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LA UNIFICACIÓN ITALIANA

Tuvo tres fases:


-Primera fase: Estando dividida en siete estados había tres grandes proyectos: una
Italia en torno al Papa, una en torno al Piamonte (fracasado el intento de Carlos
Alberto en 1848-49) y una república a lo “Jóven Italia” de Mazzini.

-Segunda fase: (1849-1861).


A) Cavour, primer ministro de Piamonte (el “Bismarck” italiano) establece las
bases, que son: una Italia en torno a Piamonte, liberal, monárquica y con apoyo de
Francia pactado en Plumbiers.
B) En 1861, se creará el reino de Italia. Víctor Manuel II será su primer monarca.
La alianza obtiene las victorias de las batallas de Magenta y Solferino, firmando el
armisticio Napoleón III con Austria antes de incorporar Véneto, aunque sí habían
incorporado la Lombardía. Esto, fue visto como una traición por parte del
incipiente reino de Italia, a quien Napoleón III había prometido apoyar en sus
aspiraciones de unificar Italia. Ese año Parma, Módena, Toscana y Romaña
reclaman su anexión al Piamonte, tras sublevarse contra sus soberanos. Napoleón
aceptó la anexión a cambio de Saboya y Niza. Garibaldi, líder guerrillero defensor
de una Italia unida y de ideas revolucionarias y demócratas, se indignó con el
gobierno y sus pactos con Francia, y conquistó el sur con un ejército de milicianos
conocido como los mil camisas rojas. Las tropas de Piamonte fueron a su
encuentro para frenar su avance, temiendo que si Garibaldi triunfara y ocupara
toda Italia, Piamonte perdería el control del proceso de unificación, y pactaron la
anexión de los territorios del sur conquistados por previamente por este. El Reino
de Italia se proclamó en Marzo de 1861.
C) Se conquista el Véneto gracias a la guerra de Austria y Prusia de 1866.
Aprovechando el conflicto, el Reino de Italia se alía con Prusia, sabedores de que
podrán aprovechar la debilidad austríaca para atacar el Véneto e incorporarlo al
nuevo estado, cosa que finalmente ocurre.
En 1870 se aprovecha la guerra Franco-prusiana y la caída del II Imperio francés
para conquistar Roma, protegida por las tropas de Napoleón III, quien había
querido emular a su tío Napoleón y a Carlomagno erigiéndose en defensor del
Papa.
Conclusiones:
Nace un nuevo gran estado-nación europeo, casi al mismo tiempo que se produce
la unificación de Alemania.
El proceso de unificación es liderado por un estado italiano en concreto, de los
varios que existían antes de la unificación: el reino de Piamonte-Cerdeña, y su casa
real, los Saboya, serán la dinastía reinante.
El político que lidera el proceso desde Piamonte es el primer ministro piamontés:
Camilo Enzo Cavour. Al igual que Bismarck en Alemania, es quien diseña la política
exterior de Piamonte en el proceso de unificación.
El estado resultante es una monarquía liberal, con un sistema típico de los países
europeos de finales del siglo XIX; con sufragio censitario, poder compartido entre
el rey y el parlamento, reconocimiento de derechos fundamentales, igualdad ante
la ley, protección de la propiedad privada etc.
El nuevo estado, sin embargo, sufrirá de un tremendo contraste entre el norte rico
y el sur pobre, que se mantiene hasta el día de hoy. Los territorios del antiguo
reino de Nápoles y Sicilia llevarán un atraso importante, estando menos
industrializados, menos urbanizados y en los que las estructuras del estado a duras
penas se harán presentes. Esto provocará que gran parte de los habitantes de esta
región, conocida como el Mezzogiorno, emigren a América en busca de un futuro
más próspero, y que pervivan determinadas organizaciones paraestatales que
administrarán justicia y controlarán amplios sectores de la economía y la política
italiana la famosa mafia italiana.
El motor económico de Italia será, hasta el día de hoy, el norte desarrollado, que
generará un sentimiento de desprecio hacia el sur que será correspondido con un
gran rencor en los territorios del sur.

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