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Salud

El peligro oculto de consumir cannabis

Si eres joven y te fumas un 'porrito' cada vez que tienes ganas, estás corriendo demasiados
riesgos

Cannabis y la baja percepción del riesgo


La mala información respecto a las drogas causan muchos
problemas entre los jóvenes, que confunden o no saben
diferenciar entre usos recreativos y terapéuticos…
Enviado por Salud Y Bienestar, mié, 26 ene 2011 15:30

Desde los diferentes planos de la intervención educativa y terapéutica de Dianova con los
adolescentes, sus padres, sus educadores, se ha podido comprobar que la información que
rodea al cannabis y a su consumo, llevan a la mayoría a conclusiones erróneas y a
posicionamientos maniqueos. Así opinan en Dianova, ONG dedicada a programas
innovadores en educación, juventud, prevención y tratamiento de adicciones.

La palabra "cannabis" se asocia a conceptos


contradictorios. Por una parte está el campo de significado
“negativo”: sustancia ilegal, puerta de entrada a otros
consumos; y en el positivo: uso terapéutico, sustancia natural.
Y en medio la mezcla y total confusión de ambos. Confusión
que no favorece a los más jóvenes, sean éstos consumidores de
cannabis o no.

La creciente información científica debería permitirnos, si está


debidamente organizada y apoyada por los medios de
comunicación, a que queden claros los puntos esenciales
relacionados con el consumo, y a obtener una definición social
equilibrada de esta sustancia.
Así, hay información que no tiene que dejar lugar a dudas. Ante todo, parece prudente que
queden explícitas las enormes diferencias entre el uso recreativo del cannabis y su uso
médico-terapéutico.

Tienen que saber los jóvenes que, en la actualidad, gran parte del cannabis que se consume
tiene poco que ver con el de hace años, pues se han desarrollado plantas de alto
rendimiento que multiplican por 3 ó 4 la proporción de sustancias psicoactivas (THC).

También, que una edad de inicio temprana en el consumo de tabaco, alcohol y cannabis es un
predictor de riesgo para el consumo de otras sustancias. Finalmente, tienen que saber que
existe evidencia científica de que el uso frecuente de cannabis interfiere en el desarrollo de
su cerebro, el cual no madura del todo hasta los 22 ó 23 años, pudiendo complicar patologías
mentales cuando existe predisposición a ellas.

Pero, aunque no parece que los mensajes alarmistas o la mera transmisión de información, si
se hace de forma aislada, ayuden a reducir la baja percepción de riesgo asociada a esta
sustancia (como así lo han demostrado los programas universales de prevención generados en
base a estas premisas), también sabemos que la percepción del riesgo puede ser determinante
para reducir la frecuencia de determinados comportamientos, y la aceptación social de los
mismos.

No tener miedo a las consecuencias del uso de una droga es un buen predictor del uso
posterior de la misma. Algunos autores señalan la clara relación entre la percepción de
consecuencias dañinas y de desaprobación social del consumo de cannabis, y la disminución
de todas sus frecuencias de uso.

Es necesario que sean puestas en marcha las estrategias informativas y educativas cuanto
antes, que permitan corregir la información sesgada orientada a minimizar la percepción del
riesgo asociado al consumo de cannabis, y que vayan dirigidas por una parte a los propios
jóvenes y por otra a todos los agentes (padres, sector escolar, sanitario, etc.) que están en
contacto directo con ellos.

Por: Lucía Muñiz. Responsable Observatorio Dianova.


Déjame que te cuente algo sobre... los Porros

Como cualquier tóxico, su uso continuado no es


inofensivo. Las investigaciones ya indican
algunos efectos psicológicos negativos aunque
se fume de vez en cuando y el uso prolongado
a largo plazo puede causar daños orgánicos Todas la drogas, incluido el hachís, tienen
permanentes al cerebro. También hay que tener en común que cuando son introducidas en
en cuenta la poca cantidad de producto activo nuestro cuerpo, llegan al cerebro a través de
(THC) que lleva el hachís que normalmente se la sangre produciendo entonces los efectos
vende en la calle y la cantidad de añadidos que provocan.
perjudiciales que le ponen.
La propia sustancia ya suele venir en condiciones poco higiénicas y con multitud de
sustancias contaminantes desde el país de origen. Suele estar adulterado para ocultar la poca
cantidad de resina de Cannabis que tiene y sacar mayor beneficio en su venta. Solo suele ser
hachís una cuarta parte o menos. Se mezcla con cualquier sustancia para “dar el pego” a la
persona que lo va a comprar, que piensa que está comprando una cantidad de hachís y lo que
en realidad está comprando es un poquito de hachís mezclado con estiércol, alquitranes, clara
de huevo, leche condensada, hena para el pelo. Para adulterarlo y ampliar su volumen y su
peso se emplea cualquier sustancia que vaya bien con su aspecto y su consistencia.
"Libertad es poder decir "si" o "no", lo hago o no lo hago, digan lo que me digan mis
colegas, esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y por tanto no lo quiero"

¿Cómo decir no?

Si algún amigo te ofrece una copa, un cigarrillo, un porro o cualquier otra droga…
RESPONDE: “No, yo prefiero…

1. Cuidar mi salud
2. Saber divertirme sin ellas
3. Tener amigos sanos e inteligentes
4. Hacer deporte
5. Respetarme a mí mismo
6. Demostrar que tengo mi propia opinión, que no me dejo influenciar por los demás

Diez cosas que es mejor hacer sin drogas

1. Pasarlo bien
Si usas drogas para intentar reirte, lo más probable es que los demás se rían de ti ya
que no actuarás con naturalidad. Para pasarlo bien, lo mejor es ser tú mismo, actuando
según tu forma de ser, de forma natural y con respeto.

2. Solucionar un problema
Las dificultades sólo se solucionan haciéndoles frente. Si usas las drogas como un
medio para solventar un problema te estarás creando otro.

3. Relacionarme mejor con la gente


La simpatía o las habilidades sociales no se adquieren por medio del uso de drogas.
Para relacionarse con las personas es mejor aprender y desarrollar conductas adaptadas
socialmente. Las drogas "no prestan lo que natura no da".

4. Evadirme de la realidad
Hay veces que la realidad que nos toca vivir es muy dura y momentáneamente
necesitamos evadirnos. Es mejor hacerlo mediante la práctica de un deporte, un
hobby o una afición; pero no con las drogas, porque corremos el riesgo de no
regresar a la auténtica realidad en la que vivimos.

5. Conocer nuevas sensaciones


El hombre siempre busca algo nuevo. Es algo innato. Las drogas nos enseñan 'cosas'
pero el precio que hay que pagar por ellas es demasiado alto. Es mejor recurrir a la
lectura, la imaginación, el desarrollo de la amistad y las relaciones interpersonales, el
conocimiento de uno mismo, etc.
6. Estar a la moda
Sinceramente, hay modas que es mejor no seguir. Así de sencillo. Tú debes ser el
dueño de tu propia moda sin dejarte presionar por nadie en cuanto a lo que debes y no
debes hacer. 'Que no te coman el coco' diciendo que esto o lo otro es lo último, la
novedad. Todas las drogas son muy antiguas.

7. Obtener mejores resultados académicos o deportivos


Tal vez mejores tus resultados eventualmente, pero a corto plazo notarás que la bajada
es mucho mayor. Además estás engañando a los demás con lo que pierdes credibilidad
y confianza en ti mismo. Es mejor un buen esfuerzo que un éxito no merecido.

8. Tener éxito con las chicas/chicos


Esto es algo deseable por todos, pero si alguien te ha dicho que con las drogas podrás
'ligar' más, te han engañado. Podrás estar más hablador o más risueño; pero solo serán
estados que duran muy poco tiempo. Es merjor ser hablador, jovial, entretenido por
naturaleza o aprender a serlo mediante el aprendizaje de habilidades sociales.

9. Integrarme en el grupo de amigos/amigas


Si para formar parte de un grupo necesitas tomar alguna droga es mejor que cambies
de amigos. Aquellos, en realidad no lo eran ya que no toleraban/permitían que tú te
comportaras según tus propios criterios.

10. Disfrutar de la vida


A todos nos gusta disfrutar, reir, pasarlo bien. La diferencia está en la manera que
utilizamos para ello. El uso de drogas altera nuestro comportamiento, el sentido de la
vida y modifica todas nuestras relaciones sociales y familiares. De este modo
difícilmente se puede disfrutar. Es mejor aprovechar y desarrollar al máximo las
posibilidades que cada uno tiene: su personalidad, sus amigos, sus cualidades, su
familia,...

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