Liofilización

La liofilización tiene 3 fases diferenciadas: precongelación, secado primario y secado

secundario.

En la precongelación la muestra se enfría hasta, como mínimo, a su temperatura de punto

de fusión. Esta es la etapa más importante ya que si la muestra no está sólidamente
congelada, se producirá la evaporación y la muestra no obtendrá las propiedades de
conservación adecuadas. También es importante tener en cuenta la velocidad a la que se
congela la muestra, ya que si no se realiza de forma correcta, puede afectar a la velocidad
de reconstitución.
En muestras como alimentos o tejidos, los cristales grandes pueden romper la pared celular,
por lo que en casos así es mejor recurrir a la congelación instantánea para crear cristales
más pequeños.

El secado primario empieza cuando se enciende el liofilizador y su bomba al vacío.

Contando con un entorno con baja presión, comienza el enfriamiento por evaporación de la
muestra, lo que permite que el calor restante acelere el proceso de liofilización. Al final del
secado primario, la mayor parte del agua de la muestra se sublima. Dependiendo de la
muestra y del calor, puede variar la duración hasta llegar a los varios días.
En caso de los laboratorios que usan su equipo de liofilización para la preparación y
resuspensión de muestras, aquí terminaría su corrida. Pero para la conservación a largo
plazo de la muestra, se deberá realizar el secado secundario.

En el secado secundario, las moléculas de agua que están unidas a la muestra son
liberadas gracias al calor adicional que se usa para eliminar el exceso de humedad, dejando
un contenido de humedad de alrededor del 2%. Esta técnica se suele usar cuando se quiere
conservar y almacenar una muestra a larga plazo

La liofilización es una técnica muy útil para proteger la estructura biológica y química de una
muestra a través de la sublimación, además de que permite que la muestra se pueda utilizar
para pruebas o se conserven a largo plazo. En el laboratorio, las aplicaciones de la
liofilización son ilimitadas.

La liofilización se puede utilizar tanto con muestras biológicas, como químicas,

farmacéuticas o incluso biotecnológicas. También se usa con muchos alimentos pero esto
no entra dentro del ámbito del laboratorio.
Daniel Simón Cruz