Está en la página 1de 3

El cristianismo…

¿Qué es el cristianismo?
El cristianismo (en algunos contextos llamado cristiandad), es una de las mayores religiones
monoteístas del planeta. Su influencia en la cultura occidental fue decisiva y fundamental a
partir del momento de su masificación y popularización alrededor del siglo IV, cuando pasó
a ser la religión oficial del Imperio Romano.
El término “cristiano” proviene del griego Kristós, traducción de la palabra hebrea para
“ungido”, puesto que en la tradición hebrea a los reyes se les ungía con aceite.

Dicha palabra se usó inicialmente para llamar al profeta Jesús de Nazaret, el Cristo, o sea,
el ungido, el elegido, y posteriormente dio origen a “Jesucristo”. Según los Hechos de los
Apóstoles (11, 25-26) en el Nuevo Testamento, sus seguidores comenzaron a llamarse a sí
mismos “cristianos” en Antioquía, a finales del Siglo I.

El cristianismo es hoy la religión más extensa del mundo, con aproximadamente 2400
millones de fieles provenientes de diferentes países, culturas y etnicidades. Es la religión
dominante en Occidente y tiene fuerte presencia en el resto de los continentes. Su
importancia es tal, que solemos usar el nacimiento de Jesucristo como referencia para fijar
el tiempo histórico: antes de Cristo (a. C.) y después de Cristo (d. C.).

SÁNCHEZ TU PARTE

Características del cristianismo


Es una religión monoteísta (cree en un solo dios), abrahámica (sigue la tradición del profeta
Abraham, al igual que el judaísmo y el islam) y con fuertes raíces judías.

Su símbolo religioso es la cruz o el crucifijo, debido a que los romanos dieron muerte a
Jesucristo mediante la crucifixión.

Su texto sagrado la Biblia, que abarca el Antiguo Testamento (que se corresponde con los
textos antiguos de la Torá judía) y el Nuevo Testamento (que relata la vida y las
enseñanzas de Jesucristo).

Su profeta principal es Jesús de Nazaret o Jesucristo, considerado el mesías de Dios en la


tierra, enviado para renovar el pacto sagrado entre la humanidad y su creador, y esparcir las
enseñanzas necesarias para acceder a la salvación eterna
El culto cristiano se organiza en iglesias que defienden distintas interpretaciones de los
textos sagrados y distintas prácticas rituales, pero que coinciden en el núcleo de su
doctrina: el catolicismo, el protestantismo y la ortodoxia.

Se trata de una religión de inmensa importancia cultural e histórica para Occidente y el


mundo entero, ya que aportó ingredientes esenciales del pensamiento medieval y moderno
gestado en Europa y luego expandido a otras geografías del planeta.
Origen del cristianismo
El cristianismo nació en la provincia romana de Judea, y comenzó siendo una secta judía
pequeña, de creencias apocalípticas y alrededor de 120 miembros, guiados por algunos de
los apóstoles de Jesús de Nazaret. Los hechos narrados en el capítulo bíblico Hechos de
los Apóstoles relatan la conformación del culto, pero no son precisamente rigurosos
históricamente.

Lo cierto es que para el siglo III, el culto cristiano contaba ya con miles de seguidores y era
la congregación dominante del norte del Mediterráneo. Para ese entonces, una iglesia
cristiana primitiva había surgido, compuesta por griegos y judíos. Su relevancia fue tal que
los gobernantes romanos, poco dados a la persecución religiosa, no tardaron en tratar de
aplacar el culto, sin lograr erradicarlo del todo.

Creencias del cristianismo


El mundo fue creado por un único Dios todopoderoso y amoroso, tal y como lo describen los
textos judíos del Antiguo Testamento. Desde entonces hubo numerosos profetas que
esparcieron la palabra sagrada, y el último de todos ellos fue Jesús de Nazaret.

Jesucristo es el mesías de Dios en la Tierra, o sea, su enviado y emisario. Jesús es a la vez


su hijo único y su forma de hacerse carne, es decir, de hacerse humano y así padecer los
sufrimientos de la humanidad. Nació de una mujer virgen, María, por obra y gracia del
Espíritu Santo, y murió crucificado a los 33 años, convirtiéndose en un sacrificio para liberar
a la humanidad de sus pecados y renovar su pacto con Dios.

Al tercer día de su muerte, Jesucristo resucitó y ascendió al cielo, donde gobierna a la


derecha del Dios-padre. Mientras tanto, los fieles esperan su segundo retorno, que marcará
el fin de los tiempos y la llegada del juicio final, en el que los muertos resucitarán y serán
juzgados. Los buenos y fieles entrarán al reino de Dios, y los malos y blasfemos irán a un
lugar de castigo eterno, el infierno.

Ritos cristianos
El bautismo, rito de iniciación a la fe cristiana, típicamente llevada a cabo en la niñez.
Consiste en sumergirse o derramar agua sobre la cabeza, imitando el rito iniciático de Juan
Bautista a los seguidores cristianos en el río Jordán. La idea es que se entra al agua
pecador y se emerge renovado, limpio, listo para el pacto con Dios.

La misa, reunión semanal para llevar a cabo la liturgia cristiana, en días y horas específicos
dependiendo del contenido a leer y de los hechos a conmemorar, especialmente en las
fechas importantes para la religión cristiana, como el nacimiento de Cristo (24 de diciembre)
o la visita de los Reyes Magos (6 de enero).

La comunión, rito de aceptación voluntaria del cuerpo de Cristo, es celebrada en la mayoría


de las iglesias cristianas, ya sea al final de la misa, o como un evento importante en el
ingreso de los jóvenes cristianos a la feligresía, durante el fin de la niñez. Este último caso
es típico del catolicismo, que lo llama la Primera comunión.

La confesión y la penitencia, comunes en el catolicismo y en la ortodoxia, consisten en el


relato de los propios pecados por parte del fiel a su sacerdote, para que le absuelva y le
oriente espiritualmente hacia el perdón de Dios. En líneas generales, el cristianismo valora
el alma inmortal por encima del cuerpo terrenal perecedero.

También podría gustarte