Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estructural
Volumen I
Real Decreto
y Articulado
SUBSECRETARÍA
GOBIERNO MINISTERIO
DE ESPAÑA DE TRANSPORTES, MOVILIDAD
Y AGENDA URBANA SECRETARÍA GENERAL
TÉCNICA
ĞŶƚƌŽǀŝƌƚƵĂůĚĞƉƵďůŝĐĂĐŝŽŶĞƐĚĞůDŝŶŝƐƚĞƌŝŽĚĞTransportes, Movilidad y Agenda Urbana͗
https://apps.mitma.gob.es/CVP/
ĂƚĄůŽŐŽĚĞƉƵďůŝĐĂĐŝŽŶĞƐĚĞůĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂĐŝſŶ'ĞŶĞƌĂůĚĞůƐƚĂĚŽ͗
https://cpage.mpr.gob.es
EĚŝĐŝſŶĚŝŐŝƚĂů͗
ϭǐĞĚŝĐŝſŶĞůĞĐƚƌſŶŝĐĂ͗ noviembre 2021
&ŽƌŵĂƚŽ͗W&
dĂŵĂŹŽ͗ 19,23 D
&EJUB
¥.JOJTUFSJPEF Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
4FDSFUBSÎB(FOFSBM5ÊDOJDB
$FOUSPEF1VCMJDBDJPOFT
E/WKe͗796-21-091-5
ISBNe: 978-84-498-1060-2
AǀŝƐŽ>ĞŐĂů͗dŽĚŽƐůŽƐĚĞƌĞĐŚŽƐƌĞƐĞƌǀĂĚŽƐ͘ƐƚĂƉƵďůŝĐĂĐŝſŶŶŽƉƵĞĚĞƐĞƌƌĞƉƌŽĚƵĐŝĚĂŶŝĞŶƚŽĚŽŶŝĞŶƉĂƌƚĞ͕ŶŝƌĞŐŝƐƚƌĂĚĂ͕ŶŝƚƌĂŶƐŵŝƚŝĚĂƉŽƌƵŶ
ƐŝƐƚĞŵĂĚĞ ƌĞĐƵƉĞƌĂĐŝſŶ ĚĞŝŶĨŽƌŵĂĐŝſŶĞŶŶŝŶŐƵŶĂĨŽƌŵĂŶŝĞŶŶŝŶŐƷŶŵĞĚŝŽ͕ƐĂůǀŽĞŶĂƋƵĞůůŽƐĐĂƐŽƐĞƐƉĞĐŝĨŝĐĂŵĞŶƚĞƉĞƌŵŝƚŝĚŽƐƉŽƌůĂ>ĞLJ͘
CONTENIDOS TOMO 1
INDICE GENERAL
MEMORIA
REAL DECRETO 470/2021
Volumen 1: ARTICULADO
CÓDIGO ESTRUCTURAL 3
CONTENIDOS TOMO 1
distintivos de calidad
Artículo 19. Plan y programa de control
Artículo 20. Control de la conformidad del proyecto
Artículo 21. Control de la conformidad de los productos
Artículo 22. Control de la conformidad de los procesos de ejecución
Artículo 23. Control de la comprobación de la conformidad de la estructura
terminada
4 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CONTENIDOS TOMO 1
CÓDIGO ESTRUCTURAL 5
CONTENIDOS TOMO 1
6 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CONTENIDOS TOMO 1
Capítulo 28. Propiedades tecnológicas de los materiales para las estructuras mixtas
hormigón-acero
Artículo 111. Generalidades
Artículo 112. Propiedades de elementos específicos de estructuras mixtas
hormigón-acero
CÓDIGO ESTRUCTURAL 7
CONTENIDOS TOMO 1
8 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CONTENIDOS TOMO 1
Volumen 3: DIMENSIONAMIENTO Y
COMPROBACIÓN DE ESTRUCTURAS DE
HORMIGÓN
Anejo 19. Proyecto de estructuras de hormigón. Reglas generales y reglas para
edificación
Volumen 4: DIMENSIONAMIENTO Y
COMPROBACIÓN DE ESTRUCTURAS DE ACERO
Anejo 22. Proyecto de estructuras de acero.Reglas generales y reglas para edificación
CÓDIGO ESTRUCTURAL 9
CONTENIDOS TOMO 1
Anejo 24. Proyecto de estructuras de acero. Reglas adicionales para los aceros
inoxidables.
Volumen 5: DIMENSIONAMIENTO Y
COMPROBACIÓN DE ESTRUCTURAS MIXTAS
HORMIGON-ACERO
Anejo 30. Proyecto de estructuras mixtas hormigón-acero. Reglas generales para
edificación
10 CÓDIGO ESTRUCTURAL
MEMORIA
Memoria
CÓDIGO ESTRUCTURAL 1
MEMORIA
raron un primer documento que, una vez debatido, fue aprobado por las Comisiones Permanentes
como “Documento 0”.
El proyecto de Código fue sometido al trámite de audiencia e información pública a través de
la página web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, para su libre acceso y
consulta.
Con la incorporación de las modificaciones derivadas de este trámite, el documento final fue
aprobado por las Comisiones Permanentes y propuesto para su aprobación por el Gobierno.
El planteamiento del Código es prestacional, a semejanza de sus precursoras Instrucción EHE-
08 e Instrucción EAE, lo que mantiene la coherencia metodológica con el resto de la reglamenta-
ción vigente y redunda en su facilidad de aplicación.
Los principales objetivos y novedades de este nuevo reglamento son los siguientes:
− Regular los siguientes aspectos que no regula la reglamentación actual:
La gestión de las estructuras existentes durante su vida útil, que actualmente
quedan fuera del ámbito de aplicación de las Instrucciones de hormigón y acero.
Los sistemas de protección, reparación y refuerzo de estructuras de hormigón.
Las estructuras realizadas con acero inoxidable.
Las estructuras mixtas de hormigón y acero.
− Modificar las menciones a la Directiva 89/106/CEE del Consejo, de 21 de diciembre de
1988, relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y adminis-
trativas de los Estados miembros sobre los productos de construcción, que se contenían
en la reglamentación vigente, sustituyéndolas por el Reglamento (UE) nº 305/2011 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2011, por el que se establecen
condiciones armonizadas para la comercialización de productos de construcción y se
deroga la Directiva 89/106/CEE del Consejo, cuya principal novedad es que desaparece
el concepto de idoneidad al uso de los productos con marcado CE, y se sustituye por la
presunción de veracidad de la declaración de prestaciones del producto por parte del
fabricante.
− Evaluar la sostenibilidad de las estructuras considerando las características prestacio-
nales, ambientales, sociales y económicas que aportan los agentes que participan en su
proyecto y ejecución.
− Establecer recomendaciones para la utilización del hormigón proyectado estructural.
− Incorporar los aspectos más relevantes de la normativa europea para el cálculo de las
estructuras, de acuerdo a los procedimientos establecidos en los Eurocódigos Estructu-
rales.
La presente publicación recoge, con independencia de la parte dispositiva incluida en el Real
Decreto 470/2021, de 29 de junio, el contenido completo del Código Estructural que se adjunta al
mismo, al que se le incorporan un conjunto de comentarios a su articulado, efectuados por la CPH
y la CPA.
La Comisión Permanente del Hormigón, de acuerdo con la Orden FOM/1199/2005, de 18 de abril,
y la Comisión Interministerial Permanente de Estructuras de Acero, de acuerdo con la Orden de 26
de abril de 2001, del Ministerio de la Presidencia, se han reunido conjuntamente para la elaboración
de este Código Estructural con la participación de los organismos que se citan a continuación:
Presidente de la Comisión
Secretaría General Técnica del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
Presidente de la Comisión por Delegación
Subdirección General de Normativa y Estudios Técnicos
2 CÓDIGO ESTRUCTURAL
MEMORIA
Ministerio de Defensa
Dirección General de Infraestructura
Laboratorio de Ingenieros del Ejército de Tierra
Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
Dirección General de Carreteras
Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria
Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura
Dirección General de Organización e Inspección
Dirección General del Instituto Geográfico Nacional
Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ADIF
Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas
Ministerio de Trabajo y Economía Social
Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo
Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa
Ministerio de Ciencia e Innovación
Instituto de Ciencias de la Construcción “Eduardo Torroja”
Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas CENIM
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria
Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico
Dirección General del Agua
Ministerio de Cultura y Deporte
Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura
Consejo de Seguridad Nuclear
Comisión Técnica para la Calidad de la Edificación
Universidades Politécnicas
A título personal, participan los siguientes Catedráticos de la Universidad Politécnica de Madrid
y de la Universitat Politècnica de Catalunya (en orden alfabético): D. Jaime Fernández Gómez, D.
Jaime Gálvez Ruiz, D. Antonio R. Marí Bernat, D. Francisco Millanes Mato, D. Enrique Mirambell
Arrizabalaga, D. Florencio J. del Pozo Vindel y D. Edelmiro Rúa Álvarez
Secretaría de la Comisión
Personal de la Subdirección General de Normativa y Estudios Técnicos
Ambas Comisiones acordaron, en orden al desarrollo de los trabajos que han conducido final-
mente a la aprobación de este Código, organizar distintos Grupos de trabajo, que en el momento
de aprobación del Código estaban coordinados por (en orden alfabético):
D. Sergio Carrascón
D. Ignacio Cortés Moreira
D. José Manuel Gálligo Estévez
D. Roberto Hungría Rodríguez
CÓDIGO ESTRUCTURAL 3
MEMORIA
4 CÓDIGO ESTRUCTURAL
MEMORIA
CÓDIGO ESTRUCTURAL 5
REAL DECRETO 470/2021
CÓDIGO ESTRUCTURAL 7
REAL DECRETO 470/2021
ciones EHE-08 y EAE que quedan derogadas mediante la aprobación de este real decreto, lo que
permite no limitar la gama de posibles soluciones y fomenta el uso de nuevos productos y técnicas
innovadoras. En el Código se establecen y cuantifican unas exigencias de forma que puedan ser
objeto de comprobación y cuyo cumplimiento acredita la satisfacción de los requisitos exigibles a
las estructuras, y en especial el relativo a la seguridad.
La presente norma responde a la necesidad de actualizar la reglamentación vigente relativa a
las estructuras de hormigón y a las estructuras de acero, de acuerdo a las novedades de carácter
técnico y reglamentario que afectan al contenido de dicha reglamentación, así como incluir una
nueva reglamentación para las estructuras mixtas de hormigón y acero.
En el Código Estructural se regulan las cuestiones relativas a bases de proyecto y análisis estruc-
tural, así como a los requisitos técnicos exigibles a los materiales componentes, a la durabilidad
y vida útil de las estructuras, a la acción de incendio, al control y la ejecución de las estructuras,
actualizando las Instrucciones EHE-08 y EAE que se derogan, conforme a las citadas novedades
de carácter técnico y reglamentario. Además, los principales aspectos incluidos en la nueva norma
son:
e. Incorporar los aspectos más relevantes de la normativa europea para el cálculo de las
estructuras, de acuerdo a los procedimientos establecidos en los Eurocódigos Estructu-
rales.
Dado el carácter marcadamente técnico del contenido del Código Estructural, se adopta un real
decreto para su aprobación, de conformidad con lo establecido en el fundamento jurídico 2º de la
Sentencia del Tribunal Constitucional 131/1996, de 11 de julio, donde se señala que se permite que,
en ciertas circunstancias, se pueda regular por real decreto aspectos básicos de una determinada
materia por cuanto que la ley formal no es el instrumento idóneo para regular exhaustivamente to-
dos los aspectos básicos de la materia debido al “carácter marcadamente técnico” de los mismos.
Este real decreto se adecúa a los principios de necesidad, eficacia, proporcionalidad, seguridad
jurídica, transparencia, y eficiencia establecidos en el artículo 129 de la Ley 39/2015, de 1 de octu-
bre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
8 CÓDIGO ESTRUCTURAL
REAL DECRETO 470/2021
Cumple con los principios de necesidad y eficacia, ya que la aplicación del nuevo Código Es-
tructural representa, respecto a las reglamentaciones anteriores, una clarificación de los requi-
sitos exigibles a las estructuras de hormigón y de acero, además de incluir por primera vez los
correspondientes a las estructuras mixtas de hormigón y acero. El proyecto no distorsiona la
competencia en el mercado, sino que la favorece al regular aspectos no recogidos en la reglamen-
tación actual. Es acorde también con el principio de proporcionalidad, ya que la norma contiene la
regulación imprescindible para atender la necesidad descrita anteriormente, sin que existan otras
medidas menos restrictivas de derechos o que impongan menos obligaciones a los destinatarios,
y con el principio de seguridad jurídica dada su integración en el ordenamiento jurídico, con plena
coherencia con la reglamentación nacional y europea vigente. Asimismo, cumple con el principio
de transparencia, dado que se han cumplido todos los trámites de información indicados en la
Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno y se ha divulgado en el portal de transparencia del
Gobierno de España. Por último, es coherente con el principio de eficiencia, siendo una norma que
no supone un incremento de cargas administrativas ni un incremento de gasto público.
Este real decreto se dicta al amparo de lo dispuesto en la regla 13ª del artículo 149.1 de la
Constitución, que atribuye al Estado la competencia en materia de bases y coordinación de la
planificación general de la actividad económica.
En la tramitación de este real decreto se han cumplido los trámites establecidos en la Ley
50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno, y en la Directiva (UE) 2015/1535 del Parlamento Euro-
peo y del Consejo, de 9 de septiembre, por la que se establece un procedimiento de información
en materia de reglamentaciones técnicas y de reglas relativas a los servicios de la sociedad de la
información, así como en el Real Decreto 1337/1999, de 31 de julio, por el que se regula la remisión
de información en materia de normas y reglamentaciones técnicas y reglamentos relativos a los
servicios de la sociedad de la información.
Este real decreto se adopta a iniciativa de la Comisión Permanente del Hormigón y de la Comi-
sión Interministerial Permanente de Estructuras de Acero.
En su virtud, a propuesta del Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y de la Minis-
tra de Industria, Comercio y Turismo, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión
del día ,
DISPONGO:
Artículo único. Aprobación del Código Estructural.
Se aprueba el Código Estructural, que se inserta a continuación.
Disposición adicional primera. Normativa de prevención de riesgos laborales.
En lo relativo a los aspectos de prevención de riesgos laborales que deben tenerse en cuenta en
el contenido del proyecto, en la ejecución de las estructuras y elementos estructurales de hormigón,
de acero o mixtas de hormigón y acero, y en los trabajos de mantenimiento de la estructura y en
su demolición o deconstrucción, se estará a lo dispuesto en la normativa específica de seguridad
y salud sobre la materia y, en particular, a lo establecido en el Real Decreto 1627/1997, de 24 de
octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de
construcción, en el marco de lo dispuesto en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de
Riesgos Laborales.
Disposición adicional segunda. Sector público.
En los proyectos desarrollados para los órganos o entidades del sector público, como alternativa
a las tres opciones previstas en el artículo 3 del Código Estructural para justificar que la estructura
cumple las exigencias establecidas en dicho Código, se podrán adoptar soluciones técnicas de
acuerdo con los procedimientos que contemplen los Eurocódigos estructurales, constituidos por
las normas de la serie EN 1990 a 1999 que se refieran al ámbito de este Código y en la versión
en vigor en el momento de aprobación de este Código, cuya aplicación puede considerarse un
medio para demostrar el cumplimiento de las exigencias establecidas en el Código Estructural,
respetando en cualquier caso su ámbito de aplicación. Cuando se publiquen actualizaciones de
dichos Eurocódigos, podrán utilizarse una vez que sus correspondientes Anejos Nacionales estén
CÓDIGO ESTRUCTURAL 9
REAL DECRETO 470/2021
publicados en la página web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Además,
se cumplirán las prescripciones recogidas en este Código relativas a los materiales, la durabilidad,
la ejecución, el control de calidad y el mantenimiento de la estructura.
Disposición transitoria única. Aplicación a proyectos y obras.
Lo dispuesto en este real decreto no será de aplicación a los proyectos cuya orden de redacción
o de estudio, en el ámbito de las Administraciones públicas, o encargo, en otros casos, se hubiese
efectuado con anterioridad a su entrada en vigor, ni a las obras de ellos derivadas, siempre que
éstas se inicien en un plazo no superior a un año para las obras de edificación, ni de tres años
para las de ingeniería civil, desde dicha entrada en vigor, salvo que por el correspondiente órgano
competente, o en su caso por el promotor, se acordase acomodar el proyecto al contenido del
«Código estructural».
Disposición derogatoria única. Derogación normativa.
1. Quedan derogados el Real Decreto 1247/2008, de 18 de julio, por el que se aprueba la ins-
trucción de hormigón estructural (EHE-08), y el Real Decreto 751/2011, de 27 de mayo, por
el que se aprueba la Instrucción de Acero Estructural (EAE).
2. Asimismo, quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a
lo dispuesto en este real decreto.
Disposición final primera. Título competencial.
Este real decreto se dicta al amparo de lo dispuesto en la regla 13ª del artículo 149.1 de la
Constitución, que atribuye al Estado la competencia en materia de bases y coordinación de la
planificación general de la actividad económica.
Disposición final segunda. Desarrollo, ejecución y aplicación.
El titular del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dictará las disposiciones
necesarias para el desarrollo, ejecución y aplicación de este real decreto.
Disposición final tercera. Autorización para la actualización de la relación de normas del Anejo 1.
Se autoriza al titular del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para actualizar la
relación de normas referenciada en el Anejo 1 del Código Estructural cuando dicha actualización
tenga por objeto acomodar su contenido al progreso de la técnica o a la normativa comunitaria.
Disposición final cuarta. Entrada en vigor.
El presente real decreto entrará en vigor a los tres meses de su publicación en el Boletín Oficial
del Estado.
Elévese al consejo de ministros
10 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CÓDIGO ESTRUCTURAL
Título 1. BASES GENERALES
Capítulo 1
Principios generales
CÓDIGO ESTRUCTURAL 13
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 1 Objeto
Este Código Estructural es el marco reglamentario por el que se establecen las exigencias
que deben cumplir las estructuras de hormigón, las de acero y las mixtas hormigón-acero para
satisfacer los requisitos de seguridad estructural y seguridad en caso de incendio, además de
la protección del medio ambiente y la utilización eficiente de recursos naturales, proporcionando
procedimientos que permiten demostrar su cumplimiento con suficientes garantías técnicas.
Las exigencias deben cumplirse tanto en el proyecto como en la construcción de las estructu-
ras, así como en su mantenimiento. Asimismo, se dan criterios para la gestión de las estructuras
existentes durante su vida útil.
Este Código supone que el proyecto, construcción, control y mantenimiento de las estructuras
que constituyen su ámbito de aplicación son llevados a cabo por técnicos y operarios con los
conocimientos necesarios y la experiencia suficiente. Además, se da por hecho que dichas es-
tructuras estarán destinadas al uso para el que hayan sido concebidas y serán adecuadamente
mantenidas por la propiedad durante su vida de servicio.
Comentarios
CÓDIGO ESTRUCTURAL 15
CAPITULO 1
a. adoptar soluciones técnicas de acuerdo con los procedimientos que contempla este
Código cuya aplicación es suficiente para acreditar el cumplimiento de las exigencias
establecidas en el mismo, o bien
16 CÓDIGO ESTRUCTURAL
PRINCIPIOS GENERALES
justifique documentalmente que la estructura cumple las exigencias de este Código por-
que sus prestaciones son, al menos, equivalentes a las que se obtendrían por la aplica-
ción de los procedimientos de éste.
Comentario
• Orden FOM/2842/2011, de 29 de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción sobre las acciones a conside-
rar en el proyecto de puentes de carretera (IAP-11).
• Orden FOM/3671/2007, de 24 de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción sobre las acciones a conside-
rar en el proyecto de puentes de ferrocarril, así como el Reglamento (UE) 1299/2014, de la Comisión, de 18 de
noviembre de 2014, relativo a las especificaciones técnicas de interoperabilidad del subsistema <<infraestructu-
ra>> en el sistema ferroviario de la Unión Europea.
• Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación.
• Real Decreto 997/2002, de 27 de septiembre, por el que se aprueba la norma de construcción sismorresistente:
parte general y edificación (NCSR-02).
• Real Decreto 637/2007, de 18 de mayo, por el que se aprueba la norma de construcción sismorresistente: Puen-
tes (NCSP-07)
CÓDIGO ESTRUCTURAL 17
CAPITULO 1
presente Código, incluso cuando no cumplan las condiciones técnicas establecidas en el mismo,
siempre que aseguren un nivel equivalente al que exige este Código, en cuanto a la seguridad y el
uso al que están destinados. La aplicación de la presente medida está sujeta al Reglamento (UE)
2019/515 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de marzo de 2019, relativo al reconoci-
miento mutuo de mercancías comercializadas legalmente en otro Estado Miembro y por el que se
deroga el Reglamento (CE) nº 764/2008.
Conforme al artículo 8.3 del Reglamento (UE) N.º 305/2011, de 9 de marzo de 2011, para los
productos de construcción cubiertos por una norma armonizada o por una evaluación técnica eu-
ropea, los distintivos oficialmente reconocidos (tanto de calidad como de sostenibilidad) no podrán
certificar la conformidad con las prestaciones declaradas en lo que respecta a las características
esenciales cubiertas por la norma armonizada, ni tampoco con las prestaciones de ninguna ca-
racterística esencial relacionada con los requisitos básicos incluidos en el anexo I del Reglamento
(EU) 305/2011, de 9 de marzo de 2011.
Los materiales y los productos de construcción que se incorporen con carácter perma-
nente a las estructuras (hormigón, acero estructural, cemento, áridos, acero corrugado,
armaduras elaboradas, sistemas de pretensado, elementos prefabricados, etc.) deberán
presentar las características suficientes para que la estructura cumpla las exigencias de
este Código, para lo que deberá comprobarse su conformidad de acuerdo con los criterios
generales establecidos en el Capítulo 5, así como con los específicos establecidos para
cada tipo de estructura en los Capítulos 12, 13, 14, 22, 23, 24, 32, 33 y 34.
Las características de los materiales empleados, en su caso, para la elaboración de los
productos a los que hace referencia el párrafo anterior, deberán permitir que éstos, tras su
elaboración, en su caso, cumplan las exigencias de este Código, por lo que deberán cumplir
las especificaciones establecidas para dichos materiales.
18 CÓDIGO ESTRUCTURAL
PRINCIPIOS GENERALES
− las verificaciones y pruebas de carga que, en su caso, deban realizarse sobre la es-
tructura construida,
− las instrucciones de uso y mantenimiento de la estructura, y
− en su caso, criterios para la demolición, reciclado, etc. una vez finalizada la vida útil
de la estructura.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 19
CAPITULO 1
como la reutilización y la reciclabilidad de las mismas, sus materiales y sus partes tras
su demolición.
Para la consecución de los anteriores requisitos, deberán cumplirse las exigencias que se rela-
cionan en este artículo. Para su comprobación será suficiente, en algunos casos, la aplicación de
los procedimientos incluidos en este Código, mientras que en otros, deberán ser complementados
con lo establecido por otras reglamentaciones vigentes de carácter más específico en función del
uso de la estructura.
La propiedad podrá establecer también otros requisitos adicionales, como por ejemplo, el as-
pecto, en cuyo caso deberá identificar previamente a la realización del proyecto las exigencias
ligadas a la consecución de los citados requisitos adicionales, así como los criterios para su com-
probación.
Los anteriores requisitos se satisfarán mediante un proyecto que incluya una adecuada selec-
ción de la solución estructural y de los materiales de construcción, una ejecución cuidadosa con-
forme al proyecto, un control adecuado del proyecto y de la ejecución, así como una explotación,
uso y mantenimiento apropiados.
En el caso de una intervención sobre una estructura existente, los requisitos deberán ser fijados
por la propiedad, pudiéndose optar entre distintas alternativas:
b. reponer los requisitos que se hubieran exigido en su momento para el proyecto original
de la estructura, de manera que se mantengan dentro de criterios admisibles hasta la
finalización de la vida útil prevista para la estructura,
c. adecuar la estructura para cumplir los requisitos que se le exigirían a una estructura de
nueva construcción, para una vida útil que podría ser la inicialmente prevista o, incluso,
prolongarse con motivo de la intervención, o
Comentarios
Este Código Estructural contempla todas las etapas del ciclo completo de vida de la estructura, que incluyen las dis-
tintas fases por las que pasa la misma: concepción, proyecto, ejecución y control, vida de servicio y demolición. Estas
fases no pueden considerarse totalmente independientes, sino interrelacionadas, por lo que determinadas decisiones,
tales como la selección de los materiales, la geometría de los elementos y, en su caso, el sistema de drenaje, los apara-
tos de apoyo, las juntas, etc., deben tomarse teniendo muy presentes las previsiones de conservación y mantenimiento
que se adopten.
La contribución a la sostenibilidad es un concepto general que incluye aspectos medioambientales, sociales y econó-
micos no susceptibles de ser exigidos reglamentariamente. Este código establece en el Capítulo 2, criterios voluntarios
para su valoración e implementación.
En cualquier caso, la propiedad deberá fijar previamente al inicio de proyecto, la vida útil
nominal de la estructura, que deberá cumplir lo indicado en las correspondientes reglamen-
taciones específicas o, en su defecto, en el Anejo 18.
Se entiende por vida útil nominal (o simplemente, vida útil) de la estructura el período de
tiempo, a partir de la fecha en la que finaliza su ejecución, durante el que debe mantenerse
20 CÓDIGO ESTRUCTURAL
PRINCIPIOS GENERALES
el cumplimiento de las exigencias. Durante ese período requerirá una conservación normal,
que no implique intervenciones extraordinarias no previstas en el plan de mantenimiento.
Para los elementos estructurales que componen la estructura, se podrán establecer
valores inferiores de vida útil, en función del tipo de elemento, posibilidad de reposición del
mismo y condiciones para su ejecución.
La vida útil nominal, t L , así definida es un valor de proyecto para el que se pretende
mantener el cumplimiento de las exigencias por encima de unos determinados umbrales.
Se entiende por vida útil real el período de tiempo realmente transcurrido desde la fecha
de finalización de la estructura hasta el momento en el que se alcanzan cualquiera de los
umbrales de inadmisibilidad en relación con las exigencias.
En el caso de estructuras existentes en las que la vida útil real fuera inferior a la vida útil
nominal, se entiende por déficit de vida útil la diferencia entre ambos valores. En este último
caso, la propiedad valorará qué intervenciones debe hacer sobre la estructura existente, de
forma que le permita alcanzar la vida útil nominal inicialmente prevista.
Se denomina como vida útil residual de la estructura el período de tiempo, a partir de la
fecha en que se hace la valoración, durante el cual debe mantener sus prestaciones por
encima de los valores umbrales admisibles.
Comentarios
En este Código se emplea el término vida útil o vida útil nominal de forma equivalente a como lo hace el Código
Técnico de la Edificación cuando hace referencia al período de servicio.
La adopción de un determinado valor para la vida útil nominal puede estar condicionado por diversos factores,
tales como:
− previsión de obsolescencia de uso,
− criterios de amortización económica de las inversiones,
− condicionantes derivados de la planificación de actuaciones futuras en el entorno, y
− criterios de sostenibilidad, asociados a la optimización del ciclo de vida de las construcciones.
La consecución de una determinada vida útil está relacionada con una estrategia de durabilidad eficaz, de acuer-
do con lo indicado en los Capítulos 3, 9, 19 y 29 de este Código. Por otra parte, hay otros aspectos relativos
a la definición de acciones y a la seguridad estructural que pueden estar relacionados por la vida útil nominal
definida para la estructura.
Inicialmente esta fase de servicio coincidirá, normalmente, con la vida útil nominal de la estructura. Sin em-
bargo, a lo largo de esta fase de servicio, esta coincidencia entre ambos conceptos (fase de servicio y fase útil
nominal) puede no mantenerse, por alguna de las siguientes razones:
• Se decide el abandono de las estructuras por razones ajenas a las prestaciones o estado de la propia
estructura.
• Se opta por un cambio de uso de la estructura modificándose, consiguientemente, los requisitos y exi-
gencias que la misma debe satisfacer.
• El mantenimiento previsto para la estructura en su plan de mantenimiento (apartados 24.3 y 24.4),
bien por insuficiencia en el planteamiento original o por no ser llevado a cabo adecuadamente, resulte
insuficiente para mantener el cumplimiento de los requisitos y exigencias previstas en este artículo 5
durante toda su vida útil nominal.
En el primero de los casos, normalmente se procederá dar por terminada la vida de la estructura con la demo-
lición de la misma. Mientras en los otros dos casos resultará necesario llevar a cabo una intervención extraor-
dinaria sobre la estructura (no prevista en el plan de mantenimiento), de acuerdo en lo señalado en el apartado
5.1, para adecuarla a los requisitos originales iniciales o a los modificados por cambio de uso, cambios de
exigencias normativas, etc.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 21
CAPITULO 1
La figura 24.1 muestra, de forma cualitativa, la evolución de la situación de una estructura a lo largo de su fase
de servicio. Para ello se representa en abscisas el tiempo transcurrido desde el final de la construcción (instante
t 0 ) y, en ordenadas, los índices representativos de las prestaciones R de la estructura (en sentido amplio, es de-
cir, puede referirse a capacidad portante, rigidez, durabilidad, seguridad del usuario, etc.) y de las solicitaciones
E (cargas, agresión ambiental, etc.) actuantes desde la construcción. A partir de ese instante t 0 comienza un
inexorable proceso por el cual la capacidad prestacional R(t) , en ausencia de un adecuado mantenimiento, se
va degradando y la solicitación E(t) crece. El punto D representa cualitativamente la situación, determinista y
sin consideraciones de seguridad, en la que la vida real de servicio de la estructura sería t L . Ese valor de la vida
de la estructura t L debería coincidir inicialmente con la vida útil nominal de proyecto; sin embargo, en el supues-
to representado (ausencia de mantenimiento) ese valor t L será inferior a la vida útil de proyecto, representada
en el punto D´´ .
Ambas circunstancias implicarían que el final de la vida real, punto D´ , se adelantase a t´ L <t L . Una política
adecuada de mantenimiento, con acciones pautadas en ciertos instantes t´ , en el contexto del mantenimiento
ordinario o especializado (cambio de juntas, mantenimiento de drenajes, etc.), debe permitir asegurar que la vida
útil real permite alcanzar el valor de la vida útil nominal, definido por la propiedad en el proyecto.
Se hace notar que las acciones de mantenimiento no comportan un aumento de las prestaciones originales de
la constructora, sino más bien una actuación para que:
• las acciones exteriores E´´(t) atenúen su crecimiento o incluso lo rebajen (ΔE , p.e. asegurando el fun-
cionamiento del sistema de drenaje o adecuando las juntas)
El Capítulo 6 contempla las bases generales para la gestión de las estructuras durante la fase de servicio así
definida, dedicando el Artículo 24 al mantenimiento y el Artículo 25 a las intervenciones extraordinarias sobre
las estructura, no previstas en su Plan de mantenimiento.
5.2 Exigencias
Las exigencias que debe cumplir cualquier estructura incluida en el ámbito de este Código para
satisfacer los requisitos indicados en el apartado 5.1, son las que se relacionan a continuación.
Para satisfacer este requisito, las estructuras deberán proyectarse, construirse, contro-
larse y mantenerse de forma que se cumplan unos niveles mínimos de fiabilidad para cada
una de las exigencias que se establecen en los apartados siguientes, de acuerdo con el
sistema de seguridad recogido en los Anejos 18 a 32.
Se entiende que el cumplimiento de este Código, complementado por las correspondien-
tes reglamentaciones específicas que sean de aplicación, es suficiente para garantizar la
satisfacción de este requisito de seguridad estructural.
22 CÓDIGO ESTRUCTURAL
PRINCIPIOS GENERALES
Comentarios
La fiabilidad se puede definir como la capacidad de la estructura para cumplir, con una probabilidad predefinida,
una función en condiciones determinadas. En cierto modo corresponde a la probabilidad de ausencia de fallo y
se puede cuantificar mediante el índice de fiabilidad, β.
El índice de fiabilidad β está relacionado con la probabilidad global de fallo, P f , según la siguiente expresión:
φ( β) = 1 - P f
Se recuerda que para una vida útil t , la probabilidad de fallo P ft viene dado por la siguiente expresión:
P ft = 1 - (1-P f1 ) t
La probabilidad de fallo P f no corresponde a la frecuencia real de fallos estructurales, sino que constituye un
valor nominal de seguridad que sirve de base para el desarrollo de procedimientos coherentes y rigurosos para
el dimensionamiento de estructuras.
La aptitud al servicio será conforme con el uso previsto para la estructura, de forma que
no se produzcan deformaciones inadmisibles, se limite a un nivel aceptable, en su caso, la
probabilidad de un comportamiento dinámico inadmisible para la confortabilidad de los
usuarios y, además, no se produzcan degradaciones o fisuras inaceptables.
Se entenderá que la estructura tiene deformaciones admisibles cuando cumpla las
limitaciones de flecha establecidas por las reglamentaciones específicas que sean de
aplicación.
Se entenderá que un elemento estructural tiene vibraciones admisibles cuando cumpla
las limitaciones establecidas por las reglamentaciones específicas que sean de aplicación.
Los procedimientos incluidos en este Código mediante la comprobación de los Estados
Límite de Servicio, junto con el resto de criterios relativos a ejecución y control, permiten
satisfacer esta exigencia.
El nivel de fiabilidad mínima que debe asegurarse para su aptitud al servicio en las es-
tructuras, vendrá definido por la clase de fiabilidad RC2 de las definidas en el apartado B.3.2
del Anejo 18.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 23
CAPITULO 1
Comentarios
En el momento de redacción de este Código, los valores límite aplicables en el proyecto para la comprobación de
las deformaciones y de las vibraciones en estructuras de edificación son los indicadas en los apartados 4.3.3 y
4.3.4 del Documento Básico “Seguridad Estructural” del Código Técnico de la Edificación. En el caso de puentes
en zonas peatonales y pasarelas pertenecientes a la Red de Interés General del Estado, los valores límite aplica-
bles están definidos en el apartado 7.2 de la vigente Instrucción sobre las acciones a considerar en el proyecto
de puentes de carretera (IAP-11).
Las estructuras incluidas en este Código deberán ser proyectadas de manera que cual-
quier evento extraordinario no produzca consecuencias desproporcionadas respecto a la
causa original.
Cuando así lo establezca la propiedad, el proyecto deberá contemplar la selección de un
esquema estructural y un diseño conceptual que asegure que la eliminación accidental de
un elemento o de una parte limitada de la estructura origina daños proporcionados y limi-
tados, de forma que, además, el resto de la estructura no afectada sea capaz de asegurar
la estabilidad mínima de la misma.
Los procedimientos incluidos en este Código no son suficientes para el cumplimiento
de esta exigencia.
El proyecto debe contemplar una estrategia de durabilidad que permita alcanzar la vida
útil nominal definida para la estructura. Dicha estrategia será objeto de control durante
la ejecución y establecerá condiciones a cumplir en el mantenimiento durante la fase de
servicio.
Para satisfacer este requisito, en su caso, las obras deberán proyectarse, construirse,
controlarse y mantenerse de forma que se cumplan una serie de exigencias, entre las que
se encuentra la de resistencia de la estructura frente al fuego.
El cumplimiento de este Código no es, por lo tanto, suficiente para el cumplimiento de
este requisito, siendo necesario cumplir además las disposiciones del resto de la reglamen-
tación vigente que sea de aplicación.
24 CÓDIGO ESTRUCTURAL
PRINCIPIOS GENERALES
Comentarios
En general, será la propiedad quien decida el grado de exigencia en la mayor o menor consideración de estos
aspectos que deberían, en su caso, reflejarse en el proyecto.
Se recuerda que la consideración de este requisito no es óbice, en ningún caso, para el cumplimiento de la legis-
lación medioambiental vigente aplicable en cada caso.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 25
Capítulo 2
Bases generales para la
contribución de la estructura a
la sostenibilidad
CÓDIGO ESTRUCTURAL 27
BASES GENERALES PARA LA CONTRIBUCIÓN DE LA ESTRUCTURA A LA SOSTENIBILIDAD
CÓDIGO ESTRUCTURAL 29
CAPITULO 2
Comentarios
El compromiso al que se refiere el articulado afecta a todos los agentes implicados en la estructura: proyectista, fa-
bricantes de productos de construcción, constructor, etc. Dicho compromiso se refiere al desempeño de las organiza-
ciones en el cumplimiento de requisitos que exceden de los mínimos obligatorios aplicables conforme a la legislación
vigente.
La contribución de los agentes a través de su índice de contribución del proceso/producto a la sostenibilidad, ICPS
recogido en el Anejo 2, incluye indicadores basados en normas nacionales, europeas e internacionales, en las Mejores
Técnicas Disponibles y buenas prácticas internacionalmente aceptadas, así como otros documentos de reconocido
prestigio.
30 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA CONTRIBUCIÓN DE LA ESTRUCTURA A LA SOSTENIBILIDAD
los documentos pertinentes que justifiquen el cálculo del ICES de la estructura construida, incor-
porándolo a la documentación final de obra.
Los agentes contemplados en el Anejo 2 serán responsables de transmitir la información necesaria
para la obtención del índice de contribución de cada producto o proceso a la sostenibilidad, ICPS. Con
carácter general, el agente que aporte los productos o procesos declarará la participación en los mismos
de aquellos otros productos o procesos, básicos y/o transformados, identificados en el Anejo 2, cuan-
tificando dicha participación e indicando los agentes que actúan como proveedores de estos últimos.
Comentarios
El ICES debe entenderse como un valor ordinal, no cardinal. El ICES permite ordenar la contribución a la sostenibilidad
de dos estructuras aportando información sobre cuál de las dos tiene mayor contribución a la sostenibilidad, pero no
permite cuantificar cuánto mayor es dicha contribución.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 31
CAPITULO 2
o de cualquier Estado de la Asociación Europea de Libre Comercio signatario del Acuerdo sobre el
Espacio Económico Europeo. En su defecto, se aplicará el siguiente procedimiento.
En el caso de los reconocimientos de distintivos por parte del Ministerio de Transportes, Movili-
dad y Agenda Urbana, se aplicará el siguiente procedimiento.
Estarán legitimados para presentar la solicitud de reconocimiento oficial de un distintivo de
sostenibilidad, los organismos de certificación acreditados conforme a los apartados de este
Código que les sean de aplicación y a la norma UNE-EN ISO/IEC 17065 según el Reglamento (CE)
Nº 765/2008, del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de julio.
La solicitud deberá acompañarse de al menos la siguiente documentación:
b. Reglamento regulador del distintivo en donde se definan las garantías particulares, pro-
cedimiento de concesión, régimen de funcionamiento, requisitos técnicos y reglas para
la toma de decisiones. En cualquier caso, dicho reglamento incluirá la declaración explí-
cita de su conformidad con el contenido de este Capítulo.
32 CÓDIGO ESTRUCTURAL
Capítulo 3
Bases generales para el
proyecto y criterios de seguridad
CÓDIGO ESTRUCTURAL 33
BASES GENERALES PARA EL PROYECTO Y CRITERIOS DE SEGURIDAD
CÓDIGO ESTRUCTURAL 35
CAPITULO 3
Los principios de cálculo para su comprobación deberán ser conformes con lo indicado en los
apartados 3 y 6 del Anejo 18.
36 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA EL PROYECTO Y CRITERIOS DE SEGURIDAD
Cuando una estructura contenga elementos con diferentes tipos de ambiente, el autor del pro-
yecto deberá definir algunos grupos con los elementos estructurales que presenten características
similares de exposición ambiental. Para ello, siempre que sea posible, se agruparán elementos del
mismo tipo (por ejemplo, pilares, vigas de cubierta, cimentación, etc.), cuidando además que los
criterios seguidos sean congruentes con los aspectos propios de la fase de ejecución. Para cada
grupo, se identificará la clase o, en su caso, la combinación de clases, que definen la agresividad
del ambiente al que se encuentran sometidos sus elementos.
Comentarios
En la protección frente a los agentes físicos y químicos agresivos, las medidas preventivas suelen ser las más
eficaces y menos costosas. Por ello, debe tenerse en cuenta la durabilidad durante la realización del proyecto,
estudiando la naturaleza e intensidad potencial previsible del medio agresivo y seleccionando las formas es-
tructurales, los materiales, los sistemas de protección y los procedimientos de puesta en obra más adecuados
en cada caso.
En algunos casos, el planteamiento de durabilidad más eficaz puede ser la actuación sobre el agresivo, en lugar
de intentar mejorar el comportamiento del elemento estructural. Algunos ejemplos de procedimientos confor-
mes con este planteamiento pueden ser los siguientes:
− aislamiento respecto al agresivo: sistemas de protección superficial en estructuras de acero,
− uso de productos no reactivos,
− protección: uso de membranas que controlen la humedad interna en el hormigón en ambientes con
heladas,
− supresión del ataque: protección catódica de estructuras de acero.
La durabilidad no incumbe sólo a los elementos estructurales. A veces, son los elementos no estructurales los
que conllevan problemas importantes de cara a la durabilidad. Estos problemas pueden consistir en el deterioro
CÓDIGO ESTRUCTURAL 37
CAPITULO 3
del propio elemento (por ejemplo, degradación de las aceras de los puentes o de balaustradas en el caso de
edificios), o pueden ser la consecuencia de un comportamiento inadecuado del mismo (por ejemplo, mal fun-
cionamiento de los sistemas de drenaje y evacuación de aguas).
38 CÓDIGO ESTRUCTURAL
Capítulo 4
Bases generales para la
ejecución de las estructuras
CÓDIGO ESTRUCTURAL 39
BASES GENERALES PARA LA EJECUCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
a. unos procedimientos escritos para cada uno de los procesos de ejecución de la estruc-
tura, coherentes con el proyecto, acordes con la reglamentación que sea aplicable y con-
forme con sus propios medios de producción, y
CÓDIGO ESTRUCTURAL 41
CAPITULO 4
Nivel de control
Clase de ejecución de
de ejecución de
Nivel de trazabilidad estructuras de acero
estructuras de hormigón
(apartado 91.2)
(apartado 22.4)
donde:
− el nivel A de trazabilidad permite relacionar cada partida o remesa con el elemento
construido, mientras que
− el nivel B de trazabilidad permite relacionar cada partida o remesa con el lote de
ejecución.
Comentarios
Cuando el articulado se refiere a mantener la trazabilidad, al menos, en el nivel de los lotes de ejecución, se pretende
que el sistema de gestión al que se hace referencia permita que, en el caso de que se produjera algún problema con
alguna de las partidas de materiales o productos empleados en la obra, pueda identificarse inequívocamente en qué
lotes de ejecución ha sido empleada dicha partida. Análogamente, si se produjera algún problema o patología en
alguno de los elementos estructurales, una vez relacionado éste con su lote de ejecución correspondiente, deberá
poderse identificar inequívocamente, qué partidas de materiales y productos han sido empleados para la ejecución del
elemento estructural afectado.
42 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA EJECUCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
Intenso Clase 3 o 4
Normal Clase 2
CÓDIGO ESTRUCTURAL 43
CAPITULO 4
Comentarios
Cuando el articulado se refiere a mantener la trazabilidad, al menos, en el nivel de los lotes de ejecución, se pretende
que el sistema de gestión al que se hace referencia permita que, en el caso de que se produjera algún problema con
alguna de las partidas de materiales o productos empleados en la obra, pueda identificarse inequívocamente en qué
lotes de ejecución ha sido empleada dicha partida. Análogamente, si se produjera algún problema o patología en
alguno de los elementos estructurales, una vez relacionado éste con su lote de ejecución correspondiente, deberá
poderse identificar inequívocamente, qué partidas de materiales y productos han sido empleados para la ejecución del
elemento estructural afectado.
44 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA EJECUCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS
respecto a la estructura de hormigón proyectada inicialmente como, por ejemplo, como conse-
cuencia de la ubicación de nuevas instalaciones.
Al objeto de conseguir la trazabilidad de los materiales y productos empleados en la obra, de
acuerdo con lo indicado en el Artículo 14, el constructor deberá comunicar a la dirección facultativa
las características del sistema que garantice dicha trazabilidad, con indicación de los criterios de
gestión de las partidas y remesas recibidas en la obra, así como de los correspondientes acopios
en la misma.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 45
Capítulo 5
Bases generales para la gestión
de calidad de las estructuras
CÓDIGO ESTRUCTURAL 47
INDICE
48 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
Este Código contempla una serie de comprobaciones que permiten desarrollar los controles
anteriores.
La propiedad, en función de las características de la estructura, establecerá la sistemática gene-
ral para conseguir la garantía suficiente en la comprobación de la conformidad de los productos y
procesos incluidos en este Código, para lo que podrá optar por una de las siguientes alternativas:
a. un control basado en una comprobación estadística del producto o proceso, llevada a
cabo por un laboratorio o entidad de control independiente que desarrolle su actividad
para la dirección facultativa, o
b. un control basado en una comprobación estadística del producto o proceso, llevada a
cabo directamente por el constructor, combinado con un control externo del anterior
llevado a cabo por la dirección facultativa, asistida o no por laboratorios o entidades de
control independientes.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 49
CAPITULO 5
No obstante, la dirección facultativa podrá también optar, por otras alternativas de control siem-
pre que demuestre, bajo su supervisión y responsabilidad, que son equivalentes a las establecidas
en este Código.
Las decisiones que se deriven del control se orientaran a garantizar el buen funcionamiento y
seguridad de la estructura durante el periodo de vida útil definido en el proyecto.
Siempre que la legislación aplicable lo permita, el coste del control de calidad efectuado por la
dirección facultativa y estimado en el plan de control deberá considerarse de forma independiente
en el presupuesto de cualquiera de las actuaciones referentes a la obra y será retribuido directa-
mente por la propiedad y no por la empresa constructora.
En cualquier caso, los agentes responsables del control deberán estar en disposición de demos-
trar su capacidad para realizar las labores de control establecidas, de acuerdo con lo contemplado
al efecto en la normativa vigente que sea aplicable.
Comentarios
Las actividades de control que prescribe este Código tienen como objetivo conseguir un determinado nivel de garantía
para el usuario, basándose para ello en:
- la identificación de las obligaciones y responsabilidades de cada uno de los agentes, durante la construcción de
la estructura, y
- la aplicación de unos criterios que permitan asumir a la dirección facultativa, en representación de la propiedad,
el cumplimiento de las especificaciones establecidas en el proyecto, en su caso con un determinado nivel de
significación.
Las comprobaciones de control definidas en este Código se refieren exclusivamente a actividades relativas a la estruc-
tura. Al ser ésta un elemento integrado normalmente en una obra de mayor envergadura (edificio, carretera, etc.), la
dirección facultativa debe velar por la coordinación de este control con el del resto de la obra.
En el caso de los productos, los criterios definidos para su aceptación están, normalmente, definidos para mantener
en valores suficientemente bajos la probabilidad global βG de aceptar un lote de producto no conforme con la especi-
ficación definida en el proyecto (riesgo global del usuario).
La comprobación de que se respetan dichos valores de probabilidad debe efectuarse mediante la aplicación del con-
trol de recepción. No obstante, cuando el control de producción permita avalar al menos un cierto nivel de la garantía
requerida para el usuario, este Código permite que se consideren complementariamente el control de recepción y el
control de producción.
En función de las partes a las que representa pueden distinguirse los siguientes tipos de control:
a. Control interno. Se lleva a cabo por el proyectista, el contratista, subcontratista o el proveedor, cada uno dentro
del alcance de su tarea específica en el proceso de producción, pudiendo ser realizado por propia iniciativa o de
acuerdo con las reglas establecidas ya sea por el cliente o por una organización independiente. Se suele asimilar
al autocontrol o control de producción.
b. Control externo o de recepción es el realizado por un agente independiente del proceso de producción y es
llevado a cabo por un profesional u organización independiente encargado de esta labor por la Propiedad o por
la autoridad competente. Consiste en comprobar las medidas del control interno y establecer procedimientos
adicionales de control independientes con criterios de aceptación o rechazo que complementan los sistemas de
control interno.
17.1 Definiciones
A los efectos de las actividades de control contempladas por este Código, se definen como:
− Partida: cantidad de producto de la misma designación y procedencia contenido en una
misma unidad de transporte (contenedor, cuba, camión, etc.) y que se recibe en la obra
50 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
o en el lugar destinado para su recepción. En el caso del hormigón, las partidas suelen
identificarse con las unidades de producto o amasadas.
− Remesa: conjunto de productos de la misma procedencia, identificados individualmente,
contenidos en una misma unidad de transporte (contenedor, camión, etc.) y que se reci-
ben en el lugar donde se efectúa la recepción.
− Acopio: cantidad de material o producto, procedente de una o varias partidas o remesas,
que se almacena conjuntamente tras su entrada en la obra, hasta su utilización definitiva.
− Lote de material o producto: cantidad de material o producto que se somete a recepción
en su conjunto.
− Lote de ejecución: parte de la obra, cuya ejecución se somete a aceptación en su con-
junto.
− Unidad de inspección: conjunto de las actividades, correspondientes a un mismo pro-
ceso de ejecución, que es sometido a control para la recepción de un lote de ejecución.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 51
CAPITULO 5
Comentarios
Este artículo se refiere exclusivamente a los laboratorios o entidades de control que realizan las comprobaciones liga-
das a la recepción de productos o a la ejecución de la obra. En el caso de los ensayos para el control de producción del
fabricante, los laboratorios pueden ser propios o contratados.
Además, este apartado sólo es de aplicación en el caso de los laboratorios que efectúan su actividad de realización de
ensayos para el control externo por indicación de la dirección facultativa, por lo que sus indicaciones no son exigibles
a los laboratorios de autocontrol de los que dispone el constructor, dentro de su sistema de calidad.
La independencia a la que se refiere el articulado implica que los laboratorios y entidades de control deben poder
demostrar que no existen relaciones empresariales con el resto de los agentes relacionados con la estructura (autor
del proyecto, constructor, suministrador de los productos, etc.) no impide que una misma entidad de control pueda
efectuar varias actividades en la misma obra como, por ejemplo, el control de proyecto y el control de ejecución.
52 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
CÓDIGO ESTRUCTURAL 53
CAPITULO 5
Comentarios
En el caso de los productos o procesos (como por ejemplo, el hormigón) que presentan un nivel de garantía adicional
de acuerdo con el articulado y se fabrican o desarrollan, según el caso, a partir de otros productos (como por ejemplo,
cementos) susceptibles de estar también en posesión de distintivos de calidad, la utilización de estos permite una
mejora en la trazabilidad global y facilita la consecución de los niveles adicionales de garantía en los productos finales.
En el caso de que se realicen ensayos o comprobaciones experimentales sobre cualquier producto o proceso que esté
en posesión de un distintivo oficialmente reconocido y de los resultados de ensayos realizados pueda confirmarse una
no conformidad del producto respecto a lo establecido en este Código, la dirección facultativa notificará dicha circuns-
tancia al Organismo emisor del distintivo y a la Administración que hubiera efectuado el reconocimiento.
54 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
b. Reglamento regulador del distintivo en donde se definan las garantías particulares, pro-
cedimiento de concesión, régimen de funcionamiento, requisitos técnicos y reglas para
la toma de decisiones. En cualquier caso, dicho reglamento incluirá la declaración explí-
cita del cumplimiento del contenido de este Código.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 55
CAPITULO 5
56 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
go, teniendo en cuenta que el marcado CE no garantiza su idoneidad para un uso concreto, y una
vez validado el control de recepción, será la responsable de velar porque el producto incorporado
en la obra es adecuado a su uso y cumple con las especificaciones requeridas. Se verificará que
los valores declarados en los documentos que acompañan al marcado CE son conformes con las
especificaciones indicadas en el proyecto y, en su defecto, en este Código.
Tanto el pliego de prescripciones técnicas particulares o, en su caso, el plan de control del pro-
yecto como el programa de control de la obra podrán disponer la realización de comprobaciones o
ensayos sobre las partidas o remesas de los productos suministrados a la obra o sobre los que se
utilicen para la fabricación de los mismos. Dichos ensayos y comprobaciones se podrán realizar
igualmente cuando así lo estime, en el uso de sus atribuciones, la dirección facultativa.
En el caso de que se detecte la no conformidad de las prestaciones de un producto que ostente
el marcado CE, a raíz de los ensayos de recepción, con la declaración de prestaciones de dicho
producto, o incumplimientos por ausencia de marcado CE obligatorio o defectos documentales, el
responsable de la recepción o, en su caso, la dirección facultativa, podrá trasladar la información
disponible a las autoridades de vigilancia del mercado, al objeto de que inicien, en su caso, los pro-
cedimientos previstos en el capítulo VIII del Reglamento (UE) Nº 305/2011 del Parlamento Europeo
y del Consejo, de 9 de marzo de 2011.
En otros casos, el control de recepción de los productos comprenderá:
b. en su caso, el control mediante ensayos, conforme con los Capítulos 13, 23 y 33 de este
Código.
La dirección facultativa podrá considerar las garantías adicionales aportadas, en su caso, por
distintivos de calidad oficialmente reconocidos, de acuerdo con lo indicado en el Artículo 18 de
este Código.
Este Código recoge unos criterios para comprobar la conformidad con el mismo de los produc-
tos que se reciben en la obra. Análogamente, también recoge los criterios para la comprobación,
en su caso, de la conformidad antes de su transformación, de los productos que pueden ser em-
pleados para la elaboración de aquéllos.
La dirección facultativa, en uso de sus atribuciones, podrá disponer en cualquier momento la
realización de comprobaciones o ensayos adicionales sobre las remesas o las partidas de produc-
tos suministrados a la obra o sobre los empleados para la elaboración de los mismos.
Comentarios
El Reglamento 305/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo establece el marcado CE como reflejo de que el
producto está sometido a un control de producción, conforme a la parte armonizada de la correspondiente norma
europea y del sistema de comprobación de la conformidad que haya sido decidido por la Comisión Europea.
No obstante, en función de las características de la obra, el autor del proyecto podrá disponer, en el correspondiente
plan de control incluido en el proyecto, que se realicen las comprobaciones experimentales que considere necesarias,
en cuyo caso, deberá indicar también el criterio de aceptación que debe emplearse. Igualmente, en función de las
condiciones particulares en las que se reciba un producto en la obra, la dirección facultativa podrá disponer, en el uso
de sus atribuciones, la realización de ensayos que permitan comprobar el cumplimiento de las especificaciones del
proyecto.
Cuando la dirección facultativa, o el responsable de la recepción, decida la realización de ensayos en productos que
tengan el marcado CE y los resultados revelen un incumplimiento de las especificaciones asociadas al mismo, se
recomienda comunicar tal circunstancia a la Comisión Interministerial de Productos de Construcción, creada por la
disposición final primera del Real Decreto 1630/1992, de 29 de diciembre, y radicada en el Ministerio de Industria, Co-
mercio y Turismo, al objeto de incorporar dicha información a la que se disponga como consecuencia del seguimiento
en el mercado de los productos con marcado CE.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 57
CAPITULO 5
b. durante el suministro:
− las hojas de suministro de cada partida o remesa,
Para aquellos productos que estén sujetos al marcado CE en aplicación del Reglamento
(UE) Nº 305/2011, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2011, la docu-
mentación que el fabricante o suministrador (distribuidor o importador) del producto debe
entregar como justificación del correcto marcado CE es:
a. Copia de la declaración de prestaciones, según lo establecido en el artículo 6 del
Reglamento (UE) Nº 305/2011 de 9 de marzo de 2011. La declaración de presta-
ciones se puede aportar: por vía electrónica (e-mail o fax); a través de la página
web del suministrador, siguiendo los criterios del Reglamento Delegado (UE) Nº
157/2014 de la Comisión Europea; y siempre en formato papel si así lo requiere el
receptor del producto.
58 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
CÓDIGO ESTRUCTURAL 59
CAPITULO 5
El programa de autocontrol deberá ser aprobado por la dirección facultativa antes del inicio de
los trabajos.
Los resultados de todas las comprobaciones realizadas en el autocontrol deberán registrarse
en un soporte, físico o electrónico, que deberá estar a disposición de la dirección facultativa. Cada
registro deberá estar firmado por la persona física que haya sido designada por el constructor para
el autocontrol de cada actividad.
Durante la obra, el constructor deberá mantener a disposición de la dirección facultativa un
registro permanentemente actualizado, donde se reflejen las designaciones de las personas res-
ponsables de efectuar en cada momento el autocontrol relativo a cada proceso de ejecución. Una
vez finalizada la obra, dicho registro se incorporará a la documentación final de la misma.
Además, en función del nivel de control de la ejecución, el constructor definirá un sistema de
gestión de los acopios suficiente para conseguir la trazabilidad requerida de los productos y ele-
mentos que se colocan en la obra.
60 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
Comentarios
Resulta imprescindible mantener las responsabilidades ligadas a cada actividad, por lo que debe cuidarse especial-
mente la trazabilidad durante cada una de las operaciones de la obra y, en particular, durante la recepción de los
productos y, en su caso, en las operaciones de transformación de los mismos que se realicen en las instalaciones de
ferralla, en las de centrales de hormigón, de prefabricación, talleres de fabricación de estructura metálica o en la propia
obra.
Se considera muy recomendable que la documentación empleada o generada por las actividades de control en el
ámbito de este Código, así como la documentación de suministro de los correspondientes materiales y productos, se
ajusten a un formato general de intercambio de datos.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 61
CAPITULO 5
Hay que añadir, además, que en las pruebas de carga se pueden obtener valiosos datos
de investigación que deben confirmar las teorías de proyecto (reparto de cargas, giros de
apoyos, flechas máximas) y utilizarse en futuros proyectos.
Estas pruebas no deben realizarse antes de que el hormigón haya alcanzado la resisten-
cia de proyecto. Pueden contemplar diversos sistemas de carga, tanto estáticos como
dinámicos.
Las pruebas dinámicas son preceptivas en puentes de ferrocarril y en puen-
tes de carretera y estructuras en las que se prevea un considerable efecto de vi-
bración, de acuerdo con las Instrucciones de acciones correspondientes. En
particular, este último punto afecta a los puentes con luces superiores a los
60 m o diseño inusual, utilización de nuevos materiales y pasarelas y zonas de tránsito
en las que, por su esbeltez, se prevé la aparición de vibraciones que puedan llegar a oca-
sionar molestias a los usuarios. El proyecto y realización de este tipo de ensayos deberá
estar encomendado a equipos técnicos con experiencia en este tipo de pruebas.
La evaluación de las pruebas de carga reglamentarias requiere la previa preparación de
un proyecto de prueba de carga, que debe contemplar la diferencia de actuación de ac-
ciones (dinámica o estática) en cada caso. De forma general, y salvo justificación espe-
cial, se considerará el resultado satisfactorio cuando se cumplan las siguientes condicio-
nes:
− En el transcurso del ensayo no se producen fisuras que no se correspondan con lo
previsto en el proyecto y que puedan comprometer la durabilidad y seguridad de la
estructura.
− Las flechas medidas no exceden los valores establecidos en proyecto como máxi-
mos compatibles con la correcta utilización de la estructura.
− Las medidas experimentales determinadas en las pruebas (giros, flechas, frecuen-
cias de vibración) no superan las máximas calculadas en el proyecto de prueba de
carga en más de un 15% en caso de hormigón armado y en 10% en caso de hormi-
gón pretensado.
− La flecha residual después de retirada la carga, habida cuenta del tiempo en que
esta última se ha mantenido, es lo suficientemente pequeña como para estimar que
la estructura presenta un comportamiento esencialmente elástico. Esta condición
deberá satisfacerse tras un primer ciclo carga-descarga, y en caso de no cumplirse,
se admite que se cumplan los criterios tras un segundo ciclo.
62 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LA CALIDAD DE LAS ESTRUCTURAS
− Procedimientos de medida.
− Escalones de carga y descarga.
− Medidas de seguridad.
Este último punto es muy importante, dado que por su propia naturaleza en este tipo de
pruebas se puede producir algún fallo o rotura parcial o total del elemento ensayado.
Estos ensayos tienen su aplicación fundamental en elementos sometidos a flexión. Para
su realización deberán seguirse los siguientes criterios:
− Los elementos estructurales que sean objeto de ensayo deberán tener al menos 56
días de edad, o haberse comprobado que la resistencia real del hormigón de la es-
tructura ha alcanzado los valores nominales previstos en proyecto.
− Siempre que sea posible, y si el elemento a probar va a estar sometido a cargas per-
manentes aún no materializadas, 48 horas antes del ensayo deberían disponerse las
correspondientes cargas sustitutorias que gravitarán durante toda la prueba sobre el
elemento ensayado.
− Las lecturas iniciales deberán efectuarse inmediatamente antes de disponer la carga
de ensayo.
− La zona de estructura objeto de ensayo deberá someterse a una car-
ga total, incluyendo las cargas permanentes que ya actúen, equivalente a
0,85·(1,35·G+1,5· γsc ), siendo G la carga permanente que se ha determinado actúa
sobre la estructura, Q las sobrecargas previstas y γsc =1,35, salvo que la reglamenta-
ción específica vigente indique otro valor.
Las cargas de ensayo se dispondrán en al menos cuatro etapas aproximadamente iguales,
evitando impactos sobre la estructura y la formación de arcos de descarga en los materiales em-
pleados para materializar la carga.
− 24 horas después de que se haya colocado la carga total de ensayo, se realizarán las
lecturas en los puntos de medida previstos. Inmediatamente después de registrar dichas
lecturas se iniciará la descarga, registrándose las lecturas existentes hasta 24 horas des-
pués de haber retirado la totalidad de las cargas.
− Se realizará un registro continuo de las condiciones de temperatura y humedad existen-
tes durante el ensayo con objeto de realizar las oportunas correcciones si fuera pertinen-
te.
− Durante las pruebas de carga deberán adoptarse las medidas de seguridad adecuadas
para evitar un posible accidente en el transcurso de la prueba. Las medidas de seguridad
no interferirán la prueba de carga ni afectarán a los resultados.
El resultado del ensayo podrá considerarse satisfactorio cuando se cumplan las condicio-
nes siguientes:
− Ninguno de los elementos de la zona de estructura ensayada presenta fisuras no previs-
tas y que comprometan la durabilidad o seguridad de la estructura.
− La flecha máxima obtenida es inferior de l 2/20.000·h, siendo l la luz de cálculo y h el
canto del elemento. En el caso de que el elemento ensayado sea un voladizo, l será dos
veces la distancia entre el apoyo y el extremo.
− Si la flecha máxima supera l 2/20.000·h, la flecha residual una vez retirada la carga, y
transcurridas 24 horas, deberá ser inferior al 25 % de la máxima en elementos de hormi-
gón armado e inferior al 20 % de la máxima en elementos de hormigón pretensado. Esta
condición deberá satisfacerse tras el primer ciclo de carga-descarga. Si esto no se cum-
ple, se permite realizar un segundo ciclo de carga-descarga después de transcurridas 72
horas de la finalización del primer ciclo. En tal caso, el resultado se considerará satisfac-
torio si la flecha residual obtenida es inferior al 20 % de la flecha máxima registrada en
ese ciclo de carga, para todo tipo de estructuras.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 63
CAPITULO 5
Comentarios
Las pruebas de carga, además de los casos en las que son preceptivas, son recomendables en estructuras o en parte
de las mismas que han sufrido algún deterioro o que han estado sometidas a acciones que podrían haber afectado a
su capacidad resistente (fuego, heladas, etc.) y también, cuando una determinada estructura o una parte de ella va a
soportar acciones no previstas en el proyecto inicial (mayores cargas de uso, cargas puntuales, etc.).
El modo de aplicación de las cargas debe ser tal que se produzcan los máximos esfuerzos en las secciones conside-
radas como críticas. Debe tenerse en cuenta la posibilidad de que los elementos vecinos colaboren a la resistencia del
elemento que se ensaya. Por otra parte, deben adoptarse toda clase de precauciones para evitar un posible accidente
en el transcurso de la prueba.
En pruebas en las que no se superen las cargas de servicio y como norma general, tras un primer ciclo de carga-des-
carga total la flecha residual estabilizada es recomendable que sea inferior al quinto de la flecha total medida bajo
carga total. Si no es así, se procederá a un segundo ciclo de carga-descarga, al cabo del cual, la flecha residual estabi-
lizada debe ser inferior al octavo de la flecha total medida bajo carga en este segundo ciclo.
Pueden admitirse pequeñas variaciones en torno a los valores mencionados, según el tipo de elemento que se ensaye
y según la importancia relativa de la sobrecargas respecto a la carga permanente.
Para una mejor interpretación de los resultados, se recomienda medir los movimientos más característicos que se
hayan producido durante la realización de las pruebas y registrar, al mismo tiempo, la temperatura y humedad del
ambiente, las condiciones de soleamiento y cuantos detalles puedan influir en los resultados de las medidas. Se llama
la atención en realizar siempre una estimación de flechas en aquellas estructuras cuyo comportamiento se considere
rígido, dado que los movimientos atensionales pueden ser muy importantes y no tener sentido los criterios de flecha
residual.
La dirección de todas las operaciones que constituyen el ensayo, la cuidadosa toma de datos y la interpretación de los
resultados, deben estar a cargo de personal especializado en esta clase de trabajos.
64 CÓDIGO ESTRUCTURAL
Capítulo 6
Bases generales para la gestión
de las estructuras durante su
fase de servicio
CÓDIGO ESTRUCTURAL 65
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DURANTE SU FASE DE SERVICIO
Comentarios
Este Código Estructural contempla todas las etapas del ciclo de vida de la estructura, que incluyen el conjunto de su
vida útil. Las distintas fases de la estructura (proyecto, ejecución y control, vida de servicio) no pueden considerarse
totalmente independientes, sino interrelacionadas, por lo que determinadas decisiones, tales como la selección de los
materiales, la geometría de los elementos y, en su caso, el sistema de drenaje, los aparatos de apoyo, las juntas, etc.,
deben tomarse teniendo muy presentes las previsiones de mantenimiento que se adopten.
También contempla este Código Estructural el caso de las estructuras existentes que, proyectadas y construidas con
arreglo a códigos y prácticas ya abandonadas, se desea sigan manteniendo el nivel de prestaciones que han venido
ofreciendo o que, en su caso, vayan a ser objeto de modificación. Consiguientemente, cabe extender el concepto de
“vida útil de proyecto”, que parte de cero en el caso de estructuras de nueva planta, al de vida “adicional” a la ya satis-
fecha por una estructura existente. Así, si la inspección especial realizada a la estructura existente permite pronosticar
que la expectativa de vida residual es inferior a la deseada en el contexto del proyecto de rehabilitación, cabe consi-
derar la demolición (total o parcial) o la construcción de una nueva estructura, o parte de ella, o la reparación tal que
asegure en cualquier caso la vida útil de proyecto requerida.
Para que la estructura mantenga sus prestaciones (características de resistencia mecánica, durabilidad y funcionali-
dad) es esencial el conocimiento real de la estructura finalmente construida o rehabilitada. En este sentido, se recuerda
la obligación de la dirección facultativa de entregar a la propiedad la documentación del estado final de la obra, tenien-
do en cuenta lo previsto en el Artículo 3 sobre las modificaciones del proyecto. La figura 24.1 muestra, en abscisas
el tiempo transcurrido desde el final de la construcción (instante t 0 ) y, en ordenadas, un índice de la prestación R (en
sentido lato: capacidad portante, rigidez, durabilidad, seguridad del usuario, etc.) y de las solicitaciones E (cargas,
agresión ambiental, etc.) actuantes desde la construcción. A partir del instante t 0 comienza un inexorable proceso
por el cual la capacidad prestacional R(t) se va degradando y la solicitación E(t) crece. El punto D representa la
situación, representada con carácter cualitativo, determinista y sin consideraciones de seguridad, en la que la vida de
la estructura sería t L .
Si la evolución de las solicitaciones fuese más rápida de lo previsto, E’(t) , o la política de mantenimiento no fuese la
adecuada, los deterioros evolucionarían también más deprisa, cayendo las prestaciones según R’(t) . El final de la vida
útil, punto D’ , se adelantaría a t’ L .
Una política adecuada de mantenimiento, con acciones pautadasen ciertos instantes t* , en el contexto del manteni-
miento ordinario o especializado (cambio de juntas, drenajes, etc.), permite prolongar la vida útil hasta alcanzar el valor,
definido por la propiedad en el proyecto, o la prolongue un período adicional si, en un momento dado, instante t** , la
propiedad decide prorrogar la vida útil, bien manteniendo las prestaciones o incluso mejorándolas (Δ R ) para adecuar-
las a nuevas necesidades o requisitos reglamentarios. Obsérvese en la figura cómo las acciones de mantenimiento no
tienen por qué comportar un aumento de las prestaciones, sino más bien una actuación para que las acciones exterio-
res E’’(t) atenúen su crecimiento o incluso lo rebajen (Δ E , p.e. asegurando el funcionamiento del sistema de drenaje
o adecuando las juntas, por ejemplo), ralentizando también así el deterioro de las prestaciones R’’(t) .
CÓDIGO ESTRUCTURAL 67
CAPITULO 6
R(t), evolución de
prestaciones con el tiempo R''(t), evolución de prestaciones
tras la rehabilitación
R(t0 )
∆R
t0 t'L t
*
tL t**
t''L
Debe tenerse presente que la actividad de mantenimiento ocupa la práctica totalidad del ciclo vital, puesto que la fase
inicial de proyecto y construcción comprende un intervalo de tiempo equivalente a una pequeña fracción de la vida
útil. La fase de demolición comporta una fracción de tiempo aún menor. En términos económicos, una rehabilitación
estructural (devolverle las prestaciones perdidas) al cabo del período de amortización puede requerir de desembolsos
equivalentes a varias veces el de construcción si no se practica una adecuada política de mantenimiento.
En el caso de estructuras de edificación, el Artículo 8 de la parte I del Código Técnico de la Edificación, así como el
apartado 2.2 de su Documento Básico DB-SE «Seguridad Estructural», se refieren de forma explícita a estas activida-
des de mantenimiento.
68 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DURANTE SU FASE DE SERVICIO
Comentarios
La figura 24.2.1 muestra un esquema típico de las fases por las que atraviesa el proceso de gestión de estructuras en
fase de uso o explotación. En principio, el esquema de actuación en el sistema de gestión es aplicable a cualquiera de
las construcciones contempladas por este Código Estructural (edificios, puentes…), con los matices correspondientes
en cada caso.
Inventario
Inspecciones Plan de
básicas o mantenimiento
rutinarias
Mantenimiento
ordinario
Inspecciones
principales Mantenimiento
especializado
Inspecciones especiales
Seguridad estructural
Vida útil residual
Funcionalidad y seguridad
del usuario
Proyectos de rehabilitación,
Reparación o refuerzo
Asistencia técnica a la
ejecución
Desmantelamiento
Figura 24.2.1. Fases del proceso de gestión de estructuras en fase de uso o explotación
En la figura 24.2.2 se describe el proceso general de la gestión del mantenimiento, que comienza al concluir la ejecu-
ción de la obra nueva o los trabajos de reparación o refuerzo de una estructura existente. Es entonces cuando debe
actualizarse, si es necesario, el plan de mantenimiento redactado en la fase de proyecto pero que podría requerir de
modificaciones impuestas por las circunstancias de la ejecución de los trabajos.
El paso siguiente es el de la incorporación de la estructura al inventario, o actualización del mismo, lo que incluye el
archivo de la documentación completa de la obra (proyecto de ejecución, con todos sus documentos e incidencias,
informes de inspecciones posteriores (rutinarias, principales y especiales), proyectos de reparación o refuerzo, etc.).
Todo ello constituye la historia «clínica» de la estructura.
Las inspecciones rutinarias y principales son las que se desarrollan en paralelo con las labores programadas de man-
tenimiento ordinario y especializado (el que requiere del concurso de empresas especializadas para la reparación o
sustitución de aparatos de apoyo, juntas, impermeabilización, cerramientos, sistema de drenaje, etc.),
Las inspecciones especiales son el paso siguiente que se ha de dar cuando la estructura exhibe síntomas que advier-
ten de riesgos de que no puedan asegurarse adecuadamente las prestaciones exigidas a la estructura. Estas inspec-
ciones requieren de medios especiales de acceso y de auscultación (toma de muestras, ensayos de caracterización de
propiedades, etc.). Tras dicho estudio se ha de concluir en un diagnóstico de los males detectados y en una estimación
del nivel de seguridad estructural o de la vida útil residual de la estructura. En ciertos casos, si no resulta posible o
totalmente fiable la predicción analítica del nivel de seguridad estructural, se puede plantear la opción de la prueba de
carga, al objeto de conocer experimentalmente la respuesta de la estructura.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 69
CAPITULO 6
La realización de proyectos de reparación y refuerzo exige que se hayan cubierto las etapas anteriores, en la medida
en que un buen diagnóstico —fundado en el conocimiento de la historia de la estructura, en la correcta interpretación
de los síntomas que manifiesta y en los resultados de la auscultación— es la mejor garantía de lo acertado de una
propuesta de solución terapéutica.
En todo caso, el estudio de estructuras existentes y las técnicas de ejecución de soluciones de reparación y refuerzo,
que exigen de una gran especialización, se incluyen en el ámbito del Artículo 25 de este Código Estructural.
Fin de la construcción
o de la reparación
Plan de mantenimiento
Inventario
Inspecciones Mantenimiento
Principales Especializado
no ¿Se decide
intervenir?
si
no ¿Es viable el si
Demolición o Proyectos de reparación
sustitución refuerzo o la y refuerzo
reparación?
70 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DURANTE SU FASE DE SERVICIO
Comentarios
En el caso de estructuras existentes puede ser necesario especificar de manera más explícita en el plan de manteni-
miento aspectos como:
• La sensibilidad de la cimentación frente a movimientos o socavaciones, si se trata de una construcción antigua
ejecutada cuando ni los conocimientos de geotecnia ni los medios de ejecución podían asegurar unas mejores
prestaciones.
• La limitación de sobrecargas, si se trata de estructuras proyectadas y construidas con arreglo a códigos menos
exigentes que los vigentes hoy.
• La existencia de elementos estructurales especialmente sensibles a potenciales deficiencias de robustez cuyo
fallo genere consecuencias desproporcionadas, en línea con lo establecido por el Anejo 18 y la reglamentación
específica de acciones.
• La cuantificación de valores umbral frente, p.e., a ciertos tipos de daño y los microclimas asociados. Es el caso
de contenidos de cloruros o de otros agresivos que, merced al estudio llevado a cabo durante la inspección es-
pecial, permitan entender el prototipo a escala 1:1 que constituye la estructura real.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 71
CAPITULO 6
La valoración del estado de las estructuras es una cuestión de gran complejidad que requiere del establecimiento de
criterios de la máxima objetividad posible, de equipos bien formados y de una continuidad en el tiempo que permita
detectar la velocidad de los cambios en el nivel de deterioro o de prestaciones de las estructuras. Esta forma de pro-
ceder se enmarca en el contexto más general de la llamada «gestión por indicadores».
A este respecto, se propone la valoración del estado global de las estructuras por medio de índices escalares globales
que, a su vez, sean el resultado de una ponderación de valoraciones parciales de elementos estructurales, funcionales
o no estructurales.
Estructuras o elementos cuyo fallo compromete la seguridad del público en general (puentes, edificios públicos, etc.)
o puede generar grandes pérdidas económicas: 5 años (2 años si se sospecha de una relativamente rápida evolución
de los deterioros).
Estructuras o elementos cuyo fallo compromete la seguridad de personas, pero no del público en general (por ejemplo,
edificios no públicos) o puede generar pérdidas económicas apreciables: 10 años (5 años en elementos exteriores en
contacto con atmósferas, aguas o suelos agresivos).
Las inspecciones rutinarias y las operaciones de mantenimiento ordinario, deberán realizarse con la frecuencia su-
ficiente para evitar la aparición de daños que puedan derivar en intervenciones de un coste muy superior al de las
propias inspecciones.
Los criterios anteriores son coherentes con el objetivo de que, en estructuras importantes por sí mismas o en aquellas
otras en las que la propiedad lo considere necesario, se compruebe periódicamente mediante las oportunas inspec-
ciones que la estructura mantiene sus características funcionales y, como consecuencia de las inspecciones, se deter-
minen y apliquen, a lo largo de la vida útil de la estructura, las técnicas de mantenimiento adecuadas y las medidas de
reparación de los posibles daños aparecidos.
Comentarios
A título de ejemplo, y sin pretender ser exhaustivos, el programa de inspección y mantenimiento, redactado al finalizar
la obra, puede incluir los siguientes aspectos:
- Fichas técnicas de los productos y materiales específicos suministrados por proveedores y ejecutados por apli-
cadores identificados.
- Vidas útiles esperadas de los dispositivos de vida útil más reducida que la de la propia construcción, como
sistemas de protección (pinturas, galvanizados, ánodos de sacrificio, juntas, aparatos de apoyo, impermeabili-
zaciones, etc.).
72 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DURANTE SU FASE DE SERVICIO
- Procedimientos para la sustitución, una vez agotada su vida útil, del elemento o dispositivo correspondiente,
incluyendo aspectos como la accesibilidad, las condiciones de remoción, el utillaje necesario, las condiciones de
compatibilidad con el servicio de la estructura durante la fase de sustitución, etc.
a. Asegurar que se alcanza la vida de servicio prevista cuando la evolución de los deterioros
se ha visto acelerada con relación al escenario previsto en la fase de proyecto y no son
suficientes las actuaciones de mantenimiento ordinario y especializado en la sustitución
de elementos de menor vida útil que la de la estructura.
c. Dotar de nuevas prestaciones o de una vida útil adicional a la estructura (por ejemplo,
cuando se produce un cambio de uso que implique modificaciones en los niveles de
solicitación u otros aspectos funcionales).
Las situaciones a) y b) se corresponden con las intervenciones de reparación, mientras que la c)
está asociada a las intervenciones de refuerzo. Pueden darse situaciones en las que sea preciso
plantear:
− Reparaciones, para impedir o ralentizar el progreso de los deterioros o restañar los daños
producidos tras una situación accidental, pero sin pretender llevar a efecto una “puesta
a cero” de la construcción.
− Refuerzos para situar la estructura en un nuevo estado de partida con prestaciones me-
joradas y perspectivas de vida útil prolongada.
− Ambas acciones simultáneamente.
En este artículo se presentan los criterios generales para evaluar las prestaciones que ofrecen
las estructuras existentes, con los dos objetivos siguientes:
− Evaluar la capacidad estructural de una construcción existente.
− Determinar la vida útil residual que previsiblemente le reste a la construcción en el su-
puesto de que se mantiene el régimen aplicado de mantenimiento.
Comentarios
En la figura 24.1 se representa esta evolución de las prestaciones y las solicitaciones en el tiempo.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 73
CAPITULO 6
Comentarios
La utilización de los criterios establecidos en este Código Estructural para el proyecto de estructuras nuevas y la
definición de las condiciones de durabilidad no es válida a priori para la evaluación estructural de edificios existentes,
proyectados y construidos, en general, a partir de criterios diferentes a los actuales para las estructuras de nueva
construcción, por los siguientes motivos:
- toda evaluación debe realizarse teniendo en cuenta las características y las condiciones reales de la estructura
(lo que normalmente no está contemplado en los criterios de proyecto de nuevas estructuras, que incorporan la
incertidumbre asociada al proceso);
- los criterios actuales de proyecto suelen estar basados en exigencias diferentes y generalmente más estrictas
que las vigentes en el momento en que se proyectó la construcción en estudio, por lo cual, muchas estructuras
existentes se clasificarían como no fiables si se evaluaran según las normas actuales, lo que contradice la praxis
y la evidencia, casi generalizada, de un comportamiento positivo;
- se puede considerar, en muchos casos, un período de servicio reducido, lo que se traduce también en una reduc-
ción de las exigencias;
- se pueden emplear modelos de análisis estructural y de predicción de la vida útil más afinados (a través de ins-
pecciones, ensayos, mediciones in situ o consideraciones teóricas), lo que puede aportar beneficios adicionales.
74 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DURANTE SU FASE DE SERVICIO
Comentarios
Dado que no siempre es posible hacerse con la información histórica de la obra, puede hacerse al menos el esfuerzo
de conocer la fecha, siquiera aproximada, de proyecto y construcción de la estructura. Algunas de las ventajas que
comporta son las siguientes:
- La correcta ubicación de la estructura en el tiempo histórico permite utilizar información valiosa como las reglas
de proyecto, no siempre normativas, como relaciones típicas entre luz y canto, altura de muros y anchura en la
base, las tipologías de elementos no visibles como cimentaciones, altura de rellenos, configuraciones de estri-
bos, etc.
- El conocimiento de la reglamentación o normativa vigente en el momento de redactar el proyecto y de ejecutar
la obra, relativa a las acciones y a los materiales estructurales, es decir, las bases de cálculo y el formato de
seguridad. La fecha de proyecto y construcción permite identificar qué acciones se consideraron en su día y así
deducir de manera aproximada la máxima carga aceptable por la estructura. Si no se conoce la fecha precisa,
es importante situar la construcción entre los años que delimitan la validez de las sucesivas normativas o regla-
mentos de acciones utilizadas.
- Identificación de los detalles típicos que pueden ser condicionantes (nudos, juntas, aparatos de apoyo, medias
maderas, etc.), las disposiciones habituales de las armaduras, características mecánicas de los materiales (geo-
metrías, rigideces, capacidades resistentes) o propiedades vinculadas a la durabilidad (tipo y contenido de ce-
mento, relación agua/cemento, etc.). Puede ser el caso, asimismo, de detalles tecnológicos de mayor o menor
depuración y fiabilidad asociada, como pueden ser el tipo de acero de pretensado y los procedimientos de inyec-
ción de lechadas de protección, que fueron evolucionando en el tiempo.
- Identificación de los avatares a los que se haya visto sometida la obra y la comprensión del entorno social, eco-
nómico y hasta político y cultural.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 75
CAPITULO 6
no
¿Estudio analítico? apta
si
apta Validación cualitativa
Análisis relativista por
comparación de envolventes
no
apta no
apta
¿Medidas si
urgentes? Análisis de nivel 1 apta
no Implantar medidas
no
apta
Inspección especial, sin
apta análisis estructural
Análisis de nivel 2 apta
no
apta no
apta
Informe negativo.
Revisión del objetivo de la evaluación ¿Medidas si
Implantar medidas
urgentes?
no
Inspección especial con análisis apta
de niveles 3 o 4
no
apta
Nivel Método
76 CÓDIGO ESTRUCTURAL
BASES GENERALES PARA LA GESTIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DURANTE SU FASE DE SERVICIO
Nivel Método
Puede considerarse que una estructura presenta una capacidad portante adecuada si se
cumplen simultáneamente las siguientes condiciones:
− la estructura haya exhibido un comportamiento satisfactorio a lo largo de un tiempo
suficiente (al menos 5 años) desde la última reparación, refuerzo o modificación;
− una inspección principal, especialmente detallada, no revele daños o deterioros sig-
nificativos;
− que la inspección detallada permita confirmar su esquema estático;
− que el previsible deterioro de la estructura no ponga en peligro la seguridad estructu-
ral, al menos hasta la siguiente inspección principal programada; y
− que no se prevean modificaciones significativas de las acciones actuantes reales, no
las utilizadas en la fase de proyecto o, en general, en las solicitaciones o condiciones
de exposición.
Podrá considerarse que una estructura es apta para el servicio, si se cumplen simultá-
neamente las siguientes condiciones:
− La estructura se ha comportado satisfactoriamente durante un periodo de tiempo
suficientemente largo sin que se hayan producido daños o anomalías ni en los ele-
mentos estructurales ni en aquellos elementos arquitectónicos (particiones, solados,
etc.) que apoyan sobre ellos, tampoco mostrará síntomas indicativos de deformacio-
nes excesivas ni se apreciaran vibraciones molestas.
− Una inspección detallada, no revela ningún indicio de daño o deterioro, ni de deforma-
ciones, desplazamientos o vibraciones excesivas.
− Durante el periodo de servicio restante no se prevén cambios que puedan alterar
significativamente las acciones sobre el edificio o afectar su durabilidad.
− Teniendo en cuenta el deterioro previsible, así como el programa de mantenimiento
previsto, se puede anticipar una adecuada durabilidad.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 77
CAPITULO 6
Comentarios
La responsabilidad que entraña la valoración cualitativa de las estructuras requiere el concurso de técnicos ex-
pertos. Es muy recomendable que el mantenimiento sea sistemático y regular, con un régimen de inspecciones
periódicas (rutinarias o básicas y principales) en el contexto del sistema de gestión.
No hay aún consenso suficiente en la comunidad técnico-científica como para proponer un conjunto de coefi-
cientes de ponderación con los que abordar, en general, el análisis estructural en el marco semi-probabilístico al
que hacen referencia los niveles 2 y 3 de la tabla 25.4.
78 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CÓDIGO ESTRUCTURAL
Título 2. ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
Capítulo 7
Criterios generales para las
estructuras de hormigón
CÓDIGO ESTRUCTURAL 81
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
CÓDIGO ESTRUCTURAL 83
CAPITULO 7
84 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
5. Ataque hielo/deshielo
6. Ataque químico
7. Erosión
CÓDIGO ESTRUCTURAL 85
CAPITULO 7
(1) El autor del proyecto considerará que un elemento está expuesto a la helada cuando está ubicado en zonas con una
humedad ambiental en invierno superior al 75% de humedad relativa y tenga una probabilidad anual superior al 50%
de alcanzar al menos una vez temperaturas por debajo de -5ºC. Asimismo, considerará que es probable el uso de
sales fundentes cuando el elemento esté ubicado en zonas con más de 5 nevadas anuales o con un valor medio de
la temperatura media en invierno inferior a 0ºC.
TIPO DE EXPOSICIÓN
La toma de muestras para la determinación del contenido de CO2 agresivo requiere una prepa-
ración especial de los envases de recogida, según se recoge en la norma UNE-EN 13577. Para la
determinación de ion amonio, la muestra se conservará refrigerada desde que finalice el muestreo
hasta el inicio del ensayo.
Además, de las condiciones agresivas indicadas en las tablas 27.1.a y 27.1.b, se considerarán
formas particulares de acción agresiva las siguientes:
− ataque químico específico derivado del uso del elemento estructural, en cuyo caso el
proyecto establecerá las características del agente agresivo y la estrategia particular de
durabilidad,
86 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
− ataque químico por reactividad álcali-árido, cuando concurran las circunstancias indica-
das en el apartado 43.3.4.3, donde también se indica cómo actuar.
Comentarios
Antes de comenzar el proyecto, es recomendable identificar la clase de exposición que defina la agresividad a la que
va a estar sometido cada elemento estructural, lo que permitirá adoptar una estrategia de durabilidad adecuada (selec-
ción de la forma estructural, espesores de recubrimiento, calidad del hormigón, sistemas de protección, etc.).
La clase de exposición a la que está sometido un elemento estructural viene definida por el conjunto de condiciones
físicas y químicas a las que está expuesto, y que puede llegar a provocar su degradación como consecuencia de efec-
tos diferentes a los de las cargas y solicitaciones consideradas en el análisis estructural.
Cuando la estructura contenga elementos con diferentes clases de exposición es recomendable definir algunos gru-
pos con los elementos estructurales que presenten características similares de exposición ambiental. Siempre que
sea posible, se deberán agrupar elementos del mismo tipo (por ejemplo, pilares, vigas de cubierta, cimentación, etc.),
cuidando de que los criterios seguidos sean congruentes con los aspectos propios de la fase de ejecución.
Puede darse también el caso de que un elemento esté sometido simultáneamente a varias clases de exposición que
van produciendo un proceso acumulativo, lo que habrá que tener en cuenta para elegir la estrategia de durabilidad que
permita cumplir con las condiciones más restrictivas.
En relación a la corrosión inducida por carbonatación el grado de humedad interna en el hormigón afecta a la velocidad
de difusión de dióxido de carbono (CO2) a través de su estructura porosa. Así cuando dicha humedad del hormigón es
considerable (HR > 75%), se dificultan y ralentizan los mecanismos de transporte de gases en su interior, por lo que el
período de iniciación requerido para comenzar los procesos de corrosión de las armaduras es mayor que en condicio-
nes de humedad moderada o de sequedad (XC4).
Las condiciones de humedad siempre se refieren a las del hormigón en contacto con las armaduras o los elementos
metálicos que puedan estar embebidos en el hormigón. Por ello hay que tener en cuenta la existencia de revestimien-
tos y su efecto sobre las condiciones de humedad.
NOTA: En ambientes muy húmedos o que contengan cloruros no es recomendable la aplicación de recubrimientos
aislantes, que no permitan o faciliten la evaporación de la humedad interior del elemento, ya que con el tiempo se
terminarán ampollando y deteriorando. En estos casos es más recomendable, por ejemplo, un tratamiento hidrofó-
bico (además de otros compatibles) que evite la entrada de agua líquida pero no altere la capacidad de evaporación.
Para la aplicación de los criterios de naturaleza meteorológica, puede consultarse en la página web www.ign.es/ane/
ane1983-2008/ del Instituto Geográfico Nacional, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Las obras portuarias y costeras están sometidas a clase de exposición XS2 y XS3, y en muy contadas ocasiones a la
clase de exposición XS1. A continuación se indican algunos criterios que pueden ayudar a identificar la clase de expo-
sición en la que se encuentra el elemento estructural.
Los elementos que permanecen permanente sumergidos están sometidos a una clase de exposición XS2.
La clase de exposición XS3 se corresponde a aquellas otras situaciones en las que se alternan los ciclos de mojadura
y secado por encontrarse en zona de carrera de marea, remonte y descenso del oleaje y salpicaduras, cuya descripción
se incluye a continuación:
- Carrera de marea: los valores de la carrera de marea en los puertos españoles de interés general se recogen en
las Recomendaciones de Obras Marítimas (ROM) del Organismo Público Puertos del Estado (accesibles gratui-
tamente en www.puertos.es). En la ROM 2.0-11 se incluye su rango de variación astronómico (determinista) y
los valores absolutos de nivel del mar para varias probabilidades de excedencia y períodos de retorno. A estos
efectos se considera suficiente considerar el espacio definido por la carrera de marea astronómica, que es el
comprendido entre la bajamar mínima y la pleamar máxima astronómicas. Para puntos del litoral próximos pue-
den extrapolarse los valores de los puertos con la debida prudencia.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 87
CAPITULO 7
- Remonte y descenso del oleaje: En el caso de los diques de abrigo y obras de atraque en mar abierto se definen a
partir del preceptivo estudio de interacción entre el oleaje y la estructura, necesario para el diseño funcional de la
obra, en el que se determinarán el remonte y descenso de la ola para diversas probabilidades de excedencia, así
como el rebase sobre la coronación de la estructura. Éste a su vez determina la clase de exposición a considerar
para las estructuras situadas al abrigo del espaldón del dique. El remonte en diques verticales puede multiplicar
la altura de ola significante incidente por 3 o por 4. El descenso no es excesivamente determinante por no signi-
ficar tiempos de secado apreciables.
En el caso de las obras interiores de atraque el oleaje estará definido por la agitación interior del puerto, incluyen-
do el oleaje levantado por los propios barcos.
- Salpicaduras: son muy complejas de evaluar tanto en los modelos analíticos como los numéricos e incluso los
físicos. Adicionalmente, fenómenos como el viento tienen una gran incidencia en su magnitud. Dado que supo-
nen concentraciones apreciables de cloruros en zonas no directamente expuestas a la masa de agua, conviene
tenerlas en cuenta de manera conservadora
La clase de exposición XS1 se presentan en estructuras y elementos de hormigón que se encuentran a una cierta dis-
tancia del mar. Es un error habitual considerar que las instalaciones que se encuentran dentro de una zona portuaria se
encuentran sometidas a este tipo de ambiente, cuando el nivel de exposición es mucho mayor y debería ser calificado
como de XS3.
La aplicación de las designaciones XF2 y XF4 a tableros de puente sometidos a sales de deshielo, se referirá al caso
de tableros de puentes o pasarelas en zonas de conservación de vialidad invernal.
La corrosión por fundentes está considerada en las clases XD. Por lo tanto, si un elemento tiene una clase XF2 o XF4,
necesariamente debe tener también una clase XD.
En obras marítimas es muy frecuente encontrarse con una clase de exposición XM3. Los diques de abrigo, por ejem-
plo, están sometidos a la acción del oleaje que, debido a la turbulencia, suele llevar sólidos en suspensión de todo tipo,
y en especial arena de los fondos. Adicionalmente, en no pocos casos es apreciable el riesgo de cavitación. Por ello,
los paramentos exteriores de los diques verticales, las piezas prefabricadas de hormigón de los diques en talud y sus
espaldones requieren la prescripción de esta clase de exposición.
Para las obras de atraque interiores es también recomendable considerar la clase de exposición XM3. Este sería el
caso de las vigas cantil, donde la fricción de las amarras y embarcaciones auxiliares y la acción mecánica de determi-
nados medios de manipulación de mercancías la someten a un fuerte desgaste.
Por último, esta clase XM3 debe valorarse en paramentos, pilotes, faldones u otros elementos de lado mar cuando
están expuestos a corrientes con sólidos en suspensión, normalmente de origen fluvial.
La toma de muestras para la determinación de la agresividad química de aguas está normalizada en UNE 83951.
En la tabla 27.1.b no se incluye la determinación de cloruros entre los parámetros a analizar en aguas, pero este aná-
lisis debería realizarse siempre que pueda haber indicios razonables de que el contenido en cloruros sea elevado. El
ensayo será efectuado según UNE 83958.
Se recomienda la realización del ensayo de determinación de CO2 agresivo en las aguas muestreadas en terrenos en
que sean elevados los niveles de sustancias orgánicas en descomposición por acción de microorganismos, o en áreas
cercanas a zonas industriales con altos niveles de contaminación expuestas a los efectos de la lluvia ácida.
La realización del ensayo de determinación de ión amonio se recomienda en las aguas que puedan haber estado en
contacto con vertidos residuales de origen industrial, como las de fertilizantes, o de origen urbano, como las aguas de
estaciones depuradoras.
En la tabla 27.1.d y en las figuras 27.1.a a 27.1.e se presentan algunos ejemplos orientativos para las clases de expo-
sición definidas en el articulado.
Adicionalmente, a continuación se incluye un supuesto teórico para ilustrar cómo se seleccionaría la clase de exposi-
ción de un elemento sometido a distintas condiciones.
Se está proyectando una obra de abrigo para una planta de gas natural licuado que se emplazará en una zona expuesta
al oleaje. La solución finalmente adoptada implica la utilización de cajones de hormigón, que se prefabricarán en el
puerto y se trasladarán hasta su emplazamiento definitivo. Para la defensa del pie lado mar del dique se prefabrican
bloques de guarda de hormigón en masa.
88 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
Tras analizar las condiciones de ejecución y de servicio, se constata que los distintos elementos que constituyen el
cajón estarán sometidos a las siguientes clases de exposición:
- Muros exteriores. En ellos se distinguen dos situaciones:
• expuestos a la acción atmosférica, a la carrera de marea y a la acción del oleaje del mar abierto. Clase de
exposición XA2+XS3+XM3
• permanentemente sumergidos y bajo la acción del oleaje del mar abierto. Clase de exposición XA2+XS2+XM3.
- Muros interiores. De nuevo hay dos posibles situaciones:
• expuestos a la acción atmosférica y a la carrera de marea. Clase de exposición XA2+XS3
• permanentemente sumergidos. Clase de exposición XA2+XS2
- Losa de solera: estará permanentemente sumergida. Clase de exposición XA2+XS2.
Dado el proceso constructivo por encofrados deslizantes, es posible definir dos clases de exposición a efectos de
fabricación:
- Paramentos: XA2+XS3+XM3
- Losa de solera: XA2+XS2.
No obstante, se opta por unificar en una sola fórmula de hormigón para los cajones para clase de exposición
XA2+XS3+XM3 adoptando los criterios más exigentes (cantidad de cemento, relación agua/cemento, etc.) de cada
una de ellas.
Los bloques de guarda de hormigón en masa estarían en una clase de exposición: X0 + XA2 + XM3.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 89
CAPITULO 7
5. Ataque hielo/deshielo
7. Erosión
Sería el caso de elementos sometidos a desgaste superficial, fenómenos de abrasión y de cavitación.
90 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
Figura 27.1.a
XC1
XC1
XC4
XF1
XC1
XC3 XA*
XC2
XC3
XA*
Figura 27.1.b
XC4
XD3
XF4
XC4
XD3
XF2
XC2
XA*
CÓDIGO ESTRUCTURAL 91
CAPITULO 7
Figura 27.1.c
XA2
XS3
XM3
XA2
XS3
XA2
XS3
Nivel bajamar
XA2
XS2
XA2 X0
XS2 XA2
XM3 XM3
Figura 27.1.d
XC4
XC4
XD3
XD3
XF3
XC4
XD3
XF3
XC4 XC4
XA* XD3 XD3 XC3
XC4 XF3 XF3 XF1
XA*
Aguas subterráneas
XC3
XD3
XA*
92 CÓDIGO ESTRUCTURAL
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
Figura 27.1.e
XC1
XC1 XC1
Almacenamiento
químico
XF3
XA*
XC2
XA*
XC2
XF1
XA*
wmax (mm)
Clase de exposición Hormigón armado Hormigón pretensado
(para la combinación cuasi per- (para la combinación frecuente
manente de acciones) de acciones)
X0(2), XC1(2) 0,4 0,2
XC2, XC3,
0,3 0,2 (1)
XF1,XF3,XC4
XS1, XS2,
XD1, XD2, XD3, 0,2
XF2, XF4, XA1(3) Descompresión
XS3,
0,1
XA2(3), XA3(3)
(1) Adicionalmente deberá comprobarse que las armaduras activas se encuentran en la zona comprimida de la sec-
ción, bajo la combinación cuasi-permanente de acciones.
(2) Para las clases de exposición X0 y XC1, la abertura de fisura no influye normalmente en la durabilidad. Los valores
recogidos en la tabla para estos casos se establecen para garantizar un aspecto aceptable.
(3) La limitación relativa a las clases XA1, XA2 y XA3 sólo será de aplicación en el caso de que el ataque químico pueda
afectar a la armadura.
Comentarios
En el caso de elementos de hormigón en contacto con terrenos de origen yesífero que contengan sulfatos en cantida-
des que permitan clasificarlos como XA1 o XA2, se entenderá que esta agresividad no provoca corrosión en las arma-
duras, sino únicamente deterioro en el hormigón, por lo que la limitación en la abertura de fisura vendrá condicionada
por la clase agresiva relativa a la posible corrosión.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 93
Capítulo 8
Estructuras de hormigón.
Propiedades tecnológicas de los
materiales
CÓDIGO ESTRUCTURAL 95
INDICE
96 CÓDIGO ESTRUCTURAL
INDICE
CÓDIGO ESTRUCTURAL 97
INDICE
98 CÓDIGO ESTRUCTURAL
ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN. PROPIEDADES TECNOLÓGICAS DE LOS MATERIALES
Artículo 28 Cementos
El cemento deberá ser capaz de proporcionar al hormigón las características que se exigen al
mismo en el Artículo 33.
En el ámbito de aplicación del presente Código, podrán utilizarse aquellos cementos que cum-
plan las siguientes condiciones:
− ser conformes con la reglamentación específica vigente,
− cumplan las limitaciones de uso establecidas en la tabla 28, y
− pertenezcan a la clase resistente 32,5 o superior.
Está expresamente prohibido el almacenamiento en el mismo silo o la mezcla de cementos
de diferentes tipos, clases de resistencia o fabricantes en la elaboración del hormigón, ya que se
perdería la trazabilidad y las garantías del producto.
En la tabla 28, las condiciones de utilización permitida para cada tipo de hormigón, se deben
considerar extendidas a los cementos blancos (BL) y a los cementos con características adiciona-
les de resistencia a sulfatos y al agua de mar (SRC y SR), de resistencia al agua de mar (MR, SR
y SRC) y de bajo calor de hidratación (LH) correspondientes al mismo tipo y clase resistente que
aquellos.
Cuando el cemento se utilice como componente de un producto de inyección adherente se ten-
drá en cuenta lo prescrito en el apartado 37.4.2.
El empleo del cemento de aluminato de calcio deberá ser objeto, en cada caso, de estudio espe-
cial, exponiendo las razones que aconsejan su uso y observándose las especificaciones contenidas
en el Anejo 5.
Se tendrá en cuenta lo expuesto en el apartado 33.1 en relación con el contenido total de ion clo-
ruro para el caso de cualquier tipo de cemento, así como con el contenido de finos en el hormigón,
para el caso de cementos con adición de filler calizo.
A los efectos del presente Código, se consideran cementos de endurecimiento lento los de clase
resistente 32,5N, de endurecimiento normal los de clases 32,5R y 42,5N y de endurecimiento rápido
los de clases 42,5R, 52,5N y 52,5R.
Comentarios
El Anejo 6 incluye una serie de recomendaciones para la selección del tipo de cemento a emplear en hormigones con
finalidad estructural.
CÓDIGO ESTRUCTURAL 99
CAPITULO 8
La inclusión de los cementos CEM II/A-V, CEM II/A-P y CEM II/A-M (V, P) como utilizables para la aplicación de hormi-
gón pretensado, es coherente con la posibilidad, contemplada en el Artículo 32, de utilización de adición al hormigón
pretensado de cenizas volantes, en una cantidad no mayor del 20% del peso de cemento. Se recomienda que cuando
estos cementos se utilicen en hormigón pretensado, el suministrador declare la naturaleza y procedencia de las adi-
ciones.
Los cementos para usos especiales están fundamentalmente indicados para grandes macizos de hormigón en masa,
así como para otros usos entre los que destacan los relacionados con la construcción de firmes de carreteras. Este
tipo de cementos no debe utilizarse para hormigones armados o pretensados.
El empleo de los cementos tipo V/A, III/B y IV/B en elementos de hormigón armado sometidos a la clase de exposición
XC requiere la aplicación de precauciones especiales.
Todo cemento resistente a los sulfatos, SRC o SR es, a su vez, resistente al agua de mar. Por el contrario, los cementos
resistentes al agua de mar, no son resistentes a los sulfatos.
En general, y de un modo especial en el caso de que vaya a utilizarse en la construcción de elementos prefabricados,
resulta conveniente que el cemento posea las características adecuadas para que pueda ser sometido a tratamiento
higrotérmico, u otro análogo, con el fin de conseguir un rápido fraguado y endurecimiento.
Los cementos normalmente utilizados en hormigones de alta resistencia son de clase resistente 42,5 y 52,5. En los
casos en que el hormigonado tenga que realizarse en época calurosa, o en grandes masas, se recomienda emplear
cementos del menor calor de hidratación posible compatible con las resistencias mencionadas.
El tipo de cemento debe elegirse teniendo en cuenta, entre otros factores, la aplicación del hormigón, las condiciones
de agresividad a las que va a estar expuesto, y las dimensiones de la pieza, tratando siempre de seleccionar alguno de
los que, una vez considerados los factores anteriores, presenten el mejor comportamiento respecto a su contribución
a la sostenibilidad. Por ello es conveniente seguir las recomendaciones generales para la utilización de los cementos
que se incluyen en el Anejo 6 de este Código.
Artículo 29 Agua
El agua utilizada, tanto para el amasado como para el curado del hormigón en obra, no debe
contener ningún ingrediente perjudicial en cantidades tales que afecten a las propiedades del hor-
migón o a la protección de las armaduras frente a la corrosión.
En general, podrán emplearse todas las aguas sancionadas como aceptables por la práctica.
El agua potable de red de grandes núcleos urbanos, que cumpla el Real Decreto 314/2016, de 29
de julio, por el que se modifican el Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen
los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, es apta para el amasado y
curado del hormigón.
Cuando no se posean antecedentes de su utilización, o en caso de duda, deberán analizarse las
aguas, y salvo justificación especial de que no alteran perjudicialmente las propiedades exigibles al
hormigón, deberán cumplir las condiciones indicadas en la tabla 29, determinada conforme con los
métodos de ensayo recogidos para cada característica en la norma UNE correspondiente.
Tabla 29 continúa
(1) Si se sobrepasa este límite, se podrá utilizar el agua sólo en el caso de que se acredite haber medidas para evitar
posibles reacciones álcali-árido.
(2) La determinación de álcalis se podrá realizar mediante la técnica de fotometría de llama o espectroscopia de masa
con plasma de acoplamiento inductivo (ICP-MS)..
Podrán emplearse aguas de mar o aguas salinas análogas para el amasado o curado únicamen-
te de hormigones que no tengan armadura alguna.
Siempre que lo justifique expresamente el proyecto, mediante un estudio documental y de las
decisiones adoptadas relativas a durabilidad (tipo de cemento, recubrimientos, etc.), o bien me-
diante un estudio experimental de durabilidad, podrá aplicarse un curado por inmersión en agua
de mar en elementos de hormigón armado que vayan a estar situados permanentemente en clase
de exposición XS2, evitando en todo el proceso que se produzcan ciclos de secado del hormigón.
Se permite el empleo de aguas recicladas procedentes de operaciones desarrolladas en la propia
central de hormigonado, siempre y cuando cumplan las especificaciones anteriormente definidas
en este artículo. Además se deberá cumplir que el valor de densidad del agua reciclada no supere
el valor 1,3 g/cm3 y que la densidad del agua total no supere el calor de 1,1 g/cm3.
La densidad del agua reciclada está directamente relacionada con el contenido en finos que
aportan al hormigón, de acuerdo con la siguiente expresión:
⎛ 1− d ⎞
M = ⎜⎜ a ⎟⋅ d
1− d ⎟ f
⎝ f ⎠
donde:
M Masa de finos presente en el agua, en g/cm3.
da Densidad del agua en g/cm3.
df Densidad del fino, en g/cm3.
En relación con el contenido de finos aportado al hormigón, se tendrá en cuenta lo indicado
en el apartado 33.1. Para el cálculo del contenido de finos que se aporta en el agua reciclada, se
puede considerar un valor de d f igual a 2,1 g/cm3, salvo valor experimental obtenido mediante
determinación en el volumenómetro de Le Chatelier, a partir de una muestra desecada en estufa y
posteriormente pulverizada hasta pasar por el tamiz 200 μ m.
Con respecto al contenido de ion cloruro, se tendrá en cuenta lo previsto en el apartado 33.1.
Comentarios
La utilización del agua de mar reduce la resistencia del hormigón en un quince por ciento (15%), aproximadamente.
Por ello, su empleo, únicamente permitido en hormigón sin armaduras, debe condicionarse, no sólo a que sean o no
admisibles las manchas y eflorescencias que habitualmente originan su uso, sino también a que el hormigón con ella
fabricado cumpla las características resistentes exigidas. Se recomienda en estos casos la utilización de un cemento
con características adicionales MR, SRC o SR.
El curado con agua de mar se restringe en el articulado a procesos de inmersión del hormigón tras el desencofrado sin
permitir que llegue a secar en ningún momento. Tal es el caso, por ejemplo, de la construcción de cajones de muelles
en plataforma flotante, técnica en la que se utiliza un encofrado deslizante y la franja del cajón ya hormigonada se
sumerge en el agua tras el deslizado
En las plantas de fabricación de hormigón, existen actualmente dos técnicas para reducir la generación del efluente
líquido y en su caso también del residuo sólido; se trata por un lado de la reutilización de aguas residuales captadas en
balsas de decantación y de otro, la reutilización de restos líquidos y sólidos mediante el reciclado completo de estos
residuos.
Al objeto de contribuir a la calidad ambiental con este tipo de técnicas se recomienda la utilización de los recicladores
frente a las balsas de decantación ya que así se evita la generación de residuos sólidos. Estas técnicas de reciclado
y reutilización de hormigón son especialmente recomendables en instalaciones industriales con los medios mínimos
necesarios que garanticen la calidad de los materiales a utilizar, tales como centrales de hormigón preparado e insta-
laciones industriales de prefabricación.
La utilización de estos sistemas de recuperación deben tener especial precaución en evitar contaminaciones de los
lodos con aceites, grasas y otros componentes provenientes de los vehículos de transporte del hormigón, debiendo
cumplirse en cualquier caso las especificaciones del agua para amasado que define este Código.
La limitación del contenido máximo de cloruros expresados en ion cloruro es una medida preventiva contra posibles
acciones corrosivas sobre las armaduras. Esta limitación afecta al hormigón armado y al pretensado, así como al
hormigón en masa cuando éste incluye armaduras para reducir la fisuración.
En las sustancias orgánicas solubles en éter quedan incluidos no sólo los aceites y las grasas de cualquier origen, sino
también otras sustancias que puedan afectar desfavorablemente al fraguado y al endurecimiento hidráulico.
Artículo 30 Áridos
30.1 Generalidades
Las características de los áridos deberán permitir alcanzar la adecuada resistencia y durabilidad
del hormigón que con ellos se fabrica, así como cualquier otra exigencia que se requieran a éste en
el pliego de prescripciones técnicas particulares del proyecto.
Los áridos deben tener marcado CE según la norma UNE-EN 12620, y las propiedades definidas
en la declaración de prestaciones (DdP) deberán cumplir lo establecido en este artículo.
Como áridos para la fabricación de hormigones pueden emplearse áridos gruesos (gravas) y
áridos finos (arenas), según UNE-EN 12620, rodados o procedentes de rocas machacadas, así
como escorias de horno alto enfriadas por aire o áridos reciclados, todos ellos según UNE-EN
12620 y, en general, cualquier otro tipo de árido cuya evidencia de buen comportamiento haya sido
sancionado por la práctica y se justifique debidamente.
En el caso de áridos reciclados, se seguirá lo establecido en el apartado 30.8. En el caso de
áridos ligeros, se deberá cumplir lo indicado en el Anejo 8 de este Código.
En el caso de utilizar escorias de horno alto enfriadas por aire, se seguirá lo establecido en el
apartado 30.9.
Los áridos no deben descomponerse por los agentes exteriores a que estarán sometidos en
obra. Por tanto, no deben emplearse tales como los procedentes de rocas blandas, friables, poro-
sas, etc., ni los que contengan nódulos de yeso, compuestos ferrosos, sulfuros oxidables, etc. en
proporciones superiores a lo que permite este Código.
Comentarios
Entre los ensayos que se realizan con los áridos, hay algunos de utilidad general; por ejemplo, el que sirve para deter-
minar el contenido en materia orgánica, ya que ésta es siempre perjudicial para el fraguado y endurecimiento del hor-
migón. En otros ensayos, el resultado es interesante sólo en un cierto número de casos, ya que su finalidad consiste en
dar un índice de comportamiento del material en circunstancias que, a pesar de ser relativamente frecuentes, no son
comunes a todas las obras. Esto ocurre con la determinación de la pérdida de peso en solución de sulfato magnésico,
cuyo principal objeto es conocer la resistencia frente a la helada del árido empleado en el hormigón.
Para la fabricación de hormigones de alta resistencia se utilizarán áridos con propiedades mecánicas idóneas, ya sean
rodados o procedentes de rocas machacadas de altas prestaciones mecánicas. Áridos recomendables desde el punto
de vista mineralógico son, entre otros, los basaltos, cuarcitas, riolitas, sienitas, ofitas y calizas de buena calidad, con
densidades superiores a 2.600 kg/m³.
Si se mezclan áridos de densidad muy diferente, se deberá prestar atención para que no se produzca segregación.
Cuando los áridos disponibles se vayan a emplear para otras aplicaciones distintas de las ya sancionadas por estudios
previos, se recomienda la realización de identificación y caracterización, mediante análisis mineralógicos, petrográfi-
cos, físicos o químicos, según convenga a cada caso.
La norma armonizada recogida en este apartado, UNE-EN 12620, se utilizará en la última versión publicada en el Diario
Oficial de la Unión Europea (DOUE), mientras que las normas de métodos de ensayo referenciadas en esta norma
armonizada, deben aplicarse en las versiones incluidas en ella.
- UNE-EN 12620:2003+A1:2009:
- UNE-EN 933-1:2012
- UNE-EN 933-3:2012
- UNE-EN 933-8:2012+A1:2015 y UNE-EN 933-8:2012+A1:2015/1M:2016
- UNE-EN 933-9:2010+A1:2013
- UNE-EN 933-11:2009 y UNE-EN 933-11:2009/AC:2010
- UNE-EN 1097-2:1998
- UNE-EN 1097-6:2014
- UNE-EN 1367-2:2010
- UNE-EN 1744-1:1998
Comentarios
La designación del articulado es coherente con lo contemplado en la documentación del marcado CE de los áridos
para hormigón. Se recomienda que dicha designación se complete con la información contenida en UNE 146901,
mediante el empleo del código normalizado indicado en dicha norma:
GR-d/D-IL-N-L
donde GR es el grupo de árido (AG, árido grueso; AF, árido fino; FN, finos) y L refleja que se trata, en su caso, de un
árido lavado.
Al designar la naturaleza de los áridos, sólo se especifican los tipos de rocas más habituales. El resto (gneis, pórfidos,
anfibolitas, etc.) se designan como varios (V).
Comentarios
El tamaño máximo de un árido, D (tabla 30.3.a), se corresponde con la mínima abertura del tamiz UNE-EN 933-2 que
retiene menos que el 10% (para árido grueso con D > 11,2 y D/d > 2), que el 15% (para árido grueso con D > 11,2 o
D/d > o árido fino) en masa, cuando además no retiene nada el tamiz de abertura el doble, 2D . También se exige que
el tamiz de abertura 1,4 D retenga en masa menos que el 2% (para D> 4) o el 5% (para D≤ 4).
El tamaño mínimo de un árido grueso, d (tabla 30.3.a), se corresponde con la máxima abertura del tamiz que deja
pasar como máximo el 15% (para D > 11,2 y D/d > 2) o el 20% (para D ≤ 11,2 o D/d ≤ 2) en masa, siempre que
pase como máximo el 5% por el tamiz d/ 2. Para el caso de D ≤ 4, se deberá considerar el valor 0 para d, cuando haya
tamaños inferiores a 0,063 mm.
Para fijar los tamaños de los áridos, se recomienda utilizar la serie básica, o la serie básica más la serie 2, que incluye
los tamaños 10, 20, 40 de larga tradición en España (tabla 30.3.b).
a) Como tamices 1,4D y d/ 2 se tomarán de la serie elegida o el siguiente tamaño del tamiz más próximo de la serie.
b) El porcentaje en masa que pase por el tamiz D podrá ser superior al 99 %, pero en tales casos el suministrador
deberá documentar y declarar la granulometría representativa, incluyendo los tamices D , d , d/ 2 y los tamices
intermedios entre d y D de la serie básica más la serie 1, o de la serie básica más la serie 2. Se podrán excluir los
tamices con una relación menor a 1,4 veces el siguiente tamiz más bajo.
Tabla 30.3.b Series de tamices para especificar los tamaños de los áridos
b. 1,25 veces la distancia entre un borde de la pieza y una vaina o armadura que for-
me un ángulo no mayor que 45º con la dirección de hormigonado.
c. 0,25 veces la dimensión mínima de la pieza, excepto en los casos siguientes:
− Losa superior de los forjados, donde el tamaño máximo del árido será menor
que 0,4 veces el espesor mínimo.
− Piezas de ejecución muy cuidada (caso de prefabricación en taller) y aquellos
elementos en los que el efecto pared del encofrado sea reducido (forjados que
se encofran por una sola cara), en cuyo caso será menor que 0,33 veces el
espesor mínimo.
El árido grueso se podrá componer como suma de una o varias fracciones granulomé-
tricas.
Cuando el hormigón deba pasar entre varias capas de armaduras, convendrá emplear
un tamaño máximo de árido menor que el que corresponde a los límites a) o b) si fuese
determinante.
Comentarios
Para conseguir hormigones de alta resistencia se recomienda que el árido grueso tenga un tamaño máximo no
superior a 20 mm y que el árido fino tenga un módulo de finura próximo a 3.
Comentarios
Este Código prescribe el empleo de la UNE-EN 933-2 relativa a la determinación de la granulometría de las partículas
de los áridos, que establece como serie básica de tamices la formada por los siguientes: 0,063-0,125-0,250-0,500-1-
2-4-8-16-31,5-63 mm. Para el árido fino, el Código utiliza únicamente los tamices de dicha serie. Para el árido grueso,
utiliza además los tamices 10-20-40 mm, que están incluidos en la serie complementaria R 20 admitida por la indicada
norma, y que tienen una larga tradición de empleo en España. En la tabla 30.3.b se recogen los tamices que constitu-
yen la Serie Básica y la Serie Básica+Serie 2. En esta última están incluidos los tamices 10, 20, 40 mm.
Es importante que la granulometría del árido utilizado permanezca constante durante la ejecución de la obra, ya que
los cambios en dicha granulometría pueden obligar a realizar ajustes en la composición del hormigón por su repercu-
sión sobre la cantidad de cemento y de agua.
La cantidad de finos que pasan por el tamiz 0,063 (de conformidad con la norma UNE-EN
933-1), expresada en porcentaje del peso de la muestra de árido grueso total o de árido fino
total, no excederá los valores de la tabla 30.4.1.a. En cualquier caso, deberá comprobarse
que se cumple la especificación relativa a la limitación del contenido total de finos en el
hormigón recogido en el apartado 33.1.
PORCENTAJE
MÁXIMO QUE
ÁRIDO CATEGORÍA TIPOS DE ÁRIDOS
PASA POR EL
TAMIZ
- Áridos redondeados.
6% f6 - Áridos de machaqueo no calizos para
obras sometidas a las clases de exposi-
ción XS, XD,XA, XF o XM.(1)
Comentarios
Se recomienda que la curva granulométrica del árido fino total esté comprendida dentro del huso definido en
la tabla 30.4.1.b. En el caso de arenas que no cumplan con las limitaciones establecidas en el referido huso,
especialmente las recogidas para el material de tamaño inferior a 0,063 mm, se recomienda que su empleo esté
condicionado a que se cumpla lo indicado en el apartado 33.1 y exista un estudio experimental específico que
justifique que las propiedades relevantes de los hormigones con ellos fabricados son, al menos, iguales que las
de los hormigones hechos con los mismos componentes, pero sustituyendo la arena por una que cumpla el
huso.
(1) Este valor será el que corresponda de acuerdo con la tabla 30.4.1.a:
94% para:
- Áridos redondeados.
- Áridos de machaqueo no calizos para obras sometidas a la clase de exposición XS, XD, XF, XA o XM.
90% para:
- Áridos de machaqueo calizos para obras sometidas a la clase de exposición XS, XD, XF, XA o XM.
- Áridos de machaqueo no calizos para obras sometidas únicamente a la clase de exposición X0 o XC.
84% para:
- Áridos de machaqueo calizos para obras sometidas únicamente a la clase de exposición X0 o XC.
Salvo en el caso indicado en el párrafo siguiente, no se utilizarán áridos finos cuyo equi-
valente de arena (SE4), determinado sobre la fracción 0/4 del árido, de conformidad con el
Anexo A de la norma UNE-EN 933-8 sea inferior a:
a. 70 (Categoría SE470), para obras sometidas únicamente a la clase de exposición
X0 o XC.
b. 75 (Categoría SE475), en el resto de los casos.
No obstante lo anterior, aquellas arenas procedentes del machaqueo de rocas calizas o
dolomías (entendiendo como tales aquellas rocas sedimentarias carbonáticas que contie-
nen al menos un 70% de calcita, dolomita o de ambas), que no cumplan la especificación
del equivalente de arena, podrán ser aceptadas como válidas cuando se cumplan las con-
diciones siguientes:
− para obras sometidas únicamente a clases generales de exposición X0 o XC,
f
MB ≤ 0,6.
100
− donde MB es el valor de azul de metileno, según UNE-EN 933-9, expresado en gra-
mos de azul por cada kilogramo de fracción granulométrica 0/2 y f es el conteni-
do de finos de la fracción 0/2, expresado en g/kg y determinado de acuerdo con
UNE-EN 933-1,
− para los restantes casos,
f
MB ≤ 0,3.
100
Cuando para la clase de exposición de que se trate, el valor de azul de metileno sea
superior al valor límite establecido en el párrafo anterior y se tenga duda sobre la existencia
de arcilla en los finos, se podrá identificar y valorar cualitativamente su presencia en dichos
finos mediante el ensayo de difracción de rayos X. Sólo se podrá utilizar el árido fino si las
arcillas son del tipo caolinita o illita y si las propiedades mecánicas y de penetración de
agua a presión de los hormigones fabricados con esta arena son, al menos, iguales que
las de un hormigón fabricado con los mismos componentes, pero utilizando la arena sin
finos. El estudio correspondiente deberá ir acompañado de documentación fehaciente que
contendrá en todos los casos el análisis mineralógico del árido, y en particular su contenido
en arcilla.
Comentarios
La presencia de finos arcillosos en la arena puede afectar negativamente tanto a la resistencia del hormigón
como a su durabilidad, lo que se pretende evitar con las limitaciones incluidas en el articulado (equivalente de
arena y azul de metileno).
Contenidos altos de humedad en el árido fino (por encima del 2%), incrementan la variabilidad de los resultados
de la determinación del equivalente de arena, por lo que se debe prestar especial atención a este parámetro en
la realización del ensayo.
Comentarios
El empleo de áridos gruesos con formas inadecuadas dificulta extraordinariamente la obtención de buenas resisten-
cias y exige una dosis excesiva de cemento. Por esta razón, es decir, para evitar la presencia de áridos laminares y
aciculares en una proporción excesiva, se impone una limitación al índice de lajas.
Comentarios
La norma UNE-EN 1097-2 para realizar el ensayo de Los Ángeles permite ensayar cinco fracciones granulométricas
comprendidas entre los tamaños 4 y 16 mm. Cuando se utilicen otras fracciones granulométricas en la fabricación del
hormigón, de tamaños superiores a 16 mm, deberán reducirse por machaqueo.
Es necesario limitar el valor del coeficiente de Los Ángeles de los áridos gruesos utilizados en la fabricación del hormi-
gón ya que, a medida que aumenta este coeficiente, aumenta la deformación bajo carga del hormigón y puede bajar
la resistencia.
Para hormigones de alta resistencia, se recomienda que el coeficiente de desgaste de Los Ángeles de los áridos no
sea superior a 25 (LA25).
Cuando el hormigón esté sometido a una clase de exposición XF y el árido fino tenga una absorción de agua superior
al 1%, se recomienda comprobar que no presente una pérdida de peso superior al 15% al ser sometido a cinco ciclos
de tratamiento con soluciones de sulfato magnésico (MS15), según UNE-EN 1367-2.
(*) Este valor será del 2% en el caso de escorias de horno alto enfriadas al aire.
30.7.1 Cloruros
El contenido en ion cloruro (Cl-) soluble en agua de los áridos grueso y fino para hormi-
gón, determinado de conformidad con el Artículo 7 de la norma UNE-EN 1744-1, no podrá
exceder del 0,05% en masa del árido, cuando se utilice en hormigón armado u hormigón
en masa que contenga armaduras para reducir la fisuración, y no podrá exceder del 0,03%
en masa del árido, cuando se utilice en hormigón pretensado, de acuerdo con lo indicado
en la tabla 30.7.
Con respecto al contenido total en los hormigones del ion cloruro, Cl-, se tendrá en cuenta
lo prescrito en el apartado 33.1.
Comentarios
El articulado limita la cantidad máxima de cloruros en los áridos, al objeto de reducir el riesgo de corrosión de
las armaduras, siendo más estricta la limitación en el caso del hormigón pretensado. En el caso del hormigón
en masa, el articulado no exige ninguna limitación, si bien es recomendable limitar, tanto en el árido fino como
en el grueso, el contenido de cloruros expresados en Cl- al 0,15 por 100 en peso cuando se quiera evitar la apa-
rición de eflorescencias en la superficie del hormigón.
Si se conoce el contenido en iones cloruro solubles en agua del árido combinado y es igual o inferior a 0,01%
(por ejemplo, en el caso de los áridos extraídos en la mayoría de las canteras interiores), se puede emplear este
valor para el cálculo del contenido en cloruros del hormigón.
Los compuestos totales de azufre expresados en S de los áridos grueso y fino, determi-
nados de conformidad con el Artículo 11 de la norma UNE-EN 1744-1, no podrán exceder
del 1% en masa del peso total de la muestra. En el caso de escorias de horno alto enfriadas
por aire, la anterior especificación será del 2 %.
En el caso de que se detecte la presencia de sulfuros de hierro oxidables en forma de
pirrotina, el contenido de azufre expresado en S, será inferior al 0,1%.
Comentarios
La presencia de compuestos totales de azufre y sulfatos solubles en ácidos en porcentajes superiores a las
limitaciones del articulado pone de manifiesto la inestabilidad potencial del árido y, por consiguiente, el peligro
de su empleo para la fabricación de hormigón al poder afectar a su durabilidad.
Los sulfuros de hierro oxidables (por ejemplo pirita, marcasita, y especialmente pirrotina), aún en pequeña can-
tidad, resultan muy peligrosos para el hormigón, pues reaccionan con algunos de los productos de hidratación
del cemento, con gran aumento de volumen.
Se recomienda no utilizar aquellos áridos cuya diferencia entre compuestos totales de azufre expresados en
SO3 y sulfatos solubles, expresados igualmente en SO3, sea superior al 0,25 %, ya que es una manera indirecta
de limitar los sulfuros oxidables en los áridos. En este caso, se recuerda que deberá transformarse estequiomé-
tricamente a SO3 el resultado obtenido en el ensayo para la determinación de los compuestos totales de azufre,
según el apartado 11 de UNE-EN 1744-1.
No se emplearán aquellos áridos finos que presenten una proporción de materia orgá-
nica tal que, ensayados con arreglo al método de ensayo indicado en el apartado 15.1 de
la norma UNE-EN 1744-1, produzcan un color más oscuro que el de la sustancia patrón.
Comentarios
Algunos compuestos inorgánicos que colorean la capa superior de líquido en el ensayo del hidróxido sódico no
influyen negativamente sobre el fraguado y endurecimiento del hormigón.
Los azúcares no alteran el color de la capa superior de líquido en los ensayos de hidróxido sódico y de ácido
fúlvico. Si se sospecha la presencia de azúcares o materiales de ese tipo, se debería analizar el árido con el
ensayo en una muestra de mortero, según el apartado 15.3 de la UNE-EN 1744-1. Asimismo, se deberían aplicar
los requisitos del tiempo de fraguado y de la resistencia a la compresión señalados anteriormente.
Comentarios
Ciertos tipos de rocas de naturaleza silícea (por ejemplo, ópalos y dacitas) así como otras que contienen sus-
tancias carbonatadas magnesianas (por ejemplo, dolomitas), pueden provocar fenómenos fuertemente expan-
sivos en el hormigón en ciertas condiciones higrotérmicas y en presencia de los álcalis provenientes de los
componentes del hormigón (reacción árido-álcali). Dependiendo del tipo de componente reactivo del árido se
pueden distinguir dos tipos de reacción: reacción álcali-sílice (o álcali-silicato), cuando los áridos contienen sílice
amorfa, micro o criptocristalina, mal cristalizada, con extinción ondulante o microfisurada, y reacción álcali-car-
bonato, cuando los áridos contienen dolomita.
La tabla 30.7.6 recoge las principales rocas que pueden presentar reactividad álcali-árido y, dentro de cada una,
los minerales sensibles a dicha reactividad en un medio alcalino.
Tabla 30.7.6 Principales rocas y minerales constitutivos reactivos con los álcalis
Si bien se observa en la tabla que el número y tipo de rocas que pueden desencadenar la reacción álcali-árido es
muy amplio, los casos que se han producido en España han estado asociados en general a áridos de naturaleza
granítica en los que se detectaba cuarzo con extinción ondulante, cuarzo microfisurado y en algún caso puntual
presencia de cuarzo micro-criptocristalino. Asimismo se han registrado también casos en los que se utilizaron
áridos rodados de naturaleza cuarcítica con presencia de cantidades variables de cuarzo micro-criptocristalino.
Los componentes reactivos del árido pueden dar lugar al problema de reactividad incluso encontrándose en
cantidades muy reducidas que pueden pasar inadvertidas en estudios petrográficos generales del árido como
el descrito en las normas UNE-EN 932-3 o UNE-EN 12407. Por ello se recomienda que el estudio petrográfico
para determinar la potencial reactividad del árido se lleve a cabo por Laboratorios con experiencia en la materia,
así como la utilización de normativa de ensayo específica, por ejemplo el “RILEM Recommended Test Method
AAR-1: Detection of potential alkali-reactivity of aggregates - Petrographic Method”.
El ensayo UNE 146508 EX (método acelerado en probetas de mortero) ha demostrado ser efectivo para la de-
tección de áridos reactivos españoles que contienen componentes reactivos rápidos (cuarzo micro-cripto cris-
talino). Sin embargo, el ensayo no detecta correctamente los áridos reactivos con componentes lentos (cuarzo
deformado o microfisurado). Para estos áridos se recomienda prolongar el tiempo de duración del ensayo hasta
90 días, aplicando un límite máximo de expansión de 0,2%. En este grupo se encontraría, para los casos regis-
trados en España, áridos como los granitos o granodioritas
La UNE 146507-2 EX está diseñada para el estudio de un árido calizo-dolomítico con contaminación arcillosa en
su red cristalina, al suponer que esta fracción arcillosa es la causante de desencadenar la reacción. Por ello, el
contenido en aluminio, expresado como óxido de la muestra, corresponde al aluminio de las arcillas.
En el caso de mezcla de áridos graníticos y calizos, el contenido de aluminio procederá en su mayor parte de
los feldespatos o feldespatoides del granito y la norma pierde su utilidad real al no estar pensada para este
caso. Para usarla debería ensayarse el árido calizo-dolomítico por separado. Así, por un ejemplo, en el caso de
utilizar áridos graníticos procedentes de una cantera en la que el macizo tenga las juntas rellenas de dolomita,
el contenido de óxido de aluminio, que puede ser del orden del 15%, se sale de los gráficos de interpretación de
la norma, que llegan al 6 %.
Por todo ello se recomienda la realización del ensayo descrito en la UNE 146507-2 EX únicamente sobre los ári-
dos carbonáticos de naturaleza calizo-dolomítica en los que el estudio petrográfico haya puesto de manifiesto
la presencia de contaminaciones arcillosos.
Los ensayos de evaluación de la reactividad álcali-árido basados en medidas de expansión, como los realizados
sobre probetas de mortero, según UNE 146508 EX o sobre probetas de hormigón según UNE 146509 EX, pue-
den poner de manifiesto comportamientos expansivos de los áridos debidos a otras causas, como la presencia
de sulfuros u otros compuestos de azufre, u óxidos de calcio, o de magnesio, entre otros. Para conocer el pro-
ceso que está causando las expansiones, puede realizarse un examen de las probetas después del ensayo para
identificar los productos de la reacción mediante microscopia electrónica u otras técnicas.
30.8.1 Generalidades
A los efectos de este Código, se define como árido reciclado al árido obtenido como pro-
ducto de una operación de reciclado de residuos de hormigón, permitiéndose únicamente
la utilización de árido grueso reciclado y en los términos recogidos en el presente artículo
para la fabricación de hormigón reciclado (HR).
En este artículo se establecen los requisitos complementarios a los establecidos para
los áridos convencionales que deben cumplir los áridos gruesos reciclados. Se mantienen
por lo tanto vigentes para éstos el resto de prescripciones que no entren en contradicción
con las recogidas en este apartado. Asimismo, en aquellos casos en los que se indique,
se recogen especificaciones que se deben exigir a los áridos gruesos naturales para que
la mezcla con los reciclados cumpla los requisitos de los apartados 30.1 a 30.7 de este
Código.
Para su aplicación en hormigón estructural, este Código no contempla porcentajes de
sustitución superiores al 20% en peso sobre el contenido total de árido grueso. Por enci-
ma de este valor será necesaria la realización de estudios específicos y experimentación
complementaria en cada aplicación, que deberá ser aprobada por la dirección facultativa.
El árido grueso reciclado puede emplearse tanto para hormigón en masa como hormi-
gón armado de resistencia característica no superior a 40 N/mm2, quedando excluido su
empleo en hormigón pretensado.
Quedan fuera de los objetivos de este artículo:
− Los hormigones fabricados con árido fino reciclado.
− Los hormigones fabricados con áridos reciclados de naturaleza distinta del hormi-
gón (áridos mayoritariamente cerámicos, asfálticos, etc).
− Los hormigones fabricados con áridos reciclados procedentes de estructuras de
hormigón con patologías que afectan a la calidad del hormigón tales como álcali-ári-
do, ataque por sulfatos, fuego, etc.
− Hormigones fabricados con áridos reciclados procedentes de hormigones especia-
les tales como aluminoso, con fibras, con polímeros, etc.
En la fabricación de hormigones reciclados se podrán emplear áridos naturales rodados
o procedentes de rocas machacadas.
Se considera que los áridos gruesos reciclados obtenidos a partir de hormigones es-
tructurales sanos, o bien de hormigones de resistencia elevada, son adecuados para la
fabricación de hormigón reciclado estructural, aunque deberá comprobarse que cumplen
las especificaciones exigidas en los siguientes apartados.
Comentarios
Con la limitación genérica del 20%, las propiedades finales del hormigón reciclado apenas se ven afectadas en
relación a las que presenta un hormigón convencional, siendo necesaria, para porcentajes superiores, la realiza-
ción de estudios específicos y experimentación complementaria en cada aplicación.
El contenido de desclasificados inferiores del árido grueso reciclado suele ser superior al de los áridos naturales,
debido a que éstos pueden generarse después del tamizado, durante el almacenamiento y transporte, por su
mayor friabilidad. Estos desclasificados se incorporan al hormigón en forma de fracción fina reciclada, que se
caracteriza por presentar un elevado contenido de mortero, lo cual origina unas peores propiedades que afec-
tan negativamente a la calidad del hormigón. Por ello se recomienda prestar especial atención al porcentaje de
desclasificados que presenten los áridos gruesos reciclados durante su utilización.
Las precauciones en el suministro y almacenamiento de los áridos gruesos reciclados para la fabricación del
hormigón quedan recogidas en el apartado 51.3.1.1.
Los componentes del árido grueso reciclado, determinados de acuerdo con la norma
UNE-EN 12620 deberán cumplir los requisitos recogidos en la tabla 30.8.5.
Comentarios
Los áridos gruesos reciclados pueden incorporar impurezas y contaminantes que influyen negativamente en las
propiedades del hormigón. Estos contaminantes pueden ser muy variados, como plástico, madera, yeso, ladrillo,
vidrio, materia orgánica, aluminio, asfalto, etc. Estas impurezas producen en todos los casos un descenso de
resistencia en el hormigón. Además, y dependiendo del tipo de impureza, se pueden presentar otros problemas
como reacciones álcali-árido (vidrio), ataque por sulfatos (yeso), desconchados superficiales (madera o papel),
elevada retracción (tierras arcillosas) o mal comportamiento hielo-deshielo (algunos cerámicos).
El método de ensayo de la norma UNE-EN 1744-1, para la determinación del contenido de partículas ligeras,
presenta diversos problemas cuando se utiliza en áridos reciclados, al enturbiarse la solución con partículas
de tierra y variar su densidad, por lo que se recomienda proceder a un lavado previo de la muestra y posterior
desecado antes de la realización del ensayo.
Los áridos gruesos reciclados pueden presentar un contenido apreciable de cloruros, en función de la proceden-
cia del hormigón usado como materia prima, especialmente en hormigones procedentes de obras marítimas,
puentes o pavimentos expuestos a las sales para el deshielo. Asimismo, los hormigones en los que se hayan
utilizado aditivos acelerantes pueden también contener una elevada cantidad de cloruros.
Se recomienda determinar el contenido de cloruros totales en vez del contenido de cloruros solubles en agua,
aplicando el mismo límite que establece el Código para este último (tabla 30.7). Esto es debido a la posibilidad
de que haya ciertos cloruros combinados que en ciertas circunstancias puedan ser reactivos y atacar las ar-
maduras. Para la determinación de los cloruros totales en el árido grueso reciclado puede utilizarse la norma
UNE-EN 196-2.
Los áridos gruesos reciclados no presentarán reactividad potencial con los alcalinos
del hormigón. Para el caso de los áridos reciclados procedentes de un único hormigón de
origen controlado, entendiendo como tales hormigones de composición y características
conocidas, se deberán realizar las comprobaciones indicadas en el articulado del Código.
En el caso de áridos reciclados procedentes de hormigones de distinto origen, éstos podrán
utilizarse en los términos recogidos en el apartado 30.7.5 para los áridos considerados
potencialmente reactivos.
Artículo 31 Aditivos
31.1 Generalidades
A los efectos de este Código, se entiende por aditivos aquellas sustancias o productos que, in-
corporados al hormigón antes del amasado (o durante el mismo o en el transcurso de un amasado
suplementario) en una proporción no superior al 5% del peso del cemento, producen la modifica-
ción deseada, en estado fresco o endurecido, de alguna de sus características, de sus propiedades
habituales o de su comportamiento.
En los hormigones armados o pretensados no podrán utilizarse como aditivos el cloruro cálcico,
ni en general, productos en cuya composición intervengan cloruros, sulfuros, sulfitos u otros com-
ponentes químicos que puedan ocasionar o favorecer la corrosión de las armaduras.
En los elementos pretensados mediante armaduras ancladas exclusivamente por adherencia,
no podrán utilizarse aditivos que tengan carácter de aireantes.
Sin embargo, en la prefabricación de elementos con armaduras pretesas elaborados con máqui-
nas de fabricación continua, podrán usarse aditivos plastificantes que tengan un efecto secundario
de inclusión de aire, siempre que se compruebe que no perjudica sensiblemente la adherencia
entre el hormigón y la armadura, afectando al anclaje de ésta. En cualquier caso, la cantidad total
de aire ocluido no excederá del 6% en volumen, medido según UNE-EN 12350-7.
Con respecto al contenido de ion cloruro, se tendrá en cuenta lo prescrito en el apartado 33.1.
Comentarios
Las modificaciones favorables que un aditivo produce en alguna característica del hormigón, se denominan funciones.
La que corresponde al efecto más importante, es la función principal: es la modificación producida por un aditivo de
alguna, y solamente una, de las propiedades del hormigón (es la que identifica o da nombre al aditivo). La función
secundaria de un aditivo es la modificación que, accesoriamente puede producir un aditivo de alguna o algunas pro-
piedades del hormigón, independientemente de la que define la función principal. Por otro lado, se denomina efecto
secundario de un aditivo a la modificación que, inevitablemente, puede producir un aditivo de alguna o algunas de las
propiedades de un hormigón que no se requiere como función secundaria.
La utilización de aditivos en la fabricación del hormigón tiene ya una dilatada experiencia y ha permitido mejorar
y ampliar el espectro de utilizaciones del hormigón como producto de construcción. El amplio número de normas
existentes de los mismos permite incluir en este Código un conjunto de tipos de aditivos que, debidamente utilizados,
mejoran las prestaciones de los hormigones.
El comportamiento de los aditivos puede variar con las condiciones particulares de cada obra, tipo y dosificación de
cemento, naturaleza de los áridos, etc.
La prohibición de la utilización de aireantes para el caso indicado en el articulado (elementos pretensados mediante
armaduras ancladas exclusivamente por adherencia) se basa en que estos productos pueden perjudicar la adherencia
entre el hormigón y la armadura.
Los reductores de agua de alta actividad (superplastificantes) son necesarios para obtener asientos de cono superio-
res a 15 cm, permitiendo obtener hormigones muy fluidos sin alterar la relación agua/cemento, facilitando enorme-
mente el hormigonado. La utilización de superplastificantes es muy recomendable o casi indispensable para hormigo-
nes con altas densidades de armado, así como para hormigones de alta resistencia y durabilidad.
La efectividad del aditivo superplastificante con el cemento debe ser objeto de estudio en laboratorio para seleccionar
el binomio aditivo-cemento más conveniente. Al producirse cambios en el tiempo de principio y fin de fraguado por la
incorporación de superplastificantes es necesario realizar ensayos previos en laboratorio con cada aditivo y cemento a
utilizar. Es importante conocer la cantidad de agua que lleva incorporado un aditivo para deducirla al agua de amasado.
Cuando haya un cambio de partida en suministro de aditivos superplastificantes para la fabricación de hormigones de
alta resistencia, conviene realizar un control estricto de los mismos a fin de detectar posibles variaciones, importantes
entre las distintas partidas suministradas.
Se prohíbe la utilización del cloruro cálcico como acelerante en el hormigón armado o pretensado, ya que su presencia
provoca a veces y favorece siempre, fenómenos de corrosión de las armaduras. No obstante, puede emplearse en
hormigón en masa utilizando el producto en las debidas proporciones, de acuerdo con las indicaciones del fabricante.
Unas proporciones habituales pueden ser entre el 1,5 y 2 por ciento del peso de cemento.
Los aditivos de cualquiera de los seis tipos descritos anteriormente deberán tener marcado CE
según la norma UNE-EN 934-2.
En la declaración de prestaciones, figurará la designación del aditivo de acuerdo con lo indicado
en la norma UNE-EN 934-2, así como el certificado del fabricante que garantice que el producto sa-
tisface los requisitos prescritos en la citada norma, el intervalo de eficacia (proporción a emplear)
y su función principal de entre las indicadas en la tabla anterior.
Salvo indicación previa en contra de la dirección facultativa, el suministrador podrá em-
plear cualquiera de los aditivos incluidos en la tabla 31.2 La utilización de otros aditivos
distintos a los contemplados en este artículo, requiere la aprobación previa de la dirección
facultativa.
La utilización de aditivos en el hormigón, una vez en la obra y antes de su colocación en la
misma, requiere de la autorización de la dirección facultativa y el conocimiento del suministrador
del hormigón.
Comentarios
La utilización de los aditivos durante el proceso de fabricación del hormigón, es una técnica que requiere de un buen
conocimiento por parte del fabricante del hormigón del comportamiento conjunto de los aditivos con el resto de los
componentes del hormigón.
En sentido estricto, el contenido de agua de los aditivos que se suministran en forma líquida, debería ser tenido en
cuenta para la dosificación del hormigón y el cálculo de la relación agua/cemento del mismo. Por otro lado, la fabrica-
ción del hormigón debe realizarse con un control adecuado de la cantidad de aditivo incorporado al mismo (ya que un
exceso importante de aditivo puede tener consecuencias negativas para el hormigón).
A igualdad de comportamiento resistente y frente a durabilidad deben procurarse las dosificaciones y utilización de
materiales componentes del hormigón que sean más eficaces en relación con su contribución a la sostenibilidad.
La norma armonizada recogida en este apartado, UNE-EN 934-2, se utilizará en la última versión publicada
en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) (actualmente UNE-EN 934-2:2010+A1:2012), mientras que las
normas de métodos de ensayo referenciadas en esta norma armonizada, deben aplicarse en las versiones
incluidas en ella.
En general, los aditivos que se utilizan para el hormigón están sujetos a las partes armonizadas de la norma
UNE-EN-934-2:2016. No obstante, puede haber aditivos que por ser muy innovadores o por alguna otra causa, no es-
tén sujetos a esa norma. En ese caso, a instancias de la dirección facultativa, se debe demostrar que se cumplen las
exigencias del Código Estructural conforme al Artículo 3. La dirección facultativa valorará si la conformidad de estos
productos se puede acreditar mediante marcas, sellos o certificados de conformidad emitidos por organismos reco-
nocidos (por ejemplo, mediante una Evaluación Técnica Europea caso de que esta exista para ese producto, o algún
otro método similar).
Artículo 32 Adiciones
A los efectos de este Código, se entiende por adiciones aquellos materiales inorgánicos, puzo-
lánicos o con hidraulicidad latente que, finamente divididos, pueden ser añadidos al hormigón con
el fin de mejorar alguna de sus propiedades o conferirle características especiales. El presente
Código recoge únicamente la utilización de las cenizas volantes y el humo de sílice como adiciones
al hormigón en el momento de su fabricación.
Las cenizas volantes son los residuos sólidos que se recogen por precipitación electrostática o
por captación mecánica de los polvos que acompañan a los gases de combustión de los quema-
dores de centrales termoeléctricas alimentadas por carbones pulverizados.
Las cenizas de co-combustión se podrán emplear en hormigones no estructurales y no se con-
templa su utilización en hormigón estructural. Otros tipos de cenizas como las de fondo y las esco-
rias de central térmica, así como las de lecho fluidizado u otras diferentes de las cenizas volantes
de central térmica de carbón convencional no están admitidos para hormigones estructurales ni
para los hormigones no estructurales.
El humo de sílice es un subproducto que se origina en la reducción de cuarzo de elevada pureza
con carbón en hornos eléctricos de arco para la producción de silicio y ferrosilicio.
La utilización de las escorias granuladas molidas de horno alto como adición al hormigón tiene
una experiencia reducida en España. La dirección facultativa podrá, de acuerdo con lo indicado
en el Artículo 3 de este Código, autorizar dicha utilización, bajo su responsabilidad, basándose
en el estudio experimental del comportamiento del hormigón fabricado con la escoria y cemento
que se vayan a utilizar, que tenga en cuenta no sólo sus prestaciones resistentes sino también la
durabilidad en el ambiente en que vaya a estar ubicada la estructura.
Las adiciones pueden utilizarse como componentes del hormigón siempre que se justifique su
idoneidad para su uso, produciendo el efecto deseado sin modificar negativamente las caracterís-
ticas del hormigón, ni representar peligro para la durabilidad del hormigón, ni para la corrosión de
las armaduras.
Para utilizar cenizas volantes o humo de sílice como adición al hormigón, deberá emplearse
un cemento tipo CEM I. Además, en el caso de la adición de cenizas volantes, el hormigón deberá
presentar un nivel de garantía conforme a lo indicado en el Artículo 18 de este Código, es decir,
mediante la posesión de un distintivo de calidad oficialmente reconocido.
En hormigón pretensado podrá emplearse adición de cenizas volantes cuya cantidad no podrá
exceder del 20% del peso de cemento, o humo de sílice cuyo porcentaje no podrá exceder del 10%
del peso del cemento.
En aplicaciones concretas de hormigón de alta resistencia, fabricado con cemento tipo CEM I,
se permite la adición simultánea de cenizas volantes y humo de sílice, siempre que el porcentaje
de humo de sílice no sea superior al 10% y que el porcentaje total de adiciones (cenizas volantes y
humo de sílice) no sea superior al 20%, en ambos casos respecto al peso de cemento. En este caso
la ceniza volante sólo se contempla a efecto de mejorar la compacidad y reología del hormigón,
sin que se contabilice como parte del conglomerante mediante su coeficiente de eficacia K. En
elementos no pretensados en estructuras de edificación, la cantidad máxima de cenizas volantes
adicionadas no excederá del 35% del peso de cemento, mientras que la cantidad máxima de humo
de sílice adicionado no excederá del 10% del peso de cemento. La cantidad mínima de cemento se
especifica en el apartado 43.2.1.
Con respecto al contenido de ion cloruro, se tendrá en cuenta lo prescrito en el apartado 33.1.
Comentarios
El humo de sílice (también denominado microsílice), dada su extremada finura y riqueza en óxido de silicio, y en con-
secuencia su elevada actividad resistente, tiene aplicación fundamentalmente en la fabricación de hormigones de alta
resistencia. Esta adición confiere al hormigón una elevada compacidad y resistencia mecánica; puede producir una
reducción en el pH del hormigón, lo que debe tenerse en cuenta en el caso de ambientes que induzcan una importante
carbonatación del hormigón.
El empleo de estas adiciones tiene, por un lado, ventajas medioambientales al ser residuos (o productos secundarios)
de otros procesos previos y, por otro lado, un cierto riesgo de aumento de la heterogeneidad. Por ello debe tenerse
cuidado especial en comprobar, por parte de la central de hormigonado, su regularidad, a través del oportuno control
de recepción de los diferentes suministros, con el fin de comprobar que las posibles variaciones de su composición no
afectan al hormigón fabricado con las mismas.
La utilización de cenizas volantes en el hormigón pretensado puede ser de interés al objeto de mejorar la compacidad
del hormigón.
Comentarios
Las cenizas con alto contenido de óxido de calcio pueden dar origen a problemas de expansión en el hormigón, por lo
que se recomienda extremar en este caso las precauciones y controles comprobando con frecuencia la finura de las
cenizas y la expansión por el método de las agujas.
La finura se puede determinar mediante tamizado en húmedo según UNE-EN 451-2, o mediante tamizado con chorro
de aire según UNE-EN 933-10, aunque en caso de litigio se debe utilizar el primero como método de referencia.
Además, en UNE 83414-EX se dan recomendaciones para la adición de cenizas volantes a los hormigones fabricados
con cementos tipo CEM I.
La demanda de agua se determina mediante el método descrito en el anexo B de la norma UNE-EN 450-1.
Los requisitos establecidos en este apartado se determinarán de acuerdo a las normas que recoja la norma vigente
UNE-EN 450-1 publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Actualmente estas normas son:
UNE-EN 450-1:2012:
- Contenido de sulfatos (SO3): UNE-EN 196-2:2005
- Contenido de cloruros (Cl-): UNE-EN 196-2:2005
- Óxido de calcio libre: UNE-EN 451-1:2017
- Óxido de calcio reactivo: UNE-EN 451-1:2017
- Pérdida por calcinación: UNE-EN 196-2:2005
- Finura: UNE-EN 451-2: 1995
- Demanda de agua: UNE-EN 451-2: 1995
- Índice de actividad resistente: UNE-EN 196-1:2005
- Estabilidad de volumen: UNE-EN 196-3: 2017
Comentarios
En la norma UNE 83460-2 se dan recomendaciones para la utilización del humo de sílice como adición en la fabrica-
ción del hormigón.
Los requisitos establecidos en este apartado se determinarán de acuerdo a las normas que recoja la norma vigente
UNE-EN 13263-1 publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Actualmente estas normas son:
- UNE-EN 13263-1:2005+A1:2009
- Dióxido de silicio (SiO2): según UNE-EN 196-2: 2005
- Pérdida por calcinación: según UNE-EN 196-2: 2005
- Índice de actividad resistente: según UNE-EN 13263-1: 2006+A1:2009
- Silicio elemental: según ISO 9286: 1997
- Óxido de calcio libre: CaO (l): según UNE-EN 451-1: 2017
- Sulfatos, expresado en SO3: según UNE-EN 196-2: 2005
- Cloruros (Cl-): según UNE-EN 196-2: 2005
- Superficie específica (Se, en m2/g): según ISO 9277: 2010
Artículo 33 Hormigones
33.1 Composición
La composición elegida para la preparación de las mezclas destinadas a la construcción de
estructuras o elementos estructurales deberá estudiarse previamente, con el fin de asegurarse
de que es capaz de proporcionar hormigones cuyas características mecánicas, reológicas y de
durabilidad satisfagan las exigencias del proyecto. Estos estudios se realizarán teniendo en cuenta,
en todo lo posible, las condiciones de la obra real (diámetros, características superficiales y distri-
bución de armaduras, modo de compactación, dimensiones de las piezas, etc.).
Los componentes del hormigón deberán cumplir las prescripciones incluidas en los Artículos
28, 29, 30, 31 y 32. Además, el ion cloruro total aportado por los componentes no excederá de los
siguientes límites:
− Obras de hormigón pretensado: 0,2% del peso del cemento.
− Obras de hormigón armado u obras de hormigón en masa que contenga armaduras para
reducir la fisuración: 0,4% del peso del cemento.
En el caso de hormigones expuestos a ambientes XD o XS los valores anteriores se reducirán
al 0,1% del peso de cemento para obras de hormigón pretensado y 0,2% para obras de hormigón
armado.
La cantidad total de finos en el hormigón, resultante de sumar el contenido de partículas del ári-
do grueso y del árido fino que pasan por el tamiz UNE 0,063 y la componente caliza, en su caso, del
cemento, deberá ser inferior a 200 kg/m3. En el caso de emplearse agua reciclada, de acuerdo con
el Artículo 29, dicho límite podrá incrementarse hasta 210 kg/m3. Exclusivamente para el caso de
los hormigones autocompactantes, se recomienda que esta cantidad no sea mayor a 250 kg/m3.
Comentarios
Los límites establecidos al contenido de ion cloruro, aunque son válidos para la mayoría de las condiciones ambienta-
les que puedan presentarse, deben ser manejados con prudencia. Téngase presente que si bien en ciertas condiciones,
tales como humedades relativas permanentemente muy bajas o muy altas, pueden resultar conservadores, en otras,
como humedades relativas intermedias y, sobre todo, regímenes higrométricos no estacionarios y con un hormigón
carbonatado, puede ser conveniente proceder a la reducción de esos mismos límites.
Será responsabilidad del suministrador de hormigón la selección de los materiales componentes para la dosificación
que permitan cumplir los límites del máximo contenido admisible de cloruros indicado en el articulado.
A igualdad de comportamiento resistente y frente a durabilidad deben procurarse las dosificaciones y utilización de
materiales componentes que presenten una mayor contribución a la sostenibilidad.
Comentarios
Conviene tener presente que la resistencia a compresión no es, por sí sola, un índice suficiente de las demás cuali-
dades propias del hormigón. Por ello no basta con exigir un cierto valor de esta resistencia para tener garantizada
la existencia, en grado suficiente, de otras características que puedan interesar en el caso particular de que se trate.
Existen casos en los que convendrá exigir específicamente un mínimo relativo a una determinada cualidad del hormi-
gón: resistencia al desgaste en un pavimento, resistencia al hielo-deshielo en una obra de alta montaña, impermeabi-
lidad en un depósito de agua, etc. Sin embargo, no es posible dar en una Código indicaciones específicas a este res-
pecto. Por eso, en el articulado se remite al pliego de prescripciones técnicas particulares de cada obra, el cual deberá
precisar, en cada caso, el método de ensayo normalizado que debe emplearse para la comprobación de la cualidad
correspondiente, así como las cifras límite admisibles en los resultados.
Todas las cualidades exigidas al hormigón deben quedar claramente especificadas en el pliego de prescripciones
técnicas particulares, mediante los oportunos límites y criterios de aceptación. Cualquier amasada que no cumpla los
referidos criterios, se dirá que presenta una no conformidad.
Para que el cuadro de especificaciones contenidas en el pliego de prescripciones técnicas particulares sea completo,
es preciso asociar a cada condición o cualidad exigida un porcentaje de unidades de producto o amasadas defectuo-
sas que se está dispuesto a admitir, como máximo, en el total considerado. La fijación de tal porcentaje debe esta-
blecerse tras un meditado estudio de la cuestión, ponderando todas las circunstancias de la obra, especialmente su
repercusión en el costo, en la fiabilidad y en su seguridad.
En este Código se ha adoptado para la resistencia a compresión un valor característico inferior de modo que el por-
centaje de amasadas subnominales, con menor resistencia que la especificada, es del 5%. En el nivel actual de la
tecnología del hormigón, fracciones subnominales del 5% para la mayoría de las características de calidad y casos
son perfectamente aceptables.
Comentarios
La definición dada para la resistencia del hormigón a compresión no es más que un convenio que permite asociar, a
cada unidad de producto o amasada de hormigón, un valor relacionado con el concepto físico de resistencia del mate-
rial que, aún distinto de aquél, es lo suficientemente representativo para el fin práctico de este Código.
En la norma UNE-EN 12390-6 se especifican los medios y procedimientos a emplear para determinar la resistencia a
rotura por tracción indirecta f ci (ensayo brasileño) de probetas cilíndricas de hormigón. La determinación de la resis-
tencia a flexotracción f ct ,fl está normalizada en la norma UNE-EN 12390-5.
Comentarios
Los hormigones de nivelación o limpieza de excavaciones no se consideran de naturaleza estructural y, por lo tanto, no
están afectados por el valor de resistencia mínima establecido en el articulado. Se excluye explícitamente los hormi-
gones para armar con resistencia de proyecto inferior a 25 N/mm². En el caso particular de que el proyecto establezca
un nivel de control reducido para el hormigón (nivel de control que en el contexto de este Código debe considerarse
claramente residual), la resistencia de proyecto del hormigón deberá cumplir la anterior prescripción, si bien la resis-
tencia de cálculo f cd no deberá rebasar los 15 N/mm².
Salvo justificación específica en aplicaciones que así lo requieran, no se empleará las consis-
tencias seca y plástica. Además, no podrá emplearse la consistencia líquida, salvo que se consiga
mediante el empleo de aditivos superplastificantes.
En obras de edificación, para pilares, forjados y vigas se utilizará un hormigón de consistencia
fluida salvo justificación en contra. Esta prescripción se podría aplicar también a elementos de in-
geniería civil, en especial los que pudiesen estar densamente armados, como por ejemplo tableros
de puentes o estribos.
En todo caso, la consistencia del hormigón que se utilice será la especificada en el pliego de
prescripciones técnicas particulares, definiendo aquélla por su tipo o por el valor numérico de su
asentamiento en mm.
En el caso de hormigones autocompactantes se requiere determinar la autocompactabilidad a
través de métodos de ensayo específicos que permiten evaluar las prestaciones del material en
términos:
− de fluidez, mediante la determinación del escurrimiento, SF, según UNE-EN 12350-8,
− de viscosidad, mediante la determinación del tiempo t500 en ensayos de escurrimiento
según UNE-EN 12350-8 o mediante la determinación del tiempo tV en ensayos con em-
budo en V, según UNE-EN 12350-9,
− de capacidad de paso, determinada mediante el ensayo con caja en L, PL, según
UNE-EN 12350-10, o mediante el ensayo con el anillo japonés, PJ, según
UNE-EN 12350-12,
− de resistencia a la segregación, mediante la determinación del porcentaje de segrega-
ción, SR, según UNE-EN 12350-11.
La tabla 33.5.b muestra los rangos admisibles de los parámetros de autocompactabilidad que
deben cumplirse, en cualquier caso, según los diferentes métodos de ensayo. Estos requisitos
deberán cumplirse simultáneamente para todos los ensayos especificados. El autor del proyecto
o, en su caso, la dirección facultativa podrá definir un grado de autocompactabilidad más concreto
mediante las categorías definidas en el apartado 33.6, en función de las características de su obra.
Comentarios
A título informativo, la norma europea UNE-EN 206-1 establece tipos de consistencia del hormigón similares a los
recogidos en el articulado, tal como se recoge en la tabla 33.5.c.
Clase Asiento en mm
S1 10 a 40
S2 50 a 90
S3 100 a 150
S4 160 a 210
S5 ≥ 220
En el caso de hormigones vistos pueden ser convenientes hormigones con consistencia fluidas obtenidas mediante
el empleo de aditivos superplastificantes que favorezcan además su puesta en obra y su compactación. En el caso de
hormigones para bombeo, las consistencias con asentamientos inferiores a 100 mm pueden dificultar notablemente
dicha operación, por lo que se recomienda el empleo de consistencias fluidas, especialmente en el caso de hormigo-
nes fabricados con áridos de machaqueo.
El empleo de áridos procedentes de residuos de construcción y demolición puede afectar a la docilidad del hormigón,
lo que precisa de estudios previos para analizar su influencia.
T - R / C / TM / A
donde:
T Indicativo que será HM en el caso de hormigón en masa, HA en el caso de hormigón
armado, HP en el de pretensado.
R Resistencia característica especificada, en N/mm².
C Letra inicial del tipo de consistencia, tal y como se define en el apartado 33.5.
TM Tamaño máximo del árido en milímetros, definido en el apartado 30.3.
A Designación del ambiente, de acuerdo con 27.1.a.
La sigla T indicativa del tipo de hormigón será HRM o HRA para el caso de hormigones en masa
o armados, respectivamente, fabricados con árido reciclado.
En cuanto a la resistencia característica especificada, se recomienda utilizar la siguiente serie:
20, 25, 30, 35, 40, 45, 50, 55, 60, 70, 80, 90, 100
en la cual las cifras indican la resistencia característica especificada del hormigón a compresión
a 28 días, sobre probeta cilíndrica, expresada en N/mm².
La resistencia de 20 N/mm² se limita en su utilización a hormigones en masa. En el caso de
hormigones reciclados, la resistencia característica no será superior a 40 N/mm2.
El hormigón que se prescriba deberá ser tal que, además de la resistencia mecánica, asegure
el cumplimiento de los requisitos de durabilidad (contenido mínimo de cemento y relación agua/
cemento máxima) correspondientes al ambiente del elemento estructural, reseñados en la tabla
43.2.1.a.
En el caso de hormigón autocompactante, la tipificación es análoga a la de los hormigones de
compactación convencional según lo indicado anteriormente sin más que utilizar como indicativo
C de la consistencia las siglas AC, (como, por ejemplo, HA-35/AC/20/IIIa), de acuerdo con la
siguiente expresión:
T-R/AC/TM/A
Alternativamente, se podrá definir la autocompactabilidad mediante la combinación de las cla-
ses correspondientes al escurrimiento (AC-SF), viscosidad (AC-V), capacidad de paso (AC-P) y
resistencia a la segregación (AC-SR), de acuerdo con la siguiente expresión:
T-R/(AC-SF+AC-V+AC-P+AC-SR)/TM/A
donde AC-E, AC-V, AC-CP y AC-RS, representan las clases correspondientes de acuerdo con
las tablas 33.6.a, 33.6.b, 33.6.c y 33.6.d:
Comentarios
El formato de hormigones designados por propiedades, es el procedimiento considerado más general y recomendable
para la designación de hormigones preparados, especialmente en el ámbito de la edificación.
En general, se considera la clase de autocompactabilidad AC-SF1 como la más adecuada para la mayor parte de los
elementos estructurales que se construyen habitualmente. En particular ser recomienda su empleo en los siguientes
casos:
- Estructuras no muy fuertemente armadas.
- Estructuras en las que el llenado de los encofrados es sencillo, el hormigón puede pasar por huecos amplios y
los puntos de vertido del mismo no exige que se desplace horizontalmente largas distancias en el interior del
encofrado.
- Elementos estructurales en que la superficie no encofrada se separa ligeramente de la horizontal.
S = 127,389
donde:
S es el área de la sección, en mm2, con tres cifras significativas;
m es la masa de la probeta, en g;
l es la longitud de la probeta, en mm.
A los efectos de este Código, se considerará como límite elástico del acero para armaduras
pasivas, f y , el valor de la tensión que produce una deformación remanente del 0,2 por 100.
El proceso de fabricación del acero será una elección del fabricante.
Comentarios
Como indica el articulado, este Código permite utilizar barras, rollos o alambres, tanto corrugados como grafilados;
permite también utilizar alambres lisos para el uso que se indica. No se permite el uso de barras lisas.
En el texto del Código, siempre que se hable de barras, rollos o alambres se entenderá que son corrugados o grafilados.
De un modo general, se recomienda utilizar en obra el menor número posible de suministradores y de diámetros dis-
tintos, así como que estos diámetros se diferencien al máximo entre sí.
acero suministra-
≥ 5,0 ≥ 5,0 ≥ 7,5 ≥ 7,5
Alargamiento total bajo do en barra
ε
carga máxima, máx (%) acero suministra-
≥ 7,5 ≥ 7,5 ≥ 10,0 ≥ 10,0
do en rollo (3)
1,20 ≤ f s /f y ≤ 1,15 ≤ f s /f y
Relación f s /f y (2) ≥ 1,08 ≥ 1,08
1,35 ≤ 1,35 (4)
Las características mecánicas mínimas garantizadas por el suministrador serán conformes con
las prescripciones de la tabla 34.2.a. Además, las barras deberán tener aptitud al doblado simple,
manifestada por la ausencia de grietas apreciables a simple vista al efectuar el ensayo según UNE-
EN ISO 15630-1, empleando los mandriles de la tabla 34.2.b.
donde:
d Diámetro nominal de barra, en mm.
α Ángulo de doblado.
Alternativamente al ensayo de aptitud al doblado simple, se podrá realizar el ensayo de dobla-
do-desdoblado, según UNE-EN ISO 15630-1, para lo que deberán emplearse los mandriles especi-
ficados en la tabla 34.2.c.
donde:
d Diámetro nominal de barra, en mm.
α Ángulo de doblado.
β Ángulo de desdoblado.
Los aceros soldables deberán cumplir los requisitos de la tabla 34.2.d en relación con el ensa-
yo de fatiga según UNE-EN ISO 15630-1. Además, para los aceros soldables con características
especiales de ductilidad (B 400 SD y B 500 SD), de obligado uso en obras con solicitación sísmica,
no se deberá producir la rotura, parcial o total, ni la aparición de grietas transversales apreciables
a simple vista al efectuar el ensayo de carga cíclica (UNE 36065) conforme a los requisitos de la
tabla 34.2.e.
B 400 S B 500 S
Característica
B 400 SD B 500 SD
Número de ciclos que debe soportar la probeta sin romperse. ≥ 2 millones
Tensión máxima, σ máx= 0,6 f y nominal (N/mm )2 240 300
donde:
Deformaciones
Número de ciclos Frecuencia
Diámetro nominal Longitud libre máximas de trac-
completos simétri- a
(mm) entre mordazas ción y compresión
cos de histéresis f (Hz)
(%)
d ≤ 16 5d ±4
16 < d ≤ 25 10 d ± 2,5 3 1≤ f ≤ 3
d ≥ 25 15 d ± 1,5
donde:
d Diámetro nominal de barra, en mm.
Las características de adherencia de las barras de acero podrán comprobarse, sobre barra recta
o barra enderezada procedente de rollo, mediante el método general (ensayo de la viga) del Anejo C
de la norma UNE-EN 10080 o el de la norma UNE 36740 o, alternativamente, mediante la geometría
de corrugas o grafilas conforme a lo establecido en la norma UNE-EN ISO 15630-1. En el caso de
que la comprobación se efectúe mediante el ensayo de la viga, deberán cumplirse simultáneamen-
te las siguientes condiciones:
− Diámetros inferiores a 8 mm:
τ bm ≥ 6,88
τ bu ≥ 11,22
− Diámetros de 8 mm a 32 mm, ambos inclusive:
τ bm ≥ 7,84-0,12 φ
τ bu ≥ 12,74-0,19 φ
− Diámetros superiores a 32 mm:
τ bm ≥ 4,00
τ bu ≥ 6,66
donde τ bm y τ bu se expresan en N/mm² y � en mm.
En el caso de comprobarse las características de adherencia mediante el ensayo de la viga, los
aceros serán objeto de un certificado de características. Los ensayos de la viga para esta certifi-
cación deben ser efectuados por un laboratorio oficial o acreditado conforme a la norma UNE-EN
ISO/IEC 17025 para el referido ensayo. En el certificado de ensayos, que debe ser emitido por
el laboratorio que ha realizado los ensayos, se consignarán obligatoriamente, las características
geométricas, determinadas por el laboratorio para todos los diámetros de cada serie a partir de los
resultados de los ensayos, de los aceros para los que se certifica el cumplimiento de los requisitos
de adherencia establecidos en este apartado. El certificado de adherencia debe incluir la informa-
ción indicada en el Anejo 4, apartado 1.1.7.
Alternativamente, en el caso de comprobarse la adherencia mediante la geometría de corrugas
o grafilas, el área proyectada de las corrugas (f R ) o, en su caso, de las grafilas (f P ) determinadas
según UNE-EN ISO 15630-1, deberá cumplir las condiciones de la tabla 34.2.f.
NOTA: No es preciso el cumplimiento de los valores de esta tabla, cuando el ensayo de la viga garantice las tensiones
de adherencia.
La composición química, en porcentaje en masa, del acero deberá cumplir los límites estableci-
dos en la tabla 34.2.g, por razones de soldabilidad y durabilidad.
Comentarios
Cuando este artículo hace referencia al acero suministrado en forma de barra recta, incluye también el acero endere-
zado por el propio fabricante siderúrgico y suministrado como barra enderezada para su posterior transformación en
la ferralla.
Se recomienda que el fabricante garantice un diagrama tensión-deformación del acero, hasta la deformación 10 por
1.000, basado en una amplia experimentación.
Los diámetros de los mandriles del ensayo de doblado-desdoblado de la tabla 34.2.b, se considerarán como máximos,
pudiendo utilizarse por decisión propia del fabricante, del constructor o del fabricante de armaduras elaboradas, man-
driles inferiores a los especificados en cada caso, siempre y cuando los resultados del ensayo sean satisfactorios. En
caso de resultado negativo, habría que repetir y referir el ensayo al mandril indicado en la tabla.
La norma UNE-EN ISO 15630-1 indica varias fórmulas simplificadas para la obtención de f R o f P , debiendo reflejarse en
todo caso la fórmula empleada en el informe de ensayo.
La tabla 34.2.g recoge los límites establecidos en UNE-EN 10080, UNE 36065 y UNE 36068.A los efectos de interpretar
la nota (2) de la tabla 34.2.g, puede admitirse un contenido de nitrógeno no superior a 0,014%, cuando por cada 0,001%
de nitrógeno que se incremente respecto a la especificación de la citada tabla, se reduzca en 0,005% la especificación
de la misma en relación con el contenido máximo de fósforo admitido.
f si ⎛ f ⎞
≥ 1,05 − 0,1⎜ y: − 1⎟
f yi ⎝ f yk ⎠
donde:
Tipo C S P N Si Mn Cr Ni Mo Cu
1.4003 0,03 0,015 0,040 0,03 1,00 1,5 10,5/12,5 0,3/1,0 ----- -----
1.4301 0,07 0,015 0,045 0,10 1,00 2,00 17,5/19,5 8,0/10,5 ----- -----
1.4482 0,03 0,030 0,035 0,05/0,20 1,00 4,0/6,0 19,5/21,5 1,5/3,5 0,10/0,6 1,0
1.4362 0,03 0,015 0,035 0,05/0,20 1,00 2,00 22,0/24,5 3,5/5,5 0,10/0,60 0,10/0,60
1.4462 0,03 0,015 0,035 0,10/0,22 1,00 2,00 21,0/23,0 4,5/6,5 2,5/3,5 -----
Los productos de acero inoxidable deberán cumplir con todos los requisitos especificados en
los apartados 34.2 para barras y rollos y 34.3 para alambres, excepto en lo relativo a su composi-
ción química.
Tabla 35.1 Tipos de aceros y armaduras normalizadas a emplear para las armaduras pasivas
Alargamiento total
bajo carga máxima, - ≥ 5,0 ≥ 5,0 ≥ 7,5 ≥ 7,5
εmáx (%)(**)
B 400 S B 500 S
Tipo de acero - B 400 SD B 500 SD
B 400 SD (*) B 500 SD (*)
Tipo de malla elec-
ME 400 S ME 500 S
trosoldada, en su ME 500 T ME 400 SD ME 500 SD
ME 400 SD ME 400 SD
caso, según 35.2.1
Tipo de armadura
básicas electrosol-
AB 400 S AB 500 S
dada en celosía, AB 500 T AB 400 SD AB 500 SD
AB 400 SD AB 500 SD
en su caso, según
35.2.2
(*) En el caso de ferralla armada AP 400 SD o AP 500 SD elaborada a partir de acero soldable con características es-
peciales de ductilidad, el margen de transformación del acero producido en la instalación de ferralla, conforme al
apartado 49.3.2, se referirá a las especificaciones establecidas para dicho acero en la tabla 34.2.a.
(**) Considerando lo expuesto en el apartado 34.2 para aceros suministrados en rollo, pueden aceptarse valores de ɛ máx
que sean inferiores en un 0,5%.
Tipos de mallas
ME 500 SD ME 400 SD ME 500 S ME 400 S ME 500 T
electrosoldadas
B 500 SD, B 400 SD, B 500 S, B 400 S, B 500 T,
Tipo de acero
según 34.2 según 34.2 según 34.2 según 34.2 según 34.2
Separación
Diámetro *Secciones Masa nominal
entre barras Nº barras
(mm) (cm2/m) u1 u2 u3 u4 del panel
(mm)
(mm) (mm) (mm) (mm)
PL PC dL dC AL AC NL NC Kg/ panel Kg/m2
150 150 6,0 6,0 1,89 1,89 12 38 300 150 400 150 34,54 2,617
200 200 6,0 6,0 1,42 1,42 9 28 400 200 400 200 25,66 1,944
150 150 8,0 8,0 3,35 3,35 12 37 450 150 400 150 60,59 4,590
200 200 8,0 8,0 2,52 2,52 9 28 400 200 400 200 45,66 3,459
150 150 10,0 10,0 5,23 5,23 11 36 600 150 550 150 89,59 6,787
200 200 10,0 10,0 3,93 3,93 8 27 600 200 600 200 66,27 5,020
150 150 12,0 12,0 7,53 7,53 10 36 600 150 700 150 123,61 9,364
200 200 12,0 12,0 5,65 5,65 8 27 600 200 600 200 95,37 7,225
200 200 16,0 16,0 10,05 10,05 7 26 800 200 800 200 156,74 11,874
* Secciones teóricas por metro lineal correspondientes a la separación nominal entre barras (PL; PC).
NOTA 1: Medidas estándar de los paneles 6000 mm x 2200 mm.
Separación
Diámetro *Secciones Masa nominal
entre barras Nº barras
(mm) (cm2/m) u1 u2 u3 u4 PA del panel
(mm)
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
PL PC dL dC AL AC NL NC Kg/ panel Kg/m2
150 150 6,0 6,0 1,89 1,89 12 40 75 75 125 125 300 35,52 2,691
200 200 6,0 6,0 1,42 1,42 9 30 100 100 100 100 400 26,64 2,018
150 150 8,0 8,0 3,35 3,35 11 40 75 75 200 200 300 60,83 4,608
200 200 8,0 8,0 2,52 2,52 8 30 100 100 200 200 400 45,03 3,411
150 150 10,0 10,0 5,23 5,23 11 40 75 75 200 200 300 95,02 7,198
Separación
Diámetro *Secciones Masa nominal
entre barras Nº barras
(mm) (cm2/m) u1 u2 u3 u4 PA del panel
(mm)
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
PL PC dL dC AL AC NL NC Kg/ panel Kg/m2
200 200 10,0 10,0 3,93 3,93 8 30 100 100 200 200 400 70,34 5,329
150 150 12,0 12,0 7,53 7,53 9 40 75 75 350 350 300 126,10 9,553
200 200 12,0 12,0 5,65 5,65 7 30 100 100 300 300 400 95,90 7,265
200 200 16,0 16,0 10,05 10,05 7 30 100 100 300 300 400 170,64 12,927
* Secciones teóricas por metro lineal correspondientes a la separación nominal entre barras (PL; PC).
NOTA 1: Medidas estándar de los paneles 6000 mm x 2200 mm.
Separación
Diámetro *Secciones Masa nominal
entre barras Nº barras
(mm) (cm2/m) u1 u2 u3 u4 PA del panel
(mm)
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
PL PC dL dC AL AC NL NC Kg/ panel Kg/m2
150 150 5,0 5,0 1,31 1,31 12 40 75 75 125 125 300 24,64 1,867
200 200 5,0 5,0 0,98 0,98 9 30 100 100 100 100 400 18,48 1,400
150 150 6,0 6,0 1,89 1,89 12 40 75 75 125 125 300 35,52 2,691
200 200 6,0 6,0 1,42 1,42 9 30 100 100 100 100 400 26,64 2,018
150 150 8,0 8,0 3,35 3,35 11 40 75 75 200 200 300 60,83 4,608
200 200 8,0 8,0 2,52 2,52 8 30 100 100 200 200 400 45,03 3,411
150 150 10,0 10,0 5,23 5,23 11 40 75 75 200 200 300 95,02 7,198
200 200 10,0 10,0 3,93 3,93 8 30 100 100 200 200 400 70,34 5,329
150 150 12,0 12,0 7,53 7,53 9 40 75 75 350 350 300 126,10 9,553
200 200 12,0 12,0 5,65 5,65 7 30 100 100 300 300 400 95,90 7,265
200 200 16,0 16,0 10,05 10,05 7 30 100 100 300 300 400 170,64 12,927
200 300 5,0 5,0 0,98 0,65 9 20 150 150 100 100 400 15,09 1,143
150 300 5,0 5,0 1,31 0,65 12 20 150 150 125 125 300 17,86 1,353
150 300 6,0 6,0 1,89 0,94 12 20 150 150 125 125 300 25,75 1,951
150 300 8,0 8,0 3,35 1,68 11 20 150 150 200 200 300 43,45 3,292
* Secciones teóricas por metro lineal correspondientes a la separación nominal entre barras (PL; PC).
NOTA 1: Medidas estándar de los paneles 6000 mm x 2200 mm.
donde:
d Diámetro nominal de barra, en mm.
d ≤ 16 5d ±4
d = 20 10 d ± 2,5 3 1≤ f ≤ 3
d ≥ 25 15 d ±1,5
donde:
d Diámetro nominal de barra, en mm.
Comentarios
El diseño de las mallas debe permitir la ejecución de los solapos de éstas de acuerdo con lo establecido en los
apartados 49.5.1.4 y 49.5.2.4, de manera que se evite la sobreabundancia de acero en las zonas de solapo y
permita el cumplimiento del solapo de las mallas; a tal fin, el solapo debería realizarse de forma que en las zonas
de ahorro siempre se mantenga la cuadrícula, especialmente en las situaciones más desfavorables de todas las
variables que intervienen en el cálculo del mismo (ver figura).
MALLAS SOLAPADAS
XXXXX XXXXX
XXXXX XXXXX
2 3
MALLAS ACOPLADAS
XXXXX XXXXX
XXXXX XXXXX
2 3
Ejemplo de designación de malla electrosoldada estándar de acero, formada por barras corrugadas B500S,
separación entre los ejes de las barras, tanto longitudinales como transversales, igual a 20 cm; diámetros nomi-
nales de las barras longitudinales y transversales de 8 mm, con zona de ahorro. Dimensiones del panel: longitud
6 m y anchura 2,20 m.
Ejemplo de designación de malla electrosoldada especial de acero con características especiales de ductilidad,
formada por barras corrugadas B500SD, de 8 mm de diámetro a 120 mm de separación entre ejes principales
en el sentido longitudinal y por barras de 8 mm a 210 mm de separación entre ejes en el sentido transversal.
Con sobrelargo longitudinal de 60 mm y transversal de 80 mm. Dimensiones del panel: longitud 6 m y anchura
2,20 m.
ME ESPECIAL 120×210 φz 8-8 6000×2200 60/60-80/80 B500SD UNE-EN 10080 «Proyecto/Obra–Ref. Plano
n°XX»
Tipo de acero de los cordones B500SD, B400SD, B500S, B400S, B500T, se-
longitudinales según 34.2 según 34.2 según 34.2 según 34.2 gún 34.3
Comentarios
La designación conforme a la norma UNE-EN 10080 de las armaduras básicas electrosoldadas puede realizarse
de la siguiente forma:
a. forma del producto (armadura básica o su forma abreviada AB);
b. referencia a la norma europea UNE-EN 10080;
c. dimensiones nominales del producto:
c.1. altura y anchura de la armadura, expresadas en milímetros y separadas por el signo x,
c.2. paso de la celosía, precedido del signo /,
c.3. diámetros del cordón longitudinal, de la diagonal y de los cordones inferiores, separados por el
signo x,
c.4. longitud de la armadura básica;
d. designaciones de los tipos de acero del cordón superior, de las diagonales y de los cordones inferiores,
respectivamente y separados por guiones;
Así, por ejemplo, una armadura básica electrosoldada en celosía de 12 m de longitud, 90 mm de anchura y
170 mm de altura, constituida por alambres corrugados B500T, con cordones superior e inferiores de 6 mm de
diámetro y una diagonal 5 mm de diámetro y 200 mm de paso, se designará como:
35.3 Ferralla
En el ámbito de este Código, se define como:
− ferralla elaborada, cada una de las formas o disposiciones de elementos que resultan de
aplicar, en su caso, los procesos de enderezado, de corte y de doblado a partir de acero
conforme con el apartado 34.2 o, en su caso, a partir de mallas electrosoldadas confor-
mes con el apartado 35.2.1.
− ferralla armada, el resultado de aplicar a las ferrallas elaboradas los correspondientes
procesos de armado, bien mediante atado por alambre o mediante soldadura no resis-
tente.
Las especificaciones relativas a los procesos de elaboración, armado y montaje de las armadu-
ras pasivas se recogen en el Artículo 49 de este Código.
Comentarios
Este Código entiende como “ferralla”, el conjunto de los procesos de transformación de productos de acero, mediante
enderezado, corte, doblado o armado, según el caso. Además, define como “ferralla armada” el resultado de dichos
procesos una vez finalizado el armado, por atado con alambre o mediante soldadura no resistente.
Asimismo, se entiende por “armado” la operación de montaje de la armadura pasiva proporcionándole su disposición
geométrica definitiva, en su caso, a partir de las armaduras elaboradas.
Se entiende por “montaje” la operación de colocación de la ferralla armada en el encofrado, configurando la armadura
pasiva definitiva antes de hormigonar, para lo que deberá prestarse especial atención a la disposición de separadores
y cumplimiento de las exigencias de recubrimientos del proyecto, así como lo establecido al efecto en el Artículo 49
de este Código.
Algunos de los procesos de ferralla como el enderezado, o en algunos casos la soldadura, provocan una modificación
de las características mecánicas del acero como, por ejemplo, sobre la deformación bajo carga máxima.
Los cordones pueden ser lisos o grafilados. Los cordones lisos se fabrican con alambres lisos.
Los cordones grafilados se fabrican con alambres grafilados. En este último caso, el alambre cen-
tral puede ser liso. Los alambres grafilados proporcionan mayor adherencia con el hormigón. En la
tabla 36.1.b se indican las dimensiones nominales de las grafilas de los alambres para cordones
según la norma UNE 36094.
Se denomina “tendón” al conjunto de las armaduras paralelas de pretensado que, alojadas den-
tro de un mismo conducto, se consideran en los cálculos como una sola armadura. En el caso de
armaduras pretesas, recibe el nombre de tendón, cada una de las armaduras individuales.
El producto de acero para armaduras activas deberá estar libre de defectos superficiales produ-
cidos en cualquier etapa de su fabricación que impidan su adecuada utilización. Salvo una ligera
capa de óxido superficial no adherente, no son admisibles alambres o cordones oxidados.
Tabla 36.1.b Dimensiones nominales de las grafilas de los alambres para cordones
ca 45º
Comentarios
El tendón también recibe el nombre de unidad de tensión. Además de los materiales y elementos citados en el arti-
culado, que son los normales, existen otros (por ejemplo, plástico reforzado con fibras) que pueden utilizarse para
constituir las armaduras activas, cuyo empleo deberá, en su caso, justificarse convenientemente, de acuerdo con lo
previsto en el Capítulo 1.
d. Módulo de elasticidad (E p ).
g. Relajación.
h. Resistencia a la fatiga.
Tipo de armadura Tiempo de rotura mínimo (horas) Tiempo de rotura medio (horas)
Alambres 1,5 4
Cordones 1,5 4
Barras de pretensado
60 250
Diámetro 16 a 25 mm
Barras de pretensado
100 400
Diámetro superior a 25 mm
NOTA 1: Estos valores corresponden a una carga de ensayo del 80% de la carga media de rotura.
Como ensayo complementario, en caso de requerirlo el autor del proyecto, respecto a la co-
rrosión bajo tensión, la medida de tensiones residuales longitudinales, realizada con arreglo a la
norma UNE-EN 15305, confirma una resistencia adecuada a la corrosión bajo tensión, si la suma
del valor medio y de 0,84 veces la desviación típica, de una serie de 12 o más medidas de dichas
tensiones, no supera los 100 N/mm2 de tracción.
Comentarios
Se recomienda que el contenido porcentual de cada uno de los elementos químicos constituyentes de los aceros
utilizados en las armaduras activas quede comprendido entre los valores indicados en la tabla 36.2.b con el fin de
conseguir que resulten aceptables sus características mecánicas. En todo caso, en el momento de efectuar el pedido,
el fabricante suministrador y el cliente pueden acordar la adición de elementos microaleados, en caso de no haber re-
ferencia a ello explícita entre ambos, el primero podrá adicionar los elementos microaleantes necesarios para alcanzar
las características del producto y comunicarlo al segundo.
Se utiliza como más propia la nomenclatura de “carga unitaria” en vez de “tensión” para tener en cuenta que los valores
que se registran en el gráfico están referidos a la sección inicial (carga unitaria) y no a la real (tensión).
El límite elástico f p0,2 se define, en los aceros para armaduras activas, como la carga unitaria correspondiente a una
deformación remanente ε p0,2 de acuerdo con lo que indique, en su caso, la correspondiente norma europea armoni-
zada. Hasta que se disponga de dicha norma, se tomará ε p0,2 = 0,2% (figura 36.2). Analogamente el f p 0,1 corresponde
una deformación remanente ε p0,1 = 0,1%.
Ai − Au
h= x100
Ai
El fabricante puede suministrar a título informativo valores de la relajación correspondiente a una tensión inicial de 60,
70 y 80 por 100 de la carga unitaria máxima garantizada o de la real. Ésta se determina sobre una muestra adyacente
a la sometida al ensayo de relajación. A falta de información del fabricante, los valores antes mencionados, pueden
tomarse de la tabla 36.2.c.
60% 1,5
Para las estructuras que deban soportar solicitaciones dinámicas o de fatiga, cuyas armaduras vayan ancladas por
adherencia, es preciso conocer las longitudes de anclaje y las características de la transmisión de esfuerzos entre la
armadura y el hormigón, mediante ensayos especiales dinámicos y estáticos.
Habida cuenta de los diferentes medios agresivos que pueden producir el fenómeno de corrosión, si bien se prescri-
be en todos los casos el ensayo de tiocianato amónico, se recomienda, cuando se trate de un medio especialmente
agresivo, la utilización adicional de procedimientos específicos de ensayo, que representen mejor. El comportamiento
del acero frente a determinados medios agresivos (sulfuros, cloruros y nitratos) o indicativos de su susceptibilidad a la
fragilización por hidrógeno, de acuerdo con UNE-EN ISO 15630-3.
Uno de los factores determinantes de la susceptibilidad a la corrosión bajo tensión de los aceros para armaduras ac-
tivas son las tensiones residuales. Los campos de tensiones residuales deben cuantificarse estadísticamente porque
no son uniformes y la corrosión bajo tensión es un fenómeno local que se produce donde los factores de influencia
son más propicios.
Las tensiones residuales creadas durante el trefilado influyen en la forma de la curva tensión-deformación (en parti-
cular en la relación f p0,1 /f p , en la relajación y en la corrosión bajo tensión. El valor medio de las tensiones residuales a
tracción se puede determinar por difracción por rayos X.
Cuando se trate de estructuras especiales que puedan estar sometidas a temperaturas distintas a las normales será
preciso conocer cómo varían con la temperatura las características mecánicas adoptadas en el proyecto. La elevación
de la temperatura provocará generalmente un aumento de la relajación. La disminución de la temperatura, provoca
generalmente una pérdida de la ductilidad.
fp fp
CARGA UNITRIA
CARGA UNITRIA
fy fp 0,2
εu ALARGAMIENTO % 0,2
ALARGAMIENTO %
εu
εrotura
εrotura
Figura 36.2 Carga unitaria vs alargamiento para aceros con y sin escalón de cedencia
− El límite elástico f p0,2 estará comprendido entre el 0,85 y el 0,95 de la carga unitaria máxi-
ma f p . Esta relación deberán cumplirla no sólo los valores mínimos garantizados, sino
también los correspondientes a cada uno de los alambres ensayados.
− El alargamiento bajo carga máxima medido sobre una base de longitud igual o superior
a 200 mm no será inferior al 3,5 por 100. Para los alambres destinados a la fabricación
de tubos, dicho alargamiento será igual o superior al 5 por 100.
− La estricción a la rotura será igual o superior al 25 por 100 en alambres lisos y visible a
simple vista en el caso de alambres grafilados.
− El módulo de elasticidad tendrá el valor garantizado por el fabricante con una tolerancia
de ±7 por 100.
En los alambres de diámetro igual o superior a 5 mm o de sección equivalente, la pérdida
de resistencia a la tracción después de un doblado-desdoblado, realizado según la norma
UNE-EN ISO 15630-3 no será superior al 5 por 100.
El número mínimo de doblados-desdoblados que soportará el alambre en la prueba de doblado
alternativo realizada según la norma UNE-EN ISO 15630-3 no será inferior a lo indicado en la tabla
36.3.b.
Los valores del diámetro nominal, en milímetros, de los alambres se ajustarán a la serie siguiente:
3 - 4 - 5 - 6 - 7 - 7,5 - 8 - 9,4 - 10
Las características geométricas y ponderales de los alambres de pretensado, así como las tole-
rancias correspondientes, se ajustarán a lo especificado en la norma UNE 36094.
Comentarios
Las características mecánicas de los alambres se consiguen, en general, mediante un tratamiento térmico de patenta-
do, seguido de un trefilado y de un proceso de estabilizado.
Cuando, en igualdad de circunstancias, se pueda elegir entre varios diámetros, se recomienda utilizar el mayor de ellos
con el fin de disminuir la importancia de los posibles defectos superficiales. En todo caso, dadas las especiales carac-
terísticas de los alambres de pequeño diámetro, se recomienda, siempre que sea posible, que cuando las armaduras
activas a emplear sean alambres aislados (es decir, no formando parte de cordones), se utilicen diámetros iguales o
superiores a 4 mm.
En el caso de que la utilización del alambre tenga unas exigencias de enderezado muy severas, como ocurre en al-
gunos tipos de traviesas de ferrocarril (diámetros entre 7 y 10 mm), se podrá acordar con en cliente el suministro de
alambres de alta relajación, en cuyo caso se aplicarán los límites de relajación a 1.000 h de la tabla 36.3.c empleando
una carga inicial igual al 60%, 70% u 80% de la carga de rotura real, medida en probeta contigua:
Al 60% 4,5%
Al 70% 8,0%
Al 80% 12%
Comentarios
Las barras que normalmente se utilizan como armaduras de pretensado son de acero de dureza natural. En ellas, si
la carga unitaria de tesado no excede del 75 por 100 del valor correspondiente a su límite elástico, la relajación puede
considerarse prácticamente nula.
− El límite elástico f p0,2 estará comprendido entre el 0,88 y el 0,95 de la carga unitaria máxi-
ma f p . Esta limitación deberán cumplirla no sólo los valores mínimos garantizados, sino
también cada uno de los elementos ensayados.
− El alargamiento bajo carga máxima, medido sobre una base de longitud igual o superior
a 500 mm, no será inferior al 3,5 por 100.
− La estricción a la rotura será visible a simple vista.
− El módulo de elasticidad tendrá el valor garantizado por el fabricante, con una tolerancia
de ± 7 por 100.
El valor del coeficiente de desviación D en el ensayo de tracción desviada, según UNE-EN ISO
15630-3, no será superior a 28, para los cordones con diámetro nominal igual o superior a 13 mm.
Las características geométricas y ponderales, así como las correspondientes tolerancias, de los
cordones se ajustarán a lo especificado en la norma UNE 36094.
Los alambres utilizados en los cordones soportarán el número de doblados y desdoblados indi-
cados en el apartado 36.3.
Comentarios
Cuando, en igualdad de circunstancias, se pueda elegir entre varios cordones de distinto diámetro de alambre, se
recomienda utilizar el formado por los de mayor diámetro con el fin de disminuir la influencia de los posibles defectos
superficiales.
El ensayo de tracción desviada consiste en someter una determinada longitud del cordón, desviada en su centro me-
diante un mandril, a una tracción creciente hasta producir la rotura de al menos uno de los alambres del cordón. Su
objeto es determinar el comportamiento del cordón de pretensado bajo tensión multiaxial. A esta tensión suelen verse
sometidos, en la práctica, los cordones de trazado no recto o desviados en el anclaje.
Comentarios
Los aparatos que se utilizan para realizar el tesado de las armaduras postesas suelen ser gatos hidráulicos. Los
aparatos de medida deben ser adecuados para medir las presiones de trabajo de los gatos utilizados. En el caso de
emplearse manómetros, resultan especialmente recomendables los de precisión, con dispositivos de seguridad contra
el golpe de ariete.
La máxima garantía en la medida del esfuerzo de pretensado se obtiene con el empleo de dinamómetros intercala-
dos entre el pistón y la armadura que se tesa. En la práctica se suelen utilizar dinamómetros digitales o manómetros
conectados al circuito hidráulico de los gatos de tesado. Se recomienda la doble medición para asegurar el correcto
calibrado de los equipos. Para el tesado de las armaduras en bancos de prefabricación se utilizan, además de los gatos
hidráulicos, otros dispositivos debidamente experimentados.
Los anclajes deben ser capaces de retener eficazmente los tendones, resistir su carga
unitaria de rotura y transmitir al hormigón una carga al menos igual a la máxima que el
correspondiente tendón pueda proporcionar. Para ello deberán cumplir las siguientes con-
diciones:
a. El coeficiente de eficacia de un tendón anclado será al menos igual a 0,95, tanto en
el caso de tendones adherentes como no adherentes. Además de la eficacia se ve-
Comentarios
Los anclajes por adherencia se calculan suponiendo que no haya deslizamiento del tendón.
Para disminuir la longitud de anclaje resultante del cálculo, los tendones se terminan en espiral o gancho, o se
ondulan sus extremos con objeto de aumentar la adherencia con el hormigón.
La utilización de anclajes pasivos inaccesibles por hormigonado, en tendones largos, debe estudiarse cuida-
dosamente ya que, al no poder sustituir estos tendones, pueden presentarse durante la ejecución de la obra
algunos inconvenientes tales como los producidos por la rotura de un alambre o rozamientos superiores a los
previstos, que tienen difícil solución.
La carga de rotura de tracción de un tendón suele ser, en general, superior a la que es capaz de soportar el
conjunto tendón-anclaje.
El coeficiente de eficacia de un tendón anclado es la relación entre la carga de rotura del tendón con su anclaje y
el valor medio de la carga máxima que es capaz de resistir el tendón sólo en el ensayo normalizado de tracción
de los aceros.
Los elementos de empalme de las armaduras activas deberán cumplir las mismas con-
diciones exigidas a los anclajes en cuanto a resistencia y eficacia de retención.
Comentarios
Entre los diversos tipos de empalme utilizables, pueden citarse, como ejemplo, los constituidos por manguitos
roscados (especialmente indicados en el caso de barras), manguitos de cuñas, grapas, alambres enrollados
bajo tensión, etc.
Debido al modo constructivo, los empalmes pueden estar sujetos a movimientos durante las sucesivas fases
de tesado. El sistema de empalme deberá permitir estos movimientos. Se detallarán los dispositivos que per-
mitan el guiado del empalme durante el proceso de tesado, justificando su funcionamiento mediante ensayos
o referencias previas.
Estructuralmente, las zonas de solape de anclajes deberán considerarse como zonas de empalme. Pueden ser
una solución adecuada cuando los tiempos de ejecución entre las distintas fases son importantes o en losas
de poco espesor donde alojar un empalme puede comprometer los recubrimientos requeridos por la presente
Código.
37.3.1 Vainas
Comentarios
Para conseguir la necesaria estanquidad en los empalmes de las vainas metálicas, se recomienda recibirlos
con cinta adhesiva o cualquier otro procedimiento análogo. En los puntos difíciles del trazado de las vainas o
en su unión con los anclajes, podrá recurrirse al empleo de sellantes especiales que garanticen la estanquidad
requerida.
En general, se consigue una correcta inyección cuando el diámetro interior de la vaina supera al del tendón que
en ella se aloja en al menos 5 a 10 mm; por otra parte, conviene que la relación entre la sección de la vaina y
la de la armadura sea del orden de 1,5 a 2. En el caso de vainas no circulares (por ejemplo, de sección oval),
la dimensión interior de la vaina deberá, en cada una de las direcciones, superar a la del tendón alojado en al
menos 5 a 10 mm.
Son las más frecuentemente utilizadas en pretensado interior para soportar presio-
nes normales, para trazados con radios de curvatura superiores a 100 veces su diá-
metro interior. En elementos estructurales de pequeño espesor (losas o forjados pre-
tensados) este tipo de vainas se pueden utilizar con sección ovalada para adaptarse
mejor al espacio disponible.
− Vainas de fleje corrugado de plástico. Las características morfológicas son similares
a las anteriores, con espesores mínimos de 1 mm. Las piezas y accesorios de mate-
rial plástico deberán estar libres de cloruros (véase el apartado 43.3.1).
En el caso de pretensado interior, cuando se desea conseguir un aislamiento eléctrico
para los tendones, bajo presiones y con radios de curvatura similares a las de fleje metálico,
pueden emplearse:
− Tubos metálicos rígidos. Con un espesor mínimo de 2 mm, presentan características
resistentes muy superiores a las vainas constituidas por fleje enrollado helicoidal y
se utilizan tanto en pretensado interior como exterior. Debe tenerse en cuenta, en pre-
tensado interior, la escasa adherencia del tubo liso con el hormigón y con la lechada.
Admiten, por sí solas, presiones interiores superiores a 1 bar, en función de su espe-
sor y por lo tanto son recomendadas para conseguir estanquidad total en estructu-
ras con alturas de inyección considerables. También son apropiadas para trazados
con radios de curvatura inferiores a 100 Φ (Φ = diámetro interior del tubo). Son do-
blados con medios mecánicos apropiados, pudiendo llegarse hasta radios mínimos
en el entorno de 20 Φ siempre que se cumpla:
a. La tensión en el tendón en la zona curva no excede el 70% de la de rotura.
b. La suma del desvío angular a lo largo del tendón no excede de 3π/2 radianes,
o se considera la zona de desvío (radio mínimo) como punto de anclaje pasivo,
realizándose el tesado desde ambos extremos.
− Tubos de polietileno de alta densidad. Deben tener el espesor necesario para resistir
una presión nominal interior de 0,63 N/mm2 en tubos de baja presión, en PE80, y de
1 N/mm2 para tubos de alta presión en PE80 o PE100.
Se suelen utilizar para la protección de los tendones en pretensado exterior.
− Tubos de goma hinchables. Deben tener la resistencia adecuada a su función y se
recuperan una vez endurecido el hormigón. Para extraerlos, se desinflan y se sacan
de la pieza o estructura tirando por un extremo. Pueden utilizarse incluso para ele-
mentos de gran longitud con tendones de trazado recto, poligonal o curvo
Salvo demostración contraria, no se recomienda este tipo de dispositivo como vaina
de protección, ya que desaparece la función pantalla contra la corrosión. Está reco-
mendada en elementos prefabricados con juntas conjugadas, estando en este caso
el tubo de goma insertado dentro de las propias vainas de fleje metálico, durante el
hormigonado, con el fin de garantizar la continuidad del trazado del tendón en las
juntas, evitando puntos de inflexión o pequeños desplazamientos.
Comentarios
Las vainas de tipo metálico son susceptibles de corrosión por lo que es conveniente protegerlas con algún
tratamiento superficial como el galvanizado, en caso de almacenamiento prolongado. También es frecuente
lubricar el interior para mejorar los coeficientes de rozamiento. En la elección de estos productos lubricantes se
deben evitar los que facilitan la corrosión por par electroquímico o los que favorecen la corrosión bajo tensión
de la armadura.
El tipo de protección o tratamiento interior de la vaina, el nivel de corrosión interior admitido y la deformabilidad
durante la manipulación y durante el hormigonado son factores que, generalmente, pueden afectar a los coefi-
cientes de rozamiento y, por lo tanto, deben ser controlados.
37.3.3 Accesorios
Comentarios
Las aberturas dispuestas a lo largo del trazado de las vainas (boquillas y tubos de purga) deben permitir la eva-
cuación del agua que haya podido quedar en éstas, en los casos en que haya sido preciso lavado previo, antes
de enfilar las armaduras o proceder a la inyección.
Tanto los separadores como las trompetas de empalme de las vainas con los anclajes, pueden ser de tipos muy
distintos. En general, cada sistema de pretensado tiene adoptado un modelo característico.
37.4.1 Generalidades
Los productos de inyección pueden ser adherentes o no, debiendo cumplir, en cada caso,
las condiciones que se indican en los apartados 37.4.2 y 37.4.3.
Los productos de inyección estarán exentos de sustancias tales como cloruros, sulfuros,
sulfitos, nitratos, etc., que supongan un peligro para las armaduras, el propio material de
inyección o el hormigón de la pieza.
Comentarios
Las armaduras activas son especialmente sensibles a cualquier sustancia que provoque o favorezca la corro-
sión, no sólo por su mayor superficie específica con relación a las pasivas, sino también, y en mayor medida, por
el estado de tensión elevada a que se encuentran sometidas una vez tesadas.
Comentarios
Se recomienda que la comprobación de que los productos de inyección adherentes no afectan negativamente a
la pasividad del acero se realice mediante el ensayo contemplado en UNE-EN 480-14.
Comentarios
Los requisitos establecidos en el articulado para los productos de inyección se corresponden con lo establecido
para lechadas en la norma UNE-EN 447.
El relleno de los conductos con una inyección adherente tiene como fin proteger las armaduras activas y propor-
cionar la adherencia adecuada entre éstas y el hormigón de la pieza.
El uso de lechadas y morteros con cementos distintos del cemento Portland CEM I se realizará de acuerdo con
lo indicado en el Documento de Evaluación Europeo, EAD 160027-00-301.
El uso de morteros como sistema de protección no se recomienda salvo en casos debidamente justificados y
para proteger las cabezas de anclaje tras el relleno completo del conducto. La granulometría del mortero debe
ser prácticamente continua, ya que las discontinuidades favorecen la separación del árido y la lechada, durante
la inyección, dando lugar a nidos de arena que dificultan el perfecto llenado de la vaina.
En cuanto a la relación agua/cemento, conviene que sea reducida, no sólo por razones de resistencia mecánica
sino también por otros motivos, como la resistencia a las heladas y la retracción del material inyectado. La rela-
ción agua/cemento de las lechadas que cumplen la norma UNE-EN 447 en general es inferior a 0,4.
La resistencia a la helada de las lechadas o morteros puede considerarse satisfactoria si el producto de inyec-
ción contiene un 3%, como mínimo, de burbujas de aire incorporadas una vez reabsorbida el agua de segrega-
ción.
Estos productos están constituidos por grasas, ceras, polímeros, productos bituminosos,
poliuretano o, en general, cualquier material adecuado para proporcionar a las armaduras
activas la necesaria protección sin que se produzca adherencia entre éstas y los conductos.
El fabricante debe garantizar la estabilidad física y química del producto seleccionado
durante toda la vida útil de la estructura o durante el tiempo de servicio del producto, pre-
visto en el proyecto, en el caso de que éste vaya a ser repuesto periódicamente durante la
vida útil de la estructura.
Para poder utilizar los productos de inyección no adherentes será preciso que estos apa-
rezcan como parte del documento de idoneidad técnico europeo del sistema de pretensa-
do, y por tanto, conformes con el Documento de Evaluación Europeo, EAD 160027-00-301.
Comentarios
Los productos de inyección no adherentes se utilizan en estructuras con pretensado exterior, estructuras en
las que se proyecte el desmontado periódico de los tendones de pretensado, para su comprobación y eventual
reposición, casos de protección temporal de las armaduras activas, casos donde se quiera permitir un movi-
miento transversal de las armaduras dentro de la vaina, y otras circunstancias análogas.
Las grasas y las ceras son los productos más utilizados. Las ceras proporcionan una mojabilidad muy grande y
son muy apropiadas para asegurar un recubrimiento continuo de los tendones.
Estos productos tienen una gran viscosidad a temperatura ambiente y necesitan ser calentados para realizar
una correcta inyección. La temperatura de inyección debe ser superior al menos en 30ºC al punto de fusión para
evitar su enfriamiento por contacto con el resto de accesorios. Al enfriarse estos productos se retraen y pueden
fisurarse. Las temperaturas de inyección recomendadas son de:
− Grasas: 50 a 100 ºC
− Ceras: 90 a 120 ºC
Pueden emplearse productos de dos componentes, en cuyo caso la inyección se debe realizar con aparatos
específicos. Se recomiendan en estos casos vainas de plástico completamente estancas.
Se recomienda que la comprobación de que los productos de inyección no adherentes no afectan negativamen-
te a la pasividad del acero se realice mediante el ensayo contemplado en la norma UNE-EN 480-14.
Comentarios
Los requisitos establecidos en este apartado se determinarán de acuerdo a las normas que recoja la normativa vigente
armonizada publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Actualmente estas normas son:
- UNE-EN 15037-2:2009+A1:2011
- UNE-EN 15037-3:2010+A1:2011
- UNE-EN 15037-4:2010+A1:2014
- UNE-EN 15037-5:2013
- UNE-EN 772-19:2001
Comentarios
Las fases que conforman el diseño de la protección, reparación o refuerzo de una estructura son:
39.2 Generalidades
Se entiende por sistemas de protección para la mejora de la durabilidad aquellos conjuntos de
dos o más productos y técnicas que, una vez que han sido adecuadamente aplicados, conllevan
una mejora de la durabilidad del hormigón. Estos sistemas pueden emplearse tanto en hormigón
nuevo como en trabajos de mantenimiento y reparación.
El pliego de prescripciones técnicas particulares del proyecto definirá los sistemas de protec-
ción a utilizar, en su caso, tanto para el hormigón como para las armaduras, de acuerdo con la
estrategia de durabilidad planteada para la estructura, así como los métodos para su aplicación.
Tanto en el pliego de prescripciones técnicas particulares como en el anejo de mantenimiento
de la estructura se reflejará la vida útil prevista para el sistema de protección que, normalmente,
será inferior de la prevista para la estructura. Además, se definirá la frecuencia y los criterios con
los que en su caso, se deba reponer el grado de protección establecido en el proyecto.
Comentarios
La tabla 39.3 recoge los métodos de protección para la mejora de la durabilidad contemplados en la norma
UNE-EN 1504-9, así como otros métodos también aplicables basados en los mismos principios.
impresa, estos deberán ser objeto de un estudio de dimensionamiento específico según el caso,
que se incorporará al proyecto.
Podrán emplearse armaduras galvanizadas en caliente que cumplan los requisitos indicados en
el apartado 43.3.1.6. Deberá evitarse su contacto con armaduras de acero convencional conforme
a lo establecido en el apartado 43.4.3.
Comentarios
b. Revestimientos barrera, que aíslan la armadura de los compuestos contenidos en los poros del hormigón que
rodea la armadura.
Generalmente los revestimientos activos son de base cemento, mientras que los revestimientos barrera son productos
de base resinas epoxi.
A efectos de los requisitos de la tabla para la adhesión por tracción directa, se considera
sistema de revestimiento flexible aquel que tiene una dureza Shore D<60 según la norma
UNE-EN ISO 868; y rígido el que supera ese valor.
a. En cuanto a la resistencia al impacto de acuerdo a la norma UNE-EN ISO 6272-1,
se elegirán las Clases de acuerdo a las condiciones particulares del proyecto.
b. En el caso de que pueda existir cualquier tráfico de vehículos o personas so-
bre la superficie del hormigón, la resistencia al deslizamiento según la norma
UNE-EN 13036-4 será la que exija la reglamentación específica.
c. En cuanto a la permeabilidad al vapor de agua para impregnaciones (según la
norma UNE-EN ISO 7783), se elegirán las Clases de acuerdo a qué parte de la es-
tructura tiene mayor humedad relativa, según los siguientes requisitos:
Comentarios
Dos de los factores que más inciden en la intensidad del deterioro son la humedad relativa del aire y la existencia
de cloruros (estructuras en ambiente marino, estructuras en las que se utilice sales de deshielo o estructuras en
un ambiente de humedad relativa elevada). En todas esas situaciones las impregnaciones con gran capacidad
de penetración y menor coeficiente de secado funcionarán mucho mejor.
El establecimiento de qué parte de la estructura (la masa interna de los elementos o el ambiente exterior) tiene
mayor o menor humedad relativa debe plantearse de cara a las condiciones esperables en las que ésta se en-
contrará a lo largo de su vida útil. En el caso de que de cara a la ejecución de la protección de la estructura sus
condiciones de humedad sean opuestas a las esperables tras las obras, será en principio necesario adoptar
medidas previas de adecuación (por ejemplo, modificando la humedad en el interior de la masa de los elemen-
tos estructurales).
El cumplimiento del requisito de absorción capilar y permeabilidad al agua del articulado hace improbable la
difusión de iones cloruro.
La norma armonizada recogida en este apartado, UNE-EN 1504-2, se utilizará en la última versión publicada en
el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), mientras que las normas de métodos de ensayo referenciadas en
esta norma armonizada, deben aplicarse en las versiones incluidas en ella. En la norma UNE-EN 1504-2:2004 los
requisitos de las prestaciones para impregnaciones hidrófobas están recogidos en la tabla 3; para las impregna-
ciones en la tabla 4; y para revestimientos en la tabla 5.
− UNE-EN 14630:2007
− UNE-EN ISO 868:2003
− UNE-EN ISO 6272-1:2012
− UNE-EN 13036-4:2012
− UNE-EN ISO 7783:2012
− UNE-EN ISO 5470-1:2017
− UNE-EN ISO 6272-1:2012
Comentarios
La compatibilidad entre lechadas para la protección de las armaduras y morteros de reparación debe venir con-
firmada por los fabricantes de los productos. Como regla general, productos de la misma base (cementosos,
mejorados con resinas, de ligantes,..) suelen ser compatibles entre sí.
La norma armonizada recogida en este apartado, UNE-EN 1504-7, se utilizará en la última versión publicada
en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), mientras que las normas de métodos de ensayo referenciadas
en esta norma armonizada, deben aplicarse en las versiones incluidas en ella. Actualmente, esta norma es la
norma UNE-EN 1504-7:2006, y los requisitos de las prestaciones para los productos de protección de las arma-
duras están recogidos en la tabla 3.
Comentarios
La adherencia de los productos de reparación al sustrato de hormigón que se repara depende en gran medida de las
características mecánicas de éste, lo que exigirá en general la realización de ensayos de caracterización del hormigón
de soporte. Con hormigones de reducida resistencia a compresión puede verse comprometida la eficacia de la repa-
ración.
La tabla 40.2 recoge los métodos de reparación del hormigón contemplados en la norma UNE-EN 1504-9, así como
otros métodos también aplicables basados en los mismos principios.
Los morteros que se utilicen para la reparación del hormigón deberán tener marcado
CE conforme a la norma UNE-EN 1504-3, y en su Declaración de Prestaciones se deberán
cumplir todos los requisitos esenciales indicados para este tipo de productos en el anexo
ZA de la citada norma.
Se podrán utilizar morteros con cualquier tipo de ligante (de base cemento, orgánica o
mixta), siempre y cuando cumplan los criterios y prestaciones indicados anteriormente.
Dentro de las clases incluidas en la tabla anteriormente indicada, sólo podrán utilizarse
morteros que cumplan las clases R3 y R4 para reparación de hormigón estructural.
El criterio de elección entre las dos clases será la resistencia media del hormigón de la
estructura a reparar, las condiciones de exposición y el tipo de solicitación, de acuerdo a la
siguiente tabla:
Tabla 40.4.1.a. Clase de mortero de reparación según UNE-EN 1504-3 en función de la resistencia
media del hormigón, las condiciones de exposición y el tipo de solicitación.
En el caso de que pueda existir cualquier tráfico de vehículos o personas sobre la superficie
del hormigón, la resistencia al deslizamiento según UNE-EN 13036-4 será la que exija la
reglamentación específica.
Comentarios
La norma armonizada recogida en este apartado, UNE-EN 1504-3, se utilizará en la última versión publicada
en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), mientras que las normas de métodos de ensayo referenciadas
en esta norma armonizada, deben aplicarse en las versiones incluidas en ella. Actualmente, esta norma es la
norma UNE-EN 1504-3:2006, y los requisitos de las prestaciones para los para los morteros de reparación están
recogidos en la tabla 3.
Según la UNE-EN 1504-3, hay 4 Clases de morteros, denominadas desde R1 a R4, siendo de mayores prestacio-
nes conforme se sube el número de Clase (R1, con prestaciones más bajas y R4 con las más altas). Según esa
norma los morteros de Clase R1 y R2 son para reparación de elementos de hormigón no estructurales y los de
Clase R3 y R4 son para elementos estructurales.
Un criterio general para la reparación de hormigón es que los morteros de reparación que se utilicen sean de
igual o mayor resistencia a compresión que el hormigón a reparar.
Los morteros de reparación para reconstrucción de la sección de hormigón pueden agruparse en los siguientes
grandes grupos:
De base cemento: cuyo ligante inorgánico base es cemento Portland, y puede tener aditivos que mejoran la
retracción, la exudación, la velocidad de fraguado, la consistencia, etc.
De base orgánica: materiales cuyo ligante orgánico consiste en polímeros termoestables (resinas).
De base mixta: materiales cuyo ligante mixto está formado por polímeros en emulsión y cemento Portland.
La tabla 40.4.1.b presenta valores indicativos de referencia de algunas de las propiedades mecánicas y físicas
que se pueden tener en cuenta para la selección del material de reparación, las cuales deben ser compatibles
con los materiales del sustrato.
Los productos de inyección de fisuras para la reparación estructural del hormigón deben
ser del tipo F (aptos para unirse al hormigón y transmitir esfuerzo a través de él) o tipo D
(dúctiles, aptos para soportar un movimiento posterior). Estos productos deberán tener
marcado CE conforme a la norma UNE-EN 1504-5; y en función del tipo que sean, en su
Declaración de Prestaciones se deberán cumplir todos los requisitos esenciales indicados
para ese tipo de productos en el anexo ZA de la citada norma.
Comentarios
La norma armonizada recogida en este apartado, UNE-EN 1504-5, se utilizará en la última versión publicada en
el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), mientras que las normas de métodos de ensayo referenciadas en
esta norma armonizada, deben aplicarse en las versiones incluidas en ella. Actualmente, esta norma es la UNE-
EN 1504-5:2004, y los requisitos de las prestaciones para los productos de inyección están recogidos en la tabla
3a para productos tipo F; y en la tabla 3b para productos tipo D.
La mayor parte de los productos tipo F para inyección estructural son poliméricos, de base de resina epoxi.
Estos productos tiene una resistencia muy alta, buen módulo de elasticidad y se pueden formular con una
viscosidad muy baja para mejorar su inyectabilidad incluso con anchuras de fisura pequeñas. Menos frecuente-
mente se utilizan productos con conglomerante hidráulico, cemento o microcementos en suspensión acuosa,
con aditivos que mejoran su fluidez.
Los productos de inyección tipo D (dúctiles), para reparación de fisuras que no han de transmitir esfuerzos, no
toleran en general movimientos entre labios de fisuras, pero resultan más eficaces frente a variaciones térmicas,
vibraciones, etc. por su menor rigidez.
El articulado no contempla los productos de inyección tipo S (expansivos) que en sentido estricto no son un
producto de reparación, si bien pueden ser útiles para cortar vías de agua, lo que redunda en la mejora de la
durabilidad de la estructura.
c) refuerzo con materiales distintos del hormigón y del acero estructural. En este caso, se
incluyen los materiales compuestos a los que se refiere el apartado 41.4.1,
d) otras técnicas tales como disposición de estructuras auxiliares, modificación del esque-
ma resistente a la estructura original, etc.
Comentarios
La diferencia entre la reparación y el refuerzo es que en la primera se actúa sobre una estructura dañada, a la que se
trata de restablecer sus condiciones originales; mientras que en el refuerzo se actúa sobre una estructura en buen
estado (que ha podido ser reparada), a la cual se quiere aumentar su capacidad resistente.
En algunos casos se puede considerar la contribución resistente del elemento original, mientras que en otros es nece-
sario plantear que el refuerzo resiste íntegramente, sin contribución de aquel, la totalidad de las cargas. Como ejemplo
de los primeros se puede citar el refuerzo de vigas con chapas metálicas o laminados de fibra adheridos, y de los
segundos algunos casos de refuerzo de pilares y cimentaciones.
Las soluciones de refuerzo más habituales empleadas, según el elemento a reforzar, son:
• Pilares y pilas: Perfiles metálicos no adheridos, como elemento en paralelo. Camisas de hormigón en general
como nuevo pilar. Zunchado para aumentar la resistencia mediante chapas metálicas, camisas de hormigón con
suficiente armadura transversal y elementos de fibra.
• Elementos en flexión: Recrecidos con o sin incorporación de armaduras. Adición de armaduras embebidas o
externas. Pretensado exterior. Chapas y elementos de fibra adheridos. Colocación de una estructura soporte en
paralelo, en general metálica. Disposición de parteluces.
Comentarios
La adherencia de los productos de refuerzo al elemento reforzado depende en gran medida de las características
mecánicas del hormigón del sustrato, lo que exigirá en general la realización de ensayos de caracterización de dicho
hormigón. Por este motivo, en elementos a reforzar de reducida resistencia a del hormigón puede verse comprometida
la eficacia del refuerzo.
La tabla 41.2 recoge los métodos de refuerzo del hormigón contemplados en la norma UNE-EN 1504-9, así como otros
métodos también aplicables basados en los mismos principios.
Comentarios
Entre las principales ventajas del uso de tejidos o laminados de polímeros reforzados con fibras se encuentran: su
inmunidad a la corrosión, su bajo peso, la facilidad de aplicación en espacios reducidos, el que sea innecesario el uso
de cimbrado para su aplicación, la reducción de los tiempos de mano de obra, elevada resistencia a la tracción y, la
facilidad de adaptación a diversas formas geométricas.
Una de los inconvenientes que pueden tener estos materiales de refuerzo consiste en su baja resistencia al fuego, al
vandalismo o las acciones accidentales, en el caso que se deje el material sin protección superficial. El refuerzo con
fibra es empleado por lo general, para aumentar la sobrecarga que puede soportar una estructura, de modo que en su
diseño deberán considerarse las características mecánicas de los materiales y la combinación de acciones correspon-
diente a la situación accidental de proyecto.
Los polímeros reforzados con fibras son materiales compuestos formados por una
mezcla de una matriz polimérica y un refuerzo formado por fibras, con una proporción que
asegure unas propiedades mecánicas adecuada del material resultante.
Existen varios tipos y su clasificación depende tanto del tipo y origen de la fibra como del
proceso de fabricación. Desde el punto de vista de la naturaleza de las fibras de refuerzo
este Código contempla:
− Fibras de vidrio (GFRP).
− Fibras de carbono (CFRP).
− Fibras de aramida (AFRP).
Entre los productos de polímeros reforzados con fibras para el refuerzo de estructuras
cabe distinguir entre:
− Tejido, que es una capa textil formada por fibras continuas entrelazadas. En aplica-
ciones estructurales usualmente hay una familia principal de fibras longitudinales,
entrelazadas transversalmente con otra familia secundaria de fibras.
− Laminado pultruido, que es una banda endurecida laminada longitudinalmente con
las fibras orientadas en ese mismo sentido.
El volumen de la fracción de fibras en los materiales compuestos habitualmente está
comprendido entre:
− el 50% y el 70% en el caso de laminados preformados, y
− entre el 25% y el 35 % para el caso de uso de tejidos.
Comentarios
El módulo de deformación de los materiales compuestos se puede estimar a partir de los módulos de los ma-
teriales constituyentes (matriz y fibras) y la fracción volumétrica de cada uno mediante la regla de las mezclas:
La regla anterior es una aproximación al comportamiento micro mecánico del material compuesto. Las relacio-
nes tensión – deformación requieren en general de ensayos que permitan dar un valor fiable de las propiedades
de rigidez y resistencia del material compuesto, que tenga en cuenta aspectos micro-estructurales como el
diámetro de las fibras, la distribución y paralelismo de las mismas, defectos locales, fracciones volumétricas, y
propiedades de la interfaz fibra – matriz.
Como valores de referencia, pueden tomarse los valores de la tabla 41.4.1, para productos en forma de lamina-
dos pultruidos de CFRP.
Tabla 41.4.1 Valores de referencia para las características mecánicas de las bandas CFRP
41.4.1.1 Matrices
La matriz tiene como función proteger las fibras de la abrasión o la corrosión ambiental,
unir las fibras, y distribuir las cargas a las propias fibras. La matriz influye en varias propie-
dades mecánicas, tales como el módulo de deformación y la resistencia en la dirección
normal a las fibras, la capacidad resistente a cortante y la capacidad resistente a compre-
sión.
El autor del proyecto, en función de las características específicas del mismo deberá te-
ner en cuenta: su resistencia, sus propiedades adhesivas, resistencia a la fatiga, resistencia
química, su retracción y su módulo de deformación.
Comentarios
Considerando la sensibilidad de las resinas frente a la exposición a la intemperie (rayos ultravioletas, etc.), el
factor determinante para la durabilidad del material compuesto es la capacidad de la resina para mantener sus
propiedades a lo largo de la vida de servicio.
41.4.1.2 Fibras
Comentarios
Las propiedades resistentes de las fibras son muy variables, como se puede ver en la tabla 41.4.1.2, en la que
se dan valores indicativos de módulo de deformación, resistencia tracción y deformación última de varios tipos
de fibras.
Tabla 41.4.1.2 Valores de orientativos para las propiedades mecánicas de las fibras utilizadas
como refuerzo estructural
41.4.2 Adhesivos
Los productos que se utilicen bien como adhesivos para el pegado estructural de
elementos de refuerzo (como chapas metálicas o materiales compuestos), bien como
adhesivos entre morteros u hormigones, deberán tener marcado CE conforme a la norma
UNE-EN 1504-4; y en función de su uso previsto, en su Declaración de Prestaciones se
deberán cumplir todos los requisitos esenciales indicados para ese tipo de productos en el
anexo ZA de la citada norma.
Los adhesivos han de disponer de marcado CE.
Los adhesivos deberán cumplir los siguientes requisitos:
− capacidad de unión al elemento estructural,
− capacidad de sellado del substrato,
− no provocar pérdida de la matriz,
− capacidad tixotrópica que permita alcanzar una planeidad continua entre el soporte
y el refuerzo.
Las fichas técnicas de materiales compuestos deberán establecer las propiedades del
adhesivo a utilizar en función de las características de la estructura a reforzar.
Comentarios
En la norma UNE-EN 1504-4:2004 los requisitos de las prestaciones para los productos de adhesión para el
refuerzo con placas unidas están recogidos en la tabla 3.1; y en la tabla 3.2 para los productos de adhesión
del mortero al hormigón. El cumplimiento de los requisitos de estas tablas 3.1 y 3.2 garantiza que el adhesivo
tiene un módulo de rigidez transversal apropiado (si es muy alto, pueden producirse altas concentraciones de
tensiones en bordes de fisura, y si es muy bajo, el adhesivo puede presentar una elevada fluencia); una fluencia
limitada frente a las cargas permanentes durante su vida útil; y que es compatible con la naturaleza alcalina del
hormigón de soporte.
Los adhesivos son generalmente de naturaleza polimérica, capaces de crear un vínculo entre al menos dos
superficies posibilitando la transferencia de cargas. Hay muchos tipos de adhesivos naturales y sintéticos (elas-
tómeros, termoplásticos y resinas de mono o bicomponente termoestables). Los adhesivos más adecuados
para materiales compuestos están basados en resinas epoxi combinados con un endurecedor.
La eficacia de la adherencia depende de muchos factores, tales como el tratamiento de la superficie, la composi-
ción química y la viscosidad del adhesivo, la técnica de aplicación y el proceso de endurecimiento del adhesivo.
El mecanismo de adherencia consiste principalmente en la formación de enlaces químicos entre el polímero
del adhesivo y la superficie de apoyo. Por este motivo, la fuerza adhesiva se ve favorecida por los tratamientos
superficiales que aumentan la rugosidad de la superficie.
El cumplimiento de los requisitos de las tablas 3.1 y 3.2 de la norma UNE-EN 1504-4 indicadas en el articulado
garantiza que el adhesivo tiene un módulo de rigidez transversal apropiado (si es muy alto, pueden producirse
altas concentraciones de tensiones en bordes de fisura, y si es muy bajo, el adhesivo puede presentar una eleva-
da fluencia), una fluencia limitada frente a las cargas permanentes durante su vida útil, y que es compatible con
la naturaleza alcalina del hormigón de soporte.
− Son los de uso más frecuente. Se obtienen por amasado de mortero seco (con o sin
árido fino, suministrado normalmente en sacos) con una cierta cantidad de agua, cuan-
tificada por el fabricante del mortero.
− De base mixta: Mortero de 1 ó 2 componentes, a base de cemento y resinas. En el caso
de mortero monocomponente debe amasarse el producto con agua para su utilización.
En el caso de mortero bicomponente deben mezclarse ambos componentes sin adición
de agua.
− De base orgánica: Mortero de dos o tres componentes a base de resinas epoxi, funda-
mentalmente. Aparte de su utilización en anclajes de todo tipo y su posible aplicación
como capa fina entre elementos conjugados, se suelen utilizar en juntas húmedas de
extensión reducida o en puntos localizados de la junta con una misión específica.
Con todos los tipos, para su elaboración y aplicación, se deben seguir las instrucciones del fa-
bricante del mortero.
Comentarios
Salvo algunas excepciones, las características resistentes y temperatura más frecuentes de aplicación de los morte-
ros utilizados en las juntas se encuentran dentro de los límites indicados en la siguiente tabla 42.2.
En morteros fluidos se aconseja la realización de ensayos que tengan en cuenta el espesor de la junta, la relación
agua/mortero seco, temperatura, etc., para comprobar la magnitud de la superficie ocupada por burbujas en un caso
determinado. En función de los esfuerzos actuantes pueden ser admisibles porcentajes de superficie de burbujas
del 10 al 50% de la superficie total de la junta. Sin embargo, determinados tipos de morteros pueden dar lugar a por-
centajes del 100% creando una fina capa de aire (de 1 o 2 mm de espesor) que anula por completo la posibilidad de
transmisión de esfuerzos a través del mortero, concentrándose los esfuerzos en la armadura que atraviese dicha junta.
Se aconseja también la realización de ensayos de fluidez, que pueden ser coincidentes con los mencionados para la
apreciación de burbujas.
En morteros tixotrópicos se utilizarán herramientas adecuadas (pistola, espátula, etc.) para conseguir la ocupación
correcta del espacio a rellenar.
Comentarios
Un principio básico para la consecución de una estructura durable consiste en lograr, en la medida de lo posible, el
máximo aislamiento respecto al agua.
La mayoría de los ataques que sufre el hormigón están relacionados con el agua. Así, en algunos casos, provienen de
sustancias disueltas que penetran a través del hormigón (por ejemplo, ataques químicos). En otras ocasiones, es el
propio agua el que provoca el deterioro (por ejemplo, en mecanismos de hielo-deshielo). Finalmente, hay veces que, si
bien el agua no es la causa única o suficiente, sí que es un elemento necesario para que se desarrollen los procesos de
degradación (por ejemplo, los de corrosión).
Comentarios
Una estrategia enfocada a la durabilidad debe contemplar necesariamente una adecuada selección de materiales que
permitan alcanzar la vida útil nominal en el ambiente agresivo correspondiente, coherentemente con la estrategia de
durabilidad adoptada.
El apartado 5 del Anejo 6 de este Código recoge unas recomendaciones para la selección del tipo de cemento en
función de la clase de exposición.
Clase de exposición
Parámetro de
Tipo de hormigón
dosificación
X0 XC1 XC2 XC3 XC4 XS1 XS2
Masa 0,65 - - - - - -
Máxima relación
Armado 0,65 0,60 0,60 0,55 0,55 0,50 0,50
agua/cemento
Pretensado 0,60 0,60 0,60 0,55 0,55 0,45 0,45
Masa 200 - - - - - -
Contenido mínimo
Armado 250 275 275 300 300 300 325
de cemento (kg/m3)
Pretensado 275 300 300 300 300 300 325
Clase de exposición
Parámetro de
Tipo de hormigón
dosificación
XS3 XD1 XD2 XD3 XF1 XF2 XF3
Clase de exposición
Parámetro de
Tipo de hormigón
dosificación
XF4 XA1 XA2 XA3 XM1 XM2 XM3
Clase de exposición
Parámetro de
Tipo de hormigón
dosificación
X0 XC1 XC2 XC3 XC4 XS1 XS2
Masa 20 - - - - - -
Resistencia caracte-
Armado 25 25 25 30 30 30 30
rística (N/mm2)
Pretensado 25 25 25 30 30 30 35
Clase de exposición
Parámetro de
Tipo de hormigón
dosificación
XS3 XD1 XD2 XD3 XF1 XF2 XF3
Masa - - - - 30 30 30
Resistencia caracte-
Armado 35 30 30 30 30 30 30
rística (N/mm2)
Pretensado 35 35 35 35 30 30 30
Clase de exposición
Parámetro de
Tipo de hormigón
dosificación
XF4 XA1 XA2 XA3 XM1 XM2 XM3
Masa 30 30 30 35 30 30 30
Resistencia caracte-
Armado 30 30 30 35 30 30 30
rística (N/mm2)
Pretensado 30 30 35 35 30 30 30
(*) Resistencia característica mínima alcanzable para un hormigón fabricado con cemento de categoría re-
sistente 32,5 R con un contenido mínimo de cemento y máxima relación agua/cemento, conformes a lo
indicado en la tabla 43.2.1a.
Cuando el elemento estructural esté expuesto a más de una clase de exposición, a los
efectos de aplicar la tabla 43.2.1.a, se procederá fijando para cada parámetro el criterio
más exigente de entre los establecidos para cada clase.
Cuando la resistencia especificada en la tipificación del hormigón sea inferior a la resis-
tencia mínima esperada (tabla 43.2.1.b) asociada a la clase de exposición considerada,
prevalecerá esta última en la prescripción del hormigón por ser los condicionantes de
durabilidad más restrictivos que los de resistencia.
En el caso particular de que se utilicen adiciones en la fabricación del hormigón, se
podrá tener en cuenta su empleo a los efectos del cálculo del contenido de cemento y de
la relación agua/cemento. A tales efectos, en la tabla 43.2.1.a se sustituirá el contenido de
cemento C (kg/m³) por C+KF, así como la relación A/C por A/(C+KF) siendo F (kg/m³) el
contenido de adición y K el coeficiente de eficacia de la misma.
Cuando se usen cenizas volantes o humo de sílice como adición al hormigón, los con-
tenidos de cemento no podrán ser inferiores a 200, 250 o 275 kg/m3, según se trate de
hormigón en masa, armado o pretensado, respectivamente.
Comentarios
Una forma de garantizar la durabilidad del hormigón, así como su colaboración a la protección de las armaduras
frente a la corrosión, consiste en obtener un hormigón con una permeabilidad reducida. Para obtenerla son de-
cisivas la elección de una relación agua/cemento suficientemente baja, la compactación idónea del hormigón,
un contenido adecuado de cemento y la hidratación suficiente de éste, conseguida por un cuidadoso curado.
Los valores del contenido mínimo de cemento establecidos por el articulado son mínimos absolutos. En ningún
caso, las tolerancias de dosificación recogidas en el Artículo 51 permitirán el incumplimiento de los mismos.
A los efectos de este Código, la relación agua/cemento definida en el articulado incluye la totalidad del agua
incorporada en el momento de la fabricación del hormigón, incluida la aportada directamente a la mezcla y la
de humedad de los áridos.
Se recuerda que el contenido máximo de cemento del hormigón está limitado a 500 kg/m³, salvo casos excep-
cionales. La resistencia mecánica de un hormigón no debe emplearse como determinante de la idoneidad frente
a la durabilidad, ni como sustitutivo de los requisitos de dosificación indicados.
Las especificaciones de relación agua/cemento y contenido de cemento para cada tipo de exposición ambien-
tal son las requeridas para la consecución de un hormigón durable, cuya resistencia característica debería ser
coherente con los valores descritos en la tabla 43.2.1.b.
Dichos valores serían los obtenidos normalmente para un hormigón fabricado con un cemento apropiado de
categoría resistente 32,5 R empleando el contenido mínimo de cemento y la máxima relación agua/cemento
descritos en la tabla 43.2.1.a. La utilización de un cemento de categoría resistente superior (42,5 o 52,5) podría
dar lugar a valores incluso más elevados. Sin embargo, la resistencia mecánica del hormigón depende también
de las características de los demás componentes del hormigón, y en especial de la naturaleza de los áridos. En
el caso el empleo de áridos disponibles en algunas zonas geográficas de España (por ejemplo, determinados
granitos en Galicia y algunos áridos de origen volcánico en Canarias), o del empleo de cementos con elevado
contenido de adiciones, pueden no alcanzarse las resistencias de la tabla 43.2.1.b cuando se emplean dosifica-
ciones que cumplen estrictamente los requisitos máximos de relación agua/cemento y mínimos de contenido
de cemento de este Código. En ningún caso esta resistencia puede ser inferior en más de 5 N/mm2 a la indicada
en dicha tabla.
En obras en las que la exposición ambiental pueda condicionar la durabilidad del hormigón y en los casos en
los que se detecte que no se alcanzan las resistencias de la tabla 43.2.1.b pese al empleo de las dosificaciones
prescritas para la clase de exposición correspondiente, se recomienda comprobar experimentalmente que el
contenido de cemento del hormigón satisface el valor mínimo especificado, reproduciendo en laboratorio la
dosificación definida y comprobando a distintas edades la resistencia mecánica alcanzada.
Comentarios
La armadura embebida en hormigón fabricado con cemento portland se puede mantener exenta de corrosión
de forma indefinida, como consecuencia del efecto protector de la alcalinidad que aporta el cemento al hidra-
tarse. Esta protección se pierde al neutralizarse la alcalinidad, bien por efecto de la penetración de dióxido de
carbono de la atmósfera a través de los poros del hormigón (carbonatación), o bien por la acción de los iones
cloruro. Estos últimos pueden ser aportados por las materias primas del hormigón o penetrar desde el exterior
(por ejemplo, en el ambiente marino).
Asimismo, se pueden producir fenómenos de corrosión bajo tensión o fragilización por hidrógeno en el caso
de armaduras activas de pretensado, cuando confluyen un medio específico agresivo y un nivel tensional de-
terminado.
Los productos de la corrosión, por las condiciones de su formación o por su naturaleza, en ningún caso garan-
tizan la protección ulterior de las armaduras, por lo que el fenómeno corrosivo, una vez iniciado, progresa de
manera continua si persiste la causa que lo originó siempre que el contenido de agua en los poros, la tempera-
tura y el aporte de oxígeno sean suficientes. Por otra parte, los productos de la corrosión se forman con carácter
expansivo, desarrollando grandes presiones que pueden provocar la fisuración del hormigón del recubrimiento,
abriendo a su vez nuevos cauces a los agentes agresivos. De aquí, la gran importancia que tienen la compacidad
y el espesor de los recubrimientos en la protección de las armaduras del hormigón.
Comentarios
En las estructuras pretensadas existe un riesgo especial de corrosión de las armaduras activas, ya que pueden
aparecer grietas microscópicas que provoquen su rotura frágil.
Estos fallos se deben a la propagación, consecuencia del estado tensional de microfisuras o defectos super-
ficiales. Estos pueden dar lugar, si se propagan en profundidad, a fenómenos de corrosión bajo tensión o de
fragilización por hidrógeno que suelen producir la rotura frágil del alambre.
Además de la necesidad de cumplir las prescripciones indicadas en este Código para las sustancias perjudicia-
les que pueden favorecer la corrosión (con especial énfasis en el control de los cloruros, sulfuros y sulfitos), se
proponen las siguientes recomendaciones para eludir estos fenómenos:
− Evitar el empleo de aquellos tipos de aditivos que pueden provocar el desprendimiento de hidrógeno
capaz de penetrar en el acero.
− No emplear aceros protegidos por recubrimientos metálicos, salvo en el caso que se trate de un trata-
miento previo pasivante (como por ejemplo, los tratamientos fosfatados).
La agresividad del ambiente y los esfuerzos alternados o repetidos constituyen un factor adicional de peligro
para este tipo de fenómenos.
Comentarios
Se entiende por “espesor equivalente” del sistema de protección, el espesor adicional del recubrimiento que
aplicado sobre un hormigón con las características mínimas de dosificación indicadas en 43.2.1, tiene el mismo
comportamiento frente al mecanismo de daño preponderante que el sistema de protección aplicado.
En el caso de los sistemas a los que hace referencia el punto b) del articulado, generalmente implican la dismi-
nución de los contenidos de sustancias agresivas en la superficie, (dióxido de carbono o iones cloruro), lo que
puede ser tenido en cuenta por el autor del proyecto para valorar su efecto respecto a la vida útil.
El autor del proyecto podrá considerar el efecto positivo del uso de productos inhibidores
de la corrosión, conformes con el apartado 39.5 de este Código.
La dirección facultativa valorará el efecto producido por el uso de productos inhibidores
de la corrosión al que se refiere el párrafo anterior, que además deberán estar garantizados
por escrito por el fabricante, de acuerdo con los correspondientes estudios experimenta-
les. Igualmente, el aplicador deberá garantizar que su aplicación ha sido conforme con las
especificaciones del fabricante.
El uso de inhibidores de corrosión añadidos a la masa del hormigón produce un incre-
mento del contenido límite de cloruros que desencadena el inicio de la corrosión, que varía
dependiendo del tipo de inhibidor.
Cuando el proyecto prescriba el uso de aditivos inhibidores de la corrosión incorporados
a la masa del hormigón, para las clases de exposición XS o XD podrá disponer de unos
recubrimientos mínimos inferiores a los indicados en la tabla 44.2.1.1.b, reducidos en no
más de 10 mm. En este caso, será obligatorio justificar la reducción adoptada y contemplar
las medidas necesarias para garantizar la eficacia del procedimiento y producto utilizados
durante la totalidad de la vida útil de la estructura prevista en el proyecto.
Comentarios
De acuerdo con el articulado, a los efectos de la consideración de la durabilidad en proyectos de obra nueva, no
se consideran en este apartado los productos aplicados superficialmente (empleados normalmente en el caso
de estructuras existentes), ni aquellos otros que no actúen electroquímicamente (por ejemplo, hidrofugantes o
reductores de porosidad).
El autor del proyecto podrá considerar el uso de armaduras de acero inoxidable, que será
conforme con el apartado 34.4 de este Código.
Cuando tanto la armadura transversal como la capa más exterior de la armadura longi-
tudinal del elemento sean de acero inoxidable, el proyecto podrá considerar un valor límite
de la anchura de fisura, W max ≤ 0,30 mm, independientemente de la clase de exposición en
la que esté ubicada el elemento.
El empleo de armaduras de acero inoxidable, conformes con la norma UNE-EN 10088-1,
produce un incremento del contenido límite de cloruros a partir del que se inicia la corro-
sión, que depende del tipo de acero inoxidable.
Cuando el proyecto prescriba el uso de armaduras inoxidables, para las clases de expo-
sición XS o XD podrá disponer de unos recubrimientos mínimos inferiores a los indicados
en la tabla 44.2.1.1.b, sin que éstos puedan quedar por debajo de 30 mm. En este caso,
será obligatorio justificar la reducción adoptada y contemplar las medidas necesarias para
garantizar la eficacia del tipo de acero inoxidable utilizado durante la totalidad de la vida útil
de la estructura prevista en el proyecto.
Comentarios
Se recomienda, siempre que sea posible, hacer el galvanizado en caliente sobre la ferralla armada para evitar la
manipulación de la armadura y el riesgo de que se produzcan daños en el recubrimiento que reducirían el grado
de protección previsto. Si es preciso cortar se recomienda recubrir la zona de corte con recubrimientos protec-
tores de restauración de los recogidos en la norma UNE EN ISO 1461. Asimismo, si se procede a operaciones
de doblado debe revisarse la zona por si se hubiera producido algún daño, para proceder a su reparación como
en el caso anterior.
En el caso de que fuese necesario realizar soldaduras, éstas deben llevarse a cabo por personal cualificado y
métodos contrastados, poniendo especial cuidado en reponer el recubrimiento en toda la zona afectada.
Para conocer el límite de cloruros a partir del cual se inicia la corrosión con el tipo de hormigón a utilizar (en
función de sus componentes) es necesaria la realización de ensayos experimentales (UNE 83992-2).
Se debe tener en cuenta que en las primeras horas de contacto del galvanizado con el hormigón, se produce
un desprendimiento de hidrogeno que se manifiesta en forma de pequeñas burbujas en la interfase acero/
hormigón debido a la reacción del zinc con la alcalinidad del cemento. Estas burbujas quedan atrapadas debido
al fraguado haciendo la interfase mas porosa, lo que afecta a la adherencia pero solo hasta los 28 días aproxi-
madamente, pues esos huecos se van rellenando de los productos protectores del zinc y la adherencia deja de
estar afectada.
Comentarios
En algunos casos, el proyecto puede incluir una futura protección catódica en algunos elementos estructurales
a instalar durante la fase de servicio. En dicho caso, pueden derivarse algunas exigencias a considerar durante
la fase de proyecto y construcción como, por ejemplo, garantizar la continuidad eléctrica de la armadura y dis-
poner elementos que permitan posteriormente su alimentación desde el exterior. Además, ello deberá reflejarse
en el correspondiente anejo de mantenimiento.
En el caso de elementos estructurales ubicados en ambientes muy agresivos (XS, XD, XF,
XM o XA), el hormigón deberá presentar un comportamiento suficientemente impermeable,
determinado según UNE-EN 12390-8 con las modificaciones y criterios para comprobar la
conformidad del apartado 57.3.3, según los criterios recogidos en la tabla 43.2.2.
Comentarios
La disminución del volumen de la red de poros y una conectividad limitada en la misma constituyen un siste-
ma eficaz para reducir los ataques que comprometen la durabilidad de los elementos de hormigón. Este es el
objetivo que se pretende conseguir mediante los requisitos de contenido de agua y de cemento recogidos en el
articulado. Al no haber métodos normalizados para el control de estos contenidos, se necesita recurrir a otras
comprobaciones de carácter indirecto a través de ensayos de comportamiento como el de penetración de agua
que se propone en el articulado
Cuando un hormigón esté sometido a una clase de exposición XF2 y XF4, se deberá
introducir un contenido mínimo de aire ocluido del 4,5%, determinado de acuerdo con la
norma UNE-EN 12350-7.
Comentarios
La necesidad de empleo de sales fundentes es un indicativo de unas condiciones de helada severas. No obs-
tante, es recomendable valorar la conveniencia de garantizar un contenido mínimo de aire ocluido en elementos
con clases de exposición XF1 y XF3.
En el caso de elementos pretensados mediante armaduras ancladas exclusivamente por adherencia, el Artículo
31 del Código Estructural establece que no podrán utilizarse aditivos aireantes.
En el caso de ambientes especialmente agresivos, el autor del proyecto podrá valorar la adopción de medidas
adicionales, tales como:
− control del grado de saturación del hormigón, mediante el uso de sistemas de impermeabilización
superficial, o
− control de los ciclos térmico, mediantes sistemas de regulación de la temperatura en el hormigón.
Comentarios
Los límites indicados en el articulado para la consideración del ataque por sulfatos al hormigón se correspon-
den con las clases de exposición XA2 y XA3.
Comentarios
En el caso de elementos de hormigón armado o pretensado que vayan a estar sometidos a una clase de exposi-
ción XS2 o XS3, se recomienda seleccionar el tipo de cemento de acuerdo con los siguientes criterios:
a. el cemento tendrá una composición química que le permita ser clasificado como resistente al agua de
mar MR, según la Instrucción para la recepción de cementos vigente,
b. entre los diferentes tipos de cemento resistentes al agua de mar cuya aplicación sea posible, es pre-
ferible utilizar un cemento con adiciones (escorias, cenizas volantes, puzolanas o humo de sílice), sin
perjuicio de lo indicado en la tabla 28, en función del tipo de elemento estructural, y
c. finalmente, entre las diferentes opciones de cementos resultantes de la aplicación de los criterios a) y b),
se seleccionará el que mejor se ajuste a los siguientes requisitos:
− tener un mayor contenido de adición, y
− entre cementos del mismo subtipo, tener un mayor contenido de aluminato tricálcico.
La recomendación anterior está justificada porque el ataque al que está expuesto un elemento estructural de
hormigón armado o pretensado por la acción del agua de mar es doble:
Esta circunstancia genera una situación de compromiso en la elección del tipo de cemento, en función de su
contenido de aluminato tricálcico. Este compuesto tiene un efecto positivo al permitir fijar químicamente los
iones cloruro de forma que no alcancen la armadura. Pero, por otro lado, tienen un efecto negativo al provocar
reacciones con los sulfatos que contiene el agua de mar. La propuesta anterior parte del hecho de que, en
ambientes marinos, suele ser mucho más frecuente la aparición de estructuras corroídas que la de estructuras
dañadas por ataque debido a sulfatos.
Por el contrario, en el caso de hormigón en masa se preferible el empleo de cementos SR o SRC debido a su
menor contenido de aluminato tricálcico.
reactivos siempre y cuando se emplee uno o varios de los siguientes métodos para contro-
lar sus efectos sobre el hormigón:
a. Emplear cementos según la Instrucción para la recepción de cementos vigente,
que contengan adiciones del tipo: escorias granuladas de horno alto, cenizas vo-
lantes silíceas, puzolanas naturales o humo de sílice.
b. Incorporar adiciones de humo de sílice o cenizas volantes silíceas al hormigón en
la proporción adecuada que permita mitigar el comportamiento expansivo ocasio-
nado por las reacciones álcali-árido.
c. Emplear cementos con un contenido de alcalinos, expresados como óxido de so-
dio equivalente (0,658 K2O + Na2O), inferior al 0,60% del peso de cemento.
El empleo de cualquiera de las soluciones anteriormente mencionadas deberá estar res-
paldada por un estudio experimental que garantice un comportamiento satisfactorio para
prevenir el desarrollo de las reacciones álcali-árido, que el fabricante del hormigón pondrá
a disposición de la dirección facultativa.
Comentarios
Las reacciones álcali-árido tienen lugar entre los álcalis del hormigón y ciertos componentes reactivos existen-
tes en algunos áridos en presencia de agua. Como consecuencia de este proceso se producen compuestos de
naturaleza expansiva que pueden dar lugar a fisuración en el hormigón. En general estos procesos se acentúan
cuando el contenido total de alcalinos, calculado como la suma total del aporte proporcional de cada uno de los
componentes del hormigón, se encuentra por encima de 2,5 kg/m3 expresado en Na2O equivalente.
Además, durante la aplicación o puesta en obra del hormigón pueden producirse aportaciones adicionales de
alcalinos, como por ejemplo a través de acelerantes base álcali para la gunita, capas de acabado de pavimentos,
etc. e incluso durante la fase de curado o servicio (agua de mar, aguas industriales, sales de deshielo, etc.), as-
pectos que habrá que tener en cuenta a la hora de establecer las características de compacidad y permeabilidad
del hormigón.
En hormigones de alta resistencia con alto contenido de cemento se recomienda extremar las precauciones en
la prevención de la reacción álcali-sílice.
En el caso de no ser posible la utilización de áridos que cumplan las prescripciones como áridos no reactivos, y
se opte por el empleo de las adiciones indicadas en el articulado (en el cemento o en el hormigón) en proporción
suficiente para prevenir el desarrollo de las reacciones álcali-árido, se deberá contrastar que el comportamiento
es satisfactorio mediante un estudio experimental basado por ejemplo en la norma UNE 146509 EX (que solo
permite calificar la reactividad de los áridos); también existen métodos acelerados, como los descritos en las
normas, UNE 83967 y UNE 83969, que sin embargo no indican el límite de reactividad y de los que existe una
experiencia limitada de uso en España, por lo que requieren el análisis de sus resultados por un experto en la
materia.
Cuando un hormigón vaya a estar sometido a una clase de exposición XM1, XM2 o XM3,
se adoptarán las siguientes medidas:
− Contenido mínimo de cemento y relación máxima agua/cemento, según la tabla
43.2.1.a.
− Resistencia mínima del hormigón de acuerdo con la tabla 43.2.1.b.
− El árido fino deberá ser de cuarzo o mayoritariamente de naturaleza cuarcítica, pu-
diendo emplearse otros áridos que tengan un comportamiento equivalente respecto
a su desgaste.
− El árido grueso deberá tener un coeficiente de Los Ángeles inferior a 30.
Comentarios
En zonas pavimentadas sometidas a fuertes desgastes suele ser habitual la aplicación de tratamientos en-
durecedores de la superficie, así como la incorporación de cargas minerales superficiales (incluso partículas
metálicas).
Comentarios
En el caso de estructuras de hormigón armado, la influencia de la abertura de fisura sobre la corrosión de las
armaduras puede ser relativamente pequeña, siempre que dicha abertura permanezca dentro de un rango de
valores suficientemente bajos. Ello se debe, en gran parte, a que presentan tendencia al autosellado, lo que evita
que se produzca la aceleración de los procesos involucrados en la corrosión.
Las fisuras orientadas de forma longitudinal a la armadura tienen mayor trascendencia que las que lo hacen
transversalmente, dado que su influencia es más generalizada y, además, conllevan mayor probabilidad de
pérdida del recubrimiento.
donde:
c non : recubrimiento nominal, en mm.
c min : recubrimiento mínimo, en mm, según los apartados 44.2.1, 44.3, 44.4 o 44.5.
∆ c dev : margen de recubrimiento, en función del nivel de control de ejecución, y cuyo
valor será conforme a la tabla 43.4.1.
Comentarios
Los recubrimientos mínimos obtenidos en el Artículo 47, hacen referencia a criterios de durabilidad. No obstan-
te, puede haber otros criterios que pueden condicionar dichos valores de recubrimientos mínimos, tales como
la erosión, la adherencia, el fuego, etc.
43.4.2 Separadores
Comentarios
El articulado exige la utilización de elementos específicamente diseñados por su resistencia, rigidez y permea-
bilidad para ser empleados como separadores.
Los separadores o calzos podrán ser elementos individuales o bien presentarse en forma de sistemas específi-
cos de separadores, de forma que se facilite su puesta en obra sistemática.
44.2 Clases de exposición X0, XC, XS y XD. Fisuración del recubrimiento debido
a la corrosión de la armadura
Para cualquier clase de armaduras pasivas (incluso estribos) o armaduras activas pre-
tesas, el recubrimiento mínimo debido a criterios de durabilidad no será, en ningún punto,
inferior a los valores mínimos recogidos en las tablas 44.2.1.1.a y 44.2.1.1.b.
Tabla 44.2.1.1.a Recubrimientos mínimos (mm), C min , para las clases de exposición
relacionadas con la corrosión por carbonatación
X0 Cualquiera fck ≥ 25 15 25
25 ≤ f ck < 40 15 25
CEM I
XC1, XC2 ó fck ≥ 40 10 20
XC3 Otros tipos de cementos o en el 25 ≤ fck < 40 20 30
caso de empleo de adiciones al
hormigón fck ≥ 40 15 25
25 ≤ fck < 40 20 30
CEM I
fck ≥ 40 15 25
XC4
Otros tipos de cementos o en el 25 ≤ fck <40 25 35
caso de empleo de adiciones al
hormigón f ck ≥ 40 20 30
Tabla 44.2.1.1.b Recubrimiento mínimo (mm), c min , para las clases de exposición
relacionadas con la corrosión por cloruros
50 30 35 65 40
CEM II/B-S, B-P
100 35 40 70 45
50 45 55 * *
Resto de cementos utiliza-
bles, según el Artículo 28
100 * * * *
(*) Estas situaciones obligan a unos recubrimientos excesivos, desaconsejables desde el punto de vista
de la ejecución del elemento. En estos casos, se recomienda realizar un estudio específico para esta-
blecer el espesor de recubrimiento necesario en función de las condiciones de agresividad y la vida útil
requerida.
Se entiende que los anteriores valores de recubrimiento mínimo por motivos de durabilidad,
están asociados al cumplimiento simultáneo de las especificaciones mínimas de dosifica-
ción del hormigón contempladas en el apartado 43.2.1 para cada clase de exposición.
Además, el recubrimiento de las armaduras pasivas y de armaduras activas pretesas,
deberá cumplir las siguientes condiciones:
a. Cuando se trata de armaduras principales, el recubrimiento deberá ser igual o su-
perior al diámetro de dicha barra (o diámetro equivalente si se trata de un grupo
de barras) y a 0,80 veces el tamaño máximo del árido, salvo que la disposición de
armaduras respecto a los paramentos dificulte el paso del hormigón, en cuyo caso
se tomará 1,25 veces el tamaño máximo del árido, definido según el apartado
30.3.
b. El recubrimiento de las barras dobladas no será inferior a dos diámetros, medido
en dirección perpendicular al plano de la curva.
c. En el caso de elementos (viguetas o placas) prefabricados en instalación industrial
fija, para forjados unidireccionales de hormigón armado o pretensado, el proyec-
tista podrá contar, además del recubrimiento del hormigón, con el espesor de los
revestimientos del forjado que sean compactos e impermeables y tengan carácter
de definitivos y permanentes, al objeto de cumplir los requisitos del punto c) ante-
rior. En estos casos, el recubrimiento real de hormigón no podrá ser nunca inferior
a 15 mm.
d. Cuando se trate de superficies límites de hormigonado que en situación definitiva
queden embebidas en la masa del hormigón, el recubrimiento no será menor que
el diámetro de la barra o diámetro equivalente cuando se trate de grupo de barras,
ni que 0,8 veces el tamaño máximo del árido.
Cuando por exigencias de cualquier tipo (durabilidad, protección frente a incendios o
utilización de grupos de barras), el recubrimiento sea superior a 50 mm, deberá conside-
rarse la posible conveniencia de colocar una malla de reparto que cumpla las siguientes
condiciones:
− diámetro no superior a 12 mm,
− colocada en medio del espesor del recubrimiento en la zona de tracción y
− con una cuantía geométrica del 5 por mil del área del recubrimiento para barras o
grupos de barras de diámetro (o diámetro equivalente).
Comentarios
El espesor del recubrimiento constituye un parámetro de gran importancia para lograr una protección adecuada
de la armadura durante la vida de servicio de la estructura. El período durante el que el hormigón del recubri-
miento protege a las armaduras es función del cuadrado del espesor del recubrimiento. Esto conlleva que una
disminución del recubrimiento a la mitad de su valor nominal, se traduzca en un período de protección de la
armadura reducido a la cuarta parte.
En elementos hormigonados contra el terreno la propia técnica constructiva conlleva unos sobredimensiona-
mientos que hacen que, sólo en estos casos, no sea necesaria la especificación adicional de 70 mm de recubri-
miento mínimo que establece el apartado e) del presente artículo.
En el caso de láminas, dado su reducido espesor y teniendo en cuenta que son elementos que deben ejecutarse
con especial cuidado, podrá adoptarse un margen de recubrimiento nulo .En piezas pretensadas con armadu-
ras pretesas, por razones de adherencia y para evitar los efectos de una posible fisuración longitudinal sobre la
durabilidad, se recomiendan los siguientes valores para los recubrimientos:
− para cordones o alambres lisos: dos veces el diámetro del cordón o alambre
− para alambres grafilados o indentados: tres veces el diámetro del alambre
En el caso de vigas usuales, la aplicación del articulado conduce a una disposición de la malla de re-
parto As como se indica en la figura 44.2.1.1.c, siendo Ar el área de recubrimiento (zona rayada).
Ar r
Øe
Figura 44.2.1.1.c
En el caso de las armaduras activas postesas, los recubrimientos mínimos en las di-
recciones horizontal y vertical (figura 44.2.1.2) serán por lo menos iguales al mayor de los
límites siguientes, y no podrán ser nunca superiores a 80 mm:
− 40 mm,
− el mayor de los valores siguientes: la menor dimensión o la mitad de la mayor dimen-
sión de la vaina o grupos de vainas en contacto.
Cmin
a
0,5b
Cmin ≥ 4 cm
a > 8cm
b
Cmin
Figura 44.2.1.2
44.3 Clases de exposición XF. Ataque al hormigón por ciclos hielo/deshielo con
sales fundentes o sin ellas.
El autor del proyecto podrá considerar comprobado el cumplimiento de las especificaciones
relativas a este tipo de daño cuando se cumplan simultáneamente:
− los criterios mínimos de dosificación, según el apartado 43.2.1,
− los criterios de resistencia al hielo-deshielo del apartado 43.3.3, y
− los recubrimientos mínimos sean conformes con la tabla 44.3.
25 ≤ f ck < 40 25 50
CEM III
f ck ≥ 40 15 25
XF1, XF3
25 ≤ f ck < 40 20 35
Otros tipos de cemento
f ck ≥ 40 10 20
25 ≤ f ck < 40 25 50
CEM II/A-D
f ck ≥ 40 15 35
25 ≤ f ck < 40 40 *
XF2, XF4 CEM III
f ck ≥ 40 20 40
25 ≤ f ck < 40 20 40
Otros tipos de cementos o en el caso de
empleo de adiciones al hormigón
f ck ≥ 40 10 20
CEM III, CEM IV, CEM II/B-S, B-P, B-V, A-D u hormigón con
adición de microsílice superior al 6% o de cenizas volantes 40 55
XA1 superior al 20%
Adicionalmente, el autor del proyecto valorará el efecto que puede tener la adopción de medidas
de control frente a la agresividad del ataque químico y que, en general, serán aquellas que impidan
o ralenticen la reactividad química de los componentes del hormigón
XM1 5
XM2 10
XM3 15
Comentarios
En el caso de puentes de luces importantes donde se utilicen elementos prefabricados pretensados, su replanteo
deberá tener en cuenta que pueden producirse flechas ascendentes importantes, en función del tiempo transcurrido
desde su fabricación hasta su colocación en la obra, por lo que pueden originarse diferencias en los espesores de la
losa superior, que deben considerarse para replantear correctamente las cotas de los apoyos y poder así garantizar la
rasante a tiempo cero.
se transmita carga al terreno o a forjados aligerados y en el caso de que dichos durmientes des-
cansen directamente sobre el terreno, habrá que cerciorase de que no puedan asentar en él. Las
cimbras deberán estabilizarse en las dos direcciones para que el apuntalado sea capaz de resistir
los esfuerzos horizontales que pueden producirse durante la ejecución de los forjados, para lo que
podrán emplearse cualquiera de los siguientes procedimientos:
− arriostramiento de los puntales en ambas direcciones, por ejemplo con tubos o abra-
zaderas, de forma que el apuntalado sea capaz de resistir los mencionados esfuerzos
horizontales y, al menos, el 2% de las cargas verticales soportadas contando entre ellas
la sobrecarga de construcción, o el 1% de dichas cargas si el sistema de elementos sus-
tentantes empleado está en posesión de un distintivo oficialmente reconocido,
− transmisión de los esfuerzos a pilares o muros, en cuyo caso deberá comprobarse que
dichos elementos tienen la capacidad resistente y rigidez suficientes, o
− disposición de torres de cimbra en ambas direcciones a las distancias adecuadas.
Cuando los forjados tengan un peso propio mayor que 5 kN/m² o cuando la altura de los pun-
tales sea mayor que 3,5 m, el constructor deberá disponer de un estudio detallado del sistema de
apuntalamiento, que deberá ser aprobado por la dirección facultativa.
Para los forjados, las sopandas se colocarán a las distancias indicadas en los planos de ejecu-
ción del forjado.
En los forjados de viguetas armadas se colocarán los apuntalados nivelados con los apoyos y
sobre ellos se colocarán las viguetas. En los forjados de viguetas pretensadas se colocarán las vi-
guetas ajustando a continuación los apuntalados. Los puntales deberán poder transmitir la fuerza
que reciban y, finalmente, permitir el desapuntalado con facilidad.
En el caso de puentes, deberá asegurarse que las deformaciones de la cimbra durante el pro-
ceso de hormigonado no afecten de forma negativa a otras partes de la estructura ejecutadas
previamente.
Comentarios
El pliego de prescripciones técnicas particulares establecerá los límites máximos que puedan alcanzar los movimien-
tos de las cimbras. Para ello, puede ser conveniente diferenciar entre los valores que pueden llegar a ser inadmisibles
por producir daños en la estructura o en su funcionalidad, respecto de aquéllos que únicamente pueden provocar
efectos visuales o estéticos. A título orientativo, pueden fijarse los de cinco milímetros para los movimientos locales y
una milésima de la luz para los de conjunto.
Las cimbras deben diseñarse para resistir la combinación más desfavorable de su peso propio, peso de los encofrados
o moldes, peso de la armadura, peso y presión del hormigón fresco, cargas de construcción y viento, así como el con-
junto de efectos dinámicos accidentales producidos por el vertido, vibrado y compactación del hormigón.
En la construcción de puentes se emplean cimbras especiales, concebidas y adaptadas al proceso constructivo elegi-
do, como pueden ser las cimbras autolanzables en puentes construidos por vanos sucesivos, las vigas de lanzamiento
en puentes construidos por dovelas prefabricadas o los carros de avance para puentes construidos por voladizos
sucesivos. Estos elementos son de gran importancia pues de ellos puede depender el estado final de esfuerzos en la
estructura.
Los puentes suelen tener unas dimensiones que hacen inviable el diseño de cimbras de gran rigidez, por lo que su
deformabilidad debe ser compensada, en general, mediante contraflechas. En estos casos, el proceso de hormigo-
nado deberá ser planificado de forma que asegure que las deformaciones de la cimbra no afectan de forma negativa
a otras zonas de la estructura en las que el hormigón está ya endurecido. En el caso de puentes de hormigón puede
ser recomendable tener en consideración lo indicado en la Orden FOM/3818/2007 de 10 de diciembre (Instrucciones
complementarias para la utilización de elementos auxiliares de obra en la construcción de puentes de carretera).
van a satisfacer las tolerancias especificadas en el proyecto. Además, deberán poder retirarse sin
causar sacudidas anormales ni daños en el hormigón.
Se realizarán, preferentemente, conforme a la norma UNE 180201.
Con carácter general, deberán presentar al menos las siguientes características:
− estanqueidad suficiente de las juntas entre los paneles de encofrado o en los moldes,
previendo que las posibles fugas de lechada por las mismas no comprometan el acaba-
do previsto para el elemento ni su durabilidad;
− resistencia adecuada a las presiones del hormigón fresco y a los efectos del método de
compactación;
− alineación y en su caso, verticalidad de los paneles de encofrado, prestando especial
interés a la continuidad en la verticalidad de los pilares en su cruce con los forjados en el
caso de estructuras de edificación;
− mantenimiento de la geometría de los paneles de moldes y encofrados, con ausencia
de abolladuras fuera de las tolerancias establecidas en el proyecto o, en su defecto, por
este Código;
− limpieza de la cara interior de los moldes, evitándose la existencia de cualquier tipo de re-
siduo propio de las labores de montaje de las armaduras, tales como restos de alambre,
recortes, casquilllos, etc.;
− mantenimiento, en su caso, de las características que permitan texturas específicas en el
acabado del hormigón, como por ejemplo, bajorrelieves, impresiones, etc.
Cuando sea necesario el uso de encofrados dobles o encofrados contra el terreno natural, como
por ejemplo, en tableros de puente de sección cajón, cubiertas laminares, etc. deberá garantizarse
la operatividad de las ventanas por las que esté previsto efectuar las operaciones posteriores de
vertido y compactación del hormigón.
En el caso de elementos pretensados, los encofrados y moldes deberán permitir el correcto
emplazamiento y alojamiento de las armaduras activas, sin merma de la necesaria estanqueidad.
En elementos de gran longitud, se adoptarán medidas específicas para evitar movimientos inde-
seados durante la fase de puesta en obra del hormigón.
La superficie encofrante que estará en contacto directo con el hormigón, tanto en los encofra-
dos como en los moldes, deberá ser capaz de mantener las características necesarias para que
los elementos de hormigón estructural reproduzcan adecuadamente la geometría prevista para
ellos en el proyecto, así como para dotar a las caras vistas de dichos elementos de la textura y la
uniformidad especificada, en su caso, en dicho proyecto.
En los encofrados susceptibles de movimiento durante la ejecución, como por ejemplo, en enco-
frados trepantes o encofrados deslizantes, la dirección facultativa podrá exigir que el constructor
realice una prueba en obra sobre un prototipo, previa a su empleo real en la estructura, que permita
evaluar el comportamiento durante la fase de ejecución. Dicho prototipo, a juicio de la dirección
facultativa, podrá formar parte de una unidad de obra.
Los encofrados y moldes podrán ser de cualquier material que no perjudique a las propiedades
del hormigón. Cuando sean de madera, deberán humedecerse previamente para evitar que ab-
sorban el agua contenida en el hormigón. Por otra parte, las piezas de madera se dispondrán de
manera que se permita su libre entumecimiento, sin peligro de que se originen esfuerzos o defor-
maciones anormales. No podrán emplearse encofrados de aluminio, salvo que pueda facilitarse a
la dirección facultativa un certificado, elaborado por una entidad de control y firmado por persona
física, de que los paneles empleados han sido sometidos con anterioridad a un tratamiento de
protección superficial que evite la reacción con los álcalis del cemento.
En todos los casos se realizará correctamente la unión de los elementos complementarios para
la seguridad (tales como: barandillas de protección, dispositivos de anclaje para redes de seguridad,
dispositivos de anclaje preparados para los equipos de protección individual y, en general, cualquier
otro elemento destinado a dotar de seguridad al sistema de encofrado, diseñado y fabricado por el
fabricante del mismo) a la estructura resistente del encofrado o molde y, en su caso, de las cimbras
y apuntalamientos.
Comentarios
A efectos de este Código, encofrado es el elemento destinado al hormigonado in situ de una parte cualquiera de la
estructura, y molde el que se utiliza con el mismo objeto pero cuando el hormigonado se hace en una instalación o
taller, ajena o no a la propia obra.
Los encofrados y moldes deberán diseñarse para resistir la combinación más desfavorable de su peso propio, peso de
la armadura, peso y presión del hormigón fresco, cargas de construcción y viento, así como el conjunto de los efectos
dinámicos accidentales producidos por el vertido y compactación del hormigón.
La presión estática ejercida por el hormigón sobre los encofrados o moldes aumenta, como es sabido, con la altura de
la masa fresca contenida en los mismos. Por otra parte, la velocidad de hormigonado o el tipo de hormigón (hormigón
autocompactante), la aplicación del vibrado para compactar el hormigón, el empleo de determinados aditivos (fluidifi-
cantes, retardadores de fraguado, etc.) origina presiones adicionales, que será preciso tener en cuenta a la hora de dis-
poner los encofrados o moldes con el fin de garantizar su rigidez y evitar la aparición de deformaciones no deseadas.
Cuando la luz de un elemento sobrepase los seis metros, si el sistema de encofrado lo admite, se recomienda disponer
los encofrados o moldes de manera que, una vez retirados y cargada la pieza, ésta presente una ligera contraflecha (del
orden del milésimo de la luz) para conseguir un aspecto agradable.
El cumplimiento de las especificaciones de la norma UNE 180201 asegura, en su ámbito de aplicación, que se satisfa-
cen las exigencias indicadas en el articulado para encofrados y moldes.
Comentarios
Debe prestarse especial atención a la identificación de los diámetros en obra, ya que de otra forma, al variar los
diámetros de medio en medio milímetro, pueden producirse errores de identificación.
49.2.1 Generalidades
49.2.2 Maquinaria
Comentarios
La trazabilidad de los procesos de ferralla es una herramienta fundamental para la identificación de las respon-
sabilidades en el caso de la aparición de posibles problemas posteriores sobre un elemento ya ejecutado.
Se recomienda que los sistemas de gestión de acopios de los productos de acero, así como los correspondien-
tes sistemas de expedición de las armaduras ya elaboradas empleen etiquetas con códigos electrónicos (de
barras, de puntos, etc.) que faciliten su lectura automática por sistemas informatizados. Esto resulta importante
cuando el período de almacenamiento de los productos de acero se ha dilatado especialmente, así como cuan-
do las condiciones de conservación no hayan sido de protección frente a la intemperie.
En aquellos casos en los que los productos de acero pueden permanecer un largo periodo de tiempo a la
intemperie o en ambientes muy agresivos, es recomendable adoptar medidas específicas que eviten que las
armaduras alcancen situaciones de oxidación inadmisibles.
(R )
0,9
0,75
Agt Re
m
1 0,78
Comentarios
49.3.1 Despiece
Comentarios
La optimización del coste en las armaduras se consigue mediante la racionalización de los esquemas de ar-
mado, a través de la simplificación y repetición de formas. Para ello, se recomienda el empleo de las formas
preferentes recogidas en la tabla 1 de la norma UNE 36831.
49.3.2 Enderezado
49.3.3 Corte
49.3.4 Doblado
fracturas en la misma originadas por dicha curvatura. Para ello, salvo indicación en con-
trario del proyecto, se realizará con mandriles de diámetro no inferior a los indicados en la
tabla 49.3.4.
θ φ< 20 θ φ≥ 20 θ φ≤ 25 θ φ> 25
B 400 S
4φ 7φ 10 φ 12 φ
B 400 SD
B 500 S
4φ 7φ 12 φ 14 φ
B 500 SD
Los cercos o estribos de diámetro igual o inferior a 12 mm podrán doblarse con diá-
metros inferiores a los anteriormente indicados con tal de que ello no origine en dichos
elementos un principio de fisuración. Para evitar esta fisuración, el diámetro empleado no
deberá ser inferior a 3 veces el diámetro de la barra, ni a 3 centímetros.
En el caso de las mallas electrosoldadas rigen también las limitaciones anteriores siem-
pre que el doblado se efectúe a una distancia igual o superior a cuatro diámetros contados
a partir del nudo, o soldadura, más próximo. En caso contrario el diámetro mínimo de
doblado no podrá ser inferior a 20 veces el diámetro de la armadura.
Comentarios
La velocidad con que se realice la operación de doblado debe tener en cuenta el tipo de acero y la temperatura
ambiente. A este efecto se recuerda que, con bajas temperaturas, pueden producirse roturas frágiles por choque
o doblado.
Cuando las áreas de doblado se sitúen en zonas fuertemente solicitadas, o si el autor del proyecto desea hacer
los doblados con diámetros menores que los prescritos en el articulado, deberá estudiarse el valor mínimo que
se pueda asignar a dichos diámetros sin que se comprometa la integridad de la zona de hormigón correspon-
diente al cambio de dirección de la armadura, teniendo en cuenta que el efecto de las tracciones que tienden
a desgarrar el hormigón suele ser más perjudicial que el de las compresiones directamente originadas por el
codo. En estos casos es siempre necesario rodear las barras dobladas, en las zonas correspondientes a los
codos, con cercos o estribos.
Comentarios
Las zonas de gran densidad de armaduras pasivas tales como los cruces de elementos estructurales, zonas
de anclaje etc., constituyen un caso especial en él que pueden puntual y excepcionalmente quedar disminuidas
las distancias mínimas indicadas en este apartado, siempre que la ejecución sea particularmente cuidada; es
decir, siempre que se asegure un correcto hormigonado de la pieza, de manera que todas las barras queden
perfectamente envueltas por el hormigón.
Es útil, a menudo, parear los estribos e incluso armadura longitudinal, cuando su separación es pequeña, con
objeto de facilitar el paso del hormigón, teniendo en cuenta su repercusión en las longitudes de anclaje.
La distancia libre, horizontal y vertical, entre dos barras aisladas consecutivas, salvo lo
indicado en el apartado 49.4.1, será igual o superior al mayor de los tres valores siguientes:
− 20 milímetros;
− el diámetro de la mayor;
− 1,25 veces el tamaño máximo del árido.
Comentarios
En el caso en que se dispongan varias capas de barras como armadura pasiva, se recomienda aumentar pru-
dencialmente las separaciones mínimas del articulado.
Se llama grupo de barras a dos o más barras corrugadas puestas en contacto longitu-
dinalmente.
Como norma general, se podrán colocar grupos de hasta tres barras como armadura
principal. Cuando se trate de piezas comprimidas, hormigonadas en posición vertical, y cu-
yas dimensiones sean tales que no hagan necesario disponer empalmes en las armaduras,
podrán colocarse grupos de hasta cuatro barras.
En los grupos de barras, para determinar las magnitudes de los recubrimientos y las
distancias libres a las armaduras vecinas, se considerará como diámetro de cada grupo
el de la sección circular de área equivalente a la suma de las áreas de las barras que lo
constituyan. Los recubrimientos y distancias libres se medirán a partir del contorno real
del grupo.
En los grupos, el número de barras y su diámetro serán tales que el diámetro equivalente
del grupo, definido en la forma indicada en el párrafo anterior, no sea mayor que 50 mm,
salvo en piezas comprimidas que se hormigonen en posición vertical en las que podrá
elevarse a 70 mm la limitación anterior. En las zonas de solapo el número máximo de
barras en contacto en la zona del empalme será de cuatro.
En ocasiones puede ser adecuado el uso de sistemas que faciliten el armado posterior
de la ferralla, como por ejemplo, mediante la disposición adicional de barras o alambres
auxiliares para posibilitar la disposición automática de estribos. En ningún caso dicho
elementos adicionales (barras, alambres, etc.) podrán tenerse en cuenta como sección de
armadura.
Además, dichos elementos adicionales deberán cumplir las especificaciones estable-
cidas en este Código para los recubrimientos mínimos, al objeto de evitar posteriores
problemas de corrosión de los propios elementos auxiliares.
CADA Ø2
Ø1 Ø2
CADA 50 Ø1
Barras de esquina en todos Restantes barras Estribos múltiples
los estribos
c. Muros:
− se atarán las barras en sus intersecciones de forma alternativa, al tresbolillo.
49.5.1.1 Generalidades
Ø
<5
D ≥150°
Ø Ø
I b.net I b.net
Ø
< 5Ø
Ø
90° ≤ D < 150°
I b.net I b.net
c) Patilla b) Gancho en U
Ø ØI < 0,6 Ø
< 5Ø
I b.net
Figura 49.5.1.1. Procedimientos normalizados para los anclajes extremos de las barras
Los anclajes extremos de las barras podrán hacerse por los procedimientos normaliza-
dos indicados en la figura 49.5.1.1, o por cualquier otro procedimiento mecánico garantiza-
do mediante ensayos, que sea capaz de asegurar la transmisión de esfuerzos al hormigón
sin peligro para éste.
Deberá continuarse hasta los apoyos al menos un tercio de la armadura necesaria para
resistir el máximo momento positivo, en el caso de apoyos extremos de vigas; y al menos
un cuarto en los intermedios. Esta armadura se prolongará a partir del eje del aparato de
apoyo en una magnitud igual a la correspondiente longitud neta de anclaje.
Comentarios
El articulado establece las limitaciones para el valor mínimo de la longitud neta de anclaje definida en el apar-
tado 49.5.1.2 y en el apartado 49.5.1.4 por ser ésta una magnitud menor, con carácter general, que la longitud
básica de anclaje. No obstante, en aquellos casos donde sólo sea necesario el empleo de ésta última, como por
ejemplo en el caso de empalme por solapo de grupos de barras definido en el apartado 49.5.1.3, debería dispo-
nerse una longitud básica de anclaje no inferior a 10 veces el diámetro, ni inferior a 200 mm.
Este apartado se refiere a las barras corrugadas que cumplan con los requisitos regla-
mentarios que para ella se establecen en el Artículo 34.
La longitud básica de anclaje en prolongación recta en posición I, es la necesaria para
anclar una fuerza A s f yd de una barra suponiendo una tensión de adherencia constante bd,
de tal manera que se satisfaga la siguiente ecuación de equilibrio:
ø· f yd
lb =
4t bd
2 f yk
lbI = m
20
2 f yk
lbII = 1,4m
14
donde:
ø Diámetro de la barra, en mm.
m Coeficiente numérico, con los valores indicados en la tabla 49.5.1.2.a en
función del tipo de acero, obtenido a partir de los resultados experimentales
realizados con motivo del ensayo de adherencia de las barras.
f yk Límite elástico garantizado del acero, en N/mm2.
l bI y l bII Longitudes básicas de anclaje en posiciones I y II, respectivamente, en mm.
m
Resistencia característica del
hormigón (N/mm2) B 400 S B 500 S
B400SD B 500SD
25 1,2 1,5
30 1,0 1,3
35 0,9 1,2
40 0,8 1,1
45 0,7 1,0
≥50 0,7 1,0
donde:
β Factor de reducción definido en la tabla 49.5.1.2.b.
sd Tensión de trabajo de la armadura que se desea anclar, en la hipótesis de carga más
desfavorable, en la sección desde la que se determinará la longitud de anclaje.
As Armadura necesaria por cálculo en la sección a partir de la cual se ancla la armadura.
As,real Armadura realmente existente en la sección a partir de la cual se ancla la armadura.
Prolongación recta 1 1
Siempre que sea posible, los anclajes de las barras de un grupo se harán por prolonga-
ción recta.
Cuando todas las barras del grupo dejan de ser necesarias en la misma sección, la lon-
gitud de anclaje de las barras será como mínimo:
1,3 l b para grupos de 2 barras
1,4 l b para grupos de 3 barras
1,6 l b para grupos de 4 barras
siendo l b la longitud de anclaje correspondiente a una barra aislada.
Cuando las barras del grupo dejan de ser necesarias en secciones diferentes, a cada
barra se le dará la longitud de anclaje que le corresponda según el siguiente criterio:
1,2 lb si va acompañada de 1 barra en la sección en que deja de ser necesaria;
1,3 lb si va acompañada de 2 barras en la sección en que deja de ser necesaria;
1,4 lb si va acompañada de 3 barras en la sección en que deja de ser necesaria;
teniendo en cuenta que, en ningún caso los extremos finales de las barras pueden distar
entre sí menos de la longitud lb (figura 49.5.1.2).
E
E Ib
1,2 Ib
1,3 Ib
1,4 Ib ≥ Ib
ssd A
lb,neta = lbb @ lbb s
f yd As,real
Comentarios
A falta de datos experimentales específicos o criterios más precisos, para el caso de barras dobles se aplicará
lo indicado en el apartado 49.5.1.2.
49.5.2.1 Generalidades
Los empalmes entre barras deben diseñarse de manera que la transmisión de fuerzas de
una barra a la siguiente quede asegurada, sin que se produzcan desconchados o cualquier
otro tipo de daño en el hormigón próximo a la zona de empalme.
No se dispondrán más que aquellos empalmes indicados en los planos y los que auto-
rice la dirección facultativa. Se procurará que los empalmes queden alejados de las zonas
en las que la armadura trabaje a su máxima carga.
Los empalmes podrán realizarse por solapo o por soldadura. Se admiten también otros
tipos de empalme, con tal de que los ensayos con ellos efectuados demuestren que esas
uniones poseen permanentemente una resistencia a la rotura no inferior a la de la menor
de las 2 barras empalmadas, y que el deslizamiento relativo de las armaduras empalmadas
no rebase 0,1 mm, para cargas de servicio (situación poco probable).
Como norma general, los empalmes de las distintas barras en tracción de una pieza, se
distanciarán unos de otros de tal modo que sus centros queden separados, en la dirección
de las armaduras, una longitud igual o mayor a l b (figura 49.5.2.1).
≥ Ib
Figura 49.5.2.1. Empalmes de las distintas barras en tracción
Este tipo de empalmes se realizará colocando las barras una al lado de otra, dejando una
separación entre ellas de 4ø como máximo. Para armaduras en tracción esta separación
no será menor que la prescrita en el apartado 49.4.1.
La longitud de solapo será igual a:
ls = alb,neta
Para barras de diámetro mayor que 32 mm, sólo se admitirán los empalmes por solapo
si, en cada caso y mediante estudios especiales, se justifica satisfactoriamente su correcto
comportamiento.
Comentarios
Deberá prestarse la mayor atención durante el hormigonado, para asegurar que éste se realiza de un modo
adecuado en las zonas de empalme de barras.
La falta de experiencia y de los necesarios estudios sobre las medidas que deben adoptarse para garantizar el
correcto comportamiento de los empalmes por solapo para barras de diámetro mayor que 32 mm, aconseja
utilizar en estos casos otros tipos de empalmes, especialmente los realizados mediante dispositivos mecáni-
cos, tales como manguitos.
Para el empalme por solapo de un grupo de barras, se añadirá una barra suplementaria
en toda la zona afectada por los empalmes de diámetro igual al mayor de las que forman
el grupo. Cada barra se colocará enfrentada a tope a aquélla que va a empalmar. La sepa-
ración entre los distintos empalmes y la prolongación de la barra suplementaria será de 1,2
l b o 1,3 l b según sean grupos de dos o tres barras (figura 49.5.2.3).
Se prohíbe el empalme por solapo en los grupos de cuatro barras.
Comentarios
Se recuerda que, según se comentó en el apartado 49.5.1.1., la longitud básica de anclaje en este caso no debe-
ría ser inferior a 10 veces el diámetro, ni inferior a 150 mm.
solapo del 100 por 100, si toda la armadura está dispuesta en una capa; y del 50
por 100 en caso contrario. En este último caso, los solapos se distanciarán entre
sí la longitud l b,neta .
b. Solapo de mallas superpuestas:
La longitud del solapo será de 1,7 l b cuando la separación entre elementos solapa-
dos sea superior a 10ø, aumentando a 2,4 l b cuando dicha separación sea inferior
a 10�.
En todos los casos, la longitud mínima del solapo no será inferior al mayor de los siguien-
tes valores:
a. 15�
b. 200 mm
Se procurará situar los solapos en zonas donde las tensiones de la armadura no supe-
ren el 80 por 100 de las máximas posibles. La proporción de elementos que pueden ser
solapados será del 100 por 100 si se dispone una sola capa de mallas, y del 60 por 100
si se disponen varias capas. En este caso, la distancia mínima entre solapos deberá ser
de 1,5 lb. Con barras dobles de �>8,5 mm, sólo se permite solapar, como máximo, el 60
por 100 de la armadura.
(a)
(b)
(c)
Alambre transversal
Alambre principal
Los empalmes por soldadura resistente deberán realizarse de acuerdo con los procedi-
mientos de soldadura descritos en la norma UNE-EN ISO 17660-1, es decir:
a. soldadura por arco manual con electrodo revestido,
b. soldadura semiautomática por arco con protección gaseosa.
Las características geométricas de las uniones por solape quedan definidas en el
apartado 6.3 de dicha norma UNE-EN ISO 17660-1. Los operarios que hayan de realizarlas
deberán acreditar previamente su aptitud, de acuerdo a lo indicado en el apartado 62.4.1.
Comentarios
Las uniones mecánicas se emplean cuando el empalme por solapo es impracticable debido a la falta de espacio
en piezas fuertemente armadas. Para llevarse a cabo se utilizan unas piezas, denominadas acopladores, que
permiten el empalme de dos barras por sus extremos, transfiriendo la fuerza de la primera barra a la segunda.
Cuando se utilicen uniones de este tipo, se debe tener en cuenta que se puede reducir localmente la ductilidad
en el área de la unión. La reducción dependerá del tipo y dimensiones de la unión. Para el cálculo plástico estruc-
tural, se pueden establecer condiciones especiales cuando las uniones se localizan en áreas donde el cálculo ha
previsto articulaciones plásticas. Para un cálculo elástico lineal con redistribución plástica limitada (por ejemplo,
un 15% de los momentos elásticos), se puede usar todo tipo de conexiones.
Todo tipo de empalme mecánico deberá estar acompañado de un certificado de garantía del fabricante, que
incluya además de sus características mecánicas y geométricas, con sus tolerancias, las especificaciones re-
lativas a los materiales y al proceso de ejecución al que debe ajustarse su colocación en obra. Para elementos
sometidos a fatiga, el certificado deberá garantizar su comportamiento mediante la realización de los ensayos
pertinentes.
49.8.1 Generalidades
La ferralla armada se montará en obra exenta de pintura, grasa o cualquier otra sustan-
cia nociva que pueda afectar negativamente al acero, al hormigón o a la adherencia entre
ambos.
No deberá emplearse cualquier acero que presente picaduras o un nivel de oxidación
excesivo que pueda afectar a sus condiciones de adherencia. Se comprobará que éstas no
se han visto significativamente alteradas. Para ello, se procederá a un cepillado mediante
cepillo de púas de alambre y se comprobará que la pérdida de peso de la armadura no
excede del 1% y que las condiciones de adherencia se encuentran dentro de los límites
prescritos en el apartado 34.2.
Las armaduras se asegurarán en el interior de los encofrados o moldes contra todo tipo
de desplazamiento, comprobándose su posición antes de proceder al hormigonado.
Los cercos de pilares o estribos de las vigas se sujetarán a las barras principales me-
diante simple atado u otro procedimiento idóneo, prohibiéndose expresamente la fijación
mediante puntos de soldadura cuando la ferralla ya esté situada en el interior de los moldes
o encofrados.
Comentarios
Deben acopiarse separadamente las barras de distinto tipo. Para evitar confusiones en obra éstas deberán mar-
carse con distintos colores siguiendo un código preestablecido y aprobado por la dirección facultativa.
Cada emparrillado 50 ø o 50 cm
Muros
Separación entre emparri-
100 cm
llados
Vigas 1) 100 cm
1) Se dispondrán, al menos, tres planos de separadores por vano, en el caso de las vigas, y por tramo, en el
caso de los soportes, acoplados a los cercos o estribos.
ø Diámetro de la armadura a la que se acople el separador.
50.1.1 Generalidades
A los efectos de este Código, se entiende por aplicación del pretensado al conjunto de pro-
cesos desarrollados durante la ejecución de la estructura con la finalidad de colocar y tesar las
armaduras activas, independientemente de que se trate de armaduras pretesas o postesas.
No podrán utilizarse, en un mismo tendón, aceros de pretensado de diferentes caracte-
rísticas, a no ser que se demuestre que no existe riesgo alguno de corrosión electrolítica
en tales aceros.
En el momento de su puesta en obra, las armaduras activas deberán estar bien limpias,
sin trazas de óxido, grasa, aceite, pintura, polvo, tierra o cualquier otra materia perjudicial
para su buena conservación o su adherencia. No presentarán indicios de corrosión, defec-
tos superficiales aparentes, puntos de soldadura, pliegues o dobleces.
Se prohíbe el enderezamiento en obra de las armaduras activas.
Comentarios
La protección de los tendones contra la corrosión se consigue normalmente introduciéndolos en tubos rellenos
de una inyección de lechada de cemento u otros agentes protectores tales como grasas o ceras.
Los alambres se suministrarán en rollos cuyo diámetro interior no será inferior a 225
veces el del alambre y, al dejarlos libres en una superficie plana, presentarán una flecha no
superior a 25 mm en una base de 1 m, en cualquier punto del alambre.
Los rollos suministrados no contendrán soldaduras realizadas después del tratamiento
térmico anterior al trefilado.
Las barras se suministrarán en trozos rectos.
Los cordones de 2 o 3 alambres se suministrarán en rollos cuyo diámetro interior será
igual o superior a 600 mm.
Los cordones de 7 alambres se suministrarán en rollos, bobinas o carretes que, salvo
acuerdo en contrario, contendrán una sola longitud de fabricación de cordón; y el diámetro
interior del rollo o del núcleo de la bobina o carrete no será inferior a 750 mm.
Los cordones presentarán una flecha no superior a 20 mm en una base de 1 m, en
cualquier punto del cordón, al dejarlos libres en una superficie plana.
Las armaduras activas se suministrarán protegidas de la grasa, humedad, deterioro,
contaminación, etc., asegurando que el medio de transporte tiene la caja limpia y el mate-
rial está cubierto con lona.
Las unidades de pretensado, así como los sistemas para su aplicación deberán sumi-
nistrarse a la obra acompañados de la documentación a la que hace referencia el apartado
61.4.
Para eliminar los riesgos de oxidación o corrosión, el almacenamiento de las unidades
de pretensado se realizará en locales ventilados y al abrigo de la humedad del suelo y
paredes. En el almacén se adoptarán las precauciones precisas para evitar que pueda en-
suciarse el material o producirse cualquier deterioro de los aceros debido a ataque químico,
operaciones de soldadura realizadas en las proximidades, etc.
Antes de almacenar las armaduras activas, se comprobará que están limpias, sin man-
chas de grasa, aceite, pintura, polvo, tierra o cualquier otra materia perjudicial para su bue-
na conservación y posterior adherencia. Además, deberán almacenarse cuidadosamente
clasificadas según sus tipos, clases y lotes de los que procedan.
El estado de superficie de todos los aceros podrá ser objeto de examen en cualquier
momento antes de su uso, especialmente después de un prolongado almacenamiento en
obra o taller, con el fin de asegurarse de que no presentan alteraciones perjudiciales.
Comentarios
Con un diámetro interior de rollo no inferior a 225 veces el del alambre, se puede asegurar que la tensión pro-
ducida por la flexión de enrollamiento en la fibra exterior se mantiene en la zona elástica del material con un
adecuado margen de seguridad.
Comentarios
Las placas de reparto de los anclajes se colocarán perpendicularmente al trazado de los tendones, para poder
aplicar después correctamente los gatos. Deberán evitarse desviaciones geométricas en los anclajes, con el fin
de que los tendones, al llegar a ellos, no experimenten cambios angulares bruscos en su trazado.
Los dispositivos de anclaje deberán poderse fijar de un modo eficaz al encofrado o molde, de tal forma que no
se descoloquen durante el hormigonado y vibrado de la pieza; y se empalmarán correctamente a las vainas o
conductos, para evitar escapes del producto de inyección por las juntas.
Antes del tesado, se limpiarán todas las piezas del anclaje para eliminar cualquier sustancia (grasa, pintura, etc.,
a excepción del aceite hidrosoluble utilizado para la protección provisional de las mismas) que pueda resultar
perjudicial para su eficaz comportamiento. En la colocación del hormigón alrededor de las cabezas de anclaje,
es importante cuidar su compactación y que la armadura del sistema este correctamente colocada para que no
se formen huecos ni coqueras y todos los elementos de anclaje queden bien recubiertos y protegidos.
En el encofrado, y coincidiendo con los puntos en que vayan a situarse los anclajes, deberán colocarse, en gene-
ral, tacos adecuados para formar un cajeado que sirva de apoyo de anclaje y facilite la colocación del material
destinado a la protección del dispositivo de anclaje, una vez efectuados el tesado y la inyección.
Las características de las vainas y accesorios de pretensado deben ser conformes con
lo indicado específicamente para cada sistema en la documentación que acompaña a la
Evaluación Técnica Europea (ETE) del sistema.
El suministro y almacenamiento de las vainas y sus accesorios se realizará adoptando
precauciones análogas a las indicadas para las armaduras. El nivel de corrosión admisible
debe ser tal que los coeficientes de rozamiento no se vean alterados. Por lo tanto se adop-
tarán las medidas adecuadas de protección provisional contra la corrosión.
Los apoyos que se dispongan para mantener este trazado deberán ser de tal naturaleza
que no den lugar, una vez endurecido el hormigón, a fisuras ni filtraciones.
Por otra parte, las armaduras activas o sus vainas se sujetarán convenientemente para
impedir que se muevan durante el hormigonado y vibrado, quedando expresamente prohi-
bido el empleo de la soldadura con este objeto.
El doblado y colocación de la vaina y su fijación a la armadura pasiva debe garantizar un
suave trazado del tendón y al evitar la ondulación seguir el eje teórico del mismo para no
aumentar el coeficiente de rozamiento parásito o provocar empujes al vacío imprevistos.
La posición de los tendones dentro de sus vainas o conductos deberá ser la adecuada,
recurriendo, si fuese preciso, al empleo de separadores.
Cuando se utilicen armaduras pretesas, conviene aplicarles una pequeña tensión previa
y comprobar que, tanto los separadores y placas extremas como los alambres, están bien
alineados y que éstos no se han enredado ni enganchado.
Antes de autorizar el hormigonado, y una vez colocadas y, en su caso, tesas las armadu-
ras, se comprobará si su posición, así como la de las vainas, anclajes y demás elementos,
concuerda con la indicada en los planos, y si las sujeciones son las adecuadas para garan-
tizar su invariabilidad durante el hormigonado y vibrado. Si fuera preciso, se efectuarán las
oportunas rectificaciones.
El aplicador del pretensado deberá comprobar, para cada tipo de tendón, los diámetros
de vaina y espesores indicados en el proyecto, así como los radios mínimos de curvatura,
para evitar la abolladura, garantizar que no se superan los coeficientes de rozamiento con-
siderados en el cálculo, evitar el desgarro y aplastamiento durante el tesado, especialmente
en el caso de vainas de plástico.
Comentarios
Cualquier irregularidad en el trazado de las armaduras respecto a su correcta posición, modifica la distribución
de tensiones en la sección transversal de la pieza y puede engendrar solicitaciones no previstas en los cálculos,
susceptibles de dañar o fisurar el hormigón, pudiendo afectar también al valor del rozamiento de los tendones
en sus vainas.
Por este motivo, habrá que conocer todos los datos necesarios para lograr dar a las armaduras su trazado ade-
cuado, y proceder a los oportunos controles, durante las diferentes fases de la construcción, para asegurarse
de que se mantiene dicho trazado.
Con objeto de garantizar las condiciones de trazado impuestas en proyecto, se realizará un estudio específico
para indicar el número y disposición de apoyos.
La tracción previa que conviene aplicar a las armaduras pretesas puede valorarse en 2,25 kN por alambre, para
diámetros de hasta 5 mm y en 4,5 kN para alambres de diámetros superiores. Esta carga resulta, en general,
suficiente para poder considerar que los alambres quedan rectos.
Los desviadores utilizados en los sistemas de pretensado exterior tienen que satisfacer
los siguientes requisitos:
− soportar las fuerzas longitudinales y transversales que el tendón le transmite y, a su
vez, transmitir estas fuerzas a la estructura, y
− asegurar, sin discontinuidades angulares inaceptables, la continuidad entre dos sec-
ciones rectas del tendón.
Los desviadores se colocarán siguiendo estrictamente las instrucciones del suministra-
dor.
La separación de los conductos o de los tendones de pretensado será tal que permita la
adecuada colocación y compactación del hormigón, y garantice una correcta adherencia
entre los tendones o las vainas y el hormigón.
Las armaduras pretesas deberán colocarse separadas. La separación libre mínima de
los tendones individuales, tanto en horizontal como en vertical, será igual o superior al
mayor de los valores siguientes (figura 50.2.2.3):
a. 20 milímetros (sólo para la separación horizontal),
b. 2 veces el diámetro de la mayor,
c. el tamaño máximo del árido más 5 mm para la separación horizontal y el tamaño
máximo del árido para la separación vertical.
Ø
≥ dg
≥ 2Ø
≥ dg + 5
≥ 2Ø
≥ 20
Comentarios
En el caso especial de ejecución particularmente cuidada (por ejemplo, elementos prefabricados con riguroso
control) se podrán disminuir las distancias mínimas indicadas previa justificación especial.
Como norma general, se admite colocar en contacto diversas vainas formando grupo,
limitándose a dos en horizontal y a no más de cuatro en su conjunto. Para ello, las vainas
deberán ser corrugadas y, a cada lado del conjunto, habrá de dejarse espacio suficiente
para que pueda introducirse un vibrador normal interno.
Las distancias libres entre vainas o grupos de vainas en contacto, o entre estas vainas
y las demás armaduras, deberán ser al menos iguales al mayor de los valores siguientes:
En dirección vertical:
a. El diámetro de la vaina.
b. El tamaño máximo del árido.
c. 4 centímetros.
En dirección horizontal:
a. El diámetro de la vaina.
b. La dimensión horizontal de la vaina (en el caso de vainas planas).
c. 5 centímetros.
d. El tamaño máximo del árido más 5 mm.
≥ dg + 5
≥Ø
≥ 50 mm
≥Ø
≥ 40 mm
≥ dg
≥Ø
≥ 40 mm
NOTA. Donde Ø es el diámetro de la vaina para la armadura postesa y dg es el tamaño máximo del árido.
Comentarios
El intervalo entre armaduras, estimado como necesario para poder introducir sin riesgo un vibrador normal
interno es de 6 cm.
Comentarios
Cuando se usen acopladores, éstos se colocarán teniendo en cuenta la interferencia que dichos elementos su-
ponen, de manera que la capacidad portante de la pieza no se vea afectada, y que cualquier anclaje provisional
que fuese necesario durante la construcción se pueda introducir satisfactoriamente.
50.3.1 Generalidades
Comentarios
El esfuerzo final de tracción de las armaduras depende del orden de su puesta en carga (tesado), puesto que la
pieza se deforma progresivamente durante la aplicación del pretensado.
Deberá comprobarse siempre que el tesado de los primeros elementos de la armadura no provoca en la pieza
deformaciones anormales.
El valor del movimiento originado por la penetración de la cuña, si se utiliza este tipo de anclaje, deberá medirse
cuidadosamente por un operario responsable y anotarse en la tabla de tesado.
Debe prohibirse que, en las proximidades de la zona en que va a realizarse el tesado, exista más personal que el
que haya de intervenir en el mismo. Por detrás de los gatos se colocarán protecciones resistentes y se prohibirá,
durante el tesado, el paso entre dichas protecciones y el gato.
En el caso de armaduras pretesas se recomienda colocar, en los estribos de las bancadas de pretensado, un
cartel indicando la carga máxima para la cual han sido proyectados.
Con el fin de evitar que durante el tesado puedan saltar las armaduras si se rompen, se recomienda: utilizar
separadores o placas horadadas para el paso de los alambres; disponer estribos que rodeen las armaduras;
cubrirlas con tablones de gran peso, o envolverlas con sacos de yute.
Comentarios
En el caso de tesado en etapas sucesivas, debe comprobarse la necesidad de disponer una protección temporal
de los tendones. En caso de ser necesaria, la adherencia del material protector no afectará a la misma, ni tendrá
ningún efecto pernicioso sobre el acero o el hormigón. Para comprobar si el hormigón ha alcanzado la resisten-
cia necesaria para poder iniciar el tesado, se realizarán ensayos de información con probetas conservadas en
condiciones lo más análogas posibles a las de obra.
La previsión de los alargamientos se realiza de acuerdo con el sistema de pretensado instalado y los datos de
proyecto. Cuando no existan valores determinados al respecto, puede considerarse, en general, que los valores
de los alargamientos se medirán con una precisión no inferior al 2% del recorrido total; y no podrán diferir de
los valores teóricos calculados en más del 15% para un tendón particular, ni del 5% para la suma de todos los
valores de tendones en la misma sección. Cuando los alargamientos realmente medidos superen estos valores
se deberán realizar las comprobaciones oportunas y, en su caso, adoptar las medidas de corrección correspon-
dientes.
Comentarios
Como quiera que para el control de la tensión introducida en las armaduras se exige medir los alargamientos, es
preciso que los aceros permanezcan siempre en la zona de deformaciones elásticas.
Debe tenerse en cuenta que los límites establecidos son valores máximos absolutos admisibles. Por consi-
guiente, una vez alcanzados dichos límites no se podrá admitir sobretensión alguna ni aún en casos excepcio-
nales (rotura fortuita de alambres, etc.).
Se entiende por retesado cualquier operación de tesado efectuada sobre un tendón con
posterioridad a la de su tesado inicial.
Sólo está justificado cuando se considere preciso para uniformar las tensiones de los
diferentes tendones de un mismo elemento, o cuando, de acuerdo con el programa previsto
en el proyecto, el tesado se realice en etapas sucesivas.
Debe evitarse el retesado que tenga como único objeto disminuir las pérdidas diferidas
de tensión, salvo que circunstancias especiales así lo exijan.
Comentarios
El tesado en etapas sucesivas tiene el inconveniente de que obliga a retrasar la inyección, lo que aumenta el
riesgo de corrosión bajo tensión de las armaduras.
50.4.1.1 Generalidades
Los principales objetivos de la inyección de los tendones son evitar la corrosión del acero
de pretensado y proporcionar una adherencia eficaz entre el hormigón y el acero.
Para conseguirlo es condición básica que todos los huecos de las vainas o conductos y
anclajes queden llenos por un material de inyección adecuado (apartado 37.4), que posea
los requisitos de resistencia y adherencia necesarios.
La inyección debe efectuarse lo más pronto posible después del tesado. Si, por razones
constructivas, debiera diferirse, se efectuará una protección provisional de las armaduras,
utilizando algún método o material que no impida la ulterior adherencia de los tendones al
producto de inyección.
Además, para asegurar que la inyección de los tendones se realiza de forma correcta y
segura es preciso disponer de:
− Personal cualificado, entrenado al efecto.
− Un equipo sólido y seguro, adecuadamente revisado, calibrado y puesto a punto.
− Unas instrucciones escritas y una organización previa sobre los materiales a utilizar
y el procedimiento de inyección a seguir.
− Adoptar las precauciones de seguridad adecuadas a cada caso.
Comentarios
El plazo máximo, que normalmente se considera admisible, desde que se concluye el tesado hasta que se efec-
túa la inyección, es de un mes.
Para comprobar que las vainas o conductos han quedado totalmente rellenos, se recomienda comparar el vo-
lumen de los huecos a rellenar, con la cantidad de mezcla realmente inyectada. A tal efecto se dispondrán los
oportunos aparatos de control a la entrada y a la salida de la inyección.
Los materiales sólidos utilizados para preparar el producto de inyección deberán dosifi-
carse en peso.
El amasado de dichos materiales se realizará en un aparato mezclador capaz de prepa-
rar un producto de inyección de consistencia uniforme y, a ser posible, de carácter coloidal.
Se prohíbe el amasado a mano.
El tiempo de amasado depende del tipo de aparato mezclador y debe realizarse de acuer-
do con las instrucciones del fabricante. En cualquier caso, no será inferior a 2 minutos ni
superior a 4 minutos, salvo indicación específica incluida en la Evaluación Técnica Europea
(ETE) del sistema.
Después del amasado, el producto debe mantenerse en movimiento continuo hasta
el momento de la inyección. Es esencial que, en ese momento, el producto se encuentre
exento de grumos.
En el caso de vainas o conductos verticales, la relación agua/cemento de la mezcla debe
ser algo mayor que en las mezclas destinadas a inyectar vainas horizontales.
Comentarios
El aparato mezclador, el agitador si se utiliza y la bomba de inyección deben ser accionados por motores inde-
pendientes y controlarse también cada uno por separado.
La bomba de inyección debe alimentarse por gravedad y no por succión, ya que este último sistema tiende a
introducir aire en la mezcla, lo que debe evitarse.
El orden de introducción de los materiales en el mezclador debe ser: primero el agua, después el cemento y por
último el aditivo. En todo caso, el aditivo deberá introducirse según las correspondientes instrucciones relativas
a su empleo.
Cuando vaya a transcurrir un período superior a 30 minutos entre el amasado de la lechada y su inyección, se
recomienda el empleo de aditivos retardadores.
Para evitar los grumos se recomienda, si se emplea mortero, pasar el producto, en el momento en que se vaya a
proceder a la inyección, por un tamiz que, al mismo tiempo, elimine las impurezas y cuya abertura de malla sea
de 2 mm. Podrá utilizarse también cualquier otro procedimiento eficaz que produzca el mismo efecto.
Antes de proceder a la inyección hay que comprobar que se cumplen las siguientes
condiciones previas:
a. el equipo de inyección se encuentra operativo y se dispone de una bomba de in-
yección auxiliar para evitar interrupciones en caso de mal funcionamiento;
b. existe un suministro permanente de agua a presión y aire comprimido;
c. se dispone, en exceso, de materiales para el amasado del producto de inyección;
d. las vainas están libres de materiales perjudiciales, por ejemplo, agua o hielo;
e. los orificios de los conductos a inyectar están perfectamente preparados e identi-
ficados;
f. se han preparado los ensayos de control de la lechada.
En el caso de que la aplicación del pretensado esté en posesión de un distintivo de ca-
lidad oficialmente reconocido, la dirección facultativa podrá prescindir de la condición a la
que hace referencia el punto a).
La inyección debe ser continua e ininterrumpida, con una velocidad de avance com-
prendida entre 5 y 15 metros por minuto. La longitud máxima de inyección y la longitud de
las toberas vendrá definida por la correspondiente Evaluación Técnica Europea (ETE) del
sistema de pretensado.
Como norma general, para lechadas estándar se inyectará con una velocidad de 5 a 15
metros por minuto, se inyectarán longitudes máximas de 120 m y se colocarán purgas en
los puntos altos con una separación máxima de 50 m. Con lechadas especiales pueden
utilizarse otros parámetros que deberán estar justificados mediante ensayos.
Se prohíbe efectuar la inyección mediante aire comprimido.
Siempre que sea posible, la inyección debe efectuarse desde el anclaje más bajo o desde
el tubo de toma inferior del conducto.
La inyección debe prolongarse hasta que la consistencia de la mezcla que rebosa por
el extremo libre del conducto sea igual a la del producto inyectado y, una vez terminada,
deben adoptarse las medidas necesarias para evitar pérdidas de la mezcla en el conducto.
En el caso de vainas o conductos verticales, debe colocarse un pequeño depósito en
la parte superior que debe mantenerse constantemente lleno de pasta para compensar
la reducción de volumen que se produce. Es importante que este depósito se sitúe en po-
sición centrada encima del conducto, con el fin de que el agua ascendente por exudación
pueda unirse a la mezcla contenida en el depósito y no se quede acumulada en el extremo
superior de la vaina, lo que resultaría peligroso para la protección del tendón y del anclaje
correspondiente.
En tiempo frío y, especialmente en tiempo de heladas, deben tomarse precauciones
especiales, asegurándose que, al iniciar la inyección, no existe hielo en los conductos. Para
ello, debe inyectarse agua caliente, pero nunca vapor.
Si se prevé que la temperatura no descenderá por debajo de los 5ºC en las 48 horas
siguientes a la inyección, se podrá continuar ésta utilizando un producto poco sensible
a las heladas, que contenga el porcentaje de aire ocluido especificado en la Evaluación
Técnica Europea (ETE) y que cumpla las condiciones prescritas en el Artículo 37, o bien
calentándose el elemento de la estructura de modo que su temperatura no baje de 5ºC,
durante ese tiempo.
Cuando la temperatura ambiente exceda de los 35ºC, es recomendable enfriar el agua
de la mezcla.
En todos los casos, una vez terminada la inyección deben obturarse herméticamente
los orificios y tubos de purga, de modo que se evite la penetración en los conductos de
agua, o de cualquier otro agente corrosivo para las armaduras. Asimismo, debe procederse
a la limpieza del equipo lo más rápidamente posible después de finalizada la inyección,
procediendo a continuación a un cuidadoso secado de la bomba, mezcladora y tuberías.
Si existiera la posibilidad de que hubiera zonas importantes no inyectadas, deben adop-
tarse las medidas oportunas para realizar una inyección posterior de las mismas. En caso
de duda puede realizarse un control con endoscopio o realizando el vacío.
Comentarios
Las bombas de inyección pueden ser accionadas por motor o a mano. Deberán estar dotadas de un dispositivo
de seguridad que evite sobrepresiones. En el caso de vainas largas verticales, no es aconsejable utilizar las
bombas accionadas a mano.
Antes de proceder a la inyección de la mezcla, debe limpiarse el conducto con aire comprimido. La limpieza de
los conductos con aire comprimido sirve además para detectar posibles tapones en el interior de los mismos.
En el caso de conductos sin vaina (paredes de hormigón), se inyectará agua para humedecer dicho hormigón.
Después, se expulsará el agua sobrante inyectando aire comprimido, o por cualquier otro medio.
La inyección se debe realizar a velocidad constante, suficientemente rápida para impedir la segregación en las
zonas de dificultad de paso, pero suficientemente lenta en vainas corrugadas para evitar la inclusión de aire en
la corriente descendente de lechada.
Conviene que la presión de inyección sea lo más baja posible, los valores normales oscilan entre 3 y 7 atmósfe-
ras. Estos valores se alcanzarán por aumentos progresivos, sin saltos bruscos.
La inyección debe hacerse con la lentitud necesaria para impedir la segregación de la mezcla.
La unión del conducto que se vaya a inyectar con el tubo por el que se inyecta debe ser hermética para evitar
arrastre de aire.
En conductos muy largos o de gran diámetro puede ser necesario repetir la inyección después de dos horas,
para compensar la eventual reducción de volumen de la mezcla.
Cuando se inyectan cables largos y ondulados, en los que se necesita una presión elevada, se puede cerrar el
extremo por el que se ha iniciado la inyección y continuarla por los sucesivos tubos de purga.
En caso de tener que efectuar la inyección en tiempo de bajas temperaturas, se puede proteger contra las hela-
das mediante un calentamiento adecuado de las vainas y, por supuesto, del agua.
Una vez terminada la inyección, conviene plegar y atar los tubos de salida, en forma análoga a como se hace
con una válvula de balón.
Durante la inyección de los conductos, los operarios que trabajen en las proximidades
deberán ir provistos de gafas protectoras o una pantalla transparente, mascarilla para la
boca y nariz y guantes en previsión de posibles escapes de la mezcla inyectada a presión.
No debe mirarse por los tubos utilizados como respiraderos o rebosaderos, para com-
probar el paso del producto de inyección.
Cuando la inyección se efectúa en obra, y existe circulación en zonas próximas, se adop-
tarán las oportunas precauciones para impedir que, si se escapa el producto de inyección,
pueda ocasionar daños.
Comentarios
Se llama la atención sobre el peligro que representa un destesado prematuro, por las elevadas pérdidas en la
fuerza de pretensado que pueden producirse como consecuencia de las importantes deformaciones reológicas
que experimenta el hormigón cuando se carga siendo aún muy joven.
Un destesado brusco provocaría esfuerzos anormales en las piezas, con aumento de la longitud de transferen-
cia y anclaje de las armaduras y riesgos de deslizamiento de las mismas.
Comentarios
Las propiedades que permiten evaluar el nivel de calidad de un hormigón son la homogeneidad (mantenimiento de
características similares dentro de una misma amasada) y la uniformidad (mantenimiento de características similares
entre distintas amasadas). Dichas propiedades pueden comprobarse a través de la densidad, el contenido de aire, el
índice de consistencia y la resistencia a compresión.
El hormigón fabricado en central se caracteriza, además de por las especificaciones de su producción, por una mayor
homogeneidad y uniformidad, presumibles a priori y evaluables en el proceso de control de calidad de producción. Por
el contrario, el hormigón fabricado por cualquier otro procedimiento puede presentar dispersiones elevadas, tanto de
homogeneidad como de uniformidad, por lo que el hormigón se fabricará en central siguiendo las especificaciones
del apartado 51.2.
La homogeneidad se analiza evaluando la dispersión que existe entre características de diversas muestras tomadas
de la misma amasada, lo que permite comprobar la idoneidad del proceso de dosificación, amasado y transporte.
La uniformidad se analiza evaluando, mediante el coeficiente de variación o la desviación típica, la dispersión que
existe entre características análogas de distintas amasadas. Para ello, normalmente, se utilizan los valores de la re
sistencia a compresión a 28 días. El fabricante de hormigón tendrá a disposición de la dirección facultativa los valores
de dispersión obtenidos en su control de producción realizado según el apartado 51.2.6
51.2.1 Generalidades
triales de ámbito estatal, estando dicha inscripción a disposición del peticionario y de las
Administraciones competentes, que cumple con las disposiciones físicas y documentales
que contempla la legislación industrial vigente y que, con carácter general, no pertenece a
las instalaciones propias de la obra.
El fabricante tendrá implantado un plan de mantenimiento de las instalaciones de la
central que asegure el cumplimiento de las condiciones indicadas en este apartado.
Comentarios
Las instalaciones de fabricación de hormigón pueden incluir también instalaciones de lavado y reciclado. El
lavado de los elementos de transporte se efectuará en balsas de lavado específicas que permitan la reutilización
del agua.
Además es recomendable disponer de sistemas de reciclado que permitan la recuperación de los residuos
sólidos procedentes de hormigones no utilizados, o procedentes de la limpieza de los camiones hormigonera.
51.2.2.1 Cemento
51.2.2.2 Áridos
Los áridos se almacenarán en silos, tolvas o acopios sobre el terreno. En este último
caso se dispondrán sobre una base anticontaminante que evite su contacto con el terreno;
la mezcla entre los apilamientos de fracciones granulométricas distintas se evitará con
tabiques separadores o con espaciamientos amplios entre ellos.
Se deberán establecer acopios separados e identificados para los áridos reciclados y los
áridos naturales.
Deberán adoptarse las precauciones necesarias para evitar la segregación, tanto duran-
te el almacenamiento como durante el transporte entre el lugar de almacenamiento y las
tolvas para su dosificación.
Comentarios
Debe también preverse la posible acción del viento sobre los apilamientos de árido fino, con objeto de evitar la
segregación y extender las precauciones necesarias al trasiego entre el lugar de almacenamiento y las tolvas
para su dosificación
En el caso de áridos suministrados con humedades altas o variables, antes de su uso, el árido deberá acopiarse
para facilitar su drenaje, y, en su caso, homogeneizar el acopio con pala si la humedad es muy variable.
Cuanto mayor sea la resistencia del hormigón, es más importante determinar con precisión la humedad de los
áridos durante su almacenamiento, y previamente a la mezcla y amasado de los componentes de hormigón
para evitar variaciones no previstas de la relación agua/cemento.
Con el fin de evitar el empleo de áridos excesivamente calientes durante el verano o saturados de humedad en
invierno o en época de lluvia, se recomienda almacenarlos bajo techado, en recintos convenientemente protegi-
dos y aislados. En caso contrario, deberán adoptarse las precauciones oportunas para evitar los perjuicios que
la elevada temperatura, o excesiva humedad pudieran ocasionar.
Es aconsejable que los áridos reciclados procedentes de hormigones de muy distintas calidades se almace-
nen separadamente, debido a que la calidad del hormigón de origen influye en la calidad del árido reciclado,
obteniéndose áridos con mejores propiedades a partir de hormigones de buena calidad. Una posible distinción
puede ser almacenar en acopios separados los escombros procedentes de hormigón estructural o de elevada
resistencia y los procedentes de hormigones no estructurales, permitiendo así una mayor uniformidad en las
propiedades de los áridos producidos
51.2.2.3 Agua
51.2.2.4 Adiciones
Para las adiciones suministradas a granel se emplearán equipos similares a los utiliza-
dos para el cemento, debiéndose almacenar en recipientes y silos impermeables que los
protejan de la humedad y de la contaminación, los cuales estarán perfectamente identifica-
dos para evitar posibles errores de dosificación.
51.2.2.5 Aditivos
Los aditivos pulverulentos se almacenarán en las mismas condiciones que los cemen-
tos, evitando cualquier tipo de contaminación.
Los aditivos líquidos y los pulverulentos diluidos en agua se deben almacenar en depósi-
tos que deberán estar protegidos de la helada, impedir cualquier contaminación y evitar que
se produzcan sedimentaciones incorporando, en los casos que fuera necesario, elementos
agitadores para mantener los sólidos en suspensión.
Comentarios
Las centrales dispondrán de sistemas de pesaje electrónico, que generen una base de datos informatizada en la
que, mediante un programa específico, se registren automáticamente los datos correspondientes a las dosifica-
ciones de cada una de las materias primas utilizadas en las diferentes amasadas fabricadas.
El programa de dosificación almacenará las fórmulas de dosificación de cada tipo de hormigón y éstas estarán
protegidas de forma que sólo puedan ser modificadas por el responsable de control de producción de la central.
Se entiende por Resolución de un equipo de medida la cantidad mínima de material que es capaz de detectar.
Se entiende por Error de exactitud la diferencia entre el valor real y el valor indicado por el equipo de medida.
Se entiende por Precisión de un equipo la dispersión de mediciones que se obtienen para un mismo valor real.
Se calcula tomando seis veces la lectura en la báscula al aplicarle un peso contrastado (comprendido entre el
10% y el 90% de la capacidad total de la báscula) y obteniendo la diferencia entre el valor real y el obtenido (error
de exactitud); el valor de precisión será la media de las seis diferencias más/menos 1,96 veces la desviación tí-
pica de las diferencias. La precisión ponderada de la báscula se obtiene aplicando el mismo criterio a los valores
de precisión obtenidos en los diferentes puntos de la escala de la báscula.
Se entiende por Tolerancia de dosificación como el margen admisible entre la cantidad nominal de un material
y la cantidad medida.
51.2.3.1 Cemento
Comentarios
La central de fabricación deberá estar equipada con el número de básculas suficiente para garantizar que, en
ningún caso, se dosifican cantidades de cemento que queden por debajo del 10 por 100 de la capacidad total de
la escala de la báscula utilizada. En determinados casos bastará con disponer de células de carga de diferentes
rangos, que puedan ser intercambiadas en el momento que sean necesarias.
El sistema de dosificación deberá diseñarse de manera que cualquier variación incontrolada en el contenido
de cemento sea detectada con anterioridad a su entrada en la amasadora, con el fin de evitar, en lo posible, la
existencia de amasadas con un contenido de cemento que exceda los valores de tolerancia expresados ante-
riormente.
51.2.3.2 Áridos
Comentarios
La central de fabricación deberá estar equipada con el número de básculas suficiente para garantizar que, en
ningún caso, se dosifiquen cantidades de áridos que queden por debajo del 10 por 100 de la capacidad total de
la escala de la báscula utilizada, con el fin de no rebasar los valores establecidos de tolerancias. En determina-
dos casos bastará con disponer de células de carga de diferentes rangos, que puedan ser intercambiadas en el
momento que sean necesarias.
Se deberán mantener perfectamente limpios todos los puntos de soporte, las articulaciones y partes análogas
de las básculas
51.2.3.3 Agua
El medidor de agua deberá tener una precisión tal que no se rebase la tolerancia de
dosificación establecida en el apartado 51.3.2.4. El agua directamente añadida al amasado
se medirá por contador volumétrico o mediante báscula.
51.2.3.4 Adiciones
51.2.3.5 Aditivos
Los dosificadores para aditivos estarán diseñados y marcados de tal forma que se pue-
da medir con claridad la cantidad de aditivo correspondiente a 50 kilogramos de cemento.
La precisión del dosificador será de ± 1% para cualquier lectura.
Comentarios
Se recomienda utilizar un dosificador diferente para cada aditivo. En caso contrario, antes de hacer el cambio de
aditivo, deberá limpiarse el sistema dosificador, excepto en el caso en que los diferentes aditivos sean compati-
bles entre sí, de acuerdo con la documentación aportada por el suministrador del aditivo.
En el caso de centrales que dispongan de sistemas de pesaje electrónico, será suficiente la existencia de una
base de datos informatizada en la que, mediante un programa específico, se registren automáticamente los
datos correspondientes a las dosificaciones de aditivos de las diferentes amasadas fabricadas
Los equipos pueden estar constituidos por amasadoras fijas o móviles capaces de
mezclar los componentes del hormigón de modo que se obtenga una mezcla homogénea
y completamente amasada, capaz de satisfacer los dos requisitos del grupo A y al menos
dos de los del grupo B, de la tabla 51.2.4.
Estos equipos se examinarán con la frecuencia necesaria para detectar la presencia de
residuos de hormigón o mortero endurecido, así como desperfectos o desgastes en las
paletas o en su superficie interior, procediéndose, a comprobar anualmente el cumplimien-
to de los requisitos de la tabla 51.2.4, salvo que exista una reglamentación específica que
marque una frecuencia mayor.
Las amasadoras, tanto fijas como móviles, deberán ostentar, en un lugar destacado, una
placa metálica en la que se especifique:
− para las fijas, la velocidad de amasado y la capacidad máxima del tambor, en térmi-
nos de volumen de hormigón amasado;
− para las móviles, el volumen total del tambor, su capacidad máxima en términos de
volumen de hormigón amasado, y las velocidades máxima y mínima de rotación.
(*) Por cada muestra, se fabricarán y ensayarán a compresión, a la edad 7 días, dos probetas cilíndricas de
15 cm de diámetro y 30 cm de altura. Si a 7 días no se cumplen las prescripciones se pueden ensayar
a 28 días, dándose por bueno el resultado si es correcto en esa fecha. Estas probetas serán confec-
cionadas, conservadas y ensayadas según los procedimientos contemplados en el apartado 57.3. Se
determinará la medida de cada una de las dos muestras como porcentaje de la media total.
Comentarios
Las amasadoras fijas deberán tener un temporizador adecuado que no permita descargar las amasadas hasta
que no se haya cumplido el tiempo de amasado prescrito.
En el caso de los elementos prefabricados de hormigón con marcado CE obligatorio, en la norma armonizada se
establecen controles continuados sobre algunas de las características a comprobar de la tabla 51.2.4.
En cualquier caso se recomienda llevar a cabo estos ensayos cuando se presente alguna de las siguientes si-
tuaciones: 1) a la puesta en funcionamiento de una instalación nueva; 2) después de realizar alguna reparación
en la instalación (equipos de amasado); o 3) cuando visualmente se observen anomalías.
Comentarios
El control de producción de las centrales de hormigón preparado está regulada por el Real Decreto 163/2019,
de 22 de marzo, por el que se aprueba la Instrucción Técnica para la realización del control de la producción de
los hormigones fabricados en central.
Cada uno de los materiales componentes empleados para la fabricación del hormigón
deberá suministrarse a la central de hormigón acompañada de la documentación de sumi-
nistro indicada al efecto en el Anejo 4. En el apartado 51.2.2 se señalan las condiciones de
almacenamiento y gestión de materiales componentes.
Se dosificará el hormigón con arreglo a los métodos que se consideren oportunos respe-
tando siempre las limitaciones siguientes:
a. La cantidad mínima de cemento por metro cúbico de hormigón será la establecida
en el apartado 43.2.1.
b. La cantidad máxima de cemento por metro cúbico de hormigón será de 500 kg. En
casos excepcionales, previa justificación experimental y autorización expresa de
la dirección facultativa, se podrá superar dicho límite.
c. No se utilizará una relación agua/cemento mayor que la máxima establecida en el
apartado 43.2.1.
En dicha dosificación se tendrán en cuenta, no sólo la resistencia mecánica y la consis-
tencia (en su caso) que deban obtenerse, sino también la clase de exposición ambiental
que va a estar sometido el hormigón, por los posibles riesgos de deterioro de éste o de las
armaduras a causa del ataque de agentes exteriores.
La dosificación de cemento, de los áridos, y en su caso, de las adiciones, se realizará en
peso. Se deberá vigilar el mantenimiento de la dosificación para garantizar una adecuada
homogeneidad entre amasadas.
Cuando la central de fabricación no disponga de historial de resultados de dosificacio-
nes (con los materiales componentes solicitados) para una especificación concreta, se
deberán realizar ensayos previos para garantizar que la dosificación diseñada satisface las
condiciones exigidas de acuerdo con los Artículos 33 y 43.
Comentarios
Para determinar la dosificación más conveniente del hormigón, no hay que olvidar algunos factores importantes
asociados a la fabricación, puesta en obra y acabado, tales como:
− las características de los materiales;
− la docilidad exigida;
− exigencias especiales de puesta en obra, como por ejemplo el bombeo;
− el acabado superficial requerido;
− la susceptibilidad a la exudación, asentamiento y pérdida de lechada, etc.
Con independencia del método de dosificación que se vaya a emplear, siempre es aconsejable efectuar un
estudio previo de los materiales componentes, así como de las proporciones en las que éstos deben intervenir,
de forma que la mezcla obtenida se ajuste a las exigencias de todo tipo que se hayan establecido previamente.
Un estudio de esta naturaleza pasará por analizar y determinar, al menos, los siguientes parámetros:
− granulometría de los áridos;
− composición del árido compuesto;
− contenido de cemento y relación agua/cemento;
− contenido de aditivos y/o adiciones.
El peligro de emplear mezclas muy ricas en cemento reside en los fuertes valores que, en tales casos, pueden
alcanzar la retracción y el calor de fraguado en las primeras edades.
La relación agua/cemento es un factor esencial en la durabilidad del hormigón y por ello deberá ser tan baja
como sea posible, y nunca superior a los valores límite establecidos por razones de durabilidad.. En el cálculo
del agua de amasado a emplear habrá que tener en cuenta la que aportan los áridos, la del superplastificante y,
en su caso, el humo de sílice si éste se suministra en suspensión en agua.
La dosificación de los materiales componentes se realizará garantizando que no se rebasan las tolerancias
que se indican a continuación, entendiendo por Tolerancia la diferencia entre el valor nominal y el valor medido.
El valor nominal se refiere a la cantidad establecida por el fabricante para cada uno de los materiales componen-
tes en su fórmula de dosificación. En la cantidad de cada una de las materias primas, el fabricante de hormigón
establece siempre unos márgenes suficientes para garantizarse el cumplimiento de las especificaciones de
dosificación incluso cuando se alcance el límite de la tolerancia de dosificación.
51.3.2.2 Cemento
51.3.2.3 Áridos
Los áridos se dosificarán en peso, teniendo en cuenta las correcciones por humedad.
Para favorecer la compacidad de la mezcla, el árido deberá componerse de al menos
dos fracciones granulométricas, para tamaños máximos iguales o inferiores a 22 mm, y de
tres fracciones granulométricas para tamaños máximos mayores. La tolerancia en peso
de los áridos, tanto si se utilizan básculas distintas para cada fracción de árido, como si la
dosificación se realiza acumulada, será del ±3%. Esta tolerancia debe aplicarse a la carga
total de cada amasada.
51.3.2.4 Agua
Comentarios
Agua total de un hormigón es la formada por el agua directamente añadida a la amasada, el agua aportada
por la humedad de los áridos (tanto de absorción como el agua superficial), y el agua que pudieran aportar los
aditivos y es la cantidad que se empleará para determinar la relación agua/cemento del hormigón. El contenido
de agua eficaz es la anterior descontando el agua de absorción de los áridos.
Para mantener inalterables las dosificaciones de áridos, éstas se deben haber estudiado considerando el mate-
rial saturado y con la superficie seca.
La cantidad de agua que hay que añadir directamente a la amasada para conseguir la consistencia especifica-
da, dependerá de la cantidad de agua aportada por los áridos y de la capacidad de retención de las distintas
fracciones de éstos. Por lo tanto, es de importancia fundamental conocer el agua superficial que aportan los
áridos, especialmente la arena. En cuanto al agua de absorción y a la capacidad de retención, éstas se deben
determinar en cada fracción granulométrica mediante ensayos previos.
51.3.2.5 Adiciones
Cuando se utilicen, las adiciones se dosificarán en peso, empleando básculas con es-
calas distintas de las utilizadas para los áridos. Cuando la cantidad de adiciones supera
el 5% de la masa del cemento, la tolerancia en la dosificación será el ±3% de la cantidad
requerida. Cuando la cantidad de adiciones no supera el 5% de la masa del cemento, la
tolerancia en la dosificación será el ±5% de la cantidad requerida. Esta tolerancia debe
aplicarse a la carga total de cada suministro.
51.3.2.6 Aditivos
Los aditivos pulverulentos deberán ser medidos en peso, y los aditivos en pasta o líqui-
dos, en peso o en volumen.
En ambos casos, la tolerancia será el ±5% del peso o volumen requeridos. Esta tolerancia
debe aplicarse a la carga total de cada suministro.
La incorporación de aditivos puede realizarse en planta o en obra. Sin embargo, en
algunas ocasiones, para conseguir hormigones de características especiales puede ser
conveniente la combinación de ambas situaciones.
Los materiales componentes se amasarán de forma tal que se consiga su mezcla ín-
tima y homogénea, debiendo resultar el árido bien recubierto de pasta de cemento. La
homogeneidad del hormigón se comprobará de acuerdo al procedimiento establecido en
el apartado 51.2.4.
Comentarios
En el caso de hormigones ligeros fabricados con áridos no saturados, el periodo desde el amasado inicial y la
finalización del amasado final (por ejemplo, reamasado en camión hormigonera) debe prolongarse hasta que
el agua absorbida por el árido ligero, y el aire liberado como consecuencia de ello, no tengan una significativa
influencia negativa sobre las propiedades del hormigón endurecido.
Para garantizar la homogeneidad del amasado siempre es preferible la fabricación del hormigón en centrales
que dispongan de amasadora fija. Cuando no se dispone de amasadora fija, es importante que la central vigile
especialmente el correcto amasado del hormigón antes de su salida de planta para lo que es conveniente que,
una vez realizada la carga sobre el camión, se proceda al amasado de la misma durante un tiempo de 1min/m3.
Si por las condiciones específicas del suministro, a criterios del fabricante se tuvieran que dosificar aditivos en
obra, se debe disponer de un equipo de medida y vaciado adecuado y en ningún caso se podrá sobrepasar la
consistencia especificada sin autorización previa de la dirección facultativa.
Los aditivos deben añadirse durante el amasado principal, excepto en el caso de superfluidificantes que podrán
añadirse después del amasado principal. En este caso, el hormigón debe reamasarse hasta que el aditivo se
haya dispersado completamente en la amasada o en la carga y haya alcanzado su plena efectividad. En un
camión hormigonera, la duración del reamasado, tras el amasado principal, no debe ser inferior a 1 min/m3 ni a
5 minutos después de haber añadido un aditivo.
Comentarios
La dosificación del hormigón designado por propiedades deberá cumplir todos los requisitos exigidos, resol-
viéndose las cantidades integrantes de cada componente a favor del criterio más exigente. Igualmente, el peti-
cionario deberá solicitar un conjunto de propiedades congruentes entre sí, es decir, resistencias características
y consistencias compatibles con los requisitos mínimos de contenido de cemento y relación a/c especificados
en el apartado 43.2.1 para la clase de exposición ambiental.
Comentarios
En hormigones de alta resistencia, el transporte se efectuará mediante amasadora móvil o camión hormigone-
ra. Es recomendable que el volumen de hormigón transportado no supere los 2/3 de la capacidad de la cuba.
En la carga de los elementos de transporte se tendrán en cuenta las limitaciones que el fabricante de estos
equipos recomiende para garantizar la homogeneidad del amasado o el mantenimiento de la misma.
Con objeto de garantizar que el hormigón llega al cliente conservando su homogeneidad y manteniendo las
especificaciones definidas, se recomienda la utilización de unidades de transporte dotadas de registro continuo
de la resistencia de las palas, así como del volumen en los depósitos de agua.
Cada carga de hormigón fabricado en central, tanto si ésta pertenece o no a las insta-
laciones de obra, irá acompañada de una hoja de suministro cuyo contenido mínimo se
indica en el Anejo 4.
El comienzo de la descarga del hormigón desde el equipo de transporte del suminis-
trador, en el lugar de la entrega, marca el principio del tiempo de entrega y recepción del
hormigón, que durará hasta finalizar la descarga de éste.
La dirección de obra, o la persona en quien delegue, es la responsable de que el control
de recepción se efectúe tomando las muestras necesarias, realizando los ensayos de con-
trol precisos, y siguiendo los procedimientos indicados en el Capítulo 13. Cuando se tomen
muestras, por parte de la entidad de control, del hormigón suministrado, el responsable de
la recepción del hormigón en la obra entregará una copia del acta de toma de muestras al
suministrador del hormigón.
Cualquier rechazo de hormigón basado en los resultados de los ensayos de consistencia
(y aire ocluido, en su caso) deberá ser realizado durante la entrega. No se podrá rechazar
ningún hormigón por estos conceptos sin la realización de los ensayos oportunos.
Queda expresamente prohibida la adición al hormigón de cualquier cantidad de agua u
otras sustancias que puedan alterar la composición original de la masa fresca. No obstante,
si el asentamiento es menor que el especificado, según el apartado 33.5, el suministrador
podrá adicionar aditivo plastificante o superplastificante para aumentarlo hasta alcanzar di-
cha consistencia, sin que ésta rebase las tolerancias indicadas en el mencionado apartado
y siempre que se haga conforme a un procedimiento escrito y específico que previamente
haya sido aprobado por el fabricante del hormigón y que cuente con la autorización de la
dirección facultativa. Para ello, el elemento de transporte o, en su caso, la central de obra,
deberá estar equipado con el correspondiente sistema dosificador de aditivo y reamasar el
hormigón hasta dispersar totalmente el aditivo añadido. El tiempo de reamasado será de al
menos 1 min/m3, sin ser en ningún caso inferior a 5 minutos.
La actuación del suministrador termina una vez efectuada la entrega del hormigón y
siendo satisfactorios los ensayos de recepción del mismo.
En los acuerdos entre el peticionario y el suministrador deberá tenerse en cuenta el
tiempo que, en cada caso, pueda transcurrir entre la fabricación y la puesta en obra del
hormigón.
Comentarios
Se entiende por lugar de la entrega el sitio o sitios de la obra fijados por el peticionario y aceptados por el sumi-
nistrador para la recepción del hormigón.
Este Código prohíbe expresamente que en la recepción del hormigón se lleve a cabo la adición de agua. También
se prohíbe la adición de cualquier otro producto que altere negativamente las propiedades del mismo o que no
haya sido previamente establecido en las condiciones del contrato de suministro que, en su caso, deberán ser
conocidas con antelación por la dirección facultativa.
Comentarios
El vertido en grandes montones y su posterior distribución por medio de vibradores no es, en absoluto, recomendable,
ya que produce una notable segregación en la masa del hormigón.
Se tendrá especial cuidado en evitar el desplazamiento de armaduras, conductos de pretensado, anclajes y encofra-
dos, así como el producir daños en la superficie de estos últimos, especialmente cuando se permita la caída libre del
hormigón.
El vertido del hormigón en caída libre, si no se realiza desde pequeña altura (inferior a dos metros), produce inevita-
blemente la disgregación de la masa, y puede incluso dañar la superficie de los encofrados o desplazar éstos y las
armaduras o conductos de pretensado, debiéndose adoptar las medidas oportunas para evitarlo.
El empleo de aditivos superplastificantes y el elevado contenido de finos en hormigones de alta resistencia, los hace
muy fluidos, permitiendo unas tongadas de mayor espesor que en un hormigón convencional, si bien resulta necesaria
una mayor energía de compactación.
cerrado de la masa, sin que llegue a producirse segregación. El proceso de compactación deberá
prolongarse hasta que refluya la pasta a la superficie y deje de salir aire.
Cuando se utilicen vibradores de superficie el espesor de la capa después de compactada no
será mayor de 20 centímetros.
La utilización de vibradores de molde o encofrado deberá ser objeto de estudio, de forma que
la vibración que se transmita a través del encofrado sea la adecuada para producir una correcta
compactación, evitando la formación de huecos y capas de menor resistencia.
El revibrado del hormigón deberá ser objeto de aprobación por parte de la dirección de obra.
Comentarios
El espesor de las capas o tongadas en que se extienda el hormigón estará en función del método y eficacia del procedi-
miento de compactación empleado. Como regla general, este espesor estará comprendido entre 30 y 60 centímetros.
Una inadecuada compactación del hormigón en obra puede conducir a defectos (por ejemplo, excesiva permeabilidad
en el caso de compactación insuficiente, o formación de una capa superficial débil en el caso de una compactación
excesiva) que no se reflejen suficientemente en el valor de la resistencia a compresión, pero que pueden alterar signi-
ficativamente otras propiedades, como la permeabilidad.
En hormigones de alta resistencia se puede utilizar la compactación por vibración incluso con consistencias fluidas o
líquidas. Debido a su mayor cohesión la segregación durante el vertido es menor.
La compactación del hormigón resulta más difícil cuando el árido encuentra un obstáculo para alcanzar la ordenación
que corresponde a la máxima compacidad compatible con su granulometría. Por esta razón, el proceso de compacta-
ción debe prolongarse junto a los fondos y paramentos de los encofrados y especialmente en los vértices y aristas -sin
que el dispositivo de compactación llegue a entrar en contacto con ellos-, hasta eliminar todas las posibles coqueras.
En función de la consistencia y trabajabilidad del hormigón, así como del tipo de elemento estructural, deberá emplear-
se el procedimiento de compactación que mejor se adapte a las condiciones particulares de la masa.
Comentarios
Se entiende por tiempo frío el período durante el cual existe, durante más de tres días, las siguientes condicio-
nes:
− la temperatura media diaria del aire es inferior a 5ºC,
− la temperatura del aire no supera los 10ºC durante más de la mitad del día.
La hidratación de la pasta de cemento se retrasa con las bajas temperaturas. Además, la helada puede dañar de
manera permanente al hormigón poco endurecido si el agua contenida en los poros se hiela y rompe el material.
En consecuencia, deben adoptarse las medidas necesarias para asegurar que la velocidad de endurecimiento
es la adecuada y que no se producen daños por helada.
Entre las medidas que pueden adoptarse en la dosificación del hormigón, está la utilización de relaciones agua/
cemento lo más bajas posible, y la utilización de mayores contenidos de cemento o de cementos de mayor
categoría resistente. Con ello conseguirá acelerarse la velocidad de endurecimiento del hormigón, aumentar la
temperatura del mismo y reducir el riesgo de helada.
Cuando exista riesgo de acción del hielo o de helada prolongada, el hormigón fresco debe protegerse mediante
dispositivos de cobertura o aislamiento, o mediante cerramientos para el calentamiento del aire que rodee al
elemento estructural recién hormigonado, en cuyo caso deberán adoptarse medidas para mantener la humedad
adecuada.
Comentarios
Del contenido de este artículo se desprende que debe entenderse por tiempo caluroso aquél en que se produzca
cualquier combinación de altas temperaturas, baja humedad relativa y alta velocidad del viento, que tiendan a
empeorar la calidad del hormigón o que puedan conferir propiedades no deseadas.
Las propiedades del hormigón pueden verse influidas de manera desfavorable en tiempo caluroso. Las tempe-
raturas elevadas del hormigón fresco aceleran el fraguado, aumentan la velocidad de hidratación y la exigencia
de agua, y conducen a una resistencia final más baja. Además, se dificultan las condiciones de puesta en obra
y aumenta la aparición de fisuras de retracción plástica.
En consecuencia, debe tratarse de asegurar que la temperatura del hormigón en el momento del vertido sea
inferior a 35ºC en el caso de estructuras normales, y menor que 15ºC en el caso de grandes masas de hormigón.
Se recomienda tomar medidas especiales para evitar retracciones plásticas cuando exista peligro de evapora-
ciones superficiales superiores a 1 kg/m2/h, lo que puede producirse cuando concurren circunstancias meteo-
rológicas indicadas en la tabla 52.3.2.
Comentarios
Las juntas de hormigonado deben reducirse al mínimo necesario, puesto que pueden presentar una resistencia a
tracción y cortante más baja, reduciendo así la capacidad de carga en las proximidades de las mismas, existiendo,
además, el riesgo de que una ejecución descuidada de las mismas no garantice una adecuada estanquidad, reducién-
dose así la protección de las armaduras contra la corrosión. En lo posible, este tipo de juntas debe localizarse en zonas
que no estén sometidas a solicitaciones importantes o en aquellos lugares donde, por otras razones, se requiera la
existencia de una junta.
Para asegurar una buena adherencia entre el hormigón nuevo y el antiguo, debe eliminarse toda lechada existente
sobre el hormigón endurecido y, en el caso de que esté seco, humedecerse antes de proceder al vertido del hormigón
fresco. Debe evitarse que la junta esté encharcada, siendo recomendable que el hormigón endurecido presente un
núcleo interno húmedo, es decir saturado, pero con la superficie seca y ligeramente absorbente.
En lo que se refiere al hormigón, se recomienda evitar el contacto entre hormigones de cemento aluminoso y de ce-
mento portland, sobre todo si el segundo es rico en álcalis y existe la posibilidad de acceso de humedad a la zona de
contacto entre ambos.
El uso de hormigones distintos en una misma estructura requiere una cuidadosa coordinación del suministro de hor-
migón y el posible uso de retardadores. Para forjados de más de 500 mm de canto, la alta docilidad del hormigón
puede provocar problemas de colocación.
En algunas ocasiones puede existir contacto entre dos hormigones con resistencias características muy distintas,
como es el caso de edificios con pilares de hormigón de alta resistencia y forjados de hormigón convencional. En tal
caso, se puede adoptar una de las siguientes medidas:
- Disponer, en la zona de forjado ocupada por el pilar, hormigón de la resistencia característica de éste. Esta super-
ficie debería extenderse 600 mm más allá de la cara del pilar. Es importante disponer en primer lugar el hormigón
de alta resistencia, para prevenir posibles caídas de hormigón convencional en la posición del pilar.
Es responsabilidad del proyectista definir en planos las zonas donde el hormigón de alta resistencia (HAR) y el
hormigón convencional (HC) van situados.
- Ejecutar todo el forjado con hormigón convencional. En tal caso, el hormigón del pilar en el canto del forjado
tiene una resistencia menor que en el resto del pilar pero mayor que la del forjado por estar confinado por éste.
Conviene estudiar específicamente la resistencia de esta zona.
Comentarios
De las distintas operaciones necesarias para la ejecución de un elemento de hormigón, el proceso de curado es una de
las más importantes por su influencia decisiva en la resistencia y demás cualidades del hormigón resultante.
Los principales métodos para el curado del hormigón son los siguientes:
- Protección con láminas de plástico.
- Protección con materiales humedecidos (sacos de arpillera, arena, paja, etc.).
- Riego con agua.
- Aplicación de productos de curado que formen membranas de protección.
Estos métodos pueden usarse separadamente o en combinación. No todos los métodos de curado son igualmente
eficaces. En general, los métodos en los que se añade agua producen una estructura de poros más densa que los
métodos que sólo impiden la desecación del hormigón.
En hormigones de resistencias altas, debido a las altas cantidades de conglomerante utilizadas, el calor de hidratación
generado es superior al del hormigón convencional. Este hecho, junto a la baja relación agua/cemento, obliga a un
mayor cuidado en el proceso de curado, sobre todo, durante los 3 primeros días tras la puesta en obra del hormigón.
Además, se recomienda empezar el curado, mediante aportación de agua, inmediatamente después de la finalización
del hormigonado, pudiendo ser necesario en el caso de grandes superficies empezar el mismo antes de finalizar todo
el hormigonado. El tiempo en que debe prolongarse el curado no está absolutamente definido, pero es recomendable
curar con aporte de agua durante 7 días y a partir de ese momento, si fuese necesario, utilizar algún producto químico
de curado para crear una capa de sellado en la superficie. Debido a la menor exudación que presentan estos hormigo-
nes, la probabilidad de fisuración por retracción plástica es mayor.
Para una estimación de la duración mínima del curado D , en días, puede aplicarse la siguiente expresión:
D=K L D 0 + D 1
donde:
En el caso de que las condiciones ambientales durante el curado (soleamiento, humedad y velocidad del viento) no se
correspondan exactamente con alguno de los casos A, B, C, de la tabla 52.5.a puede determinarse el parámetro D 0
utilizando como orientativos los valores del cuadro.
La velocidad de desarrollo de la resistencia del hormigón se puede determinar en función de la clase del cemento
utilizado y de la relación agua/cemento empleada, según lo indicado en la tabla 52.5.b.
En el caso de utilización de humo de sílice como adición en el momento de la fabricación del hormigón, el curado debe
ser especialmente cuidado.
En el caso de utilización de cenizas volantes como adición en el momento de la fabricación del hormigón, el valor de
D 1 será uno de los siguientes:
D 1 = 1, si F ≤ 28%.
D 1 = 4, si F > 35%.
Para los casos de empleo de técnicas especiales en el articulado se remite a las normas de buena práctica de tales
técnicas, por tratarse de procesos en evolución continua, para los que es difícil dar reglas generales.
A
- No expuesta al sol
1 2 3 4
- No expuesta al viento
- Humedad relativa superior al 80%
B
- Expuesta al sol con intensidad media
2 3 4 5
- Velocidad de viento media
- Humedad relativa entre el 50% y 80%
C
- Soleamiento fuerte
3 4 6 8
- Velocidad de viento alta
- Humedad relativa inferior al 50%
Relación agua/cemento
Clase del cemento
a/c < 0,50 0,50 ≤ a/c ≤ 0,60 a/c > 0,60
52,5 R, 52,5 y 42,5 R Muy rápida Rápida Lenta
42,5 y 32,5 R Rápida Media Lenta
32,5 Media Lenta Lenta
Temperatura T media
Coeficiente L
durante el curado (en ºC)
T media < 6 ºC 1,7
6oC ≤ T media < 12 ºC 1,3
T media ≥ 12 ºC 1,0
Al efecto de especificar en el proyecto la duración de curado, pueden emplearse las clases de curado definidas en la
tabla 52.5.f.
(a) El fraguado no excede de 5 horas y las temperatura superficial del hormigón es igual superior a 5 ºC
(b) Porcentaje de la resistencia a compresión especificada a 28 días que se quiere conseguir antes durante el curado
N/A No aplicable
(*)En este caso, se cumplirá lo indicado en el apartado F.8.5 del Anejo F de la norma UNE-EN 13670.
En forjados unidireccionales el orden de retirada de los puntales será desde el centro del vano
hacia los extremos y en el caso de voladizos del vuelo hacia el arranque. No se intersacarán ni
retirarán puntales sin la autorización previa de la dirección facultativa. No se desapuntalará de
forma súbita y se adoptarán precauciones para impedir el impacto de las sopandas y puntales
sobre el forjado.
Comentarios
Se llama la atención sobre el hecho de que, en hormigones jóvenes, no sólo su resistencia, sino también su módulo de
deformación, presenta un valor reducido, lo que tiene una gran influencia en las posibles deformaciones resultantes.
Resulta útil, en ocasiones, la medición de flechas durante el descimbrado de ciertos elementos, como índice para
decidir si debe o no continuarse la operación e incluso si conviene o no realizar ensayos de carga de la estructura.
Se exige efectuar el descimbrado de acuerdo con un programa previo debidamente estudiado, con el fin de evitar que
la estructura quede sometida, aunque sólo sea temporalmente durante el proceso de ejecución, a tensiones no previs-
tas en el proyecto que puedan resultar perjudiciales.
Para efectuar el descimbrado, se deberán tener en cuenta al menos los siguientes puntos:
a. El peso del hormigón, especialmente si representa la mayor parte de la carga total de proyecto.
b. Las cargas impuestas, por ejemplo, el cimbrado de otros elementos superiores, las sobrecargas de ejecución,
etc.
c. La secuencia de descimbrado y la posible actuación temporal con gatos y soportes temporales.
d. La necesidad de mantener determinados elementos para reducir las deformaciones dependientes del tiempo
(por ejemplo, puntales intermedios) o para garantizar la estabilidad de la estructura (por ejemplo, refuerzos con-
tra viento.
e. Operaciones de tesado e inyección.
f. Operaciones particulares de descimbrado, por ejemplo en las partes en ángulo entrante de los encofrados.
g. Las condiciones ambientales a las que va a ver sometido el hormigón una vez retirado el encofrado, sobre todo
si éste actuaba como sistema de curado.
h. Posibles exigencias de tratamientos superficiales posteriores.
El plazo mínimo de descimbrado dependerá, entre otros, de la evolución de la resistencia y módulo de deformación
del hormigón, de las condiciones de curado, de las características de la estructura y de la fracción de carga muerta ac-
tuante en el momento del descimbrado. Una aproximación al valor de la resistencia mínima que debe haber alcanzado
el hormigón en el momento del descimbrado, puede obtenerse comprobando el cumplimiento de los Estados Límites
bajo las condiciones de las cargas actuantes en ese momento.
A título de orientación, pueden indicarse los plazos de desencofrado o descimbrado dados por la fórmula:
400
j=
⎛Q ⎞
⎜⎝ G + 0,5⎟⎠ (T + 10)
donde:
j Número de días.
T Temperatura media, en grados centígrados, de las máximas y mínimas diarias durante los j días.
Esta fórmula es sólo aplicable a elementos de hormigón armado fabricados con cemento portland y en el supuesto de
que su endurecimiento se haya llevado a cabo en condiciones ordinarias.
Se recomienda que la seguridad no resulte en ningún momento inferior a la prevista para la obra en servicio.
Cuando no se disponga de datos suficientes, y en el caso de haber utilizado cemento de endurecimiento normal,
pueden tomarse como referencia los períodos mínimos de desencofrado o descimbrado para elementos de hormigón
armado que figuran en la tabla 53.2.
Temperatura super-
ficial del hormigón ≥ 24 16 8 2
(oC)
Encofrado vertical 9 horas 12 horas 18 horas 30 horas
Losas
8 días
Fondos de encofrado 2 días 3 días 5 días
20 días
Puntales 7 días 9 días 13 días
Vigas
Fondos de encofrado 7 días 9 días 13 días 20 días
Puntales 10 días 13 días 18 días 28 días
Si se aplican los valores recomendados en la tabla para encofrados verticales, inmediatamente después del desenco-
frado deberá procederse a la aplicación de las medidas necesarias para garantizar un adecuado curado y protección
del hormigón.
Si se producen períodos de helada durante el endurecimiento del hormigón, deberán incrementarse los valores de la
tabla convenientemente.
El uso de encofrados especiales, por ejemplo deslizantes, o la utilización de procedimientos de curado acelerado,
podrán permitir la reducción de los períodos recomendados. Asimismo, dichos períodos podrán ser incrementados
en el caso de que existan condiciones especiales que requieran la limitación de la fisuración a edades tempranas (por
ejemplo, elementos con diferentes espesores o temperaturas), o que hagan necesario reducir las deformaciones por
fluencia.
En los hormigones en los que, debido a los aditivos empleados, se puedan producir retardos de fraguado respecto a
hormigones convencionales., se debe tenerse especialmente en cuenta esta circunstancia en el plazo de descimbrado.
En función del tipo de elemento prefabricado, puede ser necesario que el montaje sea efectuado
por personal especializado y con la debida formación.
54.3.1.2 Desapuntalado
Los plazos de desapuntalado serán los indicados en el apartado 53.2. Para modificar di-
chos plazos, el constructor presentará a la dirección facultativa para su aprobación un plan
de desapuntalado acorde con los medios materiales disponibles, debidamente justificado
y donde se establezcan los medios de control y seguridad apropiados.
El orden de retirada de los puntales será desde el centro de vano hacia los extremos y en
el caso de voladizos, del vuelo hacia el arranque. No se entresacarán ni retirarán puntales
sin la autorización previa de la dirección facultativa.
No se desapuntalará de forma súbita y se adoptarán las precauciones debidas para
impedir el impacto de las sopandas y puntales sobre el forjado.
En las uniones por soldadura deberá cuidarse que el calor desprendido no produzca
daños en el hormigón o en las armaduras de las piezas.
Las uniones mediante armaduras postesas exigen adoptar precauciones especiales
si estas armaduras son de pequeña longitud. Su empleo es recomendable para rigidizar
nudos y están especialmente indicadas para estructuras que deban soportar acciones
sísmicas.
En las uniones roscadas, se atenderá especialmente tanto a las calibraciones de los
equipos dinamométricos utilizados, como a que la tensión de apriete aplicada en cada
tornillo se corresponde con la especificada en el proyecto.
Comentarios
Desde el punto de vista de la resistencia, durabilidad, deformaciones, etc. de la estructura, las uniones constitu-
yen siempre puntos singulares que exigen una atención especial y un estudio detallado para garantizar:
− que la junta es capaz de acomodarse a los desplazamientos relativos necesarios para movilizar su
resistencia;
− que es capaz de resistir todas las acciones resultantes del análisis de la estructura en conjunto, así
como las que resulten del análisis de los elementos individuales;
− que la resistencia y deformabilidad de la junta aseguran un comportamiento estable de la estructura
en conjunto;
− que la resistencia al fuego y a la corrosión son adecuadas.
En el momento en que se proyecte la junta, deben también tenerse en cuenta los requisitos de tolerancias y
ajuste, así como los requisitos de construcción para alcanzar un buen acabado y permitir posteriores trabajos
de conservación o inspección.
Durante la ejecución debe prestarse especial atención a los detalles de la junta para evitar hendimientos o des-
portillados del hormigón en los extremos de las piezas prefabricadas.
Como las armaduras postesas utilizadas en uniones de continuidad son generalmente muy cortas, cualquier
irregularidad en su trazado, variación en su longitud o deslizamiento en los anclajes, origina una fuerte variación
en su tensión. Por ello resulta de la mayor importancia controlar cuidadosamente la colocación de estas arma-
duras y el comportamiento de dichos anclajes. La longitud de los tendones de empalme será al menos igual a la
suma de las longitudes de anclaje de las armaduras adherentes de las piezas empalmadas, para evitar roturas
frágiles por fallos de adherencia. Por otra parte, la fuerte curvatura que suele darse al trazado de estas armadu-
ras ocasiona importantes pérdidas de tensión por rozamiento, que es necesario tener en cuenta en los cálculos.
Nivel de control
Tipo de elemento Observaciones
normal intenso
Nivel de control
Tipo de elemento Observaciones
normal intenso
Al menos 3 recuadros
Losas y forjados bidireccionales 15% 30%
Mínimo uno de borde y uno en voladizo
Nota: No obstante lo anterior, se comprobará el 100% de los elementos sometidos a torsión principal y, en general
los elementos que sean susceptibles de roturas frágiles o que contengan detalles con posibles empujes al
vacío, nudos complejos, transiciones complicadas en geometría o armaduras, cabezas de anclaje, riostras,
regiones de discontinuidad, etc.
Comentarios
En general, la elección del nivel de control será función de aspectos tales como la entidad de las obras, la complejidad
estructural, repercusión económica o social que los eventuales fallos puedan ocasionar.
Desde un punto de vista estrictamente técnico, se recomienda la aplicación de un nivel de control intenso para las
obras de hormigón pretensado (salvo los forjados unidireccionales), las obras que incorporen soluciones estructurales
singulares y las estructuras con soluciones prefabricadas en general.
En la tabla 55.1 se han recogido los elementos más importantes, tanto de estructuras de edificación como de puentes,
que han de ser objeto de un control de proyecto, variando la intensidad del muestreo en función del nivel de control. A
título orientativo, el control a nivel normal estaría asociado a una intensidad del muestreo en torno al 10 – 20%, mien-
tras que ese porcentaje se situaría entre el 20 y el 30% en el caso de control de proyecto a nivel intenso.
La selección de la muestra, respetando los mínimos establecidos, se hará atendiendo a criterios de significación e
importancia estructural. A título de ejemplo, se elegirán la zapata y el pilar más desfavorable dentro de un grupo de
elementos análogos, y los vanos de mayor luz, tanto en posiciones centrales como extremas o de esquina.
En elementos superficiales, los porcentajes de la tabla se refieren a la superficie, mientras que en elementos lineales
se refieren a tramos o vanos.
a. propiedad peticionaria,
f. comprobaciones realizadas,
g. resultados obtenidos,
ARTÍCULO 58. CONTROL DEL ACERO PARA ARMADURAS PASIVAS .......................... 305
ARTÍCULO 60. CONTROL DEL ACERO PARA ARMADURAS ACTIVAS ......................... 317
a. un control documental,
Comentarios
Los pliegos de prescripciones particulares de las obras podrán contemplar el empleo de materiales o características
del hormigón distintas a las estandarizadas en este Código. En el caso de que el hormigón se fabrique en obra, la
dirección facultativa establecerá los criterios de recepción y fijará los ensayos a realizar. En el caso de que se utilice
hormigón preparado, la dirección facultativa añadirá las cuestiones específicas del pliego particular de la obra a la
especificación del hormigón, según se contempla en el apartado 51.3.4 "Designación y Características", informando el
constructor al fabricante antes del suministro, que a su vez las incluirá en la unidad de venta y las recogerá en la "hoja
de suministro" según el Anejo 4. Si procediese algún tipo de comprobación a estos materiales o de estas característi-
cas, será objeto de pacto con el fabricante antes del suministro.
56.4.1 Cementos
56.4.2 Áridos
Salvo en el caso al que se refiere el párrafo siguiente, los áridos deberán disponer del
marcado CE. El responsable de la recepción deberá comprobar que la hoja de suministro,
el etiquetado y la copia de la declaración de prestaciones están completas, reúnen los
requisitos establecidos y se corresponden con el producto solicitado. Será el encargado
de verificar, del modo que considere conveniente, que el producto sujeto a recepción es
conforme con las especificaciones requeridas.
En el caso de áridos de autoconsumo, el constructor o, en su caso, el suministrador de
hormigón o de los elementos prefabricados, deberá aportar un certificado de ensayo, con
antigüedad inferior a tres meses, realizado por un laboratorio de control según el apartado
17.2.2.1 que demuestre la conformidad del árido respecto a las especificaciones contem-
pladas en el proyecto y en el Artículo 30 de este Código. Las frecuencias de los ensayos
serán equivalentes a las exigidas para los áridos con marcado CE. Para aquellos áridos
Comentarios
A efectos de este Código, se denominan “áridos de autoconsumo” a los áridos para los que no existe una tran-
sacción comercial con terceros, tanto obtenidos y utilizados en una obra, como en instalaciones ajenas a la
misma, y por lo tanto no les es de aplicación el marcado CE al no existir comercialización.
56.4.3 Aditivos
Los aditivos deberán disponer del marcado CE. El responsable de la recepción deberá
comprobar que la hoja de suministro, el etiquetado y la copia de la declaración de pres-
taciones están completas, reúnen los requisitos establecidos y se corresponden con el
producto solicitado. Será el encargado de verificar, del modo que considere conveniente,
que el producto sujeto a recepción es conforme con las especificaciones requeridas.
56.4.4 Adiciones
56.4.5 Agua
Se podrá eximir de la realización de los ensayos cuando se utilice agua potable de red
de suministro.
En otros casos, salvo aquellos sancionados por la práctica, la dirección facultativa,
o el responsable de la recepción en el caso de centrales de hormigón preparado o de la
instalación de prefabricación, dispondrá la realización de los correspondientes ensayos en
un laboratorio de los contemplados en el apartado 17.2.2.1, que permitan comprobar el
cumplimiento de las especificaciones del Artículo 29 con una periodicidad semestral.
Salvo en el caso al que se refiere el párrafo siguiente, los materiales para protección,
reparación y refuerzo deberán disponer del marcado CE. El responsable de la recepción
deberá comprobar que la hoja de suministro, el etiquetado y la copia de la declaración de
prestaciones están completas, reúnen los requisitos establecidos y que se corresponden
con el producto solicitado. Será el encargado de verificar, del modo que se considere conve-
niente, que el producto sujeto a recepción es conforme con las especificaciones requeridas.
En el caso de materiales para protección, reparación y refuerzo que, por no estar inclui-
dos en las normas armonizadas, no dispongan de marcado CE, el suministrador deberá
demostrar su conformidad con las especificaciones contempladas en el proyecto y en los
Artículos 39, 40 y 41 de este Código.
donde:
fc Resistencia a compresión, en N/mm2, referida a probeta cilíndrica de
150 mm de diámetro y 300 mm de altura nominales.
f c,cúbica Resistencia a compresión, en N/mm2, obtenida a partir de ensayos realiza-
dos en probetas cúbicas de 150 mm.
λ cil,cúb15 Coeficiente de conversión
Comentarios
A los efectos de la determinación de la resistencia del hormigón, se presupone la homogeneidad del hormigón
componente de cada amasada, lo cual implica atribuir a errores propios de los métodos de ensayo (momento
y forma de la toma de la muestra, ejecución de la probeta, transporte y conservación, etc.), las discrepancias en
los resultados obtenidos al operar con partes de la amasada. Cuando la desviación entre los resultados de una
misma unidad de producto sobrepase ciertos límites parece razonable no concederles suficiente representativi-
dad sin haber realizado una verificación del proceso seguido.
El recinto o dispositivo habilitado en la obra o instalación de prefabricación para conservar las probetas desde
el momento de su confección hasta su retirada y traslado al laboratorio, deberá garantizar que la temperatura
alrededor de las mismas se encuentre en el intervalo resultante de 15ºC-30ºC independientemente de las condi-
ciones ambientales. Para ello se dispondrá de una caja o un habitáculo con dimensión suficiente para albergar
al menos una serie de 6 probetas, sin apilar y con espacio suficiente entre ellas. Se recomienda dimensionar el
recinto para contener todas las series de probetas que deban mantenerse simultáneamente en la obra. En el
caso de obras con un volumen alto de control es conveniente disponer de varios recintos. El habitáculo estará
construido con una estructura externa de baja conductividad térmica, (madera, plástico o similar) que le propor-
cione la necesaria rigidez y forrado interiormente con material aislante. Dispondrá de un termómetro que regis-
tre de forma continua la temperatura interior o al menos los valores de temperatura máxima y mínima durante
el tiempo de estancia de las muestras. El laboratorio de control consignará ese dato en el parte de recogida de
las probetas y también la existencia de la cámara.
Para hormigones en los que se cumpla que la dimensión principal de la probeta (arista en cubo, diámetro en
cilindro) sea al menos tres veces y media el tamaño nominal del árido en el hormigón, podrán utilizarse probe-
tas cúbicas de 100x100mm o cilíndricas de 100x200 mm, siempre que el laboratorio tenga la aceptación de la
dirección facultativa y disponga de coeficientes de conversión obtenidos a partir de correlaciones fiables con
probetas cilíndricas de 150x300 mm. Las correlaciones se referirán a la misma tipificación de hormigón, con
un número mínimo de parejas de resultados correlacionados recomendado superior a 18 y un coeficiente de
correlación R2 recomendado superior a 0,9.
Comentarios
Estas inspecciones son recomendables cuando los hormigones no estén en posesión de un distintivo de calidad
oficialmente reconocido y, en particular, cuando se presente alguna de las siguientes circunstancias:
a. centrales que pertenezcan a las instalaciones propias de la obra,
b. centrales que suministren hormigones con f ck ≥ 50 N/mm2, o
c. centrales que suministren hormigones con características especiales, como por ejemplo, aquéllos que
empleen áridos reciclados, áridos ligeros, hormigones autocompactantes, etc.
Comentarios
La hoja de suministro de un hormigón debe reflejar, entre otros aspectos, que los materiales componentes y las
dosificaciones empleadas en su fabricación son conformes con la correspondiente declaración responsable
aportada antes del inicio del suministro. No obstante, no suele ser posible mantener invariables en el tiempo las
proporciones empleadas en la dosificación de un mismo hormigón. En ese caso, la interpretación de las posi-
bles variaciones, puede hacerse a partir de las desviaciones ∆ de las cantidades de materiales componentes re-
flejadas en la hoja de suministro (D declarada ), respecto a las cantidades indicadas en la declaración responsable,
(D certificada ). Puede aceptarse que las desviaciones no son significativas cuando se cumpla simultáneamente
que:
a. Respecto a la suma de cemento y adiciones: 0≤∆≤+15 kg
b. Respecto a la relación agua/cemento: -0,02≤∆≤0
donde:
∆ =D declarada-D certificada
Los ensayos de consistencia del hormigón fresco se realizarán, de acuerdo con lo indi-
cado en el apartado 57.3.1, cuando se produzca alguna de las siguientes circunstancias:
a. cuando se fabriquen probetas para controlar la resistencia,
b. en todas las amasadas que se coloquen en obra con un control indirecto de la
resistencia, según lo establecido en el apartado 57.5.6, y
c. siempre que lo indique la dirección facultativa o lo establezca el pliego de prescrip-
ciones técnicas particulares.
En el caso de hormigones autocompactantes, la dirección facultativa, en función de la
aplicación a la que esté destinado el hormigón, decidirá las características de autocompac-
tabilidad a controlar de las definidas en el apartado 33.5 y la frecuencia de control de las
mismas. Como mínimo, deberían controlarse:
− la fluidez, mediante la determinación del escurrimiento conforme a la norma UNE-EN
12350-8, con las mismas frecuencias establecidas anteriormente para la consisten-
cia de los hormigones convencionales;
− la capacidad de paso, mediante el ensayo del anillo japonés conforme a la norma UNE-
EN 12350-12, realizando una determinación cada cuatro ensayos de escurrimiento.
Seca (S) 0 - 30
Plástica (P) 20 - 50
Blanda (B) ±10 40 - 100
Fluida (F) 90 - 160
Líquida (L) 150 - 220
Tabla 57.5.4.1 Tamaño máximo de los lotes de control de la resistencia y número de amasadas
a ensayar por lote (N)
Nº de amasadas a Nº de amasadas a
controlar en cada controlar en cada
lote lote
Volumen de Tiempo de
Tipo de elemento Nº de elementos
hormigón hormigonado
Hormigón sin Hormigón con
distintivo oficial- distintivo oficial-
mente reconocido mente reconocido
Cimentaciones con
V. vertido de N ≥ V/35 N ≥ V/105
elementos de volumen 1 semana 1 elemento
forma continua N≥3 N≥1
superior a 200 m3
Cimentaciones super-
ficiales con elementos
100 m3 1 semana - N=1
de volumen inferior a N≥3
200 m3
1000 m2 de
Vigas, forjados, losas
superficie cons-
para pavimentos y otros
100 m3 2 semanas truida N≥3 N=1
elementos trabajando a
flexión
2 plantas (**)
200 m3 totalidad del
N ≥ V/30
Losa superior o elemento (losa
2 días N=1
inferior en marcos V. vertido de superior o losa
N≥3
forma continua inferior)
500 m2 de
superficie cons-
Pilares y muros portan-
100 m 3
2 semanas truida (*) N≥3 N=1
tes de edificación
2 plantas (**)
Pilas y estribos de
puente (con encofrado 50 m3 1 día 1 pila / 1 estribo. N≥3 N=1
convencional)
Pilas de puente cons- N ≥ V/20
truidas por trepado y 100 m3 2 días 1 pila. N=1
deslizado N≥4
Tableros de puente en
1 vano.
general y losas in situ de N ≥ V/20 N ≥ V/60
300 m3 1 día
tableros con elementos N≥4 N≥1
50 m de longitud
prefabricados y mixtos
N ≥ V/ 30
Tableros construidos N ≥ V/90
por fases(***)
600 m3 - 1 fase -
N≥1
N≥4
Otros elementos o gru- 500 m2 de super-
pos de elementos que ficie construida
100 m 3
2 semanas N≥3 N=1
funcionan fundamental-
mente a compresión 2 plantas
Soleras de túneles 100 m3 1 día 1 fase N≥3 N=1
Contrabóvedas de
100 m3 1 día 1 fase N≥3 N=1
túneles
(*) En el caso de que el número de amasadas necesarias para ejecutar los pilares de un lote sea igual o
inferior a tres, el límite de 500 m2 se podrá elevar a 1000 m2.
(**) En el caso de que un lote esté constituido por elementos de dos plantas, se deberán tener resultados de
ambas plantas.
(***) A los efectos de la definición de lotes, se entiende por fase aquella parte de la estructura que se hormi-
gona de una sola vez, de acuerdo con lo previsto en el proyecto y de manera que transcurra el tiempo
suficiente para que desarrolle la resistencia requerida antes de que se ejecute la siguiente fase.
Comentarios
Los tamaños de los lotes definidos en la tabla 57.5.4.1, que son los adecuados para la gran generalidad de
obras, pudieran requerir una juiciosa adaptación en algún caso singular, cuando su aplicación directa conduzca
a muestreos excesivamente pequeños o grandes.
Los criterios de aceptación de la resistencia del hormigón para esta modalidad de con-
trol, se definen a partir de la siguiente casuística:
− Caso 1: hormigones con la dispersión certificada dentro del alcance de certificación
de un distintivo de calidad oficialmente reconocido.
− Caso 2: hormigones sin distintivo de calidad oficialmente reconocido suministrados
de forma continua por la misma central de hormigón preparado en los que se contro-
lan en la obra más de treinta y seis amasadas del mismo tipo de hormigón.
− Caso 3: hormigones sin distintivo de calidad oficialmente reconocido, fabricados de
forma continua en central de obra o suministrados de forma continua por la misma
central de hormigón preparado.
Para cada caso, se procederá a la aceptación del lote cuando se cumplan los criterios
establecidos en la tabla 57.5.4.3.a.
Caso de control
Criterio de aceptación Observaciones
estadístico
Hormigones con la dispersión certificada
dentro del alcance de certificación de un
1 f (x ) = x (1 1.66 *) f ck distintivo de calidad oficialmente recono-
cido
*
2 f (x ) = x 1.66s35 f ck Se han controlado más de 36 amasadas
donde:
f (x ); f (x1 ) Funciones de aceptación.
x Valor medio de los resultados obtenidos en las N amasadas ensayadas por
lote de obra.
Comentarios
En la mayoría de las obras no suele utilizarse este tipo de control por el elevado número de probetas que implica,
la complejidad de todo orden que supone para la obra y al elevado costo de control. Sin embargo, en algunos
casos especiales, tales como elementos aislados de mucha responsabilidad, en cuya composición entra un
número pequeño de amasadas u otros similares, puede resultar interesante el conocimiento de f c,real para basar
en él las decisiones de aceptación o rechazo, con eliminación total del posible error inherente a toda estimación.
En previsión de estos casos especiales, pero sin exclusión de cualquier otro, se da entrada de forma fehaciente
en el Código a este tipo de control.
Conforme se ha definido en el Artículo 33, el valor de la resistencia característica real corresponde al cuantil del
5 por 100 en la función de distribución de la población, objeto del control. Su obtención se reduce a determinar
el valor de la resistencia de la amasada que es superada en el 95 por 100 de los casos.
Cuando el número N de amasadas que se vayan a controlar sea igual o menor que 20,
f c,real será el valor de la resistencia de la amasada más baja encontrada en la serie.
Cuando el número N de amasadas que se vayan a controlar sea mayor que 20, el valor
de f c,real corresponde a la resistencia de la amasada que, una vez ordenadas las N determi-
naciones de menor a mayor, ocupa el lugar n = 0,05 N, redondeándose n por exceso.
El criterio de aceptación se define por las siguientes expresiones:
f c,real ≥ f ck f 1 ≥ 0,9 ·f ck
Comentarios
Este nivel de control presupone aceptar un valor reducido de la resistencia de cálculo y exige una vigilancia
continuada por parte de la dirección de obra que garantice que la dosificación, el amasado y la puesta en obra
se realizan correctamente, llevando un sistemático registro de los valores de la consistencia.
Comentarios
Este nivel de control presupone aceptar un valor reducido de la resistencia de cálculo y exige una vigilancia con-
tinuada por parte de la dirección facultativa que garantice que la dosificación, el amasado y la puesta en obra se
realizan correctamente, llevando un sistemático registro de los valores de la consistencia.
XS3, XA3
Z1 + Z 2 + Z3 T1 + T2 + T3
Zm = ≤ 30mm Tm = ≤ 20mm
XA2 (solo en el caso de ele- 3 3
mentos pretensados)
Z3 ≤ 40mm T3 ≤ 27mm
x – 1,645.s ≥ 0,90. f ck
donde:
x Valor medio del conjunto de valores que resulta al incorporar el resultado
no conforme a los catorce resultados del control de producción que sean
temporalmente más próximos al mismo, y
σ Valor de la desviación típica correspondiente a la producción del tipo de hormigón
suministrado, en N/mm2, y certificado en su caso por el distintivo de calidad
En otros casos, la dirección facultativa, sin perjuicio de las sanciones que fueran contrac-
tualmente aplicables y conforme a lo previsto en el correspondiente pliego de prescripcio-
nes técnicas particulares, valorará la aceptación, refuerzo o demolición de los elementos
construidos con el hormigón del lote a partir de la información obtenida mediante la aplica-
ción gradual de los procedimientos que se detallan en los apartados siguientes.
Comentarios
Es recomendable por tanto que la dirección facultativa, la propiedad y el suministrador, previamente a la realiza-
ción de la campaña, acuerden:
− El objeto de la misma (estimación de la resistencia de la estructura o de la resistencia del hormigón en
el suministro)
− El laboratorio o la entidad de control que los realice
− Las normas, métodos de ensayo o procedimientos a emplear en el estudio
− En el caso de pretender estimar la resistencia del hormigón a pie de obra, los coeficientes de conver-
sión a emplear para pasar de la resistencia estimada sobre la estructura a la resistencia del hormigón
suministrado
− El alcance del estudio (lotes afectados) y las zonas a ensayar
− Los elementos a ensayar
− El número de ensayos por zona y elemento
− En el caso de emplear probetas testigo, el diámetro y longitud de los mismos, así como la técnica de
preparación de las caras de los extremos y condiciones de conservación y ensayo.
El incremento de la resistencia de probetas de hormigón a partir de los 28 días depende de numerosos factores
(tipo de cemento, contenido de cemento, curado, etc.). En caso de ensayar las probetas adicionales a edades
superiores a los 28 días, hay que tener en cuanta que la resistencia considerada en el Código es únicamente
la correspondiente a 28 días, por lo que la dirección facultativa deberá determinar cuál ha sido esa evolución
de la resistencia en esas probetas de hormigón en concreto (a partir de los resultados obtenidos en el resto de
amasadas de ese lote), y tenerla en cuenta para la estimación de la resistencia a 28 días del lote.
La realización de los ensayos de información, su planificación, así como los estudios de seguridad y los proyec-
tos de refuerzos, en su caso, requieren la intervención de técnicos especializados.
Cuando el número de determinaciones efectuadas para los ensayos de información sea suficientemente gran-
de y de sus resultados pueda deducirse una resistencia característica del hormigón real de la obra que sea
conforme a la especificada en el proyecto, la dirección facultativa podrá valorar la aceptación del lote, sin otras
comprobaciones o estudios adicionales.
Antes de proceder al refuerzo o demolición de los elementos que componen el lote, se recomienda que se efec-
túe siempre un estudio para valorar la repercusión de la baja de resistencia en la seguridad estructural y en la
durabilidad de la estructura.
En el caso de hormigones con distintivo de calidad oficialmente reconocido con nivel de garantía, el articulado
permite la aceptación automática incluso con una baja de resistencia acotada, ya que los criterios de acepta-
ción del articulado en este caso debe interpretarse como un criterio de identificación, al asumirse que el lote
sometido a recepción pertenece a una producción cuya conformidad de la resistencia característica está certi-
ficada, mediante la aplicación de criterios suficientemente rigurosos.
Comentarios
La realización de estos ensayos tiene interés, entre otros, en los siguientes casos:
- cuando no se dispone de suficiente número de resultados de control;
- cuando existan dudas razonables sobre las condiciones de ejecución de obra posteriores a la fabricación de las
probetas (transporte interno de obra, vertido, compactación y curado de hormigón);
- para seguir el progresivo desarrollo de resistencia en hormigones jóvenes, estimando así el momento idóneo
para realizar el desencofrado o descimbrado o la puesta en carga de elementos estructurales;
- en estructuras con síntomas de deterioro o que han estado sometidas a determinadas acciones que podrían
haber afectado a su capacidad resistente (sobrecargas excesivas, fuego, heladas, etc.).
Entre los ensayos no destructivos autorizados en el apartado c) del articulado, pueden considerarse los ensayos nor-
malizados en las normas UNE EN 12504-2 y UNE EN 12504-4, relativos a la determinación del índice de rebote y a
la velocidad de propagación de ultrasonidos, respectivamente, y cuya fiabilidad está condicionada a combinar estos
medios con la extracción de probetas testigo.
Cuando se utilizan probetas testigos para estimar de nuevo la resistencia del hormigón de un lote concreto, deben
extraerse las muestras en lugares elegidos rigurosamente al azar y no de aquellas zonas donde se presuma o se sepa
con certeza que están las porciones de hormigón de las que formaban parte las muestras de las probetas del control,
salvo otros fines.
Debe tenerse en cuenta que los testigos proporcionan información directa sobre el hormigón in-situ, tal como existe
en el elemento en el momento de la extracción, que es el resultado final de la calidad del hormigón suministrado por
el proveedor más las operaciones de ejecución y curado por parte del constructor, y por tanto estos resultados no son
directamente comparables con los obtenidos a partir de probetas cilíndricas empleadas para el control de recepción.
Así, en el caso de que las probetas testigo pretendan emplearse para juzgar la calidad del hormigón suministrado a la
obra, es recomendable establecer unos coeficientes de conversión adecuados que tengan en cuenta la influencia que
tienen en la resistencia de la probeta testigo los siguientes aspectos:
El nivel de daño causado por el propio proceso de extracción, especialmente si éste se realiza a edades tempranas
La esbeltez de la probeta testigo, l/d. La resistencia aumenta a medida que disminuye l/d
La presencia de armaduras en el testigo. En general no deberían emplearse testigos que incluyan armaduras, pero si
no puede evitarse su empleo debe tenerse en cuenta que la presencia de armaduras modifica la resistencia del testigo.
La dirección del eje del testigo respecto a la dirección de hormigonado. La resistencia de un testigo extraído horizon-
talmente respecto a la dirección de hormigonado puede ser inferior a la de un testigo extraído en la misma dirección
de hormigonado.
El contenido de humedad del testigo. La resistencia de un testigo saturado puede ser inferior a la de un testigo ensa-
yado en condición de seco.
La edad del hormigón en el momento del ensayo. La resistencia de un testigo ensayado a los 7 días del hormigonado
puede ser inferior a la del hormigón a los 28 días de edad curado en las mismas condiciones, mientras que a los 90
días puede ser superior. La diferencia depende en gran medida del tipo de cemento empleado.
El efecto del curado del hormigón en la estructura, por diferencias con las condiciones de curado en condiciones de
saturación de las probetas normalizadas. Si la temperatura inicial del hormigón es baja durante las primeras horas, la
resistencia aumenta posteriormente a los 28 días respecto a la de hormigones curados todo el tiempo a temperaturas
normalizadas, mientras que si la temperatura es alta en las primeras horas, la resistencia final disminuye.
A falta de datos específicos para cada caso, una práctica habitual es considerar que la resistencia del hormigón me-
dida sobre testigos es al menos un diez por ciento inferior a la obtenida sobre probetas normalizadas debido a la
influencia de todos estos factores, aunque esta disminución puede ser mayor, especialmente en condiciones de com-
pactación y curado muy desfavorables.
Los ensayos de consistencia del hormigón fresco se realizarán, de acuerdo con lo indica-
do en el apartado 57.3.1, cuando se fabriquen probetas para controlar la resistencia.
El ensayo será satisfactorio cuando el resultado esté dentro de las tolerancias marcadas
en el proyecto, o en su defecto, en el Código Estructural.
(*) En producciones superiores a 300 m3 por tipo y día, se incrementará en una toma diaria más.
Comentario
En el caso de que la central de prefabricación no disponga de laboratorio propio para el control interno de la
resistencia del hormigón y, por tanto, lleve a cabo los ensayos en un laboratorio externo, el control de contraste
se deberá hacer en otro laboratorio independiente a éste.
donde:
x Valor medio de los resultados obtenidos en la N amasadas ensayadas por
lote.
K2 Valor del coeficiente reflejado en la tabla 57.9.2.2 según el número de amasa-
das N.
rn Valor del recorrido muestral definido como rn = X (N) – X (1)
X (1) Valor mínimo de los resultados obtenidos en las últimas N amasadas ensa-
yadas por lote.
X (N) Valor máximo de los resultados obtenidos en las últimas N amasadas ensa-
yadas por lote.
f ck Valor de la resistencia característica especificada para el tipo de hormigón
utilizado.
x i ≥ f ck
donde:
xi Valor de cada uno de los resultados obtenidos en los ensayos de contraste
externo.
f ck Valor de la resistencia característica especificada para el tipo de hormigón
utilizado.
30 toneladas, procedentes del mismo fabricante de acero, marca comercial, tipo de acero, forma
de suministro y serie de diámetros.
Las series de diámetros se clasifican como sigue a continuación:
− Serie fina: diámetros hasta 10 mm.
− Serie media: diámetros desde 12 mm hasta 20 mm.
− Serie gruesa: diámetros 25 mm y 32 mm.
− Serie muy gruesa: diámetros desde 40 mm.
De cada lote se tomará una muestra representativa formada por dos barras diferentes
y sobre cada una de ellas se realizarán los siguientes ensayos de acuerdo con la norma
UNE-EN ISO 15630-1:
− Ensayo de tracción, con envejecimiento artificial de las probetas, para la determinación
de Rm, Rp0,2, Rm/Rp0,2, R p0.2real/R p0.2nominal, A, Agt. El ensayo será satisfactorio cuando cum-
pla las especificaciones que les sean de aplicación en el Artículo 34 de este Código.
− Ensayo de doblado-desdoblado o, alternativamente, el ensayo de doblado simple, con
los mandriles especificados en el Artículo 34 de este Código. El resultado se considerará
satisfactorio si tras el ensayo no se detectan fisuras o grietas en el acero a simple vista.
− Determinación de la masa por metro (m/m). El ensayo será satisfactorio cuando cumpla
las especificaciones que les sean de aplicación en el Artículo 34 de este Código.
− Determinación de las características geométricas para las corrugas (altura, separación,
inclinación, ángulo, índice de corrugas, perímetro sin corrugas y altura de aleta longitudi-
nal) o para las grafilas (profundidad, anchura, separación, suma de espacio y ángulo de
inclinación con el eje longitudinal), según sea de aplicación. El ensayo será satisfactorio
cuando cumpla las especificaciones que les sean de aplicación en el Artículo 34 de este
Código o del certificado específico de homologación de adherencia, en función de las
longitudes de anclaje y solape empleadas en el proyecto.
Se aceptará el lote en el caso de no detectarse ningún incumplimiento de las especificaciones
en los ensayos o comprobaciones citadas en este punto. En caso contrario, si únicamente se de-
tectaran no conformidades sobre un único ensayo, se tomará un serie adicional de cinco probetas
correspondientes al mismo lote, sobre las se realizará una nueva serie de ensayos o comprobacio-
nes en relación con las propiedades sobre la que se haya detectado la no conformidad. En el caso
de aparecer algún nuevo incumplimiento, se procederá a rechazar el lote.
Adicionalmente, en el caso de suministros de acero superiores a 300 toneladas, se deberá de-
terminar la composición química sobre uno de cada cuatro lotes, dejando constancia escrita de la
agrupación de los lotes de cuatro en cuatro. Se llevarán a cabo un mínimo de cinco ensayos sobre
el lote seleccionado, en coladas de acero diferentes. El resultado será conforme, para la agrupación
de cuatro lotes, cuando se cumplan las especificaciones del Artículo 34 de este Código y presente
una variación respecto a los valores del certificado de inspección del fabricante del acero “tipo 3.1”
según UNE-EN 10204 que sea conforme con los siguientes criterios:
− Para productos de acero conforme a la norma UNE-EN 10080:
%C ensayo = % C certificado ± 0,03
%Ceq ensayo = % Ceq certificado ± 0,03
%P ensayo = % P certificado ± 0,008
%S ensayo = % S certificado ± 0,008
%N ensayo = % N certificado ± 0,002
%Cu ensayo = % Cu certificado ± 0,07
− Para productos de acero soldable inoxidable conforme al apartado 34.4 de este Código:
Desviación máxima establecida en la norma UNE-EN 10088.
En caso de detectarse un incumplimiento, se procederá a ensayar tres coladas diferentes de
los restantes lotes que forman la agrupación (en total, 9 ensayos más). En caso de aparecer algún
nuevo incumplimiento, se procederá a rechazar los cuatro lotes agrupados.
En el caso de aceros de característica SD, se verificará además el comportamiento frente a
fatiga y cargas cíclicas como se indica a continuación:
en el caso de estructuras sometidas a fatiga, el comportamiento de los productos de acero para
hormigón armado frente a la fatiga podrá demostrarse mediante la presentación de un informe de
ensayos, realizados conforme a la norma UNE EN ISO 15630-1, que garantice el cumplimiento de
las exigencias definidas en el Artículo 34, con una antigüedad no superior a un año y realizado por
un laboratorio de los recogidos en el apartado 17.2.2.1 de este Código.
en el caso de estructuras situadas en zona sísmica, el comportamiento frente a cargas cícli-
cas con deformaciones alternativas podrá demostrarse, salvo indicación contraria de la dirección
facultativa, mediante la presentación de un informe de ensayos, que garantice las exigencias al
respecto del Artículo 34, con una antigüedad no superior a un año y realizado por un laboratorio de
los recogidos en el apartado 17.2.2.1 de este Código.
Comentarios
Los ensayos químicos definidos en este Código tienen una doble finalidad. La primera es determinar la soldabilidad del
acero para armaduras pasivas. Y la segunda finalidad es la de contrastar la trazabilidad de las coladas seleccionadas.
Cualquier ensayo sobre las armaduras, diferente de los contemplados en este apartado,
se efectuará según lo establecido en el programa de control o en el correspondiente plan
de control, o de acuerdo con las indicaciones de la dirección facultativa.
Para mallas electrosoldadas, los ensayos se realizarán conforme a la norma de ensayo
UNE EN ISO 15630-2 y conforme a la norma UNE-EN ISO 15630-1 cuando se ensayen sus
elementos constituyentes.
Para armaduras básicas electrosoldadas en celosía, los ensayos se realizarán conforme
al Anexo B de la norma UNE-EN 10080 y conforme a la norma UNE-EN ISO 15630-1 cuando
se ensayen sus elementos constituyentes.
Para ambas armaduras normalizadas, los ensayos de las propiedades mecánicas
se realizarán con envejecimiento artificial de las probetas, según se indica en la norma
UNE-EN 10080.
Además de la documentación general a la que hace referencia el apartado 21.1 que sea
aplicable a las armaduras normalizadas que se pretende suministrar a la obra, el suminis-
trador deberá presentar a la dirección facultativa una copia firmada por persona física de
la siguiente documentación:
a. en su caso, documento que acredite que la armadura se encuentra en posesión de
un distintivo de calidad oficialmente reconocido;
b. en su caso, documentos que acrediten que la armadura dispone del marcado CE,
c. en el caso de que el proyecto haya dispuesto unas longitudes de anclaje y sola-
pe que exijan el empleo de acero con un certificado de adherencia, éste deberá
incorporarse a la correspondiente documentación previa al suministro, dicho cer-
tificado deberá presentar una antigüedad inferior a 36 meses, desde la fecha de
fabricación del acero. Para la renovación trienal del certificado de adherencia, el
laboratorio oficial o acreditado conforme a la norma UNE-EN ISO/IEC 17025 para
la realización de estos ensayos debe realizar una comprobación de las caracterís-
ticas de adherencia mediante la realización del ensayo de la viga sobre 5 barras
de un diámetro de entre los incluidos en el certificado de adherencia. La reno-
vación trienal del certificado de adherencia se realizará por un laboratorio de los
contemplados en el apartado 17.2.2.1 de este Código, o bien perteneciente a un
centro directivo de las Administraciones Públicas o bien acreditado conforme a la
norma UNE-EN ISO/IEC 17025 para la realización de estos ensayos. El laboratorio
efectuará una comprobación de las características de adherencia mediante la rea-
lización del ensayo de la viga sobre 5 barras de un diámetro de entre los incluidos
en el certificado de adherencia,
d. en el caso de estructuras sometidas a fatiga, el comportamiento frente a la fatiga
de las mallas electrosoldadas con característica SD, podrá demostrarse mediante
la presentación de un informe de ensayos que garantice el cumplimiento de las
exigencias definidas en el Artículo 34, con una antigüedad no superior a un año y
realizado por un laboratorio de los referidos en el apartado 17.2.2.1 de este Códi-
go.
cada tipo, así como su trazabilidad hasta los fabricantes, de acuerdo con la información
disponible en la documentación que establece la norma UNE-EN 10080.
En el caso de que un mismo suministrador efectuara varias remesas durante varios
meses, se podrán presentar certificados mensuales con las cantidades realmente sumi-
nistradas cada mes.
Cuando entre en vigor el marcado CE para los productos de acero, el suministrador de
las mismas facilitará al constructor copia de la declaración de prestaciones y el marcado
CE.
Comentarios
En el caso de que este tipo de control lo realice directamente la dirección facultativa deberán quedar registros
de dicho control.
Además de la documentación general a la que hace referencia el apartado 21.1 que sea
aplicable a la ferralla que se pretende suministrar a la obra, el suministrador o, en su caso,
el constructor, deberá presentar a la dirección facultativa una copia firmada por persona
física designada por el suministrador de la siguiente documentación:
a. en su caso, documento que acredite que la ferralla que se suministrará se encuen-
tra en posesión de un distintivo de calidad oficialmente reconocido;
b. en su caso, documento que acredite que el acero que se utilizará para la fabrica-
ción de la armadura se encuentra en posesión de un distintivo de calidad oficial-
mente reconocido;
c. en el caso de que se trate de ferralla armada mediante soldadura no resistente,
certificados de cualificación del personal que realizará dicha soldadura, que avale
su formación específica para dicho procedimiento;
d. en el caso de que se pretenda emplear procesos de soldadura resistente, certifica-
dos de homologación de soldadores, según UNE-EN ISO 9606-1 y del proceso de
soldadura, según UNE-EN ISO 15614-1;
e. en el caso de que el proyecto haya dispuesto unas longitudes de anclaje y solape
que exijan el empleo de acero con un certificado de adherencia, éste deberá incor-
porarse a la correspondiente documentación previa al suministro. Dicho certifica-
do deberá presentar una antigüedad inferior a 36 meses, desde la fecha de fabri-
cación del acero. La renovación trienal del certificado de adherencia se realizará
por un laboratorio de los contemplados en el apartado 17.2.2.1 de este Código, o
bien perteneciente a un centro directivo de las Administraciones Públicas o bien
acreditado conforme a la norma UNE-EN ISO/IEC 17025 para la realización de
estos ensayos. El laboratorio efectuará una comprobación de las características
de adherencia mediante la realización del ensayo de la viga sobre 5 barras de un
diámetro de entre los incluidos en el certificado de adherencia;
f. en el caso de que la ferralla esté en posesión de un distintivo de calidad oficialmen-
te reconocido, en función de su alcance, la comprobación documental compren-
derá:
− Ferralla elaborada en posesión de un distintivo de calidad oficialmente reco-
nocido: no será preceptiva la documentación a la que se refiere el apartado b).
− Ferralla armada mediante soldadura no resistente en posesión de un distintivo
de calidad oficialmente reconocido: no será preceptiva la documentación a la
que se refieren los apartados b) y c).
− Ferralla armada mediante soldadura resistente en posesión de un distintivo de
calidad oficialmente reconocido: no será preceptiva la documentación referida
en los apartados b) y d).
Además, previamente al inicio del suministro de la ferralla según proyecto, la dirección
facultativa podrá revisar las planillas de despiece que se hayan preparado específicamente
para la obra. Esta revisión será obligatoria en los casos indicados en el aparatado 49.3.1.
Cuando se produzca un cambio de suministrador de la ferralla, será preceptivo presentar
nuevamente la documentación correspondiente.
comprobar su idoneidad para fabricar las armaduras que se requieren para la obra. En
particular, se atenderá al cumplimiento de las exigencias establecidas en el apartado 49.2.
Estas inspecciones serán preceptivas en el caso de instalaciones que pertenezcan a la
obra, en las que se comprobará que se ha delimitado un espacio mínimo para las labores del
proceso de ferralla con espacio predeterminado para el acopio de materia prima, espacio
fijo para la maquinaria y procesos de elaboración y armado, así como recintos específicos
para acopiar la ferralla elaborada y, en su caso, la ferralla armada.
La dirección facultativa podrá recabar del suministrador de la ferralla o del constructor,
la información que demuestre la existencia de un control de producción, conforme con lo
indicado en el apartado 49.2.4 y correctamente documentado, mediante el registro de sus
comprobaciones y resultados de ensayo en los correspondientes documentos de autocon-
trol, que incluirán al menos todas las características especificadas por este Código.
Comentarios
Estas inspecciones son recomendables cuando la ferralla no esté en posesión de un distintivo de calidad ofi-
cialmente reconocido
Se recuerda que el elaborador de la ferralla o, en su caso, el constructor deberá demostrar que sus procesos,
y en particular, el enderezado y la soldadura, no alteran de forma inadmisible las propiedades mecánicas de
los productos de acero empleados. Para ello, la dirección facultativa puede comprobar que se efectúan, con la
frecuencia indicada en el apartado 49.2.4, los correspondientes ensayos de validación de los equipos y segui-
miento de los procesos.
En cada lote se tomará una muestra representativa formada por un número de probetas
suficiente para la realización de los ensayos que correspondan de acuerdo con la tabla
59.2.4.3. Se recomienda obtener un número de probetas de reserva suficiente para posi-
bles contraensayos.
En el caso de que en un mismo lote existan armaduras fabricadas con barras de acero
corrugado con y sin procesos de enderezado, las probetas para la realización de los ensa-
yos de tracción y geometría superficial procederán de las barras enderezadas. Si además
se han utilizado procesos de soldadura, las probetas contendrán un punto de soldadura.
De acuerdo con los procesos utilizados en la elaboración de la ferralla indicados en la
tabla 59.2.4.3, en cada lote se realizarán los siguientes ensayos según corresponda:
− Cuatro ensayos de tracción sobre probetas preferentemente de diámetros de las se-
ries fina y media, para la determinación de Rm, Rp0.2, Rm/Rp0.2, Rp0.2real/Rp0.2nominal (sólo
en el caso de armaduras pasivas SD), A, Ag. En el caso de que el acero corrugado con
el que se han elaborado las armaduras esté en posesión de un distintivo de calidad
oficialmente reconocido, la dirección facultativa podrá reducir el número de ensayos
a la mitad. El ensayo se considerará conforme si se cumplen las especificaciones
establecidas para el acero en el Artículo 35 de este Código.
Comentario
En el caso de ferralla elaborada que no se hayan armado aun, la alineación de sus tramos rectos puede compro-
barse mediante el procedimiento de comprobar que pueda girarse manualmente alrededor de su eje longitudi-
nal al ser colocadas sobre un plano liso sensiblemente horizontal.
− las unidades de pretensado, cualquiera que sea su tipología (alambres, cordones, barras,
etc.),
− los dispositivos de anclaje, en su caso,
− los dispositivos de empalme, en su caso,
− las vainas, en su caso,
− los productos de inyección, en su caso, y
− los sistemas para aplicar la fuerza de pretensado.
En el caso de elementos o sistemas de aplicación del pretensado que dispongan de marcado
CE, el responsable de la recepción deberá comprobar que la hoja de suministro, el etiquetado y
la copia de la declaración de prestaciones están completas, reúnen los requisitos establecidos y
se corresponden con el producto solicitado. El responsable de la recepción será el encargado de
verificar, del modo que considere conveniente, que el producto sujeto a recepción es conforme con
las especificaciones requeridas.
Para los elementos o sistemas de aplicación del pretensado que no dispongan de marcado CE,
deberán ser conformes con este Código (entre otros, comprobaciones experimentales indicadas
en este artículo). La comprobación de su conformidad, de acuerdo con lo indicado en el Artículo
56 comprenderá:
a. en su caso, documento que acredite de que el sistema de aplicación del pretensado está
en posesión de un distintivo de calidad oficialmente reconocido,
b. aquélla que avale que los elementos de pretensado que se van a suministrar están legal-
mente comercializados y, en su caso, la declaración de prestaciones y el marcado CE,
Cuando se produzca un cambio de suministrador o aplicador durante la obra, será preceptivo
presentar nuevamente la documentación correspondiente.
La dirección facultativa valorará la conveniencia de efectuar, directamente o a través de una enti-
dad de control de calidad, antes del inicio del suministro, una inspección del sistema de aplicación
del pretensado, al objeto de comprobar que mantiene las condiciones de idoneidad para aplicarse
en la obra. En particular, se atenderá al cumplimiento de las exigencias establecidas en el Artículo
50.
Comentarios
Dada la diversidad y heterogeneidad de elementos accesorios que se utilizan en la técnica del pretensado, no
pueden darse criterios más concretos sobre su control, pero se recuerda que estos elementos pueden tener una
gran influencia en el correcto funcionamiento del sistema de tesado y en el comportamiento de la pieza final.
− armado de la ferralla,
− montaje de la armadura pasiva,
− operaciones de pretensado, en su caso,
− fabricación del hormigón, y
− vertido, compactación y curado del hormigón.
Para los productos que no dispongan de marcado CE, el control de recepción de los elementos
prefabricados podrá incluir comprobaciones tanto sobre los procesos de prefabricación, como
sobre los productos empleados (hormigón, armaduras y acero de pretensado), así como sobre la
geometría final del elemento.
El control de recepción debe efectuarse tanto sobre los elementos prefabricados en una instala-
ción industrial ajena a la obra como sobre aquéllos prefabricados directamente por el constructor
en la propia obra. Además, los criterios de este Código deberán aplicarse tanto a los elementos
normalizados, como aquéllos que sean prefabricados específicamente para una obra, de acuerdo
con un proyecto concreto.
El suministrador o, en su caso, el constructor, deberá incluir en su sistema de control de produc-
ción un sistema para el seguimiento de cada uno de los procesos aplicados durante su actividad,
y definirá unos criterios de comprobación que permitan verificar a la dirección facultativa que los
citados procesos se desarrollan según lo establecido en este Código. Para ello, reflejará en los
correspondientes registros de autocontrol los resultados de todas las comprobaciones realizadas
para cada una de las actividades que le sean de aplicación, de entre las contempladas por este
Código.
La dirección facultativa podrá requerir del suministrador o, en su caso, del constructor, las evi-
dencias documentales sobre cualquiera de los procesos relacionados con la prefabricación que
se contemplan en este Código y, en particular, la información que demuestre la existencia de un
control de producción, que incluya todas las características especificadas por este Código y cu-
yos resultados deberán estar registrados en documentos de autocontrol. Además podrá efectuar,
cuando proceda, las oportunas inspecciones en las propias instalaciones de prefabricación y, en
su caso, la toma de muestras para su posterior ensayo.
En el caso general de elementos prefabricados elaborados con hormigón conforme a la norma
EN 206, norma de referencia para los productos con marcado CE obligatorio (de acuerdo a la
versión establecida en la norma de producto correspondiente), se empleará en el proyecto del
elemento prefabricado unos coeficientes de ponderación, en situación persistente o transitoria,
de 1,70 para el hormigón y de 1,15 para el acero. No obstante, el fabricante podrá aplicar un co-
eficiente parcial de seguridad de 1,50 para el hormigón, si dispone de un certificado del control
de producción en fábrica, concedido por una entidad de certificación según el apartado 17.2.2.2
de este Código, en cualquier caso acreditados conforme a los apartados de este Código que le
sean de aplicación y a la norma UNE-EN ISO/IEC 17065 según el Reglamento (CE) Nº 765/2008,
del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de julio, que demuestre que el hormigón se fabrica de
conformidad con los criterios establecidos en este Código. Dichos coeficientes podrán disminuirse
hasta 1,35 en el caso del hormigón y 1,10 en el caso del acero, si el elemento prefabricado esté en
posesión de un distintivo de calidad oficialmente reconocido y se cumplen el resto de condiciones
indicadas en el Anejo 19 de este Código.
Comentarios
La disminución de la variabilidad del espesor del recubrimiento de las armaduras, mediante la disposición gene-
rosa de separadores, no sólo es un parámetro fundamental para garantizar la adecuada durabilidad del elemen-
to prefabricado, sino que también es crítico para conseguir una incertidumbre limitada en el brazo mecánico de
la armadura que permita la aplicación de coeficientes parciales de seguridad reducidos para el acero.
Además de la documentación general a la que hace referencia el apartado 21.1, que sea
aplicable a los elementos prefabricados, el suministrador de los elementos prefabricados
o el constructor deberán presentar a la dirección facultativa una copia firmada por persona
física con representación suficiente, de la siguiente documentación:
a. en su caso, documento que acredite que los elementos prefabricados que serán
objeto de suministro a la obra están en posesión de un distintivo de calidad oficial-
mente reconocido,
b. en su caso, certificados de cualificación del personal que realiza la soldadura no
resistente de las armaduras pasivas, que avale su formación específica para dicho
procedimiento,
c. en su caso, certificados de homologación de soldadores, según UNE-EN ISO 9606-
1 y del proceso de soldadura, según UNE-EN ISO 15614-1, en caso de realizarse
soldadura resistente de armaduras pasivas,
d. en su caso, certificados de que el acero para armaduras pasivas, el acero para ar-
maduras activas o la ferralla armada están en posesión de un distintivo de calidad
oficialmente reconocido.
En el caso de elementos prefabricados según proyecto en los que se prevea la modifica-
ción del despiece original incluido en el proyecto, el suministrador, o en su caso, el construc-
tor remitirá el nuevo despiece para su aceptación por escrito por parte de la dirección facul-
tativa. En cualquier caso, previamente al inicio del suministro de elementos prefabricados
según proyecto, la dirección facultativa directamente, o mediante la entidad de control de
calidad, podrá revisar las plantillas de despiece que se hayan preparado específicamente
para los elementos de la obra.
En el caso de que se produjera un cambio del suministrador, será preceptivo presentar
nuevamente la documentación correspondiente.
− que las instalaciones cumplen todos los requisitos exigidos por este Código, y en
particular lo establecido en el Artículo 54,
− que los procesos de prefabricación se desarrollan correctamente, y
− que existe un sistema de gestión de acopios de materiales que permiten conseguir
la necesaria trazabilidad.
Estas inspecciones serán preceptivas en el caso de instalaciones de prefabricación que
pertenezca a la obra.
El prefabricador deberá poder demostrar que su gestión de acopios y el control de sus
procesos garantizan la trazabilidad hasta su entrega a la obra incluyendo, en su caso, el
transporte.
El prefabricador o, en su caso, el constructor deberá demostrar que su central de hor-
migón y sus instalaciones y equipos para la elaboración de la armadura y aplicación del
pretensado cumplen todas las exigencias técnicas establecidas para las mismas, con
carácter general, por este Código.
Comentarios
La inspección de las instalaciones es recomendable siempre que los elementos prefabricados no estén en po-
sesión de un distintivo de calidad oficialmente reconocido.
La identidad del material debe mantenerse a través de la identificación del elemento acabado, desde la partida
de materia prima empleada hasta el suministro a obra. Por consiguiente, debe ser posible rastrear cualquier
producto, en los registros y archivos de producción y gestión de la calidad, hasta la unidad de producción de que
forme parte, el hormigón empleado y los materiales constitutivos de los mismos:
a. Trazabilidad de materias primas
− cementos: deberá poderse identificar el tipo de cemento empleado en el hormigón de cada día de pro-
ducción.
− aceros y/o armaduras: deberá poderse identificar el fabricante y la colada (rollo o bobina) de los aceros
de cada una de las pistas y/o moldes producidos.
− áridos: deberá poderse identificar el suministrador y la procedencia del tipo de árido empleado en el
hormigón de cada día de producción.
− aditivos / adiciones: deberá poderse identificar a qué partida corresponde el producto empleado en el
hormigón de cada día de producción.
b. Trazabilidad del hormigón: deberá ser posible identificar el hormigón empleado cada día de producción,
según su designación.
c. Trazabilidad del producto acabado: deberá ser posible identificar las partidas de cada día de producción.
Esta comprobación se efectuará, al menos, una vez durante la obra y comprenderá tanto
la revisión del control de producción del prefabricador como la realización de comprobacio-
nes específicas sobre cada proceso, llevadas a cabo por una entidad de control de calidad.
En el caso de elementos normalizados, la dirección facultativa podrá limitar esta com-
probación a la revisión del control de producción, que deberá efectuarse sobre los registros
de autocontrol correspondientes al período de tiempo durante el que se hayan fabricado
los elementos suministrados a la obra.
Para los productos que no dispongan de marcado CE, ni distintivo de calidad oficialmen-
te reconocido, la comprobación experimental de los procesos se efectuará de acuerdo con
los siguientes criterios:
a. Proceso de elaboración de las armaduras pasivas:
Se efectuarán comprobaciones de la conformidad de las armaduras con el proyec-
to, de acuerdo con los criterios establecidos en el Artículo 59.
b. Proceso de montaje de las armaduras pasivas:
Antes de su colocación en el molde, se comprobará que la ferralla elaborada, una
vez armada, se corresponde con lo indicado en el proyecto, tanto en lo relativo a
sus dimensiones geométricas, secciones de acero y longitudes de solape.
Una vez colocadas sobre el molde, se comprobará que han dispuesto se-
paradores de acuerdo con lo indicado en el apartado 49.8.2 que sus dimen-
siones permiten garantizar los correspondientes recubrimientos mínimos
establecidos en el apartado 43.4.1.
c. el tamaño del lote no será superior al indicado, en función del tipo de elementos, en la
tabla 63.1.
Despiece de planos de armaduras diseñadas según Planillas correspondientes a una remesa de arma-
proyecto duras..
Elaboración de las armaduras, mediante atado o
Conjunto de armaduras elaboradas en 1/4 de jorna-
soldadura no resistente (incluyendo procesos de
da(**)
enderezado, corte, doblado y armado,, en su caso)
(*) Un mismo acopio de material, procedente del mismo suministro, fabricante y partida o remesa, puede ser destina-
do a diferentes elementos estructurales o a diferentes lotes de ejecución, en función de su tamaño y de acuerdo
con el plan de obra. Por lo tanto, la gestión de un acopio concreto puede formar parte de diferentes lotes de ejecu-
ción y, consecuentemente, de diferentes unidades de inspección. Al programarse el control de ejecución, se evitará
considerar la inspección repetida del mismo acopio para la aceptación de distintos lotes de ejecución, procurando
en la medida de lo posible que el conjunto de las inspecciones tenga la mayor representatividad posible de la obra.
(**) Se deben inspeccionar 4 unidades de elaboración de armadura en una jornada laboral.
Procesos de ejecución
Tipo de Montaje de Operaciones
elemento Vertido y
Encofrado armaduras de Desencofrado Curado Acabado
compactación
pasivas pretensado
Montaje,
Acabado de
Elementos tesado e in-
Curado del la superficie
de cimen- Encofrado Armadura yección (en Hormigón Desencofra-
hormigón vista del
tación con de cada de cada su caso) de de cada do de cada
de cada hormigón
volúmenes elemento de elemento de cada una de elemento de elemento de
elemento de de cada
inferiores a cimentación cimentación las unidades cimentación cimentación
cimentación elemento de
los 350 m3 de preten-
cimentación
sado
Curado
Montaje, correspon-
Acabado de
Elementos tesado e in- diente a
la superficie
de cimen- Encofrado Armadura yección (en Hormigón Desencofra- cada una de
vista del
tación con de cada montada su caso) de procedente do de cada las juntas
hormigón
volúmenes elemento de en media cada una de de cinco elemento de de hormigo-
de cada
superiores a cimentación jornada las unidades amasadas cimentación nado o a la
elemento de
los 350 m3 de preten- superficie
cimentación
sado final del
elemento
Hormigón
Desencofra- Curado de la
Armadura de Montaje, correspon-
Encofrado tesado e in- do de cada superficie de Superficie de
cada pilar diente a
Alzados de de cada pilar yección (en pilar cada pilar cada pilar
cada pilar
pilares, y Armadura su caso) de
Encofrado Desencofra- Curado Superficie de
muros en correspon- cada una de Hormigón
de 5 m de do de correspon- cada 5 m de
edificación diente a 5 m las unidades correspon-
muro, en su 5 m de diente a 5 m muro, en su
de muro, en de preten- diente a 5 m
caso muro, en su de muro, en caso
su caso sado de muro, en
caso su caso
su caso
Hormigón de
Encofrado cada pila o Desenco- Curado de la
de cada Armadura de Montaje, estribo, con frado de superficie de Superficie de
Alzados de alzado de cada pila o tesado e in- un máximo cada alzado cada pila o cada pila o
yección (en
pilas, estri- pilas o estri-
estribo de cinco de pilas o estribo estribo
su caso) de
bos y muros bos Armadura
amasadas estribos
Curado Superficie de
cada una de
en el caso Encofrado correspon- las unidades Hormigón Desencofra- correspon- cada 5 m de
de puentes de 5 m de diente a 5 m de preten- correspon- do de 5 m de diente a 5 m muro, en su
muro, en su de muro sado diente a 5 m muro, en su de muro, en caso
caso de muro, en caso su caso
su caso
Tabla 63.2.b continúa
Procesos de ejecución
Tipo de Montaje de Operaciones
elemento Vertido y
Encofrado armaduras de Desencofrado Curado Acabado
compactación
pasivas pretensado
Montaje,
tesado e in-
Pila hormi- Unidad de Armadura yección (en
Hormigón Desencofra-
gonada con encofrado correspon- su caso) de Superficie de Superficie de
destinado a do de cada
encofrados colocado en diente a cada una de cada trepa cada trepa
cada trepa trepa
trepantes cada trepa, cada trepa las unidades
de preten-
sado
Unidad de
encofrado
deslizante,
Montaje,
operando
tesado e in-
durante el Hormigón Superficie
Pila hormi- Armadura yección (en Superficie
tiempo nece- destinado a que aparece
gonada con montada du- su caso) de que aparece
sario para ser colocado No aplica al deslizar
encofrados rante media cada una de al deslizar
tres ciclos cada dos cada dos
deslizantes jornada las unidades cada jornada
de hormigo- horas horas
de preten-
nado, con
sado
una duración
mínima de 2
horas.
Vigas, forja-
Montaje,
dos y otros
tesado e in-
elementos
yección (en
trabajando Encofrado Armadura Hormigón Desencofra- Curado de Superficie
su caso) de
a flexión en de cada de cada de cada do de cada cada super- de cada
cada una de
edificación elemento elemento elemento elemento ficie elemento
las unidades
Losa supe-
de preten-
rior e inferior
sado
de marcos
Montaje,
tesado e in-
Superficie de Superficie de Superficie de
Armadura yección (en Hormigón Superficie de
hormigón, hormigón, hormigón,
Tableros en montada du- su caso) de procedente hormigón,
correspon- correspon- correspon-
general rante media cada una de de cinco no superior
diente a diente a diente a
jornada las unidades amasadas a 100 m 2
cada vano cada vano cada vano
de preten-
sado
Montaje,
Superficie de Superficie de Superficie de
tesado e in-
hormigón, Armadura hormigón, hormigón,
yección (en Hormigón Superficie de
Tableros correspon- correspon- correspon- correspon-
su caso) de procedente hormigón,
ejecutados diente a la diente a diente a la diente a la
cada una de de cinco no superior
por fases fase (unidad cada una de fase (unidad fase (unidad
las unidades amasadas a 100 m2
de inspec- las fases de inspec- de inspec-
de preten-
ción única) ción única) ción única)
sado
Superficie de Montaje, Superficie de Superficie de Superficie de
hormigón, tesado e in- hormigón, hormigón, hormigón,
Armadura
correspon- yección (en Hormigón correspon- correspon- correspon-
Tableros correspon-
diente a su caso) de procedente diente a diente a diente a
ejecutados diente a
la dovela cada una de de tres ama- la dovela la dovela la dovela
por dovelas cada una de
(unidad de las unidades sadas (unidad de (unidad de (unidad de
las dovelas
inspección de preten- inspección inspección inspección
única) sado única) única) única)
Una vez definidos los lotes de ejecución y las unidades de inspección, se debe definir para cada
unidad de inspección las frecuencias de comprobación. De forma orientativa, el Anejo 15 define
las frecuencias de comprobación para las unidades de inspección de la ejecución de estructuras
de hormigón.
Comentarios
La identificación de un tamaño máximo de la unidad de la inspección que hace el articulado pretende reflejar la parte
de un proceso o actividad que, con carácter general, puede ser comprobable en una visita a la obra de la dirección
facultativa o, en su caso, de la entidad de control.
Por otra parte, el número de posibles unidades de inspección depende en gran medida de los medios disponibles en
cada obra. A título de ejemplo, en el caso del vertido del hormigón, el volumen de obra ejecutado en una jornada ven-
drá condicionada por los medios habilitados por el constructor, número de bombas, capacidad de la central, personal
disponible, etc.
La tabla 63.2.a tiene como finalidad definir unos valores orientativos que pudieran servir como referencia inicial. No
obstante, en función del tipo de obra (edificación, puentes, etc.), de las características de la misma y coherentemente
con la necesidad de adaptación que establece el Artículo 19, los valores de dicha tabla podrían ser objeto de modifica-
ción en el correspondiente programa de control aprobado por la dirección facultativa.
Para cada actividad de obra se deberán definir la totalidad de los procesos de ejecución implicados y que están reco-
gidos en las tablas 63.2a y 63.2b. Por proceso deberá estar indicado el tamaño máximo de la unidad de inspección
que aplique en cada caso, así como la frecuencia de comprobación de las mismas. Para establecer las frecuencias
se han incluido en el Anejo 15 diferentes tablas según el nivel y tipo de control establecido. Estas frecuencias deberán
adaptarse a las particularidades de cada proyecto y forma de ejecución.
De forma práctica, es recomendable planificar estas operaciones de control por actividad (cimentación, muros, pilares,
losas, etc….), en un ‘Programa de Puntos de Inspección’ donde se incluyan por ejemplo:
- Las operaciones a controlar
- Los unidades de inspección máximas
- Los procedimientos o normas que regulan las verificaciones de la conformidad de cada inspección, así como las
especificaciones de aceptación
- La ubicación y frecuencia o intensidad de las inspecciones
- La forma de documentar los resultados
- La persona responsable de la inspección
- Los puntos de espera o parada a respectar en cada proceso
- Cualquier comentario u observación aclaratoria.
En la página web del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se incluye un enlace donde se puede acce-
der a unas tablas editables para la elaboración de los Programas de Puntos de Inspección.
El constructor llevará a cabo un control del 100% de los puntos de replanteo de vainas y elemen-
tos de anclaje. En particular, se comprobará que no existen puntos angulosos, especialmente en
la unión entre trompeta y vaina, y que se respetan los parámetros especificados en relación con:
− longitudes mínimas de tramos rectos detrás de los anclajes,
− radios de curvatura en función del tipo de vaina,
− distancias entre puntos de fijación de las vainas,
− tolerancias del trazado,
− recubrimientos y separación entre vainas.
El control de contraste de la dirección facultativa comprobará, al menos, los siguientes puntos:
situación del 100% de las trompetas y verificación de la alineación entre éstas y las vainas,
− 100% de los puntos altos y puntos bajos del trazado,
− un punto intermedio entre cada punto alto y cada punto bajo en el 50% de las vainas.
El constructor verificará que la armadura y posición de las barras correspondientes a los refuer-
zos en anclajes y otros puntos singulares del trazado son acordes con la definición de los planos
de proyecto en el 100% de estas zonas.
El control de contraste de la dirección facultativa verificará que la cuantía y posición de las
armaduras de refuerzo es acorde a la definición de los planos en el 50% de dichas zonas.
d. Tesado.
Se controlará que los procesos de tesado se lleven a cabo de acuerdo con lo especificado en el
apartado 50.3.
Antes del inicio del tesado se verificará que:
− todos los elementos que forman las unidades de pretensado cumplen lo indicado en el
proyecto;
− los tendones deslizan libremente en sus conductos o vainas, en el caso de armaduras
postesas;
− la resistencia del hormigón ha alcanzado, como mínimo, el valor indicado en el proyecto
para la transferencia de la fuerza de pretensado al hormigón. Para ello se efectuarán los
ensayos de control de la resistencia a compresión del hormigón establecida en el progra-
ma de tesado, siguiendo los procedimientos del Artículo 57.
El control de la magnitud de la fuerza de pretensado introducida se realizará, de acuerdo con
lo prescrito en el apartado 50.3, midiendo simultáneamente el esfuerzo ejercido por el gato y el
correspondiente alargamiento experimentado por la armadura.
Para dejar constancia de este control, los valores de las lecturas registradas con los oportunos
aparatos de medida utilizados se anotarán en la correspondiente tabla de tesado.
En las primeras diez operaciones de tesado que se realicen en cada obra y con cada equipo o
sistema de pretensado, se harán las mediciones precisas para conocer, cuando corresponda, la
magnitud de los movimientos originados por la penetración de cuñas u otros fenómenos, con el
objeto de poder efectuar las adecuadas correcciones en los valores de los esfuerzos o alargamien-
tos que deben anotarse.
El control del tesado de las armaduras activas será efectuado por el constructor y por el control
de contraste en el 100% de las unidades de pretensado.
Comentarios
En los cables verticales se tendrá especial cuidado de evitar los peligros de la exudación siguiendo lo indicado en el
apartado 50.4.1.4.
Comentarios
Como ejemplo de alguno de los parámetros más importantes que pueden aparecer en un plan de control, pueden ser,
al menos, los siguientes:
Resistencia a compre-
Un ensayo de 3 pro-
sión del mortero de Resistencia a com-
betas por cada tipo
reparación (probetas UNE-EN 12190 presión mayor que el
de mortero diferente
prismáticas de 40 mm hormigón original
utilizado en la obra
x 40 mm x 160 mm)
28 días después de la
Fisuración Comprobación visual Sin fisuras visibles
aplicación
UNE-EN 12504, golpeo
Presencia de huecos / Después de la aplica- Sin deslaminación del
con martillo o ensayo
deslaminación ción hormigón
de ultrasonidos
>1,5 N/mm² (uso es-
Adherencia del mortero UNE-EN1542 (de acuer- Mínimo dos ensayos
tructural)
al hormigón (ensayo do a UNE-EN1504-10, cada 10 m² de parches
>0,7 N/mm² (uso no
con aplicación “in-situ”) tabla A.2) de reparación
estructural)
Se pueden utilizar los mismos ensayos y con los mismos criterios que para la reparación de hormigón.
Un ensayo de 3 pro-
Resistencia a compre-
betas por cada tipo Resistencia a compre-
sión del mortero de UNE-EN 12190
de mortero diferente sión mayor de 30 MPa
resina de unión
utilizado en la obra
Mínimo dos ensayos
Adherencia del adhesi-
cada 10 m² de superfi- Despegue por rotura del
vo al hormigón (ensayo UNE-EN 12636
cie de refuerzo colo- hormigón
con aplicación “in-situ”)
cada
a. los elementos prefabricados son conformes con las especificaciones del proyecto y se
encuentran, en su caso, adecuadamente acopiados, sin presentar daños aparentes,
Comentarios
Los ensayos sobre probetas, cualquiera que sea la cualidad del hormigón que con ellos se pretende medir, son un
procedimiento cómodo pero no totalmente representativo del comportamiento final del hormigón de la estructura. Por
otra parte, el comportamiento del hormigón frente a ciertos agentes es una función de diversas variables, lo suficien-
temente compleja como para que no sea posible reproducir cuantitativamente el fenómeno en laboratorio. Por ello,
resulta particularmente útil, en algunos casos, recurrir a ensayos sobre la obra en fase de ejecución o ya terminada.
Comentarios
Existen métodos de ensayo no destructivos (gammagrafías, sondas magnéticas, ultrasonidos, etc.), que permiten
determinar en la estructura la situación real de las armaduras y el espesor de sus recubrimientos que han podido ser
alterados por el vertido, picado o vibrado del hormigón y la mayor o menor permeabilidad del hormigón o la formación
de coqueras internas por una mala compactación.
En general es aconsejable que la realización e interpretación de estos ensayos se recomiende a un centro especializa-
do, dado que suelen tener limitaciones importantes y requieren una práctica muy específica.
Comentarios
En el Artículo 24 se explica cómo resulta inexorable una progresiva reducción de las prestaciones con el tiempo, puesto
que crecerán los deterioros en extensión y en intensidad, aunque tanto en menor medida cuanto más eficaces sean las
políticas de mantenimiento o, en algunos casos, las medidas preventivas adoptadas en el proyecto (en cuyo caso, no
hay deterioro). También es preciso considerar la evolución de las acciones exteriores, tanto de origen mecánico como
ambiental para definir, en cada momento, el margen de seguridad frente a los ELS y ELU identificados.
Se hace notar que la inecuación E d ≤ R d debería escribirse con una notación distinta, ya que no es lo mismo verificar
la seguridad de una estructura existente de hacerlo en una de nueva construcción. En la determinación de los valores
correspondientes a E d y Rd de una estructura existente pueden emplearse coeficientes parciales y valores represen-
tativos diferentes a los que se utilizarían en el proyecto de una obra nueva.
Para el análisis de construcciones existentes de hormigón, como señala el Artículo 25, es po-
sible utilizar tanto un formato semi-probabilista con coeficientes parciales modificados, como un
planteamiento probabilista.
El procedimiento de análisis estructural en estado limite último para la deducción de esfuerzos
puede ser realizado a partir de modelos que se basan en el comportamiento elástico lineal de los
materiales, en la teoría de la plasticidad (también denominado “análisis limite”) o procedimientos
se análisis no lineal, como los que se plantea en el Capítulo 5 de los Anejos 19 y 21 de este Código.
En todo caso, cualquiera de los análisis estructurales mencionados, deberán incluir los deterioros
o daños detectados en la estructura. Este planteamiento responderá al criterio clásico de compro-
bación planteado en la ecuación.
La comprobación estructural de elementos sometidos a esfuerzos que provocan tensiones tan-
genciales, como esfuerzo cortante, rasante, torsión, punzonamiento, etcétera, puede ser también
llevada a efecto con modelos más generales, además de los clásicamente conocidos de bielas y
tirantes.
Los aspectos particulares correspondientes a detalles como, anclajes y empalmes de barras,
así como tendones de pretensado, podrán basarse en los planteamientos análogos a los conside-
rados para obra nueva, debiéndose comprobar que se corresponden con las bases en las que se
sustentan dichos modelos.
Comentarios
Los modelos estructurales de proyectos de obra nueva, casi siempre convencionales y sancionados por la praxis del
lado de la seguridad, no siempre reflejan la seguridad estructural que presentan las estructuras ya existentes, que
movilizan mecanismos resistentes alternativos y complementarios a los convencionales de proyecto de estructura
nueva, y a los que puede, eventualmente, sacarse partido a la hora de la comprobación previa a un eventual refuerzo.
Las construcciones existentes ofrecen la ventaja, frente a las que se proyectan y son aún inexistentes, de que su propia
existencia (geometría, materiales, etc.) y la de las acciones a las que está sometida pueden ser objeto de medida y
cuantificación, también en términos estocásticos, lo que propicia especialmente el empleo de planteamientos proba-
bilistas.
Así, para las resistencias de cálculo de los materiales se pueden tomarlos valores:
f md = f mk,act / γ m,act
donde:
Es especialmente importante tener en cuenta que las construcciones existentes pueden haberse proyectado y cons-
truido con materiales, técnicas y detalles constructivos muy diferentes de los recogidos por los códigos recientes.
Es el caso, por ejemplo, de hormigones de capacidades resistentes reducidas en comparación con las vigentes en la
actualidad, armaduras lisas, anclajes de barra mediante gancho, barras levantadas o incluso cuantías de armaduras
que resultarían insuficientes según los códigos del proyecto de obra nueva. Por consiguiente, el técnico deberá estar
especialmente atento a la validez de los modelos de comprobación y al rango de validez de sus hipótesis de partida
según los criterios de comprobación de los Anejos 19 y 21.
En la medida de lo posible, este Código Estructural plantea formulaciones de comprobación de la capacidad cortante
en los diferentes estados límite últimos que pretende ir en paralelo con el correspondiente planteamiento para el pro-
yecto de obra nueva, lo que responde a la lógica de que los fenómenos físicos son iguales con independencia de si la
estructura se proyecta como nueva o ya existe.
Comentarios
Este planteamiento progresivo pretende movilizar más recursos de investigación sólo si no se verifica la ecuación
E d ≤ R d para un cierto nivel de análisis. Así, por ejemplo, a título informativo y sin ánimo de exhaustividad:
- Si la capacidad resistente R d,act es claramente superior a E d,act no será necesario, obviamente, realizar mayores
averiguaciones ya que el resultado revela a las claras una capacidad holgada.
- Si el modo de fallo previsible de una pieza es por flexión con cuantía baja, como suele ser el caso, p.e., de las
losas, la capacidad resistente del hormigón juega un papel poco relevante, y, por consiguiente, no estaría justi-
ficado profundizar en el estudio de su resistencia. Si, por el contrario se trata de un elemento sometido a com-
presión con poca excentricidad, o se trata del alma de una pieza sometida a cortante, o de una pieza sometida
a punzonamiento, el valor de la resistencia a compresión del hormigón puede jugar un papel muy importante y
estaría justificada su evaluación.
- Puede sacarse partido del incremento de la capacidad resistente que suelen presentar los hormigones fabrica-
dos sin aceleradores de resistencia, lo que puede contribuir a explicar cómo, en el transcurso del tiempo puede
contarse con resistencias que pueden ser significativamente mayores que las consignadas en el proyecto ori-
ginal.
- Las propiedades resistentes de las armaduras pasivas y activas están bien documentadas, en general, desde
hace tiempo (desde la década de 1960, simplificadamente) y, por lo tanto, puede contarse con dichas sobre-re-
sistencias sin más que examinar los requisitos de los códigos estructurales o los registros de los proveedores, lo
que permite eludir costosas extracciones y ensayos, con fiabilidad equivalente. A título informativo, en anteriores
códigos estructurales puede encontrarse una relación explícita nominal de la capacidad resistente de las arma-
duras en función de su diámetro.
Comentarios
La experiencia demuestra que, complementariamente a los tipos de análisis más habituales en el proyecto de obra
nueva, son especialmente útiles los procedimientos basados en el análisis límite y en los métodos de análisis no lineal.
En ese sentido, cabe hacer mención también al capítulo 5 de los Anejos 19 y 21.
Hay que tener también presente que la utilización de procedimientos basados en el análisis límite, que pueden incluir
los modelos de bielas y tirantes, o en la movilización de deformaciones importantes, pueden requerir un análisis de la
ductilidad necesaria o, en su caso, de la sobre-resistencia disponible con el fin de satisfacer los criterios de energía de
deformación precisa para movilizar los mecanismos que se prevén.
Suele ser recomendable hacer uso del teorema del límite inferior de la teoría de la plasticidad (campos de tensiones)
para la comprobación del estado límite último en primera aproximación. Por su parte, la utilización del teorema del
límite superior de la teoría de la plasticidad suele ser el recurso que se puede movilizar cuando no se satisface la
ecuación E d ≤ R d .
En la línea de los comentarios al apartado 74.3, debe tenerse también en cuenta el formato de seguridad considerado
en el proyecto de la estructura existente que se analiza. Así, a modo de referencia, las construcciones proyectadas y
construidas en España antes de 1970, aproximadamente, utilizaban el formato de las tensiones admisibles, pasando
a formato de los estados limite a partir de dicha fecha. Esto obliga a la consideración cuidadosa de las resistencias de
hormigón, especialmente, y también de las armaduras, dado que los conceptos de resistencia característica aparecen
entonces, y deben ser vinculados juiciosamente a los valores de las resistencias medias o nominales utilizadas en el
pasado. En esta misma línea, las dimensiones otorgadas a las piezas en el pasado explica que su comportamiento
en servicio (que no debe ser objeto específico de comprobación analítica como se indica en el apartado 74.1) sea, en
general, correcto, aun cuando las acciones solicitantes en la actualidad sean netamente superiores a las utilizadas al
proyectar la estructura.
Comentarios
Los conceptos de “reparación” y “refuerzo” se discriminan en el apartado 25.1. Así, se entiende que las actuaciones de
reparación estarán concebidas para impedir o ralentizar el progreso de los deterioros o restañar los daños producidos
tras una situación accidental incluso restableciendo el nivel de prestaciones que tenía la construcción en su inicio, pero
sin dotarle de prestaciones mejoradas.
a. Deterioros y daños producidos por los procesos de degradación del propio hormigón:
acciones mecánicas, físico-ambientales, químicas, etc.
Comentarios
La figura 75.2 muestra una clasificación sinóptica, sin ánimo de exhaustividad, de los daños y deterio-
ros que pueden encontrarse en las estructuras existentes de hormigón. Naturalmente, en una estruc-
tura existente es posible dar con daños y deterioros que obedezcan a causas distintas concomitantes.
Degradación Corrosión de
del hormigón la armadura
Causas
Carbonatación Corrientes
Reacciones árido-álcali parásitas
Hielo - Deshielo Ataque ácido
Sales fundentes Ataque por sulfatos Cloruros
Ataque por aguas puras
Figura 75.2. Clasificación sinóptica de los daños y deterioros que pueden encontrarse en las
estructuras existentes de hormigón
Se asocia la palabra “deterioro” a la degradación progresiva del material, consecuencia de su envejecimiento, del uso
o de la agresión medioambiental. La palabra “daño” se asocia a una causa accidental como, por ejemplo, un impacto.
a. Inspección especial previa que, con carácter general, se habrá realizado antes de con-
cluir en la necesidad de acometer un proyecto de reparación, como prevé el Artículo 24.
c. Formulación de un catálogo de soluciones que describa, para cada uno de los daños y
deterioros identificados en ese catálogo, la solución prevista para su reparación.
En función de los criterios de vida útil adicional que se desee otorgar a la estructura de hormigón,
de la importancia del elemento objeto de reparación, de su accesibilidad o de otras consideraciones
(estéticas, históricas o patrimoniales), la propiedad convendrá con el proyectista si las soluciones
de reparación tienen carácter:
− activo o preventivo, asociado a la idea de impedir el deterioro, en lo sucesivo, del elemen-
to en cuestión, lo que implica estrategias de protección con elementos de sacrificio o
con sistemas de tan lento deterioro que, en la práctica, su degradación sea irrelevante; o
− pasivo, asociado a la idea de que, al cabo de un cierto tiempo, será necesario de nuevo
proceder a una reparación, cuando se haya agotado la vida útil adicional conferida tras
la reparación.
En el proyecto de reparación, los planos podrán incluir una síntesis del método de reparación pro-
puesto por el proyectista. El pliego de condiciones técnicas particulares contendrá la identificación
de las unidades correspondientes, las especificaciones de los materiales, la forma de ejecución y
la definición de la forma de medición y abono.
Comentarios.
Para la redacción de proyectos de reparación y refuerzo, casi siempre la información de la inspección especial no es
suficiente para levantar un mapa de daños con el que realizar una medición mínimamente fiable, dado que los medios
necesarios son, en general, desproporcionados para ese fin y tienen mejor justificación en la fase de realización de
los trabajos. Además, es frecuente que las estructuras existentes deparen muchas sorpresas que pueden dar pie a la
reconsideración de algunos de los criterios de proyecto, forzosamente simplificados en el momento de la redacción
del proyecto.
Comentarios
La experiencia demuestra que la intervención en estructuras existentes, no infrecuentemente, suele deparar sorpresas
que obligan a modificar, durante la ejecución, la extensión de los trabajos o a ejecutarlos de manera diferente como
consecuencia de interferencias no previstas con el servicio de la estructura, con la aparición de vicios ocultos, etc.
En consecuencia, se hace especialmente necesario plantear aquí una revisión del plan de mantenimiento redactado en
la fase de proyecto que cubra estas circunstancias.
Comentarios
Los conceptos de “reparación” y “refuerzo” se discriminan en el apartado 25.1. Así, se entiende que las actuaciones
de refuerzo de una estructura, no necesariamente dañada o deteriorada, estarán concebidas no ya para restablecer el
nivel de prestaciones que tenía la construcción en su inicio sino para superarlo porque las acciones exteriores pueden
haberse modificado tras una ampliación, un cambio de uso, porque puede haberse producido un error en su proyecto
original o en su ejecución que haga necesario el refuerzo, etc. En este sentido, el refuerzo puede llevar aparejado una
mejora de la durabilidad, lo que se traduce también en un incremento de la vida útil adicional.
Comentarios
La clasificación planteada en el articulado no pretende ser universal, porque puede haber otros criterios a la hora
de clasificar los sistemas de refuerzo, como, por ejemplo, según el material utilizado para conferir mayor capacidad
portante (chapas, camisas de hormigón, materiales compuestos adheridos, etc.), o según se pueda o no descargar la
estructura para contar con mayor o menor participación de la estructura existente, lo que puede incidir en la posibilidad
de que se pueda afectar temporalmente, la función de la estructura, etc.
Asimismo, cabe la posibilidad de clasificar las actuaciones de refuerzo según sea la actitud con la que se quiere ade-
cuar una estructura: aumento de la capacidad portante, ante acciones exteriores que crecen o aumento de la energía
de deformación que puede disipar, como puede ser el caso de la actualización sísmica de construcciones existentes.
En otras palabras, cabe la posibilidad de plantear criterios para el incremento de la capacidad resistente, o de mejorar
únicamente la ductilidad de la estructura. Se recuerda, a estos efectos, que, ante cierto tipo de solicitaciones, la ductili-
dad de una estructura es una condición suficiente, pero no necesaria para aceptar la validez de la misma. Este criterio
discriminador puede condicionar el material elegido o la configuración estructural deseada. En ocasiones, si la tras-
cendencia de los daños previsibles en caso de accidente lo justifica, cabe plantear también una actuación orientada a
mejorar la robustez estructural.
Comentarios
La figura 76.3.1 muestra algunos ejemplos con soluciones de refuerzo de este tipo.
hr1
Md1
Md1
q 2
hr1 Md2
Md2 Md2
Md3
Figura 76.3.1. Ejemplos con soluciones de refuerzo sin alterar la sección de la pieza
Conviene advertir que, cuando se decide cambiar el esquema estático de la estructura existente, hay que sope-
sar cuidadosamente los beneficios e inconvenientes que reporta. Así, una solución que elimine juntas existentes
tenderá, en general, a cambiar el punto fijo de la estructura y a producir solicitaciones inéditas en aparatos de
apoyo, o a aumentar, eventualmente, las aberturas de juntas en otros lugares, lo que puede conllevar la modifi-
cación de aparatos de apoyo y la generación de otras necesidades de mantenimiento.
Comentarios
La figura 76.3.2 muestra algunos ejemplos con soluciones de refuerzo de este tipo.
Postesado exterior
Especial mención merece la consideración de la historia de cargas y del proceso constructivo previsto. En
ese sentido, la figura 76.3.3 presenta, de manera cualitativa, un esquema que muestra cómo la efectividad de
un refuerzo, tanto en términos de incremento de la capacidad resistente, como de mejora de las condiciones
de durabilidad, dependen del estado inicial de esfuerzos presente en la pieza cuando se acomete el refuerzo.
ΔΜ
ΔΝ
Incremento de capacidad
Μ con descarga
Ν
1/r
Ο ε
Así, la curva superior muestra el comportamiento ideal obtenido en la hipótesis de que se suman íntegramente
las capacidades resistentes de la estructura original y la del refuerzo conectado. Eso equivaldría a descargar
completamente la estructura, conectar y asegurar una entrada en carga a la sección compuesta. Obsérvese que
la estructura compuesta ofrece una mejor capacidad resistente pero no necesariamente mayor ductilidad que
la estructura original, cuyo comportamiento queda descrito por la curva inferior.
La curva intermedia parte de la situación, muy frecuente, en que la conexión del refuerzo se plantea con la
estructura sólo parcialmente descargada y, por consiguiente, el refuerzo produce una mejora sólo parcial de la
capacidad resistente. Además, la ductilidad, puede ser menor que la de la situación primitiva o incluso que la de
la situación de estructura descargada en el momento de la conexión.
a. Inspección especial previa que, con carácter general, se habrá realizado antes de con-
cluir en la necesidad de acometer un proyecto de refuerzo, como prevé el Artículo 24.
Especialmente importante en este punto es valorar el nivel de seguridad, porque de éste
depende el alcance y magnitud del refuerzo.
c. Redacción, propiamente dicha, de los documentos del proyecto, cuyo carácter es ya re-
lativamente convencional.
Comentarios
Como en el caso de la reparación, la experiencia demuestra que la intervención en estructuras existentes, no infre-
cuentemente, suele deparar sorpresas que obligan a modificar, durante la ejecución, la extensión de los trabajos o a
ejecutarlos de manera diferente como consecuencia de interferencias no previstas con el servicio de la estructura, con
la aparición de vicios ocultos, etc.
En consecuencia, se hace especialmente necesario plantear aquí un Programa de Inspección y Mantenimiento que
cubra estas circunstancias.
Comentarios
La finalización de la vida de servicio a la que hace mención el primer párrafo del articulado no debe asociarse a que se
alcance la vida útil nominal de la estructura a la que se refiere el apartado 5.1.1. Dicha finalización de la vida de servicio
puede producirse como consecuencia de:
a. aparición de problemas mecánicos o de durabilidad, una vez superada la vida útil nominal tras un comportamien-
to adecuado de la estructura en relación a su durabilidad, o bien
b. antes de alcanzarse la vida útil nominal, como consecuencia de diversas posibles circunstancias, tales como, por
ejemplo:
- decisión voluntaria de la propiedad por cambio de uso de la construcción,
- aparición de problemas de durabilidad con un grado de gravedad suficiente de manera que no aconsejen su
reparación,
- aparición de problemas mecánicos graves que puedan afectar a la seguridad y cuya reparación no sea recomen-
dable desde el punto de vista de la eficiencia económica,
Comentarios
Aun cuando el articulado prescribe la necesidad de que el proyectista disponga los planos y el resto de la información
técnica disponible por parte de la propiedad, siempre se debería tener en cuenta que es posible que dicha información
no se corresponda con la situación real de la estructura en el momento en que se plantea la demolición.
a. preservar la seguridad del personal, evitando situaciones imprevistas que puedan afec-
tar a la seguridad, y
Dado que la demolición de una estructura puede comportar, en función del procedimiento ele-
gido, diferentes riesgos para personas y bienes, será necesario hacer, complementariamente a
lo establecido en la legislación sectorial, un estudio pormenorizado de dichos riesgos y de las
medidas para combatirlos.
En general, el constructor podrá utilizar cualquiera de los métodos recogidos como aceptables
en el proyecto de demolición. Entre ellos, cabe destacar los siguientes:
− técnicas manuales,
− técnicas de percusión (por ejemplo, martillo neumático),
− técnicas de impacto (por ejemplo, bola de demolición),
− técnicas de abrasión (por ejemplo, chorro de agua a alta presión),
− uso de maquinaria pesada (por ejemplo, retroexcavadoras, pinzas de demolición, etc.),
− uso de explosivos, etc.
Asimismo, previamente al inicio de la propia demolición de la estructura se valorará la conve-
niencia de realizar otra serie de tareas de desmantelamiento de la construcción que, sin afectar a
la estructura, pudieran provocar accidentes durante la demolición como, por ejemplo, desmontaje
de vidrios en ventanas de edificios, desmontaje de celosías de cubierta, etc.
En el caso de uso de explosivos para la demolición, se estará a lo dispuesto en la legislación
vigente que sea de aplicación.
Se procurará evitar situaciones provisionales como consecuencia de demoliciones parciales
que pudieran llegar a comprometer el comportamiento global de la estructura, por ejemplo, en
caso de sismo. Asimismo, en dichos casos de demolición parcial, deberá asegurarse que no que-
dan afectadas aquellas partes de la estructura que no sean objeto de demolición, protegiéndolas
adecuadamente, si ello fuera necesario.
Comentarios
De acuerdo con el articulado, a veces puede ser conveniente realizar pequeñas demoliciones en zonas concretas para
conseguir información adicional sobre la estructura como, por ejemplo, alineación de las armaduras principales, deta-
lles de uniones entre elementos, etc. En esos casos, se deberá cuidar que dichas demoliciones previas no supongan
un peligro adicional para el personal durante el resto de las operaciones, por lo que deberán señalizarse y disponer los
elementos de protección necesarios para evitar posteriores accidentes.
Algunas recomendaciones para la demolición de este tipo de elementos pueden ser las siguientes:
- como criterio general, se debería apear los vanos adyacentes a aquél en el que se está trabajando, así como
cualquier otro que fuera necesario a la vista de la definición estructural,
- en general, en el caso de elementos superficiales con trabajo unidireccional, el corte deberá hacerse en franjas
paralelas a su armadura principal,
- en el caso de forjados reticulares, la demolición deberá efectuarse por módulos, sin dañar las armaduras y desde
el centro hasta las zonas de enlace con pilares, apeando los recuadros contiguos a los que se demuelen,
- en el caso de elementos de hormigón pretensado, antes de cortar se deberá considerar los efectos que puede
experimentar el elemento como consecuencia de su rotura,
- en cualquier caso, cuando la demolición se efectúe por corte, hay que tener en cuenta el peso de los elementos
resultantes y la disponibilidad en obra de maquinaria para su manipulación.
Comentarios
Dependiendo de la tipología y fecha de construcción, cada demolición puede dar origen a residuos de diferentes natu-
ralezas y grados de reciclabilidad. Sin embargo, en cualquier caso, para la mayoría de los materiales existen técnicas
de reciclaje que permiten obtener nuevos productos susceptibles de ser aprovechados.
- por un lado, permite la reutilización y reciclado de los residuos generados de la demolición, con la consiguiente
eficiencia medioambiental debido a la disminución de impactos y emisiones en los usos futuros, y
- como consecuencia directa de lo anterior, permite disminuir el volumen de residuos con destino a vertedero.
ARTÍCULO 80. CRITERIOS ESPECÍFICOS PARA LAS ESTRUCTURAS DE ACERO ....... 371
80.1. Clases de exposición relativas a la corrosividad del acero estructural ..................... 371
Clase de
exposición
Exterior Interior
Designación
Pérdida de Pérdida de Pérdida de Pérdida de
(corrosividad)
masa espesor masa espesor
CÓDIGO ESTRUCTURAL
g/m2 µm g/m2 µm
Atmósferas con bajos niveles de con- Edificios sin calefacción donde pueden
> 10 y > 1,3 y > 0,7 y > 0,1 y
C2 baja taminación. Áreas rurales en su mayor ocurrir condensaciones, por ejemplo: almace-
hasta 200 hasta 25 hasta 5 hasta 0,7
parte. nes, polideportivos.
> 400 y > 50 y > l5 y > 2,1 y Áreas industriales y áreas costeras con Plantas químicas, piscinas, barcos costeros y
C4 alta
hasta 650 hasta 80 hasta 30 hasta 4,2 moderada salinidad. astilleros.
hasta 5.500 hasta 700 hasta 180 hasta 25 extrema y atmósfera agresiva y atmós- atmósfera agresiva
feras subtropical y tropical.
CRITERIOS GENERALES PARA LAS ESTRUCTURAS DE ACERO
373
CAPÍTULO 17
Comentarios
Las diferentes clases de exposición relativas a la corrosión atmosférica se definen en términos de pérdida de masa por
unidad de superficie o pérdida de espesor de las probetas normalizadas de acero de bajo contenido en carbono o de
cinc, después del primer año de exposición, según el ensayo normalizado en ISO 9226:1992.
La tabla 80.1.a clasifica con precisión la corrosividad atmosférica en función de los resultados de dicho ensayo. Si no
se dispone de dichos resultados, los ejemplos indicados en la tabla, que corresponden a ambientes típicos en un clima
templado, permiten estimar la clase de exposición, si bien debe tenerse en cuenta que la corrosividad atmosférica en
un clima frío o en uno seco es inferior que en un clima templado, mientras que será mucho mayor en un clima cálido
y húmedo.
En las áreas costeras de zonas cálidas y húmedas (definidas por los siguientes valores medios de los valores extremos
anuales: temperatura baja ≥ 5ºC, temperatura alta ≥ 35ºC, temperatura más alta con HR > 95%, ≥ 31ºC), la pérdida de
masa o de espesor puede exceder los límites de la clase C5, por lo que deben tomarse precauciones especiales para
la protección de las estructuras en dichas áreas.
La tabla 80.1.b define las clases de exposición correspondientes a estructuras o elementos estructurales sumergidos
en agua o enterrados en el suelo, situaciones en las que la corrosión suele ser localizada.
Artículo 81 Generalidades
Este capítulo prescribe los requisitos que deben cumplir los materiales utilizables en las es-
tructuras de acero. El Artículo 82 define las características de composición química, mecánicas
y tecnológicas que deben cumplir, así como los métodos de ensayo para su determinación. Los
Artículos 83 y 84 se refieren, respectivamente, a los tipos de acero y a los diferentes productos
(perfiles y chapas) utilizables.
El Artículo 85 especifica los medios de unión utilizables, y el Artículo 86 se refiere a los sistemas
de protección necesarios.
c. Límite elástico ( f y ).
h. Resiliencia (K V ).
i. Tenacidad de fractura.
Los fabricantes deberán garantizar, como mínimo, las características indicadas en b), c), d), e),
f) y h).
Comentarios
fp
fy
TENSIÓN
ε máx DEFORMACIÓN
εu
El límite elástico f y se define como la tensión correspondiente a una deformación remanente del 0,2 por 100. Este valor
suele coincidir con el del escalón de cedencia en aquellos aceros que lo presentan.
La deformación remanente concentrada de rotura se evalúa midiéndola sobre una base que incluye la sección de
rotura y zonas adyacentes, por lo que resulta afectada por una posible estricción.
La resiliencia del acero es la energía absorbida en el ensayo de flexión por choque sore probeta Charpy.
La tenacidad de fractura de un acero define la resistencia del material a la rotura frágil, es decir, sin deformación plás-
tica apreciable. Esta característica del acero puede obtenerse de una manera rigurosa mediante ensayos de Mecánica
de Fractura. En general, sin embargo, no es preciso acudir a tales ensayos, siendo suficiente evaluar la tenacidad de
fractura en términos de la resiliencia, como se hace en el apartado 2.4 del Anejo 28.
Comentarios
La fisuración en frío en la zona soldada puede producirse por una combinación de los siguientes factores: existencia
de hidrógeno, que puede difundirse en el metal de aportación, microestructura frágil de la zona afectada térmicamente
por la soldadura y concentraciones importantes de tensiones de tracción en la unión soldada.
De acuerdo con el articulado, deben elegirse las condiciones de soldeo y el nivel de soldabilidad, para cada tipo de ace-
ro, en función de los requisitos de producto, de su espesor, del proceso de soldeo, de la energía aportada a la soldadura,
de la eficiencia de los electrodos y de las características del metal de aportación.
En la figura 82.4 se recogen ejemplos de mejora de detalles constructivos a los efectos de la resistencia al desgarro
laminar.
(a)
(b)
En cuanto a la composición química del acero, los contenidos más importantes son los
de los elementos que aparecen en la expresión del valor del carbono equivalente (definido
en el apartado 82.5.5), así como los contenidos en fósforo y azufre, cuya limitación obede-
ce a la necesidad de minimizar las inclusiones.
La determinación de la composición química se efectuará mediante los métodos espe-
cificados en la norma UNE correspondiente al tipo de acero.
82.5.3 Resiliencia
Comentarios
La resiliencia, medida en julios (J ), se determina mediante el ensayo, a una temperatura prefijada, de una pro-
beta entallada normalizada. Frecuentemente, las normas de producto exigen que las probetas absorban una
energía de impacto mayor que 27 J a una temperatura de ensayo prefijada. A dicha temperatura se le denomina
entonces T 27J .
A los efectos de este Código, los aceros normalizados en las normas indicadas en la tabla 83 se
consideran equivalentes a los tipos de aceros mencionados anteriormente:
Los apartados 83.1 y 83.2 establecen las características y propiedades para los aceros descri-
tos basadas en las contempladas en las normas de acero para productos laminados en caliente
UNE-EN 10025-2, UNE-EN 10025-3, UNE-EN 10025-4,
UNE-EN 10025-5 y UNE-EN 10025-6 y son compatibles con los tipos de acero y las característi-
cas mecánicas de los aceros contemplados en las normas UNE-EN 10210-1 y UNE-EN 10219-1 de
perfiles se sección hueca y UNE-EN 10162 de perfiles de sección abierta.
Para el límite elástico característico f yk se tomará el valor nominal indicado en la norma
UNE-EN correspondiente al tipo de acero de que se trate, en función del tipo y grado de acero y del
espesor nominal de producto o, alternativamente, como simplificación, cuando el acero disponga
de unas garantías adicionales según el Artículo 18, el valor nominal establecido en este artículo
para el tipo de acero de que se trate. Igualmente se procederá con el resto de las características y
propiedades que figuran en los distintos apartados de este artículo.
Comentarios
Para cada tipo de acero, tanto el límite elástico como la resistencia máxima a tracción, obtenibles en los productos,
tienen valores decrecientes a medida que aumenta el espesor del producto. Por ello, en las normas correspondientes
a los distintos tipos de acero, se detalla la graduación del límite elástico y la resistencia máxima a tracción con el es-
pesor nominal del producto. El articulado permite, como es la práctica habitual en el proyecto de estructuras de acero,
tomar dichos valores graduados con el espesor o, simplificadamente, cuando el acero disponga de unas garantías
adicionales según el Artículo 18, los valores que figuran en los distintos apartados de este artículo, que corresponden
a los intervalos de espesor nominal t (mm) siguientes: t ≤ 40 , 40 < t ≤ 80 .
Se admiten los estados de desoxidación FN (no se admite acero efervescente), en el caso de los
grados JR y J0, y FF (acero calmado), en el caso de los grados J2 y K2.
El valor del carbono equivalente (CEV) basado en el análisis de colada deberá cumplir la tabla
83.1.b.
Los porcentajes de fósforo y azufre, en el análisis de producto, deberán cumplir la tabla 83.1.c.
Tipo t ≤ 40 40 < t ≤ 80
fy fu fy fu
En la tabla 83.1.e se detallan las especificaciones de resiliencia de los distintos grados de acero.
Temperatura de Resiliencia (J )
Grado
ensayo (ºC) t ≤ 150 150 < t ≤ 250 250 < t ≤ 400
JR 20 27 27 -
J0 0 27 27 -
J2 -20 27 27 27
K2 -20 40 (*) 33 33
(*) Equivale a una resiliencia de 27J a –30ºC.
El valor del carbono equivalente (CEV) basado en el análisis de colada deberá cumplir la
tabla 83.2.1.b.
Tipo t ≤ 40 40 < t ≤ 80
fy fu fy fu
S 275 N/NL 275 370<f u <510 255 370<f u <510
Comentarios
Se denominan aceros de grano fino a los aceros con un índice equivalente de tamaño de grano ferrítico igual o
mayor que 6, determinado según UNE-EN ISO 643.
El valor del carbono equivalente (CEV) basado en el análisis de colada deberá cumplir la
tabla 83.2.2.b.
Tipo t ≤ 40 40 < t ≤ 80
fy fu fy fu
S 275 M/ML 275 370<f u <530 255 360<f u <520
Tipo t ≤ 40 40 < t ≤ 80
fy fu fy fu
S 420 M/ML 420 520<f u <680 390 500<f u <660
Comentarios
En el caso de aportaciones locales de calor (soldaduras, oxicorte), al estar limitada la zona de acero afectada
por el calentamiento, el efecto de reducción de características mecánicas se circunscribe al entorno inmediato
de la soldadura, sin afectar al comportamiento global del elemento.
J0 S 235 J0 W S 355 J0 W
J2 S 235 J2 W S 355 J2 W
K2 S 355 K2 W
El valor del carbono equivalente (CEV) basado en el análisis de colada deberá ser menor
o igual que 0,44 para el tipo S235, y que 0,52 para el tipo S 355.
Los porcentajes de fósforo y azufre, en el análisis de producto, deberán cumplir la tabla
83.2.3.b.
Tipo t ≤ 40 40 < t ≤ 80
fy fu fy fu
S 235 J0W
235 360<f u <510 215 360<f u <510
S 235 J2W
S 355 J0W
S 355 J2W 355 490<f u <680 335 470<f u <630
S 355 K2W
J0 0 27
J2 -20 27
K2 -20 40 (*)
Comentarios
Los aceros con resistencia mejorada a la corrosión atmosférica presentan, en su composición química, ciertos
elementos de aleación, como cobre, cromo, níquel, molibdeno, etc., lo que hace que se forme una capa de óxido
o pátina autoprotectora que los protege ulteriormente de la corrosión atmosférica, de ahí que se les conozca
también como aceros patinables o aceros auto-protectores. La letra W incluida en la designación de estos ace-
ros hace referencia a esta condición de patinables.
Debe tenerse en cuenta que la resistencia mejorada a la corrosión atmosférica de estos aceros es función del
contenido y distribución de los elementos microaleados que le confieren dicha resistencia (cobre, cromo, níquel,
etc.) pero también de que existan períodos sucesivos alternados de humedad-sequedad que permitan la forma-
ción de la pátina autoprotectora. Por ello, es necesario proteger superficialmente el acero en los casos en que
se prevé que su superficie va a estar en contacto con agua durante largos períodos, permanentemente húmeda,
o sometida a ambiente marino con salinidad moderada o elevada (clases de exposición C4, C5, Im1, Im2) (ver
apartado 80.1). En todo caso, en igualdad de condiciones, un acero patinable con protección superficial es más
resistente a la corrosión que un acero convencional con la misma protección.
Los aceros de alto límite elástico, en la condición de templado y revenido utilizables a los
efectos de este Código corresponden a los tipos y grados recogidos en la tabla 83.2.4.a.
Tipo S 460
Grado
Q S 460 Q
QL S 460 QL
Tipo t ≤ 40 40 < t ≤ 80
fy fu fy fu
S 460 Q
S 460 QL 460 550<f u <720 440 550<f u <720
S 460 QL1
Comentarios
Estricción (%)
Grado
Valor mínimo medio de 3
Valor mínimo individual
ensayos
Z 15 15 10
Z 25 25 15
Z 35 35 25
Comentarios
Los aceros referidos en este apartado corresponden a alguno de los tipos indicados en el Artículo 83, y por tanto
cumplen las condiciones del apartado correspondiente a su tipo, y, además, tienen una resistencia mejorada a
la deformación en la dirección perpendicular a la superficie, lo que les confiere una mayor isotropía, que puede
ser importante en algunas construcciones soldadas. Esta mejora de resistencia a la deformación transversal se
evalúa a través de la medida de la estricción obtenida en un ensayo de tracción en la dirección del espesor. La
letra Z incluida en la designación de los grados de estos aceros hace referencia a la estricción.
Así, a título de ejemplo, un acero de acuerdo con UNE-EN 10025-2, del tipo S 355 y grado J0, con características
mejoradas de deformación en la dirección perpendicular a la superficie del producto, según UNE-EN 10164 de
grado Z 25, se designaría de la siguiente manera:
Los aceros inoxidables, utilizables a los efectos de este Código, corresponden a los ace-
ros laminados en caliente de los tipos ferríticos y austenoferríticos recogidos en la tabla
83.2.6.a, así como los incluidos en el Anejo 24, el cual detalla las reglas adicionales para el
proyecto de estructuras con aceros inoxidables.
En caso de utilización de otros aceros inoxidables incluidos en la tabla A24.2.1 del Anejo
24, se complementarán los correspondientes parámetros de las tablas 83.2.6.b, 83.2.6.c y
83.26.d a partir de los valores recogidos en la norma EN 10088.
Tipo N Si Mn Cr Ni Mo Cu
Tabla 83.2.6.d. Valor mínimo de límite elástico y rango resistencia a tracción (N/mm2).
fy fu fy fu
280 (L) 250 (L)
1.4003 450/650 450/650
320 (T) 280 (T)
20 100 60
Comentarios
Los aceros inoxidables utilizados en aplicaciones estructurales tienen una curva tensión-deformación con límite
elástico convencional, mostrando un elevado endurecimiento por deformación y una gran ductilidad y resisten-
cia al impacto, consecuencia de su muy elevada energía absorbida hasta rotura.
Norma de producto
Serie
Dimensiones Tolerancias
(*) La chapa es el producto laminado plano de anchura mayor que 600 mm, utilizado principalmente como ma-
terial de partida para la fabricación de elementos planos. Según su espesor t, se clasifica en chapa media
(3 mm ≤ t ≤ 4,75 mm) y chapa gruesa (t > 4,75 mm).
Norma de producto
Serie
Dimensiones Tolerancias
Sección circular
Sección cuadrada
UNE-EN 10210-2 UNE-EN 10210-2
Sección rectangular
Sección elíptica
Norma de producto
Serie
Dimensiones Tolerancias
Sección circular
Sección rectangular
− Perfil Omega.
− Perfil Tubular con bordes rejuntados.
La norma UNE-EN 10162 establece las dimensiones y tolerancias de los perfiles de sección
abierta conformados en frío.
Comentarios
Este tipo de producto suele suministrarse galvanizado en caliente, según UNE-EN ISO 1461.
Comentarios
El articulado no contempla el empleo de roblones como medio de unión, reconociendo el desuso generalizado en que
han caído los mismos.
Tabla 85.2.a. Límite elástico mínimo f yb y resistencia a tracción mínima f ub de los tornillos (N/mm2)
No se utilizarán tornillos de grado inferior a 4.6 o superior a 10.9 sin justificación experimental
documentada de que son adecuados para la unión a la que se destinan.
Los tornillos normalizados en las normas recogidas en la tabla 85.2.b se consideran tornillos
utilizables a los efectos de este Código. En la tabla se indican, para cada grupo normalizado de
tornillos, las normas relativas a las tuercas y arandelas que pueden utilizarse con aquéllos. Esta ta-
bla aplica a tornillos, tuercas y arandelas para conjuntos no pretensados, de acuerdo con la norma
UNE-EN 15048.
Tuercas hexagonales
Tornillos normalizados Arandelas planas normalizadas
normalizadas
UNE-EN ISO 7089
UNE-EN ISO 7090
UNE-EN ISO 4014
UNE-EN ISO 4032 UNE-EN ISO 7091
UNE-EN ISO 4016
UNE-EN ISO 4033 UNE-EN ISO 7092
UNE-EN ISO 4017
UNE-EN ISO 4034 UNE-EN ISO 7093-1
UNE-EN ISO 4018
UNE-EN ISO 7093-2
UNE-EN ISO 7094
Las arandelas de la serie normal son las normalizadas en las normas UNE-EN ISO 7089, 7090 y
7091; las de la serie estrecha son las normalizadas en UNE-EN ISO 7092; las de la serie ancha son
las normalizadas en UNE-EN ISO 7093-1 y 7093-2; finalmente, las de la serie extra ancha son las
normalizadas en UNE-EN ISO 7094.
Podrán pretensarse únicamente los tornillos de grados 8.8 y 10.9 normalizados según UNE-EN
14399-1. En este caso, los conjuntos seguirán las partes aplicables de la norma UNE-EN 14399:
para tornillo y tuerca, partes 3, 4, 7, 8 y 10; para arandelas, partes 5 y 6.
Comentarios
La tornillería galvanizada en caliente se rige por la norma UNE-EN ISO 10684, donde se especifican los materiales, las
etapas del proceso de recubrimiento, las dimensiones y tolerancias de estos elementos de fijación y determinadas
características técnicas de los tornillos y tuercas galvanizadas. Esta norma cubre elementos de fijación galvanizados
de paso grueso y diámetros comprendidos entre M8 y M64 de todas las clases de calidad, hasta 10.9 inclusive.
Son tornillos cuya forma y tolerancias dimensionales hacen que, una vez instalados,
deben quedar enrasados nominalmente con la cara exterior de la chapa externa.
Los tornillos calibrados se instalan en agujeros que, cuando están previstos para ser
escariados in situ, deben pretaladrarse mediante taladro o punzón con un diámetro, al me-
nos, 3 mm inferior al diámetro definitivo. Cuando el tornillo debe unir varias chapas, deben
mantenerse firmemente unidas estas durante el escariado.
El escariado debe realizarse con un dispositivo de husillo fijo, no debiendo emplearse
lubricantes ácidos.
Los tornillos de inyección son tipos especiales de tornillos que disponen de una perfora-
ción en la cabeza por donde se inyecta resina para rellenar toda la holgura existente entre
su espiga y el agujero.
La cabeza del tornillo de inyección debe presentar un agujero con diámetro mínimo 3,2
mm, al que se acopla la cánula del dispositivo de inyección. Debajo de la cabeza del tornillo
debe usarse una arandela especial, cuyo diámetro interior debe ser como mínimo 0,5 mm
mayor que el diámetro real del tornillo y que debe tener un lado mecanizado. Debajo de la
tuerca debe emplearse una arandela especial ranurada.
El apriete del tornillo debe realizarse antes de iniciar el procedimiento de inyección. Esta
consistirá en una resina de dos componentes, cuya temperatura debería estar comprendi-
da entre 15ºC y 25ºC. En el momento de la inyección la unión debe estar limpia de agua.
85.4 Bulones
En la norma UNE-EN 10083-1 se define la calidad de los aceros para los bulones utilizables a
los efectos de este Código en uniones de estructuras de acero, con las especificaciones de límite
elástico f yb , y resistencia a tracción fub que se indican a continuación en la tabla 85.4.
Tabla 85.4. Límite elástico mínimo y resistencia a tracción del acero utilizable para bulones (N/mm2)
Designación f yb f ub f yb f ub f yb f ub f yb f ub f yb f ub
500 a 470 a
C 22 340 290 -- -- 240 430 210 410
650 620
550 a 500 a
C 25 370 320 -- -- 260 470 230 440
700 650
600 a 550 a 500 a
C 30 400 350 300 (*) 280 510 250 480
750 700 550(*)
630 a 600 a 550 a
C 35 430 380 320 300 550 270 520
780 750 700
650 a 630 a 600 a
C 40 460 400 350 320 580 290 550
800 780 750
700 a 650 a 630 a
C 45 490 430 370 340 620 305 580
850 800 780
Designación f yb f ub f yb f ub f yb f ub f yb f ub f yb f ub
Comentarios
Las pinturas de secado al aire endurecen por evaporación de los disolventes orgánicos o del agua, seguida por la
reacción del ligante con el oxígeno del aire.
Las pinturas en base disolvente secan por evaporación de los disolventes. Las pinturas en base agua endurecen por
evaporación del agua y formación en película del ligante disperso.
Las pinturas de curado químico constan de un componente base y de un agente de curado, secando por evaporación
de los disolventes, si existen, y reacción química entre la base y el agente de curado. Según que la base sea un polímero
con grupos epoxi, con grupos hidroxilos libres o que el curado químico se produzca por reacción con la humedad del
aire, se tienen los tres tipos de pinturas epoxídicas de dos componentes, de poliuretano de dos componentes o de
curado por humedad, respectivamente.
Comentarios
La norma UNE-EN ISO 12944-5 incluye un anexo informativo de sistemas de pintura para las diferentes clases de
exposición relativas a la corrosión atmosférica y clases de exposición relativas al agua y suelo.
Tabla 86.3.a. Prescripciones relativas a los sistemas de pinturas aplicados sobre acero
Las probetas para la realización de los ensayos deben ser del mismo tipo de acero que se vaya a
emplear (y, en su caso, con el mismo recubrimiento de cinc que se vaya a utilizar), con un tamaño
mínimo de 150 x 75 mm y un espesor, dependiente del ensayo, pero en todo caso no menor que 3
mm. Las probetas cumplirán las condiciones de preparación y estado superficial prescritas en la
norma UNE-EN ISO 12944-6.
Un ensayo de una probeta se considera que cumple una determinada prescripción de la tabla
86.3.a cuando:
Antes del ensayo, la clasificación obtenida por la probeta de acuerdo con la norma UNE-EN ISO
2409 de 0 o 2. Cuando el espesor de la película seca del sistema de pintura es mayor que 250 μm,
este requisito debe sustituirse por la inexistencia de rotura adhesiva entre la pintura y el acero en el
ensayo de adherencia por tracción (método A o B) según la norma UNE-EN ISO 4624, a menos que
los valores de la tracción sean mayores o iguales que 5 N/mm2.
Después del ensayo, con la duración en horas indicada en la tabla 86.3.a, para la clase de ex-
posición y grado de durabilidad exigidos, la probeta no presenta defectos según los métodos de
evaluación de las normas UNE-EN ISO 4628-2 a UNE-EN ISO 4628-5 y la clasificación obtenida
de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 2409 es de 0 o 2. Cuando el espesor de la película seca
del sistema de pintura es mayor que 250 μm, se utiliza la misma sustitución de este último requi-
sito indicada en el párrafo anterior. La evaluación de la condición tras el ensayo según la norma
UNE-EN ISO 2409 o según el ensayo sustitutivo se efectúa tras 24 h de reacondicionamiento de la
probeta.
Se considera que la probeta no presenta defectos según los métodos de evaluación de las nor-
mas UNE-EN ISO 4628-2 a UNE-EN ISO 4628-5 cuando se cumplen los siguientes requisitos:
− Según UNE-EN ISO 4628-2: ampollamiento 0 (S0).
− Según UNE-EN ISO 4628-3: óxido Ri 0.
− Según UNE-EN ISO 4628-4: agrietamiento 0 (S0).
− Según UNE-EN ISO 4628-5: descamación 0 (S0).
Además de estos requisitos, que se evalúan de manera inmediata, debe cumplirse, en evaluación
realizada tan pronto como sea posible, y siempre dentro de las 8 h siguientes al final del ensayo,
que el avance medio de corrosión del sustrato, a partir de la incisión, calculado según UNE-EN ISO
12944-6, no supera 1,5 mm, en el caso del ensayo de niebla salina, ó 3 mm, en el caso del ensayo
de envejecimiento cíclico..
En la evaluación de defectos, no debe tenerse en cuenta ninguno que se produzca a menos de
10 mm de los bordes de la probeta.
Comentarios
Para durabilidades mayores a las especificadas en UNE-EN ISO 14713 para recubrimientos de galvanización en am-
biente aéreo, se recomienda la solicitud específica de mayores espesores si la clase de acero lo permite.
La aplicación de pinturas líquidas o en polvo, sobre el galvanizado, solo se realizará si se asegura la perfecta adheren-
cia y se establece un plan de mantenimiento.
Cuando la estructura presente áreas cerradas (interior accesible) o elementos huecos (interior
inaccesible), debe cuidarse que estén protegidos de manera efectiva contra la corrosión. Para ello,
debe evitarse que quede agua atrapada en su interior durante el montaje de la estructura, deben
disponerse las medidas necesarias para la ventilación y drenaje (interiores accesibles), y deben
sellarse de manera efectiva frente a la entrada de aire y humedad, mediante soldaduras continuas,
los interiores inaccesibles.
Debe evitarse la corrosión potencial en orificios estrechos, hendiduras ciegas y uniones solapa-
das, mediante un sellado eficaz, que en general estará constituido por soldaduras continuas.
Debe prestarse una atención especial a la protección contra la corrosión de las uniones, tanto
atornilladas (de manera que los tornillos, tuercas y arandelas tengan la misma durabilidad que el
resto de la estructura) como soldadas (cuidando que la superficie de la soldadura esté libre de
imperfecciones, como fisuras, cráteres y proyecciones, que son difíciles de cubrir eficazmente por
la pintura posterior), así como tener en cuenta, en el caso de disposición de refuerzos o de ejecu-
ción de entallas (en almas, refuerzos, etc.), la necesidad de permitir una adecuada preparación
de la superficie y aplicación de la pintura (soldando de manera continua la intersección entre el
refuerzo y el elemento reforzado, disponiendo un radio mínimo de 50 mm en las entallas y evitando
cualquier retención de agua).
Debe evitarse la aparición de pares galvánicos, que se producen cuando existe continuidad eléc-
trica entre dos metales de diferente potencial electroquímico (tales como acero inoxidable y acero
al carbono), aislando eléctricamente mediante pintado u otros procedimientos, las superficies de
ambos metales.
En cualquiera de los casos, todas las características del sistema, incluido el procedi-
miento para su instalación y el sistema de seguimiento y registro, deberán ser conformes
con la norma UNE-EN ISO 12499.
Estos sistemas requieren de un mantenimiento específico que deberá estar incluido en
el plan de mantenimiento desarrollado durante el proyecto.
Comentarios
La norma UNE-EN ISO 12944-3 recoge dimensiones mínimas para los espacios estrechos entre superficies, cuya ob-
servancia facilita la planificación de las actividades de inspección y mantenimiento.
El nivel de riesgo de una obra define las consecuencias que podría tener su fallo es-
tructural durante su construcción o en servicio (edificio público, almacén privado, obra
estratégica, paso superior sobre vía importante, marquesina de aparcamiento, etc.).
La definición del nivel de riesgo se establece según los siguientes criterios:
− Nivel CC 3. Elementos cuyo fallo compromete la seguridad de personas, como es el
caso de un edificio público, o puede generar grandes pérdidas económicas.
Comentarios
En el Apéndice B del Anejo 18 se contienen directrices para la elección del Nivel de Riesgo basadas en términos
de fiabilidad.
Las condiciones de ejecución y uso tratan de categorizar los riesgos inherentes al tipo de
construcción y al tipo de acciones que pueden incidir sobre la estructura.
En general puede aceptarse que la complejidad de la construcción o el empleo de técni-
cas y procedimientos especiales pueden suponer un aumento del riesgo, así como también
la existencia de esfuerzos dinámicos y condiciones climáticas desfavorables (soldadura en
obra frente a uniones atornilladas, carrileras de puente grúa frente a soportes de barandi-
llas, temperaturas bajas frente a elementos en interiores, etc.).
La definición de la condición de ejecución y uso se puede establecer de acuerdo con la
tabla 91.1 basada en las categorías de uso y ejecución que se definen a continuación.
La categoría de uso depende del riesgo ligado al servicio para el que se diseña la estruc-
tura:
− SC1: Estructuras y componentes sometidas a acciones predominantemente estáti-
cas (edificios). Estructuras con uniones diseñadas para acciones sísmicas modera-
das que no requieren ductilidad. Carrileras y soportes con cargas de fatiga reducida,
por debajo del umbral de daño del detalle más vulnerable.
− SC2: Estructuras y componentes sometidas a acciones de fatiga (puentes de carre-
tera y ferrocarril, grúas y carrileras en general). Estructuras sometidas a vibraciones
por efecto del viento, paso de personas o maquinaria con rotación. Estructuras con
uniones que requieren ductilidad por requisito de diseño antisísmico.
Categoría PC1 1 2 2 3 3 3
de
ejecución PC2 2 2 2 3 3 4
91.3.1 Contenido
En todas las fases de fabricación las piezas deberán ser identificadas con un marcado
adecuado, duradero y distinguible, acorde con el sistema de representación utilizado en los
planos de taller.
El marcado permitirá el seguimiento de los diferentes elementos de la estructura para
facilitar los controles establecidos en el Capítulo 23 y el eventual almacenamiento o acopio
previo al montaje.
En el almacenamiento se cuidará que se mantienen las condiciones de durabilidad del
Capítulo 19 y del apartado 95.2.
Comentarios
Puede utilizarse también como referencia la tabla 8 de la norma UNE-EN 1090-2 en la que se recoge una lista de
medidas preventivas de manipulación y almacenamiento.
91.4.2 Enderezado
91.4.3 Corte
El corte puede realizarse por procedimientos mecánicos: sierra, disco, cizalla; o térmico:
plasma, oxicorte (manual o automático) y láser. Los procedimientos de cizalla y oxicorte
manual no se utilizarán en el caso de clases de ejecución 3 y 4, salvo en casos excepcio-
nales en los que no pueda recurrirse a otros métodos, con autorización expresa de la direc-
ción facultativa y seguidos de un mecanizado y el posterior control del acabado superficial
y dureza de los bordes, según se describe en los párrafos siguientes.
Una vez se cuente con la autorización expresa de la dirección facultativa, la cizalla solo
puede ser utilizada hasta espesores de 25 mm. El mecanizado será obligatorio en piezas
Comentarios
Los planos de taller, debidamente aprobados, o el pliego o los planos del proyecto, podrán imponer condiciones
más restrictivas a las contempladas en este artículo.
91.4.4 Conformación
Esta operación puede realizarse por doblado o plegado hasta que se obtenga la forma
requerida tanto en frío como en caliente, siempre que las características del material no
queden por debajo de las especificadas en el proyecto. Se estará a lo que se indica en la
norma UNE-EN 1090-2 sobre el particular.
91.4.5 Perforación
Los agujeros para tornillos pueden realizarse mediante taladrado, punzonado, láser, plas-
ma y corte térmico siguiendo las prescripciones de ejecución que se indican en UNE-EN
1090-2 sobre el particular. No estará permitido el punzonado en elementos sometidos a
solicitaciones de fatiga ni en elementos de clase de ejecución 4. Además se recomienda
que en piezas sometidas a cargas de fatiga, clase de ejecución 4, se use una guía para
ejecutar los agujeros con taladro.
En el caso en que el pliego de prescripciones técnicas particulares defina un elemento
o parte de él como de fabricación cuidadosa, conforme a lo señalado en el apartado 14.3,
se deberán corregir los bordes de agujeros que hayan sido realizados por algún método
térmico y que alcancen una dureza local superior a 380HV10 (361 HB) para las clases de
ejecución 4 y 3. En éste caso la huella habrá de centrarse a una cota aproximada de 10
mm del borde del agujero a fin de evitar que la propia bola deforme el borde del mismo por
proximidad y que se obtenga un resultado erróneo.
Comentarios
En caso de necesidad de conocer el estado del borde con mayor proximidad de indentación, o en el caso de rea-
lizarse agujeros por corte térmico sobre una superficie mecanizada, podrá emplearse un método de medición
de dureza basado en el rebote a una distancia de 2 mm del borde del agujero. Para ello se realizarán ensayos
tomando un intervalo de 45º entre huellas. En agujeros de grandes diámetros, la dirección facultativa podrá
exigir un número mayor de indentaciones en función del propio diámetro.
En el caso de que las mediciones realizadas por métodos de rebote arrojen valores dispares, se deberán adoptar
medidas que permitan conocer el estado real del borde del agujero. Se puede fabricar una maqueta represen-
tativa en las condiciones idénticas a las pretendidas a realizar o realizadas y efectuar un ensayo HV10 en el
laboratorio. Los resultados permitirán conocer el estado del borde del agujero, incluso con anterioridad a su
perforación, sin tener la necesidad de recurrir a un ensayo destructivo del mismo.
cripciones técnicas particulares del proyecto o, en su caso, la dirección facultativa, tales como el
recurso a plantillas que reproduzcan fielmente la geometría del extremo del tramo enviado a obra
previamente a su montaje en blanco, o procedimientos de medida por métodos tridimensionales.
El montaje en blanco deberá verificar:
− la continuidad de alineaciones verticales y en planta entre tramos, así como de las pen-
dientes longitudinal y transversal, mucho más sensibles que las primeras a los procesos
de fabricación y soldeo, controlando la ausencia de discontinuidades o puntos angulo-
sos;
− la coincidencia entre los bordes de las secciones transversales a lo largo de todo el pe-
rímetro de la sección o, en caso de haberse previsto así en el proyecto, los eventuales
contragiros a disponer entre extremos de vanos adyacentes. Se exigirá una precisión de
los controles acorde a las tolerancias admisibles por las uniones, atornilladas o solda-
das, por las normativas de aplicación;
− en las superficies de cuñas de basas de apoyo, su geometría, planeidad, ortogonalidad y
las nivelaciones en sentido longitudinal y transversal de su superficie inferior, pudiendo
recurrirse al mecanizado para la corrección de ajustes;
− en algunos casos, puede resultar necesario medir y controlar que las variaciones de lon-
gitud de tramos, respecto de las teóricas de proyecto, no sufren alteraciones sensibles
como consecuencia de una incorrecta estimación por el taller de las retracciones por
soldeo. Si los resultados de dichas mediciones no resultan aceptables, deberán preverse
las oportunas demasías en los despieces de chapas, procediéndose al posterior corte
y preparación de borde de los extremos de cada tramo, una vez contrastada la longitud
real del mismo tras las citadas retracciones de soldeo.
En general, y salvo que el pliego de prescripciones técnicas particulares del proyecto establezca
otros requisitos, el montaje en blanco se realizará con los tramos montados en las mismas banca-
das de armado, que deben reflejar exactamente las contraflechas del proyecto.
En dicha situación de múltiple apoyo de las piezas, la geometría de las mismas puede enmas-
carar las eventuales deformaciones parásitas de soldeo, a las que resultan muy sensibles los
contragiros verticales, así como las pendientes de las alineaciones longitudinal y transversal en los
extremos de los tramos. Por ello, el proyecto podrá exigir la realización, en taller u obra, de medidas
adicionales de la deformación de la pieza bajo la acción de su peso propio, en condiciones análo-
gas a las de montaje, para verificar con precisión que se respetan las tolerancias de las uniones
en situaciones de deformación análogas a las del momento de la realización de dicho montaje.
Alternativamente podría recurrirse a demasías que permitan el posterior mecanizado de ajuste tras
una presentación de las piezas previa al montaje en obra.
Ninguna pieza podrá salir del taller sin la autorización expresa de la dirección facultativa,
una vez demostrada la conformidad de la misma con el proyecto.
Durante el transporte y acopio a pie de obra, las piezas se fijarán y asegurarán provisio-
nalmente, para lo que se dispondrán los sistemas adecuados para garantizar su estabilidad,
rigidez y resistencia.
Se tomarán asimismo medidas para evitar la acumulación del agua de lluvia o suciedad
durante la fase de almacenamiento a pie de obra.
Las condiciones del emplazamiento para el montaje de las estructuras de acero forma-
rán parte de la información recogida en el Plan de seguridad y salud en el trabajo regulado
en el artículo 7 del Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen
disposiciones mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción. Esta infor-
mación, sin perjuicio de lo establecido en el mencionado real decreto, debería contemplar,
entre otros, los siguientes aspectos:
− Zonas de aparcamiento para vehículos, maquinaria en general y acopios.
− Acceso y circulación en el interior de la obra.
− Instalación de grúas fijas.
− Preparación del terreno de emplazamiento en cuanto a condiciones de suelo, drenaje
superficial y estabilidad de taludes, si ha lugar.
− Comprobación de servicios afectados, incluyendo conductos subterráneos, cables
aéreos o cualquier otro condicionante físico.
− Comprobación de que las piezas de mayores dimensiones y peso pueden ser sumi-
nistradas a pie de obra.
− Zonas contiguas afectadas por el montaje.
− Condiciones climáticas y medioambientales.
− Comprobación de las condiciones del terreno que permitan prever o corregir even-
tuales movimientos, tales como asientos de bases de pilares o giro de paramentos
de muros durante la ejecución de la obra.
− Las actividades previas o posteriores al montaje deben disponer asimismo de un
plan de seguridad compatible, sea cual sea su naturaleza y deben estar coordinadas.
Comentarios
Este documento deberá ser coherente con toda la legislación ambiental, de seguridad y salud, etc. Deberá incluir
el montaje en blanco realizado en taller para asegurar el ensamble de piezas si así está previsto y cualquier
elemento constructivo auxiliar necesario para el montaje, como cimbras, apeos o arriostrados provisionales.
92.2.4 Soportes
Todas las cimentaciones, tanto zapatas como losas o macizos de apoyo deben haber
sido inspeccionadas previamente, incluyendo los pernos de anclaje embebidos en ellas,
para garantizar que su posición y alineaciones están de acuerdo con los planos.
En caso de pernos embebidos en la cimentación, deberá disponerse de un sistema que
garantice el posicionamiento dentro de las tolerancias requeridas. En este sentido, es reco-
mendable el empleo de plantillas que garanticen la posición de los pernos.
Debe cuidarse que la posición a lo largo del montaje de los soportes no sufra modifica-
ciones que excedan las tolerancias (ver Anejo 16).
Tanto los propios pernos de anclaje como los calzos o cuñas de nivelación de placas
base han de ser capaces de soportar la estructura montada, previamente al retacado con
mortero de nivelación. En el caso de que los elementos provisionales queden embebidos,
debe asegurarse que disponen de una durabilidad igual a la de la estructura y de que que-
dan con un recubrimiento mínimo de 25 mm.
El relleno del espacio entre la placa base y el cimiento debe efectuarse con mortero de
cemento o con morteros especiales sin retracción. En función del mortero utilizado y de las
dimensiones del elemento se fijará el espesor mínimo que garantice el correcto relleno con
un procedimiento que evite la presencia de aire bajo las placas a rellenar y pueda ofrecer
espacio suficiente para colocar y manipular las cuñas o tuercas inferiores de nivelación.
El relleno de mortero debe realizarse lo antes posible una vez que los pilares y vigas
inmediatas superiores estén correctamente aplomados y alineados. El material no debe
mezclarse o utilizarse con temperaturas inferiores a 0º C salvo instrucción del fabricante
del mismo. En todo caso debe obtenerse una fluidez adecuada para rellenar completamen-
te todo el espacio.
Previamente se habrá eliminado cualquier resto de grasa, hielo o suciedad. En las placas
base cuya dimensión mínima supere 400 mm es recomendable disponer orificios de ven-
teo de 50 mm para facilitar la penetración del producto.
En el caso de soportes empotrados en zapatas con receptáculos tipo cáliz, el hormigón
o mortero de relleno debe ser de una resistencia característica no inferior a la del cimiento.
En la colocación inicial el hormigonado debe cubrir dos tercios de la longitud de empotra-
miento. No se deberá someter a ninguna carga adicional hasta que el hormigón no alcance
la resistencia especificada a tal efecto por la dirección facultativa y que no será en ningún
caso inferior a la mitad de su resistencia característica. La ejecución definitiva se comple-
tará con el hormigonado del último tercio.
92.3 Montaje
92.3.2 Marcado
92.3.6 Alineaciones
Cada parte de la estructura debe quedar alineada, nivelada y ajustada tan pronto como
sea posible una vez que haya sido montada; la ejecución de sus uniones debe realizarse
inmediatamente después.
Si dichas uniones son definitivas, deberá asegurarse que su ejecución no compromete el
ajuste, nivelación y aplomado de elementos posteriores.
En la alineación y ajuste de la estructura pueden emplearse tuercas de nivelación, cuñas
y forros. Cuando exista riesgo de desplazamiento, las cuñas podrán soldarse, el material de
las mismas será acero y el espesor mínimo será de 4 mm cuando se empleen en el exterior.
Cuando no sea posible corregir los errores de montaje o ajuste mediante cuñas en forma
de calzos o forros, se deberá modificar adecuadamente la fabricación de los elementos,
consignando los cambios introducidos en los planos de montaje.
Debe prestarse especial atención en no forzar el ajuste, si ello implica introducir esfuer-
zos en las barras no considerados en el cálculo de la estructura.
Para facilitar el montaje debe considerarse la posibilidad de disponer agujeros sobredi-
mensionados o rasgados.
12 16 20 22 24 27 30 36
Tipo de tornillo 10.9 59 110 172 212 247 321 393 572
Este esfuerzo de pretensado puede obtenerse con uno de los siguientes métodos:
− Llave dinamométrica.
− Arandela con indicación directa de tensión.
− Método combinado.
El constructor, como responsable de aplicar, y asegurar, la tensión de apriete en los tornillos
deberá:
− elaborar un procedimiento cualificado para el apriete de las diferentes uniones atornilla-
das pretensadas de la obra,
− realizar la campaña de ensayos previos para asegurar la calibración de los citados pro-
cedimientos cualificados de apriete,
− implantar un procedimiento de ejecución de las uniones, con una metodología de obliga-
do cumplimiento, clara y precisa de las tareas y requisitos a respetar por los operarios y
equipos responsables del apriete de las uniones, así como de la documentación exigida
a dicho proceso,
− elaborar y llevar a cabo el control de la ejecución de dichas uniones, cuyo desarrollo
deberá minimizar la afección a los ritmos y secuencias de fabricación y montaje de la
estructura.
Sólo son válidos aquellos procedimientos de apriete cualificados a través de ensayos de calibra-
ción realizados en condiciones estrictamente idénticas a las que se vayan a dar, en obra o taller, en
el apriete de las uniones a las que sean de aplicación.
Se deberán implementar procedimientos cualificados de apriete para cada tipo de unión, enten-
diendo como tal aquél en el que varía alguna de las siguientes circunstancias:
− fabricante o suministrador,
− diámetro o tipo de tornillo,
− tipo de tuerca,
− tipo de arandela,
− número, tipo, ubicación y posición relativa de las diferentes arandelas (normales, DTI,
etc.),
− tipo de agujero (estándar, rasgados, sobredimensionados, etc.),
− clase, tipo o suministrador del lubricante,
− estado de las superficies de los elementos a apretar o de su lubricación,
− tipo de llave o sistema de apretado a utilizar,
− secuencia de apriete a aplicar,
− condiciones de ejecución, en taller u obra.
La dirección facultativa podrá fijar las condiciones y requisitos que entiende aconsejables para
evitar la necesidad de multiplicar el número de procedimientos cualificados a aplicar.
Las llaves de apriete serán calibradas. La documentación de su calibración será exigida antes
de iniciarse el proceso de apriete estableciéndose asimismo al comienzo la frecuencia y el proce-
dimiento a aplicar para las sucesivas calibraciones que fuera necesario realizar durante el plazo
de la obra. Se utilizará siempre el mismo tipo de llaves que aquellas usadas en los ensayos de
comprobación del procedimiento de apriete, en obra o taller.
Comentarios
Estos métodos no son directamente aplicables a uniones pretensadas entre elementos de acero y de hormigón. En es-
tos casos el pliego de prescripciones técnicas particulares o la dirección facultativa deberán establecer las adecuados
métodos de comprobación del esfuerzo de pretensado realmente aplicado. Los anclajes para elementos de acero en
hormigón se consideran fijaciones especiales y se tratan en el apartado 93.9.
Para tipos de tornillos especiales deberá existir un método específico de aplicación del esfuerzo, análogamente al
descrito por ejemplo en el apartado 8.5.5 de la norma UNE-EN 1090-2 para los tornillos HRC.
El par torsor aplicado a los tornillos induce un esfuerzo de pretensado en la espiga del
tornillo que depende del diámetro del mismo y de un coeficiente que resume las caracterís-
ticas del rozamiento entre los componentes de la parte que gira.
Las llaves dinamométricas tendrán una precisión que evite un error superior al 4% en la
aplicación del par torsor. Deberán ser verificadas diariamente a lo largo del montaje.
Con un estado de suministro de tuerca y tornillo ligeramente engrasados el par torsor
vale orientativamente:
M t = 0,18d N 0
El par torsor será el recomendado por el fabricante del conjunto tornillo y tuerca, de
acuerdo con la clasificación que establece la norma UNE-EN 14399-1. Será aplicado sin
modificar las condiciones de suministro.
Si no se dispone de tal recomendación, se procederá siguiendo uno de los dos procedi-
mientos siguientes:
a. El par torsor se determinará a partir de los denominados valores k, indicados por el
fabricante, aplicando las fórmulas del apartado 8.5.2 de la norma UNE-EN 1090-2.
b. El par torsor se determinará mediante ensayo según el Anexo H de la norma
UNE-EN 1090-2.
Para asegurar que se obtiene el esfuerzo N o se procederá, a partir de la condición de
contacto ajustado con una apriete progresivo con un mínimo de dos fases:
− Aplicación del 75% de M t
− Apriete hasta completar un 110 % de M t
No es aconsejable sobrepasar ese valor, ya que si el rozamiento en la rosca es inferior al
indicado, se puede propiciar la rotura del tornillo.
Se puede utilizar un valor del par torsor obtenido mediante ensayo según la norma
UNE-EN 14399-2.
Comentarios
A partir de la condición de contacto ajustado se aplica un 75% del par torsor. Seguida-
mente se procede a marcar la posición de las tuercas y se aplica un giro complementario
dado de acuerdo con ensayos previos, realizados según la norma UNE-EN 14399-2.
Para uniones con superficies planas, puede utilizarse la siguiente tabla en función del
espesor total, incluyendo arandelas y forros, en relación al diámetro del tornillo.
t< 2d 60 grados
Tabla 93.8. Valores del coeficiente de rozamiento en función del tratamiento superficial
A2 - Chorreado o granallado y
metalizado por pulverización con 0,50
A aluminio.
A3 - Chorreado o granallado
metalizados por pulverización
0,50
a base de zinc, con ensayo de
deslizamiento.
Chorreado o granallado con
imprimación de pintura de silicato
B 0,40
alcalino de zinc hasta un espesor
de 80 micras.
Comentarios
Estos anclajes deberán disponer de un Documento de Evaluación Europeo de conformidad con el Reglamento (UE)
305/2011del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2011, por el que se establecen condiciones armoni-
zadas para la comercialización de productos de construcción y se deroga la Directiva 89/106/CEE del Consejo.
Los tornillos de cabeza avellanada deben quedar con la misma enrasada con la superficie
de la chapa más exterior. Pueden utilizarse pretensados o sin pretensar y les son aplicables
todos los apartados anteriores.
Las dimensiones del avellanado y sus tolerancias deben ser detalladas en cada caso. La
profundidad del avellanado será 2 mm menor que el espesor nominal de la chapa externa.
En caso de que esta operación afecte a más de dos chapas, aquélla deberá ser ejecutada
con ambas firmemente unidas.
Los tornillos de inyección son tipos especiales de tornillos que disponen de una perfora-
ción en cabeza por donde se inyecta resina para rellenar toda la holgura existente entre su
espiga y el agujero.
Son adecuados para sustituir roblones u otros tornillos sin modificar el agujero exis-
tente. Con la inyección de resina se proporciona resistencia al aplastamiento. Pueden ser
utilizados pretensados o no.
Su utilización será conforme a lo establecido en el Anexo J de la norma UNE-EN 1090-2.
Artículo 94 Soldadura
94.1 Introducción
Los requisitos de calidad para el soldeo que se han de aplicar en cada clase de ejecución según
la norma UNE-EN ISO 3834 serán los recogidos en la tabla 94.1.
Los soldadores y operadores de soldeo deberán estar cualificados para las uniones que
realicen, según la norma UNE-EN ISO 9606-1 o UNE-EN ISO 14732 respectivamente. Para
los operadores de soldeo que aplican el proceso de soldeo 78 (soldeo de espárragos) solo
se permite los métodos de cualificación descritos en los apartados 4.2.1 y 4.2.2 de la norma
UNE-EN ISO 14732.
La documentación acreditativa de la cualificación de los soldadores deberá archi-
varse y quedar disponible para verificación. La susodicha cualificación acorde con
UNE-EN ISO 9606-1 para soldadores, o según UNE-EN ISO 14732 para operadores de
soldeo, deberá estar certificada por un organismo con garantías suficientes a juicio de la
dirección facultativa. Los registros de los ensayos realizados en aplicación de la norma
correspondiente para la cualificación de soldadores, deberán estar a disposición de la
dirección facultativa o persona por ella designada, como es el coordinador de soldadura.
Para asegurar que se dedica una atención apropiada al proceso de soldeo, deberá
contarse con un especialista, denominado coordinador de soldeo, mientras duren las acti-
vidades relacionadas con el mismo, en las estructuras correspondientes a clases 4, 3 y 2.
El coordinador de soldeo debe tener capacitación profesional y experiencia acorde con
el proceso de soldeo del que es responsable, según indica la norma UNE-EN ISO 14731.
La preparación de bordes de las piezas a unir con soldadura a tope tiene por objeto
asegurar la penetración, parcial o completa, adaptándose a las diferentes condiciones de
tipo técnico y económico existentes en cada caso concreto. La superficie de las piezas y
los bordes propiamente dichos estarán exentos de fisuras y entalladuras visibles.
En soldaduras de ángulo, la distancia entre elementos a unir deberá considerarse para
la aplicación del correspondiente procedimiento de soldeo y el cálculo del espesor de gar-
ganta existente.
Las superficies a soldar estarán secas y libres de cualquier material que pueda afectar
negativamente a la calidad de la soldadura. La imprimación puede admitirse si el procedi-
miento de soldeo ha sido cualificado con ella.
La preparación de bordes forma parte del procedimiento de soldeo. La elección del tipo
adecuado es responsabilidad del coordinador de soldeo. En la norma UNE-EN ISO 9692-1
se indican los tipos más recomendables para varios procedimientos.
Las desviaciones de forma y ajuste entre caras deben ser inferiores a las admisibles
indicadas en el procedimiento de soldeo particular. Cualquier corrección de defecto debido
a entalladura o error en la geometría de la junta mediante recargue de soldadura debe
estar soportado por un procedimiento de soldeo. En todo caso, la zona afectada debe ser
amolada, quedando su superficie lisa y enrasada con el resto de la pieza. En clases de
ejecución 3 y 4 se debe amolar siempre la superficie de corte.
Comentarios
También aparecen algunos detalles con recomendaciones de preparación de bordes en la norma UNE-EN ISO
9692-2, y para el caso de tableros de puentes se puede usar como referencia el Apéndice C del Anejo 29.
Comentarios
Puede utilizarse como referencia la tabla 16 de la norma UNE-EN 1090-2, donde se reflejan temperatura y tiem-
po para el secado y almacenamiento de los consumibles de soldeo.
Tanto las piezas a soldar como el soldador deberán estar protegidos del viento, nieve
y lluvia, especialmente cuando el proceso de soldeo se realice con protección de gas. En
general, es recomendable que todas las actividades de soldadura se lleven a cabo en taller.
Las superficies a soldar deben mantenerse secas y libres de condensación.
Se adoptarán medidas adecuadas que permitan la realización de soldaduras en condi-
ciones similares a las soldaduras de taller cuando las mismas se realicen en campo.
94.5.5 Precalentamiento
El precalentamiento de las superficies de los elementos a unir tiene por objeto modifi-
car el tiempo de enfriamiento, de modo que se reduzca la probabilidad de formación de
componentes frágiles en el material de aportación y en la zona afectada por el calor del
material base. El precalentamiento puede resultar necesario con grandes espesores o con
aceros de alto contenido de carbono equivalente. En todo caso, deberá constar como parte
del plan de soldeo, si así se requiere. Su definición será responsabilidad del coordinador de
soldeo y la temperatura será, como mínimo, la especificada en el procedimiento de soldeo.
La extensión de la temperatura predeterminada para el precalentamiento alcanzará por
lo menos 75 mm a cada lado de los elementos a unir. La temperatura de precalentamiento
deberá ser medida a 75 mm del borde del bisel o junta de chapas (para el caso de las
uniones en ángulo).
El precalentamiento deberá realizarse de modo que se garantice la efectividad del mismo,
considerándose efectividad a alcanzar una temperatura homogénea en todo el espesor de
la chapa y en la franja de 75 mm a cada lado de la misma.
Se deberá precalentar utilizando métodos que no focalicen excesivo calor en un punto
concreto. Esto es, se utilizarán bocas de oxigas aptas para la aplicación, mantas térmicas,
los denominados tubos de propano (mecheros). No se deberán utilizar sopletes diseñados
para realizar el corte térmico (oxicorte), ni lanzas térmicas diseñadas para su empleo en el
enderezado de chapas.
Las soldaduras de punteo, en uniones que requieran precalentamiento, también deberán
ser precalentadas. Asimismo se debe considerar la conveniencia del precalentamiento en
el caso de elementos de espesores muy diferentes entre sí.
El método a emplear para el cálculo de la temperatura de precalentamiento deberá deta-
llarse en el plan de soldadura.
La norma de homologación del procedimiento de soldadura UNE-EN ISO 15614-1, es-
tablece unos valores máximos admisibles de dureza HV10, en función del tipo de acero y
su estado de suministro, para la aceptación del test de dureza en una homologación. Se
deberá seguir el criterio de dicha norma a la hora de aceptar una soldadura, en el caso en
el que se inspeccione el valor de dureza de la misma o de su ZAT (Zona Afectada Térmi-
camente). Para ello se recomienda realizar una inspección por el método Brinell, ya que
el tamaño de la bola de indentación absorbe las pequeñas irregularidades superficiales o
faltas de planeidad de la propia chapa, típicos de un proceso de soldeo. Podrá utilizarse
posteriormente la conversión de durezas según tablas a HV10.
En algunos procesos, como el 783 “Soldadura de espárragos por arco inducido con féru-
la cerámica o gas de protección” y el 784 “Soldeo de espárragos por arco inducido de ciclo
corto” de la norma UNE-EN ISO 4063, puede superarse ese valor, si así se hace constar en
el pliego de prescripciones técnicas particulares.
Como medio de fijación de elementos entre sí para mantener la posición durante el sol-
deo se pueden utilizar este tipo de soldaduras. La longitud mínima debe ser el menor valor
entre cuatro veces el espesor de la parte más gruesa y 50 mm.
94.5.9.1 Generalidades
El acabado de la superficie de cordones de soldaduras a tope debe ser tal que garantice
una soldadura sana en ausencia de concavidad y convexidad tal y como se indica en la
norma UNE-EN ISO 5817. Los niveles de calidad de la soldadura son los recogidos en el
apartado 94.6.
El coordinador de soldeo debe indicar cuándo es necesario recurrir a piezas adicionales
de prolongación del cordón para garantizar que en el extremo exterior de un cordón se
mantiene el espesor de garganta, evitando los cráteres producidos por el cebado y el corte
de acero. Estas piezas adicionales se pueden utilizar para eventuales ensayos destructivos.
Una vez ejecutadas las soldaduras, tanto las piezas adicionales de prolongación como
cualquier otro elemento complementario serán eliminadas.
Si se requiere una superficie lisa, deberá eliminarse cualquier sobre-espesor o bombeo
en el acabado de la superficie de los cordones a tope. Esto puede resultar necesario por
motivos estéticos o para atenuar el efecto de cargas de fatiga.
Las soldaduras de penetración completa por una sola cara pueden realizarse indistinta-
mente con o sin chapa dorsal (chapa de respaldo). La susodicha chapa dorsal puede con-
sistir en una placa de respaldo permanente sólo en caso de que el pliego de prescripciones
técnicas particulares así lo permita y los requisitos correspondientes consten en el proceso
de soldadura homologado al efecto.
La chapa dorsal debe estar fijada estrechamente al metal base y debe ser continua a
lo largo del cordón de soldadura. En el caso de que la chapa dorsal sea de cobre, deberá
quitarse al final de la soldadura, teniendo la precaución a lo largo de la misma de no cebar
el arco en ella para que no se produzcan inclusiones de cobre que puedan inducir fisuras.
Las soldaduras con sólo una cara accesible realizadas con chapa dorsal tienen el incon-
veniente de que pueden producirse efectos de entalladura en la zona de la raíz por lo que
no son aptas para cargas de fatiga. Aunque el soldeo se efectúe por una sola cara, como
en las preparaciones de borde en V y U, es recomendable depositar un cordón dorsal de raíz
(cordón de respaldo) previo saneado de la misma.
Las soldaduras de ranura se utilizan para unir chapas mediante cordones en ángulo
depositados en los bordes de ojales practicados en la más exterior. La disposición y dimen-
siones de dichos ojales deberán figurar en los planos del proyecto.
La forma de las ranuras puede ser cuadrada, ovalada o circular. El ancho recomendable
no debe ser superior a dos veces el espesor de la chapa, ni superior a siete veces dicho
espesor, con la limitación razonable en cuanto a número de ojales, separaciones mutuas y
a los bordes que permita una fácil ejecución de la soldadura.
No es recomendable utilizar este tipo de unión en estructuras sometidas a cargas diná-
micas o de fatiga (clases 4 y 3).
A menos que lo indique explícitamente el pliego de prescripciones técnicas particulares,
no debe rellenarse con soldadura todo el hueco libre después de realizado el cordón en
ángulo del contorno. Este tipo de remate, denominado soldadura de tapón, es si cabe más
perjudicial frente a cargas dinámicas o de fatiga, y solamente debe realizarse previa inspec-
ción del cordón en ángulo del contorno.
Comentarios
En el caso de que sea necesario utilizar este tipo de unión en estructuras sometidas a cargas dinámicas o de
fatiga (clases 4 y 3), se necesitará incluir un procedimiento específico para la realización de las mismas.
94.5.13 Enderezado
Para cumplir con las tolerancias o por motivos estéticos, puede recurrirse a corregir las
distorsiones, tanto en frío mediante prensa o máquinas de rodillo, como en caliente con lla-
ma por medio de aplicación local de calor. En este caso, se deberá establecer previamente
la temperatura máxima que alcanzará el acero y el procedimiento de enfriamiento.
Debe evitarse la proyección de chispas erráticas por cebado del arco y, en caso de que
se produzca, en las clases 4 y 3 se debe amolar la superficie afectada e inspeccionarla.
Asimismo, deberá evitarse la proyección y salpicaduras de soldadura y eliminarlas en caso
de que se produzcan. En cada pasada deben eliminarse la escoria y los defectos que se
aprecien en la superficie antes de proceder a la siguiente.
En el plan de soldeo se debe contemplar cómo proceder para reparar soldaduras defec-
tuosas y el rectificado y amolado de acabado superficial de las soldaduras.
Tabla 94.6.a. Niveles de calidad de las soldaduras para las diferentes clases de ejecución
Clase 1 Nivel D
Nivel C, en general, y nivel D para los defectos de
mordedura (5.011, 5.012), solapamiento (506),
Clase 2
cebado del arco (601) y rechupe de cráter abierto
(2.025)
Clase 3 Nivel B
Clase 4 Nivel B y requisitos complementarios (B+)
Poro interno o sopladura (2011 a 2014) (1) <0,1 del espesor de garganta; máx. 2 mm
Ancho inferior a 0,1 del espesor de garganta;
máx. 1 mm
Inclusión sólida (300) (1)
Porosidad y sopladuras (2011, 2012 y 2014)(1) Sólo aceptables pequeños poros aislados
En el caso de que se supere alguna de las anteriores limitaciones, se deberá proceder a una
evaluación particular. Se tendrá en cuenta la función y nivel tensional del elemento afectado y las
características del defecto (tipo, tamaño, situación) para decidir si la soldadura puede ser aceptada
o bien hay que proceder a su reparación. Puede recurrirse a una evaluación mediante cálculo para
juzgar la aceptación de un defecto.
Comentarios
En las tablas 94.6.a y 94.6.b, figura entre paréntesis, la numeración del defecto de acuerdo con la norma UNE-EN ISO
6520-1 “Clasificación de las imperfecciones geométricas en las soldaduras de materiales metálicos. Parte 1: Soldeo
por fusión”.
95.3.1 Metalización
95.3.3 Pintado
Comentarios
En las soldaduras de sellado, si se requiere, puede especificarse en el pliego de prescripciones técnicas particulares
una inspección adicional, tal como propone la norma UNE-EN 1090-2. Se llama la atención de que ciertas fisuras en las
soldaduras, que no son detectables por inspección visual, pueden permitir que el agua penetre en el espacio sellado.
Tabla 96.1. Frecuencia de comprobación de los elementos según el nivel de control adoptado
Nivel de control
Tipo de elemento Observaciones
normal intenso
Elementos de contención y
10% 20% Al menos 3 secciones diferentes
tablestacas
Anclajes al terreno 15% 30% Al menos 3 anclajes
Nivel de control
Tipo de elemento Observaciones
normal intenso
Comentarios
En general, la elección del nivel de control será función de aspectos tales como la entidad de las obras, la complejidad
estructural, repercusión económica o social que los eventuales fallos puedan ocasionar.
Desde un punto de vista estrictamente técnico, se recomienda la aplicación de un nivel de control intenso para las
obras que incorporen soluciones estructurales singulares y las estructuras con soluciones prefabricadas en general.
En la tabla 96.1 se han recogido los elementos más importantes tanto de estructuras de edificación como de puentes,
que han de ser objeto de un control de proyecto, variando la intensidad del muestreo en función del nivel de control. A
título orientativo, el control a nivel normal estaría asociado a una intensidad del muestreo en torno al 10 – 15 %, mien-
tras que ese porcentaje se situaría entre el 20 y el 30% en el caso de control de proyecto a nivel intenso.
La selección de la muestra, respetando los mínimos establecidos, se hará atendiendo a criterios de significación e
importancia estructural. A título de ejemplo, se elegirá el elemento más cargado, más solicitado a fatiga o el más
desfavorable de varios análogos, y los vanos de mayor luz, tanto en posiciones centrales como extremas o de esquina.
En elementos superficiales, los porcentajes de la tabla se refieren a la superficie, mientras que en elementos lineales
se refieren a tramos o vanos.
Comentarios
Si el suministrador de los tratamientos de protección hubiera realizado previamente los ensayos establecidos en el
apartado 86.3 para la evaluación de las prestaciones del esquema de pinturas propuesto, la dirección facultativa podrá
decidir no repetir estos ensayos de nuevo, si considera que quedan suficientemente acreditadas las prescripciones
requeridas en cuanto a la clase de exposición y grado de durabilidad de la estructura.
− Después del ensayo, con la duración en horas indicadas en el apartado 86.3, según el
caso, para la clase de exposición y grado de durabilidad exigidos, la probeta no presenta
defectos según los métodos de evaluación establecidos en las partes 2 a 5 de la norma
UNE-EN ISO 4628, y la clasificación obtenida de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 2409
sea 0 o 1. Cuando el espesor de la película seca del sistema de pintura es mayor que
250 μ m, se empleará la misma sustitución de este último requisito que la indicada en el
apartado anterior. La evaluación de la condición tras el ensayo según UNE-EN ISO 2409
o según el ensayo sustitutivo se efectuará tras 24 horas de reacondicionamiento de la
probeta.
Se considera que la probeta no presenta defectos, según el caso, cuando cumple los siguientes
requisitos:
− Aplicando UNE-EN ISO 4628-2, cuando se presente ampollamiento 0 (S0).
− Aplicando UNE-EN ISO 4628-3, cuando se presente óxido Ri 0.
− Aplicando UNE-EN ISO 4628-4, cuando se presente agrietamiento 0 (S0).
− Aplicando UNE-EN ISO 4628-5, cuando se presente descamación 0 (S0).
Además, deberá comprobarse que, una vez efectuado un envejecimiento artificial, conforme a la
norma UNE-EN ISO 9227, no existe ningún avance de corrosión del sustrato, a partir de la incisión,
que sea superior a 1 mm, determinado de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 12944.
En la evaluación de defectos anteriormente citada, no se tendrán en cuenta aquéllos que se
produzcan a menos de 10 mm de los bordes de la probeta.
En cuanto a la galvanización en caliente y a la metalización con cinc, la presentación a la di-
rección facultativa del certificado de garantía al que hace referencia el apartado 99.1 permitirá la
aceptación del correspondiente lote. En el caso de efectuarse ensayos para comprobar la confor-
midad del lote, se seguirán los criterios establecidos al efecto en el programa de control o el pliego
de prescripciones técnicas particulares de la obra.
Comentarios
El control de contraste al que se refiere este capítulo está definido en el Artículo 17 de este Código.
c. el tamaño del lote no será superior al indicado, en función del tipo de elementos, en la
tabla 101.1.
En el caso de otros elementos diferentes de los indicados en la tabla 101.1, el pliego de pres-
cripciones técnicas particulares del proyecto establecerá los criterios necesarios para definir el
tamaño máximo del lote de ejecución.
Se podrá optar por utilizar otra metodología para definir el tamaño máximo de los lotes de eje-
cución previa aprobación por parte de la dirección facultativa y siempre que el tamaño de los lotes
resultantes no exceda lo indicado en la tabla 101.1.
Cualificación de procedimientos de fijación con Cada uno de los tipos de fijaciones con elementos
elementos mecánicos mecánicos
(1) Un mismo acopio de material, procedente del mismo suministro, fabricante y partida, puede ser destinado a dife-
rentes elementos estructurales o a diferentes lotes de ejecución, en función de su tamaño y de acuerdo con el plan
de obra. Por lo tanto, la gestión de un acopio concreto puede formar parte de diferentes lotes de ejecución y, conse-
cuentemente, de diferentes unidades de inspección. Al programarse el control de ejecución, se evitará considerar la
inspección repetida del mismo acopio para la aceptación de distintos lotes de ejecución, procurando en la medida
de lo posible que el conjunto de las inspecciones tenga la mayor representatividad posible de la obra.
(2) Una cualificación del procedimiento de soldeo puede cubrir varios tipos de soldaduras, de acuerdo con los rangos
de cualificación de la norma de aplicación correspondiente.
Una vez definidos los lotes de ejecución y las unidades de inspección, se debe definir para cada
unidad de inspección las frecuencias de comprobación. De forma orientativa, el Anejo 17 define
las frecuencias de comprobación para las unidades de inspección de la fabricación y ejecución de
estructuras de acero.
Comentarios
La identificación de un tamaño máximo de la unidad de la inspección que hace el articulado pretende reflejar la parte
de un proceso o actividad que, con carácter general, puede ser comprobable en una visita a la obra de la dirección
facultativa o, en su caso, de la entidad de control.
Por otra parte, el número de posibles unidades de inspección depende en gran medida de los medios disponibles en
cada obra. A título de ejemplo, en el caso del vertido del hormigón, el volumen de obra ejecutado en una jornada ven-
drá condicionada por los medios habilitados por el constructor, número de bombas, capacidad de la central, personal
disponible, etc.
La tabla 101.2 tiene como finalidad definir unos valores orientativos que pudieran servir como referencia inicial. No
obstante, en función del tipo de obra (edificación, puentes, etc.), de las características de la misma y coherentemente
con la necesidad de adaptación que establece el Artículo 19, los valores de dicha tabla podrían ser objeto de modifica-
ción en el correspondiente programa de control aprobado por la dirección facultativa.
les deberán realizarse de conformidad con la norma armonizada UNE-EN 1090-1. Tal y como se
recoge en el citado Reglamento, el fabricante del producto será el responsable de la conformidad
del producto con las prestaciones declaradas. El fabricante deberá estar en condiciones de aportar
garantía de la adecuación de su producto al uso previsto y de ponerlas a disposición de quien las
solicite con el fin de que, a su vez, pueda transmitir estas garantías al usuario final de la obra o del
producto en que se incorporen, facilitando para ello la documentación que incluya la información
que avale dichas garantías. El responsable de la recepción será el encargado de verificar, del modo
que considere conveniente, que el producto sujeto a recepción es conforme con las especifica-
ciones requeridas. La dirección facultativa, conforme a las obligaciones recogidas en el apartado
17.2.1 de este Código y una vez validado el control de recepción, será el responsable de velar
porque el producto incorporado en la obra es adecuado a su uso y cumple con las especificaciones
requeridas. En el caso de efectuarse ensayos para comprobar la conformidad del producto, se
seguirán los criterios que estuvieran definidos en el programa de control o en el pliego de prescrip-
ciones técnicas particulares de la obra o, en su caso, el plan de control.
En el caso de productos que no deban disponer de marcado CE, la conformidad de los procesos
de fabricación en taller y de la ejecución y el montaje en obra incluirá las características mecánicas
de los productos empleados, las características geométricas de los elementos, así como cualquier
otra característica incluida en el proyecto o decidida por la dirección facultativa. Las consideracio-
nes de este artículo son de aplicación independientemente de que el taller pertenezca o no a las
instalaciones propias de la obra.
Comentarios
Por ejemplo, deberá verificarse que los procedimientos cualificados de soldeo del fabricante son suficientes
para cubrir todos los rangos de materiales, espesores y tipologías de uniones soldadas que se prevean emplear
en la estructura.
Comentarios
Estas inspecciones son recomendables cuando los talleres de montaje no están en posesión de un distintivo de
calidad oficialmente reconocido.
La dirección facultativa deberá comprobar que cada remesa de elementos que se sumi-
nistre a la obra desde un taller va acompañada de la correspondiente hoja de suministro.
Asimismo, deberá comprobar la coherencia entre las características de los elementos
suministrados y los de la documentación de los productos de acero, declarada por el fabri-
cante y facilitada por el constructor, verificando la adecuada trazabilidad de los mismos.
En caso de detectarse algún problema de trazabilidad, se procederá al rechazo de los
elementos afectados por el mismo.
Para elementos elaborados en talleres propios de la obra, se comprobará que el cons-
tructor mantiene un registro de fabricación en el que se recoge, para cada partida de ele-
mentos fabricados, la misma información que en las hojas de suministro a las que hace
referencia este apartado.
La dirección facultativa aceptará la documentación de la remesa de elementos, tras
comprobar que es conforme con lo especificado en el proyecto.
de fabricación no han variado desde la realización de los ensayos y que realiza un manteni-
miento adecuado de la maquinaria de corte y/o perforación.
Además, deberán comprobarse periódicamente los medios y procedimientos de perfo-
ración, para lo que la entidad de control deberá:
− Fabricar ocho probetas para cada procedimiento a ensayar, cubriendo el rango de
calidades de los materiales, diámetros de agujeros y espesores del material.
− Medir el diámetro de los agujeros en cada extremo del espesor taladrado utilizando
patrones (pasa/no pasa). El valor medido cumplirá las tolerancias correspondientes
a la clase de ejecución de la estructura.
Si los resultados de las medidas son no conformes, se modificará el proceso de perfora-
ción y se repetirá el ensayo solo para aquellos casos en los que no ha habido conformidad.
Las operaciones de conformado en frío o en caliente, así como las operaciones de en-
derezado por llama aplicando calor, se controlarán acorde con lo establecido en la norma
UNE-EN 1090-2.
Se deberá comprobar que los elementos elaborados en el taller presentan las dimensio-
nes reflejadas en los planos de taller, considerando las tolerancias indicadas en el pliego de
prescripciones técnicas particulares del proyecto.
Los medios de medida deberán estar incluidos en las partes 1 y 2 de la norma ISO 7976.
Por su parte, la precisión de la medida se ajustará a lo indicado en la norma ISO 17123.
Las medidas se referirán con respecto a las contraflechas especificadas en proyecto,
y se corregirán para tener en cuenta las posibles deformaciones por temperatura o peso
propio.
El taller dispondrá de los elementos necesarios (mesas de medida, bastidores, etc.) para
la correcta ejecución de las medidas.
En el caso de aparición de no conformidades, se corregirán mediante alguno de los
medios especificados en este Código, si ello fuera posible. En otro caso, se estudiará la
posibilidad de modificar la geometría del resto de la estructura de forma que se compense
la no conformidad, en cuyo caso dicho procedimiento deberá ser aprobado previamente
por la dirección facultativa.
Comentarios
Cabe llamar la atención en este punto sobre que, en ocasiones, sobrepasar las tolerancias correspondientes a
ciertas dimensiones puede conllevar como única consecuencia la de impedir la correcta unión con otros ele-
mentos, pero en otras ocasiones, puede influir en la capacidad del elemento.
Si durante la inspección visual de las soldaduras se detectase algún defecto, éste será
corregido conforme al criterio que figura en la tabla 103.2:
Tabla 103.2. Defectos en soldaduras y criterio de corrección
Comentarios
Acorde con el apartado 14.3 de este Código para elementos de acero, en general, las clases de ejecución podrán
ser clases 2, 3 o 4.
En el caso del método del par torsor (o de la llave dinamométrica), la inspección sobre
un conjunto de fijación se realizará acorde con lo establecido en el punto 12.5.2.5 de
la norma UNE-EN 1090-2.
Los criterios de aceptación o rechazo serán los definidos al efecto en la norma UNE-EN
1090-2.
Antes de iniciarse la fabricación, el constructor propondrá, por escrito y con los planos
necesarios, la secuencia de armado y soldeo, que a juicio de sus conocimientos y expe-
riencia considere óptimas, en función de la máxima reducción de tensiones residuales y
deformaciones previsibles. Estas secuencias se someterán a la dirección facultativa para
su aprobación.
En el armado previo de taller se comprobará que la disposición y dimensiones de cada
elemento se ajustan a las indicadas en los planos de taller. Se rectificarán o rechazarán
todas las piezas que no permitan el acoplamiento mutuo, sin forzarlas, en la posición que
hayan de tener, una vez efectuadas las uniones definitivas.
Para cada una de las piezas preparadas en taller se debe garantizar la trazabilidad, me-
diante algún procedimiento de marcado adecuado acorde con lo establecido en el apartado
91.3.1, identificando cada pieza con la marca que ha sido designada en los planos de taller.
Asimismo y de forma análoga, se debe garantizar la trazabilidad de cada uno de los
elementos terminados en taller, identificando además su posición relativa en el conjunto
de la obra.
La dirección facultativa efectuará las visitas e inspecciones que considere oportunas
para comprobar el proceso de montaje.
El constructor realizará el control del armado en taller realizando las inspecciones que
establezca el programa de control y el programa de puntos de inspección, que al menos
serán las siguientes:
− Identificación de los elementos.
− Situación de los ejes de simetría.
− Situación de las zonas de sujeción a los elementos contiguos.
− Paralelismo de alas y platabandas.
− Perpendicularidad de alas y almas.
− Abollamiento, rectitud y planeidad de alas y almas.
− Contraflechas.
El correcto ajuste entre los diferentes tramos ejecutados en taller, antes de su envío a
obra, debe ser verificado a través de un montaje en blanco en el propio taller, acorde con lo
establecido en el apartado 91.5.
Una vez que se haya montado en obra un tramo, dovela o elemento, se deberá inspec-
cionar para descartar cualquier indicio de que sus componentes hayan sido deformados o
sobrecargados, y para garantizar que todas las fijaciones y arriostramientos provisionales
se hayan retirado, una vez que estos no sean necesarios. Asimismo, se realizará un examen
de la posición geométrica de los puntos de unión con otros tramos con el objetivo de detec-
tar cualquier desalineación o desplome de la estructura o de alguno de sus componentes
por encima de las tolerancias máximas permitidas.
Comentarios
En el Artículo 24 se explica cómo resulta inexorable una progresiva reducción de las prestaciones con el tiempo, puesto
que crecerán los deterioros en extensión y en intensidad, aunque tanto en menor medida cuanto más eficaces sean
las políticas de mantenimiento o, en algunos casos, las preventivas adoptadas en el proyecto (en cuyo caso, no hay
deterioro). También es preciso considerar la evolución de las acciones exteriores, tanto de origen mecánico como
ambiental para definir, en cada momento, el margen de seguridad frente a los ELS y ELU identificados.
Comentarios
Los modelos estructurales de proyectos de obra nueva, casi siempre convencionales y sancionados por la praxis del
lado de la seguridad, no siempre reflejan la seguridad estructural que presentan las estructuras ya existentes, que
movilizan mecanismos resistentes alternativos y complementarios a los convencionales de proyecto de estructura
nueva, y a los que puede, eventualmente, sacarse partido a la hora de la comprobación previa a un eventual refuerzo.
Las estructuras de acero admiten una caracterización geométrica casi siempre más sencilla que las de hormigón o las
mixtas, lo que permite afinar más, de entrada, la comprobación de la inecuación E d ≤ R d .
En las estructuras metálicas existentes es complicado calibrar la capacidad portante de las uniones, que pueden ser
precisamente el punto más débil de este tipo de estructuras.
Las construcciones existentes de acero ofrecen la ventaja, frente a las que se proyectan y son aún inexistentes, de que
su propia existencia (geometría, materiales, etc.) y la de las acciones a las que está sometida pueden ser objeto de
medida y cuantificación, también en términos estocásticos, lo que propicia especialmente el empleo de planteamien-
tos probabilistas.
Así, para las resistencias de cálculo de los materiales se pueden tomar los valores
f md = f mk,act / γm,act
donde
Más dificultoso es, en las estructuras metálicas existentes, calibrar la capacidad portante de las uniones, que pueden
ser el talón de Aquiles de este tipo de estructuras.
Es especialmente importante tener en cuenta que las construcciones existentes pueden haberse proyectado y cons-
truido con materiales, técnicas y detalles constructivos muy diferentes de los recogidos por los códigos recientes. Por
consiguiente, el técnico deberá estar especialmente atento a la validez de los modelos de comprobación y al rango
de validez de sus hipótesis de partida según los criterios de comprobación de los Anejos 22 y 29. En la medida de lo
posible, este Código Estructural plantea formulaciones de comprobación de la capacidad portanteen los diferentes es-
tados límite últimos que pretende ir en paralelo con el correspondiente planteamiento para el proyecto de obra nueva,
lo que responde a la lógica de que los fenómenos físicos son iguales con independencia de si la estructura se proyecta
como nueva o ya existe.
Comentarios
Este planteamiento progresivo pretende movilizar más recursos de investigación sólo si no se verifica la ecuación
Ed ≤ R d para un cierto nivel de análisis. Así, por ejemplo, a título informativo y sin ánimo de exhaustividad:
- Si, en las secciones críticas, la capacidad resistente R d,act es claramente superior a E d,act no será necesario,
obviamente, realizar mayores averiguaciones ya que el resultado revela a las claras una capacidad holgada.
- Las propiedades resistentes de los aceros de las estructuras metálicas están bien documentadas, en general,
desde que se consagró este material estructural y, por lo tanto, puede contarse con las sobre-resistencias que
proporciona sin más que examinar los requisitos de los códigos estructurales anteriores o los registros de los
proveedores, lo que permite eludir costosas extracciones y ensayos, con fiabilidad equivalente.
Comentarios
La experiencia demuestra que, complementariamente a los tipos de análisis más habituales en el proyecto de obra
nueva, son especialmente útiles los procedimientos basados en el análisis plástico y en los métodos de análisis no
lineal. En ese sentido, cabe hacer mención también al Capítulo 5 de los Anejos 22 y 29.
Hay que tener también presente que la utilización de procedimientos basados en el análisis límite, pueden requerir un
análisis de la ductilidad necesaria o, en su caso, de la sobre-resistencia disponible con el fin de satisfacer los criterios
de energía de deformación precisa para movilizar los mecanismos que se prevén.
En la línea de los comentarios al apartado 104.3, debe tenerse también en cuenta el formato de seguridad considerado
en el proyecto de la estructura existente que se analiza. Así, a modo de referencia, las construcciones proyectadas y
construidas en España antes de 1995, aproximadamente, utilizaban el formato de las tensiones admisibles, pasando
a formato de los estados limite a partir de entonces.
Comentarios
Los conceptos de “reparación” y “refuerzo” se discriminan en el apartado 25.1. Así, se entiende que las actuaciones de
reparación estarán concebidas para impedir o ralentizar el progreso de los deterioros o restañar los daños producidos
tras una situación accidental, pero sin pretender llevar a efecto una “puesta a cero” de la construcción, es decir, resta-
blecer el nivel de prestaciones que tenía la construcción en su inicio o, menos aún, dotarle de prestaciones mejoradas.
a. Deterioros y daños producidos por los procesos de degradación del propio acero por
acciones mecánicas, físico-ambientales, químicas, etc.
Comentarios
Se asocia la palabra “deterioro” a la degradación progresiva del material, consecuencia de su envejecimiento, del uso o
de la agresión medioambiental. La palabra “daño” se asocia a una causa accidental como, p.e., un impacto.
1. Inspección especial previa que, con carácter general, se habrá realizado antes de con-
cluir en la necesidad de acometer un proyecto de reparación, como prevé el Artículo 24.
3. Formulación de un catálogo de soluciones que describa, para cada uno de los daños y
deterioros identificados en ese catálogo, la solución prevista para su reparación.
En función de los criterios de vida útil adicional que se desee otorgar a la estructura de acero, de
la importancia del elemento objeto de reparación, de su accesibilidad o de otras consideraciones
(estéticas, históricas o patrimoniales), la Propiedad convendrá con el proyectista si las soluciones
de reparación tienen carácter:
− Activo o preventivo, asociado a la idea de impedir el deterioro, en lo sucesivo, del elemen-
to en cuestión, lo que implica estrategias de protección con elementos de sacrificio o
con sistemas de tan lento deterioro que, en la práctica, su degradación sea irrelevante; o
− pasivo, asociado a la idea de que, al cabo de un cierto tiempo, será necesario de nuevo
proceder a una reparación, cuando se haya agotado la vida útil adicional conferida tras
la reparación.
En el proyecto de reparación, los planos podrán incluir una síntesis del método de reparación pro-
puesto por el proyectista. El pliego de condiciones técnicas particulares contendrá la identificación
de las unidades correspondientes, las especificaciones de los materiales, la forma de ejecución y
la definición de la forma de medición y abono.
Comentarios
Para la redacción de proyectos de reparación y refuerzo, casi siempre la información de la inspección especial no es
suficiente para levantar un mapa de daños con el que realizar una medición mínimamente fiable, dado que los medios
necesarios son, en general, desproporcionados para ese fin y tienen mejor justificación en la fase de realización de
los trabajos. Además, es frecuente que las estructuras existentes deparen muchas sorpresas que pueden dar pie a la
reconsideración de algunos de los criterios de proyecto, forzosamente simplificados en el momento de la redacción
del proyecto.
Comentarios
La experiencia demuestra que la intervención en estructuras existentes, no infrecuentemente, suele deparar sorpresas
que obligan a modificar, durante la ejecución, la extensión de los trabajos o a ejecutarlos de manera diferente como
consecuencia de interferencias no previstas con el servicio de la estructura, con la aparición de vicios ocultos, etc.
En consecuencia, se hace especialmente necesario plantear aquí una revisión del plan de mantenimiento redactado en
la fase de proyecto que cubra estas circunstancias.
Comentarios
Los conceptos de “reparación” y “refuerzo” se discriminan en el apartado 25.1. Así, se entiende que las actuaciones de
refuerzo de una estructura, no necesariamente dañada o deteriorada, estarán concebidas para restablecer el nivel de
prestaciones que tenía la construcción en su inicio o, incluso, superarlo porque las acciones exteriores pueden haberse
modificado tras una ampliación, un cambio de uso, etc. En este sentido, el refuerzo puede llevar aparejado una mejora
de la durabilidad, lo que se traduce también en un incremento de la vida útil adicional.
Comentarios
La clasificación planteada en el articulado no pretende ser universal, porque puede haber otros criterios a la hora
de clasificar los sistemas de refuerzo, como, por ejemplo, según el material utilizado para conferir mayor capacidad
portante o rigidez (chapas, camisas de hormigón, materiales compuestos adheridos, etc.), o según se pueda o no
descargar la estructura para contar con mayor o menor participación de la estructura existente, lo que puede incidir en
la posibilidad de que se pueda afectar temporalmente, la función de la estructura, etc.
Asimismo, cabe la posibilidad de clasificar las actuaciones de refuerzo según sea la actitud con la que se quiere ade-
cuar una estructura: aumento de la capacidad portante, ante acciones exteriores que crecen o aumento de la energía
de deformación que puede disipar, como puede ser el caso de la actualización sísmica de construcciones existentes.
En otras palabras, cabe la posibilidad de plantear criterios para el incremento de la capacidad resistente, o de mejorar
únicamente, a cambio, la ductilidad de la estructura. Se recuerda, a estos efectos, que, ante cierto tipo de solicitacio-
nes, la ductilidad de una estructura es una condición suficiente, pero no necesaria para aceptar la validez de la misma.
Este criterio discriminador puede condicionar el material elegido o la configuración estructural deseada.
En ocasiones, si la trascendencia de los daños previsibles en caso de accidente lo justifica, cabe plantear también una
actuación orientada a mejorar la robustez estructural.
Comentarios
Conviene advertir que, cuando se decide cambiar el esquema estático de la estructura existente, hay que sope-
sar cuidadosamente los beneficios e inconvenientes que reporta. Así, una solución que elimine juntas existentes
tenderá, en general, a cambiar el punto fijo de la estructura y a producir solicitaciones inéditas en aparatos de
apoyo, o a aumentar, eventualmente, las aberturas de juntas en otros lugares, lo que puede conllevar la modifi-
cación de aparatos de apoyo y la generación de otras necesidades de mantenimiento.
Comentarios
La casuística es, en este caso, muy diversa y su eficacia pasa por aprovechar al máximo la estructura existente.
Especial mención merece la consideración de la historia de cargas y del proceso constructivo previsto. En ese sentido,
la figura 106.3 presenta, de manera cualitativa, un esquema que muestra cómo la efectividad de un refuerzo, tanto en
términos de incremento de la capacidad resistente, como de mejora de las condiciones de durabilidad, dependen del
estado inicial de esfuerzos presente en la pieza cuando se acomete el refuerzo.
Así, la curva superior muestra el comportamiento ideal obtenido en la hipótesis de que se suman íntegramente las
capacidades resistentes de la estructura original y la del refuerzo conectado. Eso equivaldría a descargar completa-
mente la estructura, conectar y asegurar una entrada en carga a la sección compuesta. Obsérvese que la estructura
compuesta ofrece una mejor capacidad resistente pero no necesariamente mayor ductilidad que la estructura original,
cuyo comportamiento queda descrito por la curva inferior.
La curva intermedia parte de la situación, muy frecuente, en que la conexión del refuerzo se plantea con la estruc-
tura sólo parcialmente descargada y, por consiguiente, el refuerzo produce una mejora sólo parcial de la capacidad
resistente. Además, la ductilidad, puede ser menor que la de la situación primitiva o incluso que la de la situación de
estructura descargada en el momento de la conexión.
1. Inspección especial previa que, con carácter general, se habrá realizado antes de con-
cluir en la necesidad de acometer un proyecto de refuerzo, como prevé el Artículo 24.
Especialmente importante en este punto es valorar el nivel de seguridad, porque de éste
depende el alcance y magnitud del refuerzo.
3. Redacción, propiamente dicha, de los documentos del proyecto, cuyo carácter es ya re-
lativamente convencional.
Comentarios
Como en el caso de la reparación, la experiencia demuestra que la intervención en estructuras existentes, no infre-
cuentemente, suele deparar sorpresas que obligan a modificar, durante la ejecución, la extensión de los trabajos o a
ejecutarlos de manera diferente como consecuencia de interferencias no previstas con el servicio de la estructura, con
la aparición de vicios ocultos, etc.
En consecuencia, se hace especialmente necesario plantear aquí un Programa de Inspección y Mantenimiento que
cubra estas circunstancias.
b. se trate de la demolición de una cubierta con estructura de acero, o cuando incluya ele-
mentos a flexión con luces de más de 10 m, o elementos verticales a compresión con
alturas entre niveles superiores a 10 m.
Sin perjuicio de lo anterior, será de aplicación lo indicado en el apartado 77.1 para las estructuras
de hormigón.
b. identificación de los servicios públicos que potencialmente pudieran verse afectados por
la demolición;
g. definición de los sistemas necesarios, en su caso, para garantizar la estabilidad del con-
junto durante la demolición como, por ejemplo, apuntalamientos, apoyos provisionales,
etc.;
Comentarios
Aun cuando el articulado prescribe la necesidad de que el proyectista disponga los planos y el resto de la información
técnica disponible por parte de la propiedad, siempre se debería tener en cuenta que es posible que dicha información
no se corresponda con la situación real de la estructura en el momento en que se plantea la demolición.
a. técnicas manuales,
Comentarios
Algunas recomendaciones para la demolición de este tipo de elementos pueden ser las siguientes:
- como criterio general, se debería apear los vanos adyacentes a aquél en el que se está trabajando, así como
cualquier otro que fuera necesario a la vista de la definición estructural,
- siempre que sea posible, se comenzará desmontando las parte exteriores de las estructuras (como, por ejemplo,
los voladizos),
- cuando se trate de una estructura hiperestática, el proceso de demolición deberá contemplarse de manera que
se asegure un mínimo de flechas, giros y desplazamientos de la parte no demolida,
- en el caso de vigas continuas, es conveniente comenzar desmontando los vanos de mayor luz,
- no se desmantelarán las vigas principales antes de haber hecho lo propio con los elementos de entrevigado,
- como criterio general, se tendrá en cuenta el posible efecto de vibración producida como consecuencia del des-
mantelamiento de cada parte de la estructura.
Comentarios
Los elementos de acero estructural presentan un altísimo potencial de reutilización directa como elemento o de reci-
clado como chatarra para la fabricación de nuevos productos de acero. Esta circunstancia lleva a que el articulado,
consciente de la creciente demanda social de sostenibilidad, plantee la deconstrucción como el método de referencia
en el desmantelamiento de las estructuras de acero.
b. acero conformado en frío, conforme con la norma UNE-EN 10149-2 o UNE-EN 10149-3,
o
c. acero galvanizado, conforme con la norma UNE-EN 10346 o UNE-EN ISO 1461,
La especificación de las características de la chapa será conforme con lo indicado en los Artícu-
los 83 y 84 de este Código.
El valor mínimo del espesor nominal de las chapas será de 0,70 mm.
Comentarios
El control del proyecto de la conexión mediante pernos conectadores se define en la tabla 96.1 del apartado 96.1, al
tratarse de elementos metálicos.
Comentarios
Los planteamientos que permiten establecer los criterios para el control de la conformidad de los elementos de una
estructura de hormigón o de acero son perfectamente válidos para ser aplicados igualmente a los elementos que
conforman una estructura mixta hormigón-acero. Por ello, no es necesario definir nuevos criterios para este tipo de
elementos siendo aplicables los de los Títulos 2 y 3 de este Código.
Ello redunda además en facilitar la aplicación de éste a cada uno de los agentes implicados que, por lo tanto, deberán
aplicar siempre los mismos criterios para los elementos de hormigón y los de acero, independientemente de que éstos
formen parte o no de una estructura mixta.