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Este documento describe varios aspectos de la identidad urbana y la historia social de la política en las ciudades españolas y portuguesas durante la Baja Edad Media. Explica cómo la cultura política estaba llena de elementos que implicaban códigos de conducta y vestimenta, y cómo la evolución del paisaje urbano estaba relacionada con la fiscalidad y la idea del bien común. También señala la irrupción de ciudades realengas en los señoríos territoriales y la intromisión de la nobleza en el gobierno urb
Este documento describe varios aspectos de la identidad urbana y la historia social de la política en las ciudades españolas y portuguesas durante la Baja Edad Media. Explica cómo la cultura política estaba llena de elementos que implicaban códigos de conducta y vestimenta, y cómo la evolución del paisaje urbano estaba relacionada con la fiscalidad y la idea del bien común. También señala la irrupción de ciudades realengas en los señoríos territoriales y la intromisión de la nobleza en el gobierno urb
Este documento describe varios aspectos de la identidad urbana y la historia social de la política en las ciudades españolas y portuguesas durante la Baja Edad Media. Explica cómo la cultura política estaba llena de elementos que implicaban códigos de conducta y vestimenta, y cómo la evolución del paisaje urbano estaba relacionada con la fiscalidad y la idea del bien común. También señala la irrupción de ciudades realengas en los señoríos territoriales y la intromisión de la nobleza en el gobierno urb
Texto de Orihuela para práctica de modelos y construcciones.
Juan Antonio Barrio Barrio P 241 Según el historiador medieval Ladero Quesada, la España actual comenzó a conformarse en la plena edad media, con lo que para entender la identidad política actual habría que estudiar los elementos que la componen en la Edad Media. P 242 Según Norman F. Cantor, hay una gran diferencia entre la identidad y unidad. La identidad es una conciencia de cohesión, de pertenecer a un mismo cuerpo con homogeneidad cultural. La unidad, por otra parte, es un concepto histórico más amplio que la identidad, ya que implica un conjunto de instituciones y patrones de conducta que ponen en práctica esa identidad. Durante la Edad Media se crearon algunas identidades en las ciudades europeas, con la creación de fiestas y tradiciones que llegan a nuestros días, como los moros y cristianos o los santos patrones, como es el caso de Orihuela, cuyas patronas están asociadas a la conquista cristiana. Las oligarquías y patriciados urbanos tejían estos sistemas de propaganda en torno a gestas e hitos históricos de la ciudad. Para ello estas élites urbanas utilizaban aparatos burocráticos y propagandísticos, como toda entidad política que construye sus mitos fundacionales. El objetivo es el mismo, enfatizar la legitimidad del grupo dirigente para que pueda continuar en el poder, todo ello en el contexto europeo de construcción de una identidad común. P 243 Para dar más cohesión en caso de luchar contra otro grupo contra otros grupos, como musulmanes, judíos y ortodoxos en menor medida. Esto tenía especial incidencia en zonas de frontera, como lo era Orihuela en el siglo XIV, además en un contexto de cruzadas. P 244 Tras la conquista cristiana, los grupos dirigentes promovieron el predominio de la comunidad cristianas, que culminó con la expulsión de musulmanes y judíos, también para reafirmarse respecto a las potencias de alrededor. Por lo tanto, esa moralidad cristiana se impone bajo el impulso de medidas moralizantes de manera gradual, como prohibir cierta vestimenta, la blasfemia, la conducta sexual… También se prestó ayuda a órdenes religiosas que se instalaron en Orihuela y era común que predicadores fueran a las plazas de las ciudades. Se definen los márgenes entre trabajos honestos y deshonestos, palabras lícitas y blasfemia… entre lo moral y lo inmoral. Por otra parte, las autoridades financiaban procesiones, algunas de ellas llegan a día de hoy y vienen del siglo XIV. Al principio las autoridades alentaban la devoción a estos ritos y especificaban unas vestimentas para ello P 245 Como decorar sus casas para la acusación. Obligaban también a musulmanes y judíos a prestar devoción a estas fiestas, en la que los oficiales y prohombres llevaban al cristo en procesión. Durante la segunda mitad del siglo XIII y XIV se produce la construcción de la Universitas, en la que se excluía a musulmanes y judíos, lo que se tradujo en una gran beligerancia hacia estas comunidades en la gobernación de Orihuela. Esta discriminación llegó incluso a los judeoconversos. La comunidad cristiana de Orihuela tenía un problema: que en religión pertenecía al obispado de Murcia, en Castilla. Finalmente consiguieron su propio obispado. Así, las élites locales reafirmaron su rechazo a ser gobernados por un obispado extranjero. P 246 Además, al estar en esa circunscripción castellana los súbditos de Aragón pagaban más impuestos, incluso que un judío o musulmán castellanos. Identidad espacial Tras la conquista del siglo XIII, comenzaron las transformaciones de las medinas islámicas en ciudades de tipo cristiano, basada en la ciudad gótica, con lo público por encima de lo privado, con plazas cerca de edificios públicos donde se daban acontecimientos públicos importantes para la ciudad, como las votaciones, en la línea de esa universitas y res publica cristiana, pero también de la conciencia política y cívica de las oligarquías dirigentes, que de nuevo reivindican su preminencia. Las reuniones se desempeñaban en la sala del consells, con previa ritualización y visita de personajes importantes como miembros de la corte real, el bayle etc… P247 La recepción de estos embajadores formaba parte de la ritualización. Otro ritual importante era el de la celebración de tres elecciones, con una gran ritualización en todos sus aspectos, es decir, una muestra de poder de las élites. Todo estaba muy jerarquizado, que podía dar lugar a enfrentamientos entre grupos oligárquicos, incluso armados. Toda esta simbología aludía al poder y privilegios de algunos miembros de la comunidad obtenidos durante la conquista, que además iban acrecentando durante el paso del tiempo, siendo los documentos que los acreditan custodiados como prueba del poder de estas élites. Además de estos documentos, también se guardaban los privilegios forales y todo documento que pruebe el poder de la comunidad local. Identidad protonacional y concepto de nación La nación se entendía como el conjunto de personas que tenían un origen común y una misma sangre. P 248 Esta nación se caracterizaba en la EM por las costumbres, la lengua etc… destacando esto último. Según Colette Beaune, esta pertenencia al grupo afianza la autoridad de los gobernantes. El concepto de nación procede en la misma medida de la monarquía y del desarrollo urbano y municipal de la baja edad media. Para ello también era utilizado el insulto a otra nación, por ejemplo, los ingleses llamaban a los franceses cobardes y afeminados, lo que les hacía estar más cohesionados a ingleses como grupo. En España la importancia la tuvo el conflicto entre castellanos y aragoneses. P 249 La guerra ayuda también a la formación de identidades, sean urbanas o nacionales, puesto que el peligro exterior acelera la cohesión. Orihuela era ciudad fronteriza, con lo que en el discurso utilizaba al rival como reafirmador de su identidad, continuamente alimentada mediando conflictos como el del obispado, utilizados por las élites para darse propaganda en Orihuela. Estas estrategias eran muy parecidas a las utilizadas por potencias como Francia o Inglaterra para la propaganda bélica, pero en Orihuela a nivel local urbano, ensalzándose y difamando al rival. En las autoridades locales de Orihuela se utilizaba mucho la fórmula de nación catalana empleada como elemento excluyente contra los castellanos. Este rechazo a los castellanos nace también del destrozo del ejercito castellano en la guerra de los pedros, con gran devastación y pérdidas humanas, económicas y culturales que tardaron en olvidarse. En unas elecciones en Alicante, hubo fuertes protestas por haber extranjeros en los sacos candidatos a los más altos cargos de la ciudad, y que no hablaban el idioma, prueba de esa doble identidad ya era presente. P 251 La guerra civil catalana y las germanías marcaría el abandono de la identidad catalana por la identidad valenciana. Identidad fronteriza y la construcción de una memoria histórica La condición de frontera fue determinante para la organización social en la gobernación de Orihuela por el peligro granadino y castellano. Esto sumado a la presencia de minorías en territorio de Orihuela (mudéjares) justificó la formación de una oligarquía armada. Estos grupos oligárquicos gracias a esta situación se afianzaron el prestigio de los grupos sociales dominantes. Esto dará lugar al empatriciamiento de la oligarquía, con una mentalidad e ideología nobiliaria y diferenciándose de otros miembros de la sociedad, basando esa diferenciación en la reiteración de sus privilegios y su papel militar, recordando los sacrificios por los que obtuvieron sus privilegios para reafirmarlos. Esta reafirmación ritual de su identidad colectiva, celebrando ese pasado mítico común en nombre de la historia de la ciudad y comparándolo con pasados míticos como el sitio de Jerusalem P252 y 253 En esas cartas había también muchas referencias a la huerta de Orihuela, su abundante producción cerealística Todos los aspectos mencionados confluyen a formar una identidad colectiva, consolidado la comunidad cristiana con base en unos antepasados conquistadores glorificados, sobre la existencia de una frontera, reiterando su papel en la frontera como defensora de la Corona de Aragón, y por lo tanto pidiendo recompensas en forma de privilegios por ese esfuerzo. La oligarquía se considera descendiente de esos defensores heroicos, con lo que formaban ese aparato propagandístico para el ejercicio de su poder en el ámbito local, con la elaboración de un discurso político que reafirmaba la identidad de Orihuela por estas élites, que reafirmaban con ella su hegemonía y conseguían servicios y gratitudes
IDENTIDAD URBANA E HISTORIA SOCIAL DE LA
POLÍTICA EN EL MUNDO URBANO ESPAÑOL Y PORTUGUES EN LA BAJA EDAD MEDIA Jesús Ángel Solorzano Telechea P 328 La historia social de la política guarda una gran relación con las identidades en cuanto a que está a caballo entre lo político y lo social. El objetivo de estos estudios es señalar la institucionalización de la vida social y su influencia sobre las identidades. La cultura política bajomedieval estaba llena de elementos políticos que implicaban unos códigos de conducta, vestimenta etc. La evolución del paisaje urbano estaba relacionada con la fiscalidad y la persistencia de la idea del bien común, con lo que contribuir mediante impuesto a la construcción de murallas, calles, plazas etc era una obligación moral relacionada con la honra y el bien común. Este discurso sobre el bien común fue especialmente importante en la construcción de murallas, y legitimaba las acciones y el poder de las autoridades locales. Otro elemento destacable es la irrupción de las ciudades de realengo en los señoríos territoriales. En el norte peninsular, destacó el movimiento señorial de usurpación de villas de realengo. P 329 Otro aspecto destacable en esta línea es la intromisión de la nobleza en el gobierno urbano a través de redes clientelares y el patronato de iglesias y cargos influyentes. Esta usurpación provocaba la resistencia de los vecinos especialmente en la segunda mitad del siglo XV, que daban lugar a la venta de esos cargos o a acuerdos noble-ciudad. En las ciudades ajenas a la nobleza, se daban luchas de bandos-linaje por el poder. La reforma de los RR.CC. suavizó esta lucha. Otros estudios enfatizan la lucha entre diferentes grupos sociales, es decir, entre el común y las oligarquías. Destaca el estudio de los conflictos de los habitantes de las tierras de las villas con los gobiernos locales, quienes los marginaban del poder. Este grupo era muy heterogéneo. Este grupo “aldeano” cuestionaba sistemáticamente las decisiones del gobierno local a través de juntas y asambleas donde elegían procuradores que llevaban los agravias tratados en ellas a la ciudad P 330 Y devolvían las respuestas. Solía siempre haber discrepancias, que muchas veces llegaban a los tribunales. Las disputas solían girar entorno al pago de impuestos, aportación a la defensa… La incorporación de las aldeas al termino de la villa solían ser un medio de defensa de la violencia sensorial que sufrían, pero cuando esta acabó se hegemonizó el discurso anti urbano. Esta lucha no fue así en todos los lugares, sino que la política general la aumentaba o la disminuía. En Vizcaya fue así por la inserción de la Tierra Llana, mientras que en Álava y Guipúzcoa aumentó el territorio de las ciudades. Otros estudios analizan el lenguaje político entre la nobleza urbana y la sociedad política. Cuenca por ejemplo supo salir de la subordinación en un contexto de usurpación señorial y centralización real. Sus discursos se fundamentaron en que el monarca es el representante de la comunidad política, y por parto está sujeto a la valoración de esta. Destacan las palabras servicio/deservicio al rey, a la ciudad y a la comunidad, así como el bien común, equivalente al buen gobierno y la justicia. Estos 4 conceptos era el armazón ideológico que legitimaba las acciones políticas, todo ello cargado de un sentido afectivo (afección, buena voluntad, amor, debdo…). En definitiva, cuenca supo aprovecharse del discurso para hacerse respetar por nobleza y monarquía. P 331 Otro estudio trató el desarrollo de las plazas públicas como espacios políticos. Eran espacios sin un patrón determinado. Normalmente solían ir acompañados de un mercado, y eras las autoridades las que promovían la formación de espacios comunes. En los centros urbanos pequeños estos espacios se convertían en la plaza pública, pero en las grandes ciudades este concepto de espacio público estaba disputado por otros espacios, lo que dificultó esta labor política. Las funciones sociales de la plaza pública eran mercantil y propagandística. También era el centro de distribución de la información local y de ocio y celebraciones. Todas estas funciones, promovidas por el poder local, respondían al deseo de este de transmitir su buen hacer, para lo que también construían pozos y otras infraestructuras. El concejo aspiraba generalmente a alcanzar grandes consensos que legitimasen a los gobernantes locales Otros estudios analizan la ideología y valores del patriciado urbano, concretamente el de Salamanca entre el XIII y XV. La instauración del Regimiento trajo la diferenciación entre la élite de gobierno y el resto de los caballeros así como de la eliminación de cualquier oposición proveniente de asambleas vecinales. P 332 Las élites locales se caracterizaban por su riqueza y se desvinculaban sistemáticamente de otros grupos sociales, con una ideología de superioridad., destacando su autodenominación como principales y sus casas y vestimentas. Aplicaban la violencia para hacerse con tierras de campesinos pecheros. En el ámbito local, construyeron torres y fortalezas. En cuanto a la relación entre patricios y baja nobleza (caballero, escudero hidalgo). La nobleza se aliaba con el campesinado pechero para hacerles frente. Muchas veces los conflictos entre pecheros y estos se daban sin violencia y se hacían tener en cuenta por medios pacíficos. P 333 El conflicto dinástico castellano alineó a los bandos urbanos con las fuerzas foráneas del reino, lo que ahondó el conflicto interno. La pacificación de Salamanca propició la destrucción de los bandos. En otros estudios se analiza la conflictividad por el control de los cargos concejiles y los asuntos económicos, sobre todo en cuanto a las actividades ligadas al mar. Esto llevó a la formación de cofradías, lideradas por élites villanas, lo que a su vez es daba voz. Regularon toda actuación que fuera contra sus intereses mediante ordenanzas concejiles. Otro ámbito de conflictos se dio por el control del puerto de Pasajes para monopolizar esos aranceles, interés que chocaba con el de los trabajadores, que preferían más actividad. P 334 Sinceramente aquí suelta una chapa que no termino de entender, especialmente no entiendo su relación con la identidad urbana P 335 En el siglo XV desapareció las parroquias como elemento identitario. Las casas familiares asumieron un mayor protagonismo y jerarquizaban la sociedad. Tampoco entiendo muy bien qué quiere decir en esta parte. En Burgos, los rasgos identitarios de las élites eran el dinero, la influencia, el modo de vida… pero el acceso a esta élite era tan reducido que ni siquiera la riqueza lo aseguraba. Las élites se aseguraron el control de los cargos públicos a través del sistema de renuncias, donde ellos decidían quien entraba y quien no. A pesar de las divisiones dentro de las élites, manifestadas por ejemplo en la lucha de bandos, esto no impidió la actuación de estas élites en bloques, pues había unos mínimos de convivencia y seguridad que les permitían actuar como ciudad en el exterior. Generaron una convivencia e idea de comunidad, a través por ejemplo de los habitus. Eran modelos de comunidad generados por los dominantes. Estas acciones se sustentaban en el bien común y en su carácter ejemplarizante, sin importantes conflictos entre clases, sino que más bien estos conflictos se daban entre los dominantes por el poder, sin implicar a la comunidad. P 336 El discurso político de la clase dominante iba dirigido a legitimarse como instrumentos del bien común y ejemplos a seguir. En definitiva, el estudio sostiene que la construcción de identidades se daba desde arriba y se basaba en una relación de interés con los dominados. Dentro del discurso de la ciudad, los musulmanes y judíos eran apartados, pero formaban parte de la identidad (Santiago matamoros) y las élites controlaban sus asuntos. (se pasa algún párrafo hablando de minorías) P 337 Algunos estudios en Cataluña demuestran que la memoria, los valores y los discursos eran importantes para la identidad urbana. Los privilegios, de los que se veían parte los vecinos, también eran una parte importante de la identidad por la idea de que atraen pobladores y riqueza, esta última demostrada en las celebraciones. La consolidación de linajes en el gobierno urbano provocó tensiones, con otros linajes rivales que apelaban al bien común para su pujanza. El poder urbano influía en las decisiones de los monarcas aragoneses a través de representantes urbanos en las cortes. En cuanto al sur de Valencia, su identidad vino marcada por su situación fronteriza con castilla y el islam, así como con la población musulmana en su interior. P 338 Estos elementos, sumado a la pervivencia de ciertos elementos castellanos marcaron la identidad de estas élites, que cambió mucho tras su adscripción a Aragón. La memoria viene determinada por los grupos sociales, no por los individuos. En Zamora, por ejemplo, un escritor trató de crear una identidad vinculada a un pasado con Numancia, haciendo énfasis en este pasado, el entorno geográfico, los orígenes antiguos y los actos valerosos contra los moros, así como sus reliquias. Estas ideas formaron parte de la identidad zamorana hasta hoy en día. En este estudio se pone también de manifiesto la variedad regional de la construcción de identidades y la complejidad de estos fenómenos de construcción de identidades y sociedades urbanas.