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ACTIVIDAD N° 08 -2023 - II

CAPERUCITA FEROZ Carlos Rengifo


Convenía tener limpia la casa, levantarse temprano, no llegar pasadas las diez de la noche. El cuarto
en el que habitaban era pequeño, pero entraba la luz lo suficiente como para verse las caras. Ella se
adelantaba con las tazas de té y servía con mucho recato; la abuela la dejaba hacer observándola desde
un rincón. Aplastada en la cama, simplemente dirigía los movimientos. Que se hiciera la loca, no era
problema de nadie. Al fin y al cabo, estaba en su derecho. Las manos frágiles que alguna vez le
sirvieron para lavar ropa y manipular ollas ajenas, ahora tenían otro propósito: acopiar mercancía. Y
solía hacerlo todos los viernes por la mañana solamente, apenas abría los ojos, sorbiendo el té caliente
que ella le alcanzaba.
- Esto se lo llevas al Manotas —dijo, una vez armado el paquete con los envoltorios que ocultaba
debajo del colchón viejo.
- Será por la tarde, porque ahorita me voy con la China a la playa —dijo ella.
- ¡No me jodas carajo! —Estalló la abuela como una diabla —. Primero haz el mandado y después
te puedes ir a la mismísima si quieres.
- Pero tú me dijiste... —se quejó ella.
- ¡Nada! Necesito ese billete al toque —la abuela escupió hacia un costado—. Ni que te fueras a la
punta del cerro, carajo.
Ella sabía que era inútil discutir, de modo que cogió el paquete y, antes de ir donde el Manotas, fue
a buscar a la China. Eran uña y mugre, las únicas que compartían todo, hasta enamorado en sexto
grado de primaria. En vez de tocar la puerta, le silbó bajo su ventana. La China apareció con el cabello
alborotado.
-Estamos piñas —dijo ella—. Mi abuela de miércoles quiere que le haga ahorita su recado, así que
iremos a bañarnos más tarde.
-Okey, pasas por mí —dijo la China.
Ella asintió. La abuela siempre le malograba los planes. Emprendió la marcha sin muchas ganas,
internándose en un pasaje que desembocaba en el conjunto de casas que iniciaba el verdadero camino
hacia la vivienda del Manotas. Era buen cliente, pagaba sin chistar, no se hacía problemas porque
sabía que en los colegios del barrio duplicaría su inversión. Para hacer más entretenido el trayecto, ella
cogió al vuelo una tonada de Héctor Lavoe y fue cantando en su interior mientras atravesaba el
vecindario. Se entretuvo con los perros desnutridos que le salían al paso moviendo la cola, con los
letreros de ofertas colgados en tenduchas y quioscos; a mitad del recorrido, sintió que alguien la
seguía; un tramo más allá, el negro Cortijo se le acercó.
- ¿Y tu abuela?
- En mi casa.
- ¿Y qué haces por acá?
- Vagando.
- Vas donde el Manotas, ¿no?
- Sí.
- Dile de mi parte a ese huevón que me pague lo que me debe, antes que le saque la mugre.
- Dígaselo usted; no soy su recadera.
El negro Cortijo la zarandeó a su regalada gana, a la pobre muchacha.
-Mocosa de mierda, no te hagas la pendeja conmigo carajo, ¿ah? ¡Ten cuidado!
Ella sabía de sus malas mañas, de sus tropelías, de sus andanzas del canalla; cada vez que lo veía
por la calle, se mantenía a buen recaudo. Estaba consciente de lo que era capaz, de lo que le había
hecho a la China, por eso lo detestaba, le guardaba rencor, a veces hasta miedo.
-Aunque, ahora que lo pienso, me has dado una buena idea – dijo el negro Cortijo, soltándola.
Ella se tocó el brazo adolorido y continuó andando. Menos mal que tenía el paquete bien oculto,
porque de lo contrario seguramente el negro Cortijo se lo hubiera quitado. Avanzó otro largo trecho,
cruzó calles sin pavimentar, subió una pequeña pendiente entre basuras, rebasó quioscos, talleres, una
tapicería. Vio a unos palomillas que le miraban de reojo. Al término de un cementerio de ómnibus,
taxis y combis herrumbrosos, se metió por un callejón que conducía finalmente a la casa del Manotas.
Tocó la puerta de calamina desesperadamente; nadie respondió. Cuando iba a tocar de nuevo, el negro
Cortijo le abrió y, ante su sorpresa, la metió a empellones dentro de la vivienda.
-Bien, haz tu entrega ahora —dijo.
Ella vio a su alrededor y notó un desorden excesivo, fuera de lo común.
- ¿Y el Manotas?
- Salió; me ha encargado que reciba su pedido.
- No es cierto —dijo ella—. ¿Dónde está?
- Será mejor que me des el paquete de una vez... —el negro Cortijo comenzó a impacientarse.
- ¡No!, quiero ver al Manotas —dijo ella.
- ¡El paquete, carajo!
Ella siguió negando con la cabeza, hasta que el negro Cortijo se le fue encima. Empezó a palparla, a
meter su mano bajo la vestimenta, en busca del ansiado paquete. Cuando lo encontró, sonrió
satisfecho, mirándolo por ambos lados, sopesándolo, y sin soltar a la mensajera.
-Ahí lo tiene, ¿no? Ahora suélteme —dijo ella.
Pero el negro Cortijo no la soltó. Estaban tan pegados, sentía tan cerca el calor de su cuerpo, que se
arrebató. A la fuerza, la volteó, le bajó las prendas de un solo tirón y la redujo sin piedad, babeándole
al oído mientras ella chillaba con desesperación, aterrada con lo que estaba pasando. Un miedo infinito
la colmó en aquel momento, sollozando por el terrible peso que la lastimaba; sin embargo, aun estando
así sometida, la idea de luchar, de acumular valor y energía, no se apartó de su mente. De modo que
cuando él aflojó un poco y descuidó la presión sobre los brazos entumecidos, ella, que había estado
viendo qué objeto contundente tenía al alcance de la mano, cogió la plancha arrumada entre
cachivaches y, de un certero golpe de media vuelta, la estampó en la cabeza del negro Cortijo. Como si
un rayo le hubiera caído del cielo, éste no tuvo tiempo de reaccionar, ni siquiera de saber qué pasaba,
yendo a parar de bruces, los ojos en blanco, contra el piso, como un carnero degollado. Ella entonces
comenzó a gritar, a tocarse nerviosamente el cuerpo. Corrió hacia la cocina, volvió con un cuchillo
filudo, miró al hombre tirado boca arriba con la bragueta abierta y, sin vacilación alguna, le cercenó el
pene y los testículos con la crueldad macabra. La sangre que brotó con el primer corte no la amilanó
en absoluto; al contrario, le infundió más valor para seguir adelante. Luego bajó sus pantalones, le dio
vuelta y, mientras lo insultaba, mientras lo escupía y lo pateaba sin cesar, fue introduciendo un palo de
escoba entre sus piernas, probablemente por el recto.
-Esto es por mí y por la China. ¡Maldito! ¡Desgraciado! ¡Mal nacido! ¡Hijo del diablo! —dijo ella.
La sangre fluía a borbotones, se veía un charco de sangre espumoso. No podía saber con certeza si la
oía el negro, pero tampoco le importó. Antes de abandonar la vivienda, recogió el paquete, se arregló la
ropa y birló aun el dinero hurtado a algún transeúnte indefenso, que el negro Cortijo tenía guardado
en uno de los bolsillos de su pantalón. Compilación: Mg. Antonio Remón Tenorio.
ACTIVIDAD N° 12
A. Después de leer atentamente el cuento: “CAPERUCITA FEROZ” de Carlos Rengifo,
responde a las preguntas, con arte y precisión, evitando los errores ortográficos. Eviten de
presentar trabajo ajeno.
1. Cuente la historia con tus propias palabras
2. Anote a los personajes principales con sus virtudes y antivalores.
3. Anote los temas o problemas que plantea el autor.
4. ¿Por qué existe tanta delincuencia y mucha violencia en nuestro país?
5. ¿Por qué la gente se dedica al negocio de las drogas?
6. ¿Por qué ciertas personas actúan como desquiciados mentales en la sociedad peruana?
7. ¿Por qué la gente utiliza palabras vulgares en su vida diaria?
8. ¿Te parece correcta la actitud de Caperucita con el Negro Cortijo? ¿Por qué?
9. ¿Qué enseñanzas podemos deducir de la narración?
10. ¿Cómo se puede evitar los actos de violencia en nuestra sociedad?
11. ¿Cree usted que esta historia se dé en la vida real? ¿Por qué?
12. Haz un comentario crítico – valorativo y apreciativo de la narración.
B.-Escuchar el vídeo o leer el poema adjunto de: “NO TE DETENGAS” de Walt Whitman, poeta
estadounidense y el poema “TODO LLEGA A SU TIEMPO” de Mahatma Gandhi, poeta hindú y
hacer un comentario valorativo consistente, después de contrastar con los hechos de la vida real.
LINKS DEL POEMA NO TE DETENGAS
https://www.youtube.com/watch?v=Gw8RBF6bwec
https://www.youtube.com/watch?v=pklg6nVOpIA
https://www.youtube.com/watch?v=snbHjIhl3W4

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,


sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...
“TODO LLEGA A SU TIEMPO” de Mahatma Gandhi, poeta hindú
LINKS DEL POEMA “TODO LLEGA A SU TIEMPO”
https://www.youtube.com/watch?v=lPdFU7elZSs
Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros
y esas decisiones son de lo que trata en la vida....
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal,
pero sé muy paciente, no pretendiendo que todo llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo y así todo lo que es tuyo
vendrá a tus manos en el momento oportuno,
aprende a esperar el momento exacto para recibir
los beneficios que reclamas a la vida.
Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar su verdadera dulzura,
no seas esclavo del pasado y de los recuerdos tristes,
no revuelvas una herida que está cicatrizada
ni rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir una vida nueva
dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.
No trates de que otros cambien; acéptalos como son y
sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.
Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y
deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene,
recuerda que cada día tiene su propio afán.
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda, que te apoye y te acompañe en ella.
Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como algo precioso.

Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.


Que tu alegría sea contagiosa y
viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.
La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido
iluminando todos nuestros actos y
sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma,
por medio de la alegría,
todos los que pasan por la calle en tinieblas serán iluminados por tu luz.

No desprecies el trabajo que te toca realizar en tu vida.


El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes,
sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo cumpliéndolo con amor y
cariño y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño, vivamos por él, intentemos alcanzarlo.
Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos,
quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino para reflexionar y
experimentar un cambio radical en nuestras vidas.
Así, con otro aspecto, con una mente más clara,
con otras posibilidades y con la gracia de Dios lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida y
te ha encomendado una misión, es porque sabe que tú puedes con ella.

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado,


sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y
esas decisiones son de lo que se trata en la vida.
Que este día sea el mejor de tu vida.

Nota:
Según esta frase de Mahatma Gandhi, nos puede llevar a pensar en la aceptación de nuestra realidad,
tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que trata
la vida.
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal, pero sé muy paciente, no pretendiendo que todo
llegue de inmediato…
Todo llega a su tiempo
Albert Einstein dijo: "Las generaciones del porvenir apenas creerán que un hombre como éste caminó
la tierra en carne y hueso". Gandhi decía: Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida
tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus
costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino y tu destino, será tu
vida. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo
que se trata la vida.... MAHATMA (ALMA GRANDE)

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