Está en la página 1de 3

La puesta a tierra, también conocida como conexión a tierra, constituye un sistema de

seguridad eléctrica empleado con el propósito de salvaguardar tanto a individuos como a


dispositivos eléctricos de posibles descargas eléctricas. Este procedimiento se basa en el
establecimiento de una conexión directa entre un conductor o un dispositivo eléctrico y la
tierra o el suelo, creando así una vía de baja resistencia que permite que la corriente eléctrica
se desplace hacia la tierra en caso de producirse un cortocircuito o una falla en el sistema
eléctrico. Este enfoque se traduce en la prevención de sobrecargas y la protección contra
descargas eléctricas, al mismo tiempo que garantiza el funcionamiento seguro de los sistemas
eléctricos. La puesta a tierra se aplica tanto en entornos residenciales como industriales y
comerciales, con el fin de disminuir el riesgo de accidentes eléctricos y asegurar un desempeño
confiable de los equipos y circuitos.

La primera letra en la nomenclatura indica la conexión del neutro en el origen de la instalación:


"T" para conectado a tierra y "I" para aislado de tierra.

La segunda letra identifica el tipo de conexión de las masas de los receptores: "T" para la masa
conectada directamente a tierra y "N" para la masa conectada al neutro en el origen de la
instalación.

La tercera letra "S" indica que el cable neutro está separado del cable de protección eléctrica
(Pe), y ambos están separados. "C" indica que las funciones del neutro y de protección están
combinadas en un solo cable (PEN), en una situación combinada.

Cortocircuito es una situación en la que un conductor eléctrico que debería estar conectado a
tierra entra en contacto con otro conductor que normalmente no debería estar en contacto
con la tierra debido a una conexión inapropiada. Esto puede causar sobrecalentamiento o
incluso riesgo de incendio. Por estas razones, un sistema de puesta a tierra es esencial para
desviar corrientes no deseadas y evitar descargas eléctricas.

Cortocircuitar es la acción de crear un cortocircuito en un circuito o dispositivo eléctrico con un


propósito específico, como pruebas diagnósticas o experimentos. Esto permite evaluar el
comportamiento de un componente del circuito bajo condiciones de cortocircuito controlado,
lo que puede ayudar a identificar posibles fallas o verificar el funcionamiento adecuado del
sistema.

La sobreintensidad es la capacidad de medir la corriente máxima que un circuito puede


proporcionar al cortocircuitarlo, lo que es útil para determinar su capacidad y diseño. También
contribuye a garantizar que no haya voltaje presente en un circuito antes de trabajar en él, lo
que mejora la seguridad.

La utilización de cortocircuitos suele darse en laboratorios de electrónica y electricidad para


investigar y desarrollar teorías y componentes, en el mantenimiento eléctrico para evaluar el
estado y realizar reparaciones y mejoras, y en pruebas de seguridad eléctrica para verificar el
comportamiento de circuitos en condiciones extremas.

El cálculo eficaz es importante para determinar los valores efectivos de la corriente y voltaje en
un sistema eléctrico cuando ocurre un cortocircuito. Esto es esencial para el diseño y la
protección de sistemas eléctricos, ya que permite tomar medidas para garantizar la seguridad
e integridad de los equipos. El cálculo eficaz se utiliza para seleccionar dispositivos de
protección como interruptores y fusibles que pueden desconectar automáticamente el circuito
en caso de cortocircuito, evitando daños y reduciendo riesgos.

Los transformadores son dispositivos que se utilizan para generar, distribuir y transmitir
energía eléctrica entre sistemas con diferentes tensiones mediante un campo
electromagnético alterno. Consisten en dos bobinas de alambre enrolladas alrededor de un
núcleo de hierro o material ferromagnético, conocidas como devanado primario y secundario.
Los transformadores también proporcionan aislamiento eléctrico, adaptan las impedancias de
un circuito, reducen pérdidas y aumentan la seguridad.

Existen diferentes tipos de transformadores, como los de distribución que reducen la alta
tensión en sistemas de distribución eléctrica para alimentar hogares y empresas, los de
potencia que elevan o reducen la tensión en estaciones de generación y subestaciones, los
monofásicos comunes en lugares de bajo consumo, como electrodomésticos e iluminación, y
los trifásicos utilizados en lugares con mayores consumos de potencia, como industrias y
plantas de generación de energía.

Los diferentes tipos de conexiones de transformadores son los siguientes:

1. Conexión en paralelo: En esta configuración, ambas bobinas se conectan en paralelo, lo que


significa que la tensión es la misma en ambos lados del transformador. La corriente se
distribuye de acuerdo con las relaciones de vueltas entre las bobinas.
2. Conexión en serie: Cuando se conectan en serie, la tensión total es la suma de las tensiones
individuales de cada devanado o bobina. Esta configuración se utiliza para aumentar la tensión
de salida.

3. Conexión delta: En este caso, los extremos de los devanados se conectan en un bucle
cerrado en forma de triángulo, creando un circuito cerrado que permite ciertas aplicaciones
específicas.

4. Conexión estrella: En una configuración estrella, los extremos de las bobinas se conectan a
un punto central común, mientras que los otros extremos se conectan a las fases. Esto se
utiliza en sistemas trifásicos para distribuir la energía de manera equitativa.

5. Conexión zigzag: Se emplea una tercera bobina para conectar los extremos de las dos
bobinas en forma de zigzag. Esta configuración se utiliza para mejorar la calidad de la energía
en sistemas de distribución.

Estas diferentes conexiones permiten adaptar los transformadores a diversas aplicaciones y


necesidades en la transmisión y distribución de energía eléctrica.

También podría gustarte