Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fecha: 2-dic-2019
Producto: MJ
Las compras públicas sostenibles son aquellas en las que el Estado -en el caso de nuestro
país, nacional, provincial o municipal- satisface sus necesidades de bienes, obras y/o servicios
considerando no sólo el precio de la oferta, sino también otros criterios ambientales,
económicos y sociales, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida de los mismos, con el objetivo
de reducir impactos en la salud humana, en el ambiente y en los derechos humanos, a los
fines conseguir el mayor valor por el dinero gastado. Por ello las compras públicas sostenibles
son la meta 7 del ODS 12 de Producción y Consumo responsable.
En el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible elaborada por las Naciones
Unidas -y adoptada por Argentina-, el mercado público posee una gran capacidad para
alcanzar objetivos como la reducción de la pobreza (ODS 1), la igualdad de género (ODS 5), el
crecimiento económico (ODS 8), la reducción de las desigualdades (ODS 10) y la lucha contra
el cambio climático (ODS 13). La forma de lograr dichos objetivos es través de las compras
públicas sostenibles, que incluye dentro de los criterios sociales o éticos a la perspectiva de
género, partiendo del principio de «mainstreaming» o transversalidad de la perspectiva de
género (1), debido a su enorme importancia cuantitativa (económicopresupuestaria, alcance,
impacto) y su potencial cualitativo (carácter ejemplarizante, referencia y modelo, transferencia
y replicabilidad, repercusión en el sector empresarial) pero, lamentablemente, hasta la fecha
son pocos los países que han desarrollado iniciativas para utilizar la contratación pública como
una herramienta para la reducción de las desigualdades de género.
A nivel internacional, los países que ya han aprobado leyes y programas que incorporan la
perspectiva de género en las políticas públicas, incluyendo mecanismos concretos como las
compras públicas son los siguientes:- Unión Europea y sus países miembros («Compromiso
estratégico para la igualdad entre mujeres y hombres 2016-2019» y la Directiva Europea
2014/24/UE sobre contratación pública), (2)
- Perú («Ley N° 30709 que prohíbe la discriminación remunerativa entre varones y mujeres» y
«Marca de Certificación: Empresa Segura, Libre de Violencia y Discriminación contra la
Mujer»),
- Paraguay («III Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres 2008-
2017»),
- Uruguay (Ley N° 19.685 de Promoción del desarrollo con equidad de género»), entre otros.
Además se creó un sello para identificar y visibilizar las empresas propiedad de mujeres en el
sistema de compras públicas (Sello Mujer) y, con ello, facilitar la aplicación de la Directiva N°
20. Este registra y acredita a las mujeres proveedoras del Estado.
Como vemos, crece la conciencia sobre el poder de compra delos estados y la posibilidad de
que con el mismo se puede gestionar de manera inteligente, promoviendo un desarrollo más
sustentable y equitativo incorporando la perspectiva de género.
----------
(1) El mainstreaming de género fue asumido explícitamente por la Plataforma para la Acción
de la Cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres de Naciones Unidas que se celebró en Pekín
en 1995. La Plataforma de Pekín requiere a 'los gobiernos y otros actores promocionar una
política activa y visible del mainstreaming de género, en todas las políticas y programas, para
que, antes de que se tomen las decisiones, se realice un análisis de los efectos producidos en
mujeres y hombres, respectivamente'. Ver PLATAFORMA DE PEKÍN, párrafos 79, 105, 123,
141, 164, 189, 202, 229, 238, 252, 273.
(**) Abogada, notaria y medidora (UNC). Especialista en Derecho Ambiental (UBA). Magister
en Gestión Ambiental (UNSAM)