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Parte III
ENTRENAMIENTO
DE LA TÉCNICA
Y LA TÁCTICA
DEPORTIVAS
PARTE III 499-543 30/12/04 08:03 Página 500
mento temprano con vistas a la ampliación del repertorio En este contexto, los valores ideales tienen que orien-
de movimientos, a la formación de técnicas básicas y a la tarse en función del estado de desarrollo momentáneo del
mejora continuada de los factores de rendimiento físicos. deportista (cf. Rieder, 1972, 107; Martin, 1977, 183). Así,
En el transcurso de la vida no sólo disminuye la capaci- por ejemplo, el principiante posee aún una formación téc-
dad de aprendizaje motor, sino que se deterioran también nica demasiado escasa para que las características del reco-
las capacidades físicas. La involución –regresión de un ór- rrido, de la fuerza y del tiempo se correspondan con el ni-
gano debido a la fisiología de la edad– de la unidad neuro- vel del especialista de elite. Por otro lado, el deportista de
muscular implica, según Schmidt (citado en Hollmann, elite tiene ya su estilo personal tan bien desarrollado que a
1972, 189), un declive de la seguridad de la coordinación, menudo sólo consigue mejorar su rendimiento enfocando
del procesamiento de la información (v. pág. 510), de la el trabajo técnico en la dirección de sus particularidades
concentración y de la capacidad de reacción). Así pues, he- individuales, y no en la dirección de otras características
mos de procurar que la técnica se aprenda cuanto antes que, en la comparación con otros atletas de elite, resultan
posible, para su posterior estabilización. Sólo de esta for- determinantes para la técnica (Rieder 1972, 107).
ma obtendremos rendimientos extraordinarios sobre la ba- El primer paso para elaborar un modelo de técnica ide-
se de una buena técnica, pese al avance de la edad y al des- al es una división, elaborada con criterios científicos, de
censo del nivel de rendimiento físico. las fases estructurales de la secuencia motora global (Mar-
tin, 1977, 189). La biomecánica ofrece en este contexto
una ayuda valiosa, en el sentido de un registro objetivo de
Etapas del entrenamiento de la técnica las características del movimiento, sobre todo de su aspec-
to cuantitativo. Permite objetivar la técnica, describir las
De acuerdo con Martin (1977, 182), el desarrollo del características cinemáticas y dinámicas (v. infra), funda-
rendimiento deportivo-motor complejo, y por tanto tam- mentar las variantes intencionales de la técnica, determi-
bién el de la técnica, suele tener lugar en tres etapas: nar las características técnicas más importantes –y por tan-
to extraer conclusiones con vistas a la elección de las
• La etapa del desarrollo multilateral herramientas de entrenamiento– y asimismo registrar los
Aquí se da prioridad a la ampliación de las capacidades puntos débiles en el sistema biomecánico (cf. Buchmann,
coordinativas, y por tanto del repertorio de movimientos 1976, 456).
y de la experiencia motora, y a la adquisición de habili- En el análisis biomecánico del aspecto cuantitativo del
dades técnicas básicas (en la coordinación gruesa). Un movimiento, tan importante para el análisis del movi-
estancamiento del progreso técnico aparecido en años miento, distinguimos características cinemáticas y diná-
posteriores se explica a menudo por una base demasiado micas.
estrecha de la coordinación específica de la modalidad Las características cinemáticas registran la estructura
(cf. Blume, 1978, 29). espacial de la secuencia motora, como, por ejemplo, las ca-
• La etapa de la preparación general racterísticas longitudinales (longitud de la zancada, longi-
Interesa aquí el refinamiento progresivo de las técnicas tud del recorrido de aceleración, etc.) y del recorrido (án-
deportivas, relacionado con una preparación física gene- gulo articular, ángulo de salto).
ral. Se pueden clasificar en el siguiente orden (Martin,
• La etapa de la preparación específica (especialización) 1977, 186):
Predomina la consolidación de una técnica adaptada a
las posibilidades individuales, óptima, inasequible a las 1. División en fases del movimiento (p. ej., carrera de
desviaciones y automatizada, sobre la base de una prepa- aproximación, despegue, fase de vuelo y aterrizaje).
ración física específica y centrada en la disciplina con- 2. Las fases del movimiento se completan mediante carac-
creta. terísticas temporales.
Las características temporales describen la duración de
las fases motoras (p. ej., duración de la fase de apoyo en
Criterios y características de la técnica deportiva el momento del despegue).
3. Representación de las características longitudinales y
del recorrido (p. ej., longitud de las zancadas penúltima
En el entrenamiento de la técnica se trata de aproximar y última en salto de longitud, ángulo de despegue).
un valor real (nivel de habilidad actual) a un valor ideal 4. Características de velocidad (p. ej., duración de las zan-
(tipo motor ideal). cadas última y penúltima, conocida en la práctica como
ritmo de carrera o de batida).
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Las características dinámicas registran la estructura di- 4. Los momentos de fuerza o de giro (influjo sobre los mo-
námico-temporal de la secuencia motora desde el punto de mentos de fuerza o de giro, p. ej., modificando el com-
vista del discurrir de la fuerza. Se refieren sobre todo a las portamiento del despegue en salto de longitud).
fuerzas de frenado y aceleración y a los momentos de giro.
Entre ellas figuran (cf. Martin, 1977, 199): La figura 384 nos ofrece una visión global de las carac-
terísticas de una técnica deportiva.
1. El recorrido de aceleración (longitud óptima y forma
El esquema de las características proporciona posibili-
del recorrido de aceleración).
dades de operativización importantes para el proceso de
2. Los impulsos de fuerza y de frenado (para conseguir, p.
aprendizaje de la técnica. Por operativización entendemos
ej., un impulso explosivo en salto de longitud, las fases
la determinación y formulación sistemáticas y objetivas
de amortiguación y de impulso tienen que estar coordi-
del comportamiento deseado de un deportista (v. Martin,
nadas entre sí de forma óptima en sus recorridos de
1977, 183).
fuerza de frenado y aceleración).
Sobre la base de un modelo de técnica ideal típica tiene
3. La coordinación de impulsos parciales (sólo la coinci-
lugar la enseñanza y por tanto el proceso de aprendizaje
dencia temporal de todas las aceleraciones parciales –p.
del deportista.
ej., impulso de la pierna de salto, intervención de la
pierna de impulso y de los brazos en salto de longitud–
permite la sumación de todas las fuerzas aisladas).
Técnica deportiva
se caracteriza por su
estructura en fases
se compone de
Tipo de aprendizaje
Capacidad de atención
(visual, cognitivo, Motivación
y de concentración
cinestésico)
Repertorio
Capacidad de movimientos
de aprendizaje
Aprendizaje
de técnicas
Experiencia
Tipos de lateralidad motora
1. Fase de acomodación al ejer- Transmitir las primeras represen- Las percepciones ópticas, acústi-
cicio planteado. taciones de la secuencia global cas, verbales y cinestésicas experi-
del movimiento; crear las condi- mentadas en esta fase provocan
ciones mediante ejercicios pre- los primeros campos de exci-
vios y habilidades básicas. tación, representaciones menta-
les del movimiento y modelos de
activación.
2. Fase de coordinación gruesa: la Las secuencias motoras se entre- “Fase de la irradiación de los pro-
secuencia motora adquiere sus nan “de forma global”, pero en cesos de estimulación”: extensión
primeras estructuras básicas condiciones reducidas, sin elabo- y predominio de los procesos de
globales. rar las características de fases ais- excitación frente a los de inhibi-
ladas o movimientos parciales. El ción en la corteza cerebral. El re-
objetivo de esta fase es el modelo sultado es una inervación exage-
básico global de la secuencia mo- rada y poco económica de la
tora. musculatura de los órganos eje-
cutores.
3. Fase de coordinación fina: las Se conserva el armazón básico En la “fase de concentración” los
diferentes fases del movimien- global de la forma gruesa, pero procesos de inhibición y exci-
to adquieren su estructura ci- se destacan fases concretas y tación convergen sobre los cen-
nemática y dinámica, y la se- “puntos de visión” de la técnica tros y órganos que interesa iner-
cuencia motora global es cada para su entrenamiento aislado. El var. No obstante, el sistema
vez más consciente. modelo motor es ahora el tipo global de inhibición y excitación
ideal de la técnica. Las condicio- permanece relativamente inesta-
nes de aprendizaje son relativa- ble y es susceptible de alteracio-
mente homogéneas. La modula- nes. Las secuencias motoras se re-
ción fina depende también en alizan bajo control sensorial,
alto grado de que el objetivo y el fundamentalmente óptico.
proceso del aprendizaje se hagan
conscientes. Modulación fina =
ejercicio consciente.
4. Fase de consolidación y estabi- Se consigue una secuencia moto- Los procesos de excitación e inhi-
lización: el sistema de las reac- ra estable, sobre todo con el ejer- bición se automatizan, de modo
ciones motoras se consolida, cicio en situaciones cambiantes y que se pueden efectuar secuen-
esto es, las secuencias motoras en condiciones de competición. El cias motoras sin una atención
son capaces de reaccionar y objetivo pedagógico es una capa- consciente sobre ellas. Los esque-
adaptarse frente a las influen- cidad elevada de reacción y adap- mas de inervación se “insertan”
cias procedentes del medio ex- tación ante la situación del mo- en la corteza cerebral. De esta
terno y del interno, y adquie- mento. Interesa igualmente el forma, la coordinación del movi-
ren una estructura estable. entrenamiento de una sensibili- miento se estabiliza y la atención
dad y percepción motoras a un al- se puede dirigir hacia otros facto-
to nivel. res del entorno.
Tabla 65. Resumen de los factores de la fase de aprendizaje, teniendo en cuenta aspectos del comportamiento, de la metodología del entrena-
miento y de la neurofisiología (de Martin, 1977, 216 s.)
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Las formas de manifestación correspondientes a este 3. Fase posmotora: evaluación del movimiento mediante
estadio son un empleo de fuerza exagerado y en parte una comparación entre los valores ideal y real, que sirve
erróneo, interrupciones en el transcurso temporal, ejecu- al mismo tiempo como base para elaborar un nuevo
ción angulosa del movimiento, ritmo de movimiento plan de movimiento.
equivocado (demasiado lento o demasiado rápido) y au-
sencia de precisión en el movimiento (cf. Rubinstein, La figura 386 presenta un resumen del proceso com-
1958, 682). plejo de una acción motora.
Las tres fases están imbricadas entre sí a la manera de
3. Fase de coordinación fina un ciclo regulador, que permite regular y conducir el pro-
ceso del aprendizaje motor.
Al final de esta fase de ejercicio y de corrección la tarea Por tanto, las tres fases revisten una gran importancia
motora se encuentra ya dominada en su estructura fina. para la corrección de los movimientos, y también para el
Las formas de manifestación correspondientes son un acto del aprendizaje.
empleo adecuado de la fuerza, ritmo y volumen de movi- En la primera fase se elabora un plan de movimiento a
miento idóneos, y flujo más intenso del movimiento. La través de la llamada síntesis de aferencias (recepción y va-
precisión creciente del movimiento se explica básicamente loración de todos los factores relevantes para el movi-
por la comprensión cada vez mejor de las informaciones miento). En la segunda fase, el movimiento se experimen-
verbales y de otro tipo. ta en una dimensión completamente nueva con su puesta
en práctica real (eferencia): las informaciones cinestésicas
4. Fase de consolidación, perfeccionamiento y disponibilidad y vestibulares crean el modelo motor interno, ampliando
variable así la base para la comparación valor ideal-valor real. Fi-
nalmente, en la tercera fase el movimiento efectuado se
En esta fase se consolida la coordinación más fina del
valora, para su corrección, a través del sistema de reaferen-
movimiento, que se puede aplicar también con éxito en
cias, y sirve como plan motor nuevo y mejorado para el
condiciones difíciles e inhabituales. La automatización
próximo intento. Por sistema de reaferencias entendemos
parcial del movimiento permite al deportista centrar su
la totalidad de retroinformaciones correctoras, proceden-
atención en los puntos críticos de la secuencia motora. Los
tes de los efectores del movimiento (músculos) y de los
síntomas correspondientes son la precisión, la constancia
analizadores del movimiento (v. pág. 486), que incluye re-
y la armonía del movimiento. La tabla 65 nos ofrece una
presentaciones subjetivas y objetivas del desarrollo del
buena visión global de las diferentes fases del aprendizaje,
movimiento.
los criterios metodológicos del entrenamiento a ellas aso-
Con la ayuda de un ejemplo ilustraremos brevemente
ciados y el transcurso neurofisiológico del proceso de
la secuencia funcional “aferencia – eferencia – reaferen-
aprendizaje motor.
cia”:
Una orden de la corteza cerebral –como resultado de
todas las informaciones recibidas para la elaboración de
Fundamentos psicomotores y neurofisiología un esquema de movimiento (la llamada síntesis de aferen-
relacionados con el aprendizaje del movimiento cias)– conmuta como eferencia en las células motoras del
(de la técnica) asta anterior de la médula espinal, y es transmitida a los
músculos. Al mismo tiempo, esta eferencia se almacena en
Fundamentos psicomotores la médula espinal.
Después de que la orden ha sido ejecutada vuelve a la
Para explicar el proceso del aprendizaje es necesario
médula espinal una comunicación sobre el éxito del proce-
exponer brevemente la secuencia de una acción motora y
so (reaferencia). Se compara con la copia de la eferencia. Si
su modificación mediante comparaciones entre los valores
coinciden la copia de la eferencia y la reaferencia, y por
real e ideal (impulsos de corrección).
tanto el valor real con el valor ideal, el movimiento efec-
Una acción motora –en nuestro caso la realización de
tuado se evalúa como correcto y sobran las correcciones.
una técnica deportiva– se puede dividir en tres fases:
Si la reaferencia difiere respecto de la copia de la eferencia,
1. Fase premotora: preparación de la acción elaborando un el proceso se transmite al cerebro como exaferencia (afe-
plan de movimiento (establecimiento del valor ideal). rencia nueva respecto de la realización del movimiento
2. Fase motora: realización del plan de movimiento. Expe- planeada en un principio), y éste puede intervenir como
riencia y vivencia de lo anticipado mentalmente. instancia correctora (cf. Keidel, 1973).
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Objetivos generales de
la acción
Procesos de regulación
Inicio del movimiento
y conducción
2. Plan de movimiento
Figura 386. Fases del proceso de la acción motora (modificado de Thomas, 1977, 288).
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Todas las acciones motoras sucesivas dependen direc- La formación de la memoria se basa en mecanismos de
tamente, según Anochin (1960, 66), de la dimensión de la adaptación neurofisiológicos complicados y no aclarados
reaferencia que informa sobre el éxito de la acción motora definitivamente hasta la fecha.
precedente. Se puede ver, por tanto, que la calidad de estas Según el estado actual de los conocimientos (cf. Matt-
informaciones retroactivas –determinada en gran medida hies, 1973, 531 y 1979, 179; Ott, 1977, 104; Kokonen,
por la experiencia motora disponible– influye de forma 1979, 50; Lössner y cols., 1979, 125; Rahmann 1979, 107;
decisiva sobre el proceso del aprendizaje. Voronin/Danilova 1979, 121 s.; Wenzel/Kammerer/Frots-
Las correcciones reaferentes para la optimización de cher 1979, 361; Kugler 1981, 5 s.), la formación de la me-
un movimiento pueden efectuarse, dependiendo de la si- moria, y en consecuencia también el aprendizaje motor, se
tuación, durante o después de la realización de éste. Ello puede explicar por procesos metabólicos neuronales, que
depende de la velocidad con que se ejecute el movimien- originan en último término alteraciones duraderas de las
to y del estado de rendimiento del deportista. En movi- membranas sinápticas, y por tanto una diferente permeabi-
mientos muy rápidos (de unos 100 ms de duración), el lidad para los diferentes aflujos de excitación (informacio-
inicio, la ejecución y el final están programados con ante- nes codificadas).
lación en el SNC, y los posibles factores de distorsión no Así pues, podemos definir el aprendizaje del movimiento
se pueden compensar mediante una corrección del movi- y de la técnica como un condicionamiento de enlaces si-
miento (v. Adler 1977, 485). Un ejemplo tomado del te- nápticos, que produce un nuevo reticulado de los sistemas
nis puede aclarar la cuestión: se ejecuta un drive con neuronales específicos del movimiento.
fuerza y sin efecto, y el contacto con el borde de la red La diversidad y el volumen de los procesos metabóli-
modifica de forma decisiva la trayectoria de la pelota. El cos neuronales en el transcurso del aprendizaje son ina-
tiempo para la reprogramación fue demasiado corto en barcables: en un segundo de actividad mental normal –un
este caso. aspecto del aprendizaje motor– se metabolizan en cada
En todo caso, la capacidad para ejecutar un cambio de célula del cerebro unas 15.000 moléculas de proteína
programa dentro de una realización motora planificada no (Kugler, 1981, 5).
figura en el programa de aprendizaje del principiante, sino La figura 387 ofrece un resumen de los procesos meta-
en el del deportista de elite. bólicos y estructurales que tienen lugar durante el apren-
Las tres fases mencionadas de la acción motora se suce- dizaje motor.
den con mayor velocidad en los deportistas de alto rendi-
miento, con un alto nivel de técnica, pues éstos poseen El aprendizaje del movimiento y de la técnica se basa en
programas completos y parciales ya disponibles, y aprove- procesos bioquímicos que discurren en estructuras ana-
chan mejor las informaciones de aferencia y reaferencia. tómicas jerárquicamente ordenadas (v. pág. 88), y que se
Por el mismo motivo, el deportista de elite puede encon- organizan, mediante alteraciones sinápticas, de forma
trar la respuesta “correcta” en situaciones desconocidas superpuesta en un reticulado específico de sistemas neu-
hasta el momento, pues para él el programa improvisado ronales.
sólo es nuevo en parte. Por el contrario, el principiante en
términos de técnica tiene que dominar un número sustan- La existencia de productos de síntesis que condicionan
cialmente mayor de “variables desconocidas” en situacio- la transmisión de información ha podido demostrarse de
nes no habituales, esto es, su comportamiento motor es forma convincente con el aislamiento de péptidos responsa-
mucho más susceptible ante los trastornos, pues sus movi- bles de alteraciones del comportamiento; pensemos en la
mientos poseen un menor número de componentes auto- “escotofobina”, aislada y producida de forma sintética por
matizados. Ungar (1973, 317). Desde entonces cientos de experimentos
han conseguido transmitir informaciones delimitadas y
aprendidas con ayuda de las sustancias condicionantes espe-
Fundamentos neurofisiológicos cíficas (cf. Gay/Raphaelson, 1967; McConnell/Malin, 1973,
(cf. Hotz/Weineck, 1983, 31 s.) 343; Fjerdingstad, 1973, 430; Domagk/Schonne/Thines,
1973, 419).
Formación de la memoria como punto central
del aprendizaje motor Memoria inmediata, memoria a corto plazo
y memoria a largo plazo
La memoria es indispensable para todos los procesos
de aprendizaje y de adaptación, pues toda modificación La existencia de la memoria inmediata –llamada tam-
del comportamiento se basa en una evaluación comparati- bién memoria de segundos– se atribuye sobre todo a proce-
va, una valoración y un proyecto nuevo. sos bioeléctricos que tienen su origen en los neurotransmi-
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Extrínseca
Asociaciones
Memoria Memoria
Percepción Memoria inmediata a corto plazo a largo plazo
Figura 388. Representación esquemática de las funciones de la memoria. Las informaciones extrínsecas (procedentes del exterior) e intrínsecas
(originadas en el propio encéfalo) (aflujos de excitación) desencadenan los diferentes procesos de la memoria (de Kugler, 1981, 9).
fa-MSH) o posterior (p. ej., vasopresina) de la hipófisis. To- desde el punto de vista del resultado, y ocuparán un tiem-
dos estos péptidos elevan la resistencia ante el olvido de ma- po mucho más reducido.
terias de aprendizaje; se diferencian sólo en la duración de
su efecto; algunos actúan durante horas (p. ej., ACTH), días La teoría de los “bucles largos”
(p. ej., DS1–15) o semanas (p. ej., vasopresina). El rendimien-
to de aprendizaje empeora en ausencia de estas neurohor- En el aprendizaje motor las células nerviosas del siste-
monas, o cuando su disponibilidad es reducida (cf. de ma nervioso central (neuronas) forman un reticulado es-
Wied, 1973, 373 s.). pecífico a través de sus uniones sinápticas. El hecho tiene
su expresión en la teoría de los “bucles del comportamien-
to” (cf. Hebb, 1949) o de los “bucles largos” (long loop; cf.
Los factores como el elogio, la riña, el estrés de aprendi- Grimm/Nasher, 1978, 75 ss.) (fig. 389).
zaje y la atención han demostrado su condición de re-
fuerzos positivos o negativos; la cuestión es interesante
para el proceso de aprendizaje motor y técnico. Su influ- Al inicio de un proceso de aprendizaje los aflujos de ex-
jo se plasma en la mejora o la inhibición de la síntesis de citación (informaciones) tienen que recorrer varias ve-
proteínas. Así pues, el elogio y la riña pueden tener una ces el bucle como “circuito reverberador”, provocando
expresión en formulas bioquímicas (cf. Kugler, 1981, 7). los estímulos sucesivos necesarios para la memorización
y fijando así el bucle (cf. Kugler, 1981, 5).
Entrada de
información
Figura 389. Ejemplo de un modelo de bucle, representado en un “circuito reverberizante” (de Kugler, 1981, 5).
Basándonos en la “teoría de los bucles”, podemos defi- determinado (output) desaparece el bucle, esto es, el circui-
nir de la siguiente manera el aprendizaje del movimiento y to sistémico; las neuronas quedan libres para emprender
de la técnica: otras tareas, esto es, quedan de nuevo disponibles para su
integración en sistemas funcionales nuevos.
Sobre la base de las explicaciones previas se pueden
El aprendizaje induce la formación y fijación de “bucles explicar también, de manera parcial, las diferencias en-
neuronales” específicos de los contenidos informativos; tre los individuos en cuanto a la velocidad del aprendi-
a través de mecanismos propios de la memoria, estos bu- zaje, y la razón por la que dicha velocidad disminuye
cles se almacenan para un tiempo más o menos largo, y con la edad. En el trasfondo causal se encuentra, desde
son por tanto recuperables. La expresión “pulir un mo- un punto de vista neurofisiológico (esto es, dejando al
vimiento” adquiere desde este punto de vista una di- margen los diferentes factores psicológicos, cognitivos y
mensión fisiológica evidente. emocionales que influyen sobre el proceso del aprendi-
Desaprender (olvidar) significa la desaparición de un bu- zaje), la diferente capacidad de síntesis de hormonas y
cle motor anteriormente creado. de proteínas.
El acto de reaprender se caracteriza por la sustitución de Las diferencias en cuanto a la capacidad de aprendizaje
un bucle fijado por otro bucle más o menos parecido, se pueden apreciar también en las curvas de aprendizaje in-
pero en último término nuevo. dividuales.
Curvas de aprendizaje
Los bucles, según Grimm/Nasher (1978, 75), tienen un
tiempo de existencia determinado por la fisiología. Se ac- Las curvas de aprendizaje son un método usual para vi-
tualizan a través de estímulos externos específicos (entrada sualizar la adquisición de habilidades motoras. Son repre-
de información sensorial), de la experiencia o del control sentaciones gráficas del número de intentos y de los rendi-
inconsciente. Una vez que se ha desarrollado un contenido mientos conseguidos, y se consideran indicadores de la
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capacidad de aprendizaje y del transcurso de dicho proce- alumno de aprendizaje rápido avanzaría rápidamente en la
so (cf. Cratty, 1975, 338/339; Singer, 1985, 36). tarea fácil. En cualquier caso, el profesor tiene que garanti-
Dependiendo de factores como los métodos de entre- zar una adaptación al proceso de aprendizaje individual.
namiento, la distribución de las sesiones de entrenamien- Las estimaciones erróneas y los procedimientos equivoca-
to, el tipo y nivel de la tarea o la edad del aprendiz, pode- dos condicionan el transcurso del aprendizaje o lo retrasan.
mos obtener, como indica la figura 390, curvas diferentes
para la misma tarea. Sobre el recorrido de las curvas influ-
yen considerablemente una serie de factores favorables Contenidos del entrenamiento general
–entre otros, el tipo de enseñanza (demostración/imita- y específico de la técnica
ción, explicación, permitir la experiencia o la sensación, v.
también fig. 391), el comportamiento del pedagogo (pa- Contenidos del entrenamiento general de la técnica
ciente, benevolente, cooperativo, comprensivo, etc.), el
entorno del aprendizaje (condiciones de aprendizaje y En el entrenamiento general de la técnica, la prioridad
aparatos óptimos, entrenamiento con amigos, ejercicios de corresponde a la formación multilateral. Se trata, por tanto,
carácter lúdico, etc.)– o desfavorables para el rendimiento de adquirir un gran número de técnicas aisladas sencillas o
–pedagogo antipático (al que inconscientemente se consi- de habilidades motoras, que puedan a su vez influir favo-
dera incapaz), entorno de aprendizaje inadecuado (insta- rablemente sobre el proceso de aprendizaje de técnicas es-
laciones deficientes, carencia de aparatos, condiciones cli- pecíficas y complejas, al tiempo que aumenta el número de
matológicas desfavorables, etc.) (cf. también fig. 390). contenidos de entrenamiento aplicables. La adquisición
consciente de una técnica nueva significa por lo general el
Las curvas de aprendizaje “auténticas” son extremada- aprendizaje de algunos movimientos desconocidos, como
mente difíciles de mantener. No existe “la” curva de componentes de la técnica que se quiere aprender; éstos se
aprendizaje. En el tipo de adquisición de la habilidad se combinan de una forma específica con otros componentes
refleja en todo momento la especificidad de la tarea o del de habilidades ya adquiridos (Harre, 1976, 191).
aprendiz (cf. Singer, 1985, 36/37). Para las diferentes modalidades esto significa, por un
lado, que se debe enseñar un repertorio de movimientos
extenso, que abarque varias modalidades, y por otro lado,
En relación con el tipo de aprendiz, las curvas A y D po- que también se tiene que aprender los llamados ejercicios
drían reflejar, respectivamente, un aprendizaje rápido y fundamentales de la propia modalidad, importantes para
uno lento, mientras que en relación con la tarea podría tra- el progreso ulterior. Por ejercicios fundamentales entende-
tarse de una tarea ligera y otra difícil/compleja; con esta úl- mos, de acuerdo con Harre (1976, 191), aquellos ejercicios
tima, el profesor debería tener la suficiente paciencia, y el que se pueden tomar como base para el aprendizaje de
Rendimiento
Número de ejercicios
Figura 390. Diferentes curvas de aprendizaje con propiedades características (de Singer, 1985, 37).
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Capacidad de asimilación
escucha, el 20 %
ve,
el 30 %
ve y escucha, el 40 %
él mismo dice,
el 75%
él mismo hace, el
90 % Figura 391. Mantenimiento del rendi-
miento (del aprendizaje) en función
del proceso de enseñanza.
muchos otros ejercicios. En atletismo se trataría de formas método global –como su nombre indica– plantea un apren-
básicas de carrera, salto o lanzamiento, en las cuales se tra- dizaje integrador. El movimiento se aprende en su totali-
bajan elementos básicos importantes como, por ejemplo, dad, por la vía directa. Este método resulta especialmente
el empleo bien coordinado de la pierna de salto, la pierna apropiado para las secuencias motoras sencillas y muestra
de impulso y los brazos, con contenidos de entrenamiento sus ventajas sobre todo en la “mejor edad del aprendizaje”
como carreras a saltos de extensión diferente, saltos con (aprendizaje a primera vista).
una pierna, etc., y como preparación para los ejercicios En el método analítico las secuencias motoras difíciles
que constituyen nuestros objetivos. y/o complejas se dividen en sus componentes funcionales
individuales –normalmente en la forma de una serie meto-
Contenidos del entrenamiento específico de la técnica dológica de ejercicios–, y se avanza en la dirección del mo-
vimiento global pasando de lo sencillo a lo difícil. Este mé-
El entrenamiento específico de la técnica se basa en las todo se debería utilizar en todos aquellos casos en que el
experiencias motoras del entrenamiento general de la téc- aprendizaje global resulte imposible o en los que el apren-
nica. Si en este último la prioridad correspondía a la adqui- diz desee conocer detalles exactos del movimiento profun-
sición de un gran número de habilidades (técnicas) moto- dizando sobre las relaciones causales (sobre todo en las
ras, ahora se reduce el abanico de técnicas específicas de edades juvenil y adulta).
cada modalidad, centrando el proceso de aprendizaje en el Por método de aprendizaje concentrado entendemos un
perfeccionamiento de un movimiento global y de sus dis- aprendizaje intensivo, ininterrumpido, y por método re-
tintas partes constituyentes. Esto se refleja también en la partido, un aprendizaje interrumpido varias veces. Cabe
elección de métodos y contenidos de entrenamiento, y en preguntarse si el primero resulta más conveniente para el
la elección de medidas metodológicas. proceso del aprendizaje deportivo; debido a la gran canti-
dad de variables, la cuestión no se ha podido resolver de
forma experimental; la única posibilidad ha sido exponer
Métodos del entrenamiento de la técnica las tendencias (cf. Goodenough/Brian, 1929, 127; Nieme-
(cf. Hotz/Weineck, 1983, 43) yer, 1958, 122; Merz, 1971, 434; Cratty, 1975, 357; Zies-
En el proceso de aprendizaje de la técnica distinguimos chang, 1977, 272).
por lo general el método global y el analítico y los métodos Al inicio de un proceso de aprendizaje de motricidad
del aprendizaje concentrado y del aprendizaje repartido. El gruesa –que involucra a grupos musculares mayores y está
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asociado a un número creciente de repeticiones y a una fa- descripción, la explicación y las instrucciones del movi-
tiga psicofísica creciente– se debería dar preferencia al miento.
aprendizaje “concentrado” (cf. Goodenough/Brian, 1929, Con el entrenamiento mental se puede intensificar y me-
127; Niemeyer, 1958, 122). Este inicio “concentrado” del jorar la representación ideomotora del movimiento, dado
aprendizaje nos permite, en contraposición con el “repar- el caso con la ayuda de textos acompañantes (v. también
tido”, una orientación suficiente hacia el objetivo de la se- pág. 555).
cuencia motora que se intenta aprender, garantizando así La figura 391 muestra que, pese a todas las ventajas de
una base idónea para la activación del proceso de la me- los diferentes métodos psicológicos, el rendimiento del
moria. Sobre esta base se puede pulir el bucle motor ya aprendizaje activo, desarrollado en la práctica, es el que
“registrado”, mediante efectos de reforzamiento mental presenta el mayor grado de eficacia.
consciente o inconsciente. En este sentido hemos de en-
tender también el fenómeno de la reminiscencia (cf. Reed,
1971, 151; Irion, 1972, 178; Foppa, 1975, 257) y la mejora Medidas metodológicas
del aprendizaje después de un descanso prolongado del
ejercicio, fenómeno conocido en la práctica del deporte. En el proceso de aprendizaje de la técnica, las medidas
No obstante, en relación con el inicio “concentrado” del metodológicas se distinguen en función de la fase del
aprendizaje hemos de tener en cuenta que conviene inte- aprendizaje (v. pág. 502) y de los objetivos. En la enseñan-
rrumpir el ejercicio al aparecer los primeros síntomas de za inicial de una representación motora, y en la posterior
fatiga; el descenso de la atención y de la capacidad de con- ejecución de la forma gruesa de la técnica, la prioridad co-
centración produce bucles motores menos precisos y rresponde al “ejercicio de asimilación” (cf. Martin, 1977,
debilitan o, en determinadas circunstancias, elimina 223), que debe ir precedido de una breve explicación, de
–inhibición retroactiva– la huella “buena” producida ante- una demostración práctica o de ambas como indicadores
riormente en la memoria (cf. Cratty, 1975, 400). Como de los objetivos.
continuación del inicio “concentrado” del aprendizaje po- Como característica de la fase de la coordinación fina
demos recurrir al aprendizaje “repartido”, pues ahora po- podemos señalar, además del entrenamiento consciente de
demos influir favorablemente sobre el avance del proceso la técnica deseada, la asimilación de indicaciones y correc-
de síntesis ya iniciado. ciones del movimiento cada vez más detalladas. Cuanto
Como métodos posteriores para el entrenamiento de la más exacta y clara es la representación del movimiento,
técnica –apropiados sobre todo para el entrenamiento es- mejor se aprovechan las indicaciones de detalle para su
pecífico– se utilizan el ejercicio diferenciado activo y el pa- perfeccionamiento. Así pues, las capacidades cognitivas de-
sivo. sempeñan un papel cada vez más importante en el proceso
Con el método del ejercicio diferenciado activo, el per- del aprendizaje.
feccionamiento y la estabilización de la técnica específica En la fase de estabilización, disponibilidad variable y
se entrena mediante una repetición activa continua de la perfeccionamiento técnico predominan las medidas meto-
técnica global (p. ej., salto de altura con rodillo ventral) y dológicas orientadas a la mejora del detalle, la adaptación
de sus componentes aislados, (p. ej., carrera de impulso – a condiciones inhabituales y la búsqueda de la solución
despegue – superación del listón – aterrizaje), en condi- motora idónea para cada individuo (pulido del estilo per-
ciones estandarizadas, modificadas o dificultadas. Así sonal).
pues, los contenidos del aprendizaje son el propio ejercicio
de competición y ejercicios específicos que ayudan a preci-
sar y a consolidar los detalles del movimiento. El problema de la multilateralidad
El método del ejercicio diferenciado pasivo incluye el y la especialización
entrenamiento mental, el entrenamiento de observación, la
información verbal y formas de entrenamiento compara- El entrenamiento de los niños –ya sea en la escuela o
bles (v. pág. 555 s.), que generan en el deportista procesos en la sociedad deportiva– es un entrenamiento multilate-
fisiológicos característicos del movimiento realmente eje- ral. Por su mentalidad, los niños “juegan bien en todas
cutado y complementan, pues, con eficacia el método acti- las posiciones y, dada la pulsión que sienten por el movi-
vo habitual. miento, su curiosidad y su necesidad de amenidad, apro-
Los contenidos de entrenamiento en la forma de trabajo vechan con entusiasmo toda oferta de movimiento nue-
de observación son películas de vídeo, demostraciones va.
prácticas, series de transparencias, etc. En el caso de la in- Los niños no son nunca especialistas, en el sentido que
formación verbal, el papel protagonista corresponde a la propone Lore Lorentz de este término:
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De equilibrio
De ritmo
De reacción
De diferenciación
De orientación-
capacidad
Necesidad de multilateralidad en las edades infantil
y juvenil
Fundamentos generales
Como muestran los estudios de Hasler (1989, 7), basta
con dos años de entrenamiento en sociedad deportiva para
que se produzca una diferenciación clara en las capacida-
des coordinativas. Dependiendo del perfil de exigencias de
la modalidad –en nuestro caso fútbol y gimnasia artística–, Figura 392. Cambio en las diferentes capacidades coordinativas co-
se produce una consolidación característica de capacida- mo consecuencia de un entrenamiento específico de la modalidad de
2 años de duración (de Hasler, 1989, 7). El 100 % correspondía en el
des coordinativas específicas de la modalidad (v. fig. 392).
test inicial a la media aritmética de los alumnos.
Los resultados de Hasler hablan en favor de una forma-
ción multilateral y polideportiva en la edad infantil.
Complementación
Equilibrado Distensión
Modalidad
Compensación deportiva Relajación
principal
Regeneración Recuperación/desconexión
Figura 394. La relación subsidiaria de
otras actividades deportivas en rela-
ción con la modalidad específica (mo-
dificado de Hagedorn, 1992, 51).
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Estructurar
Motivar Diferenciación
Modalidad
Transferencia específica Estabilización
Figura 395. Relación estructural entre
otras actividades deportivas y la moda-
lidad específica (modificado de Hage-
dorn, 1992, 51).
OBJETIVOS en el ENTRENAMIENTO
y la COMPETICIÓN
Personalidad
Identidad del yo
Modalidad
específica Figura 396. Vinculación entre la mo-
dalidad especial, otras actividades de-
portivas y la perspectiva del objetivo
(modificado de Hagedorn, 1992, 52).
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trenamiento de niños y jóvenes, con la mayor brevedad toda su vida, y se le puede comparar, según Hagedorn
posible y sirviéndonos de varios ejemplos. (1992, 52), a un jugador cuyo partido dura toda la vida:
“el que le fija en una tarea, el que le especializa de modo
Necesidad de multilateralidad desde el punto de vista unilateral, actúa contra la naturaleza. Esto vale sobre todo
antropológico para los niños y jóvenes, que tienen que explorar aún todo
El ser humano es, según Nietzsche, un animal “sin fija- su entorno, y cuyo repertorio de experiencias y comporta-
ciones”, sin la seguridad del instinto. No posee, por tanto, mientos es aún muy limitado”.
una motricidad hereditaria, sino que la adquiere a través La multilateralidad resulta necesaria también desde el
de las correspondientes acciones. Desarrolla un instru- punto de vista metodológico-didáctico: dado que los niños
mentario propio para dominar la vida y el mundo (cf. Ha- no son capaces de concentrarse mucho tiempo sobre una
gedorn, 1992, 51). “cosa” y que el entusiasmo por ésta decae rápidamente, en
La unilateralidad en la acción transmite una capacidad función de la “ganancia de placer” individual (diversión
de acción limitada en los asuntos humanos. Esta afirma- en la cosa), la necesidad de un entrenamiento (clase) ame-
ción tiene mayor vigencia en el caso de los niños y jóvenes, no y variado resulta evidente.
que deben aún explorar y experimentar todo su entorno.
Un entorno limitado, vivido de forma unilateral, reduce el Necesidad de la multilateralidad desde el punto
repertorio de experiencias y comportamientos. de vista anatomo-fisiológico
El organismo en crecimiento de niños y jóvenes necesi-
Necesidad de la multilateralidad desde el punto ta estímulos múltiples para desarrollar de forma armónica
de vista psicológico los diferentes sistemas orgánicos como, por ejemplo, el
Los niños agrupados en la categoría de superdotados, aparato locomotor activo (musculatura) y pasivo (huesos,
ya sea en el ámbito deportivo, musical o matemático, no cartílagos, tendones, ligamentos), el sistema cardiovascu-
sólo muestran, como se puede ver en varios estudios, un lar, el sistema metabólico y hormonal, el sistema nervioso,
cociente de inteligencia más elevado, sino que destacan etc.
también por su talento en múltiples campos (cf. Kamins- Las cargas unilaterales no pueden satisfacer estas exi-
ki/Mayer/Ruoff, 1984; Joch, 1992, 302; Hagedorn, 1992, gencias. Esta tesis quedará confirmada con la ayuda de va-
53; Bastian, 1991). rios ejemplos.
Según Hagedorn (1992, 53), estos niños disponen de un
repertorio léxico superior al promedio, no presentan rastro Multilateralidad y desarrollo de las estructuras del sistema
de enfermedad, muestran un comportamiento social positi- nervioso central
vo, son conscientes de valores y responsabilidades, carecen El moldeado extenso de las diferentes estructuras del
de arrogancia, cultivan muchas aficiones y tienen un com- sistema nervioso central sólo resulta óptimo si los diferen-
portamiento normal en el juego. Con esta apertura frente a tes componentes del encéfalo, los diversos órganos senso-
su entorno, y con un abanico de intereses múltiples, pare- riales, etc., reciben estímulos suficientes para su desarrollo.
cen seguir de forma ideal su destino antropológico. La figura 397 muestra que ambas mitades del cerebro
Una especialización precoz, con su “encauzamiento” presentan áreas funcionales diferentes, que deben valorar-
(estrechamiento) inmanente, restringe otras posibilidades se en el sentido de una división del trabajo. No obstante,
que en determinadas circunstancias hubieran sido venta- ambas mitades deberían entrenarse de forma similar me-
josas para un futuro prometedor (cf. Oerter, 1982, 8). diante el correspondiente ejercicio, con el propósito de
armonizar el desarrollo de las estructuras nerviosas cen-
Así pues, los padres y entrenadores que encauzan de for- trales.
ma precoz a los niños en una modalidad deportiva, pri- Como muestran los estudios de Schaefer (1987, 68) y
vándoles de esta multilateralidad necesaria, actúan con Haug (1986, 86), el número de células nerviosas (neuro-
estrechez de miras y con escaso sentido de la responsabi- nas) no cambia –como se pensaba hasta ahora– y lo único
lidad. que se produce es una atrofia de dichas neuronas por el
efecto de la edad. Aquí interesa señalar que esta atrofia só-
lo afecta las neuronas cuya intensidad de trabajo disminu-
Necesidad de la multilateralidad desde el punto
ye con la edad.
de vista pedagógico
En la comparación de las diferentes áreas cerebrales (v.
Desde el punto de vista de la teoría pedagógica nadie es fig. 398) llama la atención que en el proceso de envejeci-
completamente maduro. El ser humano aprende durante miento del área 6 –cuyo cometido tiene que ver con la mo-
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ÁREA 6
ÁREA 7
ÁREA 11
ÁREA 17
ÁREA 20
tricidad jerárquicamente superior– se produce una reduc- Las causas de estas alteraciones radican en las diferencias
ción significativa del tamaño de las células (en torno a un de actividad en el transcurso de la vida; los procesos de en-
35 %) en un momento muy temprano, entre los 25 y los 40 vejecimiento precoz en la corteza cerebral de motricidad
años de edad. Por el contrario, los cambios de volumen del superior se explican por el descenso de la actividad corpo-
área 7 (procesamiento sensorial) y 17 (corteza visual) son ral, esto es, por la debilitación del impulso de actividad
relativamente escasos (normalmente por debajo del 10 %). plena y fatigosa. Por el contrario, el hecho de que las áreas
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7 y 17 se mantengan casi sin alteraciones apunta a que el Como resumen podemos afirmar que:
hombre utiliza los órganos de los sentidos de forma conti-
nua y con independencia de la edad.
Los efectos indeseados de las cargas unilaterales sobre el
sistema esquelético, principalmente sobre la columna
Si transferimos estos datos al desarrollo del cerebro in- vertebral, obligan desde el punto de vista médico a plan-
fantil, vemos que aquellos componentes del cerebro tear una formación multilateral y bilateral, sobre todo en
que, por causa de una especialización unilateral, no tra- la edad del crecimiento.
bajan o no lo hacen en una medida suficiente, no se dife-
rencian ni se desarrollan de una manera óptima. Los ex- Tesis que avalan la necesidad de multilateralidad
perimentos con animales revelan, por ejemplo, que los
ratones, ratas, y también caballos y similares, presentan
una evolución completamente divergente en función de • El principio de la multilateralidad es, según Lehmann
que su crecimiento haya transcurrido en un entorno (1993, 42), el principio básico del entrenamiento de
unilateral (jaula, establo) o multilateral (vida en libertad niños y jóvenes (entrenamiento de base). Se corres-
y en el medio natural). ponde con las exigencias de desarrollo del organismo
en crecimiento, y su interés consiste en crear funda-
mentos de rendimiento extensos y multilaterales.
• La multilateralidad es una característica infantil: la
De estas premisas podemos deducir que el cerebro sólo
pulsión por el movimiento, la curiosidad y la necesi-
se desarrolla de una forma óptima si le llegan estímulos de
dad de actividad amena requieren una oferta de movi-
desarrollo a través de una oferta multilateral.
mientos multilateral.
• La multilateralidad es un principio director importan-
Multilateralidad y desarrollo del aparato locomotor
te de la psicología de la motivación y del aprendizaje.
Las cargas unilaterales actúan sobre el aparato locomo- • Una formación multilateral evita los fenómenos de es-
tor de forma unilateral. Podemos verlo con claridad en tancamiento, típicos del entrenamiento unilateral, que
una “modalidad de una sola mano”: el tenis. Los estudios se reflejan en forma de trazos horizontales en las gráfi-
ortopédicos y los síntomas radiológicos muestran que los cas de rendimiento (cf. Hirtz, 1985).
deportistas que han iniciado su carrera en el tenis a una • La multilateralidad impide la consolidación de dese-
edad temprana presentan una inclinación unilateral del quilibrios musculares, por lo que a largo plazo ejerce
hombro y de la pelvis, una diferencia de longitud de las un efecto de profilaxis de las lesiones.
piernas, una escoliosis de arco en C, y por otra parte una • La pretensión de multilateralidad debe incluir también
mayor mineralización y una musculatura más vigorosa en la de bilateralidad, especialmente en lo relativo al ma-
el lado del brazo que golpea (cf. Jones, 1977, 204; Stein- nejo de ambos pies y la lateralidad del giro (Oberbeck,
brück/Sommer, 1981; Sommer, 1984, 157; Mensing, 1991, 1989, 174).
45). No es de extrañar el elevado riesgo de lesiones que pa- • La multilateralidad en el sentido de la bilateralidad tie-
decen deportistas entrenados de forma tan unilateral. ne una importancia especial en el ámbito de la táctica:
Por ello, dos ortopedas de prestigio, Steinbrück/Som- un jugador que sólo sabe lanzar con una mano o rega-
mer (1983, 648), que asisten desde hace años a los jóvenes tear con una pierna será fácilmente previsible para el
de las selecciones inferiores de la Federación Alemana de contrario. La bilateralidad potencia las variantes de
Tenis, recomiendan entrenar el lado supuestamente más juego posibles.
débil en el tenis para evitar asimetrías corporales y los da- • La multilateralidad en el sentido de la bilateralidad es
ños que de ellas se derivan. en muchas modalidades y profesiones indispensable
para la capacidad de rendimiento deportivo o profesio-
Importante. La carrera continua sobre la pista (en atle- nal: un baloncestista que sólo regatea con una mano,
tismo) en el sentido contrario a las agujas del reloj produ- un futbolista que sólo dispara con una pierna muestra
ce ya desequilibrios musculares y por tanto lesiones en el rápidamente sus cartas al contrario y recorta sus posi-
ámbito de la pelvis (cf. Maule, citado en Oberbeck, 1989, bilidades tácticas. Un músico, por ejemplo, un pianis-
174). El atleta P. Mennea, poseedor de un récord mundial ta, que sólo pueda tocar con una mano dispondrá de
aún vigente, actuaba en consecuencia y entrenaba también muy poco repertorio; una secretaria que sólo utilice
corriendo en el sentido de las agujas del reloj para mejorar una mano para escribir no podrá ejercer su profesión
la fuerza y la longitud de la pierna izquierda (externa). por falta de velocidad en el teclado.
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Lateralidad
ma la atención sobre todo por el mayor grosor y firmeza de con todas sus fuerzas (de Schenk, citado en Schilling,
sus huesos y por la mayor fuerza de su musculatura. 1979, 36).
Acerca de la etiología de la lateralidad las opiniones son
aún divergentes en la actualidad (v. los resúmenes de
Lado Uso preferente Uso preferente
Oberbeck, 1989, 15-18; Späth, 1989, 31-33; Büttner, 1990, de la mano de la pierna
20-48). Los diferentes intentos de explicación se pueden (brazo de (pierna de disparo)
clasificar dentro de dos tesis principales: lanzamiento)
Fischer (1988, 116) explica el alto porcentaje de tenis- muy poco previsible para el equipo rival (cf. Büttner 1990,
tas, luchadores y boxeadores zurdos en la elite mundial 89). También se puede hablar del futbolista en términos
con el argumento de las ventajas tácticas y el efecto de la comparables.
sorpresa. Bisiacchi (1985, 512) considera una ventaja es- Pese a los intentos de aproximarse a la bilateralidad en
pecífica la reacción más rápida de los zurdos ante situa- el deporte, es lógico plantearse la necesidad y el aprove-
ciones de sorpresa. El hecho lo explica en términos chamiento de una mano dominante.
anatomo-fisiológicos, argumentando que el control de los
movimientos reactivos tiene lugar en el hemisferio cere- Un cambio de la lateralidad –p. ej., el cambio de la mano
bral derecho, esto es, en el mismo lado del área cortical con que se escribe– nunca debería ser obligado, pues se
motora del brazo izquierdo. Como la instancia de control pueden originar trastornos psicofísicos y una sensación
se encuentra en el mismo hemisferio cerebral que la mano de inseguridad.
izquierda encargada de la reacción, el cambio hacia el otro
lado –como ocurre al reaccionar con la mano derecha– re- La existencia de una mano dominante tiene sentido
sulta innecesario y se pueden ahorrar unas 4 milésimas de porque la adquisición de un nivel motor caracterizado por
segundo en el tiempo de reacción. Por este motivo, en su la reacción de tipo reflejo ante las más variadas exigencias
opinión, eran zurdos todos los participantes en los cuartos pertenece a la economía del comportamiento y de la acción
de final de los Campeonatos Mundiales de Lucha celebra- humana. Si no existe predominio de uno de los lados, el
dos en Clermont-Ferrand en 1981. tiempo de reflexión sobre el lado mejor capacitado para re-
No obstante, en el ámbito deportivo la condición de solver la tarea podría generar retrasos (cf. Oberbeck, 1989,
ambidextro resulta particularmente deseable, y el proceso 173). Son evidentes las consecuencias de dichos retrasos
del entrenamiento la favorece actualmente en todas las en el sentido de la profilaxis de lesiones o accidentes, pero
modalidades de mano y de pie. también en el sentido de obtener rendimiento; pensemos
Un entrenamiento bilateral puede contribuir al éxito en la necesidad de reacción “fulminante” cuando surgen
de forma decisiva en los grandes juegos de equipo, en las ocasiones de anotar en las modalidades de juego.
modalidades de lucha y en los juegos de devolución. Esto Por este motivo se debería favorecer, en los primeros
se explica, por una parte, por el efecto de sorpresa deriva- años de vida, la aparición de un predominio lateral funcio-
do de un cambio súbito de la mano o el pie de juego; asi- nal mediante los correspondientes ejercicios de habilidad
mismo, la capacidad para efectuar movimientos difíciles y de coordinación. En la posterior formación básica se de-
con ambos lados amplía la competencia de acción del de- bería intentar, según Oberbeck (1989, 173), que el grado
portista. En este sentido podemos mencionar algunos de asentamiento de la lateralidad se mantenga en el menor
ejemplos extraídos de la práctica deportiva: nivel posible, conservando, por tanto, una diferencia late-
Los movimientos de un central en balonmano capaz de ral escasa.
lanzar con ambas manos son mucho más difíciles de eva-
luar. Un boxeador habilitado para luchar manteniendo la La mejora de ambos lados resulta preferible frente a una
guardia con ambos brazos puede aniquilar los argumentos educación unilateral iniciada en un momento precoz
tácticos de su rival, y un jugador de voleibol capaz de efec- (Oberbeck, 1989, 173).
tuar el mate con el brazo izquierdo y con el derecho es
LATERALIDAD
DE ROTACIÓN-GIRO
Tabla 67. La agilidad dependiendo de diferentes niveles de capacidades sobre el ejemplo del esquí alpino (de Fetz, 1989, 177)
[%]
60
50
40
30
20
10
A B C D E F G H M
(DDD) (DDI) (DII) (DID) (III) (IID) (IDD) (IDI) (?)
19,1 26,2 31,2 9,8 3,1 2,1 2,6 1,5 4,4
11,0 23,8 46,7 3,1 1,3 0,9 3,5 0,4 9,3
10,9 2,2 67,4 4,3 4,3 0,0 6,5 0,0 4,3
4,3 34,8 34,8 4,3 0,0 0,0 0,0 0,0 21,8
Tipo de lateralidad
Figura 401. Tipos de lateralidad en el deporte popular y de elite (%) (de Oberbeck, 1989, 171).
Dado que las acciones motoras en el deporte están de- Tipología de lateralidad y proceso de aprendizaje motor
terminadas básicamente por el empleo de brazos y piernas
y por los giros del cuerpo, no es de extrañar que la tipolo- Una tipología de lateralidad determinada puede origi-
gía de la lateralidad influya decisivamente sobre la ejecu- nar en ocasiones problemas de aprendizaje. Así, según los
ción y la adquisición de determinados movimientos. estudios de Oberbeck (1989, 63), el saltador de pértiga del
Ejemplo: muchos atletas saltan en altura con la pierna iz- tipo A (DDD) tendrá en algunos momentos dificultades
quierda (por la preferencia de giro hacia la izquierda), pero para dominar este movimiento, pues la disciplina exige al
en longitud lo hacen con la pierna derecha. atleta diestro un salto con la pierna izquierda y un giro ha-
cia la izquierda en el momento del apoyo enrollante. Los
Atención. No existe lateralidad general independiente problemas de aprendizaje deberían, por tanto, examinarse
de una tarea específica (Oberbeck, 1989, 55). y abordarse también desde el punto de vista de la tipología
de la lateralidad.
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Las capacidades de fuerza –p. ej., fuerza máxima o resis- Mejora de la sensación motora cinestésica mediante
tencia de la fuerza– pueden transferirse desde los músculos el “aprendizaje de contraste”
que trabajan a los músculos simétricos que no trabajan.
Como muestran los estudios de Walters/Stewart/Leclaire Los movimientos corporales producen sensaciones ci-
(1960, 131) y Yasuda/Miyamura (1983, 321), la transferen- nestésicas. Los movimientos poco habituales (p. ej., lanza-
cia se encuentra en relación de dependencia con la intensi- miento con el brazo “débil”) provocan sensaciones cines-
dad: cuanto mayor es la tensión muscular, tanto más acen- tésicas especialmente intensas (Drenkow, 1961, 47). La
tuada es la transferencia (cf. también Thépaut-Mathieu, realización bilateral obliga a repensar el movimiento, lo
1993, 20). que incrementa la nitidez de la representación motora. La
Interesa señalar que los efectos de transferencia contra- aparición de una sensación de contraste claramente per-
lateral de la fuerza pueden aparecer también en los antago- ceptible entre la ejecución fluida del movimiento con el
nistas: si durante un trabajo rítmico de los flexores del bra- brazo favorecido y el movimiento “torpe” con el lado “dé-
zo derecho se tensa la musculatura de extensión del brazo bil” despierta los mecanismos motores automatizados. Es-
izquierdo, la fuerza del brazo derecho aumenta en un 39- to es válido también para los errores automatizados. El
42 % (cf. Adam/Verjoyanski, 1972, 74). mayor grado de atención necesario para aprender el movi-
miento en el otro lado permite corregir los errores ya puli-
Transferencia en los ámbitos de la velocidad y de la resistencia dos (Spille, 1959, 50; Fischer, 1988, 196). Aquí se abren
posibilidades de corregir errores inexplorados hasta la fe-
Los pocos estudios realizados en estos ámbitos permi- cha por la metodología del entrenamiento habitual y capa-
ten observar la tendencia a efectos de transferencia positi- ces de optimizar el proceso de entrenamiento, pues el rea-
vos; no obstante, estamos aún a la espera de una clarifica- prendizaje de movimientos erróneos es notoriamente más
ción definitiva (cf. Kuhn, 1987, 29). laborioso que el aprendizaje de movimientos nuevos (cf.
Büttner, 1990, 86; v. pág. 511).
Regeneración acelerada a través del llamado fenómeno
A modo de resumen podemos insistir en la necesidad de
de Setchenov
efectuar un entrenamiento bilateral en el deporte escolar y
El fisiólogo ruso Setchenov (1829-1905) descubrió a de club, sobre todo en la edad infantil y en un nivel de ren-
principios del siglo XX las regularidades de la regenera- dimiento bajo. La recomendación se ha de tomar en el sen-
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tido de optimizar el rendimiento, de prevenir lesiones a “regresión sensomotora”. Siguiendo a Ungerer (1970, 94),
largo plazo y de evitar desequilibrios musculares. Final- atribuimos la causa del colapso súbito de la estructura mo-
mente, este tipo de entrenamiento favorece también una tora a una exigencia excesiva generada por la información
formación global armónica a partir de un entrenamiento verbal. Medida contraria: limitación de las informaciones
unilateral, pues la especialización, en el caso extremo, pro- verbales y pausas suficientes para su procesamiento.
duce algunos efectos secundarios indeseados para el pro-
ceso educativo de niños y jóvenes. Exigencias de aprendizaje excesivas por fatiga
El entrenamiento intensivo de la técnica asociado a un
El problema del estancamiento en el desarrollo alto grado de fatiga física puede dar lugar al fenómeno de
de la técnica la “regresión motora por fatiga”.
La causa fisiológica de la regresión motora por fatiga,
En el proceso de entrenamiento de la técnica a largo que produce una degradación de la estructura motora, pa-
plazo se pueden observar, en todos los niveles de capaci- rece consistir, según Schmidtke (citado en Ungerer, 1970,
dad, períodos de estancamiento o de trazo horizontal de la 110), en el desplazamiento de los umbrales de excitación
gráfica (cf. Ter-Ovanesian, 1971, 4ª ed., 3; Tschiene 1976, de las fibras contráctiles durante la carga. La obtención del
1490). La figura 405 muestra el recorrido discontinuo del mismo rendimiento exigiría impulsos voluntarios cada vez
desarrollo de la técnica, así como las medidas selectivas más intensos, lo que tendría como consecuencia una fatiga
para influir sobre dicho desarrollo. cada vez más acentuada de los centros correspondientes y
un descenso de la capacidad sensomotora de aprendizaje y
Causas de los períodos de estancamiento de control. De esta manera se iría pasando de un escalón a
y posibilidades para su superación otro del aprendizaje, dejando incompletas las diferentes
formas de movimiento, y preparando el camino para la ca-
Saturación informativa del aprendizaje ída sistemática del rendimiento: los síntomas correspon-
En períodos de trabajo intensivo de la técnica y con dientes son pequeños cambios de las figuras y carencias
presión de tiempo se puede producir el fenómeno de la masivas en la ejecución del movimiento.
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Medida contraria a esta forma de regresión progresiva: motores con exactitud, sino que deducen las causas de és-
control meticuloso de su desarrollo, que permita recono- tos sobre la base de los conocimientos disponibles (Harre,
cerla a su debido tiempo. 1976, 194). La objetivación con la ayuda de grabadoras de
vídeo, película, etc., y los tests específicos de la técnica re-
Carencias de información sultan necesarios para obtener datos suficientemente pre-
cisos acerca del desarrollo de la técnica.
El progreso del aprendizaje de la técnica puede retra-
Si comprobamos que la técnica corresponde al “tipo
sarse debido a representaciones motoras erróneas: las co-
ideal” motor y coincide con las capacidades individuales
rrecciones e indicaciones acerca de los movimientos no se
del deportista, el desarrollo de la técnica motora deberá
pueden aprovechar porque no se comprenden.
proseguir más desde el punto de vista de los criterios
Medida contraria: controles de la comprensión, en-
“cuantitativos” (p. ej., fuerza, velocidad, etc.). En cambio,
cuestas y similares.
si la técnica no corresponde al “tipo ideal” motor y se apar-
ta en mayor o menor medida de las posibilidades indivi-
Carencias de motivación
duales del deportista, el desarrollo deberá enfocarse hacia
Los cambios de la actitud interna, una atención insufi- criterios “cualitativos” (mejora de la secuencia motora,
ciente y ciertas alteraciones anímicas intensas pueden dar etc.) (v. Djackov, 1973, 8).
lugar a esta “regresión motivacional”, que influye también En este sentido, la información retroactiva de control y
negativamente sobre el proceso de aprendizaje de la técni- su procesamiento desempeñan un papel especialmente
ca (cf. Ter-Ovanesian, 1971, 4ª ed., 3; Ungerer, 1970, 95). importante para el deportista, pues permiten mejorar el
Medida contraria: capacidad de empatía suficiente por funcionamiento del aparato regulador y adaptarlo a las
parte del educador. condiciones modificadas. Un deportista que no reconoce
sus errores técnicos y no recibe información sobre ellos no
Carencias de condición física puede mejorar su técnica.
Las capacidades físicas, como soportes de la estructura
dinámica de la técnica, están sometidas a unas regularida-
des distintas en comparación con los procesos de aprendi- Como resumen se puede decir que el trabajo de la técni-
zaje puramente sensomotores (necesitan períodos de desa- ca es básicamente un proceso de desarrollo continuo,
rrollo más prolongados); por este motivo puede darse una basado en las capacidades y habilidades motoras. Un
discrepancia entre las capacidades técnicas y la capacidad grado óptimo de rendimiento individual sólo se alcanza
de rendimiento físico, que tendría un efecto desfavorable si todos los componentes psicofísicos experimentan su
sobre el proceso de aprendizaje de la técnica. Medida con- correspondiente desarrollo.
traria: mejora general y específica de los componentes de-
ficitarios del rendimiento.
Para evaluar la técnica con mayor precisión interesa Para el entrenamiento de la técnica en el proceso a lar-
encontrar criterios, para ella y para su estructura dinámi- go plazo son válidos los criterios expuestos al tratar del
ca, que permitan objetivar el nivel técnico (v. pág. 502). En “entrenamiento de las capacidades coordinativas” (v. pág.
este sentido los criterios importantes son, según Djackov 492). El aprendizaje de la técnica ocupa un lugar de pre-
(1973, 16), la eficacia de los elementos clave en la cadena ferencia en el entrenamiento de niños y jóvenes. No obs-
cinemática, la fiabilidad y exactitud de los movimientos, tante, la técnica se continúa optimizando durante toda la
así como la automatización y la estabilidad de las destrezas vida, sobre la base de las capacidades y habilidades técni-
motoras frente a los influjos desfavorables, tanto internos cas ya adquiridas.
como externos. Como el hombre no es capaz de percibir En el ciclo anual, el entrenamiento de la técnica dura
más de unas 16 “imágenes” aisladas por segundo, ni si- todo el año, si bien se acentúa un mes aproximadamente
quiera los observadores ejercitados –en el ámbito del de- antes del período de competición (contenido principal de
porte, el entrenador– reconocen determinados parámetros las pretemporadas 2ª y 3ª).
PARTE III 499-543 30/12/04 08:03 Página 533
Táctica deportiva
se basa en
dificultades internas
Capacidades de regulación
se necesitan para superar
obstáculos externos
Figura 408. Tareas de las capacidades reguladoras (de Baumann, 1986, 137).
Dirección principal
de las acciones
tácticas
es y volitivas de la
ional per
oc son
s em alid
de Iniciativa, capacidad de decisión ad
alida
Cu Capacidad para imponerse
Capacidades
Capacidades intelectuales
sensoriales Capacidad de
Capacidad de pensamiento
Sensación de competición estratégico-
orientación
Capacidad de táctico
regulación Capacidad de
Capacidad de anticipación
diferenciación Capacidad
de decisión
Conocimientos estratégico-tácticos
Conocimientos sobre las reglas de
competición y reglas tácticas y
estratégicas
Conocimientos sobre condiciones
situacionales y de regulación