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INTRODUCCIÓN

Durante nuestra visita a la finca La Cascada, tuvimos la oportunidad de


sumergirnos en un ambiente que promueve la conciencia ambiental. Nos
impresionó especialmente la presencia de una huerta casera, donde se cultivan
semillas nativas y se utilizan abonos orgánicos. Este enfoque sostenible hacia
la agricultura nos mostró cómo es posible cuidar y preservar nuestro entorno
mientras disfrutamos de los beneficios de una alimentación saludable y
respetuosa con el medio ambiente.
Además de la huerta casera, pudimos aprender sobre las prácticas de
conservación del suelo y del agua que se implementan en la finca. Se nos
explicó cómo se evita la erosión del suelo mediante técnicas como la mínima
labranza y el uso de coberturas vegetales. También se nos mostró el sistema
de captación y almacenamiento de agua de lluvia, que permite aprovechar al
máximo este recurso natural tan vital.
Durante nuestro recorrido, también pudimos apreciar la diversidad de flora y
fauna presentes en la finca. Se nos enseñó sobre la importancia de preservar y
proteger los ecosistemas locales, así como el papel fundamental que
desempeñan las plantas nativas en el equilibrio del medio ambiente.
Además de las actividades relacionadas con la conciencia ambiental, tuvimos
la oportunidad de participar en talleres prácticos sobre cómo cultivar nuestra
propia huerta en casa utilizando semillas nativas. Aprendimos sobre la
importancia de utilizar semillas locales, adaptadas a nuestro clima y suelo, para
promover la biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria.
También nos sorprendió gratamente descubrir que todos los abonos utilizados
en la finca son orgánicos, provenientes de fuentes naturales como compost,
estiércol animal y restos de cultivos. Esta práctica no solo evita el uso de
productos químicos dañinos para el medio ambiente y nuestra salud, sino que
también mejora la calidad del suelo y promueve un ciclo sostenible de
nutrientes.

En resumen, nuestra visita a esta finca fue una experiencia enriquecedora que
nos mostró cómo es posible combinar la conciencia ambiental con la
producción de alimentos saludables y sostenibles. Nos inspiró a llevar estos
conocimientos a nuestras propias vidas y a compartirlos con otros, para
contribuir a la construcción de un futuro más sostenible y respetuoso con
nuestro entorno.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL
Divulgar y promover la importancia de la conciencia ambiental y la
implementación de prácticas sostenibles en la agricultura a través de la visita a
una finca que promueve una huerta casera con semillas nativas y abonos
orgánicos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Describir las prácticas de conciencia ambiental implementadas en la
finca, como la gestión adecuada de residuos y la conservación del agua.

 Explorar los beneficios de una huerta casera con semillas nativas, como
la preservación de la diversidad biológica y el fomento de la adaptación
al entorno local.

 Analizar el uso de abonos orgánicos en la huerta casera y su impacto en


la fertilidad del suelo y la salud de las plantas.

 Proponer recomendaciones para fomentar la adopción de estas


prácticas sostenibles en otras fincas y promover una mayor conciencia
ambiental en la sociedad en general.
DESARROLLO DE LA VISITA

El día 8 de noviembre se realizó una visita por parte de los estudiantes de la


Fundación universitaria de Popayán, en la cual tuvieron participación los
estudiantes de la carrera Ingeniería Agroecológica de los semestres I y II a la
finca La Cascada, ubicada en………… donde nos recibió el señor David Darío
Agredo quién inicialmente nos dio una charla sobre las Conciencia ambiental
(figura 1).

figura 1.Charla sobre la conciencia ambiental por parte del señor David Agredo.

Después de que se nos socializara la importancia de la conciencia ambiental, el


señor David nos llevó hacia en lugar donde nos mostró las variedades de
frutas(figura 2) que se cultivan en su finca, como la guayaba, níspero, limón,
piña, aguacate, guama, naranja, mandarina, y una fruta muy poco común, se
llama murey o murelia.
figura 2. Frutas que se cultivan en la finca.
Después de esto, nos llevó hacia la huerta casera (figura 3, 4 y 5)una huerta,
que se caracterizaba por la conservación de su suelo, y por la variedad de
cultivos que tenía en cada era, en la huerta encontramos cultivos como: maíz,
frijol, maní, arveja, cebolla, entre otras.

Figura 3,4 y 5 Huerta casera


También nos enseñó una forma de realizar abono orgánico (figura 6), una
forma fácil y amigable con el medio ambiente, el cual consistía en realizar una
primera capa de hojas secas, con el fin de que ayuden a retener los lixiviados
provenientes de los siguientes materiales, seguidamente se agrega estiércol o
abono de los animales encima de la cama de hojas secas, sobre este se
adiciona todas las arvense posibles, encima de esta ponemos otra capa de
abono o estiércol de los animales y muy importante agregar plantas
medicinales; se repite el mismo proceso hasta obtener una altura mínima de 50
cm, no hay necesidad de voltear este abono, ya que el mismo se descompone,
pasados dos meses este ya estará listo para aplicar a los cultivos.

Figura 6. Abono orgánico


CONCLUSIONES

La visita a la finca La Cascada fue una experiencia enriquecedora que nos


permitió aprender sobre la importancia de la conciencia ambiental y el cuidado
del medio ambiente. La huerta casera con semillas nativas y el uso de abonos
orgánicos demostraron cómo es posible cultivar de manera sostenible,
respetando la biodiversidad y evitando el uso de productos químicos nocivos.
Esta experiencia nos inspira a implementar prácticas similares en nuestras
propias vidas y promover un cambio positivo en nuestra comunidad.
Durante la visita a la finca, pudimos apreciar de primera mano el compromiso
de los propietarios con la conservación del medio ambiente y la promoción de
prácticas sostenibles. La conciencia ambiental era evidente en cada aspecto de
la finca, como la gestión eficiente del agua entre otras.

Uno de los aspectos más destacados fue la huerta casera, donde se cultivaban
diversas variedades de plantas utilizando semillas nativas. Esta práctica no
solo fomentaba la preservación de las especies autóctonas, sino que también
contribuía a la diversidad y resiliencia del ecosistema local. Además, se evitaba
el uso de semillas modificadas genéticamente, protegiendo así la integridad de
los cultivos.

Otro punto importante era el uso de abonos orgánicos para nutrir el suelo. En
lugar de depender de fertilizantes químicos, se utilizaban materiales orgánicos
como compost y estiércol animal. Esto no solo promovía un ciclo natural de
nutrientes, sino que también evitaba la contaminación del suelo y los recursos
hídricos con productos químicos dañinos.

La finca también servía como un espacio educativo, donde se realizaban


talleres y capacitaciones sobre agricultura sostenible y conciencia ambiental.
Esto permitía compartir los conocimientos adquiridos con la comunidad local y
fomentar un cambio positivo en las prácticas agrícolas tradicionales.

En resumen, la visita a esta finca nos dejó con una profunda apreciación por
las prácticas sostenibles y la importancia de la conciencia ambiental. Nos
inspiró a considerar cómo podemos aplicar estos principios en nuestras propias
vidas, ya sea a través de la creación de huertas caseras, el uso de abonos
orgánicos o la promoción de la educación ambiental. Con pequeños cambios
en nuestras acciones diarias, podemos contribuir a la preservación del medio
ambiente y crear un futuro más sostenible para las generaciones venideras.

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