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La Alegría de Jesús - Doreen Virtue
La Alegría de Jesús - Doreen Virtue
Doreen Virtue
Copyright © 2018 por Doreen Virtue. Todos los derechos reservados. Ninguna copia parcial
o entera de esta publicación puede ser reproducida, distribuida o transmitida en ninguna
forma y por ningún motivo, incluyendo la reproducción por fotocopias, grabaciones, o
cualquier otro método electrónico o mecánico sin el consentimiento previo del editor, con
excepción de citas textuales breves – debidamente señaladas – en artículos, revisiones, o
en ciertos usos sin fines de lucro permitidos por la Ley de Propiedad Intelectual y copyright.
Para solicitud de autorización, favor de escribir a Doreen Virtue a través de su cuenta en
Instagram. La Alegría de Jesús/Doreen Virtue.– 1era edición ISBN 978-0-692-12596-0 Imagen
de Portada basada en la pintura “La Visión de Jesús de Doreen”, del artista Howard David
Johnson. Diseño de Portada e interior por Christy Salinas; Escrituras tomadas de versiones
Reina Valera 1960, Nueva Versión Internacional, Nueva Traducción Viviente, WEB, bajo el
correcto uso de la Ley.
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INDICE DE CONTENIDO
Introducción.................................................................... 4
Capítulo Uno: Nunca Le Conocí ..................................... 8
Capítulo Dos: ¿Quiénes Eran Ellos? ............................... 16
Capítulo Tres: Buscando el Amor de Dios....................... 19
Capítulo Cuatro: Intersecciones...................................... 23
Capítulo Cinco: Elecciones...............................................27
Capítulo Seis: Las Estrella y el Universo. ........................ 34
Capítulo Siete: Las Cartas de Jesús................................. 36
Capítulo Ocho: Perros, Gatos, Cabras y Pollos…............. 41
Capítulo Nueve: Buscando Iglesia.................................... 44
Capítulo Diez: La Luz que Me Salvó ................................. 48
Capítulo Once: ¿Y Ahora Qué?.......................................... 53
Capítulo Doce: Guerra Espiritual……...................................61
Capítulo Trece: Siete Maneras de Combatir la
Guerra Espiritual ................................................................ 67
Capítulo Catorce: Vendan Todo y Síganme………………........ 77
Capítulo Quince: El Verdadero Jesús vs. Jesús de la Nueva Era ...83
Capítulo Dieciséis: Ángeles y Jesús ................................. 88
Capítulo Diecisiete: Jesús es el Camino..............................95
Acerca de la Autora...........................................................109
Recomendaciones de Películas Inspiradoras .............................110
Recomendaciones de Libros.................................................... 112
Recomendaciones de Sitios en Línea.......................................115
Aplicaciones Digitales............................................................. 116
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“Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es,
desbordarán de gozo.”
Jesús en Juan 15:11 NTV
4
A mí me tomó mucho tiempo entender y vivir este mensaje. Antes,
no sabía de la alegría que ofrece Jesús. Tenía una visión incorrecta
de Jesús y del cristianismo que me impedía conocer la verdad. Pasé
58 años buscando esta alegría, misma que finalmente encontré
cuando rendí mi vida a Jesús.
Este libro contiene las duras lecciones que aprendí y que hubiese
deseado que alguien me enseñara hace mucho tiempo. En este
camino conocí a gente que asocia a Jesús con culpa, miedo, reglas,
patriarcado y castigo. Personas para las que el cristianismo equivale
a señoras criticonas, pero eso sí, asiduas a la iglesia; pastores que
desaprueban todo y a todos; hipocresía, misoginia, elitismo,
sexismo, conspiraciones Bíblicas y cantos pasados de moda.
Yo carecía de una relación con Dios Padre, porque no lo conocía. Yo
creía que Dios era la energía del universo. Solía confundir al Creador
(Dios) con su creación (el universo). Así que Dios me parecía tan frío
y distante como los planetas y las estrellas. Sabía que Dios es amor,
pero un amor distante e impersonal.
Tampoco me daba cuenta de que podía compartir mis problemas
con Él. De modo que desarrollé una relación cercana con los ángeles,
porque ellos me parecían más accesibles y nada amenazadores.
Poco sabía yo sobre la importancia de ejercer cuidadosamente el
discernimiento, ya que algunos ángeles son en realidad demonios
disfrazados de seres de luz (2 Corintios 11:14). Aprendí a la mala que,
así como hay humanos hipócritas que aparentan ser una cosa
cuando en realidad son otra, lo mismo aplica en el mundo espiritual.
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Así como hay personas que van a la iglesia, pero en realidad son
malas, también hay espíritus que pretenden ser buenos y en realidad
son malvados. Cuanta verdad hay en la frase que dice “no todo lo
que brilla es oro”.
La buena noticia es que, así como hay oro falso, también lo hay
verdadero. El tesoro verdadero está disponible para todos en Jesús.
Tres eventos hicieron que mi corazón saltara hacia los brazos
abiertos de Jesús:
• Cuando leí completos los Evangelios durante mi investigación para
desarrollar las cartas de “Palabras de Amor de Jesús”, me di cuenta
de que mis creencias sobre Jesús no eran correctas.
• Experimenté una visión de Jesús que me cambió la vida, y que
ocurrió el 7 de enero de 2017, mientras asistía a la iglesia. Cuando vi
a Jesús, supe sin lugar a duda que todo lo que estaba escrito sobre Él
en la Biblia era exacto y verdadero. También me enamoré de Jesús,
al punto de estar dispuesta a cambiar toda mi vida con tal de
seguirle. Podrán leer sobre esta experiencia más adelante.
• Comencé a leer y a estudiar la Biblia completa (antes solamente
había leído pasajes al azar) en un formato que se llama “La Biblia en
un Año, Nueva Traducción Viviente”. Esta versión de la Biblia se
divide en lecturas diarias escritas en un lenguaje moderno y
accesible, de modo que se puede entender mejor y motiva a
completar el libro entero en un año. También tomé, y continúo
tomando, muchos cursos de estudios Bíblicos.
¡En medio de muchas oraciones fervorosas y estudios de la Biblia,
fue que Jesús plantó la alegría en mi corazón!
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Milagrosamente, la alegría permaneció en mí, incluso durante la
persecución y convulsión que se dieron luego de mi conversión al
cristianismo.
A pesar de haber perdido mi rancho, mi casa editorial, mi programa
de radio y la mayor parte de mis ingresos debido a mi conversión, mi
corazón permaneció lleno de dicha en el Señor, y de Fe al saber que
Dios está a cargo.
Este pequeño libro es mi testimonio de lo que he aprendido sobre la
alegría de permanecer en Jesús. Ojalá que tú también encuentres la
alegría que Jesús nos da a todos quienes creemos, y que le recibas
como Señor y Salvador.
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Nunca Le Conocí
“No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y
confíen también en mí.”
Jesús en Juan 14:1 NTV
Siempre he amado a Jesús, pero no sabía quién era Él hasta que tuve
esta experiencia “más grande que la vida”, en la que vi a Jesús
mientras asistía a la iglesia el 7 de enero, 2017. Esta es la historia de
cómo Jesús cambió mi vida y cómo encontré la alegría que me
sostuvo a través de los retos más grandes que he vivido.
Mientras crecía, solía escuchar historias de la Biblia y de Jesús
caminando sobre el agua y sanando enfermos. Sabía de la historia de
Navidad y su origen en Belén, así como de la visita de los Reyes
Magos. Cuando era niña solía orar en las noches para que “el Señor
cuidara mi alma”, y rezaba el Padre Nuestro en la escuela dominical
de la Iglesia de la Unión, a la que asistíamos mi familia y yo.
Y, aun así, no Le conocía. Al mirar atrás puedo darme cuenta de cómo
fue que adopté esta idea unidimensional de Jesús imaginándolo
como una combinación entre un tierno osito de peluche y un súper
héroe protector. Tenía la idea de que Jesús aprobaba todo, sin
importar lo que fuera. Esa era la forma en la que yo entendía el
“amor incondicional”.
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Todo va. Sólo sigue tu corazón. Sé “libre” y “feliz”. Lo que yo no sabía
es que el poder y sabiduría de Dios nos llaman a intercambiar la
simple “felicidad” por lo que la Biblia llama “la belleza de la
santidad”, y la persecución de placeres temporales, por la eterna e
imperturbable alegría que trae el conocimiento de Cristo (ver 1 Juan
2:17). Yo pensaba que orar era como pedir deseos, y que Dios los
concede como Papá Noel. Yo rezaba por algo esperando que Dios
hiciera realidad todos y cada uno de mis deseos. Después de todo,
Dios quiere que seamos felices, ¿no es cierto?
Y el punto es que, muchas de mis oraciones ¡se hicieron realidad! De
modo que la idea encontró refuerzo. No fue sino hasta después que
me di cuenta de que mucho de lo que había pedido, se esfumó tan
fácilmente como llegó, y se llevó la felicidad que había traído. Estas
“oraciones contestadas” eran un espejismo, porque no
correspondían con la voluntad de Dios.
En principio yo jamás pensaba al orar “¿cuál es tu voluntad, Dios?”,
era terca, impulsiva y no había aprendido aún cómo confiar en Dios.
Porque yo no lo conocía. Hoy entiendo que mis oraciones en
realidad, no eran tales. Eran más bien listas de demandas y
peticiones.
También descubrí que el enemigo era quien contestaba algunas de
mis peticiones, para mantenerme enganchada a su control. Debajo
de mis continuas oraciones residía mi deseo de encontrar realización
y felicidad. Si yo decidía que algún objeto o condición – según yo –
me haría feliz, sólo lo pedía al universo (porque en ese tiempo, yo
creía que Dios era el universo). Y sucedía; entonces me sentía
agradecida, entusiasmada, y feliz por un tiempo. Luego, la sensación
de vacío regresaba, así que había que buscar algo más.
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Esta “búsqueda de la felicidad” motiva muchas de nuestras acciones.
Queremos sentirnos seguros y amados, y con la certeza de que
nuestras necesidades serán satisfechas.
He conocido mucha gente durante años de viajar por todo el mundo
impartiendo talleres. Muchos me confiaron que estaban buscando la
“llave”. Muchos habían abandonado las religiones organizadas
porque les parecían resquicios de temor, culpa y depresión. Algunas
personas me dijeron que habían huido de Iglesias porque
encontraron hipocresía. Y muchos intentaron caminos espirituales
alternativos, que tampoco los llevaron a la felicidad duradera.
Lo cual nos trae a la alegría en Jesús. El Jesús verdadero que nos da
muchos regalos, los más importantes: salvación, perdón, amor y…
¡alegría!
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Estaba agradecida, pero no feliz. Tenía momentos placenteros, como
cuando comía un buen postre, disfrutaba una puesta de sol o
abrazaba a alguno de mis seres queridos. Y sin embargo todos estos
eran momentos de placer temporales y pasajeros. Tan pronto
terminaba el postre, o la puesta de sol, o el abrazo, iba en busca de
una nueva fuente de placer. Parecía que esta búsqueda de la
felicidad sería eterna. A veces encontraba algo que me hacía feliz por
un tiempo, y luego tenía que iniciar una nueva búsqueda.
Me recuerdo una vez montada en un juego de Disneylandia, y no
pude disfrutarlo porque estaba preocupada planeando a qué
próxima atracción entraría después. Mi mente estaba siempre en el
futuro, buscando alguna experiencia escurridiza que me llenase esta
vez, ahora sí. ¿Lo has sentido alguna vez?
Mi búsqueda de felicidad me llevó a lugares insólitos, y terminó de
una forma inesperada: ¡con Jesús! A través de Él, finalmente
encontré alegría de otro mundo, esa que dura todo el día, todos los
días. Y aun cuando los problemas y el dolor siguen ocurriéndome,
¡me siento feliz! Este es el milagro que quiero compartirte, en caso
de que tú también estés en esa búsqueda.
Recuerdo mirar a personas que tenían vidas muy diferentes a la mía,
e imaginar que eran más felices que yo. Aquí están los caminos que
tomé intentando buscar la felicidad:
Buscar la Sabiduría Secreta y Escondida. Cada uno de los caminos
espirituales que estudié prometían iluminación y realización, así que
tomé muchas clases y leí muchos libros. Estaba convencida de que
los antiguos libros de metafísica contenían secretos perdidos. Sin
embargo, continuaba esta persistente sensación de seguir buscando
la felicidad, en vez de ser feliz. Creía que alguna vía espiritual
contendría los secretos que yo necesitaba, y lo único que requería
era encontrar la llave. Adquirí conocimientos metafísicos, diplomas
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y certificados, pero no encontré la felicidad ni esa “sabiduría
secreta”. Seguí buscando. Cada libro que leía me traía nuevas
preguntas, en lugar de darme respuestas satisfactorias.
No sabía que Jesús es la respuesta, y que Él nos da la llave a mí y a
todos.
Convertirme en exitosa escritora. Cuando cumplí 29 años decidí que
la llave a la felicidad era ver mis libros publicados. Por alguna razón,
decidí que tenía que suceder antes de cumplir los 30. De modo que
dediqué todo mi tiempo libre a cumplir el propósito de escribir un
libro. El primero de ellos se publicó siete meses después de mi
cumpleaños número 30. Sin embargo, ese logro no me trajo la alegría
que había imaginado. Como un alpinista, siempre estaba buscando
la siguiente cima para escalar, y la siguiente, y la siguiente. Luego de
que mi primer libro salió a la venta, mi editor me envió a un “tour de
presentación”, lo que significa viajar a las ciudades principales del
país para presentar el título en programas de televisión y radio, así
como para dar entrevistas a los periódicos. Al terminar las
entrevistas en la primera plaza, había que tomar un avión a la
siguiente ciudad. Vivía en un torbellino constante de viajes y
presentaciones. Irónicamente, la gente suele necesitar introversión
para poder escribir libros. Sentarse durante horas y teclear requiere
habilidad para acallar la mente. Para un autor es necesario aprender
a estar lejos de la gente durante el proceso de creación. Y debes
aprender a decir no a actividades que pudieran alejarte del tiempo
dedicado a escribir ¡Es un trabajo solitario! Yo no socializaba, no iba
al cine o a fiestas mientras estaba escribiendo mis libros. Y, sin
embargo, ser escritora también implica tener suficiente dosis de
extraversión para pararse frente a un auditorio y pronunciar un
discurso coherente.
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Ser escritor implica que tu editor te pida dar entrevistas en radio y
televisión, lo cual puede resultar incómodo para caracteres tímidos.
El hecho de que publiquen tus libros facilita sentirte realizada al
poder compartir tu historia, inspirar y ayudar a otros. Sin embargo,
en sí mismo, no es la llave a la felicidad.
Algo sé de eso, ya que logré que me publicaran más de 50 libros en
38 idiomas, en todo el mundo. Se siente muy bien emocional y
psicológicamente, y estoy profundamente agradecida por la
oportunidad, pero no es la llave para abrir la felicidad, especialmente
desde que supe que muchos de los temas sobre los que escribí, no
correspondieron a la voluntad de Dios. Eso me dejó vacía e
incompleta espiritualmente. Me arrepiento de varias cosas de las
que escribí, y ahora sólo escribo aquello que Dios me indica. Ya
ahondaré sobre este punto más adelante.
El propósito de la vida. Desde temprana edad quise ser escritora. Y,
sin embargo, saber y cumplir mi propósito no fue tal ni representó la
llave a la felicidad. Es maravilloso conocer gente que se ha
beneficiado con tu trabajo, pero el propósito de la vida no es “eso”,
en términos de la felicidad.
Experiencias excitantes. Parte de mi búsqueda tenía que ver con
encontrar novedad y diversión. Siempre existió un señuelo de lograr
“algo nuevo”. Así, probé con el buceo. Al principio era intimidante
estar bajo el agua dependiendo de un equipo externo para respirar.
¿Y si el equipo fallaba? ¿y los tiburones? ¡Demasiados pensamientos
atemorizantes! Y, aun así, había algo en el buceo que me ayudó a
enfrentar y conquistar mis temores. La libertad de flotar y volar a
través del agua en medio de los rayos del sol que se adentraban en
el agua, y peces y corales multicolor… ¡todo era tan maravilloso”.
Más tarde una amiga me introdujo al “sirenismo”, que tiene que ver
con usar una cola de sirena de la cintura para abajo, con los pies
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unidos formando una sola aleta. Tomamos juntas clases de buceo
libre y aprendimos a aguantar la respiración bajo el agua durante
varios minutos. Nadar como sirena resultó fascinante e hipnótico,
pero el placer era sólo momentáneo.
También pensé encontrar la felicidad cumpliendo mi sueño
adolescente de ser una estrella de rock. Había tocado guitarra desde
los 14 años, de modo que me uní a una banda. Tocamos en varios
países, y fue realmente divertido, pero también resultó un trabajo
demandante y caro, por el costo de los equipos de sonido. La
bendición fue que finalmente me di cuenta de lo egocéntrico y auto-
glorificante detrás del deseo de ser una estrella de rock, así que lo
dejé. Estas experiencias me llenaron de adrenalina, lecciones de vida
y recuerdos divertidos. Y, sin embargo, no eran “eso” que tanto
perseguía como felicidad duradera.
Materialismo. Como escritora exitosa también disfruté de buenas
regalías que me permitieron vivir en Hawái en un rancho de 16
hectáreas y provisto con un cobertizo de más de 1,500 metros
cuadrados. Yo amaba el cálido clima de Hawái, incluso con todo y los
insectos que vuelan y se arrastran dentro de los hogares hawaianos.
Batallé también con los costos exorbitantes de vivir ahí. Cuando vives
en Hawái no pasas tantos días en la playa como cuando vas de
vacaciones, pues trabajas y tienes otras responsabilidades. Aun así,
era profundamente placentero caminar alrededor del rancho,
disfrutar del aire fresco y el sol mientras alimentaba y cuidaba de los
animales que rescatábamos. Convivir con animales puede abrir el
corazón, ya que son seres honestos que dan amor incondicional.
Había un sentido de amor y propósito en el rancho, pero yo
continuaba buscando.
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Amigos y Familia. Soy muy afortunada de vivir con padres amorosos
y mi esposo Michael, así como de tener a mis maravillosos hijos y
otros miembros de mi familia. Sigo siendo muy cercana a mis
mejores amigas de la infancia Anita y Silvia. He tenido una buena vida
¡gracias Dios! Después de cincuenta y ocho años de practicar “la
manifestación” (término de la nueva era para decir “nómbralo y
decrétalo”), era prácticamente experta en conjurar casi cualquier
cosa que necesitase. Y aun así seguía buscando “algo”, y jamás
estaba satisfecha con las condiciones de mi momento. En ese tiempo
no sabía que en realidad todo lo que lograba manifestar era con la
intervención del enemigo, que nunca nos permite ser felices.
Tampoco conocía a nadie que fuera verdaderamente feliz. Todo el
mundo parecía estar buscando algo, nunca satisfechos con sus
condiciones. Aunque nuestro lema de la nueva era consistía en ser
siempre positivos, parecía que todos estuvieran quejándose del
vacío en sus vidas. Conferencistas y escritores de alto nivel, como lo
era yo entonces, son tratados como estrellas de rock y disfrutan de
pases de primera clase en todo, ovaciones de pie, largas filas de
autógrafos y solicitudes de entrevista. Y aun así ninguna de esas
experiencias consiguió llenar mi corazón. A pesar de todas esas
bendiciones, yo seguía buscando ¿Acaso era desagradecida? ¿estaba
malcriada? ¿no tenía derecho? ¿O sólo era la sensación de que algo
– o alguien más – poseía la verdadera llave a la felicidad? Estaba
aprendiendo la lección del Rey Salomón, quien tuvo todo lo que
cualquiera pudiera imaginar. Riqueza sin medida, sabiduría, placer a
pedir de boca, y sin embargo supo que hay un eterno vacío en
nuestros corazones humanos, y que sin Dios al final todo es “vanidad
persiguiendo al viento” (Eclesiastés 1.14).
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¿Quiénes eran ellos?
“Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense!”
Filipenses 4:4
16
Hay una gran diferencia entre un cristiano débil en su Fe, que jamás
ha escuchado los Evangelios, y alguien que se rebela contra Jesús o
que está ignorando las correcciones del Espíritu Santo. Cuando
alguien no conoce los Evangelios o no ha estudiado la Biblia, su
conocimiento es débil. Su compromiso es probablemente débil
también, porque carece del entendimiento fundacional de su
creencia. Es por eso que es esencial explicar la historia de los
Evangelios a los no creyentes. Decirles quién es Jesús, y compartir
sus parábolas y Milagros. “Reciban a quien es débil en la fe”
(Romanos 14:1) significa que debemos ayudar a quienes son bebés
espirituales.
Un cristiano rebelde es alguien que conoce el Evangelio, pero se
rebela ante el mismo. Quiere torcer las Escrituras para adecuarlas a
sus ambiciones egoístas, y no quiere que Dios le diga qué hacer.
17
Su presencia – y la de mis gatos – me ayudaba a relajarme, pero aun
así no entendía lo que veía. Debido a que fui criada por padres con
mentalidad metafísica, manejaba el vocabulario de la nueva era
antes incluso de saber qué quería decir el término “nueva era”.
Cuando decía palabras como “manifestación” en presencia de otros
niños, todos volteaban los ojos y me llamaban rara.
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Buscando el Amor de Dios
“Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen
de todo corazón”.
Jeremías 29:13 NVI
19
Me volví una ávida investigadora, leí cuanto libro espiritual podía
encontrar – especialmente los viejos ejemplares de anticuario. Pensé
que las generaciones antiguas tendrían alguna sabiduría escondida.
Así que leí los llamados “libros perdidos de la Biblia”, como los
Evangelios de Tomás y María. Leí libros de ocultismo del lejano
Oriente, y los de inspiración del Nuevo Pensamiento.
Esos textos me encantaron, pero seguía sin sentir que ofrecieran
“eso”, la tan elusiva llave a la felicidad y el amor. No me daba cuenta
entonces que estos libros también eran una puerta abierta para que
los demonios entraran en mi vida. De hecho, es precisamente la
promesa de un conocimiento secreto lo que Satanás utilizó en el
Jardín del Edén para tentar y engañar a Eva. ¡Y no me di cuenta de
que él estaba usando exactamente el mismo viejo truco conmigo!
Cuando niña, fui objeto de burlas porque me vestía con ropa barata
y fuera de moda, ya que era lo que mi familia podía pagar en ese
tiempo. Crecer en California durante la década de 1970 implicaba
estar expuesta a una gran presión social por el bien vestir. Así que,
de adulta, pensé que usar ropa hermosa me permitiría ganar el
afecto y aprobación de otros. Esto me llevó a obsesionarme con las
compras y la ropa nueva, lo cual consumía mi atención, tiempo y
dinero.
Me quedé con la fijación de ropa inspirada en la moda de 1970, ya
que mi familia no pudo costeármela en ese entonces. Así que usaba
telas con muchos estampados y colores desteñidos estilo hippie,
para compensarlo.
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Luego de ser salvada y desarrollar una relación con Jesús, comencé
a orar para entender mi fijación por lo hippie, el Espíritu Santo me
ayudó a entender que en realidad estaba buscando la aprobación de
aquellos niños que se burlaron de mi ropa pasada de moda durante
la década de los 70’.
Aunque adquirir ropa nueva y vestuario me resultaba divertido, el
atractivo fue también efímero. Pasó que, aunque muchos admiraban
mi forma de vestir, eso se convirtió por otra parte en una experiencia
hueca, a darme cuenta de que sólo estaban apreciando mi exterior.
Siempre intenté encontrar algo nuevo, convencida de que la
felicidad y el amor estarían esperándome a la vuelta de la esquina.
Estaba hambrienta de novedad y emoción. Ahora sé que el enemigo
nos envía esas obsesiones a la mente, para tentarnos y gastar en ello
todo nuestro tiempo y dinero, y mantenernos en un estado perpetuo
de vacío y ansiedad. El demonio dirá: “Le vas a gustar a la gente si
compras esta ropa, o auto, o casa”. Y así, nos pasamos trabajando
para juntar el dinero suficiente que nos permita adquirir todo ello,
pero al final la compra no nos trae los resultados que creíamos.
Tuve momentos de felicidad: contemplar una puesta de sol, abrazar
a un querido amigo, caminar con mi perro, saborear una comida
deliciosa, etcétera. Pero estas experiencias eran siempre temporales
y fugaces. ¿Dónde se encontraría la verdadera felicidad? ¡Sabía que
tenía que estar ahí, en algún sitio! Cuando oré sobre este punto,
recibí una respuesta: Lee la Biblia.
Como dije antes, siempre he sido una persona intuitiva. A lo largo de
mi vida he recibido impresiones, visiones y guía. Aunque todo esto
cambió desde que Jesús me salvó. Más adelante ahondaré en esto.
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Así que comencé a leer la Biblia. Amé Génesis 1 y 2, aunque en ese
tiempo los consideraba como relatos metafóricos y no como eventos
que sucedieron realmente. Pero entonces leí sobre Abraham,
especialmente la parte de la historia cuando Dios le pide que
sacrifique a su hijo, Isaac. Espantada por lo que parecía una premisa
por demás violenta, dejé la Biblia y la puse de lado.
¡Decidí que ese no podía ser un Dios de amor! Había leído la Biblia
desde mi niñez, incluso tenía mi propia copia en la versión de Rey
Jacobo (King James), regalo de mi madre. Pero solo leí los pasajes (2
o 3 versos de varios libros de la Biblia) que me indicaban en la escuela
dominical de la Ciencia Cristiana. Todos fuera de contexto unos con
otros, los pasajes que leí no me hacían ningún sentido. Los leí porque
se suponía que debía hacerlo, no porque me sintiera inspirada. No
conocía la suprema historia de la Biblia. Cualquier libro hará sentido
sólo si lo leemos de principio a fin. ¿Pueden imaginar leer
únicamente párrafos al azar en cualquier libro? ¿Por qué sería
diferente tratándose de la Biblia? Otras raras ocasiones, cuando
recibí la guía de leer la Biblia completa, lo intenté de nuevo. Una vez
en uno de mis viajes, saqué la Biblia de Gedeón de la mesita de la
habitación de hotel. Esa vez llegué hasta la mitad del Éxodo, pero
luego había que regresar a casa. Así que coloqué la Biblia de nuevo
en el cajón del cuarto de hotel y me olvidé de ello.
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Intersecciones
“Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio.
¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!”
Salmo 91:4 NVI
Dios me seguía pareciendo inaccesible y lejano. No importaba
cuántos libros leyera o cuántas clases tomara, seguía sin poder
conectar con Él. No podía sentir su Presencia y Amor. Decidí que el
amor de Dios debía ser más intelectual, en lugar de emocional o
tangible. Jesús también me parecía distante. Fue entonces que
empecé a enfocarme en los ángeles, quienes tanto me habían
confortado desde mi niñez.
Los ángeles, con sus beatíficas sonrisas y suavidad, parecían ofrecer
la mimosa calidez que tanto anhelaba. Así que comencé a hablar con
ellos. Todo el tiempo. Y muy pronto comencé a enseñar a otros cómo
hablar con los ángeles. Esto se hizo especialmente importante luego
de sobrevivir una terrible experiencia el 15 de julio de 1995, mientas
me dirigía en auto a la Fundación Luz del Aprendizaje, un centro de
la nueva era en Anaheim, California. Asistía para tomar una clase
sobre canalización de espíritus, un tema que me fascinaba por mis
experiencias cuando niña, en las que veía personas de aspecto
macabro, pálidas y cetrinas, como muertos vivientes. Me asustaron
tanto en mi niñez que quería aprender porqué las veía… y porqué
continúo viéndolas a veces. También quería contactar a mi abuela
Perla, quien había muerto recientemente.
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No sabía que la canalización de espíritus es una práctica prohibida
por Dios, pues todavía no había leído la Biblia entra. En ese tiempo
asistía a diferentes servicios religiosos en distintas iglesias: Iglesia
Metodista de la Unión, cerca de casa, donde mis hijos y yo
tomábamos clases de Estudios Bíblicos por las tardes, y servicios los
domingos. También iba a la Iglesia de Ciencia Religiosa y a la Iglesia
de la Unión. En aquel entonces, pensaba que las iglesias eran
básicamente todas iguales. Me gustaba ir a la iglesia, pero todavía
no tenía idea de quiénes eran Jesús y Dios. Frecuentemente
escuchaba programas de radio de la Iglesia de la Capilla del Calvario
en Costa Mesa, California. Me fascinaban las discusiones que tenían,
incluso llegué a hablar al programa en un par de ocasiones. Durante
ese mismo periodo, estudiaba el famoso libro canalizado de la nueva
era llamado “Un Curso en Milagros”, y también escuchaba el
audiolibro de la Biblia. Estaba tratando de caminar en dos mundos
diferentes: la nueva era y el cristianismo. Como el agua y el aceite,
jamás podrán mezclarse. ¿Cómo podrían si se oponen totalmente?
La nueva era se trata de glorificarse a uno mismo, el cristianismo se
trata de glorificar a Dios.
La terrible experiencia a la que me referí antes sucedió mientras me
preparaba para dirigirme en auto hacia la Fundación Luz del
Aprendizaje. Estaba en casa, en el cuarto de baño, cuando escuché
una voz en el oído derecho, tan audible como si una persona me
estuviese hablando. La voz me dijo claramente que subiera el capote
de mi automóvil, de lo contrario me lo robarían. Pero, yo discutí con
la voz diciéndole: ¡Pero el motor eléctrico que sube el capote se me
averió! “Entonces dile a Grant que lo suba por ti”, insistió la voz,
quien se refería a mi hijo entonces adolescente, que estaban en casa
conmigo en ese momento. Intuitivamente entendí las instrucciones
de la voz.
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Mi auto era un BMW blanco convertible, con vestiduras también
blancas. Cuando el capote estaba abajo, el auto era llamativo y podía
atraer la no deseada atención de ladrones de autos. Pero cuando el
capote estaba arriba, se veía ordinario. Incluso con esta clara
advertencia preferí irme a toda prisa, ya que la clase estaba por
comenzar y se me hacía tarde. Así que oré pidiendo protección
mientras manejaba hacia Anaheim. Cuando estaba cerca de la
Fundación Luz de Enseñanza, por el Boulevard Lincoln sentí este
misterioso escalofrío y supe: “he sido detectada”, como una presa
en la mirilla del cazador. Oré aún más fuerte a Dios para que por
favor me protegiese. Luego mientras me dirigí hacia el
estacionamiento y apagué el auto para descender, escuché una voz
masculina insultándome. Las groserías que decía me sorprendieron
porque no estoy acostumbrada a rodearme de personas que hablan
con ese lenguaje. De modo que la novedad de escuchar palaras
obscenas – especialmente en voz tan alta – me hizo saltar. Voleé y vi
al culpable: un hombre joven muy enojado que apuntaba a mi bolsa
y las llaves del auto. ¡Dámelas ahora! Exigió. Noté a un segundo
hombre que le esperaba en un auto en marcha. Acto seguido,
escuché otra vez la misma voz que me había advertido más
temprano subir la capota de mi auto: “¡Grita con todas tus fuerzas,
Doreen!”, me dijo. Esta vez obedecí al instante sus instrucciones.
Incluso yo me sorprendí con mi grito tan potente y gutural como el
de una mujer de las cavernas. Mi grito atrajo la atención de otra
mujer que estaba sentada en su auto en el mismo estacionamiento.
Se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo e inmediatamente tocó la
bocina de su coche para atraer la atención.
La gente de la Fundación Luz de Enseñanza salió corriendo al
estacionamiento para ver qué ocurría. Su presencia espantó a los dos
hombres que prefirieron huir.
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Totalmente asustada, me arrodillé ahí mismo en el estacionamiento
y le di gracias a Dios por enviarme a estos ángeles para protegerme.
Me di cuenta de que ya en varias ocasiones anteriores había desoído
deliberadamente la guía de Dios. Cuando la policía de Anaheim llegó,
me dijeron que el mío era el tercer reporte por robo de auto en el
día. Ambos hombres habían estado paseando por el Boulevard
Lincoln robando coches. La policía me dijo también que ambos iban
armados con una pistola y un puñal, y que eran muy peligrosos.
Regresé a casa aturdida y temblando por la adrenalina de haber
estado cerca de la muerte.
¿Qué podría significar todo eso? ¿Cómo podría una voz
desencarnada saber mi futuro lo suficiente como para advertirme?
¿Era Dios, el Espíritu Santo? ¿Mi abuela Perla ya muerta? ¿Mi ángel
guardián? En los meses siguientes comencé a conocer otras personas
que también salvaron sus vidas gracias a la intervención divina. Y así
empecé a investigar en el tema de los ángeles, y eventualmente a
escribir y enseñar sobre ellos. ¡Estaba realmente agradecida con Dios
por sus santos ángeles!
26
Elecciones
“Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda
al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar”
1 Pedro 5:8 NTV
27
Como sentía temor de investigar sobre ángeles caídos o demonios,
nunca aprendí lo suficiente sobre ellos. Dicho tema parecía aterrador
y negativo. Yo siempre intenté mantenerme positiva y evitar
cualquier tipo de violencia o trastorno. De modo que ignoré el tema
de ángeles caídos ¡Gran error! Racionalicé, bastante bien, que
“ángel” significa “mensajero de Dios”. Entonces, ¿cómo podría ser
que algún ángel hubiese caído? Si habían caído entonces no podrían
ser mensajeros de Dios. Y eso es verdad… en parte. Los ángeles
caídos fueron alguna vez ángeles amados de Dios. Pero su líder se
volvió orgulloso y celoso, y quería ser un dios por derecho propio. Y
un tercio de los ángeles de Dios le siguió (Hebreos 12:22 y Apocalipsis
12:4) Los demonios disfrazados tratan de enlistar a gente confiada y
poco suspicaz, como tú y yo, para que les sigamos. Y lo hacen de
maneras furtivas, casi desapercibidas hasta que logramos entender
la naturaleza de Dios.
El demonio es el abusador narcisista por excelencia que depreda
gente que está perdida y en búsqueda de algo. Manipula a aquellos
quienes sufren ansiedad social o financiera, prometiendo darles lo
que quieren. También explota las ambiciones, prometiendo fama y
riqueza a aquellos que acepten llevar a cabo sus intrigas diabólicas.
Y, sin embargo, hace estas promesas encubierto, porque de inicio
suenan tan buenas y plausibles. Incluso, el diablo es capaz de
disfrazar sus mentiras de tu “propósito de vida”, diciéndote que eres
la única persona que puede salvar al mundo. Te llega al ego
diciéndote que eres un sanador especialmente talentoso, o un
maestro. Así, empiezas a creer que es tu deber compartir tus dones
especiales con el mundo.
Pero si no caes en sus promesas, el diablo tratará otra estrategia: la
culpa. En los libros de Zacarías (3:1) y Apocalipsis (12:10), el diablo
es llamado el Acusador.
28
Ese es el significado hebreo de la palabra Satán: acusador o
adversario. El acusador envía inculpaciones a tu mente – lo que es
conocido como el “campo de batalla de la mente” – para derribarte.
El diablo te acusará de todo lo que has hecho, te dirá cosas horribles
sobre ti mismo. Si le escuchas, te llenarás de dudas, confusión, culpa,
ansiedad y depresión. El diablo no solo te acusará, sino también te
tentará constantemente para que acuses a otros, y lo peor, ¡plantará
semillas en tu mente para culpar a Dios de las cosas que son causada
por el mismo demonio! (ver Juan 10:10)
Su voz es enteramente distinta a la del Espíritu Santo de Dios, quien
nos aconseja detener acciones dañinas y destructivas. Cuando el
Espíritu Santo te reprende, no lo hace aporreándote con
acusaciones. En vez de ello, te confronta de manera firme para que
transformes tus acciones hacia aquello que te lleve a cumplir la
voluntad de Dios.
La Biblia llama a esto el “sufrimiento piadoso que guía al
arrepentimiento” (2 Corintios 7:10). Otra manera de decirlo podría
ser una “culpa benévola” (cuando se te corrige y se te muestra la
manera de vivir una vida santa), y no “culpa malévola” (cuando se te
golpea mental y emocionalmente con la fuerza de la obscuridad).
No fue sino hasta que leí y realmente estudié la Biblia, que pude
discernir la diferencia. Por ejemplo, digamos que una persona se
emborracha con alcohol regularmente. La Biblia nos dice que
emborracharse es un pecado (Gálatas 5:21), y sabemos que es
también un riesgo para la salud.
Así, el Espíritu Santo te enviará pensamientos recurrentes
invitándote a estar sobrio o a practicar la moderación. Podrías
pensar en contactar un terapeuta, evitar los bares, sacar todo el
alcohol de tu casa, etc. En contraste, el enemigo intentará decirte
que eres una mala persona por emborracharte. Tal vez te dirá que
no eres digno de amor, que Dios nunca podrá perdonarte.
29
Estos son ejemplos de las mentiras que el acusador utiliza para
robarte la alegría. El acusador usa la culpa para traerte vergüenza:
Culpa es sentirte mal por tus acciones, mientras que la pena es
sentirte mal sobre ti mismo. El acusador querrá arrancarte la alegría
del corazón haciéndote sentir mal sobre ti mismo, mientras que Dios
te ayuda a encontrar y a vivir con alegría. Dios nos enseña que Él
quiere salvarnos del pecado, porque Él nos creó para un propósito
significativo y eterno. No solo obtenemos alegría a partir de una
relación con Él, también obtenemos el significado profundo de un
llamado y una vocación. Así como Adán y Eva en el Jardín del Edén
no solamente estaban libres de pecado antes de su caída, sino que
también gozaban de un legítimo y maravilloso llamado de Dios para
cuidar de Su Creación. Ellos tenían un llamado, no solamente una
lista de reglas y regulaciones que seguir. Dios nos guía lejos del
pecado porque eso destruye nuestro llamado divino y la intención
que Él tiene para nuestras vidas. He aquí algunas formas de discernir
entre la voz de Dios y la del acusador:
El acusador te tienta con algo que deseas. Te promete sabiduría
secreta y escondida, para que ganes aceptación social, éxito, riqueza,
fama, etcétera – y es así como engancha a la gente. El demonio
también protege su influencia en ti al convencerte de que posees la
“más alta vibración en sabiduría”. Te dice que los cristianos “vibran
bajo” y que les falta “la verdadera sabiduría” que tú posees. Esto crea
un orgullo obstinado que crece en ti. Una vez que el diablo te
convence de que tu conocimiento esotérico es especial y raro, te dice
que deberás protegerlo de la gente que intente compartirte el
Evangelio. Esto asegura que te ofendas y te cierres a la Biblia, al Jesús
verdadero, y liberes procesos como el arrepentimiento.
30
Y luego, el diablo te mostrará cómo compartir tu “sabiduría especial”
con otros a través de prácticas de sanación, talleres y textos. ¡El
demonio es tan listo en su diabólica manera! Te convertirá en un
evangelista de su reino en lugar del reino de Dios. El demonio te
pagará bien por el trabajo que hagas para él. Sin embargo, nunca te
será suficiente, porque te habrá contratado para asegurar tu
constante devoción a su plan maligno. Las ambiciones del mundo
nos abren a las tentaciones del acusador. Esta es una de las razones
por las que en Hebreos 13:5 se nos dice que estemos satisfechos con
lo que tenemos.
Toma nota de tus reacciones. Digamos que el acusador ofrece
mostrarte algún secreto de sabiduría escondida que solamente unos
pocos iniciados pueden conocer. Para reconocer si se trata de una
oferta del acusador, toma nota de cómo reacciona tu cuerpo: el
corazón se acelera, tu respiración es rápida y agitada, y surge un
sentimiento de estar haciendo algo prohibido. Éstas son algunas
características de estar siendo guiado por el acusador.
En contraste, cuando Dios te guía y tú le sigues tu cuerpo reacciona
así: Recibes una sensación de paz y de estar siendo cuidado por tu
Padre Celestial. Dios no tiene ninguna “sabiduría secreta”, pues los
pergaminos de su sabiduría son gratuitos y accesibles a través de la
Biblia y la oración. El Libro del Apocalipsis muestra claramente que
el Cordero de Dios, Jesús, abrió los pergaminos para todos nosotros.
Además, si sigues al acusador, vendrá una sensación de impulsividad
y emisión de adrenalina. Como cuando te escondías de tus padres
antes de que regresaran a casa. Con Dios, puede existir una urgencia
por seguirle, pero no esa sensación de impulsividad y, ciertamente,
ninguna sensación de querer esconder algo para que no te vean.
31
Jesús es el pastor, Él nos guía y lidera, pero jamás nos presiona ni
empuja. El demonio es como una bestia salvaje que intenta asustarte
y empujarte para que tomes decisiones impulsivas y tontas. Nos
promete atajos que en realidad son meras ilusiones.
Estudiar la Palabra Viva de Dios. El acusador mezcla mentiras y
verdades. Por esta razón también se le conoce como “el engañador”.
De modo que él te dará un mensaje que al principio parecerá
legítimo y relevante, pero después el siguiente será diseñado para
apartarte de Dios. ¡Cuando el acusador trató de tentar a Jesús en el
desierto, incluso citó las escrituras (Mateo 4:1-11)! Así que las
lecturas psíquicas, los libros canalizados y los mensajes intuitivos son
una mezcla confusa de verdad y engaño. Todo tiene que ver con la
manera en la que el acusador nos aparta de las respuestas de Dios,
su sabiduría y guía. El enemigo querrá mostrarnos una “sabiduría
secreta” porqué dirá que la Biblia no es correcta. ¡Esta es una
bandera roja de advertencia! Si alguien intenta apartarte de la Biblia,
corre hacia otra dirección.
Piensa por un momento: Si tienes hijos, ¿les dejarías solos en casa
sin darles ninguna instrucción? ¿serías tan negligente? Nuestro
Padre Celestial nos ama y nunca dejaría lo más importante al azar.
Nos dio indicaciones, y es por eso que a veces dicen que la Biblia son
nuestras “Instrucciones Básicas Antes de Dejar la Tierra” (acrónimo
en inglés BIBLE: Basic Instructions Before Leaving Earth).” Leer y
estudiar la Biblia nos da los cimentos sólidos para saber cómo habla
Dios, y entender los patrones de sus mensajes. Aunque la Biblia está
situada históricamente en una cultura antigua que tenía formas de
vivir muy diferentes a las de hoy, la esencia de cómo se comporta la
gente – y lo más importante – cómo habla Dios, no ha cambiado.
Cuando leemos la Biblia, la voz de Dios aparece a lo largo de los
pasajes. Es por ello se le llama “Palabra Viva”, porque la Biblia vive
mientras la lees y estudias.
32
Si hubiese sabido esta información antes, y tomado tiempo para leer
y estudiar la Biblia completa (no sólo partes de ella), si hubiese
escuchado a los cristianos que me enviaban cartas furiosas ante mis
escritos antibíblicos, podría haber seguido el camino correcto y
angosto mucho antes.
¿Se dan cuenta de qué tan listo es el diablo, tanto que incluso envía
gente a decirnos lo que necesitamos escuchar, pero en una manera
tan ruin que nos cerramos y perdemos ese mensaje tan relevante
sólo por lo disparatado que se escucha el mensajero? Qué
importante es que seamos como Jesús y “hablemos” la verdad con
amor (Efesios 4:15). Afortunadamente, Dios usa todo para Su gloria
(Romanos 8:28), incluso cuando nos alejamos de Él o hacemos cosas
que no son acordes con Su voluntad. Hoy, Dios me está usando para
enseñar a la gente la verdad acerca del movimiento de la nueva era
(new age), y ayudarles a regresar a Jesús. Él es la respuesta que
necesitamos, y el amor que estamos buscando.
33
Las Estrellas y el Universo
“Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza
como ángel de luz”
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Las Cartas de Jesús
“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto
no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras,
para que nadie se jacte”
Efesios 2:8-9 NVI
El que fuera mi editor y yo produjimos varios mazos de “cartas de
ángeles”. Estas cartas tenían imágenes angélicas y mensajes
positivos. Muchos de ellos incluían también predicciones, y los
usábamos para hacer “lecturas angélicas”, es decir, leer las cartas
para adivinar el futro. En ese tiempo yo no había leído la Palabra de
Dios en Deuteronomio 18:10 y Hechos 16:16-19, donde se prohíben
la adivinación y predicción de la fortuna. Yo estaba operando en la
ignorancia de la voluntad de Dios, y estaba siendo engañada por el
engañador.
Mucha gente me solicitó crear un mazo de cartas sobre Jesús, pero
no me animaba a hacerlo. No quería faltarle al respeto de ninguna
manera. Aunque no conocía a Jesús, respetaba su enormidad y
genialidad. ¡No había modo de que yo hiciera cartas de Jesús!
¿Acaso eso significaba que no respetaba los ángeles que honraban
mis otras cartas? No, en lo absoluto. Es solo que los ángeles me
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parecían tan inmediatos y accesibles, mientras que Jesús se sentía
muy lejano todavía. Entonces encontré un artista llamado Gregg
Olsen. Sus pinturas reflejaban la alegría y paz que yo siempre había
asociado con Jesús. Si Gregg aceptaba trabajar conmigo en dichas
cartas, y si sólo usábamos las Escrituras de la Versión del Rey Jacobo
(King James) de la Biblia, entonces podríamos hacer un mazo
respetuoso con Cartas de Jesús, eso pensé.
Cabe decir que ahora sé que la Biblia en inglés del Rey Jacobo no es
la única versión válida, pero en mi mente de ese entonces sentía que
era importante basarnos en ella. No serían cartas de oráculo para
predecir, sino cartas de escritura. A mis ojos, ésta sería la única forma
de honrar a Jesús a través de cartas. Gregg aceptó colaborar conmigo
en las Cartas de Jesús. De modo que seleccioné 44 de sus pinturas y
compré una Biblia Rey Jacobo “Carta Roja” para seleccionar las citas
textuales de Jesús en los Evangelios, que irían en cada cartón. Por
Biblia “Carta Roja” me refiero a que las palabras de Jesús están
subrayadas con tinta roja para que resalten.
Así que me senté y comencé a leer el Evangelio, empezando por
Mateo 1. En ese momento no aprecié en su totalidad el significado
de la sección genealógica con todas las generaciones de
descendientes, sino hasta después, cuando leí la historia completa
de la Biblia. Así que decidí saltarme todo e ir únicamente a las partes
en rojo, para concentrarme únicamente en las palabras de Jesús.
Estaba familiarizada con citas como “Pedid y se os dará”, y “toquen
y se abrirá”, ya que frases como esta se usan en el trabajo de
manifestación que muchos de nosotros hacíamos dentro del
movimiento de la nueva era. Esta vez profundicé más. Leí las bellas
bendiciones en las Beatitudes de Jesús en el Sermón en la Montaña,
en Mateo 5, y sus tan coherentes palabras en Mateo 6.
37
Luego pasé a Mateo 7:21, donde Jesús dice a sus discípulos que no
todo el que le llame Señor entrará en el Reino de los Cielos. Dice que
sólo aquellos que hacen la voluntad de Dios, entrarán. Jesús también
dice que desconocerá a aquellos que rompen las leyes de Dios, y que
los alejará de Sí mismo. Bueno, eso no sonaba a lo que diría un “osito
de peluche”. De hecho, ¡sonaba completamente rudo! ¿Querría
decir que el Jesús que pensé que conocía, podría excluir a algunas
personas del cielo? ¿No se supone que todos iríamos al cielo porque
el amor incondicional de Dios y Jesús es para todos? ¿No se supone
que todos los caminos llevan a Dios? Me pregunté si mi Biblia estaría
mal traducida. ¡Debía haber un error! El Jesús amoroso que yo
conocía no podría hablar así de ninguna manera. Pero seguí leyendo
y me sorprendí mucho con las palabras de Jesús. Resonaban con toda
su verdad en mi corazón, aunque me sorprendía su tono de regaño.
Luego leí el pasaje que cambió totalmente el curso de mi vida:
“Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le
confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos. Y
cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo
también delante de mi Padre que está en los cielos” – Jesús en Mateo
10:32-33 (RVR).
Pasé saliva. Y volví a leerlo. ¿Acababa de decir Jesús que necesita que
le reconozcamos públicamente para que Él nos reconozca a
nosotros? Busqué en Internet e investigué, y sí, eso es lo que estaba
diciendo. ¡Gulp! ¿Saben?, yo había sido renuente a mencionar a
Jesús públicamente en mis talleres y libros. Parecía que cuando decía
el nombre de Jesús, me topaba con una desbandada de críticas. Ya
fuera que alguien se ofendiera con el nombre moderno de Jesús y
airadamente me corregían y pedían que le llamara por su nombre en
Hebreo, Yeshua, o con el término de la nueva era “Sananda”. O bien
escuchaba quejas contra el cristianismo por ser patriarcal, ideado,
hipócrita, crítico y demás.
38
Así que, para evitar conflictos, raramente mencionaba a Jesús. Y por
esto, incluso recibí muchas cartas o publicaciones en mis redes
sociales por parte de cristianos enojados. Publicaban versos de la
Biblia y acusaciones con mucho enojo, así que yo no era capaz de
entender su punto. Todo lo que yo podía escuchar era su ira. La rabia
tanto de los miembros de la nueva era, como de los cristianos cada
vez que tocaba el tema de Jesús, fue la razón por la que opté por
evitar hablar o escribir sobre Él. No quería ofender ni molestar a
nadie. Mucho tiempo me dediqué a complacer a la gente, en lugar
de complacer a Dios (Gálatas 1:10). Pero supe que no tendría opción
más que hablar de Jesús, luego de leer su reprimenda en Mateo
10:32-33, y luego en Marcos 8:38, donde Jesús dice:
“Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta
generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará
también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos
ángeles” (RVR).
Mientras vertía los Evangelios sinópticos al escribir las cartas con
Palabras de Amor de Jesús, me di cuenta de que había mucho más
en Jesús de lo que previamente había apreciado. Mi corazón se
estaba abriendo a la enseñanza mientras más hambre sentía por
conocer el significado de sus palabras.
Michael, quien fue criado en la Iglesia Metodista, no tenía problema
de hablar abiertamente de Jesús. Así que cuando le dije que quería
empezar a asistir a una iglesia cristiana para conocer más sobre la
Biblia, se sintió feliz de acompañarme. Decidimos ir a una Iglesia
Metodista local, ya que ambos teníamos antecedentes en esta
denominación (asistí brevemente a algunos servicios y estudios
Bíblicos con mis hijos durante la década de 1990).
39
Cada domingo por la mañana, nos levantábamos y decíamos: “Bien,
¿debemos pararnos e ir a la iglesia?” Y lo pensábamos. La iglesia
estaba tan sólo a 20 minutos de casa, y el clima estaba bien. No había
ninguna razón para no asistir, pero siempre encontrábamos una
excusa para no ir. Luego nos sentíamos mal por ello, así que hicimos
la promesa de que el siguiente domingo iríamos. Nunca fuimos a esa
Iglesia Metodista, y luego aprendí que esta conversación sobre
“¿Deberíamos ir a la iglesia?” es otra de las formas en las que el
enemigo nos aparta de la Biblia. Ir a la iglesia es importante, pero
estudiar la Biblia, lo es más. Debimos comenzar a leer la Biblia de
inmediato mientras estábamos buscando una iglesia. Pero no lo
sabíamos entonces. Sin embargo, mi hambre de aprender más sobre
Jesús, seguía ahí…
40
Perros, Gatos, Cabras y Pollos
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más
bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al
cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la
voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y
perfecta”.
Romanos 12:2 NTV
41
mucho con los nuevos miembros emplumados que pasaron a formar
parte de nuestra familia. Cada uno tenía su nombre y personalidad.
43
Buscando Iglesia
“Confía en el Señor con todo tu corazón;
no dependas de tu propio entendimiento.
Busca su voluntad en todo lo que hagas,
y él te mostrará cuál camino tomar”.
Proverbios 3:5-6 NTV
Afortunadamente nuestro racho también estaba cerca de muchas
Iglesias. Esta vez, hicimos caso a nuestra intención de asistir a la
iglesia. Aunque, ¿a cuál deberíamos ir? Nos peguntamos. Michael y
yo decidimos ir a varias, y encontrar la que mejor nos ajustara. Así
que fuimos a buscar Iglesias. Cada domingo íbamos a una diferente.
En ese tiempo (antes de haber leído la Biblia completa) nos
dedicamos a evaluar las iglesias en términos de comodidad. Por
ejemplo, qué tan cerca estaba de nuestra casa, qué tan temprano
era el servicio, qué tan largo era, si había o no gente amigable, etc.
Admito que dejé de ir a muchas debido a estos factores, incluyendo
si su música era demasiado ruidosa o parecía Rock and Roll. Hoy, sin
embargo, entendemos que los factores más importantes al
momento de seleccionar una iglesia son: que la predicación del
Pastor esté alienada a la Biblia, y que la iglesia esté comprometida
con programas de voluntariado y caridad.
44
Admito, fue probablemente fue más fácil para nosotros visitar varias
Iglesias porque llegábamos en pareja. Muchas personas me dicen
que les resulta intimidante ir solas a una nueva iglesia.
Frecuentemente estos miedos se deben a dos cosas:
• Experiencias previas en otras iglesias. Se sienten heridos
porque ellos, o alguien cercano a ellos, fue juzgado o rechazado
por la doctrina de la iglesia, o por las políticas inherentes a ella.
O porque fueron testigos de hipocresía entre sus miembros (o
sus líderes) que decían una cosa y hacían otra, como los
Fariseos. También es posible que boicoteen a la iglesia por los
abusos cometidos contra niños, y que no fueron reportados o
castigados. Es importante hacer notar la diferencia entre fallas
ordinariamente humanas, como el orgullo o no ser
bienvenidos, y conductas puramente abusivas o ilegales, que
son otro tema. Dios es un Dios de justicia. Nunca se hace de la
vista gorda cuando hay un abuso. Si alguno de ustedes sufrió
algo terrible, por favor sepan que Jesús los ama y que se opone
a quienes les lastimaron. Él pasará a cuentas a sus abusadores
el Día del Juicio, si no se arrepienten.
• Ansiedad Social. Hay temor a ser juzgados por miembros de la
iglesia que parecen ser perfectos, cuando en tu interior sientes
que eres un desastre. Te preocupas porque todos y cada uno
de los errores que has cometido puedan ser seguramente
visibles ante los ojos de estos rígidos o críticos miembros de la
iglesia, y temes que te rechacen o te hagan menos por ello.
Así que siempre aconsejo a quienes tienen estos temores que
recuerden que las Iglesias no son lugares para reunir a los
perfectos. Las Iglesias son como los hospitales para los
espiritualmente enfermos, porque asistimos a los servicios para
sanar, crecer y apoyarnos en Dios.
45
Claro que puede haber algunos personajes con fallas en cada
iglesia a la que asisten. De hecho, quienes tienen mayor necesidad
de la Gracia y el amor son quienes menos lo demuestran. La
caridad empieza en casa y qué mejor lugar para empezar a amar
a la gente, que en la iglesia.
“Si amamos a nuestros hermanos y hermanas cristianos, eso
prueba que hemos pasado de la muerte a la vida. Pero el que no
tiene amor sigue muerto”. (1 Juan 3:14)
Por favor, no permitan que el temor les ahuyente de adorar a Dios
junto a un grupo de creyentes – porque la iglesia puede ser
poderosamente sanadora y edificante. La iglesia correcta puede
llenarte del Espíritu Santo, y traer gozo a tu corazón durante toda
la semana. Y si hubo gente que te hirió en el pasado en una iglesia,
o se comportó de manera abusiva ¡es horrible! Pero por favor no
dejes que eso impida que trates otra vez con una iglesia diferente.
Después de todo, seguramente te han herido emocionalmente en
tu vida amorosa, pero sigues intentando. Te han lastimado
emocionalmente en el trabajo, pero sigues trabajando. Piensa en
que asistir a la iglesia es una necesidad, en lugar de algo opcional.
Además, incrustar las ofensas en tu corazón es una puerta abierta
para que el enemigo te ataque o trate de controlarte. En su libro
La Trampa de Satanás, John Bevere explica que la palabra griega
para ofensa es skandalon. Esta palabra significa carnada para
cazar. En otras palabras, conservar ofensas te convierte en presa
para el enemigo. En Efesios 4:26-27 el Apóstol Pablo explica que
enojarse es normal. Solo que queremos que el enojo se vaya y no
se incruste en nuestros corazones:
46
“Además, no pequen al dejar que el enojo los controle. No
permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el
enojo da lugar al diablo. (NTV)
¡La última cosa que queremos es dar pie al demonio! ¡Eso sería
como ceder el paso al enemigo para que entre en nuestro
corazón! Así que no importa lo que haya ocurrido en tu pasado,
por favor busca una iglesia, y te encontrarás en casa. Si padeces
de ansiedad social, siéntate en las filas de atrás y lleva ropa común
que no llame la atención. Si alguien te Saluda, solo sonríe y di hola.
Pero sobre todo ¡sigue intentando!
48
La Luz que me Salvó
“Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que
andar en la obscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida”
Juan 8:12 NVT
Michael y yo teníamos tres meses de asistir regularmente a la
Iglesia Episcopal. Nuestra Navidad parecía extra brillante,
especialmente el servicio de la luz de las velas, donde todos
cantamos Noche de Paz, Ángeles Que Escuchamos en las Alturas
y otros himnos tradicionales, y vimos un desfile de niños en torno
al nacimiento de Jesús. Era el 7 de enero de 2017, y yo estaba en
la misa de sábado por la noche. Otros miembros de la iglesia eran
muy amigables y parecían felices, y todos estábamos
conociéndonos unos con otros.
El comienzo de cada servicio estaba lleno de anuncios. En este
servicio particular el sacerdote trajo a una mujer llamada Karen y
la pasó al frente, cerca del altar. Karen estaba siendo honrada por
su trabajo voluntario, ya que como explicó el sacerdote, ella se iría
pronto de Hawái. Yo nunca había visto antes a Karen. En una
iglesia grande que tiene muchos servicios en diferentes horarios,
es normal que no se conozca a todos. Especialmente si como
nosotros, apenas estábamos comenzando a asistir. Había algo de
inocencia y una sensación infantil en Karen. Mientras hablaba, sus
palabras reflejaban su enorme fe y confianza en Dios.
49
Su semblante y presencia resultaban inspiradores. Cuando Jesús
nos dijo que fuésemos como niños, Karen parecía encarnar este
estado de niñez al que él se refería. No como un niño
desenfrenado e impulsivo, sino como uno con una fe, confianza y
asombro totales. Me relajé en mi asiento y disfruté escuchándola.
De pronto, ella simplemente desapareció, lo mismo que el altar y
todos los demás alrededor. Y ahí de pie, o más bien flotando,
estaba frente a mí Jesús mismo. Mis ojos estaban abiertos y yo
estaba cien por ciento sobria. He tenido visiones espirituales
durante toda mi vida, pero esta era más real e inclusiva que
ninguna. Yo no sólo veía. Yo estaba dentro de la experiencia. Es
difícil poner en palabras lo que sucedió, pero lo intentaré: Su
presencia llenó todo mi campo visual. Sus brazos estaban
extendidos como si me invitasen hacia Él, como dando la
“bienvenida a casa” a un hijo pródigo. Sus rasgos faciales parecían
como de medio oriente, con un tono moreno, cabello café
obscuro y ondulado con un largo a la altura de los hombros, y ojos
cafés. ¡Y su corazón! Su corazón brillaba con estos rayos de luz en
todas direcciones, enormes y brillantes haces de luz. Yo podía
sentir los rayos de luz alcanzándome, y en un punto, me
impulsaron hacia atrás hacia mi silla. La luz era tanto
deslumbrante como mareadora. Me sentí tan amada y feliz, y sin
embargo parte de mí estaba observando la experiencia y
sintiéndose confundida. ¿Qué significaba esto? ¿Cómo podría
estar pasando? ¡Y era tan real! ¡Y Jesús era real! Estoy segura que
se me cayó la quijada porque Su presencia me derribó por
completo. No tuve idea de cuánto tiempo estuvo ahí. Supe que
Jesús está siempre ahí, para todos nosotros, y que todos podemos
experimentarlo.
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En cierto sentido me convertí “en una niña pequeña” mientras
reflexionaba sobre la naturaleza infantil de Karen. Tal vez es por
eso que el velo se levantó en ese momento. La luz que irradiaba
Su corazón iluminaba a todos, no solamente a mí. Fue tan
profundo y tan de otro mundo. Nunca había visto luz como esa
antes. Los rayos eran más brillantes que cualquier otra cosa que
hubiese visto jamás en este mundo. Durante el tiempo que viví la
experiencia de la presencia de Jesús, pasé de simplemente creer
en Él, a conocer Su realidad. Sentí la sensación de Su crucifixión
con todo el aplastante peso de los pecados del mundo sobre él,
mientras sufría en la cruz. ¡Jadeé cuando me di cuenta de que
Jesús había absorbido todos nuestros pecados! Toda duda que
hubiese tenido sobre las descripciones de Jesús en los Evangelios,
se esfumó en ese momento. Este era Jesús de Nazaret. Él sabía
quién era yo. Él sabe quién eres tú. Él nos conoce a todos. Mi
experiencia me dejó en claro que Jesús es el Hijo de Dios, parte de
la Santísima Trinidad. Recuerdo que antes de esta experiencia, yo
reverenciaba a Jesús como un “maestro ascendido”. Y en ese
momento en que lo vi, supe que Jesús es el Señor. También tuve
la certeza de que no podría seguir dentro del movimiento de la
nueva era. Yo había intentado caminar en ambos mundos, y ver
a Jesús cambió instantáneamente eso. Supe que mis seguidores
de la nueva era estarían contrariados, pero ¿qué otra opción tenía
sino declarar públicamente que ahora yo era una seguidora de
Jesús total y al cien por ciento? No tenía alternativa. Más que
todo, quedé total y absolutamente enamorada de Jesús ese día.
Estaba dispuesta a hacer todo lo necesario para estar con él. Mi
búsqueda había terminado, porque Jesús llenó mi anhelo de un
gran amor. No podía esperar a verlo otra vez, y pasar la eternidad
en el paraíso con Él. Y luego lo perdí de vista. Se desvaneció. No
podía verlo más, pero todavía quedé deleitándome en las olas de
esos rayos de luz de su corazón.
51
Estaba absorta y sin habla (lo que es raro en mí). No recuerdo el
resto del servicio en la iglesia, ni cómo fue que llegué a casa. La
experiencia había sido más allá de lo real. Era Él. ¿Cómo sabía que
era el verdadero Jesús y no una aparición falsa del enemigo?
(Después de todo, los demonios también se disfrazan de Jesús,
María y los ángeles). Algunas personas dicen que todas las
visiones son del diablo. Sin embargo, en el libro de Hechos en la
Biblia, se describe cómo Saúl tuvo una visión de Jesús que le llevó
a la conversión. “Por sus frutos los conoceréis”, enseña Jesús en
Mateo 7:16. Los frutos de mi experiencia me mostraron que yo
genuinamente tuve una visión de Jesús de Nazareth. Comencé a
leer y estudiar la Biblia entera, empezando por Génesis 1. Y por
primera vez en la vida, seguí leyendo hasta terminar el libro del
Apocalipsis.
• Me bauticé por primera vez en la vida el 25 de febrero de
2017. ¡Luego de encontrarme con Jesús, no podía esperar a
bautizarme! En la iglesia de mi niñez (Unidad) no bautizan a
los niños, y nunca antes había considerado ser bautizada. Y
luego de ver a Jesús, bautizarme pareció la acción más
importante que podía tomar.
• Mi foco se dirigió a ayudar a los demás. Cambié de estar
centrada en mí misma a servir desinteresadamente.
Comencé a hacer voluntariado y me interesé más por los
demás.
• Me arrepentí de mis errores pasados y oré a Dios por su
perdón.
• Con la guía del Espíritu Santo, limpié mi casa y oficina de
todo lo que pudiera ser un ídolo (hablaré de este tema más
adelante en el libro).
52
Cuando describí mi visión al artista Howard David Johnson, él pinto
la imagen que adorna la portada de este libro, basado en mi
descripción. Su pintura captura muy bien lo que vi, si tan solo los
haces de luz pulsantes pudieran brillar y salir de alguna manera de la
pintura.
53
¿Y ahora qué?
“Qué bendiciones les esperan cuando la gente los odie y los
excluya, cuando se burlen de ustedes y los maldigan, como si fueran
gente maligna, porque siguen al Hijo del Hombre. Cuando les
suceda eso, pónganse contentos. ¡Sí, salten de alegría, porque les
espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que los
antepasados de ellos trataron a los antiguos profetas de la misma
manera”
Lucas 6:22-24 (NTV)
55
Por otra parte, el enemigo me amenazaba a gritos: “¡Si hablas
abiertamente de Jesús y la Biblia, perderás todo aquello por lo que
has trabajado tanto! ¡Todos van a abandonarte! ¡Perderás todos tus
ingresos y tu reputación!” Pero la Biblia me aseguraba que solo
necesitaba rendir todo, mi vida entera, y confiar en la guía de Dios.
Pasé horas y días hincada, orando y arrepintiéndome. “Lo siento
Dios! ¡Yo no sabía!” Seguí disculpándome cada vez que pensaba en
mis antiguas creencias y prácticas en la nueva era. Antes, yo misma
estaba sentada en el trono de mi corazón, en lugar de Jesús, a quien
por derecho le pertenece el trono de nuestros corazones. De pronto,
todo en la nueva era me pareció tan egoísta y superficial, comparado
con lo que estaba aprendiendo de Jesús. Mis experiencias en la
nueva era habían sido sobre encontrar paz y permanecer positivos,
pero el camino prescrito para alcanzarla había girado siempre uno
mismo: cuidarse a uno mismo, amarse a uno mismo, manifestar uno
mismo. Se trataba de escuchar el propio corazón en lugar de
escuchar la voluntad de Dios. Era crear tu propio universo, en lugar
de respetar a Dios como el Creador. Y entendí por qué era así: el
demonio demuele el respeto hacia ti mismo. Te sobaja, roba tu
alegría y te conduce a adicciones que después te llenan de culpa.
Luego, cuando el demonio logra que te odies a ti mismo, te ofrece
soluciones huecas a través del “amor propio”. El componente
psíquico de mis creencias previas me mostró mi falta de confianza y
de paciencia para esperar las respuestas del Señor. En vez de confiar
mi futuro a Dios, yo insistía en predecirlo y tratar de controlarlo.
Hubo canalización, contacto con los Muertos y adivinación – todo
ello prohibido por dios. Y, sin embargo, siendo alguien criado en el
nuevo pensamiento/la nueva era, y al no haber leído la Biblia entera,
¿cómo podría yo saberlo?
56
Pensaba con gran arrepentimiento sobre todos esos momentos en
los que borré publicaciones airadas que algunos cristianos colocaban
en las páginas de mis redes sociales. Los cristianos me señalaban
partes de las Escrituras, pero sin contexto, ¿cómo podía yo haber
escuchado su mensaje? Nadie me lo explicó. Todo lo que podía oír
era su enojo y desaprobación hacia mí. Yo pensé que me estaban
considerando una “mala persona” No me daba cuenta de que
estaban intentando salvar mi alma. Oré a Dios por su perdón. Oré a
Dios por que me enseñara Su voluntad. Oré a Dios para que me
ayudase a entender la Biblia. Oré a Dios para que me enseñase cómo
podía ayudar a otros que también habían sido engañados por el
enemigo.
57
Otra mujer publicó una retorcida teoría conspirativa y llena de
mentiras sobre mí, con encabezados sensacionalistas, incluyendo
historias falsas sobre mi rancho donde rescataba animales, todo para
atraer lectores que se expusieran a su publicidad lucrativa. Otra
mujer tenía tanto odio que editó un video con su voz, pretendiendo
ser mi voz. Todos podían darse cuenta de que era un video falso,
pues tengo un patrón de voz único y muy distintivo. Claramente, esta
mujer estaba siendo usada por el diablo para dañar mi reputación, a
modo de que la gente no escuchara mi testimonio sobre Jesús.
Muchas personas se unieron conmigo en oración para que esta
mujer fuera liberada de las garras del demonio. Yo encontré solaz en
la historia de José en Génesis, quien fue severamente perseguido por
sus hermanos, quienes lo vendieron como esclavo. Y luego, la mujer
del jefe de José trató de seducirlo. Cuando José se negó, la esposa
del jefe fabricó toda una historia sobre él. ¡Ella decía que José era
quien trató de seducirla! De modo que José fue puesto en la cárcel.
Afortunadamente, Dios puede convertir cualquier situación en algo
bueno (Romanos 8:28), lo cual hizo por José quien eventualmente
pudo idear un plan para salvar a los israelitas de una terrible
hambruna.
Y tuve que recordar que la persecución hacia los cristianos es mucho
peor en varios países, donde los matan y encarcelan por su fe. En
comparación, mi persecución en redes sociales parecía suave. Aun
así, mis amigos se alarmaron con las campañas de odio en redes
sociales. Yo también estaba alarmada, y sorprendida por el odio
envenenado que se dirigía contra mí. ¿No era esta la misma gente
que profesaba querer un mundo de paz, amor y luz? Y parecía que
solamente eran mujeres las que estaban en mi contra. ¿No eran las
mismas que me compartieron sus historias de abuso y acoso?
58
Aparentemente, cuando se trata de seguidores de Jesús, todas las
apuestas se retiran. Parecía que los cristianos fuesen el último grupo
remanente al que está socialmente aceptado acosar. Después de
todo, si expresas palabras degradantes en contra de cualquier otro
grupo, la gente te dice cosas. Pero acosa a un cristiano en redes
sociales y te conviertes en una clase de héroe. Me aferré a las
palabras de Jesús en los Evangelios, en las cuales él promete que la
persecución sucederá a aquellos que lo sigan. Jesús prometió que
seríamos recompensados por ser perseguidos. Después de todo,
¡miren la gran tortura que Él sufrió para traernos la Buena Nueva! Y
el martirio de los Apóstoles e incontables cristianos, que aún en
estos días, son torturados y asesinados por su fe. Lo que también me
ayudó fue enfocarme en las palabras de Jesús en Juan 3:19-21:
“La luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad
que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen
el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que
sus pecados queden al descubierto, pero los que hacen lo correcto se
acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo
que Dios quiere” (NTV)
En otras palabras, la gente teme a la Luz que Jesús derrama sobre
todos nosotros. Ellos no quieren que su “diversión y juegos” que
ocultan tras las sombras, sean expuestos a Su luz. No quieren que el
Espíritu Santo los confronte. No quieren cambiar, venir a la luz, y
regocijarse con Jesús. También entendí que muchos de ellos han sido
profundamente heridos por hombres, por lo que no quieren tener
que ver nada con una fe patriarcal. No quieren llamar a Dios “Padre
Celestial”, y no quieren hablar con Jesús por ser de género
masculino. Prefieren diosas y ángeles. Y algunos perseguidores
59
también enfrentaron experiencias infelices con la iglesia. De modo
que rechazan a cualquier persona o cosa que la represente.
A lo largo de esta persecución, muchos seguidores de Jesús me
escribieron cartas de apoyo, aliento y comprensión. Muchos de ellos
me decían que habían estado orando por mi salvación durante años.
¡Les agradecí profusamente! Es justo decir que también recibí cartas
amables de gente de la nueva era en las que me decían que, aunque
no compartían mi creencia en Jesús, respetaban mi derecho a
seguirlo. Siempre hago oraciones extra por ellos. Y mi alegría más
grande fue, y sigue siendo, que hay gente a quien les inspiró mi
conversión… ¡Y ellos también se convirtieron! Muchos de ellos
habían abandonado el cristianismo, y habían escuchado el llamado
de regresar a Jesús. Algunos no habían sido nunca cristianos.
Valieron la pena todo el dolor y la humillación que soporté, por
inspirar a otros a seguir a Jesús. No es un camino fácil, por supuesto,
pero es el camino a Dios.
61
Bueno, lo primero es traerlo a Dios en la oración. Confesarle lo malo
que has hecho, con verdadera contrición (remordimiento) en el
corazón. Oras a Dios para que te perdone, y te levante. Luego sigues
orando, especialmente si el demonio intenta golpearte con la culpa.
El demonio (alias el acusador) tratará de convencerte de que estás
permanentemente dañado por tus acciones pasadas. ¡No le creas!
Como en la historia del hijo pródigo, Dios nos da la bienvenida de
vuelta a todos sus hijos e hijas pródigos con los brazos abiertos.
62
Guerra Espiritual
“Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de
problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse
mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la
fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse”.
Santiago 1:2-3 NTV
64
solamente tú podrás salvar al mundo. Jesús nos advirtió de
impostores como éstos a través de los Evangelios. Por ejemplo, en
Mateo 24:24 Jesús advierte:
“Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán
grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos”
La parte “engañadora” es el propósito de esos falsos Jesús. El
demonio es el engañador que hará lo que sea para apartarnos de
Dios, pues está celoso del amor, poder y atención de Dios. Estaba
muy contrariada al darme cuenta de que había sido engañada por
UCEM. Gasté miles de dólares y horas de entrega hacia UCEM, y me
sentía deprimida por este desperdicio. Pero, ¿qué había de los
ángeles con los que estuve en contacto? ¿eran también un engaño?
¿Eran una falsedad del demonio, también? Antes de poder
responderme, me enfrenté a una granizada de guerra espiritual. Es
como si el demonio me estuviese golpeando con todo al mismo
tiempo.
Aprendí mucho de la guerra espiritual a partir de estas experiencias.
He aquí algunos de los signos de ataques demoniacos:
1. Insomnio. Los demonios entran a tu habitación y crean una
atmósfera de caos y confusión. Puedes sentir sus presencias,
similar a cuando los niños tienen miedo de los monstruos en
el armario. Luego de convertirme, no dormí bien durante
meses. Estaba física y mentalmente debilitada por el insomnio,
incapaz de pensar con claridad. Este estado de debilidad es
exactamente lo que busca el diablo, es así como pretende
castigarnos por dejarle, y que ansiemos regresar a su control.
En este mundo, o sigues a Dios, o al diablo. Y el diablo se pone
furioso cuando pierde a un seguidor.
65
2. Culpa. Los demonios influyen en nuestros pensamientos. Tu
mente se fragmenta con la culpa generada por tus acciones
previas. Los demonios tratan de convencerte que eres
irredimible, y que Dios nunca podrá perdonarte o amarte, y
que sería mejor que desaparecieras. Me sentí tremendamente
culpable, como una tonta, por haber sido engañada por el
diablo. Me pesaba el orgullo sobre mi propia capacidad de
discernimiento, y mi habilidad para detectar “energías
inferiores”, como yo solía llamarles. ¡Pero caí! Y como
resultado, me dediqué a enseñar cosas que no vienen de Dios.
Mi culpa era gigantesca, y en un principio estuve
desconsolada.
3. Miedo y el talón de Aquiles. Los demonios nos estudian y
aprenden sobre nuestros peores temores. Luego ellos atacan
sobre estos miedos para intentar controlarnos. El libro Cartas
del Diablo a su Sobrino, de C.S. Lewis, explica el proceso a
detalle. De modo que, si temes que el seguir a Jesús te traerá
problemas financieros, en tus relaciones, en la salud, con la
familia, tu reputación, seguridad, etc., entonces los demonios
proclamarán en voz alta que estas terribles cosas te sucederán
si sigues a Jesús. En mi caso, el demonio sabía que yo tenía
preocupaciones financieras porque era el único miembro de la
familia que tenía ingresos. Mientras Michael ayudaba
enormemente con el rancho y el trabajo de grabación de
videos, en realidad en ese tiempo no generaba un ingreso
independiente que pudiese respaldarnos. Mis ingresos
alimentaban muchas bocas humanas y animales, y temí que mi
conversión pudiese decepcionarlos y dejarlos en una mala
posición. Además, mis socios en el negocio de la nueva era
estaban aterrados de que denunciara todo y les arruinase sus
intereses financieros.
66
Y pasó tal como en la historia del Libro de Hechos 16:16-19,
donde Lucas, el autor, dice:
“Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que
tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande
ganancia a sus amos adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a
nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios
Alto, los cuales os anuncian el camino de salud. Y esto hacía por
muchos días; más desagradando a Pablo, se volvió y dijo al espíritu:
Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la
misma hora. Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su
ganancia, prendieron a Pablo y á Silas, y los trajeron al foro, al
magistrado”
68
Siete Formas de Combatir la Guerra Espiritual
“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino
de poder, amor y autodisciplina”
Timoteo 1:7 (NTV)
71
Posiblemente te preguntes si deberías vender o donar estos
objetos. Pregúntale al Espíritu Santo, quien usualmente te
dirá: si algo es malo para ti, ¿por qué querrías convertirlo en
una carga para alguien más? Si tienes alguna duda sobre
qué dejar ir, pregunta al Espíritu Santo.
72
recordaba los residuos de carbón que quedan al fondo de
un asador. Usado, sin vida, sin esperanza y completamente
carente de luz. Inmediatamente grité el nombre de Jesús de
Nazaret, y se fue. Pero lo había visto, y trataré de explicar
mi conclusión sobre esta experiencia: La única arma que
posee el demonio es el miedo; busca asustarnos, y torcer
nuestras mentes para que nos preocupemos, angustiemos
y deprimamos, y que nos sintamos llenos de vergüenza y
culpa. Él trata de alejarnos de Dios. Intenta decirnos que las
respuestas que buscamos están en su ruta. Trata de
sobornarnos, ofreciéndonos fama, fortuna, aceptación
social y placeres. Y es posible que nos cumpla estas
promesas; sin embargo, nunca nos permitirá disfrutarlas.
Nos mantendrá perpetuamente deseando más y más, en un
interminable ciclo demoniaco de codicia.
73
A lo largo del libro de Hechos, Jesús es identificado como
“Jesús de Nazaret” y “Jesús el Nazareno”. Decir el nombre
“Jesús de Nazaret” es ofensivo para los demonios. Creo que
es por eso que la gente que está siendo controlada por
demonios, se ofende al escuchar el nombre. La noche que
vi claramente al demonio, el nombre de Jesús de Nazaret
hizo que desapareciera inmediatamente. He escuchado de
gente que ha reportado resultados similares, incluyendo a
quienes han dicho el nombre de Jesús de Nazaret durante
sus pesadillas. ¡Alabemos a Jesús, el verdadero Jesús que es
el Hijo de Dios, totalmente Dios y totalmente humano,
quien murió por nosotros en la cruz y se levantó al tercer
día!
4. Vistan su “Manto de Alegría”. Como se lee en Isaías 61:3
(RVR), ponerse “el manto de alegría” puede levantar el
“espíritu angustiado”. El Acusador intenta socavar y robar
tu alegría, cubriendo tu conciencia de la Luz de Dios.
Cuando atravesaba un intenso periodo de guerra espiritual
poco después de mi conversión, noté una pesadez al
despertar. Todo mi cuerpo se sentía pesado, como si alguna
presión empujara sobre mí. Estaba saludable, y sin embargo
me costaba trabajo respirar. Había descansado y aun así me
sentía perezosa. Sentía pavor del día por venir, y culpa por
mi pasado. Me di cuenta de que me sentía “pesada” y no en
términos de peso corporal, sino en el sentido espiritual. De
modo que consulté la Biblia y encontré en la Escritura el
concepto del “espíritu angustiado” (“el espíritu de la
pesadumbre”). Este término se encuentra solamente en la
Versión del Rey Jacobo (King James en inglés). Así que, ¿qué
es el “espíritu de la pesadumbre”? Sentirte pesado,
perezoso y descorazonado. Como si los colores del mundo
74
se diluyeran, como si no hubiese nada por lo que sentirse
alegre o agradecido. La Biblia dice que podemos levantar el
espíritu de la pesadumbre vistiendo el “manto de alegría” o
“manto de alabanza”. Significa sumergir nuestra mente,
corazón y acciones en la alabanza a Dios. Intenté este
proceso a la mañana siguiente. Cuando desperté con la
pesadumbre que ya me era familiar, comencé de inmediato
a alabar a Dios. En silencio, en mi mente, dije “Gracias Dios”.
Mi corazón se llenó de gratitud, y mi mente se enfocó en
todas las bendiciones que nuestro Creador nos da.
Repentinamente me sentí agradecida por bendiciones que
me habían parecido pequeñas o insignificantes. Cuando
seguí alabando y agradeciendo a Dios, entendí que todas las
bendiciones son importantes. No hay bendiciones
insignificantes.
Puedes alabar a Dios en voz alta, en silencio, escribiendo, y
cantando. Tus acciones alaban a Dios, trayéndole Gloria a
Él. Decir “gracias Dios” repetidamente, levanta el espíritu
de la pesadumbre. Cuando comencé a alabar a Dios como
respuesta a la guerra espiritual, los demonios se fueron
inmediatamente. Como dicen las Escrituras:
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros” Santiago 4:7 (RVR)
Piensa en palabras diferentes para usar cuando alabes a
Dios:
• Te amo
• Eres magnifico
• Tú creaste todo
• Tu Gloria es inconmensurable
• Gloria a ti
• Eres asombroso
• Te alabo
75
Gracias Dios por ser santo, firme, glorioso, fiel, asombroso,
amoroso, poderoso, indulgente, misericordioso, justo y
verdadero. Lo más importante de todo es solo pensar sobre el
inconmensurable amor de Dios en Cristo en Su muerte en la
Cruz por tus pecados. Comenzar diciendo “gracias por amarme
tanto como para dar tu vida por mí, Jesús, Eres maravilloso, yo
creo que tú pagaste por mis pecados y que Tú estás conmigo”.
La Cruz es la pieza central del amor de Dios. Si alguna vez dudas
si Dios te ama, piensa y agradécele que estuvo en la Cruz, y el
terrible precio que tuvo que pagar, y sin embargo, te amó hasta
el final. Cuan maravillosa e inexpresable manifestación de
amor. Así que, si te sientes pesada o perezosa, comienza
diciendo “gracias Dios” en tantas maneras como puedas (Gloria
a ti, te alabo Dios, y así sucesivamente). Esto puede convertir
tu corazón hacia Dios y levantarte.
5. Cita las Escrituras como lo hizo Jesús durante sus
tentaciones. Cuando el demonio intentó tentar a Jesús en
el desierto, nuestro Señor lo combatió citando las Escrituras
en voz alta. Nos dio un modelo de cómo lidiar con la guerra
espiritual haciendo lo mismo. En Mateo 4:3, cuando el
demonio tentó a Jesús para que convirtiese en pan las
piedras, Jesús citó Deuteronomio 8:3
“Está escrito, la gente no vive solo de pan, sino que vivimos
de cada palabra que sale de la boca del Señor”.
76
El demonio prometió después a Jesús fama y fortuna, a
cambio de seguirle. Ante esta ridícula petición, Jesús citó
Deuteronomio 6:13:
“¡Atrás, Satanás! Porque está escrito “Teme al Señor tu Dios
y sírvele a Él”.
78
Vendan Todo y Síganme
“Porque el Señor tu Dios está en medio de ti. Como guerrero
victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se
alegrará por ti con cantos”
Sofonías 3:17 (NVI)
81
quedaba de vida, y cuidar de los animales para siempre. Incluso hice
una cláusula notarial para crear un plan para que, al momento de mi
muerte, los animales del rancho siguieran recibiendo cuidados hasta
que el último de ellos muriese. Lloré a diario, cada vez que nuestros
amigos venían al rancho a trasladar los animales a su propiedad.
Decir adiós a nuestros bebés fue muy doloroso, y el dolor sólo se
mitigaba al saber que recibiría actualización y fotos de los animales
que se quedaron con mis amigos. Afortunadamente, como viví en
Hawái durante 11 años y me conocían como vegana, conocía muchas
personas que darían un hogar permanente a nuestros animales
rescatados. Nos aseguramos de que cada uno tuviera un lugar
seguro, compasivo y de por vida. Luego de dos meses, todos los
animales – con excepción de los patos, guajolotes, pavorreales y
pollos, que se quedarían en el rancho, y la mayor parte de los perros
y gatos que llevaríamos con nosotros – fueron llevados a un nuevo
hogar. Para ese tiempo, mis padres vivían con nosotros, así que
necesitábamos encontrar un lugar accesible, pero con suficiente
espacio para todos. Oramos y fuimos conducidos a una casa en el
Noroeste del Pacífico. Pusimos el rancho a la venta por el mismo
precio que debemos de la hipoteca. No se vendió, así que acabamos
por devolverlo a sus dueños a quienes se los habíamos comprado.
En noviembre de 2017, con lágrimas en los ojos, dijimos adiós a las
aves que quedaron en el rancho y volamos al estado de Washington,
con nuestros perros y gatos. Al día de hoy seguimos pagando por el
mantenimiento del rancho, incluyendo la comida para los patos,
pavorreales y pollos que quedaron allá. Mis padres se ajustaron bien
al cambio, al igual que Michael y nuestros animales. Mi propio ajuste
tomó mucho más tiempo. El haber vivido en lugares con clima cálido
durante la mayor parte de mi vida, me causó un shock por tener que
pasar el invierno en la obscura frialdad del Noroeste. Llueve la mayor
parte del día, y el sol se pone a las 4:30 p.m. Me sentí deprimida y
82
empecé a ganar peso por la falta de ejercicio físico al aire libre, a lo
que estaba acostumbrada. Cuando creí que nada podía ser peor,
recibí un correo de mi editor, dos semanas antes de Navidad, donde
me informaba que romperían la relación laboral conmigo. Confié en
que todo era voluntad de Dios, pero aun así fue muy doloroso que
me despidieran de una empresa en la que había trabajado por más
de 20 años. La única cosa que podía hacer era voltear a Dios y orar,
lo cual hice ¡fervientemente! La guía que recibí fue que continuara
estudiando la Biblia, y que la compartiera con otros. Así que ahora
que nos mudamos, comenzamos de nuevo a buscar iglesia, y
finalmente encontramos una que ofrece estudios de las Escrituras
durante sus sermones, así como grupos de estudios bíblicos.
También comencé un grupo de apoyo en video, totalmente gratuito
para quienes se sienten guiados a leer La Biblia en un Año, conmigo.
Nos reunimos diariamente en Instagram Live y luego subo los videos
a la página Vimeo.com/Doreen Virtue. Liderar este grupo de apoyo
para leer la Biblia me llevó a profundizar mi propio estudio de las
Escrituras. Para poder explicar cada día la sección de la Biblia que
corresponde, debo primero entenderla yo misma. De modo que paso
tiempo estudiando cada día, cada lectura de la versión de La Biblia
en un Año. Leo diversos comentarios para poder ofrecer diferentes
puntos de vista alternativos sobre el significado de cada historia de
la Biblia. La mayor parte de las veces me baso en sitios apologéticos
como gotquestions.org (gotquestions.org/Espanol en versión al
español) y blueletterbible.org. Leer la Biblia con el grupo ha sido
terapéutico e inspirador. Ahora entiendo por qué a la Biblia se le
llama “La Palabra Viva”, pues la voz viviente de Dios se expresa a
través de los versículos. Cada mañana, leo un capítulo de la Biblia y
hago oración, luego leo un libro sobre comentarios acerca del
capítulo que acabo de leer. Mi comentarista favorito de la Biblia es
David Guzik, un pastor de la Capilla Calvary y escritor voluntario en
83
blueletterbible.org La Biblia nos ayuda a entender quién es Dios, y
qué quiere de nosotros. Podemos percibir su amor y preocupación
por nosotros, y entendemos por qué debemos ser obedientes. Me
enamoré de la Palabra, y ahora, cada vez que veo un versículo de la
Biblia, mi corazón late apresuradamente con latidos de amor.
Entiendo por qué la gente dice que la Biblia es una carta de amor de
Dios.
84
El Verdadero Jesús vs. el Jesús de la Nueva Era
“¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de toda la tierra!
Adoren al Señor con gozo.
¡Vengan ante él cantando con alegría!
Salmo 100:1-2 (NTV)
86
Te advierte del pecado que te Nunca menciona el pecado, el
conduce al infierno sin salvación infierno o la salvación
87
¡Tenía que conocer al Jesús verdadero y a Dios! Así que, ¿quién es el
verdadero Jesús? Las Escrituras nos enseñan sobre la naturaleza
verdadero del Jesús real:
• Jesús es el Hijo de Dios que es uno con Dios (Juan 6:69 y Juan
10:30).
• Jesús fue el Creador de este mundo, junto con Dios (Juan 1:1-3;
Colosenses 1:17).
• Jesús murió por nuestros pecados (Colosenses 1:22; 1 Pedro 1:19).
• Jesús es el Eterno, no creado, Hijo de Dios; fue concebido por el
Espíritu Santo y nació de María virgen. Sobre Su humanidad, Él fue
totalmente humano cuando caminó sobre la Tierra (Juan 1:14;
Filipenses 2:7-8) El misterio de Cristo es que Él es totalmente Dios y
totalmente hombre, Esta es la verdad central que todos los
demonios tratan de cambiar y retorcer. Mal entender esto es
entender todo mal.
• Jesús murió en la cruz para salvarnos del pecado (Juan 3:16; 1
Pedro 3:18; 2 Corintios 5:21). Antes de la crucifixión de Jesús, la
gente tenía que sacrificar animales inocentes y sin mancha para
expiar sus pecados. Estos sacrificios no tenían un efecto duradero,
sin embargo, Dios mismo vino a la Tierra como Jesús para convertirse
en el sacrificio perfecto que lavaría los pecados de todos los
creyentes (Hebreos 10:1-18).
• Jesús resucitó de entre los muertos (Juan 20:1-10; 1 Corintios 15:4)
• La vida y muerte de Jesús como Mesías y Salvador fue profetizada
en las Escrituras cientos de años antes (Isaías 53:3-8).
• Jesús ascendió al Padre, Dios (Hechos 1:6-11) donde son una
Santísima Trinidad con el Espíritu Santo (Juan 6:27; Juan 1:1; 1
Corintios:16).
88
• Para recibir la salvación eterna con Jesús en el Paraíso, hay que
creer que Él fue totalmente Dios y totalmente humano, quien
murió por nuestros pecados y resucitó al tercer día. Tener fe en
que recibirás la vida eterna. (Gálatas 3:22; Efesios 2:8-9). Pide a
Jesús ser tu Señor y Salvador, y recibir su salvación y guía.
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Ángeles y Jesús
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Nuestra naturaleza humana simplemente no podía tocar la
presencia de Dios sin filtro. Incluso los Sumos Sacerdotes debían
atar una cuerda alrededor de sus tobillos cuando cruzaban la
cortina hacia la sección interior del Tabernáculo. De ese modo, si
estaban sucios y morían en la presencia de Dios, alguien más
podría jalarlos con la cuerda sin que nadie tuviese que arriesgarse
a estar cerca del Arca. Luego de la rebelión en el Jardín del Edén,
los Cielos y la Tierra fueron separados. Dios trató de ofrecer el
Paraíso a Adán y Eva, pero ellos escogieron – por su libre albedrío
– escuchar las mentiras de la serpiente. Eso creó un abismo con
todos los demás humanos, quienes continuaron eligiendo la
rebelión en lugar de una relación subordinada con su Padre
Celestial, Dios.
Un Sistema de sacrificios se puso en práctica para apaciguar a Dios
por la voluntariedad humana. Se sacrificaría un animal impoluto
para expiar los pecados. Todo cambió cuando Jesús murió en la
cruz. Él fue el perfecto Cordero de Dios que sufrió por nuestros
pecados. En el momento en el que Jesús expiró, ¡la cortina del
Tabernáculo se rasgó! Esa cortina que había separado a la gente
del acceso a Dios, ¡se partió en dos! (Mateo 27:51; Marcos 15:38;
Lucas 23:45) Eso significa que, debido al sacrificio de Jesús, tú y yo
– y todos los demás creyentes – tenemos acceso directo a la
presencia de Dios. Eso incluye la habilidad de recibir su guía. ¡No
necesitamos de sacerdotes, santos, profetas o ángeles para hablar
con Dios! Jesús rasgó la cortina del Tabernáculo, ¡y ahora
podemos hablar directamente con Dios nosotros mismos!
(Hebreos 6:19; Hebreos 10:20). Entre los regalos que Jesús nos dio
en la cruz es que ahora tenemos comunicación directa con Dios.
No necesitamos intermediarios.
91
Jesús y los Ángeles
Como sabes, los ángeles proclamaron el nacimiento de Jesús. El
ángel Gabriel anunció el nacimiento de Jesús a María (Lucas 1:26-
35) y el Ángel del Señor aseguró a su prometido José, que era
correcto que desposara a María (Mateo 1:20-24). Cuando Jesús
nació, los ángeles anunciaron su nacimiento a los pastores en
Lucas 2:8-15. Luego, el Ángel del Señor salvó a Jesús y a su familia
apareciéndose en sueños a José e indicándole que escapar hacia
Egipto para evitar la traición de Herodes (Mateo 2:13-21). Por
tiempo breve, Jesús estuvo por debajo de los ángeles (Salmo 8:5;
Hebreos 2:6-8) cuando fue un humano de carne y hueso. Después
de la crucifixión, el nombre de Jesús fue exaltado por encima de
todos los nombres (Filipenses 2:9). Jesús está ahora y para
siempre por encima de los ángeles. En el Evangelio de Mateo,
Jesús se refiere a los ángeles como “sus ángeles” como en “El Hijo
del Hombre enviará a sus ángeles” (Mateo 13:41) y “El Hijo del
Hombre vendrá con sus ángeles” (Mateo 16:27). ¿Por qué se
referiría Jesús a ellos como sus ángeles? ¿Tal vez porque estuvo
involucrado en su creación? Como leemos en Colosenses 1:15-17:
[Cristo] es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda
creación, porque por medio de él fueron creadas todas las cosas
en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes,
principados, o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y
para él. Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él
forman un todo coherente. (NVI)
Esto coincide con el primer capítulo del Evangelio de Juan,
versículo 3, que dice que todas las cosas fueron hechas a través
de Jesús. Jesús estuvo involucrado con la creación de todo,
¡incluyendo los ángeles! En virtud de que la Santísima Trinidad del
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno, esto hace sentido.
92
De acuerdo con el Libro de Job 38:4-7, los ángeles fueron creados
previo a la Tierra. Los ángeles clamaban de alegría cuando Dios, a
través de Jesús el Verbo, nos creó a todos.
Los ángeles también asistieron a Jesús luego de sus 40 días de
ayuno y tentación en el desierto (Mateo 4:11) y en el Huerto de
Getsemaní (Lucas 22:43). Cuando Jesús se levantó de la muerte,
fue un ángel quien rodó la piedra que tapaba su tumba (Mateo
28:2), y los ángeles estaban en su tumba para dar mensajes a los
visitantes (Lucas 24:22-24). Luego de la ascensión de Jesús, dos
ángeles aseguraron a los Apóstoles que Jesús, ahora en el cielo,
regresaría de la misma manera en la que se fue (Hechos 1:10-11).
La segunda venida de Jesús también describe que vendrá
acompañado de ángeles (Mateo 24:30-31), y en el final de los
tiempos, con Jesús y el Arcángel Miguel venciendo a Satanás,
según el libro de Apocalipsis.
La Escalera de Jacob
Como hemos visto en las Escrituras mencionadas, Jesús y los
ángeles están claramente interconectados. Ellos son sus sirvientes
y mensajeros. Y mi conexión favorita viene de la historia de la
Escalera de Jacob. Se trata de un sueño que tuvo Jacob mientras
viajaba, en el que vio una escalera extendida entre la tierra y el
cielo. Los ángeles de Dios ascendían y descendían por ella. En lo
más alto de la escalera estaba Dios reafirmando el pacto con los
ancestros de Jacob. Claramente, el sueño fue sobre la conexión
entre el Cielo y la Tierra. Recordarán que esta conexión se perdió
cuando Adán y Eva se revelaron en el Paraíso. Bien, Jesús dijo a
sus discípulos en Juan 1:51:
93
Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto
y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del
Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra». (NTV)
¡Esto muestra que Jesús es la escalera, el camino, la conexión! Él
vino a reconectarnos con Dios luego de que dicha conexión se
perdiera en el Jardín del Edén.
Jesús Expulsa a los Ángeles Caídos
Muchos de los milagros de sanación de Jesús involucraron la
expulsión de demonios. Una vez que los demonios eran
removidos, la gente recuperaba de inmediato su salud y
normalidad. De los 35 milagros registrados en los Evangelios, 7
tuvieron que ver con expulsar demonios. Al ser expulsados por
Jesús, la gente sanaba sus tendencias violentas (Mateo 8:28-32),
ceguera y mudez (Mateo 12:22), y enfermedades.
Además, Jesús empoderaba a sus discípulos para expulsar
demonios. Esto incluyó posteriormente al Apóstol Pablo y a otros
creyentes, quienes expelieron demonios en nombre de Jesús,
como quedó asentado en el Libro de Hechos. Y, ¿quiénes eran
estos demonios? Es un tema controvertido, y varios teólogos lo
responden de dos maneras:
1. Los demonios son ángeles caídos.
2. Los demonios son distintos a los ángeles caídos.
Yo personalmente creo que son ángeles caídos. Sé que su
apariencia no es angelical, pero hay mucha evidencia de que los
demonios son un tercio de los ángeles que siguieron a Lucifer
cuando cayó del Cielo (Apocalipsis 12:14). Como mencioné antes
en este libro, nunca me sentí cómoda estudiando demonología o
ángeles caídos. De modo que es un tópico que evité durante mis
primeros 58 años de vida ¡Gran error! Los demonios operan
encubiertos sin ser notados, porque la gente no quiere aprender
sobre ellos. Así que ahora que Dios me dio el valor para estudiar
94
sobre ángeles caídos, he aquí lo que aprendí: En este mundo, o
sigues a Dios el Creador, o sigues al demonio. Si renuncias al diablo
y comienzas a seguir a Dios, el demonio se enoja. No quiere perder
a ninguno de sus seguidores, por lo que lo intentará todo para
ganar de vuelta tu lealtad. Intentará tentarte, amenazarte,
hacerte sentir culpa, distraerte o asustarte. Los demonios son los
más grandes engañadores que tratan de emular la gloria de Dios,
y fingen ser como él. Así como los magos del Faraón intentaron
copiar los milagros de Dios (Éxodo 7:11), los demonios también
pretenden crear milagros. La cosa es, sin embargo, que estos
“milagros” creados por diablos – así como los de los magos del
Faraón en el Libro de Éxodo – son pobres sustitutos. También
estos se secan y desaparecen como espejismos. Todas y cada una
de las cosas que yo “manifesté” durante mi periodo en la nueva
era ya no existen hoy. Cada vez que utilicé herramientas para
atraer y crear, recibí lo que pedí… y luego desapareció. Y durante
el tiempo en que estas manifestaciones estuvieron en mi vida,
nunca me dieron paz o felicidad. “Incluso Satanás se disfraza de
ángel de luz”, se nos recuerda en 2 Corintios. Y como Satanás no
tiene ninguna luz, usa pobres sustitutos para atraernos, como
colores neón, cristales y brillos. Esa luz pura y brillante que vi
irradiar a Jesús durante mi visión del 7 de enero de 2017, esa sí
era real. Creo que todos estamos hambrientos de la luz de Dios.
La única manera de satisfacer esta hambre es acercándonos a Dios
a través de la oración y la lectura de la Biblia. Porque lo que Jesús
hizo por nosotros en la cruz, nos da acceso directo a Dios.
(Hebreos 6:19; Hebreos 10:20). Los demonios pueden fingir ser
Jesús canalizando un libro. Puedes reconocer la verdad al notar
que un falso Jesús enseña cosas contrarias a la Biblia, y te aleja de
Dios. Un Jesús falso te habla sobre glorificarte a ti mismo,
mientras que Jesús verdadero siempre glorifica a Dios. Los
demonios pueden hacer creer que son ángeles. Puedes reconocer
a un ángel falso por este mensaje: te prometerá riqueza y
aceptación social, si en cambio accedes a no seguir a Jesús o a no
95
leer la Biblia. No caigas en las mentiras de los demonios, que te
conducirán directamente a la eternidad en el infierno. En serio.
Los ángeles verdaderos son mensajeros de Dios, enviados por Él
para entregar mensajes. Nosotros no invocamos a los ángeles –
solo Dios puede enviarlos. Y nosotros no debemos orar ni adorar
a los ángeles. (Apocalipsis 22:8-9).
96
Jesús es el Camino
99
nuestros ojos siempre en Jesús, porque es muy fácil desviarse y
quedar a la deriva. El Libro de Hebreos 2:1, en su idioma original, el
griego, nos comprara con un bote que necesita ser amarrado al
puerto de Jesús. De otra manera, las corrientes de este mundo nos
jalarán. La palabra griega para la función de Jesús es Archegos en
Hebreos 2:10 (en español la palabra es pionero). Un Archegos es la
persona que va a rescatar a los marineros que se pierden en el
peligroso territorio del océano. En los días antiguos, antes de que
existiera la Guardia Costera, el Archegos se ataba una cuerda
alrededor y nadaba en aguas peligrosas para liderar a otros a terreno
seguro. Los marineros rescatados tenían que aferrarse a la cuerda
del Archegos para salvar sus vidas. Del mismo modo, nosotros
debemos aferrarnos a Jesús para evitar que seamos tragados mar
adentro por las peligrosas corrientes y resacas del mundo. El Teólogo
Marcus Dods describió a Jesús como nuestro Archegos de esta
forma: “Él es el fuerte nadador que carga con la cuerda, no para
asegurarse a sí mismo su posición, sino para rescatar a todo el que
le quiera seguir”.
Jesús, también es descrito como nuestro Archegos en Hebreos 12:2,
Hechos 3:15, y Hechos 5:31. ¡Jesús nos rescata! ¡Nadie más en el
mundo se internaría en una tormenta de mar peligrosa, por
nosotros! ¿Han sabido de líderes de otras religiones que hayan
salvado a la gente de sus pecados? Yo no. Es por esto que Jesús es el
camino a la vida eterna.
Lo que me Hubiese Gustado Saber Entonces…
Si tuviese un botón para regresar en el tiempo, lo haría y rezaría para
que alguien me explicara sobre Jesús. En mi imaginación, me veo a
mí misma de vuelta en mi adolescencia. Sola y a la deriva, buscando
amor y significado. Me imagino a una persona amable sentándose
junto a mí en la banca de un parque y compartiéndome
100
amorosamente historias de Jesús en la Biblia. Me imagino a esa
persona explicándome pacientemente que creer en Jesús es esencial
para la salvación. Yo hubiese aprendido que Jesús era Dios el creador
que tomó forma humana. Y a esta persona explicándome las
historias de los Evangelios y de Jesús comiendo con los demás, y
cómo él lloró, rio y se sintió en agonía. Que me dijera que Jesús
también sanó amorosamente a mucha gente de sus enfermedades,
y luego les enseñó a tener fe. Que Jesús amó a los niños, y nos dijo
que tuviéramos la fe que ellos tienen. Esta persona me habría dicho
que, ante del ministerio de Jesús en la Tierra, los judíos sacrificaban
animales inocentes para expiar el hecho de haberse alejado de Dios.
Y Jesús fue ofrecido como el Cordero de Dios que fue sacrificado en
una agonizante crucifixión para expiar los pecados de TODOS,
incluyendo los de la gente considerada como “buenas personas”. Y
porque todos pecamos, todos necesitamos a Jesús, para retomar la
conexión con Dios que perdimos cuando Adán y Eva utilizaron mal
su libre albedrío y desafiaron a Dios, y luego nosotros también
seguimos sus pasos. Esta persona me habría explicado también que
Jesús se levantó de entre los Muertos al tercer día, para demostrar
que Él es el Hijo de Dios. Y que, si tú y yo creemos esto, Jesús nos
dará la vida eterna en el Paraíso, con Él.
104
Tener discernimiento sobre los espíritus y las enseñanzas
espirituales no es “negativo” – es escoger vivir con Jesús como tu
capitán, en lugar de ser gobernado por el diablo.
Probar a los Espíritus. En la mayor parte del pensamiento de la
nueva era, todos los espíritus son de Dios, entonces todos son
confiables. Un ángel es un ángel, y un espíritu es un espíritu.
“Queridos amigos, no crean a todos los que dicen hablar por el
Espíritu. Deben probarlos para saber si el espíritu que tiene viene de
Dios”, son las instrucciones en 1 Juan 4. Él es el Apóstol que vivió y
trabajó codo a codo con Jesús. Así que Juan debió saber, más si fue
testigo de cómo Jesús expulsó demonios para sanar a la gente.
Llenen sus corazones con el amor de Dios. No traten de llenar su
necesidad de amor a través de la gente, pues todos están batallando
con sus propias cosas. Sus corazones están cerrados, o parcialmente
cerrados, y no pueden amar de manera completa. Sólo Dios puede
amar a tal grado que satisfaga tu necesidad de amor. Recuerda que
Dios es amor (1 Juan 4:8).
Rinde tu ser a Jesús. “Buscar” es en realidad un proceso muy
centrado en uno mismo. Se trata de intentar llenar una jarra sin
fondo dentro de ti. Así te auto-absorbes, monitoreándote
constantemente para ver si estás realizado y confortable. Todo es
acerca del amor propio, auto-cuidado, uno mismo, uno mismo, uno
mismo. Esto es porque el diablo te roba la alegría, y comienzas a
seguir sus mentiras. El diablo nos envuelve en una pila de auto-odio,
que tratamos de cubrir con decretos y afirmaciones positivas. Jesús
es lo opuesto, porque te guía a llenarte del amor de Dios.
105
Evita la envidia y la ambición. Cuando miro atrás a los puntos de
inflexión en mi vida, veo cómo el diablo puso el pie y me tentó
durante los momentos cuando era envidiosa y ambiciosa. En un nivel
inconsciente, el diablo me prometía recompensas por sucumbir a sus
tentaciones como comprar o comer de más. No queremos abrir la
puerta al demonio deseando lo que alguien más posee. Confía en
que Dios te guiará en la mejor dirección.
No vaciles. No podemos vacilar y tratar de caminar en ambos
mundos, cristianismo y la nueva era. Mira cuántas historias en el
Antiguo Testamento muestran a Dios y su ira en contra de aquellos
que eran superficiales. Vacilar muestra una falta de confianza en
Dios. Muchas de las prácticas de la nueva era son un intento de
controlar nuestras vidas, especialmente nuestro futuro. Cuando
confiamos en Dios, no necesitamos preocuparnos por controlar
nada. Lo seguimos, no guiamos. Dudar es también parecido a
engañar a tu cónyuge, por eso las Escrituras nos dicen que Dios es
celoso – en la misma forma que estarías celoso si descubres que tu
cónyuge está coqueteando con alguien más.
¡Tú vales! Noté que me asustaba “molestar” a Dios y a Jesús con mis
problemas, porque me costaba trabajo sentirme digna de su tiempo
y atención. Leer la Biblia me ayudó a entender que Dios no nos ayuda
por nuestras acciones u obras, sino porque es recto y misericordioso
(Tito 3:5) No nos ganamos la salvación, la aceptamos como un regalo
que Dios nos da gratuitamente (Romanos 6:23). Él nos ha hecho
valiosos. Es por ello que acercarnos a Él no debe asustarnos más, sino
que debemos ser audaces y confiados como un niño que se acerca a
su amado padre.
106
Busca sólo la aprobación de Dios. La aprobación de la gente es sólo
superficial y hueca comparada con obtener la aprobación de Dios.
Incluso si tus padres u otras personas de las que buscas aprobación
te dijeran que eres maravilloso, palidecerían en comparación a
escuchar de Dios: ¡Bien hecho! En Gálatas 1:10, se nos recuerda
complacer a Cristo, no complacer a la gente.
¡Has encontrado una perla preciosa! Jesús es la pieza preciosa que
te faltaba y que estabas buscando, como lo explica en Mateo 13:45-
46: “También se parece el Reino de Dios a un comerciante que
andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor,
fue y vendió todo lo que tenía y la compró”. En vez de buscar cuál es
la siguiente montaña a escalar, disfruta tu vista actual, con Jesús
como tu guía.
108
Leer las escrituras diariamente es esencial para mantenernos
inmersos en la Palabra de Dios. La Biblia nos ayuda a aislarnos de las
distracciones del mundo y de las tentaciones. Incluso leer un
versículo de la Biblia al día ayuda a discernir y distinguir entre los
mensajes de Dios y aquellos del enemigo. He aquí algunos versículos
para recordar que Jesús te trae alegría. Si alguna vez te encuentras
sin alegría, revisa con Jesús, porque la falta de alegría es a menudo
un signo de guerra espiritual. Ora para que Jesús restaure tu alegría,
y Él te ayudará.
Salmo 71:23 - Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me
redimiste.
Isaías 49:13 - ¡Oh, cielos, canten de alegría! ¡Oh, tierra, gózate! ¡Oh
montes, prorrumpan en cantos! Pues el Señor ha consolado a su
pueblo y le tendrá compasión en medio de su sufrimiento.
Gálatas 5:22-23 – En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo
produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza,
bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes
contra esas cosas!
Santiago 1: 2-3 - Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar
cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para
alegrarse mucho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone
a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para
desarrollarse.
1 Pedro 1:8 - Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han
visto. Aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una
alegría gloriosa e indescriptible.
109
Que se enamoren de Jesús. Que sus corazones se llenen con su
profundo y eterno amor. Que su sed y hambre sean saciadas con el
amor que Jesús les ofrece. ¡Y que acepten su amor y sean colmados
en alegría!
Con Amor y Respeto,
Doreen.
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Acerca de la Autora
111
Recomendaciones de Películas Inspiradoras
112
Remember the Goal – La historia de una chica que aprende a poner
su foco en glorificar a Dios.
The Perfect Stranger – ¿Cómo sería tener una cena privada con
Jesús? Mientras esta película es visualmente desconcertante por la
forma en la que retratan a Jesús, desde el punto de vista de los
Evangelios, es correcta.
The Pilgrim’s Progress – Cómo y por qué caminar con Cristo, nos trae
a la guerra espiritual. Basado en el libro clásico, esta película está en
YouTube y también disponible en DVD, en Amazon.
The Secrets of Jonathan Sperry – Cómo un vecino ayuda a un niño a
descubrir el Evangelio.
The Case for Christ – Un periodista ateo hace investigaciones para
intentar probar a su esposa que Jesús nunca existió, y termina
creyendo en Jesús él mismo.
The Gospel of John – Una película del 2003 que está en YouTube – Es
el Evangelio de Juan en un formato completo de película.
Time Changer – Es una historia de viaje en el tiempo sobre la
importancia de compartir las Escrituras de manera precisa.
War Room – Cómo el poder de la oración salva un matrimonio, y la
importancia de orar fervientemente en tu “cuarto de Guerra” (un
lugar privado, como un closet, donde puedas enfocarte en la
oración)
113
Recomendaciones de Libros
I Dare You Not to Bore Me with the Bible (Te Reto a no Aburrirme
con la Biblia) de Michael S. Heiser – Una colección de ensayos de
editor académico de FaithLife, que ayudan a entender algunas de las
partes más complejas de la Biblia.
Jesus-Centered Bible – Una versión de la Nueva Traducción Viviente
de la Biblia, que subraya las partes que se refieren a Jesús en el
Antiguo Testamento. Esta Biblia muestra las profecías sobre el
Mesías.
114
Life Application Study Bible – Una combinación de Biblia y una guía
de studio, en la Nueva Versión Viviente, que es fácil de entender, y
aun así, precisa.
My Heart – Christ’s Home – Un clásico económico sobre cómo invitar
a Jesús a entrar en nuestro corazón.
NKJV Bible – La nueva versión de la Biblia de King James (en inglés)
en un lenguaje actualizado y moderno.
One Year Bible – Disponible en impreso y también gratuita en el sitio
web oneyearbibleonline.com, esta Biblia divide lecturas diarias para
que se pueda leer la Biblia en un año. Este libro viene en diferentes
versiones, y todas son muy buenas.
The Bait of Satan de John Bevere – Explica por qué aferrarte a la ira
y la ofensa es espiritualmente dañina, y parte del plan del diablo para
entramparnos. Contiene muchas historias y escrituras para
motivarnos a perdonar.
The Case for Christ por Lee Strobel – Un investigador ateo investiga
para probar a su esposa cristiana que Jesús no existió, y termina
convirtiéndose en seguidor de Jesús. También disponible en película.
The Light That Was Dark: the New Age to Amazing Grace por Warren
B. Smith – Es la autobiografía de un maestro de la nueva era y
estudiante de Un Curso en Milagros, que descubrió al verdadero
Jesús.
The Pilgrim’s Progress – Hace cientos de años, todos los cristianos
leían este libro junto con la Biblia. Este libro clásico sobre la guerra
espiritual que experimentamos cuando caminamos con Cristo.
También hay una película con este mismo título.
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The Screwtape Letters (Cartas a su Sobrino) de C.S. Lewis – Uno de
los mejores libros sobre guerra espiritual y la batalla de la mente. El
libro habla desde la perspectiva de los demonios, para entender al
enemigo.
The Story: The Bible as One Continuing Story of God and His People
– Es la historia de la Biblia, de Génesis al Apocalipsis, narrado como
una novela.
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Recomendaciones de Sitios Web
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Recomendaciones de Apps
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