
mente indispensable multiplicar por injerto los frutales de pepita y de hueso.
Hay varias formas de injertar; pero en cada una de ellas ha de haber otra
planta en que practicar el injerto. Esa planta auxiliar se llama patrón o sujeto;
forma el cuerpo de la raíz y un fragmento del tallo más o menos alto sobre el
cual se hace el injerto.
La unión del injerto y el patrón dura toda la vida de la planta, aunque
cada parte continúa manteniendo su independencia fisiológica. Un árbol frutal,
pues, no suele ser un individuo con unidad genética y biológica propia, sino que
está constituido por varios componentes. Aun cuando en la fruticultura prác-
tica se hable ~l cultivo de una determinada variedad de planta de pepita o de
hueso, se tratª,-realmente de una combinación de variedades y patrones.

1.3.1. El injerto
En la mníríplícación xenovegetativa, la variedad de injerto, sea por yema
(escudete velando y escudete dormido), sea por estaca (de hendedura inglés,
de hendedura: triangular, de cacchado, de aproximación, de aproximación con
lengüeta, etc.), se transporta sobre el patrón. En todos los casos .citados, el
injerto se obtendrá únicamente de auténticas variedades de árboles madre
resistentes a los virus.
16 FRUTICULTURA

1.3.2. El patrón

Los patrones para árboles frutales se clasifican en francos (multiplicación


generativa), clan y típicos (multiplicación vegetativa) conforme al método de
multiplicación que se siga. Se da el nombre de clan a la descendencia vegetati-
va de una planta común a ella (patrón clan). y se llama típico a los descendien-
tes vegetativos de varias plantas congéneres y semejantes (patrón típico).

Patrones francos
Estos patrones presentan una variabilidad genética condicionada, la cual
puede ser idónea para verificar la fructificación, mediante una selección de
semillas diploides que proporcionen buenas variedades (por ejemplo, la man-
zana de Bitterfcld y la «Croncels», la pera de sidra de Kirchensaller y la «Ret-
tich» de Lcipzig) y su cultivo especial para obtener árboles madre con ciertas
formas de polinización.

Patrones clon y típicos


ESlOS patrones están unificados en lo genético, porque, como esquejes de
plantas madre, se multiplican por barbado, o sea, por estaca. Pues las plantas
clon tienen asimismo una variabilidad, condicionada por el medio ambiente.
% Longitud del brote Brotes precoces
300
280
260
240 \
220
-
-
-,
........ ....
200 .... r-...
180
-,
\
160 '\""
<,
"'1.:" \
140
120 ~-
-...-:-~
~
........
""'.,. '" \
\

~.-- t---- ~ .\ \
100
80
.XliCJfIlt,l( <'(Il",.l(~
~~ 1'\..;\ ~--
60
\~.
40 '\ :C~""
-......:::...~~ Fig.12

20
r-, Valores medios relati-
vos de la longitud de
los brotes y de! núm.
O de brotes tempranos
PI . nao:.sem. MXI MIV MIX PI. naco MXI MIV MIX en 6 variedades de
sem. manzano sobre distin-
----- W,lhelm ¡cr,,,,,,.,,,,,,,,,,,,,u Berlepsch
tos patrones
- - - - - - - Landsberger ..... _- ..... _ James Grieve (100 = media de todas
- -- . - Permain dorada las com binaciones)
FUNDAMENTOS BIOLOGI.COS 17

El optar por uno u otro patrón depende de la aplicación que se pretenda


darle. En los patrones de manzano influye y predomina el vigor con que se
desarrolla la variedad injertada, En las variedades con un desarrollo vigoroso
y muy diverso se puede uniformar tal desarrollo por medio de una combina-
ción de patrones adecuados. El guindo sobre Prunus mahaleb se aplicará en
terrenos ligeros, mientras que en los pesados, pero bien aireados, será mejor
plantar árboles injertados sobre Prunus avium.

1.3.3. Influencia recíproca del injerto y del patrón


En fruticultura, la afinidad del injerto con el patrón es un asunto que se
investiga intensamente; a este respecto, aquí sólo se pueden tratar los princi-
pios generales.

1.3.3.1. Influencia del patrón en la variedad injertada


La importancia de esta influencia es tal que se pueden sacar de ella varias
consecuencias aprovechables para la fruticultura práctica. El metabolismo de
los dos individuos unidos produce influencias modificadoras en la variedad
injertada ya en los escudetes de un año.
Además de los cambios morfológicos elementales, se producen otros fisio-
lógicos asimilativos. El patrón puede obrar sobre los cetoácidos y aminoácidos
contenidos en la savia de la variedad injertada o suspender en el punto de
unión el transporte ulterior de estos elementos, es decir, modificar su com-
posición.
Se pueden obtener «soportes directos» por arraigamiento propio de las
variedades injertadas. Es igualmente posible hacer combinaciones fisiológicas
interesantes, en las cuales el injerto puede usarse como patrón, y éste en
calidad de aquél (injerto invertido). Se ha podido observar que los patrones
no injertos muestran un comportamiento evolutivo distinto del que ofrecen
cuando están unidos a una variedad de injerto. Así, el patrón Prunus mahaleb
sin injertar tiene un desarrollo vigoroso; pero tal será mediano, si se injerta
con variedades del guindo.
En los patrones: causantes de un desarrollo débil del injerto la parte vital
del tejido de la raíz es relativamente superior a la de aquellos que lo causan
vigoroso; en éstos, la parte de la superficie lignaria es mayor en la sección de
la raíz. La escasa intensidad respiratoria de tales patrones dificulta los proce-
sos metabólicos, particularmente el suministro de sustancias nutritivas, y de-
bilita el desarrollo Gelinjerto.
La influencia ejercida por:el patrón en la variedad injertada causa efectos
principales y secundarios.

Con las múltiples relaciones entre el injerto y el patrón, se influye asimis-


mo en las propiedades que tiene la variedad para resistir las heladas, los pará-
sitos y las sequías.
18 FRUTICULTURA

Malus XI Malus IV

Fig.13
Influencia de diversos patrones sobre el crecimiento de la variedad de manzano
'James Orieve' .

Tabla 3

Influencia del patrón

I
Efecto principal Efecto secundario

""r,n
Vigor del desarrollo
FOI;,o;::or o
Comien. de la fertilidad
Longevidad Com ienzo floración Nivel y curso fertilidad
Capacid . de resistencia Curso de la floración Tamaño del fruto
Terminación brotadura Color del fruto
Caída de las hojas Curso maduración
Forma del fru to
Contenido de sustancias
en la savia
fUNOAMENTOS BIOLOGICOS 19

Malus 11 Malus IX

1.3.3.2. Influencia de la variedad injertada en el patrón

Esta influencia se manifiesta sobre todo como elemento que modifica la


base del ángulo de las raíces laterales, forma raicillas y causa alteraciones
estructurales en la raíz del patrón. Las investigaciones que varios autores han
efectuado en Irutalcs de pipa y de hueso no han permitido formar un cuadro
uniforme relativo a la influencia en cuestión.

1.3.3.3. Compatibilidad entre los dos individuos injertos

La influencia amplía y mutua entre el injerto y el patrón tiene importan-


cia práctica; tanta que puede presentar todos los grados de compatibilidad
(afinidad) óptima y de incompatibilidad absoluta. Este fenómeno es aprove-
chado parcialmente en la práctica de la fruticultura.
La com patibilidtui áptima se manifiesta no sólo en la soldadura oportuna
de los dos individuos, sino también en las buenas cualidades relativas a la
fertilidad y desarrollo y en la capacidad para resistir debidamente las malas
condiciones del lugar. En los grados viables de compatibiUdad incompleta
pueden disminuir las cualidades antedichas.
20 FRUTICULTURA

Fig.14
Zonas·de crecimiento de injertos
a la ízq.: patrón de crecimiento débil, variedadinjertada de crecim. intenso
a la der.: patrón de crecimiento intenso, variedadinjertada de crecimiento débil

La compatibilidad incompleta estriba en que el crecimiento y desarrollo


del árbol sufre una alteración más o menos considerable, debida seguramente
a la soldadura del injerto con el patrón, y no al medio ambiente.
Las causas dé compatibilidad incompleta son diversas, y no siempre fáciles
de establecer. Con todo, se podría dar por demostrado que los procesos bio-
químicos ejercen la mayor acción en las asociaciones de células unidas unas
con otras. A esto deberán añadirse los tóxicos que se presenten en su caso. Un
grado de compatibilidad incompleta y a la par ventajosa económicamente es,
por ejemplo, el injerto de la variedad «Boskoop»(de crecimiento vigoroso)
sobre _patrón«M-IX"(de creciraiento muy débil).
La compatibilidad insuficiente puedeproducír; por efecto de un desarrollo
mediocre, una alta sensibilidad a las heladas y a la influencia ecológica extre-
mada, la amarillez de las hojas, la suspensión de todas las funciones metabó-
licas y, por último, la muerte del árbol. La incompatibilidad «mecánica».se
produce por rotura del injerto en.eLJugarde soldadura con el patrón. Además,
tal rotura puede ocurrir en el joven injerto cuando está todavía en la injertera
o en la plantación cuando el árbol tiene más años.
La carencia de compatibilidad. es mucho menos notable en las habituales
combinaciones de variedades de manzano sobre patrones del mismo que en
las de peral sobre patrón de membrillero. Pero se manifiesta con frecuencia
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 21

en la unión de patrones Prunus con el ciruelo, el melocotonero y el albarico-


quero. En la reinjertación de árboles adultos pueden igualmente presentarse
manifestaciones de carencia de compatibilidad.
El engrosamiento excesivo de la concrescencia, formada por la soldadura
del injerto, no es ninguna señal característica importante de carencia de com-
patibilidad.
En la práctica, la incompatibilidad se puede remediar sirviéndose de la
reinjertación, !Jamada también sobreinjertación.

1.3.4. La reinjertación

Para superar la falta de compatibilidad, o afinidad, como sucede entre la


variedad de peral «Buen Cristiano Williarn» y el membrillero, por ejemplo, se
puede insertar otra variedad más que sea perfectamente compatible con el pa-
trón y el injerto deseado; en este caso podría ser la «Gellert», o mantecosa
Hardy. Llárnase sobreinjertación cada parte de árbol comprendida entre el
patrón y el injerto.
El llamado «escultor del tronco» es uno de los métodos de reinjertación
más difundidos. En el cultivo de formas de árbol de tronco alto, en efecto, se
puede insertar una variedad entre el patrón y el injerto, apta para formar un
tronco derecho. Además, los «escultores del tronco .. son bastante resistentes
a I..s heladas y, por lo mismo, protegen al tronco de cualquier deterioro cau-
sado por el hielo.
El «escultor del tronco» puede igualmente reflejarse en otras condiciones.
En las variedades de manzano propensas a la podredumbre (Phytophthora
.iactorum}, como la «Cox Orangen», la «Berlepsch» y otras, para citar unos
ejemplos, la reinjertación se ha manifestado favorablemente en la resistente
variedad «Hibernal», pues con ella se evita la infección del injerto que tiene
lugar en el terreno.
La reinjertación equilibra también en cierta medida el desarrollo y la
fertilidad de árboles de la misma variedad, si éstos proceden de patrones fran-
cos, o sea, obtenidos por semilla, y sin unificación genética. Diversos ensayos
han demostrado que entre el vigor de desarrollo del sobreinjerto y la variedad
injertada no existe un principio bien definido y constante. Y así, habrá que
hallar primero combinaciones oportunas por medio de experimentos.
Es necesario investigar más ampliamente las combinaciones específicas
pat.rón-reinjerto-var iedad que se caractericen por un alto grado de fertilidad.
En el efecto de las .reinjertacioncs se distingue una acción precoz, que frena las
más veces el desarrollo, de otra tardía, que equilibra la capacidad de desarro-
llo de la variedad injertada.
El efecto de los patrones se puede caracterizar así (en opinión de Kem-
rncr):
l. En la disposición vertical de los patrones (la sobreinjertación, por
ejemplo), el vigor de desarrollo de la variedad injerta estará condicionado por
aquel componente que lo ocasione más débil,

2. En la disposición horizontal de los patrones (el injerto de refuerzo


22 FRUTICULTURA

Tabla 4
Influencia de diversas variedades de reinjertación (ZV) 'sobre el desarrollo de la combi-
nación 'Oox ' Orangen'/M IX, sO año (seg. Liebster, 19S4, modificado]

Volumen de la copa
de Ja combinación
Variedad (ZV) Desarrollo (m3)

'Herrnhut ' regular 6,29


'Boskoop ' vigoroso 5,80
'M XVI' vigoroso 5,16
sin ZV 5,09
'Roter Boskoop' vigoroso 4,22
'Ro ter Trierer Weinapfel' regular 3,84
'Purpunoter Cousinot' regular
al princ. débil 3,57
'Croncels' vigoroso
al princ, regular 3,56

para citar un ejemplo), el vigor de desarrollo de la variedad injerta estará


condicionado por aquel patrón que lo cause más vigoroso.

Llamase «escultor del esqueleto» la variedad reinjertada cuando da forma


no sólo al tronco, sino también al esqueleto de la copa.

Fig.15
Emancipación de la variedad
mejorada
('Herrnhut' sobre M IX)
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 23

1.3.5. Independencia de las variedades

En las plantaciones de frutales adultos, con ciertas variedades de peral


injertas sobre membrillero o de manzano sobre «M-IX»,aparecen aisladamente
árboles que crecen con mayor vigor que los adyacentes. Fueron plantados un
poco más hondo de lo necesario, la soldadura quedó cubierta de tierra y la
parte inferior del tallo de la variedad injertada echó raíces, por cuanto es
propenso a echarlas. Por consiguiente, sostenida con su propia raíz, la variedad
engendra su vigor de desarrollo específico. Este fenómeno se llama indepen-
dencia de la variedad, cuya raíz puede desarrollarse mucho y hacer que el
patrón muera lentamente.
Antes se recomendaba que los árboles se plantasen a bastante profundidad,
para que las variedades pudiesen emanciparse del patrón. Ese método es me
aceptable, pues las plantaciones resultantes ofrecen una imagen totalmente
desunida: el desarrollo, la fertilidad y la longevidad de los árboles antedichos
son muy diversos, por cuanto dependen del grado de arraigamiento de cada uno
de ellos. Plantaciones así son desestimables en el aspecto agrícola y económico.

1.4. El crecimiento de las plantas frutales


1.4.1. Crecimiento del tallo
Cada formación orgánica del tallo parte de las yemas, que nacen por lo
común en los brotes anuales, o del período vegetativo precedente. Pero el
desarrollo de las yemas es variado, de modo que dan a veces brotes anticipados
(prolépticos) en el mismo año de su nacimiento; otras veces se desarrollan
poco y, por lo regular, no producen nada (yemas latentes).
Por su disposición en el brote se denominan yemas terminales, laterales y
subyernas, llamadas comúnmente latentes o durmientes.

81

8
Fig.16
.
Designaciónde las yemas en el brote de un
frutal de pepita
T = yema termina]
sA = yema "inhibida"
H = yema axilar
_B = yema secundaria
• Bl= yema floral
24 FRUTICULTURA

Su brotadura depende del vigor y lugar del desarrollo precedente (véase


el capítulo rrr. 3.6.3.1).
La disposición de las yemas a dar brotes es específica en cada especie y
variedad, y depende asimismo de la capacidad que tengan los árboles frutales
para aprovechar las yemas latentes en la renovación de los brotes.

Crecimiento en longitud

El crecimiento longitudinal del tallo se efectúa por el cono vegetativo y los


tejidos de meristemos situados detrás de él. La intensidad del desarrollo de
distintos brotes está condicionada por las diferencias, tanto absolutas como
transitorias, a que da lugar la concentración de reguladores del crecimiento.
Al crecer, el vértice del brote ejerce de arriba abajo una acción inhibidora creo
ciente sobre las yemas inferiores de dicho brote, en un grado de manifestación
muy variado, pues depende de la relación específica entre las sustancias de
desarrollo y de inhibición. La formación de la yema terminal indica que el
brote ha dejado de crecer.

Crecimiento en espesor

El crecimiento en espesor del tallo es posible sólo por la acción del cam-
bium, único tejido de meristemos en el tallo lignificado. Tiene, pues, gran
importancia en la curación de heridas y, por consiguiente, en el uso de todos
los métodos de injerto. El período de crecimiento activo en longitud se conoce
por la constante formación de nuevas hojas en el vértice de los brotes (falta
de la yema terminal); en cambio, el de crecimiento activo en espesor se conoce
por el desprendimiento de corteza y líber del leño. El desprendimiento de la
corteza señala que las células del cambium están dividiéndose. En ese período
evolutivo es cuando se pueden practicar ciertos métodos de injerto (de yema
y de corteza).
La capa del cambium da lugar asimismo a una formación constante de
nuevos tejidos conductores. En primavera, el comienzo del crecimiento forma
vasos amplios, que van reduciéndose a medida que se incrementa la vegetación.
La actividad del cambium se paraliza durante el reposo vegetativo de invierno.
Ese ritmo anual en la formación de vasos da lugar a los anillllos anuales de la
madera. La magnitud y duración temporal de la formación de dichos anillos
dependen de la especie y variedad del frutal, del patrón y de varios factores
ambientales. Si se investigan más a fondo los anillos, se podrán ver en ellos
reacciones derivadas de las condiciones ecológicas.

1.4.1.1. Crecimiento del brote

Este crecimiento depende de factores internos y externos y de la relación


recíproca entre ellos. La duración y el curso del período vegetativo y las temo
FUNDAMENTOS BJOl..OGICOS 25

peraturas predominantes en el transcurso del mismo obran sobre el crecimien-


to del brote, el cual es todavía posible bajo una temperatura de 3 a 4 "C. Sin
duda, el crecimiento máximo depende de la intensidad asimilativa.
La cantidad de sustancias de reserva procedente de los factores internos
es decisiva, sobre todo al iniciarse el crecimiento. Los brotes débiles terminan
de crecer antes que los vigorosos; en éstos aumenta igualmente la longitud de
los entrenudos. El almacenamiento de sustancias de reserva (de almidón, por
ejemplo) y el adecuado suministro de agua y sustancias nutritivas (particular-
mente de nitrógeno) determinan el crecimiento de los brotes del año siguien-
te, según el caso. Solamente se podrá formar de nuevo una reserva de sustan-
cias si aumenta el número de hojas y si su intensidad asimilativa es tan elevada
que queda sobrante de ellas aparte de la respiración y del consumo de materias
orgánicas para el crecimiento. Por esta razón, es necesario mantener en 10
posible toda la capacidad funcional del follaje de las plantas frutales basta
el término del período vegetativo. _ _
Las sustancias de desarrollo e inhibidoras desempeñan un gran papel en
el crecimiento de los brotes, ádemás de la yema terminal, tiene importancia la
parte del brote comprendida en el lugar en que se produce la economía de las
sustancias mencionadas. La figura 17 representa los factores que influyen en
el crecimiento.
Crecimiento
Fig.17 del brote
I
Representación esquemática de los factores
internos que influyen sobre la brotación del I Formación de no- Longitud
manzano (seg. Kato e Ito , 1962) las y nudos
,
internudos

1
r jnOrgán¡OO~ r. Pro te (na 1
Subst. simi
lares a las
giberilinas
Núm. hojas
Dispos. hojas rr t
Aminoácido I
r rAuxina~

1 -0.0
o
e
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yamina-N
T 1
IEconomía
)( ::J de reservas
"'- TendenCi}del brote""
J:g
W Economía de I
- ., energías

L~Oj8S tot81";~
desarrolladas
I Hojas-en crecim. I L¡emaSde los brotes
terminales
1
Es de suponer que en la formación de yemas generativas influyen factores
iguales, y que s610se produce un cambio mutuo cuando se alteran las magni-
tudes influyentes. Para que salgan las yemas es muy importante la inactividad
de las sustancias de suspensión, ocasionada por las bajas temperaturas durante
el reposo vegetativo.
Este reposo se inicia con la caída de las hojas. El pecíolo se desprende de
la base foliar por efecto de transformaciones químicas. en las cuales la tem-
peratura y la luz desempeñan un cierto papel.
26 FRUTJCULTURA

1.4.1.2. Leyes de la formación de yemas y brotes

Estas leyes son la base para la configuración natural de la copa de un


árbol frutal y las medidas deducibles para configurarla. Conviene recordar
que en las diversas especies y variedades pueden darse diferencias de mayor
o menor grado por efecto del ambiente.

Leyes de la actividad del brote

En el sistema de ramificación del tallo, la vegetación nueva anual está


sometida a ciertas leyes, derivadas de la polaridad y del geotropismo-negativo
que tiene el crecimiento del brote. La eficacia de estos factores depende tanto
del carácter biológico de la combinación variedades-patrones como de los ele-
mentos del ambiente, y está determinada por la medida del lugar, volumen
y nutrición de la vegetación precedente.
La nueva vegetación será tanto más vigorosa cuanto más joven e intensa
sea la vieja de la Cual procede, y cuanto más elevada, perpendicular y próxima
esté al eje principal.

Fig.18
Representación esquemática de las leyes de
1a brotadura
l. Actividad en el vértice
2. Actividad en el ápice
3. Actividad en el lado superior (-- = vegetación vieja;
4. Actividad en la base -- = vegetación nueva)

La actividad del brote se refleja muy distintamente según el lugar de la


vegetación vieja (véase la figura 18). Tedas las formas de la actividad referida
pueden presentarse sístemétíca o simultáneamente en la copa del árbol. En las
diversas fases evolutivas del sistema de Tamificacióndel tallo, dicha actividad
puede desarrollarse con preferencia en ciertas partes de la copa,
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 27

La actividad en el vértice se presenta sobre todo en las copas jóvenes, y


una de sus expresiones notables es el sitio predominante de la prolongación
del tronco en el sistema de ramificación. Suele manifestarse más en el cerezo
y peral que en el manzano y ciruelo, mientras que en el guindo y melocotonero
la prolongación del tronco va destacándose menos con el aumento de la edad.
La actividad en la parte superior se caracteriza por una gran cantidad de
vegetación nueva de escasa longitud, y su dimensión depende del ángulo que
forma la vegetación vieja con la perpendicular.
La actividad en la base se observa principalmente en las partes viejas de la
copa, y es muy importante para rejuvenecer el ramaje del guindo común, o
garrafal.
La actividad en el ápice se ofrece vigorosa, particularmente en el encor-
vamiento de las ramas fructíferas del peral; lleva a una manifiesta formación
de simpodios, y predomina en la configuración de la copa con arreglo a las
leyes naturales del desarrollo.

Leyes del cambio funcional

Dentro del sistema de ramificación del tallo hay tendencias vegetativas y


reproductoras. El paso de la fase vegetativa a la reproductora (generativa) se
llama cambio de función, y se funda en ciertos procesos metabólicos.
---------.... -_
- ........ .....,
",
r'ig.19
Representación esquemá-
tica del cam bio de fun-
ción al aumentar la incli-
-, nación de los brotes
'\ =
(L zona de brotes
'\ largos
\
\
K =
zona de brotes
conos
\ N ; zona sin brotadura ]
\
\
\
\
\
\
\
\
\
\
\
\
I
I

K
28 FRUTICULTURA.

Fig.20
Esquema del cambio directo. de fun·
ción, formación de encorvadura
rayado. = zona reproductiva

Fig.21
Esquema del cambio. indirecto. de función
rayado. = zona reproductiva

Fig.22
Esquema de la separación funcional
en la copa de un manzano.
rayado. = zona reproductiva
(según Vanicek)

El cambio funcional directo consiste en que una rama o un sistema de


ramas se inclina hacia abajo por la fuerza gravitatoria (follaje, frutos, lluvia,
etcétera) y en que, con el aumento de esa inclinación, la tendencia generativa
de la brotadura suele aumentar a costa de ]a vegetativa (fig. 20).La variación
del ángulo del eje produce un cambio en la economía de sustancias del creci-
miento y en el metabolismo delbrote, favoreciéndoseasí la formación de brotes
cortos con una tendencia reproductora elevada. Pero la medida de la forma-
ción floral de los brotes inclinados también depende de la especie, la nutrición
y las condiciones climatológicas. En las especies que crecen vigorosamente,
una buena nutrición y el abastecimiento de agua correspondiente pueden ase-
gurar una vegetación nueva vigorosa (actividad en el ápice yen la parte supe-
rior), aun cuando la posición de la vieja sea muy inclinada u horizontal. El
cambio funcional directo predomina en la encorvadura natural de la rama de
fruto; encorvadura que se-logra por medio -de la 1igadura en verde o torsión
del brote en el cultivo intenso de frutales.
FUNDAMENTOS BLOLOGICOS 29

El cambio funcional indirecto estriba en la actividad de la tendencia .repro-


ductora de ramificaciones de brotes cortos inmediatas a los ejes principales,
independientemente del lugar en que se halle. Con el empleo de cienos proce-
dimientos estructurales, sobre todo la poda y la torsión hacia abajo de los
brotes, se puede suspender el desarrollo libre de ellos y activar la formación
de yemas en los brotes cortos que se hayan dejado. Las primeras indicaciones
relativas a un tratamiento adecuado en este sentido se remontan al siglo xvu.
El cambio funcional indirecto ha encontrado su desarrollo óptimo en la
clásica poda del ramo de fruto, En la aplicación de las medidas antes citadas,
el resultado positivo depende mucho del grado y de la longitud media de la
ramificación en cada variedad.
La separación funcional significa el reparto proporcional del tallo en una
zona vegetativa y otra reproductora bien definidas, y depende de la regularidad
en el equilibrio de cierto retardo correlativo en las yemas de la base de un
bro:e. conseguido mediante un corte regularmente fuerte por la parte opuesta
de ellas (dependiente del lugar en que se desarrolla la fuerza vegetativa de la
combinación variedades-patrones en el sistema de ramificación y de las condi-
ciones del ambiente). Mientras que las yemas de la base del brote dan brotes
cortos aptos para la reproducción, las de la extremidad del mismo los dan
largos. De esta manera, se forma un esqueleto estable de la copa, al paso que
el ramo fructífero se desarrolla primeramente en el sistema de ramificación de
orden superior.
En el pasado, las diversas leyes del cambio funcional sirvieron de medida
para formar la copa, y el carácter de las variedades pasaba a segundo plano.
Actualmente se procura que la estructura específica de la fertilidad de las
variedades pase a primer término, y todos los principios del cambio funcional
se aplican de modo que contribuyan a elevar dicha estructura.

1.4.1.3. Periodicidad del crecimiento del brote

El brote crece con una intensidad alterna. Tras un crecimiento rápido en


mayo y prmcipios de junio. la intensidad disminuye hacia mediados de junio.
Sigue un período de reposo más o menos largo, o de crecimiento insignifi-
cante, hasta últimos de junio en que vuelve a crecer (brote sanjuanero). Ese
ritmo de crecimiento está influido por la fuerza vegetativa absoluta. Los brotes

..
o
IC Mayo Junio Julio Agosto
Septiem-
~ bre Fig.23

-- Periodicidad de la
Permain 1957 brotadura de algunas
dorada 1958 - -- -- --- ~--- variedades de manza-
no bajo las condicio-
1957 ---- t------ - nes de Bulgaria
Jonathan
1958 - - - - --- ~-- ~ (--época de
crecimiento,
Gelber 1957 - .. ---- f----- f- ----- épocade
Kostlicher 1958 -- ----- f---- - - 1- latencia)
(s. Stoitschkoff, 1960)
30 FRUTICULTURA

vigorosos muestran UD crecimiento constante, y 00 se observa una periodici-


dad clara en ellos. El brote sanjuanero puede ser delimitado por las épocas de
sequía estivales. En otoño, el brote tiene a veces un tercer período vegetativo;
esto no es deseable, pues da lugar a uoa defectuosa maduracióo del leño y. por
ende, a una falta de capacidad para resistir las heladas.
Es muy posible que el ritmo de crecimiento de los árboles frutales esté
ligado con la tendencia de las variedades a diferenciarse unas de otras en la
yema floral; la periodicidad que nos ocupa también puede servir para apreciar
el comportamiento ecológico de ellas.

1.4.2. Crecimiento de la raíz


El crecimiento longitudinal se efectúa por el punto vegetativo, el cual está
protegido por una cofia contra el rozamiento que se produce al penetrar en el
terreno. La ramificación de la raíz es radial; se verifica irregularmente en la
punta, y sus dimensiones son variadas. El crecimiento en espesor secundario
se debe al cambium radical.

1.4.2.1. Condiciones para el crecimiento de la raíz


Estas condiciones resultan del comportamiento genético condicionado y
de la influencia del ambiente. En general, se sabe poco del crecimiento de la
raíz; por ello, los enunciados sobre este particular se apoyan, más que en
resultados analíticos concretos, en observaciones y conocimientos prácticos.
La parte principal de las raíces se halla a unos 60 cm de profundidad. Los
patrones de ciruelo desarrollan cuerpos radicales, particularmente largos y
muy poco profundos, en el terreno. Toda herida causada a las raíces produce
con frecuencia yemas de leño, que dan los llamados brotes radicales. Los
patrones de manzano y los clásicos presentan asimismo una dirección hori-
zontal de la raíz, con lo que el volumen del cuerpo radical concuerda con la
fuerza de desarrollo del patrón. Es probable que las variedades de injerto
influyan también en el volumen citado. Pero el crecimiento de la raíz está
igualmente supeditado a las influencias rigurosas del ambiente; así, la clase
del suelo produce un efecto considerable en el susodicho crecimiento. La
extensión del cuerpo radical, comparada con la copa del tallo, es tanto mayor
cuanto 'más desfavorables son las proporciones de agua y de sustancias nutr i-
tivas en el terreno. El arraigamiento será muy intensivo, si el cuerpo de la raíz
se halla en capas de tierra ricas en fertilizantes O favorecidas por la humedad.
En último caso, Las«vetas estimulantes» (sustancias húmicas originadas por
la descomposición de raíces de cultivos anteriores o de cultivos intercalados
de plantas herbáceas u hortalizas) pueden formar un espeso tomento radical.
El crecimiento de la raíz hacia la superficie está limitado por el laboreo
de la tierra. Si pueden las raíces penetrar hasta la superficie en un terreno
cubierto de plantas herbáceas, no podrán hacerlo en uno trabajado por los
aperos de labranza. El arraiga miento en profundidad decrece a medida que
disminuye la aeración: a más de esto, pued-en actuar elementos adicionales,
como densidad del terreno, estratos rocosos del lugar y nivel del agua subte-
FUNDAMENTOS BrOLOGICOS 31

rránea. La falta de humedad o privación de ella, ocasionada por ('1crecimiento


de malas hierbas o por los cultivos intercalados, intensifica el desarrollo de las
raíces hacia capas más profundas del terreno. Aquí ha de tenerse en cuenta
que tales capas ofrecen un defectuoso abastecimiento de sustancias nutritivas
dificultan la respiración y, con ello. la absorción de esas sustancias. '
El crecimiento de la raíz. no está tan supeditado a las temperaturas como
el del tallo, y se estima óptimo entre los 7 y 20 "C, si bien crece en cierto modo
desde los O basta los 30 OC.
Parece ser que el carácter de Lasuperficie de las plantas leñosas influye
en la formación del cuerpo radical, ya que las raíces de ciertos patrones obte-
nidos por semilla, o francos (por ejemplo, el del melocotonero y manzano), se
oponen mutuamente a dicha formación. Por otra parte, se ha observado que
los cuerpos radicales de patrones «M-IX» se compenetran perfectamente cuan-
do están próximos unos a otros,

1.4.2.2. Periodicidad del crecimiento de la raiz


Esta periodicidad no siempre coincide con la del crecimiento del brote. La
raíz empieza a crecer antes de que se desarrollen las yemas y termina luego
de haberse desarroUado; crece con una intensidad varia en el transcurso del
período vegetativo. Mientras que en los patrones "M-IX» y «M-XI» se apreció
el arraigo máximo entre mano y abril y entre septiembre y octubre (la raíz
principal creció diariamente de 3 a 4 mm por término medio), en los de man-
zano de un año obtenidos por semilla se observó de junio a septiembre un
crecimiento intensivo, que sólo fue disminuyendo hasta igualarse con el ritmo
de los patrones habituales a medida que aumentaba su edad. En el fresal, el
crecimiento de la raíz alcanzó en julio su mayor actividad con un incremento
diario de más de 20 mm. La periodicidad en cuestión está influida hasta cierto
punto por varios factores del ambiente.

1.4.2.3. Relaciones entre el crecimiento del tallo y el de la raíz


Aunque no se ha hecho una investigación definitiva de estas relaciones, se
sabe que el desarrollllo de una gran parte de la superficie de las hojas está
siempre relacionado con un crecimiento intenso de la raíz. Por esta razón, en
todos los casos muestra el árbol frutal un nuevo y vigoroso arraigo en prima-
vera. Observaciones hechas sobre este particular han señalado que el espesor
de la ramificación radical en una posición determinada, dependiente de la
combinación variedades-patrones, puede estar relacionado con la ramificación
del tallo. La extensión del cuerpo de la raíz excede a la de la copa en un 300 %,
200 % Y 150 % en terrenos arenosos, limosos y arcillosos, respectivamente;
como medida de esto, puede servir la siguiente fórmula: radio de la raíz = al de
la copa multiplicado por 1,2 basta 2. Las raices no crecen más que la copa
cuando las condiciones del terreno son rigurosas; en cambio, la altura del tallo
es mayor que la profundidad de la raíz en un múltiplo, exceptuando las raíces
espinosas. La proporción entre la masa del tallo y la de la raíz es, aproxima-
damente, de 1 : 1 durante el crecimiento juvenil. Con el aumento de la edad,
32 fRUTICULTURA

la masa del primero es mayor que la de la segunda: esto hace que los árboles
tengan más «pesada la cabeza». La proporción sigue creciendo hasta alcanzar
2 : 1 y 3 : 1, tras lo cual se mantiene relativamente constante.
La suma de las longitudes de todas las raíces es considerablemente mayor
que la de todos los ejes del tallo, y los miembros del sistema radical son tam-
bién más delgados. Si la suma de las longitudes de la ramificación del tallo se
considera importante cuando alcanza los 300 m, la de la raíz de un manzano
de dieciséis años tiene exactamente 4 000 m.

1.5. Desarrollo de las plantas frutales


Al contrario del aumento de la masa de las plantas, su crecimiento se
llama desarrollo por la serie de períodos que caracterizan ciertos estados
internos y que no siempre son perceptibles en lo morfológico. Mientras las
plantas frutales también pasan por diversos grados de la ontogenia, llamados
períodos de desarrollo, -y mientras en el crecimiento se habla de fases, aquí
se llaman períodos las diversas etapas de desarroJUlo. En los árboles frutales
adultos, la investigación de los períodos de desarrollo es mucho más difícil
que en las plantas anuales. Como con respecto a la teoría de los períodos las
plantas herbáceas plantean muchos problemas insolubles, es claro que en las
plantas frutales se carezca de una teoría fundamentada. No obstante lo cual
hay principios útiles para los fines prácticos de la fruticultura y cultivo de
frutales.

Tabla S
Condiciones de estratificación en algunas variedades de frutales
(recopil. de Hildebrandt., 1960; de Haas y Schander, 1952; Schander, 1955)

Estratificación

Especiefrutal Temperatura o e Duración por días

Prunus mahaleb 6- 2 70 - 84
Prunus auium 6 -12 105 - 126
Prunus persica 8 -12 100 - 112
Prunus cerasifera 8-12 100 -112
Varied. de manzano 3- 5 70- 84
Varied. de peral 4- 6 56 - 90

1.5.1. Germinación de las semillas

Para cultivar patrones obtenidos por semilla de plantas de hueso, de pipa


y de fresa de fruto pequeño, así como para el cultivo de frutales, es muy impor-
tante la germinación de las semillas y el crecimiento posterior de las plantas
derivadas de ellas.
FUNDAMENTOS BIOLOGlCOS 33

La semilla del frutal tiene generalmente un largo período de reposo, condi-


cionado por la consistencia de su endocarpio, los procesos de maduración del
embrión y la disgregación de las sustancias inhibidoras. Por eso, y por razones
prácticas, las semillas han de someterse a una preparación, que durará de una
a veinte semanas, antes de proceder a su siembra. En lo cual la humedad. la
temperatura y la duración de su desarrollo son factores primordiales.
Es conveniente colocarlas formando capas en una mezcla de arena y turba,
y someterlas a ciertas temperaturas en un estado de humedad moderado. Este
procedimiento se llama estratificación. y sirve para que todas las semillas ger-
minen simultáneamente en una fecha deseada.

1.5.2. Períodos del desarrollo de la planta frutal nacida de semilla

Conforme a la biología del desarrollo de plantas de un año, pueden llamar-


se períodos térmicos las necesidades de temperatura y humedad que tienen las
semillas.
Tras la germinación de su semilla, la planta atraviesa un período (primario
y juvenil) que se distingue por caracteres vegetativos peculiares hasta alcanzar
su primera floración. La bibliografía sobre los periodos en cuestión es volu-
minosa. y no está libre de contradicciones.

AIt, en cm. de la que se tomaron los escudetes para el injerto

4° arlo de vida-- Desarr. de los injertos


____ ..2"2

3er año de vida \


___ 203 ~i
_____
133_i
_-:_-:
:':: -, J.
____ 68 ~

Fig.24
~ 27_~ Desglose en fases de un
manzano procedente de
semilla y sus vástagos
sobre M IX
Planta naco de sem. Bottner 304,90 Injertos sobre M-IX (seg. Murawski,1955)
34 FRUTICULTURA

El período de desarrollo es particularmente notable en el frutal de pipa.


Una planta de manzano sólo suele dar un brote largo en el primer año de su
crecimiento; en los años siguientes, da brotes laterales, y las más veces nume-
rosos brotes cortos y espinosos que le dan cierto carácter «silvestre». Trans-
currido un número de años que varía de un caso a otro en razón de la parti-
cularidad genética y de las condiciones del ambiente, la planta frutal nacida
de semilla pasa del período juvenil al adulto; el primero suele diferenciarse del
segundo en la formación de pequeñas hojas con borde:muy dividido y células
grandes.
En el período adulto, el borde de las hojas es más festoneado que dentado,
y las células son más pequeñas; por otra parte, se registra UD elevado contenido
de azúcar, almidón y pectina, si bien los brotes parecen disminuir su resis-
tencia a las heladas y su disposición al arraigamiento.
El carácter de los periodos de una planta de semilla no experimenta nin-
guna modificación aun cuando yemas o brotes procedentes de distintos perio-
dos estructurales se transporten sobre patrones vegetativos, pues la base de tal
planta aparece antes que el vértice del brote, aunque éste se halla más cerca
del período adulto. No se ha investigado en profundidad la fisiología relativa a
la transición del período juvenil al adulto; en éste, la capacidad para formar
yemas flcríferas ha dado un nuevo carácter. Mediante el injerto de yemas de
una planta nacida de semilla sobre «Malus lX», se puede acelerar considera-
blemente la tendencia a formar yemas de flor. Sin embargo, la tendencia a la
floración por injerto es mayor en el periodo adulto.

Tabla 6
Proporción de injertados en floración de injertos de distinta edad fisiológica
(se.gún Murawski, 1955)

Núm. injertos en escudete


Número de que floreeerr al 20 año
Procedencia de las ye- injertaciones
mas para injertación (unidades) Unidades %
Estadio juvenil 473 31 6,5
Estadio adulto 59 22 37,2

Aun en igualdad de condiciones nutritivas, la capacidad para formar yemas


floríferas está sujeta a ciertas propiedades fisiológicas y evolutivas, estrecha-
mente relacionadas a su vez con el orden de los períodos. Para abreviar el
desenvolvimiento de la generación y, con ello, el del cultivo, son importantes
en el cultivo de frutales todos los factores que hacen posible una transición
rápida del período juvenil al adulto. (Por regla general. la primera fructifica-
ción de las plantas nacidas de pipa se produce entre los seis y diez años.) Según
investigaciones hechas por especialistas holandeses, existe una correlación ne-
gativa entre el vigor del tronco de la planta obtenida por semilla y la duración
del período juvenil. Por, tanto, conviene procurar a esas plantas unas condi-
ciones de desarrollo óptimas.
Además, entre los caracteres morfológicos y biológicos de dichas plantas

------------ ---
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 35

en el período juvenil y $U disposición a florecer, existen ciertas relaciones


correlativas que pueden aprovecharse para hacer una selección previa.
Los efectos recíprocos entre el crecimiento y el desarrollo, y los insufi-
cientes conocimientos que Se tienen de la importancia del sistema radical
durante el cultivo dificultan la demarcación inequívoca en los períodos evolu-
tivos de los árboles frutales.

1.5.3. Desarrollo de los árboles injertados

La diferencia cualitativa entre un injerto anual en la injerrera y una planta


de semillUa de igual edad estriba no sólo en el proceso de injertación, sino
también en el período evolutivo, pues todas nuestras variedades se hallan en
el período adulto. Por el contrario, los patrones vegetativos se consideran fre-
cuentemente como una fijación temporal del periodo juvenil, sobre todo por
su disposición al arraigamiento.
Por injerto de yema de una variedad (adulta) sobre el patrón se consigue
un rejuvenecimiento relativo. Las yemas axilares de los árboles frutales viejos
no brotan generalmente en el mismo año de haber nacido, pero los injertos
anuales con ellas pueden dar brotes precoces en el mismo año de su injerta-
ción. La actividad más o menos vigorosa de la brotadura en el centro del eje
principal al año de haberse efectuado el injerto y el paso de tal actividad hacia
el vértice en el segundo año recuerdan los fenómenos similares que tienen
lugar en la planta nacida de semilla. La tendencia de las yemas a echar brotes
el año de su nacimiento varia en cada especie y manifiesta la diversa reducción
de su reposo. Por lo común, un árbol injerto necesita también varios años
para formar flores. No obstante, se da el caso de que florezcan injertos de
manzano bienales.
El desarrollo vigoroso de brotes- precoces, en el melocotonero para citar
un ejemplo, da lugar a varias series-de brotes en el transcurso de un año; de
este modo, el árbol adquiere antes la capacidad de formación floral. La fre-
cuencia en el desarrolJo de brotes precoces aumenta en la gradación manzano,
ciruelo, guindo y melocotonero; el fenómeno es inverso en lo que respecta a la
iniciación del período de capacidad floral. El desarrollo de muchos brotes pre-
coces da lugar también a UD envejecimiento más rápido de los árboles de estas
especies y variedades, que se manifiesta en la pérdida de vegetación, progre-
siva y de abajo arriba, de la copa del tallo. De ahí ciertas exigencias para dar
forma a la copa. Pero dentro de una especie frutal, sus variedades se diferen-
cian a-simismoen la forma de ramificación del injerto anual por la tendencia
que tienen las yemas axilar-esa desarrollarse; en el ensayo de variedades, esta
tendencia es apropiada para hacer un diagnóstico previo de la capacidad pro-
ductiva ulterior de la planta.

1.5.4. Madurez y formación florales

Llámase madurez floral el instante, o estado de desarrollo, en que un


árbol.puede dar por primera vez flores; caracteriza el paso del período juvenil
al adulto en la planta obtenida por semilla. En cambio, un injerto anual se
36 FRUTICULTURA

halla potencialmente en la madurez; no obstante, su primera formación floral


se produce entre los dos y cuatro años, y depende de la variedad, el patrón y
las condiciones de cultivo. Cabe suponer que el logro de la madurez y forma-
ción florales se funda en causas iguales o similares. En virtud de un estado
fisiológico y evolutivo, modificado por las influencias del medio ambiente,
puede aparecer un primer desarrollo de flores. Por tanto, la madurez floral
representa el único paso entre dos períodos distintos en el desarrollo del
árbol, y se diferencia fundamentalmente de la formación floral. Esta es posible
cada año, una vez que el árbol ha logrado la madurez floral.
Las causas de la madurez floral pueden verse en la economía de las sustan-
cias de desarrollllo y de inhibición, aspecto éste en el que destacan las in-
fluencias nutritivas y risiolégicas. Sin duda pueden predicarse relaciones simi-
lares para la formación floral anual, aunque no sea posible comprobar si hay
una relación causal entre la madurez y la formación sobredichas.
Sobre la primera floración de los árboles y el desarrollo anual de las (lores
hay numerosas teorías. más o menos acertadas. A principios de siglo se creyó
que había uno o varios factores causantes de la formación floral; mas las in-
vestigaciones más profundas realizadas sobre este fenómeno han permitido
establecer todo un sistema de factores influyentes en ello. Mientras no se
aclare definitivamente este asunto, se podrá decir que el desarrollo de las
flores está determinado por el enriquecimiento de hidratos de carbono en la
formacion floral, unido con cierta concentración de productos fertilizantes (por
lo general, predominan el nitrógeno y la asimilación de fosfato) y con la cons-
titución gradual de reguladores del crecimiento. Indudablemente, este proceso
está dirigido por la intensidad lumínica y en parte por la fotoperiodicidad.
La influencia de la formación floral es muy importante en el cultivo de
(ruta les, aunque será insatisfactoria mientras no se aclaren sus fundamentos
sustanciales. Con todo, hay una serie de medidas prácticas útiles referentes a
la influencia en cuestión. Además, hay que diferenciar las especies frutales de
fácil floración (las yemas de flor preponderantes forman los brotes largos anua-
les), como el melocotonero, el guindo, el cerezo, el ciruelo, el arbusto de fruto
en baya, el frambueso, la zarzamora y la fresa, de las de difícil floración (los
ramos de fruto predominantes forman el leño de dos y más años), como el
manzano y el peral. El aumento, o regulación, de la formación floral sólo
ofrece interés en las dos especies últimas.
La formación floral se puede activar por medio de combinaciones especí-
ficas de patrones eOIl injertos y por estercoladura. La eliminación o destruc-
ción de hojas, debida a los parásitos o al granizo, hace que disminuya dicha
formación. y la aumentan las buenas condiciones de la asimilación (aclarado
de las copas). Un resultado parecido se logra por incisión anular (corte de un
anillo de corteza que llegue hasta el cambium). La formación floral se activa
particularmente en una rama o árbol en que se ha hecho tal incisión (quizás
ello se deba a la acumulación de hidratos de carbono por encima de la misma).
Es condición que la actividad fisiológica de esta medida tenga lugar antes ,.le
que se produzca la diferenciación de las yemas de flor. Esto ocurre en los
frutales de pipa en las condiciones climatológicas d= nuestro país, si la incisión
anular se hace a lo más tardar a mediados de mayo, Y, por último, los proce-
dimientos seguidos en la configuración de la copa pueden asimismo influir
en dicha formación.
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 37

1.6. Biología de las flores y los frutos

1.6.1. Diferenciación de las yemas de flor

Los problemas relativos a esta diferenciación han sido investigados a fon-


do en el curso de las últimas décadas y en varios países. El comienzo de la
diferenciación de las yemas flaríferas puede variar, según la mayor o menor
dependencia de la especie y variedad respecto del curso de la temperatura. Las
diferencias del lugar están sujetas esencialmente a la temperatura que hace en
un momento dado, actuando como modificador el abastecimiento de agua a los
árboles. En el manzano, los diversos patrones de injerto no pudieron influir
de un modo demostrable en el comienzo y curso de la diferenciación de las
yemas de flor. La diferencia genética condicionada de cada variedad actúa
con mayor fuerza que Jos patrones y que el lugar sobre el curso de la diferen-
ciación. En las variedades que son también propensas a dar flores en los brotes
anuales largos (la «James Grieve» y la «Jonathan», por ejemplo), el curso de 1;:).
diferenciación es menos típico y su máxima no es tan notable.
En las condiciones climatológicas de la República Democrática Alemana,
la diferenciación suele ocurrir entre últimos de junio y principios de julio.
Después del impulso floral, el cono vegetativo es más ancho y alto (período
de alargamiento), y el joven rudimento florífero se ofrece microscópico a fi-
nes de agosto, por destacarse cinco protuberancias de los sépalos. En sucesión
más rápida se desarrollan los sépalos, los pétalos, los estambres y los carpelos.
En noviembre, y después de un breve período de inactividad, sigue otro creci-
miento durante los meses de invierno (salvo si hay heladas fuertes). En prima-
vera tiene lugar un rápido crecimiento de todos los órganos florales, que se
prolonga basta la florescencia (fig. 25).

Fig.25
Esquema del ritmo de
desarrollo de yemas no-
_ Fase vegetativa rales de frutales
!iiiZE Fase generativa (seg. Zeller,1934)
38 FRUTICULTURA

1.6.2. Polinización

Fuera del nogal y avellano, cuya _polinizaciónes anemófila, las flores de


todas nuestras especies frutales están constituidas para recibir el polen a tra-
vés de los insectos. En las variedades autógamas, la polinización se efectúa
sin el concurso de dichos insectos, si bien sólo se obtienen cosechas elevadas y
seguras con la cooperación de los mismos. El primer lugar lo ocupa la abeja;
su actividad supone el 75 % de la transmisión total de polen; su constitución
y sus costumbres la hacen muy apropiada para este fin.
En las variedades autoestériles e interestériles, la polinización depende de
que muchas de ellas Ilerezcan a la vez. El comienzo de la floración de las
plantas frutales depende de la temperatura. En las condiciones climatológicas
de la República Democrática de Alemania, las especies de árboles frutales
echan flor en el siguiente orden Gas variedades extremas se pueden inter-
poner):

Avellano Cerezo mollar


Albaricoquero Ciruelo
Melocotonero Peral
Ciruelo mirabolano Manzano
Membrillero
Las variedades que florecen temprano están expuestas a las heladas tar-
días, o primaverales; por ello, su cultivo es comúnmente limitado.
Dentro de una especie frutal, sus variedades se pueden clasificar en grupos
de acuerdo con el comienzo de la floración. Numerosas investigaciones de
varios autores han mostrado que la secuencia relativa de la florescencia de
diversas variedades viene determinada genéticamente, de suerte que permanece
inalterable en otros lugares, y aun continentes, cuando variedades similares
se hallan en las mismas condiciones. Si el clima discurre normalmente, una
interposición suficiente de florescencias asegura una polinización recíproca
de las variedades.
En los parajes favorecidos por la radiación solar, las flores nacen más
temprano. Abstracción hecha de los sitios abiertos a los vientos meridionales.
la floración se retrasa un día por cada aumento de 30 a 40m de altura sobre el
nivel del mar. También los patrones hacen que varíe el inicio de la floración.
Entre las especies frutales hay variedades que comienzan a florecer en distin-
tos períodos. La diferencia de variedades es mayor en el manzano que en el
cerezo dulce y ácido. Las diferencias en el comienzo de la floración entre espe-
cies y variedades serán tanto menores cuanto más tardío sea el comienzo de
la misma.
El curso de la floración está condicionado genéticamente, aunque las in-
fluencias ambientales lo modifican sensiblemente. Así, el curso de la floración
puede variar en un árbol solo, e incluso en una inflorescencia, por la desigual-
dad de sus flores. Si el comienzo de la floración absoluta es temprano, se alarga
la duración de la misma; si es tardío, suele acortarse. Las altas temperaturas
adelantan el curso de la floración; éste, así como el comienzo de la floración,
son importantes, ya que aseguran las condiciones para la fecundación, y se
deben atender tanto más cuanto menos variedades se cultiven en una planta-
ción o en una región.
FUND.AMENTOS SlOLOGICOS 39

1.6.3. Condiciones necesarias para la fecundación

Para que de -una flor se pueda desarrollar un fruto es necesaria por regla
general su fecundación. A principios de siglo se empezó a investigar sobre las
condiciones en que se fecundan las plantas frutales. Desde entonces, se han
llevado a término numerosas investigaciones en varios países. Por eso abunda
la bibliografía sobre esta rama de la fruticultura.
La fecundación de la flor de los frutales depende de diversos factores que
suelen intervenir en ella; pero aquí se tratará sólo de algunos.

1.6.3.1. Comportamiento genético

Las variedades frutales se clasifican en autofértiles, autoestériles e interés-


tériles, de acuerdo con su comportamiento genético.

1. La autojertilidad se produce cuando el polen de una variedad puede


fecundar los óvulos de la misma variedad, dando origen a frutos con semillas
capaces de germinar.
Si el óvulo se fecunda por el polen de la misma flor, se habla de autoga-
mia; si procede de otra flor del mismo árbol, de geit onogamia. Como la multi-
plicación de los árboles Irutales es vegetativa, todos los de una misma variedad
son iguales en el aspecto biológico de la fecundación. Desde luego, las varie-
dades autofértiles pueden ser igualmente fecundadas por otras. En general, la
autofertilidad es siempre indicio de productividad elevada, y se presenta en el
membrillero, el nogal, el avellano, las plantas de fruto en baya, el albarico-
quero, el melocotonero, algunas variedades del guindo (el común o garrafal)
y el ciruelo (ciruelo de Alemania).
Pero investigaciones recientes han revelado que las variedades autofértiles
pueden dar cosechas abundantes por medio de la polinización cruzada (alega-
mia facultativa).

2. La autoesterilidad se produce cuando el polen no tiene facultades para


fecundar óvulos de su misma variedad, y el desarrollo de frutos con semillas
capaces de germinar se logra solamente con el de otras variedades (donantes
de polen) pertenecientes a la misma especie frutal.
Los árboles frutales autoestériles son, por consiguiente, alógamos. Una vez
llegado el polen al estigma de la misma variedad, la presencia de factores esté-
riles en la estructura de los cromosomas le impiden desarrollar el tubo polínico
y descender hasta el óvulo. Las variedades de manzano y peral son práctica-
mente autoestéríles, salvo algunas excepciones. La autoesterilidad se da tam-
bién en ciertas variedades de ciruelo y guindo.

3. La irüeresterilidad se produce cuando diversas variedades se compor-


tan como si fuesen una sola (grupo interesréril) y no pueden fecundarse mutua-
mente, pues están constituidas para recibir el polen de variedades pertenecien-
tes a otros grupos de interesterilidad.
Los factores de la esterilidad, también llamados factores E, se presentan
en diversas especies frutales; varían tanto su número como su efecto especí-
40 FRUTICULTURA

fico en cada una de ellas. Las variedades con factores E iguales se comportan
como variedades autoestériles; esto es, no pueden fecundarse mutuamente, son
interestériles y pertenecen a un grupo determinado de interesterilidad, El nú-
mero de grupos de interesterilidad depende del número de factores E y de la
valencia de los cromosomas. En 10 variedades de manzano diploides investiga-
das se hallaron 11 factores E. En este caso, el número de grupos de interesteri-
1idad viene dado por la siguiente fórmula:

n (n - 1)
Número de grupos = 2 n = Número de factores E
Se obtuvo un tata] de 55 grupos de interesterilldad. La probabilidad de
que las variedades coincidan en un mismo grupo de interesterilidad es, pues,
mínima.
La interesterilidad es mucho más importante en el cerezo que en el frutal
de pipa. En 10 variedades investigadas se hallaron 7 factores E. Esto daría 21
grupos de interesterilidad por lo menos, según la fórmula antedicha. Las varie-
dades de cerezos dulces domésticos de la República Democrática de Alemania
presentan los siguientes grupos de interesterilidad:

1.0 «Durazna roja Büttner», «Cereza de Badéborne», «Dankelmann», «Gran


princesa» y «Mollar de Ochsen».

2.° «Gordal de mayo», "Cereza Kunze» y «Cereza de Ampfurt».

3.0 «Kassin» y «Blanca española».

4.° "Cereza de Braunau», «Donissen» y «Cereza rojo parda de Werder».

5.° «Napoleón» y «Durazna tardía Schneider».

Del comportamiento genético de las variedades en el proceso de fecunda-


ción se pueden sacar consecuencias prácticas para la fruticultura. Si las autó-
gamas pueden plantarse, formando grupos grandes e ininterrumpidos, en la
plantación ya lo largo de los caminos, será recomendable cultivar otras varie-
dades entre las alógamas facultativas, que, con el polen de otras flores, dan
cosechas abundantes o las aseguran; por ejemplo, el casís. En las autoestériles
se necesitan dos, y aún mejor tres, variedades para conseguir una fecundación
suficiente. En el caso de la interesterilidad se deberán cultivar variedades
pertenecientes a distintos grupos.

1.6.3.2. E-xistencia de flores con capacidad funcional

La existencia de estas, flores es otra de las condiciones para que se realice


la fecundación. En la estructura y función de las flores pueden presentarse
diversas alteraciones.

1. Esterilidad morfológica condicionada.


FUNDAMENTOS-BIOLOGICOS 41

Tiene escasa importancia en el cultivo de frutales, y se debe a la ausencia


o mala conformación de los órganos, ya masculinos, ya femeninos, de la flor.

2. Esterilidad del polen.


Puede estar condicionada por causas citológicas. De hecho, tocas las varie-
dades triploides manifiestan irregularidades en sus meiosis. Por ello, los granos
de polen que se forman, o son escasos o tienen poca vitalidad, y así, no pueden
realizar una fecundación completa. Las variedades triploides son malas dona-
doras de polen (por ejemplo, la ..Boskoop»y la «Alejandro Lucas»).El aspecto
nutritivo y fisiológico de la esterilidad del polen se presenta en árboles que
florecen excesivamente y están mal nutridos, o en parte de los mismos. Se
_puederemediar con la poda y UD mejoramiento del abono, y no tiene práctica-
mente ninguna importancia.

3. Esterilidad de los órganos genitales femeninos.


Se manifiesta parcialmente en la formación de la oospora de las variedades
triploides; 'por eso, el número de semillas de estas variedades es menor que el
de las diploides, aunque esto no se debe atribuir a una reducción del primor-
dio, o rudimento, fructífero o de] tamaño del fruto. También es de suponer
que la esterilidad de los genitales femeninos se debe a influencias de carácter
nutritivo; pero esta cuestión aún no se ha investigado.

1.6.4. Desarrollo del fruto

Tras una fecundación conveniente, se desarrolla la semilla y con ella el


fruto. Los árboles de pipa con abundante floración dan una Quena cosecha
cuando fructifican el 4 ó S % de sus flores, y los de hueso, cuando este tanto
por ciento oscila entre el 15y el 40. Hay, pues, cierta cantidad de flores y rudi-
memos fructíferos que caen durante el tiempo que media entre la floración y
la maduración del fruto,

1.6.4.1. Períodos de caída del fruto

Estos periodos son distintos en el fruto de hueso y de pipa. En éste se


distinguen dos:

1.0 Los pétalos caen a raíz de la floración.

2." Dura de cuatro a seis semanas después de la floración completa; de


ahí que también se llame de «caída del fruto en junio».

En ambos casos, el pedúnculo se desprende del ramo de fruto. Al aumen-


tar la división celular en la base del pedúnculo se forma una capa de separa-
cián. En los estadios del comienzo de la foliación y fructificación, las hojas
del follaje perteneciente a la nueva inflorescencia parecen desempeñar funcio-
nes biológicas importantes. La intensidad de la calda del fruto en junio está
determinada ya por el comienzo de la división celular basal en el pedúnculo.
42 FRUTICULTURA

La formación de la capa de separación está regulada por una corriente de


sustancias de desarrollo, que procede al parecer del endospermo que se halla
en las semillas. Este proceso puede modificarse mediante un tratamiento
adicional con sustancias de desarrollo (véase el capítulo IIl, 3.7.y 3.7.1).Entre
ambos periodos existe una correlación negativa: cuanto más intenso es el pri-
mero, tanto más débil será el segundo, y viceversa. En algunas variedades de
frutos de pipa aparece un período completamentario antes de la cosecha, lla-
mado de «caída del fruto precosecha»,cuya causa tiene otra explicación (véase
el capítulo IIl, 3.7.2).
En el fruto de hueso se distinguen por lo general tres períodos:

1.0 Los pétalos caen a raíz de la floración.

2.° Empieza aproximadamente a los catorce días de la floración total.

3.° Comienza más o menos catorce días después del segundo período;
«caída del fruto en junio»

En los dos primeros períodos, el pedúnculo se desprende del ramo de fruto


por efecto de] desarrollo de una capa de separación, lo mismo que en la fruta
de pipa. Por el contrarío, el tercer período se diferencia de los dos primeros
en que el fruto se desprende de su pedúnculo.
Las causas de la caída del fruto son, en parle, bastante parecidas en el de
pipa y de hueso; en los dos primeros periodos de éste y en el primero de aquél
se trata, al parecer, de una insuficiencia de flores polinizadas. En el fruto de
pipa con cinco estigmas por flor, la polinizaciónpuede efectuarse sólo en una
p.arte de los mismos. LQS frutos caedizos contienen por término medio un 30 %
menos de semillas que los persistentes; es sintomática la desigualdad de las
flores dentro de .una inflorescencia. La primacía de una floración media se
manifiesta claramente en la variedad «Boskoop». Tales diferencias entre la
polinización y fecundación no son posibles en el fruto de hueso. Las flores
no fecundadas pueden a veces continuar desarrollándose, de modo que den
frutos,infecundos y delTamañode una nuez, en el ciruelo, y caigan únicamente
en el segundo período.
Si en la caída del fruto influye el crecimiento de los brotes, también in-
fluirá en ella el método que se siga-para configurar la copa. Los brotes y ramas
vigorosos y bien nutridos tienen más posibilidades que los brotes débiles de
dar flores con capacidad funcional. Por otra parte, si se activa excesivamente
el crecimiento de los brotes, puede que se produzca el rechazo de los rudi-
mentos fructíferos. La variedad de manzano «James Grieve» es un ejemplo
típico.
El abastecimiento de agua, deficiente O excesivo,a las flores y rudimentos
fructíferos se refleja sobremanera en la caída del fruto de 'pipa y de hueso
en el mes de junio: las dimensiones de esa caída se aprecian ya al formarse la
capa de separación. La práctica ha enseñado que las sequias extremadas, los
riegos excesivos,las lluvias, el rocío y la irrupción de heladas causan concu-
siones que acrecientan la caída del fruto en dicho período de tiempo; por esta
razón, conviene ante todo un abastecimiento de agua equilibrado. EIL dicho
período, la sequía hace que las hojas, con su elevada capacidad absorbente,
absorban el agua de los Erutos.
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 43

El abastecimiento de sales nutricias se refleja asimismo en el desarrollo


del rudimento fructífero; sin embargo, hasta el presente esta circunstancia se
ha manifestado única y claramente en la nutrición de nitrógeno. Los frutos
caedizos contienen menos nitrógeno que los persistentes. Un abono excesivo
con nitrógeno activa el crecimiento de los brotes y, por consiguiente, la caída
del fruto.
La economía de sustancias de desarrollo del árbol está seguramente rela-
cionada con la extensión de los períodos en que cae el fruto; pero por el
momento sólo se sabe con certeza, aparte de que la caída del fruto puede
intensificarse por impregnación o baño con sustancias de desarrollo (véase
el capítulo IIl, 3.7.1.), que en general no cabe una reducción práctica de la
caída. Como mucho, se ha conseguido disminuirla en algunas variedades de
manzano mediante la aplicación de sustancias de desarrollo. Toda 'interrupción
en el desarrollo del embrión y del endospermo influye en dichas sustancias y
hace que los frutos caigan prematuramente. A eso se debe que la variedad
de cerezo guindo «Koroser» dé cosechas inseguras, según se ha observado en
la práctica.
La variación del tamaño del [ruto no está caracterizada sólo por el creci-
miento constante, sino también por contracciones temporales, debidas a las
condiciones atmosféricas; la magnitud relativa de estas contracciones es muy
grande, sobre todo en la segunda mitad de junio. Son oscilaciones fisiológicas
que pueden asimismo influir en la caída del fruto.
El curso de los períodos en cuestión depende de varios factores; en suma,
los más importantes son las correlaciones entre la fisiología del desarrollo del
fruto y el influjo de las condiciones ambientales.

1.6.4.2. Evolución del fruto

La evolución de los frutos pasa por varios períodos. En los de pipa son
tres:

1.0 División celular, que comienza después de la fecundación y dura unas


tres o cuatro semanas.

2.° Alargamiento celular y crecimiento intenso del fruto, cuyo tamaño se


define sobre todo en este período.

3.° Maduración; es el periodo de transformación y almacenamiento de


sustancias propias de cada variedad.

El período no finaliza cuando el fruto está enverado, sino que se prolonga


hasta su maduración definitiva.
Estos tres períodos tienen asimismo relación con los cambios que experi-
menta la composición química del fruto, mientras la evolución de éste desplie-
ga una actividad metabólica diversa, y que se manifiesta en el cambio de la
respiración.
En el frutal de hueso, la evolución del fruto es al principio igual en todas
44 FRUTICULTURA

o
l;l
~
\
o \ Fig.26
&.. Variación de la eliminación de CO2
"O en manzanas durante su almacenaje
'i 1\ 1 y desarrollo, referido al peso en fresco
"O
'c:1 \ (de Kobe1, 1954)
=
1 división celular
& "- 2 = crecimiento celular
... ~~ ., /' r!-- r- 5 6 =
a madurez para la recogida
-..;:;... r-> 4= madurez
O
o \ 5 = sobremadurez
Junio Agosto Octubre Diciembre 6 = muerte

sus especies; empieza a diferenciarse luego, con el discurso del tiempo y con la
formación del contenido típico de cada especie y variedad.
El primer período evolutivo produce un rápido crecimiento del fruto; el
sarcocarpio se diferencia del pericarpio óseo. Este período viene a durar de
cuarenta y cinco a cincuenta y cinco días, después de una fecundación efectiva,
en el melocotón, y de treinta y cinco a cuarenta en la cereza. y depende de la
época dé maduración, en la cual la nucela alcanza su máximo tamaño, al paso
que el embrión se presenta inalterado.
El segundo período da principio a un rápido desarrollo del embrión, mien-
tras retrasa mucho el crecimiento del pericarpio carnoso. Este período está
estrechamente ligado con la época de la maduración, y dura pocos días en los
frutos de hueso tempranales; en cambio, en las variedades de melocotón tar-
días se prolonga noventa días. En él se endurece el hueso.

mm
50

40
Mavflower
-: I
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30
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.. ........ .... .. .' .
Kernechter vom Vorgebirge
40
L..-- V
30
__. V ~ Fig.27
V.. .....
20
¡...-- Representación del
10 ./
..:,. 1-' - ¡....-
"
.,'
' " ... ritmo
.. ..
de desarrollo
del fruto, el hueso. la
" --- nucela y el embrión
O(as.. 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 en variedades de melo-
cotón con distinto
--- Fruto --- - Hueso -.- Nucela ••••••• Embñón grado de madurez
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 45

El tercer período empieza con un intenso crecimiento del pericarpio, y


continúa hasta la época de maduración, en la que debe ocupar todo el espacio
de la .nncela en las semillas con capacidad germinativa. En las variedades tem-
pranales, el fruto madura antes de que el embrión se haya desarrollado total-
mente (véase la figura 27). Por ello, las variedades de hueso tempranales no
tienen prácticamente ninguna semilla capaz de germinar. De tales embriones
únicamente se podrán obtener plantas nacidas de semilla por cultivo con me-
dios nutricios artificiales.

Tabla7
Relación entre la masa media del fruto y el número de semillas en los frutos de un árbol
de la variedad 'Boskoop' (abreviado de Kobel, 1954)

Masa media Masa media


Número del fruto Número del fruto
semillas en g Relación semillas en g Relaciones

O 73,5 100 3 84,6 li5,l


1 74,0 100,7 4 88,9 120,9
2 79,7 108,4 5 93.7 125,5

Influencia de los elementos ambientales en la evolución del fruto


Es éste un aspecto de gran importancia para los fruticultores. Desde luego,
también aquí existen correlaciones entre las distintas magnitudes de influen-
cia; aunque esas correlaciones no siempre son conocidas, se sabe que algunos
elementos ejercen una influencia decisiva.
EL abastecimiento de agua es de suma importancia para el fruto en estado
de evolución, por ser esa la única forma de asegurarle una buena nutrición.
Los frutos jóvenes necesitan una elevada cantidad de agua; el contenido
absoluto de la misma aumenta hasta la época en que enveran, pero el almace-
namiento de sustancias orgánicas hace que ese contenido disminuya porcen-
tualmente. La transpiración de los frutos disminuye a medida que aumenta
la maduración. El crecimiento principal se efectúa de noche, y es todavía con-
siderable poco antes de que el fruto envere. Durante el día, la manzana se
contrae y se dilata aproximadamente 3 mm de la longitud de su diámetro.
El abastecimiento de hidratos de carbono es particularmente decisivo en
la calidad del fruto. El número de hojas, el tamaño del fruto y el contenido de
azúcar tienen entre sí cierta relación. Al disminuir el número de hojas por
fruto, el contenido de azúcar será bajo y el fruto, pequeño. Cuando el suspen-
sor es menor se forman frutos gordales, aunque poco resistentes. Por esta
razón, es conveniente lograr un equilibrio óptimo entre el número de hojas, el
abastecimiento de hidratos de carbono y el rudimento fructífero.
Es difícilmente demostrable la influencia directa del abastecimiento de
sustancias minerales en la evolución del fruto; en la mayoría de casos, la in-
fluencia es indirecta, es decir, se produce a través de la asi:milación, la trans-
piración, la respiración y el crecimiento. Si se procura aumentar el nivel de
calcio en el manzano poco antes de la recolección, se reducirá la posibilidad
46 FRUTICULTURA

de que la piel del froto tenga macas y ennegrezca en su almacenamiento. La


insuficiencia considerable de boro causa la desasimilación prematura en los
frutos.
La cantidad de semillas capaces para desarrollarse es asimismo importan-
te. En términos generales, se puede afirmar que la masa del fruto aumentará
si aumenta el número de semillas. Particularmente, el comienzo del desarrollo
de los embriones puede ser decisivo en la evolución del fruto: en cambio, el
desarrollo posterior de las semillas no es tan importante, porque en las varie-
dades triploides las semillas «estériles» no impiden que el fruto se desarrolle.

1.6.4.3. Maduración del fruto


En la maduración del fruto hay que tener presente el aspecto económico
y el fisiológico, por cuanto el problema es complejo. En su crecimiento pro-
gresivo, el fruto alcanza un estadio en el que cabe considerarlo ya como ma-
duro, pues se han formado los aromas propios de cada variedad y especie. La
fruta que se haya de transportar a distancias considerables habrá de ser reco-
gida antes de que llegue a su punto de madurez.

1. Maduración del [ruto recogido anticipadamente. Se determinará por


consideraciones económicas; sustituye a la maduración sobre la planta, y el
fruto mantiene las cualidades exteriores basta su madurez completa.
Por tanto, en cada región fruticola se determinará de acuerdo con la apli-
cación que se dé a la fruta.

2. Maduración sobre la planta. Se estima cuando el fruto ha formado


una capa suberosa entre el pedúnculo y el ramo, y puede desprenderse fácil-
mente del árbol.
La mayor parte de especies se recogen al llegar a esta fase de madurez.

3. Maduración completa. Se considera si el fruto es blando y comestible,


y ofrece el aroma, el sabor y el color característicos.

En el transcurso de la maduración completa se manifiesta un máximo


contenido de grasas en la piel de la manzana. Todas las variedades almacena-
das alcanzan su madurez mucho más tarde que en la planta. En cambio, la
variedad «Clara», por ejemplo, madura antes que si está en el árbol. Se deberá
proceder a la recolección anticipada cuando se haya de transportar a mercados
lejanos, para que madure durante el transporte. El rendimiento económico
depende de que la fruta se recolecte oportunamente.
No se dispone de métodos eficientes para determinar la madurez del fruto.
Se han realizado numerosas investigaciones a este respecto; pero ni el conte-
nido de ciertas sustancias orgánicas. como el azúcar. -para citar un ejemplo, ni
todos los deshidratan tes, ni el agua ni la intensidad de respiración o la conduc-
tibilidad eléctrica del sarcocarpio sirven para este fin. En muchas plantaciones
se determina la fase de maduración por el cambio progresivo que experimenta
el color de la piel. Este principio se sigue para determinar la maduración de
FUNDAMENTOS BrOLOGICOS 47

ciertas especies en el extranjero, donde también se usa con acierto el manóme-


tro para medir la consistencia de la pulpa.

Tabla8

Desventajas de la recogida temprana y tardía

Desventajas d. 'j rec ogída .. m prana De......... de la T0gid a tard Ia

Pérdida de peso Pérdida de peso


(fruta carente de desarrollo) (por caída del fruto)
Baja calidad Mala capacidad de transporte
Insuficiencia de color Dismin. de Ia conservación
Dismin. de la capac. de conservación (tendencia de la pulpa a tomar un
(arrugamiento, color pardusco de la color parduzco)
piel, macaduras)

1.6.5. Particularidades de la fructificaclón


En el desarrollo general del fruto pueden presentarse cambios por efecto
de ciertas alteraciones que se producen en el curso normal de la fructificación.
La partenocarpia (o fructificación virgen) no se da sólo en las especies
tropicales y subtropicales, como la naranja, el plátano y la piña, sino también
en los frutos de pepita, y particularmente en la pera. En la partenocarpia se
forman frutos sin semilla, que se distinguen generalmente de los que la tienen
por su aspecto exterior (fig.28).

Tabla 9 Manzana Pera


'Bohnapiel' 'Alexander Lukas '
Variedades de frutos 'Cellini' 'Boscs :Flaschenbirne'
de pepita con ten- 'Klarapfel' "Trévoux '
dencia a la partenocarpia
'Ontarioapfel ' 'Gute Luise'
'Williams Christ'

Cuanto mayor sea el rudimento del fruto desarrollado normalmente, tan-


to menor será la formación de frutos partenocarpos. Las temperaturas eleva-
das favorecen la formación de estos frutos. Mediante la partenocarpia se puede
lograr otro rudimento si las hojas han sido dañadas por la helada.
En California se han fomentado las plantaciones de la especie pura «Wi-
Iliarn», para promover la partenocarpia, debido a las ventajas que reporta la
selección y embalaje de esta clase de peras.
La partenocarpia carece de valor práctico en la República Democrática
Alemana, a consecuencia de sus condiciones climatológicas.
La apomixia (formación de Erutos de pipa sin fructificar) puede igualmen-
te presentarse en las plantas frutales.
48 FRUTICULTURA

Fig.28
Fruto de desarrollo
normal (izq.) y par-
tenocárpico (der.)
de la variedad de pe-
1"1I 'Williams Cbrist'

La carpogenia. (influencia especifica del polen enlos tejidos exteriores del


embrión), también llamada formación metagénica, se ha divulgado en la fruti-
cultura. Se admite que el desarrollo del embrión híbrido puede influir en el
tejido materno del fruto. Es difícil probar con exactitud este fenómeno, ni se
le ha encontrado basta el presente utilidad práctica.
La formación de quimeras en los frutos de pipa es mucho más frecuente
de lo que pueda suponerse, sobre todo en la manzana. Por mutaciones soma-
ticas aparecen listas o manchas anómalas, ligeramente coloreadas y muy bien
definidas en la piel del fruto. La presencia de tales quimeras mericlinales se
puede observar a menudo en la especie de manzana «CoxOrange».

1.7. Fisiología del metabolismo


Tiene por objeto determinar los procesos sustanciales que contribuyen a
ciertas reacciones y a la formación de ciertas propiedades de las plantas fruta-
Fl:NDAMENJ"OS B10LOGICÓS 42

les. El hombre se sirve de este conocimiento de los frutales para sacar rendí-
miento de su explotación y cultivo. La fisiología del metabolismo puede ásimis-
me apoyarse en ciertos fenómenos de la fisiología general dé las plantas. En
fruticultura no sé ha llevado a cabo una investigación sistemática e impor-
tante de los procesos metabólícos. Abundan los estudios especiales, pero ofre-
cen P9cOS eonocímientos generalizados. La fisiología del metabolismo es, no
obstante, materia de estudio valiosa como base para conocer mejor el cultivo
y desarrollo de las plantas frutales y sacar un rendiniiento práctico de ellas.

1.7.1. El agu~
El agua está presente en las plantas; es disolvente y medio de transporte,
y produce reacciones químicas que participan en la formación de sustancias.
La absorción del agua es consecuencia de fenómenos osmóticos que se veri-
fican en los pelos radicales, donde la función absorbente de 'Ia .planta contra-
rresta, la del terreno. La planta absorbe también agua por alguna de.sus partes
aéreas.
La absorción y transporte de agua se realiza en los árboles frutales como
en las demás plantas. Hay que. tener p_r:esente,sin embargo, que la conducción
del agua está limitada por los anillos anuales exteriores, sobre todo en el me-
locotonero. La presión que ejercen las .raíces en la sama es considerable en
primavera, y puede ocasionar la llamada promoción floral en el nogal y en los
árboles con fruto de hueso, particularmente en el cerezo dulce, si se podan
tarde.

n lo

550
V
500
/

\ -- -
/
/
<,

450 \

400
-, Fig.29
Representación esquemática de
-, los resultados de los ensayos so-
350 <,
r-; t>
¡..- - 2 bre transpiración realízados con
hojas cortadas de.peral
a = oscuridad
300 b = al encender la luz
r-.~ 1::. Williams Christ/membrillero
250 -- V 1-- ¡-.. 3
=
sobre suelo seco
2 WilliamsChÍÍst/.m~rilbrillero
sobre suelo de humus
3 = Williams ChristfPastorenbh:nel
membrillero sobre suelo
desp. de 1 2 3 " 5 6 7 S 9 lloras de humus -
50 FRUTICULTURA

El estudio de la economía hídrica de los árboles frutales es muy dificil


debido al tamaño de los objetos y a la diversa reacción fisiológica de los dis-
tintos injertos.

La conductibilidad del agua decrece de los brotes jóvenes a los viejos y


de los verticales a los horizontales. Condicionada por la acumulación de sus-
tancias de reserva, es menor en otoño que en primavera. En otoño, el contenido
de agua en la madera de las variedades de manzano temprano disminuye
mucho más que en las del tardío.
La transpiración de los árboles frutales depende de las condiciones me-
teorológicas, de la especie y variedad, del injerto, de la sobreinjertación, del
grosor de las partes de la planta, de la superficie total de las hojas, del sumi-
nistro de humus, de la nutrición y del estado metabólico.

El consumo medio de agua en los árboles frutales es aproximadamente


igual que en los forestales e inferior al de las hortalizas. El manzano transpira
anualmente unos 80 litros de agua por metro cuadrado de superficie foliácea, y
su coeficiente de transpiración es 270.
La falta de agua hace que las hojas absorban primero la contenida en los
frutos. En las condiciones climatológicas de la República Democrática Alema-
na es poco frecuente que las hojas se marchiten irreversiblemente. El terreno
preparado para economizar agua tiene mucha importancia en los años de se-
quía. Para obtener un riego biológicamente favorable convendría hacer una
prueba del estado de agua en un SOlO. Esta prueba puede hacerse utilizando
el refractómetro para medir la concentración de savia en las células.

s 6 7 9
Semiácido L1g. Lig.
ácido

Fig.30
Relaciones entre la reacción del suelo y la disponibilidad de nutrientes
(según Janick, 1963)
FUNl>AMENTOS BJOLOG1COS 51

1.7.2. Sustanciasminerales

Es difícil explicar las posibilidades que tienen las raíces de diversas espe-
cies y variedades de absorber las sustancias nutritivas del terreno cuando la
capacidad acumuladora de SUS tejidos es elevada; consiguientemente, es difícil
también ampliar los conocimientos acerca de la función específica que algunas
de estas sustancias ejercen en los árboles frutales. Es esencial, no obstante,
comparar su importancia con la que tiene en otros cultivos agrícolas.

La absorción de los iones contenidos en las soluciones acuosas es realizada


por los pelos radicales. Las hojas y otros órganos del brote pueden igualmente
absorber las sustancias nutr-itivas; esta absorción depende de la reacción del
terreno (valor pH).
En general, la reacción del terreno poco ácida hace posible que los árboles
frutales absorban tales sustancias; para éstos es nocivo el cambio brusco del
valor pH por efecto de la baja temperatura.

El contenido de sustancias minerales varía en cada órgano de las especies


frutales, y está sometido a variaciones estacionales. En una investigación del
cerezo guindo, cultivado en terreno ligero se comprobó que la necesidad de
N y K era mayor que la absorción de estos dos elementos durante el periodo
vegetativo, por lo cual actuaron las reservas nutritivas que se hallaban en el
cuerpo leñoso. Luego, volvió a producirse un aumento de N, P y K en los meses
otoñales y se mantuvo así hasta el invierno. La absorción de sustancias nutri-
tivas que se produce al término del período vegetativo es importante para la
formación de nuevas sustancias en primavera (fill·31).

1.0
0.8
0.6
17 - ,~ ,
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~0.25
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:::0,15
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~O,10
~O,05
1--'-
'-~ I¿/ ~ L/,/
Fig.31
Contenido de nutrientes
principales en brotes de
, un año de 'Sebattenmo-
6./V. 19.V. '16. VII.25.VI/l29JX. 3X1 1.XI 3.L 21L relle' en el curso de un
Térrnlnos de la investigación 1954 1955 año
---Ca ----N ---K - _, P10s I (según Stolle, ~956)
52 FRUTICULTURA

El antagonismo ionico entre las sustancias minerales desarrolla un impor-


tante papel en la considerable necesidad nutritiva de los árboles frutales y en
sus grandes posibilidades de reserva. Así, la errónea dosificación de una sus-
tancia nutritiva puede ocasionar desequilibrios y, por lo mismo, falta relativa
de algún elemento.

En la estercoladura práctica, el antagonismo jónico está condicionado por


la intensidad del cultivo de una plantación y por la cantidad de abono emplea-
da en ella. Tanto la falta como el exceso de sustancias minerales obran de
modo distinto en las "plantas frutales, aunque siempre de manera desfavorable.

Tabla 11

Contenido medio de nutrientes de los frutales (50 - 100 años)

% contenido Guinda
(Scbattenmorelle/Pr. mahaleb)
Hojas Copa Tronco Raíces laterales
materia seca: 41,3 56,0 60,0
N 1,62 0,50 0,24 0,81
P20s 0,27 0,15 0,07 0,22
K20 2,45 0,34 0,20 0,40
cáO 3,56 0,98 0,39 0,52

Falta (O) o exceso (+ ) de:


N P K Co Mg Mn Fe Zn Cu Na 8

r-, O O +H- O O
O 81-
N Q
P O O ++ O
K 1""
O O <, O O 01+ O O O
(a
O O O -, O O O O O O
+ O O O O ,_ -
(1)
Mg
Mn
"s., Fe OO
'"-.
O r-, + O O
O -,
c.>
x
w ln
Cu O O O -,
Na OO O O r-,
8 O O + -,
N
P
r-. + O
+ H- 1+
r-,
K r-, + + +O H-
"Co
lO

~ "'9 O
+1'"1+ +
H- 1'" O
Fig.32
Antagonismo jónico
u..
Mn 1+ r-, f+ entre los distintos
nutrientes
Fe
+ -, (según Reinken, 1954)
FUNDAMENTOS BIOLOGLCOS 53
Tabla 12
Susceptibilidad de las especies frutales para enfermedades carenciales de nutrientes
(según Reinken, 1954)

Elemento: Especies (ordenadas en sentido decreciente)


N Melocotón, ciruela, guinea, gtosella negra
P Manzana, melocotón, uva espina
K Manzana, pera, melocotón, guinda, ciruela, grosella roía, uva espina
Ca Manzana, melocotón, fruta de bayas
Mg Manzana, grosella roja, uva espina, frambuesa, melocotón
Mn Manzana, cereza, guinda, melocotón, ciruela, frambuesa
Fe Pera, melocotón, cereza, ciruela, frambuesa, manzana, fresa
Zn Manzana. cereza, pera, ciruela, melocotón
B Manzana, ciruela, pera, melocotón, cereza

(según Gericke y colaboradores, 1963)

Melocotón Manzana
(Roter EllerstadterISlg.) (Peter Broich/M IX)
Hojas C-opa Tronco Raíces Hojas Copa Tronco Raíces
laterales laterales

36,7 55,9 59,2 42,1 54,4 60,2


2,92 0,60 0,39 0,77 1,80 0,4-5 0,24 0,63
0,58 0,16 0,09 0,42 0,34 0,1.5 0,07 0,26
3,02 0,36 0,19 0.49 2,13 0,36 0,21 0,59
2,89 1,18 0,48 0,80 3,16 1,45 0.78 1,63

ro .' ~
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Fig.33

e
o
....'1
\ .v
\!
!'
Reacción de asimilación de los árboles
con distinto suministro de nutrientes
-c ':1 al aumentar la temperatura
10
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..
'0.
CI>
a:
20
5 18 12 24 5 18 JO 12 24min
Carencia •..••••Carencia dE:N
-- normal -.- de K
2e
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2o
o

:z
FUNDAMENTOS BIOLOGICO'i 55

Sustancias
nutritivas
en 9 Absorción de sustancias nutritivas en el manzano de 1 ~ 10 años
250
200
150
100
50 1
I I 1 11 1II
I I I I I I 1 1I I 11 I I 11
Año t2~~~~Z&2m 121~~~Z&2G 1114iaZa~C 1114i~Zaam
N CaO
Sustancias
nutritivas
en 9 Absorción de sustancias nutritivas en el cerezo de 1 a 10 años
400
350

300
250
200
150

100
50 I I
I 1II I I II II 1I I 1I I 1
Año 1. 2.3.4. S.6. 7. 8.9.10. 1. 2. 3.4.5.6. 7.8.9.10. 1.2. 3./;. 5.6.7. 8.9.10. 1.2.3.4. 5. 6.7. 8. 9.10.
N P¡Os KzO CaO
Sustancias
nutritivas
en 9 Absorción de sustancias nutritivas en el melocotonero de 1 a 10 años
500
450

400
350
300
250
100
150
100
50 I I
tll I I I I I 1III 111 I I
Año t 2. 3. 4. 5. 6. Z 8. 9.10. 1. 2.3.4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. f. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.09.10. 1.2. 3.4. 5. 6. 7. 8. 9. so.
N ~05 KzO CaO

Fig.34
Absorción de nutrientes en distintas especies frutales durante los primeros 10 años
(según Gericke y colaboradores. 1963)
50 FRUTICUL T1JRA

James GrieYe
., 2 3 4 s 678 9 10 11 12 13 14 15
0,5

0¡4 , ," 1',, /


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0,1
i\,
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18.YII. 25.VII. 1. 7.

14. 30.VIII. 5. 18. 26.1X.
I
10. 17- 29.X.
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7.x1.
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Williams.Christ
1 2 3 4 s 6 7 8 9 10 11 12
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0,1 17. 26.YII. 2. 8. 15. 31.VIJI.6. 19. 27.IX. 4. 11. 18.X.1957

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15. 23. 29.VII. S, 12. 28.VIII.3. 12. 14IX. 15. 28.X.
1957
Ciruela doméstica
1 2 3 4 s 6 7 8 9 10 11 12
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16. 24. 31.VIf. 6. 13. 29.V/II.4. 17. 25.11. , 9. ,A16,X.
0,1 V 1957
Fig.35
Reacción de asimílaclón de algunas especies frutales alo largo'del año
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 57

El consumo de esas sustancias es específico en cada especie y depende de la


edad y rendimiento de la planta. Algunas especies requieren una elevada canti-
dad de ciertos elementos químicos, y presentan síntomas enfermizos si carecen
de ellos.

1.7.3. Hidratos de carbono

Los hidratos de carbono se forman por fotosíntesis. Contrariamente a to-


dos los otros elementos químicos en forma de anhídrido carbónico, el carbono
necesario para ello es tomado del aire. En la asimilación del carbono partíci-
pan todas las partes verdes de la planta. La capacidad fotosintética depende
de cuatro factores:

1.0 El contenido de anhídrido carbónico en el aire.


2.° La intensidad y calidad luminosa.
3.° La temperatura.
4.° La cantidad y capacidad de los cloroplastos.

El intercambio intenso de gases dentro de una plantación de árboles fruta-


les no permite la concentración de anhídrido carbónico. El aprovechamiento
de la intensidad luminosa depende de la distancia de una planta a otra y de la
forma de su copa. El curso de la temperatura determina el aprovechamiento
de la asimilación de sustancias. La fotosíntesis hace que disminuya considera-
blemente la formación de sustancias si la temperatura pasa de los 30 "C. La
parte del árbol que da al Norte y al Poniente supera en capacidad asimilativa
a la que da al Sur y a Levante cuando las temperaturas son altas. Con el calor
fuerte se cierran los estomas, se intercepta la absorción de CO2 y disminuye
la capacidad asimilativa La insuficiencia considerable de agua produce una
disgregación de los hidratos de carbono que reduce mucho el proceso asimila-
tivo. La capacidad asimilativa de la variedad de manzano «James Grieve» alcan-
za los 10000 lux en agosto cuando la temperatura es de 22 "C.

La nutrición de los árboles tiene asimismo gran influencia en la función


asimilativa. Si el color verde oscuro de las hojas indica que la capacidad asimi-
lativa ha alcanzado el 100%, el verde claro señala sólo el 30 % Ydenota escasez
de nitrógeno y sustancias minerales. La frondosidad del follaje y la formación
y cantñíad de cloroplastos son decisivas en la función asimilativa.
Por regla general, el contenido de hexósenos y sacarosas en las hojas se
enriquece hasta mediodía; Juego, ese enriquecimiento decrece según la tem-
peratura y la intensidad luminosa. En el transcurso del año también se pueden
observar dos importantes procesos en el contenido de hidrato de carbono:

1.° Síntesis del hidrato de carbono y polimerización desde el comienzo


del crecimiento hasta fines de verano.

2.° Hidrólisis del hidrato de carbono desde el comienzo de la coloración


de las hojas hasta Ja caída de las mismas.
58 FRUTlCULTURA

La intensidad asimilativa varía en cada especie frutal. El patrón, o por-


tainjerto, influye también en el comportamiento asimilativo; por ejemplo: la
variedad «James Grieve» sobre «M-U» adquiere mayor grado de asimilación
neta (la asimilación bruta significa pérdida de la capacidad respiratoria) que
sobre «M-IX,..

La utilización del hidrato de carbono es muy variada en los árboles fruta-


les, aunque se reduce a tres formas básicas: un 20 6 30 % es consumido como
portador de energía en la función respiratoria; una parte considerable se acu-
mula, principalmente en diversos tejidos, como reserva de almidón y hernice-
1ulosa, y otra parte forma varias sustancias orgánicas a través de posteriores
reacciones químicas que sirven particularmente para la formación del leño.
Combinado con el nitrógeno, produce la albúmina, en cuya formación partici-
pan asimismo el ácido fosfórico y el azufre, y una parte de él se transforma
en grasas, ácidos orgánicos libres de nitrógeno y lipoides. La composición
celular (contenido de materias y sustancias estructurales) viene determinada
principalmente por 13 utilización de los hidratos de carbono disponibles. Es de
suponer que éstos influyen asimismo en la actividad de los reguladores de cre-
cimiento. De los hidratos de carbono se derivan muchas materias contenidas
en las plantas; materias que no es posible enumerar aquí.
Transformados en azúcares, los hidratos de carbono son transportados de
los lugares de su formación a los sitios de consumo, donde se hallan Jos órganos
absorbentes (el cuerpo radical y el leño).
En verano se puede comprobar que la función asimilativa pasa a las raíces,
que absorben decididamente las sustancias orgánicas. Por el contrario, los
hidratos de carbono vuelven en primavera a ser transportados en forma de
azúcares al líber de las yemas florales y foliáceas.
Tanto el conjunto de los hidratos de carbono como la parte de las diversas
combinaciones varían en el transcurso del año. El contenido de almidón pre-
senta un proceso característico y es inferior al de la hemicclulosa, la cual está
sometida a variaciones irregulares y, por lo mismo, dificulta la explicación de
su participación en el comportamiento de los hidratos de carbono.
El contenido de hidratos de carbono es más elevado en la corteza que en la
madera. La situaci6n del brote (tendencia a la horizontalidad) hace que pre-
sente cambios típicos.


Fig.36
% Contenido variable de hidra-
20 tos de carbono (en sustan-
15 r -r-,
1--..
cia seca) en las ramas fructf-
lO
r-... 1"-.. k- V'"
~
\v- íeras del manzano a lo largo
del año (seg. Kobel , 1954)
O ,\,.
~< _,"\ ~ ~
----- = contenido total
5 /j de azúcares
, , 1- ,/ ,-
--- = total de hidratos
'- de carbono
2 3 4 5 6 7 8 9 ro 11 12 Meses hldrolizables
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 59

1.7.4. Grasas

Los diversos glicéridos se hallan sobre todo en los tejidos jóvenes; son
absorbidos durante el periodo de vegetación activa, y alcanzan su concentra:
ción máxima con anterioridad al desarrollo lignario. Las semillllas también
absorben ácidos grasos. Su biosíntesis se efectúa posiblemente por la reiterada
condensación del acetaldehido.
Las ceras naturales (éter compuesto de ácidos grasos y alcoholes superio,
res) son combinaciones de carácter graso; poco se conoce de su metabolismo;
por lo general, se trata de secreciones de la cutícula de las hojas y los frutos, y
sirven para regular la transpiración intensa. Las variedades se diferencian
notablemente en la secreción de cera, a lo cual se deben la piel grasa de las
manzanas y el escarchado de las ciruelas. En las manzanas, la formación de
cera se reduce cuando aumenta la humedad del aire. La cutina y la suberina
son miembros del metabolismo de la grasa, y aparecen dondequiera que, se
forme tejido suberoso (por ejemplo, en la capa separadora que causa la caída
del fruto, en la formación de lentículas, en el enmohecimiento del fruto o en la
corteza del árbol).

N
% I
1,8

1,6
~~

1,4 ~
\\,/
1,2
\
""-- -_ r-,
.....
V/
./ Fig.37
Contenido total de N, en de sustancia
1p
- / seca, procedente de la zona media de bro-
tes longitudinales verticales- - - -y hori-
zontales -- del manzano
1. 22. 13. 3. ?4. 15. 12. 9.
Junio Julio Agosto .Sept. Oct. Nov. (según D. Neumann, 1962)

N
mg o
o
50
,
00
,,
.".".....
0

o ,
o o ... " o o
42 o ...
,... o
o p.. e-... (

,, ~
,,' o
34 u o
Fig.38 o
Relación entre elnitrógeno insoluble (en
mg por cada ~oo varas de fru to) y elpor-
centaje de yemas-floraIes de las ramas ,
fructíferas (seg. Kobel, ~954) o 1S 30 45 60%
60 FRUTICULTURA

1.7.5. Albúminas

Las albúminas se [arman de aminoácidos, enlazados entre sí por combina-


ciones de péptidos. Las albúminas y los aminoácidos tienen mucha importan-
cia en el metabolismo de los árboles frutales, y particularmente en la forma-
ción floral. Los nucleoproteídos del núcleo celular son los portadores esen-
ciales del material genético (ácidos desoxiribonucleicos =
ADN). En el citoplas-
ma están contenidos como ácidos ribonucleicos = ARN. Además, las albúminas
aparecen en combinaciones con el ácido fosfórico, el azúcar y las materias
colorantes. Los aminoácidos, formados en las hojas. son transportados a los
lugares en que la vegetación es activa. El contenido de N en los brotes dismi-
nuye durante el período de crecimiento rápido, porque su consumo es mayor
que su acumulación.

Tras cierta constancia, el contenido de N vuelve a aumentar hacia el tér-


mino del período vegetativo. por cuanto las sustancias N retroceden de las
hojas antes de la caída de las mismas. El contenido de albúminas es mayor
en la corteza del árbol que en el leño. Se observa un enriquecimiento de las
combinaciones de nitrógeno insoluble en los brotes cortos aptos para la flo-
ración.

1.7.6. Compuestosaromáticos sin nitrógeno

El metabolismo de los árboles frutales ofrece cierto número de compues-


tos aromáticos sin N que son interesantes.

Fenoles

Los Icnoles, así como sus compuestos glucosídicos y el éster correspon-


diente, se encuentran en todas las plantas frutales. En los brotes hay correla-
ciones positivas entre la actividad de la fenolasa, el contenido de fenal y el
grado de lignificación. Estos procesos influyen posiblemente en la capacidad
de resistencia a las heladas. de igual modo que el sistema fenol-fenolasa influye
en la actividad que experimente periódica y anualmente el árbol.
Las oxidasas polijenolicas se deben a la oxidación de numerosos enzimas;
producen el color tostado del mesocarpio por oxidación del tanino, y participan
en los procesos respiratorios. Varios polifenoles con carácter de tanino son
importantes en la administración de las sustancias de crecimiento. (El ácido
clorogénico puede ser importante para inactivar las sustancias de crecimiento
y aumentar la resistencia del árbol a los microorganismos parásitos.
Los fenoles y los derivados del fenilpropano tienden, además de a la con-
densación y la polimerización, a combinarse mutuamente; su producto resul-
tante es la [loretina, aglucona de la floricina. Este glucósido se halla princi-
palmente en la corteza de las raíces de los frutales de pipa y de hueso, y es
un compuesto que produce los derivados del flavano.
FUNDAMENTOS BIOLOGJCOS 61

Derivados del flavano


Las flavonas, las antocianinas y las catequinas abundan en los árboles fru-
tales como derivados del Oavano. La rutina, glucósido del flavanol quer-
cetina, se halla concentrada en el grosellero de fruto negro y produce el efecto
de la vitamina P. El poco espacio disponible sólo nos permite hablar de la
amplia propagación de las antocianinas y leucoantocianinas en las plantas fru-
tales. Unas y otras son activadas considerablemente por la acción de la luz y
se producen durante la maduración del fruto, es decir, cuando la clorofila ya se
ha producido. El tono rojizo del brote y el color del fruto deben considerarse
como un medio protector de la planta en los frutales que se hallan a una
latitud elevada. La antocianina es fragarina en la fresa e idaeína en la manza-
na; su formación es característica en cada especie y requiere temperaturas
óptimas. Las variedades de manzana amarillenta contienen materias coloran-
tes de la carolina que no suelen ser capaces de producir antocianina. En las
variedades de melocotones de pulpa amarilla, las hojas amarillecen siempre
en la época otoñal sin que se produzca la antocianina. Aún no se ha podido
aclarar si la variada formación de antocianinas durante Lacaída de las hojas
en otoño se debe también a causas ecológicas.
Las catequinas se hallan en las hojas y los frutos; pero su existencia está
poco investigada.

1.7.7. Sustanciasde crecimiento y de inhibición

Las sustancias de crecimiento, o ñtohormonas. son producidas por la pro-


pie planta y transportadas a los lugares de consumo. Su actividad se maní-
fiesta ya en concentraciones pequeñas. Las investigaciones acerca de la admi-
nistración de estas sustancias en los árboles frutales son menores que las
realizadas con otras sustancias sintéticas del mismo género, usadas para influir
en los diferentes procesos fisiológicos. Por otra parte, las plantas contienen
sustancias inhibidoras. La acción positiva o negativa de las fitohormonas
depende del grado de su concentración.
El ácido 3-indolacético (= ácido (Hndolacético = AIA), antes conocido por
el nombre de heteroauxina, ocupa un lugar preeminente entre las sustancias
de crecimiento sintéticas. También los ácidos a.-naftilacético y el 2,4-diclorofe-
noxiacético son importantes en la fruticultura porque activan el arraigamiento
de estacas y barbados. Las Iitohormonas se usan principalmente en el aclarado
de los racimos (véase 3.7.1.,pág. 000).
Las sustancias de crecimiento se usan igualmente para retardar la madura-
ción de los frutos y evitar así su caída antes de la recolección. Es frecuente
que se produzca el efecto concomitante de adelantarse la maduración. Con el
ArA se logró disminuir el riego en la variedad de grosellero de fruto negro
«Rosenthal» y aumentar su rendimiento en un 20 v/o. Las sustancias de creci-
miento con ácido ~-indolacético han sido empleadas para mejorar el color de
la fruta. Como medio de defoliación se han empleado también en la -ilmáclga
de árboles frutales, para regular el período de reposo, tratar las semillas y
combatir la mala hierba. El ácido Eosfónico de 2-cloroetilo es un elerr - ato que
activa el desprendimiento del fruto en la recolección mecánica de la cereza
dulce.
62 FRUTICULTURA

Tabla 13
Influencia del tratamiento con sustancias de crecimiento ("Vitapek") sobre la caída de
los frutos antes de la recogida, en diversas variedades de manzano en el año 1950
(según U. Neumann, 1951)

Caída de frutos en
de) total de racimos
Variedad
tratado no tratado
'Oldenburg ' 31 80
'Klarapfel ' 11 49
'Signe Til1isch' 18 25

A las giberelinas se les presta actualmente mucha atención; son sustan-


cias de crecimiento naturales, de las que se han aislado trece de ellas (A¡-A13).
El AlA influye en la división celular, y las giberelinas en el alargamiento celu-
lar, activan el crecimiento longitudinal y anticipan el término de la floración
y recolección del fruto, aunque pueden parcial e indirectamente adelantar el
desarrollo general Con la aplicación de la giberelina se ha logrado producir
melocotones partenocarpos, superar los fenómenos de esterilidad activando el
crecimiento del tubo polínico y acelerar la ramificación de los árboles frutales
en la almáciga.

Curvatura por unidad de medida avena


15°~~----r----'-----'----~----T
I ----- _---_~----
-_.---~-'----
10°+-~----+----4----~----+-----+
----1----- --- _
5°+-+__ ---'"1-__
----__ ~~~~~--4_--_+--__+
1
r--
Fig_ 39
Contenido en auxina de las yemas termi-
O°L_~ __ }-_-+__ ~ __ +-_~ nales ( - - - ), así como de los brotes ver-
20 30 10 20 30 10 ticales (- . - . ) e inclinados (--) del
Junio Julio Agosto manzano (seg. Kato e Ito, 1962)

La hidrácida del ácido maleinico, veneno vegetal con carácter de inhibí-


dor, se ha usado con acierto para evitar el desarrollo de los estolones de la
fresa.
Las quinetinas se aprovechan para dilatar los procesos anteriores, y pue-
den figurar como antagonistas de la auxina.
Las sustancias de crecímíento y suspensión son decisivas en varios proce-
sos vitales de la plauta frutal, y tendrán importancia en el futuro para la regu-
lación de las relaciones entre la fructificación y el desarrollo. De ahí que su
variable contenido en el transcurso del año dependa del desarrollo vegetativo
y generativo.
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 63

1.8. Resistencia fisiológica


Se entiende por ta1 la capacidad de la planta para resistir las condiciones
desfavorables del medio ambiente; sus aspectos, propiamente dichos, se fun-
dan más en las reacciones fisiológicas que en las características morfológicas.
En fruticultura se procura cultivar especies y variedades resistentes a la
acción de los parásitos y las enfermedades, para cuyo fin se cruzan con otras
de tipo híbrido. Los diversos estados de resistencia fisiológica a ciertos ele-
mentos patógenos se deben a la acción que ejerce la estructura bioquímica de
la planta, no obstante lo cual se desconocen todavía las causas que la motivan.
La resistencia a la sequía no es un elemento que deba considerarse espe-
cialmente en la República 'Democrática Alemana, debido al clima. En cambio,
la resistencia a las heladas tiene mucha importancia, y es una característica
modificable por las condiciones ambientales (fig. 40).
La constitución del protoplasma, sobre todo su contenido acuoso, la con-
centración del citoplasma y la dimensión de la célula determinan el grado de
resistencia a las heladas.
También lo determinan los compuestos que contienen nitrógeno, los .lipoí-
des, antocianinas, pentesanos, ácidos y sales, y todo el proceso metabólica
de la Lignificación.La acumulación de azúcar desnaturaliza la albúmina; esto
se puede evitar empleando grupos hidroxilo. El daño causado por los hielos
depende, si prescindimos del estado del árbol en lo que respecta a la resistencia
a la intensidad y duración de las heladas otoñales, invernales, primaverales y
a sus posibilidades de regeneración, de la rapidez con que se produzcan la con-
gelación y descongelación. de la persistencia del helamiento, de los cambios
de temperatura y del tratamiento de la planta después de haberse helado.
La muerte por el frío es posible cuando se deshiela el agua acumulada en las
células. Con el aumento de los daños en cuestión y los experimentos corres-
pondientes, se ha comprobado que la reacción a las bajas temperaturas varia

% Núm.de plantas nacooor semilla


88 38 .,03

10
OL-__-L L-~ .___ F~.40
Clara Croncels R. Baumann Distribución porcentual de la deseen-
sobre sobre sobre dencia de distintos cruces de manza-
Croncels R. Baumann Hammerstein nos según el grado de los daños pro-
D no dañadas ~ dañadas
§1
~marc
h'rtad ducidos por la helada en el invierno
as de 1939/40 (según Schmidt,1942)
64 FRUTICULTURA

r--

-5
I Flores
Capull~~ ~1s_
-10
I
V Frutos

"')
, "
-15
, "
.
.~
,~ . ........

'~ ...
....~F rotes -
·20
,,
-, - \
-25
\ /
/ Fig.41
-30
/ /
-35 1-I--~
<, //
Temperaturas invernales que pueden ser
soportadas por los órganos vegetativos
¡v' (corteza) y generativos de las variedades
I de manzano 'Croncels ' (--) y 'Baumann '
tvov. I Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. Mayo (--) ( = zona no estudiada)
1955 . '56 (según Kohn, 1959)

a b e d e
Fig.42
Daños en las pérulas y las coronas medulares de brotes en perales
y la regeneración iniciada
a = Pérulas exteriores y primordios foliare' helados, levantados por el rudimento interior
=
sano, b yema totalmente helada y COI.O medular sano,
e = meristema sano que empieza a dividirse, d = tapón tisular que abre el punto helado de
la yema muerta. e =vértice del tapón tisular en el que se forma una nueva yema;
1 = cono medular, 2 = corona medular, 3 = corteza primaria, 4 = leño, 5 = médula,
6 = corteza primaria dañada igualmente poi !c: helada (según Pisek y Eggarter, 1959)

entre las plantas injertadas y las no injertadas. La sobreinjertación, influye


también en la citada reacción. En este aspecto es considerable la influencia
indirecta que ejercen diversos portainjertos en el manzano. Cuanto más sus-
tancias de reserva tenga un árbol frutal, tanto más resistirá la acción de los
hielos; por eso, los árboles jóvenes suelen ser más resistentes que los adultos.
Las cosechas abundantes, que anteceden al año de fuertes heladas, causan por
lo general serios daños a la planta, debido al agotamiento de sus reservas. Los
árboles de productividad alternante resisten malla acción del hielo, aunque
son menos dañados por ésta después del año de reposo. Es importante conocer
las causas concomitantes para poder analizar los daños en cuestión.
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 65

No se ha podido apreciar que la resistencia fisiológica del leño esté rela-


cionada con la de la floración, porque cada parte de la planta resiste de modo
diverso las escarchas fuertes.
La raíz es muy sensible a las bajas temperaturas. El tierno leño del brote
puede helarse a principios del invierno. La corona medular y el haz vascular
de la base de la yema, sobre todo los de la Eloral, pueden ser dañados cuando
hiela a últimos del invierno. El cambium resiste la escarcha si el invierno es
normal. y puede regenerar sus tejidos aun cuando s610 le queden intactos una
pequeña porción de ellos. El color pardo de la cara interna de la corteza, más
frecuente en el peral qne en el manzano, no indica que el tejido haya muerto.
Incluso después de haberse helado, el cambium tiene muchas posibilidades
regeneradoras; así, permite a la planta dar brotes, aunque tardíos, si las condi-
ciones de crecimiento son favorables.
La resistencia a las heladas depende además del ritmo vegetativo de la
planta. En su lugar de origen, las especies y variedades de las regiones conti-
nentales soportan mejor 1'!S bajas temperaturas que las de los territorios marí-
timos. Pero si se plantan en estos últimos. donde las temperaturas están por
encima y por debajo del punto de congelación, terminan prematuramente Su
periodo de reposo, inician el metabolismo y mueren cuando se produce un
enfriamiento del ambiente.

Tabla J4
Daños producidos por la helada del invierno 1953/54 en variedades de manzano sobre dís-
tintos patrones en el vivero de Ketzin (seg. Athenstadt y colab. 1956)

Patrón Número de dañados sanos


Variedad árboles
totalm. parcialm,
(%) (%) (%)
MIV
'Ontario ' 328 O 0,6 99,4
'Pearmain dorada' 240 1 2 97
'Landsberger' 300 O O 100
'Cox ' Orangen ' 152 1 3 96
M IX
'Ontario ' 386 7 8 85
'Pearmain dorada' 234 2 3 95
,Landsberger' 300 O O 100
'Cox t Orangen ' 234 3 ;¡ 90
M XI
'Ontario' 289 2 3 95
'Peaonain dorada' 443 17 8 75
'Landsberger' 162 33 3 64
'Cox' Orangen ' 299 44 13 43
Patrón obtenido por semilla
'Ontario' 103 29 16 55
'Pearmain dorada' 176 26 5 69
66 fRUTICULTURA

1.9. Fructificación y productividad


La fructificación y productividad de los árboles frutales determinan el
resultado económico de su cultivo. El simple proceso biológico no autoriza
a hablar de rendimiento, sino de fructificación, de fecundidad, etc. La voz
«rendimiento» hace referencia a la actividad humana, pues no es sólo efecto
y consecuencia de los factores biológicos del crecimiento, sino también expre-
sión constante que representa el estado de desarrollo de las fuerzas produc-
toras. El proceso uniforme de la fructificación se apoya tanto en las contra-
dicciones elementales dentro de las combinaciones de variedades y patrones
como en las relaciones metabólicas entre la planta y el medio ambiente. Es
necesario, por tanto, ampliar los conceptos y definiciones usados aquí y pro-
fundizar en ellos.

1.9.1. Capacidad de rendimiento

Toda combinación de variedades y portainjcrtos representa una potencia


[ructiiicadora específica, cuyo carácter no está todavía bien definido, y actúa
diversamente, es decir, lo bace conforme a las influencias ambientales y condi-
ciones de producción. La capacidad de rendimiento se debe al conjunto de
características estructurales y tendencias funcionales de la copa del árbol,
incluido el tamaño del fruto, y es el valor previsible del producto de la combi-
nación antedicha. El rendimiento es La resultante del agotamiento de la poten-
cia fructificadora cuando intervienen la acción del ambiente y la mano del
hombre.
La capacidad de rendimiento de una combinación de variedades y patro-
nes depende así tanto de las características estructurales y tendencias funcio-
nales como de la clase, espesura y extensión del sistema de ramificación. Estas
características son muy variables.
Para el análisis de las combinaciones de variedades y portainjertos es im-
portante investigar la estructura de la capacidad de rendimiento.

La longitud de IOdos los ejes, el peristoma con nueva vegetación reproduc-


tiva y el número de inflorescencias son decisivas para la estructura de la
capacidad de rendimiento; esto es, con ellos se activa particularmente toda
clase de brotes largos, dejados para la reproducción (véase tabla 1S y tabla 16).
La relación de los [rusos con las inilorescencias (tendencia a fructificar) y
el tamaño del fruto ayudan también a fijar la capacidad de rendimiento.

La variada productividad que presentan las combinaciones de variedades


} portainjertos puede establecerse analizando las características estructurales y
las tendencias funcionales. La baja productividad del manzano «Boskoop»
estriba en el insuiicierue espesor del peristoma de su ramiiicacián y en la
escasa tendencia de sus florescencias a [ructiiicar, La productividad de los
manzanos «James Grieve», «Ontario» y «Pearmain dorada» se basa en la lon-
gitud de su ramificación, que supera por término medio al volumen de la
copa. La variedad "James Grieve» tiende poco a fructificar; pero ello se com-
pensa con la gran espesura de su ramificación. La «Ontario», a diferencia de
FUNDAMENTOS BJOLOGICOS 67

Tabla 1S
Ejemplos de extensión, tipo y densidad de ramificación, tendencias funcionales y capaci-
dad de rendimiento de algunas variedades de manzano (sobre 'M IV', 'M l' y cM XI')
(según U. Neumann, 1963)

'James 'Boskoop ' 'Peannain 'Cox'


Características Grieve' 'Pearmain dorada' 'Ontarlo ' Orangen'

Altura de la copa (m) 2,7 3,1 3,6 3,2 2,8


Diámetro de la copa (m) 3,2 3,4 2,8 2,5 3,1
Proyec. horiz. copa (ml) 8 9 6 6 8
Volumen de la copa (ml) 14c 19 15 10 15
Longitud ramiñcación! 71 71 65 46 42
Espesor ramificaci6n 1 6,0 S,6 2,7 S,S 2,5
Long. media ramiñcaclóné 25 29 51 27 35
Grado de ramificación? 17 11 22 15 21
Nuevo crecimiento+ 45 46 70 49 59
Nuevo crecim. reproductivos 12 12 15 7 13
Infloresc. por nuevo crecim.? 1,3 1,3 1,1 1,0 0,8
Tendenc. a la fructificación8 38 6 76 54 73
Rendim. máx. por árbol (kg) 57,75 7,0 48,7 55,5 32,5
Rendim. máx. por ml del
volumen copa (kg) 3,9 0,3 3,0 4,9 1,9
Rendim. máx. por ml de la
proyec. horiz. copa (kg) 7,2 0,7 7,2 10,4 3,6
Peso del fruto (g)9 141 206 112 183 83

1 Longitud total de todos los ejes: E LE ¡¡ (m)


2 Número de ejes laterales de 20 orden (nEl) por m de ejes laterales de ler orden El =
nE2
LA:--(n/m)
LA
3 Suma de la longitud de todos los ejes de 20 orden y de orden superior (E LE ¡; 2 )

referidos al número de ejes laterales de 20 orden y de orden superior (nE iI: '2): E LE ¡¡¡ '2 (cm)
nnE ¡; '2
4 Parte de los ejes laterales de 3er orden (de 20 orden en el cerezo -Tab. 12) de la longl-
E LE3
tud total de los ejes: E E ·100
L i¡ I
5 Longitud del nuevo crecimiento 1960 (L LN6 o), relativa al perímetro de la base del eje
nN.
madre (PBE) :--(n/cm)
PBE
6 Cantidad de nuevo crecimiento reproductivo (nNI), relativa al perímetro de la base del
. E LN&o
eje madre (PBE) : PBE (cm)
7 Cantidad de inflorescencias 1960 (nF ó o), por nuevo crecimiento reproductivo nl&o
(unidades)
8 Cantidad de frutos 1960 (nF ó o), relativa al número de inflorescencias 1960:
nFóo .100
nIóo
9 según Krümmel, Groh y Friedrich
68 FRUTICULTURA

la «Pearmain dorada», tiene menor longitud de ramificación y tendencia a


fructificar, lo cual se equilibra con el alto peso de su fruto. y la productividad
de la «Cox Orange» está limitada por la corta longitud de su ramificación, el
poco espesor del perístcma «e la misma y la base desigual de su inflores-
cencia -.
Fi rendimiento [or metro cúbico del volumen de la copa, o sea por metro
cuadrado de Sl1 proyección horizontal, sirve para determinar la productividad
dela planta. La variedad «Ontario» destaca en este aspecto, a consecuencia del
elevaJo peso de su fruto.
Debido a las características de su ramificación y elevada tendencia a fruc
tificar, la variedad de cerezo dulce «Kassins» supera a la «Príncipe» en rendi-
miento, pues ésta tiene un pequeño grado de ramificación y considerable
espesura de ella, por lo que la base de sus inflorescencias es inferior a la de
aquélla y, por consiguiente, su tendencia a fructificar.
La guinda común «Morella sombreada» rinde más que la «Koroser», por
efecto de la gran espesura de su ramificación, el grado de la misma y la alta
tendencia a fructificar.

Tabla 16
Eiemplos de extensión, tipo y densidad de ramificación, tendencias funcionales y capaci-
dad de rendimiento del cerezo sobre Prunus auium y del guindo sobre Prunus mahaleb (las
definiciones y dimensiones de los conceptos corresponden a las de la tabla 11)

Característica 'Kassins ' 'Prinzen- 'Schatten- 'Koroser'


kirsche' morelle'

Altura de la copa (m) 3,6 3,7 1,9 3,9


Diámetro de la copa (m) 5,2 4,6 3,6 3,4
Proyec. horiz , copa (m2) 21,2 16,6 10,0 9,3
Volumen de la copa (m3) 51,0 41,0 12,8 24~2
Longitud ramificación 93,8 55,6 35,6 64,9
Espesor perístoma ramificación 13,8 3,5 5,6 2,5
Long. media ramificación 53,1 119,1 43,0 41,0
Grado ramificación 37,7 15,0 70,0 30,0
Nuevo crecimiento 37,7 13,5 93,0 58,0
lnflorescencias por m long, brotes 53,9 32,4 11,3 15,1
Tendenc. a la fructificación 95,4 50,2 49,0 16,0
Rendimiento por árbol (kg) 29,4 6,8 1.7,7 6,0
Renclim. por ml vol. copa (kg) 0,6 0,2 2,7 1,0
Rendim. por m2 proy. hoy. copa (kg) 1,3 0,4 1,5 0,6
Peso medio fruto (g) 5,7 6,8 6,4 5,0

1.9.2. Capacidad de rendimiento y su estructura

Al planear una plantación de frutales convendrá tener presente que la


cantidad y disposición de los árboles, la forma y dimensiones de la copa y la
variedad determinan la estructura de la capacidad de rendimiento. Según
D. Neumann, si designemos por CR" la capacidad de rendimiento de una plan-
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 69

tación, por EP el espacio que ocupa, por Aq el aprovechamiento de ese espacio


y por CReela capacidad de rendimiento específico de la copa, tendremos:

CRp = EP X Aep x CRee


El espacio que ocupa la plantación se puede expresar en metros cúbicos
multiplicando la cantidad de árboles por la superficie que ocupa cada uno de
ellos y por la altura máxima de su copa.
El aprovechamiento del espacio se obtiene de la relación entre el volumen
de la copa y el espacio que ocupa el árbol; es el valor de una parte del espa-
cio de una plantación, tomada del volumen de la copa y expresada en tanto
por ciento.
La capacidad de rendimiento específico de la copa se deduce de la canti-
dad de frutos en kg/rn'. Se puede calcular multiplicando el número de carac-
terísticas del nuevo crecimiento por metro cúbico de volumen de la copa y la
parte de inflorescencias del nuevo crecimiento reproductivo, y por la cantidad
de inflorescencias del crecimiento especifico nuevo. la tendencia a fructificar
y el peso de cada fruto (véase el cuadro XV).
Los rendimientos dependen del cultivo y de los agentes atmosféricos, y
dan el grado de aprovechamiento de la capacidad de rendimiento. Sin embar-
go, se cometen errores en la explotación, que son mayores cuanto más elevado
es el rendimiento.
La capacidad de rendimiento de un cultivo puede variarse las más de las
veces haciendo un gasto considerable (reducción del volumen de la copa. rein-
jertación o adopción de otra forma de copa); por ello, es conveniente hacer
los cálculos cuantitativos de la misma cuando se planea una plantación de
frutales.

1.9.3. Regularidad del rendimiento


Esta regularidad es diferente en cada especie y variedad. La especie. de
fdcil floración, como las de fruto en baya. de hueso, el membrillero y el serbal
común o acerolo, suelen fructificar anualmente. En los frutales de pepito», de
dificil floración, hay variedades cuyo rendimiento varia de un año a otro. Esta
irregularidad se llama también alternación. Las variedades de manzano y peral
tienen una predisposición, condicionada genéticamente, a la alternación, que
puede modificarse por medio de un cultivo apropiado para este fin (aclarados,
podas, abonos y riegos). Las variedades tendentes a formar leño de [ruto en el
leño joven, es decir, ramificaciones con abundantes brotes cortos (la «James
Grieve» para citar un ejemplo), alternan menos que las de crecimiento vigoro-
so con leño fructífero muy vivaz y mal expuesto a la luz (por ejemplo, la «Ber-
lepsch» y la «Boskoop»).
El desarrollo del brote, la diferenciación de las yemas florfferas y la fruc-
tificación guardan relación entre sí.
Para obtener un rendimiento alto y prolongado se requiere una capacidad
asimilativa elevada, que depende de la formación de brotes abundante. La
capacidad asimilativa elevada implica un exceso de hidratos de carbono, que
produce una diferenciación de yemas floriferas suficiente no obstante la abun-
70 FRUTICULTURA

dancia de rudimentos fructíferos. La fructificación es inversamente _propor-


cional al desarrollo y da lugar a la alternación, si el árbol está agotado. La
individualidad de tos brotes será un Lemadigno de estudio en el futuro porque
se ha podido comprobar que los de un mismo árbol también alternan cuando
éste se halla en equilibrio fisiológico.
Aparte estos intercambios dentro de un árbol, hay otros de carácter am-
hiemal. Se puede afirmar generalmente que todos los factores causan alter-
nación: tanto el agotamiento de la reserva de materias del árbol (productividad
elevada, nutrición insuficiente o menoscabo de la superficie de asimilación)
como la actividad de crecimiento excesivo (abono exclusivamente a base de.
nitrógeno ).
La acción de los patrones está limitada por las propiedades de la variedad
injertada y no siempre es determinante. Las combinaciones de portainjertos
y variedades con un crecimiento medio vigoroso tienden menos a la alterna-
ción que las de crecimiento débil o muy vigoroso.
La variación en el rendimiento puede ser irregular (<<Boskoop»)o produ-
cirse periódicamente cada dos años «(Clal-a»).
Para expresar numéricamente la alternación se usan varios índices. Según
Hoblyn, el índice r expresa la intensidad o frecuencia de la variación en el
rendimiento:

1= 100 Diferencias en el rendimiento de todos los años


2 X Rendimientos de lodos los años - (primera + última cosecha)
o bien:

1 = 100Cosecha del año productivo - Cosecha del año de reposo


Cosecha del año productivo + Cosecha del año de reposo

El tanto por ciento medio de la variación en el rendimiento E representa


el limite de la misma, y es la medida de la constancia del rendimiento:

E (0/0) = 100 X Cosecha del año productivo - Cosecha del año de reposo
Cosecha del año productivo

La proporcionalidad entre 1 y E no es lineal; el valor E es mayor que 1.


1 = Orepresentaría el ponto ideal de un rendimiento anual elevado y constan-
te, e 1 = 100representa la alternación suma, o sea la variación constante entre
el año productivo y el de reposo. El rendimiento que dan diversas combina-
ciones de patrones y variedades de manzano se puede ver en los cuadros
XVII y XVIII.
En el análisis de la alternación conviene tener presente la capacidad de
rendimiento en kilos por metro cuadrado.
Algunos árboles alternan de modo diverso, y cada uno de ellos puede dar
un rendimiento considerable, no obstante su forma de alternar. Tal es el caso
de la variedad «Carola».
FUNDAMENTOS BIOLOGICOS 71

Tabla 17
Rendimiento de las combinaciones variedad-patrón en el manzano en el distrito de Halle
(recopilado de Schwope y P.~eier,1965)

Variedad Patr6n Eóad Proyec. o rendimiento anual;


horiz , por m? Dimensiones
copa por
árbol proyec. alternancia:
horiz.
copa
(m2) (kg) (kg) E(Ofo) 1

'James Grieve' 'MIV' 3-12 5,2 21,8 4,2 37 23


'Hfbrida 76,10' 'M IV' 3 -U 6,6 20,9 3,8 48 32
'Erwin Bauer' 'M IX' 3 -17 4,2 16,4 3,9 49 32
'Carola' 'MlX' 3 - 17 3,6 12,2 3,5 56 40
'Roter Boskoop ' 'M IX' 3 -17 4,5 14,6 3,3 68 43
'Clivia ' 'M Xl' 5-10 6,5 14,8 2,3 68 43
'Al km ene , 'M Xl' 6 - 10 9,0 19,8 2,2 69 43
'Herma' 'M IV' 3 -12 5,0 17,7 3,5 62 47
'Elektra' 'M IV' 3 -12 5,~ .19,5 3,6 SI 70
'Cox t Orangen' 'M U' 3 - 12 5,4 10,8 2,0 8,. 73
'Ontario' 'MIJ' 3 -12 6,6 18,9 3,7 86 76
'Undine' 'M r: 3 -12 5,0 18,9 3,7 96 96

Tabla 18
Rendimiento de las variedades de manzano sobre M Xl y plantas obtenidas a partir de se-
milla en el distrito de Neubrandenburg (recopilado de Neumann, 1959)

Variedad Patrón Edad Proyec. o rendimiento anual:


horiz:
copa por porm2 por ml Dimensiones
árbol proyec. volumen alternancia:
horiz , copa
copa
(m2) (kg) (leg) (kg) E( %) t
'Croncels' 'M XI' 4- 9 10 32 3,20 1,14 67 40
'Oldenburg' 'M XI' 4 - 9 7 25 3,59 1,92 62 47
'Breuhahn ' 'M XI' 4- 9 13 63 4,08 2,12 65 49
'Ontario' "MXl' 14 -19 9 39 4,33 1,77 70 55
'Berlepsch ' 'M XI' 14 -19 16 16 1,00 0,36 73 59
'James Grieve' 'M XI' 14.- 19 9 17 1,89 0,81 73 60
'Pearmain dorada' 'MKr 14 - 19 14 64 4,57 1,49 73 60
'Oülmener Rosenapfel"M XJ' 4 - 9 12 33 2,75 1,06 74 62
'Jakob Lebel' Ps 4- 9 13 49 3,77 1,96 76 67
'Boskoop ' 'M XI' 14 -19 15 35 2,33 0,95 79 69
'Nordhausen' 'M XI' 4 - 9 10 23 2,30 1,15 82 71
'Zuccalmaglio' 'M xr 14 -19 7 27 3,86 2,08 91 84
'Wilhelmapfel' Ps 14 -19 26 57 2,19 0,78 94 90
'Klarapfel' 'M XI' 14 -19 9 41 4,56 .1,78 97 94
72 FRUnCUL TURA

BIBLIOGRAFIA Capítulo 1.

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74 FRUTICULTURA

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Fundamentos ecológicos de la producción
de fruta

2.1. Idea y objeto de la ecología


El término ecología fue propuesto por Haeckel en 1869. La ecología, como
base de la producción de. fruta, estudia las leyes que rigen las interacciones
entre los árboles y su ambiente natural. El efecto complejo que dicho ambiente
produce en las plantas frutales dificulta la investigación de los problemas
ecológicos, porque muchos de sus elementos varian constantemente. De ahí
que convenga investigar a fondo la ecología experimental, aplicada a la fruti-
cultura. Uno o más elementos tienden a variar en igualdad de condiciones
ambientales, y los árboles reaccionan de acuerdo con esta circunstancia. E~
posible. pues, analizar los fenómenos principales; mas no se debe olvidar que
en la práctica se presentan numerosas relaciones recíprocas. Además, algunos
elementos pueden ser hasta cierto punto sustituidos por otros; ejemplo: bas-
tarán unas leves precipitaciones acuosas para que prospere el desarrollo de
los árboles, si alcanzan éstos el agua subterránea. El aumento de la radiación
solar en la parte meridional de la plantación puede satisfacer la necesidad de
calor en una región moderadamente cálida. El alto grado de humedad del aire
compensa el deficiente abastecimiento de agua del terreno.
La ecología tiene por objeto investigar estas múltiples relaciones, en las
que se basan las causas reguíares de los cambios cualitativos y cuantitativos.
Los diversos elementos y sus partes esenciales son tratados por separado sólo
eh la teoría (tabla 1).
Además de la influencia que ejercen los elementos ecológicos, convendría:
también mencionar aquí la que ejerce el hombre; pero este asunto ocupa un
lugar especial y, por lo mismo, se trata en el capítulo referente a los fundamen-
tos de la técnica del cultivo.
Los elementos ecológicos se califican según el efecto que producen en los
árboles frutales. Mientras que unos (temperatura y precipitaciones) tienen bas-
tante li:mi1adala amplitud de variaciones de su efecto y causan daño tanto si
76 FRUTICULTURA

Tabla 1

Ecología
I
Faetores Factores edáficos Factores bióticos
climatológicos

Temperatura Físicos Microrrelieve Fitocenosis


Precipitaciones Químicos Altitud Zoocenosis
Irradiación Biológicos Inclín. pendiente
Movim. del aire Sentido pendiente
Cond. heladas
Cond. del viento

están por encima como por debajo de ella, otros (viento, humedad relativa del
aire, estructura y humedad del terreno) la tienen mayor y son menos dañinas;
por último, hay elementos indiferentes (presión atmosférica) que hasta el pre-
sente no han manifestado ninguna influencia en las plantas frutales.
En algunos paises de lengua alemana se prefiere el término Standortlehre
(<<estuc::tio
del hábitat») al de «ecología». Pero su contenido resulta ya insufi-
ciente, debido a la nueva extensión que ha tomado el término ecología, porque
éste abarca también la influencia que ejercen los factores económicos (mano
de obra y -u calificación, medios técnicos, transporte y mercado, condicio-
nes de producción, y así sucesivamente), además de los elementos ecológicos
antedlehos.
La acción conjunta óptima de los elementos ecológicos fija el aprovecha-
miento de una plantación. Este motivo económico obliga a considerar las rela-
ciones naturales. Toda deficiencia en la elección de las condiciones naturales
del medio ambiente para una plantación se puede subsanar haciendo un eleva-
do gasto material y económico. Por ello, es necesario conocer ampliamente la
influencia que ejercen los elementos ecológicos en la producción de fruta.

2.2. Influencia del clima


Se 11amaclima al conjunto de condiciones at mosjéricas que caracterizan
una región; sus elementos son la temperatura, las precipitaciones, el viento, la
humedad relativa, la nubosidad, las nieblas, la presión atmosférica, etc. Lláma-
se macroclima al clima de una zona extensa. Las desigualdades del relieve, los
plantíos y la vegetación abundante condicionan la formación y variaciones
del clima local. Cuanto más multiforme es una región, tanto mayores serán las
variaciones climatológicas. Por eso, las zonas de cultivo adecuadas al clima
s6lo se pueden clasificar de modo superficial. Es necesario levantar un plano
climatológico para poder definir las propiedades de cultivo de un lugar, a cuyo
EUNDAMENTOSECOLOG1CGS 77

efecto se debe considerar el comportamiento de algunos elementos atmosféri-


cos que se presentan en el transcurso del año: las heladas tardías, para citar
un ejemplo.
El clima influye sobremanera en el crecimiento y desarrollo de los árboles
frutales. Al contrario de los cultivos anuales, que se adaptan hasta cierto punto
a la variación de las temperaturas, los árboles frotares son plantas plurianua-
les y, de consiguiente, están sometidos a la influencia de los elementos cllma-
tológkos, de suerte que los daños causados por las heladas o sequías actúan
en ellos durante años. Las posibilidades de adaptación de un cultivo están limi-
tadas por el grado de influencia que ejercen algunos elementos atmosféricos.
La altitud y las coordenadas geográficas del lugar determinan el clima. La
fruticultura se propaga principalmente en las zonas templadas, y está exten-
dida más en el hemisferio norte que en el sur. En Europa, la zona del cultivo
de frutales se halla entre los 40 y SSo grados de latitud norte; sólo se han
extendido hasta los 60° algunas variedades de manzano, cultivadas por Michu-
rin, y especies de fruto en baya. En Norteamérica, el cultivo de frutales se
halla entre los 30 y 40° de latitud norte. En el hemisferio sur, la zona de
cultivo de plantas frutales se extiende entre los 30 y 45° grados de latitud:
Australia, Nueva Zelanda. Sudáfrica y Argentina.
En la República Democrática Alemana el clima de extensas regiones es
uniforme y tiene carácter continental desde Magdeburgo hasta el Oder. La
influencia marítima comienza paulatinamente hacia el Noroeste. Por el con-
trario, en la zona de las Mittelgebirge el clirua es variable a consecuencia del
relieve orográfico.

2.2.1. Temperatura

Las temperaturas favorecen el desarrollo de los árboles cuando oscilan


entre Jos J S Y 30 o. Téngase en cuenta, no obstante, que cada función fisio-
lógica requiere una temperatura óptima diferente. En fruticultura importa
mucho la temperatura media durante el periodo vegetativo (de mayo a septiem-
bre). Las fechas de la primera y última helada representan el grado de peligro-
sidad de las escarchas tardías V el término de la cosecha. Tal grado de peli-
grosídad es mayor en las zonas continentales que en las marítimas, no obstan-
te lo cual puede variar sensiblemente en algunas localidades.

Tabla 2
Fecha promedio de las primeras y últimas heladas en algunos distritos de la RDA

Distritos Primera helada Ultima helada

Zona costera (Distrito Rostock) 1. XI· 6. XI 8. IV - 25. IV


Distritos Schwerin/Neubranaenburg 5. Xl-l1.X1 17.IV· 2.V
Distritos Potsdam/Frankfurt 14. X ·26. X 19. IV - 28. IV
Distritos Halle/Magdeburg, sin el Han 15. X -so. X 14. IV - 2. V
Distritos Leipzigj Dresden, sin las Mont. Metál. 20. x-a. IX 18. IV - 4. V
Distritos Erfurt/Gera, sin lasalturas 9.X-15.X 28. IV· 9. V
78 fRUTICULTURA

El aumento de la latitud norte y de la altitud, o sea la disminución de las


temperaturas medias durante el periodo vegetativo, retrasan la floración, ]a
maduración del fruto y el término del desarrollo de los brotes. De ahí se
deduce el mérito que pueda tener el cultivo de una especie o variedad en un
lugar determinado. En la República Democrática Alemana, jos 400ro de altura
sobre el nivel del mar dificultan la maduración de la ciruela doméstica, y hacen
que la mayor parte de las variedades de manzana no tengan aroma y que las
peras de invierno no lleguen a madurar en el árbol.
Si se hace abstracción de la influencia extrema de las temperaturas, se
tendrá la cantidad de calor:que necesitan algunas especies frutales.

Tabla 3
Calor necesario para algunas especies de frutales en sucesión decreciente

L Melocotón 7. Manzana 13. Zarzamora


2. Albaricoque 8. Nuez 14. Fru tos de bayas
3. Variedades peras 9. Pera para sidra de arbustos
4. Cereza 10. Ciruela domést. 15. Avellana
5. Fresa 11. Guinda común 16. Serbal común
6. Variedades ciruelas 12. Frambuesa

El grado diverso de calor que necesitan las numerosas especies y varieda-


des facilita su desarrollo durante el período vegetativo cuando se ha elegido
el cultivo de frutales adecuado a las temperaturas correspondientes.

2.2..1.1. Temperaturas altas

En las condiciones climatológicas de Centroeuropa, la influencia de las


altas temperaturas es poco perjudicial, la radiación solar directa puede dañar
los frutos del grosellero espinoso si están en plena maduración. Los veranos
extremadamente calurosos y secos pueden marchitar los árboles frutales. Es
lo que ocurrió en el tórrido verano de 1959,en que se pudo observar la caída de
las bajas en el mes de junio, por la escasez de agua del terreno; caída que
se produjo, en los manzanos, por el orden siguiente: «Ontario», «Pearmain
dorada», «Berlepsch»,«CoxOrange» y «Boskoop».
Entre mayo y junio, la división celular desarrolla los 'frutos de pepitas y
es la base para que alcancen su tamaño natural. Este proceso puede acelerarse
cuando las temperaturas son elevadas.

2.2.1.2. Temperaturas bajas

Las bajas temperaturas suelen causar daños a los árboles frutales por con-
gelación. Las variaciones que experimenta el clima en el transcurso del año
impiden advertir cualquier influencia significativa ejercida por las bajas tem-
peraturas. y lo mismo el estado fisiológicodel árbol y las particularidades del
medio ambiente.
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 79

Las heladas tempranas, o se; las que se _presentan a principios de otoño y


antes de la caída de las hojas, no son generalmente muy perjudiciales. Los
daños graves pueden provenir de las bajas temperaturas invernales y de las
heladas tardías, es decir, Las que tienen lugar cuando ya se ha iniciado el perío-
do vegetativo, y particularmente al principie de la floración, Los árboles fru-
tales soportan temperaturas de -25 a -35 "C sin ser dañados durante su
reposo invernal, si no ha disminuido su resistencia fisiológica a las heladas
por alguna causa. Así, los inviernos rigurosos (suma de la 'rernperatura media
diaria> -360 grados) no siempre coinciden en los posibles daños. Además, es
necesario diferenciar la acción de las bajas temperaturas del período preinver-
nal (marzo). En este último causan daños considerables; por el contrario, el
descenso brusco de la temperatura en pleno invierno daña muy poco a los
árboles frutales.

Tabla 4
Capacidad..de resistencia a las heladas que tiene la madera de algunas especies
(segun Kemmer y Schulz , 1955)

Buena Maja Variable

'Ontario ' 'Pearmain Dorada'


Manzanos 'Boskoop' 'Berlepsch '
'Clara' 'Cox ' Orangen' 'Wtlhelm'
'Nordhausen' 'Oldenburg ' 'Landsberger'
'Croncels" 'Jakob Lebel' 'Jonathan'
'James Grieve' 'Gelber KOstlicher' 'Breuhahn'
'Bohn' 'Zuccamaglio'
'Herrnhuf' 'Erwin Baur'
'Albrecht'
Perales 'Williams' 'Alexander Lukas'
'Gellert' 'Boscs' "l'révoux'
'Peter ' 'Madame Verté' 'Bunte Juli'
'Poiteau' 'Tongern' 'Gute Luise'
'Clapps Liebling' 'Faris'
Ciruelos 'Ontario' 'Viktoria '
'Zar' 'Lü tzelsacher' 'Nancymirabelle'
'Wangenheim' 'Bühler Früh· 'Hauszwetsche'
'Grosse Grüne Reneklode' zwetsche' (Doméstica)
'Althann'
'Emma Leppermann'
'Stanley'
Cerezos 'Kassins' 'Maibigarreau'
'Ddnissens Gelbe' 'Schneiders Spiíte 'Braunauer'
'Grosse Germersdorfer' Knorpel' 'Grosse Prinzessin', 'Hedelfinger'
'Schmalfelds Schwarze ' 'Büttners Rote Knorpel'
Guindos 'Rote Maikirscbe ' 'Oiemitzer AmareUe'
'Leitzkauer Pressauerkirsche' 'Koroser'
'Reinhards Ostbeimer'
'Schattenmorelle'
80 FRUTICULTURA

A esta circunstancia se debió, en gran parte, la magnitud de los daños


ocasionados en 1955-1956,con temperaturas de enero relativamente elevadas
y con un descenso brusco de las mismas en febrero y marzo. La cobertura de
nieve es esencial para la gravedad de los daños.
Si falta ésta, como sucedió por ejemplo en el invierno de 1954, las heladas
atacarán la raiz de los árboles.

Altura
m 'C

ts Fig.1
Porcentaje de flores
1,0 -2,'1 dañadas por Laescar-
cha (el 20 de abr. de
1,S 1951) con respecto a
su altura sobre el sue-
4,0 -4,S lo de las slg. varied. de
peral (s. Schulz , to-
mado de Kemmer y
O¡$
Schulz, 1956)
l. Paris
o -6,3 2. Alexander Lucas
'2 J 3. Gellert

Las heladas tardías dañan las yemas florales y las foliares, las flores y Los
brotes jóvenes, y pueden dañar los frutos cuando se desarrollan. Toda helada
tardía se debe a la corriente de masas de aire frío procedentes de las zonas
árticas o continentales (frío adventicio), y al enfriamiento de la tierra si el cielo
nocturno está despejado (frío radiante). El aire más frío se halla siempre so-
bre la superficie del terreno. Ahí está el mayor peligro de que la escarcha dañe
la floración, sobre lodo la de la fresa (Cig.1).
La magnitud de los daños por congelación depende sobremanera de las
condiciones del lugar. El aire frío causa más daño en las zonas donde se estan-
ca que en aquellas otras por las que corre. Pero también los lactares que impi-
den el calentamiento del terreno durante el dia agravan el peligro de las
heladas tardías. La tierra recién movida, la cobertura del terreno con diversos

Fig.2
Acumulación del calor solar directo en el
tronco de) árbol y su aumento de hora en
bora, desde las 7 basta las 18 horas (según
Krenn, tomado de Geiger, 1961)
FUNDAMENTOS ECOLOGJCOS~ 81

materiales, la maleza y los hierbajos no facilitan el calentamiento del suelo y,


por consiguiente, disminuyen las reservas de calor del mismo; por el con-
trario, el gran espacio que ocupa la hierba y su transpiración y el calor nece-
sario para evaporar la humedad del terreno refuerzan el enfriamiento de las
capas de aire superficiales.

2.2.1.3. Cambio de temperatura

En los días claros de invierno con temperaturas bajas, la radiación solar


intensa produce el calentamiento de las partes del tronco soleadas. Las consi-
derables diferencias de temperatura así producida generan una tensión entre
los tejidos calentados de diverso modo y ocasionan usuras que pueden pe-
netrar hasta el cuerpo lignario. Cubriendo los troncos con lechada de cal puede
impedirse que se formen heridas por congelamiento y, por lo mismo, la muerte
del tejido cortical.

2.2.1.4. Suma de temperaturas

Hace mucho tiempo que está acreditada en la investigación del cultivo


de frutales la regla de la suma de temperaturas. Esta regla indica que cada
proceso, como la floración, la diferenciación de yemas floriferas, la madura-
ción del fruto, etc., depende del resultado de cierta suma de temperaturas,
para cuyo cálculo se necesita establecer un punto de partida y una base. Como
punto de partida se elige a menudo el primero de enero u otro día obtenido
calculando las variaciones rrunirnas de la suma de temperaturas y añadiéndole
las que se han producido desde el comienzo del proceso hasta el primero de
enero en el promedio de varios años. La base de la temperatura debe ajustarse
a la que activa el proceso fisiológico de la planta, que se halla entre los + 3 Y
+6 "C.
Tabla S
Suma de temperaturas en horas-grados al comienzo de la Doración de perales en Magde-
burgo-Ottersleben (Punto parlo 1 de en., temperat., base +6 oC)(s. Schossíg, 1959)

Año Promedio Horas-grados


de variaciones

1952 3396,4 -1,1


1956 3402,7 -1,0
1954 3405,2 - 0,9
1955 3560,2 +3,6
1956 3471,4 +1,1
1957 3376,4 +1,7
3435,4 +1.56

La regla de la suma de temperaturas ayuda a pronosticar casi sin error


ciertos proeesos. El pronóstico de la floración puede servir para planear la
lucha contra los parásitos y las escarchas tardías, y el de la diferenciación de
82 f'R(ITl~TURA

Zas yemas [lorijeras es eficaz para la estercoladura. La diferenciación ante-


dich..a se logrará cada tres años por término medio y su suma de temperaturas
será de 38030 horas/grados, si se toma corno punto de partida el sexagésimo
séptimo día del año natural.

2.2.2. Precipitación acuosa

Las.precipitaciones acuosas pueden satisfacer plenamente las .necesidades


hídricas .de los árboles frutales, porque en muchas regiones éstos no siempre
alcanzan las aguas subterráneas. El caudal de agua disponible para su trans-
porte depende de la clase de terreno, de la labranza, del drenaje superficial
y de la humedad del aire. Hay varias fórmulas para calcular las reservas uti
Iizables,
El aprovechamiento de las precipitaciones varia considerablemente en
cada lugar, y sus efectos están condicionados por su frecuencia e intensidad,
el poder rctcntivo del subsuelo, la inclinación del terreno y el propio desarrollo
de los árboles frutales. Durante el período vegetativo existen relaciones estre-
chas entre las temperaturas medias y las precipitaciones, pues cuanto más
elevadas son las primeras, tanto más frecuentes habrán de ser las segundas
_paraasegurar el desarrollo vegetativo y generativo de las plantas.
La necesidad de agua que tienen Jos árboles frutales varía notablemente,
por depender de las variedades y portaínjcrtos. Por ejemplo: el ciruelo dornés-
tico crece en terreno seco; por el contrario, el temprano y el injerto sobre
Prunus Ackermann son muy sensibles a la [alta de agua. El siguiente cuadro
sinóptico refleja Ia neccsidad mencionada.

Tabl!! 6
Necesidad de.agua de las especies frutales, expuesta en sucesión decreciente

l. Ciruelas 5. Frambuesa 9. Cereza 13. Albaricoque


2, Manzana 6. Grosella espinosa lO. Grosella 14. Zarzamora
3. Pera 7. Nuez 11. 'Melocotón
4. Presa 8. Ciru-ela-tardía 12_ Guinda

2.2.2.1. Formas de precipitación

El efecto que producen las diferentes formas de precipitación en el cultivo


de frutales-ha 'sido objeto de investigacionesescasas,
Las lluvias benefician la floración si el tiempo es cálido. En cambio, el
tiempo frío y húmedo y el lluvioso impiden la fecundación y disminuyen la ca-
pacidad del cierne, La floración es muy breve y escasa la secreción del estigma
cuando el tiempo es cálido y seco, a consecuencia de lo cual el vrudimento
fructífer-opuede ser más pequeño.
Los meses de rnayo y junio requieren precipitaciones abundantes, ya que
el crecimiento de los brotes y el desarrollo del fruto necesitan bastante agua.
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 83

Las épocas veraniegas de sequía actúan desfavorablemente en el desarrollo


vegetativo y generativo de los frutales.
Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones son relativamente
favorables a la diferención de las yemas floríferas. Los largos períodos de
lluvia activan el ataque de los bongos en verano. La persistencia de las lluvias
y la elevada humedad del aire pueden causar grietas en la fruta de hueso
durante su maduración. En general, las lluvias moderadas favorecen, más que
las torrenciales, a los árboles frutales.
Las lluvias de fines de verano no convienen en todos los casos. No obstan-
te, la absorción de sustancias nutritivas requiere un buen abasrecimíento de
agua, que eleva la resistencia del árbol a las heladas. Por otra parte, las preci-
pitaciones abundantes pueden ocasionar un crecimiento prolongado y una falta
de maduración lignaria, con la consiguiente disminución de la resistencia a
las escarchas.
Las precipitaciones en forma de nieve tienen suma importancia, ya que
acrecientan la reserva de agua del suelo; esta reserva determinará el desarro-
llo primaveral de las plantas frutales, particularmente en el caso de la Iresa.

Fig.3
Promedio de precipitaciones anuales en diversas regiones Irutfcolas, ordenadas según la
temperatura media entre mayo y septiembre (según Blasse, 1962)

Precipitaciones
mm
800-

750-

700-

650-

600-

550-

500-

450-

Temp,13.814.1 14.214,514,614,7 14,8 14,.9 15,0 15,1 15,3 15,4 15,515,616,715,916,1


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84 FRUTICULTURA

La capa de .nieve evita que se hielen las raíces; pero su intensa reflexión
puede perjudicar sensiblemente ~l tronco de los árboles, porque activa el ali-
samiento de la corteza y la congelación de la madera cuando la radiación solar
es intensa, Si es gruesa, .reduce la altura del tronco de los árboles de forma
baja y agrava el peligro de que la copa sirva de pasto para los animales
silvestres; por otra parle, su peso quiebra Lasramas más frágiles; sobre todo
las de las plantas de fruto en baya.
EJ granizo daña las Ilores, Tos frutos, las hojas y los tejidos corticales.
No obstante, causa pocos daños a La copa de manzano con mucho follaje 'j a
las variedades con fruto de corteza áspera. La granizada no sólo puede destruir
la cosecha, sino también dañar gravemente los árboles. En Ias plantacíones
bien cuidadas se observan por lo general pocos daños en las hojas después de
una granizada; pero como ningún Jugar puede librarse de ella, insistimos. en
que se tornen toeLaslas 'medidas de protección posibles.
El rocfo abundante contribuye al abastecimiento de agua, sobre todo en
los meses de verano. Esta forma de precipitación, aunque pequeña, influye
positivamente en el balance hídrico.
La escarcha, caída a principios de la primavera, dificulta la poda de los
árboles. Rara vez cae en cantidad suficiente para quebrar los brotes o las
ramas,
La niebla también daña la 'vegetación joven y las flores cuando se produce
un fuerte enfriamiento de la atmósfera: pero quizá contrarreste la presenciá
de las heladas tardías al evitar que el ambiente se enfríe por la noche. Las
nieblas persistentes no convienen a la, floración, y activan las micosis si se
presentan en el período vegetativo. La niebla otoñal y el tiempo cálido actúan
favorablemente en la coloración del fruto; pero retardan el término del Creci-
miento de los brotes y, por ende, aumentan e] peligro de que se hielen cuando
aquélla es muy densa y persistente.

2.2.2.2. Cantidad y distribución de las precipitaciones

En el territorio de la República Democrática Alemana, las precipitaciones


acuosas oscilan entre los 500 y 800mm anuales, salvo algunas excepciones; no
pasan de los 600mm en las regiones septentrionales: rondan los 500y 600mm
desde la región de Potsdam hasta .los aledaños de las Mittelgebirge, y no llegan
a 500mm en algunos lugares. Pero a medida que aumenta la altura sobre el
nivel del mar aumentan las precipitaciones, -y rebasan los 800mm en las mon-
tañas deZittau, Metálicas y la selva de Turingia. aunque e' cultivo de. frutales
tiene poca importancia en estos lugares.
En muchas regiones frtrtícolas de la República, las precipitaciones acuosas
suelen ser insuficientes para asegurar un rendimiento productivo del manzano.
El valor medio anual de las precipitaciones acuosas, es más significativo
que el de las temperaturas medias, ya que las que caen después del período
vegetativo sirven de «humedad .ínvernal» para los árboles cuando el terréno
puede almacenarlas: sin embargo, también la cantidad media de precipitacio-
nes en eJtranscnrso del periodo vegetativo (de mayo a septiembre) ~s impor-
tante. Las más intensas tienen lugar en verano, especialmente en los meses de
_julio y agosto. Las del período vegetativo alcanzan el 50 Y··§.5 % de' Ía cantidad
FUNDAMF.NTOScCOLOGTCOS 85

anual en las regiones que se destacan por el cultivo de frutales. Donde llueve
más en verano es en las -veg~ de Magdeburgo y en la cuenca de Turingia; por
tanto, la suma de precipitaciones anuales indica que los parajes considerados
como áridos son los que más las acusan, lo cual es importante para el cultivo
de Erutales.
Las bajas precipitaciones se registran comúnmente en febrero, abril y par-
te de mayo; facilitan la labranza en primavera cuando el terreno es ligero y
tiene escasa capacidad de almacenamiento.
El suelo retiene sólo una parte de las lluvias de verano, a diferencia de lo
que sucede con las de invierno, que en parte estimable son retenidas y evapora-
das por el follaje. Al suelo llega el 80 ó 90 % del agua caída si la precipitación
es baja y el manzano tiene el tronco bajo y abundantes las hojas. La pérdida de
agua por evaporación en la superficie de las plantas y del terreno rebasa el
25 % cuando la precipitación es inferior a los 5 mm.

2.2.3. Radiación solar

La radiación solar es decisiva en la fotosíntesis J, por consiguiente, en la


asimilación porque forma las sustancias orgánicas. Por otra parte, se apro-
vechan tanto los rayos visibles como los infrarrojos y ultravioletas. Mientras
que los cloroplastos absorben 10$ rayos en la banda de 700 ¡_¡, en la de los
ultravioletas se activa considerablemente la formación de la vitamina C.
El poder asimilativo depende tanto de la superficie y de la intensidad y
duración de la fotosíntesis como del volumen de la respiración. J::sta es más
intensa que la fotosíntesis en el interior de una copa con abundancia de hojas
o de una plantación demasiado espesa, con el consiguiente perjuicio para la
capacidad de rendimiento del árbol.
Un rendimiento elevado exige el aprovechamiento adecuado de la energía
solar y una utilización racional de la superficie y el espacio de la plantación.
Las propiedades genéticas de las especies y variedades, la forma de la copa y
la orientación de los árboles determinan el grado de aprovechamiento de dicha
energía.
La absorción de esta energía por los arboles depende de la disposición de
sus hileras y de la radiación solar. Téngase presente que esta radiación es
directa a mediodía y, por lo mismo, reduce el proceso asimilativo de las
plantas.
En las condiciones geográficas de la República Democrática Alemana, la
absorción de la energía solar es más favorable a la fotosíntesis por la mañana
(desde la salida del sol hasta mediodía) y por la tarde (desde las 15 horas hasta
la puesta del sol).
La orientacián. de las hileras debe hacerse conforme al mes en que los
árboles absorban mejor la energía solar. A este respecto hay varios criterios
estimables. La orientación E - O da el índice de absorción más elevado en
agosto y septiembre, y ofrece unas condiciones de radiación muy convenientes
al período de maduración de la Eruta, favoreciendo la coloración de ésta, par-
ticularmente la de la parte del árbol que da al sur, y la formación de las
sustancias que le dan el sabor.
En las condiciones geográficas de la República Democrática Alemana, el
rendimiento del árbol se antepone actualmente a la :intensificación adicional
86 FRUTICULTURA

Tabla 7
Absorción de energía solar por los frutales (en % ) en diferentes orientaciones dadas a
las hileras en la loealidad de Wageningen (lat. N. 520) (abrev. s. Ferguson, 1963)

Orientación de Meses
las hileras Mayo Junio Agosto Septiembre Mayo a
Julio
Septiembre

De la salida del sol al ocaso


E- O lOO 100 lOO JOO 100 100
NE-SO 99 100 lOO 95 93 98
N- S J01 102 101 96 91 99
NO·SE 99 101 lOO 95 93 98
De la salida del sol al mediodía
E- O 100 100 100 100 ioo 100
NE -SO 104 105 104 101 99 103
N- S 100 102 101 96 91 98
NO-SE 94 97 95 90 86 93
De la salida del sol al mediodía y de las 15°0 al ocaso
E- O 100 100 100 100 100 100
NE-SO 102 J04 103 99 96 101
N· S 10"2 10S. 104 99 93 10t
NO·SE 98 102 100 94 89 97

Fig.4
Promedio del comporta-
miento asimilativo de las par-
tes de la copa del manzano
en el transcurso del día ( )
con el cielo despejado por la
mañana y un lento encapota-
miento bacia el mediodía y
1000mg CO2/ 6min / la tarde ( ) (s. Friedrich
I 1oocm2 superficie
S foliar y Schmidt, 1963)
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 87

del color del fruto. Una alta absorción. de la energía solar sólo es beneficiosa
en los meses de junio y julio, cuando empieza la diferenciación de las yemas
floriferas. De ahí que se prefiera recomendar la orientación N-S en el cultivo
de frutales de pepitas y de hueso. Es preferible a la E-O, aunque el viento
sople más fuerte en la primera (véase tabla8).
La absorción de la energía soJar de la superficie frutal es menor cuanto
mayor es el espacio de trabajo y menores los árboles, con la consiguiente
disminución de la superficie de rendimiento. Pero las relaciones se complican
cuando disminuye la distancia entre las plantas y permanece invariable la
anchura del pasillo de trabajo, es decir, cuando la superficie del árbol, la pro-
yección horizontal de su copa y el volumen de ésta son más pequeños, y es
mayor el número de árboles en el mismo espacio.
En la práctica es posible lograr la capacidad de rendimiento necesaria con
una distancia minima entre las plantas. Para ese fin será conveniente adoptar
combinaciones de variedades y portainjertos que den lugar a un gasto sopor-
table dentro de una plantación densa; se habrán de considerar las influencias
ambientales y las medidas de cuJUva restantes. Para que el aprovechamiento
de la luz solar dé un rendimiento elevado, hay que procurar que la densidad de
la plantación sea estable y 1as hojas de los árboles presenten un saldo positivo
entre la asimilación y la respiración.
La necesidad de luz solar varía de unas especies a otras.
Tabla8
Necesidad de luz solar de algunas especies frutales, expuesta en orden decreciente

l. Nuez 5. Melocotón 8. Pera temprana 11. Guinda


2. Cereza 6. Manzana tardía 9. Manzana temp. 12. Grosella
3. Albaricoque 7. Ciruela tardía 10. Ciruela temp. 13. Grosella
4. Pera lardía espinosa

2.2.4. Movimiento del aire

El aire está constantemente en movuruento. Hay corrientes verticales


(convección) en la propia calma. y su movimiento horizontal se llama viento.
La dirección principal del viento está condicionada por la configuración
del terreno. En verano y en invierno predominan los vientos de poniente y del
sudoeste; en invierno, los del sudoeste suelen predominar sólo en Turíngía,
La acción directa del viento se observa en la deformación que presenta la
parte aérea del árbol, si su dirección es constante. Copas y árboles toman
forma de bandera desplegada porque las ramas y brotes que dan a él se
desarrollan irregular y débilmente. Los troncos adquieren un perfil excéntrico,
a consecuencia del excesivo desarrollo de la parte que mira al viento. El síste-
ma de raíces se desarrolla más por el lado contrario a la dirección de éste y sus
consecutivos tirones influyen negativamente, con el consiguiente perjuicio paré!
la absorción de sustancias nutritivas. Por último, el viento fuerte daña y pro-
duce la caída prematura y abundante del fruto.
El vient J transporta el polen del avellano y el nogal, y actúa favorable-
mente en el transporte del polen por parte de los insectos en algunas varíe-
88 fRUTlCULTURA

dades de ciruelo, guindo, melocotonero y albaricoquero. No obstante, si es


demasiado fuerte desorienta el vuelo de las abejas, daña la polinización y men-
gua el rendimiento.
Ciertas condiciones (muros, terraplenes y hondonadas) pueden formar
acumulaciones y estancamientos de aire frío en la superficie del terreno, que
influyen negativamente en el crecimiento de las plantas y acrecientan el peli-
gro de daños por la escarcha tardía. En los sitios llanos y libres de obstáculos,
el viento aleja constantemente la capa de aire calentada por la reflexión de los
rayos en el suelo, facilitando así la acción perjudicial de las heladas tardías.
Si es suave, arremolinará las capas de aire y evitará de esta manera la acumu-
lación de aire frío.
La acción indirecta del viento es difícil de especificar, porque puede que-
dar oculta por otros elementos climatológicos. Los vientos secos y persistentes
no sólo disminuyen la humedad del aire, sino que secan el terreno y elevan la
transpiración de la copa de los frutales. El viento aleja el anhídrico carbónico
y reduce las temperaturas de la capa de aire inmediata a la superficie del
terreno. Los vientos moderados garantizan un enfriamiento conveniente cuando
la radiación solar es intensa. En las regiones industriales, el viento separa el
humo de los gases de la combustión, los aleja y evita así los daños que puedan
ocasionar a las plantas. El viento fuerte actúa eficazmente contra el ataque de
los hongos, ya que seca la humedad de los árboles y hace que baje la tempera-
tura después de una precipitación acuosa.
La sensibilidad de algunas especies y variedades al viento apenas si es
cJasificable, pues la diversidad de variedades es mayor que la de especies.
Ciertas plantaciones rompevientos pueden proteger de los efectos adversos del
viento los frutedos en régimen intensivo.

2.3. Influencia del terreno


El terreno es el hábitat y la base nutritiva de los frutales. Al elegirlo para
una plantación, se habrán de tener en cuenta sus propiedades físicas, químicas
y biológicas. Los árboles frutales suelen compararse con los del monte, debido
a que necesitan un terreno adecuado para su amplio sistema radical y a su
longevidad. No obstante, la explotación intensiva de los frutedos se parece más
a otros agrícolas también intensivos en 10que respecta a la bondad del subsue-
lo, a la reserva de sustancias nutrítívas y al cultivo.
Al evaluar la aptitud específica de un terreno se deberán estimar sólo
aquellas circunstancias que guarden relación con los restantes elementos y
factores ecológicos. La eficacia de un terreno para frutales podrá ser tanto
menor cuanto más favorables sean los demás elementos. En la República De-
mocrática Alemana se da gran importancia al terreno y a la elevación de su
productividad, porque muchas zonas frutícolas no gozan de condiciones clima-
tológicas óptimas.
Hay elementos del terreno que no admiten un conocimiento tan inequívoco
y cuantitativo como los del clima. Aunque existe una relación entre el terreno y
el medro de las plantas frutales, muchas magnitudes de influencia geonómíca
sólo se pueden describir en términos cualitativos. Otro problema es el consti-
tuido por las constantes transiciones entre las formas de terreno, aun cuando
sea en un espacio reducido.
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 89

Conviene analizar el suelo antes de proceder a la plantación de árboles


frutales, para cuyo fin puede servir un plano que indique la forma interior
y exterior del terreno, la naturaleza de las materias que lo componen y su
formación. Convendrá asimismo conocer las correcciones de las pendientes y
del clima. En los cultivos y frutedos próximos al Jugar en que se quiera esta-
blecer la plantación, se deberá observar el efecto que producen en las plantas
las propiedades del terreno. Un perfil de 1 a 2 m será suficiente para deter-
minar Laprofundidad que pueden alcanzar las raíces y las condiciones que
presenta el subsuelo.
Los elementos que caracterizan el desarrollo del suelo son los tres hori-
zontes de que consta el perfil: origen rocoso, parte esquelética y húmica, clase
y estructura del suelo, dirección del agua y del aire, parte arcillosa, concre-
ciones, capas sólidas, penetración de las raíces, capacidad para absorber la
lluvia y contenido calcáreo. De acuerdo con estos elementos, la capa superfi-
cial se llama horizonte A; la siguiente, horizonte B, y la subsiguiente, hori-
zonte C. La característica general del suelo permite ordenar el sistema de tipos
de terreno. El tipo y el subtipo dan la medida idónea para el cultivo de fru-
tales.

2.3.1. Propiedades físicas

La manifestación de las propiedades físicas suele ser muy estable; gracias


a esto es posible evitar cualquier alteración de la misma mediante el empleo
de medios cultivo. Por: esta razón, dichas propiedades se deben examinar
minuciosamente antes de proceder a la plantación de frutales.

2.3.1.1. Clases de terreno

El terreno se clasifica de acuerdo con las magnitudes de su parte granu-


lada. Los terrenos arcillosos son pesados e impropios para el cultivo de plantas
frutales, aun cuando estén cubiertos de una capa de terrones porosos; en
cambio, los poco ligados, por llevar mezcla de humus y cal, admiten el cultivo
del manzano y del ciruelo si la capa arcillosa está a UDaprofundidad conve-
niente, si bien el ciruelo 'injerto en mirobálano produce vástagos de pie vigoro-
sos. Los terrenos con capas arcillosas profundas (> 60cm) son aptos _paralos
frutales de pepitas cuando no hay humedad acumulada en ellos. La piedra
menuda regula la densidad de los estratos arcillosos, lo que esponja el suelo,
facilita la circulación del aire y distribuye la humedad; aquí puede medrar el
cerezo incluso en un terreno inclinado.
El suelo limoso sirve generalmente para todas las especies frutales. La
arena limosa del subsuelo favorece el cultivo; en terrenos de este tipo, los
árboles son muy fecundos si tienen suficiente abono y sustancias nutritivás.
El subsuelo arenoso, ligero y profundo es aprovechable para la plantación de
guindos y arbustos de fruto en baya, mientras que el guijarroso y poco pro-
fundo excluye todo cultivo. El esqueleto del suelo con un 30 % de tierra fina
y humedad suficiente es, todavía apto para los frutales de hueso.
90 FRUTICULTURA

2.3.1.2. Espesordel terreno

El espesor del terreno da el grado de desarrollo del mismo, y depende de


la erosión y del proceso formativo. La base del suelo es muy importante en
fruticultura, porque indica el espesor de las capas arijas, primordiales para la
penetración de las rafees del árbol.
El cultivo de frutales necesita generalmente que la base se halle a más
de 100 cm de profundidad. En casos excepcionales, se podrán plantar frutales
de hueso en terreno cuya base tenga una profundidad media sobre capas roco-
sas, si se dispone de agua suficiente. Los arbustos de fruto en baya, y sobre
todo el grosellero de frutos negros, se dad bien en tales terrenos cuando están
bien abastecidos de agua.

2.3.1.3. Estructura del terreno

Las diversas formas estructurales caracterizan el orden espacial en que


están dispuestas las partes sólidas del suelo.
En el cultivo intensivo de frutales puede formarse una estructura espon-
josa, por la actividad que los insectos y roedores despliegan debajo del man-
tillo. Un buen laboreo produce estructuras aterronadas en las calles de árbo-
les. Las llantas del tractor originan estructuras apisonadas. El subsuelo de
terrenos coherentes presenta generalmente una estructura poliédrica, que a
mayor profundidad toma forma prismática si cambia el clima del suelo. La la-
branza mal hecha ocasiona una estructura grumosa, que el laboreo ulterior
y las lluvias transformarán en estructura friable.
Las operaciones de labranza tienen por objeto formar agregados esponjo-
sos que estabilicen el agua. La estructura del terreno determina la conducción
de aire y el suministro de agua, e influye asimismo en el suministro de calor
y en los diversos procesos químicos que se producen en él.

2.3.1.4. Volumen de los poros

Este volumen abarca todos los huecos del terreno, depende de la estruc-
tura y clase de éste y oscila entre el 3S y el 6S %. Del volumen de materias se
deduce el del terreno.
Los efectos de la influencia biológica y climatológica y del laboreo en el
transcurso del año hacen variar el volumen de los poros. Lo menguan la holla-
dura de las ovejas y las aves y la constante labor a una misma profundidad
cuando el suelo está húmedo y, sobre todo, afectado por la degradación y
erosión, lo cual actúa negativamente en el desarrollo de las raíces y, en la
absorción de sustancias nutritivas. Se forman así concreciones superficiales,
que se pueden remediar cambiando el sistema de labores. Las concreciones
del subsuelo, causadas por la microerosión, el propio :peso de la -tierra y la
variación de las capas del terreno (las de arcilla), pueden eliminarse empleando
explosivos o ahuecando el suelo antes de hacer la plantación.
ru ••¡¡AMENTÓS ECOLOGlC0S 91

2.3.1.5. Aire del terreno

El desarrollo del árbol necesita una cierta cantidad del aire contenido en
el suelo. Si la saturación de agua es completa, la capacidad hídrica del suelo
arcilloso oscilará entre el S y el 15%, la del limoso entre ellO y el 25 %, Yla
del arenoso entre el 30 y el 40 %. La capacidad idónea es del 15 al 25 %.
Las capas pobres en aire limitan el crecimiento de las raíces.
La sustitución de la falta de aire con el agua del rocío en la zona de las
raíces produce la muerte de éstas cuando el árbol se desarrolla mucho. T~
es el caso del guindo sobre Prunus mahaleb.

2.3.1.6. Agua del terreno

El agua contenida en el suelo es concluyente para los árboles frutales


desde el punto de vista de la apreciación ecológica de un terreno. Los factores
clima, suelo y lugar influyen sobre la cantidad de agua que necesitan las plan-
ras. Las precipitaciones cubren esa necesidad en los lugares donde falta la
<obterránea. Ésta casi no actúa en los árboles si se encuentra a 3 m de profun-
didad: los favorece si se halla a 2 m en terrenos pesados, y puede subir hasta
1 metro en los ligeros. El ciruelo doméstico puede soportar el agua corriente
subterránea a 60cm de profundidad. Las capas arenosas tienen mayor capaci-
dad para suministrar agua que las limosas y arcillosas.

2.3.2. Propiedades químicas

La nutrición de los árboles frutales depende sobre todo de las propiedades


químicas del suelo, porque estas propiedades son generalmente más suscepti-
bles a la transformación que las físicas. Conviene recordar esta circunstancia
al elegir el terreno para una plantación.

2.3.2.1. Contenido de sustancias nutritivas

El suelo pobre en sustancias nutritivas se puede mejorar abonándolo an-


tes de proceder a la plantación de frutales.
La mayor parte de estas sustancias es absorbida por las raíces en la capa
superficial, que es donde se producen el transporte de aquéllas y el abasteci-
miento de humus y de cal. Las raíces absorben igualmente las sustancias que
se hallan en capas más profundas cuando el terreno tiene poca densidad, y
pueden alcanzar los minerales procedentes de la eflorescencia física y química
que se produce en dichas capas, y absorberlos dado su poder disolvente. LOs
terrenos descompuestos por la acción atmosférica y ricos en feldespato tienen
un alto -poder complementario y, por ende, son valiosos en fruticultura.
La reacción del suelo (rico en coloides) está estrechamente ligada con la
saturación de las bases químicas (tabla9).
La evaluación de la reacción del suelo al suministro de cal debe hacerse
teniendo en cuenta la estructura del perfil del tipo de terreno a que pertenece.
92 FRUTICULTURA

El suministro excesivo de cal a la tierra arenosa fija los elementos residuale-s y


produce las «clorosis calizas», frecuentes en los terrenos muy calizos. La cal
es valiosa en la tierra arcillosa, porque la esponja. Las soluciones básicas con
un alto contenido de cal DO favorecen ni siquiera al cerezo.

Tabla 9

Zona óptima del valor pH en los (rutales según la clase de terreno

Clase de terreno Valor pB


en terreno labrado en herbazal

arcilloso 6,5 -7,0 5,5 - 6,0


limoso 6,0·6,5 5,5 - 6,0
Loess 6,0 - 6,5 5,5 - 6,0
arenoso-limoso 5,5·6,0 5,0 - 5,5
arenoso 5,0 - 5,5

2.3.3. Propiedades biológicas


En el terreno, los organismos son necesarios para los procesos de com-
posición y disgregación de las sustancias; sin ellos no se producirla ningún
proceso de descomposición. La actividad de la microflora y la microfauna
transforma las sustancias orgánicas en minerales y forma la materia húmica;
asimismo condiciona la formación de humus, el grado de fermentación y la
estructura grumosa.
La hojarasca de los árboles frutales no alcanza a formar una capa húmica
coherente, como la de los árboles del bosque. La cobertura del suelo de una
plantación con materiales orgánicos (enterrado en verde) reemplaza a la capa
húrnica y activa la vida, la estructura grumosa y el desarrollo horizontal de
las raíces. El cultivo de hierba y trébol cubrirá la necesidad de humus, si hay
humedad y abono suficientes para ello. El abono con plantas leguminosas del
año anterior sustituye principalmente a la nutrición que aporra el humus.
Activada por este medio, la vida en el suelo transforma en mineral la hurni-
na que aún queda y, por ello, desciende el nivel del humus.
El laboreo frecuente de la plantación mantiene descubierto el suelo y hace
que pierda humus, ya que al actuar así se activa la descomposición aerobia, El
remedio está en estercolarlo regularmente. El enriquecimiento en humus obte-
nido por mejora del suelo tiene asimismo importancia para los frutales.
En general, las raíces de los árboles muertos también aportan sustancias
húmicas al terreno; sin embargo, pueden producir depresión en los nuevos
árboles que se planten si son de la misma especie que los anteriores.

2.3.4. Tipos de terreno


Al elegir las especies frutales para su plantación, habrán de tenerse en
cuenta Jos diversos tipos de terreno y sus variaciones (subtipos).
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 93

Las formaciones de loess y arcillosa del suelo son mejores que las tierras
negras y las pardas, y las más fértiles en fruticultura. Su profundidad de 1,5
a 2 m y aun más y el agua subterránea por debajo de los 2 m facilitan el
desarrollo pleno de las raíces, La estructura grumosa, cuyo horizonte A se baila
entre los 30 y 70 cm de profundidad y con el contenido de sustancia nutritiva
del 2 al 4 %, toma forma poliédrica y basta un poco prismática por efecto de
la gran espesura de las raíces y, por consiguiente, de la falta de agua en una
profundidad de 20 a 60 cm.
La capacidad acumulativa de estos suelos limosos oscila entre el 18 y el
50 % del volumen de humedad del terreno necesaria para las plantas. El volu-
men óptimo de los poros alcanza el 50 % Y disminuye un 5 6 10 % con el
aumento de la profundidad. Las galerías excavadas por las lombrices y otras
configuraciones semejantes facilitan Lapenetración del aire en el terreno, <lis-
tribuyen el agua de las precipitaciones abundantes y transportan sustancias
húmicas y minerales a la zona principal de las raíces. Estos suelos tienen un
gran poder absorbente cuando su volumen contiene un 20 Ó 30 % de arcilla
y otro tanto de humus. Su valor pH se halla en la zona ligeramente ácida y en
la neutra. Debido a la eflorescencia de Losminerales arcillosos primarios que se
produce en la capa superior y en la inferior, los abonos minerales y orgánicos
mantienen el nivel de sustancia nutritiva necesario para los árboles frutales.
Los terrenos formados por loess en la región árida del centro de Alemania
posibilitan el cultivo intensivo del manzano, hasta el punto que éste aventaja
al que tiene lugar en los lugares donde el aire es más húmedo. Para este ün se
utiliza convenientemente el agua del subsuelo, manteniendo esponjada la capa
superior del terreno y abonándolo regularmente con materias orgánicas y mi-
nerales.
La práctica enseña que los tipos de terreno buenos para el cultivo no siem-
pre satisfacen las exigencias de una fruticultura cficicrue, porque es frecuente
que un clima adecuado, un emplazamiento conveniente, las medidas para me-
jorar el suelo y él laboreo apropiado suplan las deficiencias de un terreno. Por
ejemplo, en los suelos arenosos pálidos de una mejana y con indice del suelo
inferior a 30 se desarrollan excelentemente las plantaciones de írutales: la capa
limosa y el agua mejoran aquí las condiciones del suelo arenoso. En la región
de Potsdarn se recogen las mayores cosechas de cerezas por árbol de toda la
República Dcrnocráuca Alemana, a pesar del bajo índice del suelo (<<Anuario
del Estados). Por el contrario, la influencia del suelo en muchos cerezales de
Turingia, plantados en tierra negra, profunda, ligeramente degradada (índice
del terreno alrededor de 80) y con escasa contención de humedad en las tierras
bajas, abre un crecimiento endeble, un rendimiento excesivo, una elevada sen-
sibilidad a las heladas y la muerte prematura.
En los suelos pálidos, formados por sedimentos de aluviones arenosos, las
partes de arcilla deslamada han descendido a 40 y 100 cm de profundidad for-
mando el horizonte limoso (horizonte Bt) y .hacen de depósito de agua y sus-
tancias nutritivas para las raíces. En el horizonte BII la estratificación dema-
siado compacta sirve de continente, lo que no debe ser desventajoso para el
cultivo de frutales. Los suelos pálidos se 'han formado asimismo de guijarros
margosos o dé tierra arenosa amarillenta y son, como los de material arenisco,
apropiados para los árboles frutales.
94

Los suelos podsol ligeramente decolorados y los oxidados con caracterís-


ticas del tipo de terreno amarillento pueden mejorarse y aprovecharse para el
culLivode frutales en ciertos casos.
Los suelos seudogley compactos se pueden hacer cultivables y admiten la
plantación de ciertas variedades de manzano y de ciruelo, siempre que se
riegue en épocas de sequía. AJgo parecido ocurre en las laderas de suelo seudo-
gley, pues la pendiente hace correr el agua y, con ello, la enriquece en oxígeno
y sustancias nutritivas. fi hay continentes poco sólidos, se podrán quebrar
empleando explosivos O huecando la tierra a bastante profundidad.
Los suelos húmedos, como el gley y el de las vegas. desaconsejan el cultivo
de frutales por causa de su elevado horizonte de agua subterránea y de las
condiciones climatológicas adversas (nieblas y heladas) en la vaguada.
Los rencinus son suelos de piedra caliza producidos por la erosión. En las
laderas meridionales, la humedad necesaria para los árboles frutales se en-
cuentra sólo en la parte central y en la inferior de ellas, donde el suelo rencina
está cubierto parcialmente de coluvial o mezclado con arcilla colorada (pelosol,
de gres superior).
Las laderas orientadas a los otros puntos cardinales y con pendiente suave
conducen mejor el agua a pesar de su estructura pedregosa. Una parte de las
mismas se mejora con la mezcla de loess, de modo que aún admiten el cultivo
del cerezo. Los lugares .superiores de la ladera sufren a menudo los efectos
de la erosión hasta el suelo bruto, por lo cual el guindo crece endeble en ellas.
De lo dicho se desprende que la sucesión de estratos es importante en rela-
ción con el destino que se ha de dar a un terreno; el ligero (arenoso o limo
arenoso), aterronado y con jrna parte de tierra fina (arcilla o limo), cuyo gro-
sor aumente con la profundidad, suele ser el más apropiado para el cultivo de
frutales.

2.3.5. Agotamiento del terreno

El cultivo repetido de cierto grupo de plantas en un mismo terreno da fin


a la capacidad de éste para continuar facilitando el desarrollo normal de Jas
mismas. y así, los árboles frutales de una especie determinada presentan un
crecimiento diferente cuando se plantan reiteradamente en la misma superfi-
cie: tienen torcidos los intemodios, poco vigorosos los brotes de la copa,
demasiado vigorosos los brotes del tronco y engrosadas las puntas de la raíz.
Estos síntomas desaparecen tan pronto como el árbol es trasplantado a otro
terreno sano.
Para explicar el agotamiento del terreno se ba acudido a varias teorías. La
teoría de los organismos. defiende que hay ciertas especies o grupos de mi-
croorganismos que experimentan un desarrollo específico creciente y acaban
por dañar los árboles. Los nematodos ectoparásitos se citan también entre los
causantes del agotamiento del terreno, aunque el reducido daño que éste oca-
siona a las plantas nacidas de semilla hace sospechar que no ocurre tal cosa.
El agotamiento se achaca igualmente a la falta de ciertas microsustancias y
macrosustancias, nutritivas. Pero una vez que se descubre la relación causal
entre los síntomas del crecimiento de la planta y la falta de un elemento, habría
que hablar de carencia de elementos residuales y no de agotamiento del
terreno.
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 95

~ r- ~ Fig.5
~ POStenor
. e a o o
8 o ii o
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Incompatibilidad entre las especies
frutales en cuanto a su replantación
precedente,
a;
~ ~ '" « « Ü ~ O- en un mismo lugar (s. Fregoni, 1962)
Melocotonero
• • OO OO OO O
Cerezo
A Ibaricoquero
••
O O O O O
Es posible una nueva plantación después de
Almendro O O O O O haber arrancado la precedente
Ciruelo O O O O O Es posible una nueva plantación tras cuatro
o cinco años de aprovechamiento agrícola
Manzano
Peral
• O
O O
(dos años con trébol forrajero)
No es posible una nueva plantación antes de
20 años de haber destinado el terreno a otros
cultivos

La teoría de las toxinas se ajusta mucho más a la realidad, pues entiende


que el agotamiento se debe a la acumulación de sustancias tóxicas en el hori-
zonte de la raíz de las plantas frutales; es evidente que estas toxinas proceden
de la descomposición de las raíces O de la acumulación de productos del me-
tabolismo de algunas especies del edáfono, O mundo orgánico del suelo.
Para la fruticultura, es signííícatlvo el hecho de que el agotamiento del
terreno se manifieste más en los suelos con mayor capacidad absorbente. Se
agotan antes tanto los suelos secos, pesados y calcáreos como los húmicos y
limoso arenosos. Las precipitaciones abundantes, el nivel de agua subterránea
influido por el flujo y reflujo y el riego frecuente son medios eficaces contra
el agotamiento del terreno ligero.
Las especies trutales se diferencian en su aptitud para la plantación en
lugares donde se han cultivado otras de su especie, que depende del portain-
jerto; en el manzano. los «M-IX .. y «M-LV. son más sensibles que el «M-XI» a
este respecto. Las variedades apenas si se diferencian entre sí en orden al ago-
tamiento del terreno.

Este, por otra parte, no ha sido todavía combatido eficazmente. En parte,


dan buenos resultados las estercoladuras (1000 quintales métricos por hec-
tárea), las desinfecciones con biocidos y los riegos abundantes. En una planta-
ción de manzanos, los fenómenos de agotamiento pueden presentarse al cabo
de decenios. La mejor forma de contrarrestarlos consiste, hasta hoy, en adop-
tar otro suelo. El aumento de las inversiones fijas en las plantaciones frutales
(almacenes e instalaciones para el riego) y, por consiguiente, la explotación
constante de la tierra plantean un problema económico muy importante; :por
eso se ha de solucionar cuanto antes el problema del agotamiento del terreno.

2.4. Influencia del lugar


El clima de una región tiene una estrecha relación con el conjunto de par-
ticularidades que presenta el terreno en su configuración superficial. Cuanto
96 FRUTICULTURA

Fig.6
Protección contra la erosión mediante franjas arboladas no labradas de 1,5 m
(plantación de contorno de surcos)

más variados son los accidentes del relieve de una región, tanto más variado
será su clima. Además,el relive condiciona la formación y las propiedades del
suelo y ejerce así,una influencia particular en el desarrollo de los árboles;
influencia que permite fas más veces comparar la bondad de un lugar con la
de otro mejor que analizando el clima y las propiedades del terreno.

2.4.1. Altura sobre el nivel del mar

La altitud determina sobre todo las relaciones de la temperatura; en ge-


neral, ésta disminuye de 0,5 a 0,7"C por cada 100m de altura. La máxima
diferencia de remperaturas se produce en verano; pero entre el verano y el
invierno es menor en los sitios elevados que en la llanura. En el territorio
de la República Democrática Alemana, los frutales son cultivables hasta los
400metros de altitud, aparte otras condiciones necesarias. En las laderas orien-
tadas al sur y con mayores precipitaciones se puede cultivar a mayor altitud
que en las orientadas al norte. Con el aumento de la altitud aumentan las
precipitaciones y el aire es más húmedo, algo que se deberá tener presente al
elegir las especies frutales para su _plantación.En las laderas elevadas, la densi-
dad atmosférica es menor y, por consiguiente, mayor la radiación solar y el
enfriamiento del terreno por la noche.
Estas condiciones mejoran el color de la manzana y hacen que se man-
tenga más tiempo. En todo caso, se debe tener en cuenta que la fruta madura
FUNDAMENTOS ECOLOG1COS 97

dos o cuatro semanas más tarde, En las Mittelgebirge, otros factores limita-
dores de la fruticultura son la poca profundidad del terreno, el breve periodo
vegetativo y el insuficiente contenido de agua.

2.4.2. Inclinación de la Ladera

La inclinación de una pendiente es el ángulo que forma su superficie con


un plano horizontal. y se expresa en tanto por ciento o en grados. El ángulo
de inclinación del terreno es muy importante en el cultivo de frutales desde
los puntos de vista económico y ecológico, ya que, cuanto mayor sea, tanto
más dificultoso será el cultivo, ya que los aperos de labranza actuales no per-
miten labrar y cuidar los árboles con una inclinación mayor del 12 %. La plan-
tación de frutales a 10 largo de franjas curvilíneas y paralelas (contorno de
plantación a surco) obliga a labrar la tierra en su misma dirección para con-
trarrestar la erosión. Lo mejor sería aban calar el terreno, lo cual facilitaría
la labranza y la recolección. Pero la escasa profundidad del suelo en la mayor
parle de nuestras laderas apenas si permite formar bancales.

Tabla 10
Clases de pendiente de la ladera

Relación Inclinación Q

en grados en porcentaje

Uana 0- 2 0- 3
poco inclinada 2- 6 3· 9
Inclinación media 5-10 9 - 18
muy inclinada 10 - 20 18 - 36
empinada 20 - 30 36 - 58
abrupta 30 - 45 58 -100
muy abrupta 45 100

La erosión del suelo es otra de las dificultades que presenta el cultivo


de frutales en las laderas. pues se corre el peligro de que la capa fina de tierra
del suelo labrado sea arrastrada. Se puede impedir parcialmente cultivando a
un mismo tiempo trébol forrajero (véase 3.1.2.3.).
Los árboles soportan mal el cultivo de hierba entre sus hileras cuando el
suelo de la ladera es árido. El problema se puede subsanar labrando sólo la
parle opuesta a la pendiente, es decir, formando bancales.
La inclinación modifica también el efecto de los factores climatológicos.
A medida que aumenta, aumentan el drenaje de las precipitaciones, la radia-
ción solar y el desecamiento del terreno. Las zonas cálidas formadas por la
circulación de aire en el valle son valiosas para el cultivo de frutales, pues
éstos no sufren las consecuencias de la helada en el centro de la pendiente,
aunque sí en el pie y en Lacúspide.
98 FRUTICULTURA

Fenómeno de enfria- • = Circulación del aire


Distribución corres-
- = Superficie radiante

.~~¡iJ.
miento nocturno en pondiente a la mínima
un valle nocturna k = fr.ío
W caliente
=
1 = Lago Irfo
2 = Pendiente cálida
.~ 3 3 = Meseta fría
~g~

Fig.7
Representación esquemática de la formación de pendientes cálidas (s. Geiger, 1961)

2.4.3. Sentido de la pendiente

La situación geográfica del lugar influye mucho en las particularidades


climatológicas de una pendiente. La radiación solar es menor en las pendientes
situadas al norte y aumenta al pasar a las de poniente y levante y a las meri-
dionales. Por tanto, varía según la latitud, la estación del año (declinación del
sol), la altura del sol (hora del día) y la pendiente. El sentido de ésta influye
asimismo en las precipitaciones, particularmente cuando la elevación es con-
siderable. Así,los nublados y precipitaciones abundan más en los lugares orien-
tados a las corrientes del aire de las montañas y alturas -dd sudoeste al
noroeste en nuestras latitu des- que en los orientados en sentido opuesto. Por
esta razón, las plantaciones se deben ceñir siempre al relive del terreno.
Las laderas meridionales SOn mucho más cálidas y secas. La evaporación
puede alcanzar el 30 % si la inclinación es de 100. La superficie orientada al
sur y con una inclinación de 20° recibe doble radiación solar durante el mes
de enero, lo mismo que una horizontal. Las laderas meridionales son apropia-
das para el cultivo del melocotonero, del albaricoquero y del guindo injerto
sobre Prunus mahaleb si la capa de terreno tiene suficiente profundidad. El
cerezo se puede plantar en elevaciones medias y con clima templado. Las
laderas meridionales también son apropiadas para el manzano cuando las pre-
cipitaciones rebasan los 600mm. En cualquiera de estos casos se deben tener
presentes la calidad del terreno y el volumen de agua al elegir las especies
frutales para su plantación.
Las laderas levantinas reciben una radiación intensa cuando sale el sol, y
su duración está en razón inversa a la inclinación del terreno. Las diferencias
de temperatura son mayores al comienzo de la primavera entre la noche y el
amanecer, por lo cual la escarcha puede dañar los árboles. Los vientos de
levante son gradualmente secos y nocivos para los frutales. Estas laderas con-
dicionan el cultivo.
Las laderas septentrionales reciben menos irradiación solar; por consi-
guiente, son más frías y húmedas y no están sometidas tanto a la acción del
viento. Las del Hügelland, en la República Federal Alemana, ofrecen muchas
posibilidades de cultivo si no son demasiado elevadas y el terreno no es pesa-
FUNDAMENTOS ECOLOGICOS 99

do. En ellas se desarrolla bien el manzano. que suele florecer tarde y casi no
es dañado por las heladas tardías, debido a la reducida suma de temperaturas.
Las laderas septentrionales situadas en las elevaciones de Fahnerssh tienen
importantes plantaciones de cerezos. También, se cultiva el cerezo en las de
Dingelstedt.
Las laderas de poniente suelen abundar en precipitaciones. sobre todo las
que se balhn en Laselevaciones medias. Por ese, en ellas, se prefiere cultivar
el manzano, pero como están expuestas a la acción de los vientos hay que pro-
tegerle. La humedad elevada activa con frecuencia el desarrollo de los hon-
gos. Para combatirlo es necesario Limpiarel liquen que se forma en los troncos.

2.4.4. Situación del viento

En todo cultivo pueden producirse diferencias notables por causa de los


edificios, desntveles, alamedas y otros obstáculos que lo rodean. Aparte la irra-
diación solar, el aire es un elemento importante en el clima de un lugar.
Los lugares abiertos son generalmente desfavorables a las plantaciones de
frutales. porque están sometidos a .la acción de los vientos y pueden dañarlas.
particularmente los de la costa y de la llanura fértil de Magdeburgo, aunque
en éstos hay menos peligro de que prosperen las enfermedades y los parásitos.
Los lugares cerrados son totalmente opuestos a los anteriores en el sentido
contrario. Resultan tanto más desfavorables para los frutales cuanto menor
sea la superficie are.rcada y más altas las elevaciones correspondientes. Al dis-
minuir el intercambio turbulento de las masas de aire pueden producirse
durante la noche grandes descensos de la temperatura. En los lugares cerra-
dos, los parásitos y las enfermedades encuentran frecuentemente condiciones
óptimas de desarrollo.
El lugar protegido es el preferido desde el punto de vista de la fruticul-
tura. Si se abre hacia el mediodía, es conveniente que exista una protección
parcial contra los vientos de poniente. Cuanto :más riguroso sea el clima, tanto
más conveniente es proteger hacia el norte y levante. En los lugares prote-
gidos reinan condiciones microclimáticas favorables para la fruticultura. Por
esa razón. al planificar la plantación hay que. prestar especial atención a la
posibilidad de mejora delmicroclima, por ejemplo protegiendo contra el viento.

Tabla 11
Daños medios producidos en los frutales por la helada de la noche del 19 al 20 de fe-
brero de 1952, dependiendo de los distintos lugares (según Behlen, ~959)

Lugar o Daños en Desviación de la


situación % media
protegido 33 + 19
alto 35 + 17
abierto 40 + 12
Calfes 42 + 10
Marisma fluvial 67 + 9
Lugar cerrado 84 -32
(con.heladas)
Zona de sal aire frío 85 -33
100 FRUTICULTURA

2.4.5. Condiciones de la helada


Las heladas se producen de modo general allí donde el aire fria se estanca
o deja de fluir. La formación de este arre frio depende del estado del terreno,
de la vegetación y de la configuración orográfica. La aparición de heladas es
decisiva para determinar la aptitud de una localidad para el cultivo de fruta.
El aire frío formado en un lugar por radiación o procedente del exterior
se acumula en las partes más bajas. Por esa razón, las zonas más profundas
son las más frías. Esa acumulación en una hondonada plana puede ocasionar
grandes daños durante la floración, en especial en las formas arbóreas peque-
ñas. La aparición de heladas es más frecuente en terrenos abruptos que en los
lisos, y es además más evidente.
Las zonas más afectadas son las vaguadas y las que menos las de pendien-
te media, que pueden, incluso, estar libre de heladas si se logra evitar el paso
de aire frío plantando setos. Igualmente es posible evitar que se acumule
trazando una vereda en el arbolado o retirando los posibles obstáculos.
El cuadro XIII ofrece una visión general del peligro de heladas tardías
en diversos lugares. Aunque en el pasado el riesgo de daños por la helada en
las plantaciones pequeñas no era tan grande, las peculiaridades microclimáti-
cas deben tenerse siempre en cuenta al planificar los cultivos intensivos. Los
lugares con constante riesgo de heladas y daños carecen de interés para la
fruticultura.

2.5. Influencia de la biocenosis


Los árboles frutales están en constante interacción con su medio ambiente
vivo. Se denomina biocenosis la totalidad de los organismos que habitan en
una determinada región y que están relacionados por medio de dependencias
e influencias mutuas. En el caso de los frutales, se ha investigado poco sobre
estas múltiples relaciones. si bien algunos hechos importantes para la fruti-
cultura han merecido un detallado estudio.

2.5.1. Fitocenosis
Se entiende por tal la influencia mutua de los árboles frutales entre sí y
con otras plantas de su mismo biotipo. En primer lugar, las raíces se influyen
mutuamente, aunque por desgracia no está todavía claro si se evitan entre sí o
no las raíces de árboles adyacentes. En plantaciones jóvenes de manzanos y en
viveros se na observado que las de árboles próximos se entrecruzan en el
terreno. Otros estudios, en cambio, han demostrado que las raíces de melo-
cotonero y de algunos manzanos se evitan. Cuanto mayor es la edad de un
cuerpo radical es más evidente su separación del de otros ejemplares de su
misma variedad.
La necesaria alogamia de muchos frutales hace que los órganos aéreos de
los árboles tengan relaciones mutuas.
La influencia de los hongos sobre los árboles frutales constituye un amplio
campo de investigación. Las múltiples relaciones entre los agentes patógenos
FUNDAMENTOS ECOLOGJCOS 101

y el frutal SOÍl de gran importancia para la resistencia y la protección biológica


de las plantaciones. en especial mediante los trabajos de conservación del
árbol.
Se sabe de la aparición de una micoriza endótrofa en las raíces de los
frutales, aunque desgraciadamente los resultados de utilidad práctica son esca-
sos en este campo.
La influencia mutua entre los frutales y los cultivos intermedios consti-
tuye un gran problema, sobre todo en las explotaciones agrícolas. Por esa
razón, en la norma TGL 80-132:04se regulan esos cultivos. Obran negativa-
mente sobre el crecimiento de los árboles frutales por medio de los factores
siguientes:

1.° Competencia por el agua.


2.° Competencia por las sustancias nutritivas.
3.° El laboreo del terreno no es el adecuado para la fruticultura.
4.° Disminuye el cuidado al árbol. en especial la protección a plazo fijo.
5.° Aumento del peligro de helada para la floración en los cultivos tem-
pranos.

Pero los frutales actúan igualment-e sobre los cultivos intermedios. Han
de tenerse en cuenta Lossiguientes inconvenientes:

1.0 Efecto de sombra.


2.° Disminución de la precipitación.
3.° Competencia por el agua.
4.° Competencia por las sustancias nutritivas.
5.° Disminución de la mecanización completa.
6." Daños producidos durante la cosecha de la fruta.

Los inconvenientes recíprocos al practicar el cultivo intermedio, tanto des-


de el punto de vista de la fisiología de la planta como de la economía de la
explotación, son tan grandes que el cumplimiento de las normas TGL no resul-
ta difícil. Si a pesar de eso se practica con tanta frecuencia es, más que cual-
quier otra cosa, por falta de conocimientos de fruticultura.
Tras detallados estudios se ha llegado a la conclusión de qué solamente el
espárrago favorece el crecimiento y la productividad de los árboles frutales.
La lenta putrefacción de las raíces del espárrago forma «vías abiertas» por las
que crecen las raíces del frutal, pudiendo aprovechar a veces las reservas
subterráneas de agua.
El cultivo de frutos en baya debajo de árboles frutales hay que juzgarlo
asimismo desfavorablemente, constituyendo una excepción el de uva espín
debajo de cerezo dulce poco frondoso. En este caso pueden lograrse incluso
rendimientos superiores. Sin embargo, faltan estudios a fondo al respecto.
102 FRUTICULTURA

2.5.2. Zoocenosis

Se entiende por tal el conjunto de relaciones existentes entre los árboles


frutales y los organismos animales. En la práctica frutícola son competencia
de las medidas fitosanitarias. Al tiempo que impide el desarrollo de los anima-
les dañinos para los árboles frutales, el fruticultor intenta favorecer y proteger:
aquellos otros enemigos y parásitos de los primeros, que se denominan anima-
les útiles.

BIBLIOGRAFIA Capítulo 2

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Fundamentos técnicos de la producción
de la fruta

3.1. Conservación de la tierra


En fruticultura, la conservación de la tierra es un sistema de medidas
tendentes a obrar positivamente sobre el crecimiento y la productividad de los
árboles frutales, por medio de la conservación y el aumento de la fertilidad de
la tierra.
Al contrario que en la mayoría de los cultivos agrícolas, el laboreo en pro-
fundidad sin hacer daños solamente es posible en la (ase inicial, en la llamada
preparación de la tierra. Durante un periodo de tiempo que va de 3 (fresas) a
40 años (frutas de hueso), la conservación debe actuar a lo largo de años y
decenios, de manera que el desarrollo del árbol, y de sus raíces, transcurra sin
alteraciones y no se menoscabe su productividad. Por esa misma razón se
excluye lodo laboreo a mayor profundidad de 15cm.
El fruticultor dispone de toda una serie de medios al respecto, que 'puede
y debe utilizar de modo muy distinto; DO pueden seguirse reglas rígidas. Esos
medios y el método de empleo han de orientarse, teniendo en cuenta las
experiencias locales, según las concticiones dadas. Suelen dividirse en tres
grupos que se complementan y completan, mostrando múltiples interacciones.
Son las medidas ñsicas, químicas y biológicas.
Atendiendo al procedimiento puede distinguirse entre la labranza de la
capa superior de Ja tierra y la estercoladura y suministro de humus. Influyen
en distinta manera sobre los factores físicos, químicos y ~;ulógicos de la
tierra. El) la elección <k uno de ellos hay que partir sicrnj.: ~ de las condi-
ciones imperantes y del propósito que se persigue.

3.1.1. labranza

Por labranza en sentido esulcto se entienden todas las medidas que actúan
mecánicamente sobre la tierra con ayuda de aparatos. En fruticultura se dis-
tingue entre aquellas anteriores y posteriores a la plantación.
104 fRUTICULTURA

Antes de plantar el árbol frutal hay que realizar un tratamiento a fondo


del suelo con frecuencia durante años. Aparte de las modificaciones superfi-
ciales tales como el banqueo y el trazado <.I1! franjas, son también necesarias
mejoras del tipo de drenaje, irrigación y arada. Especial importancia tiene la
eliminación de las malas hierbas, sobre todo las perduran tes. A la plantación
de árboles frutales le ha de preceder siempre un cultivo previo supresor de
malas hierbas, seguido a continuación de una estercoladura de reserva y un
esponjamiento en profundidad. La grama y el cardo cundidor se erradican,
mecánica y químicamente, con más facilidad en el cultivo previo de un año
que en la posterior plantación de árboles. Como cultivo previo hay que elegir
uno que apenas afecte a las reservas de agua y cubra bien el sucIo, dejándolo
con buen tempero y libre de maleza; un ejemplo son la patata y las lcgumi-
nosas.
La preparacián del suelo antes de la plantacion deberá ser tanto más inten-
sa y profunda cuanto más pesado sea, más fuertes sean las capas de com-
pactación y peor el suministro de sustancias nutritivas en el subsuelo. El es-
ponjamiento en profundidad no es necesario si el suelo es esponjoso y rico
en humus, y se emplean cornbinacíoncs adecuadas de variedades y patrones
con sistema radical plano.
Tras plantar los árboles frutales, la laoraruu tiene por objeto mantener la
tierra en condiciones íavorables para su desarrollo. Esponja el suelo, favorece
la aireación, limita la evaporación, elimina las malas hierbas y proporciona los
abonos. En ella se emplean los aperos más variados. El uso combinado de
arado, cultivadora, mezcladora, grada de discos y grada de distintos calados
evita que se formen horizontes de compactación, como ocurrida si sólo se
utilizara un tipo de maquinaria. Por regla general, el sucio no deberá traba-
jarse a profundidades superiores él los 10 :.l 15cm. Sólo a una distancia de dos
metros del tronco podrán alcanzarse los 20 cm.
Al contrario que en los cultivos agricotas, el esponiaiuiento y la mezcla de
la tierra desempeñan en 1.1CruticulLura un papel más importante que el voltea-
do. Por tanto, en lugar del arado aparecen máquinas de menor altura tules
como la cultivadora, la grada de disco y la mezcladora. Evidentemente, el em-
pleo de esos aperos viene determinado por el tipo de suelo.
Sobre suelos coherentes, un surco otoñal liso seguido de una pasada de
la grada son requisitos previos para un buen tempero del suelo en la primave-
ra. DI! todas maneras, el arado no sólo arranca la maleza, sino también las
raíces salientes del árbol, por lo que resultará ventajoso sustituir el normal
por uno de discos, especialmente en suelos pedregosos y para respetar las
raíces. Durante el período vegetativo hay que usar alternativamente la mez-
cladora y las gradas de discos y pesadas. La primera es más recomendable que
la cultivadora de dientes, que cuando el sudo está húmedo produce daños
en la estructura.
Sobre suelos Ligeros que no presentan tendencia a la compactación, la gra-
da de discos puede sustituir al arado. Es adecuada para aplicar el abono verde
y el estiércol, y para eliminar la maleza estival. Se utiliza mucho más frecuen-
temente sobre estos sueJos que en los pesados. Si no se ha realizado la arada
.invernal, habrá que esponjar el suelo COn la cultivadora o la mezcladora para
que en la floración se haya depositado de nuevo. Durante el período vegetativo
hay que utilizar igualmente la mezcladora, la cultivadora )' las gradas de discos
)' pesadas.
F'UNDAMENTOS TECNICOS 105

Arbol 1 Arbol 2 Arbol3


Distancia del tronco 1 m

Qistancia del tronco 2 m

E
~ '0
'"
---- - - ...:- ----
I
-]-- -- ----- --
- - --}-
I

o
c;
~"
"O
20
_________~---------~- ~m__p~;~~--_
10• I 0 •
"O I
'"
"O
'g 10
.1
I

I
Fig.l
Distribución de las raf-
.2 I
o ees en el suelo para
ct 1------ 2m ---t--2m ---;-- -------1
3m una compactacién.de
éste entre 10 y 20 cm
Diámetro de las O:> 2cm 0=)1cm de profundidad (según
rafees A1brecht, 1963)

Empleando incorrectamente la grada de discos existe el peligro de favore-


cer el amalgamíento, Muchas veces es suficiente utilizar la grada pesada para
reducir la evaporación y destruir la maleza.

Fig.2
Labranza con una
grada de disco
106 FRUT1CULTURA

La maquinaria necesaria para la labranza debe adaptarse a la anchura de


trabajo con arreglo a la separación entre las hileras, para que la, franja no
trabajada se reduzca al mínimo. Ajustando y eligiendo cuidadosamente el trac-
tor y los aperos conforme a la fuerza de tracción necesaria y para una profun-
didad constante de labor, deberá hacerse que la presión ejercida sobre el suelo
sea mínima. Otra condición es, además, que el estado de humedad de la tierra
sea óptimo. Las incrustaciones y Jos daños estructurales son más difíciles de
eliminar en los árboles frutales que en los cultivos agrícolas ya que, como se
dijo anteriormente, se excluye una posterior labranza en profundidad.

3.1.2. Cobertura del suelo

Actúa principalmente sobre las propiedades físicas y biológicas del suelo.


Desde el punto de vista científico y práctico es importante que, total o parcial-
mente, sustituye al laboreo y a la aplicación de humus.
Se llevaa cabo tanto con sustancias orgánicas (plantas, residuos vegetales)
como con materiales muertos. Los conceptos de los distintos procedimientos
no se han definido siempre en un mismo sentido. Por consiguiente, es conve-
niente dar en primer lugar una definición.

Cobertura con láminas = el suelo se cubre con una lámina de


plástico.

Acolchado = el suelo se cubre con materiales orgá-


Plantas cobertoras nicos (hierba, paja, follaje de patata).

Acolchado parcial COI1 trébol = se siembra trébol en el pasillo de tra-


bajo y durante varios años se acol-
chan con la hierba las franjas de
arbolado.

Hierba corta = se siembra trébol mixto y se corta al


menos 8 veces al año, con lo cual
la hierba mantiene siempre la mis-
ma altura. También se llama acolcha-
do herbáceo y dura varios años.

Abono verde = se siembran plantas cobertoras anua-


les en el pasillo de trabajo.

3.1.2.1. Cobertura con láminas

De rnomcruo, este procedimiento es recomendable sólo para el cultivo de


fresas. Utilizando láminas de poLietilenonegras se eliminan las malas hierbas,
se reduce la evaporación y se logra un rápido calentamiento del suelo. Por esa
razón, y al contrario que en el método del acolchado, la utílízacíón de láminas
no eleva el peligro de heladas. El aumento de producción.que se logra con las
FUNDAMENTOS TECNlCOS 107

fresas es aproximadamente del 20 %. Su utilización práctica depende del precio


de la lámina.

3.1.2.2. Acolchado

El acolchado es una práctica de labranza muy antigua que, a pesar de sus


muchas ventajas, todavía no se ha generalizado en la fruticultura. La causa
principal radica en la dificultad de obtener el material. Para una primera
cobertura, se necesitan por cada metro cuadrado de suelo 1,5kg de material
seco, como por ejemplo follaje de patatas, paja de colza, paja podrida, canas,
residuos de carderías, etc. Cada año hay que aplicar Lkg adicional por metro
cuadrado)'a que el material se descompone en parte. Por debajo de al capa de
acolchado se extienden las raíces hasta cerca de la superficie, por lo cual están
mejor abastecidas de sustancias nutritivas que se liberan, entre otras cosas,
de la descomposición de la masa orgánica.
Si se omiten los sucesivos recubrimientos anuales, no solamente crece la
maleza a través de la capa, cada vez más delgada, sino que las raíces superfi-
ciales son dañadas por la sequía y las beladas.
Mientras que el aumento del peligro de heladas a nivel del suelo y el ata-
que de botritis ocasionados por el acolchado DO suele elevar las cosechas de
fresas, este método ha dado buenos resultados en otras especies frutícolas,
especialmente en los arbustos de fruto en baya.
Las ventajas del acolchado en los cultivos vegetales sobrep-asan a las des-
ventajas. por lo que se pretende propagar ampliamente este procedimiento.

Tabla 1 Ventajas y desventajas del procedimiento de acolchado


I
I
Ventajas Desventajas
I I
Temperatura equilibrodel suelo Necesidad de obtener el material
.Humedad equilibr. del suelo Transporte del material
Disminución de la evaporación" mayor peligro de incendio "
no es necesaria la labranza mayor pr:esen.de llrVÍcolasy ratones de campo
no se forman costras en el suelo mayor peligro de heladas tardías
el suelo no ejerce presión mayor necesidad de susto nutritivas**
no hay erosión en las pendientes mayor necesidad de agua*-*
permanentemente transitable Competencia por el agua y sustancias
mayor espacio para Ias raíces= nutritivas**
Aumento del contenido de humus
Aumento del cont. de sustonutritivas*
mejor tempero del suelo
no aparecen malezas
mayores cosechas
Frutos más grandes • sólo en el acolchado integral
mejor coloraci6n de los frutos • * sólo en el acolchado parcial con
no se daña la fruta caída trébol
108 FROTICU ...TURA

Fig.3
Método de acolchado parcial de trébol en troncos cuarteros de peral

Debería aplicarse al menos después de plantar los árboles. Con ello aumentan
el crecimiento y el vigor. En las plantaciones viejas es muy ventajoso acolchar
las franjas de árboles.

Tabla 2
Resultado del acolchado durante varios años con paja de nabo sobre la cosecha
de grosellero "Rote Spátlese ", año de plantación 19.53

Tratamiento Cosecha en kg/arbusto


1956 1957 1958 1959
sin cubrir 1.473 1,449 3.281 5,395
cubierto 1,850 1.515 4.799 7,412

3.1.2.3. Método de acolchado parcial con trébol

Este procedimiento plantea grandes exigencias a la economia: hidrica del


suelo. Tras la siembra. cuyo mejor momento es después de la floración, el tré-
FUNDAMENTOS IECNlCOS 109

bol mixto tiene que poder desarrollarse completamente. Una vez qu~ ha alcan-
zado una altura de 10 cm, se procede al acolchado. Mediante una modificación
en la cortadora B 506 puede íanzarse el material hacia un lado, aunque hay que
pasar dos veces por cada pasillo de trabajo. Cortándola de 5 a 7 veces puede
mantenerse corta la hierba y hacer que la franja de árboles quede cubierta
de un grueso abrigo. Se logran así condiciones edáñcas favorables para la
masa principal de las raíces. El interior del pasillo de trabajo puede acolcharse
con la cortadora húngara RZ 3.
Comparado con el suelo descubierto, este procedimiento requiere como
mínimo doble cantidad de nitrógeno, en especial cuando el trébol 'mixto lleva
más de dos años. Supuesta la necesaria humedad, permite al mismo tiempo
'proteger contra la erosión en jos lugares con pendiente.

Tabla3
Mezcla de semillas para el acolchado parcial de trébol

Especie de hierba o trébol Cantidad de semillas en kgJha


suelos ligeros, suelos pesados,
lugares secos lugares búmedos

Trébol rojo - Trifoliurn pratense 8 6


Trébol blanco - Trifolium repens 4 4
Trébol híbrido - Trifoliurn hybridum 4.
Cuernecillo . Lotus corniculatus 3
Fleo de los prados -Pñleum pratense 4.
Cañuela· Festuca pratensis 3 4.
Grama en jopillos . Dactylis glomerata 4. 4.
Cominillo - Lolium perenne 4 4
Grama de los prados· Poa pra ten sis 2 2

Total 28 32

3.1.2.4. Hierba corta

Este proeedimiento se conoce en especial en regiones ricas en precipita-


ciones, denominándoscle también del acolchado herbáceo .. La totalidad de la
superficie de la plantación de frutales se siembra con hierba o trébol. Para
limitar el consumo de agua y el crecimiemo de las raíces se mantiene la hierba
siempre cona, y según Lascondiciones locales hay que segar entre 6 y 10 ve-
ces. No ha de espesarse tanto que impida el crecimiento de la vegetación nueva
u obstruya la segadora en el siguiente corte. En países de influencia marítima,
tales como Dinamarca, Suecia, Inglaterra y los Paises Bajos, este procedimien-
to ha dado buenos resultados con un suministro suficiente de nitrógeno. En
las condiciones climáticas de la República Democrática Alemana se dispone
de escasa experiencia.
110 FRUTlCULJURA

Tabla 4
Mezcla de semillas para el procedimiento de hierba corta sobre
suelos arcillosos frescos

Especie de hierba o trébol Cantidad de semillas


en kg/ha

Cañuela· Fesiuca pratensis 7


Fleo de los prados- Phleum pratensis 4
Cañuela roja· Festuca rubra 6
Grama de los prados· Poapratensis 6
Cominillo· Lolium perenne 3
Trébol blanco· Trifolium repens 4

Totaf 30

Sobre un suelo pesado y con unas precipitaciones anuales medias de 650


milímetros, el método de la hierba corta hizo que, comparado con un suelo
descubierto, la humedad edáfica se redujera en sólo un uno o un dos por
ciento. En las mezclas utilizadas para este procedimiento han dado buenos
resultados Póa praiensis, P6a triviális y Féstuca rubra, y en la pista de marcha
ha aparecido Lólium perénne. Para los suelos pesados se recomiendan mezclas
de las especies citadas, siendo la siembra de 20 a 30 kg como máximo.
Las ventajas del procedimiento de la hierba corta igualan a las del acol-
chado parcial con trébol, aunque, de todas maneras, la competencia con los
frutales por el agua y los elementos nutritivos es mayor ya que las franjas
de arbolado también han sido sembradas con hierba. Este método ha dado
buenos resultados en los pasillos de trabajo; las franjas de árboles se mantie-
nen despejadas y sin maleza utilizando herbicidas.

3.1.2.5. Césped permanente


El césped permanente como aprovechamiento adicional es un fenómeno
que, por desgracia, sigue siendo frecuente en las plantaciones de árboles fru-
tales en los aledaños de las Mittelgebirge y en los cultivos mal cuidados. La
tabla 5 recoge los efectos que ese tratamiento tiene sobre el suelo.
Las diferencias entre las distintas especies en cuanto a la sensibilidad ante
la siembra de hierba son notables. Las plantaciones nuevas sometidas al régi-
men de césped permanente suelen mostrar UD desarrollo lento, yeso a pesar
de que el disco arbóreo permanece libre de césped. El período de tiempo
improductivo se prolonga notablemente; puede comprobarse, en general, que
las variedades de cultivo intensivo no resultan adecuadas para el régimen de
césped permanente.
FUNDAMENTOS TECNlCOS 111

Tabla 5
Influencia de un césped pennanente debajo de los frutales sobre la potencia de creci-
miento y rendimiento de variedades de manzano sobre M IX (recop. de Kemmer y
Steckel,1959)

Variedad Produe. en el Indice de alternancia (1)


césped en Crecim. tioneo
en respecto
respecto al al suelo libre
suelo libre Suelo
1963-195_8 libre Césped
1953-~958
'Betlepsch' 96,3 98,3 86 95
'Boskoop ' 95,7 64,6 71 86
'Bí:euhahn' 101,5 62,5 70 48
'Pearmain Dorada' 51,4 60,5 32 68
'James Grieve' 63,4 124,1 6 18
'Nordhausen' 93,5 92,7 72 71
'Oldenburg' 65',6 51,4 71 96
Media 81,06 79,16 58,3 68,9

3.1.2.6. Abono verde

El plazo de siembra es decisivo para el cultivo de plantas de abono y ha


de ajustarse a las máximas necesidades de agua de los árboles frutales. Para
que por falta de agua no se reduzca la producción de Eruta, la siembra no ha
de realizarse antes de julio. En la primavera hay que aplanar las plantas de
abono con la grada de disco para que en la floración del árbol la tierra ya se
haya afirmado, y ne exista peligro de heladas tardías. En los suelos pesados
son. preferibles plantas de gran desarrollo reticular, tales como la colza, los
nabos o el trébol, mientras que en los ligeros es más conveniente ~l uso de
plantas recubiertas y cespitosas de gran masa verde, como Phazelia. Junto con
la siembra pura de colza (lO a 20kg/ba), rábano (10 a 12kg/ha), mostaza (20
a 25kg/ha), Phazelia (15 a 20kg/ba), etc., también resulta 'ventajosa la utili-
zación de mezclas. Para suelos medios O pesados pueden mezclarse haba
(50kg/ha) con tirabeque (80kg/ha). Como abono verde para todo el invierno
suele recomendarse centeno (120a 180 kg/ha) o mezclas de centeno (50kg/ha)
y alverja invernal (100 kg/ha). Debido al coste relativamente elevado de las
semillas, es frecuente que se prescinda de la siembra de plantas de abono y
se deje crecer la maleza en la plantación durante la segunda mitad del año.
Pero esta práctica puede conducir al arraigo de malas hierbas duraderas cuya
eliminación puede resultar cara.
Con el abono verde llegan al Suelo masas orgánicas que estimulan la vida
edáfica, y el intenso crecimiento reticular de algunas de esas plantas puede
mejorar la estructura del suelo hasta las capas más profundas. Por medio de
la extracción de agua, el abono verde ocasiona una maduración más favorable
del leño de los árboles frntales (fig. 4), y dejando las plantas durante el in-
vierno protegen las raíces contra las heladas. facilitando al mismo tiempo el
paso y cruce por la plantación.
112 FRUTICULTURA

Tabla 6
Ventajas y desvento de la siembra de plantas cespitosas en la seg. mitad del año

Ventajas Desventajas
I I
Suministro de sustancia orgánica Dificultad de los trabajos de cultivo debi-
Traslado de las sust, nutritivas a las capas do a la sequedad del suelo
superiores del suelo Costes de las semillas
Vida edáfica más intensa mayor consumo de agua
no se forman incrustaciones mayor consumo de sustancias nutritivas
Eliminación de compactaciones mayor peligro de invasi6n de arvícolas
no hay erosi6n en las pendientes : ratones de campo
apto para las abejas a veces dificultades en la cosecha
Fijaci6n de la capa de nieve Pédidas de la fruta caída
transitable a pie
yen vehículo
mayores cosechas
Estimulaci6n de la brotadura
Estimulación del colorido de los frutos

%
65

60 --
o:V
/-

45

40 I
,;
/1 Fig.4
Porcentaje de sustancia seca
8 9 10 11 12 1 2 3 Meses
formada en brotes de un año
de manzano de la variedad
1960 1961 'Pearmain Dorada',
-- - con abono verde -- sin abono verde con y sin abono verde

3.1.3. Abonado y administración de humus

El abonado y la administración de humus tienen por objeto restituir y


completar las cantidades de humus y de elementos nutritivos extraídas duran-
te el crecimiento. Como los árboles frutales no contribuyen de manera apre-
ciable a la producción de humus del suelo, es de vital importancia administrar
regularmente estiércol o abono verde para mantener la fertilidad de la tierra.

3.1.3.1. Administración de elementos nutritivos

A diferencia de lo que ocurre en los cultivos anuales, el estudio de la


absorción de los elementos nutritivos y la realización de experimentos de
FUNDAMENTOS TECNTCOS 1i3

abonado es muy difícil en fruticultura . Para la.fertilizacién de 10.$árboles fru-


tales importan los Iaetores siguientes:

1.0 Condíeiones del SU~10, que méluyeil el contenido en agua -y elementos


nutritivos así como el valor del pfí.
2.° Labranza.
3,0 Clíma y condiciones atmosférícas anuales.
4.° Especie frutal, variedad, patrón.
5.° Forma de la copa (en sección).
6.° Potencia vegetativa y generativa del árbol.
7.° Edad y tamaño del árbol.

Entre estos fact-ores existen múltiples interacciones. Hay una íntima rela-
ción entre la poda de los árboles y el abonado, que muestra su máxima expre-
sión cuando va unido a un corte vigoroso por la parte opuesta, especialmente
en él caso de árboles jóvenes y con el suelo bien cuidado y con una adminis-
tración adecuada de agua. Un abonado insuficiente a ejemplares de crecimiento
vigoroso que estén dando fruto, y en especial cuando el suelo está mal cuidiao,
es la causa de las oscilaeienes extremas de la cosecha.

Acción de las sustancias nutritivas sobre los árboles frutales

Se han realizado numerosos estudios sobre el abonado de los árboles fru-


tajes, si bien no están exentos de contradicciones y son difíciles de generalizar
debido a las magnitudes de influencia, sujetas a cámbios- constantes. Por esa
.razón, las ideas que se tienen en la practica sobre los abonos son en muchos
casos imprecisas.
Los abonos nitrogenados no .sólo estimulan el crecimiento vegetativo, sino
que constituyen la condición previa pata cosechas elevadas, Aumentando en
suelos buenos el contenido de nitrógeno con respecto a la potasa y el fósforo,
se logra un considerable incremento en las cosechas.
Los juicios sobre el abono potásico están en general llenos de contradício-
nes. Si en suelos bien provistos' de potasa se aumenta la cantidad de ésta no se
obtienen mejores cosechas mientras que, por el contrario, numerosos éxperí-
merrtos demuestran que si.el suelo presenta carencia, la potasa desarrolla un
notable efecto. En tales casos, un abonado rico en nitrógeno conduce a daños
en. los árboles, Pero si la dosis es simultánea a una cantidad grande de potasa,
se obtiene una gran productividad y un buen desarrollo. Por lo mismo, en
numerosos experimentos el pI;incipal efecto es el atribuible al abono potásíco.
El abono de ácido fosfórico ha mostrado una pequeña incidencia sobre la
cosecha de los manzanos, siendo asimismo pequeña la cantidad de está sustan-
cia que abserben los árboles. E~ frecuente que el ácido fosférico .administrado
no ejerza ningún.efecto porque se fija muy rápidamente en los suelos biológi-
camente inactivos, no alcanzando a la zona del suelo ocupada por las raíces.
Por otro lado, en suelos biológicamente activos y ricos en .humus, los microor-
114 FRUTICULTURA

ganismos pueden ocasionar una desintegración del ácido fosfórico presente,


por lo que una dosis adicional carece ya prácticamente de efecto.
En el caso de exceso de fósforo y a igualdad de rendimiento y desarrollo,
hay una mayor absorción de este elemento. Se supone que eso actúa favora-
blemente sobre la resistencia del árbol a la helada. Con los frutales de hueso,
que reaccionan visiblemente al abonado con ácido fosfórico, se han realizado
hasta el momento pocas experiencias.

Tabla7
Acción del abonado con ácido fosfórico sobre la cosecha de distintas variedades
(según Gericke y colaboradores, 1963)

Producción relativa
Cerezo Melocotonero Manzano
NK 100 100 100
NPK 128 174 100

Determinación de las necesidades de elementos nutritivos


del árbol frutal
En este campo disponemos de las experiencias clásicas de Steglich, que
hace ya 60 años determinó por medio de análisis en distintas partes de un
mismo árbol la absorción de elementos nutritivos en los troncos altos. El abo-
nado se calcula por multiplicación de la cantidad absorbida y teniendo en
cuenta las condiciones del suelo, el aprovechamiento de los elementos nutrien-
tes y el tamaño del árbol. Todos los trabajos que se realizaron a continuación

Tabla8
Valores límite para la administración de sustancias nutritivas en los cultivos de frutales

Sust. nutrit. Grado de abastecimiento y valores límite


profundidad Suelo pesado Suelo ligero
del suelo
en cm malo regular bueno malo regular bueno

P20S
0-20 < 10 10-20 > 20 < 7 7-15 > 15
2.0-40 < 5 5-10 > 10 < 5 5- 7 > 7
K20
0-20 < 15 15-30 > 30 < 10 10-15 > 15
20-40 < 10 10-20 > 20 < 8 8-12 > 12
Mg
0-20 < 10 15-20 > 15 < 6 6-10 > 10
20-40 < 6 6- 8 > 8 < 3 3- 5 > 5
Los valores límite pueden variar dependiendo de la especie de frutal, de las condiciones
del suelo, de la labranza y del clima.
FUNDAMENTOS TECNICOS 115

confirmaron, con pequeñas desviaciones, los resultados de Steglich. Pero hay


que tener en cuenta que aJ aumentar el régimen intensivo en la fruticultura
también aumentan las cifras de absorción de esas sustancias.
Las relaciones entre los distintos elementos nutritivos son muy similares
en todas las experiencias, situándose la absorción generalmente en la propor-
ción N : P : K de 2,5 : 1 : 3,5.
A partir de encuestas realizadas en 35 plantaciones bien cuidadas de la
República Democrática Alemana, pudo establecerse una relación entre los abo-
nos N: P: K de 1,3: 1 : 2,3, siendo la cantidad de ácido fosfórico bastante
adecuada con 48,2kg/ha de P10s. En nuestras plantaciones, pues, suele admi-
nistrarse demasiado poco nitrógeno y potasa.
El análisis del suelo es, en la práctica, la forma más adecuada de determi-
nación de las necesidades de elementos nutritivos, siendo su mayor ventaja

Tabla 9
Dominio 6ptimo de las sustancias nutritivas en las hojas de manzano en brotes de un
año; análisis realizados en junio y agosto (de Fiedler, 1963)

Sustancia Porcentaje de
nutritiva sustancia seca

1,60-2,49
0,30-0,50
1,20-2,20
1,20-2,50
0,25-0,50

Tabla 10
Canto de sustancias nutrientes puras en kg/ha para las distinto etapas de los frutales

Período improd. Período producto Arboles viejos


cosechas elevadas
N P10s K10 N P10s K20 N P10s K20
Manzano 70 20 40 120 40 150 160 60 ISO
Peral 70 20 40 120 40 150 160 60 150
Cerezo 70 30 60 120 60 160 160 80 160
Ciruelo 50 30 60 110 60 160 120 80 160
Guindo 50 30 60 120 60 160 140 80 160
Melocotonero 50 30 60 120 60 180 140 80 180
Albaricoquero 50 30 60 110 60 160 120 80 160
Grosellero rojo 40 30 70 80 40 150 100 40 ISO
Grosellero negro 60 30 50 100 40 120 120 40 120
Grosellero espinosa 30 30 60 60 40 100 80 40 100
Frambuesa 40 30 60 60 40 120 60 40 120
Zarzamora 60 30 50 80 40 160 80 40 160
Fresal 40 20 60 80 40 120 80 40 120

En caso de cosecbas muy elevadas la cantidad de N puede aumentarse en los {rutos


de pepita a 160 o más de 200 kg/ha N, y en los de hueso á 160 o 180 kg/ha N.
116 FRUTICULTURA

la relativa sencillez de la toma de muestras y la posibílidad de realizar estudios


en serie. De ladas maneras, las cantidades halladas no corresponden siempre
a las que la planta absorbe. En las plantaciones lo mejor es realizar los análi-
sis por separado en la capa superior de humus (O a 20cm) y el subsuelo (20 a
40cm). En el cuadro VI se indican los valores limite que hay que mantener.
La administ racián de calcio depende del valor del pH, que en el caso de
las plantaciones de árboles frutales se sitúa en el ámbito ligeramente ácido. En
suelos ligeros es suficiente con un pH de 5,5, en los pesados puede elevarse
a 6,5 y sólo en los arcillosos podrá alcanzar 7,0.
Los análisis de las hojas tienen un interés momentáneo para dar respuesta
a problemas fisiológicos determinados. Los valores obtenidos en numerosos
trabajos junto con los estudios del suelo, van teniendo cada vez más impor-
tancia para determinar las necesidades en sustancias nutritivas. Sólo es posible
hacer afirmaciones exactas sobre el particular ateniéndose a determinadas re-
glas en la toma y elaboración de las muestras.
No es fácil enjuiciar los análisis de las hojas, teniéndose que realizar siem-
pre en relación con el crecimiento y la fertilidad. Un crecimiento vigoroso de
las yemas reduce el conrenido de N en las hojas (efecto de dilución) mientras
que. en contraposición, cosechas altas lo inhiben y con elfo permiten que
aumente el nivel de N. Esas mismas cosechas elevadas obran simultáneamente
disminuyendo el contenido de K en las hojas. Las cantidades de P suelen ser
muy constantes y dan poca información sobre el grado de abastecimiento del
suelo.
Las caruidades de elementos nutritivos de las distintas variedades de árbo-
les frutales dependerán de Jos resultados de los análisis del suelo y, eventual-
mente, de las hojas. Si no aparecen fenómenos de carencia para algunos de
ellos, pueden administrarse las cantidades que se indican en el cuadro X para
condiciones medias del suelo.

3.1.3.2. Técnica del abonado

La acción de un abono puede depender de manera decisiva del tipo y for-


ma de abonado y del plazo del mismo.

Abonado superficial

Como en general en todas las prácticas agrícolas, el abono puede adminis-


trarse por toda la superficie del suelo que comprende el árbol frutal. Los plazos
de abonado se compendian en el cuadro XI.

Abonado en profundidad

La administración mecánica del abone permite proporcionar éste a la


capa de suelo en la que se encuentra la masa radical principal del árbol. Se
ha observado, no obstante, en numerosos estudios que especialmente el sub-
suelo presenta escasez de sales nutrientes, debido a la difícil movilidad del
ácido fosfórico y de la potasa en el suelo.
FUNDAMENTOS TECNlCOS 117

Esta técnica es también importante al sembrar trébol mixto, pues si se


abona superficialmente la hierba retiene la mayor parte de las sustancias nu-
tritivas.

Puede lograrse directamente con el inyector, pero requiere mucho trabajo,


por 10 cual es un procedimiento de escaso uso. Es preferible introducir en
profundidad el ácido fosfórico y la potasa mediante una abonadora para esos
efectos, a una distancia de unos 2 m del tronco de los árboles. Realizando estas
faenas en septiembre, el crecimiento compensa para la primavera los daños
causados a las raíces.

El abonado en reserva es una forma especial de la anterior técnica. La co-


locación del abono a una cierta profundidad entraña siempre ciertas dificul-
tades en las plantaciones de frutales, por lo que es preferible realizarlo antes
de plantar los árboles. a modo de reserva. En los trabajos previos de arado se
depositan en el suelo 400 kg de P10s por hectárea. Es ventajoso emplear fosfato
Thornas, porque con él se incluye toda una serie de elementos vestigiales y el
fósforo se desintegra lentamente. Para el abono potásico han de elegirse sales
pobres en cloro. En suelos arenosos han dado buen resultado la aplicación
de estiércol con este método y el trabajo previo de mejora con el arado, en
especial con los arbustos de fruto en baya.

Fig.5
Esponjadora y encaladora uti-
lizada para el esponjamiento
en profundidad (65 cm) y el
abono combinado de fósforo
y potasa en una plantación de
troncos bajos de manzano
118 FRUTICULTURA

Tabla 11
Abonos y períodos de estercoladura para frutos de pepita, de hueso, en baya arbustiva
y fresales

Abono Frutos de pepita y Frutos de baya Fresales


hueso (Observac.) arbustiva (Observ.) (Observaciones)

Nitrato de amonio Marzo-abril Marzo-abril antes floración


y calcio (estímulo brotes) (estímulo brotes) (1/3 dosis N)
Comienzo de junio Comienzos agosto tras la cosecha
(formación yemas (formadón yemas (2/3 dosis N)
florales) florales)
Sulfato Marzo-abril Enero·febrero Abril
amónico (estímulo brotes) (estímulo brotes) (1/3 dosis N)
Comienzos junio Comienzos agosto tras la cosecha
(formación yemas (formación yemas (2/3 dosis N)
florales] florales)
Cal nitrogenada Octubre-febrero Octubre-febrero
(abono básico) (abono básico)
Novierobre-marzo Noviembre-febrero tras poda sarmien.
Sales potásicas (en suelos ligeros
(abono básico) (abono básico ca-
rente de cal) dosis puede divid.
administrándose
mitad en marzo)
tras poda sarmien.
(como antes)
Abono [osfórico Noviembre-mano Noviembre-febrero tras poda sarmien.
(hldrosoluble) (abono base cada (abono base cada (corno antes)
3 años) 3 años)
Junio Ago.sto tras poda sarrnien.
(formación yemas (formación yemas (como anles)
florales) florales)
Abono fosfórico Novierobre-marzo Noviembre-febrero
(no hidrosoluble) (abono base cada (abono base cada
3 años) 3 años)
Octubre-diciembre Octubre·diciembre (en suelo muy
Cal ácido para cultivo
(cada 3 años en (cada 3 años en
suelo reseco) suelo reseco) previo)
Estiércol Otoño-primavera Otoño antes de plantación
(extender superf, (extender supere.
cada 2-3 años) cada 2-3 años)
Mantillo Otoño-primavera Otoño (corno antes)
(extender superf'.) (administrar
Licuame Marzo-abril sobre el suelo)
(+5 kg super-
fosfato/m3 )
FUNDAMENTOSTECNlCOS 119

Tabla 12
Influencia del abono en reserva con ácido fosfórico y potasa sobre la producción inicial
de manzanos de distintas variedades(sin abono = 100 % ) (s. Knickmann, 1954)

Año 400 kg/ha P2 Os 200 kg/ha K2 O 400 kg/ha P2 Os


200 kg/ha K2 O
1958/59 145 127 146
1960 176 175 227
1962 157 139 178
Media 166 167 194

Abono líquido
Las sustancias nutritivas disueltas en agua pueden inyectarse en las capas
profundas del suelo con ayuda de un inyector. Sin embargo, el abono liquido
puede aplicarse igualmente por aspersión o eyeccián de soluciones nutritivas
en la superficie, tal como se realiza en la práctica para el licuame. Pueden uti-
lizarse las aguas residuales amoniacales procedentes de las fábricas de gas u
otras instalaciones químicas, pero su bajo contenido en nitrógeno (0,3 a 3,5 %)
las hace poco aptas para el transporte. El empleo de este fertilizante sólo tiene
interés a nivel local. El abono líquido es particularmente ventajoso al sembrar
trébol mixto.
El abonado corl amoniaco liquido, que se transporta en vehículos cisterna
presurizados o botellas de acero a una presión de 25 atmósferas, está adqui-
riendo en la fruticultura una importancia cada día mayor. Este abono, obteni-
do en la factoría «Walter Ulbricht», tiene un contenido de N del 82 Ofo. Debido
a su elevada presión de vapor y a sus características corrosivas, su empleo

Fig.6
Abono amoniacal lf-
quido en una planta-
ción de manzanos.
El abono se adminis-
tra con la cultiva-
dora B 490
120 FRUTICULTURA

Tabla 13
Empleo del abonado de Ias hojas con algunas sustancias nutritivas.y elementos.
vestigíales (según WaUace,1951, aumentado)

Sustancia Cuadro clínico en la Sal Concentr. Observaciones


nutritiva carencia de sustan- empleada líquido
eias nutritivas administro

Nitrógeno Hojas verde claro, Urea 0,5 -1 Repetir tres veces


luego amar. frecuen. a intervalos de
teñidas de rojo diez días
Potasa Muerte tejido foliar Potasa 1 -2 Repetir a intervalos
a partir bordes. Pri- vitriólica de diez dCas
meram. en hojas
base tallo. Hojas no
caen prematuram.
Magnesio Manchas pardo roji- Sulfato de 1 -2 Repetir aplicac.
zo en el centro entre hierro a intervalos de
las venas princ. hoja 1·5dfas
Hierro En el ápice tallo las en caso de: clorosis
hojas-sevuelven ama- cálcica,el efecto
rillentas, venas es dudoso
siguen verdes
Manganeso Clorosis, especialm. Sulfato de 0,1 - 0,3 Repetir aplicación
en hojas base tallo. manganeso a intervalos de
Comien. en bordes. 1.5dias
Luego manchas
marro y púst. rojas
Boro Hojas enanas, hin- Bórax 0,25 En abonado sobre
chadas,.frágiL y en. el suelo
roseta. Brotes corto 25-50 kg/ha bórax
deintemodos muer.
a partir del ápice

Tabla 14
Resultados de la aplicación de urea (1 %) tres-veces (27.6, 4.7,19.7) en arbustos de
manzano de la variedad "James Grieve" sobre M IV de 6 años

Características sin tratamiento tratado

Producción en kg/árbol 23,3 38,1


Peso medio del fruto (en g) 121,3 130,6
Fruta caída temprano en de la cantidad cosechada M"l,7 75,7
Materia seca de los fru tos. (val, espectrométrico) en 13,4- 11,6
Coloración dela fruta (grado deirit.ensidad 1-3) 2,2 1,3
Extensión del color sobre el fruto en 59 28
Contenido deácido ascórbico enrng¡10.0 g desust; fresca s.s 3,1
Caída de hojas hasta el 8,~·1 en 87 80
Inflorescenciasal año siguiente (cantidad par árbOl) 68 82
FUNDAMENTOS rscmcos 121

requiere un exacto cumplimiento de las disposiciones sobre seguridad y pro-


tección en el trabajo. El amoniaco debe aplicarse a una profundidad de 10 a
15 cm, y para que las pérdidas de nitrógeno sean pequeñas es más adecuado
un suelo pesado con absorción alta que un suelo ligero. La época de aplica-
ción es la segunda mitad de noviembre y el comienzo de la primavera. No hay
que temer pérdidas por lavado debidas a la humedad invernal ya que el amo-
niaco se combina perfectamente con el complejo de absorción. La dosis deberá
ser de 80 kg/ha. Los costos de este abono son bajos (0,46 M por 1 kg de N) e
inferiores a los del nitrógeno en forma de sal ( 1,30 M por cada kilo de N).
Según el estado actual de los conocimientos, puede calcularse que aproxi-
madamente el 30 % de las explotaciones de la República Democrática Alemana
son aptas para el empleo de abonos nitrogenados líquidos.
La inyección de elementos nutritivos a las partes aereas de los árboles
frutales constituye otra forma de abono liquido. Como son precisamente las
hojas .las que absorben la mayor parte de esos elementos, se habla también
de un abonado a las hojas. El envés absorbe más rápidamente las sustancias
administradas, mientras que el haz lo hace de manera más uniforme. Aumen-
tando la capacidad de humectación de las hojas (adición de un humectante,
0,01 %) puede intensificarse la absorción hasta un 300 %.
La acción del abono depende esencialmente de las condiciones atmosféri-
cas existentes en el momento de la aplicación. Esta puede resultar inconve-
niente en caso de altas temperaturas, radiación solar directa y baja humedad
atmosférica; en los bordes de las hojas aparecen entonces pequeñas quema-
duras. El tratamiento es óptimo con cielo cubierto o desde primeras horas de
la tarde hasta el anochecer, cuando las temperaturas próximas a los + 20 "C
estimulan la absorción de las sustancias nutritivas, en especial de la urea, por
parte de las boj as.
El abono aplicado a la superficie del suelo sigue siendo la base de la admi-
nistración de elementos nutritivos. La aplicación sobre las hojas se limita a
casos especiales. Este último procedimiento puede ser útil si aparecen sínto-
mas de carencia de elementos vestígiales, más frecuentes en suelos ligeros
que pesados.
Pero también un abonado aplazado con nitrógeno suele ser más eficaz
sobre las hojas que sobre el suelo, habiéndose obtenido buenos resultados
mediante una inyección repetida de urea desde la floración hasta mediados
de julio. De esta manera se estimulan el crecimiento de las yemas, el de los
primordios fructíferos y la diferenciación de Lasyemas florales. El efecto del
abonado de las hojas COI1 urea es mayor en las variedades de crecimiento débil
o medio que en las vigorosas; POl- otra parte, parece más intenso en varieda-
des tempranas que en las tardías. Sin embargo, la inyección solamente es
efícaz si se repite al menos tres veces (tabla 14), pudiéndose lograr así au-
mentos medios de Lacosecha del 20 %.

3.1.3.3. Aplicación del humus


El abono orgánico imprescindible para los árboles frutales suele admi-
nistrarse en forma de estiércol, en cantidad de unas 300 dt/ha en turnos tri.
anuales. si bien pueden emplearse distintos tipos. sobre lodo para las bayas
(lOO m}/ha).
122 FRUTICULTURA

El estiércol y el mantillo bien desmenuzados se distribuyen uniformemen-


te por el suelo de la plantación, aplanándolo con el arado o la grada de disco
en el curso de las labores de labranza.
Con el estiércol, y en parte también con el mantillo, se suministran al
suelo sustancias nutritivas, pero el efecto especial del humus consiste en que
le enriquece con sustancias orgánicas. De este modo se estimula la vida del
suelo y se le proporciona UD buen tempero, se mejoran su estructura y el
régimen hídrico, al mismo tiempo que se crean condiciones favorables para
la absorción de los elementos nutritivos.
En las explotaciones frutícolas especializadas no se dispone por regla
general de las cantidades suficientes de estiércol o mantillo, y por esa razón
van imponiéndose operaciones de labranza tales como el acolchado parcial con
trébol O el mantenimiento de hierba corta en el pasillo de trabajo; de este
modo el suelo se enriquece en materia orgánica y se mejora su estructura. Los
elementos que falten pueden administrarse en forma mineral. Así es posible
Jo fruticultura sin estiércol.

3.2. Riego

3.2.1. Fundamentos del riego

La necesidad de riego en la fruticultura depende, por un lado, de las nece-


sidades de agua de las especies frutículas plantadas y, por otro, de las condi-
ciones climáticas y del tipo de suelo. En el clima de transición marítimo-
continental de la República Democrática Alemana no suele hacer falta, pero
a medida que se va pasando a un régimen iruenslvo el aumento de los cosechas
sólo es posible mediante el riego. Incluso en el Tirol del Sur, rico en precipi-
taciones, debido a la desigual distribución de éstas y a las elevadas tempera-
turas estivales, el aumento de la productividad y la seguridad en las cosechas
sólo son posibles por medio de un suministro adicional de agua. Como con-
traste, hay regiones en el sur de la Unión Soviética y en el oeste de los EE.UU.
en las que la Iruticultura sólo es posible mediante riego (irrigación forzosa).
De momento, el riego tiene importancia en la República Democrática Ale-
mana sobre todo en suelos ligeros y por esa razón, hace algunos decenios se
construyó una presa en Glindow, distrito de Werder, para irrigar las planta-
ciones de árboles frutales. El aumento anual medio de la producción debido
al riego se calcula en UD 40 a un 50 %.
Las condiciones para eL riego vienen determinadas principalmente por la
temperatura y las precipitaciones. El valor de los índices indicados en la ta-
bla 15, sin embargo, está limitado por distintos factores. Así, al menos el
60 % de la precipitación anual designada como óptima debe caer durante el
verano. También importa el movimiento del aire. Plantando troncos bajos
puede hacerse que, comparado con los troncos altos, la humedad relativa del
aire en la plantación aumente y disminuyan con ello las necesidades de agua.
El suelo y su capacidad de retención del agua son decisivos para el apro-
vechamiento de las precipitaciones por parte de los árboles frutales, por lo
que la aptitud para el riego es muy distinta en los diferentes suelos. Los que
son ligeros absorben fácilmente el agua sin consecuencias adversas para su
FUNDAMENTOS rscmcos 123

Tabla 15
Precipitación anual necesaria para el cultivo rentable de frutales en suelos medios
(según Kernmer y Schulz, 1938)

Temperaturas Precipitación.anual calculada


medias en mm para
mago-sep tiem bre
en e Manzano Peral Melocotonero

14 540 500
15 620 580 440
16 700 640 500
17 700 710 660

estructura. pero la retienen insuficientemente. lo mismo que a las sustancias


nutritivas, por lo que ocasionan grandes pérdidas de agua y simultáneamente
un lavado intenso de las sustancias minerales. Los suelos pesados y arcillosos
tienden a enlodarse y si hay grandes cantidades de agua puede dañarse su
estructura. Los más adecuados para el riego son Losarcillosos ricos en humus,
ya que no se producen daños estructurales y se retiene el agua, aprovechán-
dola convenientemente.
Hay toda una serie de lugares, y pensamos principalmente en los declives
secos y orientados al sur situados en los aledaños de las Mittclgebirge, que
resultan de difícil aprovechamiento para la agricultura y que, naturalmente, no
dan cosechas elevadas si se plantan frutales. Estos lugares pueden ganarse
para la fruticultura por medio del riego.

3.2.2. Influencia del riego sobre los árboles frutales

No es posible determinar con exactitud en qué medida influye el riego


sobre la productividad en años aislados, puesto que los factores productivos
son de naturaleza compleja y las modificaciones en la cosecha no pueden atri-
buirse exclusivamente a un suministro adicional de agua. El riego obra también
negativamente sobre la potencia generativa y vegetativa de los árboles. La irri-
gación realizada durante los años de sequía de 1947y 1949actuó, junto con los
otros factores de crecimiento, sobre los árboles tan favorablemente que a pesar
de la falta de riego en los años subsiguientes, el adelanto en el desarrollo de la
copa condujo a mayores rendimientos (tabla 16).
Las mejores cosechas debidas al riego pueden producirse a consecuencia
del aumento del tamaño de los frutos. Esto se cumple sobre todo para los
frutos en baya. habiéndose observado también en las cerezas durante los años
de sequía. En el caso de las manzanas pudo lograrse que con algunas varie-
dades el riego produjera frutos de mayor tamaño, o al menos una mayor
proporción de los de calidad A. Junto con el aumento de tamaño, y especial-
mente en las manzanas, aJ aumento de la cosecha contribuye en gran medida
una menor caída del fruto, lo cual viene determinado probablemente por la
época de los periodos de sequía y el riego dependiendo del crecimiento del
124 FR UTlCUL 'IURA..

Tabla 16
Producción media (convertida en dt/ha) de distintas variedades de manzano tras el
riego en años de sequía (modificada según Mappes, Willy Bucher)

Variedad Cosechas 1955 Aumento en


sin riego regado hasta 1951

'Oldenburg' 315,2 406,3 28,9


'Cox Orange' 82,4 116,7 41,7
'Ontario ' 198,4 272,8 37,5

Iruto, En suelos de llanuras fértiles con árboles bien cuidados, el riego produjo
en el promedio anual una mejora de las cosechas (tabla 17).

Tabla 17
Influencia de distintos métodos de riego sobre la producción (en kg/átbol/año) dé
troncos bajos de manzano sobre Malus J, en el promedio de los años 1955-1960 en
Hohenturm, Halle (según Friedrich y Schwope, 1964)

Tratamiento Variedades
Ontario .Albrechr Oldenburg James Grieve

sin riego 12,35 21,57 20,75 28,09


Riego subterráneo 16,22 24,91 23,99 32,27
Riego por surcos 14,41 25,15 27,68 37,27

Fig.7
Riego de los
surcos en una
extensa plantación
de manzanos
FUNDAMENTOS TECNICOS 125

32.3. La técnica del riego

3.2.3.1. Métodos de riego

Son el resultado de la fuente de agua y de la conformación orográfica.


Con la irrigación se conduce el agua hacia la superficie del suelo de la plan-
tación y allí se distribuye. El terreno tiene que tener una ligera pendiente
para que el agua pueda circular.
Más favorable para la estructura del suelo y para ahorrar el líquido ele-
mento es el riego por surcos, en el que mediante zanjas o tuberías se lleva el
agua hasta los surcos; éstos pueden trazarse con la trailla múltiple P 163 Y la
distancia entre ellos deberá ser de 62,Scm, pudiendo resultar más ventajoso
125 cm en el caso de suelos pesados. Su longitud no ha de superar a ser posible
los 20001. Para que la circulación sea rápida es corrverriente una pendiente
de un 20t aproximadamente. Tras el riego hay que volver a trazar los surcos.
El riego por inundación solamente es posible allí donde el terreno sea
liso; durante un determinado tiempo se dejan totalmente cubiertas de agua
superficies cuadradas rodeadas de un dique. Este método no puede aplicarse
a Jos tipos de suelo que se enlodan o incrustan fácilmente.
El riego por aspersión distribuye el agua de manera mucho más uniforme
y sin alterar el suelo que los prucedimientos anteriormente citados. Frente a
éstos, puede ahorrarse de un 30 a un 50 % de agua, si bien las inversiones en
tuberías y aspersores son cuantiosas. Puede realizarse por encima y por debajo
de la copa. En nuestras plantaciones de trooco bajo y de frutos en baya se
utiliza la primera de ellas que, simultáneamente, sirve para prevenir las hela-
das tardras y diluir las sustancias nutritivas. Sólo en el caso de que no se
apliquen regularmente Iungicidas es de temer un aumento de la incidencia
de la roña en el manzano. Los aspersores intensos y medios que tienen un
sistema de tuberias menos denso que los ligeros, .son aptos para el riego pero
no lo son para luchar contra las heladas tardias.
De tcdos, los más recomendables soo los aspersores ligeros que tambiéo
pueden utilizarse para proteger por aspersión contra las heladas. La distancia
de los surtidores a la tubería depende del alcance que deban tener.
Como fuentes, las más ventajosas son las aguas abiertas siempre que no
estén con laminadas por residuos industriales o de otro tipo perjudicial para
las plantas; en caso contrario se requiere de pozos profundos. Para el consumo
de las cantidades previstas de agua se necesita el permiso de las autoridades
hidráulicas.
Un método especial pero caro es el del riego subterráneo en el que se
colocan tubos porosos a lo largo de las filas de árboles, habiéndose obtenido
buenos resultados con tubos de vértices porosos formados de una mezcla de
gravilla y betún. Los componentes bituminosos impiden el crecimiento de las
raíces.

3.2.3.2. Momento del rie!Jo

Hasta la fecha apenas se dispone de datos experimentales sobre el mo-


mento óptimo de riego para los árboles frutales. En primavera y en la mayoría
de los suelos, la humedad invernal es tan grande que la Ialra de agua no pone
126 FRUTICULTURA

en peligro la actividad de las raíces y el brete de las hojas y las flores. Además,
el riego demasiado temprano impide, debido a las menores temperaturas oca-
sionadas por el enfriamiento, que la cantidad adicional de agua sea activa
fisiológicamente para las plantas.
Los árboles frutales comienzan a necesitar mayores cantidades de agua
desde finales de mayo hasta junio, al aumentar el crecimiento de las hojas y
los tallos así como el desarrollo de los frutos. Durante este periodo de tiempo
suelen presentarse sequías, siendo entonces ventajoso el riego; esto resulta
especialmente adecuado durante las sequías de julio y agosto, en suelos ligeros
y en las variedades tardías de manzana. En el momento de la maduración de
los frutos, el riego ocasiona más daños que beneficios; en el caso de los frutos
de hueso, la rotura debida a la humectación superficial puede hacer, incluso,
que las cosechas resulten menores. Sin embargo, en los arbustos con fruto en
baya y en el Irambueso es conveniente regar poco antes de la cosecha.
En el caso de las fresas es conveniente regar en el momento de la fructi-
ficación, desde finales de mayo hasta principios de junio, y durante la cosecha
solamente se hará si la sequedad es extrema. Es conveniente para obtener una
buena producción en el año siguiente. regar después de la inducción de las
yemas florales de septiembre a octubre. No se dispone actualmente de ningún
método que permita determinar en la práctica el momento de riego de los
árboles frutales. Para ello, deberán tomarse como puntos de referencia el que
otros cultivos se marchiten, el curso de las condiciones atmosféricas, los cono-
cimientos sobre el suelo y el registro de la temperatura y las precipitaciones.

3.2.3.3. Cantidad de agua


Todavía no se tienen al respecto datos experimentales para las distintas
épocas de riego y variedades de frutales. Valga a modo de regla que en suelos
profundos la humedad ha de poder observarse perfectamente a una profundi-
dad de 75 cm, por lo que en suelos pesados no se administrarán menos de
30 a 40 mm. doblando esa cantidad durante los períodos de sequía. En suelos
medios se suministrará durante el año tres O cuatro veces esa cantidad, y en
los ligeros habrá que tener en cuenta las pérdidas por escurrimiento cuando
las dosis son muy elevadas. Por esa razón, siguiendo el curso de los meteoros
se suele regar más frecuentemente con dosis pequeñas.

3.3. Protección contra el viento


Para la fruticultura, los daños debidos a un régimen permanente de vien-
tos pueden ser mucho peores que los producidos por tormentas ocasionales
atribuibles a unas condiciones atmosféricas especiales. Al planificar las plan-
taciones hay que utilizar en primer lugar las características naturales del
paisaje a fin de evitar los daños ocasionados por el viento. Las instalaciones
dedicadas a esto último reducen la superficie agrícola útil, requieren mano de
obra y producen gastos que hay que cubrir con 'Un aumento correspondiente
de la producción de los árboles frutales. La superficie necesaria para las plan-
taciones protectoras se sitúa entre el uno y el cuatro por ciento de la parcela
FUNDAMENTOS TECNICOS 127

Fig.8
Barreras rompe-
vientos en una
plantación de
fru tales en la
región de Saratov,
Unión Soviética

que hay que proteger. El aumento de cosecha que hay que alcanzar depende
sobremanera de las condiciones macroclimáricas. En casos extremos puede
situarse entre el 50 y el 100<lb.
En la República Democrática Alemana las regiones de vientos extremos
se limitan simplemente a zonas locales. destacando las vegas y las franjas
costeras de Mecklenburgo.
Las dejensas CI base de material muerto, tales como vallas y muros perfora-
dos, actúan uniformemente durante todo el año y requieren de poca superficie,
aunque están en su contra los elevados costes de construcción e incluso de
mantenimiento. Por esa razón, en la práctica está mucho más extendido el
plantar arbustos y árboles.
La acción de las plantaciones rompevientos es múltiple, y su efecto sobre
las cosechas depende de la sensibilidad al viento de la correspondiente especie
o variedad frutal, de la configuración local del terreno y del propio estado de
la plantación rornpevientos. En el caso de la dispersión anemocora de las
semillas o frutos de la maleza. lo más conveniente es disponerla en franjas
ya que así, y debido a las condiciones de luz desfavorables, las malas hierbas
no pueden germinar. Sin embargo, en los bordes de esas plantaciones rompe-
vientos hay que realizar uoa lucha intensa contra la maleza. También son ven-
tajosas para la protección de las aves. y el establecimiento de insectos útiles
y otros animales del mismo tipo. Sin embargo, también pueden albergar insec-
tos dañinos y desarrollar enfermedades que pueden resultar peligrosas para
los árboles frutales. El espino albar (Crat áegus] es conocido como criadero de
distintos insectos perjudiciales para los frutales. tales como polilla (Hypono-
méuia malntélla¡ y ocneria {Lvmantria dispar), y por eso hay que evitar Glilí-
zarlo cerca de plantaciones de árboles frutales. La rat illa campesina no suele
presentarse en estas franjas protectoras, mientras que las colonias de conejos
comunes pueden resultar perjudiciales al cultivo.
Junto con la dirección del viento. el efecto de una plantación rompevien-
LOS depende de su altura y su densidad. El efecto en profundidad de una franja
protectora se indica en múltiplos de su altura; el efecto horizontal es de 15 a
128 FRUTICULTURA

20 veces esa altura. La acción de frenado del viento más favorable se obtiene
cuando la plantación deja pasar de un 35 a un 40 %.
La colocación de plantaciones rompevientos eficaces es una medida estre-
chamente relacionada con el aumento de la fertilidad del suelo y por tanto,
debe constituir un elemento en la planificación a largo plazo de las coopera-
tivas agrícolas. La protección contra el viento pertenece al complejo de la
planificación agrícola que incluye asimismo estudios económicos, del biotopo
y ecológicos. Por esa razón, en el caso de grandes plantaciones la planificación
han de llevarla a cabo especialistas.

3.4. Protección contra las heladas


La repetición de inviernos extremados ocasiona grandes pérdidas a la
fruticultura. Esta pérdida de árboles sólo puede compensarse al cabo de varios
años, por lo que el suministro de frutas se ve gravemente alterado. Las inver-
siones de todo un año pueden verse destruidas si una noche se produce una
helada tardía durante la floración de los frutales. Al ser cada día mayores las
plantaciones en régimen intensivo, las medidas protectoras contra las heladas
tienen que ser igualmente más eficaces.

3.4.1. Protección indirecta contra las heladas


La resistencia genética a la helada de las diferentes variedades, patrones
e injertos es distinta, por lo que es posible cultivar combinaciones resistentes a
la helada; deberán excluirse aquellas variedades que no tengan esta caracterís-
tica. En cualquier caso, es recomendable injertar solamente sobre patrones
que actúen positivamente sobre esa resistencia. Además, en los árboles con
tronco deberá introducirse un reinjerto resistente a la helada.
Cuando se presentan las heladas tardías, los troncos bajos peligran más
que los altos debido a su mayor proximidad al suelo. Entre las medidas pre-
ventivas se cuenta, por consiguiente, la valoración de las condiciones naturales
antes de proceder a la plantación de los frutales (véase la sección 2.4.).
El cuidado del suelo con un suministro adecuado de material orgánico y
una estercoladura suficiente y armónica de elementos minerales, Influye favo-
rablemente sobre la resistencia de los árboles frutales a la helada. El abaste-
cimiento uniforme de agua y un follaje sano, mediante las pertinentes medidas
protectoras, así como el desarrollo conveniente de la copa, garantizan una pro-
ducción alta de sustancia por parte de los árboles. La formación de sustancias
de reserva y su acumulación en el leño y la corteza protegen contra las hela-
das. La eliminación de la humedad excedente del suelo sembrando plantas
cespitosas en la segunda mitad del año, favorece la maduración del leño y con
ello la resistencia a los hielos, Las plantas cespitosas que perduran durante el
invierno pueden reducir, o incluso evitar, los daños que las beladas producen
en las raíces.
La cosecha es decisiva para la resistencia del árbol. Si son muy elevadas
le agotan y reducen su resistencia, por lo que la supresión de la alternancia
actúa de manera preventiva. En las pendientes expuestas a una radiación in-
tensa es conveniente tratar los troncos con lechada de cal para que los rayos
FUNDAMENTOS TECNICOS 129

se reflejen mejor, y evitar de este modo diferencias excesivas de temperatura


en la corteza entre el lado ilum1nado y el que no lo está. Al disponer distintas
variedades en una plantación hay que tener en cuenta las épocas de floración
de cada una de ellas. Para luchar contra las heladas tardías, lo más decuado
es que las variedades sensibles que hay que proteger al mismo tiempo se sitúen
próximas. Este peligro debe contrarrestarse con los cuidados del suelo; hay
que labrar en la época de Iloración pero debe quedar bien depositado.

3.4.2. Medidas para remediar los daños producidos por la helada


Los daños ocasionados por los hielos invernales aparecen principalmente
en las partes aéreas del árbol. Si se utilizan reinjertos resistentes, las pérdidas
debidas a la helada en una variedad pueden remediarse mediante un nuevo
injerto que dé una copa nueva y sana. Los troncos bajos congelados hasta el
nivel de la nieve pueden intentarse conservar Injertando sarmientos sobre
el cuello de la raíz. Por el contrario, es poco recomendable plantar árboles
jóvenes en el lugar de Los que se han congelado, debido al posible agota-
miento del suelo.
Hay que eliminar las partes de la corteza que han muerto congeladas y
las heridas resultantes se cubrirán con cera vegetal. Los vendajes de barro y
estiércol vacuno contribuyen también a la curación. Las placas heladas anchas
y grandes situadas sobre el tronco o las ramas mame pueden obstaculizar o
incluso interrumpir la corriente ascendente de sustancias nutritivas. Puede dar
buenos resultados «hacer puente» sobre estas zonas mediante un injerto de
sarmientos en el tejido adyacente no dañado. Si la helada ha causado daños
en las raíces, es necesario realizar un corte por la parle opuesta de la copa
para restablecer el equilibrio raíz-tallo y evitar que las ramas se sequen.

3.4.3. Defensa contra las heladas tardías


3.4.3.1. Defensa contra las heladas tardías por circulación del aire
Este procedimiento que hasta la fecha se ha utilizado poco, se basa en que
durante la noche las capas de aire más frías son las situadas próximas al suelo.
Las más cálidas. situadas encima, pueden empujarse hacia abajo mediante
grandes ventiladores colocados horizontalmente a una cierta altura. Sin em-
bargo, este efecto solamente puede lograrse si, efectivamente, el aire situado
donde las hélices está a mayor temperatura.
Este método puede acoplarse con la calefacción. El aire caliente produ-
cido por las estufas asciende hasta que los ventiladores lo impelen hacia los
árboles; con ello sólo nacen falta 1/3 de las estufas que se necesitarían para
calentar el aire sin circulación. Mejora, además, la aireación de la plantación
a consecuencia de la corriente de aire generada artificialmente. En general, no
son recomendables los ventiladores móviles dotados de un equipo de calefac-
ción por petróleo que se utilizan experimentalmente en las plantaciones de
árboles frutales.
130 FRUTICULTURA

Fig.9 Fig.l0
Utilización de Riego por aspersión
cartuchos de humo contra las heladas

3.4.3.2. Defensa contra las heladas tardías mediante calentamiento


del terreno
Para este método, que es actualmente el más seguro, se usan pequeños
cubos de chapa de forma cónica llenos de briquetas de lignito. Los quema-
dores de fuel-oil pueden recomendarse en donde este combustible sea barato.
Se necesitan unas 200 estufas por hectárea, que tendrán que distribuirse uni-
formemente. En los lugares con pendientes, se las concentra en las partes más
profundas porque es allí donde se acumula el aire frío.
En la República Democrática Alemana se dispone para estos fines de que-
madores de parafina. Consisten en un cubo de cartón que contiene unos 8 kg
de parafina y que va protegido con una película plástica contra los agentes
atmosféricos, por lo que pueden utilizarse durante años.

3.4.3.3. Defensa contra las heladas tardías por medio de humo


Este procedimiento está ampliamente extendido en la práctica. La capa de
humo o niebla artificial que rodea a la plantación impide la irradiación de
calor hacia la atmósfera.El humo se produce quemando cartuchos fumigenos,
ramaje, neumáticos viejos, mezclas de alquitrán y naftalina, etc. El humo
cumple con su objetivo sólo si además el aire está húmedo; el humo seco
apenas evita la irradiación del calor. La formación de nieblas y humaredas
FUNDAMENTOS TECNTCOS 131

sólo tiene éxito, y en pequeña medida, en el caso de las heladas de radiación


y ya que éstas van acompañadas de irrupciones de aire frío el método es
inseguro por 10 que se prefiere el calentamiento del terreno.

3.4.3.4. Defensa contra las heladas tardías mediante riego


antihelado por aspersión

En este método se utiliza el riego por encima de las copas con aspersores
lentos, que se ponen en funcionamiento en cuanto que la temperatura descien-
de de O"C a - 0,5 "C. El efecto protector se basa en el hecho de que al conge-
larse, el agua cede calor a las partes rociadas de la planta (80 kcal/l) impidien-
do que la temperatura descienda por debajo de - 0,5 "C, El riego debe seguir
ininterrumpidamente hasta que la temperatura del aire vuelva a subir por
encima de los O"C y se descongele el hielo.
El período de rotación de la aspersora no debe ser superior a un minuto.
Se riegan cada hora de 3 a 7 mm (= 30 a 70 mJ por hectárea y hora) y la den-
sidad de aspersión, que debe aumentar con la temperatura de helada, puede
regularse en un cierto grado variando la presión del agua. Este método puede
fallar si es el caso de una helada producida por viento; si se le utiliza de
manera incorrecta, los daños producidos por subcnfriamicnto y embarrado
del suelo pueden ser peores que los que se querían evitar.

3.4.4. Servicio de vigilancia de heladas

Para que la defensa contra las heladas funcione correctamente es impor-


tante avisar con antelación sobre las heladas tardías anteriormente citadas.
Las estaciones meteorológicas dan información al respecto a todo aquel que
le interese, en cuanto que las condiciones atmosféricas l-acen predecirlo. En
las propias plantaciones de árboles frutales hay que situar termómetros aco-
plados a un dispositivo de alarma. Cuando amenaza el peligro, que se anuncia
mediante señales de este último, hay que efectuar todos los preparativos para
la puesta en marcha del sistema de protección. En cuanto que la temperatura
descienda de - 0,5 "C, se ponen en funcionamiento los aparatos y tienen que
seguir estándolo hasta que la temperatura vuelva a ascender por encima de
los O"C. En las regiones frutícolas este servicio es regulado por una ofil..;'1a
central.

3.5. Fitosanidad
3.5.1. Importancia de las medidas preventivas
La fitosanidad desempeña un papel fundamental en la fruticultura y la
intensidad con la que se la practique puede servir de escala para la produc-
tividad de una explotación fruticultora. No constituye ninguna medida acci-
dental sino que es parte imprescindible de las labores agrícolas necesarias y
habituales.
132 FRUTlCU LTURA

La fítosanidad preventiva comienza con la elección del lugar o el biotopo;


si éstos y la variedad de frutal son compatibles, muchos riesgos resultarán
superfluos. Así, las variedades de manzana sensibles al mildiu (e Herma»,
«Jonathan-, «Ontario») no deberán Flantarse en lugares secos, cálidos y cerra-
dos; las que son sensibles a la roña (<<Clara»,
«James Grieve», «Pearmain dora-
da») no son propias del clima costero húmedo, la proximidad de los bosques
y los valles cerrados.
Medidas importantes de la [itosanidad son, entre otras, las siguientes:
labranza adecuada y adaptada al biotopo, suministro suficiente de humus
a la plantación, alimentación correcta a los árboles, abastecimiento óptimo oe
agua y conformación de la copa.

3.5.2. Medidas de lucha biológica

Si bien la renuncia amplia a los medios de lucha química es algo digno


de encomio, hay que reconocer que son insustituibles en la fruticultura indus-
trial intensiva. El Comentode la protección de las aves obra favorablemente
y deberá apoyarse cada vez más. pero por sí sola no es suficiente para garan-
tizar una total seguridad en la lucha contra los animales perjudiciales. Ade-
más, la lucha contra las micosis es un punto en el que no es posible emplear
métodos biológicos. Más importante que combatir de forma inmediata a los
animales perjudiciales mediante otros útiles, es desarrollar sustancias que
maten a los primeros y no
afecten de sobremanera a los segundos.

3.5.3. Medidas de lucha mecánica

El empleo de este método en las explotaciones grandes se ve Iimitado por


el elevado tiempo de trabajo que requiere. Mediante el simple corte resultan
eficaces medidas tales corno la eliminación de las puestas de huevos de gastro-
pacas y ocneras y los brotes de Las variedades afectadas por el mildiu, y la
destrucción de brotes y ramas enfermos. En sentido amplio se incluyen aquí
el tapar las heridas producidas por los cortes, las placas congeladas que se han
eliminado y las picaduras. La colocación de anillos de liga (contra los geóme-
tras) y trampas de cartón, ondulado (contra el gorgojo del manzano) es irra-
cional.

3.5.4. Medidas de lucha química

3.5.4.1. Plagicidas

Las sustancias activas de la mayoría de los plagicidas son compuestos


químicos complicados caracterizados por distintos espectros de acción. Entre
ellos pueden distinguirse tres grupos principales, que son los insecticidas-
(contra los insectos), acaricidas (contra los ácaros) y fungicidas (contra las
micosis).
FUNDAMENTOS TECNICOS 133

Entre los insecticidas se cuentan los compuestos dinitro, que sólo pueden,
aplicarse cuando el árbol está sin hojas, mientras que los preparados a base
de los ésteres de lindán, carbamato y ácido fosfórico pueden administrarse
tanto durante la formación de los brotes como en el período vegetativo.
Los distintos insecticidas se diferencian esencialmente en su forma de
actuar. Mientras que la mayoría sólo recubren las hojas y los frutos a modo
de capa protectora y el insecto muere cuando las muerde o toca, otros (insec-
ticidas sistémicos) penetran en los tejidos de la planta, permanecen allí duran-
te un largo período de tiempo y actúan contra los insectos chupadores, que
absorben el veneno con Lasabia, pues por contacto apenas podrían ser com-
batidos. y menos por comer el veneno.
Numerosos insecticidas actúan también contra los ácaros, mientras que
los acaricidas especiales apenas son venenosos contra los insectos, en especial
contra las abejas.
No es posible citar aquí la totalidad de los plagicidas y hemos de confor-
marnos con unos pocos ejemplos. El fruticultor está obligado a seguir los
avances en el campo de la fitosanidad y de los plagicidas, y a familiarizarse
con los nuevos productos.
Para luchar contra las micosis se utilizan desde hace mucho tiempo com-
puestos de azufre y cobre. Los primeros se emplean en forma de partículas
finamente rociadas (azufre humectable) en especial para combatir el mildiu.
Los segundos se usan desde hace mucho tiempo con éxito contra la roña,
aunque tienen la desventaja de que a veces producen herrumbre en las hojas
y los frutos. Sin embargo, resultan todavía insustituibles en las aplicaciones
previas a la floración. Los fungicidas están adquiriendo actualmente una im-
portancia creciente. (Sobre otros productos y sus sustancias activas, véase el
índice de plagicidas del Instituto Central de Biología) (1).

3.5.4.2. Miscibilidad de los plagicidas


Muchas veces, por razones de simplificación del trabajo. el frutícultor
debe aplicar insecticidas, acaricidas y fungicidas en una misma operación. La
miscibilidad de los preparados se indica en los envases. Este principio de sim-
plificar el trabajo no ha de ser siempre el que impere, en especial al aplicar
productos de acción selectiva si no pueden cumplirse los plazos óptimos de
empleo. Esto afecta en primer lugar en la lucha contra la roña, que re apoya
por necesidad en la dispersión de las esporas y l~s condiciones meteorológicas.
Puede resultar conveniente mezclar al mismo tiempo en el abono plagícidas
y sustancias nutritivas, como por ejemplo urea o nitrato de calcio como lucha
preventiva contra la formación de motas.

Pflanzenschutzmittel, editado por la Biologische Zentralanstalt, VEB Deutscher Landwírtschafts-


verlag, Berlín,
134 FRUTICULTURA

3.5.4.3. Aparatos fitosanitarios

Pulverizadores

Los pul verizadores de carretilla o de mochila accionados va mano se utili-


zan solamente para superficies pequeñas, tales como plantaciones dispersas
o cultivos de frutos en baya. En explotaciones cerradas de mayor tamaño se
emplean pulverizadoras mecánicas COD depósitos de 200 a 2000 litros, que
pueden ir dotadas de UD motor para impulsar la mezcla. Esto úLtimo se realiza
de manera más adecuada y sin perturbaciones por medio del árbol de toma
de fuerza del tractor. La mezcla Se expulsa a través de surtidores ajustables
que van fijos en un bastidor. Este procedimiento puede mejurarse montando
un ventilador que absorbe el rociado generado por el surtidor, lo distribuye
y por la presión aspirante lo lleva a las hojas y frutos. Estos aparatos fun-
cionan a gran velocidad (de 30 a 45 minutos de pulverización por hectárea),
alcanzando gran calidad.

Rociadores

En estos aparatos el líquido concentrado es absorbido y transportado por


la corriente de aire generada por un ventilador. Esta última asume las fun-
ciones del agua. No hay ninguna diferencia esencial entre la pulverización con
un ventilador adicional y un rociador, salvo la característica de este último
de un consumo relarivamerue bajo de agua.

Nebulizadores

Los insect leidas pueden disolverse en un disolvente que se evapore rápi-


damente. El preparado se recia en forma de pequeñas gotas, con lo cual el
disolvente volátil se evapora y la sustancia activa penetra como una niebla
adhesiva por la copa del árbol. Muchos animales perjudiciales difíciles de eli-
minar, en especial orugas dentro de capullos densos, pueden combatirse eficaz-
mente de esta manera. La principal ventaja de este procedimiento radica en
que pueden tratarse con rapidez superficies grandes sin un gran consumo
de agua. Desgraciadamente, no se dispone todavía de fungicidas nebulizantes.

3.5.4.4. La técnica de pulverización

La forma de administración depende de los fines que se pretendan. Al pul-


verizar durante la brotudura con compuestos dinitro por ejemplo, se utiliza
una boquilla grande y se humedecen a tondo los árboles. Para combatir la
roña, por el contrario, ha de hacerse con gotitas muy finas que sequen rápida-
mente; hay que evitar que el líquido se dirija hacia el vértice de las hojas y
comience a gotear. Para obtener una capa de este tipo lo mejor es rociar o pul-
veri ...ar a elevada presión con un rociador fino. Para combatir el mildiu es
necesario que el ltquido penetre en el tomento de los brotes jóvenes y entre
FUNDAMENTOSTECNICOS 135
Tabla 18
Plan para combatir plagas en frutos de pepita

Nombre y plazo Sustancia activajproducto Parásitos y enfermedades


de la pulverización a combatir

Pulverización invernal Pulverizante amarillo, Huevos de pulgones, psfli-


(hasta la aparición de Aceite amarillo (DNOC) dos del manzano, geóme-
las yemas) tras y ácaro-s· si se pulve-
riza tarde se obtienen
buenos resultados contra
el gorgojo del manzano,
orugas y estados inverno
de las cochinillas

Aspersión durante la Lindano, compuestos véase arriba


brotadura (desde la apa- E en distintas
rición de las yemas hasta combinaciones. Mezcla
la fase de oreja de ratón) de azufre humectable Mildiú
.Mezcla de productos con tu la roña
En lugar de la de cobre
pulverización invernal (espec~. adecuado
en perales para combatir
la roña de 10B brotes)
Combinación de también contra ácaros
ínsecticida-acaricída (Huevos de invierno)

la pulverización Compuestos de cobre, Roña


prefloración Fungicidas orgánicos
(Fase oreja de ratón, Azufre humectante Mildiú, roña;
plazos servicio de combate los ácaros
alarma) cuando 17 Oc

2a pulverización Azufre humectante Roña ( ¡VUe19 ascosporasl )


prefloración Fungicidas orgánicos y mildiú
(Fase yemas rojas, Mezcla de cuando hay gran canto de
plazos servicio de acaric idas-insectic idas huevos de ácaros, es im-
alarma) prescindo añadir acaricida
como medida de seguridad

PulverizaciQn durante Azufre humectante o Roña y míldiú


floración en cuanto se susto orgán. no venenosas PulverizaciónJejos del
abren las primeras para las abejas (grupo del paso de las abejas
flores captano)
¡INSECTICIDAS NO!

la pulverización tras la Fungicidas orgánicos Pulverización importante


floración Mezcla de insecticidas y contra la roña
(en cuanto caen los si es necesario acaricidas Véspidos, pulgones
pétalos) cuando la experiencia Psílidos, estados viejos
muestre gran incidencia de geómetra, etc.
de ácaros, aplicar un Orugas
compuesto sistemático
(event. pulver. especial)
136 ERUTICUL TURA

Nombre y plazo Sustancia-activa/producto Parásitos y enfermedades


de la pulverización a combatir

2a pulverización tras la Fungicidas orgánicos Roña


floración. Mezclas de lindano, como Insectoé mordedores-y
= pulverizocontra la puestos E,carbamato u chupadores - pero en
hilandera del manzano otros insectic, activos especial el gusano del
(a mediados de junio, contra el gusano deja .manzano
plazo servicio de manzana; en invasiones
alarma) de ácaros evitar en lo po-
sible -elcarbamato, sustit.
por otros grupos activos

3a pulverización tras la Fungicidas orgánicos Pulverización tardía


floración TMTD o captáno mejo- para la roña
(durante el vuelo de la ran el color del fruto
mariposa del gusano Mezcla de compuesto E
de la manzana) como en la 2a pulveri- .
zación tras la floración

Pulverización tardía como antes sólo para variedades inver-


contra laroña nales cuando hay peligro
de roña -ímpíde propag-a-
ción de la roña a consec.
de peq. infecciones tar-
días del otoño
suele mejorar resistencia
al almacenaje al'! frutos

Intercalar pulverizaciones especiales contra parásitos y enfermedades que se presenten


inesperadamente. Téngase en cuenta que muchas variedades son sensibles al azufre o al
cobre. En el caso de los perales, si el peligro es pequeño, puede prescindirse de la pulve-
rización durante la floración,

las escamas de las yemas, por lo que hay que bañar literalmente a los árboles,
necesitándose mucho liquido. Para combatir el gusano de las manzanas hay
que mojar bien los frutos pero sin dejar gotear el liquido. Al pulverizar sus-
tancias sistémicas, corno es el caso cuando se trata 00_eliminar pulgones o
ácaros, hay que utilizar la suficiente cantidad de liquido para que haya una
humedad tal qué la sustancia activa pueda atravesar la epidermis de las hojas.

3.5.5. Ejemplos de planes para combatir plagas

Estos planes han de elaborarse siempre en relación con la plaga o enfer-


medad que se espera en un determinado biotopo. La información sobre las
medidas a tomar se logra a partir del estudio de las muestras de población
de la plaga durante el invierno, así como de, las observaciones del vuelo de la
mariposa de la manzana y del grado de iufectación en el caso de la roña. Nunca
debe trabajarse esquemáticamente sino sobre la base de los -peligros que
.amenazan con la plaga o la enfermedad. Si se introduce un plan deberá ser
solamente un modelo de cómo combatir la plaga a lo largo del año.
FUNDAMENTOS racmcos 137
Tabla 19
Plan para combatir plagas en frutos de hueso

Nombre y plazo Sustancia activa/producto Parásitos y enfermedades


de la pulverización a combatir
Cerezo
Pulverización de invierno Pulverizante amarillo Huevos de pulgones, geó-
(hasta aparición yemas) (DNOC) metra, polilla del cerezo

Pulverización Lindano y compuestos E sólo cuando. no se admin.


prefloración combinados general m con pulverización invernal,
(poco antes del comienzo distintas susto activas, tambo contra gastropaca
de la floración) mezcla de compuestos Sólo en incid. grave del
de cobre mal de munición

Pulverización tras la Productos E si aún aparecen pulgones


floración o insectos mordedores
(al caer los pétalos)

Pulverizaci6n contra la DimetoaLo (son necesarias Mosca del cerezo


mosca del cerezo generalm. 2 pulverizacio- activo al mismo tiempo
(sólo en variedades medias nes a intervalos de contra pulgones y orugas
o tardías cuando los frutos 8-10 Mas)
han adquir. color amar. rojo
plazos servicio de alarma)
Guindo
Suelen ser suficient.es pulverizaciones invernales y después de la floración. Sobre pro-
ductos véase arriba.En caso de invasión grave de pulgones: pulverizaciones especiales.
Contra avispones espolvorear con productos E.
Ciruela, pruna Pulverizante amarillo Huevos de pulgones y geé-
Mirabel Aceite amarillo (DNOC) metras, polilla, cochinilla;
Pulverización invernal aplicar tempranam. el acei-
(hasta aparición yemas) te amarillo, también
contra ácaros
Pulverización prefloración Productos sistémicos Acaros (larvas)
(poco antes comien. nora-
ción, plazo servo alarma)

Pulverización tras la Productos sistémicos o E Avispón del ciruelo


floración (en cuanto caen (humedecer bien el ovario)
los pétalos) Acaros, pulgones, tambo
contra la polilla
Pulveriz. contra gusano del Productos E Gusano del ciruelo
ciruelo (mediados julio a (Dimetoato ) Acaros
princ. agosto,lo más tarde
4 sem. antes recogida;
atender servo alarma)
Melocotonero Pulverizante amarillo
Pulverización invernal (DNOC) Huevos de pulgón
Pulverización prefloración Compuestos de cobre Encrespadura
(al aparecer yemas) es posible combinarlos con Mal de munición
pulverizantes amarillos
Pulverización tras la Productos E o insecticida Pulgones, ácaros
floración sistémico
Compuestos de TMTD Mal de munición
138 FRUTICULTURA

Tabla 20
Plan para combatir las plagas en los frutos de baya

Nombre y plazo de Sustancia activa/producto Parásitos y enfermedades


la pulverización a combatir

Grosellero ?uJverizante amarillo


Pulverización invernal (DNOC) Pulgones. cochinillas
Pulverización durante Endosulfa no
matadura (durante ella y Acaros del grosellero
poco antes y después (Grosellero negro)
floración)
Pulverización tras la Fungicidas orgánicos Roya del grosellero negro
floración Calda de las hojas
(repetir al cabo de 2·3 se- Compuestos de cobre (sólo en zona afectada)
manas y tras Lacosecha)

Cuando hay invasión de pulgones o geométridos pulverizar con productos E

Grosellero espinoso
Pulverización invernal Pulverizante amarillo Pulgones y cochinillas

Pulverización tras Productos de azufre Mildiú americano del


la floración (inmediat. (tener en cuenta sensibiL grosellero espinoso
tras marchitarse flores) al azufre de alg. variedades)

Cuando hay invasión de ácaros, geométridos o avispones pulverizar con productos E

Frambueso
Pulverización prefloración Toxafeno Escarabaja del frambuesa,
activo a partir 18 o ()

cuando las varillas jóvenes Compuestos de cobre Mal de las varillas


miden 30 cm Pulverización 15 días des-
pués y repetir tras la
cosecha

Fresal Fresal
1·2 semanas antes de la floración 1-2 semanas antes
de la floración

Pulverización contra TMTD Moho gris, podredumbre,


botritis (2-3 veces, comíen, manchas blancas,
flor., final flor. cornpl., mojar totalm planta, conve-
final floración) nien. mezclar agen. adhes.

después de la cosecha Productos sistémicos Ácaro, pulverizar en el


"corazón" de la planta
FUNDAMENTOS TEemeos 139

3.5.6. Servicio de alerta fitosanitario


Este organismo emite comunicados de alerta a corto plazo para poder
lomar las medidas precisas en base a la invasión o infección reales de la plaga
o la enfermedad. Indican el grado probable de incidencia y el instante de apari-
ción de la enfermed..d o la plaga, basándose en observaciones exactas del
curso de desarrollo, e indican al mismo tiempo las medidas adecuadas para
combatirlo. Es conveniente afiliarse a la red del servicio de alerta y seguir
exactamente las indicaciones que den. -

Fig.n
Tratamiento con
herbicidas de las
franjas arbóreas en
una plantación de
troncos bajos de
manzano

3.5.7. Lucha química contra las malas hierbas


La eliminación de la maleza en las plantaciones de frutales supone siem-
pre UD trabajo adicional, por lo que es conveniente realizarla cuando el suelo
está libre antes de plantar Losárboles. La lucha química contra las malas
hierbas en la fruticultura se lleva a cabo Iundamentalmenie sólo en las franjas
arboladas o debajo de los arbustos en el caso de los frutos.
Para estos fines se dispone de varios herbicidas, que han de administrarse
cuidadosamente; hay que controlar continuamente la cantidad de liquido
durante la pulverización. No todas las sustancias son aptas para todas las
variedades de frutales, y esto es algo que hay que tener en cuenta, antes de
aplicarlas pues el incumplimiento de Lasinstrucciones de empleo puede produ-
cir fácilmente daños. Realizando estas operaciones de modo adecuado pueden
ahorrarse los trabajos de laboreo de las franjas arboladas.

3.6. Conformación de la copa


El cuidado y conformación de la copa del árbol frutal es de importancia
decisiva para una elevada y continua fertilidad. Debe seguir leyes biológicas
al
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142 FRUTICULTURA

lo ~smo que pautas económicas. La variabilidad natural de las especies y


vanedades frutales en lo que respecta a la estructura y crecimiento de la
copa, no permite dar reglas rígidas para estas operaciones. Se trata, más bien,
de admitir el crecimiento y las peculiaridades estructurales del árbol y utili-
zarlo para dar la forma a la copa.

3.6.1. Conceptosprevios necesarios

El conocimiento incompleto de la estructura y crecimiento de los árboles


frutales y los principios económicos variables en el curso del tiempo, han
conducido a multitud de principios y reglas, más o menos correctos y conve-
nientes, sobre la conformación de la copa. En diversos períodos del desarrollo
frutícola, el tamaño, forma y ramificación de la copa natural del árbol se han
modificado en distinto grado con ayuda de las tijeras y la sierra. Con pequeñas
diferencias de tiempo, e incluso simultáneamente, se han propagado los pun-
tos de vista más extremos con la pretensión de ser los únicos principios
correctos y convenientes.
Las primeras noticias sobre la poda de frutales se remontan a unos 500
años atrás. A finales del siglo xvn se describen ya algunas reglas, pero la
primera sistemática de base científica para la poda de frutales se debe a
Kemmer (1941).
La teoría de la poda, que constituye en la actualidad el mejor medio para
conformar la copa del árbol, ocupa una posición prominente en la literatura
sobre fruticultura. Precisamente por esa razón, en este campo se han mante-
nido hasta hoy dia muchos conceptos falsos procedentes de la tradición y de
un conocimiento insuficiente.
En la literatura antigüa el concepto de "poda» hacía referencia exclusi-
vamente a la poda de los ramos de fruto, habitual en las copas artificiales, sin
incluir los trabajos de conformación. Hace unos 50 años hubo un cambio
de significado, incluyéndose bajo el concepto de "poda de los árboles frutales»
todos los trabajos que se realizan con sierra, podadora y cerda. Aumentó asi
la importancia del tratamiento de las copas de crecimiento libre, en especial el
aclarado, mientras que retrocedía la poda de los ramos de fruto y la confor-
mación no era ya considerada como un punto aparte.
Hoy día, bajo el concepto de conformación de la copa se agrupan todas las
medidas tendentes a formar y mantener en buen estado la copa del árbol, dis-
tinguiéndose entre podar, dar (onna y regular.
El concento de «podar» abarca todas las operaciones de eliminación de la
vegetación vieja del sistema de ramificación del tallo, con las que se limita
la copa o eliminan partes de ella mediante el corte posterior, aclarado, etc. La
poda estimula de forma directa los brotes e indirectamente la fertilidad.
Por «dar formal>se entiendela modificación del ángulo y el curso del eje
dentro del sistema de ramificación del tallo. Tiene por objeto restablecer y
mantener el equilibrio entre las distintas partes de la copa así como dirigir
y estimular la fertilidad, lo cual puede lograrse perfilando, arrostrando, tor-
ciendo y ligando los brotes y ramas.
El concepto de «regular" fue introducido por Kemmer y se refiere a toda
una serie de medidas que pretenden regular el crecimiento de los brotes y la
fertilidad.
FU N DAMENTOS TECNICOS 143

En este último procedimiento se realizan intervenciones de distinto tipo,


directa o indirectamente, sobre la tendencia reproductiva y vegetativa del siste-
ma de ramificación del tallo, como por ejemplo practicar incisiones anulares
o sangrar, sin modificar el tipo, densidad y extensión de la vegetación vieja.
En todas estas medidas se trata de que sean correctas fisiológicamente y
adecuadas desde el punto de vista económico y de la explotacion: Las que son
incorrectas en el primer aspecto, también 10 son en el segundo ya que la
insuficiente atención a las leyes del crecimiento conduce a situaciones irrever-
sibles que afectan a la productividad, y que no pueden obviarse o sólo a costa
de grandes esfuerzos.

3.6.2. Sistemática de la conformación de la copa

Incluye la altura del tronco, la forma de la copa, su esqueleto y estruc-


tura. La altura del tronco queda determinada por lo general ya en el -vivero
por medio de un corte (véase página 16). En la conformación de la copa hay-
que tener en cuenta tanto medidas técnicas como el curso temporal. Estas
medidas pueden dividirse atendiendo al tiempo y dependiendo del desarrollo
de los árboles.

3.6.2.1. Medidas temporales de conformación

Poda de forma: Corte de una determinada altura del tronco (en La épo-
ca de vivero) para crear la (orma deseada de la copa.
Crianza de la copa: Crianza del esqueleto de la copa y del despliegue de las
ramas laterales teniendo en cuenta su orden.
Conservación: Mantenimiento del orden de las ramas impuesto en la
crianza de las copas (véase la página 000) mediante
controlo aclarado.
Control = mediante correcciones anuales se dirige la formación
de la copa en el sentido del orden de las ramas, de
manera tal que se impide el desarrollo del eje en una
dirección no deseada.
Aclarado = cada cierto número de años se eliminan las ramas que
_perturban el orden de las mismas.

Poda de las ramas Corte posterior de las ramas y brotes, y doblado de


de fruto: estos últimos con el fin de que los ramos de fruto
crezcan en lugares no _previstospor la 'naturaleza.

Transformación de =-procedimiento utilizado en las plantas de fruto con


los brotes de rama hueso mediante el que se estimula la tendencia repro-
ductiva.
144 FRUTICULTURA

Renovación de las = eliminación de fa vegetación vieja que ya ha dado fru-


ramas de fruto tos, con lo cual se posibilita la formación de nuevas
ramas de fruto, más vigorosas, en las ramas principales
y laterales (principalmente en frutos de hueso y en
baya).

Renovación de Rectificación de defectos permanentes, fisiológicos o


la copa: económicos, por medio de:
Rejuvenecimiento = eliminación de una parte importante de la copa vieja.
Reinjerto = eliminación de la copa de una variedad no rentable y
sustitución por la de otra que se desea.

3.6.2.2. Medidas técnicas de conformación

Poda

Poda completa: Tratamiento de todo el sistema de ramificación del


tallo teniendo en cuenta la relación corona-raíz.
Poda parcial: Tratamiento de algunas ramas y brotes del sistema de
ramificación del tallo teniendo en cuenta el equilibrio
de la copa.
Poda posterior: Eliminación de brotes durante la crianza y para esti-
mular los ramos de fruto.
Aligeramiento: Eliminación de la parte importante del esqueleto de la
copa durante la renovación.
Poda exterior: Eliminación de la vegetación vieja en los ejes laterales
horizontales dirigidos hacia afuera y de la vegetación
nueva en las correspondientes yemas.
Poda selectiva: Eliminación de brotes y ramas desde el punto de vista
de la conformación de la corona.
Poda en masa: Delimitación esquemática de la extensión de la copa
mediante una podadora.

Dar forma

Perfilar: Atar los ejes a varillas para lograr una variación de la


dirección.
Ligadura horizontal: Se atan los brotes longitudinales en dirección horizon-
tal para conseguir un cambio directo de Ia función
(una mayor tendencia reproductiva).
Ligadura vertical: Se atan los brotes longitudinales en dirección vertical
para estimular su, crecimiento.
FUNDAMENTOS TECNICOS 145

Doblado: Moclificacióndel ángulo y dirección de los ejes doblan-


do las ramas.
Arrostrado: Aumento del ángulo axilar de los brotes longitudinales
acodando el eje madre con cuñas.

Regulación

Entallado: Extracción entre febrero y marzo de 1cm de corteza en


forma de media luna por encima de una yema para
inducir su brotadura. El entallado por debajo de la
yema intensifica su tendencia reproductiva.
Escarificación: Cortes longitudinales en el tronco o en las ramas (en
mayo) para estimular su crecimiento en grosor.
Descortezado anular: Extracción de un anillo de corteza (mayo/junio) del
ttonco o una rama para aumentar la tendencia repro-
ductiva del sistema de ramificación por encima de este
lugar.
Estrangulación: El líber y la corteza de una rama o del tronco se atan
con un alambre o tiras de chapa para interrumpir el
transporte de los productos de la asimilación (el mismo
efecto que el descortezado anular).
Aserrado: Se efectúa un corte de sierra en una rama para aumen-
tar so tendencia reproductiva (equivale en principio al
descortezado anular).
Refuerzo: Estimulación de la potencia vegetativa de combinacio-
nes poco vigorosas injertando un patrón vigoroso plan-
tado a su lado.

Limitación de la Reducción de la masa de las raíces limitando la poten-


corona radical: cia vegetativa por medio de corte con hacha, escarifica-
ción, arado en profundidad, o similares.

3.6.2.3. Características de la copa conformada


La expresión de la forma, esqueleto y estructura de la copa es el resultado
de las características de los elementos de ramificación, así como del tipo, den-
sidad y amplitud de] sistema de ramificación. Ya se ha indicado (véase la
sección 1.9.) que estas caractertsticas son expresables numéricamente, con lo
cual puede entenderse :mejor la gran variabilidad entre las especies y varieda-
des de frutales. Inicialmente. se fijaron para esos fines determinados niveles,
pero solamente permitían una representación cualitativa.
146 FRUTICULTURA

Forma de la copa

Aqul son decisivas las características citadas en la página OO.Tras la for-


mación de las ramas madre puede distinguirse entre la forma piramidal (en la
prolongación del tronco vuelven a formarse ramas madre) y la esférica (una
vez que han salido las ramas madre se elimina la prolongación del tronco).
También es posible una combinación entre ambas si después de formarse -va-
rias veces ramas madre, se elimina la prolongación del tronco. Esta última
se deja corta con respecto a las ramas madre en el caso de una corona en
forma de seto; a una determinada altura, se coloca horizontal la prolongación
del tronco de manera que adquiera el carácter de una rama madre.

Esqueleto de la copa

Se estructura durante la poda de crianza y se conserva mediante la poda


de mantenimiento. Se caracteriza por el grosor, dirección y ángulo de las ramas
madre así como por el número, densidad y distribución de las mismas en la
prolongación del tronco (antes: verticilo de rama madre, colocación apretada;
grupo de rama madre, grupo de 3 a 4 ramas madre que se repite a mayores
distancias; dispersión de rama madre, distribución aislada de las ramas madre
en la totalidad de la prolongación del tronco).
El plano de la copa, determinado por la amplitud de las ramas madre en
el plano horizontal, es importante para el aprovechamiento del espacio y las
superficies; puede ser redondo, ovalado o rectangular. Los que son alargados
y están dispuestos en fila permiten una mejor exposición a la luz y facilitan
las labores mecánicas en la plantación. representando una adaptación a la
norma sobre cultivos de frutales que prescribe la construcción de pasillos de
trabajo.
Para mantener el orden de las ramas es importante conocer el desarrollo
de las ramas madre en el plano vertical Haciendo un corte transversal a la
copa se obtiene su perfil, que tiene que ser más o menos piramidal si hay que
respetar las partes inferiores. E:1el caso de las copas viejas, la parte superior
está aplanada.

Estructura de la copa
Dependiendo de las características de la variedad y de las medidas que se
hayan realizado, las ramas madre del esqueleto de la copa pueden desarro-
llarse de varias maneras. Puede determinarse por el número, densidad y dis-
tribución de los ejes laterales, el grado de ramificación y la longitud media
de ramificación. Kemmer utilizó la desviación con respecto a la ramificación
natural para caracterizar cualitativamente la estructura de la copa. Si el orden
de las ramas se conserva sólo parcialmente mediante aclarados ocasionales será
casi natural. Respetando rigurosamente el orden de las ramas mediante con-
troles anuales, se obtiene una estructura natural. Las ramas de fruto se forman
en las ramificaciones de orden superior. Si se delimita el desarrollo de 1;:\
rama madre de tal manera que sólo pueden formarse ejes laterales de primer
orden, que igual que aquella van revestidos de ramos de fruto, se tiene una
FUNDAMENTOS TECNICOS 147

estructura no natural. En el caso de la estructura artificial los ramos de fruto


Se encuentran directamente sobre las ramas madre, cuya ramificación en
cualquier otro sentido ha sido suprimida totalmente.
La utilízaclón esquemática de estos niveles de desarrollo de las ramas
madre no permite agotar totalmente el potencial productivo de una combina-
ción de patrón y variedad. Por esa razón, lo correcto es dirigir ese desarrollo
de acuerdo a las necesidades específicas de la variedad. Los estudios sobre la
capacidad de rendimiento de las distintas combinaciones de patrón y variedad,
permite asimismo dar recomendaciones cuantitativas sobre la conformación
de la copa. Así, junto con la longitud de la totalidad del sistema de ramifica-
ción y la nueva vegetación reproductiva, hay que favorecer las clases de longi-
tud de brote preferidas para la reproducción. Al podar los árboles de fruto con
pipa hay que tener en cuenta que la mayoría de las variedades de manzana
presentan en las ramas laterales de tres años la mayor parte de la vegetación
nueva reproductiva. La tendencia [ructiticante de las inflorescencias puede
estimularse igualmente mediante la conformación de la copa. En el caso de
'árboles en pleno rendimiento, eliminando los ramos viejos de fruto puede
lamentarse esa tendencia en las inflorescencias restantes.

3.6.3. Reglas de la conformación de la copa

3.6.3.1. Efei:to de la poda


Las reglas sobre el estimulo de los brotes -y la modificación funcional
(véase la sección 1.4.12.) constituyen el fundamento de la conformación, de la
copa. Se conocen, además" otras que se cumplen independientemente de la es-
pecie y variedad de frutal.
La modificación que la poda ocasiona en la longitud de ramificación de un
árbol frutal tiene una influencia decisiva sobre la cantidad y longitud de la
vegetación nueva; hay que tener en cuenta las reglas del efecto de la poda
(ley de acción) qne pueden enunciarse de la siguiente manera:

1. La poda posterior enérgica de toda la vegetación vieja da una vegeta-


ción nueva menor en número pero de mayor tamaño (fig. 12/1).

2. La poda posterior escasa de toda la vegetación vieja da una vegetación


nueva que es numerosa pero de corta longitud (fig, 12/2).

3. El empleo simultáneo de los dos tipos anteriores de poda de la vege-


tación vieja de una copa invierte las reglas citadas. La vegetación nueva
de la parte enérgicamente podada se inhibe en favor de la que ha su-
frido una poda escasa, y la de ésta es estimulada a costa de la primera
(figura 12/3).
De lo anterior se deduce el principio de que hay que podar enérgicamente
la vesetacíón vieja especialmente favorecida, y menos la que se ha desarro-
llado "'poco. Sólo así es posible establecer el pretendido equilibrio entre las
distintas partes de la copa..
148 FRUTICULTURA

~
- '~f

\f ~,

* ~- ]

Fig.12
Representación esquemática de las
reglas de la poda
Explicación de 1 a 3 en el texto.
4. El brote central se ha dejado de-
masiado largo en comparación con
los laterales (B4) por lo que resulta
~
A B e " una copa alargada (C4) (según
Vanicelr.1961)

Puesto que el estímulo de los brotes es tanto más intenso cuanto más
joven sea la vegetación vieja, mayor ángulo forme y esté dispuesta a mayor
altura en la copa, los ejes inferiores que formen un ángulo grande deberán
podarse menos que la vegetación vieja situada a más altura y con menor
ángulo axial. En la práctica fruticultora esto se logra cortando en un plano
los brotes directrices de la copa y dejando que ésta adquiera después una
forma ligeramente piramidal. La brotación uniforme de todos los ejes se
logra, además, dándoles forma para que tengan un mismo ángulo.
Mientras que la poda que solamente afecta a una parte de las vegetaciones
vieja y nueva (poda parcial) conduce al deseado equilibrio entre las partes de
la copa que se han recortado en distinto grado, pero que prácticamente DO
influye sobre la fuerza de crecimiento del árbol, la poda total, que abarca a
todas las partes de la copa, inhibe y estimula en diverso grado la potencia de
crecimiento de todo el árbol, incluyendo las raíces, como puede verse en la
tabla 22.
FUNDAMENT0S rscxrcos 149
Tabla 22
Efecto de la poda (segúnXemmer)
Poda total
I
(Copa ~Raíz)

Raíz de vigor
I
Vegetación vieja
normal debilitada
en conjunto
~~ ~I L
1
Asimilación Vegetaci6n nueva
disminuída vigorosa
I
Desarrollo de la
raíz reducido
I
I
con poda integral continua la vegeta- tras la poda integral final la relación
ción nueva es siempre vigorosa, pero copa : raiz va igualándose
se limita aLmismo tiempo el desarrollo paulatinamente
del tronco y lacopa

Del anterior cuadro pueden deducirse las reglas siguientes:

1. La poda de la vegetación vieja debilitada manteniendo el cuerpo radio


cal normal, conduce a una vegetación nueva vigorosa (acción primaria).
Pero el reducido superávit asimilativo de esta última reduce a la pos-
tre el desarrollo de las rafees (acción retardada).
2. La utilización permanente de la poda total restringe el crecimiento de
la copa y el tronco. Tras la poda final se iguala la relación entre la
copa y la raíz. .

En los árboles con gran cantidad de fruto no es de temer un agotamiento


causado por la poda constante ya que ésta disminuye la cantidad de frutos,
consumidores de sustancias elaboradas, y estimula el autoabastecimiento y,
por tanto, lapotencia de las raíces, lo cual tiene como consecuencia una vege-
tación nueva vigorosa.
La acción primaria de la poda obra solamente sobre la potencia vegetativa,
nunca scbreIa cantidad de flores y frutos. La acción retardada es la que con-
duce a una transformación de los brotes leñosos y estimula de este modo la
productívíds ':l.
150 FRUTICULTURA

Fig.U
Troncos cuarteros de
igual edad demanza-
no,variedad
'Croncels'
A i8. izq. sin podar ,
a la der. fuertemente
I podado cada año

3.6.4. Fundamentos de la conformación de la copa

3.6.4.1. Jerarquía de las ramas

Los árboles frutales presentan escasa tendencia a mantener lo que pri-


mero se forma. La copa es proclive por naturaleza a crecer por las partes
apicales, pero a descuidar los ramos de fruto de su base por lo que poco a poco
'van marchitándose.
Frente a eso, el fruticultor tiende, por razones técnicas y económicas, a
conservar lo que ya se ha formado y a crear y mantener una relación equili-
brada entre el crecimiento de los brotes y la fertilidad. Un medio esencial para
mantener el equilibrio en el desarrollo vegetativo y generativo así como las
distintas partes de la copa y la totalidad del árbol, lo constituye la jerarquía
de las ramas. manteniéndola a modo tal que los ejes más viejos se clasiticari
por delante de los más jóvenes, es decir, la prolongación.del tronco por delan-
te de la rama madre, y de éstas la inferior por delante de la superior; la rama
madre por delante de la lateral. y de éstas la inferior por delante de la su-
perior.
"La jerarquía de las ramas puede perturbarse de manera especial por
.rnedio de un brote competidor con el directriz y al que, por consiguiente, hay
que eliminar.
Su.mantenimieruo intensifica también el grado de poda desde los ejes más
viejos (generalmente abajo) a los más jóvenes (generalmente arriba). Igual-
mente importantes son la longitud y el ángulo de los ejes.
Aetect.os prácticos resulta que las ramas directrices, a igualdad de] ángulo
formado con el eje, deben finalizar a una misma altura y que por tanto las
más jóvenes, y situadas a mayor altura, presentan una menor extensión longi-
tudinal que las más viejas. Para la jerarquía de las ramas laterales hay que
respetar el mismo principio.
FUNDAMENTOS TECNICOS 15~

Fig.14
Jerarquía de las ramas en un arbusto
joven de guindo
Obsérveseel igual ángulo de las
ramas madre

3.6.4.2. Imperativos

Entre las leyes de crecimiento natural y la conformación de la.copa existen


interacciones permanentes que llevan consigo imperativos en los aspectos fisio-
lógico. de trabajo y económico. En el caso de iguales combinaciones del patrón
y la variedad, los frutales podrán plantarse tanto más próximos cuanto más
intensamente las medidas de conformación de la copa (darle forma) actúen
sobre una productividad temprana. Si los árboles se colocan demasiado juntos
pueden obstaculizarse mutuamente durante la época de pleno rendimiento. La
planificación de la superficie y el espacio ocupados por los árboles, pues, tiene

que tener en cuenta la futura conformación de la copa. Las medidas, una vez
establecidas deben mantenerse a fin de garantizar la plena utilización del espa-
cio ocupado. En el caso de una plantación densa en la que no se estimule la
productividad por medio de.Iigaduras y podas de los ramos de fruto. las copas
serán demasiado densas, se harán sombra entre sí y la consecuencia lógica
será un menar rendimiento.
Cuanto más débilmente crezca una combinación de variedad y patrón y
mayor sea su fertilidad, con tanta mayor frecuencia y energía habrá que
conformar su copa, de lo cual resultan imperativos para la organización y
dirección globales de la explotación.
En las plantaciones ya existentes puede lograrse una utilización óptima
del espacio ocupado reorganizando la forma de la copa; si los árboles no lo
152 FRUTICULTURA

aprovechan completamente, hay que tomar medidas que estimulen la brotación


(poda). En las plantaciones demasiado próximas puede limitarse el desarrollo
de las directrices podando y dando forma (por ejemplo de seto).
La búsqueda de reglas en la conformación de las copas podando, dando
forma y regulando, no ha finalizado todavía y requiere de más estudios.

3.6.5. Realización práctica de la conformación de la copa


Las medidas a tomar se deducen de las reglas a las que están sometidas
la estructura y el crecimiento de los árboles frutales, así COmoal fin que se
pretenda lograr. El procedimiento utilizado, pues, varía en las distintas etapas

Fig.15
Tronco bajo de manzano (80 cm de
altura) antes y después de la poda


FUNDAMENTOS TECNICOS 153

Fig.16
Influencia del grado de poda sobre el crecimiento y brotadura de arbustos jóvenes
de bayas. A la izquierda poda intensa, a la derecha moderadamente intensa

deL desarrollo del árbol. desde que es plantado hasta que se vuelve VIeJoy
decrece su producción. La copa será conformada para cada fin con ayuda de
la poda, la forma y la regulación.

3.6.5.1. la conformación de la copa al plantar


La poda estimula el crecimiento del árbol, lográndose así una vegetación
nueva vigorosa que permite construir después un esqueleto fuerte de la copa.
La poda de ésta restablece el equilibrio con el cuerpo radical, que disminuyó
después de trasplantarlo del vivero a su posición definitiva.
El tipo y grado de póda depende de la especie frutal y de la forma de la
copa. Será más intensa cuanto más débil sea el árbol O más desfavorable su
localización. En el caso de las copas desarrolladas libremente, hay que cortar
todos los brotes directrices a una misma altura o en un plano para que, con-
forme a la regla de la acción de la poda, resulte una brotadura uniforme. La
poda supone al principio 2/3 de la longitud del brote, disminuyendo hacia el
final del período de crianza.
Cuanto mayor sea la altura a la que el brote medio se sitúa sobre el direc-
triz. tanto más intenso será el estimulo apical. Por esa razón, aquél deberá
podarse más intensamente cuando se le dé forma de seto que en el caso de la
copa piramidal.
154 FRUTICULTURA

El crecimiento de los brotes se estimula además, mediante abonado, riego,


recubrimiento del disco arbóreo y mantenimiento del mismo libre de maleza,
lo mismo que las franjas de árboles.

3.6.5.2. Conformación de la copa en la crianza


La crianza de la copa se efectúa según los principios fisiológicos y económi-
cos anteriormente citados. Por lo general se tiende a reducir el período de
tiempo improductivo para lo cual, junto con la estructuración del esqueleto
de la copa, se atan los brotes longitudinales para estimular la tendencia repro-
ductiva. Cuando se someten a tratamiento las copas, hay que tener en cuenta
la especie frutal y la forma del árbol así como la configuración de Lacombi-
nación de variedad y patrón. Sin embargo, lo único que puede hacerse es dar
algunas consideraciones de tipo general.

-- ----:r:---x- --:r----
I ---X----------~--------------
-------
-- ------1------
_._--
---~ .. __ . --- ----- ----
_ _- ----_ .. _--------_.-
...

----~--~--~---. -1------4-----1------1·-
_____ 1 ---1------1- ---_. ~ ......~ ... _~---~
-----._---------- ... _---- -------------------
a b
Fig.17
Representación esquemática del mantenimiento de las ramas madre
en los trutales por calles
= =
a plantación en banqueta, b plantación con franjas Iibres,-- Ifmite
de las calles, . límite de la zanja o campo

El manzano se cultiva en múltiples formas. Los troncos altos y medios


carecen de aplicación en las plantaciones cerradas, teniendo cierta importan-
cia solamente en los cultivos por calles. La crianza de la copa (posición, nú-
mero y orden de las ramas directrices) tiene que adaptarse a las condiciones
paniculares del biotopo. Las ramas directrices pueden desplegarse libremente,
aunque hay que mantener cierta jerarquía entre ellas.
Para los troncos altos de mamano se prefieren generalmente variedades
de crecimiento vigoroso, siendo pequeñas las desviaciones específicas en la
configuración de la copa. En el cultivo por calles, debe estimularse más de
lo que lo ha sido hasta ahora la encorvadura temprana de los ramos naturales
de fruto y con ello, la reducción del tiempo improductivo. En el caso de las
variedades de crecimiento muy erguido (por ejemplo «Pearrnain dorada») se
realiza una poda exterior.
Los troncos cuarteros de manzano están sometidos a mayor numero de
operaciones de conformación de la copa. La mayor intensidad del cultivo
permite, durante la crianza del esqueleto de la copa, dar forma junto con la
poda. Esto rige igual para la crianza de las ramas madre que para la ligadura
de los brotes que no serán necesarios para la estructura de la copa. Incluso
FUNDAMENTOS TECNICOS 155
Fig.18
Poda exterior, medio
para estimular la ten-
denqal:eproductiva

Fig.l~
Fru tos en tallos
longitudinales de un año
156 FRUTICULTURA

·Fig.20
Poda de un arbusto celastríneo de manzano. A la izq. antes de la poda,
a la der. después de ella

los que crecen hacia el interior y normalmente se podarían, pueden inducirse


a un cambio de función por medio de ataduras. Solamente una vez que estos
tallos hayan echado fruto y perturben la configuración de la copa, deberán
eliminarse.
Las copas adquirirán forma piramidal por el continuo crecimiento del
tronco. El brote medio deberá sobresalir de las ramas madre tanto que el per-
fil dé un ángulo de 100a 120°. La poda ha de ser tal que esas ramas queden
recubiertas de suficiente vegetación; podrán desarrollarse libremente aunque
haya que mantener cierta jerarquía. Hay que eliminar los brotes que crecen
hacia el interior de la copa' y los competitivos, es decir, los situados junto con
los medianos y directrices. La copa debe ser ligera de manera que las hojas
en su interior estén bien iluminadas y que al realizar operaciones fitosaní-
tarias, todas pueden quedar empapadas. En caso de que se requiera una pro-
ducción temprana, el laboreo y los cuidados fitosanitarios cooperan pata una
rápida crianza de la copa.
Los manzanos en arbusto y arbusto celastríneo sobre patrones de crecí-
miento débil ocupan poco espacio y dan cosechas tempranas, aunque requieren
mayores conocimientos sobre conformación. Mediante poda exterior y liga-
miento de los brotes no necesarios para organizar la copa, se estimula una
fertilidad temprana. El grado y éxito de estas medidas depende sobremanera
de las características de crecimiento de la variedad, aparte de las condiciones
del mismo. Bien cuidados, los tallos longitudinales de un año pueden dar flores

------ --
FUNDAMENTOS TECNlCOS 157

y frutos sí no se les poda El doblado debería hacerse siempre el primer año


después de ser plantados, y en las variedades de crecimiento recto tiene más
éxito que en «Carola" o «James Grieve». Las de crecimiento débil o mediano

Fig.21
Tronco bajo de tres
años conformado en
seto
a la izq.: antes de la
poda
a la der.: después
abajo: tras las
ataduras
158

,/ Fig.22
Seto obtenido por
plantación transversal
de los árboles y crian-
za con ayuda de un
espaldar

también dan fruto sin que haya que doblar los tallos longitudinales no po-
dados.
Los mart,QJ10Sen arbusto celastríneo se caracterizan porque los ramos de
fruto se encuentran directamente sobre las ramas madre. Al contrario que en
las formas anteriores, el desarrollo de estas últimas queda limitado por la poda
de los ramos de fruto. Según el ángulo que formen aquellas con el eje, obrará
el principio de La transformación indirecta de función (colocación oblicua) o
directa (colocación horizontal). La jerarquía de las ramas se extiende tanto
a los ramos de frUto como a las ramas madre.
Con este tipo de crianza. al mismo tiempo que se da forma a la copa en los
dos primeros años y se realiza la poda habitual en invierno. es frecuente efec-
tuar otra en verano.
En la fruticultura intensiva se da preferencia a la crianza en seto de los
árboles. siendo la altura de los troncos de 60 a 100cm. Típico de esta clase
se conformación de la copa es fomentar las ramas madre en la dirección de la
hilera y reprimir la prolongación del tronco, objetivo que puede lograrse de
distintas maneras. También se utilizan emparrados para dar forma. Los alam-
bres tensores suelen facilitar mucho la crianza en seto. Puede hacerse igual-
mente plantando transversales los árboles y criando en lados alternos las ra-
mas madre aprovechando el estimulo del lado superior. Por lo demás y según
la forma base utilizada. rigen los principios de crianza habituales para las
copas de crecimiento libre o los arbustos celastríneos.
Los setos en los que se haya inducido tempranamente un cambio directo
de función, dan rendimientos iniciales altos si se les cuida muy bien. Pero ya
que se utilizan variedades de crecimiento medio y muy fructíferas, pronto
se presenta el peligro de que los árboles se agoten y muestren un envejeci-
miento prematuro. Por esa razón, los setos frutales deben controlarse regular-
mente y hay que eliminar los ramos que ya han dado fruto puesto que tienden
a hacerlo alternativamente. Mediante poda y un buen abonado hay que procu-
rar que se formen brotes longitudinales vigorosos que puedan recubrirse con,
ramos de fruto Jóvenes. Urr tratamiento inadecuado presenta mayor riesgo de
FUNDAMENTOS LECNICOS 159

Fig.23
Seto de frutales libre tras la crianza
Obsérveseel ángulo de los ejes y la distancia de las ramas madre

que las ramas madre inferiores se deshojen. Este fenómeno se combate elimi-
nando filas, con una buena exposición a la luz Y respetando la jerarquía de las
ramas.
El peral se someterá en principio a las mismas operaciones de conforma-
ción de la copa que el manzano, aunque el estímulo apical más intenso y el
mayor crecimiento de algunas variedades (por ejemplo «Clapps Liebling»,
«Gute Lu.se», «Charnen») requieren el mantenimiento de un ángulo grande
de las ramas madre con respecto a los ejes (45 a 50 poda exterior y recorte
0).

del brote mediano frente a los directrices. El peral no suele ramificarse con.
la misma facilidad que la mayoría de las variedades de manzano, por lo .que,
hay que procurar que las ramas madre queden suficientemente cubiertas. Para
el cultivo de tronco bajo. la variedad «Alexander Lucas» es la más adecuada
debido a su crecimiento, aunque también dan buenos resultados las variedades
«Williams Christ», «Trevoux»y «Paris» sobre patrones obtenidos de semilla.
El cerezo dulce da por naturaleza e independientemente de la forma del
árbol, una copa que requiere de pocos cuidados. Debe evitarse el crecimiento
extremo de brotes longitudinales realizando podas y teniendo en cuenta la
jerarquía de las ramas, añn de lograr una ramificación vigorosa.
Las ramas madre, y también las inferiores, no tienen que salir de la pro-
longación del tronco en su colocación helicoidal natural porque en este caso
no es raro que se produzcan heridas sangrantes y grietas de helada. La inten-
160 FRUTICULTURA

Fig.24
Poda de las ramas de fruto en arbustos
celastríneos de peral
a la izq. antes de la poda
a la der. después

Fig.25
Crianza deficiente de la copa
debido a la falta de poda
FUNDAMENTOS TECNICOS 161

sificación del cultivo de cerezo dulce traerá consigo que también esta variedad
frutal tendrá que ser sometida a operaciones de conformación de su copa.
El guindo se cultiva en la mayoría de los casos en forma de arbusto. Cuan-
do se injerta sobre Prunus mahaleb el tronco no suele medir más de 40 a 60 cm
de altura. El arreglo posterior de los troncos conduce a un menoscabo en la
producción. Por medio de una poda posterior y una distribución razonable
de las ramas madre durante la crianza se estructura un esqueleto vigoroso de
ramas para que en el caso de cosechas elevadas las ramas madre y las laterales
no se quiebren.
El ciruelo, de modo similar al cerezo dulce, no exige grandes cuidados en
la crianza de la copa. La poda posterior y el arrostrado dan un esqueleto de
ramas que quedará cubierto de numerosas y cortas ramificaciones.

3.6.5.3. Mantenimiento de la copa

Comienza al acabar la crianza de la copa, esto es, cuando se inicia el máxi-


mo rendimiento. En estas operaciones hay que tener naturalmente en cuenta
las diferencias entre las especies y las variedades.
El mantenimiento de la copa de los árboles frutales requiere la elimina-
ción de las ramas heridas, enfermas, agotadas, carentes de interés y deshoja-
das. Las ramas y taUos que están demasiado próximos se rechazan, se dirigen
hacia el interior de la copa y perturban la estructura uniforme por lo que hay
que eliminarlos igualmente o, como sucede en algunos casos, incluirlos dentro
de la estructura de la copa. Cuando se forman numerosos mamones hay que
el~minarlos en el verano excepto unos pocos.

Fig.26
Debido a su ventajosa posición, los tallos
competitivos suelen poner, en peligro la
jerarquía de las ramas, por lo que hay que
eliminarlos
162 FRUTICULTURA

Fig.27
Copa bien controlada de un
tronco bajo de manzano

En el mantenimiento -pueden distinguirse dos métodos, el control y el


aclarado. El primero de ellos presupone conocimientos amplios de la confor-
mación de la copa porque primero hay que calcular el posible desarrollo de
los brotes. Este procedimiento puede realizarse con la podadora ya que sola-
mente hay que cortar brotes o ramas jóvenes, y es recomendable en los árboles
con fruto de hueso. Los brotes competitivos, los que están muy próximos y
perturban la estructura de la copa, tienen que ser eliminados. Al aumentar
Ja intensidad del cultivo, sin embargo, resulta asimismo necesario UD trata-
miento regular de las ramas laterales; en el caso de los arbustos y setos se
trata sobre todo de quitar los ramos de fruto ya agotados. Este método permi-
te igualmente prevenir el deshoje de las partes interiores y medias de la copa.

Fig.28
Arbusto de grose-
llero; estructura
lasa, bien aclarado
FUNDAMENTOS TECNICOS 163

Fig.29
Arbusto de grose-
llero; mal estnrctu-
rado, demasiado
espeso

Fig.30
Crianza de una copa reinjertada
164 FRUT1CULTUBA

El aclarado se lleva a cabo aproximadamente cada 3 ó 4 años. Es normal


que haya que cortar con la sierra algunas ramas que perturban la estructura
de la copa. Estas imperfecciones son tan evidentes que incluso quien carece de
práctica en la conformación tomará las medidas apropiadas. En el caso de los
frutales de hueso, y en especial en la «morella sombreada», este método resulta
más ventajoso que el anterior. Al suprimir las ramas más fuertes .hay que pro-
curar que no queden tocones.
Con los frutos en baya arbustivos hay que practicar el aclarado cada 3 ó 4
años, eliminando las ramas agotadas. Con ello se produce simultáneamente un
rejuvenecimiento del suelo. Para mantener la copa hay que realizar medidas
de regulación más intensas (estercoladura).

3.6.5.4. Renovación de la copa

La renovación de la copa (por ejemplo, rejuvenecimiento) es necesaria


cuando remite la producción de brotes y con ello la productividad, con la cual
también suele disminuir el tamaño de los frutos. En cuanto a su efecto, es
similar al reinjerto que se realiza cuando se sustituye una variedad por otra.
El rejuvenecimiento de la copa puede hacerse en todos los frutales (inclu-
yendo los arbustos de fruto en baya). Consiste en una intensa poda posterior
de las ramas de hasta cuatro o cinco años, en la que hay que cumplir las reglas
de la jerarquía de las mismas. El ángulo de aligeración (aplanamiento de la
copa) debe ser de 90 a 1200• La supresión de la vegetación vieja conduce a
la formación de numerosos brotes vigorosos con los cuales puede construirse
una nueva copa; esta operación debe apoyarse mediante un abonado adicional.
Tras el rejuvenecimiento, la copa vuelve a someterse a una crianza regular
(figura 30).
En las plantaciones que han alcanzado una excesiva densidad y en las que
una tala inmediata de una parte de los árboles conduciría a un aprovecha-
miento insuficiente del espacio arbóreo, puede practicarse una mutilación de
los árboles, esto es, reducir la copa a troncas madre de 2S a 60 cm de longitud.
La vegetación nueva será más ligera, y en caso necesario se la puede atar para
estimular la fertilidad en los brotes longitudinales. Esta mutilización puede
hacerse en frutos de hueso, ciruelo y guindo.

3.6.5.5. Momento adecuado para la conformación de la copa

Viene determinado por consideraciones de tipo fisiológico y económico de


la explotación. Por razones técnicas, los meses sin vegetación (de noviembre a
marzo) se utilizan para las labores de poda y dar forma. Para las podas inten-
sas, especialmente en los frutales (aclarado, rejuvenecimiento, mutilación), es
preferible la época que sigue a la siembra; no sólo es más fácil determinar
las partes de las ramas que están secas sino que sobre todo comienza enseguida
la curación de las heridas.
La poda de las ramas viejas poco antes o después de la brotadura puede
hacer, especialmente en los frutos de hueso, que se escape gran cantidad de
savia (sangrado), pero en eUos puede practiearse sin daños la poda posterior
de los brotes poco antes de la floración o durante ella. Así, el melocotonero se
FUNDAMENTOS TECNICOS 165

Tabla 23 Regulación del rendimiento generativo


I
Supresión de la alternancia Mejora de la calidad del fruto
I
r-------------------------~
Recogida de Recogida de
los frutos ano los frutos
tes de junio después de

~I
-------1
_----l..._-----"
junio

de'.. rm..
Eliminación Eliminación
de,¡ ñores
mediante a mano con agentes
I
con producto Recolección
poda mordientes hormonales

poda una vez que se ven los primordios fructíferos; en general, la brotadura
es tanto más débil cuanto más avanzada esté la primavera durante la poda.
Durante el verano también puede resultar ventajoso suprimir los brotes
superfluos, y su comienzo (junio/julio) es la época más adecuada para llevar
a cabo las labores para dar forma.

3.7. Regulación de la potencia generativa


La no atención a las relaciones entre la vegetación nueva y la producción
de los árboles frutales y la utilización de variedades que tienden a la alternan-
cia, conduce a que la cosecha de fruta varíe mucho de un año a otro. El exceso
de floración y frutos en un año va ligado a una escasez de prirnordios fructí-
feros en el siguiente. Estas condiciones se dan con tanta mayor frecuencia
cuanto peores sean los cuidados al árbol, más viejo sea éste y mayor su tronco.
En Jos troncos altos mal atendidos, en los años de gran producción la forma-
ción de nuevos brotes es insuficiente y faltan, por tanto, las condiciones pre-
vias para las yemas florales vigorosas. Las cosechas de las plantaciones bien
cuidadas de troncos bajos hay que uniformarlas, aunque siempre es deseable
una regulación de la potencia generativa. Interesan al respecto la eliminación
de las oscilaciones en la producción y la mejora de la calidad del fruto; la regu-
lación consiste sobre todo en una reducción del exceso de flores y frutos.
Las medidas en contra de la alternancia obran simultáneamente sobre la
mejora de la calidad del fruto, y a la inversa, las tendentes a mejorar esta
166 FRUTICUL TURA

última no siempre actúan sobre la alternancia. La eliminación de los primor-


dios fructíferos al cabo de cuatro o cinco semanas de la floración afecta a la
calidad de fruto de ese año pero no a la diferenciación de las yemas florales
del siguiente.
Diversos estudios han indicado que para el período de tiempo de junio a
julio, los frutos necesitan para alimentarse de unas 30 hojas sanas. Esta rela-
ción hoja-fruto garantiza que el crecimiento de los brotes y la diferenciación
de las yemas florfferas no se interfieran; las hojas situadas en los brotes lonzi-
tudinales de un año no cuentan ya que son necesarios para el crecimiento de
éstos.

3.7.1. Aclarado de flores y primordios fructíferos

La relación correcta entre la cantidad de fruto y el número de hojas puede


lograrse mediante la recolección de flores, pero mejor aún de los priniordios
fructíferos. Aunque este trabajo ya no suele realizarse a mano, en muchos
países sigue siendo habitual ya que los costes los cubre una mayor proporción
de productos del tipo IA y se obtienen frutos de mejor calidad. En nuestros
cultivos intensivos se logra por medio de la poda y del abonado.
El aclarado de flores o frutos- jóvenes con productos quunicos puede lle-
varse a cabo durante la floración y de 2 a 3 semanas después, pero es mucho
más inseguro que el realizado a mano. No es recomendable rociar las flores
con productos dinitro corrosivos, porque en esos momentos no puede preverse
todavía la cantidad de ñores.
Mucho más eficaz e inofensivo es el aclarado por rociado con distintas
sustancias activas hormonales. En Europa Occidental, las más usuales son las
sales de Na y las amidas del ácido a-naftilacético. Estas sustancias pueden
administrarse combinadas con el segundo rociado postfloración cuando los
frutos son del tamaño de una nuez; las prescripciones de utilización son muy
complicadas y soLamente pueden establecerse cuando en un determinado cam-
po se han probado en años sucesivos. Cuanto más tarde se rocíe tras la flora-
ción, tanto mayor puede ser la concentración; las que son elevadas las soportan
mejor las variedades triploides que las diploides. Pero dentro de estos grupos
Se presentan diferencias especificas.
Las sustancias hormonales actúan de forma inmediata sobre los procesos
metabólicos, por lo que su acción depende también del estado fisiológico del
árbol. Las condiciones atmosféricas reinantes (temperatura, duración de la
iluminación solar, precipitaciones, humedad relativa del aire) influyen igual-
mente sobre el resultado del tratamiento, y además, la técnica aplicada y la
frecuencia de vuelo de las abejas actúan modificándolo.
Estos efectos colaterales desfavorables no se presentan cuando se utiliza
carbaril, que está contenido en el preparado comercial «bercema NMC50,..Este
insecticida puede aplicarse en concentraciones de 0,l a 0,15% durante un perio-
do de 5 a 15 días tras la floración en el aclarado de los frutos en eJ manzano.
El aclarado suele ir ligado a una reducción de la producción total en favor
de una mejora de la calidad o una uniformidad de las cosechas, y por esa
razón, a la hora de aplicar esas medidas hay que atender a razones económicas.
FUNDAMENTOS TECNlCOS ~67

3.7.2. Prevención de la caída temprana del fruto

El retraso que en la caída temprana del fruto ocasionan diversas sustan-


cias de crecimiento es de gran importancia práctica para toda una serie de
variedades del manzano. Junto con los preparados a base de ácido cx.-naEtilacé-
tico, han dado buenos resultados aquellos cuya sustancia activa es el ácido
2,4.5-tricloro-fenoJtipropiónico.
Es frecuente en las explotaciones agrícolas que por razones de organiza-
ción del trabajo no pueda evitarse ampliar el plazo de recogida del frute, por
ejemplo en los manzanos. Pero ese retraso, y especialmente en las variedades
«James Grieve», «COX Orange», «Perrnain dorada», «Berlepsch», y otras, puede
ocasionar pérdidas que al cabo de 8 días alcanzan hasta el SO %. El tratamiento
con sustancias de crecimiento puede retrasar la cosecha de 8 a 12 días.
Incluso si soplan vientos fuertes, la caida del Eruto es menor en los árbo-
les que han sido tratados. Este efecto se logra antes en las variedades estivales
que en las de otoño o invierno, aunque en la que presentan una caída escasa
del fruto, como por ejemplo «Ontario». no se observará ninguno. En las varie-
dades tempranas en particular, se observa una influencia sobre la calidad de
la fruta, se acelera la madurez y se intensifica la coloración.
Al utilizar cualquier sustancia de este tipo hay que realizar primero ensa-
yos para averiguar cuál es el mejor método de aplicación dependiendo de la
variedad, el estado del árbol y las condiciones ambientales.

Bibliografía del Capítulo 111

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Fundamentos del almacenamiento de fruta

4.1. Factores que influyen sobre la estabilidad


al almacenaje
Depende sobremanera de la especie y variedad frutales, y es modificada
por los factores ambientales. La más adecuada para el almacenaje es la fruta
de pepitas, especialmente la manzana, siendo de gran importancia _para el su-
ministro Invernal el cultivo de variedades resistentes y de invierno del man-
zano; éste ocupa un lugar preponderante en el tratamiento para el almacenaje.
Las variedades de fruto blando suelen ser poco adecuadas y sólo manteniendo
determinadas condiciones pueden almacenarse sin pérdidas de la calidad du-
rante un breve período de tiempo, que en el mejor de los casos es de algunas
semanas.

4.1.1. Influencia del biotopo y las condiciones de crecimiento

El biotopo ejerce una influencia decisiva sobre la conservación de los fru-


tos; los que proceden de regiones altas se conservan mucho mejor que los de
regiones bajas. La época de madurez de las manzanas cultivadas en la región
montañosa de las Mitrelgebirge se retrasa algo con respecto a las del llano,
iocluso varias semanas. Para esta demora se crean condiciones similares cuan-
do aumenta la latitud geográfica. Los suelos secos y ligeros y el clima cálido
aceleran la madurez. Las condiciones atmosféricas durante el año pueden
aumentar o disminuir la estabilidad al almacenaje típico de la variedad. Mu-
chas labores agrícolas pueden influir indirectamente, en especial actuando
sobre el tamaño del fruto; aS1, la poda influye sobre la densidad de los racimos
y con ello el tamaño del fruto.
Las manzanas de Tamaño excesivo, principalmente las tempranas y simi-
lares que debido al aclarado del racimo se desarrollan en exceso, se conservan
relativamente mal y por eso no habría que almacenarlas durante mucho tiem-
170 fRUTICULTURA

Tabla 1
Dependencia entre las pérdidas por almacenamiento y el tamaño del fruto en el
manzano, promedio de 2 años (almacén normal> + 4 oC)

Variedad Peso del Pérdida por alma-


fruto en g cenamiento en

"Ontario " 241,1 19,91


(almacenada 151 dias) 190,7 14,80
146,2 11,89
"A1brecht" 197,0 14,22
(almacenada 64 días) 144,0 13,20
101,7 10,26

po. Lo mismo se cumple para Jos frutos de los árboles rejuvenecidos; tienden
a ser poco estables, lo cual se acentúa en el almacenamiento y puede arrastrar
consigo grandes pérdidas. Por esa razón se almacenarán solamente aquellos
frutos de tamaño medio teniendo en cuenta el tipo de variedad.
La fruta procedente de árboles irregularmente abonados tampoco se con-
serva bien, actuando muy desfavorablemente el exceso de nitrógeno, que acen-
túa esa tendencia. Por el contrario, un suministro abundante de nitrógeno en
proporción adecuada con el P y el K, aumenta la estabilidad. El fósforo y el
magnesio incrementan basta un cierto límite la calidad. El suministro abun-
dante de potasa es decisivo para la resistencia de la fruta al almacenaje; en el
almacén madura más lentamente y las pérdidas por respiración y transpiración
son menores.
El riego durante las épocas de sequía no influye negativamente sobre la
conservación sino que por el contrario, un exceso de agua poco antes de la re-
cogida impide el desarrollo de la madurez fisiológica del árbol.
La [itosanidad contribuye decisivamente a la obtención de fruta resistente.
Los que han de almacenarse deben estar libres de mordeduras y micosis. En el
aire húmedo del almacén, manchas diminutas de roña crecen rápidamente y
destruyen toda la mercancía. La podredumbre que se origina a partir de una
zona mordida conduce frecuentemente a la pérdida de todo el fruto.
La combinación de variedades con distintos patrones modifica las condi-
ciones de almacenamiento de los frutos de pepita; las variedades de manzana
sobre «M-IX»y las de pera sobre membrillero se conservan peor que los mis-
mos árboles sobre patrones obtenidos de semilla.

4.1.2. Influencia del plazo de recogida

Una condición importante para que la fruta resista bien el almacenamien-


to es la elección del momento más idóneo para la cosecha. Desgraciadamente,
para su determinación objetiva no se disponen todavía de valores caracterís-
ticos adecuados para aplicarlos en 12.práctica. La vieja regla de que la fruta
madura se desprende del árbol cuando se la levanta, no se cumple en todos
los casos; muchas variedades caen poco antes de la madurez con gran facili-
dad (por ejemplo. «Berlepsch»),mientras que con otras aunque estén maduras
FUNDAMENTOS DEL ALMACENAMIENTO DE FRUTA 171

es difícil arrancarlas de la rama (por ejemplo, «Clara amarilla»). Habría que


recolectar cuando los frutos se suelten fácilmente o cuando aparezca Ia colora-
ción típica de la madurez; si se hace demasiado 'temprano o muy tarde, siem-
pre aparecen desventajas.

Tabla 2
Desventajas

Recogida d.""'rO tempra na Recogida demasiado tardia

Pérdida de peso
I
Pérdidas por caída de los frutos
Merma de calidad Dismin, de la resistencia al transporte
(se forman menos sustancias coloran- Dismin. de la resistencia al almacenaje
tes y aromáticas) Aumento de la tendencia al oscureci-
Dismin. de la resistencia al almacenaje miento de la pulpa
Tendencia a encoger
Tend. al oscurecimiento de la cáscara
Aumento de la tendencia a las macas

4.1.3. Influencia del almacenamiento después de la cosecha

La fruta recogida que vaya destinada a ser almacenada tiene que llevarse
inmediatamente a las cámaras Erigoríficasy ser enfriada allí, de una vez o por
etapas, a la temperatura prevista según la variedad. Si se la mantiene durante
mucho tiempo a temperaturas superiores disminuye su conservación. Las peras
deberán estar en las cámaras como mucho a las 24 horas de Laber sido reco-
gidas (véase 4.3.); si se las almacena primero a mayor temperan -a, pierden la
facultad de readaptar su metabolismo en Ia cámara frigorífica, por lo que ya
no son aptas para ser almacenadas. En donde la Eruta tenga que guardarse en
depósitos normales (véase 4.3.), sirven las mismas considerac.ones. Para en-
friar rápidamente la mercancía hay que aprovechar el aire fresco de la noche,

4.2_ Almacenes de fruta

4.2.1. Cálculo de la capacidad

Una plataforma de 1,80 X 0,80 m de superficie admite cuatro cajas, pudién-


dose amontonar sobre cada una de ellas seis cajas B de 15kg de capacidad
cada una. Con ayuda de una carretilla elevadora pueden colocarse tres platafor-
mas una encima de otra alcanzando en total una altura de 4,50m. Pªr- almace-
nar variedades de invierno .resistentcs a la presión, tales como "Clara amarilla»,
se utilizan cada vez más cajones incorporados a las plataformas; tienen una
altura de 72 cm y cabida para 225 6 250kg de manzanas. Ya que los costes de
construcción de los almacenes, referido a la cantidad que hay que guardar, son
menores al aumentar la altura, se tiende a apilar nueve cajones uno sobre
otro; para ello se necesita una altura de unos 7 metros.
172 FRUT1CULTURA

De la cantidad teóricamente almacenada hay que restar de promedio un


20 % porque hay que dejar espacios libres para Tacarga y el control de la mer-
cancía. Los depósitos con gas que no se abren durante el período de almace-
naje pueden llenarse completamente con cajas.
El tamaño necesario de un almacén debe calcularse sobre la base de la
fruta que hay que almacenar, no resultando rentable construirlo para una ca·
pacidad.inferior a las 1000 l. Con una unidad de producción de 100ha de man-
zanos de invierno se obtienen unas 2000 t de fruta. Es más conveniente cons-
truir almacenes grandes y utilizarlos en cooperativa.

4.2.2. Emplazamiento del almacén

Los almacenes pueden levantarse en el ámbito del comercio, de la indus-


tria elaboradora o de los productores de fruta: para Lasexplotaciones fruti-
culteras aboga el hecho de que la preparación de la fruta durante los meses
de invierno permite una mejor utilización de las brigadas. El aumento de la
productividad en la fruticultura solamente se logrará si mediante el empleo
de maquinaria de gran capacidad y economizadora de tareas manuales, la pro-
ducción de fruta es racionalizada en la misma explotación basta su introduc-
ción en el mercado. Queda así garantizada la continuidad del proceso de pro-
ducción por parte del productor hasta la mercancía final. El almacenamiento
y comercialización (clasificación, empaquetado) aseguran la intervención so-
bre el producto final, el fruto maduro. -

4.2.3. Particularidades de tipo constructivo

En el almacén la fruta no sólo es depositada sino también preparada, por


lo que es necesario disponer de un gran espacio de trabajo para dar cabida
a la maquinaria clasificadora y a la mano de obra necesaria. Según la estruc-
tura de cultivo en la explotación, una parte de la cosecha no es almacenada
sino que se envasa inmediatamente y se introduce en el mercado. El almace-
namiento de fruta en las cámaras refrigerado ras no debe interferir con la
comercialización del (ruto destinado a la venta inmediata, pero esta exigencia
sólo puede satisfacerse si se dispone de distintas vias para ambos procesos.
La cuestión de si en un futuro lejano el almacén deberá disponer de un
departamento de comercialización, no puede responderse hoy día de manera
satisfactoria. Con la creciente concentración del cultivo en las regiones fruti-
cultoras, puede que resulte conveniente -situar los almacenes en las proximi-
dades de la explotación a fin de evitar largos transportes en la época de máxi-
mo trabajo durante la cosecha. La preparación puede realizarse más tarde en
estaciones de comercialización dotadas de máquinas de clasificación y enva-
sado de gran capacidad.
Con la reestructuración de la agricultura es frecuente que queden Iibres
grandes edificios (pajares, establos) que pueden transformarse para almacenar
variedades de otoño. Las cámaras frigoríñcas y con gas se reservan para las
variedades de invierno.
FUNDAMENTOS DEL ALMACENAMIENTO DE FRUTA 173

Fig.l
Almacén de fruta tipo 04·480 t (Teutschenthal)

1-,-1
a ~ ...o
e c'O c"g

Local de
~iO
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e'c _-E'c
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1--:~

15000

51 ()(X)
Fig.2
Almacén de fruta tipo 04-480 t, plano (medidas en mm)
Este tipo puede ampliarse en cuanto a capacidad, siguiendo el principio
de las cajas de construcción
174 FR UTlCU LTU RA

4.3. Sistemas de almacenamiento

Almacén normal (= refrigerado con aire fresco)

La refrigeración se hace utilizando el aire fresco del exterior. El inter-


cambio y movimiento de éste puede verificarse por medio del gradiente natural
de temperaturas entre el interior y el exterior con ayuda de pozos de venti-
lación, o bien por medios técnicos tales como aspiradores y ventiladores.

Almacén frigorífico con o sin lavadero de aire

Se diferencia del normal principalmente por la utilización de máquinas


refrigerantes para producir frío y a veces también por un mayor aislamiento
de las paredes.

Combinación de ambos sistemas

El enfriamiento mecánico se limita a las semanas aún cálidas del otoño,


realizándose posteriormente con aire fresco.

Almacén con gas (almacenamiento en atmósfera controlada)

E:1 enfriamiento se realiza también aquí mecánicamente manteniendo al


mismo tiempo un determinado nivel de oxígeno y anhídrido carbónico en
el almacén .hermético, para lo cuaI es necesario el llamado bloqueo gaseoso
(aislamiento especial).

Almacén de congelación

Mediante frío se congela el producto y se conserva así durante largo tiem-


po sin que apenas disminuya la calidad. Este procedimiento es de interés
solamente para La industria elaboradora.
En el orden citado estos procedimientos requieren inversiones crecientes
que van unidas a una mayor eficacia biológica (mayor duración y seguridad
en el almacenamiento) del almacén, y mayores requerimientos en la comer-
cialización.
Para juzgar la aptitud de una variedad para ser almacenada o el efecto
de un determinado procedimiento es conveniente designar por «conservación
económica» el plazo de almacenamiento (período de tiempo en días) con unas
pérdidas del L{) %. Una pérdida de peso del 2 al3 % puede considerarse como
un valor ideal, mientras que con pérdidas del 5 al 7 % las manzanas pueden
comenzar a arrugarse.
La decisión sobre la construcción de un almacén para fruta no es fácil.
El establecimiento en una explotación de un almacén.normal, refrigerante o de
gas, depende de las variedades frutales cultivadas, del clima de la zona, de la
ubicación de la explotación y de la situación del mercado.

- - ----
FUNDAMENTOS DEL ALMACENAMIENTO DE TRUT A 175

Tabla 3
Pérdidas por almacenamiento deja variedad de manzana "Finkenwerder Prinz " en dis-
tintos sistemas de almacenaje (modificado de Loewel y Blank,1963)

Pérdidas por almacenaje en


Procedimiento de"almacenaje Duración
almaceno Pérdida Podre'
en días de masa dumbre total
Almacén normal 148 5,4 6,8 12,2
Almac. con lavado de aire 148 4,1 3,8 7,9
Depósito refrigerado 200 6,9 3,5 10,4
Depós. con lavado de aire 200 4,0 2,4 6,4
248 5,9 1,6 7,5

Como en cualquier caso el almacén tiene que quedar aislado, incluso si


solamente se enfría con aire fresco hay que tener presente esa condición.
Posteriormente, y sin necesidad de aumentar el aislamiento, puede instalarse
un grupo refrigerante transportable para enfriar rápidamente la fruta alma-
cenada en fresco, o bien transformar totalmente el almacén para refrigeración
mecánica. El aislamiento delgado que suele utilizarse en muchos almacenes
.normales cuesta sólo un poco menos que el necesario para las cámaras refri-
gerantes.

4.4. Condiciones de almacenamiento


4.4.1. Higiene en el almacenamiento

AL tes de utilizarlos hay que desinfectar cuidadosamente los almacenes con


formalina, lechada de cal o cualquier otra sustancia antiséptica, y ventilar
completamente a continuación. La desinfección debe incluir a todas las insta-
laciones, también a las cajas y las plataformas e igualmente a los canales de
entrada y salida del aire.

4.4.2. Climatización y renovacióndel aire

La atmósfera en el almacén es de importancia decisiva para conservar


durante largo tiempo la fruta con un mínimo de pérdidas; también lo es la
posibilidad de regular la tempera iura, humedad, composición e higiene del
aire. En los que carecen de refrigeración adicional no siempre es posible man-
tener lo suficientemente baja la temperatura, por lo que hay que tratar de
utilizar el aire frío de la noche para bajarla en el interior del almacén. A fina-
les del otoño, Jos días cálidos impiden con frecuencia que la temperatura
interior descienda rápidamente lo suficiente. En el norte de la República De-
mocrática Alemana y en las regiones elevadas se logra más fácilmente que en
las zonas de otoños cálidos, como por ejemplo en las vegas de Magdeburgo.
Las dificultades que con respecto al mantenimiento de una temperatura
176 FRUTICULTURA

Fig.3
Grupo refrigerante móvil para enfriar cá-
maras llenas de aire fresco. El termocam-
biador (Cig.4) es introducido en la cámara
por una abertura de la pared

baja para el producto se presentan en los almacenes sin refrigeración mecáni-


ca, muestran que el método del aire fresco sólo es posible en casos especiales
y para determinadas variedades. Si se requiere una máxima conservación de la
calidad con pérdidas mínimas, numerosas variedades, y en especial manzanas
y peras, sólo pueden conservarse en almacenes refrigerados.
En los almacenes de fruta hay que cuidar un aporte suficiente de aire
fresco. En los normales, ese aire tiene por objeto principal llevarse el exceso
de calor, pero ya que es mal conductor térmico se requieren grandes cantida-
des del mismo. Para utilizar las temperaturas frescas del exterior hay que
colocar termosondas en el almacén y al aire libre; un termostato conecta los
ventiladores en cuanto que en el exterior baga más frío que en el interior. Ya
que es necesario poder utilizar también los breves descensos de temperatura,
hay que procurar que los ventiladores cambien totalmente el aire unas 30 ve-
ces por hora con respecto al volumen del almacén. Si éste se encuentra total-
mente lleno no son de temer daños por la helada en los frutos durante el in-

Fig.4
Grupo refrigerador
móvil, termo-
cambiador
FUNDAMENTOS DELALMACENAMTENTO DE FRUU 177
vierno; la fruta genera el suficiente calor como para eliminar esos peligros
de 10s almacenes bien aislados. Solamente en caso de que estén parcialmente
vacíos o reine un frío intenso son necesarios los calefactores de rayos in-
frarrojos.
La temperatura puede regularse asimismo por medio de refrigeradores
especiales. El enfriamiento se basa en el principio de la evaporación de liqui-
das con un punto de ebullición bajo, utilizándose el fria de evaporación que
se genera. Las partes principales de un sistema de refrigeración son las siguien-
tes: compresor, evaporador (recipiente del agente frigorífico), licuefactor y
válvula reguladora. Su potencia será tal que se podrá alcanzar una diferencia
de temperatura de 15 "C en 48 horas con la mitad del almacén ocupado. Las
oscilaciones de temperatura valdrán como máximo ± 0,5 "C. Puesto que en
los almacenes refrigeradores el aire ya no es decisivo como agente refrigerante,
para eliminar las sustancias aromáticas volátiles es suficiente con un cambio
del mismo de S a 10 veces diarias. Amontonando de manera conveniente el
producto puede facilitarse la circulación del aire.
Más difícil que mantener temperaturas óptimas es regular la humedad del
aire. Para evitar el arrugamiento de los frutos es necesaria una humedad rela-
tiva del aire del 85 al 95 %, Yhay que tener en cuenta las necesidades de las
distintas variedades al respecto.
En los almacenes normales con suelo de material poroso, por ejemplo
ladrillos de mortero de cal, puede elevarse regando frecuentemente. Pero ya
que en los que se utiliza maquinaria pesada para el transporte de cajas y
plataformas tiene que haber suelos de hormigón armado, en estos casos son
necesarios aparatos especiales humectan les. Se utilizan torres de lavado del
aire que consisten en un cilindro que absorbe aire por la parte superior me-
diante un ventilador, y que lo vuelven a expulsar por abajo. Al pasar por el
aparato el aire es enriquecido en agua mediante toberas pulverizadoras y capas
de superficie aumentada que siempre están húmedas. De este modo es relati-
vamente fácil mantener la humedad deseada en el aire del almacén.
Las torres de lavado del aire pueden ir equipadas además con un grupo
refrigerante que regule, permanente o momentáneamente, la temperatura.
Muchas veces van provistas de un sistema incorporado de calefacción para
calentar el aire del almacén durante las heladas. Las torres calentables se usan
también en las cámaras de maduración para acelerar, a 18 OC Y humedad
media del aire, la madurez y el colorido de las peras que permanecen verdes
en el almacén refrigeran le, y la madurez para la venta de las manzanas.
El lavado del aire ofrece, además, la ventaja de que así se eliminan los
compuestos perjudiciales para la fruta almacenada, esto es, el aire del almacén
es purificado. Hasta el momento se han logrado identificar en distintas varie-
dades de manzana más de SO sustancias aromáticas volátiles por medio de
cromatografía de los gases, tratándose sobre todo de acetona, alcoholes supe-
riores y sus ésteres con ácidos de la fruta. Si permanecieran en el local se pro-
duciría la maduración prematura y además, si se almacenaran al mismo tiempo
otras variedades de maduración más tardía, se les estimularía en su desarro-
llo. Haciendo desaparecer continuamente del aire del almacén estas sustan-
cias aromáticas volátiles es posible guardar juntas variedades que maduran
en distinta época sin que se influyan. El etileno, que actúa como acelerador, no
es eliminado de forma eficaz en el lavado del aire pero su acción perjudicial
sólo es activa por encima de los 4 "C.
FRUTICULTURA

Fig.5 Fig.6
Refrigerador de aire con control central Torre de lavado de aire, combinación de
colocado en la pared de la cámara para un sistema de limpieza, enfriamiento y
ahorrar espacio humectación del aire

Utilizando un grupo de lavado de aire es posible prescindir de la renova-


ción del mismo en el almacén refrigerante; también pueden usarse en los
normales. La torre de lavado cuida de una buena circulación del aire puesto
que al estar situada en el centro del local, refuerza la acción de los ventiladores
colocados en las paredes.
La durabilidad de los frutos puede aumentar en una atmósfera pobre en
oxígeno y enriquecida en anhídrido carbónico. La composición del aire en un
almacén hermetizado con mezclas variables de gas no puede dejarse al azar,
por lo que suele hablarse de un almacenamiento en atmósfera controlada. Las
distintas variedades reaccionan de modo muy diferente a las diversas compo-
siciones del gas.

Tabla 4
Aptitud de las variedades de fruto de pepita para el almacenaje en atmósfera controlada

"Cox Orangen"
"Golden Delicious"
"Jonathan "
"WilliamsChrist"
"Konferenz"
FljjNOAMENTOS DEL ALMACENAMIENIODE PRÜTA ];79

-'fabla 5
Condiciorres de almacenaje que-exigen distintas variedades de fruto de pepita
Grupo L (Varje~des que pueden.almacenarse- a+0,5 e- C +0,5 e e ; humedad relativa
del .aire 87-92 ) - _ .
'•Albrecht ', Altlander Pfannkuphenapfel', 'Baumann', 'Berlepsch ', 'Bt:e~,
'Carola', 'Clivia', 'Erwin Baur", 'Golden Delicioua', 'Ingrid Marie', 'Landsbér-
ger ', "Nordhausen", 'Zuccalmaglio" y todas las variedades de p-eras.
Grupo II (Variedades quepueden almacenarse a +2,5 o e +0,5 "e, humedad relativa del
aire 87-92- )
'Boskoop ', 'Diilmener Rosenapfel', 'Herma', 'Herrnhut', 'James Grieve', 'Jopa-
than " 'Oldenburg ', 'Cox' Orangen '
Grupo III Varieda-des que no _pueden almacenarse por debajo de +4,5 o e +(),~,o c. hu-
medad relativa del aire 87-92 )
'Champagner Rene~te', 'Pearmain DOTada', 'Jakob Lebel', 'Ontazió ', 'Zaber-
gau Renette'

Tabla 6
Condiciones de almacenaje que exigen las frutas blandas
Tempet~- Humedad Conserva-
Especie frutal tura en e relativa ción en
en días

Cerezas +0 80 - 90 8 -14
Ciruelas +1 85 - 90 14 - 25
Melocotones +0-+4 85 - 90 10 -40
Bayas de arbusto +0 80 - 90 8 - 4f>
Fresá +0 80 - 90 6 -10

Fig. 7
Almacenamiento de manzanas. A la izquierda sin estar cubiertas de. una-lámina de polieti-
leno, a la derecha cubiertas
180 FRUTICULTURA

La retirada parcial del oxígeno condiciona una mayor lentitud de los pro=
cesos metabólicos. Sin embargo, el COzformado en la respiración de los hidra-
tos de carbono es venenoso a partir de una determinada concentración y por
tanto, hay que extraerlo del aire del almacén mediante los llamados «scrubber»
(lavadores de gas), en los que las lejías absorben anhídrido carbónico. Para
controlar la composición del gas, que debe mantenerse exacta, son necesarios
buenos registradores.
Las condiciones de almacenamiento han de ser tales que las variedades
que hay que guardar encuentren situaciones que les sean favorables.

4.5. Almacenamiento en láminas de polietileno


Las cantidades pequeñas de fruta pueden almacenarse en bolsas de po-
lietileno y las cajas se envuelven en láminas de este mismo material. Este
procedimiento se corresponde más o menos al almacenamiento en gas. Si la
envoltura es hermética, las pérdidas por transpiración se reducen notable-
mente. Muchas variedades, como por ejemplo «Clara amarilla», se conservan
bien en estos envases. Este procedimiento no es recomendable en el caso de
grandes cantidades de fruta ya que se producen muchas pérdidas por enne-
grecimiento de la cáscara. Es adecuado para el abastecedor independiente que
controla frecuentemente la mercancía.

4.6. Enfermedades producidas durante el almacenaje


Diversas podredumbres producen pérdidas cuando el fruto cuelga todavía
del árbol. Puntos infectados que apenas son visibles durante la recogida pue-
den desarrollarse tanto durante el tiempo de almacenaje que deprecian el fru-
to. Por otro lado, en los frutos de pipa hay podredumbres insignificantes
durante el crecimiento que se evidencian durante el tiempo en que son guar-
dados. En las variedades tempranas, estas infecciones se atribuyen por lo
general a roña o momificación, en las tardías se añaden además podredumbres
típicas del almacenamiento que pueden ser igualmente de naturaleza parasi-
taria. Aparte de todo eSLO,pueden producirse pérdidas a consecuencia de
alteraciones en el metabolismo ocasionadas, especialmente en los refrigera-
dores, por condiciones desfavorables de almacenaje.

4.6.1. Enfermedadesde origen parasitario

Los agentes patógenos de estas enfermedades pueden aparecer durante el


desarrollo del fruto y propagarse en el almacén.
Los puntos de infección del tamaño de la cabeza de un alfiler de la roña
de las manzanas (Vel1lúria inaequális [Cooke] Aderh.) suelen ser punto de
partida para las podredumbres.
La momificación de los [rutos (Monília [ructigena Pers.) se manifiesta en
la cáscara coloreada de negro azulado. correosa y de brillo metálico. La pulpa
es de color marrón y tiene sabor amargo.
FUNDAMENTOS DEL ALMACENAMIENTO DE FRUTA 181

La monilia (Mucor piriiormis) se caracteriza por esporas de color gris


amarillento situadas en círculo sobre los frutos.
Las podredumbres de origen parasitario que, independientemente del mo-
mento de la infección, se manifiestan durante el almacenamiento, son muy
numerosas y según la coloración de la zona dañada suelen clasificarse en
moho rosa (Trichotécium ráseum. [Bull.] Lk.), moho gris tBotrytis cinérea
Pers.), roña verde (Penicillium. gláucum. L.), roña parda (Néctria galligena
Bres.) o roña negra (Spháeropsis malárum Peck.).
La putrefacción debida a Fusarium (Fusárium avenáceum [Fu] Sacc.) se
propaga desde el corazón de la fruta hasta la cáscara, aunque también la
pulpa sana tiene sabor amargo como en el caso de la putrefacción debida
a Gloeosporium tGroeosporium álbum Osterw. y Gl. [ructigénuni Berk), que
comienza con incrustaciones en la cáscara en forma de vidrio de reloj que des-
pués penetran bacia el interior.

Medidas preventivas

La mayoría de estos agentes patógenos sólo pueden penetrar en el fruto


a través de heridas. La fruta que se va a almacenar debe estar, pues, libre de
ellas, pues incluso las más pequeñas resultan peligrosas. Por precaución, los
almacenes vuelven a fumigarse con fungicidas entre mediados y finales de
agosto.
Amén de un manejo cuidadoso. la higiene previa del almacén es una con-
dición perentoria. La desinfección del local y de las cajas hay que hacerla
concienzudamente. y cada corro espacio de tiempo hay que controlar el pro-
ducto por si aparecen podredumbres.

4.6.2. Enfermedadesde origen fisiológico


Los agentes patógenos de estas enfermedades pueden presentarse durante
la cosecha o poco después. La aparición de manchas puntuales. verdosas y
algo hundidas, que penetran algunos milímetros en la pulpa y que tienen sabor
amargo. se designa por punteadura. Esta enfermedad la ocasiona un abonado
desigual (exceso de N) e incide especialmente en los primeros frutos. La infec-
ción puede controlarse administrando varias veces cloruro o nitrato sódicos
al 0,5 ó 1 %, comenzando unas 8 semanas antes de la recogida.
Se designa por transparencia una enfermedad que se presenta en forma de
zonas vidriosas y transparentes sobre los frutos, y que se debe probablemente
a una fuerte irradiación tras unas condiciones fisiológicas frías.
En los refrigeradores son frecuentes alteraciones fisiológicas propias de la
característica de la variedad. Los daños por congelación que se presentan en
forma de manchas irregulares, son signo de un intenso subenfriamiento; es
aconsejable utilizar inmediatamente los frutos una vez descongelados. Como
medida preventiva sirven los dispositivos de lavado de aire y una buena venti-
lación del almacén. El oscurecimiento de la pulpa no resulta visible al principio
pero al ser muy intenso se transparenta a través de la cáscara. En las varie-
dades sensibles, la temperatura del almacén no ha de ser inferior a los + 3 oc.
Cuando se tienen almacenados durante un largo período de tiempo, alrededor
182 FRUTICULTURA

de] corazón aparecen manchas pardas que se designan por oscurecimiento


medular; esta alteración fisiológica que se produce en los frigoríficos no es
idéntica a la putrefacción debida a Fusarium. Las segregaciones gaseosas de los
frutos a través de las lenticelas pueden causar modificaciones patológicas que
se llaman enfermedades de las lenticelas. De gran írnporta-icia económica es
una enfermedad similar en la variedad «Jonathan» que -se designa por Jona-
than-spot; para evitarla es conveniente utilizar torres de lavado del aire.
Para el buen éxito del almacenamiento son decisivos un control perma-
nente del producto y recurrir a la literatura especializada para el tratamiento
de las distintas variedades en cuanto que aparezcan alteraciones patológicas.

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Fundamentos de la planificación técnica
y organización de la producción frutícola

5.1. Supuestos previos


El cultivo de fruta para el mercado es una de las ramas productivas de la
agricultura más recientes. Hasta hace unos pocos decenios cada uno producía
para sí mismo y al mercado sólo podían .enviarse pequeñas cantidades. Bajo
estos supuestos surgieron en primer lugar las formas primitivas de la fruticul-
tura campesina, con pocos árboles en cada explotación y que generalmente
sólo era un aprovechamiento adicional de los prados y campos, y sólo en raras
ocasiones llegaba a constituir unidades cerradas. Este tipo de cultivo es el que
todavía impera actualmente en una parte considerable de nuestro censo fru-
ticula. En tales cultivos,las labores de labranza tendentes a un aumento de la
cosecha sólo pueden realizarse dentro de unos limites muy estrechos; la mayor
parte efelos costes se originan en la recogida de la producción, generalmente
reducida. Para fines técnicos esta forma de la fruticultura no desempeña papel
alguno. Solamente en caso de condiciones de venta muy favorables se desarro-
llaron en el pasado formas de cultivo intensivo, siendo su principal caracterís-
tica una gran densidad lograda por lo general combinando los cultivos de
árboles frutales, arbustos y fresas sobre una misma superficie (por ejemplo la
región fruticola alrededor de Werder). La comercialización exigía, en compara-
ción con otros cultivos agrícolas, un gran despliegue de trabajo por unidad de
superficie. Aunque la productividad alcanzada no fuera muy grande consti-
tuían, incluso con explotaciones muy pequeñas, la base de existencia de una
familia.
Hoy día, en las condiciones de desarrollo de la sociedad socialista avan-
zada y con el rápido crecimiento de las fuerzas productivas, el objetivo en el
campo de la producción frutícola reside en utilizar plenamente las relaciones
socialistas de la producción, aplicar metódicamente las leyes económicas del so-
cialismo y contribuir decisivamente a la realización de la ley de economía del
tiempo. El aumento constante de la productividad adquiere una especial impor-
tancia; se trata de lograr cosechas elevadas y estables a bajo costo para poder
184 FRUTICULTURA

suministrar a la población, de acuerdo con las circunstancias, fruta y produc-


tos frutícolas de manera continua y con un surtido de calidad elevada.
Los medios principales para lograr un gran rendimiento en la producción
de fruta son la intensificación y racionalización socialista sobre la base de la
transición escalonada a los métodos de producción industrial. Estos objetivos
solamen te pueden lograrse por medio de la cooperación. En los próximos años
habrá que desarrollar en las principales regiones productoras la cooperación
entre las cooperativas agrícolas y horticultoras, y las propiedades privadas con
el fin de crear unidades especializadas de producción de fruta.
La obtención de fruta se caracteriza porque una gran parte de los fondos
financieros aplicados al proceso productivo lo son a largo plazo; son las propias
tierras de cultivo y una gran parte de los gastos de almacenamiento y comer-
cialización. El establecimiento de explotaciones frutícolas y la construcción
de instalaciones de almacenaje y comercialización son condiciones previas
esenciales para crear el desarrollo tecnológico del proceso de producción,
que durante el tiempo de utilización sólo pueden variar y adaptarse al de-
sarrollo de los instrumentos productivos dentro de estrechos límites. La plani-
ficación a largo plazo teniendo en cuenta las tendencias del progreso técnico
y científico y el desarrollo de las condiciones productivas, es una de las cues-
tiones de más difícil solución en el curso del proceso reproductor de la fruti-
cultura.
La elevada proporción de trabajo concreto que hay que aplicar al proceso
productivo y la necesidad de una mayor intensificación, ponen de evidencia
que las tareas de organización del proceso y el trabajo como elementos de la
dirección, adquieren cada día mayor importancia en el éxito económico de
la explotación.
En el momento actual, la cooperación entre distintas explotaciones próxi-
mas se completa sobre todo en los siguientes campos:

Planificación del cultivo en el marco de varios municipios para lograr


efectivos tecnológicamente unificados y de tamaño suficiente.
Aprovechamiento conjunto de las máquinas e instalaciones.
Ejecución conjunta de determinados trabajos tales como la planta-
ción, tala, abonado y laboreo de grandes cantidades de fresas.
Servicio común de alarma firosanitaria.
Inversiones comunes al bacer nuevas plantaciones y adquirir nuevas
técnicas.
Construcción y administración conjunta de estaciones de almacenaje
y comercialización.

Además, la formación de cooperativas Irutícultoras, realizada generalmen-


te en el marco de los distritos en los que las cooperativas agrícolas y las pro-
piedades privadas colaboran en la industria transformadora y en la organi-
zación comercial, ha fomentado vigorosamente el desarrollo de la producción
fruticultora. En el marco de la cooperación se resuelven sobre todo las siguien-
"tescuestiones:
FUNDAMENTOS DE LA PLANIFlCACION TECNrCA V-ORGANIZACI0N 185

Amortización a largo plazo entre el desarroJlo de la producción y las


necesidades.
Regulación de ventas de (ruta.
Dotación de medios especiales de producción a las explotaciones.
Organización del almacenaje en el territorio.
Asesoramiento técnico y de producción a las empresas miembro, y
especialmente impartición de nuevos conocimientos científicos y pro-
cedimientos.
Cualificación de los cooperativistas que trabajan en la fruticultura,
trabajadores agrícolas y brigadas.

5.2. Sistemas de cultivo


Bajo el concepto de «sistemas de cultivo», se agrupan las plantaciones de
árboles frutales atendiendo a peculiaridades que caracterizan las condiciones
existentes, de tipo económico y fisiológica, cuando se las explota, Como carac-
terística principal distinguimos distintas formas de cultivo, y dentro de ellas
los sistemas de plantación, formas de árboles y conformación de la copa. Estas
tres últimas características son especialmente adecuadas para describir la si-
tuación existente en una plantación para el uso de la técnica. Además, a partir
de los datos más concretos de las distintas características puede deducirse el
grado de intensidad de aprovechamiento del suelo y el que es posible para
explotar una determinada plantación.

5.2.1. Formas de cultivo

Distinguimos aquí entre cultivos de grupo y mixtos. En los primeros se"


aprovecha una superficie determinada exclusivamente con frutales; otras espe-
cies vegetales se aprovechan solamente para fines de obtener abono verde o
abrigo. En el caso del cultivo mixto, por el contrario, se 'tienen sobre la misma
superficie otras especies vegetales con fines de venta o utilización en otros
ramos de la explotación. En este sentido se considera también el empleo de un
cultivo de frutales como gallinero. La fruticultura en régimen mixto imposi-
bilita el uso de procedimientos integrales de producción y, por tanto, excluye
desde un principio la posibilidad de una explotación intensiva.
Dentro de estos dos tipos de cultivo se distinguen las plantaciones de gru-
po y las mixtas. Las plantaciones de grupo son fisiológicas y económicamente
mucho más uniformes; la extensión de la copa, el tipo de crecimiento y la vida
son aproximadamente iguales. Por esa razón pueden elegirse distancias igua-
les entre plantas O filas. Todas las operaciones de labranza, incluso la cosecha
en el caso extremo, pueden realizarse de igual modo y en el mismo momento.
Estas plantaciones ofrecen por consiguiente condiciones óptimas para una
explotación racional.
Como contraste están las plantaciones mixtas, entre las que hay que dis-
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FUNDAMENTOS DE LA PLANlFICACION TECNlCA y ORGAN1ZAClON 187

tinguir las de una y las de varias especies. Estas últimas son particularmente
problemáticas, por ejemplo manzanos con perales, ciruelos o groselleros, por-
que es prácticamente imposible crear condiciones óptimas de crecimiento
para las distintas especies. Esto rige sobre todo en lo que respecta a la lucha
contra los parásitos y las enfermedades, e igualmente para el aclarado quimico
de frutos.
Esto obra muy desfavorablemente en el aumento notable de la dificultad
de los trabajos de cosecha, presentándose en especial cuando el frutal cam-
bia de hilera o cuando en cada una de éstas hay distintas variedades como
sucede en las plantaciones mixtas de una especie. También 10 son de este tipo
cuando en un mismo cultivo los árboles alcanzan edades muy diferentes o las
variedades requieren de cuidados muy distintos.
Al establecer una explotación fruticultora hay que evitar todo tipo de
cultivos y plantaciones mixtas porque excluyen a priori la obtención de cose-
chas máximas a un mínimo costo de trabajo.

5.2.2. Sistemas de plantación, formas de árboles y conformación de la copa

El sistema de plantación viene caracterizado de manera clara por las dis-


tancias de plantación (distancia de hilera = distancia entre las hileras; distan-
cia de árbol = distancia en la hilera). Para representar la forma del árbol
sirve la longitud del tronco. Las características principales del sistema de rami-
ficación de la copa describen la conformación de la misma. En las páginas 15
y 17 se explican las características de la forma del árbol y la conformación de
la copa, respectivamente.
El compromiso para una producción racionalizada establece limites relati-
vamente estrechos en lo que respecta a la elección de los posibles procedi-
mientos de trabajo. Se produce así la normalización de los sistemas elecultivo.

5.3. Elección del biotopo • cuestiones comerciales


5.3.1. Efecto de los factores naturales del biotopo

Desde una perspectiva económica, las diferencias en las condiciones na-


turales del biotopo se presentan como diferencias en los costes por unidad de
producción. Sin embargo, no todos los factores naturales obran con la misma
intensidad. El empeoramiento de las condiciones del suelo puede corregirse
con medidas agrícolas y de cultivo, contándose entre ellas la mejora del suelo,
la elección de combinaciones apropiadas de variedades y patrones, distancias
correctas entre las plantas, sistemas de labranza adecuados al biotopo, etc.
Una influencia activa sobre el clima o las condiciones atmosféricas del
lugar es sólo posible a un nivel muy limitado, y exige, como en el caso
del riego o la aspersión contra heladas, costes muy elevados. Por esa razón, los
factores climáticos imponen límites a la fruticultura con más claridad que el
suelo.
188 FRUTICUL TORA

5.3.2. Efecto de los factores económicos del biotopo


5.3.2.1. Comunicaciones

La fruta acarrea gastos de transporte muy superiores a los de los otros


productos agrícolas ya que es más sensible y, por tanto, tiene que ser transpor-
tada más rápidamente, con mayor cuidado y en embalajes especiales. Es fre-
cuente que el espacio destinado al transporte no pueda llenarse por completo
siendo especialmente sensibles las fresas, cerezas dulces y ciruelas tempranas
destinadas al mercado en fresco. Por eso tienen que cultivarse preferentemen-
te en las proximidades de los centros de consumo. De todas maneras, la cre-
ciente rapidez del tráfico (autopistas), la mejora de los medios de transporte
(vagones frigoríficos) y la técnica del embalaje permiten hoy día superar dis-
tancias de 100km para estas especies frutales.
Las condiciones de comunicación van perdiendo en conjunto importancia
en la distribución de los biotopos de producción frutícola, toda vez que la
fruta es un producto de valor relativamente elevado en el que los costes
de transporte constituyen sólo una parte mínima de los totales de producción.
Si se dispone de varias localidades donde elegir, naturalmente lo conecto es
decidirse por los que estén en las proximidades de los centros de consumo. Lo
mismo vale con respecto al suministro a la industria elaboradora de la fruta,
siempre que no se levanten nuevas fábricas en los lugares de producción.

5.3.2.2. Organización comercial


De gran importancia para abastecer, con pocas pérdidas, de fruta al con-
sumidor es una organización comercial bien montada y una capacidad sufi-
ciente de elaboración por parte de la industria frutícola. La primera debe
informar durante la época de recogida y en intervalos cortos de tiempo sobre
la situación en los mercados exteriores a los limites del distrito, y estar en
condiciones de llevar el producto en el mínimo tiempo posible a los Jugares
de mayor demanda.
Las distintas formas de suministro directo entre el productor y el consu-
midor (mayorista, por ejemplo industria, lonjas de detallistas, venta directa)
son de gran importancia para reducir las pérdidas y que la fruta mantenga
la misma calidad que tiene con el productor.
Extraordinariamente importante para mejorar el suministro es, además,
la ampliación de la capacidad de almacenamiento.

5.3.2.3. Mano de obra


Un factor en la elección del lugar más importante que el campo de venta
es la situación local de mano de obra. Mientras que las necesidades habituales
de mano de obra en la fruticultura no son en promedio superiores al nivel
normal por hectárea en una explotación agrícola, las necesidades temporales
durante la cosecha pueden multiplicarse notablemente. Con los frutos de pipa
más del SO % del trabajo se realiza durante el período de tiempo relativamente
breve de la cosecha, con los frutos de hueso es del 70 al 80 % Y con las bayas
FUNDAMENTOS DE LA PLANlFICAClON TECNICA y ORGANIZACION 189

más del 80 <va. Las posibilidades de ampliación del cultivo de fruta en una
explotación depende sobremanera de la mano de obra temporal disponible
localmente. La mayoría de las regiones con condiciones favorables de venta
suelen tener también reservas relativamente grandes de mano de obra estacio-
naria.

5.3.2.4. Concentración territorial de la producción frutícola

Teniendo en cuenta las condiciones naturales de la localidad, el nivel de


venta y la mano de obra, en el curso del futuro desarrollo de la fruticultura
en la República Democrática Alemana deberá alcanzarse una mayor concen-
tración territorial. La razón no radica simplemente en que las unidades gran-
des de producción son condición previa para la futura industrialización de la
misma. Allí donde la fruticultura haya adquirido a nivel territorial una gran
importancia, su fomento por parte de los órganos de dirección del Estado resul-
tará más sencillo que en las regiones en que constituya un fenómeno aislado
y su importancia quede en un segundo plano por detrás de otros problemas
de la agricultura. El trabajo de las organizaciones comerciales resultará asi-
mismo más fácil. Puede organizarse mejor el servicio de reparaciones y sumi-
nistro de piezas de recambio de las máquinas especiales utilizadas en el cultivo.

5.4. Incorporación en la explotación agrícola

5.4.1. Fundamentos generales

Las condiciones de tipo económico y natural favorables en una localidad


no son suficiente para poder explotar con éxito un cultivo frutfcola, y tampoco
sirven de mucho los mejores conocimientos técnicos si no hay una base empre-
sarial y de organización del trabajo en la que puedan emplearse.
La [ruticultura empresaria! debe ser esencialmente una unidad de autopla-
niiicacián y COIl independencia económica que tenga una cierta autonomía con
respecto a la organización del proceso productivo. Esta exigencia es el resul-
tado de que para muchas operaciones se necesita maquinaria especial y que los
trabajadores cualificados requieren de una formación y destreza especiales. La
elevada concentración de mano de obra especializada y de medios de produc-
ción exige unos dominios de responsabilidad claramente delimitados, y en caso
necesario, el director de la producción debe estar en condiciones de emplear
maquinaria y mano de obra independientemente de la situación en otras sec-
ciones de la explotación. Si no se cumple esta condición previa, sucede, tal
como muestra la experiencia en muchos casos, que no se cumplen plazos im-
portantes, como por ejemplo en las operaciones fitosanitarias. Los daños eco-
nómicos suelen ser entonces mayores que en errores similares en otros cultivos
agrícolas. Por consiguiente, el desarroUo de secciones cooperativas autónomas
de la producción frutícola debe ser considerado como base especialmente apta
para la industrialización en este ramo.
190 FRUTICULTURA

5.4.2. Extensión mínima de las superficies de cultivo

Estrechamente relacionado con el paso a los métodos de producción indus-


triales va el aumento de las unidades de producción. Cuando éstas son gran-
des, una ventaja esencial reside en las posibilidades de cualificar la planifi-
cación y la productividad por medio de una especialización de las distintas
tareas. La producción en régimen industrial requiere un alto nivel de prepara-
ción global, incluyendo la planificación tecnológica y una elevada calidad de
las decisiones que hay que tomar diariamente en este proceso en cuanto a la
disposición laboral. En la U.R.S.S.ya hay unidades de producción que abarcan
más de 5 OOOhectáreasde frutales. En el campo de la técnica está la creciente
capacidad de las diversas máquinas, que invita a aumentar las unidades de
producción. Para el desarrollo subsiguiente será típica la concatenación cre-
ciente de maquinaria diversa dentro de un sistema, con lo cual podrá lograrse
la compleja mecanización dentro de determinadas secciones productivas. Un
ejemplo lo constituye el abonado mineral que se realiza simultáneamente con
las distintas máquinas de carga, transporte y dispersión. Tres tractores equi-
pados con la abonadora RCW3 pueden estercolar dentro del plazo previsto 400
hectáreas de frutales, transportándose el abono desde el centro agrotécnico
hasta la plantación, donde es cargado en la dispersora por medio de la grúa
T 157. Una máquina de poda no selectiva de los árboles puede cuidarse igual-
mente de hasta 400ha de frutales. En fitosanidad, tres máquinas son una me-
dida adecuada; su capacidad abarca unas 100ha de manzanos en producción
y puede llegar hasta 200ha si se trata de plantaciones jóvenes y combinaciones
adecuadas de frutos de hueso y en baya. Las clasificadoras tienen actualmente
una potencia de hasta 3000 t/año y es de esperar que en años próximos se
introduzcan máquinas aún mayores.
Puede decirse hoy día, por tanto, que las unidades tecnológicas de produc-
ción deben abarcar como mínimo 200ha y que las unidades de dirección deben
alcanzar un múltiplo de este valor.

5.4.3. Ordenamientoeconómico del trabajo

La cantidad de fruta que puede cultivarse realmente en una región terri-


torialmente limitada sólo puede decidirse a partir de un cuidadoso análisis
de la situación económica y laboral globales. Un medio auxiliar importante es
el cálculo previo de las perspectivas anuales de trabajo.
Requisito previo es conocer las necesidades de trabajo y su distribución
temporal. En las condiciones de la parte central y meridional de la República
Democrática Alemana,esos períodos de tiempo pueden dividirse como se indi-
ca en el cuadro li.
Las necesidades de tiempo de trabajo se determinan en base a los respec-
tivos procedimientos de trabajo y producción; estos últimos están descritos
en la sección 6.2. para las distintas especies frutales con los correspondientes
valores teóricos de requerimiento de tiempo. En el cuadro III se distribuye
en los diversos períodos agrícolas del año. Siempre que resulte necesario, den-
tro de cada variedad se distinguen los distintos grupos de madurez. En el caso
de los [rULOS de hueso, hay que dividir también según el procedimiento «sin»

- ------
FUNDAMENTOS DE LA PLANIFlCACION TEemeA y ORGANIZACION 191

Tabla 2
Perlados frutfcolas para las zonas centrales y meridionales de la RDA

Periodo Tipos de trabajo

11.4. - 9.6. Parte principal de la labranza; 40% de las medidas fitosanitarias, 2a dosis
de abono -minera);recogida y venta de grosellas espinosas verdes a partir
del 25. 5
10.6. - 9. 7. Labranza; 20% de las medidas fitosanitarias; recogida y venta de fresas,
cerezas tempranas y medianas, guindas tempranas, grosellas espinosas
maduras
10. 7. - 24. 7. Labranza; siembra de abono verde; fitosanidad; recogida de fresas; recogi-
da -y venta dé cerezas tardías, guindas medianas, grosella y grosella espi-
nosa, ciruelas tempranas
25.7. -14.8. Labranza; siembra de abono verde; fitosanidad; recogida y venta de guin-
das 'Schattenmorelle", ciruelas tempranas, manzanas y peras muy tem-
pranas; arranque de sarmientos y plantaci6n de fresas
15. 8. -31. 8. Fitosanidad ;.r~cogiday venta de manzanas, peras y ciruelas tempranas, así
como de la variedad de grosellero 'Rote Spátlese", plantación de fresas
1. 9. -19. 9. Recogida y venta.o almacenamiento de manzanas de otoño o principios
de invierno, de peras del mismo tipo y ciruelas de otoño
20.9. -19.10. Recogida y venta o almaeenamiento de manzanas de invierno, peras del
mismo tipo y ciruelas tardías
20.10. -9. 11. Venta final de fruta de invierno, si no se puede almacenar durante largo
tiempo; poda
10.11. -10. 4. Poda; abonado orgánico; 70% de abono mineral, 20% de labranza mecá-
nica; fitosanidad; trabajos en el almacén

o «con» almacén. En donde existe éste, una parte de los trabajos de prepara-
ción, que de lo contrario coincidirían con la cosecha, puede realizarse durante
el invierno. Por esa razón los almacenes constituyen un medio auxiliar impor-
tante para mejorar la economia del trabajo y aumentar el grado de concen-
tración del cultivo frutícola,
Al elaborar las previsiones anuales de necesidades de mano de obra se
procede utilizando la tabla 3 de manera que la superficie en hectáreas para
las especies frutales y los. grupos de madurez se multiplica por los valores
de las necesidades diarias de MO/ha (mano de obra/hora). Sumando los va-
lores así obtenidos en las columnas de los períodos de tiempo resultan las
necesidades diarias globales del cultivo de frutales en horas de trabajo para
cada período. Hay que añadir las necesidades de horas improductivas, esto es,
por vacaciones pagadas, enfermedad, presupuestos, etc. Estas suponen aproxi-
madamente el J S % de las necesidades de horas productivas. De este 1S % la
mitad se distribuye uniformemente a lo largo de todo el año mientras que
la otra mitad corresponde a momentos determinados.
Si se quiere calcular la cantidad de MO para las épocas de máxima acti-
vidad, se parte del número de horas productivas que se necesitan diariamente
y se aumenta en un 8 OJo; el número así obtenido se divide por 8 y se tienen
entonces las necesidades de MO. La posibilidad de que en la época de-máxima
192 FRUTICULTURA

actividad se trabajen .horas extraordinarias es mejor no tenerla en cuenta, ya


que las previsiones de trabajo se refieren a una producción media y por tanto
en los años con cosechas superiores a las normales hay que contar con una
reserva. Las .necesidades globales anuales de MOjha se obtienen multiplicando
las diarias para cada época por el número de los días laborables disponibles
en cada período, se suman los productos -y se añade un 15 % por las horas
improductivas. Por cada 30 6 40 ha de superficie de cultivo hay que añadir
además 1 MO al año como dirección.
El curso estacional de la fruticultura tiene como característica los elevados
máximos de trabajo en la recogida del fruto.
Suponiendo una distribución adecuada de las variedades Se obtiene un
equilibrio de trabajo en las siguientes relaciones entre especies frutales: 70 a
75 % de fruto de pipa, 14 all8 % de Eruto de hueso, 8 al10 010 de fruto en baya.
De todas maneras, la distribución uniforme de las variedades de pepita en
grupos de madurez está limitada. Destacan los puntos de vista del suministro
de fruta en invierno, por lo que hay que atenerse a la siguiente división en gru-
pos de madurez: variedades tempranas hasta finales de agosto S %; variedades
de otoño y principios de invie-no hasta el 20 de octubre 200/0, variedades inver-
nales 75 %.
Para las regiones clirnáticamente favorecidas del centro y sur de la Repú-
blica Democrática Alemana y las especies y variedades más importantes de
frutales, se cumplen los plazos de cosecha recogidos en el cuadro IV.
Las previsiones anuales de mano de obra y horas de remolque que se repre-
sentan en las figuras 1 y 2, corresponden a una relación entre especies y varie-
dades que tienen por fin un equilibrio amplio del trabajo dentro de la fruti-
cultura. La selección de Erutos de pipa consiste en un 10 % de variedades tem-
pranas y de otoño, un 20 % de variedades de comienzos del invierno (e Carola»
y «Alkerne») y un 70 % de variedades invernales tardías.
En el caso de los frutos de hueso se cultivan 4 ha de cerezo dulce, 3 ha de
ciruelo y 8 ha de «rnorella sombreada». Esta última se recoge con vibrador
por lo que 110 ocasiona máximos de trabajo, pero aumenta notablemente con
respecto al promedio las necesidades de horas de arrastre. Esta es la razón
por la que el cultivo de estas especies no se ha extendido a pesar del gran
ahorro en horas ele trabajo, al menos mientras que los vibradores tengan que
ser impulsados por medios ele arrastre. El período de cosecha de los frutos
de pipa permite un equilibrio de trabajo mucho mejor en las explotaciones que
disponen de almacén que en caso contrario, pues entonces una gran parte del
fruto tiene que ser clasificado y enviado durante la cosecha.
En la planificación de las necesidades de tiempo de u-abajo partimos de
condiciones promedio. Las desviaciones de los valores dados se producen prin-
cipalmente durante la cosecha, ya que entonces las necesidades de MOjh son
proporcionales al rendimiento por hectárea. Si hay una alternancia notable, el
empleo anual de MO/h durante la recogida estará igualmente sometido a gran-
des alteraciones. En los años buenos puede crecer muy por encima de las
necesidades medías,
Con objeto de hacer un cálculo grosero de la economía de trabajo, en la
tabla 5 se indican las necesidades de mano de obra por hectárea de las dis-
tintas variedades frutales para dos periodos de la labranza -y la cosecha. Se
supone una combinación lógica de las variedades dentro dé cada especie.
FUNDAMENTOS DE LA PLANIFICACION TECNlCA y ORGANI2ACJON 193

Tabla 3
Necesidades diarias de horas de trabajo (MO/h) y de arrastre (A/h) por ha de distintas es-
pecies y variedades frutales en el curso de un año (sin rendimiento)

Número de días laborables en el 49 22 13


periodo de tiempo
Especie/grado de madurez 11. 4 - 9. 6. 10.6 - 9. 7 10.7 - 24.7
MO/h A/h MO/h A/h MOfh A/h
Troncos bajos de frutales de pepita
Variedades muy tempranas 1,00 0,35 0,77 0,18 0,46 0,23
Variedades tempranas 1,00 0,35 0,77 0,18 0,46 0,23
Varode otoño y comienzo invierno
sin almacén 1,00 0,35 0,77 0,18 0,46 0,23
Varode otoño y comienzo invierno
con almacén* 1,00 0,35 0,77 0,18 0,46 0,23
Variedades invernales sin almacén 1,00 0,35 0,77 0,18 0,46 0,23
Variedades invernales con almacén 1,62 0,35 0,46 0,23
Arbust. 'SchattenmoreUe' cosecha manual 0,82 0,25 0,73 0,14 0,23 0,08
cosomecánica 0,82 0,26 0,73 0,14 0,23 0,08
Cerezas, diversas variedades distribuídas
en el periodo de madurez 0,41 0,12 31,80 0,27 31,80 0,27
Ciruelas,20 varomuy temp., 35 tem.,
35 medianas.,10 medio-tardías
Cosecha manual 0,82 0,16 0,73 0,14 7,00 0,15
Cosecha mecánica 0,82 0,16 0,73 0,14 3,15 0,70
Grosella, el 50 'Rote Spiitlese' 2,10 0,29 14,16 0,14 70,00 0,42
Fresas 4,08 0,18 64,10 0,64 15,48 0,31

• Cuando existe almacén hay que añadir 50 MO/h/ha por trabajos de selección y
control

5.4.4. Organizacióndel suministro de humus a las superficies cultivadas

Junto con el aspecto de la economía del trabajo, que ocupa sin duda una
posición preponderante en conjunción con el posible volumen de la produc-
ción, el problema del suministro de humus a las superficies cultivadas da lugar
a determinadas consecuencias de tipo empresarial. Es sabido que los árboles
frutales desprovistos de hojas y otras partes muertas no participan en la pro-
ducción de humus. Para aumentar la fertilidacl del suelo se emplean diversos
sistemas de labranza. Hay cierto número de localidades en los que la cosecha
solamente puede aumentarse administrando regularmente estiércol. Este pue-
de lograrse fijando dentro de la empresa las rarnas de producción o mediante
la colaboración con cooperativas agropecuarias.
El valor del estiércol no reside solamente en su contenido en sustancias
nutritivas, que en el curso de la mineralización van volviéndose asequibles para
las plantas. sino sobre todo en su influencia positiva sobre la estructura del
suelo y sus propiedades amortiguadoras contra influencias externas desfa-
vorables.
La cantidad disponible del mismo para la fruticultura depende de la partí-
cipación de otras ramas del aprovechamiento del suelo: por un lado de sus
194 FRUTICULTURA

19 13 17 25 18 125

25.7-15.8 16.8 - 31. 8 1. 9 . 19. 9 20.9 - 19. 10 20.10 - 9.11 10.11 -10.4.
MO/h A/h MO/h A/h MO/h A/h MO/h A/h MO/h A/h MO/h A/h

21,50 0,68 0,31 0,15 0,12 O 0,12 O 0,06 0,06 1,73 0,13
0,47 0,16 31,00 0,92 0,12 O 0,12 O 0,06 0,06 1,73 0,13

0,47 O,16 0,31 0,15 20,70 0,59 2,00 O 0,06 0,06 1,73 0,13

0,47 0,16 0,31 0,15 a,80 0,59 2,00 O 2,80 0,06 2,53 0,13
0,47 0,16 0,31 0,15 0,12 O 14,10 0,40 5,70 0,06 1,73 0,13
0,47 0,16 0,31 0,15 0,12 10,10 0,40 2,80 0,06 2,71 0,13
36,80 0,32 0,23 O,OS O °
O O O
O
0,06
O,OS
0,0.6
0,06
1,29
1,29
0,13
0,13
lS,83

0,16-
U6
0,11
0,23

O
0,06 O

O O
O

O
°O O 0,06 0,06 0,74 0,12

7,90 0,11 11,76 0,30 3,35 0,06 O O 0,06 0,06 1,01 0,13
3,55 0,52 8,49 1,41 1,54 0,28 O O 0,06 0,06 1,01 0,13
4,42 0,26 75,40 0,56 0,58 0,06 O O 0,12 O 1,51 0,13
6,47 1,26 9,60 1,00 1,18 O,OS 0,80 0,08 O,OS O 0,32 0,02

Tabla 4
Plazos medios de recogida de especies y variedades frutales en localidades climáticamen-
te favorecidas de las zonas centrales y meridionales de la RDA

Trabajos de cosecha Plazos


Grosellas espinosas verdes.jrara industria conservera 25. 5.-15. 6.
Fresas (todos los grupos de madurez) 10. 6.-10. 7.
Cerezas (todos los grupos de madurez) 15. 6.-20. 7.
'Diemitzer AmareDe' 25. S.-15. 7.
Grosellas de distintas variedades l. 7.-20. 7.
Grosellas espinosas, maduras, distintas variedades 5. 7.-25. 7.
'Fanal' 18. 7.- 2. 8.
'Clara' (recogida) 18. 7.- 5. 8.
'SchattenmoreUe' (variedad de guinda) 25. 7.-15. 8.
'Bunte Julibirne' 2. 8.-12. 8.
'Ontariopflaume', 'Czar' 5. 8.-20. 8.
'Rote SpiíUese' 10. 8.-30. 8.
'Trévoux' 10. 8.-20. 8.
'Clapps Liebling' 18. 8.-30. 8.
'James Grieve' 20. 8.-10. 9.
'Wangenheim' 25. 8.- 6. 9.
'Williams Christ' 25. 8.-10. 9.
'Stanley' 3. 9.-14. 9.
'Hauszwetsche' (ciruela doméstica) (distintas variedades) 12. 9.-12.10.
'Gute Luise', 'Oldenbu:rg', 'Albrechtapfel', 'Alkmene','Pearmain Dorada' 10. 9.-28. 9.
'Boskoop', 'Auralia', 'Erwin Baur', 'Elektra', 'Alexander Lukas',
'KonIerenzbirne' 30. 9.-12.10.
'Ontacio', 'Herma', 'Gelber KOstlicher', 'Jonathan', 'Undine', 'París' 5.10.-20.10.
FUNDAME_NTOS DELA PLANIFICACION TECNlCA y ORGANIZACION 195

MO I d(a
100+---------------i~-----RI
1 1
1 1

90+---------------------------------~'
1
1
I 1
I 1
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80+---------------------------------~'1 r------~

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50+---------------------~

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20 o
O
10 O
O
O+- _J r=°~~~~~--+_~----~
1.1. 1o.lV. 9. VI. 9. 24J11l14. 31Y111.19.JX.
19:<. 9.x1. 31.x1l.
Días
75 ha O Fruta de pepita 4 ha C(S> Grosella
15 ha • Fruta de hueso 6 ha \7 Fresa
C:=:::::J Direc. brigada pZZ/ZZ/d Vacac./ enfermo

----- con almacén --- - - - - sin almacén

Fig.l
Necesidades diarias de mano de obra para una plantación de 100 ha de frutales

necesidades de estiércol y por otro de la contribución a su producción ( ta-


bla 6 ), esto es, la cantidad de forraje y paja que proporcionan y el volumen
de ganado que pueden mantener entonces. Al calcular la producción dé estiér-
col hay que tener en cuenta que las pérdidas crecen al aumentar la cantidad
entremezclada por cada cabeza de ganado mayor.
El balance de humus en el campo labrado depende sobremanera de la rela-
ción entre el cultivo de raíces y tubérculos y el de forraje. Este último multi-
plica el humus, y no solamente debido a su mayor contribución a la produc-
ción de estiércol sino también a la gran cantidad de rafees de desecho que
deja, pudiendo alcanzar de 30 a 40dt de sustancia seca por hectárea. Contri-
196 FRUTlCUL TURA

A/h I día
45

40 1"7"""
\l
35 \l
~
30

25
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v o o o o o~ o •
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o o o oooo o ~o o
1.1. 1aN. 9.W. 9. 24.VIL14. 31.v11.19JX 19.X. 9.X1. 31X1I.
D(as
Fig.2
Necesidades diarias de horas de arrastre (A/h) para una plantación de 100 ha de Crutales

Tabla 5
Necesidades de mano de obra por ha para el cultivo y cosecha de distintas variedades du-
rante el periodo principal de cosecha (incluidas las necesidades de tiempo laborable para
la dirección de la brigada y el tiempo de vacaciones)

Necesidad de MO por ha Superficie trabajada


Cuidados Cosecha Cuidados Cosecha
Varledad/Jorma del árbol MO/ha MO/ha MO/ha MO/ha
Tronc. bajo fruto pepita
(75 varied. invernales) 200 0,15 1,0 7,0 1,0
'Schattenmorelle'
Cosecha manual 0,14 5,0 7,1 0,20
Cosecha mecánica 100 0,14 2,0 7,1 0,5
Cerezas 80 0,06 4,2 15,9 0,24
Ciruelas
20% varied. muy lempo
35% varied. tempranas
35% varied. medio-tern.
10% varo med.-tardías
Cosecha manual 100 0,13 1,6 7,9 0,64
Cosecha mecánica 0,13 1,6 7,9 0,64
Grosellas 130 0,32 10,0 3,1 0,10
Fresas 100 0,63 8,6 1,6 0,12
FUNDAMENTOS DE LA PLANIFICACION TECNlCA y ORGANlZACION 197

Tabla 6
Contribución de los distintos grupos de fruta a la producción de sustancia seca (SS)
dependiente de la cantidad mezclada por GV (suelo bueno)

Mezcla Cereales, Tubérculos Alfalfa, Centeno


fru tos oleagi- trébol forrajero
nosos y
legumbres
kg/GV/día SS dt/ha SS dt/ha SS dt/ha SS dtlha

3 22 12 21 8
5 15 11 19 7

buye además a que bajo la capa vegetal no alterada puedan crearse formas más
estables de humus, especialmente si la siembra incluye gramíneas perennes.
Las raíces y tubérculos, por el contrario, apenas contribuyen. Aumentan muy
poco la producción de estiércol, o nada como en el caso de las patatas, y dejan
pequeñas cant.idades residuales; unas 10 dt de sustancia seca por hectárea.
Desintegran además el humus del suelo.
Desde la perspectiva económica de la explotación son necesarias las si-
guientes medidas para poder suministrar la cantidad suficiente de estiércol
a la superficie cultivada:

1. Deberá reducirse la superficie de raíces y tubérculos debido a su redu-


cida contribución a la producción de estiércol y a su gran necesidad
del mismo.
2. En la superficie no utilizada para el cultivo de fruta hay que producir
forraje y mantener ganado. El cultivo de cereales debe reducirse al
mínimo imprescindible. En cuanto al ganado es preferible el vacuno
porque la base de su forraje está constituida por aquellas especies
que obran más positivamente sobre la formación de humus. Además,
los porcinos, si se alimentan de patatas, conducirían por el cultivo de
éstas a estructuras económicas desfavorables para la explotación.

Superf. tubérculos
v.H.d.L N
30 .... ....

~
t'- .... ... ...
t--... ....
20
<, Fig.3
... ...... Superf•
Relaciones entre el grado de
~ ..... cultivo de tubérculos y el de
frutales
10 ............. ... v.H.d.LN
frutales bajo condiciones de
suministro abundante de es-
10 20 30 40 50 tiércol al campo (vegas de
- Mezcle5 kg/GV/d(a o 0.64 he paje por GV Magdeburgo, animales todo
- - - -- Mezcle3 kg/GV /d(a o 0,48 ha parapor GV el año en el establo)
198 FRUTICULTURA

Si la organización empresarial se orienta según estos principios, la posible


relación entre la fruticultura y el cultivo de raíces y tubérculos será la indi-
cada en la figura.

5.5. Advertencias sobre el plan de producción


de la brigada fruticuJtora
La brigada trabaja según un plan de producción en el que los rendimien-
tos que hay que alcanzar y los costes resultantes, siempre que estén sujetos
a la influencia de la brigada, vienen dados previamente. El plan es elabora-
do en la brigada y es confirmado por la dirección. Existe una estrecha relación
entre La planificación y la aplicación del principio del interés material.
El punto de partida lo constituyen las bases de la economía socialista y
del sistema unitario de cálculo y estadística. Se darán a continuación algunas
advertencias al respecto.

5.5.1. Elaboración del plan de la brigada

Si tiene que cumplir con sus fines deberá ser elaborado hasta en sus más
mínimos detalles. No es suficiente con llenar el formulario que incluye la fru-
ticultura en el marco de la explotación global; se trata más bien de presentar
una serie de cuadros sinópticos especiales. Hay que agrupar en primer lugar
el total de árboles frutales atendiendo a las especies y las clases de edad; con
respecto a éstas 'hay que separar al menos los cultivos productivos de los juve-
niles. Los primeros habrá que subdividirlos además según la edad y el sistema
de plantación. siempre que se les trate técnicamente de modo distinto. Les
cultivos dispersos se agrupan según localidades, y dentro de éstas por especies
y edad.
Para cada uno de los grupos que se han Iormado de esta manera hay que
realizar la planificación por separado. Para cada grupo hay que conocer: su-
perficie total (excepto los cultivos dispersos), número de árboles y participa-
ción de cada una de las especies. Para la planificación del trabajo, en especial
para los trabajos fitosanitarios, es importante conocer también la longitud de
las hileras y su número.
En la planificación de costos se procede estableciendo primero dentro de
cada uno de los grupos de frutales, planes parciales para las distintas secciones
de trabajo -labranza, abono, Iitosanidad, etc.-. Dentro de cada una de ellas
se indicarán el tipo y número de los procesos de trabajo así como las necesi-
dades materiales (abonos, plagicidas, etc.), de tracción y de trabajo, tanto en
unidades de cantidad (horas. unidades de trabajo, kilos. etc.) como en dinero.
Los planes de estas secciones se reúnen después para cada grupo, resultando
entonces el gasto total para cada uno de ellos en unidades de cantidad y di-
nero. Sumando de nuevo lodos los grupos se obtiene el gasto total en los costes
básicos directos de la brigada. Los materiales cuyo uso DO puede distribuirse
entre los distintos acantonamientos. tales como sierras, escaleras, etc., se pla-
FUNDAMEN1'0S DE LA I'I...ANI:FICAciON TECNICA y ORG-ANlZAClON

nifican como costes comunales de la brigada. El coste del seguro contra el


granizó se calcula sobre la base de ]a cosecha para, cada grupo.
. La cantidad recolectada se plarrífioa de acuerdo a las especies frutales,
variedades y grupos de edad, .no teniendo que partir en el caso de las planta-
clones cerradas .necesariarnente de un árbol en particular. Hay que tener en
cuenta la posible aparición de alternancia. las cantidades recolectadas hay
que subdividirlas al mismo tiempo según la ealidad. Una vez restadas las pér-
didas previsibles, las cantidades programadas se multiplícan por los precios
medios del grupo de precio y nivel de calidad correspondientes. Hay que consi-
derar los suplementos de convenios directos y de almacenaje.
Otros ingresos indirectos son Jos servicios de la brigada en la plantacián. y
cuidado de los cultivos jóvenes. Corresponden a los gastos programados, que
a finales de año se calculan por separado. En la contabilidad aparecen entonces
en el lado de los ingresos conforme a las directrices actuales, como aumento
de existencias.
El plan de la brigada constituye al mismo tiempo la base para los encar-
g9~ de plagicidas, abonos, etc. Estos pedidos deben realizarse a su debido
tiempo, esto es, como muy tarde el otoño del año previo al del plan. Sobre
la base del plan de la brigada se cierran también los convenios sobre entrega
de cantidades recolectadas. .

5.5.2. Control del plan

El director de la brigada debe hacer hincapié en que la contabilidad de-


duzca mensualmente los costes de trabajo producidos; en los demás gastos e
ingresos es suficiente con una revisión trimestral. Pero se recomienda, además,
que en el segundo trimestre realice un cuidadoso cálculo previo de la cosecha
y compare los valores programados y los esperados. Podrá. prever entonces a
tiempo la posibilidad de un defecto o un exceso sobre el plan y deberá tomar
las medidas pertinentes, por ejemplo contratos adicionales o ahorro de gastos.
Además de la documentación sobre la planificación es recomendable que
el director de la brigada forme y lleve un fichero de acantonamientos. En él
deberán registrarse las medidas anuales de explotación, plagicidas y abonos
utilizados y cualquier otra operación, así como las producciones de las diversas
variedades y la participación de cada calidad. Deberá comparar igualmente
los ingresos y gastos calculados y alcanzados. Habría que dejar además cons-
tancia de observaciones sísremárieas sobre la intensidad de floración de las
variedades, daños por la helada, datos fenológicos de 1a floración y la cosecha,
desarrollo del tamaño de Iás copas y los troncos. asr como IQS resultados de los'
estudios de las sustancias nutritivas del suelo. Esas notas no son sólo una base
importante para la mejora sistemática de la planificación en la producción
sino que tienen .gran valor para averiguar las causas de rendimientos defici-
tarios; su interpretación científica sobre el terreno permite tornar las medidas
precisas.
La figura 4 muestra un ejemplo de. la importancia de las medidas del gFo-
sor de los troncos para juzgar la producción.
200 FRUTICULTURA

kg ¡-árbol
80

l(
le

x
l(

60 " " )( x
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>1
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X x)l x Fig.4
x Dependencia entre la producción
)C
x del árbol y la potencia
o medido en diámetros de tronco,
40 60 80 mm en la variedad de manzano
Diámetro del tronco 'Gelber Kostlicner' de 5 años

5.6. Las brigadas y su equipamiento con medios de trabajo

5.6.1. Advertencias sobre la formación de las brigadas

La elección de la localidad adecuada, la estructura correcta de la produc-


ción y un sistema de cultivo racional sen bases importantes para una produc-
ción racional de fruta. El éxito que realmente se logra depende esencialmente
de la actividad de los hombres y de la correcta organización de su trabajo.
La forma base de colaboración en las explotaciones agrícolas socialistas
la constituyen las brigadas. Son responsables de la realización de las tareas de
producción en determinados dominios, trabajan según un plan y para el cum-
plimiento de esos fines obtienen para su propio uso los medios necesarios.
El trabajo y la responsabilidad comúnes hacen que el colectivo laboral sea
un elemento esencial del desarrollo de la personalidad socialista, del desplie-
gue de su riqueza espiri1ual y cultural, y del crecimiento de su responsabilidad
política.
Las brigadas autónomas constituyen un factor esencial en el desarrollo de
la rama especializada de la fruticultura. Las posibilidades técnicas en la direc-
ción de la producción frutícola son actualmente tan amplias, que sólo pueden
abarcarlas y emplearlas correctamente 'personas especialmente preparadas én
este campo. Por esa razón, es tan importante la independencia para disponer
de los medios esenciales de producción tales como fuerzas de arrastre, aparatos
fítosanítarios y aperos de labranza. En tanto que la explotación de la fruticul-
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FUND_AMENTQS DE L_APLANIFICAClON n:eNlCA y ORGANIZAClON 203

tora vaya ligada a otras ramas de la producción y que en el marco de las


mayores brigadas, por ejemplo una de cultivo, sólo ~xista UD grupo de trabajo
para fruticultura, persiste ~1 peligro de que en los momentos decisivos no
'Puedan realizarse las medidas técnicas necesarias. .. .
Si en el marco de una brigada especial y bajo determinadas condiciones
locales actúan siempre las mismas personas, adquir-irán en el curso del tiempo
muchos' conocimientos prácticos y capacidad de organización. También los
obreros que al comienzo desconocen la fruticultur-a, se acostumbran después
y si están bien dirigidos acaban por convertirse al cabo de algunos años en
trabajadores especializados. Evidentemente, la experiencia adquirida por _el
trabajo práctico tiene que completarse con una formación teórica planificada.
Es importante que la composición de las brigadas sea constante. Esto rige en
especial para los tractoristas, ya que conducir entre. una plantación de frutales
y manejar aparatos especiales requiere de una gran habilidad y mucha aten-
ción; deberían encargarse de] mantenimiento de los aparatos fitosanitaríos y
adquirir los conocimientos necesarios sobre filosanidad como para que las
pulverizaciones, bajo las indicaciones del director de la brigada, las pueda
llevar a cabo un solo hombre.
La formación de brigadas exclusivamente fruticultoras conlleva el peligro
de que sus miembros no tengan el mismo grado de ocupación durante lodo el
año. Especiálmente en la época que va de abril basta el comienzo de la cose-
cha, se realizan trabajos inútiles u otros manuales que podrían hacerse con
máquinas. La consecuencia de estos errores es una baja productividad del
trabajo a pesar de _UD .rendimiento alto por superficie. El evitarlo es asimismo
tarea del director de la brigada. Hay básicamente tres posibilidades:

l.a El tamaño de la brigada es tal que puede llevar a cabo la labranza


(véase la tabla 5 sobre las necesidades de MO). Durante la recolección, es
reforzada con obreros eveutuales ajenos a la explotación. Es lógico que el
brigadier se procure por si mismo esa ayuda sobre la base del plan. En las
unidades especializadas de producción de gran tamaño, la contratacióa del
personal eventual es una de las príncipales tareas que ha de incluirse en el
_plande dirección.

2.' Las brigadas de [ruticult ura y labranza se apoyan miuuauiente en las


épocas de máximo trabajo, con lo cual compensan sus servicios. La brigada
frutícola deberá ser como mínimo del mismo tamaño que en el primer caso,
pero puede abarcar igualmente una parte de mano de obra que sólo se nece-
sita durante la recolección. Se la emplea en tareas .agrícolas sobre todo en el
cultivo de los tubérculos y la .recolección del heno, mientras que la ayuda de la
segunda en la fruticultura es necesaria sobre todo durante la cosecha. Aunque
también durante el invierno, algunos operados agrícolas pueden dedicarse a
la poda de los árboles frutales.

3.a La brigada [ruticultora asume la explotación de otros cultivos con lo


cual equilibra durante todo el año las necesidades de trabajo. Junto con los
frutos en baya, las hortalizas desempeñan aquí un papel importante.

Este tipo de organización se limita a casos especiales; se emplea frecuen-


temente sólo para superar la época improductiva. Para poder llevarla a cabo
204 FRunCULTURA

de modo correcto requiere de buenos conocimientos agrícolas y capacidad de


organízación del director de la brigada.

5.6.2. Equipamiento de las brigadas

Las brigadas deben disponer de los necesarios medios de trabajo. En el


cuadro VIf se resumen algunos de los más importantes para una superficie
de cultivo de 100 ha, de ellas 75 de fruto de pipa, y su valor. Su coste sin
almacén es de unos 7000 a 10000 M/ha y de unos .16000 a 20000 MIMO. Se
incluye el coste de establecimiento del cultivo y el trabajo vivo empleado
en ello.

Tabla 7
Med10sbásicos y su coste por 100 ha deirutales, de las qr-e 75 son de.frutos de pepita,
16 de.frutos de hueso, 4 de gr.osellasy6 de fresas
Amortización
Medios básicos Valor en
nuevo M %
100 ha frutales con cerca 630000 7 44100
4 tractores de-50 CV (MTS 50, MTS 52) 10000 10 la 0.00
Aperos de labranza 20000 10 20'00
4 abonadoras 60000 12,5 7 500
1 picadora de acolchado 6000 12,5 7-50
4 remolques 7 500 10 750
3 aparatos de carga para los tractores 40000 10 4000
2 vibradores con dispositivo de captura 15000 10 1500
Aparatos de recolección (bolsa, trineo, etc.) 2.5000 10 2500
ESCllleras,plataformas, aparte de las'del almacén 50000 10 5000
Edificios sociales einstalaciones 100000 1,5 1500
Cobertizos maquinaria y aparatos, cámara de gas 60000 2 1 200
Almacén y anexos (140-0 ti) 1 700000 2 34000
.Equipo.móvil de] almacén
(clasificadora, transportes, etc.) 700000 10 70000

3 á38 500 187300


Conceptos totales por ha 35385 1873
Conceptos totales por MO 90000 750

De estas cantidades, del 50 al eO % se aplican hasta el comienzo de la época


productiva y son, junto con el coste de establecimiento, los de equipamiento
básico para la labranza y los aparatos fitosanitarios. Los restantes medios de
trabajo se adquieren con los superávits previstos. La última inversión es el
almacén, que si es. posible debería planearse como una instalación comunitaria
de varias explotaciones próximas.

5.6.3. Dirección de las brigadas

El director de la brigada goza dé una especial responsabilidad. En super-


ficies relativamente. pequeñas, incluso, de lo que él dirija depende un elevado
FUNDAMENTOS DE LA PLANIFlCACION TECN1CA y ORGANlZACION 205

valor de la producción, que puede suponer muchos cientos de miles de mar-


cos. :e.les el responsable de la ejecución del plan en su distrito. Recibe los me-
ellosde producción necesarios para ello, siendo totalmente responsable de su
utilización económicamente correcta. Por esa razón, el director de brigada
debe dominar, aparte de las cuestiones agrícolas, los problemas económicos
de su campo de producción, es decir:

1. Su objetivo principal es aplicar en su campo de acción los principios


de la dirección y la economía empresarial socialista, llevar a la práctica
la conformidad entre los intereses sociales y personales y estimular la
concienciaciónen el proceso del trabajo colectivo.Deberá conocer, por
tanto, los principios de la dirección socialista de las personas y ser
consciente de SU misión COmO educador de personalidades socialistas
conscientes.
2. Deberá conocer los principios según los que está organizada la explo-
tación global, para poder ordenar su rama productiva dentro de la
producción total. Debe saber cómo se planea, controla y calcula ésta.
3. Debe dominar y aplicar las bases del principio del interés material, del
trabajo normalizado y de la competencia.
4. Debe darse cuenta de las características económicas, es decir, los cos-
tes y las necesidades de tiempo de trabajo del método de producción
y trabajo, y estar en condiciones de elegir las variantes óptimas para
las condiciones de.su esfera de acción.
S. Debe ser capaz de establecer disposiciones laborales apropiadas, es
decir, utilizar correctamente la mano de obra y, si se producen pertur-
baciones en el curso programado de producción, hallar soluciones
rápidas; debe tener preparados trabajos para I.oS días de mal tiempo,
etcétera.
6. Es asimismo necesario el conocimiento de determinadas disposiciones
y leyes, por ejemplo disposiciones sobre seguridad en el trabajo, etc.,
pero también sobre precios, determinación de calidades, etc.
7. Finalmente, el director de brigada debe realizar también controles del
curso y resultados de la producción. Su análisis de estos últimos debe
ser tan detallado como la contabilidad.

Al investigar las causas de unos rendimientos buenos o malos, o de una


productividad elevada o baja del trabajo, no puede dejarse uno engañar por
las apariencias: 10 mejor es disponer de cifras exactas. Por consiguiente, el
director de brigada debe trazarse un resumen de las horas de trabajo emplea-
das por los ctistintos acantonamientos por hectárea y dt, Debe conocer la
producción de sus principales variedades y tener notas sobre los momentos
en que hay que tomar medidas técnicas, la cantidad de pulverizante utilizado,
el abono administrado, etc. Sólo entonces estará en condiciones de reconocer
los fallos en la explotación, del cultivo y eliminarlos de modo sistemático
(véase también la sección 5.5.).
Pero el director solamente podrá resolver satisfactoriamente todas estas
206 fRUTICULTURA

misiones si logra desarrollar su brigada convirtiéndola en un colectivo en el


que todos se sientan responsables de la producción y en el q~e cada mjemb~o
sea consciente de su misión especial y su responsabilidad. Un Importante obje-
tivo parcial reside en la cualificación sistemática de los miembros de la brigada.
La esfera que el responsable inmediato de la producción no puede abarcar
por sí solo depende del grado de unidad de la estructura de cultivo y del
sistema del mismo. La limitación en el número de variedades y parcelas gran-
des con La mínima cantidad de éstas, simplifica la dirección y amplía el
campo de trabajo que el brigadier puede abarcar. Ha dado buen resultado I~
división en grupos de trabajo, pero también es posible hacerlo según los dom~-
nios de responsabilidad. Toda especialización -y se incluye igualmente la uti-
lización de trabajadores especialistas- estimula, si está justificada, la calidad
y rendimiento del trabajo y contribuye a una mayor eficaci.a.de la producci~~
Puede recomendarse en especial encomendar la responsabilidad de la planifi-
cación y realización de las medidas [itosanitarias a un especialista.

5.7. Planificación de una plantación


5.7.1. Elección del sistema del cultivo y del tamaño de los acantonamientos
Junto con la forma de cultivo, las distancias de plantación y los principios
de conformación de la copa. es decir. particularmente la anchura, longitud,
altura y base de la copa previstas o realizables por medio de la crianza. forman
el llamado sistema de cultivo. Para los de las diversas variedades frutales rigen
determinadas condiciones. que se establecen en las varias TGL. Estas TGL se
tratarán por separado al describir los métodos de producción (sección 6.2.).
Con la elección del sistema de cultivo Se toma una decisión económicamen-
te importante ele la que dependen dos cosas: en primer lugar cuánto pueden
valer los rendimientos posteriores por superficie. y en segundo lugar en qué
medida y con qué medios pueden facilitarse o mecanizarse las labores de la-
branza y recolección. Deberán simplificarse sobre todo aquellos trabajos que
constituyan la mayor parte del total. Son los de conformación de la copa y
recogida del fruto que suponen más del 50 % del total de trabajo a realizar.
La tendencia a un rendimiento elevado por superficie mediante distancias
cortas de plantación, muestra una cierta contradicción con los esfuerzos para
racionalizar al máximo todos los trabajos. Esto último supone por un lado la
utilizacion de maquinaria grande de arrastre en la labranza y en las tareas
fitosanitarias y de transporte, y por otro que las copas de los árboles sean lo
más pequeñas posible para facilitar la poda y recolección. Puesto que si las
copas son bajas dificultan el tránsito de los medios de arrastre y la maquinaria.
deberá elegirse la distancia entre los árboles de tal manera que con copas lo
más bajas posible quede durante el verano un camino (<<pasillode trabajo»)
libre de 150 a 200cm. Para mantener una relación óptima entre el pasillo de
trabajo y la superficie cubierta por la copa, se deja libre el primero solamente
en una dirección. Los árboles se plantan, por consiguiente. en Iilas y se eligen
las distancias dentro de éstas de modo que las copas de los árboles totalmente
FUNDAMENTOS DE LA PLANlFICACION TECNlCA y OR.GANIZACION 207

Tabla 8
Producción te6rica según la planta y el volumen de la copa para obtener cosechas esta.
bIes por superficie (200 dt/ha) al disminuir la superficie ocupada y con pasillos de traba-
jo constante (1,50 m), en.manzanos (de Neumann, D., y U. Neumann, 1962)

Produc. Produc.
Extensión Superficie Volumen teórica teórica
ocupada ocupada de la copa por m2 de por ro3 de
planta de volumen
m ro2 ml copa kg de copa kg
6 x 4,5 27 39,2 3,4 1,4
5,5 x 4 22 26,8 3,5 1,6
5 x 3,5 17,5 17,3 3,6 2,0
4,5 x 3 13,5 10,4 3,8 2,6
4 x 2,5 10 6,2 4,1 2,6
3,5 x2 7 3,6 4,4 3,9
3 x 1,6 4,5 2,0 5,r 4,4
2,5 xl 2,5 0,9 6,3 5,6

desarrollados se toquen. Para el caso de los cultivos cerrados sólo interesan


árboles de poca altura de tronco (50 a 80cm).
Con el condicionamiento de dejar libre un pasillo de trabajo siempre
igual. independientemente de la distancia entre filas, al variar ésta lo hace
también el aprovechamiento de la superficie y el espacio ocupados por las
partes aéreas de la planta. Por aprovechamiento de la superficie ocupada en-
tendemos, según Neumann, la parte de superficie que abarca la copa y que
se obtiene como el producto de la distancia entre filas por la distancia entre
árboles. La medida de aprovechamiento del espacio ocupado es la suma del
volumen de la copa por hectárea, que suele calcularse por la fórmula del
elipsoide de rotación o un paralelepípedo. Al disminuir la distancia entre las
filas, los valores para ese aprovechamiento serán menores. Podría deducirse
de ello que también disminuirían los rendimientos por sunerficie. Pero la
experiencia muestra que dentro de ciertos limites sucede lo con"rario. Se debe
en parte a que el árbol da más fruto en las partes exteriores de la copa que en
las interiores. Referido al volumen, los árboles de copa pequeña tienen más
superficie que los de copa grande y por eso un mayor rendimiento por metro
cúbico de volumen. Menores distancias entre las filas suponen, por tanto,
superficies crecientes de la copa por hectárea y con ello dentro de unos ciertos
límites una mayor producción por superficie (véase tabla 8).

5.7.2. Elecciónde las variedadesy especiesfrutales

5.7.2.1. Elecciónde las especiesfrutales

Se orienta según las condiciones naturales de la localidad, las necesidades


y no en menor grado por consideraciones de tipo económico. Los puntos de
vista económicos son privativos cuando se trata de evitar épocas extremas
de máximo trabajo durante el período de recolección. En el promedio de la
República Democrática Alemana en cultivos cerrados, las especies frutales
208 FRUTICULTURA

deberán plantarse aproximadamente en la siguiente relación: del 70 al 7S %


de frutos de pipa. del 10 al 12 % guindos, del 4 al S % ciruelos (de me~a), del
3 al S % cerezos dulces y del 6 altO % de frutos en baya. Pero no es impres-
cindible que todas las explotaciones se atengan a esta composición; dentro de
cada distrito tiene que haber ciertas especializaciones. El cultivo de arbustos
de fruto en baya está muy concentrado territorialmente, siendo las principales
regiones productoras Leisnig, Perleberg y Werder.

5.7.2.2. Elección de las variedades frutales

Dentro de cada especie frutal se cultivan diversas variedades que se dife-


rencian en el período de madurez. Es importante una composición favorable:
de las mismas con vistas a una buena distribución del trabajo durante la re-
colección. De todas maneras, en este sentido no se pueden agotar todas las
posibilidades ya que 'hay que tener en cuenta las exigencias del mercado.
Si se cultivan diversas especies y variedades de fruta, la explotación estará
menos sometida a los riegos meteorológicos. Sin embargo, hay que limitar el
número de variedades; cuanto menor es la superficie que corresponde a cada
una de ellas más difícil es la organización racional de los distintos trabajos
e incluso la venta. El cultivo de pocas variedades tiene por demás la consi-
derable ventaja de que se conocen mejor las características y exigencias espe-
ciales de cada una de ellas y, por consiguiente, se está en mejor situación de
conformar las condiciones de cultivo de tal modo que cada variedad alcance
su máximo rendimiento. Por eso, de manzanas, peras o cerezas dulces DO de-
berán cultivarse más de 4 ó 6 variedades, y con las restantes especies frutales
es suficiente con 2 Ó 3.
Las variedades cultivables se publican en la lista de variedades de la Re-
pública Democrática Alemana. Al elegir entre ellas hay que tener en cuenta
las experiencias locales y consultar asimismo con las listas de precios. En éstas
se las clasifica en grupos de precios atendiendo a determinadas características
de valor del fruto. Las variedades del grupo III (el peor) se pagan s610 a un
40 % del precio de las del grupo 1. Por eso habrá que dar preferencia a las
de este último grupo.
Aparte de las características gastronómicas y del deseado período de ma-
duración, una variedad deberá mostrar igualmente determinadas propiedades
importantes para la técnica del cultivo. En los frutos de pepita pueden citarse
en particular: buena aptitud para ser preparada mecánicamente, tendencia
escasa a la caída del fruto aunque esté maduro, crecimiento débil o medio en
relación con una estructura natural adecuada de la copa. Para los frutos de
hueso yen baya, la capacidad para ser recogidos mediante vibrador ha adquiri-
do recientemente una gran importancia. Para todas ellas se exige además un
gran rendimiento y una baja susceptibilidad a las enfermedades de difícil erra-
dicación. Las que no puedan recolectarse con vibrador deberán tener frutos
grandes.
E

o
o

e
Q)
-o
O
O
N

Fig.6

Plano de una plantación de troncos bajos de manzano


210 FRUTICULTURA

5.7.3. Elección de la parcela, tamaño de la parcela


Las explotaciones cerradas se cuentan entre los cultivos más intensivos de
la agricultura. Prescindiendo del trabajo manual durante la cosecha y la poda,
por cada hectárea de frutales de pipa hay que trazar en el transcurso del año
20 pasillos de trabajo de arrastre separados. transportar de 10000 a l5 0001 de
agua y de 30 a 50 t de productos, en lo cual hay que prestar especial atención
a la sensibilidad al transporte de los mismos. Supone en total unos 40 viajes.
Por esa razón, si hay varias parcelas con condiciones favorables para la fruti-
cultura deberán elegirse aquellas que estén relativamente cerca de los centros
económicos de la explotación o del lugar de residencia de los empleados que
se encargan del cultivo. Si éste se distribuye entre varias parcelas, no deberán
situarse muy alejadas entre sí.
La labranza de las pendientes presenta especiales dificultades porque de-
bido a la corta distancia entre filas que impone el régimen intensivo, las má-
quinas no pueden equilibrarse adecuadamente. Los trabajos de transporte
resultan igualmente difíciles o imposibles par lo que muchas veces se está
obligado a llevar gran parte de la cosecha hasta los caminos de paso.
En la fruticultura, las parcelas de 4 hectáreas son el límite inferior en
cuanto a tamaño. Sin embargo, tendrán que ser una excepción y se utilizarán
preferentemente con frutos en baya y eventualmente también con cerezo dulce.
Téngase en cuenta que los costes de cercado aumentan al disminuir el tamaño
de las parcelas; para vallar 100hase necesitan 50m de cerca por cada hectárea,
para 10ha son 140por nectárea y para 4 ha 200m. Los accesos deben manteo
nerse en buen estado para que la fruta pueda ser transportada lo mejor posi-
ble. Particularmente .im.portante es que en las proximidades de la explotación
haya un surtidor de agua ya que la realización de las medidas fitosanitarias
requiere de grandes cantidades de agua.

5.7.4. Plano de la plantación


Es un documento importante. Los datos que contiene no constituyen sola-
mente la base para la plantación sino también para la planificación anual de
la producción, el cálculo de las normas de trabajo. etc. Se registran también
con regularidad las talas de árboles, nuevas plantaciones e injertos, y sus cau-
sas. Se dibuja a escala (1 : 500) según las medidas de las parcelas. Los lugares
en los que baya plaruas se indican con distintos signos, correspondientes a las
variedades y patrones.
Las filas de árboles se interrumpirán en determinados lugares con cami-
nos transversales para facilitar el transporte de la cosecha; la distancia entre
ellos debe ser de unos 200m,
En los límites de la parcela hay que dejar vueltas de 8 ro de ancho. Hay
que ser, en principio, ahorrativo con la superficie dedicada a caminos transver-
sales y vueltas; constituye. una superficie improductiva. Se obtiene restando
de la total la que es productiva. Esta última se calcula de la siguiente manera:
distancia entre los árboles X distancia entre las filas X número de árboles.
FUNDAMENTOS DE LA PLANIFICACION IECmCA y ORGANlZAClON 211

5.7.5. Organización previa de la plantación


Sobre la base de los datos proporcionados por el plano de la plantación, se
encargarán los árboles y el resto del material necesario -palos, protectores,
cercas, etc.-. El pedido de los árboles deberá hacerse a tiempo antes del plazo
previsto de plantación; lo más conveniente es cerrar un trato de cultivo y
suministro. La cerca y los rornpevientos deberán estar antes de que comience
la plantación. También deberá elegirse cuidadosamente el tipo de fruto; las
especies que a finales de septiembre dejan libre la superficie o dejan un suelo
muy agotado y lleno de maleza, son inadecuadas.
La plantación y los primeros años improductivos causan grandes gastos
(véanse las secciones 5.6.2. y 7.2.2.). Aparte de ellos hay que tener también en
cuenta la falta de ingresos durante ese tiempo en la plantación nueva. En las
cooperativas estas plantaciones se financian principalmente con los fondos de
base. Allí donde existen ya cultivos productivos que den superávit, la finan-
ciación de nuevas plantaciones no constituye ningún problema. En otros casos
hay que acudir a créditos bancarios, que son necesarios asimismo para superar
la época improductiva.
Con respecto al equipamiento mecánico, ha de disponerse ya del mismo
en el primer año para la labranza y especialmente para las medidas ñtosa-
nitarias.
Para obviar las dificultades de la financiación inicial es recomendable esta-
blecer primero aquellas plantaciones de las que al cabo de pocos años se es-
peren mayores ingresos. Son sobre todo los cultivos intensivos de manzanos
de gran densidad, en los que con un desarrollo normal en el tercer año ya
pueden cubrirse los costes anuales y en el cuarto se logran beneficios. También
son apropiadas la) fresas. Sin embargo, utilizarlas como subculuvo en el perío-
do improductivo resulta problemático ya que entonces no pueden realizarse en
los árboles los trabajos necesarios de fitosanidad. Por eso es mejor usarlos
en cultivos de grupo. Como subcultivos resultan adecuadas aquellas especies
de hortalizas que tienen demanda tardía, aunque hay que prevenir en contra de
un exceso en esos cultivos porque se afectaría el desarrollo de los árboles y se
retrasaría el comienzo de la producción.
En las explotaciones privadas los costes de las nuevas plantaciones y del
período improductivo se Ilnancian a base de las cuentas de salarios, semillas,
plantas, etc. Los gastos se anotan como aumentos del capital y se amortizan
en el transcurso de la recolección.

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Métodos de trabajo y de producción

6.1. Métodos de trabajo


Las secciones siguientes tratan los principales métodos de trabajo que
interesan para la explotación agrícola a gran escala, los posibles rendimientos
y el coste de los medios especiales de producción. Se mencionan, además, los
puntos de vista más importantes que hay que tener en cuenta al realizar los
distintos trabajos.
Los cuadros sobre rendimientos proponen una valoración de los distintos
trabajos. El modo de clasificar la mano de obra tiene que decidirse en la
empresa. Para los trabajos de arrastre se supone el empleo de un tractor de
50CV.
Para precisar los métodos y crear una base para una normativa laboral
correcta, se han creado las siguientes normas:

Procedimientos de producción agrícola - TGL 25832.


Necesidades de tiempo para la producción de Iruta en árbol-mercancía
bruta.
Hoja l : labranza mecánica.
Hoja 2: trabajos mecánicos de fitosanidad.
Hoja 3: poda de árboles.
Hoja 4: recogida.
Hoja 5: abono mineral.

6.1.1. Construcción de una cerca

La cerca sirve para proteger contra los daños producidos por los animales
salvajes, especialmente contra las liebres, pero en muchas localidades también
para proteger contra los ciervos. Sustituir la cerca por una franja de árboles
:¿14 t!(UII~UI.IUKA

protectores s610puede recomendarse en regiones de poca nieve y con troncos


de longitud superior a los 80 cm. Si se plantan cultivos sin tomar medidas
contra ese -tipo de daños, puede producirse una gran _pérdida de árboles por
lo que hay que abandonarlos.

Tabla 1
Rendimientos y costes de levantamiento de una cerca de 150 cm

Costes cada 100 ro

Valo- Trab. Trae. Mater.


Rendimiento MO im- ración
Proceso de trabajo del trabajo plica da enUT
medir y marcar la cerca 300 m/h 2 1,8 2,5
Perforación agujeros
(inc. tiempo preparac.) 30 - 40 u/h 2 1,8/1,6 7,0 7,00
enterrar los postes
Hormigón a '70 cm prof. 4 - 6 u/b 1 1,4 17,0
enterrar postes
Hierro a 40 cm prof. 8 - 12 u/h 1 1-,4 8,0
Transporte y colocación
postes de bormigón 8 -12 u/h 3 1,4 25,00 7,00 600,00
Transporte tubos hierro
y coloco en hormig6n 8 -12 u/h 3 1,4 25,00 20,00 550,00
Colocación y transporte
de la alam brada 30 - 40m/h 3 1,4 25,00 7,00 700,00
Pintura protee. alambro 12-15m/h 1 1,6 24,00 8,00

Como material para la cerca se utiliza tela metálica galvanizada de hasta


50 milímetros de malla y los postes son de hormigón con refuerzo de hierro o
con tubos o ángulos de hierro en sn interior. Los de madera no son conve-
-nientes ya que al cabo de unos años se descomponen y el sustituirlos cuesta
mucho trabajo. La distancia entre postes es de 300 cm, pudiendo alcanzar los
330 centímetros en los lugares protegidos contra el viento cuando se trata de
tela mecánica.
Los agujeros para los postes se abren con una barrena, de las que las hay
para montar en la cargadora universal T 157/2 y en el elevador hidráulico de
tractor. En la perforación se necesita, además del tractorista, 1 MOpara ajus-
tar con precisión la barrena. Si en lugar de columnas de cemento se utiliza
tubo de hierro, primero se mezcla el hormigón para el soporte (1: 6-8)y se le
distribuye después con un vehiculo. La cerca de tela metálica cuesta de 1OOD
a 2 000 M por cada 100 m.
METO DOS DE TRABAJO Y DE PRODUCCION 215

6.1.2. Preparación del suelo y plantación

6.1.2.1. Preparación de la parcela

La preparación del suelo antes. de la plantación :es una tarea que hay que
llevar a cabo cuidadosamente. Esta es la última oportunidad de intervenir en
profundidad en el suelo. Los que son coherentes se aran y esponjan profun-
damente; en los que son ligeros puede considerarse la posibilidad de arar
hondo y aplicar simultáneamente abono en reserva. El estiércol administrado
durante la _plantación actúa positivamente sobre el desarrollo juvenil de los
árboles. Las fresas requieren siempre antes de la plantación un abonado
abundante con estiércol. mantillo o turba. Una vez arado, el campo se prepara
como cuando se siembra cereal.

6.1.2.2. Tratamiento de los productos vegetales

Los árboles frutales proceden de viveros reconocidos oficialmente. Suelen


comprarse árboles de 2 años, que en el caso de los guindos y melocotoneros
son de 1 año. Los contratos de entrega se basan en la «dísposícién sobre las
condiciones generales de suministro de plantas de vivero» del 12 de julio de
1961(boletín legal de la República Democrática Alemana 1 1961, 0.° 46). Las
características de calidad de los árboles frutales se determinan en la norma
TGL7792de la República Democrática Alemana. Aparte de aquéllas, se da gran
valor al buen enraizamiento.
Los árboles recién plantados sólo pueden desarrollarse sin dificultades
si el producto del vivero es de calidad óptima y si desde que se le extrajo hasta
que se le ha plantado ha sido tratado correctamente. Lo mejor es protegerlo
contra la desecación inmediatamente después de ser extraído y llevarlo Jo más
rápido posible al lugar de plantación. Si son inevitables los retrasos en el trans-
porte y los árboles se secan, es necesario regarlos durante algunos días. Si su
calidad es perfecta y transcurren pocos días hasta que se les planta, es sufi-
ciente con envolverlos provisionalmente en una trama. Pero si por el contrario
tuvieran que permanecer con ésta durante largo tiempo, o incluso invernar,
hay que deshacer entonces las ataduras y cuidar de que las raíces puedan
encamar adecuadamente en tierra. Si no se pone cuidado, los árboles se secan
cuando las condiciones atmosféricas son desfavorables. Durante el invierno
hay que proteger a los árboles así conservados contra los daños producidos.
por las ratones, lo.mismo que de otros animales salvajes.

6.1.2.3. Plantaclón de árboles y arbustos frutales

La época adecuada para la plantación es el otoño, desde el 15 de octubre


hasta el comienzo de las heladas. Solamente los melocotoneros sensibles a
éstas se conservan en una trama durante el invierno y se plantan en la pri-
mavera.
Se efectúa con ayuda del arado de plantación. Lós trabajos de medición
se limitan a marcar las líneas y puntos deTeferéncia con los que ha de guiarse
el tractor. Pueden seguirse sin más problemas las pequeñas curvaturas de la
216 FRU'f!CULTURA

Fíg.l
Arado de plantación
en la VEO Hílbers-
dorf

parcela, lo que sí es necesario es que los tractoristas sigan exactamente el cami-


no _paraevitar la formación de arcos y para que la distancia entre hileras sea la
misma. Los descuidos en este aspecto actúan después dificultando los trabajos
de labranza.
Para plantar con el arado se necesitan 2 tractores, de los cuales uno, de
50CV, tira del arado y el otro pone las plantas. Aparte de los tractoristas son
necesarios dos operarios. La velocidad de trabajo de este arado está entre 40
y 50 m/min. Para plantar 1000 árboles, incluyendo el marcado y transporte,
se necesitan aproximadamente LO MOjh y 3 Ajh. Por regla general, también
hay que fijar los árboles y en caso necesario colocarlos rectos. Para este tra-
bajo se requieren además 4 operarios adicionales.
Los groselleros hay que plantarlos a una profundidad tal que la base de
las ramas del esqueleto quede de 1 a 2 cm por debajo de la superficie; si se les
planta demasiado altos, darán después sólo brotes jóvenes deficientes.
El disco arbóreo de los árboles plantados se recubre a continuación con S
ó 10kg de estiércol o con 10a 20kg de mantillo.Ya que existe el peligro de que
bajo la capa de abono aniden ratones que roerían la corteza del cuello de la
raÍZ esta operación se retrasa hasta que comiencen heladas más prolongadas.
J

Es recomendable también controlar regularmente la presencia de ratones. La


acción de recubrir el disco arbóreo produce un crecimiento seguro de los
árboles.
Tras la plantación se someten las copas a una poda y se rodean los tron-
cos con protectores para evitar las mordeduras de las liebres. Si se efectúa en
la primavera hay que regar caso de que no haya precipitaciones.

6.1.2.4. Plantación de fresas

En este caso el suelo tiene que estar más esponjoso que cuando se plantan
árboles. En superficies grandes se utiliza la plantadora, que con una separaci6n
de 20cm entre las plantas alcanza una velocidad de 7m/min. Por cada 4 Ó S

---------- ---- - - -
METO DOS DE TRABAJO y DE PRODUCClON 217

Tabla 2
Precios al consumidor de los árboles frutales
Extractos procedentes de: disposición de precios núm. 18'83 -plantas de vivero- del 29.3.
196'0 (boletín oficial de la RDA II del 10. 6. 1960; edición especial P 1586), disposición
de precios núm. 1883/2 -plantas de vivero- del 18. 10. 1965 (boletín oficial de la RDA n
del 9. 11. 1965), disposición de precios núm. 1956 para fresales delL2. 8.1961 (boletín
oficial de la RDA n del 7. 9. 1991)

Precio al consumidor
Altura Perün.
Especie, forma del tronco, tronco tronco M por M por cada
tronco unidad 100 unid.

Manzanos y perales
Troncos a) propios 180 - 200 7- 8 4,20 336-
medios 8-10 4,90 392:-
b) de cepa 7- 8 4,90 392-
8 -10 5,60 448'-
Troncos a) propios 80 -100 5- 7 3,50 ,
2801-
cuarteros 7- 9 4,20 336,-
b) de cepa 5- 7 4,20 336 -
Arbustos a) propios, 2 años 60 3,50 280:-
3-4 años 4,20 336,-
b) de cepa, 2 años 4,20 336 -
3-4 años 4,90 ,
392'-
Arbustos celastríneos 40 como arbustos
Ciruelas, "Mirabellen" y
Clau<lias
Trocos medios de tronco propio 180 - 200 7- 8 4,20 336,-
8-10 4,90 392,-
Tronc. cuartero de trono propio 80 -100 5- 7 3,50 280 -
Arbustos, de 2 a 3 años 60 3,50 280'-,
Cerezas
Troncos medios 180 - 200 7- 8
Troncos cuarterones 8 -10
Arbustos a) 1año, mín. 60 cm
altura total 2,80 224-
b) de 2 años 60 3,50 280'-
Grosellas 5 - 7 brotes 0,90 72:-
Uva espina 5 - 7 brotes 1,20 96,-
Fresas del 1. 6. - 15. 8. Clase cal. A 0,15 13,-
del 16.8. - 31.5. 0,10 ,
8-

Para los cultivos nuevos áefrutales se aplicará un suplemento de 0,50 M por unidad hasta
los 8 años después de la .autorización

operarios sobre la máquina se necesita 1 MO para replantar. Particularmente


importante es ajustar la profundidad correcta de plantación. El brote central
debe quedar por encima del suelo, pero no demasiado alto puestc que se
secaría.
Hay que cuidar igualmente que las raíces queden perpendiculares y que
la planta esté bien apretada. Si la operación se realiza a mano se utiliza un
azadón.
Los fresales pueden obtenerse en parte de plantaciones de uno o dos años,
aunque es recomendable hacerlo sólo durante una o dos generaciones. La rela-
218 FR UTlCULTURA

Tabla 3
Rendimiento de-trabajo al plantar en cultivos cerrados de frutales

Valora-
MOim- eión en
Tipo de trabajo Rendimiento plicada UT
Aplicación abono mineral
25-35 dt/ha 8 -12 dtlba 3 1,6/1,4
Aballo en profundidad, disto 1 m
(Aballadora de cultivo B 190/70) 0,25 - 0,30 ha/h 1 1,8
labrar 25-30 cm 0,25 - 0,28 hafh 1 1,8
Combinador, arrastre, grada, cada uno 0,5 hafh 1 1,8
marcar con apero univ. lugares plantación 0,25 - 0,35 hafh 1 1,8
alinear puntos plantación 250 - 350 u/h 2 1,4
Plantación mecánica de fresas, 4 hileras
30 cm de distancia 0,08 - 0,09 ha/h 7 1,4
Plantación manual de fresas 320 - 350 u/h 1 1,4
hundir árboles 120 - 150 u/h 2 1,4
Carga, transp, y colocación rodrigones 50·60 u/h 3 1,4
Carga, transp. y distribución árboles 80 - 100 u/h 2 1,4
Plantación manual de árboles 20 - 30 u/b 3 1,4
Plantación árboles con arado, incluyendo
preparación de los mismos 500·600 u/h 4 1,6
Plantación arbustos 30 - 40 u/h 3 1,4
Colocación protectores a los árboles 60 u/h 1 1,2

ción de multiplicación es de 1 : 4 a 5. Las plantas de desarrollo muy débil se


pican en mantillo. Aquí rigen las disposibiones sobre calidad de la TGL 7794.
La época óptima de plantación es la que va desde finales de julio a me-
diados de agosto; si se realiza más tarde, la producción al año siguiente es
reducida. Si no es posible regar inmediatamente después de la plantación, hay
que elegir cuando las condiciones atmosféricas sean húmedas.
En el cuadro II se indican los principales precios de los árboles de vivero.
Las estacas cuestan de 0,90 a 1,00 M/unidad y los protectores de árboles de
Igelit de 0,40 a 0,50 M/unidad.

6.1.3. laboreo del suelo


Para realizarlo mecánicamente en los cultivos de árboles y arbustos, los
principales aparatos son la grada de disco, el cultivador y la grada pesada, y
en casos especiales el arado. En las localidades en donde se utilice el sistema
del abrigo de hierba se usará la picadora RZ-3,que también sirve para desme-
nuzar los restos de madera que quedan entre las hileras. EL cultivador se em-
pleará sobre todo en la primavera para aplanar la superficie del suelo encos-
trada durante el invierno, y le seguirá más tarde la grada de disco.
La anchura de trabajo de estos aparatos va de 250 a 3to CID. Cuando las
hileras están separadas 450 cm es difícil llegar con ellos desde los estrechos
pasillos de trabajo hasta los troncos. Inclinándolos lateralmente pueden ga-
narse de 60 a 70cm en cada lado, por lo que pasando dos veces sé logra una
anchura de trabajo total de 390 cm como máximo. Una mejora la constituye
la grada de disco sencilla B 490 con 220 cm de anchura de trabajo; sus des
METODQS DE IRABAIO y QE PROQUCCION 219

cilindros de disco pueden empujarse hacia los lados ensanchando el bastidor


de la máquina y por etapas de 49cm hasta alcanzar una anchura máxima €le
600 centímetros. Los cilindros son intercambiables con el cultivador.
Una parte del laboreocmecárrico del suelo puede efectaarse igualmente con.
la grada j:!esada . Pára que resulten más eficaces y se mantenga mejor la Iínea,
es ventajoso utilizar un portagradas cuya anchura pueda adaptarse a la distan-
cia entre las hileras dé árboles.
En total, el suelo tiene que ser labrado mecánicamente de ó a 8:veces a1
año. Al dar normas de trabajo hay que tener en cuenta que para determinadas
distancias eritre hilera-s, la anclnrra de trabajo de los aparatos, no puede car-
garse totalmente. •
Con la .maquinaria descrita puede traba j arse hasta unos 30 'cm de 10§ iron-
cos sin gue ést-ospeligren. La maleza que crece en.las franjas. o discos arbóreos
a los que no llegan las máquinas, se combate con productos quimieos. Sé
aplican con los aparatos fitosanitarios habituales, provistos de una-lanza pul-
verizadora. Mejor es una varilla con dos surtidores en su extremo coloca-da
a ambos lados de Ia parte delantera del tractor, y situada a unos 30 cm por
encima del suelo. Con,una canridad de 8ÓO I por hectárea de superficie tratada,
las máquinas ñtosanítarias S 031 o S 032 (9001 en el depósito) pueden pulveri-
zar 5,5ha con una carga <mando la distancia entre hileras es de 4,5 m y la
franja pulverizada mide 1m de ancho. La dosis es de 6,5l/mia para una
velocidad de 90 m/min.
En los últimos años -se hao desarrollado en el extranjero aperos de labran-
za especiales, las llamadas azadas rotadoras, que son muy adecuadas para su,
utilización en fruticultura. Se trata de aparatos que trabajan según el principio
de una fresa de labranza con grandes azadas y. una velocidad de giro relativa-
mente pequeña. Se montan en el tractor y son .impulsados por la toma de fuer-
za. La anchura de trabajo alcanzalos 2 m. Puesto que. se desplazan activamente
tienen más alcance por los lados que otros aparatos, sin Ia influencia negariva
de la inclinación del tractor. No sólo resultan adecuadas para esponjar el suelo
y luchar contra las malezas sino que asimismo para la aplicacién de estiércol y
abono verde.
En Loscultivos de arbustos de frutos ~n.baya los tractores normales sólo
pueden utilizarse para el laboreo del.suelo cuando la distancia entre hileras es
de 300cm como mínimo. las ruedas van recubiertas de chapa y los arbustos
no crecen ·excesivamente.en anchura. 1.0s aparatos de trabajo no deben ser

Tabla 4
Rendimientos de trabajo al abonar cultives cerrados de frutalea p-roductivos.

Valora·
MOim- ción en
Trabajos Rendimiento plicada UT
Carga, transp , y aplicación abono mineral
con D 020 0,8 - 0,9 ha/h 'i. 1,8
Carga, transp. y aplicación estiércol 1,4haIMO/h 1 (3) 1,8
Siembra plantas de abono verde
Carga, transp, y-aplicación abeno mineral 0,9 ·1,0 ha/h 1 1,8
a fresales con la abonadora 50 - 200 m/h 1,2
220 r"RuneULTURA

más anchos de 220cm. En este caso y debido al pasillo de trabajo ancho, el


espacio ocupado está relatlvamente mal aprovechado por 19 que, cerno máxi-
mo, se logra una producción del 80 % de la que sería posible. Resulta ventajoso
aquí utilizar el tractor de cadenas Bolgar TL-30A.que tiene uña anchura de so-
lamente 100cm. Los cultivos de fresas se trabajan con.escardadoras múltiples
que van montadas en el tractor. .Espécialmerrte adecuado es el tractor portaape-
ros. Alcabo de 6 u 8 semanas, esto es, en cuanto queja planta ha arraigado, los
ejemplares, recién plantados pueden ser almoaazados con la grada retlcnlada,
y lo mismo en la primavera siguiente cuando comienzan a ser visibles los pri-
mordios florales. Dependiendo de la cantidad de malezas en el suelo y del de-
sarrollo del cultivo, habrá que escardar a mano una o dos veces 'antes de la
recolección y lo mismo después. En diversos experimentos con una combina-
ción de laboreo mecánico y Iucha química contra las malas hierbas, pudo
lograrse mantener: limpio el cultivo de fresas sin recurrir a trabajos manuales.

6.1.4. Abonado

En una plantación de frutales en régimen intensivo hay q_ueadministrar


anualmente un promedio de 15 a 2.2dt de abono mineral, entre ellas 3 a (l di
de cal. En el caso de los frutos en baya y 'Ias fresas, las necesidades de abono
son algo menores. Junto con e1 encalado, el promedio anual de procesos de
trabajo. necesarios es de 2,3.
Las máquinas que en fruticultura dispersan el abono mineral tienen que
ser estrechas y su altura de descarga no ha de:superar a ser posible los 60Gro.
La capacidad tiene que ser grande para poder aprovechar la fuerza de tracción
del tractor 'j r-educiral mínímo el tiempo necesario para transporte y carga. La
que de momento mejor cumple estas condiciones e-sla distribuidora 'de abono
mineral D 025, una máquina de remolque de, 800m3 dé capacidad. Resultan
igualmente adecuadas la abonadora P 020,de algo más de 200m' de capacidad,
la distribuidora D Ó28,que da cabida al, doble que la D 020, Y la máquina de
importación RCW3.

'Fig.2
Abonadora D 025

------ - ------------ ---- - ---


METODOS DE TRABAJO Y DE PRODUCCION 221

En los cultivos de arbustos de fruto en baya, la mecanización del abonado


mineral es difícil cuando la distancia entre hileras supera los 300 cm. En los
arbustos estrechos y durante la época de brotadura es posible utilizar el trae-
tor con la máquina D 020. Para las fresas lo más conveniente es la abonadora
de plato. pues al mismo tiempo que se distribuye el abono se realiza la labran-
za del suelo.
El estiércol se administra en cantidad de 200 a 300 dt/ha cada 2 Ó 3 años.
La mayoría de los distribuidores actualmente existentes no pueden utilizarse
en cultivos de árboles productivos ya que Son más anchos que el pasillo de
trabajo y no arrojan estiércol a los lados. La operación se realiza por tanto
de la siguiente manera: se cargan con una grúa unos 20 dt por colgador, utili-
zándose a ser posible Jos más estrechos; se transporta, se descarga a roano
en montones o gavillas y se distribuye también a mano. La extracción del

Tabla 5
Rendimiento de trabajo al laborar. el suelo en plantaciones de frutales productivos
Valora-
MOim· ción en
Tipo de trabajo Rendimiento plicada PT
Laboreo mecánico
Anchura de trabajo 250 cm 4 dt/b 2 1,6/1,4-
Elimin. química malas hierbas, 2-3 veces 25-35dt/h 4 1,6/~A;
Laboreo en fresales con apero universal 1 ha/b 1 1,6
5 hileras
Azada manual en Iresas 2·3 dtfh 2 l,6/1~2

estiércol de los colgadores hacia los lados ofrece dificultades porque molestan
las copas de los árboles. Por tanto, es ventajoso utilizar unos que puedan bas-
cularse hacia atrás o que mediante un suelo arrollable permitan desplazar poco
a poco la carga bacia atrás. Si no se dispone de ellos, puede utilizarse un cu-
charón estrecho y profundo.

6.1.5. Fitosanidad

Es una de las Jabores que influye decisivamente sobre el éxito económico


de la fruticultura, ya que no sólo puede mejorar la productividad sino también
la calidad del producto.
En las regiones poco afectadas por la roña y el mildiu, para los frutos de
pipa se necesitan entre 10 y 11 tratamientos al año, y si la incidencia es grave
de 12 a 18. En los frutos de hueso es suficiente con 2 a 4 pulverizaciones. Los
arbustos de frutos en baya son tratados de 2 a 3 veces. Las fresas después
de la plantación, yen el primer año productivo de 2 a 3 pulverizaciones anuales
y de 4 a 6 en los años sucesivos.
Entre las medidas frtosanitarias se cuentan también la lucha contra los
ratones, la proteccián contra la. mordedura de animales salvajes y contra las he-
222 FRUTICULTURA

Cant. pulveriz. Fig.3


I/min Relación entre la potencia
70 del aparato (l/min), las neo
cesidades de pulverización
00 (I/ha) y la velocidad de
marcha (km/h)
50
40
30
20

800
Canto pulverlz. l/ha

ladas ta-rdías, aunque no son de aplicación regular. Se 1~ incluye entre los


trabajos «varios» no específicos (véase la sección 6.1.8.).
Los plagicidas se aplican fundamentalmente por pulverización, desempe-
ñando el rociado y nebulizado UD papel secundario ya que algunos productos
importantes 00 son adecuados para este tipo de administración. Interesan
sobre todo para el tratamiento con determinados insecticidas, por ejemplo
para la lucha contra la mosca del cerezo.
Al planificar el trabajo se parte de la cantidad de producto necesaria por
hectárea. Esta se calcula para las plantaciones en seto mediante la fórmula
siguiente:

cantidad I/ha =
750-altura de la copa (ro)· anchura de la copa (m) transversal a lahilera
distancia entre hileras (m)
(altura de la copa = altura del árbol menos longitud del tronco).
Para un cultivo de troncos bajos de frutos en pipa con árboles de 3 m de
altura y troncos de 50 cm de longitud, con una distancia entre hileras de 4 m
se obtiene el siguiente cálculo de las necesidades del producto por cada hec-
tárea:

750· 2,5 ·2 = 940 (I/ha)


4

Al pulverizar en invierno bay que aumentar esa cantidad en un 50 Ó 100 %,


Y antes de la floración de un 30 a un 50 %. En las bayas de arbusto se nece-
sitan de 1 200 a 1 500 l/ha, y en las fresas 2 500 I para combatir el hongo gris y
1000 1en los demás casos.
Los datos sobre concentración de los plagicidas se refieren siempre, SI no
se indica lo contrario, al procedimiento de pulverización.
Si se ha calculado La cantidad de sustancia que hay que aplicar por hec-
METODOS DE TRABAJO y DEl>RODUCCION 223

tárea, se busca a continuación el recorrido que hay que efectuar, Corresponde


a la longitud de las hileras por hectárea y, por ejemplo para una distancia de
4,5 m entre las hileras, supone de 2000 a 2200 ID. Se determina así la cantidad
de producto que el aparato tiene que distribuir por minuto. Su potencia en
litros/minuto depende dé la presión, la potencia de la bomba y del tamaño y
número de boquillas. Puede regularsc dentro de amplios límites, y así en los
aparatos S 031 o S 032 oscila entre 1 y SS I/min. Si trabajamos por ejemplo con
el bastidor de 8 lanzas. abertura de la boquilla de 1,2 mm de diámetro, presión
de 40 al y potencia de bombeo de 66 I/min, la cantidad administrada es enton-
ces de 36 I/min. Si con esta potencia hay que pulverizar a 4,5 m entre hileras
1250 l/ha = 0,63 l/m, deberán recorrerse por minuto 36: 0.63 = 57 m. Esto
equivale a una velocidad de marcha de 3,4 km/h.

Fig.4
Estación de llenado
para las máquinas
fitosanitarias

Estas interdependencias entre la cantidad administrada por hectárea o por


metro de recorrido por un lado y la potencia/minuto y la velocidad de marcha
por el otro, hay que atenderlas exactamente si Se quiere obtener el efecto
deseado. Constituyen asimismo la base para el cálculo de las normas de tra-
bajo.
De influencia decisiva en el rendimiento diario de los trabajos ñtosaní-
tarios no son sólo las cantidades que hay que administrar por hectárea y la
potencia del aparato en l/rnin, sino también la capacidad del mismo y la dis-
tancia a la estación de llenado. La figura S muestra claramente lo importante
que es para el éxito de esas medidas que los aparatos lleven depósitos grandes
224 FRUTICULTURA

Rendimiento en
ha
A
19

-,
18

17

16

15

14

13
B 7

6
Fig.5
5
Rendimiento de
los trabajos fito-
4 sanitarios, depen-

250 500 750 1000 1250


.
1500 m
diendo del tama-
ño de los reci-
pientes y la dis-
A Rociado 250 l/ha 20 I/min Distancia a la estación de llenado tancia a la esta-
3 Pulverizado Pulverizado 1250 l/ha 361/min ción de Ilenado

y que en la plantación haya una estación de llenado. Construyendo recipientes


elevados pueden aprovecharse flujos relativamente débiles de agua y reducir
el tiempo de llenado a unos pocos mimuos.
Los aparatos [it osanitarios adecuados para la fruticultura son por, ejem-
plo, el rociador S 031 con el que también puede pulverizarse, y el. pulverizador
de alta presión S 032. Ambos tienen una capacidad de 900l Y van provistos de
bombas que con una presión de -10at pueden distribuir hasta 85 l/rnin. Les
acciona la torna de fuerza. En los cultivos de hileras cerradas de árboles pueden
usarse aparatos de un solo hombre, en los que pueden montarse tambores
para 80ro de manguera. Así pueden alcanzarse acantonamientos a los que el
tractor no llega, como par ejemplo cultivos de arbustos de fruto en baya con
distancias cortas entre hileras.
Para el cultivo de fresas los aparatos anteriormente descritos pueden equi-
parse con un dispositivo pulverizador; pueden urílizarse igualmente pulveriza-
METODOS DE TRABAJO y DE PRODUCCION 225

Fig.6
Pulverizadora
fitosani taria
S 031, mane-
jada por un
solo operario
en una plan-
tacióo de tron-
cos bajos de
manzano

dores (S 293) unidos a un tractor portaaperos. Para actuar eficazmente contra


el hongo gris se necesitan, en el caso de las fresas, lanzas especiales llamadas
horcas de tres boquillas; de las que una se dirige desde arriba hacia las hileras
y dos desde Loslados.
En los costes totales de [itosanidad los productos pulvcrizantes se llevan
la mayor parte. Son en eada aplicación de 50 a 70 Mfha. El de los aparatos
es, por el contrario, pequeño; aproximadamente 5 M por hora de los que 3,50M
son para amortización y 1,50M para mantenimiento y reparaciones. Los costes
de arrastre y conductor se calculan en unos 15M por nora.

Tabla 6
Rendimientos de trabajo y tiempo necesario para las medidas fitosanitarias
en cultivos cerrados de frutales

Valora-
MO im- ción en
Procedimiento Rendimiento plicada UT

Pulveriz.. invernal, S C3l con ventilador T 7 0,45' 0.50 ha/h 1 1,8


Pulver. L~~:val,S O:; 1 .. un ventilador F 9 0,70 - O,80hajh 1 1,8
Pulver. de fresas con S 293 0,60 - 0,70 ha/h 1 1,8
Pulver. de fresas con S 032 y dos
pulverizadores universales 0,30 - 0,40 ha/h 3 1,8/1,4
226 FRULlCULTURA

Fig.7
Podadoras accionadas con aire comprimido
a la der. para ramas delg. de hasta 20 mm, a la izq. para ramas gruesas de hasta 40 mm

min/árbol

10 cortes
de sierra

sin cortes
de sierra

Núm. de cortes podadora/árbol


---desde el suelo- - - -- - desde la escalera

Fig.8
Tiempo necesario por árbol (tiempo base) para manteniniiento de los troncos bajos de
frutos de pepita. Alt. árb. 3,5.m, diárn. copa 3,0 m (s. Lux, sin publicar»

6.1.6. Conformación de la copa (poda)

Mediante eUapcdemos ínfluir favorablemente sobre la cantidad y regulari-


dad de la producción y sobre la calidad del fruto. La copa debe quedar con
unas dimensiones que se correspondan al srstema de cultivo previsto.
METODOS DE TRABAJO Y DE l'RODUCClON 227

Fig.9
Recogida de los res-
tos de madera con.la
horquilla elevadora
montada en el
tractor

F:ig.10
Picadora de acolcha-
do RZ-3 para desme-
nuzar las ramas corta-
das y acolchar -
anchura trabajo 3 m

La poda de los árboles exige dos procesos de trabajo: cortar o serrar y


retirar los restos de madera del cultivo y eliminarlos. En los primeros, que
hasta ahora se hacían exclusivamente a mano, se utilizarán en los próximos
años cada vez más herramientas mecánicas para la poda selectiva. Con esos
aparatos la productividad del trabajo puede aumentar en un 30 6 40 Ofo. Tam-
bién es esencial que se facilite el trabajo. Además, en el futuro una porción
determinada de estos trabajos, especialmente la limitación de los árboles en
altura y por los lados, se realizará con podadoras no selectivas.
Las necesidades de trabajo en la poda vienen determinadas por los siguien-
tes factores: el número de cortes de hacha o sierra por cada árbol, altura del
árbol y diámetro de la copa. Dependiendo del método de poda y de las condí-
228 FRUTICULTURA

Fig.ll Fig.12
Escalera trípode de tubo de acero Trineo recolector para.Ia recogida de
.menzanas desde el suelo

Tabla 7
Rendimientos de trabajo al.podar frutales productivos en cultivos cerrados

Valora-
ción en
Método Rendimiento UT
Troncos bajos frutales de pepita, control 8 - 10 árboles/MOjh 1,6
Troncos cuartero frutales de pepita, control 2 - 4 árboles/MO/h 1,6
Aclarado y reducción guindos,
anualmente 1/3 del cultivo 2 - 4 árboles/MO/h 1,6
Aclarado y reducción ciruelos,
anualmente 1/3 del cultivo 2 - 2,5 árboles{MO/h 1,6
Aclarado y reducción cerezos,
anualmente 1/3 del cultivo 0,06-1,5 árboleslMO/h 1,6
Groselleros y groselleros espinosos,
poda anual varas agotadas y
brotes excesivos 15· 25 arbltStos/MO/h 1,6
Aclarado groselleros y gros. espinosos,
anualmente 1/3 del cultivo 10·25 arbustos/MO/h 1,6
Destruc.leña con cortadora acolchado 0,5 ha/h 1,6/1,2
Elimin. leña con la horca 0,25·0,30 ha/h 1,8
Ligadura o arrostrado.ramas de 1·2años 120 . 150 ramasfh 1,6
METODOS DE TRABAJ0 Y DE PRODUCCION 229

ciones de trabajo resultan distintas necesidades de tiempo. Para que éstas 'sean
lo más pequeñas posible habrá que elegir entre los distintos métodos aquéllos
que requieran de menos cortes en el árbol. Bajo este punto de vista, en la
«rnorella sombreada» por ejemplo, el aclarado y rejuvenecimiento que se reali-
za cada tres o cuatro años es mejor que la poda anual de los ramos de fruto.
Para retirar los trozos y restos de madera del cultivo, se usa la picadora
de acolchado, que reduce ramas de hasta 70 mm de diámetro a porciones tan
pequeñas que apenas afectan a los trabajos que haya que hacer a continuación.
Condición previa para que la máquina pueda trabajar en perfectas condiciones
es que la superficie del suelo sea lisa y que los restos puedan agruparse en una
gavilla cuya anchura corresponda a la de trabajo de la máquina. Esta última
operación se va realizando ya durante la poda. En muchos casos es necesario
hacer una segunda pasada. Estas máquinas existen en anchuras de trabajo de
J SO a 300cm y potencia para 35 a 40 CV y SO a 60 CV. Donde, por razones
de higiene vegetal, no sea conveniente dejar los restos de madera puede utill-
zarse una horquilla montada en el elevador hidráulico del tractor para retirar-
los. Para ello resulta conveniente el cabezal de carga del cargador frontal T 150,
que suele utilizarse normalmente en unión del portaaperos, por ejemplo cuan-
do se lleva estiércol. Con su ayuda se recoge la madera que queda entre las
hileras de árboles, se saca de la plantación y se agrupa en montones, en donde
puede quemarse.
Entre los medios de conformar la copa en los árboles jóvenes se cuenta
también la corrección de los brotes (ligar, arrostrar, doblar). La ligadura de
los brotes de un año se realiza muy rápidamente con alambre de hierro de 0,5
milimetros. Para arrostrar se utilizan trozos de ramas cortadas de la copa y
que se entallan por uno de sus extremos. El doblado de tallos y ramas de fruto
se realiza con alambres doblados en forma de S o con bramante; se las fija en
estaquillas. ramas más gruesas situadas más abajo o espalderas, y se las lleva
a continuación a la horizontal.

6.1.7. Cosecha y comercialización


Se trata de que mediante la elección correcta del momento de recogida y
unos cuidados adaptados a las distintas especies y variedades, en la recolec-
ción, transporte y preparación del fruto se mantenga la calidad que tenía en el
árbol y de prepararlo para La venta mediante la selección, de conformidad con
Lasnormas, y el envase. Si es posible hay que almacenar los frutos que en la
recogida no estaban maduros. hasta que lo estén.
La recolección comprende el camino que va desde los frutos en el árbol
hasta el lugar en el que son preparados para la venta. Hay que distinguir dos
procesos de trabajo: la recogida a mano o con vibrador y el transporte. Debe
organizarse de modo que ambos estén separados.

6.1.7.1. Recolección a mano


Los métodos que se utilizan en La recogida están en intima relación con el
consiguiente transporte. Especialmente en el caso de los frutos de pipa, el tipo
230 FRUTICULTURA

de recipiente de transporte crea diferencias en los métodos y organización de


la recolección.
Además de las cajas que admiten de 16 a 25 kg de manzanas, los cajones
de 240kg de capacidad tienen una gran importancia. Estos permiten una gran
simplificación y aceleración de las distintas operaciones. Las cajas se utilizan
todavía para las variedades muy sensibles a la presión y que no pueden selec-
cionarse mediante una máquina, y tienen sus paredes recubiertas de cartón
ondulado o un material similar.
Las cajas deberán llenarse directamente durante la recolección. Para ma-
yor facilidad se dispone de trineos en los que se las coloca. Si se usan cajones
la recolección se hace en bolsas que se vacían después en aquéllos; pueden
distinguirse dos procedimientos. Si se los coloca al comienzo en las hileras de
árboles, los propios operarios los van llenando. Pero también puede trabajarse
de modo que al comienzo se distribuya un gran número de bolsas en las hile-
ras; ellas son las que recogen primero la fruta. Los cajones los llenan un grupo
de transporte que va recorriendo las hileras con cajones vacíos y que igual-
mente recoge las bolsas vacías y las distribuye en los acantonamientos en los
que todavía no se trabaja. Con esta organización se puede aumentar el rendi-
miento de recolección en un 10 % aunque la organización del proceso requiere
de un gran esfuerzo. Una ventaja de este procedimiento consiste en que los
cajones pueden llenarse siempre uniformemente.
El vaciado de las bolsas requiere gran cuidado. Debe hacerse de manera
que la fruta no caiga y ruede lo mínimo posible, lo cual puede lograrse arras-
trando la bolsa de lado muy cerca del fondo. Si se tira de ella hacia arriba
existe el peligro de que la fruta caiga o ruede; la consecuencia son numerosos
golpes.
Los experimentos que se han realizado hasta ahora con fines de racionali-
zar por medio de platajormas de trabajo de un solo hombre, no han dado re-
sultados satisfactorios. Aunque se logra un alto rendimiento de recolección
porque también pueden alcanzarse con una escalera los frutos a los que no se
llega desde el suelo, las plataformas sin motor propio son demasiado pesadas
por lo que moverlas requiere mucha fuerza y las que lo llevan son muy caras.
En diversos lugares se ha experimentado con plataformas de trabajo de
varios operarios arrastradas por un tractor. Un ejemplo lo constituye el vehicu-
lo recolector desarrollado en la República Democrática Alemana y apto para
seis, personas. Los recolectores se colocan a alturas de 40 a 200cm y son lleva-
dos a lo largo de las hileras de árboles, otro operario les va dando las cajas
vacías y coloca las que ya están llenas en una plataforma situada al final del
vehículo. Un montacargas va dejando en el suelo las plataformas llenas. Los
árboles tienen que formar setos de 350 a 4()Ocm de altura y 3 m como máximo
de anchura entre las hileras para que el vehículo pueda ir lleno de trabajado-
res. Si no se hace así el procedimiento es irracional porque entonces la porción
de trabajo que sobre el total corresponde al tractorista y al encargado de
amontonar es demasiado elevada. Si está totalmente ocupada se logran rendi-
mientos superiores en un 20 ó 30 % a los otros procedimientos. Estas platafor-
mas de trabajo móviles no pueden usarse cuando la pendiente es mayor del
S por ciento.
No es fácil dar normas de trabajo para la recolección de fruta puesto que
el posible rendirnieruo depende de varios factores. El más importante en todas
METODQS DE l"RABAJO y DEPRODUCCJON zst

Fig.13
Los cubos recolectores de plástico Denos Los cajones se colocan sobre el remol-
se cuelgan de la copa que de plancha y son attª_stTados por el
traetor a lo largo del pasillo de árboles

las variedades es el tamaño del fruto. También lo son la densidad del racimo
yen el caso de los árboles la altura de la copa; al recolectar frutos dé pipa
desde el suelo hay que tener igualmente en cuenta la anchura de la copa. La
densidad de los racimos se determina en los frutos de árbol como producción
por metro cúbico de volumen de la copa, y en las fresas como producción por
metro de longitud de hilera.
- Las normas de tra:bajo para la recolección de fruta que se agrupan en el
cuadro VIII contienen suplementos de tiempo por pérdidas, trabajos acce-
sorios, necesidades personales y vacaciones: al, recolectar desde el suelo son
del 17 %, con escalera 19 % yen el caso de frutos en baya y fresas 10 OJo.

6.1.7.2. Recolección mecánica

Para la recolección industrial de fruta, el desarrollo de los vibradores ha


supuesto un avance esencial.
En la República Demoerática ~emana se utiliza el del tipo TFH montado
en el tractor y accionado por el sistema hidráulico de éste. Trabaja con una
amplitud de 25 a 40:mm y una frecuen-cia de 300 a 1 000 sacudidas/minuto. El
232 FRUTlCUL TURA

Fig.15
Vibrador con dispositivo de captura para la recolección de ciruelas

brazo mide 5,8 ro de largo y se dirige manualmente, pudiéndose mover en


horizontal y vertical. La superficie del correspondiente dispositivo de captura
es de 5,4 X 5,6 m y lo transportan 4 MQ. Este vibrador puede usarse en todo
tipo de árboles frutales, siendo la única condición que el tronco mida 1 m y
su espesor y el de las- ramas sea inferior a los 15 cm. Un vibrador excéntrico

Fig.16
Vibrador manual
parala recolección
de grosellas negras
METO DOS DE TRABAJO y DE PROpUCCION 233

ya en uso pero no regulable...abarca troncos de hasta 2S cm; ne obstante, no


todas las variedades son apropiadas, pues los frutos o no se sueltan del lodo
o se dañan gravemente al caer. Se ban obtenido experiencias satisfactorías con
«Doméstica» y «rnorella sombreada» así como con algunas variedades comer-
ciales de manzana. Se ha experimentado igualmente con éxito con vibradores
manuales, con frutos de baya arbustivos, especialmente grosellas y uva espín.
El rendimiento de los vibradores de árboles frutales depende de la especie
frutal, la estructura del esqueleto de la copa, la longitud del tronco y su diáme-
tro. Las copas achatadas pueden «sacudirse» mejor que las que tienen ramas
alargadas y delgadas por los lados. El vibrador trabaja mejor en los troncos
altos que en los bajos. En los árboles viejos con copas grandes, la garra debe
sujetarse a varias ramas madre. Al aumentar la producción del árbol apenas
Jo hacen las necesidades de tiempo por lo que la recolección con medios con-
vencionales es tanto más problemática cuanto más fruta dé el árbol.

6.1.7.3. Transporte

La fruta recolectada suele transportarse y venderse en cajas o cajones.


Hay tres tipos de cajas normalizadas (TGL 8661, septiembre 1963): normal de
2S kg, mediana de 16 kg Yplana dio!JOkg. Las más adecuadas son las de 16 kg,
que lID solo trabajador puede mover fácilmente. Los cajones que se utilizan
actualmente, con capacidad de 240kg, tienen una superficie de 80 X 120cm y
una altura de 73 a 7S cm. La altura libre es de 6.0 cm, y no deberá sobrepasarse
porque existe entonces el peligro de que la presión creciente ocasione daños.
El empleo creciente de estos cajones podría elevar considerablemente la pro-
ductividad de una parte notable del proceso de transporte. Para los frutos en
baya y Lascerezas se utilizan, además de las cajas planas, cestos de viruta con
capacidad para 10,5 y 2,5kg (TGL 7-2013,agosto 1965). Las .tresas se recogen
directamente en estos últimos. Los frutos de hueso y en baya seleccionados
pueden recolectarse en envases pequeños de 500g (cajas plegables de cartón),
en los que se venden. Para la [rutu. industrial de hueso está permitido la des-
carga directa sobre camiones o vagones de carga, y sobre barriles para Las
guindas y los frutos en baya destinados a elaboración. En la venta de las trotas
de hueso va adquiriendo cada vez más importancia el "envasado previo» esto
es, la utilización de pequeños envases listos para la venta, como por ejemplo
bolsas de polierilcno.
El medio de transporte que hay que utilizar depende en primer lugar de
las distancias que hay que recorrer. Si son de hasta 600m puede hacerse direc-
tamente con el tractor "provisto de cuchara de carga. Los trineos que van col-
gados pueden cargarse con 4 cajones. El límite de transporte se sitúa aquí en
los 1500 m, pero se excluye el poder hacerlo por carreteras. Para distancias
mayores, el producto se descarga en un lugar determinado situado en el borde
de un acantonamiento. Cuanto mayor sea la capacidad de los medios de trans-
porte tanto más racional será éste, siempre que no se trate de vehículos de
carga autónoma, los cuales para una capacidad limitada de transporte (S t)
ofrecen ventajas en radios de unos 10 km debido al ahorro de tiempo que se
produce en la carga y descarga.
234 FRUTICULTURA

Fig.17 Fig.18
Elevador de plataformas para el La utilización de la horquilla elevadora
transporte de fru ta con plataforma permite realizar a un
solo hombre el transporte de la fruta

Fig.19
Carga de plataformas
con una carretilla
estibadora
METODOSDE TRABAJO Y DE PRODUCCf0N 235

Fig.20
Transporte de las
plataformas hasta la
sala de preparación
mediante un vehí-
culo estibador

. , ~~.'
, • 't

Fig.21 Fig.22
Vagón especial para el transporte Carretilla para transportar cajas
de cajones

El grado de daños que Se producen durante el transporte depende en gran


medida de las condiciones del mismo. No se debe sólo a las cancli.cionesde las
vías de comunicación:que al menos dentro dela 'plantación tie~en que ser
óptimas, sino a la necesidad de desplazarse lentamente. Hay que, utilizar al
Tabla 8
Normas de trabajo para la recolección de fruta en cultivos cerrados, en kg/MO/h
Valoración de] trabajo en UT: recogida desde el suelo 1,3
recogida desde escalera 1,4
Tipo frutal Método otras condiciones o de disto frutos das. por pesos
Forma árbol recogida
8'0 g 120 g 1.60 g 200g
Tronco bajo d. suelo Anch. copa 250 cm 129 146 164 180
fruto pepita Anch. copa 350 cm 106 123 ~38 157
Anch. copa 500 cm 87 liO 133 155
Tronco bajo d. escalera 1,8 kg/m3 vol. copa. 88 99 111 123
fruto pepita 0.6 kg/ mlvol. copa 74 85 96 109
Tronco cuan. d. escalera 1.4 kgfm3 vol. copa 64 74 83 93
fruto pepita 0.5 kg/m3 vol. copa 58 67 77 87
Tronco alto d. escalera 1,4 kg/m3 vol. copa 55 72 83
fruto pepita 0,5 kg/m3 vol. copa 45 61 77

o de disto frutos clas. por pesos


4,0 g 4,5 g 5,0 g 5,5 g
Guindas d. suelo 1,6 kg/m3 voL copa 17 17 18 18
0,5 kg/m3-vol. copa 12 12 13 13
Guindas d. escalera 1,6 kgJm3 vol. copa 16 16 17 18
0.5 kg/m3 vol. copa 11 II 12 13
Cerezas d. escalera 1,0 kg/m3 vol. copa 10 10 10 11
7 7 8 8
0,3 kg/m3 vol. copa
o de disto frutos clas. por pesos
10 g 15g 20 g 25 g

Ciruelas d. suelo 26 29 32 35
d. escalera 23 26 29 32
o distoracimes clas, p. pesos
4g 8g 12g 16 g
Fresas 80 g/m 3,7 5,9 8,2 10,0
160 g/m 4,4 6,7 9,0 10,8
240 g/m 5,3 7,5 9,7 11,5
o de disto frutos clas. por pesos
2g 4g 6g 8g
Grosellas 3,0 5,5 8,0 10,5
o de distofrutos clas, por pesos
2g 3g 4g 5g
Uva espín 6,0 11,0 1.5,0 19,0
Fru ta de pepitas Vibrador Tronco 0 < 20 cm 5 - 6 MO; 2 - 3 min/árbol
frutales >20cm 5 - 6 MO: 4 - 8 min/árbol
Tronc. medios Vibrador
y cuarter. de frutales 5·6 MO; 3 - 5 mm/árbol
guindos
Ciruelas Vibrador Tronco 0 < 20 cm 5 - 6 MO; 3 - 5.min/árbol
frutales > 20 ero 5 - 6 MO; 5 - 7 min/árbol

* El volumen de la copa se ha calculado según la siguiente fórmula: volumen de La copa


(ro3)= altura de la copa x diámetro deja copa (m) x 0,5
METOOOS OE TRABAJO Y DE PRODUCCJON 237
/
tabla 9
Estructura de la comercialización de Lafruta

Selección
]- Clasificac.
Calibrado
Embalaje
-_1- Preparac.
Comercialización
Embarque
]- Salida
Venta

máximo la capacidad de carga de los ..ehiculos, porque de lo contrario el siste-


ma de suspensión no puede actuar totalmente. Con el uso de neumáticos de
baja presión puede mejorarse mucho la suspensión, especialmente cuando la
velocidad es limitada y se puede viajar por debajo del limite de presión de los
neumáticos.

6.1.7.4. Comercialización

Al aumentar la cantidad y calidad de los suministros y las exigencias en


cuanto al envasado, la comercialización va convirtiéndose en uno de los ele-
mentos más importantes de) proceso de producción de fruta. En algunos pro-
ductos los costes de comercialización son Iguales a los de producción en bruto.
Sin este gasto no puede tener realidad el valor de mercado que oculta la mer-
cancía no elaborada.
RendImiento kg/MO/h
260r-,--------~-----------r----------~
....

Fig.23
Dependencia entre el rendi-
miento de la selección ma-
nual de fruta de pepita y
la proporción de mercan-
efa seleccionada y de cali-
dad C. La representación
vale para un peso medio
del fruto de 100 g. Cada
10 g de aumento de peso
....... crece el rendimiento en
...... 10 kg/MO/h. Si la mercan-
120:.-------------+------------4----------~~
I e ía seleccionada se divide
en dos clases de tamaño, el
10 20 30% rendimiento desciende un
Proporción en el peso de la mercanc(a e 20 por ciento
238 FRUTICULTURA

La comercialización consta de varios procesos parciales que hay que reali-


zar total o parcialmente, dependiendo del producto y la calidad.
A la hora de clasificarlos, los frutos procedentes de la plantación se se-
paran atendiendo a las características exteriores y al tamaño. Diversas varie-
dades de bayas, especialmente las fresas, suelen clasificarse durante la recolec-
ción y se las introduce entonces en su envase comercial.
En el caso de la [ruta de hueso destinada al mercado diario, la preparación
se limita a separar la que presenta defectos reconocibles exteriormente, mien-
tras que atendiendo a sus características externas se la divide en cuatro clases
de calidad y en grupos de tamaño, amén de que en las mejores calidades se
calibra y envasa de modo especial.
Cuando se trata de cantidades pequeñas y en particular de variedades
sensibles a la presión, la clasificación se realiza a mano. Se trabaja en mesas
de una altura tal que permiten al operario estar de pie sin que tenga que do-
blar constantemente sus brazos. El espacio que necesita cada trabajador ha de
ser tal que delante de él y a su lado puedan colocarse cajas para las cuatro
clases de calidad. Para la clasijioacián por el tamaño se utilizan anillos o tablas
de selección con las que se comprueba el diámetro mínimo de los frutos. Las
vías de transporte en la cámara de clasificación deben ser cortos y los puestos
de trabajo estar bien Iluminados.
Para seleccionar grandes cantidades de frutos de hueso -a partir de
100dt- es conveniente utilizar cintas de transporte de marcha lenta que nevan
la fruta hasta los extremos de selección.
Las clasificadoras de frutos de hueso presentan la ventaja de que en ellas
pueden separarse automáticamente varias clases de tamaño tal como se exige
en las normas de (rutas frescas o en determinados tipos de envase. Los cajones
imponen su utilización puesto que de 10 contrario no hay posibilidad alguna de
vaciarlos y seleccionar de una manera racional. Las instalaciones clasificadoras
que en la República Democrática Alemana suministra el Combinado de Horti-
cultura, permiten un volumen anual de 3000 t.

Fig.24
Panorámica de la
clasificadora (VEB
Kombinat [ür
Gartenbautechnik)
METOl)OS DEíRABAJOy DE PRODUCCJON 239

m/l000 frutos
18r---.---------.---------r-------~

Fig.25
Rendimiento en la cinta selec-
tora de una máquina clasifica-
dora dependiendo dela pro-
porción de fruta a seleccionar
de la mercancía bruta que lle-
10 30 50 70% ga y de la ocupación de la
Proporci6n de fruta que hay que seleccionar cinta

El uso racional de las clasificadoras es una tarea complicada en la orga-


nización del trabajo: se trata de un proceso en cadena. El problema de organi-
zarlo de un modo racional surge cuando distintas partes del mismo, que
interactúan, tienen diferentes capacidades. Por ejemplo, un operario puede
extraer de la clasificadora 80 cajas de tipo B por hora, lo cual equivale a un
rendimiento de 1,2 a 1.3 tiMO/h. En la cinta de selección los rendimientos
de los trabajadores son mucho menores y, además, muy variables puesto que
dependen de las propiedades del producto y el grado de ocupación de la cinta
(figura 25).
Por esa razón, en la disposición diaria del trabajo en la clasificadora hay
que partir de los posibles rendimientos y después de las restantes funciones
tales como transporte del producto en bruto, carga de la instalación, recep-
ción, peso y eventualmente envasado, que podrán ajustarse entonces correc-
tamente.
Las características de calidad y tamaño así como las exigencias en cuanto
a envase, están normalizadas en la mayoría de los países. Para la República
Democrática Alemana rigen las siguientes prescripciones .de calidad y clasifi-
cación para la fruta fresca:

TGL 26955, Bl. 1: manzanas y peras, en fresco, recolectadas a mano.


26955, Bl. 2: manzanas, en fresco, recolectadas mecánicamente.
26954: cerezas dulces y guindas. en fresco.
7618 ciruelas.
7619 fresas.
7784 uva espín.
7785 grosellas.
7786 frambuesas.
7787 zarzamoras.
11 804 Eruta y hortalizas - diagramas y f~j~s de calidad.
240 FRUTICULTURA

11 806 fruta silvestre.


12168 albaricoques.
12 169 melocotones.
12 170 nueces.
is 710 membrillos.
20441 fruta y hortalizas - conceptos básicos.
Estas normas pueden adquirirse en: Buchhaus Leipzig, 701 Leipzig, apar-
tado 140.A modo de ejemplo reproducimos las prescripciones de calidad y cla-
sificación para las manzanas.

Tabla 10
'Ejemplos de selección y calidades para manzanas y peras
Norma del ramo Octubre 1971
República Fruta TGL 26955
Democrática Manzanas y peras, en fresco Hoja 1
Alemana Pyrus malus L. Grupo 31260
Pyrus communis L.
obligatorio desde el 1. 2. 1972
l. Exigencias de calidad

Bxígenciás mfnimas

vigentes para las clases Selección, A y B

- sano
limpio
fresco
sin olor ni sabor extraños
- sin humedad anormal
- con las características típicas de la variedad
sin daños
en condiciones de envío

El grado de madurez ha de ser tal que la fruta soporte en condiciones adecuadas el trans-
porte y el manejo, y que corresponda al uso para el que está destinada.

Calidad de clase seleccionada


frutos escogidos
- forma y color uniforme
- sin defectos
con peciolo
peras sin pepita
Calidad de clase A
- color y íorma menos uniforme
METO DOSDE TRABAre y DE PR6ooCCION 241

- pulpa sin defectos


- peras sin pepita
sapermite:
.peciolo dañado
defectós en la piel y golpes ligeros de 20 mm de 1argo C<>!nO máximo para cada fruto y
superficie total 200 mm'2
manchas der.oña, superficie total máxima por fruto: 25 mm2
Calidad clase B
- pulpa sin grandes defectos
se permite:

- color y forma menos uniformes


sin peciolo, siempre que la piel no resulte dañada
- defectos en la pfel y golpes"ligerosde 40 .mm de largo como máximo para caga frutó y
sqperficie total 250 roríl2
- manchas de roña, superficie total máxima por fruto: 100 rom.2
- manchas-vítreas y macas hasta el 15 pOI ynidad de embalaje

Calidad clase G
- fresco
sin sabor ni olor extraños
sin podredumbre ni mohos
sin grandes impurezas
se permite:
• mayores defectos en.la piel
-La calidad de clase e no está permttida para el mercado de consumo en fresco
Calidad clase e
- fresco
- sin.sabor ni olor extraños
- sin podredumbre nimohos
sin grandes impurezas
se pemúte:
- mayores defectos enla piel
La calidad de clase C no está permitida para el mercado de consumo en fresco

2. Clasificación.según el tamaño
Se realiza confonne al diámetro máximo, medido en ángulo recto con respecto
al eje.del fruto
Diámetros mínimos en mm

Clases de calidad
Tipo de fruta Grupos Selección A B e
Manzanas a 65 60 50 40
b 60 55 40 40
"Peras a 65 55 4p
b 5{) 50 40
El diámetro mínimo de las variedades no Indicadas en las-disposiciones de precios, se de-
termina Iocalmente en cada distrito.
242 FRUTiCULTURA

3. Tolerancias por unidad de embalaje

Clase de calidad
Selección A B
Máximo por calidad 5 10 10 de lamasa
de ello - con daños cicatrizados produ-
cidos por parásitos, máximo 2 5 de la masa
- mordeduras, máximo 2 2 de la masa
Máximo para el tamañó 10 10 10 de la masa
Máximo total 10 15 15 de la masa
Las desviaciones con :respecto a la calidad y el tamaño deben cumplir las condiciones de fa
clase siguiente de calidad.

4. Embalaje de envío

Cantidad por unidad de emhalaje, en kg:

Clase de calidad "Bandeja A .Bandeja B Envase pequeño


T~L 8661 TGL 8661

Selección 12,5 máx.l


A 20 15
B 20 15
C a convenir
Otro tipo de embalaje a convenir.
Toda unidad de envase sólo podrá contener manzanas O peras de la misma calidad, y en el
caso de las clases seleccionada, A y B, sólo de la misma variedad y grupo de tamaño.
La diferencia de tamaños de los frutos en una unidad de envase puede ser de 10 mm para
las clases seleccionada yA. Para las clases B y C no se fijan límites. Los frutos deberán em-
balarse de manera que queden suficientemente protegidos.
Los envases pequeños tienen que ser nuevos.
Si la clase seleccionada se empaqueta en bandejas, ésta deberá ir provista de material de re-
lleno, p. ej., cartón ondulado, lana de papel, etc. La clase seleccionada deberá empaque-
tarse en una o dos capas y se presentará al mercado minorista en el envase original. El em-
balaje en más de dos capas sólo puede realizarse con ayuda de materia) acolchado de re-
lleno.
Los envases pequeños sólo podrán empaquetarse en unidades mayores, como p. ej. bande-
jas, si éstas van provistas de material de relleno y entre las distintas capas hay un acolcha-
do adecuado.
Cuando se utilizan embalajes impresos, el color de la impresión no debe entrar en contac-
to con los frutos.
El material y otros elementos de embalaje tienen que ser perfectamente higiénicos y estar
desprovistos de olores extraños. El producto embalado no debe estar mezclado con hojas,
ramas, etc.
5. Denominación
según TGL 11 804
6. Comprobación de la clase de calidad, tamaño, masa y embalaje
según TGL 26 372
7. Conceptos básicos
según TGL 20 441
METODOS DE TRABAJO y DE PRODUCCJON 243

Tabla 11
Tipos de envases comerciales y su campo de aplicación

Clase de Material de embalaje Aptitud Peso del


fruta embalaje

Manzana a)Bo1sa de polietileno La calidad A no 1,0 - 1,2


Pera 0,03 mm, con orificios es para varied.
(8 orificios con 5 mm diám.) blandas de peras

Calidades A y B 2,5
b) Bolsas de mano de polietileno;
0,05 mm
c) Bolsas de mano de polietileno Selecci6n 0,8 - 0,9
arrugado; 0,03 mm, malla
completa o precintada
Cereza a) Caja plegable de cartón; tambo Selección 0,8 -1,0
Ciruela posibles bolsas de plástico si
Albaricoque están su!icienlem. ventiladas
b) Cestas Calidad A 1 - 2,5
Melocotón Bandejas de plástico arrugado Selecclón 0,6 - 0,8
(Albaricoque)
Fresa Cajas plegables de cartón Selec. (Calid. A) 0,6

Tabla 12
Necesidades de mano de obra, rendimientos y costes de diversos procedimientos de
embalado de fruta

Tipo de Procedimiento Necesi- L/Lurno Costes M/kg


embalaje dades MI
deMO Envase
Bolsa a) manual 5 4-5 0,099 0,099
b) mecánico con la máquina
"FUucon", peso y etiqueta
de precio a mano 3,5 3·3,5 0,102 0,102
Bandeja de a) Bastidor manual
fruta 5 2,2 0,149 0,175
b) Línea sencilla con bastidor seg.
sistema "Tornau", pesado y
etiquetado a mano 8 4,8 0,130 0,153

c) como b, pesado y etiquetado


de precio automático 8 6,7 0,140 0,165
d) Lrnea proyectada
semiau tom átic a 10 11 0,157 0,183

Entre los productores está ganando rápidamente en importancia el enva-


se de autoservicio, el llamado envase comercial (embalaje previo). Su principal
objetivo es racionalizar el comercio minorista. Al mismo tiempo, eligiendo la
forma adecuada del mismo puede protegerse la [Tula contra los daños produ-
cidos en el transporte y contra la suciedad, haciendo que resulte más duradera.
244 FRUTICULTURA

Fig.26
Empaquetadora Filucon

Fig.27
Cerezas envasadas
en.una bolsa de plástico

Fig.28
Envase de plástico
al vacío
METOnos DE TRABAJO Y DE PRODUCCION 245

El envase puede mejorar igualmente el valor de presentación de la mercan-


cía. El consumidor tiene así más Iácil la compra.
Los costes de envasado tienen que guardar una relación moderada con el
valor d~ la mercancía, por eso Jos distintos tipos no se clasifican según el pro-
ducto Sino conforme a la calidad. Los costes de este material tienen una parti-
cipación del 40 al 50 % en los gastos totales del envasado comercial. Una
elección cuidadosa permite que resulten más baratos y tiene, por consiguiente,
~na importancia económica. El cuadro Xl da una relación de los tipos más
Importantes.
Los distintos tipos de envase pueden fabricarse a un coste técnico muy
variable. El desarrollo se orienta hacia sistemas mecánicos relativamente com-
plicados aunque parcialmente automáticos. pero que son también muy caros.
Una gran mecanización, especialmente en explotaciones múltiples, tiene que
ser segura para que el sistema pueda funcionar de modo rentable. Su volumen
mínimo de trabajo es de unas I 000 t/año. El método más extendido y que
actualmente resulta el más barato, es el de bolsas realizado manualmente y
que puede producir 100 envases/MO/h. El cuadro XII compara algunos proce-
dimientos para distintos lipos de embalaje.

6.1.8. Trabajos varios


En la Iruticultura hay que realizar una serie de trabajos que no se llevan
a cabo de modo regular pero que son una condición necesaria para el mante-
nimiento adecuado de un cultivo productivo de Irutales, y que han de tenerse
en cuenta para efectuar sin dificultades las labores de labranza y recolección.
La mayoría de estos trabajos no son de plazo fijo: pueden realizarse cuando
más tiempo haya. Entre ellos se cuentan la colocación de estacas, hacer replan-
taciones. eliminación de retoños, protección contra las mordeduras de animales
salvajes, lucha contra los rULOOt.:s.
medidas contra las heladas, pequeñas repa-
raciones, trabajos de marucnimicruo y cuidado de la maquinaria y los aperos,
cuidados de las cercas, y muchos otros. Resultan también necesarios algunos
pequeños gastos de formación como son la asistencia a conferencias, visitas a
otras explotaciones, cte.
El riego no ha tenido de momento una gran importancia en las plantacio-
nes de frutales. Siempre que sea posible hay que hacerlo en los cultivos de
fresas porque puede contribuir decisivamente 3 elevar la producción. Se utili-
zan aspcrsores lentos que dan una precipitación de 3 a 4 mm por hora. EJ tiem-
po de trabajo que se emplea por hectárea en cada riego es de 4 a 6 MO/h.
En el cultivo de fresas. como labores adicionales se tiene la eliminación
de estolones. Se lleva a cabo dos veces, una a finales de julio y otra a princi-
pios de septiembre. Se utilizan discos de plato para montarlos en binadoras
múltiples arrastradas por tractor (cortadora de sarmientos de [Tesa P 930).
Detrás de los discos hay varias púas que sueltan las plantas del sucio y las
arrastran en parte.
246 FRUTICULTURA

Tabla 13
Necesidades de mano de obra y medios de arrastre por ha y año para trabajos diversos

Tipos de Valora- Trone. Tronc. Frutos


trabajo ci6n en bajos cuarto Guindas Cerezas Ciruelas de bayas Fresas
MO de fruto fruto de arbus.
de de
pepita pepita
MO/h MO/h MO/h MO/h MOfh
Cuidado y
reparae. de
maquinaria
y aperos 1,6/1,4 18 18 14 10 14 15 15
Cuid. vallas 1,4 8
Diversos 35 30 30 20 30 30 30

Desrraigo
de fresales
con cortad.
en la traOla
múltiple 1,8 8
Horas de
remolque 2 2 2 2 2 '2

6.1.9. Peculíaridades del laboreo durante la época improductiva

La época improductiva que sigue a la plantación de los árboles frutales


grava financieramente a la empresa ya que ocasiona gastos crecientes de la-
boreo, sin que sean de esperar ingresos. Sería totalmente falso intentar amor-
tiguarlos reduciendo las operaciones de labranza. Hay que hacer más bien todo
lo posible para que la plantación crezca rápidamente y comience lo antes posi-
ble a ser productiva. Por eso resulta falso hacer subcultivos. Es verdad que
con ellos pueden compensarse una parte de los ingresos que faltan, pero hay
que considerar también que los cultivos entre las hileras de árboles suelen ser
más caros que los de campo libre ya que los árboles dificultan tanto el des-
arrollo como la labranza y recolección mecánicas. Especialmente negativo es el
retraso en el desarrollo que se produce con ocasión de esos cultivos. Aparte
de tos daños directos producidos al arrancar las raíces aparecen otros, menos
aparentes pero más duraderos, debidos a la competencia por el agua y las
sustancias nutritivas y por la dificultad existente a la hora de efectuar medi-
das ñtosamtarias en los ejemplares jóvenes. Estos peligran particularmente
con las orugas y polillas en el mes de mayo, así como por la invasión de
pulgones que se produce prácticamente durante la totalidad del período de cre-
cimiento de los brotes.
El grado en el que pueden practícarse los subcultivos en las plantaciones
cerradas de frutales viene regulado por una norma de la República Democrá-
tica Alemana, la TGL 80-132:04. Conforme a ella, si la distancia entre hileras
es de 500cm los subcultivos sólo podrán efectuarse hasta un año de la plan-
tación, con 600cm hasta 3 años y para más de 600cm hasta 4 años después. La
anchura de las franjas arbóreas en las que no pueden colocarse esos cultivos
MRTODOS [YE TRABAJO y DEPROD1]CClON 247

deberá ser en el primer año de 200cm, en el segundo de 250cm y en el tercero


de 350m.
Como subcultivos sólo interesan aquellas especies vegetales que no impi-
den la realización de medidas fitosanitarias, particularmente durante la pri-
mera mitad del período vegetativo. Deberá prescíndirsc además de las que
presenten un consumo elevado de las reservas de agua y sustancias nutritivas
del suelo. - .
Las franjas arbóreas se mantendrán libres de maleza por medio de sustan-
cias químicas. En los frutos de árbol ha dado buenos resultados emplear dos
veces productos del tipo de «Azaplant Kornhi».

6.2. Métodos de producción


En las secciones siguientes se presentan los jrrmcípales métodos según los
<malesse programa la producción de truta y se organiza SU curso. Los valores
indicados de las necesidades de trabajo y arrastre para distintas plantaciones
son aproximativos para la planificación y, por consiguiente, elevados un 10 %
con respecto a los datos de las normas de trabajo de las secciones previas.

6".2.1. Producción de manzanas y peras en plantaciones cerradas

El punto esencial radica en la producción de fruta de mesa. En las plan-


taciones de tronco bajo deberán alcanzarse los siguientes rendimientos de pro-
memo durante la recolección:

en suelos ligeros 160 a 200 dt/ha


en suelos medíos 200 a 240 dt/ha
en suelos óptimos 220 a 250 dt/.ha

Deberá obtenerse la siguiente proporción de clases de calidad: 35 % selec-


ta, 3S % clase.A, 20 % clase B, lQ OJo clase C. En IQS suelos ligeros, el nivel de

Fig.29
Cultivo normaliza-
do de troncos bajos
de.manzanó
Vista del pasillo
de t..abajo
248 FR UTICULTURA

Tabla 14
Recomendaciones sobre la elección de las variedades y los patrones para cultivos de
manzanos y perales en algunos distritos

Especie/Variedad Patrones
en orden aproximo de
madurez definitiva Distritos de Distritos de • Distrito de Distrito de
Rostock, Potsdam, Halle Dresden
Schwerin, Cottbus,
Neubian- Frankfurt
denburg

Manzanas
Clara* MXI MIV
Helios* MIV MIV MIV
James Grieve* MIV MIV MIV MIV
Allonene* MIV MIV MIV MIV
Carola* MIX MIV,MXI MIV,MIX MIV
Elektra MIX
Jonathan MIV MIV
Auralia MIV MIV,MXl MIV,MXI, MIV
Ps
Gelber Kostlicher MIV M IV M IV, MIX MIV,M IX
C1ivia MXl MXl
Ps
Breuhahn MIV
Roter Boskoop MIX MIX
Undine MIV MIV MIV
Ontario MIV
Peras
Bunte Julibirne Ps
Trévoux Ps Ps Ps
C1appsLiebling Ps Ps, membrillo
Wllliams Christ Ps Ps membrillo Ps
Konferenzbime Ps Ps membrillo Ps, membrillo
Alexander Lucas Ps Ps membrillo Ps, membrillo
Madame Verté Ps membrillo
Nordháuser
Winterl'orelIe membrillo Ps, membrillo
Paris membrillo

* Estas variedades de manzanas tienen posibilidades limitadas de salida

rendimientos puede elevarse por medio de medidas que mejoren el régimen


hídrico del suelo. La producción de un año no debe oscilar en más del ± 2S %
sobre el valor medio,
El sistema de cultivo debe satisfacer la TGL 8237;en ella se determinan
los Indices principales sobre la distancia entre las plantas y las dimensiones
de la copa. La altura del árbol es menor de 400cm. La distancia desde las
partes inferiores de la copa al suelo debe ser como mínimo de 40cm. Los
árboles se plantarán en fila, a ser posible en la dirección norte-sur. La distan-
da entre las hileras deberá elegirse de manera que durante toda la vida quede
entre ellas un pasillo de trabajo de 150cm como mínimo, al que tampoco
METO DOS DE TRABAJO Y DEPRODUCCION 249

pueden llegar partes de la copa en la época de recolección del fruto. La an-


chura de la copa transversalmente a la dirección de las hileras no deberá
superar los 250cm porque es más fácil hacer la cosecha en las que son estre-
chas. Las ramas madres se criarán preferentemente en la dirección de las
hileras.
La distancia entre las hileras vale como máximo 500cm; se recomienda
que sea de 420 a 450cm. En ellas la distancia entre los árboles se elige de ma-
nera que las copas se toquen y a partir del quinto año comiencen a formar
una fila cerrada de tipo seto. En la fase-productiva los árboles deberán podarse
de modo que en las ramas madre inferiores salgan también nuevas ramas; de
lo contrario existe el peligro de que las partes de máximo rendimiento se pro-
longuen hacia arriba al ir aumentando en edad el árbol, con lo cual se pierde
la ventaja de la copa baja.

Tabla IS
Necesidades anuales de horas de trabajo y arrastre por ha. así como productividad en la
producción de fruto de pepita en plantaciones cerradas; nivel de desarrollo desde 1957
tomando como éjemplo 23 cultivos de frutales - distancia entre plantas 4,5x 2,5m

Tipo de trabajo 01951/58 01965/66 Valores teóricos de necesidades 1970-1975


MO/b A/h MO/h A/b Procesos de trabajo MO/h A/h
Laboreo de suelo Laboreo mecánico con
Lucha química grada de disco, cultivado-
contra malas ra, etc., 6-8 veces
hierbas Lucha química contra
207 15 55 18 malas hierbas, 1-3veces 15 15
Fitosanidad 27 7 19 1·2 12-18 rociados 15 12
Abonado 20-25 dt/ha abono mine-
ral y aplicación de cal
en 2-2,5pasos
20 4 19 7 Siembra abono verde 20 8
Poda, aclarado Corte, destrucción
244 3 150 8 de leña llO 4
Varios Mantenimiento y repara-
ción de la maquinaria
y de Ias.vallas 60 6
91 3 99 10 Varios 220 20
Recolección y 315 5 511 30 Recolección, transporte,
transporte selección, calibrado, tra-
bajos transporte (sin em-
balaje de venta)
Preparación 150

total 904 37 853 85 600 65


dt/ha 67 143 220
MOfh/dt cuidados 8,8 2,4 1,0
1,0
MOfh/dt recol., transp.
MO/h/DT preparación } 4,7 } 3,6
0,7
2,7
MO/h/dt total 13,5 6,0
kg/MO/h 7,4 16,7 37,0
Horas anastre/dt 0,55 0,52 0.30
250 FRUTIC\1L TU RA

Fig.30
Plantación de troncos bajos de manzano en seto de cinco años
Cultivo normalizado (4 x 2,5 m). Hilera en dirección norte-sur

En la elección de variedad hay que dar preferencia a las tardías de otoño


y las de invierno, que den gran cantidad de fruto. Al seleccionar el patrón
hay que orientarse en el sentido de conformación de la plantación. Lo conve-
niente es un crecimiento medio de los árboles que, unido a variedades tempra-
nas y de buen rendimiento, no ofrezca dificultades especiales a la hora de
limitar el crecimiento de. la copa.
La tabla 14 da una visión general sobre las variedades recomendables
actualmente en algunas regiones de la República Democrática Alemana. La
elección ha variado mucho en los últimos 10 años, particularmente en lo que
se refiere a las manzanas; no existe todavía un juicio seguro sobre todas las
variedades por lo que hay que prestar gran atención a los hallazgos de las
mismas que mejor se adaptan a las distintas localidades.
En la tabla 15 se resumen las necesidades de trabajo y arrastre para los
cultivos de tronco bajo de frutales. El rendimiento calculado para caracterizar
la productividad, de 37 kg de fruta de hueso por hora de trabajo, sólo se ha
alcanzado de momento en contadas ocasiones.
Deberá tenderse en el futuro a ese valor en las principales explotaciones
de la República Democrática Alemana, considerándolo en condiciones ópti-
mas de producción como el rendimiento promedio. Sólo entonces adquirirán,
como en otros países, una posición preponderante.

-------
METO DOS DE TRABAJO Y DE PRODUCCJON 251

Tabla 16
Valores caracterfsticos para "juzgar el rendimiento de Ios cultivos de manzanos (a partir
dé) 50 año)

Caraeterfstioa Unidad muy bien bien no apto


Número de árboles Arboles/ha más de 900 750 . 900 menos de 7'50
Oosecha media dt/ha más de 220 160 . 220 menos de 160
Oscilaciones anuales Desviaciones
de la cosecha valor medio
menos de± 25 25·40 .más.de 40
.J>orcentajecalidades
seleccionada y A % másda 8.5 75·85 menos de 75
Necesidades tiempo
de trabajo sin prep. MO/h/dt menos de 2,5 2,5 ·-3,2 más de 3,2
Neces. tierno trabo
comereialízaeión con
50 envases peq. MO/b/dt menos de 1,2 1,2 ·'1..6 más (le 1,6

Tablá 17
Necesidades anuales de horas de trabajo y arrastre por cada 100 árboles, y productividad
en la obtención de fruta de pepita en cultivos dispersos de frutales
Cosecha media 40 kg/árbol

Tipo de trabajo Procesos de trabajo Necesidades de


MO/b A/h
Laboreo de la tierra generalm. no es poS101e
Abonado 10 3
Fitosanidad sólo es posible en grado limitado
2·3 rociadas con tubos altos, por
cada rócíada 10·151lárbol "25 8
Poda podar. anualm, 1/3 de la plantación;
Recogida leña con el.remolque 90 3
Cosecha Recolección, transp. con remolque 2(;)0 LO
Preparación Clasificación 60
Trabajos diversos 15 1

~ta1 400* 25

Valores teóricos, de la productividad (referidos a 'horas pro-ductivas}:


* Rendimiento kg/MO/h 10.,0
Rendimiento .MIMOlaño 9 000 a;LO000

6.2.2. Producción de manzanasy peras en cultivos dispersos

El aprovechamiento de los cultivos dispersos de frutales, entre .los qué se


cuentan también los cerrales que, Ios campesinas utilizan -p~a tener ganado,
es más difícil que en las plantaciones debido principarmente a los factores
siguientes:
252 fRUTICULTURA

a) la gran cantidad de tiempo perdido en todos los trabajos, debido a la


dispersión y la multiplicidad de variaciones;
b) el bajo rendimiento en la recolección y la poda, ya que suele tratarse
de troncos altos en los que la productividad y el tamaño del fruto son
pequeños;
c) las pocas posibilidades de emplear medidas de fomento del rendimien-
to en el abonado y la fitosanidad, ya que la superficie suele aprove-
charse para subcultivos.

Las principales operaciones que hay que llevar a cabo en estos cultivos
(cantidades mínimas) para aumentar la cosecha son la pulverización invernal,
una pulverización antes o poco después de la floración y, en los manzanos, otra
contra el gusano. Hay, además, que aclarar regularmente las copas y rejuve-
necerlas cada pocos años. Puede calcularse entonces una producción media de
40 kg por árbol. El reducido valor comercial de una parte de las variedades
cultivadas y la porción relativamente escasa de frutos valiosos, conduce a in-
gresos mucho menores que en el caso de la producción de fruta de mesa en
cultivos cerrados. La productividad del trabajo alcanza solamente un 20 % del
valor que puede alcanzarse en estos últimos, por lo que una tarea urgente es
la de sustituir esos cultivos dispersos por otros nuevos.

6.2.3. Producciónde fruta de hueso en cultivos cerrados

Las cerezas se cultivan en plantaciones cerradas para abastecer el merca-


do diario (especialmente las cerezas dulces) y también a la industria transfor-
madora (guindas). Deberá hacerse solamente si se tienen los correspondientes
contratos de venta. El cultivo de melocotones y albaricoques a gran escala
carece de importancia. Según las condiciones de la localidad y las variedades,
el promedio de rendimiento que puede alcanzarse es:

cerezas dulces 80 a 120 dt/ha


guindas 60 a 100 dt/ha
ciruelas 80 a 130 dt/ha

En 10 que respecta al sistema de cultivo, para las cerezas dulces rige la


norma TBL 8237(véase frutos de hueso). La mayoría de las variedades de cirue-
la pueden plantarse igualmente conforme a esta norma.
Los cerezos dulces se han plantado hasta el momento a mayores distan-
cias, pero se ha demostrado que, si éstas son menores, puede reducirse nota-
blemente la duración del período improductivo y aumentarse el rendimiento.
Por esa razón es necesario criar copas próximas al suelo. El gasto de esta
última operación aumenta globalmente en los primeros años, siendo después
necesaria una poda intensa de rejuvenecimiento. Pero las copas próximas al
suelo permiten un mayor rendimiento de recolección. En unión de combina-
ciones variedad-patrón de crecimiento débil o medio, interesan distancias de
METODOS DE TRABAJO y DE"PRÓDUCCION 253

Tabla 18
Recomenda~iones para la elección de variedades de guindas, cerezas y ciruelas de mesa
para plantaciones cerradas
t+ = recomendada para cultivar, X = recomendada para cultivo experimental)
Distritos

Rostock, Potsdam, Halle, Suhl, Gera,


Schwerin, Cottbus, Magdeburg, Zonas rnontaño-
Neubranden- Frankfurt Leipzig, Erfurt, sas de media alto
burg Dresden, 250 m
Karl-Marx·
Stadt

Guindas
Fanal X + + X
Sehattenmorelle + + T
I
+
Cerezas
Kassins..Frühe + + + +
Knauffs Schwarze
Teickners Schw.
X + T
I
X

Herzkirsche + +
Werdersche Braune X X X +
Schmalfelds Schw. +
Spansche Knorpel X + X X
Hedelfinger X + + T
I

Queñurter Kónigskírsche
Altenbnrger
X + +
Melonenkirsche
Gr. Schwarze Knorpel
X + + +
T
I

Ciruelas
Frigga X + + X
Lü tzelsacher + + +
Czar + + + +
Nancymirabelle + +
Althann .J..
I + +
Gr. Grün.e Reneklode + + +
Wangenheim
Stanley + + +
Hauszwetschex + +
+ + +

4 X 5 a ~ X 6 m entre las plantas. En lo referente a la elección de la longitud


del tronco y de la estructura de la copa, hay que tener en cuenta en todas las
variedades de fruto de hueso las necesidades de la recolección mecánica. De
la experienciaque se dispone hasta ahora puede deducirse que son necesarios
al menos 80cm entre el suelo y las partes inferiores de la copa.
En la elección de variedad de los cerezos dulces y ciruelos hay que con-
siderar las exigencias de la industria, y en las ciruelas de mesa las posibili-
dades de venta en el mercado local. El surtido de cerezas dulces será tal que
la recolección se distribuya uniformemente durante lodo el período de ma-
durez ( véase la tabla 18 ). Los primeros resultados sobre los ensayos reali-
254 FRUTICULTURA

Tabla 19
Necesidades anuales de horas de trabajo y arrastre por ha, y productividad en la obtención
de frutos de hueso en plantaciones cerradas.

Tipo de Procesos de trabajo Necesidad en MO/h y A/h


trabajo
Guindas Cerezas Ciruelas

MOfh A/h MOfh A/h Afh MO/h

Laboreo
del suelo como frutos de pepita 15 15 8 8 15 15
Abonado como frutos de pepita 14 6 30 10 14 6
Fitosa· 3-4 rociadas con bastidor,
nidad aplic. invernal con lanzas,
tratamiento de insecticidas
tamb. con pulverizador
9 6 9 6 9 6
Poda Guindos y ciruelos
anualm 1/3 del cultivo,
cerezas anualmente
1/4 a 1/5 del cultivo 110 1 45 1 70 1
700 6 930 5 465 7
Cosecha Recolección, transporte
con plataforma baja (270) (43) ( ...) ( ...) (270) (48)

Prepa- Pesada, selección; ciruelas


ración y cerezas del 25-50 dela
cosecha en paquetes peq. 25 80 45

Otros Mantenim. y reparac. de


trabajos maquinaria, trab. diversos 55 2 30 1 55 2

total 928 36 1132 31 673 37


(488) (73) (468) (73)
Valores teóricos de la productividad
(reí. a horas productivas)
Rendim. producción en kgIMO/h 9,7 6,6 14,8
(16,4) (21,4)
Rendim. producción en MIMO/año 17000 16000 15000
(29000) (22000)

Distancias entre plantas y cosechas: guindas de 3-4 x 4,5-5 m, 90 dt/ha;


cerezas 7 x 8,5 m, 75 dt/ha;ciruelas 3·4 x 4,5-5 m, 100 dt/ba;
cifras entre paréntesis () = recogida mecánica
METO DOS DE TRABAJO y DE PRODUCClON 255

Tabla 20
Necesidades anuales en horas de trabajo y arrastre por ha, y productividad en la obtención
de frutos en baya de arbustos
Grosellas rojas 130 dt/ha, grosellas negras 60 dtfha, uva espina 130 dt/ba (el trabajo de
tracción animal puede sustituirse.por un tractor de curso estrecho o una fresadora)

Tipo de Procesos Grosellas Grosellas Uvas espinas


trabajo de trabajo rojas negras
MO/b Afh MOfh Afh MO/h A/h

Laboreo Laboreo meco


del suelo con cultiv.,
grada, etc.,
5-8 veces,
elim. química
malas hierbas
1-2 veces,
1 escarda mano 160 5 140 5 160 5
Abonado 14-18 dt abo-
no mino y aplico
cal en2-2,5
proc. trab., es-
tiércol (com-
poste, etc.)
300 dtfha en
1/3 superf.
Siemb. abono
verde 45 7 40 7 45 7
Fitosa- 2-3 rociadas
nidad con 2 mangue-
ras y pulveri-
zador múltiple 30 10 2-5 8 30 10
Poda Elimin. anual
ramas agoto y
exceso nuevos
brotes; des-
trucción leña
110 3 no 3 110 3

Cosecha Recolec., trans-


porte, pesada 2100 12 1480 6 1860 12
Otros
trabajos 30 2 30 2 30 2

total 2475 39 1825 31 2285 39


Valores teóricos de la productividad referidos a horas productivas
Rendimiento kg/MOfh 5,3 3,3 5,6
Rendimiento M/MO/año 9000 11 000 8000
256 FR UTICULTURA

Fig.31
Plantación normalizada de groselleros
En primer plano groselleros negros y al fondo rojos

zados para estudiar la aptitud de las variedades a la recogida mecánica, indican


que está próxima una modificación en ese surtido.

6.2.4. Producción de grosellas y uva espín

Pueden venderse en el mercado en fresco en cantidades muy reducidas. Lo


más adecuado son los envases pequeños de 500g. El principal cliente es la
industria, particularmente de frutos maduros en el caso de la uva espín. Los
correspondientes contratos son la base para cultivar superficies grandes. Se-
gún las condiciones de la localidad se alcanzan los siguientes rendimientos
de promedio:

grosellas rojas 120 a 160 dt /ba


grosella negra 50 a 70 dt/ha
ova espín 120 a 160 dt/ha

Para los sistemas de cultivo de los frutos en baya de arbusto rige la norma
TGL80·132:03.Igual que en el caso de la fruta de hueso, bay que elegir la dis-
tancia entre las plantas de manera que se formen hileras cerradas que se tra-
bajarán sólo en esa dirección.ry deberá valer como mínimo 200cm y como
máximo 300cm; el pasillo de trabajo 100cm como rrunimo. Dentro de las
hileras la distancia entre las plantas debe orientarse según la intensidad de
..METODOS-nE TRABAJO Y DE PRODUCCIÓN 257

Tabla 21
Recomendaciones para la elección de variedades de grosella y uva espina

Especie/variedad

Grosellas Uva espina


'Heros' 'Gelbe Triumphbeere'
'Vierlander ' 'WeisSeTriumphbeere'
'Rote Hollándisohe ' 'Weisse VoIltragende'
'Heinemanns Rote Spatlese '
'Rosenthals Scbwarze'
'Sllvergieters Schwarze '

Tabla 22
Necesidades por ha de MO/h y A/b, y productividad en cultivos de fresales

Distancia entre hileras 83,5 cm

Tipo de Procesos de trabajo Año plantación ler año 20 año


trabajo 50 dt/ha 120 dt/ha
MO/h A/h MOJh A/h MO/h A/h

Obtención 80 plantas procedo reservas


plantas propias (45000 unidades)
50 escarda 200 2
Laboreo Cava en profund., abonado
del suelo con 500 dt estiércol utilizo abo-
nadora; arado, prep. camas
50 36
Plantación Máquina de plantación 90 13
Laboreo Año plantación:
del suelo 3 azadas mec., lazada man.;
ler año:5-7 azadas mee.,
3 azadas manuales;
20 año: 5-6 azadas mec.,
2 azadas manuales 70 2 400 7 300 6
Abonado 8-12 dtlba, 2 dosis 8 3 8 3
Fitosa- Año plantación: 1 aplic.,
nidad ler año: 3-4 aplicaciones;
20 año: 4-6 aplicaciones 2 2 6 6 9 9
Cosecha Recogida, pesada, Lransporte 800 10 2250 22
Desarraigo 2 veces 20 8 20 8
Otros
trabajos 10 1 30 2 30 2

total 422 56 l264 36 2617 50

Valores teóricos de la productividad


(referidos a horas productivas)
Rendimiento kg/MO/h 4,4
Rendimiento MIMO/ano 19000
258 FRUTICULTURA

crecimiento de las variedades y será de 1,0a 2,5m. La distancia mínima de las


partes inferiores de la copa al suelo será de 40cm y de 50cm hasta el centro
del arbusto a fin de que el suelo pueda ser labrado mecánicamente. En los
próximos años, los sistemas de cultivo de arbustos sufrirán sobremanera Las
consecuencias de nuevos procedimientos en la técnica de la recolección me-
cánica.
En la elección de variedades hay que tener en cuenta los distintos trabajos
de labranza a los que hay que someterlas, las exigencias especiales de la indus-
tria y la distribución de los períodos de madurez. Al comprar el material de
plantación hay que prestar un interés particular al origen ya que dentro de
una misma variedad, aparte de las formas muy productivas aparecen las que
son de poco valor.

6.2.5. Producción de fresas

La fresa tiene una gran importancia para el abastecimiento del mercado


diario, pero también la industria transformadora presenta una gran demanda.
Para los productores es la variedad frutal que ya al cabo del primer año de
haber sido plantada, si lo ha sido a tiempo, proporciona grandes ingresos.
Siendo normales las distancias entre las hileras, en el primer año pueden
recolectarse de 30 a 60dt/ha, en el segundo de 100a l40 clt/ha y en el tercero
de 80 a 120dt/ha.
Los sistemas de cultivo también están normalizados (TGL 80·132:05).Con-
a
forme ella, la distancia entre hileras es de 83,5cm. Se recomiendan 41,7cm
para aumentar el rendimiento en el primer año. Cada 6 hay que dejar un
camino de 125cm. Después de la primera recolección habría que suprimir
cada 2 hileras, y las restantes se someten a una poda de sarmientos de 25 a 35
centímetros de ancho. La distancia entre las plantas será de 15a 20cm, y en las
variedades muy vigorosas 25cm.
El surtido varía en las fresas mucho más rápidamente que en otras espe-
cies frutales. La que actualmente más interesa es la variedad medio temprana
«Senga Sengana». Es robusta, la invade poco la maleza y arroja un gran ren-
dimiento. Por lo demás, si el tiempo es húmedo los frutos son invadidos por
el hongo gris, lo cual tiene que ser combatido sistemáticamente. Es recomen-
dable cultivar con esta variedad otra temprana (<<Brandenburg»).
Amén de la recolección, el principal problema de este cultivo es la lucha
contra la maleza. No debe plantarse en donde sea habitual la presencia dé
grama' del norte, cardo o dondiego de día. En algunas explotaciones Sé tiene
éxito contra las malezas de semilla administrando a finales de otoño o en.
primavera 1,5 a 2,0kgj ha de W 6658.Es necesario tener precauciones al usar
estos productos. Del grado de maleza existente depende entre otras cosas si el
cultivo -puede llevarse a cabo durante 2 ó 3 años. Hay que tener además en
cuenta que al aumentar la edad del ejemplar, el tamaño de los frutos dismi-
nuye, con lo cual cuesta más trabajo recolectarlos.

.... -
Costes y productividad de la producción
frutícola

7.1. Fundamentos de la estructura de los costes


El curso de costes de la fruticultura difiere esencialmente del de los cul-
tivos anuales. En éstos, las inversiones de un año se amortiguan dentro de ese
mismo año o al siguiente, mientras que en los cultivos frutícolas tras la plan-
tación transcurren varios años que también ocasionan gastos 'pero que no
producen beneficios. Siguen después algunos otros en los que ya hay un rendi-
miento pero en los que los gastos siguen siendo mayores que los ingresos. En
los años siguientes éstos superarán a aquéllos. Al final del periodo productivo,
los rendimientos disminuyen cada vez más y se alcanza finalmente un punto
en el que 10s ingresos ya no bastan para cubrir costes.
Conforme al rendimiento, la vida de un árbol frutal o de un cultivo de
fruta1es se divide en dos períodos:

período improductivo,
período productivo.

El primero de ellos comienza con la plantación y dura mientras que los


costes son superiores a los beneficios. Se le considera un período de inversión.
Todas las medidas que se tomen desde la plantación deben dirigirse a que se
acabe lo antes posible. La suma de Jos gastos en esta fase restada de los ingre-
sos obtenidos por la cosecha inicial es lo que llamamos el valor de obtención
del cultivo de frutales.
El período productivo comienza en cuanto que por primera vez los gastos
son cubiertos vor los ingresos o se alcanza más del 50 % de la producción
anual media esperada. En el caso de los troncos bajos de manzano y del guindo
esto sucede entre el cuarto y quinto año tras la plantación, en los troncos
bajos de peral y cirolero entre el quinto y el sexto año, en el cerezo dulce entre
260 FRUTJCULTURA

el quinto y el séptimo año y en los arbustos de fruto en baya entre el segundo


y el tercer año.
Un cultivo de frutales es rentable solamente cuando los beneficios que se
obtienen de la producción no son suficientes sólo para cubrir los costes anua-
les del período productivo sino también para amortiguar los producidos en la
fase improductiva, así como para crear una reserva que amortice el gasto de
tala de la plantación. Debe obtener además un beneficio que se use para la for-
mación y estabilización de los distintos fondos, en particular para asegurar
la reproducción.
Al calcular los costes hay que tener en cuenta que en los distintos años
suele sobrepasarse por arriba o por debajo la producción media prevista (y
por CONsiguientelos ingresos medios). No debe pasarse por alto cuando se
calcule el período productivo y los gastos cubiertos. Intensificando las labores
de labranza puede fomentarse un curso equilibrado en la producción.

7.2. Costes y rentabilidad de las distintas especies frutales

7.2.1. Fundamentos del cálculo

Entre los costes tecnológicos individuales se cuentan los de trabajo vivo,


uso de arrastre, aperos de labranza y medios de transporte así como las má-
quinas fitosanitarias y su amortización, los de la maquinaria de recolección,
instalaciones de preparación y los de materiales de consumo tales como abo-
nos, sustancias fitosanitarias, semillas, etc. El cálculo de los ejemplos que se
indican en el cuadro siguiente no incluyen los gastos concretos, por ejemplo
sustancias ñtosaaítarias:

1 unidad de trabajo - 18,- M.


dt de estiércol (precio de compensación) = 1,-M
1 hora ocupado el tractor (A/h) - 12,- M
1 hora ocupada una máquina fitosanitaria - 5,-M
1 hora ocupados los aperos de labranza y medios
de transporte, correspondiente al gasto en ho-
ras de arrastre = 1,- M/A/h
Costes de aparatos de recolección (escaleras, cajas,
plataformas, cestos), material de envasado y amor-
tización de las instalaciones de preparación:
por 100kg de fruta de pipa 2,80M
por 100kg de fruta de hueso o en baya de arbusto = 2,50M
por 100 kg de fresas 5,-M
costes por materiales diversos = 120,- a
150,- M/ha

--__,--~------- --- -- ---


COSTES·y PR-únucnvroAD D"ELA PROeUCCION

Los costes tecnológicos comunes de la brigada comprenden sobre todo los


de direccién y los de amortización y mantenimiento de los edilicios ocupados
por la brigada, con excepción del almacén. Hay que tener además en cuenta las
horas que zio son. productivas de modo Inmediato, las pérdidas pOI' el mal
tiempo, las de vacaciones y otras varias. Calculamos un suplemento del 40 %
en los costes directos de salarios.
Las revisiones de costes que se indican en las secciones Siguientes contie-
nen aparte de los tecnológicos, que caen dentro del dominio de -labrigada, una
determinada contribución a los de dirección de la explotación. El tipo de cálcu-
lo no es homogéneo, habiendo sobre todo grandes diferencias entre sus ya-
lores.relativo y absoluto, dependiendo de la estructura de la explotación y del
cálculo. Para mayor sencillez consideramos aquí un valor de 1 500 M/ha que
en cualquier caso cubre los gastos de dirección y administración de la explo-
tacióri así como otros puntos básicos de la producción, tales corno abonos,
instalaciones sociales, etc. No se incluye 'el coste de almacenamiento de la
fruta.

7.2.2. Costes de plantación y período improductivo· valor de producción

En el año en que se realiza la -plantaCión se producen gastos particular-


mente elevados; la mayoría recaen eh el material que hay que plantar. Serán
tantó más elevados cuanto mayor número de árboles haya pOI hectárea. Para
los cultivos de frutos de pipa y guindos hay que prever la utilización de una
cerca; según la forma -y el tamaño de la parcela serán de 50 a 100.m por hec-
tárea. La cerca es un valor de pro-duccióny'se amortigua con éste. Los costes
aumentan durante el período improductivo al ir siendo mayores los árboles:
en la tabla l se indica su valor promedio en un año. El valor de producción
de un cultivo de frutales se obtiene de la suma de Loscostes de plantación y de
los de la época improductiva. Hay que deducir los beneficios de la producción
primera reducidos en los costes de la recolección y preparacíón, En los tron-
cos bajos de manzano puede contarse en el tercer año con 20 a 30 dr/ha, en el
cuarto con 80 a 150 dt/ba Los perales comienzan a producir de j a 2 años
después, Los guindos dan al enarto año de 30 a 40 dt/ha, 10s cerezos dulces
del cuarto al sexto año en sentido creciente dé 10 a 30 dt/ha y los groselleros
rojos en el segundo o tercer año 10 ó 40 dt/ha. El grosellero negro aproxima-
damente la ,rutad.
La amortización del valor de producción se distribuye durante lodo el
período productivo, aunque no se comienza en el primer año del mismo por-
que 19S beneficíos no están todavía con seguridad por encima de los costos,
sino entre _2 y 4 años después, dependiendo de la variedad. En las explotacio-
nes agrícolas no habría que calcular el valor de producción sobre un valor
teórico, sino sobre el real que se obtiene de la contabilidad. En las YEG no
deberá superarse un determinado valor máximo (directriz del 2 de febrero
de 1957).
262 FRUTICULTURA

Tabla 1
Costes de la plantación y de un año improductivo en M/ha para distintas variedades

Tipo de costes Frutos Guindas Cerezas Grosellas


pepita 3x4,5m 4,5xti m 2x2,5m
2,3x4,2m

Plantación
Material: ~
Protectores árboles 60 60
Cerca: trabajo 20 20
Tracción, aparatos 1200 120
Material 100 ID 80
Arboles (deducible un 5 % ) 2800 1600 1200 1400
Preparación suelo
Transporte y plantación 50
Trabajo 60 50 100
60 60 50 50
Tracción, aparatos 220 220
Abono de reserva 220 160
180 160 150 180
Costes comunes

Costes totaJes plantación 4600 3360 1750 1890


Costes anuales periodo improduct.
Trabajo 120 12 10 400
Tracción, aparatos 100 80 80 90
Abono 150 150 100 90
Productos fitosanitarios
y herbicidas 220 220
Gastos varios 50 100
40 30 10 20
Arboles para replantar
1 existencias 20 10 10
Costes tecnológicos comunes 50 60 40 160
Costes dirección explotación 310 290 270 360
total 1000 870 650 1100
COSTES y PRODUCTIVIDAD DE LA PRODUCClON 263

Tabla 2
Valor de producción y amortización de los cultivos de frutales

Manza- Peras Guindas Cerezas Grosellas


nas 3x4,5m 3x4,5m 4,5x6m 2x2,5m
Z,3x4,2m

Duración periodo ifuproduct. Años 3 5 3 5 2


Costes plantación M/ha 4600 3250 3360 1750 1890
Costes periodo improductivo M/ha 3000 5000 2600 5000 3400

M/ba 7600 8250 5960 6750 5290


Ingresos producción inicial
deducible costes recolección M/ba 1000 3000 1320 1200
Valor de producción M/ha 6600 5250 4640 5550 5290
Duración amortización Años 15 25 12 20 15
Amortización anuro M/ba 440 210 390 280 350

Tabla 3
Tasas máximas en elcálculo del valor capital de los cultivos de frutales en VEG
y tipos de amortización (extracto de la norma de) 2.12.1957)

Num. Variedad Espacio Costes Costes de Comienzo Tasa de


ocupado plantación manteni- de la deva- devalua
m2 M/ha miento luación ción
Año/M/ha corno muy
tarde a par-
tir del año

Fruto de pepita, ciruelas -16 5000,- 1870,- 5 6


(fonna arbórea) 15 - 30 2400,- 1650,- 8 5
H, h, te, a, ae más de30 - 4Ó 2000,- 1200,- 10 4
más de40 - 50 1800,- 1000,- 10 4
2 Cerezas 950,- 550,- 12 3
3 Guindas 1600,- 1125,- 6 6
4 Melocotones y albaricoques - 2000,- 1125,- 8 6
5 Grosellas y uvas espinas
(grosellas espinosas) 2500,- 1470,- S 6
6 Viñedos 18000,- 4500,- 5 4
7 Frutos en baya 8
(exc. punto 5) 8
264 FRUTICULTURA

7.2.3. Gastos durante el período productivo, costes de producción


por dt, rentabilidad
La porción más elevada de los costes globales corresponde a los de -tra-
bajo vivo, que según la especie fruticola supone del 25 al 50 %. En los costes
directos se incluyen, además, los de mecanización y los de material ñtosani-
tario. Aunque no hay que utilizar siempre los más caros de estos últimos, sería
erróneo ahorrar en este capítulo.
Los costes de producción calculados para distintas variedades en los cua-
dros IV y V se basan en los métodos de producción indicados en la sección 7.2.
En la mayoría de las especies se alcanzan rendimientos relativamente altos
que hay que considerar en su mayor parte como renta diferencial. Esta se
origina con los modernos métodos de producción de fruta frente a las formas
extensivas tradicionales debido al mayor grado de mecanización y, por otro
lado, también a la mayor intensidad, es decir, el mayor empleo de medidas ten-
dentes a aumentar la cosecha y con ello el superior rendimiento por super-
ficie.
Incluso con los modernos sistemas de cultivo, las diferencias en el rendi-
miento por hectárea es una de las causas principales de las diferencias en los
costes de producción.
Considerando en promedio la pr-oductividad actual de la fruticultura en
la República Democrática Alemana puede afirmarse que en la mayoría de las
explotaciones el empleo de medidas tendentes a elevar la cosecha no sólo
incrementa notablemente la producción por hectárea, sino que pueden redu-
cirse igualmente sus costes.
En condiciones óptimas del biotopo puede calcularse que, en la produc-
ción de manzanas, la cosecha puede aumentar de 6 a 8 dt/ha en cada pulveri-
zación, en 3 dt/ha por cada 10kg de nitrógeno y de 30 a 40dt/kg por un

Tabla 4
Costes de producción en M/ha de distintas especies frutales de árbol y arbusto

Tipos de costes Fruto de Guindas Cerezas Grosella


pepita 4x5m 7x8,5 m negra
2,5x4 m 2x2,5 m

Trabajo, incl, suplem. pérd. tiempo 2600 2500 4000 6220


Tracción, máquinas, aparatos,
equipo 1400 760 620 780
Abono mineral, estiércol 360 360 360 260
Productos fitosanitarios 700 180 180 180
Material diverso UO 140 120 130
Amortización, tala 540 490 210 450
Seguro contra pedrisco 340 130 170 180
Costes comunes tecnológicos .i ~OO 1000 1600 2100
Costes dirección de la explotación 1500 1500 1500 1500
total 8690 7060 8760 10800
COSTES y PRODUCTIVIDAD DE LA PRODUCCION 265

Tabla 5
Costes de producción de la fresa en M/ha

Tipo de costes Obtención 1er año 20 año


de planteles
y planta-
ci6n

Trabajo 1100 2960 5600


Tracción, aparatos, equipo 600 600 950
Abono mineral, estiércol 650 160 120
Productos fitosanitarios 60 250 300
Compra plantas, 70 existencias 1200
Material diverso 20 20
Seguro contra el pedrisco 200 430
Costes tecnológicos comunes 440 1200 2400
Costes direcci6n explotaci6n 760 1 500 1500
total 4790 6890 11 820

Costes \ 3
M/dt \
\
~O

70 -r-~
\
60

50
1\
-. Fig_1
40 -f--- 2~ <,
Relación entre los costes M/dt y el
3 rendimiento dt/ba en la producci6n
30 12---2 -_ de manzanas en un cultivo de tron-
cos bajos
50 100 150 200 250 dúha (explotaci6n 1-S, en 3 años)

laboreo óptimo comparado con otro malo. Frente a un aumento de 10M en el


gasto se tienen los siguientes incrementos en los ingresos:

por fitosanídad de 80 a 100 M


por abono nitrogenado de 130 a 150 M
por labranza de 140 a 180 M

De todas maneras, carece de sentido aplicar alguna de estas medidas aisla-


damente. El máximo de rentabilidad y productividad se logra cuando se las
combina adecuadamente. Las explotaciones que ya han logrado cosechas altas
pueden reducir los costes de producción principalmente por medio de una
más intensa racionalización y mecanización de las labores de recolección y
preparación.
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CPS1'ES y PRODUCTIVIDAD DE.LA PR0DUCClON 267

Las medidas [itosanitarias son importantes pára la rentabilidad, partieu-


larmente en el caso de los frutos de pipa, no debido solamente a su acción
elevadora de la cosecha sino también porque influyen decisivamente sobre la
calidad del fruto, y ésta es determinante para los ingresos. Consideremos por
ejemplo los precios de las manzanas del grupo I. Los de 100kg pasan de
112,50 M/dt en Lamejor clase de calidad, la lA, a 15,- M/dt en la peor, la C.
Esta es la razón por la que la intensificación de 1as medidas fitosanitarias
conduce muy rápidamente en muchas explotaciones a un aumento decisivo
en la rentabilidad,

7.3. Costes y rentabilidad del almacenaje de fruta


Los almacenes modernos se cuentan entre Losprincipales medios de pro-
ducción de fruta para el mercado en fresco. Para poder abastecerlo de manera
continua, también en invierno y en primavera hasta finales de mayo, el 70 %
de la cosecha total tiene que ser almacenada. Para las explotaciones especia-
lizadas esta proporción es aún mayor que en el caso de los cultivos dispersos,
que generalmente venden inmediatamente lo que producen y que, por consi-
guiente,. apenas contribuyen al abastecimiento en invierno y primavera.
La construcción del almacén, combinada generalmente con la de las ins-
talaciones de comercialización, exige grandes esfuerzos inversores por parte de
la empresa. La de una estación comercializadora con cámaras de hasta 1000 l
de capacidad supone las siguientes inversiones mínimas por tonelada almace-
nada: terrenos, 200 M; construcción y equipamiento con acondícíonador de
aire, 1 100 M; adquisición de cajones, transportadores, clasificadoras y empa-
quetadoras, 400M. Sin embargo, en estos cálculos no es correcto atribuir todos
los gastos al almacenamiento. Delta al 20 % de la construcción y aproximada-
mente el SO % del equipamiento hay que atribuirlos a la estación comercia-
Iizadora, que es necesaria independientemente de los almacenes y cuyo coste
puede ser amortizado por el precio de la fruta. El correspondiente ordena-
miento de precios adicional a los suplementos por almacenaje incluidos en el
de producción (tabla8) cubre los originados en el almacenamiento.
Los costes de almacenamiento se componen de los de amortización y man-
tenirniento de las inversiones, explotación y pérdida de valor originado durante
ese período. La valoración de esas pérdidas es problemática; si se parte de los
precios de productos seleccionados que se pueden lograr vendiendo inmedia-
tamente después de la recolección, si son muy altos en otoño hay que contar
con pérdidas muy elevadas. Este tipo de cálculo se justifica solamente si existe
la posibilidad de venta durante el otoño y si resulta económico. Si éste no es el
caso, la imagen real de costes de almacenaje se obtiene cuando se da el valor
de pérdidas sobre la base de los costes de producción y se incluye el suple-
mento de beneficio. Sobre el principio de los costes de producción medios
necesarios hoy día se calcula un valor de unos 50 M/ 100kg de mercancía
seleccionada, en el cual hay que contar con un volumen de al menos el 70 %
de calidad seleccionada y del tipo A.
Al juzgar los resultados naturales del almacenamiento no hay que limi-
tarse al análisis de la pérdida de peso. La variación de la ca1idad exterior e
interior puede ser también muy importante económicamente y debe tenerse
en cuenta a la hora de ñiarlos plazos más adecuados de almacenaje (fig. 2).
268 FRUTICULTURA

o,{.
100 Pérdidas -+ desaprov echamiento

--,c~
80

60
<,

<,
<, Ct::_ <,
_f

"""-~idadA
<,<,
40

Selección ----- ~
Fig.2
Desarrollo de la cali-
dad en el eurso del
álmacenamiento de
la variedad 'Ontario ',
o - según experiencias
15.12 15.1 15.2 15.3 15.4 15.5 realizadas en Pillnitz,
Plazos almacenaje ~115. 10

Según estudios llevados a cabo por la cooperativa Halle-Saale-Obst, los


Costes de 'almacenamienro suponen una media de 260Mlt para una duración
de unos 160 días. Los beneficios obtenidos varían según la variedad entré 60
y 285 M/t (cuadro VII).

Tabla 7
Resultados del almacenaje de manzanas durante 1969/7O en la cooperativa
Hallé-Saale-Obst

Variedades Clivia Gelber Herma Ontario otras total


Kost- varíe-
Iicher dades

Cant. almacenada ~t) 349 1771 212 718 4.89 3539


M/t)
Valor almacenado ~60 785 760 870 900 830
Frutos podrídos % 6,6 4,7 5,6 4;3 5,5 5,0
Pérdidas % 4,0 5.,7 3,8 3,5 4,1 4,7
Pérdidas totales % 10,6 10,4 9,4 7,8 9,6 9,7
Valor desembols, MIl. 1280 1350 1190 1240 1 320 1-307
precio base mismo Mlt 850 830 830 800 990 840
Suplem. almaceno
del mismo M/t 290 360 240 285 240 320
Suplem. contrato
del mismo M/t 140 160 120 135 90 150
Durac. almacenaje Días 1.58 raí. 140 148 140 161
Costes explotac.
del almacenaje Mlt 2Q0 280 260 260 240 270
Ingresos netos Mlt 60 285 170 110 18.0 207

--------- - - - ---
COSTES y PRODUCTIVIDAD DE LA.PRODUCCION 269
Tabla 8
Suplementos de almacenaje por cada 100 kg de manzanas y peras
(s. disposición de precios 27/2 del 17 . Ll., 1969)

Manzanas, clases de calidad A y B:


a partir 47a semana, cada semana 1.- M
a partir 2a semana, cada semana 1,50.- M
a partir 6a semana, cada semana 3.- M
a partir 14a semana, cada semana 4.- M
Peras, clases de calidad A y B, grupo 1 de variedades
a partir 47a semana, cada semana 1,50.- M
a partir 2a semana, cada semana 3,50.- M

7.4. Valoración de los árboles frutales


El valor del árbol viene dado por las inversiones necesarias hasta que
finaliza el período improductivo. Hasta ese instante aumenta constantemente;
después permanece estacionario durante algunos años, precisamente hasta
que logra la máxima producción. Es entonces cuando comienza la amortiza-
ción. Según los tipos de ésta, el valor disminuye anualmente en una determi-
nada cantidad hasta que es cero al final del período productivo.
Zimmermann ha reunido en un cuadro ( véase la tabla 9 ) los funda-
mentos de la valoración. En cualquier caso, en un primer paso de la operación
se parte de los valores tabulados. Del valor así obtenido se resta un 20 % si
los árboles están situados en carreteras y caminos, plantaciones cerradas o
prados (corrección de la localidad). Este valor (el corregido) puede ser aumen-
tado en un 25 % si los árboles reciben cuidados especialmente buenos; puede
reducirse a O si así lo requiere el estado de los mismos. Si se encuentran
en un cultivo que por su edad ya tienen que haber sido amortizados pero que
todavía son productivos, la edad puede reducirse en el cálculo hasta la mitad
de los años indicados en la columna 11. El valor que adquieren se amortiza con
los que se indican en la columna 13.
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Indice alfabético

A Amortización del valor Capacidad de rendimien-


de la producción 261 to 66
Abonado 114 ss, 220 Análisis de las .hoias 110 Capacidad de rendimien-
Abonadora 220 Análisis del suelo 115 to específico 69
Abono de ácido Anchura de trabajo 106 Carpogenia 48
fosfórico IJ3 Antagonismo íóníco 53 Celastríneo (arbusto) 4
Abono líquido 119 Apisonada (estructura) Ceras naturales 59
Abono verde I J 1 90 Cerca 213
Abonos nitrogenados Apomixia 47 Cerezo 2, 159,252ss.
113 .'\Ibo14 Ciruelo 2, 161.252 ss.
Abonos potásicos 113 Arbustillo 3 Clasificadoras 238
Acaricidas 132 Arbusto 4 CUma 76
Acción del viento 87, 88 Arrostrado 145 Climatización 175
Aclarado 143, 163 Aserrado 145 Clon (patrón) 16
Aclarado de flores y pri- Aspersión 125 Clorosis caliza 92
mordios fructíferos 166 Aspersor 125 Cobertura 106
Acolchado 107 Aterronada (estructura) Comercialización 237
Acolchado parcial 108 90 Compatibilidad 19, 20
Actividad del brote 26 Autoesterilidad 39 Comunicaciones 188
Adsorción de agua 49 Autofertilidad 39 Concentración territorial
Adsorción de energía Autogamia 39 189
solar 85 Azadarotadora 219 Conductibilidad del agua
Adsorción de iones 52 50
Agotamiento de las Conformación de la copa
reservas 66 B 139 ss.
Agotamiento del terreno Congelación 80
94 Baya 11 Congelador 174
Agua 45, 49,126 Biocenosis 100 Conservación de la tierra
Aire del terreno 91 Biotopo 169 103
Albúminas 60 Brigada 200 ss. Consumo de agua 50
Alerta fitosanitaria 139 Brindillo 7 Contenido de sustancias
Aligeramien to 144 Brote 6 minerales 52
Almacén de frutas 171 Control 162
Almacenamiento 171 ss. Copa 6
Almacenamiento en at- e Coste tecnológico 250
mósfera controlada 178 Costes 259 ss.
Alogarnia 39 Caída del fruto 41,42 Costes de
Altitud 77 Cajas 233 almacenamiento 267
Altura sobre el nivel del Calcio 1 LO Costes de producción
mar 96 Calidades 240 264
Ambiente 75 Cambio funcional 28 Crecimiento 23 ss.
Aminoácidos 60 Caminos 210 Crecimiento de la raíz 30

273
276 J'HUTI('ULT\ RA

Rociador 134,224 Sustancias M inhibición V


Recio 84 61
Roña 134,135,180,181 Sustancias minerales 45, Valor medio anual de la
52 precipitación H4
Sustancias nutritivas 91, Valoración del árbol
S 120 frutal 269
Suma de temperaturas 81 Variedad 1
Separación funcional 29 Variedades (clasificación)
Seto 158 T '2
Seudofru to 10 Vegetación nueva 4
Sistema absorbente 11 Tallo 3 Vegetación vieja 4
Sistema radical 12 Temperatura 77 ss. Vendajes 129
Sistema de ramificación 6 Temperatura, suma de 81 Vibrador 231
Sistemas. de cultivo 185 Terreno 88 ss. Viento 87,99
Sistemática dé:las Tierras negras 93 Vueltas 210
plantas frutales' 1 Tierras pardas 93
Subcultivo 246 Típico (patrón) 16 Y
Subyema 23 Transparencia 181
Suelo arcilloso 89 Transporte 233 Yema latente 23
Suelo limoso 89 Tronco 4 Yema lateral 23
Suelos húmedos 94 Tronco alto 4 Yema terminal 23
Suelos pálidos 93 Tronco medio 4
Suelos podsol 94 Z
Suelos seudogleys 94 U
Sustancias Zonas de la raíz 14
de crecimiento 61 Ova espín 256 Zoocenosis 102
Indice de fotografías

Brrnbaum, o., Halle, fig. pago 178 (izq.)


Blasse, W., Marqu ard t, fig. pag, 130 (ízq.) y 232
Fiedler, W., Dresden, fig. pago 119
Florstedt, P., Halle, fig. pago 18 (2),19 (3),20 (2), 96, lOS, 139, 119
Forschungsinstitut für sozialistische Betriebswirtschaft der Hochschule für LPG Meissen,
fig. pago 130 (der.)
Koch, H.-J., Marquardt, fig. pago 152 (2), 157 (3), 159, 160 (2), 161 (arriba), 250
Kramer. S., Berlin, fig, pago 22,48 (2).108,124,127,150 (2),256
Müller, E.'W., Karl-Marx-Stadt; fig. pago 225
Neumann, U., Rostock , Ilg. pago 232 (abajo)
Schobess, E., Bad Suderode, fig. pago 234 (arriba a la izq.)
Schuricht, R., Dresden, fig. pago 216, 220, 223,226 (2),227 (2), 228 (2),234 (arriba a
la der. y abajo), 235 (3), 244 (3)
Stórzer, Th .• Jena, fig. pag.J 17,158,161
Vanicek, K.-H., Birkenwerder, fig. pago 151,153 (2),155 (2), 156 (2), 162 (abajo), 163
(3), 173, 176 (2), 178 (der.), 247
VE Kombinat für Gartenbautechnik , Iig. pago 238
NOTAS
NOTAS

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