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Evolución histórica del concepto de la luz

Primeras teorías
Sin pretender más que una escueta referencia, diremos que fueron los filósofos
griegos los primeros en abordar la problemática de la visión, predominando la
creencia de que la luz era un fluido procedente de los ojos del observador y que, al
iluminar los objetos, motivaban la
visión. Dentro de esta tendencia
puede citarse al célebre matemático
Euclides.
Sin embargo, esta suposición
planteada por Euclides no logra
explicar, por ejemplo, por qué no
pueden verse los objetos en la
oscuridad sin más que abrir los ojos.
Junto a esta tendencia convivía
también otra teoría,
cronológicamente algo anterior, cuyo impulsor fue Leucipo (450 a. de J.C.). Según
ella, los objetos son algo así como focos emisores de "imágenes" que, con todos
los detalles de colorido y tamaño, llegaban a nuestra alma a través de los ojos.
No fue hasta 13 siglos más tarde que una nueva teoría destaca lo suficiente,
cuando, alrededor del año 1000 de nuestra era, el árabe iraquí Al-Hacen se refiere
a la luz como algo parecido a un proyectil que procede del foco luminoso y al
reflejarse en los objetos provoca la visión por nuestros ojos.

Controversias en el S. XVII
En el S. XVII la óptica hizo progresos rapidísimos, gracias al perfeccionamiento de
los aparatos de medida y al descubrimiento de la segunda ley de la refracción de
Snell en 1620. En esta época surgen dos teorías contrapuestas en torno a la
naturaleza de la luz:

Teoría corpuscular: En 1671 Newton, partiendo de las ideas de Descartes sobre


refracción, llegó a establecer la teoría corpuscular de la luz, según la cual:

El cuerpo emisor de luz produce


corpúsculos luminosos de tamaño
diminuto en comparación con la
materia ordinaria.
as velocidades chocando con los objetos. El choque de los corpúsculos con la
retina permite ver directamente los cuerpos luminosos. El choque de los
corpúsculos con los objetos opacos permite ver estos por reflexión de la luz. A
cada color corresponde un tipo distinto de corpúsculo.

Con este modelo:


Se podía explicar la propagación rectilínea de la luz en un medio, consecuencia de
las trayectorias rectilíneas de los corpúsculos, que se ponía de manifiesto en la
existencia de las sombras nítidas de los objetos
Se explicaba la reflexión, suponiendo un choque perfectamente elástico de los
corpúsculos luminosos con la superficie del objeto opaco iluminado
También explicaba la refracción, pero incurría en errores. Concretamente Newton
explicaba que, en el caso del agua, los corpúsculos eran atraídos por la superficie
del medio transparente, 'acelerando' instantáneamente la componente normal de
su velocidad, y manteniendo inalterada la tangencial. La consecuencia era la
modificación de la trayectoria de los rayos luminosos, produciendo la refracción.
De este modelo se deduce que la velocidad de la luz en el agua debería ser
superior a la que tiene en el vacío (cosa que, como veremos, no es cierta).

Explicación corpuscular de la reflexión y refracción


Explicación corpuscular de reflexión y refracción

Newton explicaba la reflexión y la refracción de la luz a partir de la cantidad de


movimiento
de las partículas. En la figura podemos ver las componentes tangencial
y normal
en distintos momentos de la reflexión y la refracción. En el caso de la refracción,
la componente normal
aumenta su valor, al ser acelerada por el agua según Newton. Esto conduciría a
que
y por tanto
.
No bastaba para abordar fenómenos como la difracción, pero esto no supuso un
problema en un principio, ya que, aunque la difracción había sido conocida por
Grimaldi, no se comprendió en aquella época

Teoría ondulatoria:
Desarrollada principalmente por Christian Huygens en 1690, puede resumirse así:
La luz es una perturbación ondulatoria de tipo mecánico, al igual que el sonido,
que se propaga en el espacio en todas direcciones a través de los cuerpos
transparentes y a través del espacio interestelar. Tanto los cuerpos transparentes
como el espacio interestelar se encuentran ocupados por un medio continuo, el
éter. El éter es un fluido perfecto que no presenta oposición a su paso ni
obstaculiza el movimiento planetario.
Con este modelo se podía
explicar la propagación
tridimensional de la luz
desde un foco puntual, la
reflexión y la refracción, y,
más tarde, las
interferencias. En su contra
se argumentaba que, si las
ondas luminosas fueran de
igual naturaleza que las sonoras, debería verse detrás de las esquinas, de
acuerdo al principio de difracción, al igual que puede oírse una conversación que
tenga lugar al otro lado las mismas. Hoy sabemos que la luz también se refracta,
aunque sus efectos apenas son perceptibles debido a las longitudes de onda
involucradas y al tamaño de los obstáculos.

La teoría corpuscular gozó de mayor aceptación durante más de un siglo. Entre


otras, las razones fueron la gran autoridad científica de Newton, cuyo prestigio
daba credibilidad a su teoría, y la falta de evidencias concluyentes de los
fenómenos de difracción e interferencias en la luz.

Finalmente, las experiencias de Young y Fresnel a principios del S. XIX sobre


interferencias y las medidas de la velocidad de la luz en medios más densos que
el aire (como el agua), llevadas a cabo en 1850 por Jean Bernard Léon Foucault,
probaron definitivamente que hay fenómenos ópticos que sólo pueden explicarse
con la teoría ondulatoria. Sin embargo, y a pesar de quedar bien establecida a
mediados del S. XIX, aún quedaba el problema subyacente de explicar qué era
aquello del éter propuesto por Huygens.

Características de la luz
En la luz están contenidos todos los colores.
La luz es una emisión ondulatoria y corpuscular de fotones, es decir, al mismo
tiempo se comporta como si estuviera hecha de ondas y de materia.

Se desplaza siempre en línea


recta, a una velocidad definida y
constante. La frecuencia de las
ondas lumínicas determina el
nivel de energía de la luz, y es lo
que diferencia a la luz visible de
otras formas de radiación.

Aunque la luz en general (tanto


del Sol como la de una lámpara),
se vea blanca, contiene ondas
con longitudes de onda que corresponden a cada color del espectro visible.

Eso puede evidenciarse al apuntarla a un prisma y descomponerla en los tonos


del arcoíris. Que un objeto tenga un color particular es consecuencia de que el
pigmento del objeto absorbe ciertas longitudes de onda y refleja otras, reflejando
la longitud de onda del color que vemos.

Si a un objeto lo vemos blanco es porque el pigmento refleja toda la luz que se


emite sobre él, todas las longitudes de onda. Si, en cambio, lo vemos negro es
porque absorbe toda la luz y no se refleja nada, no vemos nada, es decir, vemos
negro. Los colores del espectro perceptible por nuestro ojo van desde el rojo (700
nanómetros de longitud de onda) hasta el violeta (400 nanómetros de longitud de
onda).

Propagación de la Luz

La luz se propaga siguiendo una trayectoria rectilínea y a una velocidad constante


(aproximadamente 300.000 Km/segundo en el vacío).

Aunque sea de forma inconsciente, la percepción visual del mundo que nos rodea
está muy relacionada con esta propiedad. Siempre encontramos una
correspondencia entre el mundo que vemos y el mundo físico. Si miramos de
frente a un objeto y caminamos en línea recta hacia él, llegaremos hasta donde se
encuentra. Esta asombrosa coincidencia se produce debido a que la luz se
propaga en línea recta.

Otra señal de que la luz se propaga en línea recta la encontramos en las sombras.
Un cuerpo opaco situado en la trayectoria de la luz, impide que se propague y crea
la zona oscura que llamamos sombra.

Las sombras se producen debido a la

propagación rectilínea de la luz

El día y la noche, las fases de la Luna y los


eclipses de Sol y de Luna son fenómenos
relacionados con la propagación rectilínea
de la luz.

Como veremos en el artículo luz y


fotografía, cuando hablamos de
la dirección de la luz estamos teniendo en cuenta su propagación rectilínea.

Reflexión

La reflexión es un fenómeno físico típico de las ondas. Es el cambio de dirección


que experimenta la trayectoria de una onda cuando incide sobre una superficie. Lo
podemos comparar con el rebote que sufre una bola de billar cuando es lanzada
contra las bandas de la mesa.

En las superficies pulidas se produce lo que llamamos reflexión especular. En este


caso las ondas luminosas se reflejan de forma ordenada, de forma similar a como
inciden. Es lo que ocurre cuando nos miramos en un espejo.
Reflexión especular y difusa

Sin embargo, la mayoría de los objetos tienen superficies que son rugosas. Las
irregularidades convierten la superficie de un objeto en un gran conjunto de
pequeñas superficies orientadas en distintas direcciones. Cada una de estas
micro-superficies reflejará la luz en un ángulo diferente, por lo que la luz incidente
se refleja en todas las direcciones. Esto es lo que llamamos reflexión difusa.

La percepción visual es posible


gracias al fenómeno de la
reflexión. La luz se refleja en la
superficie de los objetos,
mostrando al observador su
forma y su tamaño.

Percepción visual

Como veremos en el artículo luz y fotografía, la calidad de la luz está muy


relacionada con los fenómenos de reflexión.

Refracción

La refracción es el cambio de dirección que sufre la luz cuando atraviesa la


frontera entre dos medios en los que la luz se propaga a distinta velocidad. En
ocasiones puede provocar visiones extrañas, como la inclinación de un lapiz
cuando se introduce parcialmente en agua.

Típica imagen del fenómeno de refracción

Las lentes, los objetivos de las cámaras


fotográficas y, en general, la mayor parte de
los instrumentos ópticos basan su
funcionamiento en este fenómeno óptico.

La refracción es la causa de un defecto


frecuente en los objetivos conocido
como aberración cromática que analizaremos
en un artículo posterior.
Difracción

La difracción es el fenómeno que se produce cuando las ondas alcanzan un


obstáculo o abertura de dimensiones comparables a su longitud de onda. Se
manifiesta en forma de perturbaciones en la propagación de la onda, bien sea
flexionando la onda cuando rodea el obstáculo o produciendo una división de la
misma a partir de la abertura.

Representación del fenómeno de la difracción

Un ejemplo de difracción lo tenemos


cuando la luz pasa a través de una
abertura circular pequeña. Si ponemos
una pantalla al otro lado, no veremos un
punto brillante, sino más bien un disco
difuso rodeado de anillos circulares más
tenues. Esto es debido a los fenómenos
de difracción e interferencia.

La difracción está directamente


relacionada con la nitidez de las imágenes
fotográficas. Es el motivo por el que
disminuye la nitidez de las imágenes
cuando utilizamos pequeñas aperturas de
diafragma. También es la causa de que
aparezcan halos en los bordes de los objetos.

Interferencia

La interferencia se produce cuando dos ondas que tienen la misma longitud de


onda se superponen. El resultado depende de la fase en que se encuentren. Si las
ondas están en la misma fase, el resultado es una onda cuya amplitud es la suma
de las dos. A esto se le llama interferencia constructiva. Si la cresta de una onda
coincide con el valle de la otra (las sondas están en contrafase), se cancelan. A
esto se le llama interferencia destructiva.
Interferencia constructiva y destructiva

Un ejemplo de interferencia lo vemos cuando la luz se refleja en una pompa de


jabón. Las líneas y círculos multicolor que se forman, son el resultado de la
interferencia entre las ondas luminosas reflejadas en por la superficie frontal y
posterior de la pompa de jabón.

El Efecto Fotoeléctrico

El efecto fotoeléctrico consiste en la emisión de electrones por parte de un


material fotosensible (típicamente metales y semiconductores) cuando incide
sobre él una radiación electromagnética.

El efecto fotoeléctrico tiene las siguientes características:

 La emisión de electrones es instantánea al incidir la luz sobre el material


fotosensible
 Al aumentar la intensidad de la radiación electromagnética, se incrementa
el número de electrones emitidos
 Para cada material fotosensible, existe una cierta frecuencia umbral de la
radiación electromagnética, por debajo de la cual no se produce el efecto
fotoeléctrico
Diagrama del efecto fotoeléctrico

El efecto fotoeléctrico es la base del funcionamiento del sensor de las cámaras


digitales.

Dualidad Onda-Partícula

En el contexto de la física clásica, el modelo ondulatorio y el modelo corpuscular


parecían incompatibles. ¿Es la luz una onda o una partícula? Las evidencias
obtenidas en favor de uno u otro modelo no hacían sino aumentar la controversia.

En la primera mitad del siglo XX, Luis de Broglie llevó esta dualidad más lejos. Las
investigaciones que buscaban propiedades ondulatorias en los electrones y otras
partículas tuvieron éxito. Propuso que toda materia presenta características tanto
ondulatorias como corpusculares, comportándose de uno u otro modo
dependiendo del experimento específico.

Luz solar y luz artificial


La fuente de luz tradicional de la
humanidad ha sido la proveniente
del Sol, que nos irradia
constantemente con luz visible,
calor, luz ultravioleta y radiaciones
de otros tipos.
La luz solar es indispensable para
la fotosíntesis y para mantener la
temperatura del planeta dentro de
rangos compatibles con la vida. Es
semejante a la luz que observamos
de las otras estrellas de la galaxia, aunque se encuentren a miles de millones de
kilómetros de distancia,.

Desde épocas muy tempranas el ser humano ha intentado imitar esa fuente de luz
natural. Inicialmente lo hizo mediante el dominio del fuego, con antorchas y
fogatas que requerían de materiales combustibles y eran poco duraderas.
Posteriormente utilizó velas de cera que ardían de manera controlada, y mucho
después creó farolas que quemaban aceite u otros hidrocarburos, dando origen a
la primera red de iluminación urbana, que luego fue reemplazada por gas natural.
Eventualmente se llegó al uso de electricidad, su versión más segura y eficaz.

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