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Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770 al 430 de la calle que
hoy lleva su nombre, a pocos metros del Convento de Santo Domingo donde hoy descansan sus restos. Hijo de Domingo
Belgrano y Peri, comerciante italiano arribado al Rio de la Plata y naturalizado español para poder arribar a América,
quien se casa con María Josefa González Casero miembro de una familia destacada de entonces. El matrimonio tiene 11
hijos entre ellos Manuel quien a la edad de 16 años viaja a España para continuar allí sus estudios. En España Belgrano
estudió en Salamanca, en Valladolid y en Madrid donde se recibió de abogado. Está al tanto de las nuevas ideas de la
Ilustración y se cultiva con los escritos económicos de la fisiocracia francesa y los economistas napolitanos como Gaeto
Filangieri y Antonio de Genovesi. Así como Jovellanos y Campomanes en España.
A su regreso en 1794, es nombrado Secretario del Consulado de Comercio y propone crear las escuelas de Agricultura,
Navegación y la Academia de Dibujo. En 1796 realiza una Memoria sobre Medios generales de fomentar la agricultura,
animar la industria y proteger el comercio de un país agricultor, comprendiendo la importancia del estímulo de la
agricultura y el consecuente desarrollo industrial. Esas Memorias –que serán quince- constituyen un plan de reformas en
beneficio no sólo de la agricultura sino también del comercio, la navegación, propiciando la extensión de los caminos, la
introducción de especies desconocidas en el Plata, la creación de establecimientos para añadir valor agregado a los bienes
de la tierra, entre otros temas. Defiende con insistencia el comercio libre y la supresión de los monopolios, plantea que el
trigo y el lino podían ser, entre otros, una actividad que incluyera a las mujeres, hecho que revela un anticipado
reconocimiento a su dignidad y derechos. No le fue ajena la riqueza de la costa marítima argentina por lo que funda, en
1799, la Escuela de Náutica. Contribuye, a su vez, a la fundación del Telégrafo Mercantil en 1801, el Semanario de
Agricultura, Industria y Comercio, en 1806, así como, publica en marzo de 1810 su propio Correo de Comercio. Por
supuesto, este ideario es resistido por los que se benefician con el régimen monopolista, y en ese sentido, la muerte de su
padre en 1795 -ligado a esa elite-, lo alienta a pronunciarse en favor de la libertad de comercio y abrir los puertos,
actividad que, advierte, se vería facilitada saliendo de la situación de colonia. Para esto, Belgrano comprende como pocos
el valor de la educación y propone el establecimiento en todas las parroquias de escuelas de primeras letras, educación
Belgrano tuvo un rol fundamental en el desarrollo de la Revolución, participó en el Cabildo Abierto del 22 de Mayo y
votó a favor del reemplazo del Virrey por una Junta de Gobierno de la que terminó siendo vocal. Más tarde, la Junta le
designa el mando de una expedición militar al Paraguay de la que vuelve derrotado. En 1812, al mando del Regimiento de
Patricios a orillas del río Paraná, enarboló por primera vez la bandera nacional. Ese mismo día fue nombrado jefe
del Ejército del Norte con la misión de marchar hacia el Alto Perú y reemplazar a Juan Martín de Pueyrredón en el mando.
En 1816, durante el Congreso de Tucumán, Belgrano propuso implantar una monarquía constitucional como forma de
gobierno y designar al inca Juan Bautista Túpac Amaru como rey, pero su iniciativa no prosperó.