Esta galería reúne una gran cantidad de obras y objetos que, en su momento pertenecieron a los monarcas del momento. Alberga en su interior una gran cantidad de obras artísticas que han sido testigo de la compleja historia del país. Al mismo tiempo no deja de ser un reflejo del esplendor de la monarquía española. Se ubica, como bien sabemos, en la Comunidad de Madrid. El edificio está situado en los jardines del Campo del Moro, junto a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real. Estas obras incluyen diversas corrientes europeas que, según llamaban más o menos la atención, se fueron adquiriendo. La Galería de Colecciones Reales es una gran parte del Patrimonio Nacional español. Se ha convertido en un importante centro cultural y turístico. En su interior vemos un gran recorrido que no lleva desde la dinastía Trastámara hasta los actuales Borbones, pasando previamente por los Austrias. Es un fácil camino a seguir ya que las salas siguen un orden cronológico según los monarcas de la fecha. De esta manera vemos de forma clara qué cosas pertenecían a según que reyes y como los gustos iban cambiando. Vemos también reflejado de manera notoria la extensión del territorio español, sus complejas alianzas políticas y familiares, y su historia. Por otro lado, se observa la gran cantidad de obras, tapices… que representan escenas religiosas lo que nos indica los estrechos lazos de la Corona con la fe católica lo que explica esta iconografía, al tiempo que otra gran parte de las piezas dejan testimonio del progreso económico y tecnológico del país, especialmente a partir de las Reales Fábricas que surgen a partir de 1700. El objetivo de acumular riqueza y exhibir el poder real se encuentra igualmente en la razón de ser de las obras, además de representar el afán coleccionista de los monarcas, algunos de los cuales destacan como grandes mecenas e impulsores de las artes de su tiempo. Partimos de Carlos V ya que vemos que, en su papel de príncipe renacentista se esforzó por utilizar el arte como forma para proyectar una imagen de poder y de sí mismo a sus enemigos de otra potencia. Todo ello será algo que en su testamento legó a su hijo Felipe II para crear el núcleo de estas Colecciones Reales. Felipe II fue uno de los grandes mecenas artísticos del Renacimiento. Realizó un viaje en su juventud a diversos países donde entró en contacto con las artes del momento. Se aficionó a encargar o adquirir todo tipo de obras u objetos. Su intención, aparte de difundir una imagen grandiosa de la monarquía, era obtener estas piezas según su gusto o interés. Lo que predominará en sus palacios serán pinturas principalmente de la escuela flamenca e italiana. En la Europa de la segunda mitad del siglo XVI, el conjunto de tapices y bordados se erigía como el más importante, junto con las armaduras mostraban la majestad real y el poder político. Los intereses religiosos y culturales se concentraron en la creación de la Biblioteca de El Escorial. En tiempos de Felipe IV se dio el final del conocido Siglo de Oro español. En este mismo momento la colección real se convirtió en la más importante del Barroco europeo. A medida que pasa el tiempo vemos como los monarcas van adquiriendo una Andrea Búrdalo Pérez Grupo A1
mayor conciencia. Un ejemplo, son los inventarios realizados durante el reinado de
Carlos II y después de su muerte. Son los más completos sobre el patrimonio artístico de los Austrias que han llegado hasta nosotros y demuestran cómo el rey era consciente del valor económico, pero sobre todo simbólico y artístico de la colección real. Además, legalmente vinculó a la Corona todo lo que adornaba las residencias reales. El espíritu de esta disposición es una de las razones por las cuales se conservan hoy en día tantos y tan variados bienes culturales en Patrimonio Nacional. Con la llegada de Felipe V vemos cómo se va a producir un cambio en cuanto las piezas adquiridas por su persona ya que se rige por la tradición francesa. Sin embargo, Isabel de Farnesio, su mujer, fue la que atesoró numerosas pinturas y otras piezas artísticas, siguiendo la tradición coleccionista de su familia. Carlos IV fue rey y patrón de las artes, demostró una gran sensibilidad hacia estas. Su mecenazgo artístico y su pasión por la pintura se fortalecieron aún más cuando ascendió al trono de España y durante sus años de exilio en Roma. Además de ver una fuerte influencia francesa en el arte de la corte, durante su reinado, las Reales Fábricas y los Reales Talleres también produjeron piezas suntuarias de mobiliario, relojes, porcelanas, textiles decorativos, indumentaria, alfombras y tapices de una calidad excepcional, comparable a las mejores producciones de Europa. Durante el reinado de Fernando VII, la influencia francesa tuvo un impacto significativo en las artes en España. Bajo el mecenazgo de la corona, se promovió el trabajo de reconocidos pintores. Durante este período, también se llevó a cabo uno de los eventos culturales más importantes del siglo XIX: la inauguración en 1819 del Real Museo de Pinturas y Esculturas, que luego se convertiría en el Museo del Prado. Una vez entrado el siglo XX se comienza a formar una nueva visión de este como elemento de regeneración del país. Al proclamarse la II República Española, los bienes de la Corona se convirtieron en propiedad del Estado y se creó el organismo conocido como Patrimonio de la República. El objetivo principal era garantizar el acceso público a estos bienes y abrir gran parte de los palacios para la investigación. La Constitución de 1931 fue la primera en incluir un artículo dedicado a la protección del patrimonio histórico, una salvaguardia que se mantuvo durante la Guerra Civil (1936-1939), cuando el gobierno llevó a cabo una campaña selectiva para proteger los bienes culturales. Sin embargo, el asedio a Madrid tuvo un impacto significativo en el Palacio Real, que se encontraba en el frente de guerra. Durante la dictadura franquista (1939-1975), este organismo pasó a llamarse Patrimonio Nacional y su función de servir a la Jefatura del Estado adquirió especial relevancia. Se llevaron a cabo trabajos de reconstrucción en los edificios dañados durante la guerra. Tras la muerte de Franco en 1975, España recuperó la monarquía parlamentaria con la proclamación de Juan Carlos I. En 1985, la Ley de Patrimonio Histórico Español renovó la protección de nuestro acervo cultural. De esta manera, la Galería de las Colecciones Reales no solo reúne una parte representativa de los bienes relacionados con la historia de la Corona española, sino que también encarna este espíritu contemporáneo: preservar una inmensa herencia histórico- Andrea Búrdalo Pérez Grupo A1
artística y, sobre todo, poner el conocimiento y el disfrute de este legado cultural y
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