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Aquel primer verano

Primer día de verano en la costa de Bahía Blanca

En aquel entonces, cerca de las brisas del mar. Vivía Emma, todas las tardes
acostumbraba caminar a la orilla de este.
En uno de esos dias, a lo lejos, vio algo que se aproximaba del fondo del mar, era
algo que no se podía ver bien, era muy diminuto. Al ver que esa cosa se
aproximaba cada vez más a la orilla, decide acercarse a ver….

- ¿Qué es lo que está ahí? - se preguntó sorprendida.


- Creo que es un animal, pero no logro verlo bien – decía, mientras se acercaba
lentamente.

Cada ves que se acercaba más, podía ver como un lobo marino bebé estaba
enredado en unas mallas.

- ¿Cómo llegaste hasta aca pequeñito?, debes de estar asustado – dijo


preocupada.

El animalito se veía inofensivo, aunque cuando ella quería acercarse este se


parecía querer atacar.
Después de varios intentos, logro ayudar al lobo marino, pero se percató de que
su aleta estaba herida. Decidió llevárselo a su casa, sus padres eran veterinarios
marinos, asi que ayudaron al pequeño animalito.
Pasaron varios meses, y Emma se volvió muy amiga del lobo marino, se había
encariñado tanto con el que lo cuidaba y protegía de cualquier peligro.
El día en el que iban a soltar al pequeñito sucedió algo inesperado, vieron como
una mancha negra se aproximaba a la orilla del mar. Empezó a oler fuerte a
petróleo, el mar se había contaminado y no se haría posible poder devolver a su
habitad al lobo marino.
Emma estaba preocupada por lo que estaba sucediendo, pero aun asi estaba
decidida a que se solucionaría de una u otra forma y asi poder devolver a su
pequeño amigo a su habitad.

-No te preocupes, lo solucionaremos y podrás regresar a tu hogar. - le decía


tratando de tranquilizar a su amigo.
En el transcurso de los meses iniciaron con la limpieza del mar, Emma y su familia
tambien apoyaban viendo a los animales afectados con el petróleo.
Pasaron 6 meses y este problema ya estaba casi solucionado, aunque hubo varios
animales que no aguantaron con el efecto de este producto contra ellos y no se
pudieron salvar. Emma estaba muy triste por todas las pérdidas que causo este
suceso, aunque estaba feliz de que su amigo este bien, no le gustaba la idea de
que animales de su misma especie pudieran estar sufriendo.

Después de mucho tiempo, el mar fue limpiado y nuevamente apto para que los
animales marinos pudieran estar tranquilos.
Emma estaba feliz de que su amigo regrese a su habitad, pero tambien estaba
triste porque nunca más lo volvería a ver.

-Pequeño amigo, es hora de que regreses a tu hogar, te voy a extrañar mucho-


decía al lobo marino entre lágrimas ante la despedida.
Finalmente, el lobo marino regreso a su habitad. Emma aprendió la importancia de
vida de los animales y lo mucho que los amaba.
Pasaron muchos años Emma se dedicó al cuidado de los animales acuáticos asi
como una vez lo hizo con su amigo el lobo marino

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