Está en la página 1de 11

INSTITUTO TECNOLÓGICO

DE COMITANCILLO.

TRABAJO: UNIDAD 3
ACTIVIDAD 4: REALIZA UN ANALISIS DEL CLIMA DE
LA REGION Y COMO AFECTA O BENEFICIA LOS
CULTIVOS

MATERIA:
AGROCLIMATOLOGIA

DOCENTE:
M.C. IRMA PAULINA RIVERA NUÑEZ

ALUMNO:
EPSON SÁNCHEZ SANTIAGO

CARRERA:
INGENIERÍA EN AGRONOMÍA.

GRUPO: “A” MIXTO SEMESTRE: SEGUNDO

SAN PEDRO COMITANCILLO, OAXACA. A NOVIEMBRE 2023.


ANALISIS DEL CLIMA

La climatología, en sus términos más sencillos se define como la ciencia que estudia
el clima. Se fundamenta en los preceptos básicos del entendimiento de cada uno
de los elementos o variables que conforman el clima y sus interacciones; se vale de
la estadística para convertirlos en información.

Su importancia radica en el hecho de la influencia que tienen las distintas variables


climáticas sobre los seres vivientes. Ya sea la temperatura por controlar y regular la
actividad enzimática de innumerables organismos o los riesgos ambientales,
agrícolas y sociales que conlleva el incontrolable comportamiento de las lluvias. Es
indudable, que el clima es determinante en las diferentes actividades humanas,
sobre todo en la agricultura.

¿Es lo mismo clima que tiempo atmosférico?

En climatología, estos dos conceptos están claramente diferenciados. El tiempo se


conceptualiza como la condición de la atmósfera en un momento particular, definida
por el comportamiento de los elementos climáticos en ese momento. Por su parte
el clima es la caracterización general de la atmósfera precisada con base en el
conjunto de posibles estados del tiempo.
Un ejemplo de tiempo es la necesidad de conocer la posible actividad de la lluvia
antes de salir de casa al trabajo y un ejemplo de clima, seria saber que los llanos
occidentales en determinada región suelen ser más húmedos que los orientales. Su
entendimiento es esencial para las planificaciones agrícolas en ambas zonas, pues
estas serán claramente diferentes.
¿Qué estación meteorológica utilizar para evaluar el clima?

Se recomienda utilizar los registros que generan las estaciones climáticas en


superficie, ya que proporcionan los datos de forma directa. Estas a su vez deben
establecerse en un radio no mayor a 15 km si el terreno es accidentado y no mayor
a 50 km en terrenos predominantemente planos. Aunque estos requisitos pueden
cambiar debido a la zona donde se emplacen las estaciones.

Un ejemplo de ellos es la necesidad de disponer estaciones más cercanas en


un área donde las precipitaciones muestren un comportamiento espacial más
errático, como en muchos lugares de la zona intertropical. La periodicidad de la
medición está establecida por la OMM pero va a depender de los objetivos con los
que se realice tal medición. Los horarios más habituales son a las 8:00 am y a las
2:00 pm.

Tipos de estaciones meteorológicas usadas en climatología

Las estaciones más comunes son las llamadas convencionales, y se denominan


tipo C1 si registran todos los elementos básicos nombrados anteriormente, si no es
el caso, y la estación no mide uno de los elementos, (generalmente la radiación), se
denomina C2, y si faltan por medir dos elementos, se denominan C3.
Por otro lado, existen aquellas que sólo miden un elemento, (generalmente
precipitación), y son denominadas PR. Otro tipo de estaciones en superficie son las
llamadas automáticas. Estas, sintetizan todos los aparatos de medición que
involucra una estación convencional en un solo instrumental electrónico compuesto
por sensores.
Los aparatos que registran las variables en una estación
convencional son los siguientes:

¿Qué ocurre luego de registrados los


elementos del clima?
Posterior al registro de los elementos del clima, la generación de información
necesaria en cualquier actividad agrícola debe pasar por una serie de pasos, donde
el primero es el procesamiento.

Paso 1: validación de datos en la climatología

Este consiste en la organización de los datos en tablas y la aplicación del control de


calidad ya que, como cualquier base de datos, estos deben presentar una calidad
adecuada para su aprovechamiento. Los criterios de calidad son la longitud,
detección de datos faltantes, homogeneidad y tendencia, donde entra en juego la
estadística como herramienta por excelencia a través de fórmulas y gráficas.
La longitud de las series climáticas es variable de acuerdo con el elemento. La
OMM establece que la longitud ideal para la radiación, temperatura, evaporación,
viento y humedad es de diez años, mientras que para la precipitación es de 20 años.
No obstante, debido a que este último elemento puede presentar una elevada
variabilidad temporal, esta longitud puede ser mayor dependiendo de los objetivos
en que se utilice.

En relación con la cantidad de datos faltantes, lo más correcto es que no haya datos
ausentes, sin embargo, los errores en la medición inherentes al ser humano, pueden
generar esta ausencia de datos. Por lo que, los científicos recomiendan que para
que una serie de datos climáticos pueda utilizarse, lo ideal es que haya un máximo
de 10 por ciento de datos faltantes.
Homogeneidad de los datos registrados en la climatología
La homogeneidad es un requisito esencial en los datos climáticos. Esta indica que
el registro de todos los años proviene del mismo aparato. Para corroborar que los
datos son homogéneos, se aplican diferentes pruebas estadísticas, una de las más
comunes es la prueba de rachas.

La tendencia es un cambio en el registro temporal de los datos climáticos. Este


registro se proyecta con una gráfica de línea, lo que se conoce como serie temporal.
En la serie temporal se ajusta una línea media y si esta línea muestra una pendiente
pronunciada, de modo que se puede sospechar que los datos presentan tendencia.
Esto puede atribuirse a errores en el registro, cambio del observador o incluso,
alteración de la serie producto del cambio climático. Sin embargo, es requisito
indispensable que la serie a utilizar no presente tendencia.

Paso 2: caracterización de elementos del clima


Luego de haber realizado el control de calidad, se realiza la caracterización de los
elementos y, por lo tanto, del clima.
En principio, se aplica la estadística básica, conformada por el conteo de los datos,
el cálculo del promedio, la desviación estándar, el coeficiente de variación. Los
valores máximos y mínimos se suelen aplicar a estas estadísticas para conocer la
naturaleza intrínseca de los datos.
Otros estadísticos pueden ser los que detectan normalidad, siendo los principales
ejemplos las pruebas de Shapiro-Wliks o de Kolmogorov-Smirnoff.

Importancia del clima en la agricultura y métodos aplicados para


programar la siembra de los cultivos
Los periodos de crecimiento según la FAO y los balances hídricos
Luego de haber conseguido los datos necesarios y con su respectiva calidad, a la
hora de aprovechar los beneficios que aporta la climatología en el campo de la
agricultura, se han desarrollado una serie de aplicaciones.
En el área de la producción vegetal y sobre todo para la agricultura de secano o
la agricultura dependiente de las precipitaciones, se han de generado varios
procedimientos. Para el año 1970 la FAO, publica lo que se conoce como periodos
de crecimiento. Estos periodos corresponden al momento durante el cual la
demanda de agua de los cultivos representada por la evapotranspiración potencial
(ETo) es satisfecha por las precipitaciones.

Esta comparación se realiza en un gráfico de líneas donde se proyectan los


acumulados mensuales de la precipitación, ETo y la mitad de la ETo, y en el punto
donde se interceptan estas líneas comienza lo que se conoce como periodo de
disponibilidad de agua. Estos periodos hacen referencia a la humedad necesaria
para algunas labores agrícolas.
Formas de aplicación en la agricultura

Opción 1: reglas generales


Si la mitad de la ETo es satisfecha por las precipitaciones, comienza lo que se
conoce como periodo prehúmedo o poshúmedo, si se inicia antes o después del
periodo húmedo respectivamente. Para esta época, se considera que la humedad
en el suelo es lo suficiente para el inicio de las labores de preparación de suelos
y siembra, así como cosecha, según sea el caso.
Para cuando las precipitaciones satisfacen la ETo por completo, se considera que
la humedad es la adecuada para el desarrollo fisiológico del cultivo y maduración
de sus frutos. La época en la que las precipitaciones no satisfacen ni siquiera la
mitad de la demanda se conoce como periodo seco.
En este último periodo no se recomienda aplicar labores de preparación de suelos,
pues la remoción de las capas superficiales del mismo con una pobre humedad
generaría la destrucción de los agregados, provocando daños en su estructura, así
mismo, sólo es adecuada para la cosecha de la parte aérea de los cultivos. No
obstante, es ideal para aquellos cultivos susceptibles a los excesos de humedad
como algunas hortalizas, donde es preferible disponer de sistemas de riego
artificiales.

Beneficios del método

La versatilidad de este método está en que la proyección de los valores


climáticos en la gráfica proporciona las fechas de los inicios y término de los
periodos, así como su duración, permitiendo programar a los agricultores el
calendario de siembra de sus cultivos.
Es importante aclarar que la aplicación del periodo de crecimiento en regiones que
se encuentren en la zona extra tropical (por encima de los 27,5 ° de latitud Norte y
Sur), la temperatura y no las precipitaciones, es la que determina el posible inicio y
longitud de estos periodos, debido a que manifiesta una importante amplitud anual
y las temperaturas deben ser igual o superior a 5°C para permitir el desarrollo de la
mayoría de los cultivos.

Opción 2: el balance hídrico

Otro de los métodos ampliamente utilizados es el de balance hídrico. Este es un


método contable en el que la cantidad de agua de lluvia se compara con la
evapotranspirada y permite considerar el efecto del suelo.
Su interacción genera volares derivados, como el almacén de agua en el suelo, la
evapotranspiración real (ETr), o el agua realmente evapotranspirada, el déficit y el
exceso de agua.
Esta metodología puede complementarse con la de periodos de crecimiento, pues
aporta información adicional que no toma el primero. Por otro lado, la escala en que
se aplique el balance hídrico puede cambiar de acuerdo con su objetivo, pudiendo
ser diaria, semanal, decadiaria, y permite hacer un seguimiento en tiempo real de
las condiciones de humedad.
La información derivada de las metodologías anteriormente descritas no puede
aprovecharse realizando el periodo de crecimiento o el balance hídrico de sólo un
año, debido a que la precipitación presenta una elevada variabilidad temporal.

Es común que las lluvias en cualquier región no inicien el mismo día todos los años,
ni proporcionen la misma lámina caída. Para que el agricultor disponga de una
herramienta lo más certera posible, es necesario realizar tanto periodos como
balances hídricos seriados, es decir, aplicar los procedimientos descritos para cada
año de toda la serie de registro y calcular la frecuencia de probabilidad de ocurrencia
asociada a cada uno de los elementos conseguidos por cada método.
¿Cómo interpretar la información?
Esta frecuencia se calcula ordenando los valores conseguidos para cada método.
Los referentes a lámina, como los de lluvia, déficit y excesos, así como las
duraciones de las condiciones se ordenan de mayor a menor. Posteriormente, se le
asigna una numeración a cada valor o número de orden y se calcula la frecuencia,
dividiendo este número entre el número total de años por cien.

Estas frecuencias indican la cantidad de veces que se presenta un monto o mayor


a este. En relación con las fechas, la cantidad de veces que ocurre un evento o
antes. En agricultura, una probabilidad del 75 % se considera como satisfactoria
para organizar los ciclos de los cultivos. A su vez, las probabilidades restantes
indican el riesgo asociado en estos ciclos, equivalente al 25 %.
Un ejemplo de lo anterior sería de acuerdo con la tabla de la derecha, empleando
una frecuencia del 77 %, ya que es el más cercano al 75 % recomendable, el periodo
prehúmedo dura 10 días o más, el húmedo, 134 días o más, y el poshúmedo 10
días o más.
Mientras que, para la tabla de la izquierda, en el 77 % de los años, el prehúmedo
comienza el 8 de agosto o antes, el húmedo el 6 de junio o antes y el poshúmedo
el 1 de Septiembre o antes.
Por lo tanto, el aplicar la frecuencia de ocurrencia de las condiciones de
disponibilidad y de los resultados de los balances hídricos son una herramienta por
excelencia en la agricultura de secano, siendo también útil en la agricultura bajo
riego, pues el monitoreo de las condiciones climáticas es fundamental para la
dosificación de las láminas aplicar.

Beneficios del clima en la agricultura y los índices como herramienta


Los índices son otras de las herramientas que se han desarrollado para aprovechar
el clima como un recurso en la agricultura. Un índice se conceptualiza como un
número que indica la magnitud de la relación entre varios elementos y se han
desarrollado una gran variedad de estos que relacionan el clima con las labores
agrícolas, siendo conocidos como índices agroclimáticos.
Estos índices agroclimáticos pueden ser muy útiles para los agricultores al
momento de seleccionar alguna opción de manejo del cultivo y el tipo de tecnología
que será utilizada.
Los índices agroclimáticos pueden ser usados en la descripción del efecto de las
condiciones climáticas sobre algún aspecto clave de la agricultura, esto incluye
producción, protección, fertilización, selección de sitios, riego, etc.

También podría gustarte