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“Se trata de amor, amor a la tierra que nos da la vida y nos dio forma, cuando hay amor suficiente como para poder proveerle a la
tierra lo que necesita y le gusta, hay salud, buen ánimo y vida.” --- El Hombre de Maíz
Esta técnica estaba basada en lo que ocurría en la Naturaleza sin la ayuda del ser humano, donde la materia orgánica de plantas y
animales, se mezcla en el suelo, descomponiéndose y aportando sus nutrientes a la tierra de la que se alimentan de nuevo las
plantas.
- descomponedores fabriquen un abono insuperable. El Compost: Abono de elevada calidad obtenido de la práctica del
compostaje. ¿Por qué es importante realizar compostaje en nuestro lugar?
Aunque el compost puede hacerse en una simple pila de restos orgánicos, resulta más práctico por cuestión de espacio
el uso de un compostador, que se trata de la “herramienta” principal para realizar el proceso. Debe tener una serie de
requisitos, como son:
Por tanto, teniendo en cuenta los parámetros anteriores, se puede fabricar de manera casera
un compostador. Algunos ejemplos:
Compostador de malla:
Materiales:
· Malla Gallinera
· 4 varillas de sujeción
· Lona, cartón (recubrimiento)
· Alambre (para atar)
Construcción:
· Se clavan las varillas.
· Se rodean de la malla.
· Se ata la malla a las varillas con el alambre.
· Se recubren los laterales y la parte superior con plástico o algún tipo de lona.
Materiales:
· 4 ó 5 palés.
· Clavos.
Construcción:
· Colocamos un palé como base (opcional).
· Apoyamos una de las caras contra una superficie plana para facilitar
el montaje.
· Se van clavando los palés.
· Se tapa con una lona, o plásticos impermeable.
Material a introducir
Para obtener un buen compost lo mejor es utilizar una gran variedad de materiales. Cuanto más triturados
estén, más rápido obtendremos el compost. Toda la materia introducida debe ser orgánica. Es recomendable
mezclar materiales de rápida descomposición con los de lenta. Los materiales susceptibles de ser composta-
dos son:
Otros materiales
· Ceniza de madera (espolvorear en cantidades pequeñas)
· Cartón, cartones de huevos, servilletas bolsas y envases de papel
· Periódicos (en pequeñas cantidades)
Mejor evitar
· Carne y pescado
· Productos derivados de la leche
· Productos que contengan levaduras o grasas
No utilizar
· Ceniza de carbón y de coque
· Heces de perros y gatos
· Pañales desechables
· Revistas ilustradas
· Restos de aspiradora
· Filtros de cigarrillos
· Tejidos sintéticos
A continuación se introducirá el resto del material, a ser posible pasado por una biotrituradora, o cortado con unas
tijeras de podar o normales. Para que alcance las condiciones adecuadas de temperatura es conveniente llenar al
menos la mitad del compostador la primera vez.
La relación entre material húmedo y material seco es 2/1, para conseguir así el mantenimiento de la humedad
durante el proceso, aunque esto no tiene porque medirse de una manera estricta. Para controlar la humedad hay
que observar que el material tiene aspecto húmedo, pero no desprende líquido.
Las siguientes veces que se introduzca el material nuevo, se mezclará con el material más antiguo, para que este
facilite la descomposición del material más fresco. Es importante al introducir restos de comida cubrirlos
con material antiguo y hojas, para evitar la proliferación de mosquitas de la fruta, que no atacan al ser humano, pero
son molestas.
Una vez introducido el material, no son muchos los cuidados necesarios del proceso de compostaje.
Cada vez que se introduzca nuevo material, es conveniente remover este y mezclar con el material más antiguo.
Tambiénes conveniente realizar volteos generales, de toda la pila de compost, para permitir la aireación y la correcta
mezcla de materiales. Cuanto más a menudo se realicen estos volteos, más rápido avanzará el proceso.
Para controlar la humedad se vigilará el estado del material en distintos puntos del compostador (es común que los
laterales estén secos por el contacto con el aire, y la parte central contenga más humedad). Si hay partes de la pila que
se observan secas y otras contienen humedad, la solución será realizar un volteo para homogenizar la proporción de
humedad.
Proceso de Compostaje.
2) Fase termófila:
Dependiendo del material de partida y de las condiciones ambientales, el proceso puede durar entre una semana, en sis-
temas acelerados, y uno o dos meses en sistemas de fermentación lenta.
Como consecuencia de la intensa actividad de las bacterias y el aumento de la temperatura alcanzado en la pila de resi-
duos, provoca la aparición de organismos termófilos (bacterias y hongos). Estos organismos actúan a
temperaturas mayores (entre 60 y 70º C), produciendo una rápida degradación de la materia. La temperatura alcanzada
durante esta fase del proceso garantiza la higienización y eliminación de gérmenes patógenos, larvas y semillas. Pasado
este tiempo disminuye la actividad biológica y se estabiliza el medio.
Es un período de fermentación lenta (puede llegar a durar 3 meses), en el que la parte menos biodegradable (la
más resistente) de la materia orgánica se va degradando. La temperatura de la pila va disminuyendo lentamen-
te al igual que la actividad de las bacterias, produciéndose la colonización de la pila por todo un mundo de orga-
nismos y microorganismos que ayudan a la degradación de esas partes menos biodegradables del residuo.
Temperatura:
Humedad:
Este factor es indispensable para los microorganismos, ya que el agua es el medio en el que viven, se desplazan
y se alimentan. En la práctica del compostaje, siempre se ha de evitar una humedad elevada porque desplazaría
al oxígeno y, en consecuencia, el proceso pasaría a ser anaeróbico (ausencia de aire) o, lo que es lo mismo, una
putrefacción.
Consideramos como niveles óptimos, humedades del 40 al 60%, dependiendo de la mezcla de materiales más o
menos fibrosos del contenido de la pila.
Aireación:
El oxígeno es fundamental para que los microorganismos puedan descomponer eficazmente la materia orgánica.
Por ello, el aporte de aire en todo momento debe ser idóneo para mantener la actividad microbiana, sin que
aparezcan condiciones anaerobias, que, además de entorpecer el proceso, dan lugar a la aparición de olores y a un
producto de inferior calidad.
1.En ambos procesos partimos de la misma materia prima, restos orgánicos, aunque en el medio natural tene-
mos un pequeño aporte de materia orgánica de origen animal representado por los excrementos y los cuerpos
de los animales que han perecido.
2.En el medio natural, diversos seres vivos (carroñeros y descomponedores) actúan sobre estos materiales
troceándolos y simplificándolos. En nuestros domicilios podemos realizar esta acción troceando los restos
con unas tijeras de poda o adquirir una trituradora eléctrica de jardín.
3.En los bosques los procesos de fermentación se desarrollan lentamente, necesitando al menos un año para
completar los procesos de descomposición más significativos. En nuestro compostador, realizando
bien el mantenimiento y vigilando las condiciones, el proceso puede durar un máximo de seis meses.
4.En la naturaleza, el agua y el oxígeno que necesitan los microorganismos los aporta la atmósfera. En
nuestros compostadores además de la atmósfera, nosotros también aportamos riegos según sean necesarios, e
incluso volteos por medio de un
Horquillo para airear el montón.
Compost fresco (2-3 meses compostando): el que ha tenido un período de madurez corto y en el que se aprecia aún mate-
rial sin descomponer. Se usa principalmente como protección frente ante los cambios de temperatura y de humedad, en
especial frente a heladas. Además mejora las características del suelo y evita la aparición de malas hierbas.
El vermicompost resulta muy útil como fertilizante orgánico, biorregulador y corrector de las características físico-quí-
micas del suelo.
El vermicompost puede ser utilizado directamente en el jardín o en transplantes, además puede mezclarse con sustratos
para plantas de interior y exterior. Es uno de los medios más rápidos y eficientes para la recuperación de suelos de las
zonas rurales.
Los beneficios que proporciona son: protege el suelo de la erosión, mejora las características físico-químicas del suelo,
de su estructura (haciéndola más permeable al agua y al aire), aumentando la retención hídrica, y la capacidad de
almacenar y liberar los nutrientes requeridos por las plantas de forma equilibrada.
Además, fruto del proceso se obtiene un líquido conocido como lixiviado que puede ser recogido y resulta ser un
excelente fertilizante para abonar las plantas. La única consideración que tenemos que hacer, es que al ser un
fertilizante líquido muy fuerte necesita ser diluido en una proporción de una parte de lixiviado por tres de agua (1/3).
La lombricultura doméstica permite aprovechar los residuos orgánicos transformándolos en abono para las plantas del
hogar. Se puede realizar tanto en el interior como en el exterior de la vivienda (terrazas y jardines). Resulta una
solución atractiva a aquellas personas que están interesadas en el compostaje y carecen de espacio físico (Jardín,
Parcela, Terraza, etc.) para poder realizarlo. Existen en el mercado varias empresas que comercializan
vermicompostadores y colonias de lombrices a precios bastante asequibles.
La lombriz roja es un pequeño gusano de la clase de los oligoquetos. Entre las lombrices se conocen cerca de 8.000
especies, de las que sólo se han conseguido "domesticar" 3 de ellas.
Aunque cualquier lombriz podría usarse para el proceso de compostaje, la que nosotros utilizamos es la lombriz roja
de California (Eisenia foetida), muy recomendable por varios motivos:
¿Cómo empiezo?
Una vez que tenemos nuestra compostera, lo primero que tenemos que hacer es proporcionarles a las lombrices el
soporte que necesitan, lo que conseguiremos, colocando una pequeña cantidad de compost (sin madurar) u otro tipo
de residuo orgánico en degradación que nos servirá de sustrato y les proporcionará alimento. Si a esto le sumamos
que en las cajas en donde se comercializan las lombrices ya vienen con parte de su hábitat incorporado (el humus de
la caja), empezamos a crear para ellas un lugar propicio para que se desarrollen y completen todo su ciclo de vida.
Empezamos a dar de comer a las lombrices
Una vez que ya hemos llevado a cabo esta sencilla operación, podemos empezar a echar nuestros restos alimenticios,
asegurándonos bien de mezclarlos con el humus que tenemos en la compostera. Procuraremos siempre que los res-
Se calcula que pueden asimilar en torno a 250 gramos de comida al día; sin embargo cuando la población de las mismas
haya crecido, esta cantidad irá aumentando. Es algo que iremos viendo a medida que se va produciendo el proceso. Es
importante NO DAR DEMASIADO DE COMER a las lombrices.
Mientras se produce el proceso, el montón de materia orgánica disminuye. Continuaremos echándolas alimento cuando
veamos que el volumen disminuye y nos permite echar más.
LES DAREMOS
- Restos vegetales.
- Pelo, uñas.
- Cáscaras de huevo.
- Mondas y peladuras de frutas y verduras.
- Papel y cartón (sin tintas), humedecido y en trozos. Poca cantidad. Es preferible
reciclarlo por los canales ya existentes: contenedor azul.
NO PODEMOS DARLES
- Productos inorgánicos.
- Colillas y ceniza de tabaco.
- Ceniza de carbón.
- Papel de revistas. La tinta contiene metales pesados que dañarán a nuestras lombrices y bajarán la calidad del compost.
- Restos de maderas no naturales. (p ej: Conglomerados)
EVITAR SIEMPRE
- Restos de carne y pescado. Pueden producir olores y atraer a animales.
- Heces de perro y gato. Pueden contener sustancias u organismos patógenos.
- Muchos restos de cítricos. No les gustan demasiado y acidifican mucho el medio.
- Comidas cocinadas (con aceites, salsas..
El sitio mas indicado para colocar la vermicompostera sería un sitio aislado de las condiciones
extremas, tanto del frío en invierno, como del calor en verano. Convendría en estas épocas extremas
que la com- postera no estuviera completamente expuesta en la terraza. Podríamos cubrirla con
un plástico (no cerrando el paso de entrada de aire) para que se mantenga el calor, o bien meterla
dentro de casa. Al no producir olores no tiene porqué producir un malestar añadido. En verano, es
importante que la vermicompostera esté a la sombra.
Es importante que conozcan que las lombrices que tienen dentro de su compostera no son autóctonas, sino
que han sido introducidas desde Norteamérica, por lo que de ninguna forma, podemos soltarlas en nuestro
suelo, al poner con ello en peligro la pervivencia de nues- tras especies y la alteración de nuestros ecosistemas
naturales.
SIMPLEMENTE LO MEJOR
3 En una de las fases iniciales del proceso de digestión la lombriz agrega carbonatos de calcio que
permiten neutralizar la acidez del sustrato y promueven la proliferación de ciertos grupos de
microorganismos que ayudan a la degradación del material ingerido.
6 Cada turrículo o excreta, se recubre de una membrana gelatinosa y nutritiva conocida como
“membrana peritrófica” que proporciona cohesión y soporte a la materia orgánica, además de
un medio de crecimiento favorable al desarrollo de microorganismos.
7 Al colocar sus excretas superficialmente, llegan a cubrir la materia orgánica más fresca, lo que
abate sensiblemente la generación de olores y mantiene alejadas a moscas, cucarachas, ratones
y otros organismos indeseables.
El humus de lombriz es el abono orgánico por excelencia, biorregulador y corrector del suelo cuya
característica fundamental es la bioestabilidad, pues no da lugar a fermentaciones indeseables o putrefacción.
Es el resultado de la digestión de substancias orgánicas en descomposición por la lombriz de tierra. Tiene un
aspecto terroso, suave, ligero y olor a tierra mojada. Influye positivamente en las propiedades físicas,
químicas y biológicas del suelo de la siguiente forma:
Características Físicas
El humus de lombriz ejerce una acción muy favorable sobre la estructura del suelo ya que el humus de
lombriz, posee una adecuada estructura granular debido a la formación de turrículos producto
de las excreciones de la lombriz las cuales están recubiertas de un gel mucoproteico que le da la cualidad de
formar agregados estables es decir la agrupación de partículas en agregados de tamaño medio con lo que
modifica la estructura del suelo aumentando la macroporosidad, mejorando la aireación, infiltración y
retención del agua, y favoreciendo un adecuado desarrollo radicular. Asimismo debido a la naturaleza del
complejo coloidal orgánico y mineral, le permite una buena disponibilidad de los nutrientes para las
plantas. Aumenta la permeabilidad y retención hídrica de los suelos disminuyendo el alto
consumo de agua, proteger al suelo de la erosión, posee un marcado efecto de amortiguamiento del pH
del suelo (capacidad buffer). Y neutraliza eventuales presencias contaminadoras debido a su
capacidad de absorción.
Características químicas
Equilibra las funciones químicas del suelo, debido a sus condiciones de humidificación y de una
mineralización de las sustancias orgánicas nitrogenadas facilitando la absorción de los
elementos nutritivos por parte de la planta, aumenta la capacidad de intercambio iónico del suelo por la
formación del complejo “arcil o húmico” absorbentes y regulador de la nutrición de la planta, también se
forman complejos “fosfo húmico” que mantienen el fósforo asimilable por las plantas.
1. Estimula la bioactividad al tener los mismos microorganismos benéficos del suelo pero en mayor
cantidad, crea un medio antagónico para algunos patógenos existentes, neutraliza sustancias
tóxicas como restos de herbicidas, insecticidas, etc. y solubiliza elementos nutritivos poniéndolos en
condiciones de ser aprovechados por las plantas gracias a la presencia de las enzimas que incorpora y sin
las cuales no sería posible ninguna reacción bioquímica.
3. Aplicado como Abono Orgánico mejora físicamente la estructura, superficie activa, infiltración y
capacidad de absorción de nutrientes y químicamente por poseer los nutrientes necesarios para las
plantas en forma inmediatamente asimilable.
Propiedades biológicas
El análisis microbiológico del humus de lombriz evidencía una importante carga bacteriana que
le confiere una elevada actividad biológica global. (Hasta 2 billones de microorganismos por gramo
seco) que restaura la actividad biológica del suelo. La presencia de una serie de microorganismos
pertenecientes a los principales grupos fisiológicos del suelo asegura incrementos en la fertilidad
reactivando el proceso de desintoxicación por contaminantes químicos, favorece la acción
antiparasitaria y protege a las plantas de las plagas, aumentando las defensas naturales. Fortalece
diversos metabolismos biológicamente activos por el aporte de enzimas, estimulando las plantas; la presencia
de humatos y rizógenos favorece y acelera el desarrollo de las raíces, posee además una óptima
actividad fitohormonal, que, junto con el pH apropiado y la disponibilidad de nutrientes le brinda
condiciones ventajosas en el aumento de la velocidad y porcentaje de germinación de las semillas, mejora del
estado vegetativo, crecimiento de las plantas, la floración, la producción de frutos y absorción de elementos
nutritivos, sus riquezas en microorganismos también le permiten el aporte energético por la gran
cantidad de organismos mineralizantes, reactivando los terrenos agotados ya que regenera la
flora bacteriana, regula el incremento y la actividad de los nitratos del suelo.
Valor microbiológico
Las lombrices epigeas, a las cuales pertenecen las especies cultivadas, consumen residuos animales y
vegetales en proceso de descomposición, es decir, predigeridos por microorganismos especializados:
bacterias, hongos y otros. Estos degradan las proteínas y la celulosa transformándolas en sustancias mas
simples y de fácil asimilación (por ejemplo los aminoácidos resultantes de la digestión aeróbica de
las proteínas) También se nutren con diminutos hongos y por supuesto los antibióticos que se encuentran en el os
que le sirven al animal para inmunizarse y crecer. Cuando la lombriz elimina mediante la excreción las
moléculas de estos antibióticos, dejará una masa bacteriana antibiotizada, compuestos bioestimulantes que
estaban contenidos en el citoplasma de los hongos y microorganismos fúngicos en disminución. Se calcula la
presencia de 2 billones de bacterias por gramo de humus de lombriz.
Valor fitohormonal
1. Auxinas, que provocan el alargamiento de las células de los brotes, incrementan la floración y la
cantidad y dimensión de los frutos.
2. Giberilinas, favorecen el desarrollo de las flores, la germinación de las semillas y aumenta la dimensión de
algunos frutos.
3. Citoquininas, retardan el envejecimiento de los tejidos vegetales, facilitan la formación de los tubérculos y
la acumulación de almidones en ellos. Ejemplos de el o son el ácido indolacético y el ácido giberélico,
presentes en el humus de lombriz.
Existen diversas y variadas formas de utilización del humus de lombriz dentro de las que podemos
enlistar las siguientes:
1 Fertilizante orgánico
3 Mejorador de suelos
4 Inoculante microbiano
5 Regulador de crecimiento
6 Enraizador, germinador
10 Filtro biológico
Por eso decimos que una sola molécula de nitrógeno en el humus de lombriz, puede tener un
papel o una función más importante y compleja (por ejemplo en una enzima), que la que puede ser
explicada en los términos de su efecto como elemento químico. La liberación gradual de los
nutrimentos, de manera lenta pero continua, abastece mas eficientemente a los cultivos y previene
las pérdidas por lixiviación durante periodos de exceso de agua. Los fertilizantes químicos en contraparte,
son causantes de la nociva acumulación de nitratos en las aguas litorales cercanas a las desembocaduras de
los ríos, muchos kilómetros río abajo de los campos de cultivo en donde el fertilizante nitrogenado fue
originalmente aplicado.
De la misma forma existen también muchos otros elementos químicos, presentes dentro del humus de
lombriz, que solo se llegan a encontrar en aquellos fertilizantes químicos expresamente adicionados con
elementos menores -microelementos- o en el caso mas extremo también con elementos traza.
El manejo, dosificación y dispersión en el campo de estos últimos, son temas exclusivos del
manejo de especialistas en suelos.
En el humus de lombriz en cambio, estos elementos químicos se encuentran siempre, están al ahí de forma
natural y sus proporciones se encuentran holgadamente dentro de los rangos en los cuales son requeridos por
la mayoría de las plantas.
Como resulta obvio, esta relación se da prácticamente perfecta cuando el humus de lombriz surge del mismo
cultivo al cual se está aplicando (ejem. El humus de lombriz de pulpa del café para los semilleros-viveros de
café o plantaciones cafetaleras) la primera y gran conclusión surgen aquí, producto de la distinción básica
inicial del humus de lombriz con respecto a los fertilizantes químicos; el humus de lombriz no debe ser
considerado simplemente como una variante de un fertilizante químico o manejarse, recomendarse o
aplicarse en campo como si lo fueran. El humus de lombriz no debe ser aplicado junto, en las mismas
oportunidades en combinación con los fertilizantes químicos. Está demostrado en muchos trabajos
experimentales que los fertilizantes químicos destruyen, obstruyen o atenúan el efecto positivo del humus de
lombriz al ser aplicados juntas.
El peatmoss o turba en su estado simple tiene la función primordial de ofrecer un ambiente poroso y ligero
que facilita el intercambio de gases y permanece estable para ofrecer un medio de crecimiento adecuado para
el desarrol o de las raíces de las plántulas. Aún con todas estas propiedades provechosas la turba no es un
medio completo de crecimiento pues carece casi por completo de nutrimentos, tiende a ser ácido, se
deshidrata fácilmente y no puede retener cantidades apropiadas de nutrimentos.
Un ejemplo claro de esta carencia se encuentra algunas veces escrita en pequeñas letras, en el empaque
mismo de las turbas naturales: “Este producto tiene una capacidad nutritiva no mayor a 5 días”. Por tales
razones, existen una gran diversidad de formulaciones comerciales que tienden a compensar estas carencias,
añadiendo materiales, nutrimentos y substancias, para elaborar medios de crecimiento más completos.
El hecho es que el humus de lombriz tiene, en un solo producto, varias de las propiedades complementarias
de la turba o la germinaza, compensando las carencias propias de éstos (Terranova, 2001):
1. El humus de lombriz fácilmente incrementa el contenido de nutrientes, que de otra manera solo puede
suministrarse añadiendo “arrancadores” químicos (nitrato de calcio, ácido fosfórico, hierro y micronutrientes),
fertilizantes encapsulados o fertilizantes solubles.
2. Incrementa la capacidad de absorción, evitando su escurrimiento o lixiviación, que de otra manera solo
puede ser suministrada por la adición de perlita, agrolita, zeolita o equivalentes.
3. Incrementa la capacidad de humectación y retención de humedad, reduciendo la necesidad de riego
frecuente, de otra forma solo suministrada adicionando “agentes humectantes”.
4. Conserva la temperatura y a la vez reduce la desecación solar en invernadero, reduciendo la necesidad de
adición de vermiculita superficial.
5. Reduce la acidez propia del peatmoss, de otra manera solo puede ser corregida con la adición de cal
dolomítica y piedra caliza, debido a la capacidad “buffer” natural del humus de lombriz.
6. Reduce el riesgo de patógenos de las plantas, como el “damping off”, porque a pesar de la presencia de una
inmensa actividad microbiana, ésta es de naturaleza benéfica para las plantas.
7. Con su capacidad de retención de humedad y a la estabilidad que proporciona, ofrece un medio mas estable
al desarrollo radicular y las pequeñas plantas pueden resistir mejor el trasplante sin desmoronarse,
estresarse ni doblarse (“bending”), necesitando menos tiempo para recuperarse al cambio y reanudar
su desarrollo.
8.A diferencia de muchos otros complementos puede utilizarse en diferentes proporciones, desde niveles
bajos hasta incluso en su estado puro, siempre con resultados positivos en el crecimiento,
producción y desarrollo de las plantas.
9. Puede utilizarse en combinación con cualquiera de los otros componentes comunes utilizados como medio
de crecimiento y desarrollo de las plantas, sin provocar antagonismos, descompensación, sino por
el contrario, fortaleciendo y compensando las carencias propias de los otros materiales aislados. El abono de
lombrices por tanto, suministra a las plantas nutrimentos naturales y biológicamente asimilables en
forma
armónica y balanceada, en la cantidad y velocidad que las plantas lo necesitan y lo pueden asimilar, razón
por la cual su aplicación tiene un efecto duradero y constante, lo que lo convierte en un magnífico sustrato de
crecimiento. Como sustrato de plántulas hortícolas, forestales, frutales, florales, ornamentales
favorece la formación de micorrizas y aumenta la resistencia a los agentes patógenos, inhibe la formación de
bacterias y hongos y favorece la absorción radicular. Es excelente para utilizarse en almácigos pues ayuda a
las semillas a germinar mejor y más rápido.
Una tercera ubicación del humus de lombriz es la de considerarlo un producto Mejorador de Suelos; esta
propiedad no proviene de su mayor o menor contenido de nutrimientos o de su utilización como sustrato de
crecimiento, sino por sus propiedades para corregir y mejorar las características físicas, químicas y biológicas
de aquel os suelos mal equilibrados, dañados o estériles; veamos: Cualquier tipo de suelo puede ser
clasificado dentro de un rango que combina los tres principales componentes de la textura (la
arena, la arcil a y el limo). Cuando estos tres valores están debidamente balanceados, se habla de un suelo
“franco”, mientras que el desequilibrio de alguno de estos componentes, da lugar a un suelo arenoso,
arcil oso o limoso, según aquel a fracción que predomine. Es de resaltar el hecho de que la adición de
humus de lombriz, corrige y compensa las complicaciones propias de estos suelos con textura
desbalanceada:
1 Los suelos arcilosos, con poca o ninguna porosidad, altamente pesados, sin aereación, están propensos
al estancamiento o saturación de agua o por el contrario, al agrietamiento por sequía. La adición de humus
de lombriz mejora su estructura pues la afinidad de la materia orgánica y la arcila favorecen la formación
de quelatos y humatos órgano-minerales con el consiguiente aumento en la porosidad, drenaje y
aereación, evitando también el agrietamiento.
2 Los suelos arenosos, demasiado sueltos, altamente drenados y sin estructura estable, son
susceptibles de erosionarse y no retienen humedad ni nutrientes; la adición de humus de
lombriz favorece la retención de agua y nutrientes, proveyendo la estabilidad estructural
requerida para un desarrollo apropiado de las plantas. Este beneficio del humus de lombriz en ambos
extremos del triángulo de la textura de los suelos, puede ser valorado no solo por la capacidad de formar
agregados órgano-minerales, sino también de retener y liberar agua en concordancia con los
requerimientos de las plantas, conceptos que se conocen y se miden como retención de agua, agua
fácilmente disponible, agua de reserva, agua total disponible (Ansorena, 1994).
.
Hombres de Maíz ® 2011 32
Manual del Bio fertilizante
4- Inoculante Microbiano
El humus de lombriz es un inoculante microbiano, con propiedades y resultados que bien vale la pena
valorizar. Existen en el mercado diferentes productos que se presentan y ofrecen
comercialmente como inoculantes microbianos para facilitar o acelerar la descomposición de residuos
orgánicos y degradar compuestos olorosos, indeseables y en algunos casos simplemente como un arrancador
para obtener compostas. No existen en cambio productos equivalentes que puedan ofrecerse
como “Recuperadores de Suelos” Una de las cualidades resaltables del humus de lombriz es justamente la
numerosa presencia de hongos, bacterias y actinomicetos, además de una macrofauna sumamente diversa que
le permite utilizarse también con este fin. Los microorganismos presentes, en valores de bil ones por gramo
de materia seca, provienen de una estimulación y multiplicación a nivel del tracto digestivo de las lombrices
composteadoras. Es en este nivel en donde la materia orgánica, las condiciones de cultivo internas y el
procesamiento propio de las lombrices se conjugan para dar lugar a un desarrollo microbiano intensivo y a
una degradación muy eficiente, efectiva y completa de la materia orgánica en proceso (Barois y Lavel , 1986)
Lo interesante es que esta biota sumamente especializada, surge del intestino de las lombrices en condiciones
óptimas para su sobrevivencia y desarrol o y por tanto pueden ser aprovechadas nuevamente para continuar su
actividad. Estas condiciones óptimas se resumen por la presencia de la membrana peritrófica, capa de
características mucoproteicas similar a un gel de cultivo microbiano que rodea a cada uno de los turrículos o
excretas expulsadas por las lombrices. La materia orgánica se encuentra macerada, mezclada y agregada,
formando diminutos cilindros cercanos a 1 mm de longitud, que se encuentran impregnados y rodeados de
este material gelatinoso, en donde los microorganismos pueden sobrevivir, alimentarse y reproducirse en
condiciones favorables. Tratando de mencionar algunas de las diferencias a favor del humus de
lombriz en comparación con los inoculantes microbianos comerciales podemos señalar las siguientes:
6 Los microorganismos pueden sobrevivir activos gracias a la reserva de materia orgánica y agua en
la que se encuentran, lo que les da una infectividad y colonización más eficiente.
7 El humus de lombriz puede ser utilizada en diferentes etapas y estados de maduración, para
favorecer la presencia de determinados grupos funcionales de microorganismos predominantes.
La capacidad inoculante del humus de lombriz no solo debe entenderse para su uso en la degradación de
residuos orgánicos en descomposición, sino también como un efectivo recuperador de suelos. Tal es el caso
de los suelos agotados, altamente erosionados o mineralizados causado por la aplicación repetitiva o
desmedida de fertilizantes químicos. Lo mismo puede decirse para aquel as plantas ornamentales de interior,
que por su ubicación en las casas y edificios se encuentran aisladas del medio ambiente natural y que en su
mayoría son regadas con agua clorada, que poco a poco atenúa y termina por aniquilar la biota natural del
suelo.
La capacidad de inoculación microbiana del humus de lombriz no solo se restringe a los propios
microorganismos contenidos de manera natural, sino también se extiende a su capacidad de dar sostén y
sobrevivencias a grupos de microorganismos especializados, incorporados al suelo por el hombre como las
micorrizas y rhizobia. De esta misma capacidad se deriva la utilidad del mismo para alojar grupos de
microorganismos con capacidades funcionales específicas para tareas de descontaminación ambiental, es
decir para Bioremediación.
El humus de lombriz por su contenido de hormonas, vitaminas y antibióticos, amén de los nutrimentos y
microorganismos presentes, tiene también la capacidad de ser considerada como un verdadero producto
regulador del crecimiento de las plantas. Los ácidos húmicos, las enzimas, las hormonas, las vitaminas y los
antibióticos, son compuestos activos que funcionan como verdaderos reguladores de los procesos
bioquímicos de las plantas y los suelos; interactúan de manera repetida sin desactivarse y además regulan la
liberación o absorción de otros nutrientes presentes en los suelos. Los ácidos húmicos actúan virtualmente
como imanes, reteniendo cationes minerales que solo pueden ser
retomados por las plantas. Las hormonas y vitaminas facilitan la emergencia de las semillas y el
desarrollo de brotes y botones florales, las enzimas favorecen y estimulan la liberación lenta y regulada de
nutrientes; los antibióticos, generados por las bacterias, proveen una protección moderada pero consistente
contra los patógenos.
Vale la pena detenerse un momento para analizar la capacidad potencial del humus de lombriz en la sincronía
de los nutrientes y la demanda de las plantas. Este tema ha sido estudiado por diversos autores -como
Cadisch & Giller, 1997- y se refiere a la múltiple potencialidad de maximizar la captura de nutrientes por las
plantas, optimizando el tiempo, cantidad, calidad y localización de los componentes orgánicos e inorgánicos
en el suelo.
La incorporación de nutrientes por las plantas no solo está determinada por la concentración de nutrimentos
en la zona de raíces, sino por varios otros aspectos tales como la composición y actividad de la biota del
suelo, la disponibilidad y estado de la materia orgánica (mineralización-inmovilización) y la propia
demanda de las plantas en función de su fase de crecimiento, longevidad, exploración radicular
distribución interna de nutrientes, etc. De esta forma, no solo es importante conocer la cantidad necesaria de
nutrimentos para las plantas, sino conocer y manejar su disponibilidad espacio-temporal y sobre todo su
sincronía con la demanda de las plantas.
Algunos autores han constatado que las raíces de las plantas excretan en el suelo hasta el 30% de la
producción total de azúcares llevada a cabo por su actividad fotosintética. (Mary et al, 1993).
Ejemplo ilustrativo de este fenómeno lo encontramos en el notorio goteo de “miel” de las raíces-estolones de
la planta del maíz, que se antecede al “arropado” de las mismas. Lejos de ser un desperdicio
sin sentido, estas excreciones radiculares resultan muy útiles para las plantas por ser fuentes de energía y
carbono, estimulan el crecimiento de los microorganismos del suelo y por ser excreciones deficientes en
nitrógeno y otros nutrimentos esenciales, “obligan” a estos microorganismos a tomarlos de la materia
orgánica contenida en el suelo. Esta población microbiana sostenida por las excreciones radiculares
y los componentes orgánicos del suelo sirve a su vez de alimento a los protozoarios que al digerirlos,
liberan nutrimentos en formas asimilables para las plantas (Vandevivere y Ramírez, 1996 a y b). Es
entendible entonces, que la planta “invierte” azúcares, excretándolos hacia el suelo, para después, “obtener
ganancias” en la forma de asimilación de nutrimentos esenciales; en la medida que el humus de lombriz se
aplica en el suelo -rico en microorganismos- la necesidad de excreción radicular de la planta
se reduce, sin menoscabo de la asimilación nutrimental, que se ve igualmente favorecida estimulada por el
humus de lombriz. Esto no es producto de una casualidad, sino simplemente producto de un mismo
fenómeno de reciclamiento de nutrientes para su consecuente asimilación por las plantas.
Esta sexta ubicación o aplicación del humus de lombriz proviene sin duda de la comprensión de las otras
propiedades ya mencionadas para el mismo. Las cualidades combinadas del humus de lombriz como sustrato
de crecimiento, fertilizante orgánico y regulador de crecimiento, le permiten convertirse en un material de
excelentes resultados para favorecer el enraizamiento de acodos y facilitar la germinación y
prendimiento de semillas de difícil desarrollo.
Como ya se mencionó, la presencia de antibióticos provee una protección moderada ante los patógenos,
mientras que las hormonas influyen positivamente en la generación de primordios radiculares. A
diferencia de los productos comerciales, concentrados hormonales, el humus de lombriz no necesita de una
dosificación cuidadosa o profesional, además de la utilización complementaria de un material de soporte
para el enraizamiento de tallos o acodos; el humus de lombriz se utiliza prácticamente puro
para iniciar el desarrollo y una vez fortalecido el desarrollo inicial, la pequeña fracción de planta puede ser
trasladada a sustratos menos especializados.
En el caso de semillas con dormancia prolongada o con coberturas resistentes, como los
exocarpios de los duraznos, chabacanos, nogales, macadamias, etc., las enzimas ayudan a reblandecer las
coberturas de las semillas y facilitan el humedecimiento, germinación y salida de la plántula. En el caso
contrario, cuando se trata de semillas sensibles, pequeñas y fáciles de perder por desecamiento, la retención
de una humedad constante junto con la amortiguación de las fluctuaciones de las temperaturas
exteriores, da como resultado un mejor índice de germinación y prendimiento. Ejemplos claros de esta
aseveración son los resultados que se han podido constatar con semillas “difíciles” como la de la coliflor, en
donde la utilización del humus de lombriz para el “tapado” de las semillas en charolas de germinación, el
índice de germinación y prendimiento hasta en un 25% -de un 70% sin humus de lombriz a un 95% con el
humus de lombriz como cobertura-. El ejemplo mas claro e ilustrativo que podemos observar como
demostrativo de esta verdad, es la germinación tan común y frecuente que se da de semillas de
frutas y granos, en la litera misma, durante el lombricompostaje de residuos orgánicos domésticos.
La micorrización es una condición común en la mayoría de las plantas terrestres incluyendo las cultivadas.
Esta simbiosis mutualista está ampliamente distribuida entre las familias vegetales y parece haberse
dispersado y evolucionado junto con las primeras plantas terrestres: Aunque existen diferentes tipos o
formas de estructuras del hongo dentro de las plantas (arbuscular, arbutoide, ericoide,
Monotropoide, orquideoide, ectomicorriza y endomicorriza) todos los hongos que presentan este tipo de
asociación forman asociaciones y estructuras de compatibilidad ecológica y funcional con las
plantas. Los hongos formadores de micorriza arbuscular son simbiontes obligados y no pueden
cultivarse fuera de las raíces vivas de las plantas por lo que dependen totalmente de la
planta fotosintética. Las esporas de estos hongos germinan en el suelos y colonizan las células corticales de
una planta huésped, dando lugar a las estructuras profusamente ramificadas llamadas arbúsculos, que es el
sitio de intercambio de nutrimentos entre el hongo y la planta (Varela & Trejo, 2001). Se ha demostrado que
las plantas micorrizadas incrementan la captación de nutrimentos minerales, especialmente aque-
llos que son poco móviles en el suelo como fósforo, cobre y zinc, reducen la tensión fisiológica causada por
microorganismos patógenos de la raíz y condiciones ambientales extremas. Aunque es todavía muy
incipiente la utilización extensiva del humus de lombriz como vehículo de transporte y transmisión de
hongos micorrizógenos (micorrizas arbusculares) así como bacterias fijadoras de nitrógeno que se
asocian a plantas leguminosas, existen estudios sólidos que demuestran su factibilidad y eficiencia.
El humus de lombriz ofrece un medio natural de sobrevivencia y dispersión, pero sobre todo ofrece un
medio favorable para la infectividad y abundancia de los HMA. Su aplicación conjunta (micorrizas y
humus de lombriz) a cada vez más especies de plantas cultivadas, ofrece un panorama prometedor y con un
alto potencial de eficiencia y resultado.
La conveniente relación de desarrollo tecnológico, productiva y comercial que se pueda generar entre las
empresas productoras e instituciones que abordan el estudio de las micorrizas, rhizobia y las correspondientes
de humus de lombriz, podrá dar lugar a la generación de conocimientos, experiencias y resultados valiosos
para el desarrollo sustentable de la agricultura en México.
Existe una cantidad muy importante de trabajos que muestran la utilización de lombrices como
bioindicadores de toxicidad de una gran diversidad de metales y de compuestos orgánicos en los suelos; De
hecho, E. foetida es considerada en algunos tests como la referencia biológica para determinar problemas de
contaminación en suelos y sedimentos, aprobada por la OECD en 1984; la Comunidad Europea en 1985 y la
U.S. EPA en 1989; la l amada “OECD Guideline 207, Earthworm Acute Toxicity Test”.
Más que una confinación física de materiales contaminados o una transformación química parcial de los
contaminantes, lo que se busca es alcanzar una degradación mas completa de los contaminantes,
incluso los más reacios -como los Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos, PAHs- hasta la generación de
componentes inocuos para la naturaleza y el hombre. En este camino, la aplicación experimental de humus
de lombriz en suelos contaminados por hidrocarburos está ofreciendo resultados muy alentadores
que revelan una disminución significativa de TPHs con procedimientos simples y en tiempos reducidos. La
explicación científica o el seguimiento protocolario correspondiente de estos resultados no se tiene aún, pero
es posible que influyan dos aspectos primordiales; la alta diversidad de la biota presente en estos medios y la
presencia simultánea de un medio nutritivo favorable para el sostenimiento y sobrevivencia más prolongada
de los microorganismos.La aplicación práctica -en condiciones reales de campo- de humus de
lombriz para el tratamiento de suelos contaminados en México está ofreciendo y generando el
respaldo y la documentación necesaria para fundamentar su uso más extensivo. De la misma manera, se
están ensayando aplicaciones conjuntas de cepas de microorganismos seleccionados Bio-Aumentados, junto
con humus de lombriz como técnica para dirigir mas eficientemente el proceso.
Este aspecto de la utilización del humus de lombriz es relativamente reciente, ya que de acuerdo con
diversos datos disponible, el humus de lombriz se esta empezando a utilizar en alimentación
animal. Existen experiencias en el norte de México, en el estado de Tamaulipas en donde para alimentación
de cabras se sustituye el sorgo de la dieta por humus de lombriz, en Costa Rica se está utilizando en vacas
lecheras y bovinos de engorda en donde se agrega un 10 % de humus a la ración, observándose ligeros
incrementos en producción de leche, un mejor pelaje e incrementos de peso, si bien no se cuenta todavía con
datos sistematizados al respecto que permitan determinar el potencial de utilización del humus de lombriz, es
una nueva línea interesante de investigación promete resultados alentadores.
El humus de lombriz, debido a su riqueza microbiana pueden actuar como filtro biológico, sobre todo los
materiales gruesos producto del cribado del humus de lombriz pueden ser utilizados como filtro biológico
para el tratamiento secundario de las aguas residuales de diversos tipos de industrias, lográndose una
importante reducción de patógenos y malos olores que pudiesen contener las aguas tratadas.
Como podemos observar el Humus de lombriz es el aditivo perfecto para la tierra, demos gracias a Dios por
nuestras amigas y hermanas lombrices que realizan un trabajo extraordinario.
Necesitará una caja de plástico con perforaciones en la parte inferior (de 20 a 40 perforaciones) para
drenar el exceso de agua cuando se apliquen los riegos y permitir la entrada de aire.
Triturar la materia orgánica en partes pequeñas con cuchillo o molerla en la licuadora con muy poca agua.
Mezclar 3 partes de materia orgánica con 2 partes de periódico en tiras (evitar periódico con tinta de
colores), hojas secas, recorte de pasto, aserrín o ramas del jardín todo en trozos pequeños.
Adicionar muy poca tierra del jardín o arena fina espolvoreándola en la superficie de la mezcla.
Depositar el contenedor con lombrices en la superficie de la mezcla sin distribuir el contenido, procurando dejar
el montículo en un extremo de la caja donde permanecerán las lombrices.
Colocar una cobertura de periódico, aserrín u hojas secar para mantener la humedad del material y evitar
moscas y mosquitos.
Mantener la humedad entre el 70 a 80%, agregando ocasionalmente agua cada tercer o cuarto día, mojando la
mezcla uniformemente.
No agregar mas mezcla de materia orgánica hasta que las lombrices hayan terminado de degradar la
mezcla inicial, notara el cambio del material en su color y textura y no encontrara trozos de materia orgánica.
Una vez degradada la mezcla inicial colocar una nueva mezcla de un espesor no mayor a 20 cm. cubriendo solo la
mitad de la caja con la mezcla, dejando la otra mitad para refugio de las lombrices, no olvidar poner cobertura en
toda la caja.
Repetir este procedimiento hasta llenar la caja dando el tiempo suficiente para que las lombrices degraden la
nueva mezcla no olvidar tapar esta nueva mezcla con aserrín u hojas de jardinería. Humedecer cada 3 o 4días.
En este paso ya no es necesario remover el material degradado hacia un costado de la caja, las lombrices ya
tienen su refugio.
las lombrices se irán reproduciendo y una vez alcanzado un volumen considerable de lombrices se podrán
extraer de la primer caja para repetir el procedimiento en una segunda caja (tiempo aproximado 5 meses). En el
proceso de lombricomposteo domestico se obtienen dos productos: Las lombrices, para alimento de peces, aves,
ranas, tortugas, etc. Y el abono o humus de lombriz, para aplicarlo a macetas, jardines y todo tipo de
plantas en su jardín.
La fermentación puede ocurrir sin presencia de oxígeno y se llama anaeróbica. Esta se origina a
partir de la intensa actividad de los microorganismos que transforman los materiales
orgánicos y producen vitaminas, ácidos y minerales complejos, indispensables para el
metabolismo y perfecto equilibrio nutricional de la planta.
Las sustancias que se originan a partir de la fermentación son muy ricas en energía libre, que al
ser absorbidas directamente por las hojas tonifican las plantas e impiden el
desarrollo de enfermedades y el constante ataque de insectos.
Materiales:
Recipiente plástico con capacidad de 20 litros
Seis libras de estiércol fresco de bovino
Un litro de leche cruda o suero crudo
Medio litro de miel de purga (una atado de dulce, 2 libras de azúcar o jugo de
caña)
16 litros de agua
Un guacal o balde
Un embudo
Una yarda de manguera
Una botella plástica pequeña
Cera, jabón, pega (uno de ellos)
Procedimiento:
Usos y Dosis:
Materiales:
Estiércol de corral
Saco
Agua
Barril
Paleta de madera
Piedra
Pita
Procedimiento:
Se llena el saco con estiércol de corral y se amarra con pita, se mete al barril y se
Dosis y aplicación:
Aplicarlo por aspersión directamente al follaje o al pie de la planta, en cultivos de
ciclo corto se pueden hacer de dos a tres aplicaciones (fríjol, repol o, entre otros).
Materiales y equipos:
10 libras de estiércol de vaca
12.5 litros de agua
10 libras de ceniza
Guacal grande
Costal y pita
Preparación:
Se mezcla el estiércol, la ceniza y el agua en el guacal, cada dos horas hay que moverlo,
a las 24 horas hay que echarlo en un costal y colgarlo, colocando abajo el guacal para
recoger el producto ya colado (como que estuviéramos sacando requesón), después el
líquido ya colado lo volvemos a introducir al costal, de nuevo recogemos el líquido en el
guacal y la envasamos, nos rinde 12 litros, el material que sobra se lo podemos aplicar
a un árbol frutal.
Uso y dosis: se puede usar en todos los cultivos, aplicarlo una vez a la semana, en
cultivos de ciclo corto como fríjol, se pueden hacer unas tres aplicaciones, en dosis de un
tarro y medio de sardina por bombada.
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