Bascopé Julio, Joaquín 2023.

– «Magallanes, subsidios y autogobierno: un documento

de 1877». - In: El Fortín del Estrecho, Punta Arenas, nº 220, edición de abril de 2023,
pp. 2-28*.

Joaquín Bascopé Julio

Magallanes, subsidios y autogobierno: un documento de 1877

Durante enero de 2011 se desarrolló en Magallanes una revuelta popular contra el alza
del precio del gas. En una serie de protestas en Punta Arenas y Natales, la gente
movilizada asumió transitoriamente la organización de las comunicaciones regionales,
mediante marchas, barricadas y cortes de ruta.
La soberanía del estado nortino chileno en Magallanes tiene una relación histórica con
subsidios como el del gas. La revuelta contra el alza del precio del gas actualizó dicha
relación histórica. A continuación presentamos un documento al respecto. †
La colonia penal
Desde la fundación del Fuerte Bulnes, en 1843, la vida de la colonia magallánica fue la
de un presidio que intentaba firmar tratados con las naciones chon para poder circular
por la región y acceder a productos derivados del guanaco y del choique. Este tráfico -
que pronto tuvo al alcohol como moneda- compensaba la permanente escasez de víveres
de la colonia penal. Los presos se fugaban regularmente. En una de esas escapadas
surgió -sin fundación oficial ni nada- Punta Arenas.
En 1877 desembarcaron los primeros piños de ovejas provenientes del archipiélago
falklander y se inició un ciclo extractivo que duraría hasta el final de la guerra 1914-18
en la región.
Como al comienzo ni el capital ni la clase trabajadora tenían una relación de sumisión
con el gobierno del norte (sólo la colonia penal), garantizar la representación del estado
fue una preocupación constante en los gobiernos magallánicos de la época.

Insubordinación de Dublé Almeyda

En octubre de 1877, el gobernador de la colonia de Magallanes, Diego Dublé Almeyda,
informa al ministro de Relaciones Exteriores (José Alfonso) que suspenderá la
aplicación de un decreto por el cual el gobierno nortino recortaba el subsidio de víveres
de la guarnición militar de la colonia. Dublé expuso “las poderosas razones” que lo
obligaban a tomar esa medida describiendo, tal como la revuelta contra el recorte del
subsidio del gas de 2011. Los subsidios eran el aliciente para que el soldado se

*
Esta versión incluye los llamados a nota y la serie completa imágenes en la ubicación sugerida.
†La siguiente presentación y documento actualizan una desclasificación disponible en línea desde el 15
enero 2011 https://www.ciperchile.cl/2011/01/15/magallanes-y-los-subsidios-un-documento-de-1877-
para-leer-el-conflicto-del-gas/
desplazara con su familia, tomase “apego al lugar” y, tras cumplir con su destinación, se
quedara en la Colonia, “estableciéndose así el aumento de la población sin ningún
sacrificio extraordinario para el fisco.”
Como si se refiriese a la revuelta por el alza del precio del gas de 2011, se preguntaba
“¿cómo es posible que en Magallanes, donde los artículos de primera necesidad tienen
tan subido el precio en el comercio, pueda el soldado sostenerse?” Dublé señaló que de
aplicarse la medida, el soldado quedaría “en peor condición que el relegado”. Como el
alcalde de Punta Arenas en 2011, el gobernador propuso un plazo de seis meses para
adaptar el decreto, adaptación que implicaría traer soldados sin familias “lo que”,
observó, “no convendría a la Colonia”. En fin, así como el gobierno del norte incumplió
en 2011 la promesa de mantener el precio del gas, las raciones de víveres y artículos de
primera necesidad para los soldados fueron una “promesa” que “no se les ha hecho por
escrito, ha sido verbal”.
Dublé planteó “¿quién ignora que una de las gracias ofrecidas a los que vienen a
establecerse a Magallanes en calidad de empleados es la de que gozarán, tanto éstos
como sus familias, de raciones de víveres? Si esta promesa no se les ha hecho por
escrito, ha sido verbal, y la práctica observada en tantos años es conocida por todos.”

La revuelta de los artilleros

La defensa de la guarnición que hizo Dublé se actualiza en las marchas, barricadas y
cortes de ruta de 2011. Un mes después de su informe, el 12 de noviembre de 1877,
tuvo lugar una revuelta de los artilleros afectados por los recortes, donde primero murió
el capitán de la guarnición y luego siguieron protestas contra la clase comerciante de
Punta Arenas. El gobernador Dublé escapó milagrosamente de la ciudad.
A partir de este evento se organizó en Punta Arenas una red de ayuda mutua entre
inmigrantes, ante a catástrofes naturales y culturales (como el abuso del estado y/o de
capitales nortinos).
Con el crecimiento de la metrópolis magallánica, la organización de la ayuda mutua
derivó en un sistema de autogobierno expresado en la asamblea de la Federación Obrera
de Magallanes y las distintas organizaciones representadas en ella (i.e: Gremio
Femenino, Velloneros, Esquiladores, Pintores, Carpinteros, Metalúrgicos, Frigoríficos).
Durante el primer ciclo de explotación ovina (1877-1917), Magallanes fue asunto del
ministerio de Relaciones Exteriores dentro del estado. Tuvo un régimen especial (como
en algún momento ocurrió con la Araucanía), objeto de dilapidación estatal por un
interés geopolítico. Si aún existe ese interés, las decisiones sobre asuntos regionales
básicos -como la calefacción- no pueden depender del norte, ni de la resistencia de las
autoridades regionales ante lo que se decide en el norte.
Mientras no funcione una convención regional o asamblea legislativa en Magallanes,
con representantes electas/os por voto popular –con capacidad de crear leyes sobre la
calefacción, alimentación, infraestructura de trabajo, transporte de la gente, seguro de
accidente, seguro médico y disponer de un tribunal que resuelva conflictos en torno a los
asuntos recién anotados‡, Magallanes seguirá siendo un Territorio de Colonización

‡
Cfr. “Hacia un estatuto de autonomía territorial. Documento presentado al cabildo Forma de Estado,
realizado en la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, Punta Arenas, 18 de diciembre de 2021”.
Publicado en el mensuario El Fortín del Estrecho, nº 206, edición de febrero de 2022, pp. 3-30.
como fue hasta 1929, cuando adquirió el estatuto de Provincia y retrocedió hasta la
situación política arcaica en que se encuentra. La revuelta volverá, la protesta
autonómica se reorganizará.

Históricamente la ayuda mutua se ha formalizado en convenciones, cámaras, convenios,

tratados o constituciones donde la mayoría regional está representada. Así sucedía en
tiempos de los tratados entre las naciones chon y la colonia penal chilena. Las protestas
de algunos representantes chon, especialmente la gente de Wisel -excluida del primer tratado-,
apuntan a la base territorial del la ayuda mutua como forma de autogbierno -región autónoma en
nuestro caso.

Autogobierno

Las convenciones magallánicas se repitieron durante siete años (1844-1851) hasta el asesinato
de mujeres y hombres chon durante un motín en Punta Arenas, liderado por un senador chileno.

Anotamos estos antecedentes porque el funcionamiento de las convenciones regionales está

interrumpido por guerras, dictaduras y períodos de sometimiento sexual –que es cuando los
varones gobiernan y manejan los medios. Cuando funciona la autonomía territorial, en cambio,
la cámara o convención representa la diversidad sexual y la diversidad de oficios organizada en
la región (magallánica, o Fuegopatagonia en caso de que Aysén y/o Ka’wais / Chillwe / Chiloé
solicitaran representación en la convención regional).

Además de instalar colonias penales en territorios habitados por naciones con representantes
políticos, la invasión nortina -capital, estado e iglesias cristianas, todxs a una- creó en la región
una desigualdad sexual en la participación política, con varones ocupando los medios y el
gobierno, y las mujeres nativas y colonas en roles de servidumbre doméstica, prostitución, sobre
todo en las ciudades.

La formación del Centro Femenino de Magallanes y del Gremio Femenino de Oficios Varios,
entre 1917 y 1922, organizaciones representadas a su vez en la asamblea de la Federación
Obrera de Magallanes, señalan una reactivación de la organización autonómica regional.

Organización convencional como la referida funciona actualmente en la asamblea de las

islas Falkland y en la legislatura de la provincia fueguina argentina.
Las correspondencias entre la insubordinación de Dublé Almeyda y los artilleros en
1877 y la revuelta del gas de 2011 plantean la necesidad -no subsidiaria- de un órgano
legislativo, donde la mayoría regional esté representada y pueda decidir sobre su
calefacción, alimentación, traslados, seguros, creando legislación que la defienda de las
movidas entre estado, capital y propaganda religiosa.
Anexamos a continuación dos series de imágenes disponibles en línea y en seguida la
correspondencia del gobernador de Magallanes al ministro, 20 días antes de la revuelta
de los artilleros.
Protestas, revuelta o paro del gas, enero 2011.
 Variedad de convenciones en el tiempo, misma forma cameral o de pasillo donde se tratan
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: txawün mapuche, cámara de la provincia de Manitoba (Canadá),
cámara mnong (Vietnam), cámara de la nación tlingit,asuntos.
cámara de las naciones iroquesas, registro de convención
entre naciones chon y cristianos en 1789, cámara de la región autónoma de Madeira, ceremonia de instalación de la
convención constitucional en Santiago de Chile y jelj, la convención haush-ona.

Lo común a todas las formas es el pasillo por donde entran los ítems que despacha la cámara
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o convención. Este pasillo se ha perdido en algunas convenciones y cámaras del mundo,
transformadas en auditorios o teatros de oratoria.

La convención o cámara se registra también en los tratados de representantes de las naciones

chon con la colonia magallánica y con el gobierno de Buenos Aires.

República de Chile
En el primer artículo del tratado que convino el gobernador magallánico con representantes de
las naciones chon1 en 1844 se lee: “Quedamos ambos dos obligados a protegernos en caso de
Territorio de Colonización de Magallanes
que uno u otro necesite algunos auxilios”.
Punta Arenas, 20 de octubre de 1877
La colonia magallánica también mantiene diplomacia con la nación kawésqar. En uno de los
tratados que comparto con este cabildo, Chile solicita a las naciones chon el libre tránsito,
Señor Ministro:
El decreto supremo
1 En esta época depestes
de guerras, fecha 10 de lasagosto
e invasiones nacionesúltimo, dictado-aonnekkenk
chon del continente en vistay teushen-
de unacohabitan
nota de los
Señores Ministros
con personas degununa
kawésqar, la Tesorería Fiscal
a küna y mapuche de Valparaíso,
en situación de cautiverio. trascrito a esta
Las chon insulares sonGobernación
las naciones con
haush, selk’nam y koyuká.
la misma fecha, establece pequeñas variaciones en las cantidades de los artículos que
constituyen las raciones de víveres que, desde la fundación de esta colonia hasta el día,
se dan mensualmente a los empleados, colonos y relegados en Magallanes, como así
mismo a sus familias. También dispone que la ración de víveres que se da a los colonos
debe hacerse extensiva a sus esposas e hijos mayores de diez años.
Este decreto dio motivo a una consulta de los S.S M.M de la Tesorería de Valparaíso y
al informe de esta gobernación de fecha 8 de septiembre próximo pasado, y con fecha 5
del corriente mes se dictó un nuevo decreto sobre la misma materia que fue trascrito al
que suscribe con fecha 9 del mismo.
De la letra de ambos decretos se desprende que no gozan en lo sucesivo de ración de
víveres en esta colonia la guarnición ni las familias de cada uno de los individuos que la
componen, ni tampoco las de los empleados.
Cuando Ud. se sirvió trascribirme el primero de los citados decretos, sin embargo que
en el noté que nada se decía de la guarnición, creí que esta fuese considerada en la
palabra empleados tomada en su sentido genérico. El segundo decreto, que aclara el
primero, ordena la suspensión de raciones de víveres a las personas ya expresadas.
Deber del que suscribe es dar inmediato cumplimiento a las órdenes superiores, mas
como los decretos de que vengo haciendo referencia no fijan el día en que debe ponerse
en planta la nueva disposición, he ordenado a la Tenencia de Ministros de esta colonia
suspenda los efectos de ella hasta poner en conocimiento de Ud. las poderosas razones
que me obligan a tomar esta medida.
Los oficiales e individuos de tropa que actualmente guarnecen esta plaza como los que
han venido anteriormente, han traído a Magallanes sus familias. Esta práctica ha tenido
por principal objeto, entre otras de menor importancia, que el soldado permaneciendo
aquí algún tiempo tome apego al lugar, y que después de cumplir su plaza se quede en
la colonia con su familia, estableciéndose así el aumento de la población sin ningún
sacrificio extraordinario para el fisco. Esta práctica ha dado buen resultado. Muchos
soldados licenciados con sus familias forman hoy una parte de la población de Punta
Arenas. Para coadyuvar a este fin los jefes de los cuerpos que han dado la guarnición
para Magallanes han aconsejado al soldado a traer sus familias, llamándole mucho la
atención a la circunstancia favorable de que el gobierno suministra aquí raciones de
víveres para el soldado y su familia. Hoy el Supremo Gobierno ha tenido a bien
suspender aquéllas. Con esta nueva disposición, señor Ministro, el soldado de
guarnición en Magallanes ha quedado en peor condición que el relegado, como paso a
manifestarle.
Un relegado con mujer y dos hijos mayores de 10 años y que se ocupe en trabajos
fiscales (todos los relegados se ocupan en trabajos fiscales), tiene derecho, según el
nuevo decreto a cuatro raciones mensuales, las que, al precio de costo, importan $26.
Un soldado de guarnición en Magallanes (con mujer y dos hijos), que además de llevar
sus deberes militares trabaja, como en todo territorio de colonización, en faenas fiscales
ajenas de su profesión, tiene para sustento y el de su familia $12 de sueldo mensual.
¿Cómo es posible que en Magallanes, donde los artículos de primera necesidad tienen
tan subido el precio en el comercio, pueda el soldado sostenerse? El soldado soltero no
podría vivir con sólo su sueldo sino se le auxiliara con la ración de víveres.
Y debe tenerse presente que el soldado no tiene, como el colono, derecho a comprar los
artículos que constituyen su sustento en el almacén fiscal. Por decreto esta prerrogativa
la tienen solamente los colonos. Deseando dar a Ud. todos los datos posibles sobre esta
importante materia, me he informado de los menores detalles que con ella se relacionan.
El soldado tiene precisamente que hacer los siguientes gastos mensuales. Comida $7,
calzado (de mala calidad) $4, lavado $1,50, reposición de prendas de uniforme y ropa
interior $2, peines, toallas, escobillas, tijerones, etc. $1. Ya ve Ud. que el soldado
soltero necesita para poder vivir en Magallanes de $15.50 al mes. Siendo esta cantidad
mayor que el sueldo de que goza, es la ración de víveres la que viene a equilibrar los
gastos.
También se ha suprimido la ración de víveres a las familias de los empleados cuando en
los contratos que con éstos se hagan no se estipule la circunstancia de que gozarán de
ella. La mayor parte de los actuales empleados subalternos se encuentran en casos
análogos a los expresados. ¿Cómo podrá sostenerse con su familia el marinero que goza
$12 de sueldo mensual? ¿Cómo el mayordomo que gana $16 y otros?
Según el nuevo decreto todas las familias de los actuales empleados quedarán sin ración
de víveres. En ningún contrato se ha estipulado esta circunstancia, tal vez porque siendo
una práctica establecida desde la fundación de esta colonia, no se creyó necesaria
consignarla. ¿Quién ignora que una de las gracias ofrecidas a los que vienen a
establecerse a Magallanes en calidad de empleados es la de que gozarán, tanto éstos
como sus familias, de raciones de víveres? Si esta promesa no se les ha hecho por
escrito ha sido verbal, y la práctica observada en tantos años es conocida por todos.
Ignoro, señor, las razones que expusieron los Señores M.M. de la Tesorería Fiscal de
Valparaíso; éstas deben ser muy poderosas y justas cuando se dictaron los decretos de
que vengo haciendo referencia, pero creo que no haya sido la mente del Supremo
Gobierno ponerlos en vigencia inmediatamente porque quedaría la guarnición y las
familias de los individuos que los componen como así mismo las de los empleados en
una situación insostenible.
En vista de las razones expuestas no sé si Ud. crea prudente el plazo de seis meses para
poner en vigencia las disposiciones de los decretos de 10 de agosto y 5 de octubre del
corriente año. En este tiempo podría cambiarse la guarnición actual y tomarse medidas a
fin de que la que venga a relevarla no traiga familias (lo que no convendría a la Colonia)
y se adopte alguna disposición para que el soldado pueda sostenerse en Magallanes, ya
sea dándole un sobresueldo o de la manera que crea más conveniente. Dándose este
plazo los empleados, cuyas familias siempre han gozado de ración de víveres, no se
verían sorprendidas por una medida que tanto afecta su condición y bienestar (me
refiero a los empleados subalternos para muchos de los cuales la ración de víveres para
sus familias constituye la recompensa de sus servicios).
Dios guarde a Ud.
Diego Dublé Almeida