Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
www.librosalfaguarajuvenil.com/ec
ISBN: XX
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser ser reproducida, ni en todo ni en
parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en
ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso escrito previo de la editorial.
a todoMedía un como
el barrio metrosiquince,
fuera unpero atemorizaba
gig antón
gigantón de dos
veinte.
Recuerdo con claridad que, cuando todavía
no había aprendido a leer y escribir, ya era el rey
del grafiti callejero.
Era el último hijo varón luego de cuatro hi-
jas mujeres, en una familia de padre machista que
nunca perdió la esperanza de tener un sucesor que
llevara su nombre y apellido. Para diferenciarlos
diferenciarlos al
padre se lo conocía como Jaime a secas, y al hijo
como Jaimito Rodrigo.
Era un consentido insoportable y su mamá se
derretía de amor ante el único hijo varón. odos los
diminutivos estaban presentes a la hora de referirse a
él, y se pronunciaban con los labios apretados,
haciendo con ellos un pico, para que palabras como
profesora, la señorita
señorita Ana Lucía Escobar,
Escobar, en
en el día
del maestro. Cuando llegamos a la floristería, La
Enredadera se dispuso
tras tanto, halagó a mia preparar el ramo y, que
mamá diciéndole mien-
el
vestidoo azul que llevaba era muy
vestid muy bonito.
—Gracias —respondió mamá—, lo tenía
guardado desde hace muchos años y ahora ha
vuelto a ponerse de moda.
Entonces La Enredadera comenzó con su
blablá:
—Sí, tiene razón, las cosas vuelven a ponerse
de moda. Yo tenía un lindo pantalón anaranjado
que me regaló mi tía Esther que, por cierto, murió
hace tres años con un problema del pulmón porque
el marido fumaba mucho, casi una cajetilla al día; es
que él era muy nervioso porque trabajó 40 años
como controlador aéreo, porque le gustaban mu-
cho los aviones, él no tenía miedo como yo, que
cada vez que me subo me pongo a temblar y rezo
una oración a San Antonio, que es mi santo preferi-
do, porque todos en mi familia hemos sido muy de-
votos,
vot os, desde
desde que
que mi mam
mamáá le pidió
pidió que le hicie
hiciera
ra el
milagro de que mi hermana Judy consiguiera mari-
do, porque mi hermana no era muy simpática y ja-
más había tenido un novio, es que ella era muy
tímida y se había dedicado a los estudios, por eso se
graduó de licenciada en Educación, con las mejores
notas, y pudo conseguir un buen trabajo en el Mi-
rizabaApor
decir
serverdad, nuestro
el semillero barrio
de las no sereinas
futuras caracte-
de
belleza, pero aun así a mí me parecía que Jazmín
era linda. Edú, que se creía un experto en mujeres,
había diseñado un parámetro de medición de la
belleza femenin
femeninaa y,y, según
seg ún sus exigencias, había co-
co -
locado a Jazmín en la categoría «Discretamente
agradable, con un “no sé qué” que llama la aten-
ción si se la mira de perfil, entre la una y media, y
las dos de la tarde».
Y ese era, precisamente, el horario en el que
yo podía verla cuando juntjuntoo a sus tres simpát
simpáticas
icas
hermanas y su único e insoportable hermano re-
gresaba del colegio.
Edú y yo nos encaramábamos con puntuali-
dad sobre el tabique que dividía nuestras casas
para desde allí ver pasar
pa sar a las «florecitas», como
llamaban en el barrio a Margarita, Rosa, Violeta y
JJazmín.
azmín. Inevit
Inevitablemen
ablemente,
te, también teníamos que
ver pasar al insoportable Jaimitorrodrigo, que
acompañaba y «cuidaba»
«cuidaba » a sus hermanas.
—Apostemos que Jazmín me mira —decía
yo segurísimo.
—Dale, cuánto apostamos —respondía Edú.
—Cien dólares.
—¡Hecho!
ban y lloraban
ll oraban y lloraban como si no tuvieran otra
otra
cosa que hacer en la vida. La única manera de que
se callaran
sábado la descubrimos
en que papor pura
mamá las paseaba,
seaba, casualidad
a cada una en un
un
brazo, mientras ellas lloraban sin consuelo. En esa
caminata por toda la casa, mamá pasó por la sala
donde mi papá y yo veíamos la televisión. En ese
preciso momento
momento papá cambió
cambió de canal y apareció
apareció
en la pantalla la figura del presidente de la Repú-
blica en una de sus habituales cadenas nacionales.
Al verlo, Laura abrió los ojos como hipnotizada y
Lucía cerró la boca como si un ratón se le hubiera
tragado la lengua.
lengua . El milagro había ocurrido.
ocurrido.
Papá
Pa pá volvió al canal en el que estaban pasan-
do un partido de fútbol y mis hermanas retoma-
ron el llanto.
l lanto.
—¡Cambia! —suplicamos mamá y yo. Y
para nuestra
nuestra sorpresa el efecto se repitió.
repitió.
Cuando el presidente hablaba, todo el país
se ponía a temblar… pero en mi casa se respiraba
paz y tranquilida
tranquilidad.d. Afortuna
Afortunadamen
damentete para noso-
tros al presidente le encantaba salir en la tele. A
veces, cuando mis hermanas se ponían particular-
par ticular-
mente pesadas con su llanto interminable y todos
estábamos a punto de enloquecer, yo escuchaba a
mi papá decir:
—¡Por Dios! ue el presidente se compa-
dezca de nosotros. ¡Necesitamos
¡Necesitamos al presiden
presidente!
te!
—No entiendo.
—Mira… si estamos condenados a vivir en
un
ojos,barrio comoposible
es muy este, enque
quetarde
la máso linda tiene tres
temprano co-
mencemos a perder el buen gusto. ¡Eso pasa,pasa , Juan!
Juan!
Al principio las feas te parecen feas y punto. Pero
luego, casi sin darte cuenta, te comienzan a pare-
cer simpáticas. Días después ya te atreves a decir
«no es linda pero tiene un no sé qué». Y de ahí
en adelante todo lo que ocurre es peligrosísimo,
porque estás a punto de permitir que tu corazón
se acelere cuando ves pasar a la chica bigotona de
la esquina.
La calle lucía su decoración especial por Na-
vidad, en aquella época todos los vecinos invinvertían
ertían
en los adornos más coloridos y luminosos. Cuan-
do Edú y yo estábamos sentados entre los dos re-
nos navideños que mi mamá había colocado muy
orgullosa sobre el tabique, vimos que doblaban la
esquina las hermanitas Espinosa junto al microti-
rano. Jazmín venía unos pasos más atrás de los
otros, algo distraída, como si su cabeza estuviera
en otro lugar.
—Apostemos cien dólares que me mira
—propuse
—propu se sin que mis esperanzas decayeran.
—Pronto tendrás que vender tu casa para
pagarme, Juan, ¿por qué no te resignas a que nun- nun-
ca, nunca, volteará a mirarte?
—¿Nadie?
—¡Nadie! Por eso sería buenísimo que me
cayeras bien y que hicieras
narte mi confianza, ¿no lo crees? algún mérito para ga-
Me quedé pensativo y asustado por un mo-
mento, la seguridad y el tono de voz de Jaimitorro-
Jaimitorro-
drigo atemorizaban. Y estaba claro que solo podría
acceder a Jazmín si él me lo permitía.
p ermitía.
—Sí, claro, te entiendo.
Metí mi mano en el bolsillo del pantalón y
sentí la bolsita de tela en la que llevaba el corazón
de Jazmín. No sabía qué hacer.
—Bueno, entonces te pido de favor que le
digas a tu hermana que tengo su corazón. Ella
entenderá. Me gustaría mucho que me llamara
por teléfono, en este papel apun apuntaré
taré mi núme número.ro.
Dile que me llame a cualquier hora, estaré espe-
rando su llamada, ¿de acuerdo?
JJai
aimit
mitor
orro
rodr
drigo
igo to
tomó
mó el pa
papel
pel,, so
sonnri
rióó y di
dijo:
jo:
—Con mucho gusto le daré tu mensaje. Adiós
JJuuan
an,, y sa
salú
lúda
dame
me a tu am
amigigo…
o… ¿c
¿cóm
ómoo se llllam
ama?a?
—Edú.
—Sí, eso, salúdame a Edú, por favor.
Camino a casa me sentí preocupado, no ha-
bía podido cumplir mi misión aunque, en princi-
pio, me había parecido que llevarla adelante sería
tarea sencilla. Y lo peor de todo es que no estaba
seguro de haberle caído bien a ese villano.
al chifa,
chifa , porque le ofrecí al chino que le ayudaría a
barrer el restaurante.
—¡¿
—¡¿YY por qué
—¡Porque me haces
pagará!esoSi?!quieres ganar algo
eso?!
de dinero, él necesita alguien que le ayude a lavar
los platos.
—No,
—N o, gracias, lavar los platos del chifa es un
plan buenísimo para la tarde, el sueño de todo
adolescente, pero lastimosamente no tengo tiem-
po. engo
engo que ir a mi casa, a verver al presidente
presidente en la
tele para que mis hermanas no lloren… mamá irá
al médico a las cinco y tengo que quedarme con
ellas.
—¡Ese sí que es el sueño de todo adoles-
cente! Cuidar a dos bebés, con cambio de pañal
incluido. ¡Guácala! Pero cuéntame, qué querías
decirme.
Camino al chifa le relaté lo sucedido con pe-
los y señales. Siempre había confiado en el punto de
vista
vista de Edú. Au
Aunque
nque él era un titipo
po raro
raro,, me parec
parecía
ía
que tenía la capacidad para mirar ciertas cosas que
estaban más allá de las que yo podía ver.
Él movía su cabeza mientras me escuchaba,
pero no decí
decíaa ni una sola pal palabra
abra.. Caminamos
una cuadra completa, sin que él hiciera el míni-
mo gesto.
—¡Ya, Edú! Dime algo, me estás matando
de los nervios.
nes una
Él pista. Adiós,
se quedó en Juan.
la puerta de su casa mirando
cómo yo me alejaba por la calle.
cal le. De vez en cuando
volteaba y consta
constataba
taba que él seguía ahí, sin mover-
mover-
se. Al llegar a la esquina, me escondí detrás de un
auto y desde allí logré espiarlo.
El muy desgraciado sacó el papel del bolsillo,
bolsil lo,
lo rompió y lo tiró al piso.
Otra vez.
—Sí,
poco de sé que me
vergüenza, perhas
o… visto.
pero… A veces
no quiero siento
hablar un
de eso.
Yo estoy juntando dinero para otra cosa.
—¿Para qué?
—Es un secreto. Nadie lo sabe.
—Cuéntame,
—Cuénta me, los amigos nos guardamos los
secretos, ¿no?
Edú sonrió, volvió
volvió a mirar en su libreta y me
dijo:
mitad.—El
Por boleto
neccuesta
eso necesito dos mil,mucho,
esito trabajar y yaho,
muc casiJuan.
lleg oMu-
llego Ma u-
la
cho, mucho, mucho. Yo hago lo que sea para ver a
mi mamá.
Edú me llevó a su cuarto y sacó de una caja
un viejo juguete: un carro de policía a pilas.
—¿Y esto? —pregunté intrigado.
—Es aquí donde guardo mi tesoro, solo tú
lo sabes.
Decidíiban
mis ahorros acoger la sugerencia
de mal en peor. Lodeque
Edú,
meaunque
queda-
ba en reserva solo me alcanzaría para una tarde de
maquinitas… pero si con eso no lograba ganarme la
simpatía de Jaimitorrodrigo, tendría que agarrar la
escoba y ponerme a barrer el restaurante del chino.
Dos días después, en medio de los villanci-
cos que ametrallaban los tímpanos de todos los
visitantes
visitantes del centr
centroo comercial,
comercial, el microti
microtirano
rano y yo
puede—Nada, simplemente
haberse extraviado en elpienso que con
camino… el papel
tan-
tas cosas que usted tiene en su cabeza, con tantas
ocupaciones, con tantos papeles que de seguro
guarda en el bolsillo.
bol sillo. Es posible que una confusión
de papeles sea la responsable de todo.
JJaimitorrodrigo
aimitorrodrigo metió sus manos en los bol-
sillos, y de ellos sacó papeles de caramelos, chicles,
servilletas, etc.
—¿Kilo de abono?
—Sí, es el nuevo apodo que he inventado
para el micr
microti
otiran
rano.
o. Si tod
todas
as las her
herma
manas
nas tie
tienen
nen
nombre de flores, el papá es dueño de una floriste-
ría, el apellido de todos es «Espinosa»
«Espinosa» y a la madr
madree
la conocen como «La Enredadera»,
Enredadera», Jaimitorrodri-
Jaimitorrodri-
go debería tener un nombre
nombre acorde con el negocio
negocio::
«¡Kilo de abono!»
—Estáá bueno, pero sigue.
—Est sig ue.
—Bueno, eso fue todo, ella parecía contenta
con la nota que le escribiste. Por cierto, ¿qué decía?
—Ya sabes, Edú, cosas románticas, no re-
cuerdo bien pero decía algo como: «Mi corazón
también estaba partido, pero desde que vi el brillo
de tus ojos… ya no está partido».
—No suena muy romántico.
—Bueno, no sé, pero decía algo así.
El Plan B comenzó a funcionar a la perfec-
ción. Mientras yo engañaba al microtirano, Edú
me ayudaba
para enaamorara
removerdelasmí.emociones de Jazmín
que se enamorara
Luego de la nota que le envié, ella me escri-
bió su respuesta al correo electrónico.
ele ctrónico. Era una
una res-
puesta muy
muy escueta, pero dulce como ella:
Querido Juan:
Muchas
Mu chas gracias.
gracias. Mi
Mi corazón
corazón
está otra vez conmigo.
Me has
has hecho muy feliz.
Tu amiga,
Jazmín
Jazmín
presionan
presio nante)
te) globo en for
forma
ma de coraz
corazón
ón con un
unaa
flecha que lo dividía en dos y que decía «Sin ti ten-
go el corazón partido». an grande era el globo,
que la vendedora me dijo que necesitaría un día en-
tero para inflarlo. En un principio Edú quiso hacer-
se el loco, dijo que él no quería hacer papelones, que
no quería verse caminando por la avenida con un
globoo del tamaño de una nave espacial. Afortunada-
glob
mente, logré convencerlo prometiéndole que en esa
semana lavaría los platos por él en el chifa y le daría
el pago complet
completo.o.
JJaimitorrodrigo
aimitorrodrigo dijo que no estaba seguro
de querer acompañarme y yo comencé a sufrir.
—¡ienes que venir! ¡No te lo puedes perder!
—No quiero ir. Es que los perros no me gus-
tan, Juan. Yo prefiero los reptiles como los caima-
nes, los lagartos y los cocodrilos
coc odrilos asesinos. amb
ambién
ién
ciertos peces comoc omo las pirañas y los tiburones.
tiburones.
uve que prometerle que le compraría una
triple hamburguesa
no, para con triple Fuimos
que me acompañara. queso y atriple toci-
la cancha
del barrio y la verdad es que el concurso canino
estuvo triple aburrido.
El globo inmenso sería entregado, puntual-
mente, a las cinco. La vendedora se lo dejaría a
Edú en su casa para
pa ra que él se lo
lo llevara
lle vara a Jazmín.
Jazmín. Yo
le había pedido que llevara una cámara fotográfica
para que capturara
capturara su rostro
rostro sorprendido
sorprendido y feliz.
casa deEllos
cuarto día hice
Espinosa. El acopio de valentía
microtirano jugabay tenis
fui a
contraa la pared frontal de su casa.
contr casa .
—¿ué haces aquí? —preguntó sin siquie-
ra mirarme—, creo que fui muy claro cuando te
dije que no quería verte ni las pestañas por aquí,
basura.
—Bueno, mira, yo quería hablar contigo
porque...
ycuando
las bu él, orgulloso,
burlas
rlas la sacó
que se ganó. El arót
pasear.
ulo deodas
rótulo tolasque
tonto
ton risas
la
gente, imaginariamente, colgó en su frente. Nos
contó, además, cuando descubrió, graciasgracias a una des-
agradable evidencia, que Adelita no era hembra,
sino un macho muy impresionante... y cuando gra-
cias a un terrible aguacero su cebra se despintó.
—¡Se despintó! Las franjas blancas y negras
se escurrieron en un charco
charco gris.
gris . odos
odos en el barrio
—uiero
—Pero la bicicleta
es muy en una semana.
poco tiempo... sem
no ana.
puedo jun-
tar el dinero...
—Bueno, por si te sirve la información, te
cuento que Miguel Arcos, el chico que vive en la
casa #7, me ha pedido permiso para visitar a Jaz-
mín... y estoy pensando en la respuesta que le daré.
Miguel Arcos era un grandote, rubio, que
tenía 15 años y ojos azules. Color de ojos que en
90
91
juntar
junt ar los 800 dól
dólare
aress yo ha
habr
bría
ía te
tenido
nido que pedir
pedirle
le a
mi mamá que me adelantara ¡80 semanas!
Al día siguiente decidí ir a casa de Jaimitorro-
drigo y suplicarle un nuevo plazo. Fui dispuesto a
plantea
plan tearle
rle que quiz
quizáá en
en seis
seis mes
meseses yo
yo podría...
podría...
En eso estaba cuando
cuando al llegar
l legar vi el auto azul
de Miguel Arcos. Él y el microtirano escuchaban
música a todo volumen desde el interior.
Caminé furioso dispuesto a hacer respetar
mis derechos y cuando llegué di dos golpes en la
ventana
ven tana del auto que estaba semiabierta. Jaimito-
rrodrigo me saludó con c on una sonrisa
sonrisa hipócrita:
—Necesito hablar con usted.
Él bajó del auto y me pregunt
preg untóó qué quería.
—Un nuevo plazo, no puedo juntar el dine-
ro para la bicicleta en una semana. Necesito cua-
tro... o cinco meses más.
Soltó una carcajada de inmediato; se puso
serio, como un militar,
militar, y me dijo:
dijo :
Mike —¡Olvídalo!
me va a enseñarY aahora vete,
manejar que mi amigo
su auto.
Sí, eso era lo único que me faltaba para que mi
vidaa fuer
vid fueraa un desa
desaststre
re tot
total.
al. El tal Miguel (Mi
(Mike
ke
para sus amigo
amigos)s) te
tenía
nía pin
pinta
ta de galán y un au
auto.
to.....
ante eso yo no tenía posibilidades de ganar.
A cualquier persona normal le puede resul-
tar difícil conquistar a una chica linda, pero a mí
me había tocado la horrible misión de conquistar
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 91 1/21/13 12:00 PM
92
La decisión
94
El corazón partido
96
97
El 13 de febrero
99
100
101
14 de febrero
103
Jazmín
Jazm ín luc
lucía
ía fel
feliz,
iz, ni de cas
casual
ualid
idad
ad vo
voltlteó
eó a
mirar a mi casa.
casa . Me había olvidado con la misma ra-
pidez
pid ez que
que se ha
había
bía en
enam
amora
orado
do del galá
galánn del
del bar
barri rio.
o.
Imaginé que mi amigo
amig o Edú estaría trabajan-
do en el chifa o en cualquier otro lugar para sumar
algo a sus ahorros, de seguro no se habría dado por
vencido y conti
continuaría
nuaría reuniend
reuniendoo el dinero para
cumplir con su misión.
Vi a mi mamá caminando
caminando por la casa,
ca sa, prepa-
rando la comida para mis hermanas,
hermanas, arreglando su
ropa y la mía, revisando que no faltara nada en la
despensa... y no pude evitar sentirme un canalla.
Esa mamá en casa era lo que Edú había soñado por p or
años y yo le había robado su sueño.
Encendí la televisión porque no quería pen-
sar más.
A las tres comenzó un programa de concursos
que siempre me pareció horrible. Se llamaba Tardes
entre panas y tenía un animador gordo y sudoroso, y
una animadora
mientras
mient gorda
ras hablaban y ajustada.
a la cámara comoAmbos bailaban
si estuv
estuvieran
ieran en
una fiesta. Con sus voces estridentes alentaban a la
gente que había acudido, en vivo, a mirar el espectá-
espectá-
culo, para que aplaudieran como si estuvieran pre-
senciando el show más alucinante:
—Hoy es el Día del amor y la amistad, mi
querida Yeseña, y tenemos una tarde llena de sor-
presas para nuestros
nuestros amigos televidentes.
televidentes.
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 103 1/21/13 12:00 PM
104
—Así es Yónatan.
—Y tenemos muchos premios para los co-
razones enamorados, desde fundas de fideo, has-
ta jabón para lavar la ropa y dejarla de un blanco
reluciente.
—Así es Yónatan.
—Pero
—Pe ro el premio más importante, como cada
vierne
viernes,s, ser
seráá de mil dóla
dólares,
res, sí, mil dóla
dólares
res para quie
quienn
traiga a nuestro set un caso real de «Aunque usted
no lo crea».
—Así es Yónatan.
—Recordemos, querida Yeseña, que la se-
mana anterior el ganador fue el señor Rómulo Va-
ras que nos trajo una vaca que baila reguetón.
Invitamos a los televidentes a que participen en
nuestro concurso auspiciado por Licor Mi Com-
padre, con el que siempre
siempre pasas bien.
—Así es Yónatan...
En ese momento mamá entró entró a la sala y me
dijo
antesque
de tenía
las seisunay media,
cita conpor
el médico. «Volveré
favor, cuida a tus
hermanas;
herman as; por
p or si lloran, te dejo el video del presi-
dente sobre la mesa».
mesa ». Me dio un beso en la fren-
te y salió.
Seguí
Seg uí viendo el programa y a sus gordos ani-
madores invitar
invitar al público:
público :
—Si usted tiene seis dedos en cada pie, si su
abuelita cumplió 127 años, si usted puede silbar
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 104 1/21/13 12:00 PM
105
106
Yónatan y Yeseña
Yeseña me
me hicieron
hicieron una señal par
paraa
que me retirara del set. Pero yo no estaba dispuesto
a salir de ahí sin mi premio.
Pedí que en la pantalla auxiliar pasaran el vi-
deo del presiden
presidentete que yo había llevado, y mis her-
manas, instantáneamente se voltearon para mrarlo
y se quedaron hipnotizadas.
hipnotizadas.
—Apag
—A paguen
uen la imagen —pedí y de inmedia-
to mis hermanas comenzaron a llorar, ¡había fun-
cionado!
Hicieron el ejercicio cuatro o cinco veces,
entre las risas y los aplausos del público y, final-
mente, el jurado decidió otorgarnos el premio.
¡Yo estaba feliz! En lo único que podía pen-
sar era en darle ese dinero a mi amigo Edú... ¡en
pagar mi deuda!
deuda !
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 106 1/21/13 12:00 PM
107
Mamá
también, y yoestaba
estabaaseguro
puntodedequeregresar y papá
me colgarían
de los pulgares
pulg ares si se enteraban
enteraban de que había llevado
a mis hermanas a un programa de concursos.
No todo terminó
terminó ahí, yo seguía
seg uía atolondrado
con tanta gente alrededor y de pronto apareció en
escena un auto
auto grande, de vidrios negros, con luces
y sirena,
sirena, y del
del inter
interior
ior salieron
salieron dos señores vesti
vestidos
dos
de negro que me entregaron una invitación de la
Presid
Presidencia
manas,encia de la República.
mis papás República . ueríana un
y yo asistiéramos quealmuerzo
mis her-
con el presidente.
La gente del barrio estaba enloquecida... yo
aterrorizado.
De pronto vi llegar a mis padres, asustados
por el tumulto.
—¡¿ué está pasando aquí?! ¿Se quema la
casa? ¿Nos robaron?
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 107 1/21/13 12:00 PM
108
19 de febrero
110
lo queEltardó
presidente
en tomar apenas estuvo
una sopa con nosotros
horrible de color
verde.. Mis
verde Mi s papá
p apáss casi
c asi no pud
pudieron
ieron habl
hablarar con élél,,
porque
por que su
s u teléfon
tel éfonoo celul
ce lular
ar sonó
so nó mil
mi l veces
ve ces y la se-
se -
cretaria se lo pasaba siempre para que contesta-
ra. Luego se levantó, entró un fotógrafo, nos
sacó una foto en la que todos debíamos salir son-
rientes como si la comida hubiera estado delicio-
sa. Después el presidente salió del comedor
rodeado
sonreían por
muchosu secretaria y varios
y que a todo señores
lo que que le
él decía le
respondían «Sí, señor presidente; claro, señor
presidente
pres idente».
».
Días después decidí abordar a Edú, me colé
por la ven
ventana
tana de su cuarto por la noche, como
c omo lo
hacíamos desde que éramos niños pequeños, y lo
esperé sentado en el piso hasta que llegara de su
trabajo como lavaplatos.
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 110 1/21/13 12:00 PM
111
que noEntonces
me iré hasta que sepas
le conté todo para qué helavenido.
mi drama: compra
de la bicicleta, la presencia de ese insoportable con
cara de príncipe azul llamado Miguel Arcos, la cara
del microtirano cuando le dije que no le daría la
bici, la devolución y los doscientos dólares que pude
recuperar del abusivo vendedor.
—Nunca en mi vida me había sentido tan
mal, Edú. ee fallé y eso es algo
a lgo que aún no me pue-
Jdo perdonar
perdonar.
Jazmín,
azmín, y la .bicicleta
uería, de unaelvez
para por todas,
microtirano
microtir ll egar a
llegar
ano parecía
ser la única alternativa para conseguirlo. Por favor,
intenta comprenderme...
Edú no decía nada. Miraba al techo.
—Pero bueno... si te hace sentir mejor, te
cuento que Jazmín está saliendo con Miguel. Vendí
en 200 una bicicleta que me costó 800. ¡Pero he
conseguido el dinero que te debo...
debo... y algo
algo más!
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 111 1/21/13 12:00 PM
112
—¿Somos
de nuevo en mí? amigos otra vez? ¿Puedes confiar
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 112 1/21/13 12:00 PM
113
La reconstrucción
115
ví a cas
casaa de mi co
comp
mpañañer
eroo y le ped
pedíí a su he
herm
rmananoo qu
quee
hiciera una pequeña corrección. Él sacó sus instru-
mentos y me aseguré de escribir en un papel lo que yo
quería que él trasladara a mi brazo:
—Vas a poner antes del nombre GASNIN
la palabra ORU. Y al final vas a poner JA.
Con esa instrucción
instrucción clara, después de media
hora, salí de su casa con un tatuaje muy vistoso vistoso en
el que se veía un corazón y en su interior la frase
ORUGAS·NINJA… ¡mis ídolos! La separa-
ción entre
queño puntlas
ito.dos
puntito. palabras
¡uedó se resolvió con un pe-
p erfecto!
perfecto!
Una tarde me sorprendí cuando encontré a
Edú sentado
sentado en el borde de la pared de su casa.
casa .
—¿Vienes?
—¿V ienes? —me preguntó—
preg untó— ¡Como en los
viejos tiempos!
tiempos!
Me senté
senté junto a él sin decir ni una palabra.
palabra .
Así permanecimos más de cinco minutos hasta
que vimos aproximarse por la calle a una nueva
vecina—¿La
vecina.. has visto? —le pregunté para romper
el hielo.
—Sí… está linda, ¿no?
Él sacó su sistema de medición, la foto de la
gringa que llevaba en la billetera, y la comparó.
—No es Miss Universo, pero está simpáti-
ca. Mejor que cualquiera
cual quiera de las habitantes de este
barrio.
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 115 1/21/13 12:00 PM
116
nes… —¡¿res
adiós. hermanos?! Bueno, felicitacio-
Volteé a mirar a Edú y ambos nos quedamos
pensativos,
pensat ivos, en silencio.
silencio.
—Ya lo oíste, tiene tres hermanos.
Seguramente en ese instante pasó por su ca-
beza, como por la mía, la imagen de un Jaimito-
rrodrigo multiplicado por tres, ¡por tres!
Él volvió a sacar la foto de la gringa y dijo:
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 116 1/21/13 12:00 PM
117
Índice
Jazmín .....................
Jazmín ............................................
..............................................
............................
.....11
11
Mi amigo Edú ......................
.............................................
....................................
.............15
15
Microtirano
Microti rano ......................
.............................................
........................................22
.................22
La cebra .........................................
................................................................
............................
.....2626
El corazón partido .............................................
..................................................
.....3333
Operativoo pegamento ............................................39
Operativ ............................................39
Adelito....................
...........................................
..............................................
............................
.....4242
Operativoo corazón partido...............
Operativ partido....................................46
.....................46
Plan cine.....................
............................................
.............................................
..........................51
51
Operativoo mamá......................
Operativ .............................................
................................
.........5959
El plan B .....................
............................................
.............................................
..........................65
65
Loco de amor ......................................
...........................................................72
.....................72
El perdón .....................................................
..................................................................
.............8080
La segunda
seg unda condición .......................................
............................................
.....8989
La decisión.....................
...........................................
...........................................93
.....................93
El corazón partido .............................................
..................................................
.....9595
El 13 de febrero.......................................
febrero........................................................98
.................98
14 de febrero
febrero ........................
...............................................
.................................
.......... 102
19 de febrero
febrero ........................
...............................................
.................................
.......... 109
La reconstrucción
reconstrucción .......................
..............................................
........................... 114
OPERTIVO CORAZON PARTIDO.indd 119 1/21/13 12:00 PM