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Señor:

JUEZ PROMISCUO DEL CIRCUITO DE SAN MARTIN (META).


CARREREA 5 No 6-38/40/44 San Martín de los Llanos (Meta).
Teléfono: 6488717
UNIDAD JUDICIAL SAN MARTIN DE LOS LLANOS (META) COLOMBIA.

REFERENCIA:
Proceso Ordinario Laboral:
DEMANDANTE: BLANCA CECILIA CORREDOR CC No: 20.723.946 expedida en
Lenguazaque (Cundinamarca)
DEMANDADOS:
Hugo Wilpio Ruiz Rubiano (Herederos e indeterminados).
Apoderado: SERGIO GRAZZIANI CRISTO.

Yo: SERGIO GRAZZIANI CRISTO, mayor de edad, domiciliado y vecino de


la ciudad de Bogotá, identificado con la cédula de ciudadanía No
13.469.896 de Cúcuta (Norte de Santander), abogado en ejercicio con
tarjeta profesional No: 64.614 del Consejo Superior de la Judicatura,
obrando en mi calidad de apoderado judicial de la señora BLANCA CECILIA
CORREDOR, mayor de edad, vecina de esta municipalidad de San Martín
(Meta), domiciliada y residenciada de la misma manera, identificada con la
cédula de ciudadanía número 20.723.946 expedida en Lenguazaque
(Cundinamarca); me permito ante su despacho con todo respeto me
permito presentar escrito de demanda en contra: la sucesión intestada del
señor: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, donde se encuentran reconocidos
con derechos en el proceso de sucesión No: 506893184001-2017-00011-
00 donde se encuentran reconocidos como herederos y como socia
conyugal los siguientes: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada
con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge
supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA,
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín
(Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de
Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA
LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en
la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, reconocidos según auto del seis
de Abril de 2017 del juzgado promiscuo de Familia de San Martín Meta, de
la misma manera contra los herederos indeterminados, quienes serán
llamados a juicio en CALIDAD DE HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES
DEJADAS DE CUMPLIR POR EL EMPLEADOR HUGO WILPIO RUIZ
RUBIANO, quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado
en San Martín (Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía
No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de
Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), para que en
SENTENCIA que su despacho se sirva dictar, se reconozca la existencia de
un CONTRATO INDIVIDUAL DE TRABAJO, Y LAS OBLIGACIONES
DESPRENDIDAS DEL MISMO, así como la declaratoria del DESPIDO SIN
JUSTA CAUSA del que fue víctima mi mandante tal como lo estipulare en
cada uno de los hechos y las pretensiones que enumeraré en esta
demanda ORDINARIA LABORAL DE PRIMERA INSTANCIA , para que previo
el reconocimiento de mí personería jurídica y adjetiva, para actuar como
apoderado Judicial de la parte demandante, se sirva ordenar entre otras
la declaratoria de despido sin justa causa, el reintegro inmediato y el pago
y reconocimiento de los DERECHOS LABORALES que fueron
DESCONOCIDOS por la parte demandada a mi mandante desprendidos del
incumplimiento por parte de la parte demandada de las obligaciones del
contrato verbal de trabajo, que se entiende un contrato individual a término
indefinido, desconocimiento de los derechos como pago de salarios
oportunos y completos, pago de la seguridad social, pago de primas de
servicios, pago de cesantías e intereses a las cesantías, afiliación al fondo
de pensiones y salud, pago de riesgos laborales, desconociendo también
el debido proceso y los demás derechos desprendidos de la relación
laboral a través del contrato verbal, así como los derechos que el Señor
Juez se sirva reconocer de manera ultra y extra petita. Lo anterior con
fundamento en los siguientes:

HECHOS.

1. La demandante para esta acción laboral es la señora BLANCA


CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de esta municipalidad
de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la misma
manera, identificada con la cédula de ciudadanía número 20.723.946
expedida en Lenguazaque (Cundinamarca).
2. La parte demandada es: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta)
identificada con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en
condición de cónyuge supérstite legítima del causante, LUZ MARINA
RUIZ RUEDA, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia), identificada con
cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín (Antioquia), en
condición de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965
de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada
con la cédula de ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad
de Bogotá D.C. identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271
de Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo del causante,
GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de San Martín (Meta), identificado con
cédula de ciudadanía No 1.030.563.061 de Bogotá D.C., en
condición de hijo legítimo del causante, JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ;
mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá
D.C. identificado civilmente con la cédula de ciudadanía No:
80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor de edad,
domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. portador de
la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.; YULI
VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada
con cédula No 52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en
condición de hijos legítimos en condición de herederos por
transmisión de los derechos que como hijo legítimo del causante le
correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA, (fallecido), todos ellos
herederos y participes de la sociedad conyugal del señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día
cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo
y de familia de la ciudad de San Martín Meta,(Fecha del auto 06 de
Abril de 2017, de la misma manera contra los herederos
indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminados.

3. El día 01 de abril de 2016; la señora BLANCA CECILIA CORREDOR,


mayor de edad, vecina de esta municipalidad de San Martín (Meta),
domiciliada y residenciada de la misma manera, identificada con la
cédula de ciudadanía número 20.723.946 expedida en Lenguazaque
(Cundinamarca); empezó a laborar para el señor HUGO WILPIO RUIZ
RUBIANO, quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y
residenciado en San Martín (Meta), y quien se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien
falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016.

4. La demandante no firmó CONTRATO INDIVIDUAL DE TRABAJO, sino


que fue contratada de manera verbal por el demandado.

5. Las labores desempeñadas por mi mandante: señora BLANCA


CECILIA CORREDOR, para el demandado fue el de “ASEADORA Y
MANTENIMIENTO DEL HOTEL LAS PALMAS Y LA VIVIENDA DEL
demandado y su grupo familiar”

6. La hora de ingreso a labores era a las 6:30 de la mañana y la salida a


las 6:00 de la tarde, con una hora de receso para el almuerzo y dos
pausas activas en la mañana y en la tarde de aproximadamente
quince minutos.

7. Las labores se realizaban por parte de mi mandante de Domingo a


viernes en el horario ya anunciado anteriormente.

8. El día 04 de junio de 2016, el señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO,


falleció en la ciudad de San Martín (Meta).

9. El día martes siete de junio de 2016, mi mandante manifiesta que


llegó a laborar como de costumbre.

10. Así lo hizo hasta el día 31 de Julio de 2016, cuando la señora


EMILIA CHANCHI MARTINEZ, esposa del señor Wilpio Ruiz Rubiano, le
manifestó que no podía seguir pagándole porque el hotel se iba a
cerrar ya que se iba a iniciar la sucesión, y que ella no tenía salud
para seguir trabajando con el hotel, y que para el aseo de la casa ella
iba a seguir empleando a una sobrina suya.

11. Mis pagos eran quincenales, por la suma de cuatrocientos mil


pesos, donde me hacían firmar unos recibos de caja, a veces
pagaban cumplido y a veces no.

12. El día 31 de julio de 2016, la señora EMILIA CHANCHI


MARTINEZ, me manifestó que no podía seguir pagándome porque el
hotel se iba a cerrar, y que se iba a iniciar la sucesión, y que era en el
juzgado donde me iban a pagar la última quincena y mi liquidación.

13. Desde el 31 de julio de 2016, siempre le preguntaba a la señora


Emilia o al hijo que se llama Giovanni, que cuando me iban a pagar y
me decían que el abogado les decía que esa sucesión se demoraba,
pero que yo estaba en el listado de acreedores para que me pagaran.

14. Manifiesta mi mandante que han pasado más de dos años, y mi


mandante necesita el dinero de su quincena pendiente de pago,
porque es una persona muy necesitada, además de eso vive
enferma, debe viajar a Villavicencio o a Bogotá, y siempre tiene que
estar mendigando para él transporte y sus necesidades básicas.

15. Nunca le pagaron horas extras, ni dominicales ni festivos, solo le


pagaban una suma global.

16. La señora BLANCA CECILIA CORREDOR me ha otorgado poder


para iniciar la presente demanda, y hacer las solicitudes que en
derecho correspondan.

PRETENSIONES Y CONDENAS.

Con Fundamento en los Hechos expuestos, muy comedidamente solicito


al Señor Juez, que previo reconocimiento de mi personería Jurídica y
adjetiva para actuar como Apoderado Judicial de la parte demandante
señora BLANCA CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de esta
municipalidad de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la
misma manera, identificada con la cédula de ciudadanía número
20.723.946 expedida en Lenguazaque (Cundinamarca); y cumplidos los
trámites de un Proceso Ordinario de trabajo de Primera Instancia, condene
a la parte demandada a que:

DECLARATIVAS:
PRIMERA: Se declare que entre el demandado HUGO WILPIO RUIZ
RUBIANO, quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado
en San Martín (Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No
482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio
de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta); EXISTIÓ un CONTRATO
INDIVIDUAL DE TRABAJO A TERMINO INDEFINIDO iniciado el 01 de abril de
2016 y que se formalizó con el inicio de labores para el demandado por
parte de la accionante en demanda.

SEGUNDA: Que como consecuencia de la anterior declaración judicial se


declare COMO RESPONSABLES para asumir el pago de las acreencias
laborales a los señores EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada
con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge
supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA,
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín
(Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de
Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA
LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en
la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminados

TERCERA: Que como consecuencia de la anterior declaración judicial se


declare PROBADA la TERMINACION DEL CONTRATO DE TRABAJO SIN
JUSTA CAUSA, por parte del demandado HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO,
quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San
Martín (Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No
482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio
de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta).(hoy representado por los
señores: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de
ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite
legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con
cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia),
identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín
(Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de
Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminados).

CUARTA: Que, como consecuencia de la anterior declaración judicial, se


DECLARE a la parte demandada HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en
vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín
(Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604
de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016,
en la ciudad de San Martín (Meta), (EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor
de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta)
identificada con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en
condición de cónyuge supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ
RUEDA, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de
Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO
RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Medellín (Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No
43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del
causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de
hija legítima del causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula de ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá
D.C., en condición de hija legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
Bogotá D.C. identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de
Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY
ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en
la ciudad de San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminado como responsables por VIOLACION AL
DEBIDO PROCESO, en el trámite de TERMINACION DEL CONTRATO
UNILATERAL DEL CONTRATO DE TRABAJO con la señora BLANCA
CECILIA CORREDOR.

QUINTA: Que como consecuencia de la anterior declaración judicial la parte


demandada HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida fuera mayor de
edad, domiciliado y residenciado en San Martín (Meta), y quien se
identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta),
quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San
Martín (Meta), EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de
ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite
legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con
cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia),
identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín
(Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de
Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminados reconozcan que no pagó las obligaciones
desprendidas de la terminación del contrato sin justa causa.

QUINTA: Que se declare a la parte demandada HUGO WILPIO RUIZ


RUBIANO, quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado
en San Martín (Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No
482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio
de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), y a los señores EMILIA
CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de ciudadanía No
31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite legítima del
causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima
del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia), identificada con
cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición
de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, NUBIA LUCERO
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con la cédula de ciudadanía No
1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. identificado con cédula de
ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo
del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad,
domiciliado y residenciado en la ciudad de San Martín (Meta),
identificado con cédula de ciudadanía No 1.030.563.061 de Bogotá D.C.,
en condición de hijo legítimo del causante, JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ;
mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado civilmente con la cédula de ciudadanía No: 80.235.567 de
Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. portador de la cédula de
ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.; YULI VIVIANA RUIZ RUIZ
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula No 52.811.538 de Bogotá D.C. y SANDRA
YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No 52.850.838 de Bogotá
D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos en condición de
herederos por transmisión de los derechos que como hijo legítimo del
causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA, (fallecido), todos
ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro
(04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), quienes se
encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminados como CONTRATANTES INCUMPLIDOS en
el contrato individual de trabajo trabado con la señora BLANCA CECILIA
CORREDOR.

SEXTA: Que se declare probado que la señora BLANCA CECILIA


CORREDOR laboró tres horas diarias extras diurnas para el señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y
residenciado en San Martín (Meta), y quien se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro
(04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta)
SEPTIMA: Que se declare probado que a la señora BLANCA CECILIA
CORREDOR se le adeudan 396 horas diurnas extras.

OCTAVA: Que como consecuencia de los actos arbitrarios por parte de la


demandada HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida fuera mayor de
edad, domiciliado y residenciado en San Martín (Meta), y quien se
identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta),
quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San
Martín (Meta), EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de
ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite
legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con
cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia),
identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín
(Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de
Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, y herederos
determinados e indeterminados, deben pagar cada una de las condenas
que el despacho imponga.

CONDENATORIAS:

PRIMERA: Que se me sea otorgada y reconocida la personería jurídica para


actuar frente a su despacho en estos encargos.

SEGUNDA: Que la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en


vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín
(Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de
San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en
la ciudad de San Martín (Meta), representado por sus herederos
determinados e indeterminados: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta)
identificada con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en
condición de cónyuge supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ
RUEDA, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de
Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO
RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Medellín (Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No
43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del
causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de
hija legítima del causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula de ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá
D.C., en condición de hija legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
Bogotá D.C. identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de
Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY
ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en
la ciudad de San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, deben pagar a mí
mandante señora BLANCA CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de
esta municipalidad de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la
misma manera, identificada con la cédula de ciudadanía número
20.723.946 expedida en Lenguazaque (Cundinamarca), la suma de
CUATROCIENTOS MIL PESOS ($400.000) por concepto del pago de la
quincena del 15 de Julio de 2016 al 31 de Julio de la misma anualidad.

TERCERA: Que la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en


vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín
(Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de
San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en
la ciudad de San Martín (Meta), sus herederos determinados e
indeterminados señores: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada
con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge
supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA,
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín
(Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de
Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA
LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en
la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, deben pagar a mí
mandante señora BLANCA CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de
esta municipalidad de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la
misma manera, identificada con la cédula de ciudadanía número
20.723.946 expedida en Lenguazaque (Cundinamarca); la suma de
CIENTO SETENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS SESENTA Y TRES PESOS
MCTE ($172.363) por concepto de PRIMA DE SERVICIOS, que se encuentra
sin pago hasta el momento.

CUARTA: Que la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida


fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín (Meta), y
quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín
(Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de
San Martín (Meta), sus herederos determinados e indeterminados señores:
EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y residenciada
en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de ciudadanía
No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite legítima del
causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima
del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia), identificada con
cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición
de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, NUBIA LUCERO
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con la cédula de ciudadanía No
1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. identificado con cédula de
ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo
del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad,
domiciliado y residenciado en la ciudad de San Martín (Meta),
identificado con cédula de ciudadanía No 1.030.563.061 de Bogotá D.C.,
en condición de hijo legítimo del causante, JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ;
mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado civilmente con la cédula de ciudadanía No: 80.235.567 de
Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. portador de la cédula de
ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.; YULI VIVIANA RUIZ RUIZ
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula No 52.811.538 de Bogotá D.C. y SANDRA
YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No 52.850.838 de Bogotá
D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos en condición de
herederos por transmisión de los derechos que como hijo legítimo del
causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA, (fallecido), todos
ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro
(04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), quienes se
encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, deben pagar a mí
mandante señora BLANCA CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de
esta municipalidad de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la
misma manera, identificada con la cédula de ciudadanía número
20.723.946 expedida en Lenguazaque (Cundinamarca); la suma de
CIENTO SETENTA Y DOS MIL TRESCIENTOS SESENTA Y TRES PESOS
MCTE ($172.363) por concepto de CESANTIAS, que se encuentra sin pago
hasta el momento.
QUINTA: Que la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida
fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín (Meta), y
quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín
(Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de
San Martín (Meta), sus herederos determinados e indeterminados señores
EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y residenciada
en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de ciudadanía
No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite legítima del
causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima
del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia), identificada con
cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición
de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, NUBIA LUCERO
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con la cédula de ciudadanía No
1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. identificado con cédula de
ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo
del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad,
domiciliado y residenciado en la ciudad de San Martín (Meta),
identificado con cédula de ciudadanía No 1.030.563.061 de Bogotá D.C.,
en condición de hijo legítimo del causante, JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ;
mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado civilmente con la cédula de ciudadanía No: 80.235.567 de
Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. portador de la cédula de
ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.; YULI VIVIANA RUIZ RUIZ
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula No 52.811.538 de Bogotá D.C. y SANDRA
YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No 52.850.838 de Bogotá
D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos en condición de
herederos por transmisión de los derechos que como hijo legítimo del
causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA, (fallecido), todos
ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro
(04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), quienes se
encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, deben pagar a mí
mandante señora BLANCA CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de
esta municipalidad de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la
misma manera, identificada con la cédula de ciudadanía número
20.723.946 expedida en Lenguazaque (Cundinamarca); la suma de VEINTE
MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y TRES PESOS MCTE ($20.682) por concepto
de INTERESES A LAS CESANTIAS, que se encuentra sin pago hasta el
momento.

SEXTA: Que la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida


fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín (Meta), y
quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín
(Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de
San Martín (Meta), sus herederos determinados e indeterminados señore:
EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y residenciada
en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de ciudadanía
No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite legítima del
causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima
del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia), identificada con
cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición
de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, NUBIA LUCERO
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con la cédula de ciudadanía No
1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. identificado con cédula de
ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo
del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad,
domiciliado y residenciado en la ciudad de San Martín (Meta),
identificado con cédula de ciudadanía No 1.030.563.061 de Bogotá D.C.,
en condición de hijo legítimo del causante, JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ;
mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado civilmente con la cédula de ciudadanía No: 80.235.567 de
Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. portador de la cédula de
ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.; YULI VIVIANA RUIZ RUIZ
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula No 52.811.538 de Bogotá D.C. y SANDRA
YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No 52.850.838 de Bogotá
D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos en condición de
herederos por transmisión de los derechos que como hijo legítimo del
causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA, (fallecido), todos
ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro
(04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), quienes se
encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, deben pagar a mí
mandante señora BLANCA CECILIA CORREDOR, mayor de edad, vecina de
esta municipalidad de San Martín (Meta), domiciliada y residenciada de la
misma manera, identificada con la cédula de ciudadanía número
20.723.946 expedida en Lenguazaque (Cundinamarca); la suma de
OCHENTA Y SEIS MIL CIENTO OCHENTA Y UN PESOS CON SETENTA Y
CINCO CENTAVOS MCTE ($86.181.75) por concepto de VACACIONES
CAUSADAS, que se encuentra sin pago hasta el momento.

SEPTIMA: Que las anteriores sumas de dinero de las condenas sean


pagadas indexadas y actualizadas al momento del pago para lo cual se ha
de tener en cuenta la fórmula para aplicar la actualización de precios
utilizada por el Banco de la República y por el DANE de acuerdo al índice
de precios año a año de acuerdo al IPC.

OCTAVA: Condenar a la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien


en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín
(Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de
San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en
la ciudad de San Martín (Meta), sus herederos determinados e
indeterminados señores: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada
con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge
supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA,
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín
(Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de
Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA
LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en
la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, en CALIDAD DE
EMPLEADORES; a que pague a mi mandante la suma de UN DÍA DE
SALARIO POR CADA DÍA DE MORA desde el día 01 de Agosto de dos mil
dieciséis (01/08/2016) y hasta por 180 días, y después de ellos los
intereses de mora TASADOS A LA TASA MAXIMA LEGAL AUTORIZADA y
corrientes que ordena la ley hasta que se haga efectivo el pago de estas
sumas pedidas de acuerdo al salario base de liquidación esto es VEINTE
SEIS MIL SEISCIENTOS SESENTA Y SEIS PESOS CON SESENTA Y SEIS
CENTAVOS DIARIOS ($26.666.66), esto de acuerdo al artículo 65 del
Código Sustantivo de Trabajo, por los primeros ciento ochenta días (180) y
desde el día 181 los intereses corrientes y de mora tasados de acuerdo a
la tasa de interés que establece la súper intendencia bancaria para cada
periodo desde que se acusaron las obligaciones. Equivalente al pago de la
indemnización consagrada en el Artículo 65 del Código sustantivo del
Trabajo (Indemnización por falta de pago).

NOVENA: Que la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien en vida


fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín (Meta), y
quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín
(Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de
San Martín (Meta), sus herederos determinados e indeterminados señores:
EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y residenciada
en la ciudad de San Martín (Meta) identificada con cédula de ciudadanía
No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge supérstite legítima del
causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de
ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima
del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA, mayor de edad, domiciliada
y residenciada en la ciudad de Medellín (Antioquia), identificada con
cédula de ciudadanía No 43.584.206 de Medellín (Antioquia), en condición
de hija legítima del causante; SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 52.530.965 de Santa Fe de
Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante, NUBIA LUCERO
RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad
de Bogotá D.C. identificada con la cédula de ciudadanía No
1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del causante,
HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. identificado con cédula de
ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en condición de hijo legítimo
del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI, mayor de edad,
domiciliado y residenciado en la ciudad de San Martín (Meta),
identificado con cédula de ciudadanía No 1.030.563.061 de Bogotá D.C.,
en condición de hijo legítimo del causante, JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ;
mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado civilmente con la cédula de ciudadanía No: 80.235.567 de
Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de Bogotá D.C. portador de la cédula de
ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.; YULI VIVIANA RUIZ RUIZ
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con la cédula No 52.811.538 de Bogotá D.C. y SANDRA
YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No 52.850.838 de Bogotá
D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos en condición de
herederos por transmisión de los derechos que como hijo legítimo del
causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA, (fallecido), todos
ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del señor HUGO
WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la cédula de
ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro
(04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), quienes se
encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, en CALIDAD DE
EMPLEADOR; debe pagar a mí mandante la suma equivalente al pago de
costas y agencias en derecho las cuales se servirá tasar su despacho
teniendo en cuenta las pretensiones y las resultas del proceso.

DECIMA: Condenar a la demandada: HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, quien


en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado en San Martín
(Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No 482.604 de
San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio de 2016, en
la ciudad de San Martín (Meta), sus herederos determinados e
indeterminados señores: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada
con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge
supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA,
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín
(Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de
Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA
LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en
la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, en CALIDAD DE
EMPLEADORES; a que pague a mi mandante la suma de un millón
trescientos sesenta y seis mil trescientos noventa y un mil pesos por
concepto de horas diurnas extras laboradas que se encuentran sin pagar.

DECIMA PRIMERA: : Condenar a la demandada: HUGO WILPIO RUIZ


RUBIANO, quien en vida fuera mayor de edad, domiciliado y residenciado
en San Martín (Meta), y quien se identificó con la cédula de ciudadanía No
482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el día cuatro (04) de Junio
de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta), sus herederos determinados e
indeterminados señores: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad,
domiciliada y residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada
con cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali, en condición de cónyuge
supérstite legítima del causante, LUZ MARINA RUIZ RUEDA, mayor de
edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Bogotá D.C.
identificada con cédula de ciudadanía No 41.799.079 de Bogotá D.C., en
condición de hija legítima del causante, ERIKA ROCIO RUIZ GARCIA,
mayor de edad, domiciliada y residenciada en la ciudad de Medellín
(Antioquia), identificada con cédula de ciudadanía No 43.584.206 de
Medellín (Antioquia), en condición de hija legítima del causante; SANDRA
LILIANA RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y residenciada en
la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula de ciudadanía No
52.530.965 de Santa Fe de Bogotá D.C., en condición de hija legítima del
causante, NUBIA LUCERO RUIZ CHANCHI, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula de
ciudadanía No 1.030.535.624 de Bogotá D.C., en condición de hija
legítima del causante, HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI, mayor de
edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
identificado con cédula de ciudadanía No 80.221.271 de Bogotá D.C. en
condición de hijo legítimo del causante, GIOVANNY ANDRES RUIZ
CHANCHI, mayor de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de
San Martín (Meta), identificado con cédula de ciudadanía No
1.030.563.061 de Bogotá D.C., en condición de hijo legítimo del causante,
JEHISON EFRAIN RUIZ RUIZ; mayor de edad, domiciliado y residenciado
en la ciudad de Bogotá D.C. identificado civilmente con la cédula de
ciudadanía No: 80.235.567 de Bogotá D.C. YAN POOL RUIZ RUIZ mayor
de edad, domiciliado y residenciado en la ciudad de Bogotá D.C.
portador de la cédula de ciudadanía No 1.014.255358 de Bogotá D.C.;
YULI VIVIANA RUIZ RUIZ mayor de edad, domiciliada y residenciada en la
ciudad de Bogotá D.C. identificada con la cédula No 52.811.538 de
Bogotá D.C. y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de Bogotá D.C. identificada con cédula No
52.850.838 de Bogotá D.C. estos últimos en condición de hijos legítimos
en condición de herederos por transmisión de los derechos que como hijo
legítimo del causante le correspondía al señor HELI RUIZ RUEDA,
(fallecido), todos ellos herederos y participes de la sociedad conyugal del
señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO quien en vida se identificó con la
cédula de ciudadanía No 482.604 de San Martín (Meta), quien falleció el
día cuatro (04) de Junio de 2016, en la ciudad de San Martín (Meta),
quienes se encuentran reconocidos como herederos en el proceso No
50689318400120170001100 que se adelanta en el juzgado promiscuo y de
familia de la ciudad de San Martín Meta, de la misma manera contra los
herederos indeterminados, quienes serán llamados a juicio en CALIDAD DE
HEREDEROS DE LAS OBLIGACIONES DEJADAS DE CUMPLIR DEL
EMPLEADOR el Señor HUGO WILPIO RUIZ RUBIANO, en CALIDAD DE
EMPLEADORES; a que pague a mi mandante la suma de un millón
trescientos VEINTICUATRO MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y CINCO PESOS
(1.324.985) por concepto de dieciséis dominicales laborados que se
encuentran sin pagar

DECIMA SEGUNDA: Las que de ULTRA Y EXTRA PETITA falle el Señor


Juez.

FUNDAMENTOS EN DERECHO Y JURISPRUDENCIA

Fundo las Pretensiones de esta Demanda en el artículo 48 de la Constitución Política de


Colombia y en los Artículos 1, 2, 3, 5, 10,14, 16, 22 a 25, 27, 34, 46, 55, 61, 65, 69,
127, 142, 145, 186, 189 a 226,249,253,306,307 y concordantes del código Sustantivo
del Trabajo, así como los Artículos 1, 2, 5, 19,20, 25, 26, 34, 46, 50, 51, 54, 55,
65,70 a 100, 145 y concordantes del Código Procesal del Trabajo, artículos 488 y
siguientes y concordantes del Código de Procedimiento Civil.

Fundamento constitucional: ARTICULO 48 DE LA CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA: La Seguridad Social es


un Servicio público de carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en
sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la ley. Se garantiza
a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la Seguridad Social. Comentario: Este artículo le es aplicable a la
demanda por cuanto es el marco legal de la Constitución, donde el Estado a través de sus Jueces Laborales
ingresan a garantizar los derechos de los trabajadores) NORMAS QUE LE SON APLICABLES AL CASO EN CONCRETO
DEL CODIGO SUSTANTIVO DEL TRABAJO: ART. 1º—Objeto. La finalidad de este código es la de lograr la justicia en
las relaciones que surgen entre patronos y trabajadores, dentro de un espíritu de coordinación económica y equilibrio
social. COMENTARIO: Los Jueces Laborales conocen de estos asuntos laborales como el que nos ocupa en esta
demanda buscando el equilibrio social. CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA: ART. 53, INC. 1º—El Congreso
expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios
mínimos fundamentales: Igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima vital y móvil,
proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo; irrenunciabilidad a los beneficios mínimos
establecidos en normas laborales; facultades para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación
más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho;
primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales; garantía a la
seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario; protección especial a la mujer, a la
maternidad y al trabajador menor de edad. COMENTARIO. —La Carta Política de 1991 confiere al legislador la
atribución de expedir un nuevo estatuto del trabajo, que vendría a reemplazar el Código Sustantivo del Trabajo
vigente. El estatuto que se expida deberá respetar, entre otros, los siguientes principios fundamentales: estabilidad
en el empleo, transacción y conciliación, favorabilidad y el de primacía de la realidad. Las reformas al Código
Sustantivo y Procesal del Trabajo, se ajustan a lo que se pretende en este proceso. JURISPRUDENCIA. —Significado
y alcance del artículo 1º del Código Sustantivo del Trabajo. “Cuando el legislador le asignó al código por finalidad
primordial lograr la justicia en las relaciones que surgen entre patronos y trabajadores, dentro de un espíritu de
coordinación económica y equilibrio social, esbozó tanto una pauta interpretativa de la ley del trabajo (art. 18) como
un vasto prospecto de las hipótesis en él contenidas, o más exactamente, una última ratio de sus disposiciones, de
suerte que en todas y en cada una de ellas existe, como presupuesto, el desideratum ya manifestado de la
coordinación económica y equilibrio social ... “Todas las normas sobre salarios, prestaciones, deberes y derechos
obrero-patronales y sanciones están rigurosamente apoyadas sobre el gran objetivo económico social de armonía y
equilibrio anhelados por el legislador al emitir el código”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent., abr. 22/58). JURISPRUDENCIA
II. —Derecho adquirido. Se contrapone a la de mera expectativa. "Por derecho adquirido ha entendido la doctrina y la
jurisprudencia aquel derecho que ha entrado al patrimonio de una persona natural o jurídica y que hace parte de él, y
que por lo mismo, no puede ser arrebatado o vulnerado por quien lo creó o reconoció legítimamente. Lo anterior
conduce a afirmar que el derecho adquirido es la ventaja o el beneficio cuya conservación o integridad, está
garantizada, en favor del titular del derecho, por una acción o por una excepción. Ajusta mejor con la técnica
denominar “situación jurídica concreta o subjetiva”, al derecho adquirido o constituido de que trata la Constitución en
sus artículos 30 y 202; y “situación jurídica abstracta u objetiva”, a la mera expectativa de derecho. Se está en
presencia de la primera cuando el texto legal que la crea ha jugado ya, jurídicamente, su papel en favor o en contra
de una persona en el momento en que ha entrado a regir una ley nueva. A la inversa, se está frente a la segunda,
cuando el texto legal que ha creado esa situación aún no ha jugado su papel jurídico en favor o en contra de una
persona”. (CSJ., Sent., dic. 12/74. Citada en C. Const., Sent. C-168, abr. 20/95). ART. 2º—Aplicación territorial. El
presente código rige en todo el territorio de la República para todos sus habitantes, sin consideración a su
nacionalidad. Apoyo de la Constitución Política de Colombia: ART. 4º, INC. 2º—Es deber de los nacionales y de los
extranjeros en Colombia acatar la Constitución y las leyes, y respetar y obedecer a las autoridades. CRPM. ART. 57.
—Las leyes obligan a todos los habitantes del país, inclusive a los extranjeros, sean domiciliados o transeúntes, salvo
respecto de éstos, los derechos concedidos por los tratados públicos. JURISPRUDENCIA.—La territorialidad de la ley
en materia laboral. “En el caso de autos, ante la innegable realidad de dos relaciones contractuales laborales,
surgidas entre las mismas partes una en Colombia y otra en Panamá, no era posible para el fallador de segunda
instancia aplicar las disposiciones sustanciales que el casacionista invoca como violadas, sino al contrato celebrado
en Colombia, y la liquidación de los derechos que le fueron reconocidos al demandante, conforme al último salario
que el actor del juicio percibió en este país. No podía tampoco el tribunal tener en cuenta el tiempo servido por el
señor ..... en Panamá, ni la remuneración percibida en dólares americanos por éste durante la vigencia de su
contrato celebrado en la vecina república, porque cada contrato tenía que estar sometido al régimen jurídico del
respectivo Estado en donde tal vinculación contractual tuvo su origen y desempeño. El ad quem no podía trasladar la
aplicación de las leyes consagratorias de los derechos del actor de la demanda, nacidos bajo el régimen jurídico de
aquel país, así como tampoco los preceptos que consagran los derechos que le fueron reconocidos en Colombia,
derivados del contrato que tuvo su desarrollo en este Estado, pueden tener aplicación fuera de los linderos patrios ya
que cada país tiene su propia legislación, respetable íntegramente dentro de la igualdad jurídica de las naciones”.
(CSJ., Cas. Laboral, Sent. jul. 23/74). NOTA: En el mismo sentido se pronunció la Corte Suprema de Justicia, Sala
de Casación Laboral, mediante Sentencia 9003 del 15 de abril de 1997. COMENTARIO.—Para los contratos laborales
celebrados en el exterior que deban cumplirse dentro del territorio nacional, es aplicable el código o ley colombiana y
es competente el juez colombiano. El territorio de la República es todo el sometido a la soberanía nacional. Por
consiguiente, se incluye el del mar territorial, los buques de bandera nacional en alta mar y los buques de propiedad
privada o no oficiales surtos en mar o puerto nacional, excluyéndose en cuanto a territorio únicamente el
correspondiente a misiones diplomáticas del exterior en el país. Sobre vigencia territorial de la ley colombiana,
véanse, además, los artículos 59 de la Ley 149 de 1988 y 57 de la Ley 4ª de 1913, y tratados celebrados con el
Ecuador y los de Montevideo de 1889 y 1940 (ver Cas. abr. 9/59, G.J. 2210). JURISPRUDENCIA II.—Aplicación
territorial de la ley laboral. “La doctrina nacional ha planteado: “Si un colombiano o un extranjero domiciliado en
Colombia celebra un contrato de trabajo en este país, lo ejecuta parcialmente aquí y luego es trasladado al extranjero
sea a uno o varios países sucesivamente, no cabe duda que el contrato lo hizo, entre otras razones, teniendo en
cuenta y para su ventaja, todas las garantías que las leyes salariales conceden al trabajador asalariado, y que ese
entendimiento y ese propósito que pueden estimarse como causa del contrato, deben tener algún significado legal y
moral a la terminación del vínculo. Solución injusta sería negarle la protección de la ley y de los jueces nacionales o
restringirla al tiempo servido en el territorio nacional, so pretexto de que parte del contrato se efectuó fuera de sus
límites”. La aplicación exegética de la tesis del lex loci soluciones (ley del lugar donde la labor se haya cumplido),
conlleva a situaciones de desamparo para el trabajador, como lo sería el tener que recurrir a la legislación de los
distintos países en donde laboró para reclamar sus derechos, lo que es engorroso por motivos de dinero y
distancias, y que aun esos derechos reclamados no estén contemplados en los ordenamientos jurídicos de esas
naciones. Así mismo, se rompería la unidad contractual por cuanto que en cada Estado debería invocar su derecho
por el período allí trabajado. Ello sería injusto ya que el asalariado está obligado a cumplir su trabajo en el sitio
territorial que le sea asignado por la empresa, como ocurrió en el subjudice, pues a ... se le destinó inicialmente,
para trabajar en Ámsterdam, Holanda, en donde laboró hasta abril de 1977 cuando fue trasladado a Rotterdam,
también en Holanda, en donde estuvo hasta mayo de 1980 y, finalmente, en Madrid, España, desde mayo de 1980
hasta la fecha de terminación del contrato. En el anterior orden de ideas y teniendo en cuenta, como tinosamente lo
relieva la recurrente, que el contrato de trabajo que ató a las partes tuvo su ejecución (entendiendo por tal el
cumplimiento recíproco de las obligaciones de las partes y el común ejercicio de sus derechos y no solamente la
ejecución por el trabajador de las labores que se le encomiendan) en Rotterdam, Ámsterdam, Madrid y Bogotá amén
de lo expresamente pactado por las partes en las cláusulas 14 y 15 del documento de folios 9 y siguientes, obvio es
concluir que la controversia frente a ese contrato desatada, debe ser resuelta por los jueces colombianos como
asunto de su exclusiva y plena competencia”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent., feb. 17/87). ART. 3º—Relaciones que
regula. El presente código regula las relaciones de derecho individual del trabajo de carácter particular y las de
derecho colectivo del trabajo, oficiales y particulares (§ 1789, 4273). ART. 9º—Protección al trabajo. El trabajo goza
de la protección del Estado, en la forma prevista en la Constitución Nacional y las leyes. Los funcionarios públicos
están obligados a prestar a los trabajadores una debida y oportuna protección para la garantía y eficacia de sus
derechos, de acuerdo con sus atribuciones. COMENTARIO.—El derecho al trabajo, consagrado en nuestra Carta
Política como uno de los derechos fundamentales de las personas, deberá gozar de la especial protección del
Estado. Esta norma contiene una orientación de profundo contenido social y moral basada en el hecho social de la
prestación de servicios. Entre los mecanismos que la propia constitución y las leyes han contemplado con el fin de
proteger este derecho están el intervencionismo del Estado en la economía tendiente a asegurar el pleno empleo, la
seguridad social y la asistencia pública; la libertad de empresa; el salario mínimo; las normas que afirman y amplían
los derechos humanos y el respeto a la dignidad de los trabajadores; las disposiciones que garantizan los derechos
adquiridos y protegen al trabajo y al trabajador mediante la aplicación de los principios de equidad, justicia social,
irrenunciabilidad a los beneficios, igualdad ante la ley, carácter de orden público de las normas laborales; así como
en las políticas adoptadas por el Estado para procurar que toda persona pueda tener un puesto de trabajo que le
proporcione una subsistencia apta, digna y decorosa. PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES.
Apoyo de la Constitución Política de Colombia: ART. 53.—La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo
no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores.
INTERVENCIÓN ESTATAL Y PLENO EMPLEO ART. 334. —La dirección general de la economía estará a cargo del
Estado. Éste intervendrá, por mandato de la ley, en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en
la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para
racionalizar la economía con el fin de conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la
distribución equitativa de las oportunidades y los beneficios del desarrollo y la preservación de un ambiente sano. El
Estado, de manera especial, intervendrá para dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar que todas las
personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso efectivo a los bienes y servicios básicos. También
para promover la productividad, la competitividad y el desarrollo armónico de las regiones. ART. 9º— No
discriminación en materia de empleo. No habrá discriminación de la mujer en materia de empleo. En consecuencia,
se dará igual tratamiento que al hombre en todos los aspectos relacionados con el trabajo, el empleo y la seguridad
social, especialmente en lo relacionado con:
a) Igualdad de oportunidades para el acceso a todo tipo de empleo;
b) Igualdad de derechos y obligaciones frente a toda clase de ocupación;
c) Iguales criterios para la convocatoria, selección e incorporación al mercado de trabajo;
d) Libre elección de profesión, ocupación y tipos de adiestramiento;
e) Igualdad en la remuneración, prestaciones y evaluación en el desempeño, y
f) Igualdad en la seguridad social, en las condiciones de trabajo y demás sistemas de protección existentes.
COMENTARIO. —El Decreto-Ley 1398 de 1990 desarrolla la Ley 51 de 1981 que aprobó la convención sobre
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, adoptada por las Naciones Unidas en 1979. En el
campo laboral, la Ley 22 de 1967 ratificó por Colombia el convenio 111 adoptado por la OIT, relativo a la
discriminación en materia de empleo y ocupación (§ 7235-2). JURISPRUDENCIA. —El carácter discriminatorio de la
diferencia de trato en materia laboral. "Las condiciones laborales, si bien no se encuentran enunciadas de manera
explícita dentro de las razones objeto de discriminación del artículo 13, deben tener un tratamiento similar si se tiene
en cuenta la especial protección constitucional de la calidad de trabajador. En consecuencia, si el trabajador aporta
los indicios generales que suministren un fundamento razonable sobre la existencia de un trato discriminatorio, o que
permitan configurar una presunción de comportamiento similar, le corresponde al empleador probar la justificación
de dicho trato. En términos concretos, si los directivos de (...) hacen uso de su libertad con el propósito de
obstaculizar derechos sindicales y laborales, tal uso es indebido y denuncia un tratamiento abusivo del derecho, que
contraviene la importancia del principio de igualdad en materia laboral y el empeño constitucional en la protección de
los trabajadores. Para que quien aplique el derecho justifique un trato diferenciado debe probar tres elementos: 1.
Empírico: que se trate de casos diferentes; 2. Normativo: que exista un fin normativo que justifique racional y
proporcionalmente la diferencia de trato y 3. Valorativo: que la medida adoptada sea adecuada —razonable— a la luz
de los principios y valores constitucionales. En el caso sub judice, el trabajador aportó los elementos de juicio
suficientes para establecer una razonable sospecha de trato discriminatorio, lo cual determinó una inversión de la
carga de la prueba en contra del empresario". (C. Const., Sent. T-230, mayo 13/94. M.P. Eduardo Cifuentes
Muñoz). ART. 11. —Derecho al trabajo. Toda persona tiene derecho al trabajo y goza de libertad para escoger
profesión y oficio, dentro de las normas prescritas por la Constitución y la ley. DOCTRINA. —Derecho al trabajo.
Manifestaciones. “El derecho al trabajo presenta, sin duda alguna, varias formas de manifestarse. Podríamos hablar,
en primer término, del derecho a adquirir un empleo. En segundo lugar, del derecho a conservar un empleo. La
primera manifestación, aun cuando se exprese programáticamente en forma absoluta es, siempre, relativa. En todo
caso dependerá de la condición de cada país y del equilibrio económico y demográfico que pueda lograrse. Puede
tener diferentes expresiones: el Estado asume por sí mismo la obligación de dar empleo, o bien, el Estado obliga a
los particulares para que éstos lo hagan. Tiene, en ocasiones, una institución complementaria que sólo puede operar
en países con una situación económica privilegiada, y un adecuado sistema de seguridad social: el seguro de
desempleo. La realidad de las cosas es que el derecho a adquirir un empleo, por éstas y otras muchas
consideraciones, tiene mucho de utópico. La segunda manifestación del derecho al trabajo suele presentar mejores
perspectivas. Se traduce en una fórmula que podría ser la siguiente: todo trabajador tiene derecho a conservar un
empleo, salvo que hubiere una causa justa para privarle de él. Este principio se identifica como el de la estabilidad en
el empleo. La estabilidad puede ser, igualmente, absoluta y relativa. Es absoluta en el caso previsto en el concepto:
el trabajador no podrá ser separado, sin motivo. Es relativa cuando, en determinados casos, el patrón puede separar
al trabajador, sin que éste tenga la posibilidad de ser reinstalado, aunque la ley le otorgue esa acción, en virtud de
que el patrón quede facultado para optar por el pago de una indemnización”. (DE BUEN. N. Derecho del trabajo.
Editorial Porrúa. 1986, pág. 81). ART. 14. —Carácter de orden público. Irrenunciabilidad. Las disposiciones legales
que regulan el trabajo humano son de orden público y, por consiguiente, los derechos y prerrogativas que ellas
conceden son irrenunciables, salvo los casos expresamente exceptuados por la ley. COMENTARIO. —La norma
anterior establece una especie de tutela por parte del Estado de los derechos de los trabajadores, a través del
principio de la irrenunciabilidad de los derechos y garantías establecidos por la ley en su favor. Ello significa que el
trabajador no puede renunciar a los beneficios que la ley le otorga. En la práctica este principio no presenta ninguna
dificultad cuando se trata de la renuncia anticipada de tales beneficios, esto es, antes de prestarse el servicio o
causarse el derecho, pues toda estipulación que menoscabe esos derechos tiene un objeto ilícito. Situación distinta
se presenta cuando se trata de derechos concretos del trabajador, como aquéllos que son el resultado del
cumplimiento del contrato de trabajo, y respecto de los cuales no falta sino su reconocimiento y pago, evento en el
cual la jurisprudencia se ha orientado en el sentido de que siendo la irrenunciabilidad una medida de protección del
trabajo, tampoco debe admitirse su menoscabo en manera alguna, aun en caso de arreglos con apariencia de
licitud. La transacción, por ejemplo, cuando se demuestre que se realizó lesionando los intereses del trabajador,
puede ser considerada como una renuncia de tales derechos (Cas. jun. 9/47). ART. 16.—Efecto. 1. Las normas
sobre trabajo, por ser de orden público producen efecto general inmediato, por lo cual se aplican también a los
contratos de trabajo que estén vigentes o en curso en el momento en que dichas normas empiecen a regir, pero no
tienen efecto retroactivo, esto es, no afectan situaciones definidas o consumadas conforme a las leyes anteriores. 2.
Cuando una ley nueva establezca una prestación ya reconocida espontáneamente o por convención o fallo arbitrario
por el patrono, se pagará la más favorable al trabajador. JURISPRUDENCIA.—Vigencia de los derechos adquiridos
frente a la irretroactividad de la ley laboral. “La noción de retroactividad de la ley se halla vinculada a la de los
derechos adquiridos, pues aunque se trata de conceptos diferentes, sólo mediante la operancia de la primera, se
exterioriza el quebranto de los segundos, que es lo que impide el artículo 30 de la Constitución. Por derechos
adquiridos —ha dicho la Corte— se tienen aquellas situaciones individuales y subjetivas que se han creado y definido
bajo el imperio de una ley, y que por lo mismo han creado a favor de sus titulares un cierto derecho que debe ser
respetado. Fundamento de la seguridad jurídica y del orden social en las relaciones de los asociados y de éstos con
el Estado, es que tales situaciones y derechos sean respetados integralmente mediante la prohibición de que leyes
posteriores pretendan regularlos nuevamente. Tal afectación o desconocimiento sólo está permitido
constitucionalmente en el caso de que se presente un conflicto entre los intereses generales o sociales y los
individuales, porque en este caso, para satisfacer los primeros, los segundos deban pasar a un segundo plano. Se
trata de afirmar entonces el imperio del principio de que el bien común es superior al particular y de que, por lo
mismo, éste debe ceder. Así lo consagra la segunda parte del primer inciso del texto 30 de la Carta Política. La
cuestión básica, en cada caso, consiste en determinar cuál es el derecho que se considera adquirido y cuál el efecto
de la norma posterior que se pretende violador del primero”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. mar. 17/77). DOCTRINA.—
Aplicación de la ley laboral. “El principio general es que la aplicación de toda ley es inmediata, esto es, que se aplica
en el presente, pero no puede ser aplicada al pasado. Esta distinción se ve con claridad cuando se trata de
situaciones jurídicas nacidas y extinguidas bajo el imperio de una sola ley, pero requiere algunas explicaciones
cuando la duración de una situación jurídica nacida al amparo de una ley se prolonga más allá de la fecha en que
dicha ley fue sustituida por otra. Para estos casos, se hace preciso determinar en qué consiste el efecto inmediato y
cuál el retroactivo de una nueva ley, pudiendo, a este respecto, darse como criterio general el propuesto por Roubier,
en su libro “Les conflicts des lois dans le temps”. Si la nueva ley pretende aplicarse a hechos verificados (facta
praeterita) es retroactiva; si pretende aplicarse a situaciones en curso (facta pendentia) será necesario establecer una
separación entre las partes anteriores a la fecha del cambio de legislación que no podrán ser tocadas sin que la ley
sea retroactiva y las posteriores, para las cuales la ley nueva, al aplicarse no tendrá sino un efecto inmediato; por
último, en relación a los hechos futuros (facta futura), es claro que la ley no puede ser nunca retroactiva”. (DE LA
CUEVA, M. Derecho mexicano del trabajo. T. I, pág. 422) ART. 22.— Definición. 1. Contrato de trabajo: es aquél por
el cual una persona natural se obliga a prestar un servicio personal a otra persona natural o jurídica, bajo la
continuada dependencia o subordinación de la segunda y mediante remuneración. 2. Quien presta el servicio se
denomina trabajador, quien lo recibe y remunera, patrono, y la remuneración, cualquiera que sea su forma, salario (§
0671, 1465, 1495, 1528, 1585, 1597, 1891). L. 50/90. ART. 107.—La denominación “patrono” utilizada en las
disposiciones laborales vigentes se entiende remplazada por el término “empleador”. COMENTARIO.—El contrato de
trabajo, envuelve la noción de consentimiento, de acuerdo de voluntades. La relación de trabajo, en cambio, surge
de la prestación efectiva y real del servicio, es un fenómeno jurídico que sustituye la noción subjetiva y civilista del
contrato de trabajo y que lo excluye completamente como acuerdo de voluntades sin principio de ejecución real. “La
relación de trabajo, dice De la Cueva, es el conjunto de derechos y obligaciones que derivan, para trabajadores y
patronos, del simple hecho de la prestación del servicio”. Tanto el código sustantivo como el procesal participan de
una orientación híbrida en este sentido. El primero cuando en su artículo 24 dice que “toda la relación de trabajo se
presume regida por un contrato de trabajo”, y cuando en su artículo 23 excluye el consentimiento de acuerdo de
voluntades como elemento esencial del contrato; y el procesal cuando en su artículo 2º estatuye que la jurisdicción
del trabajo “conocerá de la ejecución de obligaciones emanadas de la relación de trabajo”. Buena parte de los
autores modernos se orientan a dar completa autonomía al derecho laboral, partiendo de su institución básica que,
en su sentir, debe ser la relación laboral y no el contrato de trabajo. Es importante anotar, no obstante, que en la
vida de las relaciones obrero-patronales aún subsiste el acuerdo de voluntades como típico acto de consentimiento,
aunque cada vez ocupa un lugar menos importante. “Contrato y relación de trabajo no son términos antitéticos, sino
complementarios: tiene éste un contenido más amplio que aquél”, dice Pérez Botija. ART. 23.—Subrogado. L.
50/90, art. 1º. Elementos esenciales. 1. Para que haya contrato de trabajo se requiere que concurran estos tres
elementos esenciales: a) La actividad personal del trabajador, es decir, realizada por sí mismo; b) La continuada
subordinación o dependencia del trabajador respecto del empleador, que faculta a éste para exigirle el cumplimiento
de órdenes, en cualquier momento, en cuanto al modo, tiempo o cantidad de trabajo, e imponerle reglamentos, la
cual debe mantenerse por todo el tiempo de duración del contrato. Todo ello sin que afecte el honor, la dignidad y
los derechos mínimos del trabajador en concordancia con los tratados o convenios internacionales que sobre
derechos humanos relativos a la materia obliguen al país, y c) Un salario como retribución del servicio. 2. Una vez
reunidos los tres elementos de que trata este artículo se entiende que existe contrato de trabajo y no deja de serlo por
razón del nombre que se le dé ni de otras condiciones o modalidades que se le agreguen. JURISPRUDENCIA.—
Contrato de trabajo. Primacía de la realidad. “En anteriores ocasiones esta Sala ha explicado que en materia laboral
los datos formales que resultan de documentos contractuales o similares, aunque sean elaborados de buena fe o
con todas las apariencias de legalidad que sean del caso, no necesariamente son definitivos para establecer la
existencia o inexistencia del vínculo contractual laboral, ya que deben preferirse los datos que ofrece la realidad de la
relación jurídica analizada, si contradice lo que informan los aludidos documentos”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. ene.
19/89). JURISPRUDENCIA.—Concurrencia de elementos. “No basta, pues, a la vista de la disposición legal que una
persona reciba de otra un servicio para que por ese solo hecho se convierta en patrono. Requiérese, además la
concurrencia de estos dos requisitos: Que el servicio sea prestado bajo la continuada dependencia o subordinación
de quien lo recibe y que el beneficiario del mismo lo remunere. Si fuera suficiente la recepción del servicio, el
prestado gratuitamente como el rendido por trabajadores independientes, le daría a su receptor el carácter de
patrono, con las obligaciones que a esta calidad jurídica impone la ley del trabajo”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. abr.
15/61, G.J. 2239, pág. 686). SUBORDINACIÓN: JURISPRUDENCIA I.—Subordinación o dependencia. Concepto. “La
vigilancia sobre la manera como se ejecuta un contrato, la facultad de revisar la contabilidad y los papeles o
documentos concernientes al mismo y la obligación de rendir informes periódicos sobre su ejecución, no son por sí
solas, pruebas de dependencia o subordinación jurídica pues son elementos pertenecientes a varios tipos de
convenios en que no existe esta característica especial del trabajo. Todo contrato comporta una serie de obligaciones
mutuas, cuyo imperioso cumplimiento no es signo de la continuada dependencia o subordinación de una parte a la
otra, que es lo que diferencia el laboral de otros similares. Tal dependencia consiste en la facultad que tiene el
patrono de dar órdenes al trabajador y el deber correlativo de éste de acatarlas, y el impugnante no muestra de qué
manera aparece esta prerrogativa para la empresa en el contrato a estudio, ya que se ha limitado a firmarla, sin citar,
al menos una cláusula de la que se deduzca, y es claro que afirmar no es demostrar”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. jun.
14/73). COMENTARIO.—Índole de la subordinación jurídica. El poder jurídico del empresario —dice Mario de la Cueva
— es un poder de disposición de la energía de trabajo, lo que quiere decir que la esencia de la relación de trabajo
estriba en que el patrono se encuentra, en todo momento, en posibilidad de disponer de la fuerza de trabajo de sus
obreros, según convenga a los fines de la empresa. ART. 24.—Subrogado. L. 50/90, art. 2º. Presunción. Se
presume que toda relación de trabajo personal está regida por un contrato de trabajo. *(No obstante, quien
habitualmente preste sus servicios personales remunerados en ejercicio de una profesión liberal o en desarrollo de un
contrato civil o comercial, pretenda alegar el carácter laboral de su relación, deberá probar que la subordinación
jurídica fue la prevista en el literal b) del artículo 1º de esta ley y no la propia para el cumplimiento de la labor o
actividad contratada)* (§ 0735, 0739). *NOTA: Mediante Sentencia C-665 del 12 de noviembre de 1998 la Corte
Constitucional declaró inexequible el inciso segundo entre paréntesis de este artículo, advirtiendo en forma expresa
que la declaratoria de inexequibilidad del inciso no implica que se asimilen las relaciones civiles y comerciales con las
laborales. JURISPRUDENCIA.—Presunción legal desvirtuable. “La presunción que consagra el artículo 24 del Código
Sustantivo del Trabajo es simplemente legal y puede ser desvirtuada con la demostración del hecho contrario al
presumido, o sea que el servicio no se prestó bajo un régimen contractual laboral, pues quien lo ejecutó no lo hizo
con el ánimo de que le fuera retribuido, o en cumplimiento de una obligación que le impusiera dependencia o
subordinación. En el sub lite —ya se expresó al estudiarse el cargo anterior— el Tribunal encontró demostrado que la
actora prestó servicios al demandado, pero al mismo tiempo tuvo como establecido que esos servicios se prestaron
dentro de una relación familiar y en razón de ésta, sin intención de recibir en cambio, como contraprestación, un
salario”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. abr. 8/70, G.J. 2327. pág. 429). ART. 25.— Concurrencia de contratos. Aunque
el contrato de trabajo se presente involucrado, o en concurrencia con otro u otros, no pierde su naturaleza, y le son
aplicables, por tanto, las normas de este código. COMENTARIO.—El caso más frecuente de concurrencia es el
contrato de mandato entre la sociedad y el gerente y el contrato de trabajo entre las mismas personas, cuando se
configura este último, como en las sociedades de capital y en las sociedades de personas cuando el gerente no es
socio o, cuando siéndolo, no lo es mayoritario. JURISPRUDENCIA.—Concurrencia de las calidades del socio y
trabajador. “La sociedad es un ente distinto de las personas físicas que hayan intervenido en su formación. La
existencia de la una y de las otras son independientes y aunque el desarrollo de sus actividades se cumple de
manera simultánea en el campo jurídico no pueden nunca llegar a confundirse. Por ello, es hipótesis posible que
quien como socio fundador haya dado su consentimiento para que nazca el ente colectivo a través del contrato de
sociedad y haya satisfecho su obligación de aportar dinero o especies para que se forme el haber común o capital
social y, de esta manera, tenga opción a cuota de las ganancias o pérdidas derivadas del buen éxito o del infortunio
de las operaciones sociales, pueda simultáneamente prestarle servicios personales subordinados a la compañía bajo
un vínculo laboral, cuando por el contrato de sociedad no se determina que todos los socios tengan la
administración o cuando no se haya obligado de manera expresa e inequívoca a contribuir con sus conocimientos, su
industria o su esfuerzo personal como aporte al ente colectivo y en beneficio común, sea como complemento de su
cuota de capital o como exclusivo aporte de industria, porque estas últimas eventualidades sí llegarían a descartar la
existencia para ella de contrato de trabajo entre el socio y la compañía a que se halle vinculado”. (CSJ, Cas.
Laboral, Sent. nov. 13/75). ART. 27.—Remuneración del trabajo. Todo trabajo dependiente debe ser remunerado.
COMENTARIO.—No toda relación de trabajo es onerosa. La relación laboral no excluye como causa la mera
liberalidad, en lo cual se ciñe a las normas generales de las obligaciones y particularmente al artículo 1524 del
Código Civil. En estas condiciones, fuerza concluir que no toda relación de trabajo es onerosa, aunque todo contrato
de trabajo, por definición, deba serlo. JURISPRUDENCIA.—El alcance del artículo 27 no es prohibir el trabajo
gratuito. “Para la Corte, el trabajo personal que se presta por razones de amistad, de parentesco, aunque éste no
sea real sino aparente, de gratitud o con el ánimo de colaborar en empresas de interés común o de utilidad social, y
en los demás casos análogos que revelen fines altruistas, aunque sea permanente, no configura contrato de trabajo,
sin que a ello se oponga la prescripción del artículo 27 del Código Sustantivo del Trabajo según el cual todo trabajo
dependiente debe ser remunerado. Del texto y espíritu de la norma no cabe deducir que su alcance es el de prohibir
la prestación de servicios sin retribución. La ley del trabajo no excluye los sentimientos humanos, no ignora la
solidaridad social, la caridad en sus múltiples manifestaciones, las exigencias de la amistad y, en fin, los diversos
motivos que en la vida de relación pueden mover a una persona a prestar servicios gratuitos a otra. En la vida familiar
lo corriente y normal es que los hermanos se presten ayuda recíproca. Se trata de un hecho que la experiencia
acredita y que, por tanto, admite la calificación de notorio”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. mayo 9/60). El Siguiente
artículo le es aplicable al demandado por cuanto hasta la presentación de la demanda no ha pagado la liquidación
al Demandante: ART. 65.—Indemnización por falta de pago. 1. Si a la terminación del contrato el patrono no paga al
trabajador los salarios y prestaciones debidos, salvo los casos de retención autorizados por la ley o convenidos por
las partes, debe pagar al asalariado, como indemnización, una suma igual al último salario diario por cada día de
retardo. 2. Si no hay acuerdo respecto del monto de la deuda, o si el trabajador se niega a recibir, el patrono cumple
con sus obligaciones consignando ante el juez del trabajo y, en su defecto, ante la primera autoridad política del
lugar, la suma que confiese deber, mientras la justicia del trabajo decide la controversia. 3. En la misma sanción
incurre el patrono cuando no haga practicar al trabajador el examen médico y no le expida el correspondiente
certificado de salud de que trata el ordinal 7º del artículo 57. JURISPRUDENCIA. — No es necesario examen médico
de egreso si el trabajador recibe asistencia médica del sistema de seguridad Social. Con todo, ante la insistencia
en este juicio y en otros del apoderado del demandante para obtener una indemnización moratoria sobre la base de
la falta de práctica del examen médico de egreso, aprovecha la Corte para fijar su criterio sobre esa materia. El
artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo dice que el empleador tiene la obligación de hacer practicar el examen
médico al trabajador al que se le ha practicado uno anterior y que lo solicite. Una reglamentación similar tiene la
legislación del trabajador oficial. Esos estatutos tenían su razón de ser cuando el régimen legal fijaba en el
empleador la obligación de dar a sus trabajadores asistencia médica, quirúrgica y hospitalaria, es decir, cuando las
prestaciones asistenciales de la salud e incluso las de vejez estaban a su cargo. Pero ahora, cuando en el sector
oficial y en el privado la asistencia médica se presta a través de organismos especializados y el empleador ha sido
liberado de esa carga prestacional, el examen médico de egreso como obligación patronal debe considerarse
desaparecida o innecesaria y parcialmente subrogada la norma legal, pues para esa asistencia el trabajador debe
recurrir, no al médico del patrono, como decía el código, sino a los organismos de asistencia. La obligación legal del
artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo y la del sector oficial, se conservará para aquellos casos en que el
trabajador, por razones de ubicación geográfica o por otra causa, no reciban asistencia medica de entes
especializados». (CSJ, Sent. 12.108, jul. 22/99. M.P. Germán G. Valdés Sánchez). JURISPRUDENCIA II.—Finiquitos
de paz y salvo. “La doctrina laboral ha sido por demás constante en que “el valor de los finiquitos que expida el
trabajador es siempre relativo y no absoluto, y ellos sirven para demostrar el pago de los salarios, prestaciones e
indemnizaciones en la cuantía en que aparezcan detallados, pero la declaración de “paz y salvo” no anula el derecho
del trabajador a reclamar judicialmente cualquier otro valor que el patrono haya quedado debiéndole por estos
conceptos””. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. jun 12/70). JURISPRUDENCIA III.—Mora en el pago de obligaciones
laborales. Se debe demostrar la buena fe. “Si bien es cierto que la sociedad demandada liquidó las prestaciones
finales por la cantidad de $ 195.586 no las consignó oportunamente, pues afirmó que quien fuera su trabajador le
adeudaba igual suma, deuda cuya existencia no se demostró en el juicio pero que en un comienzo se utilizó como
pretexto para eludir el pago de las obligaciones laborales que tenía a favor del demandante. Por lo demás es sabido
que la indemnización moratoria no tiene necesariamente que guardar proporción con la deuda laboral insatisfecha”.
(CSJ, Cas. Laboral, Sec. Segunda, Sent. jul. 15/92, Rad. 5070. M.P. Hugo Suescún Pujols). JURISPRUDENCIA IV.
—Consignación de lo adeudado por prestaciones. Sanción por no enviar el título al juzgado. “La empleadora
pretendió cancelar la suma de dinero que reconoció adeudar al demandante por concepto de derechos laborales
causados a la terminación del contrato de trabajo con un cheque que no fue recibido por el ex trabajador por
considerar que ese valor no correspondía a la que realmente se le debía. Contrariamente a lo sostenido por el
tribunal, la negativa del actor a aceptar el pago de la deuda reconocida por la empleadora no demuestra por sí sola
la buena fe de la demandada, pues el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo habilita al patrono para liberarse
de la sanción moratoria mediante el pago por consignación, cuando el trabajador se niegue a recibir o exista
desacuerdo entre las partes en cuanto al valor adeudado. Sobre el particular dijo la Corte: “Precisamente para el
evento de que a la finalización del contrato exista desacuerdo entre las partes acerca del monto de los salarios y las
prestaciones que adeude el empleador o si el trabajador se niega a recibir —dado que le está prohibido al patrono
deducir, retener o compensar sumas de dinero que correspondan a salarios y prestaciones del trabajador, salvo
expresa autorización de éste o de la ley (CST, art. 59 num. 1º)— el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo
prevé que, para poder liberarse de la indemnización moratoria, el patrono debe consignar ante el juez, o la primera
autoridad política del lugar, la suma que confiese adeudar por los referidos conceptos (Sent. mar. 18/94, Rad.
6500). 2. En la contestación a la demanda (fls. 11 y 12) la sociedad demandada confesó haber hecho una
reliquidación de prestaciones al actor cuya cuantía ascendió a $ 70.723, suma que convirtió en un título de depósito
judicial a la orden del Juzgado Trece Laboral de Bogotá, que sin embargo no fue enviado a ese despacho judicial
“sino que quedó guardado en la hoja de vida del extrabajador sin que nadie se percatara de ello hasta la notificación
de la presente demanda” (fl. 12). Aunque en la respuesta a la demanda la sociedad demandada se declara advertida
de que el título de depósito no había sido enviado al juzgado destinatario, no indica sin embargo que el dicho envío
se hubiera producido en el interregno entre la notificación de la demanda y la respuesta y ni siquiera anuncia su
remisión con posterioridad a la contestación de la demanda (...). La Corte observa que no existe en el expediente
prueba alguna demostrativa de buena fe en la empleadora al haber retenido el saldo de las prestaciones sociales que
quedó debiendo a su extrabajador a la finalización del contrato de trabajo, resultando por el contrario, inexplicable su
actitud al haber consignado la suma que el extrabajador se negó a recibir sin entregar el respectivo título de depósito
al juzgado destinatario, ni antes de la iniciación del presente proceso ni durante su trámite, no obstante su
reconocimiento de la deuda y a pesar de las advertencias de su asesor jurídico. Por lo demás, la Corte prohíja las
atinadas consideraciones del a quo, según las cuales, para aplicar la sanción moratoria, no es necesario que el
trabajador reclame de su empleador los derechos laborales causados a la terminación del contrato, ni que la
negativa suya a recibir acredite buena fe patronal, pues en tales eventos el patrono debe consignar la suma debida y
entregar el título al correspondiente juzgado para así exonerarse de la dicha sanción. Ese es el entendimiento que la
Sala de Casación Laboral le ha dado al artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo”. (CSJ, Cas. Laboral, Sec.
Segunda, Sent. ago. 24/94, Rad. 6813. M.P. Hugo Suescún Pujols). JURISPRUDENCIA.—Indemnización moratoria y
corrección monetaria. se decide primero si hay lugar a indemnización. "En cumplimiento de su función unificadora de
la jurisprudencia nacional, aprovecha la Sala la ocasión para corregir el error jurídico en que incurrió el Tribunal al
sostener que el reconocimiento judicial de la indexación a ciertas obligaciones laborales excluye automáticamente la
indemnización por mora establecida en el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo. La sanción que el citado
precepto impone al empleador que, sin excusa de buena fe, deja de pagar a la terminación del contrato de trabajo
los salarios y prestaciones que adeuda, es una garantía específica para los asalariados consagrada por el legislador
en desarrollo de los principios protectores del trabajo humano. Y fue precisamente la existencia de múltiples casos en
que no obstante haber pagado tardíamente y desvalorizadas las obligaciones laborales a su cargo, los empleadores
debían ser judicialmente absueltos de la indemnización por mora del artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo lo
que obligó a la Sala a reconocer para esos eventos la corrección monetaria como forma de compensar la pérdida
del poder adquisitivo de nuestra moneda y evitar así un empobrecimiento injusto de los trabajadores. Ello explica las
decisiones de esta Corporación en las cuales precisó que cuando se impone judicialmente la sanción establecida por
el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo no hay lugar a la indexación de los créditos laborales que
fundamenten esa condena, pues en tal evento aquella sanción, específica de la ley laboral y normalmente más
favorable para el trabajador, le compensa los perjuicios sufridos como consecuencia de la mora del empleador
renuente a pagar a la finalización de la relación laboral los salarios y prestaciones a su cargo. A menos que el actor
solicite en su demanda el pronunciamiento judicial de modo diferente, ante las pretensiones conjuntas de
indemnización por mora e indexación deben por tanto los jueces laborales examinar en primer lugar, de acuerdo con
las situaciones particulares de cada caso, si la conducta del empleador que a la terminación del contrato de trabajo
quedó adeudando salarios y prestaciones estuvo revestida de la buena fe que lo exonere de la sanción dispuesta por
el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, y sólo cuando absuelvan por ese concepto deben entrar a decidir
sobre la aplicación de la indexación a los créditos laborales insolutos". (CSJ, Cas. Laboral, Sec. Segunda, Sent.
sept. 6/95. Rad. 7623). ART. 127.—Subrogado. L. 50/90, art. 14. Elementos integrantes. Constituye salario no sólo
la remuneración ordinaria, fija o variable, sino todo lo que recibe el trabajador en dinero o en especie como
contraprestación directa del servicio, sea cualquiera la forma o denominación que se adopte, como primas,
sobresueldos, bonificaciones habituales, valor del trabajo suplementario o de las horas extras, valor del trabajo en
días de descanso obligatorio, porcentajes sobre ventas y comisiones. COMENTARIO.—El salario es la remuneración
de los servicios prestados por el trabajador en una relación de trabajo dependiente. En este sentido, el artículo 127
señala en forma amplia las diversas modalidades que puede tener dicha retribución, de manera que los demás
pagos laborales que reciba el trabajador sólo serán salario si remuneran sus servicios en forma directa. También son
salario los pagos que tengan esa naturaleza, bien por voluntad del empleador, o por haberse pactado así en el
contrato de trabajo, el pacto o la convención colectiva o en el laudo arbitral. La clara determinación de los pagos
laborales que tienen carácter salarial es muy importante en la liquidación de prestaciones sociales y, por tal razón,
deberá atenderse a la distinción entre las sumas que constituyen salario y las que no lo son. JURISPRUDENCIA.—
Auxilio de transporte. Naturaleza jurídica. Ley 1ª de 1963, artículo 7º. “Esta norma consagra una ficción, para
determinados y precisos efectos. No modifica la naturaleza extra salarial del auxilio y antes bien la confirma. Como
excepción que es, se la debe interpretar restrictivamente”. (CSJ, Cas. Laboral, Sent. feb. 17/81). ART. 142.—
Irrenunciabilidad y prohibición de cederlo. El derecho al salario es irrenunciable y no se puede ceder en todo ni en
parte, a título gratuito ni oneroso pero sí puede servir de garantía hasta el límite y en los casos que determina la ley
COMENTARIO.—Irrenunciabilidad. No se puede renunciar al derecho a percibir un salario como contraprestación por
la ejecución de una tarea y no puede cederse total ni parcialmente dicho derecho aunque la cesión se haga a título
oneroso. Sin embargo no está prohibido el trabajo gratuito o sea la prestación de servicios en los casos de gratitud,
parentesco o colaboración altruista, verbigracia la colaboración que brinda una señora recogiendo la limosna y
arreglando las flores en una iglesia. ART. 145.—Definición. Salario mínimo es el que todo trabajador tiene derecho a
percibir para subvenir a sus necesidades normales y a las de su familia, en el orden material, moral y cultural. ART.
189.—Subrogado. D.L. 2351/65, art. 14. Compensación en dinero. 1. Es prohibido compensar en dinero las
vacaciones. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo podrá autorizar que se pague en dinero hasta la mitad de éstas en
casos especiales de perjuicio para la economía nacional o la industria. 2. Cuando el contrato de trabajo termine sin
que el trabajador hubiere disfrutado de vacaciones, la compensación de éstas en dinero procederá por año cumplido
de servicio y proporcionalmente por fracción de año, siempre que ésta exceda de seis (6) meses. 3. Para la
compensación en dinero de las vacaciones, en el caso de los numerales anteriores se tomará como base el último
salario devengado por el trabajador (§ 2171-2). [§ 2193] COMENTARIO.—En los contratos a término fijo inferior a
un año, los trabajadores tendrán derecho al pago de vacaciones en proporción al tiempo laborado cualquiera que
éste sea (CST, art. 46) (Ver L. 50/90, par. del art. 3º) COMENTARIO.—Compensación. Está prohibido compensar
las vacaciones en dinero. Sin embargo, el Ministerio del Trabajo puede autorizar esa compensación, para los
mayores de 18 años, pero únicamente hasta por la mitad. El pago sólo será válido si se concede la otra mitad en
tiempo. No obstante la anterior prohibición, cuando el contrato termine sin que el trabajador haya disfrutado de las
vacaciones, la compensación procederá por año cumplido de servicios y proporcionalmente por fracción de año,
siempre que la fracción exceda de seis meses. ART. 190.—Modificado. D. 13/67, art. 6º. Acumulación. 1. En todo
caso, el trabajador gozará anualmente por lo menos de seis (6) días hábiles continuos de vacaciones, los que no son
acumulables. 2. Las partes pueden convenir en acumular los días restantes de vacaciones, hasta por dos años. 3.
La acumulación puede ser hasta por cuatro (4) años, cuando se trate de trabajadores técnicos, especializados, de
confianza, de manejo o de extranjeros que presten sus servicios en lugares distintos a los de la residencia de sus
familiares. 4. Si el trabajador goza únicamente de seis (6) días de vacaciones en un año, se presume que acumula
los días restantes de vacaciones a los posteriores, en los términos del presente artículo. ART. 226.—Subrogado. D.L.
1295/94. Empresas de capital mayor de cincuenta mil pesos ($ 50.000) y menor de ciento veinticinco mil pesos ($
125.000). ART. 249.—Regla general. Todo patrono está obligado a pagar a sus trabajadores, y a las demás
personas que se indican en este capítulo, al terminar el contrato de trabajo, como auxilio de cesantía, un mes de
salario por cada año de servicios, y proporcionalmente por fracciones de año. SISTEMA TRADICIONAL
COMENTARIO.—Cuantía y aplicación. Se aplica a los trabajadores vinculados por contrato de trabajo antes del 1º de
enero de 1991. En este sistema, los trabajadores tienen derecho a un mes de salario por cada año de servicio y
proporcionalmente por fracciones de año. ART. 253.—Subrogado. D.L. 2351/65, art. 17. Salario base para la
liquidación de cesantía. 1. Para liquidar el auxilio de cesantía se toma como base el último salario mensual
devengado por el trabajador, siempre que no haya tenido variación en los tres (3) últimos meses. En el caso
contrario y en el de los salarios variables, se tomará como base el promedio de lo devengado en el último año, de
servicios o en todo el tiempo servido si fuere menor de un año. 2. Para el tiempo de servicios anterior al treinta y uno
(31) de diciembre de mil novecientos sesenta y dos (1962) se aplicarán las normas vigentes hasta esta fecha. ART.
306.—Principio general. 1. Toda empresa de carácter permanente está obligada a pagar a cada uno de sus
trabajadores, excepto a los ocasionales o transitorios, como prestación especial, una prima de servicios, así: a) Las
de capital de doscientos mil pesos ($ 200.000) o superior, un mes de salario pagadero por semestres del calendario,
en la siguiente forma: una quincena el último día de junio y otra quincena en los primeros veinte (20) días de
diciembre, a quienes hubieren trabajado o trabajaren todo el respectivo semestre, o proporcionalmente al tiempo
trabajado, siempre que hubieren servido por lo menos la mitad del semestre respectivo y no hubieren sido
despedidos por justa causa, y b) Las de capital menor de doscientos mil pesos ($ 200.000), quince (15) días de
salario, pagadero en la siguiente forma: una semana el último día de junio y otra semana en los primeros veinte (20)
días de diciembre, pagadero por semestres del calendario, a quienes hubieren trabajado o trabajaren todo el
respectivo semestre; o proporcionalmente al tiempo trabajado, siempre que hubieren servido por lo menos la mitad
del semestre respectivo y no hubieren sido despedidos por justa causa. 2. Esta prima de servicios sustituye la
participación de utilidades y la prima de beneficios que estableció la legislación anterior. COMENTARIO.—Naturaleza
jurídica. La prima anual no es salario, ni se computará como factor del salario en ningún caso. La prima anual de
servicios es uno de los factores prestacionales que podrá ser incluido en el monto total del salario integral, en el caso
de aquellos trabajadores que pacten este sistema especial de remuneración. Las partes pueden pactar expresamente
que la prima de servicios extralegal, convencional o contractual, cualquiera que sea su valor, no constituye salario en
ningún caso. ART. 307.—Carácter jurídico. La prima anual no es salario, ni se computará como factor del salario en
ningún caso. Fundamentos de Derecho del Código procesal del Trabajo: ART. 1º—Aplicación de este decreto. Los
asuntos de que conoce la jurisdicción del trabajo se tramitarán de conformidad con el presente decreto.
COMENTARIO.—Los autores del Código Procesal del Trabajo, en el informe con que presentaron su proyecto al
gobierno, expresan lo siguiente: “El nuevo estatuto está informado en los principios más modernos de la ciencia
procesal. Acoge como medular el sistema de la oralidad, que es el adecuado para decidir los litigios del trabajo por
la economía de tiempo y de dinero que implica. Consagra el principio inquisitivo, que da facultades al juez para
buscar la verdad real aportando él mismo pruebas, a fin de que no esté sujeto a la simple verdad formal que resulte
del proceso. Establece el principio de la concentración procesal, para que el litigio se debata completamente ante el
juez, a fin de que desaparezca la sorpresa entre los litigantes que ya no pueden guardar pruebas o argumentos para
presentarlos ante el Tribunal, y también para que el funcionario de primer grado pueda dictar una sentencia justa con
base en todo el material probatorio y todos los argumentos y razones de los litigantes. Instituye el principio de
inmediación, para que en lo posible sea el mismo juez del conocimiento quien practique personalmente todas las
pruebas, y tenga un contacto directo con las partes, las pruebas y el objeto del pleito. El de eventualidad, que obliga
a las partes a expresar desde el principio —en la demanda y su contestación— cuáles son los medios de ataque y
defensa, como medio de procurar la lealtad entre los litigantes. El de publicidad, que hace desarrollar el debate en
sesiones públicas, porque el proceso no debe, por regla general, ser secreto. El de la impulsión del proceso por el
juez, porque, al contrario de lo que ocurre en los litigios civiles, en los cuales rige el principio opuesto de la impulsión
del proceso por las partes, en los del trabajo está interesada toda la comunidad, por ser las leyes sociales de orden
público y tener interés también el Estado y la colectividad en que se conserve la paz social. Y, por último, el de la
libre apreciación judicial de la prueba, que suprime en los juicios laborales la tarifa de pruebas como obligatoria para
dejar en libertad al juez para estimar su mérito, aunque esta libertad, como lo expone un autorizado tratadista de
Derecho Procesal, “no es un mero arbitrio, sino un margen de actuación ajustado a deberes profesionales”. “Hay
otras innovaciones, como la de titular cada artículo, según el sistema adoptado por el Código de Procedimiento Civil
Italiano, para facilitar la consulta y la interpretación. Se atribuye a la justicia del trabajo exclusivamente el
conocimiento de los litigios originados en el contrato de trabajo, de modo que se le suprime la facultad de decidir de
los que se susciten entre la administración pública y sus servidores, para respetar una situación de hecho
inmodificable, que obliga por ahora a conservar el fuero especial que aquélla tiene; de modo que sólo conocerá la
jurisdicción del trabajo de los litigios entre esa administración y sus trabajadores, cuando entre ella y éstos exista un
verdadero contrato de trabajo. Se aclara definitivamente lo relacionado con la prescripción de las acciones que
emanan de las leyes sociales, que antes presentaba vacíos y dudas. Se autoriza al juez de primera instancia para
fallar “ultra petita” y “extra petita”, dentro de ciertas condiciones o requisitos, y se niega esa facultad al tribunal de
segundo grado, para conservar el principio procesal de la “reformatio in pejus”, según el cual no se puede hacer más
gravosa la situación de un apelante. Se instituye la casación “per saltum” en determinados litigios, para facilitar una
economía procesal. Se autoriza el arbitramento voluntario. Se instituye la homologación de laudos arbitrales para
controlar los excesos de los árbitros. Y, para concluir, se suprime la prueba de peritos, de expertos nombrados por
las partes, para establecer la del perito único designado por el juez”. ART. 2º—Modificado. L. 362/97, art. 1º.
Asuntos de que conoce esta jurisdicción. La jurisdicción del trabajo está instituida para decidir los conflictos jurídicos
que se originen directa o indirectamente del contrato de trabajo. También conocerá de la ejecución de las
obligaciones emanadas de la relación de trabajo; de los asuntos sobre fuero sindical de los trabajadores particulares
y oficiales y del que corresponde a los empleados públicos; de las sanciones de suspensión temporal y de las
cancelaciones de personerías, disolución y liquidación de las asociaciones sindicales; de los recursos de
homologación en contra de los laudos arbitrales; de las controversias, ejecuciones y recursos que le atribuya la
legislación sobre el Instituto de Seguro Social; y de las diferencias que surjan entre las entidades públicas y privadas,
del régimen de seguridad social integral y sus afiliados. Serán también de su competencia los juicios sobre
reconocimiento de honorarios y remuneraciones por servicios personales de carácter privado, cualquiera que sea la
relación jurídica o motivo que les haya dado origen, siguiendo las normas generales sobre competencia y demás
disposiciones del Código Procesal del Trabajo. Conocerá igualmente de la demanda de reconvención que proponga
el demandado en esta clase de juicios de reconocimientos de honorarios y remuneraciones, cuando la acción o
acciones que en ella se ejerciten provengan de la misma causa que fundamente la demanda principal. Será de su
competencia el conocimiento de los procesos de ejecución de las multas impuestas a favor del servicio nacional de
aprendizaje, por incumplimiento de las cuotas establecidas, sobre el número de aprendices, dictadas conforme al
numeral 13 del artículo 13 de la Ley 119 de 1994. También conocerá de la ejecución de actos administrativos y
resoluciones, emanadas por las entidades que conforman el sistema de seguridad social integral que reconozcan
pensiones de jubilación, vejez, invalidez, sustitución o sobrevivientes; señalan reajustes o reliquidaciones de dichas
pensiones; y ordenan pagos sobre indemnizaciones, auxilios e incapacidades. PAR. 1º—El trámite de los juicios
sobre reconocimiento de honorarios y remuneraciones será el correspondiente al del proceso ordinario laboral. La
demanda ejecutiva del acreedor de los honorarios o remuneraciones de que trata el presente artículo tendrá el
procedimiento establecido para el proceso ejecutivo laboral. PAR. 2º—El trámite de los procesos de fuero sindical
para los empleados públicos será el señalado en el título 11 capítulo XVI del Código Procesal del Trabajo ART. 5º—
Competencia por razón del lugar, fuero general. La competencia se determina por el lugar en donde haya sido
prestado el servicio, o por el domicilio del demandado, a elección del actor. ART. 23.—Reglas generales. La
competencia territorial se determina por las siguientes reglas: 1. En los procesos contenciosos, salvo disposición
legal en contrario, es competente el juez del domicilio del demandado; si este tiene varios, el de cualquiera de ellos a
elección del demandante, a menos que se trate de asuntos vinculados exclusivamente a uno de dichos domicilios,
caso en el cual será competente el juez de éste. 2. Si el demandado carece de domicilio, es competente el juez de
su residencia, y si tampoco tiene residencia en el país, el del domicilio del demandante. (...). ART. 46.—
Competencia. En los procesos contra una sociedad, además de la competencia indicada en el numeral 7º del
artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, es competente a prevención el juez del domicilio del representante
legal de aquélla. COMENTARIO.—Las pruebas se pueden preconstituir ante los mismos jueces laborales, pero
también se puede acudir a los jueces municipales o a los jueces de circuito civiles (CPC, art. 18). ART. 19.—
Compilado. D. 1818/98, art. 41. Oportunidad del intento de conciliación. La conciliación podrá intentarse en
cualquier tiempo, antes o después de presentarse la demanda. De la conciliación laboral ART. 15.—Asuntos
conciliables en materia laboral. Para los efectos de los artículos 65 y 68 de la Ley 446 de 1998, se entienden como
asuntos conciliables, todos los conflictos jurídicos de trabajo que se tramitan como procesos ordinarios de única o
de primera instancia. ART. 16.—De la representación y el mandato. Las personas de derecho público y las de
derecho privado, podrán actuar en la conciliación directamente o a través de sus representantes legales o por medio
de apoderado con facultad expresa para conciliar. ART. 17.—Conciliadores. En materia laboral se entiende como
conciliador el juez, el inspector del trabajo o la persona designada por el centro de conciliación. ART. 18.—Casos en
los que no es necesaria la audiencia de conciliación. Cuando se presenta demanda y ya se hubiere intentado
conciliar la controversia, no será necesario efectuar audiencias de conciliación antes de adelantar el juicio, salvo que
las partes, de común acuerdo, lo soliciten. En este caso se procederá como se dispone en los artículos 77 a 79 del
Código Procesal del Trabajo, en lo pertinente. ART. 19.—Conciliación durante el juicio. También podrá efectuarse la
conciliación en cualquiera de las instancias, siempre que las partes, de común acuerdo, lo soliciten D.R. 2511/98.
ART. 20.—De la solicitud de conciliación. La solicitud de conciliación podrá formularse de manera verbal o escrita,
señalando: a) La individualización de las partes y de sus representantes si fuere el caso; b) La indicación del lugar en
que deban surtirse las notificaciones a las partes; c) La síntesis de los hechos; d) Las peticiones; e) La estimación
razonada de la cuantía en que se fundamenta la petición o peticiones, y f) Relación de las pruebas o elementos de
juicio que desee aportar. PAR.—En todo caso, no se podrá rechazar inicialmente, la solicitud por ausencia de
cualquiera de los requisitos anteriores. En este evento, el conciliador informará al interesado sobre la falta de alguno
de ellos, para que subsane la omisión a más tardar el día de la audiencia, si no lo hiciere se citará para nueva
audiencia. Si durante el trámite de la audiencia se observare que no es procedente la conciliación, se dejará
constancia en el acta, y se devolverán los documentos aportados por los interesados. ART. 23.—Acreditación de
requisito de procedibilidad. A partir de la vigencia de la Ley 446 de 1998 se acreditará el requisito de procedibilidad
previsto en el artículo 68 de la misma, con copia del acta del intento de conciliación.
PAR.—Respecto de las conciliaciones intentadas antes de entrar en vigencia la Ley 446 de 1998, con la presentación
del acta en donde consten las pretensiones no conciliadas, se entenderá satisfecho el requisito de procedibilidad
previsto en el artículo 68 de la misma, cuando se hubiere intentado la conciliación ante el funcionario administrativo,
judicial o ante un centro de conciliación. ART. 20.—Compilado. D. 1818, art. 44. Conciliación antes del juicio. La
persona que tenga interés en conciliar una diferencia, podrá solicitar verbalmente, antes de proponer demanda, que
el juez competente o el inspector del trabajo haga la correspondiente citación, señalando día y hora con tal fin. Al
iniciarse la audiencia, el funcionario, sin avanzar ningún concepto, interrogará a los interesados acerca de los hechos
que originan la diferencia, para determinar con la mayor precisión posible los derechos y obligaciones de ellos y los
invitará a un acuerdo amigable, pudiendo proponer fórmulas al efecto. Si se llegare a un acuerdo se procederá como
se dispone en el artículo 78 de este decreto. Si no hubiere acuerdo, o si éste fuere parcial, se dejarán a salvo los
derechos del interesado para promover demanda. JURISPRUDENCIA.—Contenido de la conciliación. “Para que la
conciliación no se interprete como un acuerdo apenas parcial de las diferencias, debe expresarse con precisión todos
los conceptos que abarca, ya sea porque los indique uno a uno o porque de los términos generales con que se
redacte surja sin lugar a dudas que pone fin a todas las controversias, acciones y reclamos, derechos y obligaciones
de las partes, surgidos o que puedan surgir de manera directa o indirecta del contrato de trabajo”. (CSJ, Cas.
Laboral, Sent. abr. 11/58). ART. 25.—Forma y contenido de la demanda. La demanda deberá contener: la
designación del juez a quien se dirige; el nombre de las partes y el de sus representantes, si aquéllas no comparecen
o no pueden comparecer por sí mismas; su vecindad o residencia y dirección, si es conocida, o la afirmación de que
se ignora la del demandado, ratificada bajo juramento; lo que se demanda, expresando con claridad y precisión los
hechos y omisiones; una relación de los medios de prueba que el actor pretenda hacer valer para establecer la
verdad de sus afirmaciones; la cuantía, cuando su estimación sea necesaria para fijar la competencia y las razones y
fundamentos de derecho en que se apoya. Cuando el trabajador pueda litigar en causa propia no será necesario este
último requisito. ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES ART. 25A.—Adicionado. L. 446/98, art. 8º. Acumulación de
pretensiones y de procesos en materia laboral. En los procesos laborales procederá la acumulación de pretensiones
en la forma establecida en el Código de Procedimiento Civil, así como la acumulación de procesos a instancia de
cualquiera de las partes o de oficio, en los casos establecidos por el mismo código. No procederá la acumulación de
procesos laborales que cursen en distintos distritos judiciales”. Código de Procedimiento Civil. ART. 83.—Modificado.
D.E. 2282/89, art. 1º, num. 35. Litis consorcio necesario e integración del contradictorio. Cuando el proceso verse
sobre relaciones o actos jurídicos respecto de los cuales, por su naturaleza o por disposición legal, no fuere posible
resolver de mérito sin la comparecencia de las personas que sean sujetos de tales relaciones o que intervinieron en
dichos actos, la demanda deberá formularse por todas o dirigirse contra todas; si no se hiciere así, el juez en el auto
que admite la demanda ordenará dar traslado de ésta a quienes falten para integrar el contradictorio, en la forma y
con el término de comparecencia dispuestos para el demandado. ART. 84.—Modificado. D.E. 2282/89, art. 1º,
num. 36. Presentación de la demanda. Las firmas de la demanda deberán autenticarse por quienes las suscriban,
mediante comparecencia personal ante el secretario de cualquier despacho judicial, o ante notario de cualquier
círculo; para efectos procesales, se considerará presentada el día en que se reciba en el despacho de su destino.
Con la demanda deberá acompañarse copia para el archivo del juzgado, y tantas copias de ella y de sus anexos
cuantas sean las personas a quienes deba correrse traslado. El secretario verificará la exactitud de las copias y si no
estuvieren conformes con el original, las devolverá para que se corrijan. COMENTARIO.—Requisitos de forma de la
demanda. a) Designación del juez. Si en el lugar hay varios jueces competentes deberá dirigirse al que tenga el
reparto; b) Nombre de las partes y de sus representantes. Debe indicarse en forma completa el nombre,
denominación o razón social de los demandantes y de los demandados. Si se trata de una persona jurídica de
derecho público o privado, deberá indicarse además el nombre de la persona natural que la representa. Cuando
quien demanda es una persona jurídica deberá acreditar su existencia y representación, (art. 77 del CPC). Los
menores de 18 años, pero con autorización legal para trabajar, tienen capacidad para ejercer las acciones laborales.
Si el menor no está autorizado la representación la llevarían los padres y a falta de éstos, el menor debe pedir al juez
el nombramiento de un curador para litis. La designación de la parte demandada y de su representante legal es
obligación privativa del actor y ni el juez ni el secretario o el notificador pueden variar esa designación, porque podría
dar lugar a que la notificación del auto admisorio de la demanda se haga a persona distinta de la indicada por el
demandante como su representante legal (Cas., mar. 29/84); c) Vecindad o residencia y dirección de las partes. La
indicación de la vecindad del demandado es indispensable para fijar la competencia por razón del lugar; la del
demandante, para la práctica de ciertas diligencias, como el emplazamiento para absolver interrogatorios (arts. 202,
203, CPC). La dirección es necesaria para las notificaciones personales. El juramento de ignorar la residencia del
demandado debe ser ratificado ante el juez, en diligencia previa a la admisión de la demanda; d) Lo que se
pretenda, expresado con claridad y precisión. Las varias pretensiones se formularán por separado. Los hechos
básicos de la acción deben ir debidamente relacionados, con la conveniente separación, claridad y precisión de sus
componentes, porque alrededor de ellos va a girar el debate judicial, las pretensiones omitidas en una primera
demanda, podrán ser formuladas nuevamente, si sobre aquéllas no se pronunció extrapetita el juez de la causa.
(Cas., dic. 9/83); e) Relación de medios de prueba. El actor debe hacer en la demanda relación completa de las
pruebas que va a utilizar en el proceso, determinándolas en tal forma que no pueda haber cambio de pruebas. Este
requisito es la aplicación positiva del principio de la eventualidad en concordancia con la lealtad procesal; f) Cuantía.
Hay que indicarla cuando sea necesaria para fijar la competencia. En los juicios contra la Nación y el departamento,
no es necesario determinarla porque siempre impera el factor subjetivo para la determinación de la competencia. En
estos eventos los juicios siempre son de primera instancia. Los procesos sobre fuero sindical y cancelación de
personería son juicios sin cuantía, y g) Fundamentos de derecho. Deben ser citadas las disposiciones legales
aplicables a la pretensión. El error cometido, al invocar estas disposiciones, no es motivo para desestimarla porque
el juez tiene facultad de interpretación, en aplicación del principio Procesal de Investigación del derecho )L. 153 de
1887 y L. 57 de 1887) ART. 26.—Copias de la demanda. Con la demanda deberán presentarse tantas copias
cuantos sean los demandados. Dichas copias tendrán por objeto surtir simultáneamente los traslados y deberán ser
autenticadas por el secretario. ART. 34.—Representación de las personas jurídicas. Las personas jurídicas
comparecerán en juicio por medio de sus representantes constitucionales, legales o convencionales, según el caso.
COMENTARIO.—El artículo 34 se aplica de preferencia sobre cualquier otra norma que se ocupe con carácter general
de la representación de las personas jurídicas en los juicios laborales. De acuerdo con la actual estructura
administrativa del Estado, la Nación comparece por medio del Ministerio Público, el departamento por el gobernador,
el municipio por el alcalde, y los establecimientos públicos y las empresas industriales y comerciales del Estado por
los ART. 46.—Relato de la audiencia. El secretario extenderá un acta de lo que ocurra en la audiencia y si los
interesados lo piden y pagan el servicio podrá tomarse una relación taquigráfica o por otros medios técnicos de lo
que en ella ocurra, respectivos gerentes, directores o presidentes. Cuando el demandado sea una persona jurídica
que tenga varios representantes o mandatarios generales distintos de aquéllos, podrá citarse a cualquiera de ellos,
aunque no esté facultado para obrar separadamente. ART. 50.—Extra y ultra petita. El juez *(de primera instancia)*
podrá ordenar el pago de salarios, prestaciones o indemnizaciones distintos de los pedidos, cuando los hechos que
los originen hayan sido discutidos en el juicio y estén debidamente probados, o condenar al pago de sumas mayores
que las demandadas por el mismo concepto, cuando aparezca que éstas son inferiores a las que corresponden al
trabajador, de conformidad con la ley, y siempre que no hayan sido pagadas. *NOTA: Mediante Sentencia C-662
del 12 de noviembre de 1998 la Corte Constitucional declaró inexequible la frase entre paréntesis. COMENTARIO.—
Aplicación del artículo 50. La aplicación del artículo 50 está sujeta a los siguientes requisitos: Si se trata de condena
extrapetita, los hechos que originen la decisión del juez deben: a) haber sido discutidos en el juicio, y b) estar
debidamente probados. Si se trata de condena ultrapetita es necesario, solamente: a) que aparezca que las sumas
demandadas son inferiores a las que le corresponden al trabajador, y b) que no le hayan sido pagadas.
JURISPRUDENCIA.—Principio de congruencia. Limitaciones del juez. "... es pertinente recordar que los jueces
laborales, como en general cualquier juez, están obligados a dictar fallos congruentes, salvo que la ley los releve
expresamente de ello, tal cual acontece con la facultad de fallar extra o ultra petita que prevé el artículo 50 del
Código Procesal del Trabajo; obligación que comprende también la de declarar probados los hechos constitutivos de
excepciones aunque no se hayan ellas propuesto de modo formal (salvo las conocidas por la doctrina como
excepciones propias: prescripción, compensación y nulidad relativa), en los términos del artículo 306 del Código de
Procedimiento Civil, aplicable a los juicios del trabajo por virtud de la remisión que ordena el artículo 145 del Código
Procesal del Trabajo. Y precisamente por virtud del principio de la congruencia o de la consonancia, los jueces del
trabajo están obligados a no salirse de los hechos que hayan sido materia del debate y a no exigir, con la sola
excepción de las pruebas ad substantiam actus, la demostración de hechos que, por haber sido afirmados por el
actor y aceptados por el demandado, no requieren prueba adicional”. (CSJ, Cas. Laboral, Sec. Segunda, Sent. sep.
13/91). ART. 51.—Medios de prueba. Son admisibles todos los medios de prueba establecidos en la ley, pero la
prueba pericial sólo tendrá lugar cuando el juez estime que debe designar un perito que lo asesore en los asuntos que
requieran conocimientos especiales. Código de Procedimiento Civil. ART. 175.—Medios de prueba. Sirven como
pruebas, la declaración de parte, el juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial,
los documentos, los indicios y cualesquiera otros medios que sean útiles para la formación del convencimiento del
juez. El juez practicará las pruebas no previstas en este código de acuerdo con las disposiciones que regulen medios
semejantes o según su prudente juicio. ART. 177.—Carga de la prueba. Incumbe a las partes probar el supuesto de
hecho de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen. Los hechos notorios y las afirmaciones o
negaciones indefinidas no requieren prueba. ART. 251.—Distintas clases de documentos. Son documentos, los
escritos, impresos, planos, dibujos, cuadros, fotografías, cintas cinematográficas, discos, grabaciones
magnetofónicas, radiografías, talones, contraseñas, cupones, etiquetas, sellos y, en general, todo objeto mueble
que tenga carácter representativo o declarativo, y las inscripciones en lápidas, monumentos, edificios o similares.
Los documentos son públicos o privados. ART. 253.—Modificado. D.E. 2282/89, art. 1º, num. 116. Aportación de
documentos. Los documentos se aportarán al proceso originales o en copia. Esta podrá consistir en trascripción o
reproducción mecánica del documento. ART. 283.—Procedencia de la exhibición. La parte que pretenda utilizar
documentos privados originales o en copia, que se hallen en poder de otra parte o de un tercero, deberá solicitar, en
la oportunidad para pedir pruebas, que se ordene su exhibición. También podrá pedir que una de las partes o un
tercero exhiba copia auténtica de un documento público que se halle en su poder, si el original no se encuentra o ha
desaparecido y no le fuere posible aportar copia auténtica. (Confr. art. 247). ART. 55.—Diligencia de inspección
ocular. Cuando se presenten graves y fundados motivos o para aclarar hechos dudosos el juez podrá decretar
inspección ocular, siempre que tal diligencia pueda cumplirse sin grave daño para las partes o los terceros, y sin
obligarlos a violar secretos profesionales, comerciales o artísticos. Para lograr la verificación de la prueba el juez
podrá valerse de los apremios legales. ART. 65.—Procedencia del recurso de apelación. El recurso de apelación
procederá contra los autos interlocutorios dictados en la primera instancia; se interpondrá oralmente en la misma
audiencia, o por escrito dentro de los tres días siguientes, si la notificación se hiciere por estados. Este recurso se
concederá en el efecto devolutivo, enviando al superior copia de las piezas del proceso que fueren necesarias, la
cual se compulsará gratuitamente y de oficio por la secretaría, dentro de los dos días siguientes al de la interposición
del recurso. Recibidas por el superior, éste procederá de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 8. La sentencia
definitiva no se pronunciará mientras esté pendiente la decisión del superior, cuando ésta pueda influir en el resultado
de aquella. ART. 145. —Aplicación analógica. A falta de disposiciones especiales en el procedimiento de trabajo se
aplicarán las normas análogas de este decreto, y, en su defecto, las del Código Judicial (§ 0718). NOTA: En el
mismo sentido se pronunció la corte suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, mediante Sentencia 9143 del 15
de abril de 1997. Ley 1010 de 21006: LEY 1010 (23 enero 2006) Diario Oficial No. 46.160, de 23
de enero de 2006.

EL CONGRESO DE COLOMBIA,
DECRETA:
ARTÍCULO 1o. OBJETO DE LA LEY Y BIENES PROTEGIDOS POR ELLA. La presente ley tiene por objeto definir,
prevenir, corregir y sancionar las diversas formas de agresión, maltrato, vejámenes, trato desconsiderado y
ofensivo y en general todo ultraje a la dignidad humana que se ejercen sobre quienes realizan sus actividades
económicas en el contexto de una relación laboral privada o pública. Son bienes jurídicos protegidos por
la presente ley: el trabajo en condiciones dignas y justas, la libertad, la intimidad, la honra y la salud mental de
los trabajadores, empleados, la armonía entre quienes comparten un mismo ambiente laboral y el
buen ambiente en la empresa. PARÁGRAFO: La presente ley no se aplicará en el ámbito de
las relaciones civiles y/o comerciales derivadas de los contratos de prestación de servicios en los cuales no
se presenta una relación de jerarquía o subordinación. Tampoco se aplica a la contratación administrativa.
ARTÍCULO 2o. DEFINICIÓN Y MODALIDADES DE ACOSO LABORAL. Para efectos de la presente ley se
entenderá por acoso laboral toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por
parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un
subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar
desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo. En el contexto del inciso primero de este artículo, el
acoso laboral puede darse, entre otras, bajo las siguientes modalidades generales:
1. Maltrato laboral. Todo acto de violencia contra la integridad física o moral, la libertad física o sexual
y los bienes de quien se desempeñe como empleado o trabajador; toda expresión verbal injuriosa
o ultrajante que lesione la integridad moral o los derechos a la intimidad y al buen nombre de quienes participen
en una relación de trabajo de tipo laboral o todo comportamiento tendiente a menoscabar la autoestima y la
dignidad de quien participe en una relación de trabajo de tipo laboral. 2. Persecución laboral: toda conducta
cuyas características de reiteración o evidente arbitrariedad permitan inferir el propósito de inducir la renuncia del
empleado o trabajador, mediante la descalificación, la carga excesiva de trabajo y cambios permanentes
de horario que puedan producir desmotivación laboral. 3. Discriminación laboral: todo trato diferenciado
por razones de raza, género, origen familiar o nacional, credo religioso, preferencia política o
situación social o que carezca de toda razonabilidad desde el punto de vista laboral. 4. Entorpecimiento
laboral: toda acción tendiente a obstaculizar el cumplimiento de la labor o hacerla más gravosa o retardarla con
perjuicio para el trabajador o empleado. Constituyen acciones de entorpecimiento laboral, entre otras,
la privación, ocultación o inutilización de los insumos, documentos o instrumentos para la labor, la destrucción
o pérdida de información, el ocultamiento de correspondencia o mensajes electrónicos. 5. Inequidad laboral:
Asignación de funciones a menosprecio del trabajador. 6. Desprotección laboral: Toda conducta tendiente a
poner en riesgo la integridad y la seguridad del trabajador mediante órdenes o asignación de funciones sin el
cumplimiento de los requisitos mínimos de protección y seguridad para el trabajador.
ARTÍCULO 3o. CONDUCTAS ATENUANTES. Son conductas atenuantes del acoso laboral:
a) Haber observado buena conducta anterior.
b) Obrar en estado de emoción o pasión excusable, o temor intenso, o en estado de ira e intenso dolor.
c) Procurar voluntariamente, después de realizada la conducta, disminuir o anular sus consecuencias.
d) Reparar, discrecionalmente, el daño ocasionado, aunque no sea en forma total.
e) Las condiciones de inferioridad síquicas determinadas por la edad o por circunstancias orgánicas que hayan
influido en la realización de la conducta.
f) Los vínculos familiares y afectivos.
g) Cuando existe manifiesta o velada provocación o desafío por parte del superior, compañero o subalterno.
h) Cualquier circunstancia de análoga significación a las anteriores.
ARTÍCULO 4o. CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES. Son circunstancias agravantes:
a) Reiteración de la conducta;
b) Cuando exista concurrencia de causales;
c) Realizar la conducta por motivo abyecto, fútil o mediante precio, recompensa o promesa remuneratoria,
d) Mediante ocultamiento, o aprovechando las condiciones de tiempo, modo y lugar, que dificulten la defensa
del ofendido, o la identificación del autor partícipe;
e) Aumentar deliberada e inhumanamente el daño psíquico y biológico causado al sujeto pasivo;
f) La posición predominante que el autor ocupe en la sociedad, por su cargo, rango económico,
ilustración, poder, oficio o dignidad;
g) Ejecutar la conducta valiéndose de un tercero o de un inimputable;
h) Cuando en la conducta desplegada por el sujeto activo se causa un daño en
la salud física o psíquica al sujeto pasivo.
ARTÍCULO 5o. GRADUACIÓN. Lo dispuesto en los dos artículos anteriores, se aplicará sin perjuicio de
lo dispuesto en el Código Disciplinario Único, para la graduación de las faltas.
ARTÍCULO 6o. SUJETOS Y ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA LEY.
Pueden ser sujetos activos o autores del acoso laboral: La persona natural que se desempeñe como gerente,
jefe, director, supervisor o cualquier otra posición de dirección y mando en una empresa u organización en la
cual haya relaciones laborales regidas por el Código Sustantivo del Trabajo; – La persona natural
que se desempeñe como superior jerárquico o tenga la calidad de jefe de una dependencia estatal; – La
persona natural que se desempeñe como trabajador o empleado.
Son sujetos pasivos o víctimas del acoso laboral:
1. Los trabajadores o empleados vinculados a una relación laboral de trabajo en el sector privado.
2. Los servidores públicos, tanto empleados públicos como trabajadores oficiales y servidores con
régimen especial que se desempeñen en una dependencia pública; Los jefes inmediatos cuando el
acoso provenga de sus subalternos. Son sujetos partícipes del acoso laboral
3. La persona natural que como empleador promueva, induzca o favorezca el acoso laboral;
4. La persona natural que omita cumplir los requerimientos o amonestaciones que se profieran por los
Inspectores de Trabajo en los términos de la presente ley. PARÁGRAFO: Las situaciones de acoso
laboral que se corrigen y sancionan en la presente ley son sólo aquellas que ocurren en un ámbito de
relaciones de dependencia o subordinación de carácter laboral.
ARTÍCULO 7o. CONDUCTAS QUE CONSTITUYEN ACOSO LABORAL.
Se presumirá que hay acoso laboral si se acredita la ocurrencia repetida y pública de cualquiera de
las siguientes conductas:
a) Los actos de agresión física, independientemente de sus consecuencias;
b) Las expresiones injuriosas o ultrajantes sobre la persona, con utilización de palabras soeces o con alusión
a la raza, el género, el origen familiar o nacional, la preferencia política o el estatus social;
c) Los comentarios hostiles y humillantes de descalificación profesional expresados en presencia de
los compañeros de trabajo;
d) Las injustificadas amenazas de despido expresadas en presencia de los compañeros de trabajo;
e) Las múltiples denuncias disciplinarias de cualquiera de los sujetos activos del acoso,
cuya temeridad quede demostrada por el resultado de los respectivos procesos disciplinarios;
f) La descalificación humillante y en presencia de los compañeros de trabajo de
las propuestas u opiniones de trabajo; g) las burlas sobre la apariencia física o la forma de vestir,
formuladas en público; h) La alusión pública a hechos pertenecientes a la intimidad de la persona; i) La
imposición de deberes ostensiblemente extraños a las obligaciones laborales, las exigencias
abiertamente desproporcionadas sobre el cumplimiento de la labor encomendada y el brusco cambio del
lugar de trabajo o de la labor contratada sin ningún fundamento objetivo referente a la necesidad técnica de
la empresa; j) La exigencia de laborar e n horarios excesivos respecto a la jornada laboral contratada o
legalmente establecida, los cambios sorpresivos del turno laboral y la exigencia permanente de laborar
en dominicales y días festivos sin ningún fundamento objetivo en las necesidades de la empresa, o
en forma discriminatoria respecto a los demás trabajadores o empleados; k) El trato notoriamente
discriminatorio respecto a los demás empleados en cuanto al otorgamiento de
derechos y prerrogativas laborales y la imposición de deberes laborales; l) La negativa a suministrar
materiales e información absolutamente indispensables para el cumplimiento de la labor; m) La negativa
claramente injustificada a otorgar permisos, licencias por enfermedad, licencias ordinarias y vacaciones,
cuando se dan las condiciones legales, reglamentarias o convencionales para pedirlos; n) El envío de
anónimos, llamadas telefónicas y mensajes virtuales con
contenido injurioso, ofensivo o intimidatorio o el sometimiento a una situación de aislamiento social. En los
demás casos no enumerados en este artículo, la autoridad competente valorará, según las
circunstancias del caso y la gravedad de las conductas denunciadas, la ocurrencia del acoso laboral
descrito en el artículo 2o. Excepcionalmente un sólo acto hostil bastará para acreditar el acoso laboral. La
autoridad competente apreciará tal circunstancia, según la gravedad de la
conducta denunciada y su capacidad de ofender por sí sola la dignidad humana, la vida
e integridad física, la libertad sexual y demás derechos fundamentales.
ARTÍCULO 11. GARANTÍAS CONTRA ACTITUDES RETALIATORIAS. A fin de evitar actos de represalia contra
quienes han formulado peticiones, quejas y denuncias de acoso laboral o sirvan de testigos en tales
procedimientos, establézcanse las siguientes garantías: 1. La terminación unilateral del contrato de trabajo
o la destitución de la víctima del acoso laboral que haya ejercido los procedimientos preventivos,
correctivos y sancionatorios consagrados en la presente Ley, carecerán de todo efecto cuando se profieran
dentro de los seis (6) meses siguientes a la petición o queja, siempre y cuando la autoridad
administrativa, judicial o de control competente verifique la ocurrencia de los hechos puestos en
conocimiento. 2. La formulación de denuncia de acoso laboral en una dependencia estatal, podrá
provocar el ejercicio del poder preferente a favor del Ministerio Público. En tal
caso, la competencia disciplinaria contra el denunciante sólo podrá ser ejercida por dicho órgano de control
mientras se decida la acción laboral en la que se discuta tal situación. Esta garantía no operará cuando
el denunciado sea un funcionario de la Rama Judicial. 3. Las demás que le otorguen la Constitución,
la ley y las convenciones colectivas de trabajo y los pactos colectivos. Las anteriores garantías cobijarán
también a quienes hayan servido como testigos
en los procedimientos disciplinarios y administrativos de que trata la presente ley.
PARÁGRAFO. La garantía de que trata el numeral uno no regirá para los despidos autorizados por el
Ministerio de la Protección Social conforme a las leyes, para las sanciones disciplinarias que imponga el
Ministerio Público o las Salas Disciplinarias de los Consejos Superiores o Seccionales de la Judicatura,
ni para las sanciones disciplinarias que se dicten como consecuencia de procesos iniciados antes de
la denuncia o queja de acoso laboral. ARTÍCULO 12. COMPETENCIA. Corresponde a los jueces de
trabajo con jurisdicción en el lugar de los hechos adoptar las medidas sancionatorias que prevé el artículo 10
de la presente Ley, cuando las víctimas del acoso sean trabajadores o empleados particulares. Cuando la
víctima del acoso laboral sea un servidor público, la competencia para conocer de
la falta disciplinaria corresponde al Ministerio Público o a las Salas Jurisdiccional
Disciplinaria de los Consejos Superior y Seccionales de
la Judicatura, conforme a las competencias que señala la ley.
ARTÍCULO 13. PROCEDIMIENTO SANCIONATORIO. Para la imposición de
las sanciones de que trata la presente Ley se seguirá el siguiente procedimiento: Cuando la competencia
para la sanción correspondiere al Ministerio Público se aplicará el procedimiento previsto
en el Código Disciplinario único. Cuando la sanción fuere de competencia de los Jueces del
Trabajo se citará a audiencia, la cual tendrá lugar dentro de los treinta (30)
días siguientes a la presentación de la solicitud o queja.
ARTÍCULO 14. TEMERIDAD DE LA QUEJA DE ACOSO LABORAL. Cuando, a juicio del
Ministerio Público o del juez laboral competente, la queja de acoso laboral carezca de todo
fundamento fáctico o razonable, se impondrá a quien la formuló una sanción de
multa entre medio y tres salarios mínimos legales mensuales,
los cuales se descontarán sucesivamente dela remuneración
que el quejoso devengue, durante los seis (6) meses siguientes a su imposición. Igual sanción
se impondrá a quien formule más de una denuncia o queja de
acoso laboral con base en los mismos hechos.
Los dineros recaudados portales multas se destinarán a la entidad pública a que pertenece la autoridad que
la impuso. ARTÍCULO 15. LLAMAMIENTO EN GARANTÍA. En los procesos relativos a nulidad
y restablecimiento del derecho en los cuales se discutan vicios de legalidad de falsa motivación
o desviación de poder, basados en hechos que pudieran ser constitutivos de acoso laboral, la parte
demandada podrá, en el término de fijación en lista, llamar en garantía al autor de la conducta de acoso.
ARTÍCULO 16. SUSPENSIÓN DE LA EVALUACIÓN Y CALIFICACIÓN DEL DESEMPEÑO LABORAL.
Previo dictamen de la entidad promotora de salud EPS a la cual está afiliado el sujeto pasivo del
acoso laboral, se suspenderá la evaluación del
desempeño por el tiempo que determine el dictamen médico. ARTÍCULO 17. SUJETOS PROCESALES.
Podrán intervenir en la actuación disciplinaria que se adelante por acoso laboral, el investigado y su defensor,
el sujeto pasivo o su representante, el Ministerio Público, cuando la actuación se adelante en
el Consejo Superior o Seccional de la Judicatura o en el Congreso de
la República contra los funcionarios a que se refiere el artículo 174 de la Constitución Nacional.
ARTÍCULO 18. CADUCIDAD. Las acciones derivadas del acoso laboral caducarán seis (6)
meses después de la fecha en que hayan ocurrido las conductas a que hace referencia esta ley.
ARTÍCULO 19. VIGENCIA Y DEROGATORIA. La presente ley rige a partir de su promulgación
y deroga o modifica todas las que le sean contrarias o incompatibles.

PRUEBAS.

1. Documentales:
a) Poder
b) Fotostática de la cédula de ciudadanía de Blanca Cecilia Corredor.
c) Recibo de pago de salarios del mes de junio de 2016.
d) Cámara de comercio del establecimiento HOTEL LAS PALMAS

2. INTERROGATORIO DE PARTE: Sírvase señor Juez, previa citación día y


hora decretar interrogatorio de parte, (Sobre los hechos de la demanda)
el cual presentaré en forma verbal, reservándome el derecho de
presentarlo en sobre cerrado a las siguientes personas:

Señora: EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y


residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada civilmente con
la cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali (Valle del Cauca), en
condición de cónyuge supérstite legítima del causante quien puede ser
notificado en la Transversal 6 No 15-05 (Calle 15 No: 6 -02/04/10)
Municipio de San Martín (Meta).
Señor: GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI; mayor de edad, domiciliado y
residenciado en la ciudad de San Martín (Meta); identificado con la cédula
de ciudadanía No: 1.030.563.061 de Bogotá D.C; hijo supérstite legítimo
del causante quien puede ser notificado en la Transversal 6 No 15-05 (Calle
15 No: 6 -02/04/10) Municipio de San Martín (Meta).

Testimoniales:
Solicito al señor Juez, se sirva citar en audiencia que su despacho
programe a las siguientes personas, que serán interrogadas sobre los
hechos de la demanda, y que podrán dar fe de las circunstancias de
tiempo modo y lugar en que se desarrollaron las actividades mencionadas
en esta demanda así:

2.1. SANDRA GOMEZ; mayor de edad identificada con cédula de


ciudadanía No: 40.422.259 de san Martín (Meta). quien puede ser
citada en la Calle 16 No 4-67 de San Martín (Meta). o por intermedio
de la DEMANDANTE, quien con su testimonio podrá corroborar cada
una de las situaciones expuestas por la Señora BLANCA CECILIA
CORREDOR en su demanda, testimonio que es pertinente,
conducente y cargado de credibilidad respecto a las condiciones en
que se produjo la relación laboral de la demandante y el demandado.
2.2. FLORALBA ORTÍZ; mayor de edad identificada con cédula de
ciudadanía No: 40.405.245 de FUENTE DE ORO (Meta). quien puede
ser citada en la CARRERA 9 No 14-16 de San Martín (Meta). o por
intermedio de la DEMANDANTE, quien con su testimonio podrá
corroborar cada una de las situaciones expuestas por la Señora
BLANCA CECILIA CORREDOR en su demanda, testimonio que es
pertinente, conducente y cargado de credibilidad respecto a las
condiciones en que se produjo la relación laboral de la demandante y
el demandado.

ANEXOS

 Las documentales referidas como pruebas


 Poder a mi favor
 Copia para el traslado
 Copia para el archivo del Juzgado.
CUANTÍA Y COMPETENCIA

En virtud de la naturaleza del asunto, la vecindad de las partes, el lugar


donde se deben cumplir las obligaciones es decir la ciudad de San Martín
(Meta) y la cuantía que estimo superior a VEINTIDOS MILLONES CIENTO
OCHENTA Y NUEVE MIL TREINTA Y OCHO PESOS ($22.189.038), es usted
Señor Juez competente.

PROCESO

A este proceso se le ha de aplicar el procedimiento Ordinario de Primera


Instancia contemplado en el artículo 74 del Código sustantivo del trabajo
modificado por la Ley 712 de 2001 Artículo 38. Igualmente, y por
conexidad lo establecido en la Ley 1010 de 2006.

JURAMENTO

Con este escrito presto juramento en garantía de haber manifestado la


verdad y de no proceder con malicia en lo relacionado con la denuncia de
bienes de propiedad de la demandada.

NOTIFICACIONES

1. Mi mandante BLANCA CECILIA CORREDOR; en la Calle 22 No 11-54


San Martín (Meta). Teléfono 3152057235 Email: No tiene correo
electrónico.

Los demandados:
 EMILIA CHANCHI MARTÍNEZ, mayor de edad, domiciliada y
residenciada en la ciudad de San Martín (Meta) identificada civilmente
con la cédula de ciudadanía No 31.214.748 de Cali (Valle del Cauca),
en condición de cónyuge supérstite legítima del causante quien puede
ser notificado en la Transversal 6 No 15-05 (Calle 15 No: 6 -
02/04/10) Municipio de San Martín (Meta). manbuche@gmail.com

 GIOVANNY ANDRES RUIZ CHANCHI; mayor de edad, domiciliado y


residenciado en la ciudad de San Martín (Meta); identificado con la
cédula de ciudadanía No: 1.030.563.061 de Bogotá D.C; hijo
supérstite legítimo del causante quien puede ser notificado en la
Transversal 6 No 15-05 (Calle 15 No: 6 -02/04/10) Municipio de San
Martín (Meta).3208398222 Correo electrónico: manbuche@gmail.com
 Los herederos: JEHISON EFRAIN RUIZ; YAN POOL RUIZ, YULI
VIVIANA RUIZ y SANDRA YINETH RUIZ RUÍZ en condición de hijos
legítimos en condición de herederos por transmisión de los derechos
que como hijo legítimo del causante le correspondía al señor HELI
RUIZ RUEDA, (fallecido premuerto), de acuerdo a lo escrito en el
Juzgado Promiscuo de san Martin (Meta), en la CARRERA 95H Bis
No 90 A-15 de Bogotá D.C correo electrónico
jeheison.pilatos@gmail.com
 La señora: LUZ MARINA RUIZ RUEDA en la CARRERA 86D No 40-
74 Sur de la ciudad de Bogotá D.C. Teléfono: 3107714664 Correo
electrónico: Ignoro la existencia del correo electrónico de la señora
Luz Marina Ruiz Rueda, pero puede ser notificada también a través
del correo electrónico del apoderado en la sucesión
albhogarc@gmail.com .

 La señora: SANDRA LILIANA RUIZ CHANCHI; en la Carrera 58 B


No 75-07 de la ciudad de Bogotá DC Teléfono 3213609608 Email:
sanlilir@hotmail.com
 El señor: HUGO ALEXANDER RUIZ CHANCHI; en la Carrera
Teléfono: 3506119110
 La señora: NUBIA PATRICIA RUIZ CHANCHI; en la Calle 2B No 70-
70 Barrio MARSELLA de la ciudad de Bogotá D.C. Colombia. ignoro
la existencia de Correo electrónico u otro medio de Notificación.
 La señora: ERIKA RUIZ GARCIA en la Calle 15 A No 79-153
Medellín (Antioquia). Colombia ignoro la existencia de Correo
electrónico u otro medio de Notificación, pero se puede notificar a
través de su abogado en la sucesión el Dr. Jorge Hernández Medina.

 Indeterminados los que se relacionen en la sucesión intestada que se


cursa en el Juzgado de Familia de San Martín Meta en el proceso No.
2017-011

Abogado: Las Personales en la Calle 57 No 6-38 Oficina 503 Edificio


Torre 57 de la ciudad de Bogotá DC. Teléfonos: 3002665459 correo
Electrónico: sergrazz@yahoo.com

Del Señor Juez,


Cordialmente

_______________________________________________
SERGIO GRAZZIANI CRISTO.
CC No: 13.469.896 de Cúcuta (Nte. de Santander).
TP No: 64.614 del Consejo Superior de la Judicatura.

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