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2.4.

El liberalismo político

El liberalismo político, surgido de la revolución, se caracteriza por tres aspectos principales.


En primer lugar, defiende la división de poderes, donde la monarquía conserva el "poder
ejecutivo" pero se le suma un Parlamento representando a la burguesía. En segundo lugar,
aboga por un Estado-gendarme que se limite a funciones de justicia, defensa exterior y
orden interior, argumentando que cualquier intervención estatal en otros ámbitos puede
causar más daños que beneficios. En tercer lugar, rechaza la formación de asociaciones o
entidades intermedias entre el Estado y los individuos, favoreciendo un sistema social
conformado solo por el Estado y los ciudadanos.

2.5. El liberalismo económico

El liberalismo económico, relacionado estrechamente con el liberalismo político, es


impulsado por los burgueses, propietarios de capitales. (Adam Smith, David Ricardo y
Thomas Malthus son figuras clave en su desarrollo.) Su objetivo es desarrollar una teoría
económica y establecer el capitalismo liberal, abogando por la autonomía de la actividad
económica y buscando una mínima intervención estatal. Los principales principios de esta
doctrina son:

- Orden Económico como Orden Natural: orden económico sigue leyes tan rígidas e
infalibles como las ciencias naturales. La creencia en la sabiduría de la naturaleza lleva
a un optimismo económico expresado en el lema "laisser faire, laisser passer" (dejar
hacer, dejar pasar), confiando en que los errores se corregirán por sí mismos.

- Libre Competencia: defiende la libertad de las personas y empresas para competir en el


mercado, tanto a nivel nacional como internacional. El Estado debe abstenerse de
intervenir o regular la competencia comercial, promoviendo términos como "libertad de
precios", "libertad de cambio" y "desregulación del mercado".

- Propiedad Privada Absoluta: Se argumenta que la propiedad privada no debe tener


condiciones ni límites, ya que es una expresión de las leyes naturales que rigen la
economía. Cualquier restricción se considera artificial y perjudicial, y se sugiere que la
propiedad cumple su función social preservando el equilibrio natural del sistema.

- Economía Independiente de la Moral: actividad económica, regida por leyes naturales,


no está sujeta a consideraciones morales. La moral, que requiere libertad de opciones,
no tiene cabida en la economía liberal, donde solo se busca respetar la ley natural.

- Lucro como Motor de la Economía: el afán de ganancias y la búsqueda del máximo


bienestar material son los impulsores de la actividad económica. Conceptos como el
espíritu de servicio o el trabajo como contribución voluntaria no tienen relevancia en
este contexto.

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