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Relato

Hace dos años en una tarde airosa de otoño, me encontraba pensativa en mi sillón
favorito de color verde con terciopelo. Observaba el parque de robles a través de mi
ventana, ahí fuera parecía que se avecinaba una estruendosa tormenta ya que los
árboles rugían con vigor y el cielo estaba completamente encapotado. En ese
momento, no sabía que también habría una tormenta para mi.

Recuerdo que mi secretaria apareció en el despacho con un sobre amarillento en


sus manos, el cual luego de ser anunciado reposó sobre mi escritorio. Con tan solo
ver su fachada supe que se trataba de un nuevo caso, siempre me emocionaba la
adrenalina que causaba leer un nuevo caso e ir detrás de delincuentes. Esa vez no
causó adrenalina… tomé el sobre del escritorio y me preparé con mucha expectación
para ver su contenido. Leí línea tras línea. Mi pecho ardía y un cúmulo de emociones
se apoderaron de mi cuerpo.

Anne, ese era el nombre de la víctima. Contaba con tan solo 10 años, 3 más que yo
cuando ocurrió el momento más desgarrador de mi vida. Según aquel expediente
Anne junto a sus padres, Margarett y William, habían salido a pasear en familia.
Aquella niña no supo que esa salida iba a ser la última. Yo tampoco supe que ese 29
de julio iba a ser nuestro último día juntos. Sentía cómo si me estuvieran arrancando
el corazón. Me sentía mareada cada vez que me adentraba en el caso.

Cuando volvían a su casa, luego de su salida, una camioneta negra pasó por su lado
de la cual un hombre completamente vestido de negro se asomó por la ventanilla y
arremetió contra Margarett y William.
No soportaba estar un momento más allí, sentía que me asfixiaba, así que me marché
a mi casa.
Al llegar a casa, respiré profundo y me propuse ayudar a Anne a descubrir a los
asesinos de sus padres, dejando de lado mis sentimientos. Esa noche trabajé
arduamente, investigué a cerca de sus padres y el por qué los mataron, también
revisé las cámaras de seguridad que se hallaban en la zona del crímen. Descubrí que
Margarett y William eran agentes del F.B.I con altos cargos y que estaban detrás de
un caso confidencial.

Esa noche pasé por alto algo que podría ser una gran pista, a la cuál le presté
atención semanas después. Se veía el perfil de una persona. Lo reconocí al instante.
Era uno de los asesinos de mis padres que ví por las cámaras de seguridad. Su cara
se había guardado en mi mente permanentemente. Apenas ví las imágenes que
mostraban las cámaras de seguridad quedé shockeada e inmóvil. En ese preciso
momento mis ganas de vengar a mis padres se reanimaron con mucha intensidad.

Fueron semanas largas mientras me informaba e investigaba más sobre el caso que
trabajaban Margarett y William antes de morir. Como no hallaba información por mi
cuenta, me contacté con un viejo amigo del F.B.I que me debía un favor, le pedí que
me enviara toda la información sobre el caso confidencial. Gracias a él descubrí que
ese caso era sobre el atentado a mis padres y que ellos habían descubierto a los
culpables.

Me dediqué un año exclusivamente a este caso y a recolectar información, hasta que


di con su escondite en el cual había mucha evidencia que los comprometía en
muchos delitos. El 29 de julio en el aniversario de la muerte de mis padres, 24 años
después, por fin logré capturar a los culpables.

Me dí cuenta que aún no lograba satisfacer mis ganas de vengarme y para hacerlo
debía de haber sangre... 1 mes después de que los capturaron me infiltré en la cárcel
en la que permanecían, con únicamente dos balas en mi glock y cada una de ellas
tenía un nombre tallado y un destino ya marcado.

Ese día los guardias que trabajaban allí se volvieron mis cómplices, ellos desde que
aceptaron serlo, se comprometieron a quedar callados para siempre.
Soy una asesina desde aquel momento, pero llevo una paz en mí interior y no me
siento culpable por hacerlo. Porque vengué a mis padres, a Margarett, a William y
gané a una gran persona que defenderé hasta el último de mis días. Anne.

Alfonsina Santos y Jazmín Rossi.

9°2

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