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PABELLON 3 EVOLUCIÓN Y BIODIVERSIDAD

33.- Marcha de la evolución.

Está usted a la entrada del pabellón III, llamado Evolución y Biodiversidad,


en donde apreciará una colección de animales disecados que fue donada por
el Gobierno del Estado e Coahuila y también ejemplares de coleccionistas
particulares. Aquí también conocerá cómo la evolución ha jugado un papel
importante dentro de la historia y la vida para generar especies que se han
adaptado a diversas condiciones climáticas, desde las frías temperaturas hasta
los elevados grados centígrados del desierto. Aquí verá cómo el hombre desde
la prehistoria, se ha relacionado con el medio ambiente, y llegamos a la
relación actual entre hombre y naturaleza, en donde la transformación del
pensamiento ha permitido modificar los comportamientos de relación y
aprovechamiento de los recursos naturales, con lo que se ha hecho posible una
nueva forma de acercamiento, estudio y conservación de las especies que
existen en nuestros días.

Imagine vivos a estos grandes animales que tiene enfrente. Y más,


imagínelos caminando a un lado suyo, en este mismo territorio que ahora pisa.

Usted observa copias perfectas de un mamut, un mastodonte, un gonfoterio,


un gliptodonte, un tigre dientes de sable y de un oso cara corta, entre otras. En
estas tierras también vivieron las aves voladoras más grandes que han
existido, como los cóndores, la cigüeña gigante y los teratornis que alcanzaban
una envergadura de hasta 5 metros.

Si; ellos habitaron estas tierras miles de años atrás, cuando la naturaleza vivió
el periodo llamado Pleistoceno o la gran Edad del Hielo. Sus huellas
permanecen hasta nuestros días.

El desierto que ocupa la mayor parte de Coahuila es uno de los rostros de la


evolución y la biodiversidad. Las evidencias de la Edad del Hielo nos permiten
saber que este desierto es doblemente pródigo: alberga fósiles de seres
extintos y también especies que sobrevivieron y se adaptaron al nuevo medio:
el desierto.

Hoy, en el Museo del Desierto nuestro interés es conocer y proteger los


restos de la vida del pasado, pero sobre todo, poner en valor la vida que logró
adaptarse y ha permanecido hasta nuestros días.

34.- Edad de Hielo

A la izquierda puede usted observar un paisaje tridimensional en miniatura a


través de un cristal. Esto es una representación de cómo fueron algunos sitios
en Coahuila hace 13 mil años. Había bosques, lagos cubiertos de niebla y
pastizales. La temperatura promedio en el planeta era 10 grados centígrados
más fresca que la actual. Más hacia arriba de estas tierras, durante el último
glacial del Pleistoceno, la nieve y el hielo se acumulaban en extensas regiones
de Norteamérica. Al Pleistoceno también se le conoce como la Edad del
Hombre, pues es aquí donde hacemos nuestra aparición.

35.- Megafauna

Durante los máximos glaciares del Pleistoceno, el nivel del mar estaba más
de 100 metros por debajo que lo que se encuentra ahora. Durante el
Pleistoceno aparecen grandes especies, conocidas como megafauna por su
tamaño. Pero la megafauna no sólo está conformada por el mamut o el
mastodonte, el término mega también se aplica al caballo, al oso cara corta y al
tigre dientes de sable, que ejemplifica las enormes tallas desarrolladas por los
mamíferos durante la Edad de Hielo.

36- Intenso frió

Las glaciaciones no fueron un evento único del Pleistoceno, cada 250 mil
años hasta ahora, ha ocurrido un enfriamiento global provocado por la variación
del ángulo del eje de la Tierra, como si se inclinara un poco, y al ocurrir este
movimiento, hay una menor incidencia de rayos solares sobre la superficie
terrestre.

En el Pleistoceno ocurrieron varias glaciaciones seguidas de periodos de


clima cálido conocidas como interglaciares. Durante las glaciaciones el nivel del
mar bajaba y en los periodos interglaciares subía.

37.- Praderás y bosques

Si usted observa unos relieves que representan el territorio coahuilense y los


compara, podrá apreciar las diferentes etapas climáticas por las que ha
atravesado el territorio de Coahuila, y ver que no era tan caliente como hoy. El
clima era más frío y los bosques de pino y encino más extensos; en ellos
habitaban osos, grandes felinos y lobos. También había una vegetación de
pastizal donde vivían grandes herbívoros.

¿Y cómo es posible conocer el clima antiguo del Pleistoceno? Pues gracias


al estudio y fechamiento de los sedimentos de lagos y mares, al análisis de las
capas de los glaciares que se acumulan unas sobre otras como si fueran hot
cakes colocados uno encima de otro, y también, gracias al estudio del polen
fósil o de los anillos de los árboles, que guardan las marcas de los eventos que
ocurrieron, como incendios o periodos de sequía, entre otros.

38.-Llegada del desierto

En esta última representación del territorio coahuilense, puede ver el cambio


radical. Fue con la llegada de un clima más cálido y seco sobre el planeta, que
la megafauna no resistió; los animales gigantes que se alimentaban de plantas
desaparecieron.

Sobrevivieron quienes se adaptaron a las nuevas condiciones del


medioambiente: el coyote, el perrito llanero, el lince, el puma, la tortuga de
concha blanda, el lobo americano y el águila calva, entre otras.

También, en este nuevo clima se desarrollaron y adaptaron especies que


aún permanecen, como el bisonte americano, el oso grizzly, el oso negro, el
berrendo y el borrego cimarrón. Mire usted a su alrededor y verá algunas de
estas especies en procesión dentro de la gran marcha de la evolución que
exhibe este pabellón para usted.

39.-Evolución

Cuando el medio ambiente selecciona a ciertos individuos para sobrevivir y


elimina al resto, la especie se adapta con el tiempo. A este mecanismo se le
llama selección natural. Esta eliminación es algo habitual para la madre
naturaleza.

Esta famosa selección natural fue una idea que se gestó hace tres siglos ya,
en el siglo XIX, cuando los científicos se dieron cuenta de que las especies se
modificaban a través del tiempo. Sin embargo, fue Charles Darwin quién
encontró la explicación.

Darwin propuso que los individuos de cada especie eran ligeramente


diferentes entre si por casualidad, pero de vez en cuando, una de estas
modificaciones permitía al individuo sobrevivir y tener hijos que heredaban esas
ligeras diferencias que les daban ventaja en comparación con el resto de los
demás ejemplares de su misma especie.

¿Y usted cuánto tiempo cree que permanezca la especie humana en el


planeta?
40.- Extinción es para siempre

Una vez que una especie se extingue, es para siempre. Así de dramático es.
La extinción, dicen los expertos, es el fin de un grupo de organismos
emparentados, que puede ser una población o una especie.

La extinción puede darse en forma local cuando una o más poblaciones de


una especie desaparecen y una parte sobrevive en otros lugares. La extinción
se da en forma total cuando todas las poblaciones desaparecen; en este caso
la especie se extingue y es imposible recuperarla.

A veces, una especie aislada se transforma de acuerdo a su medio ambiente


y puede dar lugar a otra nueva especie. Así, aunque algunas especies
desaparezcan, surgen otras que las van reemplazando.

41.- Hipótesis de la extinción

¿Usted porqué cree que se extinguió la mega fauna en Norteamérica? Hasta


ahora los científicos han generado tres hipótesis:

1) Cuando el clima se hizo más cálido y seco, muchos animales fueron


incapaces de adaptarse.

2) Nuevas enfermedades traídas por animales que provenían de Asia y


Sudamérica mataron a la megafauna americana.

3) Al llegar, el Hombre se dedicó a cazar estos animales hasta que acabó con
ellos.

Lo más probable es que se hayan combinado estos tres factores. ¿Usted


qué dice?

42.- Sobrevivir en el desierto

Al final de la última glaciación del Pleistoceno, hace unos 10 mil años


aproximadamente, se extinguieron más de 50 especies de grandes mamíferos,
como los perezosos gigantes, los matutes y los caballos americanos, entre
otros.

Los animales más pequeños sobrevivieron y pudieron volver a ocupar


algunos de los espacios que la megafauna dejó vacíos, pero Norteamérica no
volvió a recuperarse jamás.
43.- África y Norteamérica

Norteamérica y África se parecían mucho a finales del Pleistoceno:


Imaginemos que las llanuras americanas, hace unos 13 mil años, lucían como
son ahora las sabanas africanas. Existían animales similares entre sí, algunos
de ellos emparentados, como los matutes y mastodontes americanos y los
elefantes africanos y asiáticos.

Ambos continentes tenían herbívoros como antílopes y cebras africanas, y


bisontes y caballos americanos. Existían carnívoros: leones y leopardos en
África, y felinos de dientes de sable en América.

En África los grandes mamíferos sobreviven hasta nuestros días y en


Norteamérica gran parte de la megafauna se extinguió.

Aquí puedes apreciar a una jirafa. Observa su cuello. ¿Sabías que el cuello
de la jirafa y el ser humano tienen el mismo número de vértebras en el cuello?
Son siete. Sin embargo, una sola vértebra de jirafa puede medir 40 centímetros
y la de un ser humano tres centímetros.

44.- Adaptaciones.

Una adaptación es cualquier cambio de la forma o del comportamiento de los


organismos que los hace más capaces para sobrevivir y reproducirse en su
ambiente. Las adaptaciones son un resultado de la evolución de las especies y
permiten a los individuos habitar en los ecosistemas obteniendo alimentos y
protección. También, las adaptaciones les ayudan a encontrar parejas con las
cuales tener más descendientes.

45.- Desierto helado

Generalmente cuando pensamos en un desierto, imaginamos sólo calor


extremo, sin embargo existen también desiertos congelados y desiertos
costeros. Y sí, los glaciales del polo norte son un desierto congelado.

En el Museo del Desierto exhibimos a los osos polares porque nos interesan
las conexiones de la vida en diferentes latitudes. Esta gran especie constituye
uno de los habitantes de mayor tamaño que viven en un desierto helado.

En nuestro desierto cálido, el desierto coahuilense, tenemos una especie de


oso más pequeña: el oso negro americano. Incluso, hay registros antiguos que
muestran la presencia del oso grizzli hace muchos años. Usted tiene enfrente a
ejemplares de estas tres especies: Oso polar, oso grizzli y oso negro.
46.-Cacería

En Coahuila, durante los últimos 12 mil años existieron grupos nativos que
cazaban, pescaban y recolectaban sus alimentos.

La cacería y la recolección jugaron un papel importante en la evolución de la


especie humana, en el caso de Coahuila, el Hombre en su adaptación al medio
tuvo que superar un entorno natural a veces hostil.

Hombres y mujeres elaboraron herramientas para la cacería, entre las que


destacan: el lanza dardos o atlatl, que era una especie de lanza pequeña y el
arco acompañado de la flecha. También pescaban con redes, flechas o
trampas.

Cazar era un esfuerzo que beneficiaba a la colectividad. No tenían propiedad


privada y todos trabajaban para el bien común.

47.- Cuatrocienegas

La vida se abre paso de maneras increíbles. Sepa usted que bajo el agua de
las pozas de Cuatrociénegas, Coahuila, persisten todavía formas de vida
similares a las más antiguas: Son los estromatolitos, colonias de bacterias que
fueron los primeros seres vivos. Fueron responsables en gran parte de producir
el oxígeno para que la vida lograra pasar de los océanos hacia la Tierra.

Este hermoso valle coahuilense se encuentra enmarcado por montañas que


se elevan hasta los 3 mil metros sobre el nivel del mar. Sus paisajes son
contrastantes: dunas de yeso y extensiones de suelos calcáreos que crujen al
pisarse.

Alberga más de mil especies diferentes de los seres vivos. De ellos, al


menos 56 son únicos: hay 23 tipos de plantas, nueve de caracoles, tres de
tortugas y otras más de ranas, culebras, escorpiones y camarones.

48.- Proyectos de investigación

En el Museo del Desierto nos distinguimos por realizar constantemente


investigación que generan nuevos contenidos en nuestras exhibiciones.
Nuestros paleontólogos descubren ejemplares fósiles, los biólogos encargados
de las cactáceas buscan formas para conservar las especies nativas y los
herpetólogos se introducen en cuevas y sitios arriesgados para encontrar en
las profundidades de la Tierra nuevos ejemplares de reptiles y anfibios. Hay
además, un intercambio constante con científicos de otros países a través de
nuestros convenios. Alemania, Suiza, Estados Unidos y Canadá son algunos
de los países aliados en esta tarea de la ciencia que ha logrado trascender las
fronteras geográficas en beneficio de la ciencia.

49.- Murciélagos

Si hay un animal poco valorado y eliminado a causa del desconocimiento


sobre su importancia, ese es el murciélago. Contrario a la leyenda del vampiro
chupa sangre, la mayoría de las especies de murciélagos se alimentan de
insectos, y en una misma noche, una colonia puede comer hasta 60 toneladas
de insectos nocivos para los cultivos.

Otros tipos de murciélagos se alimentan de fruta y ayudan a dispersar las


semillas, que son las primeras en germinar en zonas deforestadas.

Los murciélagos duermen de día y salen en la noche a buscar comida.


Tienen un sonar que les sirve para detectar obstáculos y para encontrar su
alimento, aunque también utilizan la vista y el olfato. Los murciélagos viven en
todo el planeta, excepto en los polos.
CÉDULAS TEMÁTICAS DE PABELLÓN III DEL MUSEO DEL DESIERTO,
2014

1. FIN DE LA ERA DE LOS DINOSAURIOS. INICIO DE LA ERA DE


LOS MAMÍFEROS

La Era Mesozoica, conocida como la Era de los Dinosaurios, es popular en el


mundo por la gran diversidad de reptiles de grandes tallas que habitaron el
planeta, seres que se extinguieron en su gran mayoría, hace 65 millones de
años.

Después del colapso de los dinosaurios, las formas de vida terrestres


principalmente mamiferoides, aprovecharon este vacío para iniciar la Era
Cenozoica, también llamada Era de los Mamíferos.

Sorprendentemente, las 10 familias de mamíferos se convirtieron en cerca de


82 familias en tan solo 10 millones de años de evolución. Hay historias
increíbles sobre la aparición y rápida evolución de miles de organismos, entre
ellos el rinoceronte lanudo, el tigre dientes de sable, el oso perezoso gigante, el
mastodonte y el mamut, seres que aparecieron en el Mioceno, un periodo que
finalizó hace 5 millones de años.

Hace 2.5 millones de años, al final del periodo Plioceno, debido a fuertes
variaciones climáticas, desaparecieron muchas especies. Y es también aquí
que inicia el periodo Pleistoceno, conocido como la Edad de Hielo, en la que un
primate avanzado del género Homo, buscaría dejar sus huellas.

CALENTAMIENTO GLOBAL

Los cambios climáticos no solo han ocasionado la extinción de numerosas


formas de vida en la naturaleza, sino también su evolución. Y entre las
especies que se han adaptado y sobrevivido, se encuentra la nuestra. A lo
largo de la historia del ser humano, hemos desarrollado instrumentos que
permiten adaptarnos a las condiciones climáticas imperantes.

Sin embargo, el calentamiento global es un fenómeno que requiere nuestra


urgente atención, pues si bien hay acontecimientos naturales que lo generan,
como los periodos de enfriamiento y calentamiento que ocurren en nuestro
planeta desde hace 3,000 millones de años, las actividades humanas son un
componente definitivo para explicarlo.

Con la Revolución Industrial, a mediados del siglo XIX, nuestra especie ha


incrementado en forma acelerada, prácticas que generan enormes
concentraciones de gases de invernadero y metano, creando una amenaza real
para el planeta.
VIVIMOS EN LA ERA CUATERNARIA

Actualmente vivimos en la Era Cuaternaria, una era que inició hace 2.5
millones de años. Pero ¿cómo seleccionaro n los científicos el inicio del
Cuaternario? Muy sencillo, fue considerando un hecho fundamental: el
momento en el que ocurrió una inversión del campo magnético del planeta.

El periodo Pleistoceno se caracterizó por una sucesión de glaciaciones y


periodos con temperaturas veraniegas. Estos cambios cíclicos ocurren debido
a que el eje de la Tierra no siempre ha apuntado en la misma dirección.

ASTRONOMÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Tres factores astronómicos cíclicos generan los cambios climáticos:

1.- Las lentas y regulares variaciones en el grado de inclinación del eje de la


Tierra y su órbita alrededor del Sol, generan efectos térmicos extremos (frío y
calor) conocidos como ciclos de Milankovich.

2.- La tierra gira sobre sí misma y oscila como un trompo a causa del
abultamiento ecuatorial provocado por las fuerzas centrifugas de su rotación.
Esto significa que el eje de los polos es variable y describe el movimiento de un
cono.

3.- La cantidad de calor reflejada por la Tierra se vuelve mayor con el aumento
de las superficies cubiertas por el hielo (el color blanco refleja el calor).
Teóricamente, la situación actual beneficiaría la formación de casquetes
glaciares, pero esta tendencia es contrarrestada por el calentamiento vinculado
a las actividades humanas como e l aumento de emisiones de gas de efecto
invernadero. También a esto se suma el calentamiento generado por la
proyección del sol sobre la corteza terrestre.

INTERCAMBIO DE VIDA DE LAS AMÉRICAS

Durante 60 millones de años, América del Norte y Sudamérica fueron dos


continentes separados; las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico se
mezclaban y Centroamérica aún no emergía. Debido a esta separación, los
mamíferos de Norteamérica evolucionaron de manera distinta a los de
Sudamérica. Animales y plantas estaban literalmente aislados.

Fue hasta hace aproximadamente 4.8 millones de años, cuando emergió


Centroamérica, que su masa continental formó un puente que unió a ambos
continentes. Esta conexión permitió migraciones de fauna entre ambos
territorios, acontecimiento conocido como Gran Intercambio Biótico entre las
Américas.

MEGAFAUNA EN MÉXICO

Nuestro país ha sido clave para entender la migración de especies entre


Norteamérica y Sudamérica, ya que existe una gran diversidad de fósiles que
dan cuenta de ella. Como ejemplo, tenemos la fauna del Terciario tardío que se
ha encontrado en el territorio de San Miguel de Allende, Guanajuato.

También aquí se han recolectado evidencias de fauna típica sudamericana


como armadillos gigantes, osos perezosos y roedores. Por su parte, en
Sudamérica hay evidencias de fauna norteamericana como caballos, osos,
elefantes, cánidos, ciervos y félidos.

Esta comunidad de mamíferos de grandes tallas y pesos a la que se le conoce


como megafauna, vivió en nuestro territorio hasta hace apenas 10 mil años.

DIVERSIDAD DE LA VIDA

La biodiversidad está conformada por el conjunto de todos los seres vivos de la


Tierra. Actualmente se conocen 2.5 millones de especies en el planeta, entre
las que nos encontramos los Homo sapiens. Cada día de nuestra vida,
recibimos los beneficios de la biodiversidad; es la fuente de todos los productos
necesarios para sobrevivir.

Sin embargo, los seres humanos nos alejamos de la compresión del mundo
natural que nos sostiene. Esta ausencia de reconocimiento de las raíces que
nos dan vida, generan actividades que afectan seriamente el funcionamiento de
los ecosistemas y la sobrevivencia de millones de especies.

Como ejemplo, tenemos lo que le ocurre a los manglares, ecosistema que


constituye una importante defensa contra tsunamis y huracanes: la ambición de
corporativos y la falta de freno por parte del gobierno, provocan que cada día
desaparezcan miles de árboles de mangle para dar lugar a grandes complejos
hoteleros. Esto deja sin hábitat a muchas especies de peces, crustáceos y
aves.

MARCHA DE LA EVOLUCIÓN

La gran diversidad de la fauna americana tiene sus orígenes en


desplazamientos e intercambios. Mucho antes de que llegaran los primeros
pobladores al territorio que ahora llamamos México, aquí vivían seres de
grandes tallas conocidos como megafauna: mamuts y mastodontes, camélidos,
perezosos de grandes tallas, gliptodontes, caballos y grandes felinos.

En aquel tiempo, hace 20 mil años, la geografía y el clima eran distintos. El mar
no ocupaba los niveles que ahora observamos. Antes, el nivel del mar se
encontraba más abajo, el clima era más frío y desiertos como Desierto
Chihuahuense, estaban cubiertos por pastizales y árboles.

El desierto que hoy ocupa la mayor parte de Coahuila es uno de los rostros de
la evolución y la biodiversidad. Miles de años atrás tuvo otro rostro: el
Pleistoceno o la Edad del Hielo. Las evidencias de de esta edad localizadas en
la entidad, nos dejan saber que este desierto es doblemente pródigo: alberga
fósiles de seres extintos y de especies que han logrado sobrevivir al adaptarse
al nuevo medio.

EXTINCIÓN DE LA MEGAFAUNA

La extinción más reciente de América sucedió hace 10 mil años. En


Norteamérica desapareció el 70 % de la megafauna. Existen varias teorías
para explicar esta desaparición masiva:

1.- Puntas de lanza y herramientas de piedra encontradas junto a restos fósiles


de grandes mamíferos, nos dejan saber que los homínidos cazaron la
megafauna hasta agotarla.

2.-Probablemente la llegada del ser humano y de otra fauna que migró al


continente americano, resultó fatal para las especies locales, ya que contagió
virus desconocidos, provocando su muerte en grandes pandemias.

3.-Otra posible causa es el cambio climático, el cual fue tan extremo, que los
grandes mamíferos no soportaron las alteraciones en la temperatura, ni
inundaciones, sequías o incendios.

4.-La cuarta explicación es combinación de los tres factores anteriores:


cambios climáticos, virus y humanos inconscientes estuvieron involucrados.

¿QUÉ ES UNA ESPECIE?

La especie es la unidad básica de la clasificación biológica, el nivel más


elemental que se le asigna a los organismos vivos que habitan el planeta.
Para identificar a las especies, se les asignan nombres científicos que
combinan dos palabras que tienen una raíz grecolatina o en latín. A esto los
científicos le llaman nomenclatura binominal: (bi: dos).

Por ejemplo, nuestra especie se llama Homo sapiens. Homo es el género, que
sería algo así como el apellido. La palabra Homosapiens corresponde a la
especie, que se podría comparar con el nombre propio.

EVOLUCIÓN

La Evolución es el proceso natural de cambios genéticos acumulativos,


mediante el cual se han producido las diferentes especies (géneros, familias,
etc.) que han poblado nuestro planeta a lo largo del tiempo geológico. El
estudio y desarrollo de la Evolución, se originó desde la segunda mitad del
Siglo XIX, y se basa una serie de hipótesis que han tratado de explicar los
cambios en los ancestros de los diferentes ascendentes y descendientes de las
plantas, animales, hongos, protistas y bacterias. Los científicos responsables
de esta importante teoría son los naturalistas ingleses Charles Darwin y Alfred
Wallace.

Aspectos principales sobre la Teoría de la Evolución.

Las especies animales y vegetales tienden a reproducirse con mayor rapidez y


abundancia de lo que es necesario, para mantener una cierta estabilidad en
función de las condiciones adversas del ambiente en donde se desarrollan
(depredadores, enfermedades, hambrunas, huracanes, etc.).

Existe una clara competencia por el alimento y el espacio vital entre las
especies, y también la hay entre los machos de una misma especie con la
finalidad de tener acceso a las hembras fértiles y así transmitir sus
características a las siguientes generaciones.

Dentro de los organismos de una misma especie existe significativo porcentaje


de variabilidad y esta posibilidad de cambio dentro de las características de una
población en ciertas condiciones de espacio y tiempo, llegan a propiciar la
aparición de nuevas formas (nuevas especies diferentes a los ancestros).

Dado a lo antes expuesto, en la lucha por la existencia, aquellos organismos


mejor adaptados a un determinado medio ambiente no solo son capaces de
sobrevivir simplemente, sino que son los que se reproducen
satisfactoriamente, transmitiendo sus características a sus descendientes
(sobre todo aquellas que les ayudaron a subsistir). Por otro lado, los
organismos que no cubren las condiciones de adaptación que permitan la
supervivencia de su linaje son eliminados de la población mediante un intenso
proceso de competencia al que Charles Darwin (considerado como el padre de
la Teoría de la Evolución) llamó la “Selección Natural”.

LA EVOLUCIÓN DE LAS IDEAS

El antiguo sistema de clasificación de Linneo impulsó a los naturalistas del siglo


XIX a pensar las formas en las que plantas y animales estaban relacionados.
Por su parte, la anatomía demostraba similitudes entre especies; y los fósiles
revelaron la existencia de seres ahora extintos.

En 1859 el campo de la biología sacudió al mundo: con la Teoría de la


Evolución formulada por el naturalista inglés Charles Darwin publicada en el
libro "Sobre el origen de las especies por selección natural", Darwin explicaba
cómo evolucionan los seres vivos luego del paso de largos periodos. Una de
las críticas a esta teoría, fue que no sugería un mecanismo por medio del cual
ocurrían las mutaciones.

Mientras Darwin publicaba su libro, el fraile austriaco Gregorio Mendel


intentaba descifrar las leyes de la herencia. Explicaba cómo algunas
características podían desaparecer en una generación y reaparecer en
generaciones posteriores. Sostenía que los rasgos de una generación pueden
"llevarse" al futuro, pero también pueden permanecer escondidos y "no
expresarse" por generaciones.

Más delante, en 1930, Thomas Hunt Morgan explicó el rol de los genes y
cromosomas en la evolución: los genes de cromosomas que existen en el
núcleo de las células, pasan información de generación en generación. Sostuvo
que las mutaciones necesarias para que la evolución ocurra, son "errores" en el
copiado de información de los genes. Así, algunas mutaciones producen
rasgos nuevos que dan al individuo ventaja sobre sus similares y tras una
acumulación de mutaciones, puede surgir una nueva especie.

ÁFRICA Y NORTEAMÉRICA

A finales del Pleistoceno, Norteamérica y África se parecían mucho: existían


especies similares entre sí, algunas de ellos emparentadas, como los matutes
con los mastodontes americanos, y los elefantes africanos con los asiáticos.

Ambos continentes tenían herbívoros como antílopes, cebras africanas,


bisontes y caballos americanos. Existían carnívoros: leones y leopardos en
África, y felinos dientes de sable en América.

En África los grandes mamíferos sobreviven hasta nuestros días y en


Norteamérica gran parte de la megafauna se extinguió. Si conocemos las
sabanas africanas, podemos imaginar cómo lucían las llanuras americanas
hace unos 13 mil años.

ADAPTARSE O DESAPARECER

Las adaptaciones son resultado de la evolución de las especies. Una


adaptación es cualquier cambio de la forma o del comportamiento de los
organismos que los hace más capaces para sobrevivir y reproducirse en su
ambiente.

Las adaptaciones permiten a los individuos habitar en los ecosistemas


obteniendo alimento y protección, y también, les ayudan a encontrar parejas
con las cuales tener descendientes.

Algunas especies se han adaptado para volar, otras viven bajo la tierra. No
importa cual estrategia sea mejor, siempre y cuando ayude a los seres vivos a
llegar a la etapa adulta para reproducirse.

EL CLIMA Y LOS PRIMEROS HOMÍNIDOS

Durante todo el proceso evolutivo del planeta, han ocurrido grandes cambios
climáticos. Hace aproximadamente 7 millones de años, el clima de la Tierra era
más cálido que en la actualidad. Fue en aquel tiempo de húmedos y templados
bosques tropicales, cuando empezó la andanza de los primeros homínidos.

El Pleistoceno que se caracterizó por un gran enfriamiento, que ocasionó la


aridez en el trópico, por lo que los bosques húmedos tropicales se convirtieron
en sabanas, es decir, en formaciones vegetales compuestas por árboles y
hierbas.

En ese periodo de enfriamiento y aumento de aridez en el que las selvas iban


ganando espacio, los homínidos ocuparon los bosques más secos. Así, en
nuevos paisajes, estos cazadores diurnos encontraron una mejor oportunidad
para atrapar a sus presas, haciendo posible el desarrollo de nuestros
ancestros.

EVOLUCIÓN HUMANA

La historia de la evolución humana inició en África en una historia que se antoja


imposible: hace 6 millones de años un bosque cubría lo que hoy es el desierto
del Sahara. En el actual Chad se halló al antepasado más antiguo de la
humanidad: Sahelantrhropus tchadensis. Sin embargo, los homínidos más
populares en el mundo son los australopitecos.
Y después, hace dos millones de años, en las sabanas africanas convivían tres
tipos de homínidos descendientes de los australopitecos: parántropos , Homo
habilis y Homo ergaster. Más tarde, algunos Homo salieron de África y se
extendieron primero por Asia y más tarde por Europa.

Hay un fósil muy famoso que perteneció a un adolecente que vivió hace más
de 1.5 millones de años; fue encontrado en el lago Turkana, en Kenia, África.
Pertenece a la especie Homo ergaster. Posiblemente fue esta especie la que
desarrolló las glándulas sudoríparas.

Por su parte, la especie Homo heidelbergensis ha sido localizada en Europa


hace 500 mil años. Y hace menos de 40 mil años, existieron dos especies de
homínidos: neandertales y cromañones (Homo sapiens). Ambos poblaron todos
los rincones de la Tierra y coexistieron durante 10 mil años.

CULTURA COMO ADAPTACIÓN

Desde la antigüedad, para sobrevivir, el ser humano ha incorporado estrategias


culturales a sus mecanismos de adaptación biológica, como es el caso de la
producción de herramientas para la cacería. Por ejemplo, las culturas
cazadoras-recolectoras de Coahuila, diseñaron herramientas como las lanzas
con puntas de pedernales que tallaban y afilaban para cazar matutes o
bisontes.

En el registro arqueológico, han aparecido herramientas más especializadas


como morteros excavados en la roca, raspadores y cuchillos; herramientas de
hueso, concha, madera y textiles.

CUATROCIÉNEGAS; LABORATORIO DE LA VIDA

La extraordinaria riqueza en especies de las aguas de Cuatrociénegas, muchas


únicas (endémicas), fue el factor esencial para que se decretará como Reserva
de la Biósfera en 1994.

Cuatrociénegas, Coahuila alberga uno de los sistemas acuáticos


conti ne ntales con ma yor diversidad y especies únicas (endé micas) en
el mundo. Su territorio se caracteriza por los ambientes acuáticos, entre
los que destacan hum edales tipo panta nos, comp lejos sistemas de
corrientes subterrá neas, ma na ntiales, canales, ríos, lagos y estanques
tempora les.

El valle de Cuatrocienégas funciona como un laboratorio natural para el


estudio de la evolución temprana de la vida en la Tierra, por lo que es
funda m e nta l para la astrobiología. Además, se sospecha que el tipo de
sales y la diná mica del agua podr ía n ser semejantes a las de Marte.

Cuatrociénegas se encuentra en el centro del estado. Abarca poco más de150


mil kilómetroscuadrados.Sualtitudpromedioesde735metros y está rodeado
por altas serranías que alcanzan hasta 3,000 metros de altura. Su clima es
muy seco, semicálido, con escasas lluvias en vera no y lluvia ocasional en
invierno.

CUATROCIÉNEGAS: EL PASADO AQUÍ

El Valle de Cuatrociénegas es uno de los pocos lugares donde una diversa


comunidad de fauna actual coexiste con estromatolitos vivientes, seres
característicos de la vida temprana en la Tierra, ya que aparecieron hace más
de 3,700 millones de años.

Sus aguas son muy pobres en nutrimentos, particularmente en fósforo. Aun así,
asombrosamente en ellas existe una población de algas y bacterias parecidas
a las que vivieron hace unos 540 millones de años (Cámbrico). En este
ecosistema acuático son las bacterias, y no las algas o plantas superiores, las
que forman la base de la pirámide alimentaria.

Las causas de la gran biodiversidad del Valle de Cuatrociénegas han sido


poco exploradas, pero se piensa que sirvió como refugio para la flora acuática y
terrestre durante las glaciaciones, brindando condiciones adecuadas para
mantener una inmensa diversidad de microambientes y organismos.

MÉXICO UN PAÍS MEGADIVERSO

Cada día de nuestra vida recibimos los beneficios de la biodiversidad, de ella


dependemos en forma absoluta. Entre más de 190 países, México ocupa el
quinto lugar entre las naciones más biodiversas.

Somos el segundo lugar mundial en reptiles, pues en México vive el 10% de


sus especies. Además, ocupamos el tercer lugar global, al albergar el 12 % de
las especies de mamíferos. Registramos el quinto lugar mundial en diversidad
de anfibios y plantas vasculares. Y ocupamos el octavo lugar en especies de
aves.

Este gran conjunto de seres vivos, organizado en ecosistemas y paisajes, es lo


que convierte a nuestro y al mundo, en un lugar habitable. Pero la influencia de
los seres humanos, cada vez más alejados de nuestras raíces naturales,
impacta seriamente los ecosistemas. Como resultado de nuestro estilo de vida,
hemos perdido variabilidad genética y numerosas especies de flora y fauna.
MENOS DESIERTOS SALUDABLES

Los desiertos, mejor conocidas por los expertos como zonas áridas o
semiáridas, representan más de 60 % del territorio nacional, esto significa que
un número importante de la población mexicana habita los desiertos, en donde
se forja parte de la identidad nacional. Consideremos por ejemplo, el
emblemático nopal del cual existen más de 100 especies, o la serpiente de
cascabel, también con varias especies.

Los hermosos desiertos mexicanos también son frágiles y se erosionan.


Nuestro país, hasta hace unas décadas, poseía 600,095 km2 de territorio
cubierto por este ecosistema, y hemos perdido el 15 %: hoy tenemos 508,958
km2.

Es en los desiertos, en donde anteriormente corría en manadas libres el


borrego cimarrón (Ovis canadensis), especie ahora reintroducida. Aquí también
se encuentran los coyotes (Canis latrans), o algunas cactáceas que crecen con
formas muy peculiares como los saguaros (Carnegiea gigantea).

DESIERTOS COAHUILENSES

Los 38 municipios de Coahuila son considerados zonas áridas y semiáridas


debido a que del total del territorio (15’157,800 hectáreas), el 85 % son
ocupadas por vegetación del Matorral y Vegetación de Desiertos Arenosos
(12’901,497 hectáreas) distribuido así:

Superficie en Porcentaje
Tipo de vegetación hectáreas

Matorral Desértico Micrófilo 3,828,415 25.26 %

Matorral Desértico Rosetófilo 4,819,460 31.80 %

Matorral halófilo y gipsófilo 863,179 5.69 %

Matorral Submontano 1,385,300 9.14

Matorral Tamaulipeco 1,925,489 12.70 %

Vegetación de Desiertos
Arenosos 79,651 0.53 %

12,901,497 85.11 %
En Coahuila hay además un índice de desertificación severo que se debe
combatir modificando nuestra relación de uso con la tierra, ya que la
desertificación no es un ecosistema desértico, es un proceso de degradación
de la tierra causado por actividades humanas como deforestación, incendios,
sobrepastoreo y abandono de tierras agrícolas. Esto propicia situaciones de
pobreza, migración y deterioro de la calidad de vida de las poblaciones.

LAS PRADERAS DE MÉXICO

Si disfrutas ver al perrito llanero mexicano (Cynomys mexicanus) o a la aguililla


real (Buteo regalis), debes saber que viven en los pastizales de México, junto a
otras especies de fauna, y también de flora, como el tradicional mezquite
(Prosopis glandulosa) y el álamo (Populus fremontii).

En el pasado, nuestro país contaba con 162,790 km2 de pastizales, hoy hemos
perdido el 37% de este territorio. Quedan 103,159 km 2. Es urgente comprender
que dependemos de la buena conservación de los ecosistemas para mantener
nuestra calidad de vida y la de las especies con quienes compartimos nuestro
país.

LOS BOSQUES TEMPLADOS DE MÉXICO

Hasta hace poco, México contaba con 439,556 km2 de bosques templados, hoy
en día hay solo 323,305 km2. Hemos perdido el 26% de ellos. Coahuila
resguarda una parte de estos bosques, en los que hay especies como el
guajolote silvestre (Meleagris gallopavo).

Sí, el guajolote fue reintroducidodentro del Área Natural Protegida Sierra de


Zapalinamé, debido a su capacidad de adaptación.Había sido extintoen el siglo
XVI por los colonizadores, quienes alteraron su hábitat al talar encinos en
exceso.

Otra especie de gran belleza es el lobo gris mexicano (Canis lupus baileyi),
extinto en forma silvestre. Por fortuna, el Museo del Desierto resguarda
ejemplares, en un esfuerzo de conservación coordinado por el Comité
Binacional para la Recuperación del Lobo Mexicano.

BOSQUE TEMPLADOCOAHUILENSE

En Coahuila estos bosques crecen en los cañones y zonas con una altura
superior a los 2,000 y hasta los 3,400 metros. Aprovechan así una mayor
humedad con clima templado semiseco o bien templado subhúmedo.
Se agrupan a lo largo de la Sierra Madre Oriental, en las partes llamadas:
Sierra de Arteaga, Zapalinamé, la Concordia y Parras. También hay en las
sierras de la Madera, Maderas del Carmen y serranías del Burro. Y en la Sierra
de la Paila, del Pino y de Santa Rosa hay superficies pequeñas.

En Coahuila los bosques templados cubren 354,661 hectáreas y están


integrados por: Bosque de pino y pino encino, Bosque de encino y Bosque de
oyamel. Se presentan en sistemas montañosos en altitudes

LOS BOSQUES DE NIEBLA

Como un poema breve sobre nuestro territorio, existe el 0.8 % de los bosques
de niebla, también llamados bosques nublados. En este espacioeleva el vuelo
el colibrí mexicano (Eupherusa cyanophrys) único en el mundo, se abren las
magnolias (Magnolias spp.) y crece el liquidámbar (Liquidambar spp.) con sus
cuerpos rodeados por la niebla. Aquí también se cultiva el café de altura de
mayor calidad en México.

Además, es un derecho civil disfrutar de la diversidad biológica. Y parte de esta


diversidad se encuentra en estos bosques que muestran cifras devastadoras:
México albergaba 30,882 km2 de bosques nublados, pero hemos perdido el
41%. Solo quedan18,252 km2.

LAS SELVAS HÚMEDAS DE MÉXICO

Un legado de México para el mundo es el cacao (Theobroma cacao), es el


chocolate en su estado de pureza absoluta, que ofrece altos beneficios
nutritivos y antioxidantes. Crece en la selva húmeda, un territorio que apenas
representa el 9.1% de nuestro país y que ahora se ha reducido casi a la mitad.

También las selvas húmedas albergan al tucán real (Ramphastos sulfuratus) y


a especies como la caoba (Swieteniamacrophylla), árbol que supera los 30
metros de altura, entre otras valiosos seres.

Con datos como estos entendemos que México sea considerado como un
centro de origen, diversificación y domesticación de plantas que alimentan al
mundo. Sin embargo, debido a las acciones humanas, ya solo tenemos el 4.1
% de selvas húmedas. Ya nos restansolamente151,511 km2.

LAS SELVAS SECAS Y LA IDENTIDAD NACIONAL

Se podría pensar, por su nombre, que en las selvas secas hay poco o nada, sin
embargo es un espacio donde viven desde hace miles de años, parientes
silvestres de cultivos que forman parte de nuestro imaginario nacional,
gastronomía, celebraciones y tradiciones: maíz, frijol y calabaza.

Este ecosistema cubre el 11.2 % del territorio nacional y abarca 164,357 km2.
Actualmente se ha perdido el 36% de nuestras selvas secas, vitales en la
captura de carbono, conservación de suelos.

Desafortunadamente, la selva seca es uno de los ecosistemas más


amenazados México y del mundo entero. Si asumimos que nuestra diversidad
cultural tiene su origen en nuestra diversidad ambiental, es fácil llevar a cabo
acciones individuales y colectivas responsables en el uso de los recursos.

UNA CUEVA Y EL CLIMA DE LA TIERRA

Todos los procesos en la esfera terrestre dejan su huella. El clima deja señales
en los anillos de los árboles, los glaciares, los corales y las estalagmitas.

En particular, las estalagmitas son obras maestras; su forma cilíndrica crece en


forma acumulativa resguardada por la oscuridad de las cuevas. Su proceso
involucra dos acontecimientos: la disolución de rocas calizas ocasionada por
las lluvias, y la filtración de agua que lleva el mineral disuelto al interior de la
cueva, en donde lenta y constantemente gotea, dando forma a la estalagmita.

El crecimiento de las estalagmitas está unido a las condiciones climáticas de la


zona en donde se encuentra la cueva. En promedio, una estalagmita crece
entre 0.005 y 1 milímetros por año.

Las estalagmitas poseen dos tipos de oxígeno: O-16 y O-18. La abundancia de


ambos, da información sobre la cantidad de lluvia y la temperatura promedio de
la cueva. Así, medir las variaciones del oxígeno a lo largo de la estalagmita,
conocemos la variación de lluvia y temperatura durante el periodo en que
creció. Con estos datos es posible reconstruir las condiciones climáticas del
pasado.

EL HOMBRE TEMPRANO EN MÉXICO

Investigaciones recientes arrojan evidencias de la presencia de homínidos en


Coahuila, el centro de México y Yucatán. Estos hallazgos colocan a México en
un lugar importante en el debate sobre la antigüedad de la presencia del
hombre en el continente americano.

Gracias a los restos de homínidos encontrados, es posible conocer con mayor


detalle, cuando ingresaron los primeros hombres a territorio americano.
Veamos parte de estos descubrimientos:
El conjunto de huellas humanas localizadas en el Valle de Cuatrociénegas,
siete especímenes humanos del Valle de México y diversas osamentas
encontradas en cuevas sumergidas de la península de Yucatán, tienen una
antigüedad que oscila entre los 13,000 y 4,500 años antes del presente. Estas
edades han sido obtenidas usando una técnica conocida como el método del
Carbono 14.

EL HOMBRE ANTIGUO ALREDEDOR DEL FUEGO

Los primeros homínidos que llegaron a México, conocían el fuego y además de


usarlo para preparar sus alimentos, alrededor de él se fortalecían los lazos de
la vida en comunidad.

Como expertos fabricantes de artefactos de madera, hueso o piedra, se


procuraban comida: su alimento dependía de la caza y la pesca; recolectaban
frutos, vegetales, semillas e insectos, entre otros.

Estos grupos eran nómadas y habitaban refugios naturales como cuevas y


abrigos rocosos. Si en su trayecto no encontraban estos refugios, construían
chozas primitivas con ramas cubiertas de pastos o pieles de los animales que
cazaban. Esto contribuyó a su sobrevivencia y les permitió protegerse de las
inclemencias del medio ambiente.

ES POSIBLE UNA VIDA SUSTENTABLE

Nuestro planeta y sociedad conforman un todo viviente, un gran ecosistema en


el que cada parte guarda una relación con el resto. Si comprendemos que
todas las comodidades de una vida en la ciudad provienen de la naturaleza, de
inmediato comenzaremos a ser responsables en el uso de cualquier recurso
que recibamos o compremos.

Es urgente apoyar desde nuestra vida individual y comunitaria, una sociedad


sustentable. La urbanización y desarrollo industrial deben vincularse
directamente con la naturaleza regional que les contiene.

Debemos pensar en desarrollo equilibrado. Sustentabilidad no es una palabra


de moda, es una palabra urgente y viva: significa diversificar las fuentes de
producción de energía.

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