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TEORÍA OPTICA

¿Qué es la óptica?

Es la parte de la física que trata de los fenómenos de la


visión y de la propagación de la luz, así como de la
interacción de la luz con la materia. Por su parte, para
la Optical Society of America, la óptica es el estudio de
la luz, de la manera en que la emiten los cuerpos
luminosos, de la forma en la que se propaga a través
de los medios transparentes, y de la forma en que la
absorben otros cuerpos. Al estudiar los cuerpos
luminosos la óptica considera los mecanismos
atómicos y moleculares que originan la luz. La óptica
estudia los fenómenos relacionados con la luz,
refracción, reflexión, interferencia y difracción, al
estudiar su propagación. La óptica también se interesa
en la absorción de la luz por la materia, pues al llegar a su destino se produce un efecto
químico o físico, por ejemplo: en la retina del ojo o cualquier otro detector de luz.

En la óptica existe una parte, denominada óptica física, que se interesa en los fenómenos
luminosos que sólo se deben a la naturaleza ondulatoria o corpuscular de la luz. También
existe otra parte de la óptica, conocida como óptica geométrica, que estudia los fenómenos
de propagación rectilínea, de reflexión y refracción de luz empleando rayos luminosos. Esta
parte de la óptica no se interesa por la naturaleza de la luz.

¿Qué es la luz?

Esta pregunta parece muy fácil, pero a lo largo de la historia ha sido motivo de múltiples
especulaciones entre diversos científicos. Platón formuló una de las primeras teorías sobre la
luz; afirmaba que la luz consistía en rayos que se originaban y salían de los ojos. Por su parte,
los pitagóricos opinaban que los cuerpos emitían esos rayos en forma de partículas que
chocaban con el ojo. Siglos más tarde, Isaac Newton apoyó la idea de que la luz era un flujo de
partículas. Otro físico contemporáneo de Newton, Christian Huygens, afirmaba que la luz era
un cierto tipo de onda.

A principios del siglo xx había dos teorías opuestas. La teoría corpuscular afirmaba que la luz
consistía en cierto tipo de partículas, y la teoría ondulatoria sostenía que se trataba de cierto
tipo de ondas. Estas teorías se deben a que la luz se comporta en ciertos fenómenos como si
fuera un chorro de partículas, y en otros fenómenos, como si fuera un cierto tipo de onda.

En la actualidad, los físicos no han tenido más opción sino aceptar que la luz a veces se
comporta como si la integrara un flujo de partículas llamadas fotones, y en otras ocasiones se
comporta como una onda electromagnética. En forma muy general podemos decir que la luz
es la radiación que al penetrar en nuestros ojos produce una sensación visual.

De acuerdo con la teoría ondulatoria, la luz es una onda electromagnética que forma parte de
una gran familia de ondas electromagnéticas que se distinguen por su frecuencia o su longitud
de onda. Las ondas electromagnéticas que percibe el ojo humano (luz) tienen longitudes de
onda que van de 4 × 10 -7 m hasta 7.2 × 10-7 m, las cuales corresponden, de manera
aproximada, a la luz violeta y a la luz roja, respectivamente. En la tabla se comparan las
longitudes de onda de la luz con las de las demás ondas electromagnéticas.

La teoría corpuscular plantea que la luz es un flujo de cuantos de energía llamados fotones, los
cuales son capaces de impresionar al ojo humano cuando su energía se encuentra entre
2.76×10-19J y 4.9 ×10-19 J (Joule) aproximadamente, que corresponden a las luces roja y
violeta, respectivamente

¿Qué es lo que vibra en un rayo de luz?

Puesto que la luz tiene el comportamiento de una onda electromagnética, entonces lo que
vibra son los campos eléctricos y campos magnéticos que integran la onda. Estos campos son
perpendiculares entre sí y normales ambos a la dirección de avance de la onda.

¿Es la luz una onda o una partícula?

La respuesta depende del fenómeno que se observe. Por ejemplo, el efecto fotoeléctrico se
puede explicar cuando la luz se considera como un flujo de fotones. A su vez, el fenómeno de
interferencia de la luz se explica cuando se la considera como una onda electromagnética.
Actualmente se reconoce que la luz tiene una naturaleza dual, pues muestra características de
onda en ciertas circunstancias y de partículas o corpúsculos en otras. En otras palabras, los
modelos ondulatorio o corpuscular de la luz se complementan.

En conclusión:

La luz se comporta como una onda electromagnética en todo lo referente a su propagación,


sin embargo se comporta como un haz de partículas (fotones) cuando interacciona con la
materia.

Velocidad de la luz:

Durante mucho tiempo se pensó que la velocidad de la luz era infinita y se transmitía
espontáneamente de un lado a otro. Olaus Roemer (1644-1710) fue el primer científico que,
en 1676, midió de manera exitosa la velocidad de propagación de la luz. Su método consistió
en medir los periodos de traslación de uno de los satélites de Júpiter alrededor del planeta.
Descubrió que los periodos se volvían más grandes que el promedio cuando la Tierra se alejaba
de Júpiter, y más pequeños cuando nuestro planeta se aproximaba a él. Romer atribuyó esta
variación en el periodo, al hecho de que la distancia entre Júpiter y la Tierra cambia de una
observación a la siguiente.

Comparando los tiempos de los eclipses observados en diversos puntos de la órbita terrestre,
llegó a la conclusión que la luz tardaba 22 minutos en cruzar la órbita de la Tierra. Este
resultado resultó importante, desde el punto de vista histórico, porque demostró que la luz
tiene una rapidez finita.

El tiempo de retraso entre los eclipses de uno de los satélites de


Júpiter medido desde la Tierra, se debe a que la luz tarda más tiempo
en recorrer la distancia T2 J2 que la T1 J1.

Poco después Christian Huygens utilizó los datos de Roemer para hacer el primer cálculo de la
velocidad de la luz. Combinando el valor de Roemer de 22 minutos para cruzar la órbita
terrestre con su propia estimación del diámetro de la órbita de la Tierra obtuvo un valor de la
rapidez de la luz en el vacío que en unidades actuales es 2.1 × 10 8 m/s, lo que contribuyó un
éxito notable en dicho tiempo.

Después se realizaron mediciones más exactas y precisas de la luz. Por ejemplo, en 1926 Albert
Michelson (1852- 1931) obtuvo un valor de (2.99796 ± 0.00004) × 10 8 m/s. En la década de
1980 la Oficina Nacional de Patrones de los Estados Unidos midió la velocidad de la luz (c) en
el vacío y obtuvo el siguiente valor:

c = 299 792 458 m/s ± 1 m/s.

Este valor es en la actualidad el mejor que se ha obtenido experimentalmente para la


velocidad de la luz. Sin embargo, en problemas cotidianos la velocidad de la luz en el vacío se
considera igual a:

c = 3 × 108 m/s = 300 000 km/s

La luz viaja con menor rapidez en otros medios. Por ejemplo, en el agua a 75% de su velocidad
en el vacío, y en el vidrio a 67% de c.

La magnitud de la velocidad de la luz se puede obtener de la siguiente expresión:

c = λƒ
Donde:
ƒ = frecuencia de onda

λ = longitud de onda

c = rapidez de la luz

Ejemplo:

Determina la frecuencia de la luz violeta que tiene una longitud de onda de 4.0 × 10 -7 m:

Interferencia de la luz:

Debido a la naturaleza ondulatoria de la luz, es posible observar que dos haces de luz generan
interferencia entre sí, la cual ocurre cuando en un mismo punto coinciden dos o más ondas,
siendo su composición constructiva o destructiva. Para observar estas interferencias luminosas
es necesario que las ondas individuales mantengan una relación de fase estable, es decir, que
las fuentes tengan la misma frecuencia y que sus haces sean casi paralelos. Cuando esta
situación predomina, se dice que las fuentes son coherentes. Si las fuentes son distintas
(incoherentes), no es posible la producción de interferencia, ya que las ondas emitidas son
independientes y no guardan relación de fase en el transcurso del tiempo.

Difracción de la luz:

La difracción se observa mejor cuando la luz es coherente, es decir, cuando las ondas
luminosas se encuentran en fase, propiedad que tiene la luz monocromática o de un solo
color, como por ejemplo las lámparas de neón o el láser.

Reflexión de la luz:
En una habitación oscura no podemos ver los objetos que nos rodean, pero si se iluminan con una
lámpara los veremos. La posibilidad de verlos se debe a que reflejan toda o parte de la luz que incide
sobre ellos. Seguramente todos los días te miras en un espejo y ves la imagen de tu rostro.
Asimismo, puedes ver los objetos a través de un espejo. ¿Cómo se pueden explicar estos fenómenos?
Pues estudiando la reflexión de la luz. En una habitación oscura no podemos ver los objetos que nos
rodean, pero si se iluminan con una lámpara los veremos. La posibilidad de verlos se debe a que
reflejan toda o parte de la luz que incide sobre ellos.
Seguramente todos los días te miras en un espejo y ves la imagen de tu rostro. Asimismo, puedes ver
los objetos a través de un espejo. ¿Cómo se pueden explicar estos fenómenos? Pues estudiando la
reflexión de la luz.

La línea que forma un ángulo recto con la superficie se denomina normal. A partir de esta línea
se acostumbra medir los ángulos de los rayos que inciden sobre la superficie y salen de ella, es
decir, los ángulos de incidencia y de reflexión. La relación entre ellos se resume en las leyes de
la reflexión.

Primera ley de la reflexión El rayo incidente, la normal y el rayo reflejado se encuentran en un


mismo plano.

Segunda ley de la reflexión El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión; el rayo


luminoso sale de la superficie formando el mismo ángulo con el que incide. Matemáticamente
se expresa por:

θi = θr
donde

θi = ángulo de incidencia

θr = ángulo de reflexión

Al incidir rayos de luz paralela sobre una superficie plana lisa, como se ilustra en la fi gura
19.17a, todos los rayos reflejados son paralelos entre sí. Este tipo de reflexión, que se presenta
en los espejos sin irregularidades, se denomina reflexión especular.
La superficie irregular refleja los rayos de luz en diferentes direcciones, como lo muestra la
figura. Este tipo de reflexión se denomina reflexión difusa. En la mayoría de las superficies se
produce este tipo de reflexión.

Espejos:

Espejos planos

Por lo general, los espejos planos son los que usas todas las mañanas, o cuando lo crees
conveniente, para mirarte. Los espejos planos son aquellos cuya superficie reflectora es plana
(de ahí su nombre). Al observar a través de un espejo un objeto, la imagen de éste se ve como
si atravesara a aquél. Por ejemplo, al colocar un foco enfrente de un espejo plano, lo que
vemos no es la luz que emite directamente el foco, sino la luz que refleja el espejo. Nuestro
cerebro toma esos rayos reflejados y los prolonga detrás del espejo; la imagen que se observa
del foco se denomina imagen virtual, ya que sólo está en nuestra mente. No podemos tocar
esa imagen, ni recibirla en una pantalla.

Las imágenes formadas en los espejos planos tienen las siguientes características:

1. La imagen es derecha.

2. La imagen tiene inversión izquierda–derecha. Es decir, si se levanta la mano izquierda, la


imagen que se observa en el espejo levanta la mano derecha.

3. La imagen se localiza por detrás del espejo a la misma distancia que hay entre la persona y el
espejo.

4. La imagen es del mismo tamaño que el objeto o persona.

5. La imagen formada es virtual.

Unión de espejos:

Cuando unimos dos o más espejos planos de manera que formen un ángulo entre sí, se dice
que estamos formando un espejo plano compuesto. Cuando se coloca un espejo plano al lado
de otro, formando un ángulo de 90°, y se pone un objeto entre ellos se ven tres imágenes en
lugar de las dos que esperaríamos ver. Si se disminuye el ángulo entre los espejos el número
de imágenes que se observan aumenta. El número de imágenes lo determina la siguiente
fórmula:
360− A 360
N= A
, lo que equivale a, N=
A
–1

Donde
N = número de imágenes
 = ángulo entre los espejos

Espejos esféricos:

Seguramente has tenido la oportunidad de mirarte en espejos en los que te ves más gordo,
más flaco, más alto o más bajo. Si te fijaste, habrás notado que estos espejos no son planos
sino curvos. De acuerdo con su forma, los espejos curvos pueden ser esféricos, parabólicos y
cilíndricos. Los esféricos son los más usuales después de los planos porque es fácil pulirlos.

Los espejos esféricos se clasifican en cóncavos y convexos, lo que depende de cuál es la


superficie reflectora.

Los espejos cóncavos son aquellos cuya Los espejos convexos son aquellos cuya
superficie reflectora es la interior. Por superficie reflectora es la exterior. Por
ejemplo, la parte interior de una esfera ejemplo, la parte exterior de una esfera
navideña navideña.

Características de un espejo esférico:

Radio de curvatura (R), o radio de la esfera de la que es parte la superficie esférica.

• Centro de curvatura (C), centro de la esfera de la que es parte la superficie esférica.


• Foco (F), punto medio entre el centro de curvatura y el vértice.

• Vértice (V), punto de referencia del espejo, generalmente se sitúa en el punto medio de éste.
En este punto pasa el eje principal.

• Eje principal (Ep), recta que pasa por el centro de curvatura y el vértice.

• Ejes secundarios (Es), rectas que pasan por el centro de curvatura y hacen un ángulo con el
eje principal.

• Distancia focal (ƒ), distancia entre el foco y el vértice.

Formación de imágenes en espejos esféricos:

Las imágenes que forman los espejos esféricos pueden determinarse mediante diagramas de
rayos empleando dos o tres rayos particulares.

1. Rayo paralelo Un rayo paralelo al eje principal del espejo se refleja pasando por el foco
(espejo cóncavo) o parece provenir del foco (espejo convexo).
2. Rayo principal Un rayo que pasa por el centro de curvatura se refleja pasando por la
trayectoria original (sobre sí mismo).
3. Rayo focal Un rayo que pasa por el foco se refleja paralelo al eje principal del espejo.

Principales rayos para la construcción gráfica de las imágenes reflejadas en un espejo cóncavo:

Principales rayos para la construcción gráfica de las imágenes reflejadas en un espejo convexo:
Ecuaciones de los espejos esféricos:

Es posible encontrar una ecuación que relacione la distancia de la imagen al espejo di,
distancia del objeto al espejo d 0, tamaño o altura de la imagen hi, tamaño o altura del objeto
h0 y la distancia focal f, estas ecuaciones son prácticas en la construcción de los espejos. En la
siguiente figura se representa un espejo cóncavo, un objeto, su imagen y dos rayos con sus
respectivos reflejos.

La ecuación para los espejos esféricos es:

1 1 1
di
+ d0
= f

El aumento se refiere a la relación entre la altura, o tamaño, de la imagen con respecto a la del
objeto. Su ecuación resulta de la primera proporción, establecida anteriormente:

hi di
h0
=- d0

El signo menos resulta de las convenciones de signos que a continuación se describen:

 Cuando el objeto, la imagen o el punto focal estén del lado reflejante del espejo (en el
mismo lado en que inciden los rayos), la distancia correspondiente (di, d0, o f,
respectivamente) se considera positiva. Si están al otro lado del espejo son negativas.
 Las alturas, o tamaños, del objeto y la imagen (h0, hi, respectivamente) son positivas si
se encuentran por encima del eje óptico. Si están por debajo son negativas.

Refracción de la luz:

La refracción de la luz es el cambio de dirección que puede


sufrir un haz de luz al pasar de un medio a otro. Este
fenómeno es evidente si el haz de luz no incide
perpendicularmente en la superficie que limita a los dos
medios en contacto.

Para describir de forma geométrica la refracción de la luz,


es conveniente definir los siguientes elementos, que se
ilustran en la siguiente figura:

 El rayo incidente es el rayo que llega o incide en la


frontera de los medios.
 El rayo refractado es el rayo que se transmite por el segundo medio, una vez llega a la
frontera.
 La normal es la recta perpendicular a la línea que divide los dos medios, es decir, la
superficie del segundo medio.
 Ángulo de incidencia es el ángulo que forma el rayo incidente con la normal, se denota
con la letra i.
 Ángulo de refracción es el ángulo que forma el rayo reflejado con la normal, se
identifica con r’.

Al igual que en la reflexión, el rayo incidente, la normal y el rayo reflejado se encuentran en un


mismo plano.

Leyes de la refracción:

Primera ley El rayo incidente, la normal y el rayo refractado se encuentran en el mismo plano.

Segunda ley El ángulo de refracción θr en la fi gura 19.33 depende de las propiedades de los
dos medios, y del ángulo de incidencia θi, a través de la relación (Ley de Snell):

sen θi
= constante
sen θ r
La segunda ley de la refracción se puede formular en función de las velocidades de la luz en
cada medio por:

sen θi V1
sen θ r
= V2

Índice de refracción (n):

El índice de refracción, n, se define como el cociente entre la rapidez c, de la luz en el vacío y la


rapidez v, de la luz en otro medio:

C
n=
V
donde

n= índice de refracción

C= velocidad de la luz en el vacío

V= velocidad de la luz en el medio

Podemos encontrar una expresión que relacione los índices de refracción de dos medios, con
la velocidad de la luz en dichos medios:

n2 V1
n1
= V2
Relación entre los índices de refracción de dos medios: a) Si n1*n2 la velocidad del rayo refractado es
mayor que la del rayo incidente. b) Si n1< n2 la velocidad del rayo refractado es menor que la del rayo
incidente.

Dispersión de la luz:

Cuando un rayo de luz solar, llamada luz visible, atraviesa un medio transparente que no sea
el vacío, aparece una serie de colores. Este fenómeno llamó la atención de Newton, quien
intentó determinar el porqué de la aparición de dichas franjas de colores en las lentes
utilizadas en los telescopios, fenómeno denominado aberración cromática.

El fenómeno que permite descomponer la luz blanca en luces de distintos colores se denomina
dispersión de la luz (figura 18). Debido a que la luz está conformada por un conjunto de
radiaciones, cada una de ellas con una longitud de onda diferente, su velocidad de
propagación es diferente para cada medio transparente, cuyo índice de refracción es diferente
para cada color.
Cuando la luz blanca atraviesa un prisma óptico, el ángulo de desviación de cada radiación será
diferente, siendo el mayor el de la luz violeta y el menor el de la luz roja y los otros colores
tienen ángulos de desviación que se ubican entre estos dos colores.

La dispersión explica fenómenos naturales como el arco iris: El arco iris es un fenómeno
natural que se forma por causa de la dispersión de la luz. Para observarlo, el Sol debe iluminar
una parte del cielo, las nubes deben tener gotas de agua o deben estar cayendo en la parte
contraria del cielo iluminado. Cada una de las gotas esféricas de agua actúa como prismas
produciendo de esta manera la dispersión de la luz. Cuando la luz incide en la gota, una parte
se refleja y otra se refracta al atravesarla. El rayo que se refracta, incide con la pared de la
gota, reflejándose de nuevo y transmitiéndose al aire, mientras el rayo que se refleja provoca
una inversión. Por esta razón, en ocasiones se observa un segundo arco con los colores
invertidos, denominado arco iris secundario.

También explica el color del cielo: La radiación que llega a la atmósfera terrestre tiene toda la
gama de las ondas electromagnéticas. La atmósfera, por ejemplo, es opaca a los rayos
ultravioleta de alta frecuencia y transparente a la luz visible. Sin embargo, los elementos
presentes en la atmósfera, tales como el oxígeno y el nitrógeno, dispersan principalmente el
color violeta, seguido del azul, el verde, el amarillo, el naranja y el rojo. Como nuestros ojos
son muy sensibles a la frecuencia de la luz azul, observamos la dispersión azul y no violeta. Así
notamos la tonalidad del cielo de color azul.

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