PERFUMES DULCES DE FRUTAS

El poder de un perfume es tan grande que deja recuerdos imborrables, no en vano

hablamos de memoria olfativa. Maravillosa y mágica es esa capacidad de revivir
momentos con una nitidez alucinante si pensamos que hablamos de notas
volátiles que se dispersan en el aire.

Si Marcel Proust se marcaba un viaje al pasado de páginas y páginas

simplemente con dar un bocado a una magdalena, qué no hubiera escrito al oler
unas gotas del perfume de su madre, por ejemplo.

Familias olfativas hay muchas, pero hoy nos centraremos en dos: la cítrica, tan
popular en nuestro país, donde nos encantan las fragancias frescas, y la dulce
o gourmand, por ser los aromas golosos más deseados en invierno (y de las
navidades, que ya están aquí...).

PERFUMES CÍTRICOS, LOS ORIGINALES: QUÉ SON

Los perfumes cítricos son la cuna de la perfumería contemporánea. Conocidos

como familia olfativa hespéride o verde, a ella se adscribían las primeras y más
famosas aguas de Colonia, que eran, claro está, cítricas.

Entre ellas, destaca el 'Larousse del perfume', las primeras aguas de Colonia
manufacturadas en la ciudad alemana (por eso se llaman así) en la Alemania del
siglo XVIII; o la famosa Eau Imperiale de Guerlain de 1853.
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