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6. Sublimidad
7. Exaltación de la fantasía
12.Nacionalismo
18. Músicos
«Frankenstein o el moderno Prometeo» de Mary Shelley
Don Juan de Lord Byron
Orgullo y prejuicio de Jane Austen
Rimas y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer
Cumbres borrascosas de Emily Brontë
Fausto de Johann Wolfgang von Goethe (1749 – 1832)
El estudiante de Salamanca de José de Espronceda
El gato negro de Edgar Allan Poe
Cantares gallegos de Rosalía de Castro
A pesar del buen corazón de Myriel la hurta una media docena de cubiertos de plata,
mientras el monseñor dormía.Valjean abandona el aposento llevándose consigo lo robado. Para su desgracia Valjean
es apresado por la policía cuando huía. La policía lo lleva ante la presencia del noble monseñor Myriel y este declara
habérselos obsequiado. Valjean quedo impactado emocionalmente por esta acción tan noble.
Myriel le aconseja al fugitivo Valjean que se regenere y que siga el camino del bien. Luego se marcha despidiéndose
del Monseñor. El incorregible Valjean, al día siguiente le roba dos frascos a Gervasillo, hacen que Jean Valjean
empiece a tomar conciencia de la necesidad de su regeneración.
Valjean se cambia de nombre por el de señor Magdalena, y tras el invento de un sucedáneo del azabache se
enriquece, fortuna que le sirve para ayudar a los más necesitados.
Admirado y querido por el pueblo, es obligado a aceptar el cargo de alcalde pero para su desgracia Valjean se
encuentra con su perseguidor Javert, el inspector de policía y trata de recordar con sumo esfuerzo donde ha visto
antes al respetado señor Magdalena.
Tiempo después, confunden a un campesino que se había robado una rama de manzana con Jean Valjean y luego de
una lucha con su conciencia, decide confesar la verdad por lo que es detenido nuevamente.
Por aquellos días una humilde y sacrificada madre soltera llamada cantina, deja a su querida hija Cosette al cuidado
de los posaderos Thenardier, antes de morir, el protagonista Jean Valjean se proponía proteger a la niña Cosette
antes de ser condenado nuevamente, por lo que escapa d la cárcel, rescata a la huerfanita Cosette de la casa de los
malvados hermanos thenardier y se van a Paris donde educa a la niña con su gran fortuna.
La permanente huida de Jean Valjean, que lo hacen refugiarse en el convento donde Cosette se educaba y trabajaba
como jardinero durante 5 largos años; el amor entre Mario de Pontmercy y Cosette; el rescate de Mario que Valjean
realiza por las alcantarillas de Paris, huyendo de una barricada donde Mario fue herido y perdiera el conocimiento; el
nuevo encuentro con Javert al salir de la alcantarilla y como Valjean salva al policía Javert, a quien los revolucionarios
habían sentenciado a muerte; el suicido de Javert cuando decide no hacerlo prisionero, faltando así a lo que él
consideraba su deber, en pago al bondadoso proceder de Jean Valjean; el matrimonio entre Cosette y Mario
Pontmeccy, y la equivocación que sufre este, que le hace alejar a su esposa de que para ella fu un verdadero padre.
Finaliza con la descripción literaria de los últimos instantes de la vida agitada del buen hombre Valjean, rodeado del
amor de Mario y Cosette.
Ricardo Palma nació en Lima, Perú, el 7 de febrero de 1833. Fue un escritor romántico, costumbrista y
tradicionalista famoso principalmente por sus relatos cortos de ficción histórica reunidos en el libro
Tradiciones peruanas, aunque cultivó prácticamente todos los géneros: poesía, novela, drama, sátira, crítica,
crónica y ensayo.
Estudió en el Convictorio de San Carlos, el que hacía las veces de Facultad de Derecho de la Universidad de
San Marcos. Se inició como masón a los 22 años en la logia chalaca del Callao Concordia Universal, el 4 de
julio de 1855.
Sirvió en la Armada, y tomó parte en el desembarco de Guayaquil en 1859, durante la guerra con Ecuador.
En noviembre de 1860 participó en el asalto a la casa presidencial que acometió un grupo de civiles y
militares de tendencia liberal, liderados por José Gálvez, el golpe falló y tuvo que exiliarse a Chile, donde
fue miembro de la Sociedad de Amigos de la Ilustración y colaboró en la Revista del Pacífico y en la Revista
de Sud-América. En 1863 pudo regresar a Perú, y al año siguiente fue nombrado cónsul en el Pará, Brasil,
aunque no llegó a ejercer el cargo pero obtuvo una licencia y viajó a Europa. Retornó, vía Estados Unidos, a
Perú cuando el país estaba ya en pleno conflicto con España. Tomó parte en la sublevación del coronel José
Balta, y estuvo en prisión y desterrado brevemente en Guayaquil. Balta lo nombró su secretario particular
después de ser elegido presidente en 1868. Al poco tiempo fue elegido también senador por Loreto, cargo
que ejerció hasta 1872. Tras el asesinato de Balta, pasó a dedicarse exclusivamente a la literatura.
Ocupó el cargo de director de la Biblioteca Nacional, que se encontraba destruida como consecuencia de la
guerra con Chile. Su labor al frente de esta institución constituyó uno de sus grandes logros de su vida y
logró reconstruir el fondo gracias a pedir donaciones de libros a sus contactos en varios países, por lo que lo
apodaron "el bibliotecario mendigo".
Palma fue miembro correspondiente de la Real Academia Española (1878) y de la Peruana de la Lengua.
Tradiciones peruanas es su obra más conocida, se trata de relatos breves sobre diversos temas, que comenzó
a escribir a principios de los años 1859.