CARTA JUDAS

Salutación
Presenta su saludo como un siervo de Dios a personas escogidas de
parte del Señor, expresándoles bendiciones de misericordia y paz.

Falsas doctrinas y falsos maestros

Se envía esta carta exhortando a perseverar en la fe y defenderla, ya
que se han presentado hombres encubiertos, que han sido
predestinados para perdición, dando paso al libertinaje, negando al
Señor. Les recuerda que, así como sucedió con los que no creyeron
cuando salieron de Egipto. Algunos ángeles que no guardaron su
dignidad y Sodoma y Gomorra que dejaron usos naturales, todos ellos
perecieron y recibieron su castigo. Les hace ver que estos hombres
invitan a rechazar y maldecir las autoridades, discrepando del arcángel
Gabriel, quien no se atrevió a hacer cosa semejante contra el diablo,
pero que estos también serán juzgados y recibirán su castigo, junto con
los murmuradores y quienes adulan para sacar provecho.

Amonestaciones y exhortaciones
Se le invita a recordarla enseñanza apostólica, que hombres sin el
Espíritu llegarían a causar división, pero es deber ser edificados sobre
la santísima fe orando en el Espíritu Santo, permaneciendo en el amor
y misericordia de Dios para vida eterna y además convencer y salvar a
los que lo necesitan, pero sin dejarse contaminar.

Doxología
Expresión de alabanza al que nos conserva limpios para Él, al único y
sabio Dios, nuestro Salvador por todos los siglos.
 CONCLUSIÓN:
La carta de Judas hacer una alerta de estar atentos a hombres a que
crean caos y división en la Iglesia, pero es nuestro deber permanecer
en la fe, esto se puede lograr a través de la búsqueda constante de Dios
y llenura del Espíritu Santo, pues solo el es capaz de preservarnos sin
mancha para el

COMENTARIO:
El escritor de la carta muestra su afán ante los malvados, aunque
parece una profecía a los tiempos actuales, resulta que no es algo
novedoso pues en la historia a evidencia que este tipo de personas
apóstatas e interesadas en su beneficio estén, sin embargo, es capaz
de mostrar la situación y además dar una salida ante tal amenaza,
reconociendo que la única forma es depender de Dios y conservar las
enseñanzas apostólicas.