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1.) Introducción.-
1 Defensor Oficial del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil, del Dpto. Judicial de Bahía Blanca.-
2 Sanc. 28/12/2006; promul. 18/01/2007; publ.02/02/2007. En el Dpto. Judicial de Bahía Blanca, el Fuero de la
Responsabilidad Penal Juvenil, fue puesto en funcionamiento por Resolución N°3181/08 de la SCJBA, de fecha
05/11/08.-
3 En adelante CDN, adoptada por Res. 44/25 de la Asamblea General de la Naciones Unidas , el 20/11/1989.-
4 Cf. Ley 11.922, fecha 18/12/96; promul. 10/01/97; BO:23/01/97, y modificatorias.-
de sus formas tradicionales, la que por mandato convencional y constitucional,
queda legítimamente habilitada “como medida de último recurso” y “durante
el período más breve que proceda “5.-
Asimismo, y más allá de estas limitaciones cuantitativas que se prevén en la
utilización del encierro como respuesta frente al delito juvenil, también
cualitativamente, y a diferencia del régimen de adultos, se impone en esta
justicia especial, el deber de desechar de todo contenido retributivo a la
penalidad que se decida aplicar, la cual por las finalidades propias del fuero,
sólo puede estar legalmente fundada en principios de prevención especial
positiva6
Es por ello que en función de las particularidades de la intervención penal en
este ámbito, se introducen también en el marco regulativo de la ley 13.634,
una serie de disposiciones específicas atinentes al régimen de ejecución de las
sanciones aplicables, que se diferencian en gran modo de las contempladas
para los sujetos adultos, por la legislación nacional y local 7, y entre las que se
encuentra el instituto de la libertad asistida, regulado por el art. 79 de la ley
provincial del Fuero Penal Juvenil; norma que sin lugar a dudas, viene en mi
opinión a hacer operativo en esta etapa de ejecución de las sanciones
privativas de libertad impuestas, el principio de “máxima brevedad” en la
duración de las mismas, lo que constituye una notable característica diferencial
de esta justicia especial.-
9. Cf. C.I.D.H en Opinión Consultiva N° 17 sobre "Condición Jurídica y dchos. del niño", de fecha 28/08/02, párr.
92/98; también C.S.J.N, fallo "Maldonado", y arts. 37 y 40 CIDN.-
10. Cf. art. 85, ley 13634.-
11. Cf. arts. 37 y 40 de CIDN y arts. 75 inc. 22 C.N, arts. 6,33, 69 ley, 13.634.-
12 Ver. Arts. 79/85, ley 13634.-
13 Cf. art. 85, ley 13634.-
justicia penal juvenil, podrá gozar del beneficio de la libertad asistida, el que
"Consiste en otorgar la libertad del niño, quien asistirá a programas
educativos, de orientación y de seguimiento. El juez o tribunal designará una
persona capacitada para acompañar el caso (...) La libertad asistida será fijada
por en plazo mínimo de seis (6) meses y máximo de doce (12) meses,
pudiendo ser interrumpida, prorrogada o revocada en cualquier tiempo o
sustituida por otra medida, previa consulta al orientador, al agente fiscal y al
defensor14.-
Se observa así de su simple lectura, que en contraposición a lo
dispuesto por la legislación de ejecución de adultos, la primera gran diferencia
que se advierte en esta norma, esta dada por el hecho de que la misma
permite el egreso institucional anticipado del joven en cualquier momento de la
ejecución de su sanción, sin condicionarlo al cumplimiento efectivo de un
tiempo concreto de detención, como tampoco a ningún tipo de delito que le
fuera atribuido al mismo.-
Que frente a la falta de previsión de un plazo objetivo a partir del
cual estuviese condicionado su otorgamiento, y que se denota en su propia
redacción, no podría bajo ningún punto de vista pensarse que el mismo pudiera
ser extraído del contemplado por el art. 104 de la ley 12.256, toda vez que
como ya dijera, por expresa disposición del art. 85 de nuestra propia ley del
fuero, aquella legislación de adultos es aplicable supletoariamente en este
ámbito de la justicia penal juvenil, siempre que no restrinja los derechos
reconocidos por la ley Nro. 13.63415.-
Y esta ausencia de condicionamiento temporal para el
otorgamiento de la libertad asistida de los jóvenes, resulta estar así reglada,
16 Cf. art. 37 de la CIDN y reglas internacionales aplicables a esta justicia penal juvenil .-
17 Textual art. 37 inc. b) de la CIDN; art. 36 inc. 4), ley 13.634, el subrayado me pertenece.-
18. Téngase presente que la CIDH, ha dicho en el fallo “Mendoza” que conforme al principio de especialización, se
requiere el establecimiento de un sistema de justicia especializado en todas las fases del proceso y durante la ejecución
de las medidas o sanciones que, eventualmente, se apliquen a los menores de edad que haya cometido delitos y que,
conforme a la legislación interna, sean imputables. Ello involucra tanto a la legislación o marco jurídico como a las
instituciones y actores estatales especializados en justicia penal juvenil. Sin embargo, también implica la aplicación de
los derechos y principios jurídicos especiales que protegen los derechos de los niños imputados de un delito o ya
condenados por el mismo (cons. 146).-
impongan a niños y adolescentes”, estableciéndolo como un principio propio y
específico de la justicia penal juvenil.- Al respecto se indica en los
considerandos del texto de este fallo que “una sanción penal (…), en caso de
resultar privativa de la libertad (...), puede resultar ser arbitraria si no se
consideran los principios que rigen esta materia”, aludiendo entre ellos a “la
revisión periódica de las medidas de privación de libertad de los niños”, y
agregando en tal sentido que "si las circunstancias han cambiado y ya no es
necesaria su reclusión, es deber de los Estados poner a los niños en libertad,
aún cuando no hayan cumplido la pena establecida en cada caso concreto. A
estos efectos, los Estados deben establecer en su legislación programas de
libertad anticipada" (cf. consid.161 y 162)19.-
De igual manera y para mayor precisión sobre este punto, se
complementa esta idea en el mencionado fallo, aludiendo específicamente
respecto de la posibilidad de libertad anticipada a la que alude el art. 13 del
C.P que, “...este plazo fijo impide el análisis de las circunstancias particulares
de cada niño y su progreso que, eventualmente, le permita obtener la libertad
anticipada en cualquier momento (…) En concreto no permite una revisión
periódica constante de la necesidad de mantener a la persona privada de la
libertad. (cf. cons. 175). Y amplía aún más lo que se viene sosteniendo, cuando
expresa que “este periodo fijo luego del cual podría solicitarse la
excarcelación, no toma en cuenta las circunstancias de cada niño, las cuales se
van actualizando con el transcurso del tiempo y, en cualquier momento,
podrían demostrar un progreso que posibilitaría su reintegración en la sociedad
“ (cf. consid.296).-
Es así como, en mi opinión, este pronunciamiento de la Corte
Interamericana resulta ser totalmente esclarecedor sobre la tesis que sostengo
y refuerza la verdadera operatoria de la libertad asistida específica
contemplada por el art. 79 de este sistema de justicia penal juvenil, dando con
dicha norma una vigencia efectiva al principio especial de revisión constante
de la pena privativa de libertad que se decida imponer en este ámbito20.-
19. En idéntico sentido, la CIDH, alude a este principio aplicable a las penas privativas de libertad impuestas a jóvenes
en los consid. 175, 295 y 296 entre otros.-
20. Es importante destacar que en el citado fallo Mendoza, recuerda la misma CIDH, que “dentro del control de
convencionalidad al que esta obligados todos los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia, como el
ministerio publico, deben los mismos tener en cuneta no solamente la Convención Americana y demás instrumentos
Sobre este tema en análisis, es también de resaltar lo sostenido
por el Comité de los Derechos del Niño, quien en base a lo previsto por el art.
25 de la CDN, sostuvo oportunamente que "...la posibilidad de la puesta en
libertad deberá ser realista y objeto de examen periódico."21 .-
Que todo lo hasta aquí dicho, resulta simultáneamente acorde al
denominado “interés superior del niño”22, como principio interpretativo de toda
decisión estatal que involucre alguna limitación al ejercicio de cualquier
derecho de éstos, y que en palabras de la misma CIDH, debe estar “dirigido a
garantizar la máxima satisfacción de esos derechos que se les reconoce, y en
contra partida, sirviendo para asegurar la mínima restricción de los mismos” 23.-
Con lo expuesto, queda claro la especificidad de la normativa
analizada, y lo disímil en cuanto a lo regulado por las leyes de ejecución penal
aplicables a los adultos; siendo por ello - y reitero – que ninguna formalidad ni
limitación a la misma puede deducirse de la aplicación supletoria de la ley de
ejecución provincial, puesto que como bien pregona el art. 85 de nuestra
legislación especial, la subsidiariedad de aquella, “en ningún caso puede
limitar o restringir los derechos otorgados en ley 13.634"24.-
Que por otra parte, es también una muestra de lo específico de
este beneficio contemplado por la normativa del Fuero, el hecho de que
tampoco existe en este ámbito, ninguna limitación para el otorgamiento de la
interamericanos, sino también la interpretación que de esto ha hecho la Corte Interamericana (cf. cons. 221, del fallo) .-
21. Cf. Observación Gral. N° 10, Los derechos del niño en la justicia de menores, 25/04/2007, párr. 77; texto también
citado en el aludido fallo “Mendoza”. Refuerza esta idea, las consideraciones vertidas por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, quien en el informe sobre “Justicia Juvenil y Derechos Humanos en las Américas”, de fecha
13/07/2011, elaborado por intermedio de la Relatoría sobre los Derechos de la Niñez, expresamente “exhorta a que los
Estados tiendan a abolir la pena privativa de la libertad aplicada a niños, niñas y adolescentes” (conf. punto 4 del
Informe aludido).-
22 Cf. art. 3 de la CDN.-
23. Cf. utilización efectuada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en fallo Mendoza, considerandos 142 y
143 de la sentencia.-
24. En tal sentido, y para mayor claridad al respecto, no puede soslayarse que ha sido el propio Estado Nacional quien
contestando a los puntos de denuncia formulados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el citado
caso “Mendoza”, ha dicho específicamente que en lo que hace al régimen de aplicación y ejecución de penas que se le
cuestionaba, que “este asunto quedó resuelto con “la entrada en vigencia de la Ley Nro. 26.061 (de Protección Integral
de las Niñas, Niños y Adolescentes) y su reglamentación mediante el Decreto No. 415/06”. En consecuencia, “la
normativa de ejecución penal de adultos (…) sólo podrá ser aplicada (…) en función analógica en beneficio del niño,
niña o adolescente (…). De lo contrario se estaría afectando el principio de legalidad en materia penal” . (cf.
considerando 292).-
libertad anticipada a la que alude el art. 79 de la ley 13.634, en función de la
naturaleza del hecho que se endilgara al joven; limitaciones que, por lo ya
antes dicho, de ninguna forma podrían tampoco deducirse de la aplicación
supletoria de lo previsto por el art. 100 de ley de ejecución penal provincial 25.-
Por último, lo que denota aún más lo particular de la regulación
de la libertad asistida prevista en esta norma, resulta ser la idea de
provisoriedad y de "puesta a prueba" del imputado en libertad que se
desprende de la lógica de su misma redacción, ya que la misma permite el
egreso institucional anticipado de forma “provisoria", e indicando que "...será
fijada por un plazo mínimo de seis (6) meses y máximo de doce (12) meses,
pudiendo ser interrumpida, prorrogada o revocada en cualquier tiempo o
sustituida por otra medida..." 26
.-
Es decir, luego de su otorgamiento, debe el joven condenado ser
sometido nuevamente a un examen sobre el cumplimiento y desarrollo de las
actividades impuestas en el marco de su libertad, pudiendo en su caso, darse
algunas de las consecuencias contempladas por la misma normativa legal,
aspecto que difiere absolutamente del instituto previsto por el art. 104 de la ley
12.256, en el cual una vez otorgado el beneficio y cumplidas regularmente que
fueren las obligaciones impuestas, ninguna revalidación debe hacer el
condenado adulto para el mantenimiento de su libertad anticipada.-
De esta última característica, se puede apreciar que si a la
particular duración de la libertad asistida legislada en el régimen de los
adolescentes (seis meses como mínimo a un año como máximo), se le sumase
el plazo objetivo previsto por la ley de ejecución de adultos, y a partir del cual
25. No esta demás recordar, que en el ámbito de la justicia de sujetos mayores de edad, esas limitaciones contenidas en
función de los delitos previstos por el art. 100 de la ley 12.256, vienen siendo en muchos casos declaradas
inconstitucionales por numerosa jurisprudencia del Excmo. Tribunal de Casación Penal provincial (Cf. Sala III, causa
N° 51.310, “A., M. E. s/ rec. de Casación”, 13/09/12, entre otros), quienes a su vez pregonan en esos casos la concesión
de la libertad asistida, a partir de la aplicación de la ley nacional (ley,24.660), que - como se sabe - constituye ser ley
sustantiva y piso mínimo de derechos otorgados a los sujetos privados de libertad, pudiendo las legislaturas provinciales
aumentarlos, pero nunca restringirlos en mayor medida que lo estipulado a nivel nacional (Cf. TCPBA, Sala VI, causa
Nº 55.435, “N., E. R. s/ Rec. de Casación”, 05/03/2013; Sala I, causa N° 34.295, caratulada “L., J. W. s/ rec.de
Casación”, 4/11/08 y Sala III, Causa N° 20.337 “N. R., E. s/ Rec. de Casación”, 23/10/2007, Voto Dres.: Violini –
Borinsky) Aclaro esto porque de lo contrario - esto es, una aplicación literal de la norma provincial- llevaría a
propiciar una interpretación más gravosa para los menores, que la que viene sosteniendo en reiterados
pronunciamientos el propio Tribunal de Casación Provincial en relación a los sujetos mayores.-
26. Textual, art. 79, párr. 2°, ley 13.634.-
se haría viable su otorgamiento, llegaríamos a la situación absurda de colocar a
los jóvenes frente a una situación mas perjudicial y de mayor exigencias que
las reguladas para las personas mayores de edad.-
3.) Conclusión.-