LA INFANCIA Y LA NIÑEZ EN EL SENTIDO DE IDENTIDAD.
COMENTARIOS EN TORNO A LAS ETAPAS DE LA VIDA DE ERICK ERISON
Según las reflexiones de Juan Jacobo Rousseau, los niños deben considerar el dominio de las habilidades ya que esto les permitirá asimilar las enseñanzas, todo ello es un hito a partir del cual nació el interés por conocer el desarrollo somático y neuropsicológico que son características de las distintas etapas evolutivas de la infancia y la niñez. Entre los investigadores, Erik Erikson planteó que la identidad (el Yo) de los seres humanos se desarrolla en base a la interacción con el ambiente, es decir, la interacción interrumpida de todas las partes, está gobernada por una relatividad que hace que cada proceso dependa de los otros. Su hipótesis fundamenta que los seres están activos en busca de adaptarse en el ambiente que viven y en base a esto desarrolló la teoría del desarrollo de la personalidad que lo denominó “Teoría Psicosocial”. Según su teoría del desarrollo epigenético de la personalidad, la vida consta de ocho etapas de las cuales las cuatro primeras analizan las particularidades psicosociales que los niños afrontan, estas son la base para el desarrollo de su identidad, es decir, que en estas etapas tendrá un desarrollo de forma gradual donde se expresara con el sentimiento de estar bien, de ser el mismo y de llegar a ser lo que las otras personas esperan que él pueda lograr, todo esto son conflictos que psicosociales que se enfrentara a lo largo de su vida. En las ultimas 4 etapas que son entre la juventud y la vejez, se dan el desarrollo de la identidad de la personas, la intimidad, la generatividad y la integridad; todo ello son fortalezas con las que se cuenta para poder superar la crisis; todo esto se trata de una teoría bien estructurada y sustentada en el desarrollo de los seres humanos ya que considera que los conflictos que ponen a prueba la identidad y fortalezas con que se enfrenta a las crisis en cada etapa de la vida es para poder lograr el equilibrio para gozar una vida feliz. ETAPAS DEL DESARROLLO SEGÚN ERIKSON Según Erikson, el ciclo vital es un ciclo de confrontación continua desde el nacimiento hasta la senectud, ya que atraviesan varias etapas; en cada etapa el hombre pasa con crisis o conflictos que ponen a prueba el grado de madurez que tiene para enfrente y superar los problemas propios que surgen en cada una de las etapas de la vida. En la etapa incipiente de la infancia temprana se dará muestra del desarrollo psicosocial, después de superar una crisis en donde se demande la atención de los padres y que no se pueda resolver, el niño podrá expresarse con ciertos rasgos en la personalidad y permanecerá como tareas por resolver En cada etapa del desarrollo, la experiencia que tienen los niños antes los conflictos que son superados satisfactoriamente influyen en las etapas ulteriores, por lo que las habilidades básicas adquiridas son puesta apruebas antes crisis similares al que se expone en otros ámbitos. PRIMERA ETAPA: En los primeros meses de vida, el niño identifica a su mamá como la persona con quien establece una relación significativa. Peinado Atable considera que justo al momento de nacer se da la primera exposición del niño al medio ambiente y dice: «el nacimiento es la primera y más dramática experiencia de desajuste que exige una respuesta total del organismo» y es en ese momento en donde la madre le ayuda a poder restablecer su equilibrio, por ello se conoce la relación de madre e hijo como un binomio.
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Erikson, como alumno que fue de Freud, él señala que la relación entre madre e hijo se establece por la etapa oral, al inicio se encuentra en la fase temprana de la lactancia y es cuando el niño está expuesto al sentimiento de confianza o desconfianza básica, según la satisfacción o insatisfacción de sus necesidades primordiales, de parte de la madre, ella proporciona al niño seguridad o inseguridad todo dependiendo de que responda a las necesidades del niño. Lewis M, considera que «el autismo infantil es un ejemplo extremo de un defecto intrínseco asociado a la interacción del lactante con su ambiente» y para Erikson el niño sólo cuenta con la virtud o fuerza básica de la «esperanza» que esta crece a medida que el individuo madura y avanza en edad, de esta manera fortalece el contar con el apoyo de sus padres ante los retos que le depara el futuro. Producto del cuidado y calidez brindada en el proceso educativo en esta etapa, será la solidez que ayudará a crecer en el niño la esperanza y con ella el fundamento de la fe. SEGUNDA ETAPA: Durante la niñez, la crisis psicosocial que enfrenta el niño es la de autonomía versus vergüenza o duda; en particular, la madurez muscular alcanzada en los primeros meses de vida le permitirá tener habilidades como sujetar o soltar objetos a voluntad. Durante este período, los niños adquieren una serie de habilidades motoras y mentales, incluido el desarrollo del lenguaje, a través de las cuales pueden desarrollar significativamente sus habilidades comunicativas; esta es la etapa en la que empiezas a caminar con más confianza y a tener un mejor control muscular, lo que te ayuda a ser más independiente. Por eso, a estas edades, la fuerza de voluntad es la fuerza fundamental que ayuda a los niños a aprender a tomar decisiones y a actuar, a pesar de los obstáculos que se presenten. Las desviaciones patológicas en esta etapa son limitaciones y factores que obstaculizan el desarrollo de la identidad en los niños, son figuras extremadamente autoritarias que establecen "la ley y el orden" en el entorno familiar, estas cosas tienen el efecto de limitar el desarrollo independiente de los niños. Pero en la familia debe existir la ley y el orden, sin llegar a los extremos; en este caso, pueden verse obligados a pedirle al niño que reaccione más allá de su capacidad para comprender y realizar la tarea y causarle frustración. Por otra parte, dentro de las tareas que los niños pueden realizar, imponerlas sin razón puede provocar que las completen compulsivamente. La conducta de los padres debe ser siempre racional al ordenar a sus hijos la realización de una actividad; es así como favoreceremos que “la virtud de la voluntad crezca (en él) hasta convertirse en base del reconocimiento que los adultos deben tener de la justicia” Frager R. TERCERA ETAPA: en esta etapa es actividad básica y la crisis se expresa en términos de iniciativa y culpa. A través del juego, los niños exteriorizan o demuestran sus aspectos e inquietudes emocionales; Es entonces cuando aumentan las relaciones sociales debido a sus relaciones con otros niños: se encuentran entre dos polos, hacer o no hacer, me atrevo o no me atrevo, voy o no voy. El equilibrio o virtud de esta etapa es la meta en términos de atención y dirección, cuando una persona realiza una determinada actividad o persigue metas sin verse amenazada por sentimientos de culpa, miedo o castigo. Al respecto, Peinado Altable considera que el niño “juega para realizar en el mundo irreal las fantasías que él mismo crea y que no pueden realizarse en el mundo real de los adultos”; por su parte, Frager R cree que "la actividad fundamental es el juego y que su virtud es el fin que nace de la imaginación creada en él por el niño, que es el origen del teatro, la danza y otros rituales de la vida adulta".
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CUARTA ETAPA: El texto analiza la etapa escolar en el desarrollo infantil desde una perspectiva psicológica. Destaca la importancia de la transición del pensamiento prelógico al lógico, así como la necesidad de desarrollar habilidades y destrezas. Se menciona la influencia de la aprobación de figuras de autoridad y compañeros en la formación de la autoestima y la identidad. También se resalta el papel fundamental del juego en el desarrollo físico y en la comprensión de las reglas. La curiosidad intelectual, la identificación de género y la imitación de modelos son aspectos clave de esta etapa. Además, se advierte sobre el peligro de la inercia y la importancia de buscar un lugar en el grupo social, lo que puede influir en el desarrollo de la competencia y la conformidad. QUINTA ETAPA: El texto aborda con profundidad la fase de la adolescencia, una etapa crucial en la vida de un individuo. Se destaca la crisis de identidad que enfrentan los adolescentes, donde se cuestionan a sí mismos y buscan definir quiénes son. Este período se caracteriza por la transición entre la niñez y la adultez, marcado por una serie de desafíos, incluyendo la adquisición de nuevas habilidades y la exploración de nuevos roles. Nos menciona la importancia de la fidelidad, tanto al grupo como a la persona, en esta etapa. La necesidad de encontrar una identidad clara y definir un rol en la sociedad es fundamental para evitar la confusión y el rechazo por parte del grupo. También se menciona la posibilidad de dudas sobre la identidad sexual, lo que subraya la complejidad de esta fase de desarrollo. La aceptación de los cambios en el cuerpo, la imagen corporal y la resolución de la pregunta "¿quién soy?" son elementos clave en el desarrollo exitoso de la identidad en la adolescencia. La forma en que se aborden estas cuestiones puede influir en el bienestar y la adaptación futura del individuo. SEXTA ETAPA: En la etapa de la juventud, Erikson sugiere que el conflicto central es la intimidad versus el aislamiento. Durante este período, los individuos buscan independencia de sus padres y la escuela, así como la formación de relaciones significativas con otros, ya sea en términos de amistad, relaciones laborales o amorosas. El texto enfatiza la importancia de que los individuos tengan una identidad estable y segura antes de poder establecer relaciones de intimidad con otros. Para tener una relación sólida con otra persona, es fundamental que cada individuo se acepte a sí mismo, respetando sus diferencias y singularidad. También menciona que cuando un individuo no puede establecer estas relaciones, puede experimentar aislamiento y conflicto en su identidad. Este conflicto puede manifestarse en conductas agresivas y exclusivas hacia grupos o individuos que son percibidos como diferentes, ya sea en términos de raza, nivel económico, creencias políticas o religiosas. En este sentido, la virtud que se busca desarrollar en esta etapa es el amor, que implica confianza, respeto y aceptación mutua. SEPTIMA ETAPA: Esta parte del texto se centra en la etapa de la madurez según la teoría de Erikson y destaca que la crisis psicosocial en esta etapa se manifiesta como un conflicto entre productividad y estancamiento. En la madurez, el individuo desarrolla un mayor compromiso y responsabilidad hacia los demás, incluyendo la preocupación por lo que dejará a las generaciones futuras. Se valora la productividad en el trabajo y en la vida personal, así como la satisfacción que se obtiene de los logros materiales e intelectuales. El adulto maduro se convierte en un ejemplo para las generaciones más jóvenes al practicar y vivir de acuerdo con sus creencias en lugar de simplemente hablar de ideales. La virtud clave en esta etapa es el interés en el cuidado de los hijos, la protección de los valores culturales y la preservación de las tradiciones. Se destaca la importancia de comprender y aceptar las diferencias entre los hijos y guiarlos en sus etapas de desarrollo. Advierte que la adopción de conductas autoritarias puede llevar al rechazo por parte de los demás. Si no se desarrolla de manera saludable en esta etapa, el individuo puede experimentar estancamiento y miedo a explorar nuevas oportunidades en la vida.
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OCTAVA ETAPA: Esta parte aborda la última etapa de la vida, la vejez, desde la perspectiva de la teoría del desarrollo de Erik Erikson. En esta etapa, la crisis psicosocial se refiere a la lucha entre la integridad y la desesperación. La integridad se presenta como la capacidad de ver la vida en su totalidad, aceptando su ciclo vital único, con triunfos y fracasos que proporcionan orden y significado en la vida. La desesperación surge cuando las metas personales no se han logrado, lo que puede llevar al temor a la muerte o la sensación de que el tiempo restante es insuficiente para alcanzar los objetivos. El texto también destaca que la desesperación puede manifestarse en la falta de conformidad con los valores o estilos de vida de los demás, lo que puede resultar en rechazo a instituciones gubernamentales, religiosas o incluso hacia uno mismo. La vejez se presenta de manera más satisfactoria cuando la persona está contenta con su vida y las experiencias que ha tenido, y ha afrontado los desafíos de acuerdo con sus propios valores e historia. La fuerza básica en esta etapa es la sabiduría, que implica la satisfacción personal de haber sido un individuo único, haber contribuido de manera significativa a la sociedad y haber transmitido experiencias y conocimientos a las generaciones futuras. Esto se relaciona con la idea de legar una herencia valiosa, no solo material sino también en términos de sabiduría y experiencias.
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