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“DERECHO”
tesina
“el estado desde la perspectiva de la ecología”
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EL ALTO – BOLIVIA
2023
AGRADECIMIENTO
i
DEDICATORIA
ii
ÍNDICE GENERAL Pág.
AGRADECIMIENTO ............................................................................................. i
DEDICATORIA .................................................................................................... ii
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 1
1.3 JUSTIFICACIÓN........................................................................................ 9
CAPÍTULO II ..................................................................................................... 11
iii
2.3.2 La ecología distributiva ...................................................................... 23
iv
3.3.1 El pensamiento ecológico contemporáneo: la ciencia de los
ecosistemas.................................................................................................... 50
CAPÍTULO IV.................................................................................................... 61
ANEXOS ........................................................................................................... 66
v
ÍNDICE DE FIGURAS Pág.
vi
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES
0
1. INTRODUCCIÓN
Esto implica, por un lado, desechar la primacía del hombre sobre la naturaleza
establecida en el pensamiento moderno desde su origen, pues ante el problema
ecológico es ya imposible separar la comprensión científica del mundo natural por
un lado, y la tarea política de la construcción del orden social por otro. De ahí la
necesidad de tomar conciencia de la naturaleza socio-política de la “naturaleza”, es
decir, comprender que la naturaleza que actualmente se quiere “conservar” es
producto de una construcción social definida a su vez por determinadas relaciones
históricas de clase, de género, de “raza”, etc.
Por ello, a partir de la segunda mitad del siglo XX las reflexiones sobre el orden
global de la interrelación sistemas ecológicos-sociedades humanas, que han
pasado de una posición marginal a ocupar otra cada vez más central en la
producción teórica y práctica de las diferentes ciencias sociales, demuestran que
solo la interacción entre las técnicas de socialización de la naturaleza y los sistemas
simbólicos –las ideas– que las organizan permite comprender ese orden.
1
1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.2 OBJETIVOS
1.3 JUSTIFICACIÓN
1.4. LIMITACIONES
Fueron pocos los avances conceptuales hasta que los estudiosos de la historia
natural y la Ecología humana precisaron los conceptos de la Ecología y aportaron
un marco analítico de referencia. Graunt 1962, describió a las poblaciones humanas
en términos cuantitativos, por lo que se le puede llamar el padre de la demografía.
15
Cole 1958, advirtió la importancia de medir cuantitativamente los índices de
natalidad y mortalidad, la proporción de individuos de uno y otro sexo
Forbes creía que hay un equilibrio uniforme en la naturaleza, el cual limita a cada
especie año tras año, aunque todas ellas siempre intentan aumentar en número.
16
Sin embargo, fue hasta la década de 1960 cuando se consideró a la Ecología
como una ciencia importante. El continuo incremento de la población humana y la
destrucción del medio natural con pesticidas y contaminantes ha llamado la atención
pública respecto del mundo de la Ecología.
Según Rayo (1994), el término Ecología conduce desde sus orígenes al concepto
de economía. La economía investiga las estructuras de la unidad doméstica tierra y
establece las leyes de esta casa. Desde la perspectiva clásica de Aristóteles,
adquiere entonces una connotación moral que alude a la preocupación responsable
de adquirir y administrar aquellos bienes necesarios para gobernar un estado, de
manera que sus habitantes posean la oportunidad de vivir dignamente.
17
2.1.2 La Ecología Política
Se considera que la ecología política, como campo teórico, fue tomando cuerpo
en la década de 1980, cuando se gestaba con mayor claridad un encuentro de
aportes provenientes de distintas disciplinas abocadas al estudio del conflicto por el
acceso, despojo, uso y abuso de los territorios y los recursos que estos contienen
(incluyendo, en muchos casos, el reconocimiento y la verificación de las
contrafuerzas existentes y sus propuestas alternativas).
Es por ello que resulta necesario dar cuenta de los procesos de colonización de
la naturaleza –o actividades que alteran deliberadamente los sistemas naturales con
el fin de hacerlos más útiles al sistema de producción y reproducción imperante–,
así como de las modalidades del metabolismo socioeconómico, es decir, la
apropiación, transformación, distribución y consumo de energía y materiales, y la
consecuente generación de desechos. (www.dialnet.unirioja.es, s.f.)
Según una primera acepción posible, Ecología política sería la expresión política
de una determinada cosmovisión, esto es, una nueva mirada hacia el espacio de lo
político desde el punto de vista de la ontología ecológica. Esta nueva mirada de lo
ya existente en el territorio del poder político se irá traduciendo en muchas cosas y
una de ellas necesariamente adoptará la forma del programa.
En esta línea, Neisser (1990) destaca que Gibson fue el primer investigador sobre
percepción que aportó algo realmente nuevo a la Psicología moderna.
19
Para Gibson, la percepción del ambiente es más directa y menos procesual de lo
que se había estado manteniendo desde los posicionamientos cognitivistas. La
percepción es holística e integrada en un marco ecológico, de manera que las
propiedades ambientales se perciben no como puntos diferentes y aislados sino
como entidades significativas dentro de un determinado contexto ecológico de
variables relacionadas entre sí.
Para Gibson, toda la información que una persona necesita percibir del ambiente
ya está contenida en el impacto producido por un patrón óptico ambiental. Este
patrón, como explica Neisser (1990), no es ni un estímulo (distal o proximal), ni una
estructura cognitiva, ni tan sólo un significado proyectado.
20
sino que más bien uno percibe directamente el significado del patrón de
estimulación ambiental en forma de oportunidades.
2.3 CARACTERÍSTICAS
Más bien implica desbrozar el terreno, dislocar las rocas conceptuales y movilizar
el arado discursivo que conforman su suelo original para construir las bases
seminales que den identidad y soporte a este nuevo territorio; para pensarlo en su
emergencia y en su trascendencia en la configuración de la complejidad ambiental
de nuestro tiempo y en la construcción de un futuro sustentable.
21
La ecología política en germen abre una pregunta sobre la mutación más reciente
de la condición existencial del hombre. Partiendo de una crítica radical de los
fundamentos ontológicos y metafísicos de la epistemología moderna, más allá de
una política fundada en la diversidad biológica, en el orden ecológico y en la
organización simbólica que dan su identidad a cada cultura.
La ecología política es un campo que aún no adquiere nombre propio; por ello se
le designa con préstamos metafóricos de conceptos y términos provenientes de
otras disciplinas para ir nombrando los conflictos derivados de la distribución
22
desigual y las estrategias de apropiación de los recursos ecológicos, los bienes
naturales y los servicios ambientales. (www.redalyc.org, s.f.)
Las metáforas de la ecología política se hacen solidarias del límite del sentido de
la globalización regida por el valor universal del mercado para catapultar al mundo
hacia una reconstrucción de las relaciones de lo real y lo simbólico; de la producción
y el saber.
23
La distribución ecológica designa “las asimetrías o desigualdades sociales,
espaciales, temporales en el uso que hacen los humanos de los recursos y servicios
ambientales, comercializados o no, es decir, la disminución de los recursos
naturales (incluyendo la pérdida de biodiversidad) y las cargas de la contaminación”.
(Martínez-Alier, 1997)
24
2.3.3 La deuda ecológica
Sin embargo, esta deuda ecológica resulta inconmensurable, pues no hay tasas
de descuento que logren actualizarla ni instrumento que logre medirla. Se trata de
un despojo histórico, del pillaje de la naturaleza y subyugación de sus culturas que
se enmascara en un mal supuesto efecto de la dotación y uso eficaz y eficiente de
sus factores productivos. (https://journals.openedition.org, s.f.)
Hoy, este pillaje del tercer mundo se proyecta al futuro, a través de los
mecanismos de apropiación de la naturaleza por la vía de la etno-bio-prospección y
los derechos de propiedad intelectual del “Norte” sobre los derechos de propiedad
de las naciones y pueblos del “Sur”.
25
Estos son intraducibles en valores económicos. Es aquí donde se establece el
umbral entre lo que es negociable e intercambiable entre deuda y naturaleza, y lo
que impide dirimir el conflicto de distribución ecológica en términos de
compensaciones económicas.
26
teóricos e ideológicos que han soportado y legitimado las acciones y procesos
generadores de los conflictos ambientales. (Leis, 2001)
- LA EPISTEMOLOGÍA POLÍTICA
Ello implica una radical revisión del conocimiento, de la relación entre lo real, lo
simbólico y lo imaginario, donde la solución no se orienta a copiar a la naturaleza, a
subsumirse profundamente en la ecología, a generalizar la ecología como modelo
de pensamiento y comportamiento, sino a situarse políticamente en lo imaginario de
las representaciones de la naturaleza para desentrañar sus estrategias de poder
(del discurso del desarrollo sostenible).
27
Es dentro de esta epistemología política que los conceptos de territorio-región
funcionan como lugares-soporte para la reconstrucción de identidades enraizadas
en prácticas culturales y racionalidades productivas sustentables.
Una ecología política bien situada se sustenta en una teoría correcta de las
relaciones sociedad-naturaleza, o en la desconstrucción de la noción ideológico-
científica-discursiva de la naturaleza, capaz de articular la sustancia ontológica de
lo real del orden biofísico, con el orden simbólico que la significa, que la convierte
en referente de una cosmovisión, de una teoría, de un discurso sobre el desarrollo
sustentable. (https://journals.openedition.org, s.f.)
La ecología política remite directamente al debate sobre monismo/dualismo en el
que hoy se desgarra la teoría de la reconstrucción / reintegración de lo natural y lo
social, de la ecología y la cultura, de lo material y lo simbólico.
28
como ciencia por excelencia de las interrelaciones de los seres vivos con su entorno,
llevando a una ecología generalizada que no logra desprenderse de esa voluntad
de totalización del mundo, ahora guiada por el objetivo de construir un pensamiento
de la complejidad. (Morin, 1993)
Surgen de allí todos los intentos por reconciliar a esos entes no dialogantes
(mente-cuerpo; naturaleza-cultura; razón-sentimiento), más allá de una dialéctica
de contrarios, unificados por un creacionismo evolucionista, de donde habría de
emerger la conciencia ecológica para reconciliar y saldar las deudas de una
racionalidad anti-ecológica.
29
Pero es necesario diferenciar este re enlazamiento de lo natural, lo cultural y lo
tecnológico del mundo actual de la complejidad, del mundo de vida de los primitivos
que desconocen la separación entre cuerpo y alma, vida y muerte, naturaleza y
cultura.
Así pues, el eco feminismo no debe tan sólo diagnosticar los lugares asignados
a la mujer en la economía, la política, la familia. Su diferencia sustantiva no radica
en el lugar (diferente, subyugado) que le asigna la cultura jerárquica falo céntrica,
sino en decir su diferencia con un lenguaje propio, que no es sólo el agregado de
sensibilidad a la supuesta racionalidad inconmovible del machismo.
30
La ecología política habrá de edificarse y convivir en una babel de lenguajes
diferenciados, que se comunican e interpretan pero que no se traducen en un
lenguaje común unificado. (https://journals.openedition.org, s.f.)
Esta emerge desde ese orden que inaugura la palabra, el orden simbólico y la
producción de sentido. En esta perspectiva, la ecología política no emerge del orden
ecológico preestablecido, ni de una ciencia que haría valer una conciencia-verdad
capaz de vencer los intereses antiecológicos y antidemocráticos, sino en un nuevo
espacio donde el destino de la naturaleza se juega en un proceso de creación de
sentidos-verdades y en sus respectivas estrategias de poder.
31
Sin embargo, el pensamiento dominante se resiste a abandonar el diccionario de
las prácticas discursivas que envuelven a la ecología política (como a todos los
viejos y nuevos discursos que acompañan la desconstrucción del mundo) a pesar
de que han perdido todo peso explicativo y resuenan como la nostalgia de un mundo
para siempre pasado, para siempre perdido: El del pensamiento dialéctico, el de la
universalidad y unidad de las ciencias, el de la esencia de las cosas y la
trascendencia de los hechos.
Y sin embargo algo nueva puja por salir y manifestarse en este mundo de
incertidumbres, de caos y confusión, de sombras y penumbras, donde a través de
los resquicios y resquebrajamientos de la racionalidad monolítica del pensamiento
totalitario, se asoman las primeras luces de la complejidad ambiental.
32
La crisis ambiental marca el límite del logocentrismo y la voluntad de unidad y
universalidad de la ciencia, del pensamiento único y unidimensional, de la
racionalidad entre fines y medios, de la productividad económica y la eficiencia
tecnológica, del equivalente universal como medida de todas las cosas, que bajo el
signo monetario y la lógica del mercado han recodificado al mundo y los mundos de
vida en términos de valores de mercado intercambiables y transables.
Esta política es una revolución que abre los sentidos civilizatorios, no por ser una
revolución de la naturaleza ni del conocimiento científico-tecnológico
(biotecnológica), sino por ser una revolución del orden simbólico, lo que implica
poner el espíritu des construccionista del pensamiento posmoderno al servicio de
una política de la diferencia, proponer la “imaginación abolicionista” como principio
de libertad y de sustentabilidad.
33
2.3.6 ecología abolicionista
34
Más allá de estudiar los conflictos ambientales, está constituida por un conjunto
de movimientos sociales y prácticas políticas que se manifiestan dentro de un
proceso de emancipación. La ecología política se funda en un nuevo pensamiento
y en una nueva ética: una ética política para renovar el sentido de la vida. (Leff, 2002)
La ecología política de América Latina deberá ser un árbol cultivado por nuestras
vidas y las de tantos movimientos sociales que se cobijan bajo su follaje; un árbol
con ramas que enlacen diversas lenguas, una Babel donde nos comprendamos
desde nuestras diferencias, donde cada vez que alcemos el brazo para alcanzar
sus frutos degustemos el sabor de cada terruño de nuestra geografía, de cada
cosecha de nuestra historia y cada producto de nuestra invención.
(https://journals.openedition.org, s.f.)
El término ecología surgió en 1869 en la obra del filósofo prusiano Ernst Haeckel,
y se compone de los vocablos griegos oikos (“casa, hogar”) y logos (“palabra”,
“estudio”). En ese sentido, una primera definición de la ecología sería “el estudio de
los hogares”. (https://es.wikipedia.org, s.f.)
35
- El flujo de la materia y la energía en el marco de una comunidad biótica
determinada.
- El desarrollo y sucesión de los distintos ecosistemas que existen.
- La diversidad, abundancia y distribución de los organismos vivientes en los
diversos medios ambientales. (https://es.wikipedia.org, s.f.)
36
b) Herbívoros. Aquellos seres vivos que se alimentan de los vegetales y plantas,
y que transmiten la energía y la materia al ser depredados.
La ecología estudia los seres vivos en base a sus niveles organización o niveles
ecológicos, lo que representa una escala de observación de los procesos entre los
seres vivos. Dichos niveles son:
e) Biósfera. El conjunto pleno de todos los seres vivos conocidos y las relaciones
globales entre ellos. (https://www.ecologiaverde.com, s.f.)
37
2.4.5 Factores ecológicos
Existen dos clases de factores que intervienen en los procesos estudiados por la
ecología, y que son:
a) Bióticos. Aquellos que se derivan de los propios seres vivientes, como son las
distintas relaciones de comensalismo, parasitismo, simbiosis o depredación.
a) Aero biología. Una ciencia multidisciplinar que estudia los procesos ecológicos
propios del aire y de las partículas transportadas pasivamente en él.
38
c) Ecología urbana. Disciplina que aspira a entender el desarrollo de las ciudades
a partir de procesos ecológicos y la interacción entre las formas de vida que le son
inherentes, no sólo la humana.
Se considera que la ecología política, como campo teórico, fue tomando cuerpo
en la década de 1980, cuando se gestaba con mayor claridad un encuentro de
aportes provenientes de distintas disciplinas abocadas al estudio del conflicto por el
acceso, despojo, uso y usufructo de los territorios y los recursos que estos contienen
(incluyendo, en muchos casos, el reconocimiento y la verificación de las
contrafuerzas existentes y sus propuestas alternativas).
39
Es por ello que resulta necesario dar cuenta de los procesos de colonización de
la naturaleza –o actividades que alteran deliberadamente los sistemas naturales con
el fin de hacerlos más útiles al sistema de producción y reproducción imperante–,
así como de las modalidades del metabolismo socioeconómico, es decir, la
apropiación, transformación, distribución y consumo de energía y materiales, y la
consecuente generación de desechos.
De ahí que pueda sostenerse que la ecología política está también directamente
relacionada con las modalidades y la sofisticación científico-tecnológicas
alcanzadas, incluyendo el ritmo y las dimensiones de su operación.
40
Al cierre del siglo XX, 20% de la población concentraba 83% de la riqueza,
mientras que el 20% más pobre solo se adjudicaba 1,4% de esta; se trata de
proporciones que prácticamente se mantienen al día de hoy.
41
Por tal razón, la apropiación de tierras, que se disparó particularmente en lo que
va de este siglo, puede observarse como mecanismo de despojo de «paquetes» de
activos naturales en todo el mundo, con excepción de la Antártida.
África y Asia son las regiones con las mayores tasas de apropiación hasta el
momento, pero en América Latina el fenómeno aumenta. Solo de 2008 a 2010 se
realizaron acciones de compraventa de tierras –u otros tipos de acuerdos– por unos
45 millones de hectáreas a escala mundial, la gran mayoría sin un adecuado
proceso de consulta a la población local (previo, informado y culturalmente
adaptado) y, en el mejor de los casos, con compensaciones desleales, que suponen
que el valor de los territorios se reduce únicamente a lo económico.
42
una diferencia entre las aproximaciones políticas y apolíticas de la ecología, para
colocarse, así como una lectura que, lejos de declararse neutral y objetiva, es más
bien explícitamente normativa. (https://nuso.org/articulo/por-que-es-importante-la-
ecologia-politica, s.f.)
43
CAPÍTULO III
MARCO PRÁCTICO
44
3.1 LA VISION DEL ESTADO EN LOS ORIGENES DEL MOVIMIENTO
ECOLOGISTA
Las ideas de este movimiento parten de la consideración del hombre como parte
integrante de la naturaleza, de la cual dependen su salud y su supervivencia en el
tiempo, por lo que constituye una obligación desarrollar una sociedad sustentable
en términos ecológicos, es decir, que no destruya los ecosistemas.
Para los sectores más radicales, esto a menudo conduce a la superación del
capitalismo como modelo, mientras que otros sectores simplemente abogan por
reformas ecológicas en los modelos de producción. (https://concepto.de/movimiento-
ecologista, s.f.)
45
3.1.1 Origen del movimiento ecologista
Cerca del tercer cuarto del siglo XX se considera el inicio propiamente del
movimiento, sobre todo tras la publicación de primavera silenciosa, libro de Rachel
Carson, donde se representaba la muerte de la vida en el planeta debido a la
actividad industrial humana.
46
- Alertar a la humanidad respecto al efecto ambiental a corto, mediano y largo
plazo del modelo industrial de producción y consumo.
- Velar por un modelo de vida urbana más saludable, con acceso al agua, aire
y tierra no contaminados. (https://concepto.de/movimiento-ecologista/, s.f.)
47
en Estados Unidos y extendida después por numerosos países.
(https://es.wikipedia.org, s.f.)
48
La revolución verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción, pero
no se dio suficiente relevancia a la calidad nutricional, lo que resultó en la expansión
de variedades de cereales con proteínas de baja calidad y alto contenido en hidratos
de carbono. (https://es.wikipedia.org, s.f.)
No solo las dietas humanas se han resentido de forma directa a través del
consumo de estos cereales, sino también por el empobrecimiento de la calidad de
los productos de origen animal (derivados de animales alimentados con estos
cereales). (https://es.wikipedia.org, s.f.)
El término «revolución verde» fue utilizado por primera vez en 1968 por el
exdirector de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(USAID), William Gaud, quien destacó la difusión de las nuevas tecnologías y dijo:
«Estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes
de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como la de los
soviéticos, ni es una revolución blanca como la del sah de Irán. Yo la llamo la
revolución verde».
49
La revolución verde benefició en su mayoría a las grandes cultivadoras, que
contaban con los recursos y tenían la necesidad de adquirir las nuevas tecnologías,
contrario a lo que ocurría con las tierras pequeñas. (https://es.wikipedia.org, s.f.)
50
Para Thoreau, existe una valoración positivada en la naturaleza, entendida como
el ambiente natural, o la vida en el campo, el contacto con lo rudo y simple del
paisaje natural, en contraste con la vida en la ciudad, con el consumo y con el
trabajo, realizados en función de intereses que no honran a la “naturaleza” humana,
sino que la corrompen.
(El_pensamiento_ecologico_contemporaneo_la_ciencia_de_los_ecosistemas, s.f.)
Esa visión transcendentalista del mundo produce, todavía hoy, efectos sobre la
sociedad contemporánea; varias organizaciones ambientalistas se ocupan de los
derechos de los animales, de las plantas, del planeta entendido como organismo
uno, legitimando la concepción de que lo natural tiene que ser protegido de cualquier
agresión proveniente del hombre y que la valoración de los derechos civiles debe
ser, entonces, extendida al ambiente natural.
51
artículo The Use and Abuse of Vegetational Concepts and Terms, en la revista
científica Ecology, el campo político que defendía la importancia de la conservación
o protección del ambiente natural ya estaba sedimentado.
52
3.4 ÉTICA POLÍTICA EN LA ECOLOGÍA
El origen del término ética política se remonta a la antigua Grecia, puesto que
son los filósofos clásicos Platón y Aristóteles quienes relacionan estos dos
conceptos: ethos y polis.
Muchos filósofos defienden que la política debe ser ética, pero también debe velar
para que la ciudadanía posea herramientas que faciliten su propia reflexión moral,
en el caso de que aspire a conseguir una sociedad sana y una convivencia pacífica.
La política, como función pública que es, debe regirse por ciertos principios
básicos de conducta. El catedrático de Filosofía Moral, Enrique Bonete Perales,
destaca los principios más relevantes y a la vez reiteradamente vulnerados.
53
a) Principio de la receptividad
Defiende que todo político debe estar abierto a las críticas y quejas de los
ciudadanos. Rechazar esos argumentos sobre el comportamiento político significa
no ser receptivo. (https://www.unir.net/derecho/revista/etica-, s.f.)
b) Principio de la transparencia
Los servidores públicos tienen que actuar explicando claramente los motivos por
los que adoptan sus decisiones y sin que existan dobles intenciones.
c) Principio de la dignidad
En este punto, Enrique Bonete Perales destaca que la más grave inmoralidad en
la que puede incurrir un político consiste en usar a las personas como simples
instrumentos con los cuales obtener otros fines.
(https://www.unir.net/derecho/revista/etica-, s.f.)
Los políticos necesitan obrar diferenciando claramente lo que son sus intereses
personales o partidistas, de los que realmente conforman los bienes universales de
una sociedad o comunidad.
54
e) Principio de servicialidad
f) Principio de responsabilidad
55
viven en la zona del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y
al peligro inminente de grave afectación al medio ambiente y la biodiversidad del
sector, hacen necesario realizar algunas precisiones sobre la jerarquía
constitucional del derecho al medio ambiente en Bolivia, a través de la aprobación
de la Nueva Constitución Política del Estado, y su configuración como derecho
colectivo o de los pueblos, para así perfilar los mecanismos jurisdiccionales idóneos
para su protección efectiva. (www.biblioteca.corteidh.or.cr, s.f.)
56
ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón),
suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi
maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”, y que “se sustenta en
los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad,
reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio,
igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar
común, responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos
y bienes sociales, para vivir bien”. (www.biblioteca.corteidh.or.cr, s.f.)
Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la
Constitución y la ley:
- 1. Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la
descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social,
para consolidar las identidades plurinacionales.
57
- 6. Promover y garantizar el aprovechamiento responsable y planificado de
los recursos naturales, e impulsar su industrialización, a través del desarrollo
y del fortalecimiento de la base productiva en sus diferentes dimensiones y
niveles, así como la conservación del medio ambiente, para el bienestar de
las generaciones actuales y futuras. (www.biblioteca.corteidh.or.cr, s.f.)
Cabe hacer notar que este derecho halla su complemento en el numeral 15 del
mismo artículo 30, parágrafo ii, a través del cual la propia Constitución establece
que las naciones y pueblos indígena originario campesinos tienen derecho:
58
De ahí que los derechos fundamentales se encuentren consagrados en la Nueva
Constitución Política del Estado como una fuente de garantía para su efectivo
cumplimiento, resguardo y protección por parte del Estado.
Ahora bien, algunos autores estiman que los derechos humanos o derechos del
hombre, llamados clásicamente derechos naturales y actualmente derechos
morales, no son en realidad auténticos derechos protegidos mediante acción
procesal ante un juez, sino criterios morales de especial relevancia para la
convivencia humana, y que, en todo caso, una vez que determinados derechos
humanos se positivizan, adquieren la categoría de verdaderos derechos protegidos
procesalmente. (www.biblioteca.corteidh.or.cr, s.f.)
59
1) Convencionalmente los derechos humanos se encuentran clasificados en tres
grupos, de acuerdo al momento de su aparición histórica y reconocimiento positivo.
Esto no importa una jerarquización, dado que todos estos derechos son
aplicables en un plano de igualdad. (www.biblioteca.corteidh.or.cr, s.f.)
60
CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
61
4.1 CONCLUSIONES
62
antes que científicos y su utilización como mecanismo de protección o de
barrera arancelaria. Dichas exigencias no siempre son coincidentes con
normas consensuadas en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio
(OMC).
63
4.2 RECOMENDACIONES
64
4.3 BIBLIOGRAFÍA
Borrero. (2002).
El_pensamiento_ecologico_contemporaneo_la_ciencia_de_los_ecosistemas. (s.f.).
Escobar. (1999).
https://concepto.de/movimiento-ecologista. (s.f.).
https://concepto.de/movimiento-ecologista/. (s.f.).
https://es.wikipedia.org. (s.f.).
https://humanidades.com/ecologia. (s.f.).
https://journals.openedition.org. (s.f.).
https://journals.openedition.org. (s.f.).
https://journals.openedition.org. (s.f.).
https://nuso.org/articulo/por-que-es-importante-la-ecologia-politica. (s.f.).
https://www.ecologiaverde.com. (s.f.).
https://www.unir.net/derecho/revista/etica-. (s.f.).
Leff, P. (2002).
Leis. (2001).
Martínez-Alier. (1997).
Morin. (1993).
www.biblioteca.corteidh.or.cr. (s.f.).
www.dialnet.unirioja.es. (s.f.).
www.redalyc.org. (s.f.).
www.ub.edu/psicologia_ambiental. (s.f.).
65
ANEXOS
66
67