Capítulo 4

Maximilian Carver y su hijo estuvieron poniendo a punto las bicicletas, y el padre vio pensativo a
Max y le dijo que no se sintiera mal, que al doctor le hubiera gustado que usase las bicicletas, se
arrepintió de haberles contado la historia del doctor y su hijo. Max le dijo a su padre que si sabía que
había un jardín lleno de estatuas, el padre le dijo que había muchas cosas en la casa por ver, se fue a
dar un paseo, el padre le dijo que lo acompañaría por la tarde, que él iba a ver un local para montar
una tienda. Así que Max se fue solo, después de dar una vuelta, llegó al faro y allí conoció a Roland.
Estuvieron hablando un rato, Roland había conocido a su padre cuando estuvo allí por primera vez,
le preguntó a Max que por qué se habían venido a vivir allí y este le dijo que por la guerra. Después
Roland le dio una vuelta de dos horas por el pueblo, le dijo cuál era el mejor sitio para bucear, que
era junto a un buque que se hundió y que el único superviviente era su “abuelo adoptivo”. Era un
ingeniero que decidió quedarse en el pueblo y hacer un faro para que ningún otro barco se hundiera
allí. Los padres de Roland murieron en un accidente de tráfico, entonces el farero se hizo cargo de él.
Aunque se había construido una choza a pie del acantilado y dormía allí.

Quedaron para ir a bucear a la mañana siguiente. Cuando llegó a casa, sus padres no estaban, habían
ido a solucionar cosas de la casa, le dejaron una nota, que no utilizase el baño de arriba y que Irina
iba con ellos. Se llevó la bandeja de bocadillos que su madre le había preparado a su habitación y
entre el sonido de la lluvia y la paliza de la bicicleta, se quedó dormido.

Capítulo 5

Había dormido 6 horas cuando se despertó. Su padre le dijo que bajara para cenar, se acordó de la
sesión de cine, les contó que había quedado para ir a bucear con su nuevo amigo. Le preguntó a su
hermana que, si quería ir, que le iba a gustar mucho Roland. Se pusieron a ver la película de cine,
pero no era una película, era una grabación casera de un paseo por el bosque. Pusieron otra para
probar y era del jardín de las estatuas, pero estaba todo limpio y sin hierbas salvajes, como estaba
ahora. Eran las cintas de Jacob, el hijo del doctor Fleischmann. Todos la vieron en silencio. Max se
sintió como un intruso en la casa. Alicia le contó a Max que había soñado con el payaso la noche
antes de que se vinieran a vivir a esa casa.

Todos se acostaron y Max, vio por la ventana el jardín de las estatuas, quería llevar el proyector al
garaje, pero le dio miedo, se quedó pensando en la sonrisa que su hermana Alicia le había dedicado
y que ya no serían dos desconocidos.

Capítulo 6

El gato de Irina estaba en la ventana de la habitación de Alicia cuando abrió los ojos por la mañana, a
ella no le gustaba. Como era muy temprano, se volvió para el otro lado y siguió en la cama. Vino
Roland a recogerlos, Max se dio cuenta de cómo se habían mirado Roland y Alicia, pensó que a lo
mejor podrían gustarse, que sería divertido. Como solo había dos bicicletas, Max le dijo a Roland que
llevara a su hermana y él llevaría las cosas.

Cuando iban paseando por la playa, Roland les señaló el faro de su abuelo, donde va en invierno y
cerca de allí había una cabaña que él había reformado y fueron allí, donde Roland pasa los veranos.
La cabaña parecía un bazar de antigüedades marineras, pero a Max le encantó.
Fueron a un barco hundido en el mar, Orpheus, un viejo carguero. Max y Roland fueron al barco,
pero Max se quedó más hacia la superficie y entró Roland. Roland sacó un sextante. Roland y Max
volvieron a bajar, y cuando Max subió a la superficie, vió en la bandera del barco la estrella de seis
puntas, como la que vio en el jardín de estatuas. Roland afirma que su abuelo le había hablado antes
de ese símbolo. Roland contó que el dueño del barco perdió una apuesta y tuvo que llevar a todo un
circo ambulante al otro lado del canal. Una gran tormenta devolvió el barco a la orilla, estrellándolo
con unas rocas. El abuelo se salvó porque iba escondido en un bote salvavidas. Cuando encontraron
al abuelo de Roland en el bote lo salvaron y decidió construir un faro. Cuando fueron al barco no
encontraron ningún cuerpo.

En la casa de Max, Irina creyó oír unas voces en su armario, que cerró con llave al instante y al irse
de la habitación, la puerta se cerró y no se podía abrir, mientras que la cerradura de la puerta del
armario se abría sola y se escuchaban risas. Al abrirse la puerta salió su gato, pero Irina vio que había
alguien más. Las voces pronunciaron su nombre y Irina saltó por las escaleras.